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Re: decode | audiciones cerradas.
Evangeline A. Winter {Emma Roberts. || Danny Worsnop.
- ″Midnight″:
- Prólogoprimera parte.Su piel es brillante, por el sudor que recorre su frágil cuerpo y se esconde en el escote en forma de V. Tiene las mejillas sonrosadas, pero no se sabe si es por el calor que se encarga de bañar el ambiente o la mirada penetrante y seductora que le lanza el chico de ojos verdes desde una de las esquinas poco iluminadas de Midnight. Una sonrisa coqueta curva sus labios hacía arriba, mientras su dedo índice —el que tiene un tatuaje en uno de los lados—, rodea la boca del vaso manchado de pintalabios rojos. Ella se cree perfecta, quizá porque ha nacido con la combinación ojos azules y cabello rubio que le dá la apariencia de una Barbie recién sacada de la caja de plástico del Toy R′ Us o a lo mejor porque puede tener al hombre que desee con sólo aletear sus largas pestañas. Cruza sus piernas —kilómetricas como carreteras— y entreabre la poca, sensualemente a la vez que el sudor le pega a la piel el vestido rojo que se ha puesto esa noche y le remarca los senos redondos. Sus tacones negros chocan contra la barra del taburete y ella parece meditar durante unos instantes su jugada, lanzando al mismo tiempo una mirada azulada de reojo al chico de los ojos verdes que no ha perdido el contacto visual en ningún momento. Él tiene la pinta de querer acabar rápido, echar un simple polvo y cazar a la otra, en un sentido totalmente distinto al que piensa la pobre marginada que contempla atenta la jugada de coqueteo que han empleado ambos, como si se tratará de un entretenido partido de tenis muy igualado.
Ilusa —no recuerda ni su propio nombre—, siente envidia por la confianza inquebrantable que desprende la rubia de abajo. Todo en ella es sexy, incluso la forma en la que se pone en pie y hace un pequeño gesto al lavabo vacío. Ilusa sabe muy bien que está desocupado, debido a que ella ha tenido que hacerle una visita hace poco, por culpa de los incontables vasos de alcohol que se ha tomado para eliminar un frágil recuerdo de su pasado. A la chica, le ha atraído la atención el brevaje de color azul eléctrico del que sale humo, hasta tal punto que ha tomado tantos que ya no es capaz de distinguir el dos del tres. Está borracha, como una cuba y permanece sentada obedientemente en uno de los sofás negros y mullidos que se encuentran en la segunda planta de la discoteca, cerca de la residencia VIP. Hace caso a su mejor amiga —también ha olvidado su nombre—, que es la que le ha dicho que se mantenga quieta por qué va a llamar a un taxi, para que lleve a los tres a la universidad. La tercera persona es un chico, bastante atractivo, al que han conocido en la cola para entrar en la discoteca. Éste, se ha ido a por un poco de agua, para despejar a Ilusa.
La rubia se pone en pie, y camina meneando sus caderas de manera provocativa, ganándose varias miradas depredadoras de sexo masculinas. El chico de los ojos verdes la sigue, y ambos se meten en el baño. Ilusa pierde la emoción de la escena, sintiéndose apenada debido a que ya se esperaba eso. Decepcionada aparta la mirada, y se coloco un trozo de pelo sudoroso de la cara, poniéndolo detrás de la oreja. Los mechones se le escapan de la coleta alta con la que ha entrado, y ahora el sudor le transforma la piel suave en biscosa. Ilusa se balancea en el sofá, al escuchar una canción que le gusta. Su mente de ebria no la deja pensar con capacidades suficientes para darse cuenta de que es mala idea que baje las escaleras y se ponga a bailar pero como he dicho antes, está borracha y los borrachos no saben pensar. Se pone en pie, con una sonrisa sudorosa en la cara, y se tambalea a los lados. Clava las uñas en el brazo del sofá, se intenta poner en pie y tranquiliza. Cuando ve que puede serenarse y pasar inadvertida, baja las escaleras con entusiasmo y se pone a bailar al ritmo de la música. Debería de temer por su seguridad, porque cabe la posibilidad de que pierda el equilibrio y sea aplastada por la masa en movimiento, como les suele pasar a las cucarachas.
Una gota cae del techo, rueda por la fina piel de Ilusa y muere en la comisura de su labio. Curiosa, su lengua lame la gota y le encuentra un sabor hierro que le gusta, extrañamente. Una gota más cae del techo y mientras baila —una rara convinación de movimientos con la cadera y descensos raudos al suelo—, su cabeza se echa hacía atrás y la boca se abre lo suficiente para que lo que llueve del techo entre en su boca. Se ha vuelto adicta a ello. Le gusta el sabor del líquido en su boca, y el regustillo amargo que inunda su paladar con fuerza. Una sonrisa frágil se dibuja en sus labios, al sentir la vigésima gota en la punta de la lengua. Abre un ojo, lentamente. Lo primero que ve es negro. Un montón de negro en su visión que la marea lentamente, junto a flashes de color violeta malteado. Después, se distingue una mano pálida, y algunos mechones de cabello rubio claros. Una cuerda... Ilusa abre el otro ojo, incapaz de visualizar con total claridad y un escalofrío de puro terror —asco, repulsión y adrenalina— recorre su espina dorsal, haciéndola temblar.
Su piel se ha vuelto verde, o de un tono parecido, y se ve enferma. Abre la boca, y pega un chillido agudo, el cual hace que el DJ deje de pinchar música y todas las personas que se encuentran en la pista le lancen miradas envenenadas debido a que les han chafado la fiesta. Ilusa no se dá cuenta de la atención que acaba de llamar y si lo sabe, parece no importarle ya que sigue contemplando en la oscuridad del techo lo que la ha asustado. Una chica que se encuentra cerca suya también mira hacía arriba, curiosa. Lo que ve la deja traumatizada.
—¡Un cadáver!
Una marea de ojos se dirigen hacía arriba, y luego se escuchan millones de gritos y sonidos desagradables. Lo que cuelga de una de las gruesas cuerdas marrones es el cuerpo moribundo y delgado de la rubia a la que Ilusa ha estado admirando en el anonimato toda la noche. Ella se encuentra con la soga alrededor del cuello, y los ojos azules abiertos y carentes de color. Un fino hilillo de sangre roja recorre su cenicienta piel, hacía abajo, y sus labios estan abiertos en un signo de exclamación que hace pensar a Ilusa que quizá la pillaron por sorpresa. Ilusa se inclina hacía abajo, y siente la bilis ascender con rápidez hacía la laringe, y luego vomita todo lo que se encuentra en el caes que es su estómago. No está bien, claro que no está bien. Hay un cadáver sobre su cabeza, y lo peor de todo es que lo que ha estado bebiendo, es la sangre de la rubia muerta. Ilusa no sabe que hacer, está mareada. Los puntillos negros manchan su visión y pierde el equilibrio hacía atrás. Ella se ha desmayado.
Mi película favorita es sin duda el Señor de los Anillos♥ Que perfección por favor c″:
Winter.
Re: decode | audiciones cerradas.
Winter. escribió:Evangeline A. Winter {Emma Roberts. || Danny Worsnop.
- ″Midnight″:
holap, la verdad me gustó cómo escribes y es muy dramático Prólogoprimera parte.Su piel es brillante, por el sudor que recorre su frágil cuerpo y se esconde en el escote en forma de V. Tiene las mejillas sonrosadas, pero no se sabe si es por el calor que se encarga de bañar el ambiente o la mirada penetrante y seductora que le lanza el chico de ojos verdes desde una de las esquinas poco iluminadas de Midnight. Una sonrisa coqueta curva sus labios hacía arriba, mientras su dedo índice —el que tiene un tatuaje en uno de los lados—, rodea la boca del vaso manchado de pintalabios rojos. Ella se cree perfecta, quizá porque ha nacido con la combinación ojos azules y cabello rubio que le dá la apariencia de una Barbie recién sacada de la caja de plástico del Toy R′ Us o a lo mejor porque puede tener al hombre que desee con sólo aletear sus largas pestañas. Cruza sus piernas —kilómetricas como carreteras— y entreabre la poca, sensualemente a la vez que el sudor le pega a la piel el vestido rojo que se ha puesto esa noche y le remarca los senos redondos. Sus tacones negros chocan contra la barra del taburete y ella parece meditar durante unos instantes su jugada, lanzando al mismo tiempo una mirada azulada de reojo al chico de los ojos verdes que no ha perdido el contacto visual en ningún momento. Él tiene la pinta de querer acabar rápido, echar un simple polvo y cazar a la otra, en un sentido totalmente distinto al que piensa la pobre marginada que contempla atenta la jugada de coqueteo que han empleado ambos, como si se tratará de un entretenido partido de tenis muy igualado.
