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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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Prohibido enamorarse de Zayn Malik {Zayn&Tu}
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Prohibido enamorarse de Zayn Malik {Zayn&Tu}
11° Capítulo
NoahMe retorcí los dedos como por onceava vez en el mismo minuto. Zayn iba a estar furioso conmigo cuando se diera cuenta que asistí a la cita de Mason sin él (a pesar de que estuvo recalcándome todo el día que ni loca iba a ir yo sola a verlo).
Pero no podía llevar a Zayn conmigo, él era capaz de retorcer el cuerpo de Mason sin ningún problema.
Le conté a Rita mi plan y ella colaboró para que Zayn no se diera cuenta que estaba escapándome por la puerta trasera del restaurante. Pero es que de verdad necesitaba hablar a solas con Mason, y no necesita al señor jodidamente celoso respirándome en la nuca y llamando con nombres de animales de granja al pobre de Mason.
Él me había citado en un lugar donde preparaban la mejor comida china de la ciudad, se llamaba La Caja Asiática.
Procuré cambiar mi ropa de trabajo por cómodos jeans y una camiseta sin mangas; estiré mi pelo en una cola y, como siempre, mantuve mi maquillaje al mínimo.
Entré al local ubicado en la segunda planta de un edificio comercial, y una ola de aromas a jengibre, salsa de soya, especias y mariscos me golpeó directo en la nariz.
Una chica con genes asiáticos me hizo una reverencia al entrar, y me indicó que pasara.
Busqué con la vista el cabello marrón oscuro de Mason y lo encontré casi al fondo del restaurante. Una botella de agua se posicionaba ya en la mesa, a su lado también estaba una botella de vino con una etiqueta en donde se leía: Dry Red Dragon.
Frente a la botella, dos copas servidas.
—Hola —saludé mientras tomaba asiento frente a él.
Su mirada se iluminó y mi estómago se retorció con culpa.
—Pensé que no vendrías —se levantó de su lugar y me dio un rápido beso en la mejilla—. Espero no te moleste que ordenara por ti.
Negué con la cabeza.
—Veo que tu nariz está mejor —regresó a su asiento.
—Sí, ya casi no duele mucho —confesé—. Mase, yo...
—Wow. Llevas demasiado tiempo sin llamarme así —su sonrisa parecía no caber por completo en su cara—. Me gusta que me digas Mase.
Fruncí el ceño.
—Mason creo que ya no podemos seguir haciendo esto.
—¿Haciendo el qué, princesa?
Princesa. Así me llamaba cuando éramos novios; no era nada agradable recordar esa época en la que creía que era sexy verlo sin camisa y con el estómago cubierto de grasa de automóvil. Solía llevarle agua y limpiar su frente sudorosa con un pañuelo. Entonces él me daría un beso salivoso e intentaría meter su lengua hasta que rascara el punto exacto de mi paladar en donde se provocaban normalmente las arcadas.
—Me halaga que quisieras recuperarme —comencé— pero no voy a engañarte... No creo que exista una segunda oportunidad para nosotros.
No me gustaba decirle esas palabras, pero era mejor detenerlo ahora y no después cuando fuera tarde.
—¿Pero por qué? ¿Acaso hice algo mal? —estaba angustiado, podía escucharlo en su tono de voz—. __, aprendí cómo besar bien si eso es lo que te preocupa. Puedo probártelo...
Antes de que Mason pudiera seguir hablando más, una chica con un uniforme de camarera se nos acercó mientras cargaba varios platos de comida y los depositaba en la mesa.
Todo lucía bastante bien.
Mason me miraba angustiado, ni siquiera parpadeó con la llegada de la comida.
—No se trata de los besos —dije una vez que la camarera se fue—, es que simplemente no me veo contigo en un futuro inmediato.
—Marie te lo dijo, ¿cierto?
Lo miré confundida. ¿Qué tenía que decirme Marie? ¿Acaso él sabía lo de Zayn? ¿Que Marie pensaba que era un ladrón/estafador?
