Re: Power Play (Larry Stylinson)

por **Annie Sykes** Miér 09 Abr 2014, 9:11 am

Siguela :c. No es culpa de Harry, el quería ir...pero yo creo que Louis entenderá. Louis me da mucha ternura aquí.

por Invitado Vie 11 Abr 2014, 12:53 am

Debby escribió:Las cosas entre ellos dos son tan lindas y empalagosas, es hermoso.
Pero por otro lado, la situación de Harry sigue siendo muy triste, y es super frustrante para el no poder hacer nada al respecto :(
Seguila pronto por favor, bye ♥

Son bien cositas *.*
Harry, me muero de tristeza con el.
Ah la sigo

por Invitado Vie 11 Abr 2014, 12:54 am

inmaaamlg escribió:ay dios pobre Harry cuánta impotencia, y pobre Louis cuando vea que Harry no volvió...=( qué bonita es esta historia de verdad, cada capítulo me gusta más y no sé si te lo he dicho alguna vez pero amo profundamente tu forma de escribir cómo narras la historia y todo todo todo, da gusto leerte. :bye:

Hola, meh esta historia no es mía, es adaptada:)
Pero si, es linda!
Saludos

por Invitado Vie 11 Abr 2014, 12:55 am

ElectricBlue13 escribió:Me encanta la relacion entre Harry y Lou son demasiado tiernos y se cuidan y asdfgjhjg pero es tan horrible lo que le paso a Harry.Yo se que al final va a poder caminar :(
Liz te odio por esto y me las vas a pagar(? Okay seguila,besitos

ahahahah, me odias *.*
Pero es odio bueno o malo?
AHAHAH, son bien cositas esos dos!

por Invitado Vie 11 Abr 2014, 12:56 am

Blue sky escribió:Bueno, en realidad esta vez no se que poner
solo, bueno tu sabes te da impotencia ahora imagínate a el

Lo se, es triste la situación.

por Invitado Vie 11 Abr 2014, 12:56 am

Annie Sykes escribió:Siguela :c. No es culpa de Harry, el quería ir...pero yo creo que Louis entenderá. Louis me da mucha ternura aquí.

Ah, me matan de ternura estos dos:)

por Invitado Vie 11 Abr 2014, 12:57 am

La pista comenzaría a llenarse pronto después de que el equipo de hockey dejara el hielo. Louis tenía cuarenta y cinco preciosos minutos para él solo antes de que los miembros del club de patinaje empezaran a llegar al círculo alrededor de él. Eleanor y sus amigas, ellas se reirían mientras seguirían a Louis.

Pero él era más rápido que todos ellos, y él patinaba alrededor de la pista una y otra vez. Ni siquiera las vería, realmente; todo lo que él vería sería el hielo y el marcador, todo lo que él sentiría es la sangre bombeando en sus oídos, el corazón palpitando en su pecho. Él estaba ahí por velocidad y trataría de ver cuántas vueltas podría hacer antes de estar totalmente agotado. Él había hecho cuatro vueltas y media en dos minutos, su mejor tiempo en 500 metros. Si se mantenía así, podría dar otras dos vueltas antes de sentir que le dolía el costado, pero él se presionaría más allá, aumentaría el tiempo, disminuirá en las curvas y recuperaría otro segundo en las rectas, estaba haciendo un tiempo asombroso.

Débilmente era consciente de que había otros patinadores entrando en la pista y que la multitud ya empezaba a llegar a ver la práctica, y en ese momento vio a Harry irse, pero él estaba enfocado en su deporte, en el hielo delante de él, el calor recorría sus piernas. En su mente ya era el ganador de la carrera de mañana, él iría a la estatal. No había duda de eso.

Diez vueltas y empezaría a disminuir la velocidad un poco. El hielo estaba lleno de gente ahora, más y más patinadores llegaban a patinar temprano. Para su vuelta número quince, él ya estaba rodeado de los patinadores más lentos, perdido en el momento, para distraerse. Él no se distraía fácilmente.

Después de veinte vueltas, había terminado. Podría regresar al hielo una vez que se calmara y los miembros del club de patinaje se fueran a sus casas. Harry debería regresar para entonces. Vio el reloj arriba de la pista y vio que era poco después de las diez; si, Harry debería estar de regreso en que, ¿otra hora? Él no podía esperar tanto.

Mientras guardaba los patines en su caja, oyó la voz de Wil Dietrich detrás de él, riéndose con otros patinadores. Era una risa que lastimaba sus oídos. Entonces la palabra marica era igual a un desafío que rogaba por ser contestado. Marica. La mandíbula de Louis se tensó con la ira y cubrió las hojas de sus patines tan duro que rasgó la pequeña hoja de plástico.

Pero él no se iba a arriesgar a una pelea. Él era mejor que eso. No acostumbraba pelear con alguien como Dietrich, que solo buscaba una excusa para que suspendieran a Louis del club, y esa era la manera más fácil para lograrlo, una pelea en la pista. Ellos eran patinadores de velocidad no jugadores de hockey. Una pelea y él seria descartado para la carrera de mañana.

Entonces Dietrich tomaría su lugar en la estatal, y se irían sus sueños. No, él no iba a caer en eso.

