Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Power Play (Larry Stylinson)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
Página 10 de 11. • Comparte
Página 10 de 11. • 1, 2, 3 ... , 9, 10, 11
Re: Power Play (Larry Stylinson)
Louis es bueno, muy bueno en lo que hace.inmaaamlg escribió:ayyyyyyy ganó ganó ganó por supuesto nadie lo dudabaa!! louis y harry se van yujuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu ay el pobre harry se muere por estar a solas con louis jajaj
Oh sii, se van juntos y harán cositas:)
Invitado
Invitado
Re: Power Play (Larry Stylinson)
Son bien lindos ellos, aaw y todo va tan lento y detallado.Pamelilla escribió:Adoro esta historia cómo va desarrollándose, la confianza que se trasmiten estos chicos fluye como la vida y eso es bellísimo. Igual me da pena Eleanor, la entiendo quién podría no fijarse en Louis, dulce, encantador, bello, alegre, sexy es como un todo. Saludos y estaré esperando ese viaje tanto como Harry
ah gracias por leerla!!!:)
La sigoo
Invitado
Invitado
Re: Power Play (Larry Stylinson)
Holaa!!Rebeca. escribió:Me fui muchoooooooooooooo tiempo, pero ya leí todo...esta novela es tan tierna :3
Siguela pronto Liz.
Adiós.
aahh, gracias por leerla!! si es bien tierna!!
Saludos:)
Invitado
Invitado
Re: Power Play (Larry Stylinson)
Oh, si algo así, la sigo ahora!:)Pamelilla escribió:Hola me imagino que debes estar muy ocupada, solo entré para ver si habías subido algo, espero lo hagas pronto. Saludos
Invitado
Invitado
Capitulo 8.
Después de las carreras, Louis se apuró a salir del hielo. Él se tenía que ir. No quería encontrarse con Dietrich. No había nada que pudiera hacer o decir acerca del hostigamiento, ¿quién le escucharía? ¿Su padre no era el principal patrocinador del club?… Diablos, él ni siquiera estaba seguro de quién era su padre, y su madre nunca había sido una de esas madres deportivas que acuden a cada práctica, ella ni siquiera había ido a verlo patinar. Así que si él se quejaba ¿qué ganaría con eso? Si se metía en problemas con Dietrich, el chico podría realmente ir detrás de él, y Louis no necesitaba eso. Él podría vivir con la difamación, podría aguantar a Wil lo suficiente para estar de camino al campeonato mundial. Entonces tendría patrocinadores nacionales. Necesitaba que el club de patinaje le ayudara a cubrir los gastos para entrar en los eventos. Esa era la única razón por la que seguía con ellos. Eso se decía a sí mismo. Sin la tarifa de descuento, no habría manera de que pudiera afrontar el costo de las entradas para llegar a la Estatal.
Y él iba a ir a la estatal. Había ganado en la pista, de una manera sorprendente. Sabía que era bueno y los gritos de la multitud aún retumbaban en sus oídos. Ahí era mejor que Wil Dietrich, en la pista, en donde contaba. No tenía que probarle nada más al chico, ni siquiera tenía que hablar con él, ni prestarle atención. Él iba a ir a la estatal, todo lo que quería hoy era salir. Podía irse ahora, tomar a su chico y tratar de tranquilizarlo de las palabras de odio que el imbécil le dijo después de su primera ronda.
En la orilla, Louis se quitó los patines y se puso sus tenis, ignorando las diabólicas miradas de Dietrich. No quiso mirarlo, ni sonreírle, envarándole su victoria, ni decirle que había ganado: él era mejor que eso. Sí, él era mejor que eso.
De cualquier manera, debería agredir a Dietrich, porque el patinador hizo su mejor esfuerzo para golpearlo, algo que nunca había hecho. En una carrera normalmente bloqueaba a la multitud, a los competidores, a todo el mundo, sólo sentía el viento en su cara y el hielo en sus pies. Pero hoy la ira recorría sus venas; él no sabía qué tipo de comentarios le había hecho Dietrich a Harry pero vio las mejillas de su novio ruborizarse y sus manos cerrarse fuertemente en un puño, sabía que seguramente era algo mezquino e irrespetuoso. Un pensamiento nubló su mente durante su carrera, cancelando todo lo demás. Quería golpear a Dietrich, sólo para mostrarle que sabía hacerlo.
Entonces corrió tan rápido como nunca lo había hecho, drenando toda esa energía en la pista. Podía haberle costado la carrera, pero no dejó que le molestara hasta después de ganar. Ahora sentía sus muslos temblando, agudos dolores debido al esfuerzo excesivo en sus pantorrillas. Se empujó a sí mismo para probarle a Dietrich que él era el número uno y la multitud podía ver eso, él era quien había ganado los 500 metros e iría a la estatal. Y secretamente se alegraba de ello, estaba emocionado de haberlo logrado, porque de la manera que se sentía ahora, el sudor humedeciendo su cara, cuello y empapando su cabello, no quería nada con el hielo durante el resto del día.
Pero ganó. Los patinadores de cuartos de final sólo pueden ganar una carrera, no importa en cuántas más hayan calificado. Ganas una y sales de las competencias, tan simple como eso. Ganó, así que tendría todo el día para él. Tiempo para estar a solas con su chico. Esperaba que Harry no tuviera grandes planes para esta noche ya que lo único que quería era que se acostaran juntos en la cama, con los brazos alrededor uno del otro, su cabeza sobre el pecho de Harry escuchando el latido de su corazón. Realmente no necesitaba nada más que eso.
Sólo que al parecer el entrenador tenía otros planes. Antes de que Louis pudiera dejar el área de la pista, fue interceptado por el entrenador principal del club de patinaje, un hombre mayor con cicatrices de acné en sus mejillas. —Asombroso, —el entrenador dijo palmeando a Louis una y otra vez— Simplemente asombroso. Irás a la estatal y ya tienes un pie en las regionales.
—Gracias, —murmuró Louis, apartándose del fuerte agarre del entrenador. El tipo pasó su brazo sobre los hombros de Louis y todo lo que pudo hacer fue encogerse de hombros.
Sólo quería salir de ahí ¿era eso mucho pedir?
Desesperadamente miró hacia la pista y vio cómo Harry lo veía alejarse. Con una sonrisa, Louis pensó, ahora regreso, bebé. Como si Harry hubiera oído sus pensamientos, sonrió y le saludó con un movimiento de la mano.
El entrenador lo guió por un pasillo que se había acondicionado para la prensa, fuera de los vestidores. Los reporteros del periódico y de una o dos estaciones de televisión local, estaban esperando a Louis. Las preguntas salieron disparadas como balas. —¿Cómo te sientes? ¿Qué pasa por tu mente ahora? ¿Piensas que puedes hacerlo de nuevo? —Girándose hacia el entrenador, Louis murmuró— Yo realmente no quiero…
—Sólo unos minutos, —el entrenador contestó, radiante ante los reporteros. Entonces una idea se le ocurrió, y la sonrisa desapareció— Oh espera, probablemente tengas que ir a trabajar, ¿no es así? Bueno, no, él no necesitaba ir, Bobby le había dado el día libre para los cuartos de final. Anoche cuando dejó la casa de Harry había ido a la tienda por unas nuevas cubiertas para sus patines y había trabajado un par de horas, sólo porque necesitaba dinero extra para ir a la estatal. Sus planes, desde ahora hasta el lunes por la tarde, incluían a solo dos personas, su chico y él, eso era todo. Pero si él quería salir de ese circo pronto… tendría que contestar algunas preguntas. —Bueno, me tengo que ir.
El entrenador asintió, él sabía que Louis tenía un horario apretado. —Una declaración rápida, —aclaró, y los reporteros guardaron silencio. Sorprendentemente todos miraban a Louis con anhelo, con hambre en su mirada. Se preguntaba si la alarma contra incendios podría funcionar ahora, alguien o algo que quebrara el silencio del peso de la mirada colectiva. Con un apretón paternal en el hombro de Louis , el entrenador explicó— Nuestro patinador tiene que irse a trabajar.
Louis sonrió débilmente, porque eso no era cierto, él tenía el día libre. Con una sincera sonrisa hacia la cámara más cercana, Louis les dijo que había corrido de la manera que él sabía que podía. —Es mi evento, —dijo él, sin sonar egocéntrico, porque ese era su evento—. Estoy feliz, patiné mejor y eso es lo que cuenta. —Entonces hizo un guiño que consiguió que una de las reporteras femeninas abanicara su mano en un exagerado gesto—. Ir a la estatal es solo un beneficio agregado.
