ESENCIA DIVINA. SKANDAR K. LOGAN LERMAN Y TU. PARTE 2

[right][/right[/quote][b]
GUAUU!!!
CAPITULO POR FINN !!! :cheers: :cheers:
ESTUVO GENIIAL EL CAP SaRIis=)
:lol!: eres gennial escribiendo

pase de pag !!! :cheers:

[b] ooo DRAKEN :arre: APARECIO DE NUEVO :)

PSSS SI RECUERDO MUCHO TU NOVE SARIS EN LA SEC ME OLVIDO DE TODO II MEJOR EMPIEZO A RECORDAR THU NOVE ESQE ES TAN GENIAL !!! :lol!: DEVERIIAS SACAR UN LIBRO ALA VENTA IMAGINATE DARIAS AUTOGRAFOS II TODO ESO II LO MEJOR TENDRAS UN MONTON DE FANSS QOMO NOSOTRAS QE TE APRECIAMOS MUCHO :P

NOSERIA GENIAL !!!

PORFA SARISS SIGUE ..!! :D

SIGUELA sariis :)

Hoola chicas!!:)
Listas?? en 1 hora comienzo a subir el maratonn :D

CAPITULO 25
TE LO DIJE UNA VEZ… 2/2


-Sabia que te encontraría.- Dijo una voz a mis espaldas.
Me sacó rápidamente de mis recuerdos y puse de pié mas rápido de lo que pensé que podía…
Reconocía esa voz...
Regresaba a mi mente continuamente, despertándome por las noches. Cuando me sumía en profundos sueños.

Estupefacta, lo ví.
Me encontré con el recargado en uno de los postes que sostenían el pequeño tejado. Sus ojos me miraron fijamente y me estremecí.
-Draken…- Logré articular.


Me encontré con su fría y penetrante mirada que me hiso estremecer por completo. El avanzó hacia mi y yo era incapaz de siquiera moverme.
Entonces vi que traía de nuevo a su legendaria espada, estaba desenvainada, el plateado brillo iluminaba loas rasgos de su portador.
Me maldecía mentalmente a mi misma por no haber traído ningún arma conmigo.
Ni el báculo ni ninguna otra cosa…
Trataba de llamar al Alma en mi mente pero estaba tan desesperada que no lograba concentrarme en nada.
El se detuvo frente a mi a escasos centímetros de distancia.
-Tanto tiempo sin vernos…- Murmuró el mirándome fijamente.
El miedo hacia que cada uno de mis músculos se tensaran.
Las ideas cruzaban rápidamente mi cabeza dándome opciones entre las cuales elegir. Cerré los ojos tratando de ignorar que el estaba ahí, aunque eso era casi imposible. Sentia su mirada clavada sobre mi y sentía también esa sensación gélida en mi piel por la cercanía de Haiass
Pero a pesar de eso lo intenté y entonces pude hacerlo. En el fondo de mi conciencia pude contactar con el Alma, estaba a punto de dejar que me llevara con ella sacándome de aquel lugar pero solté los lazos de mi conciencia de ella cuando otro pensamiento golpeó mi cabeza.

“Respuestas…”

El quizás era el único que podría dármelas, me estaba arriesgando; lo sabia, y era totalmente estúpido. ¿Pero que acaso no lo era esta guerra?
¿En que momento me había vuelto involucrada en ella? ¿Y por que? ¿Por qué yo? ¿Por qué mis padres? ¿Qué hicieron ellos para morir en esto?

-Vas a matarme.- Dije levantando la mirada. Y no, no era una pregunta era una afirmación.
El me miró fijamente ligeramente sorprendido por mi seguridad y aparente tranquilidad. Aunque la verdad era que no creía soportar la situación mucho tiempo.
-Ya te hablé de eso ¿Recuerdas?- Afirmó.- Hace casi un año.- Una sonrisa cruzó su rostro.
Lo miré entrecerrando los ojos. Claro que lo recordaba. Esa noche había estado a punto de matarme pero luego me había ofrecido unirme a el. Unirme a su causa. Aunque ello implicara traicionar a la resistencia, a Skandar, a Alexander, a Jace y a Shail…
Shail que dio su vida por mi…
Las emociones al recordarlo amenazaron con desbordarse por mis mejillas. Pero me contuve, no dejaría que el me viera llorar.

