Re: Matrimonio De Papel (Joe y Tú)

por **-GrizJonasLovatoCyrus-** Lun 03 Mar 2014, 12:21 am

SIGUELA ME ENCANTA :3

por ***annie d' jonas*** Lun 03 Mar 2014, 1:10 am

Sigueee

por **hellomynameis** Lun 03 Mar 2014, 12:07 pm

por **chelis** Lun 03 Mar 2014, 1:34 pm

:wut: :wut:

por **chelis** Lun 03 Mar 2014, 1:36 pm

En serio joe no cambio??????..... Aaaaaaaaaaaaahhhh y siiii ...... Sube poorrrrrfiiiiissss

por **jonatika_4ever_hilda** Lun 03 Mar 2014, 8:36 pm

Siguelaaa :C
pobrecitaaa u.u

por **chelis** Lun 03 Mar 2014, 9:56 pm

;););););)

por ***annie d' jonas*** Mar 04 Mar 2014, 8:30 am

Sigueeee

por **chelis** Mar 04 Mar 2014, 11:52 am

;););););););)

por **hope7** Mar 04 Mar 2014, 2:32 pm

Siguela chicuela

por **chelis** Mar 04 Mar 2014, 3:45 pm

;);););)

por **Monse_Jonas** Mar 04 Mar 2014, 11:27 pm

Chicas!! aquí esta el link de la nueva nove:
https://onlywn.activoforo.com/t76248-pideme-lo-que-quieras-joe-y-tu-adaptacion#4174907
Espero verlas por haya xD

por ***annie d' jonas*** Miér 05 Mar 2014, 11:44 am

Sigueeee

por **chelis** Miér 05 Mar 2014, 12:34 pm

;););););)

por **Monse_Jonas** Miér 05 Mar 2014, 11:53 pm

Capitulo Trece

Ya han pasado cinco meses desde que perdí a mi bebé.

Es mayo y los árboles del Central Park se ven maravillosos, llenos de hojas verdes y flores por todos lados.

Entre Joe y yo todo sigue igual. Dijo que cambiaría, que estaría más conmigo pero eso no es verdad. Simplemente lo más importante para él es su trabajo, y yo quedo en segundo plano. Igual que siempre.

—No tienes porque ir a trabajar tan temprano Joe.

—Cariño, el trabajo es trabajo, y si, tengo que ir ya, no puedo perder tiempo.

—Venga, quédate conmigo un ratito.

—No, _____, no insistas amor.

— ¿Y si... —Comencé a subir mi blusa para sacarla pero Joe me detuvo.

—Tentador, pero no puedo, me tengo que ir amor. Lo siento.

—Tu jefe entenderá Joe.

—No _____. No insistas. ¿Cómo me veo? —Joe llevaba un traje gris oscuro con una corbata azul oscuro y se veía despampánate. Me acerque hasta él y le tomé el nudo de la corbata.

—Ahora ya estas perfecto. —Joe me sonrió y me besó en la boca.

—Delicioso. —Le susurre en sus labios.

—Eres tentadora amor.

—No lo suficiente como para que te quedes.

—Lo siento. Nos vemos en la noche—Joe caminó hasta la puerta de la habitación.

—¿No vas a desayunar? —Lo seguí.

—No, no tengo tiempo. Bye. — Joe cerró la puerta detrás de él.

—Bye. —Le dije a la nada.

—Estoy tan triste. Hoy es el último día de clases, y como son de último año, ya no los volveré a ver mis amores. —Mis lágrimas querían salir. —Espero se porten muy bien en su nueva escuela y le hagan caso en todo a su nueva maestra. Nunca olviden todo lo que les he dicho. Sean buenos niños. Los voy a extrañar tanto. —Mis lágrimas ya estaban en mis mejillas y unos pequeños también estaban llorando. El timbre sonó y todos se levantaron y se abalanzaron sobre mí, yo a todos los acepte.

—La vamos a extrañar tanto Miss.— Me dijo una pequeña niña rubia.

—Y yo a ustedes mis amores.—Una de las pequeñas se acercó a mí y me entregó una cajita.

—Es para usted Miss.

—¿Para mí? Gracias.— Abrí la cajita y encontré unos pendientes muy lindos, mis lágrimas se intensificaron.

Cuando todos su fueron yo recogí mis cosas y me fui a buscar a Logan, él cual estaba en el gimnasio del colegio.

—¿Tú también estas triste?—Me miró y me sonrió.

—Voy a extrañar a esos niños.

—Yo también. Mucho. Mira lo que me han regalado. —Le mostré los pendientes y éste se sorprendió.

—Están hermosos. ¿Cuándo los vas a estrenar?

—Cuando Joe me invité a cenar.

—¿Y si te invito yo?—Una sonrisa se dibujó en mis labios.

—Jaja, eso sería lindo.

—Vamos a celebrar que las clases llegaron a su fin y por nuestra amistad.

—Ok. ¿Cuándo?

—Esta noche, tengo un amigo que tiene un restaurante y pues una reservación segura.

—Mmmm, se me apetece. ¿Tengo que ir muy elegante?

—No, no mucho, como de coctel.

—Esta bien. ¿A qué hora pasas por mí?

—A las ocho de la noche estoy en tu casa.

—Perfecto, estaré lista.