Los reporteros clamaban por más pero el entrenador lo dejó irse. Se apuró hacia los vestidores donde tomó su bolsa de debajo de una de las bancas. Ni siquiera se molestó en bañarse, sólo se desnudó rápidamente quitándose el traje completo, pegado a él como una segunda piel, entonces se puso su ropa interior, jeans y la camiseta sobre su cabeza. Después la chaqueta grande con la inscripción L8R SK8R cruzada en la espalda, él esperaba que las cámaras filmaran eso, a Bobby le gustaría. Luego guardó todas las cosas dentro de la bolsa, listo para irse. Dirigió una rápida mirada fuera de los vestidores para ver a los reporteros que estaban ahora con una de las chicas que seguían a Eleanor, obviamente la ganadora de los 500 metros femeninos. Al menos no le prestarían atención a él cuando saliera y se dirigiera de regreso a la pista.
Caminó rápidamente, tratando de ver en las sombras de las gradas, llegó al pasillo donde Harry esperaba cerca del tablero. Dietrich probablemente seguiría enojado porque él había ganado, incluso aunque ahora tendría mejores oportunidades de ganar
la de los mil metros, ya que no corría contra Louis. Lo último que quería era una confrontación. Por favor, él rezó. Sólo quiero salir de aquí de una pieza, preferiblemente sin hacer una gran escena, ¿podrías sacarnos?
Harry no oyó que alguien se acercaba a él. La carrera de los mil metros ya había empezado y Louis vio a Dietrich al frente del grupo, empujándose más fuerte de lo que debería en una carrera larga. Esperaba poder hablar con Harry e irse ahora, antes de que la carrera terminara, y que lograran desaparecer antes de que Dietrich se metiera en su camino. Aunque se oyera mezquino, Louis rezó para que Wil no ganara esta carrera porque lo último que necesitaba era a un imbécil molestándolo en la estatal.
Llegando por detrás de su novio, Louis se inclinó sobre los manubrios direccionales de la silla de ruedas y ronroneó, —dije que regresaría.
Harry se giró, sonriendo. —¡Louis ! —gritó, y lo siguiente que Louis supo es que estaba atrapado dentro de un apretado abrazo, su nariz enterrada en el limpio cabello de Harry.
Respiró el fresco aroma profundamente, haciéndose consciente del seco sudor que cubría su propia piel. Él debía de apestar. Quizás le pediría a Harry si podía usar la ducha en su casa. Ese pensamiento envió un dulce hormigueo a su ingle, incluso aunque él no debía hacerlo, le dio un rápido beso a Harry escondido en su cabello.— Estuviste maravilloso, —murmuró Harry, dejándolo ir. Cuando Louis se enderezó, su novio lo veía de arriba hacia abajo, y le preguntó— ¿Correrás de nuevo?
Sacudiendo la cabeza, Louis le dijo —Estoy libre para irme. ¿Quieres quedarte a…?
Pero Harry ya estaba moviendo su silla hacia el pasillo. —Tenemos que irnos —dijo. Él colocó sus manos en el regazo cuando Louis tomó los manubrios y lo empujó hacia la salida— ¿Te dije lo asombroso que estuviste?
Louis se rió. —Pudiste haber mencionado eso. —En el corredor, él guió la silla de ruedas rodeando a los reporteros hacia el elevador. Parecía que habían pasado años antes de estar en el interior del elevador y que las puertas se cerraran, acallando el ruido de la multitud. Estaban solos, al fin, incluso aunque sólo fuera durante el corto tramo entre pisos. Antes de que pudiera detenerse, Louis se dejó caer en el regazo de Harry, envolvió su brazo alrededor del cuello de su novio, y le dio un tierno beso. Eso era más que una rápida presión de labios en la secreta piel; fue lento y suave, los brazos alrededor de la cintura de Louis, sus manos deslizándose bajo la camiseta, sus dedos rizaban el cabello de Harry y un suave gemido se oyó cuando se movió en su regazo, su muslo encontró la erección que estaba formándose en la entrepierna de Harry. Cuando el elevador se detuvo, Louis besó a Harry una, dos, tres veces y él apenas logró ponerse de pie antes de que las puertas se abrieran. Harry levantó la vista y murmuró— Maldición, chico.
Con una auto-consciente sonrisa, Louis empujó a Harry fuera del elevador, a través de la gente que veía las competencias, hacia la salida. —¿Estás bien? —preguntó juguetonamente a Harry que buscaba en su mochila el teléfono celular.
—Woo, —Harry replicó. Marcó el número y llevó el teléfono a su oído— Me quitaste el aliento, —admitió.
Mientras Louis se reía, Harry regresó su atención al teléfono. —¡Hey Ma! No, no tú.
—Dile que le digo hola, —Louis murmuró, mientras empujaba la silla de Harry y pasaban por la caseta de los boletos. La chica que estaba detrás del mostrador les dijo adiós con la mano, unos cuantos niños le gritaban a Louis por su nombre, todo el mundo que veían, les sonreía o saludaban con la mano, o lo felicitaban, diciéndole lo grandioso que había estado. Su propia sonrisa se volvía tensa, todo su cuerpo rogaba por estar solos.
En la silla frente a él, Harry le decía a su madre que habían terminado. —Él ganó la de quinientos metros, —dijo, sonriéndole a Louis. Debió ver en su cara el agotamiento o la debilidad, porque él agarró la mano de Louis que sostenía el manubrio— Sí, estamos listos.
Al llegar a las puertas de vidrio, Louis detuvo la silla de ruedas y presionó el botón para que se abrieran automáticamente. —Dile… —él insistió.
—Louis dice „hola‟. —Harry golpeó su estómago, y Louis se rió, moviéndose fuera de su alcance— ¿Puedes venir ahora? Estaremos afuera.
Louis se sentó en la banqueta al lado de la silla de Harry, levantaba pequeñas piedras y las lanzaba
hacia el estacionamiento. Ellos no estaban frente a las puertas principales, donde todavía había mucha gente entrando a la pista. Era muy temprano y las carreras probablemente durarían la mayor parte del día, ese lugar podría estar lleno hasta después de las seis de la tarde. Al lado de él, Harry vigilaba el camino, buscando la van de su madre. —Entonces, tienes todo el día libre, ¿verdad? —preguntó, mientras Louis lanzaba otra pequeña piedra que cruzó el vacío estacionamiento frente a ellos.
—Todo el día, —respondió Louis. La piedra dio uno, dos saltos antes de quedar cerca de un automóvil. Su culo y muslos estaban adormilados de estar sentado en la banqueta, el frío atravesaba sus pantalones de algodón, y deseaba haberse dejado el uniforme puesto ya que podría cubrirle un poco del frío. Eso le hizo pensar en las carreras, y en Dietrich, lanzó otra piedra lejos y preguntó— ¿Qué es lo que te dijo Wil, después de su carrera?
Harry se encogió de hombros como si eso no le preocupara. —Nada, realmente.
—¿Por qué no creo eso? —Louis comentó. Él miraba a Harry, estudiando el camino. Los rayos de sol de la mañana cruzaban la pálida piel de su novio, iluminando sus mejillas, y la ligera brisa rizaba el cabello de su frente. Con el viento adecuado, Louis captó el brillo dorado del arete que Harry usaba en su oreja. Te amo, pensó, y ese pensamiento fue sorprendente e inesperado, pero él sabía que era verdad, eso llenó su interior de una calidez que alejaba el frío que lo carcomía por dentro, eso era real, él amaba a ese chico que estaba a su lado, él lo hacía. Abrió la boca, seguro que diría las palabras, pero en su
lugar se oyó a si mismo insistir— Dijiste que me lo dirías cuando ganara.
Harry suspiró. —Louis…
—Dime, —dijo Louis.
Otro suspiro, y Harry frunció el ceño mirando a sus manos en su regazo, jugando con la correa de su mochila. —Él solo hizo un comentario acerca de que eras mi novio, —murmuró— Ni siquiera me hablaba a mí.
Eleanor. Louis cerró los ojos así Harry no podría ver lo que le molestaba eso. Sabía que Eleanor estaba ilusionada con él, tendría que ser ciego para no verlo, él sabía que debería decírselo a ella, decirle cómo era, que le gustaban los chicos y que ahora estaba enamorado, pero ella tenía dieciséis años y era su única amiga en el club, y la verdad sea dicha, tenía miedo de que ella no lo entendiera. Era suficientemente duro batallar con Dietrich pero ¿qué si Eleanor también se ponía en su contra? —¿Qué dijo ella? —él quería saber.
Encogiéndose de hombros, Harry admitió, —Ella sólo le dijo que se largara. Yo no… — Él rió amargamente— Yo no creo que ella le creyera.
No, ella no podría. Esa era otra razón por la que Louis nunca le había dicho nada, él conocía cómo era la chica. Cuando estaba en la preparatoria él no era realmente popular pero a las chicas les agradaba, seguro. Él tenía un abundante cabello en donde podían hundir sus dedos, un cuerpo firme, una sonrisa fácil y unos ojos que podían derretir corazones. Cuando él estaba con Jared, había una chica en particular que lo acechaba, María Leoni, linda, con el cabello oscuro, y ojos oscuros; sus padres tenían un restaurante italiano cerca de la tienda de Bobby. Cuando Louis le dijo finalmente que él estaba con Jared, ella se rió, y le dijo que él sólo necesitaba encontrar a la mujer correcta. —Yo te quitaré lo raro, —alardeó ella. Después de eso, él la evitaba, escondiéndose en el cuarto de baño cuando la veía en los pasillos y finalmente alguien más captó su interés. Gracias a Dios.
