Complicated Love

Capítulo 1

Las gotas de la lluvia mojandolo el suelo y inundandolo de la substancia llamada agua, el contacto de la suela contra el charco de agua forma un sonoro Splash salpicando alrededor y su mismo zapato, recibiendo un pitido de el coche que había parado al ras de sus pisadas provocando casi el atropello. Sus pasos se aceleraban cada vez más, al igual que la lluvia parecía acelerar su cantidad de gotas como si estuviera enfurecida. Cuando por fin llega al portal torpemente saca las llaves provocando que estas caigan al suelo, un suspiro sale de sus labios para agacharse a recogerlas y abrir la puerta, coge el ascensor que le llevará al piso donde ahora vive.
Al llegar se encuentra a el castaño en la puerta con cara de preocupación, ella le mira extrañada y pasa para adentro. Al entrar puede sentir como el ambiente cálido de la casa le rodea, ella apoya su abrigo y la bufanda sobre el sillón para luego voltearse a preguntarle a su hermano.

— ¿Que pasa exactamente? —le pregunta con el ceño fruncido por la preocupación pero un ruido le saca de situación provocando que vaya a la cocina.

James se encontraba en la cocina moderna de tonos marrones y metales por los electrodomésticos, con la mirada perdida al frente y estampando platos contra el fregadero. Uno tras otro, sin preocuparse de poder cortarse, ensuciar o dañar alguna cosa. La joven se acerca lentamente hasta llegar al él para cogerle el plato que sujeta con la intención de hacer lo mismo que los otros, lo deja sobre la encimera y le mira consiguiendo que él le mire con los ojos tristes que lleva a punto de salir las lágrimas de él. Él es aproximadamente unos quince centímetros más alto que ella, por lo que tiene que agacharse un tanto para mirarle, le estira del brazo para llevarle hasta el salón y sentarse en el sofá mientras Zoe y su hermano se sientan frente a él en el sofá. Ella saca una botella y cuatro vasos pequeñitos donde hecha parte de la bebida hasta llenarlos, le ofrece uno a su hermano, otro para ella y dos para James.

—¿Qué es? —pregunta mirando raro la substancia.
— Solamente Whisky  —le responde bebiendo del suyo y consiguiendo que los demás la imiten.
— Spencer me ha dejado, y no logro entender el por qué —dice apoyando su cabeza sobre la mano sobando su cabello intentando que sus lágrimas no salgan esta vez— ¿Qué es lo que he hecho mal, qué le ha ofendido?
— James tu mismo me dijiste que últimamente la notabas un tanto extraña hace unos días, tal vez era por eso —le intenta explicar ella.
— Si pero hoy estaba siendo un día como los de antes, como si no hubiera pasado nada, como al principio de estos años de relación —le responde.
— ¿Por qué no nos explicas con más detalles como fue el día? —Le sugiere Mike.
— El día parecía sonreírme. Había quedado con ella para comer así que decidí que seria bueno ir a recogerla al trabajo, al bajar ella llevaba el vestido de flores que le regalé hace un mes junto con las perlas de su abuela, simplemente estaba preciosa. La llevé a un restaurante francés que estaba cerca y yo conocía para comer un delicioso menú junto con el postre casero. Después decidimos hacer algo que desde las primeras citas no hacíamos, fuimos al parque a pasear por él mientras nos contábamos lo que había pasado con el resto del tiempo que no habíamos estado juntos, reímos mientras el tiempo pasaba y el ambiente del lugar parecía compensarnos, no podía dejar de pensar en lo bella que era y lo que odiaba separarme de ella. —hace una pausa para respirar hondo— Después fuimos al cine por que echaban  Moulin Rouge y como sabía que le gustaba pues accedí a ir, en la película parecía bien pero empezó e parecer distante y mirar a la película solamente y a su bebida, mientras que yo me torturaba mirándola y preguntándome que pasaba. finalmente fuimos a un bar americano cerca de el cine y cenar. Cuando de repente me dice "creo que deberíamos dejarlo por un tiempo".
—¿Así sin más? —le pregunta Mike y él asiente, mientras sus lágrimas empiezan a caerle. Sin duda una de las peores cosas de la vida, es ver a alguien llorar.

Después de unas cuantas copas y consuelo por parte de los dos hermanos parece clamarse James, sin embargo la mirada perdida y triste la sigue manteniendo. Zoe, quien acababa de hablar con su amiga, la cual le llamaba simplemente para preguntarle el porqué de su salida inmediata del local y restregandole que había ligado con un modelo brasileño, cosa que logró aparecerle la imagen de dicho modelo llamado Francisco que ella reconoce por su pasion por la moda, suelta un suspiro para luego volver junto a él joven y sentarse junto a él. Acomoda sus piernas sobre el sofá y luego su cabeza, mirando a la nada y escuchando como suenan the smiths de fondo.