Dentro de su maletín, Louis metió su chaqueta de piel y se rehusó a ver alrededor. Casi podía imaginar a Dietrich detrás de él, esperando que se girara, esperando por una oportunidad para decir la palabra de nuevo, y ver el efecto que causaba en Louis. Si él sólo no tuviera tanto que perder tomaría al tipo, pero al ir contra Dietrich y uno o dos de sus amigos sabía que no sería una pelea justa, y él era más inteligente que eso. Sabía que lo sobrepasaban en número, él conocía a los alborotadores cuando los veía, sabía cómo evitarlos, y no le asustaba correr si era necesario. Tenía un plan, y lo lograría. Ganaría los cuartos mañana, ganaría la estatal, y ganaría la medalla de oro en las olimpíadas dentro de cuatro años, tenía más que perder que cualquiera de los que estaban aquí. Él tenía que mantener eso en su mente. Que lo corrieran de un club de patinaje por una pelea con un ignorante intolerante no era algo que haría. Eso no aparecería en su registro.

Así que el ignoró a Dietrich, pero cuando oyó el inconfundible ruido de otros patines detrás de él, se tensó ante otro odioso comentario. Sólo que no sería de Wil esta vez, era Eleanor quien decía, —Dos cinco. Eso te mata, Louis.

Sonrió sobre su hombro, buscó a Dietrich en la pista. Vio al otro patinador en el área de calentamiento que ellos llaman scrimmages, una informal área alrededor de la pista, usada sólo por los corredores, estaba con un puñado de amigos tratando de ser mejor que los otros. Manteniéndose lejos de Louis y su tiempo, viendo a Eleanor por primera vez, ella tenía los ojos más abiertos, su cara brillaba con un poco de sudor. Louis sonrió avergonzado y murmuró —Gracias. —No pensó que nadie le hubiera cronometrado en la pista.

La sonrisa de Eleanor brilló, Louis asintió viendo hacia dónde estaba Harry, y le preguntó, — ¿Viste cuando se fue mi amigo?

—¿El chico en la silla de ruedas? —Eleanor preguntó.

Louis frunció el ceño ante eso, eso sonaba de alguna manera cruel. El chico es mi novio, debería decirle. Todavía no podía creer haber encontrado finalmente el valor de besar a Harry ayer, pero maldición, él se alegraba de haberlo hecho. Quería saber en dónde se encontraban ahora. Mi novio. Ya era más para él de lo que incluso fue Jared. Moviendo su trenza, Eleanor sacudió la cabeza. —¿Él va a regresar?

—Debería, —Louis dijo. Realmente no se sentía con deseos de charlar, pero cuando se sentó en la banca, ella no esperó invitación y se sentó a su lado, lo suficientemente cerca para estar en la orilla de su chaqueta. Él la vio indiferente mientras subía la pierna en el barandal y señalando hacia el hielo, le preguntó—¿Corriste hoy?

Eleanor sacudió la cabeza. —Estoy esperando a calentarme para empezar, —le dijo.— Necesito practicar. ¿Viste que quedé en los cuartos?

Realmente no, él no sabía de eso, pero Eleanor era una de las chicas más rápidas en el grupo C, así que no le sorprendió. —Eso es bueno, —dijo, quitándose la correa del casco de debajo de su mentón. Cuando se quitó el casco pasó su mano por su cabello, y dolorosamente vio que ella lo veía con los ojos más abiertos. Él sabía lo que ella estaba pensando. Harry por favor, rezó, viendo el reloj de nuevo. Si él no estaba aquí, Louis no podría librarse de Eleanor fácilmente. ¿Qué es lo que podría decirle a ella ahora?

Otra hora, entonces él estaría con su chico de nuevo. No faltaba tanto.

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Para un cuarto para las doce la pista volvió a vaciarse, el agotamiento del día hacía que los corredores regresaran a sus casas. Louis levantó la vista a las gradas y estaban vacías, se preguntaba dónde estaba Harry. La terapia sólo dura una hora ¿verdad? Y él dijo que regresaría, bien, dijo que trataría, quizás fue demasiado para él, quizás él se sintió agotado y no se sentía bien para regresar a la pista hoy. ¿Cómo podría Louis saberlo?

Él podría llamar a su casa, ver si Harry estaba ahí. Sólo decirle que entendía que no pudiera regresar, sabía lo que la terapia lo podía debilitar. Cuando él se cortó el brazo el terapeuta quería que ejercitara sus músculos, escribiendo su nombre una y otra vez, hasta estar seguro que los puntos en su piel se cerraron apropiadamente. Simplemente sostener el lápiz era agotador. Si las piernas de Harry se sentían como eso, Louis sabía que él no regresaría.

Aún así, quería hablar de nuevo con él. Unos minutos en el teléfono ¿Qué daño le harían? La pista no estaba completamente vacía aún, podía tomar un rápido descanso, correr a los teléfonos del vestíbulo, llamar y regresar a tiempo, quizás todo el mundo ya se habría ido. Mientras él veía a Eleanor en el scrimmage un par de chicos del grupo A se reían mientras él recorría la pista a un lado. Dietrich se inclinó contra el barandal, hablando con Pennock pero viéndolo. Louis ignoró la fija mirada y oyó murmurar maldiciones por lo bajo. Marica, aún oía la palabra. Él oyó a Dietrich reírse. Desde la esquina de su ojo, vio que le daba un codazo a Pennock, asintiendo hacia él. Mientras él se apresuraba a terminar otra vuelta, los dos patinadores estaban entrando a la pista. Viéndolo. Acercándose hacia él.

Louis no quería saber por qué.

Cubrió las hojas de sus patines, y se puso sus pantalones deportivos, cubriendo sus piernas de nuevo. Podía irse ahora, realmente. Había hecho lo que necesitaba durante la práctica de esta mañana, era todo lo que necesitaba. No podía seguir aquí, no si Dietrich continuaba buscando pelea. Su corazón se aceleró en su pecho cuando Pennock subió al barandal al final de la pista. Cuando Dietrich le decía algo y veían hacia Louis riéndose, era tiempo de irse.

