Las doce rosas rojas | novela colectiva.

Lucy Clarkson & Logan Lerman. Cause I'm on top of the world.

 Mi boca clama por un dulce vaso de agua para saciarse, que se siente como un desierto en estos momentos, así que me levanto de mi cama (que aún tiene las sabanas de Hello Kitty) y camino hasta mi baño que tiene un aspecto completamente femenino. Las paredes están pintadas de un rosa pastel calmo, y toda la cerámica es de un color blanco puro. Abro los cajones que mantienen encerrados los medicamentos y millones de cremas que nunca en mi vida he usado, pero que tengo allí solo por si acaso. Según la tía Lottie, nunca en la vida me he enfermado, o por lo menos, no gravemente. Luego de sacar un vaso de los cajones, observo mi aspecto en el espejo: ojeras de un oscuro color purpura, mis labios tienen una fina capa de sangre y de la cual cae una gota que se desliza imperturbable sobre mi piel y me hacen tener escalofríos; me los he mordido mientras dormía. Mi cabello rojo sangre (que noto que combina con la gota que sigue cayendo, que no he detenido) esta enmarañado y proclama que necesito una ducha inmediatamente para que vuelva a su estado liso.

Finalmente, cedo, y abro la llave del agua. El agua sale disparada bastante rápido, así que cae un poco de esta en mis pijamas que consisten en unos pantaloncillos cortos azules y una camiseta sin mangas ajustada del mismo color. Luego, paso dos dedos remojados en agua por la lastimadura, delicadamente. Logan dice que tengo manos de seda; delicadas, suaves, hermosas y con mucho poder en ellas. No entiendo lo que significa todo esto, pero me gusta (tal vez solamente por que proviene de sus labios). Tengo manos de seda.

El labio me arde por un segundo pero la sensación desaparece por después de un minuto. Luego de terminar con la herida, decido que es momento de una ducha caliente.

Me quito la ropa lentamente, disfrutando la brisa fría que me sacude el cuerpo en tanto ya no tengo nada más que la ropa interior puesta. Enciendo la llave del agua caliente y los ruidos del agua golpeteando contra los azulejos inundan mis tímpanos. Papá solía decirme que el agua era curativa, y que el agua limpiaba todo lo malo de ti. Desde que mamá se fue, me lavo el cabello más seguido, con mero cuidado, pensando en cada gota que se desliza por mi cuerpo es sagrada. Puede sonar tonto…. Y tal vez lo sea. Pero mamá ha dejado un hueco en mi corazón, y, de alguna manera, tengo que llenarlo; pero no me gusta el alcohol, la droga o el sexo, así que yo me lavo el cabello y con él, todos mis males.

Luego de que el agua hirviendo se convirtiera ya en una temperatura normal en mi cuerpo, decido que es momento de salir. Camino lentamente fuera de la ducha, mientras miro atentamente el suelo y veo caer las pequeñas gotas de mi cabello, que algunas hasta salen rojas: el tinte está comenzando a salirse. Envuelvo mi cuerpo en una toalla blanca y salgo a mi habitación dejando pequeños rastros de agua por su camino. Corro (mejor dicho resbalo) hasta llegar a donde mi mp3 se encuentra, y de las cincuenta canciones, le doy click a la única que llama mi atención: On top of the world.

— ¿Cómo te fue a ti en en el baile, Luce?

Harry me golpea suavemente en el hombro, a lo cual yo respondo con un codazo en las costillas. Chilla de dolor y yo sonrío. La verdad, es que Harry me solía gustar. Sí, y mucho. Tuve un gran enamoramiento en él hace tres años, cuando me rendí en esperar a Logan. Salimos unos siete meses, meses en los que muchas chicas me odiaron (en especial una, la cual no recuerdo su nombre). Pero me di cuenta de que nadie nunca podría ocupar el lugar de Logan, así que terminamos. Ahora… ahora somos como hermanos.

