Blind Love {larry Stylinson}

Capitulo 1

Los pasos seguros del niño se acercaron a la mesa, ante la mirada estupefacta de Harry. Así que por lógica, dedujo que dónde estaba sentado ya tenía dueño. Se removió incómodo, esperando a que alguno de sus nuevos amigos le indicaran que se quitara de ahí, pero no sucedió. Escuchó como el bastón golpeaba más cerca de él, hasta que se topó con su pie.

— ¿Hola? —saludó, confundido. Su v...oz era dulce y Harry se sorprendió aún más—. ¿Quién eres? —Vio como arrugaba la nariz—. Chicos, ¿quién es?

Niall rió y se levantó de la mesa, indicándole al niño de rizos que se sentara en su puesto y le dejara libre el asiento al recién llegado. Hizo lo propio y observó como aquel niño tomaba asiento a su lado. El rubio cogió una silla de otra mesa y se colocó a lado de Liam. Se sonrieron y esperaron a que Harry hablara, pero al ver que no decía nada, Zayn lo hizo.

—Él es Harry, Louis. Es compañero de clase de Niall y le ha invitado a sentarse.

Louis se giró hacia el nuevo y le sonrió ampliamente. Como ya se le había hecho costumbre a Harry, sus mejillas adquirieron el rosa. Sonrió a medias. Su corazón latía aprisa.

—H-hola —intentó saludar.

—Hola, Harry —a tientas, buscó la mano de él que reposaba sobre la mesa. Una vez que la encontró la sacudió amistosamente—. Soy Louis Tomlinson.

Apuesto a que estos idiotas no te hablaron de mí hasta que me vieron —con eso, el niño de ojos esmeralda rió.

Pronto todos ahí reían. Harold descubrió que la melodiosa risa de Louis le resultaba sumamente agradable. Siguieron con una plática banal, intentando conocerse un poco más entre todos mientras el almuerzo transcurría. Descubrió que el invidente era mayor que ellos y su madre era la que actualmente le daba clases, de ahí el increíble parecido entre ambos.
Minutos antes de que el timbre tocara, Niall arrastró a Harry, despidiéndose de todos. Lo llevó desde la entrada hasta las canchas, pasando por la biblioteca, los baños, la oficina, los laboratorios entre muchas otras áreas. El ojiazul no paraba de hablar y el nuevo no podía estar más agradecido puesto que no sabía que decir. Siguieron un rato más hasta que se detuvieron frente al cuarto de limpieza.

—Harry —habló, Niall, con seriedad—. La razón por la que no te hablamos de Louis no es porque no quisiéramos que no supieras de él. Realmente, no sabes lo difícil que es para él esto.

Harry se quedó en silencio. Confundido no era suficiente, pues tenía un montón de pensamientos encima. Abrió la boca, pero la cerró de inmediato. No quería poner incómodo a Niall. Se quedaría con la duda hasta que alguien decidiera contarle. Asintió con la cabeza y continuaron con el recorrido, llegando hasta su salón de clases.

Jay les sonrió y preguntó cómo les había dicho. Con una sonrisa de oreja a oreja, el niño de rizos explicó que todo estaba en orden y que tenía muchas ganas de seguir asistiendo a la escuela. Al fin y al cabo, era un niño y no tenía nada de qué preocuparse.

Los días de la semana se pasaron en un abrir y cerrar de ojos, puesto que era viernes y Harry no quería que fuera fin de semana. No vería ni a Niall, Zayn, Liam ni a Louis. En esos pocos descansos se habían convertido en muy buenos amigos. Se reía como nunca y nunca faltaban momentos de diversión entre ellos. Se imaginó que el fin de semana sin ellos sería muy aburrido; lleno de tareas y cenas familiares con mayores. Suspiró y todos le vieron.

— ¿Qué va mal, Hazza? —preguntó, Louis.
Hazza era el apodo que le habían puesto, más casi el único que le llamaba así era el mayor.

—Me estoy lamentando de que sea viernes, chicos —murmuro con timidez—. Espero que sea pronto lunes para verles.

Todos rieron y él les miro raro.