En el nivel más bajo de la pista se encontraba el pasillo hacia el área de vestidores y duchas, estaba demasiado vacío ahora para el gusto de Louis. Los oficiales del club de patinaje se habían ido ya, quedando sólo un puñado de patinadores, ni uno detendría a Dietrich de hacer algo si encontraba a Louis solo. No es que le preocupara a Louis, no lo hacía, se decía a si mismo que él podría enviar al infierno a Dietrich y a Pennock también, si tenía que hacerlo. Pero él no iba a darles esa oportunidad. ¿En los vestuarios, sin testigos? ¿Donde Dietrich pudiera reclamar que Louis lo empezó?

No, él no le iba a dar al imbécil la satisfacción de ver que lo corrían del club. En lugar de dirigirse a los vestidores, Louis tomó su bolsa sobre su hombro, y brincó el barandal para subir las gradas. Mientras deslizaba las piernas del otro lado vio la expresión de ira en la cara de Dietrich... sí, el chico tenía clavada en su cara sus intenciones. Una pelea en los vestuarios en donde nadie pudiera ver, con Pennock ahí como testigo para corroborar su historia, eso es lo que él planeaba y Louis no iba a seguirle el juego. Mierda, Louis pensó, apurándose hacia las puertas dobles que aún seguían abiertas. Hay mejores cosas que hacer hoy que estar con un imbécil como tú.

Le gustaría saber qué estaba haciendo Harry, estaría mintiendo si dijera que no estaba preocupado, y sólo hablar con su chico de nuevo lo tranquilizaría. Su chico, no podía creer lo que le gustaba eso, y eso fue tan rápido, también. Cada chico que hubiera visto en el camino, Jared y Bobby y todo el mundo entero, desaparecía. Solo estaba Harry, y era todo lo que Louis necesitaba.

Oyó pasos, apurándose, y él no tenía que voltear para saber que era Dietrich. Aumentando el ritmo, Louis comenzó a buscar su dinero en el bolsillo mientras veía alrededor buscando un teléfono, seguramente habría alguien en ese nivel, cerca de la oficina de los boletos, ¿quizás? ¿Cerca del elevador? Cerca…

Repentinamente se dio cuenta que ese nivel también estaba vacío. La chica de los boletos se había ido, la caseta estaba vacía. Alguien hacía ruido en el corredor, quizás un empleado de limpieza, pero Louis no había visto ninguno, estaba solo con los dos chicos detrás de él, acercándose, tenía que admitirlo.

Entonces olvidó el teléfono. Olvidó el hielo, olvidó la práctica, olvidó todo tratando de lograr salir de ahí mientras pudiera. No necesitaba ser echado del equipo por una estúpida pelea. ¿Y qué si las cosas salían de control? Él no iba a ser otra estadística. Había llegado demasiado lejos a pesar de los duros chicos de la calle para permitir que un rico imbécil como Dietrich lo saque. Tenía mucho en juego en la carrera de mañana y no correría riesgos ahora.

Cruzó el vestíbulo con pasos firmes; no demasiado rápidos, no quería que pareciera que estaba huyendo, pero tampoco perdía el tiempo. Oyó los pasos de Dietrich sobre el linóleo y oyó la risa de Pennock de nuevo. Las puertas de vidrio estaban al frente, el estacionamiento. El autobús debería de pasar en cualquier minuto...

Empujó las puertas de vidrio, duro, y el brillante sol lo golpeó, se levantó el cuello contra el aire frío. —¡Hey Tomlinson! —Dietrich le gritó, empujando las puertas detrás de él—. ¿A dónde vas solo?, queremos hablar contigo.

Sí, correcto, Louis estaba muy seguro que él no quería oír nada de lo que Wil Dietrich pudiera decir. Encogiéndose en su chaqueta comenzó a cruzar el estacionamiento, vio al autobús a algunas cuadras, gracias Señor.

—¡Hey, Louis!

Dietrich estaba demasiado cerca y Louis lo vio sobre su hombro, vio con miedo la dura mirada del otro patinador. Dietrich podría tomar uno de sus brazos, Pennock el otro, ellos se verían sólo como tres amigos caminando hacia el Corvette que el padre de Dietrich le dio por su graduación.

Entonces ellos dos lo llevarían hacia atrás y lo patearían y gritarían mientras se reirían; sería diversión para ellos. Diversión. O lo llevarían en el automóvil a algún lugar aislado, el bosque en las afueras de la ciudad, o en un callejón cualquiera, un lugar en donde ellos lo golpearían o usarían las cuchillas de sus patines para cortarlo. Divertido cuando lo dejaran solo y desangrándose gritando por ayuda.

—Vamos, Tomlinson, —Dietrich siseó, alcanzándolo. Sus dedos rozaron la manga de la camisa de Louis, eso era todo lo que necesitaba para ponerse en acción. Liberándose, corrió cruzando el estacionamiento, no le importó quién lo viera, él era rápido y lo sabía, siempre había sido más rápido que los otros, siempre. Oía los gritos de ira detrás de él; eso les sorprendió. Dietrich no pensó que él correría; y entonces sentía el viento en sus oídos, el tranquilo día a su alrededor, los chicos apurándose a alcanzarlo, el chillido de los frenos de aire del autobús que lentamente se acercaba. Su corazón acelerado, en su mente giraban imágenes de él viendo la cara de Dietrich, imágenes de él mismo tirado en un charco de su propia sangre, mientras los otros se reían y le gritaban palabras como marica y raro, sólo porque estaba enamorado de Harry. Enamorado, si, él estaba enamorado, y que se jodan Dietrich y Pennock por hacerlo sentir ese miedo, que se jodan ambos por hacerlo correr.