Louis no creía que Eleanor fuera ruda pero él realmente tampoco quería averiguarlo. Él sólo la veía en la pista y tarde o temprano ella perdería el interés en él, porque él no correspondía a sus coqueteos o porque ella no podría encontrarlo ya que Harry siempre estaría alrededor. Ella lo superaría, como siempre lo hacen las chicas. Levantando otra piedra, Louis la lanzó y le preguntó a su novio, —¿Qué le dijiste a ella?
—¿Yo? —Harry preguntó sorprendido— Nada. ¿Qué se suponía que debería decirle? ¿Qué tenía razón?
Louis se encogió de hombros. Eso hubiera hecho las cosas más fáciles para él, ¿podría serlo, si Harry era el que se lo dijera a Eleanor? No tenía mucho que decir, sólo sonreír tristemente y decirle que era cierto, que él estaba enamorado de alguien y que no era ella, que lo sentía. Harry lo miró fijamente y agregó —Ella no es mi amiga.
—Lo sé, —Louis murmuró. Hubiera sido más fácil, sí, pero eso no hubiera sido correcto. Eso era algo que tenía que decirle él. Si ella le preguntaba, pensó silenciosamente. Él no había dudado en decirle a su madre, a Bobby, a los chicos en la preparatoria que él era gay, porque él no se avergonzaba de ello. Pero ya tenía un enemigo en el club de patinadores, y no necesitaba dos.
Harry se giró a ver el camino pero Louis lo observaba por el rabillo del ojo. Podía ver el perfil de su novio, las líneas de preocupación alrededor de su boca, y cruzando su frente. —¿Estás bien? —Louis empezó.
—No sabía qué decirle y qué no, —Harry explicó interrumpiéndolo— Quiero decir, nosotros realmente no hemos hablado de eso.
Con un suspiro de exasperación, Louis dijo —Lo hicimos, Harry. Te pregunté si podía llamarte mi chico y tú me dijiste que sí. No sé lo qué significa eso para ti…
—Significa mucho, —admitió Harry.
—Pero no significa que eres mi novio, —Louis continuó. Se movió, cruzó las piernas, sus rodillas hacia sus tenis— Eso significa para mí,… —dijo suavemente, para que nadie que pasara por allí, pudiera oírlo casualmente— Significa ser exclusivo, nadie más. Significa que si alguien quiere empezar a poner su marca en ti, yo le pueda decir que se aleje.
Harry se rió de eso, y de cuán maravilloso se oía, inesperado y sin preocupaciones, que toda la tensión que se había construido entre ellos desapareció. Louis sonrió y pensó que él nunca se cansaría de oírlo reír; la primera vez que lo había oído casi se pierde. —Me gustan los chicos, —Louis dijo— Me gustas tú, Harry, eres mi chico, y no me importa quién lo sepa. Lo grito aquí y ahora si quieres...
Se puso de pie y sacudió el polvo de sus pantalones, pero Harry vio la van de su madre entrar en la calle y sujetó el brazo de Louis tomando una profunda respiración. —Louis, —le advirtió, mirando hacia el estacionamiento. Había alguna gente vagabundeando afuera, ellos no estaban completamente solos. Louis estaba seguro de que cuando él dijo que amaba a Harry la mayoría pensó que estaba bromeando, que eran dos chicos tratando de avergonzar al otro. Ninguno de ellos los conocía.
Sólo que Harry sacudía la cabeza, preocupado. —Está bien, te creo, —dijo mientras su madre entraba al estacionamiento donde ellos esperaban. Su mano se aferró al cuello de la chaqueta de Louis, agarrándolo para detenerlo— Mira, nadie lo sabe, ¿está bien? quiero decir, acerca de mí. —Louis frunció el ceño, no le gustó el repentino miedo que había en la mirada de su novio, ni el ruego en su voz— Mis padres. Ellos no… quiero decir, nunca...
Él sabía lo que Harry trataba de decir. Ellos no saben que soy gay, eso fue lo que Louis vio en los ojos de su novio. Las palabras se quedaron atascadas en su garganta y él no podía lograr que salieran. Nunca se los dije, ellos no lo entenderían. Harry suspiró, tratando con una aproximación diferente. —Si mi ma cree que estamos… así… bueno, ella puede que no me deje regresar, ¿lo sabes? que no entres a mi cuarto, para nada, y Dios, que nunca vuelva a cerrar mi puerta. Y ella nunca volverá a traerme a la pista a verte patinar.
La van llegó junto a ellos. Como si la señora Styles supiera que hablaban de ella, les dirigió una brillante sonrisa. Ella levantó la mano cuando Louis levantó la suya para saludarla, tocando la bocina con una enorme sonrisa. Él imaginó que esa misma sonrisa se congelaría si ella supiera lo que él estaba pensando ahora, él con Harry en la cama de hospital de su cuarto, sus manos acariciando la escondida carne y sus labios presionándose juntos mientras se besaban hasta que tuvieran que respirar para sobrevivir. Él imaginó la burbujeante voz de ella endurecerse con palabras de ira cuando le dijera que se fuera, el señor Styles tomando el manubrio de la silla de ruedas de Harry con una dura mirada, el ceño fruncido con odio. ¿Entonces qué podría hacer? Su chico ya era parte de él, de sus pensamientos, de su corazón. No sabía cómo lograría manejar su vida de nuevo sin él.
Entonces, él regresó la sonrisa a la señora Styles y antes de que pudiera salir de la van le dijo a Harry, —Lo entiendo, bebé. —Y él lo entendía. Sí, el tenía que mantener su relación escondida de los padres de Harry y del club de patinadores. Él podía hacerlo.
Harry tomó el cuello de su chaqueta de nuevo. —Gracias, —murmuró. Con una sonrisa agregó— me agrada cuando me llamas de esa forma.
Entonces la señora Styles llegó, preguntó cómo le había ido en la carrera, qué tiempo había hecho Louis y si querían que se detuvieran en algún lado para comer. Ella abrió la puerta lateral para elevar la silla de ruedas, diciéndole a Louis que subiera con él, que podía sentarse a su lado si él iba a ir a su casa. También le preguntó si le gustaría quedarse a cenar.
No, Louis no quería arruinar eso, y cuando Harry le dio un rápido guiño, él se recordó a si mismo llamar a su niño bebé en cada maldita oportunidad que tuvieran.
Pasó otra media hora antes de que él pudiera cerrar la puerta del cuarto de Harry, dejando fuera a la señora Styles y al resto del mundo y teniendo a su chico para él solo. Louis apenas tuvo la oportunidad de dejar la bolsa en el suelo antes de que las dos manos de Harry se aferraran al frente de su chaqueta, acercándolo para un hambriento beso. —Ven aquí, —murmuró contra los labios de Louis mientras sus dedos abrían la chaqueta— Te extraño.
—Huelo horrible, —Louis le dijo cuando Harry deslizó sus manos dentro de la chaqueta de Harry para quitársela. Él ayudó a su novio a hacerlo. La chaqueta cayó al suelo con el ruido de la piel y entonces los dedos de Harry fueron hacia la bastilla de la camiseta de Louis, acariciando los músculos de su abdomen, jugando con la pretina de sus pantalones. A pesar del deseo que lo recorría, Louis detuvo sus manos y logró alejarse del insistente beso— Bebé…
—Hueles bien para mí, —le dijo Harry, tratando de liberar sus manos— Sudor y hielo, eso me gusta.
Con un rápido beso en la punta de su nariz, Louis le dijo, —Déjame limpiarme un poco. Entonces podremos jugar, ¿bien?
—¿Lo prometes?
Había una traviesa mirada en los ojos de Harry que hicieron que Louis sonriera tontamente. —Lo prometo, —le dijo.
Entonces Harry señaló el cuarto de baño en el pasillo, le puso en las manos toallas limpias, y le dijo que ignorara las barras de aluminio en las paredes. —Mi papá las instaló para mí, —dijo suavemente— Sólo cuelga las toallas en ellas o algo.
Dentro del cuarto de baño, Louis se quitó los pantalones, camiseta, ropa interior y calcetines y las dejó en una pila en medio del cuarto. Después abrió el grifo, el agua caliente relajaría sus cansados músculos, con sólo la cantidad de agua fría suficiente para evitar el escozor. Cuando el agua estaba como él quería, apartó la cortina de la ducha y entró bajo el chorro. Levantó la cara saboreando las gotas de agua en su piel.
