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Los Príncipes Azules También Destiñen NICK Y TU
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: Los Príncipes Azules También Destiñen NICK Y TU
Creo que voy a morir de emisión!!!!!!!!!!...... Aaaaaaahhhhh sigueeeeeeee!!!!!!.... Creo que encontró a su familia!!!!!....
chelis
Re: Los Príncipes Azules También Destiñen NICK Y TU
Capítulo 38
Aquella tarde cuando llegó Joe a su casa aparcó la moto y, sin saludar a nadie, se metió directamente en su habitación. Abrió el armario y de allí sacó la caja de madera donde se encontraba el broche de plata. Lo cogió entre sus manos y lo miró durante un buen rato. Era idéntico al que Thais había dejado en la joyería. Pero necesitaba comprobar si era la pareja. Con el broche en sus manos cogió la carta que la señora Daula le entregó al cumplir la mayoría de edad y la volvió a leer.
Mi querido Joe:
Tanto tu padre como yo te queremos con todo nuestro corazón pero las circunstancias me obligan a dejarte aquí. No sé cuándo podré regresar a por ti, pero lo que sí quiero que sepas es que cada día cuando me levante pensaré en ti porque te llevo en mi corazón. Te dejo este medio corazón con la esperanza de que algún día nuestras vidas se vuelvan a unir. Te quiere mamá T.
A lo largo de los años aquella carta la había leído cientos de veces, pero de pronto volvía a tomar la importancia que siempre le dio. El broche en forma de medio corazón y la inicial T, eran las únicas pistas que había tenido sobre su familia, concretamente sobre su madre. Y de pronto aquel día, sin buscarlo, sin esperarlo, un broche y una mujer llamada Thalia, le habían devuelto las esperanzas.
Tras guardar en el armario la cajita con sus tesoros, salió de su habitación con una amplia sonrisa en la boca. ¿Podría ser verdad todo lo que imaginaba? Al entrar en la cocina, Nick preparaba unas bebidas para la playa.
—Aloha, hermano —y al verle tan sonriente murmuró—. Vaya, veo que has tenido un buen día.
Se acercó a él y le cogió de los hombros.
—Ha sido un día sorprendente Nick. Creo que he encontrado a mi madre.
Nick le miró estupefacto.
—¡¿Qué?! —exclamó.
A Nick le pasó en décimas de segundo por la mente la vez que creyó haber encontrado a un familiar y el sufrimiento que aquello le ocasionó. Nunca olvidaría el desprecio con el que fueron tratados él y Joe y lo mucho que lloraron después. Aquel día ambos se prometieron que nunca más volverían a buscar a los familiares perdidos. Y que ellos, solo ellos dos, eran su propia familia. Pero de pronto, Joe, feliz, le decía que creía haber encontrado a su madre.
—Cuéntame —exigió Nick—. ¿Cómo? ¿Dónde? No sabía que estuvieras buscándola.
Joe le pidió calma y, en especial, que bajara la voz.
—No la buscaba… —murmuró más tranquilo que su hermano.
Nick, impaciente, volvió a preguntar.
—¿Pero cómo? ¿Dónde has sabido de ella?
Con un gran remolino de emociones y sentimientos, Joe le contó paso por paso cómo había llegado a aquella conclusión y cuando terminó Nick exclamó incrédulo:
—¿La abuela de Thais? ¿Lo dices en serio?
Joe asintió con una radiante sonrisa.
—Todo lo serio que puede ser para mí este asunto.
—Joe, no quisiera que sufrieras por esto y…
—Tranquilo, hermano. Si ha de ser será. —Y al intuir lo que rondaba por su cabeza añadió—. No te preocupes. Nadie me destrozará ni permitiré que te destrocen a ti. Aquello que pasó nos pilló siendo dos jóvenes tontos e inexpertos. Hoy por hoy, tanto tú como yo somos hombres que sabemos manejar y aceptar lo que nos venga.
—Me alegra saberlo. —Le abrazó emocionado—. Solo dime en que te puedo ayudar y ya está.
—De momento en nada, Nick. Tengo que saber más sobre ellas y, sobre todo, comprobar que ese broche es el gemelo del que yo tengo.
—¿Y si lo es?
Joe se llevó las manos a la cabeza.
—Dios, Nick. ¡No sabría ni que hacer!
En ese momento entró Ollie en la cocina buscando a su padre.
—¿Qué es eso de que no sabrías qué hacer? —preguntó:
Nick se separó rápidamente de su hermano y sin saber qué decir murmuró para salir del aprieto.
—Hija. Resulta que tu tío tiene una cita esta noche.
La niña se acercó, les miró y preguntó con curiosidad a su tío:
—¿En serio? ¿Con quién?
Retomando el control de la situación, Joe se acercó a la oreja de su sobrina.
—Con alguien muy especial.