— No he asistido a él —respondo, indiferente. La boca de Allison se abre de par en par, al igual que la de los chicos, Elena es la única que permanece calmada, ella tampoco ha asistido —. Oh, vamos. No ha sido la gran cosa, ¿verdad?

— Tal vez —me dice Louis, sacando un cigarro de su bolsillo. Por el rabillo del ojo veo a Elena hacer una mueca de disgusto—, pero ha sido la mejor noche de toda mi puta vida.

— Concuerdo contigo, hermano —asiente Harry.

— Somos tres —dice Logan. Me hiperventilo; me hiperventilo; me hiperventilo.

— ¿Co-Cómo han sido sus noches? — ¡Deja de temblar, cobarde!

— Pues…—comienza Logan— la noche ha sido mágica.

— En especial cuando vomito en tus zapatos —ironizo Elena.

Allison hizo una mueca.

— Asco.

— Diu —fue lo único que pude articular, he intente hacer una mueca como la de Aly, pero fracaso rotundamente. Claro, soy la única que vomita en los zapatos de su cita, ¡inútil!

— ¡Oigan! Se ha disculpado —suspira con un aire de enamorado y siento el calor subir por mis mejillas. Elena rodea los ojos y observa con asco como Harry le alcanza un encendedor a Louis.

— ¿Tienes que hacer eso aquí? — pregunta con asco.

— Oye, no veo a ningún profesor, mamá —se burla y ella bufa.

— Aléjate, entonces —chilla, mientras Louis enciende el cigarro. Veo por un minuto como se lo está por llevar a la boca, pero se lo arranco de las manos y lo arrojo al suelo. En un abrir y cerrar de ojos, Ally corre rápidamente hacía mi y lo pisa con sus tacones altos color cobrizo. Elena aplaude y me choca los cinco.

— ¡Eh! ¡¿Qué demonios?!

Sonrío victoriosa y Ally y yo chocamos puños.

— Nos lo agradecerás en el futuro —dice Ally, sonriendo. Louis la fulmina con la mirada.

— Ojalá sea en un fututo lejano.

Rodo los ojos.

— Eh —interrumpe Logan y todos los ojos caen en él y yo me pierdo unos momentos en sus ojos que parecen un imán para niñas tontas y enamoradas— si ya acabaron de salvarle el futuro a Louis, ¿podríamos ir a clases? Ya saben cómo es el profesor de cívica.

— Oh, sí —ríe Elena— antes de que vuelva a sentar a Harry en una silla y ponerle el sombrero que dice “burro”.

Lanzo una carcajada que se mezcla con las demás cuando recuerdo ese día.

— ¡Hey! ¡Solo sucedió una vez!

En cívica (como era de esperarse) me siento junto a Logan. Ally y Elena se sientan detrás de nosotros, y delante se encuentran Harry (que tiene puesto un gorro que dice con tinta roja “Burro”) mientras Lou se burla de él.

— Harry, dime, ¿porqué te escapaste del zoológico? —ríe Lou. Las risas resuenan en el salón.

— ¿Terminaste?  —pregunta harto Harry.

— No, espera, tengo algunos más.

Lanzo una carcajada.

— Louis sí que tiene problemas —me rio. Miro a Logan, quién esta tieso, mirando la ventana.

¿Habré dicho algo? Desde que llegamos del jardín del receso, Logan está actuando muy raro.  Ya se han de cumplir veinte minutos completos desde que regresamos y no me ha dirigido la palabra.

— ¿Logan? —pregunto un poco temerosa.

— ¿Hm?  —no aleja la mirada de la ventana. Las risas del salón resuenan en mis oídos.

— ¿Te encuentras bien? Estas muy callado.

— Oh sí… —se vuelve a mirarme— es solo… que no puedo dejar de pensar en ella.

El corazón se me parte en mil pedazos.

