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back to that summer {novela colectiva}
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Re: back to that summer {novela colectiva}
CAP 003 old memories✖
Por más que quiera atrasar el tiempo, quedarme en mi apartamento y beber hasta que las agujas toquen el número doce en el reloj, no puedo. Las tradiciones familiares son sagradas, y la distancia es un asunto que muy pocas veces se puede resolver. Sin embargo, con compromiso y un ligero cambio en la agenda, uno llega a compartir momentos con quienes hemos perdido con el tiempo. Las reuniones sociales nunca fueron mi fuerte. Años desde que no me veía con mi familia. Tiempo, tiempo perdido, desperdiciado por cosas estúpidas; no obstante, hicieron daño. De ese daño irreversible, del cual uno no se libra con nada. Excepto si uno consigue por lo que tanto luchó. Pero ¿Cómo se consigue lo imposible?, ¿Cómo puede uno sentirse correcto, con algo que -en todas las maneras posibles- es incorrecto? Sin darme cuenta, las lágrimas empiezan a azotar mi rostro, bañándolo en una fría humedad compuesta por tristeza y remordimiento. Agito mi cabeza mientras que inhalo y exhalo lentamente. Se supone que son festividades. Se festeja, y no se lamenta. Pienso en mamá y papá, Ethan -quien fue un gran apoyo para mí-, Amy y por lo tanto en Theo. Hasta donde sé, siguen juntos y aparentemente felices. Mi espía a larga distancia -Ethan- solo mencionó alguna vez que ellos tenían grandes planes para el futuro. No voy a alegar que eso no me afecta; pero... a pesar de todas las cosas, el silencio, los kilómetros entre él y yo, y cualquier asunto que me relacionara con él me ayudó a -por lo menos- convivir con esos momentos del pasado que tanto me atormentaban.
Pero habían cosas que nunca cambiarían, y eso formaba parte de la vida.
Suspiro, y miro por un momento a mi costado. "No hay nadie" pienso. Por lo menos es una ausencia temporal. "En el asiento del copiloto, Lexie" susurra el sarcasmo adentro mío. Automáticamente mis pensamientos son re-dirigidos hacia el dueño de mi compañía: Derek. Estamos juntos hace un año. El tiempo ha fortalecido nuestra relación, sin embargo, nunca ha llegado a ser lo suficientemente poderoso para hacerme sentir eso a lo que tanto le escapaba hace tiempo.
"Eso..." Es increíble la manera en que evitaba incluso a las palabras. Cualquier definición, no iba a modificar el resultado de años atrás. De cualquier manera, yo seguía atorada entre el pasado y el futuro. Mi presente se difuminaba más allá de lo incontrolable. No tenía control sobre mis pensamientos, y apenas podía enfocarme en mis acciones.
Las calles que observaron mi infancia y adolescencia me reciben con ese silencio tan característico en mi barrio. Pero a pesar de que el mutismo me abraza en éste momento, no suele ser cotidiano.
Unos metros más, y la acera posa quieta al lado de mi auto -recientemente aparcado- Estiro una mano por detrás, y entre tanteos y tanteos, logro localizar mi cartera. Esa maldita costumbre de tirar todo atrás nunca se me ha ido. Bien podría simplemente lanzarla hacia delante, pero un giro noventa grados se posesiona de mis palmas, y cualquier cosa a mi alcance en el auto termina en el asiento trasero.
—Llegamos— Murmuro. Estiro mis piernas, maldiciendo por haber traído la estúpida falda gris. El sol me pega en los muslos, mis tacos suenan en el cemento. Preparo mis limitadas palabras, y camino con orgullo pretendido hacia la puerta pintada de rojo carmesí. La cerámica se ve tan simple debajo de mis zapatos, sin embargo, nadie sabe que es el principio de algo enorme. Paso gigantes para mí, una fotografía dentro de todo un álbum. Toco timbre, y espero respuesta instantánea. Mi impaciencia me juega en contra, y mis palmas toman contacto con el picaporte. Giro éste mismo, y la entrada se me es otorgada libremente.