—¡Ella prometió guardar el secreto! —chilló—. Lo siento __, te lo iba a decir pero...
—Wow, espera ahí. No entiendo de qué hablas.
Mason se quedó en silencio por un momento, entonces abrió su boca para volver a cerrarla haciendo un sonido como de PLOP.
—Cuando me dejaste me sentí devastado —comenzó a explicar—, no quería perderte. Fuiste lo mejor que me pasó. Entonces le pedí a tu prima... —se detuvo en media frase.
¿Qué? ¡¿Qué?! ¡¿Le pidió a Marie, qué?!
—Verás, tu prima me ayudó un poco en el área de los besos y... otras cosas...
—Oh no. No, no, no, no. ¿Quieres decir que estuviste acostándote con mi prima para "mejorar tus habilidades" y luego vienes y me pides otra oportunidad?
—Tenía que recuperarte de alguna forma y esa era la única manera. La vi hace meses atrás en la calle, le pedí su número para que me mantuviera informado sobre ti... y simplemente se dieron las cosas. Ella se ofreció a ayudarme.
—Gran alma caritativa, ¿verdad? —mi apetito se había esfumado por completo.
Iba a retirarme y regresar al departamento para confrontar a Marie, pero una sombra de figura alta y musculosa se asomó entre Mason y yo.
Sin siquiera tener que echarle un vistazo ya sabía de quién se trataba.
Zayn.
Estaba de pie frente a nosotros, aun con el uniforme del restaurante. Cliff lo había obligado a usar un pantalón suelto a la cadera, y una corbata simple. Sin camisa.
Supongo que se dio cuenta de que a él también podía sacarle el provecho; ahora la clientela femenina nunca faltaba.
Tuve un poco de la hermosa vista a sus tatuajes durante todo el día. Algunos eran como llamas decorándole los omoplatos; desde ahí, la tinta formaba un árbol cuyas ramas y raíces estaban secas y apenas habían algunas hojas aferrándose al tronco. Era un árbol marchito, solitario.
Zayn ni siquiera hizo el intento de intimidarse cuando la gente se le quedaba viendo. Disfrutaba de la atención que estaba recibiendo aquí en el restaurante.
Oh, hombre. Intenté apartar la mirada de sus suaves músculos pero la verdad era que se me hacía agua la boca por pasar mis manos sobre su pecho... Pero, ¿cuáles manos? Si era sincera conmigo misma quería pasar la lengua por su pecho y luego... Quité la vista de su muy buena figura, y mis ojos se dirigieron a los suyos. Zayn lucía furioso. Apostaba a que si fuera posible hasta echaría humo por la nariz.
—__ —pronunció mi nombre de manera fría y contenida—. Te dije que me esperaras...
—¿Qué hace este tipo aquí? —preguntó Mason. Su mandíbula se apretó fuertemente mientras le lanzaba miradas de odio a Zayn, lo veía de forma despectiva de pies a cabeza.
—Vengo por __ —respondió él con voz más tranquila de la que me habló; vi cómo tomaba una silla de una de las mesas desocupadas y la ponía a mi lado. Se sentó con el respaldar de frente y le dio una mirada lacónica a Mason.
—Ya me iba, ni se te ocurra hacer un espectáculo —le advertí a Zayn, murmurando por lo bajo. Aún estaba furiosa por lo que hizo Marie con Mason.
—¿Y eso por qué? Pienso que deberías quedarte a comer ya que tu exnovio paga. Mira eso, ¡hasta hay vino! Oh, pero nena, no deberías estar tomando esto. Peor en tu condición.
Mis ojos se abrieron y miré sospechosamente a Zayn.
—¿De qué condición estás hablando? —se me adelantó a preguntar Mason. Él tenía el cuello rojo y sus puños estaban cerrados sobre la mesa.