Entonces tomó una toalla y el jabón y la pasó por sus brazos y codos. Después lavó su cuerpo, frotando sus pezones, abdomen y más allá, lo suficientemente duro para que su piel se pusiera de color rosa, pensando en su chico en el otro cuarto y en cómo, quizás, el sexo con Harry podría ser algo más de lo que había tenido con Jared. Esta vez él era el único que sabía qué hacer, él era el que murmuraría que estaba bien y si Harry le decía que se detuviera lo haría. Sin importar qué lejos hubieran llegado, él quería que Harry supiera que él era quien decidía. Louis no lo presionaría, no quería presionarlo, no como le había sucedido a él con Jared. Ellos lo hicieron cuando Louis no estaba listo y ¿dónde estaban ahora? Ni siquiera sabía en dónde se encontraba el chico.
Él lo cuidaría. Él era su chico, Harry, y ellos estaban mejor de lo que había estado con Jared. Él le hacía reír, tenía unos asombrosos ojos, unas sexys manos, y unos fuertes brazos. Le hacía sentir como cuando tenía ocho años, antes de que se diera cuenta de que eran pobres, antes de que tuviera que trabajar y preocuparse por el dinero, cuando lo único que quería era patinar y pasar los días en las calles con sus amigos, niños de su misma edad con patines de ruedas y patinetas, que lo único que querían era divertirse.
Harry le recordaba esa cariñosa sensación. Eso lo hizo sonreír y luego rompió a reír. Aquí estaba Louis pensando en que no necesitaba nada, no necesitaba distraerse de patinar. ¿A quién quería engañar? Él necesitaba a alguien que entendiera cómo se sentía acerca de su deporte, él necesitaba a Harry, y cuando saliera de la silla de ruedas, ambos estarían sobre el hielo. Louis sabía que Harry patinaría de nuevo. Estaba seguro de ello.
Mientras pensaba en su novio, esperando por él en el siguiente cuarto, Louis comenzó a acariciar suavemente con la toalla su ingle, enjabonando el vello de su entrepierna. Lentamente sus dedos se deslizaron entre sus piernas, frotando, acariciando, masajeando. Él se sostuvo de la barra y cerró los ojos, su mano trabajando duro sobre su eje, pasó la espumosa toalla entre su escondida carne. Cuando un gemido se escapó de sus labios se asustó. Su mano aferrándose a sí mismo en un súbito ardor, y en su mente estaba Harry en la cama, desnudo y pálido, debajo de él, levantando sus caderas para encontrarse con los empujes de Louis.
Repentinamente él oyó la puerta abrirse y el aire frío recorrió sus piernas. —No te preocupes por mí, —dijo la señora Styles. Tensó sus dedos del juguetón agarre de sí mismo, sus ojos se abrieron, ella estaba en el cuarto de baño, ella estaba aquí y le hablaba. ¿Podría ver su silueta a través de la cortina de la ducha? ¿Sabría que estaba pensando en su hijo y tocándose a sí mismo? ¿Qué diablos estaba haciendo ella aquí?
—Sólo vine por tu ropa, —dijo. La mente de Louis giraba, él no sabía de qué hablaba ella, él apenas podía oírla por el palpitar de la sangre en sus oídos—Puedes ponerte algo de Harry mientras lavo esto.
Aléjate, Louis oró. El agua bajaba igual que las lagrimas que inundaban su interior. Sus piernas estaban frías por el aire que entraba del pasillo, deslizándose a través de la cortina de baño fácilmente y de sus muslos hacia su pene, aún duro, erecto con jabón en el vello, sus dedos rodearon sus bolas. —¿Louis ? —La voz de ella se oía preocupada— Estás…
—Bien, —él logro decir, y cuando se limpió la garganta lo volvió a decir, su voz sonó fuerte en esta ocasión, más seguro— Estoy bien, gracias.
Invitado
Invitado
Re: Power Play (Larry Stylinson)
—No hay problema, —ella se rió, pero él no se movió. No respiró, ni siquiera parpadeó hasta que la puerta se cerró de nuevo y ella se fue. Sólo para asegurarse se asomó a través de la cortina de la ducha. Enjuagándose la cara, miró al cuarto de baño. Estaba solo. Su ropa había desaparecido de donde la había dejado en el piso y en la orilla del lavabo estaba una pequeña pila de ropa, una camisa de franela, unos bóxers, calcetines y un pantalón de algodón.
Ella se había ido.
Dios. Él estaba duro y dolorido ahora, Listo para correrse, pero, ¿que si ella entraba por segunda vez? Oh, por qué me preocupo, sólo olvidé… él debió de haberle puesto llave a la maldita puerta, él no sabía que ella iba a querer lavar su ropa, y que entraría mientras él estaba.
No, él no iba a pensar acerca de eso. Tan rápido como era posible terminó de lavarse el cuerpo y el cabello. Para cuando terminó, no estaba tan duro como cuando ella entró mientras él masajeaba su pene, pero sus bolas seguían pulsando y quería encargarse de eso, pero no se atrevía, no hasta asegurarse de que la puerta estuviera cerrada con llave y él no fuera a ser interrumpido. ¡Jesús!
Enjuagándose lo último del jabón Louis salió y se secó frotándose fuerte los brazos, el pecho y las piernas con la toalla. Se puso los bóxers que eran un poco grandes para él.
Harry era más corpulento y los bóxers se le bajaban por las caderas. Al menos tenía ropa, ella cubriría su desnudez en caso de que la señora Styles decidiera regresar, quizás para lavar las toallas ahora que él había terminado. Ni siquiera su propia madre entraba en el cuarto de baño.
Enrolló la cintura de los bóxers un poco, de la manera en que se veía en la televisión a las chicas enrollarse la falda para que estuvieran más cortas, y así los bóxers no corrieran el peligro de caerse. Entonces intentó ponerse el pantalón de algodón, pero era demasiado grande. No recordaba haber usado nunca ropa tan grande, pero de cualquier manera eso no escondía su erección, que levantaba como una tienda de campaña los bóxers. Ayer Harry quería ir más allá, ¿Lo querría ahora? Louis se detuvo porque le asustaba ir demasiado rápido y perder a su niño, pero si ambos lo querían, eso estaría bien, ¿no?
Así que él se quitó los pantalones y se puso la camisa de franela, abotonándola en su pecho. La falda de la camisa cubría su ingle y su culo y las mangas eran un poco largas. Él no creía que Harry fuera mucho más grande que él, pero estaba bien, le gustaba la manera en como lo hacía sentir usar la camisa de su novio. Respiró profundo inhalando su aroma que seguía pegado a la tela. Abrazó la camisa más cerca, saboreando el sentir la calidez de la franela en su húmeda piel, imaginando que esa camisa había estado en el cuerpo de Harry, en contacto con su piel. Sí, ese podría ser el momento.
Colgó la toalla en las barras como le había sugerido Harry, levantó los pantalones del suelo, y los calcetines del lavabo. Salió al vacío pasillo, que estaba oscuro y frío; la señora Styles no estaba por allí. Cuando abrió la puerta del cuarto de Harry, fue saludado por el sonido de la televisión, un fzzzt de estática y después una música de suspenso, fzzzt, un comercial, fzzzt, gritos de una multitud. Esta vez cerró la puerta y se aseguró de que tuviera echada la llave. No necesitaba más sorpresas hoy.
Harry estaba sentado a los pies de la cama cambiando los canales. Su pierna con la abrazadera en el borde del colchón, manteniéndose por la barra de metal que lo sostenía en su lugar. Su otra pierna hacia su pecho, su pie en la cama y su brazo envolviendo su rodilla mientras veía la televisión. Eso es buena señal, pensó, su pierna está levantada, incluso aunque Harry no lo notara, estaba sosteniendo algo de peso. ¿Ves?, pensó, dejando los pantalones y calcetines sobre la cómoda de Harry. Caminarás de nuevo, lo sé.
Notando su presencia, Harry apartó la vista de la pantalla, y Louis pudo sentir el peso de su mirada, la manera en la que él lo veía, su camisa abierta revelaba la suave piel, sus piernas estaban fuera de la larga franela. Cuando Harry habló, su voz era tranquila, casi reverencial. —Me gusta eso.
Con una risa, Louis admitió, —A mí también me gusta. —Él cruzó el cuarto y se colocó frente a Harry, bloqueando la pantalla de televisión. A su novio no le molestó. Su pie se deslizó de la cama. Él abrió las piernas en invitación, retiró el control de la televisión y desabotonó el último botón de la camisa de Louis. Arrodillándose en la cama entre los muslos de Harry, Louis acarició con sus dedos el cabello castaño y murmuró— Tu mamá entró mientras estaba ahí.
Harry desabotonó otro botón, sus dedos se movían sobre el abdomen de Louis como mariposas. —Ella es así, —dijo, acercándose más a Louis. Él besó el punto en medio del pecho de Louis, donde las costillas se unen.
—¿Ella te lo hace a ti también? —Louis quería saberlo. Cuando Harry lo besó de nuevo, sus húmedos labios calentando su piel, él llevó sus manos a la parte de atrás de la cabeza de su novio sosteniéndolo más cerca.
Harry se rió y admitió. —Le pongo llave a la puerta. —Él miró hacia la puerta de la recámara.