—¿Hola?- Pregunto, temiendo que he llegado en mal momento y no hay nadie para recibirme. Quizás mi llegada no es tan célebre después de todo. Insisto con mis pasos, y logró traspasar el marco adornado por barniz. Sé que está recientemente pintado porque el olor es inconfundible y notablemente fuerte. Observo por todos lados, y lo único que logro deducir es que un apocalipsis ha tomado lugar en mi vecindarios. Las ventanas cerradas, ni un solo ruido presente; ni siquiera el de la madera crujiendo. Suspiro y ruedo los ojos.
—La sorpresa quedó a...- Antes de que pueda concluir mi frase pesimista y quejosa, unos brazos me rodean por el costado izquierdo y me arrastran hacia el lado contrario. Estoy en el aire, girando contra un abdomen de alguien a quien no he logrado reconocer. La lentitud y el mutismo son dejados en el pasado, mientras que la sala de estar se llena de luz, alegría, risas y aplausos.
La velocidad va disminuyendo y empiezo a distinguir a mi "capturador". Una sonrisa se estampa en mi cara, y una sensación de cosquilleo invade mi estómago. Lo extrañaba mucho.
—¡Ethan!— Exclamo. Me doy vuelta, y su estúpida sonrisa pícara me obliga a estrujarlo como si de una esponja se tratase. Su rostro se esconde en mi cuello e instantáneamente beso su cabeza oliendo su típica colonia -exquisita por cierto-.
—Te hemos echado de menos, enana— Murmura, mirándome fijo y sosteniendo ambos orbes celestes en mi rostro. Inhalo y exhalo, sintiendo como la emoción todavía me llena y no deja vacío alguno; ni mucho menos otra oportunidad para sentir otra cosa.
—Por supuesto que sí lo han hecho— Alego, con falsa arrogancia. Ethan ríe, sin embargo ésto no opaca la revolución detrás de él. —¿Y bien?¿Quieren hacer fila, o desean aplastarme de una vez?— Cada ser viviente en esa casa miró a su costado. Todos ilustran sus caras con un sello tan particular y único: complicidad.
La complicidad era algo efectiva, cuando querían atormentar a uno, fuese cual fuese el motivo.
Antes de que siquiera intentar actuar en mi defensa, todos corren hasta donde me encuentro parada y me apretan en un abrazo familiar.
—Estoy contenta de verlos...— Indico, con dificultad para respirar. —Pero tengo el leve presentimiento que de ésta... no salgo— Termino, causando una risa en coro que inunda placenteramente el lugar entero. Mis párpados se encuentran cerrados, enfoco cada sentimiento y decido guardarlo para mí, y para siempre.
En el momento en que decido abrir mis ojos, literalmente y metafóricamente hablando, pude ver el comienzo de una aventura impredecible. Amy se encuentra al pié de las escaleras, de brazos cruzados y con una sonrisa semi-cálida en el rostro. Frunzo el ceño, y mediante un movimiento de labios le envío un silencioso "hola" hacia ella. Amy me corresponde con un vaivén de sus manos, y se queda quieta, observándome. Quizás analizando el momento, estudiándome, o incluso juzgándome. ¿Será que lee mis pensamientos?, ¿Podrá ser que sepa...? No.
Aunque, quizás sí...
Sacudo la cabeza. No, no y no. No lo sabe. Pero yo si sé. Sé que en ese momento, algo me falta. Tengo todo, y a la vez tengo nada. El aire disminuye, y mis pulmones se vuelven pesados.