—Hablo de que __ está embarazada. ¿Adivina quién es el padre? —se señaló a sí mismo.
Casi me caí de la silla.
¿En serio acababa de decir eso?
—¿__, estás embarazada? —gritó Mason haciendo que tres monjas, que comían a tan solo unas mesas de distancia, nos voltearan a ver.
—¡Claro que no! ¡Zayn, no es gracioso! —lo regañé. Más motivos para ponerme furiosa.
—Tiene tres semanas de embarazo, y si sabes lo que te conviene, Martín, vas a dejar de buscarla. Es mi chica ahora.
—Mi nombre es Mason, no Martín. Y no... —él negó enérgicamente con la cabeza— no puedo creer esto. ¡Hace rato estabas reprochándome por haber tenido algo con tu prima, y ahora vengo a darme cuenta de que tú tienes algo mucho más grande con su esclavo sexual!
—Vaayaa —Zayn se rió en voz alta. Las monjas se persignaron, mientras que, varias parejas dejaron de comer para vernos (aunque desde que Zayn entró sin camiseta ya se lo estaban comiendo con la vista)—. Esclavo sexual. Lo utilizaré en mi material de cosas ingeniosas. Aunque yo me miro más como un sexy pedazo de carne importada.
Zayn tomó un par de palillos chinos de la mesa y empezó a escarbar entre la comida. Se llevó un trozo de pollo con vegetales a la boca y saboreó lentamente.
Mi rostro estaba rojo y tuve que hacer un gran esfuerzo para no clavarle uno de los palillos en la mano.
—Dije que yo no estoy...
—¡Increíble! —resopló Mason, ni siquiera escuchaba lo que yo tenía que decir—. Embarazada de este tipo.
—Por supuesto que no —chillé pero Zayn me interrumpió:
—Sip —él habló con la boca llena, apostaba a que lo estaba haciendo a propósito para enfurecer aún más a Mason—, ya hasta tenemos nombres pensados. Si es niña, Gertrude, como mi abuela. Si es niño, Zayn Jonás III.
—¡Zayn! —grité.
—Oh, cierto, cierto. Ella quiere que nombremos a la niña Margarita, y si es niño Noah. ¿Tú qué opinas Martín? ¿Te gusta más Noah o Zayn Jonás III?
—Yo opino que mejor me voy. —Mason se levantó de su silla, botando una servilleta mientras se iba.
—Mase... —no quería que se fuera pensando en la estupidez que Zayn le había dicho.
¿Embarazada? ¡Yo todavía era virgen!
Mason se detuvo cuando lo llamé, y dando media vuelta me miró de una forma tan decepcionante.
—Entonces solo aceptaste verme para despedirte de mí —dijo con tristeza—. Supongo que esto no funcionó al final de cuentas. No puedo creer que estuvieras jugando conmigo todo este tiempo.
Se fue dando grandes zancadas, se alejó hacia la salida del restaurante.
Quería gritarle que él también estuvo jugando, a saber hace cuánto tiempo, con Marie a las manitas sudadas, pero me abstuve de gritarle algo mientras se iba.
—¿Me puedes explicar por qué rayos le dijiste que yo estaba embarazada? —le recriminé a Zayn.
—Fácil: así no vuelve ni a pensar en tu nombre. Créeme, no hay nada que tema más un chico que enterarse de un embarazo.
Lo fulminé con la mirada. Era un imbécil.
Siempre haciendo idioteces como esta.
Me levanté de mi asiento y salí echa un rayo fuera del restaurante.
Caminé a toda prisa para tomar un taxi, pero justo cuando uno se detuvo, Zayn llegó a mi lado, tomó mi brazo y me hizo girar para que lo viera a la cara.
—__, tenía que hacerlo. Además mencionó algo de haberse metido con Marie. Él no vale la pena.
—¿Y tú sí? —grité enojada. Si Mason llegaba a decirle a alguien que creía que yo estaba embarazada... Bueno, digamos que las cosas no se iban a poner bonitas—. Tú también estabas metido hasta por los codos de Marie.
