U.N.I. (z.m. au)

Nombre: You and I.
Autor: Yo. (paulatwenthree)
Adaptación: No.
Género: Romance.
Advertencias: Diálogos comunes -> vocabulario vulgar. Escenas explícitas tanto sexuales como violentas.
Otras páginas: No.


Katherine Wrikens, 18 años. Acaba de entrar a la universidad de Nueva York en la carrera de derecho bajo los deseos de su madre de formar parte del bufete familiar.
Entre los miembros de una familia fría y materialista encontrará apoyo en la hermana de su madre, Susan, y quizás en su manipulado padre. Kate, sola desde la partida de la familia Henswort, con su mejor amiga y novio hacia Los Ángeles, se sentirá intimidada bajo la presión que su madre y su círculo social le imponen. 

Pero todo esto se verá derribado con la entrada del inesperado componente de un grupo de rock, Zayn Malik, a su vida.

Holaaaaaaaa!!
Me alegra que la sigas!!
Amo este fic!! es genial!!
Espero que subas pronto el cap!
Besos
♥

"Esto no es buena idea Su." Digo en un susurro a mi tía agarrándome de su brazo. Mis piernas tiemblan por el frío de enero bajo el abrigo de tan sólo unas finas medias negras.


"Cálmate Kat, tus padres no se van a enterar, además, quiero que conozcas este sitio." Dice tranquila mientras avanzamos por la fila. Suelto un suspiro.


Estoy con mi tía en Alphabet City, Downtown, en el propio Manhattan. Se podría decir que este lugar es menos prestigioso al donde nosotras vivimos, y mi madre no estaría contenta sabiendo que estoy aquí. No es que sea peligroso, si no que según ella la gente aquí está corrompida; mi tía tiene una opinión muy distinta, yo no conozco estos lugares así que me abstengo, pero al fin y al cabo estamos a algo más de media hora de casa, ¿tan diferente puede ser?


Nosotras vivimos en Upper East Side, Uptown; uno de los barrios más ricos de toda Nueva York, y más aburridos he de decir.
Susan se ha empeñado en sacarme de allí, 'llevarme a algún sitio divertido' dijo, así que aquí estoy, con los dientes chascando y los pies morados, probablemente.


"Vamos Kat." Dice cuando el portero abre la puerta para nosotras. Parpadeo, pero le sigo dentro.




"Ventajas que da el dinero." Ríe ella. Y no es una persona a la que le guste aprovecharse de nuestra posición económica, si no que lo utiliza para divertirse mientras que mis padres lo invierten. "Espero que te guste la música. No sé qué grupo toca hoy pero todos los sábados hay música en directo, pequeños grupos de rock intentando darse a conocer."


Y entonces me cuestiono si habré hecho bien poniéndome los tacones negros, si iré acorde con la gente o si me sentiré fuera de lugar toda la noche. Pero saco ese problema de mi cabeza al recordar que mi tía había aceptado mi vestimenta para este lugar antes de salir de casa.


Nos abren por fin la puerta que da a una acogedora sala bastante oscura llena de gente, y es normal, ya son las once de la noche. El sonido de una buena guitarra entra en mis oídos, acompañado de un bajo y una batería que marca el ritmo, haciendo que los músculos de mi cuerpo se relajen.


"Vamos a por algo de beber." Dice Susan en mi oreja para que la pueda escuchar y nos dirigimos hacia la barra.


"Una coca-cola." Digo, ella ladea la cabeza en desaprobación y sonríe.


"Escojo yo." Ruedo mis ojos y me giro, tratando de ver al grupo que está tocando, pero hay demasiada gente delante. Miro a mi alrededor para analizar el sitio; la gente está distraída entre ellos o en la pista frente a la música en directo. Veo a algunos hombres mirarme de arriba abajo y me arrepiento de la falda que he escogido.


"Aquí." Dice mi tía pasándome uno de los dos vasos. Doy un sorbo y noto el ron mezclado con la coca-cola, hago una mueca haciéndola sonreír. "Vamos más cerca de la música."