Lo único que sé con certeza, es que un nombre gira en mi cabeza en ese instante. Una identidad me persigue, y no está lista para irse: 'Theo Trinket'
holanda. pos nada, aquí el horrible capi. En fin, quería reflejar algo de lo que Lexie va a ser, bc va a ser un petardo (?) y idk, se van a ir enterando de ella a medida que transcurra e.e sigue la emiliano *O*
Por más que quiera atrasar el tiempo, quedarme en mi apartamento y beber hasta que las agujas toquen el número doce en el reloj, no puedo. Las tradiciones familiares son sagradas, y la distancia es un asunto que muy pocas veces se puede resolver. Sin embargo, con compromiso y un ligero cambio en la agenda, uno llega a compartir momentos con quienes hemos perdido con el tiempo. Las reuniones sociales nunca fueron mi fuerte. Años desde que no me veía con mi familia. Tiempo, tiempo perdido, desperdiciado por cosas estúpidas; no obstante, hicieron daño. De ese daño irreversible, del cual uno no se libra con nada. Excepto si uno consigue por lo que tanto luchó. Pero ¿Cómo se consigue lo imposible?, ¿Cómo puede uno sentirse correcto, con algo que -en todas las maneras posibles- es incorrecto? Sin darme cuenta, las lágrimas empiezan a azotar mi rostro, bañándolo en una fría humedad compuesta por tristeza y remordimiento. Agito mi cabeza mientras que inhalo y exhalo lentamente. Se supone que son festividades. Se festeja, y no se lamenta. Pienso en mamá y papá, Ethan -quien fue un gran apoyo para mí-, Amy y por lo tanto en Theo. Hasta donde sé, siguen juntos y aparentemente felices. Mi espía a larga distancia -Ethan- solo mencionó alguna vez que ellos tenían grandes planes para el futuro. No voy a alegar que eso no me afecta; pero... a pesar de todas las cosas, el silencio, los kilómetros entre él y yo, y cualquier asunto que me relacionara con él me ayudó a -por lo menos- convivir con esos momentos del pasado que tanto me atormentaban.
Pero habían cosas que nunca cambiarían, y eso formaba parte de la vida.
Suspiro, y miro por un momento a mi costado. "No hay nadie" pienso. Por lo menos es una ausencia temporal. "En el asiento del copiloto, Lexie" susurra el sarcasmo adentro mío. Automáticamente mis pensamientos son re-dirigidos hacia el dueño de mi compañía: Derek. Estamos juntos hace un año. El tiempo ha fortalecido nuestra relación, sin embargo, nunca ha llegado a ser lo suficientemente poderoso para hacerme sentir eso a lo que tanto le escapaba hace tiempo.
"Eso..." Es increíble la manera en que evitaba incluso a las palabras. Cualquier definición, no iba a modificar el resultado de años atrás. De cualquier manera, yo seguía atorada entre el pasado y el futuro. Mi presente se difuminaba más allá de lo incontrolable. No tenía control sobre mis pensamientos, y apenas podía enfocarme en mis acciones.
Las calles que observaron mi infancia y adolescencia me reciben con ese silencio tan característico en mi barrio. Pero a pesar de que el mutismo me abraza en éste momento, no suele ser cotidiano.
Unos metros más, y la acera posa quieta al lado de mi auto -recientemente aparcado- Estiro una mano por detrás, y entre tanteos y tanteos, logro localizar mi cartera. Esa maldita costumbre de tirar todo atrás nunca se me ha ido. Bien podría simplemente lanzarla hacia delante, pero un giro noventa grados se posesiona de mis palmas, y cualquier cosa a mi alcance en el auto termina en el asiento trasero.
—Llegamos— Murmuro. Estiro mis piernas, maldiciendo por haber traído la estúpida falda gris. El sol me pega en los muslos, mis tacos suenan en el cemento. Preparo mis limitadas palabras, y camino con orgullo pretendido hacia la puerta pintada de rojo carmesí. La cerámica se ve tan simple debajo de mis zapatos, sin embargo, nadie sabe que es el principio de algo enorme. Paso gigantes para mí, una fotografía dentro de todo un álbum. Toco timbre, y espero respuesta instantánea. Mi impaciencia me juega en contra, y mis palmas toman contacto con el picaporte. Giro éste mismo, y la entrada se me es otorgada libremente.