Sin aliento, alcanzó el autobús justo antes de que las puertas se cerraran. La conductora lo veía desde su asiento. Ella le había dicho antes que tenía que seguir un horario, ella no podía esperarlo todo el tiempo. Es por eso que Bobby lo mantenía hasta tarde. Sólo para tener la oportunidad de llevar a Louis a casa cuando perdiera el último autobús. Louis le había pedido a la chofer que lo esperaba tres minutos en la noche, solo tres minutos, eso era todo. —Si lo hago por ti —ella dijo explotando su chicle,— tendría que hacerlo por todos. Lo siento chico. Si tú no estás a tiempo tendrás que caminar a tu casa.

Ahora, Louis se alegraba de que ella fuera tan dura, porque el autobús se alejaba evitando que Dietrich y Pennock lo alcanzaran. Hundiéndose en su asiento a la derecha, detrás del conductor, Louis vio por la ventana, su corazón golpeaba en su garganta, sus manos temblaban, de ira o de miedo, no estaba seguro. —Hay otro autobús en cinco minutos, —la chofer le dijo, como si él hubiera preguntado.— Tus amigos pueden tomar ese. Ya te dije no puedo esperar.

No son mis amigos, Louis pensó, pero no se molestó en decírselo a ella.

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Él no iría a su casa. Sólo pasearía dentro del pequeño apartamento, tenía demasiada maldita energía dentro de su cuerpo ahora y no quería estar solo. No podía ir a la tienda a reemplazar la cubierta de la hoja que desgarró ya que Bobby podría cambiar de opinión y pedirle que se quedara algunas horas, y Louis no estaba listo para renunciar a su día libre. Harry, pensó, y sabía lo que quería hacer.

Cuando el autobús se detuvo frente al sector de Harry, Louis se bajó aún con las piernas ligeramente temblorosas, no podía creer que Dietrich lo hubiera acechado; ni siquiera quería pensar qué hubiera sucedido si realmente lo atrapan.

Tendría que cuidarse a sí mismo. La última cosa que necesitaba era que lo convirtiera en una Tonya Harding antes de los cuartos, Dietrich quería sacarlo de la estatal, y no iba a permitir que sucediera.

Sin sus patines el camino hacia la casa de Harry se hacía más duro, estaba más lejos de lo que recordaba pero patinar por las calles había sido más fácil. La van de su amigo estaba estacionada en la entrada donde sospechaba que estaría y, al verla, Louis corrió de nuevo. Repentinamente él quería estar cerca de Harry, tomarle de las manos y besarlo suavemente alejando la amargura que inundaba su corazón. Subió los escalones, ‟clomp-clomp-clomp‟, tocó el timbre. Seguía sin aliento cuando la señora Styles abrió la puerta. Ella vio a Louis y le dio una dudosa sonrisa.

Observándolo le preguntó, —¿Sucede algo malo?

Louis no contestó, en lugar preguntó— ¿Está Harry? —incluso aunque sabía que estaba. Antes de que ella contestara, él agregó — ¿Podría verlo?

—Él realmente no se siente bien, —ella empezó, pero se hizo a un lado y lo dejó entrar al oscuro vestíbulo.

En el momento que se cerró la puerta detrás de él, se sintió seguro por primera vez desde que oyó a Dietrich murmurar la palabra marica al inicio de su práctica. —¿Le sucedió algo? —Louis le preguntó a la señora Styles que lo guiaba al cuarto de Harry.

Ella se encogió débilmente de hombros, y Louis tenía la impresión de que ella realmente no sabía. Ella probablemente no conocía mucho a su hijo, y Louis estaba seguro de que ella no sabía lo que él era para Harry, porque ella era el tipo de madre que no entendería el asunto. Vio sus altos y cincelados pómulos y la sonrisa que no llegaba a sus ojos. Si ella supiera lo que sucedía del otro lado de la puerta, Louis no creía que ella estuviera deseosa de dejarlos solos.

Pero ella no lo sabía, y probablemente ni lo sospechaba. Ella tocó ligeramente la puerta de Harry, la respuesta fue murmurada y oscura. —Aléjate. —A Louis le dolió en el corazón el dolor en esa voz.

—Él no está bien para recibir visitas ahora, —la señora Styles murmuró en el oscuro pasillo.

Louis frunció el ceño ante la puerta cerrada. —¿Puedo tratar? —preguntó. Solo déme algunos minutos con él, pensó, viendo la indecisión cruzar la cara de ella. Déjeme hablarle y besarle y estoy seguro que puedo hacer que su humor cambie. Claro que él no le dijo eso a ella.

Justo cuando pensó que ella se rehusaría, ella asintió y se alejó de la puerta. —Estaré en la cocina, —ella le dijo.— Por si me necesitas.

No creía que pudiera, pero le dio su más brillante sonrisa y su mente se tranquilizó un poco. Esperó hasta que desapareció por el pasillo, antes de apoyarse en la puerta y escuchar los sonidos del otro lado. Nada.

Tomó la perilla y la giró, abriendo la puerta lo suficiente para deslizarse al interior. La única luz venía de las persianas abiertas en la ventana detrás del escritorio dando una vista de las azaleas y del congelado bebedero de pájaros en el patio.

Harry estaba acostado de lado en la cama dándole la espalda a Louis, acurrucado con sus piernas levantadas hacia su pecho todo lo que podía. —Te dije que te alejaras, —murmuró, mientras Louis cerraba la puerta detrás de él. Se tomó tiempo para ponerle llave a la puerta.

Sin una palabra, Louis dejó su bolsa a sus pies, se quitó la chaqueta, la dejó en el suelo, se quitó sus tenis y se arrodilló en la cama. Cuando Harry empezó a girarse, Louis envolvió la cintura y hombros de su amigo acercándose contra su espalda. —Soy yo, —murmuró, besando el cuello de Harry. Su suave cabello rozaba la mejilla de Louis.