Ilusa —no recuerda ni su propio nombre—, siente envidia por la confianza inquebrantable que desprende la rubia de abajo. Todo en ella es sexy, incluso la forma en la que se pone en pie y hace un pequeño gesto al lavabo vacío. Ilusa sabe muy bien que está desocupado, debido a que ella ha tenido que hacerle una visita hace poco, por culpa de los incontables vasos de alcohol que se ha tomado para eliminar un frágil recuerdo de su pasado. A la chica, le ha atraído la atención el brevaje de color azul eléctrico del que sale humo, hasta tal punto que ha tomado tantos que ya no es capaz de distinguir el dos del tres. Está borracha, como una cuba y permanece sentada obedientemente en uno de los sofás negros y mullidos que se encuentran en la segunda planta de la discoteca, cerca de la residencia VIP. Hace caso a su mejor amiga —también ha olvidado su nombre—, que es la que le ha dicho que se mantenga quieta por qué va a llamar a un taxi, para que lleve a los tres a la universidad. La tercera persona es un chico, bastante atractivo, al que han conocido en la cola para entrar en la discoteca. Éste, se ha ido a por un poco de agua, para despejar a Ilusa.
La rubia se pone en pie, y camina meneando sus caderas de manera provocativa, ganándose varias miradas depredadoras de sexo masculinas. El chico de los ojos verdes la sigue, y ambos se meten en el baño. Ilusa pierde la emoción de la escena, sintiéndose apenada debido a que ya se esperaba eso. Decepcionada aparta la mirada, y se coloco un trozo de pelo sudoroso de la cara, poniéndolo detrás de la oreja. Los mechones se le escapan de la coleta alta con la que ha entrado, y ahora el sudor le transforma la piel suave en biscosa. Ilusa se balancea en el sofá, al escuchar una canción que le gusta. Su mente de ebria no la deja pensar con capacidades suficientes para darse cuenta de que es mala idea que baje las escaleras y se ponga a bailar pero como he dicho antes, está borracha y los borrachos no saben pensar. Se pone en pie, con una sonrisa sudorosa en la cara, y se tambalea a los lados. Clava las uñas en el brazo del sofá, se intenta poner en pie y tranquiliza. Cuando ve que puede serenarse y pasar inadvertida, baja las escaleras con entusiasmo y se pone a bailar al ritmo de la música. Debería de temer por su seguridad, porque cabe la posibilidad de que pierda el equilibrio y sea aplastada por la masa en movimiento, como les suele pasar a las cucarachas.
Una gota cae del techo, rueda por la fina piel de Ilusa y muere en la comisura de su labio. Curiosa, su lengua lame la gota y le encuentra un sabor hierro que le gusta, extrañamente. Una gota más cae del techo y mientras baila —una rara convinación de movimientos con la cadera y descensos raudos al suelo—, su cabeza se echa hacía atrás y la boca se abre lo suficiente para que lo que llueve del techo entre en su boca. Se ha vuelto adicta a ello. Le gusta el sabor del líquido en su boca, y el regustillo amargo que inunda su paladar con fuerza. Una sonrisa frágil se dibuja en sus labios, al sentir la vigésima gota en la punta de la lengua. Abre un ojo, lentamente. Lo primero que ve es negro. Un montón de negro en su visión que la marea lentamente, junto a flashes de color violeta malteado. Después, se distingue una mano pálida, y algunos mechones de cabello rubio claros. Una cuerda... Ilusa abre el otro ojo, incapaz de visualizar con total claridad y un escalofrío de puro terror —asco, repulsión y adrenalina— recorre su espina dorsal, haciéndola temblar.
Su piel se ha vuelto verde, o de un tono parecido, y se ve enferma. Abre la boca, y pega un chillido agudo, el cual hace que el DJ deje de pinchar música y todas las personas que se encuentran en la pista le lancen miradas envenenadas debido a que les han chafado la fiesta. Ilusa no se dá cuenta de la atención que acaba de llamar y si lo sabe, parece no importarle ya que sigue contemplando en la oscuridad del techo lo que la ha asustado. Una chica que se encuentra cerca suya también mira hacía arriba, curiosa. Lo que ve la deja traumatizada.
—¡Un cadáver!
Una marea de ojos se dirigen hacía arriba, y luego se escuchan millones de gritos y sonidos desagradables. Lo que cuelga de una de las gruesas cuerdas marrones es el cuerpo moribundo y delgado de la rubia a la que Ilusa ha estado admirando en el anonimato toda la noche. Ella se encuentra con la soga alrededor del cuello, y los ojos azules abiertos y carentes de color. Un fino hilillo de sangre roja recorre su cenicienta piel, hacía abajo, y sus labios estan abiertos en un signo de exclamación que hace pensar a Ilusa que quizá la pillaron por sorpresa. Ilusa se inclina hacía abajo, y siente la bilis ascender con rápidez hacía la laringe, y luego vomita todo lo que se encuentra en el caes que es su estómago. No está bien, claro que no está bien. Hay un cadáver sobre su cabeza, y lo peor de todo es que lo que ha estado bebiendo, es la sangre de la rubia muerta. Ilusa no sabe que hacer, está mareada. Los puntillos negros manchan su visión y pierde el equilibrio hacía atrás. Ella se ha desmayado.
Mi película favorita es sin duda el Señor de los Anillos Que perfección por favor c″:
estás dentro, asdasd.
Sunrise.
Re: decode | audiciones cerradas.
ve al muro y ve los reservados, chica que huele a papas like la milo (?)
Sunrise.
Re: decode | audiciones cerradas.
Tal vez lo hagaO'shea. escribió:ve al muro y ve los reservados, chica que huele a papas like la milo (?)
No te hagas que yo se que tu tambien hueles a papa..:jum:
ya veo los reservados..
Cierto la Lizzo.. esta con el Haynes...espera y checo(?
dragón.
Re: decode | audiciones cerradas.
Última edición por Lizzie Boo el Mar 04 Feb 2014, 11:49 pm, editado 4 veces
dragón.
Re: decode | audiciones cerradas.
kaya
yo a la tonkin la shipeo con wesley you are in, bro (?)
yo a la tonkin la shipeo con wesley you are in, bro (?)
Sunrise.
Re: decode | audiciones cerradas.
Ellen Page || Katie McGrath || Lyndsy Fonseca || Bill Skarsgård
- New Rebelion:
- Capítulo "002"Día de la Cosecha.♡Hazel odiaba ir al campus de entrenamiento, desde que el Capitolio había recobrado el poder y de volver a hacer "Los juegos del hambre". El Distrito 1 había vuelto a abrir campus de entrenamiento donde antes se utilizaba para convocar a la gente o hacer festivales. Pero ahora tendrían que buscar otro lugar para convocar a la gente y de los festivales ya no habría, porque se había vuelto una pesadilla.
Hazel miro a los demás jóvenes, era hora de que su Distrito dejara en claro que siempre serian los mejores.
- Algunos no dejan de ser arrogantes.-se dijo a si misma la pelirroja.
Miro que un entrenador iba hacia ella y en seguida tomo un cuchillo y lo lanzo un muñeco. Falla pero era de esperarse, ella nunca era buena para matar a muñecos a sangre fría y tal vez jamás a una persona.
-Felices juegos del hambre, Hazel querida.- susurro alguien a su oído y en seguida ella se volteo y se puso en modo de defensa. Era normal que de repente un entrenador te atacara por sorpresa y Hazel siempre era el blanco de ellos.
- Hey, tranquila.
Era Rose Tyler, su mejor amiga.
- Por dios Rose, no me asustes. Pensé que eras algún entrenador.
La rubia solo se río y le dio unas palmadas en el espalda.
-Lo siento, pero quería recordaste que hoy "Es el gran día de la Cosecha".
-Me muero de ganas por saber a quien llevaran a la arena.- dijo Hazel con una falsa sonrisa.
-Lo se, David dice que muere de ganas por ser un tributo.
Guardaron silencio por un momento, miraron a los demás chicos quienes seguían convirtiendose en asesinos. En Profesionales.
-David y yo prometimos que si en caso de que el nombre del otro salga, nos ofreceríamos como tributos y así ser compañeros en la arena y quien sabe hacer lo mismo que el panadero y el sinsajo.
-Rose, no hables de ello-dijo Hazel en un tono serio.
Volvió el silencio y Hazel miro el suelo y encontró un listón azul y lo recogió.
-Hazel no juntes cosas del suelo, Snow ya debe de haberlo chupado.
La pelirroja no hizo caso a lo que le dijo su amiga y intento agarrarse el cabello con el.
-Dejame ayudarte, eres un asco con este tipo de cosas.-dijo la rubia.
En cuanto Rose termino, llego David el novio-amigo de Rose.
-Hola David.-saludaron las dos chicas al mismo tiempo.
-Listas para la Cosecha?
-Segura-contesto Rose.
La pelirroja se miro de reojo en un cuchillo que tenia y miro su coleta.
-Como me veo?
La pareja miro de reojo a su amiga y sonrieron
-Luces asombrosa-contesto la rubia.
Hazel volvió a mirarse por el cuchillo.
-No es verdad.
-Oh vamos Waters!-exclamo David.
Los entrenadores hicieron sonar la campana y todos se dirigieron a la salida.
-Allos-y, chicas.-dijo David
-Tienes un plan de refuerzo en caso de que salgas Hazel?-pregunto Rose sacando a Hazel de sus pensamientos.
Ella solo miro el cuchillo y lo tiro.
-No
******
Hazel miraba a un sinsajo por su ventana mientras que su abuela le recogía el cabello con un listón que había recogido su nieta. La mujer recordaba como cuando arreglo a su hija el primer día de su Cosecha, cuando aun no había levantamiento y solo era miedo. El mismo cabello de su difunta hija, la mujer
intento llorar al pensar en ella. Termino de arreglar el cabello de su nieta.
-Te vez preciosa cariño.