—¿Hola?- Pregunto, temiendo que he llegado en mal momento y no hay nadie para recibirme. Quizás mi llegada no es tan célebre después de todo. Insisto con mis pasos, y logró traspasar el marco adornado por barniz. Sé que está recientemente pintado porque el olor es inconfundible y notablemente fuerte. Observo por todos lados, y lo único que logro deducir es que un apocalipsis ha tomado lugar en mi vecindarios. Las ventanas cerradas, ni un solo ruido presente; ni siquiera el de la madera crujiendo. Suspiro y ruedo los ojos.
—La sorpresa quedó a...- Antes de que pueda concluir mi frase pesimista y quejosa, unos brazos me rodean por el costado izquierdo y me arrastran hacia el lado contrario. Estoy en el aire, girando contra un abdomen de alguien a quien no he logrado reconocer. La lentitud y el mutismo son dejados en el pasado, mientras que la sala de estar se llena de luz, alegría, risas y aplausos.
La velocidad va disminuyendo y empiezo a distinguir a mi "capturador". Una sonrisa se estampa en mi cara, y una sensación de cosquilleo invade mi estómago. Lo extrañaba mucho.
—¡Ethan!— Exclamo. Me doy vuelta, y su estúpida sonrisa pícara me obliga a estrujarlo como si de una esponja se tratase. Su rostro se esconde en mi cuello e instantáneamente beso su cabeza oliendo su típica colonia -exquisita por cierto-.
—Te hemos echado de menos, enana— Murmura, mirándome fijo y sosteniendo ambos orbes celestes en mi rostro. Inhalo y exhalo, sintiendo como la emoción todavía me llena y no deja vacío alguno; ni mucho menos otra oportunidad para sentir otra cosa.
—Por supuesto que sí lo han hecho— Alego, con falsa arrogancia. Ethan ríe, sin embargo ésto no opaca la revolución detrás de él. —¿Y bien?¿Quieren hacer fila, o desean aplastarme de una vez?— Cada ser viviente en esa casa miró a su costado. Todos ilustran sus caras con un sello tan particular y único: complicidad.
La complicidad era algo efectiva, cuando querían atormentar a uno, fuese cual fuese el motivo.
Antes de que siquiera intentar actuar en mi defensa, todos corren hasta donde me encuentro parada y me apretan en un abrazo familiar.
—Estoy contenta de verlos...— Indico, con dificultad para respirar. —Pero tengo el leve presentimiento que de ésta... no salgo— Termino, causando una risa en coro que inunda placenteramente el lugar entero. Mis párpados se encuentran cerrados, enfoco cada sentimiento y decido guardarlo para mí, y para siempre.
En el momento en que decido abrir mis ojos, literalmente y metafóricamente hablando, pude ver el comienzo de una aventura impredecible. Amy se encuentra al pié de las escaleras, de brazos cruzados y con una sonrisa semi-cálida en el rostro. Frunzo el ceño, y mediante un movimiento de labios le envío un silencioso "hola" hacia ella. Amy me corresponde con un vaivén de sus manos, y se queda quieta, observándome. Quizás analizando el momento, estudiándome, o incluso juzgándome. ¿Será que lee mis pensamientos?, ¿Podrá ser que sepa...? No.
Aunque, quizás sí...
Sacudo la cabeza. No, no y no. No lo sabe. Pero yo si sé. Sé que en ese momento, algo me falta. Tengo todo, y a la vez tengo nada. El aire disminuye, y mis pulmones se vuelven pesados.
Lo único que sé con certeza, es que un nombre gira en mi cabeza en ese instante. Una identidad me persigue, y no está lista para irse: 'Theo Trinket'
holanda. pos nada, aquí el horrible capi. En fin, quería reflejar algo de lo que Lexie va a ser, bc va a ser un petardo (?) y idk, se van a ir enterando de ella a medida que transcurra e.e sigue la emiliano *O*
Última edición por Pushi. el Vie 14 Feb 2014, 11:21 am, editado 1 vez
khaleesi.
---
Re: back to that summer {novela colectiva}
Me encanto el capitulo, estuvo asombroso nxnxbxbxbb.