-Lo recuerdo.- A pesar de todo, logré que Mi voz sonara carente de emociones.
-No voy a matarte.- Afirmó. Una sensación de alivio recorrió mi cuerpo.
Pero es que nada de eso tenía sentido. ¿Por qué? ¿Por qué hacia esto?
-¿Por qué no matarme?- Pregunté confundida.
- ¿Acaso quieres que lo haga?- Preguntó enarcando una ceja y me dirigió una siniestra mirada acompañada de una sonrisa. Retrocedí un paso automáticamente.
Rió escandalosamente.
-No lo haré Annie.- Bajó la espada y la envainó.
Cruzamos una mirada que por un instante pareció estremecer el ambiente.
-¿Por qué sigues aquí?-Preguntó el.
Lo miré fijamente. Sin comprender.
-Se honesta con migo.- Me regaló una sarcástica sonrisa.- Pretendes matarme.-Afirmó.
-Tu jamás fuiste precisamente honesto con migo. No me vengas con lecciones de moralidad.
-Siendo honesto de los honestos es de quienes debes cuidarte, por que nunca sabes cuando van a hacer algo verdaderamente estúpido.
-¿Lo dices por Skandar verdad?- Entendí al instante.
Draken me dirigió una media sonrisa.
Eso fue un golpe bajo… ¿Cómo era posible que lo supiera? Skandar nos había abandonado hace mucho tiempo.
¿Como podría el saberlo?
La posible realidad me golpeó como un puño de hielo. Y yo abrí mis ojos como platos.
-Tu…-Mi voz tembló.- No es posible que…
Negó con la cabeza.- Lose, se que abandonó la Resistencia. Ahora ya no me importa gran cosa. Hay muchas mas importantes que hacer… No puedo perder mi tiempo en eso. No vale la pena matarlo.

La sensación de alivió inundó mi cuerpo. Deje mi cuerpo deslizarse recargado contra el poste. Lentamente hasta que quedé sentada en el suelo.
Y no me había dado cuenta, hasta ese instante, cuanto me seguía importando Skandar. A pesar de que nos hubiera abandonado.
Lo entendía no podía atarlo a esto ni yo ni nadie. Porque el no me pertenecía.
Y lo aceptaba. No le guardaba rencor pero había tratado de construir un muro alrededor de mi corazón.
Alzarlo para que nadie llegara a el y así no hacerme más daño.
Alzé mi mirada, la mantenía fría y distante, o al menos eso quería.
Tenia que vigilar cada movimiento que el hiciera. Un paso en falso y esto acabaría mal… muy mal….
Estaba ahí, había permanecido en aquel lugar por solo una razón.
Quería respuestas. Y al parecer solo él podía dármelas.
-Tú- le dije a Draken- Fuiste el primer Anixous que conocí.- Afirmé frunciendo el ceño.
Recordando cuando me lo topé en los pasillos de la universidad.
-Pues es una pena- dijo el-, ya que todos los que conociste después habrán sido una decepción terrible.
Y el egocentrismo era algo que no había cambiado para nada.
Rodeé los ojos.
-¿Querías saber algo no? ¿Por qué no solo preguntas? Luego podrás matarme si quieres.- Dijo despreocupadamente sentándose en las orillas del muelle.
-¿Y por que no respondes y ya? ¿Qué no puedes leer mi mente?
El me miró y había un brillo en sus, luego volvió la vista hacia el lago.
-No funciona así.- Explicó tranquilamente.- No puedo leer siempre tus pensamientos. Solo algunas veces…
Fruncí el ceño. Y entonces recordé cuando el me había contado que no podía leer mi mente. Eso había sido hace muchísimo tiempo. Lo que me parecía una eternidad…
Pero no era algo tan extraño, según el me había dicho el que no pudiera saber lo que pensaba, había un mínimo grupo de personas que contaban con una especie de barrera mental y al parecer yo era una de ellas.
-¿Eso es algo que se controla?- Pregunté.
El asintió con la cabeza. Luego se volteó a verme y me dirigió una media sonrisa burlona.- Pero para mi buena suerte.- Puntualizo.- Tu no tienes idea de cómo controlar eso.
-Esto no tiene sentido.- Murmuré recargándome contra un poste que sotenia el pequeño techo.
-¿Qué? -Inquirió el.- El que estés aquí sentada con una especie de vampiro, que antes habían estado de matarse mutuamente mientras en una especie de mundo oculto hay una guerra y ambos pertenecemos a bandos contrarios y deberíamos de matarnos ahora mismo. Oh! por no mencionar que tu sangre me parece deliciosa y que tu eres una especie de maga. Y que mi padre, que es el emperador malévolo, quiere secuestrarte para usar tu magia y me estoy metiendo en graves problemas por no hacerlo?