Nos hacemos paso entre la gente que baila en medio de la sala y nos sentamos en una mesa a uno de los laterales del escenario donde cuatro chicos se encargan de hacer sonar la música.


El bajista está más cerca, rubio con una camiseta ancha de tirantes y unos pantalones negros. El batería es moreno, con el pelo corto y unos brazos impresionantes. Hay dos guitarristas y vocalistas; el que está a la derecha tiene el pelo moreno echado hacia atrás, aunque eso no le impide que unos pequeños rizos se le formen en las puntas. El chico del centro, moreno, pasa una mano por su pelo oscuro, y la deja caer con la púa entre sus dedos sobre las cuerdas de la guitarra eléctrica. Todo se silencia por un segundo y él empieza a cantar en un susurro.


Me remuevo sobre el asiento viéndole; sus labios rosados, húmedos, contra el micrófono, sus brazos relajados con la guitarra y su pie golpeando el suelo.


Los platillos de la batería suenan y de pronto la música es mucho más fuerte. El moreno se gira dejándome ver bien su cara; barba de unos días rodeando sus labios carnosos, nariz fina y grandes ojos oscuros. Un par de gotas de sudor sobre su frente, que normalmente me serían asquerosas, pero en este momento me provoca todo lo contrario.


"Guapo, ¿verdad?" Despego mi mirada de él para mirar hacia mi tía que lleva una sonrisa en su cara. Parpadeo y vuelvo mi mirada al escenario.


Veo tatuajes en su antebrazo derecho, algunos escondidos por la manga de su camiseta de pink floyd. Vaqueros claros y botas negras.


"Respira." Dice mi tía a mi lado y yo me sonrojo. Suelta una carcajada.


"Es muy guapo." Me defiendo. "¿Cómo se llama el grupo?"


Ella no contesta, pero señala al escenario dónde hay un cartel que dice: Burned paper.


Pienso en cuál podrá ser su significado, porque tiene que tener un significado, todas los nombres de las bandas lo tienen, ¿no?


"¿Crees que el rubio es teñido?" Pregunta Susan a mi lado. Le miro, una gran sonrisa plasmada en su cara.


"Tiene raíces oscuras." Digo. Susan hace una mueca.


"Es que no me lo imagino moreno." Me encojo de hombros. Pienso que le quedaría bien el moreno, le resaltaría los ojos. "Bueno, ¿cómo vas en las clases de ballet?"


Y una larga conversación se abre entre nosotras. Le explico que estamos empezando con nuevas coreografías y todos están emocionados; que una de mis adorables compañeras robó el bolso de otra haciéndola perder la elección de los papeles para la función y ella señala lo patético que es eso. Le cuento sobre las clases, mis notas y el dolor permanente de cabeza que tengo por culpa de mi madre y sus 'no te conformes con eso, siempre va a haber alguien con una nota mejor que la tuya'.


Ella decide ir a por otra copa, con la intención de hacerme relajar por una noche, cuando el grupo para por su descanso.


El batería cachas y el alto guitarrista salen del escenario y se sientan en una mesa con un par de sofás que está a pocos metros de la nuestra. Les siguen el bajista rubio y el otro guitarra moreno, que dejan sus instrumentos mientras intercambian algunas palabras.


Toco mi pelo y lo retiro hacia atrás, peinándolo, o eso intento. Pero no sirve de nada, porque ni siquiera se da cuenta de mi presencia cuando pasa a mi lado. Resoplo y me siento indignada, pero decido no girarme a mirar, sería patético ¿verdad?


Mi tía llega y se siente en el taburete acercándome el vaso que hasta arriba. Lo cojo y me llevo a los labios. Doy un par de tragos y hago una mueca.


"Iba a decir que este va más cargado." Dice ella riendo.


"No hay nada mejor que comprobarlo por uno mismo." Murmullo y suelta otra carcajada. "Necesito un vaso de agua." Digo y me levanto, ignorando su risa.