—No te preocupes, —le dijo Louis — Esta vez la cerré. —Harry se giró hacia él y continúo desabotonando su camisa, besando su pecho y abdomen mientras la oscura piel quedaba expuesta. Cuando la camisa estuvo totalmente desabotonada, Louis la abrió y guió la boca de Harry hacia uno de sus pezones, oscuro y duro igual que un kiss de chocolate—Lámelo, —él dijo. Harry hizo lo que le pidió, pasó su lengua por el pezón y lo llevó a su boca, una maravillosa sensación. Louis arqueó la espalda, siseando, sentía el toque ir directo a su ingle.
Con una sonrisa, Harry murmuró. —¿Te gusta esto?
—A diferencia de alguna gente, —bromeó Louis. Los labios de Harry tomaron el pezón de nuevo, su lengua recorría la oscura carne, y Louis se presionaba contra él, la punta de su erección bajo los bóxers rozaba el abdomen de Harry.
—¡Hey! —Harry se rió— Ahí, tengo cosquillas. —Él sostuvo su mano en la parte baja de la espalda de Louis y lo acercó, levantando la camisa fue hacia la cintura de los bóxers de Louis — Ven aquí, —gimió, jalando a Louis hacia él y acostándose de espaldas en el colchón. Sus dedos se curvaron en el culo de Louis, deslizándose entre sus nalgas, rozando contra la secreta carne.
Louis se estiró sobre Harry, sus labios juntos, sus lenguas se lamían, y las manos de Harry parecían estar en todas partes, en su culo, en su espalda, en su entrepierna trabajando en liberarla, hasta que sostuvo la erección de Louis en su palma. Louis dejó que su cuerpo tomara el control, empujándose dentro de la anhelante mano de Harry, su boca iba a los labios de su novio, a su mentón, a su garganta. Otro empujón, él estaba muy cerca ahora, un momento más y se liberaría, ellos estaban acostados juntos y esta vez sería diferente, él sabía eso, él quería eso.
En eso, él oyó el ruido de un cierre, Harry se quitaba sus pantalones. Sus inexpertos dedos entre sus bolas, tomándolo un poco más duro, apretándolo incómodamente. —Harry, —Louis murmuró, apartándose. Repentinamente las dudas lo atravesaron. ¿De esta manera era lo que su novio realmente quería? ¿Se estaban moviendo demasiado rápido?
La mano en su pene se alejó y él se enderezó para ver a Harry abrir su bragueta, sus bóxers abiertos y empujados a un lado, ligero vello castaño alrededor de su grueso y rojo eje que ya comenzaba a derramar. La propia erección de Louis estaba entre los muslos de Harry, su camisa y bóxers abiertos revelando su piel, desde su cuello hasta el oscuro vello alrededor de su pene. La mirada de Harry estaba nublada con la lujuria y se acercó a él, con una mano en su abdomen y la otra entre las palmas de Louis. —¿Sucede algo malo? —preguntó. Con un suave apretón, trató de que Louis regresara a él de nuevo, pero Louis no podía tomar la insinuación— Louis, por favor. No me digas que no quieres.
Louis pasó sus dedos por el abdomen de Harry levantando su camiseta. —Lo quiero, —murmuró. Él lo quería, pero ¿qué sucedería cuando fueran más allá de eso? ¿Qué sucedería cuando la sangre hirviera en sus venas y no oyera la voz de Harry, cuando él no pudiera oír a su novio decir que no? ¿Cuándo fueran más allá?
Harry notó que algo le molestaba porque lo acarició suavemente, amorosamente, y envolvió sus brazos alrededor de la cintura de Louis, tratando de acercarlo. Esta vez Louis obedeció. Acostándose, abrazó a Harry, sus erecciones se presionaban juntas casi con dolor entre ellos. Tiernamente, Harry frotó la espalda de Louis, sosteniéndolo fuerte, besó su frente y murmuró, —¿Qué tan lejos has llegado antes?
Acomodando sus brazos por los hombros de Harry, Louis se encogió de hombros, y admitió, —Yo lo he hecho. Sólo... —Se detuvo, inseguro— Estoy asustado de perder el control, —admitió.
Podía sentir que Harry fruncía el ceño contra su sien. —¿A qué te refieres? —preguntó. Una de sus manos fue hacia sus brazos, recorriendo los músculos bajo la camisa de franela, sintiendo la calidez del toque— Nosotros no vamos a hacer nada que no quieras hacer, —prometió Harry.
—No estoy preocupado por mí, —murmuró Louis. Él se pegó a Harry, incapaz de dejarlo ir. Una parte de él disfrutaba la pulsátil entrepierna, era casi una penitencia por haber dejado que se perdiera el momento.
Durante un largo momento, Harry no habló. Louis casi podía oír sus pensamientos, que si él lo había hecho con otro chico y no lo hacía con él, era a causa de sus piernas, y ese no era el caso, Louis no quería para nada que él pensara en eso, incluso abrió la boca para decir que ese no era el problema aquí, esto no era a causa de Harry, era por él. Él aún estaba atorado con lo que le sucedió con Jared, pero antes de que pudiera hablar, Harry sujetó la cara de Louis y la levantó, mirándolo fijamente, y frunciendo el ceño cuando preguntó, —¿Qué te hizo?
Louis se encogió de hombros y trató de enderezarse pero Harry lo mantuvo más cerca. —Nada, —dijo repentinamente consciente. ¿Él estaba hablando de Jared? ¿Cómo lo sabía?— Harry, ¿qué? Nada, nosotros no hicimos nada, es…
—El tipo que te hizo esto, —dijo Harry. Su mano recorrió el brazo de Louis, atrapando su muñeca y recorriendo el punto bajo su pulgar. Eso era confortable, ese toque, más amoroso que cualquier cosa que Louis hubiera sentido antes, lo hacía sentirse
seguro, de una manera que no podía explicar— ¿Con cuántos chicos has dormido?
—Solo con uno, —Louis murmuró. A él no le gustaba hablar de eso, de Jared— Harry, esto no es lo que piensas…
Pero Harry lo besaba tranquilamente. —Está bien, Louis, en serio. Dímelo, por favor. —Lo besó de nuevo, sus labios presionaron ligeramente contra los de Louis, y cuando él habló, Louis absorbía las palabras que decía— No voy a juzgarte o lastimarte, ni a odiarte. Sólo quiero saber qué te hizo para que te sientas de esta manera, ¿Bien?
—¿Cómo qué? —Louis replicó, pero él lo sabía.
—Estás temblando, —Harry señaló. Frotó los brazos de Louis enérgicamente como si quisiera calentarlos, y entonces deslizó sus manos por la camisa abierta de franela alrededor de su cintura hasta que Harry acunó su culo, masajeando la fría carne. Sus ojos le suplicaban— Confía en mí.
Louis apoyó la cabeza contra el cuello de Harry y murmuró, —No quiero hablar de eso. —Pero Harry era paciente, él parecía que se había olvidado de sus duros penes, sus desnudas carnes presionándose juntas. La lujuria aún rondaba sus cuerpos. Louis se acordó de aquella mañana en que Jared lo había montado, como él le hubiera hecho a Harry hace un momento. Sus dedos pellizcaban los pezones de Louis, su pene al lado del de él. Él recordó sus besos, sus risas y entonces sujetó duro sus muñecas y sostuvo sus brazos sobre su cabeza, fuera de su camino. Está bien, Jared murmuró, sus rodillas forzaron a Louis a separar sus muslos.
Está bien, Louis. Te amo, está bien, sólo déjame... así... ¿ves? Está bien.
Brillante dolor, tensionaba sus músculos, una sensación de llenado que se sentía mal, y después, solo en la ducha, él no podía lavar eso completamente. —Sólo es que no estaba listo, —Louis murmuró dentro del cabello de Harry— Él quería y yo le dije que no, no quería que lo hiciera... —Él suspiró exageradamente, exasperado— Yo no quería y él lo hizo de todas maneras, y yo no quiero hacerte eso a ti ¿bien? No quiero apresurarme pensando que sí cuando no estás listo.
Ahora él se enderezó, vio el ceño fruncido de su novio, porque él no podía leer sus pensamientos a través de esos ojos azules, entonces deseó no haber dicho una palabra. —Yo quiero que estés seguro —empezó.
—Él te violó, —Harry murmuró, dura ira en su voz. Sus manos aferrando la espalda de Louis.
—No fue así —Louis argumentó.
Pero Harry le interrumpió. —No eres así, —le dijo— No eres como él, Louis, no lo eres. Sé que estás asustado sólo al verme. Mírame. —Louis lo hizo, y la mirada de Harry estaba llena de una emoción que era difícil de descifrar— Tú no me lo harías a mí, sé que no lo harías, porque no puedes, porque yo quiero que me toques ahí, quiero que me ames…
—Lo hago. —eso fue un pequeño murmullo pero era cierto, él amaba a Harry, y sorpresivamente su corazón se aceleró en su pecho. Él sostuvo su aliento, esperando al darse cuenta de que había encontrado su lugar— Lo hago, Harry, —le dijo, cuando su novio no respondió— Te amo, y sé que probablemente es demasiado pronto para decir esto pero…
—No lo es, —le aseguró Harry.— Dios, Louis , lo he querido decir desde el primer momento en que me besaste, también te amo.