— ¿En quién? —mi voz apenas es un susurro, aun que aún puede escucharla.

— En la rosa. Creo que me he enamorado.

Anabelle Jones(Tomlinson)|Louis Tomlinson

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Kylie Borthomierth|Drew Van Acker

 
   Eran quizá las siete o siete y media de la mañana, y sí, iba tarde a la preparatoria pero en realidad no me importaba, me sentía fatal. El dolor en gran parte de mi anatomía era insoportable y la opresión que sentía en el pecho, a causa de todas las frustrantes y desesperantes emociones de anoche, me dificultaba la respiración. Los recuerdos de la noche anterior me carcomían por dentro, no podía creer lo que había pasado, lo había arruinado todo. Había sido tan torpe, tan frágil, odiaba cada vez que eso pasaba, lo juro.

    Suspiré y decidí levantarme de mi cama a eso de las ocho y media de la mañana, era tarde sí. Probablemente me perdería la primera hora y parte de la segunda, eso si decidía irme directo a la preparatoria, pero la verdad era que no tenía intenciones de hacerlo. No quería verlo, no quería ver Drew, con su grupo de amigos, los "problemáticos" de la preparatoria, no quería porque trataba de convencerme a mí misma que realmente no sentía nada más allá que una simple atracción.

   Ya en la ducha lavé mi cabello y todo mi cuerpo, una vez estuve lista salí del baño y me dirigí hacia mi armario. Me vestí con una camisa de cuadros rojos y negros, ancha, que llegaba hasta la mitad de mis muslos y tapaba mi trasero, lo justo, bajo esta me coloqué un short de jean decolorado y desgastado, que quedaba tapado casi a su totalidad por la camiseta, que a su vez tenía los tres primeros botones desabrochados dejando ver parte de mi corpiño negro. Mis piernas estaban cubiertas por unas medias de mallas negras y rotas que terminaban en unas viejas botas de combate negras también. Recogí mi cabello castaño en una coleta de caballo desprolija, y me miré en el espejo. Sí, esa era yo... La apariencia de una matona, la personalidad de una niñita llorona de cinco años. Y mi subconsciente no podía dejarme tranquila, hice una mueca y maquille mi rostro  lo suficiente para tapar los moretones en él. Delineé mis ojos y aplique un lápiz rojo claro, mate, en mis labios. Tomando mi mochila y mi Skate, salí de mi casa con un portazo.


    Rodando por la calle pasé en frente de la plaza en la que Drew me había besado y como si aquello hubiese sido algo muy lejano, me alejé a toda velocidad de ahí. Pasé de largo frente a la prepa justo cuando la campana del cambio de hora sonó, no me importó. Rodé y rodé hasta que me canse y fui a parar un puente olvidado en un parque lejano del centro que había sido abandonado hace mucho tiempo, ta nadie iba... nadie salvo por mí. Siempre me traía buenos recuerdos, de cuando era pequeña y aun tenía una "familia" o aunque sea algo parecido.

   El dolor de los recuerdos me quemaba por dentro y empecé a deambular como alma en pena por todo lo largo del puente, siempre mirando hacia abajo, siempre tentada a brincar, aún me preguntaba por qué no lo había hecho ya... La música atronaba mis oídos, y la pesada melodía de Nightmare me penetraba por completo mientras escuchaba y sentía que todo era demasiado real como para ser una puta canción... Miré hacia abajo y me aproximé más hacía el borde del puente...


Death (death),
Feel the fire (fire),
Feel the hate (hate),
Your pain is what we desire.

Lost (lost),
Hit the wall (wall),
Watch you crawl (crawl),
Such a replaceable liar.

And I know you hear their voices (calling from above),
And I know they may seem real (these signals of love),
But a life’s made up of choices (some without appeal),
They took for granted your soul, and it’s ours now to steal
(As your nightmare comes to life)!