Invitado
Invitado
♡
ay, la verdad es que me da paja hacer un comentario para cada capítulo, pero los amé a todos, me encanta como escriben, srsly. ;-; y bueno, espero el siguiente de la emsu. ahqueapodochoto.
Ackerman
Re: back to that summer {novela colectiva}
¿es totalmente necesario leer? (?) ya, mañana leo todo. u.u y tal vez comente, pero es que la paja me gana. u.u
Guest
Invitado
Re: back to that summer {novela colectiva}
Cap 004 real love never ending✖
Y como cada mañana, se despertaba sintiéndose vacío. Como si algo le faltara y como si la vida que se había forzado no valiera la pena, porque seguía sintiéndose incompleto.
Cuando abría los ojos siempre veía a Allie a su lado, durmiendo y con una sonrisa en el rostro que siempre le había gustado. La sonrisa de su prometida…
El problema es que últimamente estaba recordando demasiado a aquella chica de la cual se había enamorado genuinamente. Y comenzaba a darse cuenta de muchas cosas que no quería admitir. ¿Y si en realidad no amaba a Allie? ¿Si quizás seguía amando a aquella rubia que había volcado su corazón?
No podía mirar a su prometida a los ojos, no sin imaginar a otra persona en lugar de ella. Una persona que se suponía, debió haber olvidado hace mucho.
—¿Quieres tener tu espacio? Pues ahí tienes tu puto espacio. —la había perdido y para siempre. Romina se había ido, nunca lo persiguió, ella nunca volvería. Y William debía dejarla en el pasado de una buena vez.
Pero era imposible, cada cosa que le sucedía le recordaba a ella. En el último tiempo, Allie dejó de importarle, y la boda, y el pastel. Todo dejó de importarle, porque comenzó a preguntarse si realmente estaba tomando el camino correcto. Si en realidad estaba seguro de sus decisiones.
Cuando Allie Wood —su futura esposa— le pidió si podían pasar el año nuevo con los padres de la chica, y debían viajar a San Francisco él aceptó con un nudo en la garganta, recordando cuanto Romina amaba esa ciudad.
William parecía ser masoquista, pensar tanto en ella era casi una sentencia de muerte. Además de un pecado, ya que estaba comprometido. Pero parecía no importarle, porque la imagen de ella en su cabeza le quitaba pequeños suspiros sin darse cuenta. Y le sacaba sonrisas que Allie no había logrado sacarle en años.
La vida sin ella no era vida, y por fin se estaba dando cuenta de ello. Era irónico, ya que faltaban unas pocas semanas para que su matrimonio se llevara a cabo. Y en esos momentos recordaba lo que fue aquel verano que alegro y terminó rompiendo su indestructible corazón.
Las paredes parecían ahogarlo y lo hacían sentir como si ese no fuera su hogar, como si nunca hubiera sido su hogar. La tranquilidad sentida durante años se desvaneció de golpe y todo el sufrimiento que se había guardado parecía llegar ahora.
Pobre William, ¿verdad? Pensando que se libraría de su pasado, de sus amigos, de su chica, de su vida.
Lamentablemente no es tan así, porque él dejó esos asuntos pendientes, él se alejó de todo y quedó sin nada.
Decidió levantarse cuando se dio cuenta de cuánto se atormentaba.
Allie al sentir como se levantaba de la cama sonrió, detrás de todo era una sonrisa vacía. Una sonrisa que no demostraba sus verdaderos sentimientos.
—¿Qué pasa, amor? —murmuró la mujer, en busca de una respuesta. —Últimamente estás muy pensativo.
—No es nada. —le respondió, ignorando la última palabra de la pregunta. —Estaba recordando.
—¿Qué cosa?
—Cosas. —la cortó.
No quería que ella supiera de sus amigos, ni nada sobre eso. Era su más preciado recuerdo, era solo de él. Y no quería compartirlo, pues quería mantenerlo puro.
Suspiró, consumido por el cansancio. Pero aún así se vistió y sin decir ninguna palabra salió de la casa, intentando ser libre de culpa de una buena vez.