— ¿No le han invitado a la reunión? —Inquirió, Liam—. No sean pasados. ¿Cuándo le pensabas decir, Nialler?

Niall rió a cambio y se rascó la nuca, con nerviosismo. Masculló algo parecido a ‘’se me olvido’’ y está vez Harry también se carcajeó con ellos. No tardaron en explicarle que se trataba de reuniones que hacían los fines de semana —viernes, sábados y domingos— a las cinco de la tarde en casa de Zayn, puesto que su casa era la más cerca de la escuela. El entusiasmo regresó al cuerpo de Harry y pidió la dirección.

Quedaron en encontrarse a la hora acordada antes del timbre que daba por finalizado el descanso. Rápidamente, Niall y él, se alejaron para irse a su salón.

Tendrían su primer examen de historia y esperaban que no les fuera tan mal. No era el fuerte de ambos, y los nervios traicionaban; aunque habían estado estudiando las últimas horas, no se sentían lo suficientemente preparados. La maestra les recibió y les indicó que tomarán asiento con rapidez para no perder tiempo del examen.

Una vez finalizado, se dieron una mirada de alivio y entregaron el examen. Regresaron a sus lugares para recoger sus mochilas y antes de salir del salón, Jay les llamó:

—Louis no va a poder ir hoy a la reunión —explicó con tranquilidad—. Iremos con el doctor Patrick, Niall. Diles a los demás.

El aludido sacudió su cabeza en forma afirmativa y salieron de ahí. Harry seguía sin saber nada de Louis y el por qué estaba ciego, pero no le daba importancia.

A veces sentía como que no le querían contar nada y evadían el tema pero no era posible, porque ahora eran amigos, ¿cierto? ¿Entonces por qué no le decían nada acerca de Louis?

—Hey, Harry —dijo, Niall, llamando su atención—. Nos vemos de rato —se despidió con una de sus típicas sonrisas.

Harry hizo un ademán con la mano y se encaminó hasta la camioneta de su madre, estacionada frente a la escuela. Le plantó un beso en la mejilla que hizo sonreír de inmediato a Anne. Ladeó la cabeza al ver cómo su pequeño fruncía el ceño, pensativo. Arrancó, poniéndose en marcha. Notó que de verdad estaba muy mal cuando no se apoderó de la radio para sintonizar su estación favorita. Meditó un poco acerca de cómo abordar a su hijo.

— ¿Todo en orden, cariño?

Él asintió, conservando su ceño fruncido. Anne seguía sin estar del todo convencida, así que habló de nuevo.

— ¿Seguro? —Harry le miró—. ¿No hay algo de lo que quieras hablarme?

Vio de reojo como mordía su labio y soltaba un pesado suspiro.

—He hecho unos amigos —su madre sonrió ante esto—. Pero uno de ellos es… —buscó la palabra indicada—. Uno de ellos no puede ver, mamá —está confesión le sorprendió y abrió sus ojos—. Y no he preguntado nada, por educación —prosiguió—. La madre de él le ha hablado a Niall, mi compañero de clase y nuevo amigo, de un tal ‘’doctor Patrick’’ como si ya le conociera… Me siento excluido.

Aquella mujer con un enorme corazón pensó sobre que decirle. La verdad, esperaba algo diferente, nunca se imaginó que su hijo atravesaría por una situación cómo aquella. Decirle ‘’todo saldrá bien’’ no iba a servir de nada. Las palabras de aliento no funcionarían. Sonrió un poco.

—Harry —articuló con ternura—. No tienes porque sentirte así. Estoy completamente segura que no lo han hecho porque no han encontrado el momento oportuno para hacerlo. Relájate, cariño. Pronto todas tus dudas se aclararan.

Él le dio una sonrisa, no muy segura, pero más tranquila. Anne le respondió con una verdadera y aparcó frente a su casa.

— ¿Puedo preguntar cuál es el nombre de tu amigo que no puede ver?

Harry, que tenía una mano en la puerta, listo para salir, se giró hacia su madre.

—Louis —y su rostro se iluminó.

2 capitulo


Harry llegó esa tardé a casa de Zayn totalmente cambiado de ropa: vestía unos pantalones a la rodilla de color caqui y una camisa polo sencilla de color azul, que combinaba con sus zapatos cafés. Él daba un aspecto angelical que la madre de su amigo no pudo evitar pellizcarle una sonrosada mejilla.