El cálido abrazo de su hermano le había reconfortado respecto al frío que parecía hacer, ella no se podía creer que por fin estuviera en Londres, pero definitivamente iba a ser difícil lidiar con el aire helado que hacía allí y el sol que suele hacer en California. Aun que eso era lo de menos para ella, estaba feliz de estar allí. Y de el hecho que estuviera con su hermano mayor, el cual hacía un mínimo de dos años que no veía desde que esté había conseguido un trabajo en un puesto en televisión, uno de sus sueños se había cumplido, conocía perfectamente los planes de Mike. Él nunca ha sido el típico chico mujeriego en la adolescencia, alcholico y popular. Más bien era normal, jugaba al fútbol por que le gustaba, era medianamente popular y sabía tratar a las mujeres como unas princesas, cosa que deseaba experimentar Zoe alguna vez pero que según su propio testamento "los chicos de mi generación son todos unos capullos que simplemente se dejan llevar por las hormonas". Ella no había sido de menos, pero básicamente no se solía parecer a su hermano. Ella es una chica normal y corriente, no popular aun que tampoco una nerd. Le gustaba salír de fiesta con sus amigos y divertirse, al principio no pensaba en ninguna consecuencia y simplemente en su primera relación perdió la virginidad, pero eso no pareció importarle, fue en su segunda relación duradera la que le marcó, no es muy agradable que te engañen al fin y al cabo, por lo que de cuernos entiende un tanto. Pero conoció a Charlie, Grace y Tessa que lograron hacerla volver a sonreír y encontrar pasiones que nunca creyó que encontraría.

Al llegar al apartamento se quedó bastante asombrada logrando esbozar un wow, no podía creer que dos hombres hubieran amueblado y decorado esta casa, por lo que pasó a preguntarle si su amigo era gay consiguiendo hacerle reír por la afirmación. "Es un tipo normal al que le gusta the smiths y trabaja en un puesto de una empresa de publicidad, con novia desde hace unos años" esa es la primera definición que obtuvo. Lo primero le interesó a ella, pero por lo que podría saber es que su amigo tendría una edad similar a la de su hermano por lo que un mínimo de cinco años podrían llevarse perfectamente, negó con la cabeza y le ofreció pedir una pizza para comer.
A los diez minutos aproximados llamaron al timbre y ella con entusiasmo abrió para luego encontrarse con un joven alto, un tanto corpulento y de cabello moreno, ella decidida a pagarle por la entrega pero luego se dio cuenta de la maleta que llevaba y su aparente bronceado natural.

— Hola —dijo con una voz un tanto pícara logrando confundir a Zoe y pasando al interior de la casa.
— James, ¿qué haces aquí? —preguntó Mike extrañado y dejando caer la bolsa de cacahuetes que traía en la boca.
— Pues volver a mi casa, ya que pago parte de la renta —le dijo dejando la maleta parada al lado del sofá para luego sentarse— ¿No recibiste mi mensaje?, te avisé de esto —le explicó para luego mirar su móvil— ¿Quien es ella?
— Oh, si perdona —dijo cogiendo a la pequeña por la espalda y arrastrándola hasta donde se encontraba James— Esta es Zoey, mi hermana pequeña.
— Define pequeña —le contesta ella de brazos cruzados para luego volver a la cocina— Es el nuevo plato prohibido de la casa —le susurró consiguiendo que su amigo riera.
— ¿Después o antes que tu plato secreto? —le preguntó riendo y Mike se paró a pensar— Tranquilo, te recuerdo que sigo con Spencer.
— ¿De que habíais chicos? —decía mientras traía un par de vasos y cubiertos para cuando llegara la comida.

Después de los mal entendidos y aclarar la situación, los tres empezaron a convivir en el piso de tres habitaciones, por lo que fueron conociéndose unos a otros. Los amigos de Zoey llegaron a la ciudad para convivir con su tía de allí pero por lo menos tenía con quien salir por las tardes y las noches en vez de quedarse en casa aburrida, y ella sabía que algo iba a pasar en esa estancia.




Finalmente ríe, como si nada, por lo que llega a plantearse su propia locura y luego sigue la canción que está sonando, logrando que su compañero de al lado cante con ella. Y con ello, una sonrisa blanca asomarse. Pasa a sentarse de lado y mirar al joven mayor que ella para hablarle.

— ¿Qué es exactamente lo que quieres lograr? —le pregunta ella sin rodeos apoyando la cabeza sobre la cabecera del sofá mientras le mira.
— Tan solo quiero recuperarla, es la chica de mi vida —responde sin pensarlo dos veces.