-Gracias abuela, pero aun sigue mojado mi cabello.
-Descuida, pronto se secara.
Amabas salieron de la casa y se encaminaron a la plaza central.
Hazel miro su atuendo, una camisa azul y una falda gris que le llegaba a las rodillas y sus zapatillas blancas, su abuela le decía que su madre utilizo esas ropas el día de la ultima Cosecha, cuando todo cambio y hubo esperanza.
-Mujeres a la izquierda, hombres a la derecha y familiares junto con los demás-gritaba un agente de la paz desde la entrada de la plaza. Antes de entrar las Waters se detuvieron un seco y se miraron. Hazel era mas alta que su abuela, la anciana puso su mano en la mejilla de la chica y Hazel se agacho un poco para que ella se la besara.
-Buena suerte-dijo su abuela a su oído-Nos vemos para comer.
La chica sonrió y abrazo a su abuela.
-Te quiero
-Yo también mi niña.
Hazel vio que otros niños abrazaban a sus madres y padres, a los adolescentes les daban abrazos y palmadas en el hombro y los miraban con sonrisas. Creían que si su nombre salía volverían como ganadores. Hazel se separo de su abuela.
-Adiós
-Adiós
Hazel entro y se fue a registrar, en cuanto llego se turno tomaran su mano y le pincharon el dedo haciendo que ella soltara una queja. La sangre que tenia en el dedo lo pusieron en una casilla de un libro, y revisaron que era Hazel Grace de 17 años.
Fue con las demás chicas y vio a Rose abrazando a David. La rubia se fue corriendo intentando contener las lagrimas y se acerco a la pelirroja en cuanto la vio.
-Hola
-Hola, te vez bonita Rose.
-Gracias, mi madre dijo que cuidara el vestido, es blanco así que se lo dejo a cargo de la persona mas sucia de todas pero un así me dijo que me amaba.
-Crees que salgas?
-No lo se, pero no importa si el sale o yo salgo, los dos estaremos juntos.
Hazel sonrió y todos dirigieron la mirada en Jocasta la escolta del Distrito 1.
-Bienvenidos. Damas y caballeros-la voz de la mujer parecía resonar en cada lugar del Distrito.
Después de unas palabras de lo emocionada que estaba Jocasta, decidió comenzar.
-Primero las damas.
Se acerco a la urna del lado izquierdo metió su mano y dando vuelta su mano adentro de la urna, hundió su mano entre los papeles y cuando saco la mano tres papeles de cayeron quedándose solo con uno. La mujer del Capitolio se acerco al micrófono y abrió el papel.
-Hazel Waters.
La chica agarro su coleta y empezó a jugar con su cabello. Hazel miro a Rose, quien la miraba asustada y antes de que ella abriera la boca, Hazel tomo su mano y le sonrió.
-No lo hagas, ni se te ocurra hacerlo.
-Pero...
-Descuida, este es mi plan.- dijo y le sonrió-estaré bien.
Rose miro a su amiga y la abrazo.
-Hazel Waters, ven aquí cariño.-dijo la voz de Jocasta.
La pelirroja se separo de su amiga y camino hacia el escenario.
Miro a su abuela que estaba llorando y una mujer intentaba calmarla.
-Ahora los varones.
Hazel solo miraba a Rose, a su abuela y a David. Las únicas personas que les importaba.
-Finn Harries- anuncio Jocasta.
Hazel vi como un chico subía al escenario, lo había visto el campus pero jamás había hablado con el. Bueno ella no solía ser una chica muy social.
-Hazel Waters y Finn Harries, nuestros tributos.
Jocasta tomo la mano de los dos y las alzo en el aire.
Hazel no recuerda mucho de la despedida de sus amigos y familiares, ella estaba en un estado de shock, recuerda haberse despedido de su abuela y abrazarla y hablando con Rose y con David. Pero no recordaba que les había dicho.
-Cuidado con las escaleras querida.
Hazel subió las escaleras del tren y cuando entro miro a su abuela en lagrimas abrazada por David y Rose, el tren empezó a avanzar y se despidió de ellos por la ventana.
- Doctor Who:
CAPITULO DOS ½Edward Bloom
Emily se había dormido en la parte de atrás, encima de las maletas. Cinco años en Nueva York y con el cambio de horario, aun recordaba que cuando llegamos a Nueva York ella aun no se acostumbraba al cambio de horario, ahora que hemos vuelto le costara mas.
Detuve el auto cuando ya habíamos llegado, sacudí a Emily y se despertó.
- Ya llegamos?
- Si, la reja esta abierta, toma tus cosas y visitemos esa mansión.
Ella sonrió, tomo las cámaras y salimos del Jeep, entramos al terreno, tome mi cámara y fotografié la casa, mi hermana ya estaba corriendo para entrar, la seguí.
- Donde nos hospedaremos?- pregunto mientras entraba.
- Rente una casa no muy lejos de aquí, por la fotografía que había en Internet es una casa bastante bonita.
Ella sonrió.
- Papá estará emocionado cuando nos vea y cuando sepa que ahora trabajaremos aquí.
- Eche de menos Londres.
- Yo también.
Encendí las linternas, Emy encendió la suya, se fue a un cuarto y la seguí.
- Mira el patio, no es asombroso.
Mire la pared y vi que algo había sido escrito detrás del pintado.
- Em, mira.
Ella lo miro confundida y se acerco.
- No parpadees, parpadea y morirás, no les de la espalda, no le quites la mirada y no parpadees...
- Y buena suerte Sally Sparrow.
- Del Doctor en...
- Veo un uno y un nueve...
Le tome una foto y fuimos a la planta de arriba.
- Esto es extraño- murmuro mi hermana.
- Mas extraño de lo de Beacon Hills.
- Mas extraño que esos tipos de la Chevrolte Impala negro?
- Eso si que eran extraños, pero tenían un bonito auto.
- Eso es verdad.
- Bien, si ahora trabajaremos para una revista de eventos paranormales, debemos acostumbrarnos mas a esto.
- Cuando nos enviaron a Beacon Hills por una plana de los lugares que han tenido mas ataques de animales.
- El comisario era agradable pero su hijo era...
- Extraño.
- Lindo, me sorprendió el nivel de ataques que hubo.
- Gracias a nosotros no habrá mucho turismo en ese lugar.
- Vamos, los dejamos en tercer lugar.
- Pero debieron estar en...
Emily se paro en seco y choque con su espalda, contuvo un gemido de asombro y siguió caminando.
- Mira una estatua.
Había una estatua de una mujer cubriendose el rostro.
- Es un Ángel que llora.
- No parece estar llorando, mas bien parece ocultarse.
Emily la miraba detenidamente, puso una mano bajo las manos que ocultaban el rostro de la mujer.
- Es bellísima, Edward toma una foto.
Hice caso al pedido, y como si el momento pasara en cámara lenta al tomar la foto, el flash nos cegó a ambos y presencie como la estatua tomaba la muñeca de mi hermana.
- Listo?- pregunto Emily con una sonrisa, pero yo no respondía- Que pasa?- se volteo al Ángel y quedo igual de pasmada que yo, el Ángel le sonreía.
- Emily, quedare quieta.- busque algo con que golpear el brazo del Ángel.
- Ed, que diablos es esto? Acaso es una broma?
Estaba igual de asustada que yo, tome un fiero que encontré en otra de las habitaciones, cuando regrese con ella, el Ángel ya la había tomado de las dos muñecas.
- Que ha pasado?!- dije alarmado.
- Yo que quieres que sepa, cerré los ojos por un momento y ya había tomado mi muñeca- mire a la estatua confundido- Edward, podrías ayudarme en vez de mirar a la estatua.
Ambos no entendíamos lo que pasaba, golpe los brazos del Ángel hasta haberlos echo pedazos, mientras parpadeaba notaba como me empezaba a mirar y abría la boca enojada y esa cosa tenia colmillos. Cuando libere a Emily la tome de la mano y empezamos a bajar las escaleras, mirábamos a la estatua sobre nuestros hombros, se movía intentando perseguirnos y se movía rápido, al llegar a la puerta solo nos encontramos con un hombre de cabello castaño, con un gran mentón quien tenia una clase de juguete extraño con el que revisaba la puerta, levanto le vista hacia nosotros y nos sonrió.
- Hola, vengo por las fotos.
CAPITULO Dos 2/2Emily Bloom.
De repente estábamos siguiendo al hombre que habíamos encontrado en la entrada quien ahora examinaba a la estatua con su juguete.
- Quien es usted?- pregunte intentando calmarme.
- Soy el Doctor- respondió sin mucho interés.
- Doctor que?- pregunto mi hermano sentandose en las escaleras.
- Solo Doctor.
- Y tienes un titulo como para llamarte Doctor- pregunte sin dejar de mirar al Ángel el me había dicho que dejara de mirarla y que no parpadeara,
- No exactamente.
El nos había explicado que había llegado a destruir al Ángel porque iba a liberar a sus hermanas quienes estaban en el sótano y que irían tras el si no lo detenían a tiempo.
- Ahora yo puedo preguntar quienes son ustedes y que hacían aquí?
- Oh! Lo siento, me llamo Emily Bloom y el es mi hermano Edward Bloom, estábamos fotografiando esta casa, porque nos habían dicho que estaba embrujada y todo eso.