La señora Trisha guió al niño hasta una sala de estar, donde Niall y Liam se encontraba...n comiendo frituras y Zayn estaba recostado en el suelo con un mando de videojuegos en su estómago. Sonrió al ver a casi todos sus amigos ahí, claro, con la notable excepción de Louis. No tardaron en notar su presencia y darle una efusiva bienvenida a lo que sería su primera reunión. La mamá de Zayn se alejó, alegando que debía preparar la merienda puesto que a mitad de la tarde estarían muy hambrientos.

— ¿Tuviste problemas para encontrar la casa? —preguntó el rubio, antes de llevarse un puñado de patatas a la boca.

El de rizos rió entre dientes—. Sí, mi mamá no daba con la dirección y estuvimos dando vueltas alrededor de la colonia por diez minutos. Menos mal que en tu buzón dice ‘’Familia Malik’’.

Estallaron las risas después de la valiente confesión de Harry. Él se dispuso a sentarse en el mueble de una pieza, observando la casa y reparando que Zayn jugaba ‘’Final Fantasy X-2’’ y en menos de lo que cantaba el gallo, estaba a su lado, suplicándole que le dejara jugar. Niall, reacio a invitarle de su botana, cedió ante el ataque de cosquillas del Payne.

No era difícil acostumbrarse ante las continuas bromas y peleas entre ellos, pues eran unos inocentes niños. A esa edad, ¿quién se preocupaba de algo que no fuera la escuela? Y a veces, hasta ni eso. Todo era libertad, porque no te veías a hacer algo innecesario y malo; seguías tu instinto, tu alma pura… Que horrible era que con el paso de los años se dejara todo esto atrás y recayeran en las adicciones y las malas costumbres.

Entonces, en algún momento, el nombre del ausente, salió a colación.

— ¿Cómo crees que esté Lou? —Sin maldad, habló Liam—. Quiero decir, todavía hay esperanzas, ¿no?

—No sé —respondió con sinceridad, Zayn—. Hace unos años fue el accidente, y para serte sincero, no soy doctor y ni sé de eso.

—El doctor Patrick dijo que iba a estar bien.

—Chicos —murmuró, tímidamente, Harry. Miró con nerviosismo sus manos—. ¿Les molesta explicarme?

Me siento un poco mal al no entender la situación por completo.

Los tres se miraron entre sí. Habían olvidado la presencia de su nuevo amigo y de inmediato la culpa les invadió. Meditaron un poco acerca de si contarle acerca del pasado de Louis, de todas formas, él merecía saberlo. Discutieron sobre quién contaría aquella historia, optando por Liam, que poseía mucho más tacto para la situación.

—Esto que le sucedió a Louis es algo que jamás podremos olvidar —su voz estaba rota, como si en cualquier momento se fuera a largar a llorar—. Lo conocí en kínder y a primeros años conocimos a Niall y Zayn. Desde siempre hemos sido muy unidos…
Harry dejó de ver sus manos para concentrarse en los oscuros y tristes ojos de su amigo. Niall rodeaba sus hombros, esperando a que no se rompiera al hablar; Zayn tenía la vista perdida en los recuerdos y su rostro se arrugaba en una mueca de nostalgia.

—El padre de Lou enloqueció —prosiguió—. Hasta donde sé, estaba tomado cuando salió con Louis de su casa y… Su mamá no lo pudo proteger, y se fue demasiado tarde. Minutos más tarde, el carro donde viajaban chocó contra otro. Él no llevaba cinturón y se sentó en el asiento de copiloto… —el Styles mordió su labio al notar las silenciosas lágrimas de Liam—. Por fortuna, el señor no tuvo grandes daños, pero nuestro Lou… Dicen que es algo del cerebro.

—Queremos creer que volverá a ver —añadió, Niall, serio—. Te hablamos de hace un par de años, los recuerdos están frescos… El papá de Louis todavía se lamenta por su hijo. Y de vez en cuando asistimos a las consultas con el doctor personal de él, Patrick.