Paso por delante de la mesa donde están sentados y agradezco que el moreno esté sentado al contrario, así no tengo que verle de frente, hasta que vuelva a la mesa al menos.


No hay demasiada gente en la barra así que no tardo en pedir, ganándome una mirada extraña del camarero.


"¿Sólo agua?" pregunta levantando una ceja. Asiento mordiéndome el labio. Genial, ahora parezco una friki. "Como quieras." Dice y se aleja a llenar el vaso en el grifo.


Lo tomo y doy un gran trago, relajando la garganta. Sonrío en agradecimiento y me giro.


Y he olvidado completamente que el moreno está justo en mi línea de visión, y me está mirando, de pies a cabeza. Parpadeo en el sitio. Muévete -retumba en mi cabeza y por un momento pienso que es Susan. Aclaro mi garganta y camino hacia nuestra mesa tratando de no tropezar, rezando por no tropezar.


"¿Qué pasa?" Pregunta mi tía al verme callada, con las mejillas enrojecidas.


La banda vuelve al escenario. El moreno se gira cuando pasa por mi lado, su mirada sobre la mía por dos segundos y mis mejillas se calientan más aún. ¿Por qué nos pondríamos en una mesa con sillas sin respaldo?


"Oh." Y es mi tía que acaba de ver la escena. Ella sonríe, y no es una sonrisa amable si no maliciosa. "¡A bailar!" Casi grita y yo quiero caerme hacia atrás, ahora sí.


Antes de que esté tirando de mí, agarro la copa y me la bebo de un trago. Eres idiota -retumba en mi cabeza, mi garganta lo corrobora.


En cuanto nos ponemos en la pista comenzamos a movernos al ritmo de la música rodeadas de gente que hacen la misma acción. Y me lo paso bien con mi tía; aunque sea eso, mi tía, ella me conoce y hace el rol de amiga en mi vida. Además aún es jóven así que no resulta del todo raro.


Otra copa ocupa el lugar de la anterior y yo voy sintiendo un poco los efectos de alcohol debido a que no estoy acostumbrada a consumirlo.


"Suficiente por hoy." dice Susan quitando la copa de mis manos cuando choco con un chico. Sonrío como disculpa. "Mira al escenario."


Recuerdo de repente quien está allí y mi cabeza se gira casi involuntariamente provocando un pequeño mareo. Pero no importa, porque el guapo moreno está haciendo un sólo de guitarra, moviendo los dedos con habilidad; me sonrojo al instante. Entonces deja la guitarra colgada del cuello  y agarra el micrófono con sus dos manos, su mirada en el público.


"Acaba de llamar tu madre." grita Susan sobre mi oído. Hago una mueca. "Imagina su cara si hubiese descolgado." Suelta una risa y yo la acompaño, creo que debido al alcohol. "Voy al baño, no te muevas de aquí."


Asiento con la cabeza y ella se hace paso entre la gente. En un segundo alguien ya ocupa su lugar y me alegro que la sala no sea demasiado grande para que pueda encontrarme cuando termine la llamada.


Miro al frente otra vez y sigo bailando. Entonces me encuentro con dos ojos oscuros a unos metros mirándome, en el escenario. Trago fuertemente sintiendo calor en mis adentros y mi ritmo de baile desciende por momentos; pero sus labios siguen moviéndose sobre el micrófono y yo, animada por los efectos de la bebida, decido continuar bailando. Vamos, hazlo –me grita mi subconsciente. Quito la mirada de él e inicio un baile más sensual, y aunque no le vea, sé que me está observando.


Me siento ridícula por un segundo, pero cuando vuelvo mi mirada al escenario él sigue mirándome, una sonrisa en sus labios y pasa la lengua sobre ellos. Por unos segundos me cuesta recordar que necesito aire para vivir.


La canción termina, y con ella la actuación de la banda, haciendo que su mirada se aparte de mí y yo quiero gritar. Cuando enfoco mi mirada mi tía está a mi lado y me dice que debemos irnos.