Harry suspiró su nombre. Entrelazando sus dedos en el medio abrazo de Louis, hasta que su sien descansó contra la frente de Louis. Incluso con la poca iluminación, Louis podía ver que había estado llorando. Sus ojos estaban rojos e hinchados, sus mejillas manchadas. —¿Estás bien?, —Louis le preguntó, retirando el cabello de su caliente frente. Harry sollozó y se aferró más fuertemente.— Está bien, Harry, shh. Vas a estar bien.

Ahora no era momento de decirle a Harry acerca del acecho de Dietrich y Pennock, o del insistente coqueteo de Eleanor, o de cómo había hecho los 500 en dos minutos y cinco segundos. No estaba seguro qué decir mientras acariciaba las mejillas de Harry, limpiando sus lágrimas, sus labios encontraron los de Harry una y otra vez. Le decía que iba a estar bien, estaría bien y él caminaría, él patinaría y recuperaría su posición en el equipo, sólo tenía que esperar para verlo.

—No puedo caminar, —Harry murmuró, tomó la camisa de Louis frente a él en un puño y escondió su cara en la tela.

Louis no sabía qué decir o qué hacer, en lo único que pensó fue en sostenerlo. Hasta que las lágrimas se secaran, hasta que la respiración de Harry fuera más fuerte, hasta que lo peor pasara. Él sostenía a Harry fuerte, besando su cara, su cabello, en cualquier lugar en donde podía presionar sus labios, murmurando suavemente hasta que Harry suspiró contra él, todo el llanto se había ido. —Tú caminaras, —Louis le dijo. Cuando Harry trató de protestar, él besó el argumento de sus labios. Esa bonita boca, él se perdía en el sabor de esa lengua y mejilla, de esos labios que se perdían en los suyos.

Harry se aferraba a la camisa de Louis mientras se besaban, sus manos se movían hacia el pecho de su amigo, sus dedos acariciaban los largos de su cabello que llegaban al cuello. Fuertes besos, demandantes, anhelantes. Louis no podía creer que ese chico en sus brazos pensara en renunciar tan pronto. Nadie que llenara a Louis de esta forma podía ser débil.

Finalmente Harry se apartó, suspiró y murmuró su nombre. Veía fijamente a Louis, los lacios de su cabello que caían en la cara, y dijo, —Lo siento…

—No lo hagas. —Louis besó sus ojos, besó sus lágrimas atrapadas en sus largas pestañas.— Entiendo.

—Yo sólo no puedo, —Harry dijo, y el resto se perdió en otro suspiro.— No pude regresar hoy. Lo siento.

Louis cubrió su boca con su mano y se movió para ver a Harry abriendo más los ojos. Su piel era tan pálida, comparada con la mano de Louis. —Dije que lo entiendo, —murmuró. Besando la sien de Harry, le dijo— No tienes que explicarme bebé, en serio.

Bebé. Los ojos de Harry se suavizaron con el cariñoso término y Louis sintió que sus labios presionaban su palma. Él nunca había llamado así a nadie antes, bebé. Le gustaba cómo se oía eso, lo dijo de nuevo, —Bebé, —riéndose de cómo su boca formaba la palabra contra la frente de Harry.

Tomando la muñeca de Louis, esa que cubría su boca, frotó la humedad en la mano. —Siento que dejaras la práctica por mí— él murmuró. Cuando levantó la cara hacia Louis, había nuevas lágrimas en sus ojos.— Sé lo mucho que mañana significa para ti.

—Estaré bien, —Louis le aseguro. Él había practicado unas horas durante la mañana, eso era suficiente. Y sólo son los cuartos de final, ocho patinadores irían a la estatal después de la carrera: cuatro chicas y cuatro chicos. Él sólo tenía que ser uno de los mejores patinadores de todo el club... nada serio. Él ya se estaba preguntando cómo iba a hacer para completar el viaje la siguiente semana a Atlantic City, doscientos dólares, y por lo que estuvo hablando con Eleanor, él estaba seguro que no lo rebajarían a la mitad si iba solo.

Todo el mundo tiene un invitado, ella le dijo. La mayoría de los patinadores llevarán a sus padres o un hermano mayor, y el club de patinaje quería que alguien se responsabilice de esa manera. Louis sabía que su madre no iría, él ni siquiera se lo preguntaría, él podía oír ya su respuesta, ella tenía que trabajar y él no tenía a nadie, ni padre, ni hermana o hermano mayor, a nadie…

Sólo a Harry.

Su novio debió ver algún cambio en la mirada de Louis porque se enderezó un poco en los brazos de Louis y le preguntó —Louis, ¿qué sucede?…

Antes de que él pudiera pensar en eso, Louis lo besó en la boca y dijo, —Vienes conmigo a la estatal.

Los ojos de Harry se abrieron con la sorpresa. —La próxima semana, —Louis se apresuró a decir.— De miércoles a sábado, eso es. Puedo llevar a alguien…

—Louis, —Harry suspiró, pero había emoción en su voz, incluso cuando explicaba,— Estoy en una silla de ruedas…

—¡Ellos pueden acomodarte! —Louis gritó. Eso tiene perfecto sentido. Él quería a alguien con él y entre más lo pensaba más se daba cuenta que era a Harry a quien quería con él, a nadie más.— Ellos tienen facilidades para discapacitados, y vamos a compartir cuarto. De cualquier manera tengo que pagar por dos, ¿sabes? —Los ojos de Harry se iluminaron con la parte de compartir cuarto, él pensaba lo que Louis pensaba, era evidente en la forma en que se aferraba a la camisa de Louis. Ellos compartirían cuarto, ellos compartirían cama. Louis amaría acostarse de nuevo con un chico, sentir a alguien en sus brazos, sentir la presión de un cuerpo caliente contra el suyo mientras dormía.— ¿Qué dices? —Louis preguntó. Cuando Harry no contestó inmediatamente, él agregó— Por favor di que sí.