Liam no fue el único que lloró, en unos minutos todos estaban sollozando por su amigo y por cómo no merecía haber quedado en un estado invidente. Harry, que llevaba poco tiempo de conocerle, se percató de que él era una persona buena y con un sentido del humor increíble; siempre sonriendo a pesar de su condición. No se quejaba ni les recordaba que no veía.

La lástima podría ser un sentimiento muy horrible, aunque por el contrario, provocaba ganas de protegerle y ayudarle.

La nueva curiosidad fue conocer el color de sus ojos. Siempre que se encontraban, traía puestos esas gafas de sol que le impedían ver sus pupilas. Podía verle de reojo, pero el color era confuso y no se apreciaba con claridad. Sorbió su moquienta nariz e intentó sonreírles.

—Yo quiero estar cuando él lo haga —dijo, dejando a todos confundidos—. Quiero estar cuando él abra sus ojos y diga ‘’puedo ver’’. Y les juro que no haré desaparecer estas esperanzas.

Le sonrieron de vuelta y juntaron sus manos, haciendo una solemne promesa que ni en un millón de años la iban a romper. Más juntos que con chicle no podían estar. Con los ojos hinchados y con sonrisas brillantes, nunca olvidarían ese día. Era una marca de por vida.

—La comida está lista, chicos —entró la mamá de Zayn, rompiendo ese íntimo momento.
Niall fue el primero en levantarse y correr hacia la mesa; no cabía duda que él siempre estaba hambriento. Con risas, lo acompañaron en lo que fue una agradable merienda. Eran unos tacos de carne de res con ensalada y jugo de naranja. El postre les dejó babeando, un pie de frambuesa que devoraron como si la vida les fuera en eso –Niall se quejó que a Harry le había tocado la pieza más grande, diciendo que Trisha ahora tenía otro favorito— y que se terminó en un abrir y cerrar de ojos.

El padre de Zayn llegó, indicando que la reunión daba
por terminada. El nuevo pidió usar el teléfono para avisarle a su madre, concediéndoselo con rapidez. Liam y Niall se fueron juntos, debido a que vivían en la misma calle y ya oscurecía. Con unos choques de manos se despidieron, dejando sólo al dueño de la
casa y Harry.

Se sentaron en las escaleras del pórtico de su hogar, contemplando como las nubes anaranjadas poco a poco se tornaban moradas para después, dar paso al azul oscuro de la noche.

—Sobre lo que hablamos hoy, no se lo cuentes a Louis.

Los ojos verdes de Harry se abrieron, sorprendidos.

— ¿Por qué?

Zayn sonrió de lado.

—Tengo el presentimiento que él pronto te lo dirá todo —dijo con voz misteriosa.

No tuvo tiempo de procesar sus palabras, pues el claxon de su automóvil le alertó que su mamá ya se encontraba ahí. De un salto ya estaba de pie y de despidió de Zayn, quedando de llegar al día siguiente a su casa, a la misma hora.

Subió y se abrochó el cinturón, sonriendo mientras la casa de su amigo desaparecía de su campo de visión.

— ¿Qué tal te fue, amor?

—Excelente, mamá —indicó, entusiasmado—. Me lo han dicho todo —su sonrisa se ensanchó, marcando sus hoyuelos.

Anne sintió la paz de su hijo y eso la relajó. Al final, no había por qué preocuparse de él, pues se encargaba por su cuenta de resolver sus problemas. ¿Debía estar orgullosa o triste porque no la necesitase mucho?

También le obsequió una sonrisa de madre, mientras acariciaba sus cabellos y se decía que esto sólo era el comienzo de su vida en Doncaster.

Yeih! Me ENCANTO! Siguela pliiiiisssss esta hermosa... pobre lou

Fan_23_Bromances escribió:Yeih! Me ENCANTO! Siguela pliiiiisssss esta hermosa... pobre lou

que bueno que te guste :)
luego la sigo
xx

Capitulo 3


En la reunión del día siguiente, Louis se presentó, al igual que en la del domingo. La promesa aún estaba fresca en sus mentes, consiguiendo que su atención completa se centrara en su amigo. Extrañó el hecho de que todos estuvieran a su completa disposición, pero no se quejó en ningún momento y los dejó consentirle. Harry descubrió como a pesar de no ver nada era un excelente pianista...; sus dedos revoloteaban por las teclas produciendo maravillosos sonidos que dejaron maravillados a sus oídos. La adoración en sus ojos no pasó desapercibida por Niall, Zayn y Liam que rieron por su rostro.