Después de platicar con Logan por un rato me fui al departamento y me arregle para verme bien.

A las siete de la noche Joe me llamó.

—Hola amor.

—Hola, Joe. ¿Qué pasa?

—Sólo llamó para avisarte que llegaré tarde.— “Que novedad” Pensé—Espero comprendas cariño. Así que no me esperes despierta.

—No te preocupes amor. Que tal vez llegues primero tú que yo.

—¿De qué hablas?—Me preguntó Joe perspicaz.

—Logan me invitó a cenar, para celebrar que las clases han terminado, así que acepte.

—Me parece bien. Que salgas y te diviertas.

—Ojala la cena fuera contigo.

—Amor, no se puede. Tengo mucho trabajo.

—Lo sé. Sabes los niños me regalaron unos pendi…

—Amor me tengo que ir, tengo una junta, diviértete, nos vemos luego. Te amo.

—También te amo— Joe colgó y yo seguí alistándome. —Creo que ya estoy perfecta—Dije mirándome en el espejo.—Llevaba un vestido amarillo claro, holgado, hasta la rodilla, con un cinturón delgadito en la cintura negro, un saco blanco, remangado que me llegaba un poco más debajo de la cintura, unos tacones negros de plataforma, un poco de maquillaje en los ojos, los labios pintados de un rosa claro, mi melena suelta y las ondas cayendo como cascadas.

Cuando Logan llegó y le abrí me sonrió y después silbó. Yo reí.

—Joder. Te vez espectacular _____.

—Gracias, Logan.

—Pero si eres una diosa andando. Afrodita estaría celosa de ti.

—Jaja, ya loco, que tú no te quedas atrás, Zeus te envidiaría.

—Lo sé. Las mujeres de tu edificio me comían con la mirada y si eso fue conmigo, que será contigo.

—Jaja, ¿nos vamos?

—Nos vamos—Logan me tomó del brazo y caminamos hasta la recepción, para después subir a su coche.

Cuando llegamos al restaurante su amigo nos recibió y nos dirigió hasta una mesa, la cual tenía un papelito que decía “reservado”.

—¿Te gusta el lugar?—Me preguntó Logan sonriendo. Nunca me había percatado de lo guapo que era, con sus dientes perfectos y blancos, unos ojos azules penetrantes, su cabello castaño oscuro lo llevaba corto pero el flequillo lo llevaba levantado.

—Me encanta el lugar, es muy lindo, gracias Logan.

—No hay nada que agradecer, pero ¿Y tus pendientes?

—Aquí están— Quieté mi cabello para que éste pudiera verlos.

—Se te ven hermosos, _____.

—Gracias Logan. —La cena estuvo deliciosa, comimos muy bien, un gran salmón ahumado con yerbas finas, de postre cenamos un rico muse de chocolate acompañado de helado de menta con chispas de chocolate, mi helado favorito. Al terminar la cena fuimos a una discoteca en la cual Logan conocía al hombre que cuidaba la entra, así que no tuvimos que hacer fila. Después de bailar como locos y beber unas cuantas bebidas, Logan me llevó a mi departamento a la una de la madrugada, Joe ya debería de estar ahí, posiblemente hasta dormido.

— Gracias por la cena Logan. —Le dije despidiéndome de él en la puerta del departamento.

—No tienes nada que agradecer, me divertí mucho.

—Yo también, espero se repita.

—Yo igual. Bueno ya es tarde y has de estar cansada, así que nos vemos luego.

—Si, no te alejes mucho.

—Claro que no. Bye.

—Bye. —Le di un beso en la mejilla y éste se fue. Cuando cerré la puerta me dirigí hasta mi habitación y vi a Joe mirando la tv.

—¿Por qué sigues despierto?—Le dije quitándome los zapatos.

—Porque te estaba esperando amor. ¿Qué tal te fue?

—Genial.

—Ya veo, te ves despampanante.

—Gracias amor.

—Ven a dormir, ya es tarde.

—Si, sólo deja me desmaquillo.

—No te tardes. Quiero terminar lo de esta mañana.

—Ok, entonces me apresuraré.

—No te tardes o me duermo.

—Eso si que no. —Corrí sólo en ropa interior y me abalancé sobre él. Joe recorrió mi cuerpo con sus manos mientras su boca succionaba la mía, colocó sus manos en el broche del sostén y lo desabrochó haciendo que éste callera, lo tomé y lo aventé al suelo, Joe posó sus manos en mis senos y me los apretó un poco, su boca descendido hasta mi cuello y lo besó mientras yo hacía mi cabeza hacia atrás, las manos de Joe seguían en mis pechos, los cuales estrujaba entre ellas. Tiré de su camisa y se la saque, si piel tocaba la mía sin prenda alguna, más que su piyama y mis bragas. Joe hiso que rodáramos en la cama para quedar él en cima de mí y poder quitarme las bragas y él su piyama y bóxer, al mirar la gran erección de Joe la boca se me secó, ése maravilloso hambre era mío, solamente mío y yo lo amaba como una loca. Joe me poseyó con delicadeza y al mismo tiempo con rudeza, amaba como embestía contra mí, amaba a mi marido el cual después de llegar al orgasmo me susurro en mi oído:

—Te amo, amor.

—Y yo a ti Joe. —Le dije tocándole el cabello y éste me miraba con una hermosa sonrisa.

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