—Jolín, tío —gruñó molesta con un mohín en los labios—. No me hace gracia que nos dejes y te vayas por ahí a saber con quién.
Joe, divertido, se acercó y la tomó del brazo.
—Cariño mío, en la vida no todo siempre gusta, y la cita de esta noche es demasiado importante como para dejarlo para más adelante.
Pero Ollie no se daba por vencida e insistió.
—Pero tío, esta noche queríamos ir a cenar a la pizzería del puerto.
Abriendo los brazos Joe volvió a repetir.
—Pues no puede ser, princesa. Tendréis que ir sin mí. Pero prometo que otra noche iré con vosotros.
Nick, al ver cómo le miraba su hija, intervino para echarle un cable.
—Ollie, el tío, aquí en Oahu tiene su vida. No es justo que tú le tengas que decir con quien va o viene.
La muchacha, indignada, se dio la vuelta para salir pero antes protestó.
—A mí no me gustan tampoco muchas cosas pero no digo nada. —Y mirando a su tío añadió—. Y tú sal con quien quieras ¡faltaría más! Pero luego no me digas cuando vuelva a Nueva York que me añoras, porque ahora estoy aquí y te vas con otra.
Dicho esto, la muchacha salió de la cocina dando un portazo. Incrédulos, se miraron. ¿Aquella era su dulce Ollie?
—Madre mía —se mofó Joe al verla tan enfadada—. Sí que le ha sentado mal mi cita de esta noche.
—No se lo tengas en cuenta —y dándole un suave puñetazo le aclaró—. Pero tú podías haber dejado la cita para más adelante. Para cuando las chicas no estén aquí.
—Imposible hermano —insistió con una tonta sonrisa—. Y oye, en cuanto a lo otro no comentes nada. ¿Entendido?
—No te preocupes. —Y entregándole la bandeja de bebidas sugirió—: Venga, ayúdame a sacar las bebidas antes de que entren aquí como fieras.
Cuando Joe abrió la puerta trasera de la casa gritó:
—¡¿Quién quiere algo de beber fresquito?!
Sasha se abalanzó sobre él para arrebatarle un vaso de naranjada y este sonrió. _______________ y Terry cogieron un vaso de limonada que traía Nick, mientras Serena, Ollie y Cat observaban a Joe con cara de pocos amigos. Algo que no pasó desapercibido para él y le divirtió. Jugaron en la playa con las paletas y finalmente todos juntos se metieron en el agua donde se refrescaron.
En un momento en el que Terry y Joe no tenían a nadie alrededor, Joe susurró:
—Eh… preciosa —ésta ni le miró—. ¿No has dicho nada de nuestra cita verdad?
—No —murmuró echándose agua. Estaba tan nerviosa que no le podía ni mirar.
En ese momento los demás salían del agua y se secaban con las toallas y este, tras consultar el reloj, musitó:
—Son las siete y veinte, a las ocho y media te espero.
Horrorizada le miró. Quería estar espectacular para aquella primera cita con él.
—¿Solo me das una hora?
Embelesado por la vista sensual que ella le ofrecía, mojada y en bikini, sonrió.
—Terry, cielo. Tú no necesitas tiempo para ponerte preciosa, ya lo eres.
Ay Dios… dame fuerzas para no besarle aquí mismo, pensó y le lanzó una tímida sonrisa.
—De acuerdo. Ocho y media.
Dicho eso, comenzó a nadar en las aguas cristalinas de Oahu, mientras Joe optó por salir del agua. Cinco minutos después Terry salió, cogió una toalla y secándose se excusó.
—Voy ya para la casa. Quiero ducharme. ¡Así soy la primera!
—Mírala qué lista —dijo _______________ con una sonrisa que no denotaba ninguna emoción.
—De tonta, tu hermanita nunca ha tenido nada —dijo Joe por echar más leña al fuego.
—No todos somos tan listos como tú… guaperas —respondió Terry siguiéndole el juego.
Cruzaron una mirada entre ellos que les dejó a todos claro que las espadas seguían en alto y Joe, apoyándose en un codo para mirarla, apuntó:
—Gracias por lo de guaperas. Siento no poder decir lo mismo de ti.
—Mira, idiota ¡Que te den! —bufó esta y dándose la vuelta se encaminó hacia la casa ante el gesto de seriedad de todos y las risas de Joe.
_______________ no podía creerse el juego que los dos se traían entre manos, pero sonrió al ver como Nick miraba a su hermano con gesto de desconfianza. Serena al ver a su hija marcharse de aquella forma, la miró apenada. Intuía que quería arreglarse y ponerse guapa para la cena.
—Pero si es pronto, hija —objetó Serena tras echarle una dura mirada a Joe—. Espérate un poco más. No tenemos prisa.
—Mamá, déjala —se interpuso _______________—. Es mejor que vaya a ducharse. Piensa que somos cuatro más y cuanto antes empecemos, antes terminamos. —Y mirando a las demás especificó—. Por cierto, me pido la segunda.