— ¿Qué ha pasado, chicos? —Louis dejó de tocar y se giró hacia las risas.

—Oh, nada, nada —se carcajeaba, Niall—. Sólo la cara de idiota de Harry.

Louis hizo una mueca de confusión y preguntó a qué se referían. No tardaron en explicarle sobre cómo había dejado sorprendido al Styles y que parecía que le gustaba su forma de tocar. Con las mejillas ardiendo, él confesó que era verdad, que sí admiraba que tocara el piano tan bien a su corta edad. El mayor aclaró que lo hacía desde los seis años y aún seguía asistiendo a cursos con un maestro particular.

¿Cómo no admirar eso? Él estuvo tocando años antes de su accidente y aún en esos momentos cuando no disponía de visión, lo continuaba haciendo con una sonrisa en sus labios y dejándose llevar por la pasión de la música. No cabía duda de que ese hombrecito era toda una caja de sorpresas.

La tarde se fue como la anterior, videojuegos, bromas, comida chatarra y sobre todo, felicidad. Ahora sí que los cinco estaban juntos, podían disfrutar más sin preguntar por la ausencia del otro y relajarse plenamente.

El domingo no fue sólo de estar jugando: aquello desilusionó a Harry. Zayn le advirtió en las escaleras de que trajera consigo sus cuadernos, pues ese día lo dedicaban a ponerse al corriente con las tareas de la escuela, dado que era una de las dos reglas para hacer las reuniones en su casa; la otra era que estás se terminaban con la llegada del señor Malik. Arrastrando su mochila, saludó a Trisha que pellizcaba con frecuencia uno de sus cachetes y le permitió pasar a la casa.

Liam y Zayn tenían sus cuadernos abiertos con una calculadora, discutiendo sobre unas divisiones que no daban. Su rubio amigo leía tranquilamente el libro de Ciencias y Louis sostenía una grabadora, escuchando con atención las palabras que provenían de ahí. Enarcó una ceja ante la visión de sus amigos sin sonreír y concentrados en sus deberes.

Imitando a Niall, buscó su libro y estudió algunas cosas de la Fotosíntesis. Sabía que la maestra Jay pondría examen al día siguiente, sabiendo que no le fue del todo bien en el anterior, debía ponerle más ganas y sacar una nota de excelencia. Gruñó al encontrar problemas para captar la idea general. Buscó a Niall que parecía conocer muy bien el tema, pero al intentar explicarle, no comprendió ni la mitad de lo que dijo y lo confundió más que el mismo libro.

—Pídele ayuda a Lou —dijo con un encogimiento de hombros—. Es un nerd de las ciencias… Bueno, un nerd en general. Mi amigo más inteligente…

— ¡Te escuché, Nialler! —gritó, ofendido, Liam.

Rió y le arrojó un beso volador. Por una primera vez en la tarde, el sonido agradable de sus carcajadas inundó la estancia. Cuando consiguieron calmarse, regresaron a sus respectivas tareas. Harry estaba aún dudoso si preguntarle por ayuda a Louis… Su calificación sí que contaba y su madre se pondría muy triste si no salía bien en la escuela. Sacó el cuaderno y movió penosamente el hombro del castaño.

— ¿Vienes a pedirme ayuda, Hazza?

—Lo siento —sonrió, apenado—. Soy un asco para aprenderme esto.
No le iba a decir que era porque sólo pensaba en cómo eran sus ojos y toda la historia que le habían contado. No, pero quería hacerlo.

—Están viendo la fotosíntesis, ¿no? Mi madre me habla con frecuencia del programa de estudios preguntándome ideas para que ustedes aprendan lo mejor posible.

—Pero no le pude prestar atención —confesó—. Niall hacía caras graciosas y me perdí la mitad de su clase.