-----------------------------------
Hola.
Perdón por la tardanza.
Espero que les guste:)
Gracias por leer la novela.
Invitado
Invitado
Re: Power Play (Larry Stylinson)
ay dios mío de mi vida de mi alma y de mi corazón, puede ser este capítulo más perfecto?¿?¿?¿ socorro qué bonito fue todo y bueno acaba de empezar parece ay louis es un bebé chiquito que no quiere hacerle daño pero harry esta muertito por hacerlo y ahora sabe lo que le hizo el hijo de puta de jared ha sido tan precioso y ya le ha dicho que le ama y harry también :) de verdad este fic es más que bonito me encanta muchíiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiisimo
inmaaamlg
Re: Power Play (Larry Stylinson)
Jared fue un terrible hijo de puta con el. Pero la historia no va a repetirse esta vez.
Dios, son muy tiernos, ya estan tan enamorados y son muy lindos.
Y no puedo creer que cortaste el capitulo justo ahi! JAJAJ
Seguila pronto por favor, bye!
Dios, son muy tiernos, ya estan tan enamorados y son muy lindos.
Y no puedo creer que cortaste el capitulo justo ahi! JAJAJ
Seguila pronto por favor, bye!
Invitado
Invitado
Re: Power Play (Larry Stylinson)
Adoro la actitud de Harry, él va a ser el punto de apoyo para que Louis sane de esa terrible experiencia que vivió. Ellos juntos lograrán superar las barreras físicas y psicológicas. Me encanta esta historia de verdad, además que me gusta patinar. Saludos y gracias por actualizar
Pamelilla
Re: Power Play (Larry Stylinson)
Cada vez me encanta más esta historia. Ugh, detesto a Dietrich.
Annie Sykes
Re: Power Play (Larry Stylinson)
Hey, gracias por leerlo!!!inmaaamlg escribió:ay dios mío de mi vida de mi alma y de mi corazón, puede ser este capítulo más perfecto?¿?¿?¿ socorro qué bonito fue todo y bueno acaba de empezar parece ay louis es un bebé chiquito que no quiere hacerle daño pero harry esta muertito por hacerlo y ahora sabe lo que le hizo el hijo de puta de jared ha sido tan precioso y ya le ha dicho que le ama y harry también :) de verdad este fic es más que bonito me encanta muchíiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiisimo
Harry esta todo desesperado por que Louis le meta mano!!
La sigooo
Invitado
Invitado
Re: Power Play (Larry Stylinson)
Ah, lo de jared, si el wey ese es un hijo de puta.Debby escribió:Jared fue un terrible hijo de puta con el. Pero la historia no va a repetirse esta vez.
Dios, son muy tiernos, ya estan tan enamorados y son muy lindos.
Y no puedo creer que cortaste el capitulo justo ahi! JAJAJ
Seguila pronto por favor, bye!
Son bien melosos!!!
Pero ahí acaba, no es mi culpa!
La sigo
Invitado
Invitado
Re: Power Play (Larry Stylinson)
Entre los dos se estan ayudando!Pamelilla escribió:Adoro la actitud de Harry, él va a ser el punto de apoyo para que Louis sane de esa terrible experiencia que vivió. Ellos juntos lograrán superar las barreras físicas y psicológicas. Me encanta esta historia de verdad, además que me gusta patinar. Saludos y gracias por actualizar
Hey, que bueno que te guste, ¿sabes patinar? yo soy un asco, acá en Culiacan hace algunos años que pusieron la pista y eh ido como 2 veces, y cada vez que voy salgo con muchos moretes, me caigo a cada rato:(
La sigoo
Invitado
Invitado
Re: Power Play (Larry Stylinson)
Hey, muchas gracias por leerla!!!:))))Annie Sykes escribió:Cada vez me encanta más esta historia. Ugh, detesto a Dietrich.
Invitado
Invitado
Capitulo 8.
De algún modo, Harry logró que regresaran a donde estaban antes de que Louis se alejara. Él no estaba completamente seguro de lo que estaba haciendo. Nunca había ido tan lejos, excepto en sueños, pero su cuerpo reaccionaba ante Louis y sus manos parecían saber justo dónde tenía que tocar, sus labios justo dónde besar. Cada suspiro, cada gemido, cada jadeo repetía las palabras de Louis, Te amo… Harry las oía en el roce de la piel, las sentía en los labios que rozaban su cuello, y en las manos que se deslizaban por su abdomen. Te amo. Harry nunca imaginó que diría las dulces palabras y las murmuraba una y otra vez dentro del cuello de Louis, besando las palmas de la mano de su novio. Imaginaba que las palabras eran como agua que lavaba todo: el dolor y el daño que estaba atrapado dentro del corazón de Louis, y su lengua lamía su clavícula, su pecho y sus pezones, como si lo limpiara de todo lo anterior, iniciando un nuevo comienzo, poniendo todo de su parte. Te amo.
Sus erecciones ardían vivas presionándose entre sus cuerpos, él frotó la carne y Louis bajó su mano entre ellos, aferrando a Harry en su mano, apretando y masajeando hasta que su novio se arqueó contra él. —¿Tienes alguna loción? —murmuró Louis, enderezándose. Confundido Harry asintió, palpando la mesa situada al lado de la cama, abrió el cajón y extrajo un pequeño tubo de crema para las manos. Se la dio a Louis; su novio la abrió mientras se reía.
—Masturbación Jergins, —dijo, sonriendo mientras vertía una pequeña cantidad en la palma de su mano— Vas a amar esta cosa.
—Sin aroma, —señaló Harry. Alejó el tubo de nuevo y trató de cerrar el cajón, pero se trabó y él no iba a perder tiempo peleando con la maldita cosa ahora— No me gusta esa mierda floral que no se quita, ¿sabes?
Con otra risa, Louis frotó la loción entre sus manos, distribuyéndolas entre ellas. Entonces, tomó el pene de Harry de nuevo, sus lubricados dedos se deslizaban sobre la dura piel fácilmente. La otra mano encontró su propio grueso eje, y trabajó en ambos manteniendo un ritmo constante, viendo a Harry acercándose. Con cada caricia, deliciosos temblores recorrían su cuerpo, se apoyó en su espalda y cerró los ojos, murmurando entre gemidos el nombre de Louis mientras él deslizaba sus manos arriba y abajo de su eje. Esos dedos se dirigieron a sus bolas frotándolas en suaves círculos, acariciándolo, masajeándolo cariñosamente, y cuando uno de sus dedos se deslizó dentro de él, Harry gimió, tensó sus músculos, tratando de mantenerlo dentro, donde él estaba caliente y apretado y se sentía tan asombrosamente bien. —Louis, —jadeó, tratando de llevarlo más allá— Oh, Jesús, Louis, por favor. —Eso era mucho mejor que el intento de mamada sin entusiasmo de Nick.
Pero Louis sacó el dedo, y regresó su atención a su pene y a sus doloridas bolas, trabajando en ellas, hasta que estuvo seguro de que se correría en cualquier momento, se cubriría con sus propios jugos y esto acabaría. Él se empujó dentro de la mano de Louis, duro y rápido, su trasero se levantaba de la cama con cada empujón, hambriento por liberarse. Una mano agarraba con un puño las sábanas y la otra la camisa de Louis que seguía abierta sobre sus bóxers. —Ven aquí, —suspiró Harry, luchando por enderezarse un poco. Él quería su caliente boca en la suya, esa suave lengua dentro de él, ese dulce sabor de los labios.
Como si leyera sus pensamientos, Louis se inclinó hacia él y se encontraron en un desesperado beso. Louis se montó a horcajadas sobre Harry, y entrelazó sus manos formando un círculo alrededor de sus generosos penes. Con cada empuje se frotaban uno contra el otro, las puntas golpeaban los dedos de Louis, y sus bolas chocaban juntas. Louis lo besaba, gimiendo en sus labios, sus manos apretaban las erecciones, sus caderas sobre las suyas. Harry acunó la cara de Louis con ambas manos, sosteniéndolo cerca, su trasero se arqueaba una y otra vez. Él aún notaba la sensación del dedo que había estado en su interior, rodeándolo, deslizándose dentro, y cuando Louis se corrió en una caliente explosión, Harry no tardó en seguirlo. Otro empujón, dos y las manos de Louis se llenaron con los jugos mezclados y se besaron perdidos en la urgencia de su pasión, hasta que sus bocas descansaron en sus mejillas, con la respiración jadeante, esperando que el latido de sus corazones regresara a la normalidad. —Te amo, —murmuró de nuevo Louis, besando la oreja de Harry— Nunca lo había dicho antes.