Harry se rió. —Yo quiero, —admitió. Apoyó su cabeza en el pecho de Louis y suspiró.— Puedo pagar mi mitad. No hay razón que pagues por mí también. Pero a mi mamá no le va a gustar. ¿Nos iríamos el miércoles?

—El miércoles próximo, —Louis confirmó. Enderezándose y apoyando la espalda contra el respaldo y frotando los hombros de Harry. Harry se movió a una posición más cómoda, sus brazos en el regazo de Louis y su cabeza en su entrepierna. Era una dulce presión que Louis casi había olvidado que existía, alguien presionándole ahí, e imaginó el compartir el cuarto de hotel, los dos acostados juntos en la oscuridad de la noche, dedos tentando, suaves besos y sin ninguna interrupción.— Puedo hablar con tu mamá, si tu quieres, —Louis sugirió. Él sabía que tenía una encantadora sonrisa que la mayoría de las mujeres no podían resistir.— Vendrás.

En su regazo, Harry asintió. —Iré, —agregó. Entonces, envolvió sus brazos alrededor de la cintura de Louis, Harry se abrazó a él fuerte y levantó la vista. Su mentón descansaba en el bulto que comenzaba a formarse frente a los pantalones de algodón de Louis, en un doloroso toque que hizo que Louis cerrara los ojos por un repentino placer— ¿Me prometes que compartiremos cuarto?

La sonrisa de Louis era promesa suficiente.

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Espero que les guste:)

por **inmaaamlg** Vie 11 Abr 2014, 6:13 am

aaaaaaaaaaaaaaay por favor!!! louis puede ser más perfecto para harry?¿?¿?¿?¿?¿ la respuesta es NO, maldito dietrich cabrón de mierda aléjate de mi louis, admiro tantísimo la personalidad de louis en este fic que ojalá yo fuera así de verdad, por dios que todo salga bien y se vayan el miércoles los dos por favor por favor por favorrrrr

por **Blue sky** Dom 13 Abr 2014, 2:54 pm

La novela, es tan, no lo se, tiene sus partes tristes y sus partes felices

ojala no le pase nada a Louis, y harry pueda caminar de nuevo

sjhgdduik

síguela pronto

me encanto

por Invitado Mar 15 Abr 2014, 4:09 am

Pero como es que cada vez se pone todo mas dulce, no entiendo, como es posible ¿?¿?
ay, son tan tiernos :'(((((((((((((((
Seguila pronto por favor! bye :)

por Invitado Sáb 19 Abr 2014, 6:28 pm

inmaaamlg escribió:aaaaaaaaaaaaaaay por favor!!! louis puede ser más perfecto para harry?¿?¿?¿?¿?¿ la respuesta es NO, maldito dietrich cabrón de mierda aléjate de mi louis, admiro tantísimo la personalidad de louis en este fic que ojalá yo fuera así de verdad, por dios que todo salga bien y se vayan el miércoles los dos por favor por favor por favorrrrr

Es bien lindo y cosiwis ah!
Saludos

por Invitado Sáb 19 Abr 2014, 6:28 pm

Blue sky escribió:
La novela, es tan, no lo se, tiene sus partes tristes y sus partes felices
ojala no le pase nada a Louis, y harry pueda caminar de nuevo
sjhgdduik
síguela pronto
me encanto

Oh, gracias por leerla:))

por Invitado Sáb 19 Abr 2014, 6:29 pm

Debby escribió:Pero como es que cada vez se pone todo mas dulce, no entiendo, como es posible ¿?¿?
ay, son tan tiernos :'(((((((((((((((
Seguila pronto por favor! bye :)

Esta novela es bien cosiwis:)
Saludos

por Invitado Sáb 19 Abr 2014, 6:31 pm

(..)

Sus palabras se disolvieron en más besos, suaves manos entraban dentro de las camisas, Harry se reía cuando Louis rozó sus pezones. —No lo hagas, —él se reía tratando de alejarse— Tengo cosquillas ahí.

Entonces se giró hacia él. Un gruñido salió de su garganta. Louis giró a Harry, montándose a horcajadas en su cadera, atacándolo con vehemencia. Harry se reía, tratando de bloquear sus manos, tratando de alejarlo, pero no podía.

Louis lo tenía atrapado. —¿Cosquilloso? —Louis preguntó, picando las costillas de Harry. Debajo de él, Harry se movía y trataba de mantener las manos de Louis fuera de su camiseta, sus dedos pellizcaron juguetonamente sus pezones— ¿Son cosquillas? ¿Seguro?

—Louis. —El nombre fue entre risas, jadeando, y su cuerpo se movía debajo de él haciéndole cosas terribles, haciéndolo que se pusiera duro por algo que él creía que no extrañaba.— Louis, detente.

Detente. Él recordó eso, de hace dos años. Riéndose y jugando de esa forma, y entonces las cosas se salieron de las manos y él había dicho detente, y Jared no lo había hecho. Él dijo no, y Jared dijo si. El recuerdo lo congeló en el lugar, su risa se alejó. Detente. Él lo hizo.