You should have known the price of evil,
And it hurts to know that you belong here, yeah.
No one to call,
Everybody to fear,
Your tragic fate is looking so clear, yeah…
Ooooh, it’s your fuckin’ nightmare!

 
¿Y sí saltaba? ¿Y sí mandaba a la mierda todo el dolor? ¿Y sí mejor me iba yo a la mierda? La idea sonaba tentadora y el vacío y frío ambiente no me ayudaba a pensar con claridad. Y estoy segura de que estaba a punto de saltar, o eso creí, hasta que una mano me tomó fuertemente por el baro, arrancándome de realidad subalterna y alejándome del borde de aquello que parecía ser mi boleto de ida sin regreso de esta puta vida. Me giraron y la verdad era que no quería mirar a quien me había agarrado porque sabía a la perfección quien era, solo había una persona que en toda la magnitud de aquel parque podría saber que yo estaba ahí, justo en ese lugar, en esa zona, en ese puente, que a veces era con un hogar y un lugar donde me sentía llena y otras tantas se convertía en un lugar donde lograba desesperarme hasta tal punto que pensaba en las estupideces más grandes como saltar y morir.
 
^___ Mierda, casi no llego. ^___ gruñó su voz enojada, fruncí mis labios, y sentí como apretaba mis brazos, traté de no gimotear por el dolor pero me fue inútil. Una de sus manos fue hasta mi mentón y me hizo alzar el rostro hasta mirarlo. Mis ojos azules se toparon con aquello que, por lo general, son de un precioso color miel, pero que en este preciso momento estaban oscurecidos por la preocupación que le causaba mi decadente estado de ánimo. ^___ ¿Por qué insistes en venir aquí, pequeña Ky? ^___ preguntó con reproche. ^___ ¿Por qué insistes en soportar todo esto sola, pequeña? Sabes que estoy aquí... Ky, mírame. ^___ pidió con dulzura y frustración entremezcladas, lo miré y fruncí mis labios, no tenía respuestas a eso. No las tenía. Él ladeo su cabeza, y me miró como si fuese algo que no tuviese remedio, como si fuese algo-cualquier cosa- que te hace daño, pero que aún así quieres con todo tu corazón. Suspiró con rendición y me estrechó entre sus fuertes brazos y ahí fue cuando colapsé.
 
    Lágrimas y más lágrimas corrían como riachuelos por mis mejillas, sentados ya los dos bajo uno de los tantos árboles de aquel enorme parque, su suéter negro tenía una gran mancha más oscura en el centro, donde mis lágrimas la habían mojado. Su mano dejaba caricias lentas y tranquilizadoras a lo largo de mi cabello. Y de sus labios salía la dulce melodía de Farewell and Goodnight, él sabía mejor que nadie que esa canción me calmaba, era como un sedante para mí.
 
^___ Pequeña... ¿Estás mejor? ^___ preguntó una vez mi llanto desconsolador se convirtió en simples y muy quedos sollozos, lo miré y él se encargó de secar mis lágrimas con mucha delicadeza. Asentí a medias. ^___ Otra vez tu padre...^___ no lo dejé terminar, realmente no quería hablar de eso.
 
^___ No quiero hablar de eso Zayn... ^___ susurré y él me miró con una mueca. Sabía que desaprobaba por completo lo que mi padre hacía, y que yo no lo denunciara y que lo obligara a él a guardar silencio, mientras él veía y soportaba como yo me quebraba en mil pedazos. Sí, ese era él, mi mejor amigo, mi hermano... mi única familia, no era popular, no era un chico problema aunque tuviese la apariencia, tampoco era un nerd, simplemente no le gustaba llamar la atención al igual que a mí. Lo conocía desde hace mucho, y él me conocía mejor de lo que, incluso, yo lo hacía. Él había estado ahí durante toda la porquería que ha colmado mi vida: las peleas entre mis padres, la infidelidad y abandono de mi madre, el alcoholismo de mi padre, mi primer y único corazón roto...
 