Salimos de la sala para conseguir nuestros abrigos y volver a casa. En el camino Susan me dice que deberíamos repetirlo y yo sólo asiento porque aún estoy pensando en su mirada, sus labios; y me pregunto si volveré a verle.
 

 

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¡Hola bonitas! Como veréis las que ya leíais mi novela, está prácticamente igual a excepción de algunas pequeñas cosillas. Bueno, quería explicar rápidamente que lo único que voy a cambiar va a ser un poco va a ser el desarrollo de la historia entre los protas porque creo que se me quedó un poco vacío; además como ya dije habrá larry (sólo menciones de ello, simplemente no quiero juntarles con ninguna chica), el papel del padre cambia un poco, y las interacciones entre los personajes serán más dinámicas y entretenidas (o eso creo yo).
Hasta aquí todo por hoy. ¡Comentad con vuestras opiniones y críticas! Intentaré subir lo antes que pueda. Un beso lovelies  :(L):

Si yo estuviera en un concierto de ellos! ya los hubiera secustrado! ok*no
Como que a Kat se le hizo agua la boca al ver al negro!!
Seguila pronto!!

siguelaa

eit! soy new reader!, bueno ya habia leido esta novela en el otro anterior, pero no me anime a comentarte pero en este si, me llamo patricia, pero dime pat!!, y me sigo emcionando con el primer cap, jajaja

Seguilaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!

Es de día; lo sé por la molesta luz que atraviesa las ventanas. Froto mis ojos y me estiro sobre la cama antes de levantarme y arrastrar los pies hasta el baño. Me doy una ducha caliente que despierta los poros de mi piel pero hace que mis párpados pesen más.

Mi madre me había avisado que iríamos a comer con mi tía y su marido, así que elijo un vestido azul oscuro de manga larga y lo acompaño con unos finos tacones negros. Me arreglo el pelo y me maquillo.

Bajo ansiosa por el hambre que tengo, pero veo decepcionada que la hora del desayuno ha pasado y tengo que esperar a la comida. Malditos horarios.

Pronto estamos saliendo por la puerta de casa hacia un lujoso restaurante del centro de Manhattan con vistas a Central Park. Suspiro admirando algunas sombras bajo algunos árboles en los que me imagino tumbada en el calor del verano con un buen libro de los que el hermano de mi padre me manda desde Francia.

Pero la llegada de mi tía con Peter, su marido, me saca de mi inoportuna realidad soñada. Susan se sienta a mi lado mientras que Peter se sienta a su otro lado, frente a mi padre, y comienzan una de sus concurridas charlas sobre la bolsa.

Mi madre está interrogando a mi tía y yo aburrida comienzo a dar vueltas a uno de los cubiertos que pronto quita mi madre de mis manos. Exhalo fuertemente pero ella me ignora, y veo a Susan reprimir una risa por el rabillo del ojo.

Decido desconectar y volver a mi realidad soñada mirando de nuevo hacia el exterior. Un toque en mi brazo me hace despertar, el camarero habla con mi padre y yo pido lo mismo de siempre.

“Voy a salir esta noche con un par de amigas, ¿por qué no te vienes?” me ofrece mi tía y por un momento estoy a punto de aceptar, pero hago una mueca y niego con la cabeza.

“Tengo que leer dos libros para la próxima semana y quiero estar despejada mañana.” Explico, ella resopla. Sé que a ella le gustaría que fuese una desinhibida chica de dieciocho años, pero el sistema que me llevan imponiendo mis padres (madre básicamente) desde que tengo uso de la razón hace que ese lado despreocupado quede bastante reservado. “¿Iréis al bar de la otra noche?”


“No creo, las chicas quieren algo más elegante” dice rodando sus ojos, yo suelto una pequeña carcajada y ella sonríe. “¿Por qué?” Pregunta. La imagen de un chico moreno viene a mi cabeza.