Mientras Harry jadeaba recuperando la respiración, Louis acariciaba los brazos de su novio, largos y lentos movimientos que relajaron el tenso cuerpo debajo de él. Cuando alcanzó las manos de Harry las llevó arriba de la cabeza y se inclinó hacia él, ojos con ojos, le sonrió a Harry y entonces lo besó entre sus cejas. —Me detuve, —él murmuró.

—No quería decir… —Harry empezó, y entonces la boca de Louis cubrió su labio inferior, era como un tierno puchero que luchaba por crecer— Louis, — suspiró, dándole un beso. Cuando Louis se apartaba, Harry seguía hambriento por más— No te detengas.

Con una risa, Louis le recordó. —Sólo dilo…

Harry retiró sus manos del agarre de Louis y rodeó su cuello, Jalándolo hacia él. —Shh, —murmuró, sus labios le decían a Louis más de lo que las palabras podrían. Esta vez cuando Louis deslizó una mano debajo de la camiseta de Harry él no se alejó, y Louis cuidó de no hacerle más cosquillas, él no quería que esto terminara aún, esos besos, esa suave piel debajo de él. Suavemente colocó su rodilla entre las piernas de Harry. El soporte en su pierna derecha era duro, pero cuando él se movía sobre Harry, su novio se movía debajo de él, aferrándolo entre sus piernas, gimió cuando la rodilla de Louis presionó su escondida carne en una erección que crecía ansiosa de sus besos. Louis lamió el cuello de Harry, una mano frotaba suavemente el pecho de Harry, mientras la otra acariciaba la piel debajo de su ombligo, y moviéndose, lentamente, muy lentamente, besaba el abdomen expuesto de Harry, pasando su lengua alrededor de su ombligo, mordisqueándolo entre sus dientes mientras Harry siseaba deliciosamente— Por favor, —Harry suspiró, sus dedos dudaban sobre su cierre— Louis, por favor.

Louis atrapó las manos de Harry entre las suyas y las colocó a los lados no dejando que fueran hacia la cintura de sus jeans. —Louis, —Harry sollozó, él quería eso, Louis podía sentir la necesidad radiando de él, el deseo, el hambre, era igual a la suya. Pero él no quería apresurar esto, él no quería algo rápido y apresurado que pudiera ser una cuña entre ellos pronto. Si ellos lo hacían ahora, entonces ellos iban a hacerlo de nuevo, la siguiente vez que estuvieran solos. ¿No fue así lo que sucedió con Jared? Una vez que los toques comienzan, es una caída en espiral, ellos se volvían locos cada vez que estaban juntos, ¿y a dónde los llevó eso? ¿Dónde está Jared ahora?

No, él no quería eso. Él no iba a dejar lo que sentía por Harry, sólo porque ellos estaban muy calientes para esperar. Así que besó el camino hacia arriba por el pecho de Harry, lamiendo rápidamente un pezón y deteniéndose, antes de que Harry pudiera hablar, él estaba acostado a su lado, su mano frotaba su bajo abdomen. Cuando vio a Harry, él frunció el ceño. —¿Cuál es el problema? —preguntó.

—Ninguno, —Louis le dijo. Se encogió de hombros y enterró su cabeza en el cuello de Harry y respiró profundamente su aroma. Él quería sólo acostarse así, el resto de la noche, sin ninguna preocupación.

Pero Harry se apoyó en uno de sus codos, la preocupación brillaba en su cara igual que las pecas en su nariz. —¿No quieres hacerlo? —preguntó.

Louis sabía de qué hablaba. El frente de sus jeans tenía una erección como la que se encontraba debajo de los pantalones deportivos de Louis. Los besos pueden llevarlos a mucho más, él lo sabía, estudió la enrojecida boca de Harry y sus ruborizadas mejillas. —Claro que lo quiero. —Contestó, pasó sus brazos alrededor de Harry y abrazó sus fuertes bíceps— Sólo que aún no, ¿bien? —Podía sentirlo como si se conocieran desde hace años, pero sólo habían sido algunos días, eso era todo.

Durante un largo momento, Harry lo veía, mordiéndose el labio inferior, Louis casi podía oír sus pensamientos ahora. Cuando Harry habló, sus palabras lo sorprendieron. — ¿Esto es por mi? — Él quería saber— ¿Es a causa de mis piernas?

Dios, Louis suspiró, cerrando los ojos para detener las repentinas lágrimas. El solo pensar que Harry pensara eso le causó un dolor, pero había sido difícil para él desde el accidente. Louis entendía eso. Enderezándose tomó la cara de Harry con ambas manos y se inclinó, hasta que sus frentes se tocaron y Louis pudiera sentir el calor de la piel de Harry sobre la suya. —Harry, —murmuró— bebé, no. Esto no es por eso, para nada, tú sabes eso. Me conoces.

Harry lo veía a los ojos, su mirada dudaba, él quería creer en Louis, pero la mayoría de los otros, eran tan diferentes ahora con él desde que él estaba en la silla, Louis sabe que él no confiaba en nadie de esa manera. Pero él debería de ver algo en la cara de Louis, la convicción del comienzo del amor, algo de alguna manera le decía que confiara en su chico, porque tomó las muñecas de Louis y cuando cerró los ojos lágrimas caían entre sus pestañas. —Lo sé, —murmuró. Besó la palma de Louis y sus palabras fueron un murmullo contra la piel de Louis— Es sólo… que nunca he hecho esto antes. Probablemente debería decírtelo…

—¿Por qué no? —Louis besó la punta de la nariz de Harry, que causó que abriera esos lindos ojos y le diera una deliciosa sonrisa— Puedes decírmelo todo.

Con un ligero rubor en sus mejillas, Harry admitió, —No soy exactamente un Casanova, lo sabes. Eres el segundo chico que he besado.