—Marie solo fue un cuerpo caliente con el que pasar la noche para no sentirme solo. __, sé que yo no lo valgo. Pero trabajaré con fuerza para merecerte.
—Estaba a punto de decirle que no quería nada con él. Pero luego vienes tú y le dices, de todas las cosas que pudiste haberle dicho, que estaba embarazada. ¿No podías simplemente dejarme a mí hacer esto?
—Entiéndeme tú a mí, si ese lame vacas hubiera seguido un minuto más cerca de ti, no habría poder en el mundo que pudiera detenerme de golpearle el rostro.
Suspiré agotada.
—Me tengo que ir. Dejaste a Marie echa un dique abierto y a mí me toca reparar los daños.
Hice el intento de subirme al taxi, pero Zayn lo despachó con un movimiento de mano.
—Oye...
—Yo te llevaré.
Mis ojos pasaron como por millonésima vez sobre su torso desnudo.
—¿Por qué tienes que andar sin camiseta todo el tiempo? —reproché.
—Lo hago para saber que no he perdido el toque —me guiñó un ojo.
Y solo eso bastó para perdonar su enorme y entrometida boca. Quería besarlo, pero dar el primer paso era como cederle una victoria.
Increíble. Lo perdonaba demasiado rápido.
—No te preocupes, tengo una camiseta de repuesto —dijo.
Caminó tomándome de la mano, se dirigió hacia el estacionamiento del restaurante chino y se detuvo frente a una monstruosa motocicleta color negro cromado.
—¿En esto piensas irme a dejar? —chillé.
—¿No te gusta? Se llama Dolly —Me pasó un casco y, antes de colocarse el suyo, deslizó una camiseta blanca por sus brazos, tapando su cuerpo. Sacudí mi cabeza para evitar que el efecto Zayn Malik se apoderara de mis ojos y los pusiera bizcos.
—Las motocicletas no son seguras —dije medio embobada—. Mejor tomaré un taxi.
—Ni en tus sueños. Ven, hasta te permitiré apoyarte en mi sólida espalda —tocó mi nariz con su dedo índice.
—Eres peligroso para mí —dije medio en broma.
—No tienes ni idea —respondió él de repente serio.
Esto era. Tenía que preguntarle acerca de si lo que dijo Marie era cierto o no.
Abrí mi boca para decirle, pero sorprendentemente la boca de él ya se encontraba allí. Sus manos sujetaron mis caderas y me pegó a su cuerpo; jadeé por el beso salvaje y desenfrenado.
Su lengua encontró su camino hábilmente hacia la mía, sentí mis piernas débiles y temblorosas mientras él se divertía haciendo lentos círculos en la piel expuesta sobre el borde de mi pantalón.
Nos separamos para tomar aire, su respiración igual de irregular que la mía.
—No te había saludado como debía —dijo encogiéndose de hombros.
Me mordí el labio.
Solo Zayn Malik podía hacerme enojar un segundo atrás, y reivindicarse al siguiente.
Lo golpeé en el hombro, así como tenía por rutina.
—Eso fue por decirle a Mason que estaba embarazada.
Él soltó una carcajada, echando su cabeza hacia atrás.
—Tal vez deberíamos ponernos a trabajar para que no sospeche después de nueve meses —empezó a sobar mi estómago.
Lo golpeé de nuevo en el hombro.
—Tonto. Ni creas que te vas a salir tan fácil de esto.
Se rió en voz alta.
—Vámonos nena. Quiero que conozcas un lugar y no podemos llegar tarde.
—Pensé que me llevarías a casa.
—No esta noche. Pienso secuestrarte sólo para mí —me dio un beso fugaz y me tomó en sus brazos para posicionarme sobre la motocicleta. Me ayudó a ponerme el casco y se subió delante de mí, poniéndose el suyo también.