Louis suspiró y empezó por lo básico, que eran las partes de la planta dejando al último el proceso. El niño de los rizos tomaba notas y sonreía al darse cuenta que entendía cómo funcionaba. Después de toso, no iba a reprobar su examen. Le abrazó efusivamente a manera de agradecimiento mientras que sus burlones amigos decían ‘’aww’’. Los más cercanos que eran Zayn y Liam los imitaron, dándose un abrazo y pretendiendo ser ellos. Niall se giró para ver su bolsa de frituras y las rodeó con sus brazos pegándoselas al pecho.

—Sólo somos tú y yo, señorita Chips.

Siguiendo con la tarde de estudios, evitando distraerse, terminaron pronto y es estiraron, sobándose en las partes entumecidas de sus cuerpos. Algunas partes crujieron y supieron que fue producto de un largo día. Niall y Liam se fueron juntos, como su costumbre. Quedando solamente otros los tres. Se sentaron en las escaleras: Harry y Zayn en los extremos y Louis en medio; charlando acerca de temas triviales y riendo por las ocurrencias que decían.

La mamá de Zayn le habló para que entrase un momento. Louis y Harry se quedaron en silencio unos segundos. Ninguno tenía idea de que podían hablar, y el niño de los ojos esmeraldas no podía evitar verle. Quizá lo que no sabía era que él podía sentir su mirada.

— ¿Sí, Harry?

— ¿Eh?

—Sé que me estás viendo —aclaró—. ¿Hay alguna razón?

Harry tardó en contestar y con voz temblorosa, murmuró—. No realmente, Lou. Sólo es curiosidad —su voz blanca era dulce, enterneciendo a su amigo.
Sopesó las posibilidades de hablar con Harry sobre su ceguera, pero era obvio que no era el momento ni el lugar adecuado para hacerlo. No quería que existieran secretos o dudas, porque no sería una buena base para su amistad; y él tenía ese presentimiento de que iban a ser amigos por mucho tiempo. Era como cuando conoció a Liam, Zayn y Niall, aunque un poco más fuerte y extrañamente agradable.

—Este es el trato —volvió a decir—. Mañana a la hora de nuestro descanso, nos encontraremos frente a la fuente de la escuela, ¿de acuerdo? Quiero… No, necesito hablar contigo.

El Styles se quedó anonadado y respondió quedamente ‘sí’. ¿Este era el momento? Por fin se abriría con él y le contaría la historia que ya conocía. La única cosa diferente, era que la escucharía de los labios de la persona que lo vivió. Revolvió sus rizos y, por suerte, librándole de la incomodidad, Anne aparcó frente a la casa. Simplemente dijo adiós y vio como Zayn estaba recargado en la puerta, sonriendo. Le hizo un gesto con la mano a modo de despedida, que fue inmediatamente respondido con otro igual.

…

Supongamos que vas a encontrarte con tu novio y es tu primera cita, esos nervios que te invaden y no sabes que ponerte… Esos sentimientos los experimentaba un niño de nueve años. El lugar de reunión era precioso; muchas flores rodeaban la fuente y ésta arrojaba agua cristalina. Harry tomó asiento en la orilla, columpiando sus pies de atrás hacia adelante.

Escuchó el bastón golpear contra el asfalto y sus ojos volaron hacia Louis. El cabello peinado de manera rebelde y sus gafas oscuras que lo acompañaban en todo momento. Esbozó una sonrisa sincera. Caminaba con pasos tranquilos, hasta que su guía se topó con la fuente y suspiró.

— ¿Harry?

—Justo aquí.

Giró su cuerpo hacia donde provenía la voz y eliminó el poco espacio que había entre ellos, sentándose con mucho esfuerzo a su lado, poniendo su bastón a su costado. Aquellos pequeños rostros se encontraron y como consecuencia, sonrieron.

—Empezaré por mi accidente…

No fue como la primera vez que la escuchó. Ahora conocía cada sentimiento que experimentó cuando todo sucedía, y sintió una conexión con el mismo. Volvió a llorar, convirtiendo sus ojos verdes en un rojo sangre. Mordí su labio con fuerza para no sollozar pero falló estrepitosamente al ver las silenciosas lágrimas correr por las mejillas de Louis.