- Mi hermana y yo trabajos en una revista de eventos paranormales y nos mandaron a tomar fotos.
- Acabamos de regresar de Nueva York, antes trabajamos para la revista Times pero decidimos volver a casa.
- Oh! En serio y porque han decidió volver?
- Por nuestro padre.
- Porque nos hartamos de la gran ciudad.
Ed y yo respondimos al mismo tiempo, hubo un silencio incomodo y solo se escuchaba el juguete del Doctor zumbar.
- Y bien, que es esa estatua?
- Es un Angel Lloroso, se alimenta del tiempo de las personas y de las paradojas, es raro que no te hayan mandado a otra época.
- A mi?- pregunte.
- Yep, también te hubiera roto el cuello.
- Eso es tranquilizados sabes.- dije con sarcasmo- Entonces "Doctor" usted escribió ese mensaje para Sally Sparrow?
- Yep.
- Ah ella también la salvo o murió?- pregunto Edward.
- Ella sigue viva y ella me salvo.
Dejo se apuntar al Ángel con su juguete.
- Y que es esa cosa? Es algo paranormal o un espíritu?- pregunto mi hermano.
- Si y no.
- Y eres una clase de cazador de lo paranormal?
- Si, extermino espíritus malos y todo eso.
Mentía, yo lo sabia. Pero quien fuera aquel hombre nos estaba ayudando.
- Ya puedo parpadear? Porque me duelen los ojos y ya no puedo aguantar mas.
- Bueno, necesitamos eliminaron, pero no tenemos con que eliminarlo...- el hombre dejo de hablar.
- Que pasa?- pregunto mi hermano.
La linterna que tenia mi hermano para apuntar al Ángel empezaron a fallar y tenia la linterna en el rostro del Ángel, cuando la mía empezó a fallar, el Ángel empezó a mover el rostro. Como si quisiera comerse mi rostro.
- Edward hay un Angel lloroso detrás de ti.
Escuche los chirridos de la madera de las escaleras, sentí la
mano de mi hermano y empezamos a subir las escaleras, mire hacia atrás y vi a dos Ángeles detrás de nosotros y mientras mas parpadeaba la linterna mas se acercaban mas.
- Ha esta habitación- dijo el Doctor y entramos a la habitación.
Edward tomo una silla y la atranco en la puerta, El Doctor se acerco a mi, su rostro mostraba preocupación y parecía como si hubiese visto un fantasma.
- Que pasa? Acaso me estoy volviendo uno de ellos?- mire sobre mi asegurandome de que no había nada detrás, pero seguía mirandome. Toque mi rostro pero nada.
- Que pasa?!
La puerta empezó a se golpeada y Edward estaba reteniendo la puerta, corrí hacia a el ayudandolo.
- Doctor, que hacemos?- grite.
Pero el seguía mirando la nada y me miraba confundido.
- Maldición, vamos a morir.
Tome una tabla, la puse en mi pecho y cerré los ojos.
- Abran la puerta- murmuro el Doctor.
- Que?!- exclamo mi hermano confundido.
- Que abramos la puerta- repetí
- Lo se, pero acaso esta loco? Si dejamos entrar esas cosas, moriremos.
El Doctor se acerco a la puerta, otra vez la examino con su juguete.
- Doctor, no es el momento de examinar la puerta con su juguete.
- Oh Emily! Esto no es un juguete, es un destornillador sonico- dijo con una sonrisa de psicópata que podría asustar a alguien pero a mi relajo. Su destornillador dejo de zumbar y se abrió como un huevo- Es caoba!!!
Edward me miro como si no pudiera creer en que situación nos habíamos metido. El Doctor se acerco a nosotros y puso sus manos en nuestros hombros.
- Tengo un plan, pero necesito que tan bien corren?
- Nos encanta correr- respondí con una sonrisa y la puerta se empezaba a romper.
- Fantástico! Bien, cuando abran la puerta, ustedes saldrán corriendo lo mas rápido posible, la puerta se cerrara y no importa lo que suceda, ustedes se irán lo mas lejos posible, entendido?
- No te dejaremos aquí- dijo Edward.
- Tienen que hacerlo- dijo separandose de nosotros.
- No, que tal si esas cosas te matan?- pregunte enojada.
El Doctor se revolvió el cabello y camino de un lado a otro de la habitación.
- No vamos a arriesgarnos.
- Necesitamos otro plan, un plan en el que todos salgamos vivos.
El Doctor tomo si destornillador y se lo dio a Edward, lo mire el hombre se nos volvió a acercar.
- Nuevo plan, ustedes saldrán corriendo y cuando vean que los Ángeles han entrado, ustedes apuntaran a la puerta y apretaran el botón y se irán hasta volver a casa.
- Es peor que el anterior.
- Les eh dejado mi destornillador, es la cosa mas preciada que tengo, les aseguro de que saldré vivo de aquí y volveré por el. Solo confíen en mi. Volveré.
Edward y yo nos miramos, asentimos, El Doctor retrocedió y se quito su saco.
- No parpadees, parpadea y morirás, no les de la espalda, no le quites la mirada y no parpadees...- asintió, quitamos la silla y nos hicimos a un lado, la puerta se abrió y los Ángeles entraron, Edward y yo salimos corriendo y utilizamos el destornillador y la puerta se cerro- Y buena suerte Edward y Emily Bloom.
******
- Ya terminaste?- grito Edward desde arriba.
Golpe la ultima cabeza de Ángel que había en el sótano, el fierro que tenia ya se estaba deformando.
- Termine y tu?
Edward bajo y sonrió.
- Ya, quieres comer algo?
Subimos, saque el destornillador de la chaqueta y mi teléfono sonó.
- Hola papá.
- Hola Emily, como están?
- Bien, acabamos de terminar de trabajar.
- Excelente, solo quería llamarles porque tal vez no vuelva esta noche, hay un problema en el departamento y parece ser algo muy grave.
- Esta bien, nosotros seguiremos aquí.
- Bien, pasame a Edward.
- Adiós papá- antes de pasarle
- Le eh dicho que estamos trabajando.- le dije a Ed antes de darle el celular.
- Esta bien- le di el celular, el se sentó en las escaleras y yo salí a tomar aire.
Ya habían pasado dos semanas desde que vimos al Doctor, regresamos tres días después, nuestro padre no nos creyó lo de los Ángeles Llorosos y no envió a ninguna oráculos a revisa a pesar de que le dijimos que seguramente había muerto el hombre que nos ayudo, no fue un reencuentro feliz pero éramos presas del pánico, en esos tres días intentábamos tomar un decisión de volver o no, volvimos al cuarto día a ver si había un cuerpo, pero solo encontramos su saco y a los dos Ángeles mirándose, los demás días renunciamos y conseguimos un empleo horrible, pero ya era algo. Los de la revista quedaron confundidos, debido a que no habíamos durado nada trabajando hay, hoy es nuestro día libre y como siempre al terminar de trabajar o en nuestros días libres esperamos al Doctor, hoy hemos decidido matar a los Ángeles que había en la casa. Pulse el botón del destornillador y la luz verde se encendió con el zumbido. Edward se puso a mi lado y el seguí hablando con papá. Escuche un chillido del otro lado, como el motor de un auto descompuesto o como cuando el auto no quiere arrancar, ni se que clase de sonido era; pero venia afuera de la mansión. Edward y no nos miramos, salimos corriendo hacia el cancel de la mansión.
- Deben de estar robándonos el Jeep- dije y Edward salimos.
Nuestro Jeep seguía hay, no había nadie pero vimos una cabina de policía azul, me acerque y Edward seguía hablando con papá y le contaba lo que estaba pasando.
- Ah aparecido una cabina de policía azul...no papá no bromeo...si Emily esta conmigo...esta bien.
Me paso el teléfono.
- Hola otra vez papá.
- Que apareció una cabina telefónica de la nada?
- Sip, pensábamos que nos robarían el Jeep pero hemos ido a revisar y no había nadie, solo la cabina de policía que acaba de aparecer.
- Acaso están consumiendo algún tipo de droga?
- Oh! Claro papá, estoy consumiendo una mezcla de metanfetamina y crack, quieres probarlo porque puedo conseguir montones de estos, tal vez cuando llegues podamos probarlo todos.
- No utilices tu sarcasmo conmigo jovencita.
Escuche como papá me hacia miles de preguntas, de repente la cabina se abrió y una chica rubia salió.
- No puedo ir a casa por ropa limpia sin que tu me dejes, te pierdas y termines perdiendo tus juguetes.- la chica se dio cuenta de nuestra presencia y se paro en seco.
- Yo no me fui, fue la Tardis ella me llevo a este lugar, debe de haber algún fallo en el sistema, tal vez se deba a que comiste encima del comando y no es un juguete, es un destornillador sonico por ultima vez Scarlet...- un hombre salió de la cabina y lo reconocí en seguida.
- Doctor?- dijimos Edward y yo.
- Emily, sigues hay?
La chica empezó a hablarle al Doctor en voz baja y recordé que seguía hablando con papá.
- Oh! Lo siento papá, pero tengo que colgar.
- Que?!
- Lo siento, te amo.
Colgué y la chica de nombre Scarlet dejo de hablar en cuanto se dio cuenta de que colgué. El Doctor se acerco a nosotros y nos sonrió.