Me encojo de hombros quitándole importancia, pero la verdad es que llevo las dos últimas semanas pensando en él, quiero volver a verle aunque sea absurdo, porque en realidad lo es ¿no? Estoy colada por un chico, su físico, porque a él no le conozco; sólo conozco sus brazos tatuados, ojos oscuros, pantalones rasgados y labios curvados en una sonrisa juguetona. Para.


Nuestra charla termina cuando el mesero trae el pedido y yo devoro el plato con gusto. Se desarrolla una conversación animada entre mis padres y tíos en la que participo muy de vez en cuando. Por suerte, la comida termina pronto y volvemos al edificio donde un gran dúplex nos espera.

Subo rápidamente las escaleras al segundo piso y me adentro en mi habitación. Cojo uno de los libros ordenados en la facultad y salgo al balcón donde me siento a leer.

“No deberías estar con esa ropa en casa, menos en el balcón. Katherine sabes que no me gusta que te sientes ahí.” Mi madre arrasa por mi habitación, y yo asiento esperando que se vaya rápido, cosa que, por suerte, hace.
Me deshago en un segundo de los zapatos y me subo al bordillo del balcón de piedra para pasar a las escaleras de emergencia a las que llego fácilmente. Subo unos cuantos escalones y me siento observando la gente en la calle.

Pasa el tiempo, y un agudo frío hace que me despierte. Me he dormido y la noche ha caído sobre la gran ciudad. Me desperezo un poco y vuelvo a mi habitación tirándome sobre el sofá beige y cubriéndome con una manta mientras alcanzo mi móvil. Un par de mensajes hacen que una luz azul parpadee.

El primero es de Ashley, mi mejor amiga, a quien respondo rápidamente prometiendo llamarla un día de estos; y el segundo de mi tía.

He oído que un grupo llamado Burned Paper toca esta noche a dos manzanas de tu edificio ;)Mis amigas me tienen retenida, pero ponte algo bonito y ve, te alegrará la vista un poco!! Te mando el nombre del bar ahora mismo. –Susan.

Una sonrisa se plasma en mi cara al leer ese nombre, pero inmediatamente la borro. ¿De verdad cree que yo voy a ir a ver tocar a un grupo sólo porque el cantante me parece guapo? Resoplo y me relajo en el sofá cerrando mis ojos.

La situación es que, o voy y me divierto un rato independientemente de que aquel chico esté allí, o me quedo en casa viendo una absurda película que se emite en televisión un sábado noche.

¿Qué pierdo con ir? Bueno, quizás mi dignidad si él se da cuenta de mi presencia y nota que me muero por simplemente verle otra vez, aunque es más probable que él ni si quiera me recuerde teniendo en cuenta la cantidad de gente que ve en cada concierto. Ve, lo estas deseando –me digo a mi misma.

Y sin darme cuenta, ya estoy de pie delante de la puerta del vestidor. Comienzo a pasar perchas pensando en si ir o no, y me decido por ir, ¿por qué no?

¿De dónde viene esta valentía?

Busco algo que ponerme, me peino y maquillo algo más.

Cúbreme. –Katherine.

Le mando a mi tía y ella responde al segundo.

Descuida. Ten cuidado y sé algo atrevida Katie. –Susan.

Respiro hondo y cojo una cazadora de cuero para salir rápidamente de casa. Pido un taxi y doy la dirección que mi tía me ha enviado en el mensaje, dónde estoy en pocos minutos.

Me coloco en la cola pero el portero me mira confuso y dice algo a su compañero. Me remuevo en el sitio y recuerdo torpemente que no tengo la edad permitida para entrar a estos lugares, suspiro pesadamente; pero uno de los porteros, alto y fuerte se acerca a mí.

“¿Estás en la lista?” Pregunta y yo hago una mueca. ¿Por qué iba a estarlo? Oh, sí, porque mi tía es Susan.

“Quizás” Digo dudosa y él muestra una sonrisa que aparta toda la intimidación que pueda trasmitir.