Terry, con una sonrisa de oreja a oreja se duchó cantando, algo que solía hacer cuando estaba feliz. Al mirarse al espejo decidió no maquillarse demasiado. Su piel había adquirido un bonito color tostado. Solo un poco de sombra en los ojos, rímel y brillo los labios. El pelo, optó por dejárselo suelto. Sabía que le favorecía.
Cuando salió del baño entró en la habitación. Observó la ropa que había traído y al final decidió ponerse unos pantalones de lino blanco de cintura baja y un top celeste anudado al cuello. Nerviosa miró el reloj. Las ocho y cuarto. Impaciente se miró en el espejo para retocarse el pelo. No terminaba de convencerle. Al final, al ver un pañuelo celeste de _______________, lo cogió, se lo anudó en la cabeza como un pirata y se quedó satisfecha.
Volvió a mirar el reloj. Las ocho y veinticinco. Cogió su bolso, metió lo indispensable y salió rumbo a la casa donde los demás seguían tranquilamente tumbados en la playa. Joe, se había marchado poco después que ella y observaba por la ventana de su habitación para ver si ella acudía a la cita o no. Al verla acercarse con determinación sonrió. Estaba preciosa y no podía creer que por fin fuera a tener una cita con ella.
Se miró en el espejo, vio que la camisa de lino blanca y los pantalones verdes también de lino le sentaban bien, salió de la habitación y, con una sonrisa en la boca, se encaminó hacia donde todos. Terry todavía no había llegado. Cuando salió por la puerta tan guapo, todos le miraron y para causar más expectación exclamó:
—¡Señoras y señores! Ha llegado la hora de mi cita. Es muy grata vuestra compañía, pero creo que…
—Pues que lo pases bien —interrumpió Cat, mientras que los demás callaban.
—Sí, tío que tu cita se te dé bien —añadió Ollie, mientras Serena se mordía la lengua para no decir nada.
—Pero princesas ¿qué os pasa? —se burló este al verlas tan enfadadas.
Nick, al ver las caras de sus hijas y en especial de su suegra, resopló. La cosa se ponía fea. _______________ miró a Joe y le guiñó un ojo cómplice.
—Pásalo estupendamente y no te preocupes, ya iremos a cenar todos juntos otro día.
—Gracias por tus buenos deseos, _______________ —asintió Joe encantado. Pero mirando de nuevo a sus sobrinas indicó—. ¿Qué os pasa? Por vuestras caras parece que me vaya a la guerra.
En ese momento Terry llegó hasta ellos y todos la miraron con gesto fúnebre. Lo que estaba haciendo Joe, irse y dejarles, no tenía nombre.
—¿Pero bueno qué os pasa? —preguntó al ver sus caras de sorpresa.
Pero nadie respondió a excepción de Joe.
—Pues no lo sé, Terry —y sin poder aguantar un segundo más dijo tendiéndole el brazo—. ¿Estás preparada para nuestra cita?
—Preparadísima —contestó agarrándole.
Las caras de pasmo de todos a excepción de la de su hermana eran dignas de ver.
—Pero... entonces... tu cita es… —susurró Nick muerto de risa.
Joe asintió.
—¿La cita tan importante era la tía Terry? —preguntó Ollie incrédula mientras que su abuela y su hermana reían aliviadas.
—Pues claro, cielo —asintió mirándola—. Nunca hubiera tenido otra cita estando aquí vosotras. Pero si es con ella seguro que me disculpáis.
Serena se sintió feliz.
—Disculpadísimo, muchachote —contestó.
Incapaz de aguantar un segundo más las ganas que tenía de besarle, Terry tiró de él apremiándole.
—Bueno, nosotros nos vamos. Adiós.
_______________ y Terry se miraron unos segundos y se entendieron con la mirada.
Una vez solos y al salir al porche delantero, Terry no pudo aguantar más su deseo por él y le empujó contra la pared, se le tiró encima y le besó. Joe se excitó cómo ella no podía imaginar.
—Uf… tía Terry, creo que la noche promete.
—Oh, sí… tío Joe. No lo dudes guaperas.
Minutos después, se montaron en la moto y se alejaron, dispuestos a pasarlo bien.
bueno aqui esta el cap :D
disfrutenlo :3
bayyy
:bye:
jamileth
Re: Los Príncipes Azules También Destiñen NICK Y TU
Jsja las reacciones de todos!
Se pasa Joe y y Terry se pasan!
Síguela!
Se pasa Joe y y Terry se pasan!
Síguela!
aranzhitha
Re: Los Príncipes Azules También Destiñen NICK Y TU
creo que todos se llevaron una sorpresa enormeeee!!!!... Jajajajajajaja ellos se merecen ser felices!!!!
chelis
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