- Los hermanos Bloom me esperaron- dijo con una sonrisa de que no lo podía creer, movía las manos y veía sobre su hombro a la rubia con una sonrisa de psicópata.
- Por dos semanas para ser exactos- dijo Edward.
Se le borro la sonrisa al Doctor al escuchar eso, miro a mi hermano de hito a hito y me miro igual, pero cuando violáis tenia su saco quedo confundido.
- Oh! Lo siento, lo tome sin permiso- me empece a quitar el saco, pero antes saque el destornillador- Aquí esta- dije con una sonrisa.
El tomo sus cosas y nos miro, otra vez miro a la chica y ella solo se encogió de hombros.
- Oh! Por cierto, destruimos a los Ángeles.- dije como si no fuera la gran cosa.
- Los han destruido?! Como?!- dijo sorprendido.
- Fue fácil, tomamos unos fieros, tubos y bats de fierro y los empezamos a despedazar.- dijo Edward.
Nos miro otra vez, miraba otra vez a la chica y nos volvía a mirar.
- Podrías dejar de hacer eso- dijo mi hermano como si me hubiera leído la mente. Suspire y empece a retroceder.
- Bien, parece que eso es todo, solo queríamos asegurarnos de que volverías para devolverte tus cosas y darte las gracias... Gracias Doctor..
- Gracias Doctor, seguramente hubiéramos perdido nuestras vidas sin usted- dijo Edward y le dio un apretón al hombre y yo lo abrace.
- No hay de que- dijo desconcertado.
Edward y yo nos miramos, estábamos a punto de volver a la mansión a recoger nuestras cosas cuando el Doctor nos grito:
- Hey chicos, no quieren mi cabina por dentro?- dijo con una sonrisa.
Nos encogimos de hombros, fuimos detrás de la chica y del Doctor, cuando entramos a la cabina, no era lo que me iba a esperar. Mi hermano y yo nos quedamos pasmados, era mucho mas grande por dentro, era como sacado de una serie de Ciencia Ficción.
- Esto es imposible- solo pudo decir mi hermano antes de salir de la cabina.
Yo solo miraba boquiabierta el lugar, empece a reír sorprendida. Mire al Doctor quien estaba sonriéndome, mire la puertas y solo vi a la chica Scarlet explicándole a mi hermano como era posible y mi hermano seguía fascinado.
- Sorprendente, no?
Me apoyo en lo que parecía ser un comando futurista.
- Sip, pero yo no diría sorprendente, ni asombroso.
Mire el techo, no podía creer en el lugar en el que estaba.
- Así que no eres un cazador de lo supernatural?
El hizo una expresión graciosa, mientras lo pensaba.
- No, pero salvo al mundo de cosas peores.
Reí y empece a morderme las uñas.
- Les han creído en la revista lo que paso?- pregunto el Doctor poniéndose el saco.
Solte una risita.
- Nop, porque jamas se los dijimos, renunciamos tres días después. Le dijimos a la policía lo que paso, pero no nos creyeron. Pero ahora estamos bastante bien, ya tenemos otro empleo.
- Oh! En serio? Y que es?
- Fotografía aun, esta vez tomamos fotos para fiestas y todo eso, es una basura, pero mientras tenga una cámara con la cual trabajar- chasque la lengua y reí.
- Que te gustaría fotografía?
Lo mire, el solo me sonreí y notaba algo en esa sonrisa.
- No lo se, cuando tenia 17 quería tomar fotos del espacio, ver las estrellas y nuevos mundos, porque a pesar de lo oscuro y misterioso que puede ser haya fuera, hay mundos nuevos y fantásticos, cosas geniales y asombrosas que uno quiere ver con sus propios ojos y hacerlos perdurar en un fotografía, y revivir ese momento cada vez que lo veas.- lo mire y reí- No se porque le estoy contando esto a un nombre que apenas acabo de conocer.
Me aleje del comando.
- Podrías conocerme mejor si nos acompañaras.
- Acompañarte a donde?
- No lo se, a donde tu quieras. Cualquier parte del mundo y el
Universo que tu quisieras ir. Ir a nuevos mundos y ver cosas asombrosas.
Lo mire confundida, debía estar chiflado por lo que me decía pero yo debía ser idiota si no le creía, estaba en un cabina que era mucho mas grande por dentro de lo que aparentaba.
- En serio?
- La Tardis puede ir a donde quieras.
- La Tardís?
- Si, se podía decir que es mi nave espacial.
Sonreí y mire mi teléfono, escuche a Edward reír.
- No puedo dejarlo.
- Edward podría venir.-dijo encogiéndose de hombros.
- No me refiero a Edward, el siempre estará a mi lado, e refiero a mi padre, es el jefe de policía, si desaparecemos un día se vuelve loco, y nosotros somos lo único que le queda.
El se acerco a mi y lo mire.
- Es tu decisión, puedes quedarte o venir conmigo y con Scarlet. Solo te digo que esto es una cabina telefónica que viaja atreves del espacio y del tiempo.
- Esto viaja en el tiempo?
- Si- otra vez su sonrisa de psicópata.
Sonreí, salí de la cabina y vi a Scarlet y a mi hermano reír, tome a Edward y lo arrastre. Le explique todo lo que me había dicho el Doctor, el como siempre me interrumpía pero siempre terminaba de contar.
- Entonces que? Vienes?- dije con una sonrisa.
El solo miraba el suelo y lo pateaba, tenia sus manos en sus bolsillos, eso significaba que no estaba seguro.
- Oh! Ya entendí.
Empece a morder mis uñas, pero Edward tomo mi mano.
- No lo hagas.
- Esta bien, no iré.
El río y me revolvió el cabello.
- No tonta, me refiero a las uñas, yo quiero que vayas.
- Pero papá y tu?
- Nosotros estaremos bien, ve con ellos y vívelo- me sonrió y me apretó la mano- Pero promete regresar.
Lo abrace.
- Esta bien- empece a llorar pero no sabia si era de angustia o alegría- Y tu renuncia a ese empleo, yo se que tu quieres algo mas.
Asintió, me puse de puntillas y le revolví el cabello.
- Le diré a papá que te quedaras con unas personas durante un tiempo.
- Bien, volveré pronto.
Saque mi cámara del Jeep y le sonreí, lo volví a abrazar y le bese la mejilla.
- Nos vemos.
- Nos vemos.
Me acerque al Doctor y a Scarlet, sonriendoles.
- Que tanto te gusta correr?- me pregunto la rubia.
- Me encanta.
El Doctor y Scarlet entraron y le tome una foto a mi hermano antes de entrar, su mano izquierda se despedía de mi, mientras que la derecha tomaba una fotografía.
Mis capítulos son popo lo se, pero en otro asunto. La idea me a volado el cerebro de tan asombrosa que es la idea, así que me dije: Tienes que audicionar, porque si no lo haces tu vida sera miserable. Y aquí estoy y bueno, ya te aburrí seguramente así que solo dejo mi película favorita y ya. :33
- It's kind of a funny story:
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Grace.
Re: decode | audiciones cerradas.
:fry:la ScodelarioO'shea. escribió:kaya
yo a la tonkin la shipeo con wesley :lima:you are in, bro (?)
Pos yo tambien shipeo a la dobrev y al Wesley...
y Phoebe con Gillies
Tanqiu miano :jum:
te amo.
dragón.
Re: decode | audiciones cerradas.
¿Estoy en la novela o entro para audicionar? Siento hacer esta pregunta TAN tonta pero es que hoy me desperté idiota y creo que me dormiré idiota(? LogicaModoOF#
Winter.
Re: decode | audiciones cerradas.
ya estás en la novela, podes pasarte por el muro interactivoWinter. escribió:¿Estoy en la novela o entro para audicionar? Siento hacer esta pregunta TAN tonta pero es que hoy me desperté idiota y creo que me dormiré idiota(? :rene:LogicaModoOF#
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Sunrise.
Re: decode | audiciones cerradas.
hola, grace. la verdad que me gustó cómo escribes y perdón por responder tan tarde, pero me daba paja :c so, puedes pasarte por el muro :yei: (?)Grace. escribió:Ellen Page || Katie McGrath || Lyndsy Fonseca || Bill Skarsgård
- New Rebelion:
Capítulo "002"Día de la Cosecha.♡Hazel odiaba ir al campus de entrenamiento, desde que el Capitolio había recobrado el poder y de volver a hacer "Los juegos del hambre". El Distrito 1 había vuelto a abrir campus de entrenamiento donde antes se utilizaba para convocar a la gente o hacer festivales. Pero ahora tendrían que buscar otro lugar para convocar a la gente y de los festivales ya no habría, porque se había vuelto una pesadilla.
Hazel miro a los demás jóvenes, era hora de que su Distrito dejara en claro que siempre serian los mejores.
- Algunos no dejan de ser arrogantes.-se dijo a si misma la pelirroja.
Miro que un entrenador iba hacia ella y en seguida tomo un cuchillo y lo lanzo un muñeco. Falla pero era de esperarse, ella nunca era buena para matar a muñecos a sangre fría y tal vez jamás a una persona.
-Felices juegos del hambre, Hazel querida.- susurro alguien a su oído y en seguida ella se volteo y se puso en modo de defensa. Era normal que de repente un entrenador te atacara por sorpresa y Hazel siempre era el blanco de ellos.
- Hey, tranquila.
Era Rose Tyler, su mejor amiga.