“Ella dijo que dirías eso. ¿Katherine Wrikens?” Pregunta y yo asiento aliviada.

Me pide que le siga y yo lo hago. Llegamos a la sala y una voz algo conocida resuena en mis oídos. El portero me muestra una sonrisa antes de desaparecer y yo miro a mi alrededor algo confusa.

Intento alzarme un poco para ver entre la gente, y gracias a que el escenario está algo elevado puedo ver al chico adictivo; hoy lleva una camiseta blanca de manga corta con las mangas arremangadas sobre sus hombros enseñando algún tatuaje más, y yo suspiro en aprobación.

Me encamino a la barra y pido un vodka con limón, necesitaré algo de alcohol si quiero ser atrevida como mi tía me había dicho, cosa que dudo bastante. Bebo un largo trago y me siento en un taburete dejando que la música entre por mis oídos; tienen una buena batería, vaya que sí.

Al poco tiempo, pido otra copa, y ahora me acerco un poco más. Este lugar es diferente, hay algunas mesas esparcidas en el centro y la gente baila a los lados, algo más escondida. No me siento con ganas de bailar así que ocupo una mesa que me da buena visión de la banda.

“Hola.” Dice una voz algo aguda a mi espalda. Me giro para encontrarme a un chico moreno con las cejas alzadas y un vaso en la mano. Parpadeo un par de veces. Lleva el pelo hacia un lado y sus ojos azules me miran expectantes. “Veo que te has hecho con mi mesa. No todos podemos conseguir una vista como ésta pero te me has adelantado.” Dice bromeando pero noto un deje molesto en su voz.

Boqueo y miro alrededor un segundo. Él inclina su cabeza hacia un lado esperando una respuesta, supongo.
“¿Lo siento?” Y sí, es una pregunta. Él rueda sus ojos.

“No te importa si me siento, ¿no? ¿O estás con alguien más?” Pregunta aunque ya ha tomado la silla en frente de la mía.

Niego con la cabeza tomando un sorbo de mi copa y rezando porque el alcohol haga efecto pronto y deje de sentirme como un animal atacado.

Pasan un par de minutos de silencio entre nosotros. Él mira atento al escenario y me pregunto si también tiene un flechazo por alguno de los chicos como yo.

La canción termina y él grita y aplaude lo que me hace abrir los ojos en sorpresa; quiero decir, hay mucha gente haciendo lo mismo pero él lo hace con mucha efusividad.

“Son buenos, ¿verdad? ¿Has venido a verles?” Dice manteniendo la sonrisa mientras da un trago a su bebida y planta su mirada en mí.

Asiento. “Muy buenos.” Él sonríe más, y parece que acabo de hacerle un cumplido a él mismo.

“Soy Louis.” Dice extendiendo su mano encima de la mesa.

“Katherine. O Kath.” Tomo su mano y la sacude un segundo.

“Kath.” Repite. “No eres muy habladora. Me gusta, mejor no decir nada que decir tonterías.” Alzo mis cejas y él suelta una pequeña carcajada. “Mis amigos te dirían que yo digo muchas pero no te creas todo lo que te digan de mí.” Habla rápido y su acento es fuerte, no es de por aquí, eso seguro. Miro a su vaso y está terminado, probablemente no haya sido el primero. Él vuelve a reír. “Voy a por otra bebida, ¿quieres algo? Yo invito.” No me da tiempo a asentir y él ya ha dejado la mesa.

Sonrío cuando le veo chocar con un chico y conseguir que parezca que no ha sido su culpa frunciendo el ceño y diciendo algún comentario que no logro entender.

Miro la hora, el concierto debe estar a punto de terminar así que decido ir al baño rápidamente para salir antes de que la gente se amontone. Pero gracias a la fila que había cuando salgo la gente se ha esparcido por la sala y la banda ya no está en el escenario.

Camino hacia la entrada esquivando a varias personas pero nada más cruzar la puerta para ir al guardarropa, una presencia me hace parar en seco.