—Sujétate fuerte —dijo y pronto comenzamos a movernos hacia la carretera.
Curiosamente en lo único que podía pensar era en lo extraño que había sido ver monjas en un restaurante chino.
Pero es que si me ponía a pensar en Zayn como un chico peligroso... No. Mejor no pensar en eso, porque una relación con un chico malo nunca terminaba de una buena manera.
______________________
Odiaba las motocicletas. Esa sensación de mis pies a tan solo centímetros del suelo era espantosa.
Terminé agarrándome a Zayn como si yo fuera un parásito chupa sangre aferrando sus garras a su objetivo. Mis muslos se apretaron contra los de él y mis manos le rodeaban el estómago y lo presionaba con fuerza.
No abrí los ojos sino hasta que él me dijo que los abriera.
Curioso. Estábamos en la playa.
Habían tantas por esta zona que no sabría cuál de ellas era, pero la vista era espectacular.
El cielo ya se encontraba oscuro y una tenue iluminación venía desde lejos.
—Quiero presentarte a algunos amigos —dijo Zayn estirándose fuera de la motocicleta y ayudándome a salir también.
Yo todavía seguía mareada por el viaje.
—Creo que a Dolly no le gustan los pasajeros —dije refiriéndome a su motocicleta—. Pensé que comería el asfalto de la carretera en cualquier segundo.
Zayn pasó uno de sus brazos sobre mis hombros y me atrajo para besar mi frente.
—Estabas colgándote de mí como si fueras un mono. Dudo que hubieras salido volando por el aire.
Le di un codazo leve.
—Tonto.
Empezamos a caminar por la arena. En un impulso me saqué los zapatos y dejé que mis pies descalzos tocaran la superficie.
Mientras más avanzábamos, más claramente podía ver una fogata rodeada de unas cuantas personas en el centro de la playa. Zayn me tomó de la mano en todo el corto recorrido hacia la fogata.
—¡Hey, mira quién es! —Un chico de cabello desalineado se alejó del resto y caminó en nuestra dirección—. Pero si es una hermosa chica al lado de un perdedor.
Su tono era bromista y amistoso.
Le sonreí inmediatamente.
—Key —saludó Zayn. Se dieron la típica palmada en la espalda.
Key se giró hacia mí y me deslumbró con una de sus sonrisas. Era guapo. Piel bronceada, dientes rectos, cabello color arena y un cuerpo de complexión mediana.
—Hola hermosa. ¿Con qué te sobornó Zayn para que vinieras con él? —me dijo siempre bromeando.
—Con una danza del vientre —dije siguiéndole la corriente.
Él echó la cabeza hacia atrás para reír.
—Me gusta tu chica —le dijo finalmente a Zayn—. Si despegas tus ojos de ella, en menos de una hora la convenceré de que deje tu trasero peludo. La robaré para mí; además ya sabes lo que dicen: ladrón que roba a ladrón tiene cien años de perdón.
Se rieron pero esta vez no los acompañé.
¡Él dijo la palabra con L!
No me sentía con ánimos de bromear sobre eso. ¿Será que sus amigos también compartían las mismas aficiones?
—Vamos —me jaló Zayn hacia el círculo de chicos rodeando la fogata—, te presentaré al resto.
Después de quince minutos de presentaciones me creí lo suficientemente capaz de recordar algunos nombres y ponerles caras.
Estaban: Doug (el chico de los pantaloncillos blancos y de cuerpo robusto), Melvin (el de piel oscura y cabeza rapada a lo Vin Diesel), Elena (la de complexión de tigresa y ropa sacada directo de una pasarela). Antonia, Joseph, Grace y Key.
Zayn se movilizó rápidamente a traerme una bebida mientras sus amigos hacían un excelente trabajo distrayéndome y contándome cosas vergonzosas de él.
—Eres más civilizada que la pelirroja que trajo hace meses —dijo de repente Elena. Podía sentir la tensión en el resto del grupo cuando ella mencionó eso.