(...)
 
   Una vez estuve mucho más calmada y que Zayn se asegurase que riese casi todo el camino de regreso, llegamos a la preparatoria, bello calvario. Sarcasmo, sarcasmo, sarcasmo everywhere... ¡Vocecita de mí cabeza volviste! Ya me había estado preguntando a dónde se había ido, con sus sarcásticos e irónicos comentarios que me hacían reaccionar. Suspiré mientras seguían comentando mis estupideces y el moreno me miro atentamente. Antes de entrar a la cafetería, porque sí, milagrosamente llegamos para la hora del almuerzo, tomó mi mano y la entrelazó con la suya.
 
    No probé bocado y gruñí con cada reproche de mi mejor amigo por no hacerlo. No pude evitar mirar a mi alrededor, me sentía de pronto observada y cuál no sería mi sorpresa al notar que esa mirada venía de parte de una rubia de la mesa de los populares. ¿Y a esta?... A mí no me mires así rubia teñida... Reclamó mi mente y sonreí mordaz ante aquel comentario de mi yo interno, la chica apartó su mirada de mí y la posó fugazmente sobre Zayn, enarque una ceja y la volví a mirar, noté como rápidamente bajaba el rostro sonrojada. Malik creo que tienes una admiradora... Reí burlonamente, llamando la atención de mi guapo amigo. Él me miró con una ceja enarcada.
 
^___ ¿De qué te ríes? ^___ preguntó con el ceño  ligeramente fruncido, me encogí de hombros y negué con la cabeza aún con la sonrisilla del gato rizón en mi rostro, el achicó sus ojos y me miró, como midiéndome solo para terminar encogiéndose de hombros y seguir engullendo su almuerzo, rodé los ojos. Cómo tragas, Malik... Burló mi menté.
 
 
(...)
 
 
  El día fue pesado, las clases no me agradan, los profesores son fastidiosos, siempre exigiéndote que prestes atención a clases, o a las estupideces que hablan, suspiré con frustración mientras caminaba por el pasillo y me consolé con la idea de que ya era el final de la jornada.
 
   Caminé hasta mi casillero y lo abrí sin mucho ánimo, miré hacia mi izquierda y era una gran ventaja para mí que Drew tuviese su casillero a muy pocos del mío, así podía verlo más seguido. Y después dices que no estás enamorada... Cállate, gruñí mentalmente y miré hacia el castaño. Él estaba en su casillero guardando sus útiles cuando llegó uno de sus compañeros, agucé el oído.  Chismosa... no pierdes una... Volví a gruñir en mi mente y fruncí ligeramente el ceño, poniéndole atención a la conversación que se desarrollaba a unos pocos metros de mí, creo que el chico había mencionado algo respecto al baile.
 
^___ ¿Y a ti como te fue Drew? ^___ preguntó el rubio, Drew sonrió y suspiró.
 
^___ Me fue bien, Luke... Mi rosa era muy divertida... algo torpe, pero era tierna y... ^___ se encogió de hombros y el rubio no perdió oportunidad para burlarse. Drew rodó los ojos. ^___ La quiero conocer... Sé que lo haré, quiero saber quién es... Y tú me vas a ayudar a averiguar quién es ella. y yo te ayudaré con la tuya... ^___ Wiu, wiu, wiu, wiu... alerta, alerta, alerta, luz roja, código rojo, emergencia, algo...¡Él quiere saber quién somos! chilló desesperada la vocecita que siempre me acompañaba. No reaccioné, me había petrificado, la simple idea de que él quisiese saber quien soy me aterrorizaba.
 
^___ No me rendiré hasta encontrarla. Sonará estúpido pero creo que la quiero. Y no la voy a dejar ir tan fácilmente. ^___ sentenció el chico, y sentí como mi corazón se aceleraba.
 

Es oficial Kylie, estamos jodidas...