- Por dios Rose, no me asustes. Pensé que eras algún entrenador.
La rubia solo se río y le dio unas palmadas en el espalda.
-Lo siento, pero quería recordaste que hoy "Es el gran día de la Cosecha".
-Me muero de ganas por saber a quien llevaran a la arena.- dijo Hazel con una falsa sonrisa.
-Lo se, David dice que muere de ganas por ser un tributo.
Guardaron silencio por un momento, miraron a los demás chicos quienes seguían convirtiendose en asesinos. En Profesionales.
-David y yo prometimos que si en caso de que el nombre del otro salga, nos ofreceríamos como tributos y así ser compañeros en la arena y quien sabe hacer lo mismo que el panadero y el sinsajo.
-Rose, no hables de ello-dijo Hazel en un tono serio.
Volvió el silencio y Hazel miro el suelo y encontró un listón azul y lo recogió.
-Hazel no juntes cosas del suelo, Snow ya debe de haberlo chupado.
La pelirroja no hizo caso a lo que le dijo su amiga y intento agarrarse el cabello con el.
-Dejame ayudarte, eres un asco con este tipo de cosas.-dijo la rubia.
En cuanto Rose termino, llego David el novio-amigo de Rose.
-Hola David.-saludaron las dos chicas al mismo tiempo.
-Listas para la Cosecha?
-Segura-contesto Rose.
La pelirroja se miro de reojo en un cuchillo que tenia y miro su coleta.
-Como me veo?
La pareja miro de reojo a su amiga y sonrieron
-Luces asombrosa-contesto la rubia.
Hazel volvió a mirarse por el cuchillo.
-No es verdad.
-Oh vamos Waters!-exclamo David.
Los entrenadores hicieron sonar la campana y todos se dirigieron a la salida.
-Allos-y, chicas.-dijo David
-Tienes un plan de refuerzo en caso de que salgas Hazel?-pregunto Rose sacando a Hazel de sus pensamientos.
Ella solo miro el cuchillo y lo tiro.
-No
******
Hazel miraba a un sinsajo por su ventana mientras que su abuela le recogía el cabello con un listón que había recogido su nieta. La mujer recordaba como cuando arreglo a su hija el primer día de su Cosecha, cuando aun no había levantamiento y solo era miedo. El mismo cabello de su difunta hija, la mujer
intento llorar al pensar en ella. Termino de arreglar el cabello de su nieta.
-Te vez preciosa cariño.
-Gracias abuela, pero aun sigue mojado mi cabello.
-Descuida, pronto se secara.
Amabas salieron de la casa y se encaminaron a la plaza central.
Hazel miro su atuendo, una camisa azul y una falda gris que le llegaba a las rodillas y sus zapatillas blancas, su abuela le decía que su madre utilizo esas ropas el día de la ultima Cosecha, cuando todo cambio y hubo esperanza.
-Mujeres a la izquierda, hombres a la derecha y familiares junto con los demás-gritaba un agente de la paz desde la entrada de la plaza. Antes de entrar las Waters se detuvieron un seco y se miraron. Hazel era mas alta que su abuela, la anciana puso su mano en la mejilla de la chica y Hazel se agacho un poco para que ella se la besara.
-Buena suerte-dijo su abuela a su oído-Nos vemos para comer.
La chica sonrió y abrazo a su abuela.
-Te quiero
-Yo también mi niña.
Hazel vio que otros niños abrazaban a sus madres y padres, a los adolescentes les daban abrazos y palmadas en el hombro y los miraban con sonrisas. Creían que si su nombre salía volverían como ganadores. Hazel se separo de su abuela.
-Adiós
-Adiós
Hazel entro y se fue a registrar, en cuanto llego se turno tomaran su mano y le pincharon el dedo haciendo que ella soltara una queja. La sangre que tenia en el dedo lo pusieron en una casilla de un libro, y revisaron que era Hazel Grace de 17 años.
Fue con las demás chicas y vio a Rose abrazando a David. La rubia se fue corriendo intentando contener las lagrimas y se acerco a la pelirroja en cuanto la vio.
-Hola
-Hola, te vez bonita Rose.
-Gracias, mi madre dijo que cuidara el vestido, es blanco así que se lo dejo a cargo de la persona mas sucia de todas pero un así me dijo que me amaba.
-Crees que salgas?
-No lo se, pero no importa si el sale o yo salgo, los dos estaremos juntos.
Hazel sonrió y todos dirigieron la mirada en Jocasta la escolta del Distrito 1.
-Bienvenidos. Damas y caballeros-la voz de la mujer parecía resonar en cada lugar del Distrito.
Después de unas palabras de lo emocionada que estaba Jocasta, decidió comenzar.
-Primero las damas.
Se acerco a la urna del lado izquierdo metió su mano y dando vuelta su mano adentro de la urna, hundió su mano entre los papeles y cuando saco la mano tres papeles de cayeron quedándose solo con uno. La mujer del Capitolio se acerco al micrófono y abrió el papel.
-Hazel Waters.
La chica agarro su coleta y empezó a jugar con su cabello. Hazel miro a Rose, quien la miraba asustada y antes de que ella abriera la boca, Hazel tomo su mano y le sonrió.
-No lo hagas, ni se te ocurra hacerlo.
-Pero...
-Descuida, este es mi plan.- dijo y le sonrió-estaré bien.
Rose miro a su amiga y la abrazo.
-Hazel Waters, ven aquí cariño.-dijo la voz de Jocasta.
La pelirroja se separo de su amiga y camino hacia el escenario.
Miro a su abuela que estaba llorando y una mujer intentaba calmarla.
-Ahora los varones.
Hazel solo miraba a Rose, a su abuela y a David. Las únicas personas que les importaba.
-Finn Harries- anuncio Jocasta.
Hazel vi como un chico subía al escenario, lo había visto el campus pero jamás había hablado con el. Bueno ella no solía ser una chica muy social.
-Hazel Waters y Finn Harries, nuestros tributos.
Jocasta tomo la mano de los dos y las alzo en el aire.
Hazel no recuerda mucho de la despedida de sus amigos y familiares, ella estaba en un estado de shock, recuerda haberse despedido de su abuela y abrazarla y hablando con Rose y con David. Pero no recordaba que les había dicho.
-Cuidado con las escaleras querida.
Hazel subió las escaleras del tren y cuando entro miro a su abuela en lagrimas abrazada por David y Rose, el tren empezó a avanzar y se despidió de ellos por la ventana.Hola, Soy Grace y vengo a audicionar.
- Doctor Who:
CAPITULO DOS ½Edward Bloom
Emily se había dormido en la parte de atrás, encima de las maletas. Cinco años en Nueva York y con el cambio de horario, aun recordaba que cuando llegamos a Nueva York ella aun no se acostumbraba al cambio de horario, ahora que hemos vuelto le costara mas.
Detuve el auto cuando ya habíamos llegado, sacudí a Emily y se despertó.
- Ya llegamos?
- Si, la reja esta abierta, toma tus cosas y visitemos esa mansión.
Ella sonrió, tomo las cámaras y salimos del Jeep, entramos al terreno, tome mi cámara y fotografié la casa, mi hermana ya estaba corriendo para entrar, la seguí.
- Donde nos hospedaremos?- pregunto mientras entraba.
- Rente una casa no muy lejos de aquí, por la fotografía que había en Internet es una casa bastante bonita.
Ella sonrió.
- Papá estará emocionado cuando nos vea y cuando sepa que ahora trabajaremos aquí.
- Eche de menos Londres.
- Yo también.
Encendí las linternas, Emy encendió la suya, se fue a un cuarto y la seguí.
- Mira el patio, no es asombroso.
Mire la pared y vi que algo había sido escrito detrás del pintado.
- Em, mira.
Ella lo miro confundida y se acerco.
- No parpadees, parpadea y morirás, no les de la espalda, no le quites la mirada y no parpadees...
- Y buena suerte Sally Sparrow.
- Del Doctor en...
- Veo un uno y un nueve...
Le tome una foto y fuimos a la planta de arriba.
- Esto es extraño- murmuro mi hermana.
- Mas extraño de lo de Beacon Hills.
- Mas extraño que esos tipos de la Chevrolte Impala negro?
- Eso si que eran extraños, pero tenían un bonito auto.
- Eso es verdad.
- Bien, si ahora trabajaremos para una revista de eventos paranormales, debemos acostumbrarnos mas a esto.
- Cuando nos enviaron a Beacon Hills por una plana de los lugares que han tenido mas ataques de animales.
- El comisario era agradable pero su hijo era...
- Extraño.
- Lindo, me sorprendió el nivel de ataques que hubo.
- Gracias a nosotros no habrá mucho turismo en ese lugar.
- Vamos, los dejamos en tercer lugar.
- Pero debieron estar en...
Emily se paro en seco y choque con su espalda, contuvo un gemido de asombro y siguió caminando.
- Mira una estatua.
Había una estatua de una mujer cubriendose el rostro.
- Es un Ángel que llora.
- No parece estar llorando, mas bien parece ocultarse.
Emily la miraba detenidamente, puso una mano bajo las manos que ocultaban el rostro de la mujer.
- Es bellísima, Edward toma una foto.
Hice caso al pedido, y como si el momento pasara en cámara lenta al tomar la foto, el flash nos cegó a ambos y presencie como la estatua tomaba la muñeca de mi hermana.