En respuesta, la boca de Harry encontró la suya.
----------------
Louis no quería salir a lavarse las manos. Harry no lo culpaba, lo último que quería era que su madre viera a su novio en el pasillo, todo sonriente, eso podría ser horrible. Así que Harry se quitó la camiseta y se la dio a Louis para que se limpiara los dedos antes de lanzarla al suelo. —Acuéstate, —le dijo a Harry, acunando un lado de la cama. Su propia camisa estaba desabotonada y sus bóxers abiertos, palmeando su temblorosa carne. Harry obedeció, acostándose de lado y recorriendo con su mano el suave abdomen, sobre los tensos músculos; a él le gustaba el contraste de su propia palidez contra la oscura piel de Louis. Deslizó la mano más allá, hasta tocar la tranquila carne y el grueso vello, Louis se frotó igual que un gato, respondiendo a los dedos de Harry— ¿Qué estás haciendo ahí abajo? —Bromeó Louis tomando el pene de Harry aún expuesto, porque ninguno de ellos quería dejar todavía esa intimidad.
—Sólo sintiendo, —admitió Harry. Le gustaba la sensación del peso de las bolas de Louis en sus manos, el lubricado eje que se tensaba ante su toque, el vello que se enredaba alrededor de sus dedos. Él imaginó cómo sería estar en el cuarto del hotel y no sólo a un pasillo de distancia de la cocina en la que se encontraba su madre. Allí podrían hacer más, si querían. Él podía tomar el eje de Louis en su boca, saborear la prohibida carne, sentir la esponjosa punta contra el paladar de su boca, beber el picante y salado sabor de su novio cuando se corriera. O Louis podría presionarlo en la cama, besar su pecho, abdomen y más abajo, tomar a Harry en su boca, o mejor aún, tranquilizarlo y murmurarle que todo estaba bien con cada empuje, cien veces mejor que el breve momento en que su dedo se deslizó en su interior.
Otro par de días, Harry se decía a sí mismo, mirando a los ojos a Louis mientras su mano acariciaba la tierna carne. Estaremos solos durante las competencias, y entonces lo tendré todo para mí. Sin madres que estén detrás de la puerta cerrada, sin interrupciones, nada, solos: uno con el otro. Besando la frente de Louis, Harry murmuró, —¿Cuándo necesitas entregar el dinero para la estatal?
Sólo medio interesado en la conversación, Louis se encogió de hombros. —Martes, creo, —murmuró. Sus brazos rodearon el pecho de Harry y él se abrazó más cerca— No quiero hablar de eso, ahora.
Pero la mente de Harry ya estaba girando. ¿Cómo podría Louis reunir el dinero en tres días? —Déjame pagar por ti, —le dijo. Cuando Louis suspiró, él se apresuró a explicar— Puedes devolverme tu mitad si quieres. ¿Cómo vas a pagar eso?
—Puedo trabajar tiempo extra, —le dijo Louis, apoyando su cabeza en el hombro de Harry, pero abrió lentamente sus ojos mientras pensaba acerca de lo que Harry diría si viera las matemáticas de su cabeza, tres días y qué. ¿Turnos de doce horas diarias? ¿Sería suficiente para cubrir los gastos? — Si trabajo desde que la tienda abra hasta que cierre, le pido a Bobby que me pague antes y quizás que me anticipe una semana...
—Quizás puedas dejarme pagar, —dijo Harry. Él no veía gran problema en eso, pero el que Louis frunciera el ceño y arrugara la frente le sugirió que no era una buena idea— ¿Qué?
Louis se encogió de hombros, y se acercó a Harry. Subió su pierna sobre la de Harry alrededor de la rodilla, encima de la abrazadera, y su abdomen presionó la cadera de Harry, atrapando su mano entre ellos. —Puedes devolverlo, —dijo de nuevo. Cuando Louis no respondió, Harry levantó su cara y le dio un dulce y tierno beso en los labios— Vas a ir a la estatal, —murmuró contra los labios de Louis— Voy a ir contigo. Yo tengo el dinero, lo pago y tú me lo devuelves en pequeñas porciones, cinco dólares a la semana si quieres. Shh. —Besó la protesta antes de que empezara— Nosotros hablamos de eso, ¿bien? Sin discusiones, no quiero oír eso.
—No quiero que pienses que estoy aquí por tu dinero, —le dijo Louis. Sus manos acunando la cara de Harry mirándolo fijamente con esos celestes y brillantes ojos tan reales, que le recordaban a Harry las brillantes fotografías de las revistas, ojos brillantes que pertenecían a una imagen de la televisión o el cine, no aquí al lado de él, mirándolo con esa intensidad, casi devorándolo. Quería perderse en esos ojos. Cuando ellos tuvieran sexo, él le pediría que mantuviera los ojos abiertos, como ahora, y que con cada empuje los abriera más, tomándolo más allá, tomándolo hasta lo más profundo, hasta que Louis no pudiera encontrar el camino para salir de nuevo y se perdiera dentro él— Yo no estoy aquí porque tus padres sean ricos, —Louis dijo, su voz vehemente— No quiero correr el riesgo de que creas que quiero limosnas.
Harry apretó la gruesa erección en sus manos y sonrió. —Sólo me quieres por el sexo, lo sé, —bromeó.
Pero Louis no se rió. —Para nada, bebé, —dijo, lastimosamente— Dios, no creas eso…
—Estoy bromeando, —Harry contestó besando la punta de su nariz.
—Yo no… —Louis replicó. Sus dedos empezaron a acariciar el pecho de Harry suavemente y él se inclinó hacia el toque— Harry, bebé, me gustas. Te amo, incluso eres la primera persona que sabe lo mucho que significa patinar para mí, porque te sientes de la misma manera. Finalmente alguien entiende la pista, los patines y el viento en la cara, ¿lo sabes? Finalmente encontré ese alguien que no piensa que mi deporte es una distracción y mi sueño es estúpido…
—No es estúpido. —Harry lo besó para que no pudiera decirlo de nuevo, él no quería que Louis ni siquiera lo pensara— ¿Quién dice esa mierda? ¿Bobby? ¿Dietrich? Escúchame, Louis. Tú vas a salir a la pista, vas a hacer lo que sabes hacer y no puedes perder. —Él estudió a Louis, sus ojos, su boca, y no le gustó la repentina tristeza que apareció en sus ojos, en esos profundos ojos de color azul, y esa mueca en sus labios— Voy a pagar por la estatal, ¿me escuchas? No sacudas la cabeza. Voy a pagar y vamos a ir a Atlantic City, y tú serás el maldito mejor patinador de esa pista, vas a dejar atrás a todos ellos. Irás a las regionales y a las nacionales y a la copa del mundo, donde quiera que eso sea, tú estarás ahí, ¿me entiendes? —Cubrió los labios de Louis con su pulgar para evitar su desacuerdo— Y yo estaré contigo, ¿bien? Todo el camino hacia las olimpíadas. Mientras tú me quieras…
Louis se apretó más a él y murmuró, —Nunca te dejaré ir.
Louis estaba exhausto; aunque no lo admitía, Harry pensaba que su novio estaba agotado por la carrera, pero los pasados días había tenido que hacer malabares entre el trabajo, el patinaje y su nueva relación. Ahora todo eso le estaba cobrando factura. Harry podía ver el agotamiento en las líneas de la frente de Louis cuando se acostó en sus brazos, viendo la televisión mientras Harry recorría los canales. Cada pocos minutos sus ojos se cerraban y él se obligaba a no dormir, parpadeando adormilado, sonriendo cuando miraba a Harry y acurrucándose cerca de él. —Puedes tomar una siesta. —le dijo Harry, acariciando la espalda de Louis.
Pero su novio sacudió la cabeza y bostezó. —No estoy cansado, —murmuró, con voz soñolienta. Aún así, se acurrucó en el hombro de Harry y cuando cerró los ojos, no los volvió a abrir. Su respiración se sentía caliente y lenta en el cuello de Harry.
Dormido. Harry bajó el volumen a la televisión. Esperó un momento y se enderezó cuidadosamente para no molestarlo. Su novio gemía y fruncía el ceño dormido, sus dedos se aferraban a su brazo cuando intentaba retirar la cabeza de Louis. —Shh, —murmuró Harry— No voy a ir a ningún lado.
—Harry, —murmuró. Cuando se movió, Harry acomodó una almohada en donde había estado acostado, acomodando la cabeza de Louis. Entonces retiró el cabello de su frente, se inclinó y le dio un beso en las líneas que cruzaban su frente.
Un chico dormido en su cama, su chico. ¿Cómo había sucedido eso? La semana pasada odiaba al mundo, no podía imaginar nada más odioso e improductivo y echado a perder en su vida que el estar en una silla de ruedas y ahora esto. Esto. Sus dedos se deslizaban por el cabello de Louis, era increíblemente suave, igual que el cabello de un niño, abundante y brillante, le caía debajo de sus orejas y cara. Las mejillas de Louis eran iguales a duraznos, fino vello que hormigueaba la palma de Harry, castaño y delgado en la curva de su mandíbula. Sus pestañas parecían pintadas con rímel, largas y espesas, como un millón de pestañas que Harry no podía ni contar. Las cejas arqueadas y castañas, Harry imaginó su humedecido pulgar delineando cada una de las cejas. Tan hermoso, ese chico, su chico, suyo.