—Puedo sonreír y reír y hacer como que nada realmente importa —susurró—. Se

tragan esa idea con facilidad. Pero sí que me importa todo… Sí que me lamento por ese día y me gustaría poder verte en estos momentos, conocer con la vista al Harry que me hace sonreír genuinamente.
Harry le limpió las gotas saladas. Tampoco le gustaría nada más que Louis le viera.

—Es curioso porque a mí también me gustaría que hicieras eso… No puedo asegurarte que algún día lo harás —acunó el rostro de Louis—. Nunca perderé la fe, eso sí. Me quedaré a tu lado hasta que lo consigamos.

Esas inocentes palabras de un pequeño, consiguieron que las esperanzas muertas y los fantasmas del pasado del Tomlinson desaparecieran parcialmente. Las sonrisas regresaron y por un momento se les olvidó que acaban de tener esa plática y simplemente eran Louis y Harry.

— ¿Es una promesa? —dudó.

—No, es más un hecho —afirmó—. Aunque si te hace sentir más seguro, lo es. Te estoy prometiendo que nunca nos vamos a separar. Nada ni nadie lo podrá hacer jamás, Louis Tomlinson —una idea se formó en su cabeza—. A cambio quiero una sola cosa.

Louis no se esperaba eso—. ¿El qué?

— ¿Me permites…? ¿Puedo ver tus ojos?

Ladeó la cabeza, era una pregunta común y no encontraba motivo por el cual negárselo. Asintió un par de veces. Las manos temblorosas de Harry se colocaron en sus orejas y con un exagerado cuidado, retiró las gafas oscuras.
Eran azules, fríos con la mirada perdida… Pero eso no fue lo que apreció: contempló cómo sus ojos combinaban con su piel tostada y las enormes pestañas rizadas que poseía. A su parecer, esos eran los ojos más hermosos que en su corta vida había visto jamás. No importaba el gélido mirar, era importante observar más allá de eso. Louis se removió, incómodo ante el silencio.

Las gafas regresaron al dueño, y sin poder contenerse, lo rodeó con sus brazos. Comenzaban a ser costumbres esos inesperados abrazos que serían los primeros de muchos que vendrían.

awwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwww :3
mori mori mori mori
¡QUE TIERNO!
                            
adoro esta novela, es mi perdición de ahora en adelante ¡SI NO SUBES ME MUERO MACK! 

 :manlycrypls:  :manlycrypls:  :manlycrypls:  :manlycrypls:  :manlycrypls:  :manlycrypls:  :manlycrypls:                     

SIGUELA

nakaryR escribió:awwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwww :3
mori mori mori mori
¡QUE TIERNO!
                            
adoro esta novela, es mi perdición de ahora en adelante ¡SI NO SUBES ME MUERO MACK! 

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SIGUELA

ohhhhhh mi naar pense que me habías olvidado sabes?
 :conny:  :conny:  :conny:  :conny:  :conny:  :conny:  :conny:  :conny:  :conny:  :conny:  :conny:  :conny:  :conny:  :conny:  :conny:
tambien fue la mia te entiendo :'3      
luego la sigo mi veeedaaaa
     

Siguela pliss ME ENCANTO!

Fan_23_Bromances escribió:Siguela pliss ME ENCANTO!

claro :)
xx

Hola linda, solo vine a avisarte que la autora de esta novela es Annelice y la pagina original donde se encuentra es en tumblr stoopidlamb solo para que no dejes asi la ficha y le des los créditos a Annieh.

Es todo cx
que tengas lindo fin de semana.
Bay.

Wendy Pajaro escribió:Hola linda, solo vine a avisarte que la autora de esta novela es Annelice y la pagina original donde se encuentra es en tumblr stoopidlamb solo para que no dejes asi la ficha y le des los créditos a Annieh.

Es todo cx
que tengas lindo fin de semana.
Bay.

ok gracias, yo la saque de facebook mas hay decia que era de otra autora, de igual manera gracias :D

Soy tu nuevo lector
es muy buena la novela
siguela :)

hola!!
muy interesante
me gusto bastante
jaja hasta rimó jajaja
en verdad espero que la sigas pronto :P