- Listo?- pregunto Emily con una sonrisa, pero yo no respondía- Que pasa?- se volteo al Ángel y quedo igual de pasmada que yo, el Ángel le sonreía.
- Emily, quedare quieta.- busque algo con que golpear el brazo del Ángel.
- Ed, que diablos es esto? Acaso es una broma?
Estaba igual de asustada que yo, tome un fiero que encontré en otra de las habitaciones, cuando regrese con ella, el Ángel ya la había tomado de las dos muñecas.
- Que ha pasado?!- dije alarmado.
- Yo que quieres que sepa, cerré los ojos por un momento y ya había tomado mi muñeca- mire a la estatua confundido- Edward, podrías ayudarme en vez de mirar a la estatua.
Ambos no entendíamos lo que pasaba, golpe los brazos del Ángel hasta haberlos echo pedazos, mientras parpadeaba notaba como me empezaba a mirar y abría la boca enojada y esa cosa tenia colmillos. Cuando libere a Emily la tome de la mano y empezamos a bajar las escaleras, mirábamos a la estatua sobre nuestros hombros, se movía intentando perseguirnos y se movía rápido, al llegar a la puerta solo nos encontramos con un hombre de cabello castaño, con un gran mentón quien tenia una clase de juguete extraño con el que revisaba la puerta, levanto le vista hacia nosotros y nos sonrió.
- Hola, vengo por las fotos.
CAPITULO Dos 2/2Emily Bloom.
De repente estábamos siguiendo al hombre que habíamos encontrado en la entrada quien ahora examinaba a la estatua con su juguete.
- Quien es usted?- pregunte intentando calmarme.
- Soy el Doctor- respondió sin mucho interés.
- Doctor que?- pregunto mi hermano sentandose en las escaleras.
- Solo Doctor.
- Y tienes un titulo como para llamarte Doctor- pregunte sin dejar de mirar al Ángel el me había dicho que dejara de mirarla y que no parpadeara,
- No exactamente.
El nos había explicado que había llegado a destruir al Ángel porque iba a liberar a sus hermanas quienes estaban en el sótano y que irían tras el si no lo detenían a tiempo.
- Ahora yo puedo preguntar quienes son ustedes y que hacían aquí?
- Oh! Lo siento, me llamo Emily Bloom y el es mi hermano Edward Bloom, estábamos fotografiando esta casa, porque nos habían dicho que estaba embrujada y todo eso.
- Mi hermana y yo trabajos en una revista de eventos paranormales y nos mandaron a tomar fotos.
- Acabamos de regresar de Nueva York, antes trabajamos para la revista Times pero decidimos volver a casa.
- Oh! En serio y porque han decidió volver?
- Por nuestro padre.
- Porque nos hartamos de la gran ciudad.
Ed y yo respondimos al mismo tiempo, hubo un silencio incomodo y solo se escuchaba el juguete del Doctor zumbar.
- Y bien, que es esa estatua?
- Es un Angel Lloroso, se alimenta del tiempo de las personas y de las paradojas, es raro que no te hayan mandado a otra época.
- A mi?- pregunte.
- Yep, también te hubiera roto el cuello.
- Eso es tranquilizados sabes.- dije con sarcasmo- Entonces "Doctor" usted escribió ese mensaje para Sally Sparrow?
- Yep.
- Ah ella también la salvo o murió?- pregunto Edward.
- Ella sigue viva y ella me salvo.
Dejo se apuntar al Ángel con su juguete.
- Y que es esa cosa? Es algo paranormal o un espíritu?- pregunto mi hermano.
- Si y no.
- Y eres una clase de cazador de lo paranormal?
- Si, extermino espíritus malos y todo eso.
Mentía, yo lo sabia. Pero quien fuera aquel hombre nos estaba ayudando.
- Ya puedo parpadear? Porque me duelen los ojos y ya no puedo aguantar mas.
- Bueno, necesitamos eliminaron, pero no tenemos con que eliminarlo...- el hombre dejo de hablar.
- Que pasa?- pregunto mi hermano.
La linterna que tenia mi hermano para apuntar al Ángel empezaron a fallar y tenia la linterna en el rostro del Ángel, cuando la mía empezó a fallar, el Ángel empezó a mover el rostro. Como si quisiera comerse mi rostro.
- Edward hay un Angel lloroso detrás de ti.
Escuche los chirridos de la madera de las escaleras, sentí la
mano de mi hermano y empezamos a subir las escaleras, mire hacia atrás y vi a dos Ángeles detrás de nosotros y mientras mas parpadeaba la linterna mas se acercaban mas.
- Ha esta habitación- dijo el Doctor y entramos a la habitación.
Edward tomo una silla y la atranco en la puerta, El Doctor se acerco a mi, su rostro mostraba preocupación y parecía como si hubiese visto un fantasma.
- Que pasa? Acaso me estoy volviendo uno de ellos?- mire sobre mi asegurandome de que no había nada detrás, pero seguía mirandome. Toque mi rostro pero nada.
- Que pasa?!
La puerta empezó a se golpeada y Edward estaba reteniendo la puerta, corrí hacia a el ayudandolo.
- Doctor, que hacemos?- grite.
Pero el seguía mirando la nada y me miraba confundido.
- Maldición, vamos a morir.
Tome una tabla, la puse en mi pecho y cerré los ojos.
- Abran la puerta- murmuro el Doctor.
- Que?!- exclamo mi hermano confundido.
- Que abramos la puerta- repetí
- Lo se, pero acaso esta loco? Si dejamos entrar esas cosas, moriremos.
El Doctor se acerco a la puerta, otra vez la examino con su juguete.
- Doctor, no es el momento de examinar la puerta con su juguete.
- Oh Emily! Esto no es un juguete, es un destornillador sonico- dijo con una sonrisa de psicópata que podría asustar a alguien pero a mi relajo. Su destornillador dejo de zumbar y se abrió como un huevo- Es caoba!!!
Edward me miro como si no pudiera creer en que situación nos habíamos metido. El Doctor se acerco a nosotros y puso sus manos en nuestros hombros.
- Tengo un plan, pero necesito que tan bien corren?
- Nos encanta correr- respondí con una sonrisa y la puerta se empezaba a romper.
- Fantástico! Bien, cuando abran la puerta, ustedes saldrán corriendo lo mas rápido posible, la puerta se cerrara y no importa lo que suceda, ustedes se irán lo mas lejos posible, entendido?
- No te dejaremos aquí- dijo Edward.
- Tienen que hacerlo- dijo separandose de nosotros.
- No, que tal si esas cosas te matan?- pregunte enojada.
El Doctor se revolvió el cabello y camino de un lado a otro de la habitación.
- No vamos a arriesgarnos.
- Necesitamos otro plan, un plan en el que todos salgamos vivos.
El Doctor tomo si destornillador y se lo dio a Edward, lo mire el hombre se nos volvió a acercar.
- Nuevo plan, ustedes saldrán corriendo y cuando vean que los Ángeles han entrado, ustedes apuntaran a la puerta y apretaran el botón y se irán hasta volver a casa.
- Es peor que el anterior.
- Les eh dejado mi destornillador, es la cosa mas preciada que tengo, les aseguro de que saldré vivo de aquí y volveré por el. Solo confíen en mi. Volveré.
Edward y yo nos miramos, asentimos, El Doctor retrocedió y se quito su saco.
- No parpadees, parpadea y morirás, no les de la espalda, no le quites la mirada y no parpadees...- asintió, quitamos la silla y nos hicimos a un lado, la puerta se abrió y los Ángeles entraron, Edward y yo salimos corriendo y utilizamos el destornillador y la puerta se cerro- Y buena suerte Edward y Emily Bloom.
******
- Ya terminaste?- grito Edward desde arriba.
Golpe la ultima cabeza de Ángel que había en el sótano, el fierro que tenia ya se estaba deformando.
- Termine y tu?
Edward bajo y sonrió.
- Ya, quieres comer algo?
Subimos, saque el destornillador de la chaqueta y mi teléfono sonó.
- Hola papá.
- Hola Emily, como están?
- Bien, acabamos de terminar de trabajar.
- Excelente, solo quería llamarles porque tal vez no vuelva esta noche, hay un problema en el departamento y parece ser algo muy grave.
- Esta bien, nosotros seguiremos aquí.
- Bien, pasame a Edward.
- Adiós papá- antes de pasarle
- Le eh dicho que estamos trabajando.- le dije a Ed antes de darle el celular.
- Esta bien- le di el celular, el se sentó en las escaleras y yo salí a tomar aire.
Ya habían pasado dos semanas desde que vimos al Doctor, regresamos tres días después, nuestro padre no nos creyó lo de los Ángeles Llorosos y no envió a ninguna oráculos a revisa a pesar de que le dijimos que seguramente había muerto el hombre que nos ayudo, no fue un reencuentro feliz pero éramos presas del pánico, en esos tres días intentábamos tomar un decisión de volver o no, volvimos al cuarto día a ver si había un cuerpo, pero solo encontramos su saco y a los dos Ángeles mirándose, los demás días renunciamos y conseguimos un empleo horrible, pero ya era algo. Los de la revista quedaron confundidos, debido a que no habíamos durado nada trabajando hay, hoy es nuestro día libre y como siempre al terminar de trabajar o en nuestros días libres esperamos al Doctor, hoy hemos decidido matar a los Ángeles que había en la casa. Pulse el botón del destornillador y la luz verde se encendió con el zumbido. Edward se puso a mi lado y el seguí hablando con papá. Escuche un chillido del otro lado, como el motor de un auto descompuesto o como cuando el auto no quiere arrancar, ni se que clase de sonido era; pero venia afuera de la mansión. Edward y no nos miramos, salimos corriendo hacia el cancel de la mansión.