Inclinándose, presionó sus labios justo bajo el ombligo de Louis, en donde un delgado camino de vello guiaba hacia debajo de los bóxers. Estaba cerca, la piel de Louis olía fuerte, un olor a almizcle y sexo y el aroma de su propio champú. Su lengua lo lamió, curioso, trazando la línea de vello que desaparecía bajo la bragueta abierta de los bóxers, y fue más allá. Él lo quería, pero Louis estaba dormido, su chico necesitaba descansar. Aún así, le costó toda la fuerza de voluntad que tenía, alejarse de la cálida oscuridad entre sus piernas. Pensó en el anterior novio de Louis y eso fue suficiente para detenerse. Sus dedos temblaban con ira mientras cerraba los bóxers, no podía creer que alguien pudiera lastimarlo de esa forma. Joder. Si él pudiera salir de esa silla, pensó, mientras abotonaba la camisa de Louis. Si él pudiera encontrar a ese bastardo, estaría muerto, simple y llanamente. En su mente podía ver a Louis moverse en la cama, luchando por liberarse. La imagen le dolía, e impotente, cerró sus manos en un puño. No, él no tocaría a Louis sin su permiso. Nadie lo haría nunca más, si él tenía algo que decir.
Él es mi chico, pensó, frotando la pierna de Louis, sintiendo el vello erizarse con su toque. La semana pasada él odiaba a todo el mundo y ¿ahora? Ahora estaba enamorado, ¡enamorado! Aún no estaba seguro de cómo había logrado llegar tan lejos, no sabía por qué había sido tan sorpresivamente tan afortunado... pero seguro como el infierno que él no se quejaba.
--------------
Un momento después la madre de Harry tocó la puerta, tan fuerte que amenazó con despertarlo. Harry, vestido de nuevo, estaba frente a la computadora y Louis en la cama cubierto con los cobertores. Cuando la silla de ruedas rodeó la cama, su novio murmuró algo incoherente y se cubrió con los cobertores hasta la cabeza. —¡Madre! —Harry siseó, abriendo la puerta para que ella no volviera a tocar— Jesús, él trata de dormir.
—No lo sabía… —empezó ella.
Harry tomó la ropa que ella llevaba, lavada y doblada y aún ligeramente caliente debido a la secadora. —Bueno, ahora lo sabes, —murmuró. Cuando ella trató de entrar al cuarto, él bloqueó el camino con la silla de ruedas— ¿Qué? Está dormido. —Prácticamente le cerró la puerta en la cara.
Dejando la ropa a los pies de la cama, Harry regresó a la computadora en donde estaba trabajando en el sitio web de Louis. No podía creer que su madre llegara de esa forma. Ellos tendrían que hablar si él iba a quedarse aquí, porque Louis era parte de su vida ahora y él no iba a permitir esas interrupciones, no cuando su chico estuviera aquí. ¡Ella realmente se había atrevido a entrar en el cuarto de baño! Harry no lo hubiera creído si no fuera porque ella solía hacerlo también con él cuando era joven. Sí, definitivamente tenía que hablar con ella sobre eso.
Pero no ahora, él estaba ocupado con Louis aquí. De regreso a su puesto, pensó en sacudirse de su cabeza la irritación. Tenía muy buenas fotografías de los cuartos de final, le gustaba una en particular, donde Louis estaba cruzando la línea y Dietrich a la derecha detrás de él, la cara del otro chico contorsionada por el malestar y la ira. Esa iría al frente de la página. Harry pensó que era genial.
Revisaba la lista de cosas que había hecho mientras Louis dormía, cosas que él quería hacer en el sitio web antes de la competencia estatal. Ya había enviado un e-mail a las estaciones de radio y televisión locales, con la información del desempeño de Louis en la pista esta mañana, así como con algunas fotografías y un enlace del sitio. Quizás uno de los reporteros podría mencionar el sitio web en su artículo, generando algo de interés. Entonces quizás alguna compañía de la ciudad podía ofrecerse a financiarlo durante las competencias… —Hey sexy.
Harry se giró y encontró a Louis mirándolo cubierto con los cobertores. Con una sonrisa, le preguntó, — ¿Ella te despertó?
—Ven aquí, —Louis le dijo en respuesta. Para enfatizarlo se deslizó en la cama para dejarle sitio y abrió los cobertores, exponiendo el espacio vacío— ¿Quién te dijo que podías salir de la cama?
—Estoy ocupado, —contestó Harry. Esperaba que sonara tímido, cuando lo dijo. Desde la esquina del ojo vio que Louis frunció rápidamente el ceño y se rió— Estoy trabajando en tu sitio Web.
Louis suspiró. —Harry…
—Ella te trajo tu ropa, —le dijo. Él se rió de nuevo, le gustaba esa conducta, la frustración que cruzó la cara de su novio, necesitaba oírla en su voz. Decidió que le gustaba tener a alguien a quien amar, a quien besar, y sostener, y con quien hablar, bromear y acurrucarse. Eso es lo que él siempre había querido, lo que a él siempre le asustó buscar porque estaba seguro de que nunca lo encontraría. Ese confortable aire, esa camaradería, ese amor. Asintiendo se giró hacia la cama, y le dijo— La dejó aquí, por si quieres vestirte.
—Eres descortés, —Louis declaró. Se giró de lado y llevó los cobertores hasta el mentón, dejando que sus ojos se cerraran como si fuera a dormir de nuevo. Entonces gimió el nombre de Harry tan fuerte, que éste alcanzó el control de la televisión y subió el volumen para cubrir los sonidos— Ven aquí.
—Louis, —Harry advirtió— Mi madre…
Sorpresivamente Louis sacó una mano de sus cobertores y los bóxers colgaban de su dedo. Lo que fuera que iba Harry a decir, se quedó en su seca garganta. Mi Dios, él pensó, mientras veía cómo Louis los dejaba caer al suelo. Sin bóxers, sin pantalones, sin NADA y había dormido ahí. La camisa de franela le siguió y la idea de Louis desnudo, total y completamente desnudo en su cama, fue suficiente para que Harry olvidara lo que iba a hacer en la página Web. —¿Ahora quién está siendo descortés? —le preguntó, girando la silla lejos de la computadora. Si él pudiera caminar ya estaría en la cama enterrado entre esas sábanas igual que un pirata buscando un tesoro.
Con una risa, Louis se deslizó a un lado de la cama, sosteniendo los cobertores en su cintura con una expresión de modestia. —Oh, eso no es justo, —Harry le dijo, colocando el freno de su silla. Louis mantuvo un ojo en Harry cuando dejó caer los cobertores durante un seductor momento; él estaba hermoso, medio duro seduciéndolo, su piel casi dorada con la luz.
Harry subió a la cama, cuidando sus piernas. —Ahora, ven aquí, —le dijo, pero Louis se rió y sacudió la cabeza, cuando él buscó su ropa interior, Harry la sostenía reacio a dejarlo— Louis…
Inclinándose, Louis besó la cima de la cabeza de Harry rápidamente. —Dios, eres lindo, —le dijo, sus dedos tratando de quitarle sus bóxers— Cuando estemos solos, el fin de semana…
—Estamos solos ahora, —Harry puntualizó. Envolvió sus brazos alrededor de la cadera de Louis, sus manos se curvaron alrededor del firme culo de su novio, encontrando un lugar que hizo que Louis gimiera— Querías que regresara a la cama, —señaló— Aquí estoy.
Louis se movió para recuperar los bóxers que sostenía Harry. Una vez que su desnuda carne estuvo cubierta, se puso su camiseta, y le siguieron sus pantalones de algodón. Entonces se acostó a los pies de la cama, y se apoyó en un brazo frente a Harry. Cuando besó su rodilla, sintió el calor de los labios a través de los jeans. —Eres diabólico, —le dijo, frotando con su mano el interior del muslo de Louis— Eso es lo que haces...
—Tú estarás caminando pronto, —Louis le dijo— Si eso no es un incentivo…
Invitado
Invitado
Página 10 de 11. • 1, 2, 3 ... , 9, 10, 11
Temas similares
» Larry y Elounor- Novela Larry Stylinson
» 50 Sombras de Stylinson [Larry Stylinson]
» Larry's 20 days of sex {Larry Stylinson} OS
» Do Not Play Me, I Play Better (Liam Payne y tú)
» {sparkles} -maje
» 50 Sombras de Stylinson [Larry Stylinson]
» Larry's 20 days of sex {Larry Stylinson} OS
» Do Not Play Me, I Play Better (Liam Payne y tú)
» {sparkles} -maje
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
Página 10 de 11.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.