Enemigos Extraños [Logan Lerman]

Ambos subieron al auto y Logan ni siquiera intentó romper el denso ambiente con música debido a que se sentía muy sumido en sí mismo. Tenía ganas de gritar, de decirle a Summer todo lo que pensaba de William y ella estando juntos, de agarrar violentamente a Summer de una vez y… besarla...
Volteó asustado a mirarla cuando tuvo aquel pensamiento. Ella seguía mirando a la carretera con un atisbo perdido. Volvió la vista hacia el frente y abrió sus ojos y boca de forma enorme, luego soltando una gran cantidad de aire, como si tratara de liberar algo. Abrió las ventanas y vio con el rabillo del ojo como el cabello de Summer se volaba descontrolado, y reía ocasionalmente en forma disimulada. Era la primera vez que no podía considerar pasar un segundo más sin ella.
— Sigo siendo feliz sin ti. Lo sabes ¿no?—dijo Summer y Logan asintió.
— Lo tengo en mi mente últimamente y trato de recordarlo—Logan solo trató de no contestar de una forma en que sus abrumadores pensamientos fueran muy evidentes, pero Summer definitivamente notó que algo sucedía con el castaño.
— ¿Y entiendes que luego de esto probablemente ya no nos veamos casi nunca?
— ¿Qué tratas de hacer, Summer?—preguntó Logan, muy a la defensiva con una voz demacrada. Tenía un nudo debido a los nervios que sentía contra sí mismo, y sentía una punzada presionar su pecho.
— ¿Qué te pasa?—preguntó, ahora dándose cuenta de que había algo mal con Logan.
— ¿Se supone que tenga que querer soportarte siempre? ¿crees que yo no quiero que todo esto termine?
— Recién parecíamos pasarlo bastante bien—dijo Summer y Logan soltó una risotada dolida, sabiendo que lo que estaba por decir sería más que un pecado.
— Es como tú lo dijiste. Sentimientos de adolescente—ella lo miró y sintió como si literalmente se hicieran grietas en su corazón.
— Ya queda prácticamente una semana. Mejor si te vas pronto, mejor si haces como si ya no estás—dijo ella, mientras sentía como si su garganta se cerrara. Ambos callaron y Summer dio un golpe al asiento, sintiéndose enojada consigo misma—. Por Dios, Logan ¿por qué dejé que te acercaras tanto a mí?
Logan sintió culpabilidad cuando la vio en ese estado. Enojada, dejando caer algunas lágrimas que él no debía haber hecho caer, y confundida. No sabiendo que hacer. Odiándose por haber dejado que algo tan grave como estrechar lazos más fuertes con el sucediera. El se odio a sí mismo por no poder hablar y finalmente decirle los asuntos que tenían pendientes.
Siguieron en silencio mientras Logan manejaba. No pensaba responder a lo que dijo ella. No pensaba volver a hablarle a no ser que sea completamente necesario. No pensaba hacer algo que pudiera lastimarla de nuevo. Simplemente todo había cambiado.
Ambos bajaron del auto, y azotaron con fuerza sus puertas. Caminaron en silencio hasta la entrada, Logan con sus manos en sus bolsillos del saco y Summer casi trotando.
— Buenas noches—dijo Logan, antes de que ella entrara a su habitación y la castaña dirigió una última mirada hacia él. Sus ojos se encontraron y Logan rápidamente separó aquel leve contacto, por miedo a que volviera a sentir esos impulsos a los que había querido sucumbir antes.
Entraron a sus respectivas habitaciones, mirando las camas vacías y arrojándose a ellas.
Solo sentir los labios de ella una vez. Solo una vez para matar esa curiosidad que tenía. Solo antes de irse y nunca más lo haría… si es que ella quería que fuera así. Cerró sus ojos con sus manos sosteniendo su cabeza por detrás, cruzando sus piernas una sobre otra y tratando de sacar esos pensamientos de su mente pero solo podía ver la sonrisa a ella.
Trataba de pensar en alguna otra persona pero en su mente aparecía la sonrisa de Summer. Sonrío involuntariamente con ella en su mente, pero se asustó cuando empezó a sentir una extraña sensación de felicidad en todo su cuerpo. No podía creer que estas cosas le estuvieran pasando por su mente y no fueran broma. No podía creer que se estaba enamorando de ella.