- Deben de estar robándonos el Jeep- dije y Edward salimos.
Nuestro Jeep seguía hay, no había nadie pero vimos una cabina de policía azul, me acerque y Edward seguía hablando con papá y le contaba lo que estaba pasando.
- Ah aparecido una cabina de policía azul...no papá no bromeo...si Emily esta conmigo...esta bien.
Me paso el teléfono.
- Hola otra vez papá.
- Que apareció una cabina telefónica de la nada?
- Sip, pensábamos que nos robarían el Jeep pero hemos ido a revisar y no había nadie, solo la cabina de policía que acaba de aparecer.
- Acaso están consumiendo algún tipo de droga?
- Oh! Claro papá, estoy consumiendo una mezcla de metanfetamina y crack, quieres probarlo porque puedo conseguir montones de estos, tal vez cuando llegues podamos probarlo todos.
- No utilices tu sarcasmo conmigo jovencita.
Escuche como papá me hacia miles de preguntas, de repente la cabina se abrió y una chica rubia salió.
- No puedo ir a casa por ropa limpia sin que tu me dejes, te pierdas y termines perdiendo tus juguetes.- la chica se dio cuenta de nuestra presencia y se paro en seco.
- Yo no me fui, fue la Tardis ella me llevo a este lugar, debe de haber algún fallo en el sistema, tal vez se deba a que comiste encima del comando y no es un juguete, es un destornillador sonico por ultima vez Scarlet...- un hombre salió de la cabina y lo reconocí en seguida.
- Doctor?- dijimos Edward y yo.
- Emily, sigues hay?
La chica empezó a hablarle al Doctor en voz baja y recordé que seguía hablando con papá.
- Oh! Lo siento papá, pero tengo que colgar.
- Que?!
- Lo siento, te amo.
Colgué y la chica de nombre Scarlet dejo de hablar en cuanto se dio cuenta de que colgué. El Doctor se acerco a nosotros y nos sonrió.
- Los hermanos Bloom me esperaron- dijo con una sonrisa de que no lo podía creer, movía las manos y veía sobre su hombro a la rubia con una sonrisa de psicópata.
- Por dos semanas para ser exactos- dijo Edward.
Se le borro la sonrisa al Doctor al escuchar eso, miro a mi hermano de hito a hito y me miro igual, pero cuando violáis tenia su saco quedo confundido.
- Oh! Lo siento, lo tome sin permiso- me empece a quitar el saco, pero antes saque el destornillador- Aquí esta- dije con una sonrisa.
El tomo sus cosas y nos miro, otra vez miro a la chica y ella solo se encogió de hombros.
- Oh! Por cierto, destruimos a los Ángeles.- dije como si no fuera la gran cosa.
- Los han destruido?! Como?!- dijo sorprendido.
- Fue fácil, tomamos unos fieros, tubos y bats de fierro y los empezamos a despedazar.- dijo Edward.
Nos miro otra vez, miraba otra vez a la chica y nos volvía a mirar.
- Podrías dejar de hacer eso- dijo mi hermano como si me hubiera leído la mente. Suspire y empece a retroceder.
- Bien, parece que eso es todo, solo queríamos asegurarnos de que volverías para devolverte tus cosas y darte las gracias... Gracias Doctor..
- Gracias Doctor, seguramente hubiéramos perdido nuestras vidas sin usted- dijo Edward y le dio un apretón al hombre y yo lo abrace.
- No hay de que- dijo desconcertado.
Edward y yo nos miramos, estábamos a punto de volver a la mansión a recoger nuestras cosas cuando el Doctor nos grito:
- Hey chicos, no quieren mi cabina por dentro?- dijo con una sonrisa.
Nos encogimos de hombros, fuimos detrás de la chica y del Doctor, cuando entramos a la cabina, no era lo que me iba a esperar. Mi hermano y yo nos quedamos pasmados, era mucho mas grande por dentro, era como sacado de una serie de Ciencia Ficción.
- Esto es imposible- solo pudo decir mi hermano antes de salir de la cabina.
Yo solo miraba boquiabierta el lugar, empece a reír sorprendida. Mire al Doctor quien estaba sonriéndome, mire la puertas y solo vi a la chica Scarlet explicándole a mi hermano como era posible y mi hermano seguía fascinado.
- Sorprendente, no?
Me apoyo en lo que parecía ser un comando futurista.
- Sip, pero yo no diría sorprendente, ni asombroso.
Mire el techo, no podía creer en el lugar en el que estaba.
- Así que no eres un cazador de lo supernatural?
El hizo una expresión graciosa, mientras lo pensaba.
- No, pero salvo al mundo de cosas peores.
Reí y empece a morderme las uñas.
- Les han creído en la revista lo que paso?- pregunto el Doctor poniéndose el saco.
Solte una risita.
- Nop, porque jamas se los dijimos, renunciamos tres días después. Le dijimos a la policía lo que paso, pero no nos creyeron. Pero ahora estamos bastante bien, ya tenemos otro empleo.
- Oh! En serio? Y que es?
- Fotografía aun, esta vez tomamos fotos para fiestas y todo eso, es una basura, pero mientras tenga una cámara con la cual trabajar- chasque la lengua y reí.
- Que te gustaría fotografía?
Lo mire, el solo me sonreí y notaba algo en esa sonrisa.
- No lo se, cuando tenia 17 quería tomar fotos del espacio, ver las estrellas y nuevos mundos, porque a pesar de lo oscuro y misterioso que puede ser haya fuera, hay mundos nuevos y fantásticos, cosas geniales y asombrosas que uno quiere ver con sus propios ojos y hacerlos perdurar en un fotografía, y revivir ese momento cada vez que lo veas.- lo mire y reí- No se porque le estoy contando esto a un nombre que apenas acabo de conocer.
Me aleje del comando.
- Podrías conocerme mejor si nos acompañaras.
- Acompañarte a donde?
- No lo se, a donde tu quieras. Cualquier parte del mundo y el
Universo que tu quisieras ir. Ir a nuevos mundos y ver cosas asombrosas.
Lo mire confundida, debía estar chiflado por lo que me decía pero yo debía ser idiota si no le creía, estaba en un cabina que era mucho mas grande por dentro de lo que aparentaba.
- En serio?
- La Tardis puede ir a donde quieras.
- La Tardís?
- Si, se podía decir que es mi nave espacial.
Sonreí y mire mi teléfono, escuche a Edward reír.
- No puedo dejarlo.
- Edward podría venir.-dijo encogiéndose de hombros.
- No me refiero a Edward, el siempre estará a mi lado, e refiero a mi padre, es el jefe de policía, si desaparecemos un día se vuelve loco, y nosotros somos lo único que le queda.
El se acerco a mi y lo mire.
- Es tu decisión, puedes quedarte o venir conmigo y con Scarlet. Solo te digo que esto es una cabina telefónica que viaja atreves del espacio y del tiempo.
- Esto viaja en el tiempo?
- Si- otra vez su sonrisa de psicópata.
Sonreí, salí de la cabina y vi a Scarlet y a mi hermano reír, tome a Edward y lo arrastre. Le explique todo lo que me había dicho el Doctor, el como siempre me interrumpía pero siempre terminaba de contar.
- Entonces que? Vienes?- dije con una sonrisa.
El solo miraba el suelo y lo pateaba, tenia sus manos en sus bolsillos, eso significaba que no estaba seguro.
- Oh! Ya entendí.
Empece a morder mis uñas, pero Edward tomo mi mano.
- No lo hagas.
- Esta bien, no iré.
El río y me revolvió el cabello.
- No tonta, me refiero a las uñas, yo quiero que vayas.
- Pero papá y tu?
- Nosotros estaremos bien, ve con ellos y vívelo- me sonrió y me apretó la mano- Pero promete regresar.
Lo abrace.
- Esta bien- empece a llorar pero no sabia si era de angustia o alegría- Y tu renuncia a ese empleo, yo se que tu quieres algo mas.
Asintió, me puse de puntillas y le revolví el cabello.
- Le diré a papá que te quedaras con unas personas durante un tiempo.
- Bien, volveré pronto.
Saque mi cámara del Jeep y le sonreí, lo volví a abrazar y le bese la mejilla.
- Nos vemos.
- Nos vemos.
Me acerque al Doctor y a Scarlet, sonriendoles.
- Que tanto te gusta correr?- me pregunto la rubia.
- Me encanta.
El Doctor y Scarlet entraron y le tome una foto a mi hermano antes de entrar, su mano izquierda se despedía de mi, mientras que la derecha tomaba una fotografía.
Mis capítulos son popo lo se, pero en otro asunto. La idea me a volado el cerebro de tan asombrosa que es la idea, así que me dije: Tienes que audicionar, porque si no lo haces tu vida sera miserable. Y aquí estoy y bueno, ya te aburrí seguramente así que solo dejo mi película favorita y ya. :33
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Sunrise.
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