Es él, el chico moreno, y yo siento mi pulso acelerarse, no quiero que me vea, pero mis piernas tampoco reaccionan adecuadamente a las señales que mi mente les envía.

Veo cómo saca un paquete de tabaco de su bolsillo trasero y se coloca uno en sus labios para después encenderlo en su boca. Normalmente eso me daría arcadas, pero en él queda totalmente sexy, y me hace tragar ruidosamente.

Él se gira y me ve ahí parada; mira a mis ojos y yo rápidamente aparto la mirada, coloco un mechón de pelo fino detrás de mi oreja y camino hacia la ventanilla donde una mujer se encarga de guardar las pertenencias de los clientes. Puedo notar su mirada en mí, casi me quema, pero decido no girarme. La mujer me pide el número que me había dado antes y yo se lo doy. Estoy ansiosa por salir de allí, siento mi pulso en la garganta, ¿eso es normal?

Noto que él se acerca un poco, y veo de reojo que se apoya en la pared al lado de la ventanilla observándome. El humo de su cigarro llega hasta mí y aprovecho para mirarle; error.

Me pierdo, completamente; ojos oscuros enmarcados por largas pestañas. Sonríe de lado tras quitar el cigarro de su boca y yo ni siquiera puedo retirar la mirada.

“Aquí tienes.” Me dice la mujer devolviéndome al mundo real. Sonrío en agradecimiento, más de lo que ella cree, y me coloco la cazadora.

Estoy deseando salir, pero una voz me interrumpe.

“Olvidas algo” Dice esa voz, y yo sé perfectamente de quién es. Trago saliva y me centro en actuar coherentemente. Me giró y doy de lleno con su mirada.

Se acerca un poco hasta quedar lo suficiente cerca como para que pueda oler su perfume, y me vuelve loca; una mezcla entre canela, lima y tabaco inunda mis sentidos. Alarga su mano y yo dirijo mi mirada desconfiada hacia ella; él sonríe y muestra un papel con una firma, suya probablemente, lo que hace que frunza el ceño.

“Te vi hace unas semanas en uno de mis conciertos.” Dice y yo noto como me sonrojo un poco, y doy gracias a la poca luz que hay. “Supuse que eres una fan o algo así.” Suelto una risita y él eleva una ceja, curioso.


“Entonces no sabrás nuestras próximas actuaciones” reflexiona y da la vuelta al papel. Coge agilmente un bolígrafo de la ventanilla y escribe rápidamente algo; una dirección acompañada de una fecha. “Te pondré en la lista.” dice con una sonrisa metiendo el papel en el bolsillo de mi cazadora y vuelve su mirada a la mía. “¿Me dirás tu nombre? Lo necesito para que puedas entrar” Yo vacilo un segundo antes de contestar.

“Catalina Minola” digo lo primero que me viene a la mente y suspiro al saber que él no conocerá a ese personaje ficticio. Él sonríe y lo apunta con el bolígrafo en su mano.

“Tengo que irme” digo y él asiente inclinándose un poco.

“Espero verte pronto” Dice una vez me he girado; camino hacia la puerta sintiendo una oleada de frío atravesar toda la ropa que llevo. Rápidamente pido un taxi y me dirijo a casa.

En cuanto llego, me cambio y me tiro sobre mi cama. Aún me encuentro bastante perdida por todo lo ocurrido, ni siquiera sé cómo.

Alcanzo mi móvil y veo la luz de los mensajes.

¿Cómo ha ido? ¿Estás ya en casa? ¿Conseguiste hablar con él? –Susan.

Sonrío como una idiota y lanzo un chillido ahogado al darme cuenta que él, prácticamente, me pidió que fuese a verle a su próxima actuación. ¿No?


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wattpad user (empezaré a subir allí también la novela)
mi tumblr

Hasta que subes mujer!!!
Creí que la dejarías!
Me encantó!!!
Amo tú novela
espero que la sigas pronto!!

siguelaa