Y comenzó a caminar, solo, como siempre estaba. Había cortado sus lazos con cada uno de sus amigos de la adolescencia apenas su aventura había terminado. Ahora se arrepentía de ello.
Recordaba a cada uno de ellos y se preguntaba que les había sucedido. Que habrá sido de sus vidas. Si continuaban en pareja, si seguían siendo amigos…
William se dirigió a la estación de trenes y compró dos boletos —aunque no tuviera ganas, debía comparar uno para su prometida, y era extraño que no quisiera, pues se iban a casar y actualmente no se sentía a gusto— para esa misma tarde.
Luego compró un regalo para los padres de Allie y volvió a casa.
—Ah, ya estás de vuelta. —murmuró su rubia prometida. Pero él quería a otra rubia.
—Sí, compre los boletos y un regalo para tus padres. —le comunicó, mientras ella sonreía. Ya no le causaba ese extraño cosquilleo. Ahora solo le agradaba. —Ve a hacer tu equipaje. Nos vamos en la tarde.
Y sentía que de alguna manera, Allie le había hecho un favor. Sentía que algo cambiaría con ese viaje. Sentía que por fin algo bueno le estaba pasando.
Estaba en lo cierto.
este es el peor capítulo que he escrito en toda mi vida, bc no he tenido nada de inspiración ni tiempo en el computador, ya que estoy saliendo mucho y estamos remodelando mi cada, así que solo me conecto por celular. so, no lo lean>:c
Cuando abría los ojos siempre veía a Allie a su lado, durmiendo y con una sonrisa en el rostro que siempre le había gustado. La sonrisa de su prometida…
El problema es que últimamente estaba recordando demasiado a aquella chica de la cual se había enamorado genuinamente. Y comenzaba a darse cuenta de muchas cosas que no quería admitir. ¿Y si en realidad no amaba a Allie? ¿Si quizás seguía amando a aquella rubia que había volcado su corazón?
No podía mirar a su prometida a los ojos, no sin imaginar a otra persona en lugar de ella. Una persona que se suponía, debió haber olvidado hace mucho.
—¿Quieres tener tu espacio? Pues ahí tienes tu puto espacio. —la había perdido y para siempre. Romina se había ido, nunca lo persiguió, ella nunca volvería. Y William debía dejarla en el pasado de una buena vez.
Pero era imposible, cada cosa que le sucedía le recordaba a ella. En el último tiempo, Allie dejó de importarle, y la boda, y el pastel. Todo dejó de importarle, porque comenzó a preguntarse si realmente estaba tomando el camino correcto. Si en realidad estaba seguro de sus decisiones.
Cuando Allie Wood —su futura esposa— le pidió si podían pasar el año nuevo con los padres de la chica, y debían viajar a San Francisco él aceptó con un nudo en la garganta, recordando cuanto Romina amaba esa ciudad.
William parecía ser masoquista, pensar tanto en ella era casi una sentencia de muerte. Además de un pecado, ya que estaba comprometido. Pero parecía no importarle, porque la imagen de ella en su cabeza le quitaba pequeños suspiros sin darse cuenta. Y le sacaba sonrisas que Allie no había logrado sacarle en años.
La vida sin ella no era vida, y por fin se estaba dando cuenta de ello. Era irónico, ya que faltaban unas pocas semanas para que su matrimonio se llevara a cabo. Y en esos momentos recordaba lo que fue aquel verano que alegro y terminó rompiendo su indestructible corazón.
Las paredes parecían ahogarlo y lo hacían sentir como si ese no fuera su hogar, como si nunca hubiera sido su hogar. La tranquilidad sentida durante años se desvaneció de golpe y todo el sufrimiento que se había guardado parecía llegar ahora.
Pobre William, ¿verdad? Pensando que se libraría de su pasado, de sus amigos, de su chica, de su vida.
Lamentablemente no es tan así, porque él dejó esos asuntos pendientes, él se alejó de todo y quedó sin nada.
Decidió levantarse cuando se dio cuenta de cuánto se atormentaba.