Me quede sorprendida. ¿Su padre quería secuestrarme? ¿Por qué razón?
Poseía el báculo, era verdad… Pero ¿De verdad era necesario para el?
Al parecer había logrado ya lo que quería, había hecho trizas la clave, y ano existía mas y todo estaba en su poder ahora.
¿Qué podía hacer el báculo? ¿Encontrar la copa?
Por favor… eso no servía para eso… lo había intentado…
Una y otra y otra vez y jamás, jamás había logrado dar con su posición.
-Si supongo que no tiene sentido.- Murmuró el, sacándome de mis pensamientos.
-¿Por qué?- Espeté.- ¿Por qué o haces?
-No deberías morir…-Respodió el citando antiguas frases.
-Eso no responde mi pregunta. ¿Por qué no?- Insistí.
El miró largamente hacia el bosque. Parecía sumido en profundas reflexiones y finalmente se puso de pié rápido como el pensamiento.
De pronto estuvo frente a mi mirándome profundamente. Como queriendo llegar a los recónditos limites de mi conciencia.
-¿Sabes que tengo que acabar con esto no?-Dijo frío como el hielo.
Yo traté de retrocedes pero me encontré con el muro, ahora si que no tenia salida.
Me prendí de su mirada sin poder pensar en otra cosa.
Tenia miedo, mucho miedo… Pero no reaccionaba.
-¿Sabes que tengo que acabar con la resistencia?- Sacó una pequeña daga de algún lugar de su chaqueta.
La miró un instante, como analizándola, reflexionando. Luego de unos instantes volvió su mirada a mi...


Tomó mi mano y para mi sorpresa puso la daga en ella.
Totalmente confundida y estupefacta lo miré sin entender. Continuaba con sus ojos de hielo clavados en los mios.
Cerró mi puño en torno a la daga y la deslizó hasta que el filo de esta estaba a la altura de su cuello.
-Esto es un cuchillo serafín.- Me explicó.- Te hablé de ellos una vez. Pueden hundirse en mi piel y matarme. Sabes que voy a seguir con lo que me encomendaron. Sabes que terminaré matando a Alexander por el hecho de estar en la resistencia.
Sabes que si Jace o Skandar se cruzan con migo los mataré. Lo sabes…- Dijo seriamente.
Apreté mi puño.- No te atreverás. Porque si lo haces yo…
-¿Me matarás?-Me interrumpió el con una triste sonrisa.- Adelante.- Me invitó.- Hazlo ahora, antes de que sea demasiado tarde. No voy a oponer resistencia.
Me quede mirándolo a los ojos. ¿Es de verdad? ¿De verdad esto me estaba pasando?
Todo lo que Alexander y yo necesitábamos para tener el camino libre y buscar la copa estaba aquí.
El era lo único que se interponía en nuestra búsqueda.
Todo por lo que había pasado, mis padres, mi vida mis amigos se habían ido.
Y había jurado que encontraría esa copa hiciera lo que tuviera que hacer por que era lo único a lo que le encontraba algún sentido hacer.

Sentimientos contradictorios inundaban mi mente.
Estaba claro que era lo mejor hacer. Tal vez no lo correcto, pero era lo mejor para nuestra causa.
Porque sea como sea, el… Draken, era un asesino. Habia matado a quien sabe cuantos miembros de la clave y me estremecía con tan solo pensarlo.
Recordaba también cuando atravez del alma ví la invasión a Nurgon.
La gente corriendo desdesperada y encontrando su inminente muerte a las manos de aquel terrible y poderoso ejercito.
Recordaba también a los magos estallando en llamas.
No podía olvidarlo… No podía…