Louis silbó bajo, brillantemente ruborizado. —Bueno, maldición, —dijo— Gente tonta te rodea, chico. Déjame decirte que eres un infierno de buen besador. Harry se rió relajando la tensión entre ellos. Besándolo tiernamente, Louis murmuró —No quiero apurar las cosas, eso es todo. Quiero que estemos juntos todo el tiempo posible.

—Yo también, —Harry le dijo. Otro beso y lo dijo de nuevo, sus labios formaron las palabras contra los labios de Louis— Yo también.

Era difícil irse, pero Louis tenía que llegar a la tienda de camino a su casa y recoger nuevas cubiertas para las hojas de sus patines y realmente tenía que dormir algo para ser mañana el mejor.

Harry lo veía desde la puerta, ante la muy sorprendida señora Styles. Ella acostumbraba ver a su hijo poco cooperador y de mal humor después de las terapias, su niño se había reído cuando Louis empujaba su silla hacia el porche. —Ella nos está viendo, —Louis dijo, señalando con la cabeza hacia la ventana del siguiente cuarto. El lazo de la cortina estaba colocado.

—Te diría que me beses, pero podría causarle un ataque cardíaco. —Harry se rió. Aún así, él frunció el ceño, Louis estaba en el escalón de abajo y sus ojos estaban al nivel del de su novio, y estaba escrito en su cara que quería otro beso, al que le seguiría otro y otro y Louis no llegaría nunca a su casa.— Voy a esperar hasta mañana para decirles acerca de la estatal, —Harry

dijo, sólo para llenar el vacío entre ellos. Ambos estaban renuentes a decirse adiós.

Con una sonrisa, Louis preguntó, —¿Sólo en caso de que no quede?

Harry le dio un juguetón golpe en el hombro. —No hables así, tú lo harás. Aunque tenga que bajar al hielo y empujarte yo mismo, ganarás mañana, ¿entiendes eso?

—Sí, señor. —Louis prestó atención de que el enérgico saludo hizo reír a Harry— Debería irme.

—Deberías, —Harry agregó.

Aún viendo a Louis irse le gritó —¡Te veré mañana! —cuando él estaba ya en la calle, Harry levantó la mano para decirle adiós. Cuando iba a mitad de la calle, él volteó y vio a la calle y luego al camino y cuando volteó de nuevo lo único que veía era la van y la casa, él tenía que moverse, después de cuatro horas. Él había estado ahí por horas y era afortunado, quizás Bobby le dejara trabajar el resto de la noche para hacer algunos dólares extras. Los necesitaba para ir a la estatal.

Mientras el autobús se detenía, Louis se preguntaba si Harry seguiría en el porche, aún viéndolo. Debería de haberle dicho que lo llamaría después, ya extrañaba su voz. Después de las nueve, quizás si Bobby le dejaba trabajar esta noche, él podría incluso llamar desde la tienda, eso enojaría a su jefe. —¿Quién está al teléfono? —él iba a querer saber.

—Mi chico, —Louis podría decirle. Oh sí, eso podría ser realmente bueno. Pero él aún quería oír la voz de Harry de nuevo, baja y jadeante a través del teléfono. Se preguntaba si era demasiado pronto para decir que lo amaba.

Si, él mismo se contestó, mientras esperaba que el autobús llegara, era malditamente demasiado pronto. Jared nunca le dijo esas palabras, excepto cuando tenía sexo, y entonces lo hacía para poner de humor a Louis. —Vamos, —le decía, la sonrisa en su cara era igual a la de un pequeño niño que encuentra la revista play boy guardada de su padre y está tratando de coaccionar a sus amigos que hojeen la sucia revista con él. Él pasaba su mano por el frente de los jeans de Louis y apretaba su pene a través de los jeans, con una lasciva mirada de lobo— Sabes que te amo. Vamos, ya dije las palabras. Te amo, ¿Bien? ¿Entonces vamos a hacerlo ahora?

Para ser honestos, no tenía idea del romanticismo. El amor es algo totalmente diferente: es entrar en la cocina cuando tu mamá está agitando la sopa en la estufa, colocarte detrás de ella y pasar tus brazos alrededor de su cintura y oler la caliente comida que ella prepara. Dejarle unos dólares extras de tu sueldo en la mesa de la cocina así ella puede regalarse un almuerzo un día. Es tener a alguien viéndote correr, gritando tu nombre cuando cruzas la línea en primer lugar.

Amor es tomar su entrepierna y decir, —Vamos a joder. —No, eso no es amor, no importa lo que le dijera Jared. Él estaba equivocado. Hacer el amor no es sexo, para nada. En todo caso, era besarse, pasar horas con alguien, acostarse en la cama de Harry con su chico en los brazos, hablando bajo, tocándose, besándose. Nada que él hubiera hecho con Jared se acerca a eso.

A él no le gustaba pensar en Jared, pero no podía evitarlo, por el hecho de que él casi llega demasiado lejos con Harry hoy, eso no dejaba de repetirse en su cabeza igual que las vibraciones que quedan en la piel de un tambor que ha sido golpeado. Cuando ellos finalmente lleguen más allá, Louis estará escuchando por si quiere que se detenga, él no va a presionar a Harry a hacer algo con lo que no se sienta confortable. Él va a detenerse cuando su novio se lo diga, respetará cuando le diga no, a diferencia de alguien que él puede mencionar.

Pero él no lo hará, él no pensará en Jared, ¿Recordarlo? Él no lo hará.

por **Blue sky** Sáb 19 Abr 2014, 8:29 pm

Tan tierno, Louis es eso....no se puede decir más

Harry, valla que ha desarrollado muchas inseguridades, no lo culpo, probablemente yo estaría igual

siguela cuando puedas

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