Allie al sentir como se levantaba de la cama sonrió, detrás de todo era una sonrisa vacía. Una sonrisa que no demostraba sus verdaderos sentimientos.
—¿Qué pasa, amor? —murmuró la mujer, en busca de una respuesta. —Últimamente estás muy pensativo.
—No es nada. —le respondió, ignorando la última palabra de la pregunta. —Estaba recordando.
—¿Qué cosa?
—Cosas. —la cortó.
No quería que ella supiera de sus amigos, ni nada sobre eso. Era su más preciado recuerdo, era solo de él. Y no quería compartirlo, pues quería mantenerlo puro.
Suspiró, consumido por el cansancio. Pero aún así se vistió y sin decir ninguna palabra salió de la casa, intentando ser libre de culpa de una buena vez.
Y comenzó a caminar, solo, como siempre estaba. Había cortado sus lazos con cada uno de sus amigos de la adolescencia apenas su aventura había terminado. Ahora se arrepentía de ello.
Recordaba a cada uno de ellos y se preguntaba que les había sucedido. Que habrá sido de sus vidas. Si continuaban en pareja, si seguían siendo amigos…
William se dirigió a la estación de trenes y compró dos boletos —aunque no tuviera ganas, debía comparar uno para su prometida, y era extraño que no quisiera, pues se iban a casar y actualmente no se sentía a gusto— para esa misma tarde.
Luego compró un regalo para los padres de Allie y volvió a casa.
—Ah, ya estás de vuelta. —murmuró su rubia prometida. Pero él quería a otra rubia.
—Sí, compre los boletos y un regalo para tus padres. —le comunicó, mientras ella sonreía. Ya no le causaba ese extraño cosquilleo. Ahora solo le agradaba. —Ve a hacer tu equipaje. Nos vamos en la tarde.
Y sentía que de alguna manera, Allie le había hecho un favor. Sentía que algo cambiaría con ese viaje. Sentía que por fin algo bueno le estaba pasando.
Estaba en lo cierto.
este es el peor capítulo que he escrito en toda mi vida, bc no he tenido nada de inspiración ni tiempo en el computador, ya que estoy saliendo mucho y estamos remodelando mi cada, así que solo me conecto por celular. so, no lo lean>:c
taeyong.
Re: back to that summer {novela colectiva}
ya lo leí, pos valiste .l.
tu capitulo estuvo lindo, me gusto, estas loca, siempre dices que esta feo .l. posta, me aburro y no se que comentar ;-;
Invitado
Invitado
Re: back to that summer {novela colectiva}
en primer lugar amé sus dos capítulos. amo a ethan y la relación que tiene con lexie. también cómo fueron todos a abrazarla, fue tierno. pero sigo pensando quien es amy idk, theo trinket rlz bc es de los trinket y les kbe a todos bc los trinket are back (?) ahquenuncasefueronlospelotudos. el de ems fue igual de triste, ya que william estaba destrozado o por lo menos así lo leía. odio a allie y todos los saben bc no es ni sersh ni kaya :jum: idk, me da mucha paja comentar más y esop.
Sunrise.
Re: back to that summer {novela colectiva}
Tengo que leer T-T y sigo yo, Mía debes asesinarme un día de estos T_T
Kurisu
Re: back to that summer {novela colectiva}
me dijo pau que si quere sube ella primero, fanno ;-;Tessa escribió:Tengo que leer T-T y sigo yo, Mía debes asesinarme un día de estos T_T
Sunrise.
Re: back to that summer {novela colectiva}
esta bien para mi salud (? T-TSunrise. escribió:me dijo pau que si quere sube ella primero, fanno ;-;Tessa escribió:Tengo que leer T-T y sigo yo, Mía debes asesinarme un día de estos T_T
Kurisu
Re: back to that summer {novela colectiva}
Esto no se queda estancado porque yo lo digo.
Guest
Invitado
Re: back to that summer {novela colectiva}
Yo creí haber comentado cuando me meta a la compu comento <3 y estoy de acuerdo con ambas:(<3
Invitado
Invitado
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