Tome la daga con decisión. Miré a Draken a los ojos. Y justo cuando empujé la daga hacia su cuello esta resbalo de mis manos.
Haciendo un sonido sordo al caer al suelo.
Bajé la cabeza dejando que las lagrimas salieran de mis ojos.
Desbordándose pronto invadieron mis mejillas.
Me sí la vuelta, dándole la espalda. Me abrace a mi misma y me deje caer de rodillas sobre el suelo de madera.
Miré hacia el largo sin poder creer.
-Esto es injusto.- Dije con la voz quebrada.- No puedo hacerlo ¿Por qué no puedo matarte?-Dije volteándome hacia el.
Ya no me importaba que me viera llorar. ¿Para que? Estaba claro que era débil, no era capaz de hacerlo. No podía.
-Era la pregunta que yo iba a hacerte.- Murmuró colocándose a mi lado.
-No puedo…- Murmuré desconsolada.- Sigues siendo Logan para mi.
Sonreí a cuestas de mi, eso era tan estúpido.
Pero sin embargo era la verdad…
El me dirigió una mirada de comprensión.
-Lamento que tengas que pasar por todo esto.- Dijo sinceramente.
Nos quedamos mirando unos instantes, cada uno prendido de la mirada del otro.
El se acercó a mi lentamente.
Su respiración me estremeció al chocar contra mi cuello. Su calido aliento me estremeció.
Y encontré entonces, con terror, que mi muro. El que había alzado con tanto esmero se había hecho pedazos.
Había quedado reducido a un montón de escombros.
El tenía su mirada fija en mis ojos aun y sentí un cosquilleo en todo mi cuerpo cuando el, con la punta de su nariz rozo mi mejilla.
Sus labios besaron en el mismo punto y fue acariciando mi piel con sus labios hasta que quedaron a unos centímetros de distancia sobre los míos.
-Annie.- Susurró sobre mis labios.- Moriría por un beso tuyo.
Mi respiración se agitó y por un instante creí que mi corazón saldría de su sitio.
Deslice mis manos hasta subir a su suave cabello y lo atraje hacia mí.
Sus labios se encontraron con los míos, me besó al principió lentamente disfrutando cada instante, sus manos recorrieron mi espalda hasta que bajaron a mi cintura y me atrajo mas contra el.
Nuestros labios trazaban el erótico compás con perfecta sincronización.
Su lengua fue abriéndose paso lentamente a través de mis labios haciéndome sentir una descarga de adrenalina al encontrarse con la mía.
Bajé mis manos hasta su rostro y luego a su cuello. Acariciando con mis manos su contorno.
Atrapé su labio superior entre mis labios y jalé de él suavemente.
El me fue empujando suavemente hacia atrás mientras continuábamos con la frenética y apasionada danza de nuestros labios hasta que quede recostada contra el suelo de madera.
Enredé mis brazos alrededor de su cuello y gemí levemente sentir su cuerpo sobre el mio.
Me separé lentamente de el cuando me había quedado sin aliento.
Respiraba agitadamente. Y lentamente desice mis brazos de su cuello.
-Esto es lo más estúpido que eh hecho.- Admití sin poder creer lo que acababa de pasar.
El me sonrío alegremente.- Lose.




-¡Has dicho que ibas a dar un paseo!- Dijo Alex furioso.- ¿Qué clase de paseo necesita cuatro horas?
-¿Un paseo largo?- Respondí inocentemente mientras lo esquivaba y caminaba rumbo a mi habitación.
Alexander lanzó un suspiro resignado.
-Bien.- Dijo bajando el tono de su voz.
Sabía que quería decirme algo por el tono de su voz, pero hice caso omiso.
No quería hablar con él, al menos no por ahora…
La sensación de pesadez caía sobre mis hombros. Me era imposible mantenerme tranquila entonces.
¿Qué demonios había pasado? Traté de aclarar mis pensamientos.
¿Era una traidora?...
¿Qué demonios había pasado?-Me repetí. ¿Por qué no era capaz de hacerle daño?
Habia tenido la oportunidad de matarlo y acabar con parte de esto de una vez por todas…
-Eh! Annie!- Me llamó Alexander y se plantó delante de mi impidiéndome avanzar.
-¿Qué pasa?-Pregunté aspirando hondo.
-Te vez…- Me observó unos instantes dudando. Lo miré entrecerrando mis ojos, ¿Me veía que? ¿Nerviosa? - Mal…-Dijo el por fin.
Suspiré y acomodé un mechón suelto que cubría mi visión tras mi oreja.
-¿Estas enferma o algo parecido?
Negué con la cabeza.- ¿Tengo poderes curativos recuerdas?-Una sonrisa se dibujó en mi rostro.- No creo que pueda enfermarme… Es solo que no eh dormido muy bien.- Mentí.
-Oh… Bien, quizá debas hacerlo ahora.- Dijo haciéndose a un lado dejándome el camino libre.
Asentí con la cabeza y caminé varios en dirección a mi habitación.
-Pero…- Me llamó. Me detuve de nuevo y lo voltee a ver.
-¿Qué?- Inquirí.
-Tenemos que hablar de algo después.- Dijo Seriamente.- Pero por ahora ve y descansa. Cuando termines búscame en la biblioteca.
Asentí con la cabeza y me dirigí a mi habitación con la sensación de curiosidad invadiéndome. Pero mejor sería tranquilizarme un poco y ordenar mis pensamientos que giraban en mi mente como un torbellino amenazando acabar con la poca cordura que me quedaba.
¡¿Qué demonios paso?! Me pregunte por enésima vez.

OM!!! Lo ame sariss en verdad ame el capitulo eres asombrosa sube otro cuando puedas quiero saber que mas pasara no nos dejes así >.< Hahaha te quiero

Aww graciass Annie!! :)
Haha se me siguee haciendo extraño q te llames igual q el presonaje xDD
Muchass muchass gracias por comentar :)
Tambien te quieroo! :D

Hahahaha es el destino Hahaha lo c también a mi al principio se me hacia raro pero ya me acostumbre :) Haha SIGUELA pronto :)

olap SOY NUEVA LECTORA!!!!
me encanta tu nove es ermosa me encanta
siguela please
wouuuuuu me encanta no puedo dejar de decirte q es preciosa tienes mucha imaginacion
:D :flower:

:(