—Entonces puntos extra para mí —murmuré.
Obviamente la pelirroja era Marie. Saber eso me bajó los pocos ánimos que tenía.
—Elena, estás siendo imprudente —la regañó Key—. __, no le hagas caso a lo que diga Elena; ella solo está en estado permanente de furia. Sigue enojada porque la banda no admite chicas y cree que la necesitamos.
—¿Banda? No sabía que estaban... —y fue allí cuando recordé a Ósmosis. Ellos eran los músicos de la banda. Aunque faltaba el atractivo vocalista rubio.
—Creo haberte visto con Zayn en una de nuestras presentaciones.
—Cierto. Ustedes son Ósmosis —dije triunfalmente—, tocan increíble.
—¡Fuimos reconocidos! —gritó Key— finalmente estamos a un paso de la fama.
Me reí en alto mientras la figura de Zayn se hacía más visible y cercana.
Cargaba una lata de refresco para mí, y una botella de cerveza para él.
—Toma, nena —dijo pasándome la lata—. Recuerda que aún no estás en condición para beber cerveza, así que te traje soda de uva.
Lo golpeé en el hombro.
—¡Auch! Me vas a dejar tatuada tu mano permanentemente.
—No seas tonto. Deja de bromear con lo del embarazo —le dije en voz bajita.
—No puedo creerlo —gritó Key— ¡Zayn Javaad Malik va a ser papá!
Mi refresco se cayó al suelo inmediatamente.
Mi rostro se puso rojo cuando todos los presentes se pusieron a ver mi vientre en busca de alguna señal de embarazo.
No pensé que él estaría escuchando eso.
—¡Key! —gritó Zayn—. Era un noticia que no queríamos dar todavía.
Iba a matarlo. Zayn iba a pagármelas.
—¡Zayn! —chillé. Me sentía completamente avergonzada.
—¡¿La dejaste embarazada?! —esta vez era Elena gritando.
—A ver, cálmense todos —el chico de pantaloncillos blancos habló pero nadie estaba escuchando porque todos estaban gritando debido a la noticia. Incluyéndome.
—¡Claro que él no me dejó embarazada! —dije furiosa—. Solo está siendo un idiota y se lo inventó todo porque se sentía celoso de mi ex novio.
Pero nadie escuchó.
Algunos felicitaron a Zayn y otros, como Elena, le dieron miradas asesinas.
—Va a ser niño... y como que me está gustando el nombre Noah para nombrarlo —dijo Zayn pasando un brazo sobre mi hombro. Sonreía como lobo malicioso.
Me sentí indignada.
Traté entonces de seguirle la corriente a él y darle un poco de su propia medicina.
—Lamento decirte, cariño —empecé a hablar fuerte— pero tú no eres el padre de mi bebé.
Repentinamente las voces a nuestro alrededor se apagaron.
—Oh, mi pobre e ingenua __. ¿Crees que no recordaría el día y la hora de la concepción de nuestro pequeño Noah? —repentinamente se puso de pie conmigo, e hizo algo impensable. Típico de Zayn.
Levantó mi blusa hasta dejar descubierto mi vientre, y besó mi estómago frente a todos en la fogata.
Yo estaba teniendo problemas para respirar de forma coherente.
—Awww —chilló una de las chicas de pelo negro, creo que ella era Grace o Antonia. No estaba segura.
—Zayn... —tartamudeé.
—¿Desde cuándo te volviste tan niñita? —dijo Key.
—Cierra la boca, amigo —le respondió Zayn.
Lentamente se incorporó y me tomó de la cintura.
Antes de llegar a protestar, se adelantó con un profundo beso.
—Oh, oh. Esto ya no es apto para todo público —se quejó alguien.
Zayn se separó solo un poco cuando dijo:
—¡Dejen de ver, vayan a perderse!
Escuché a varios arrastrando pies y moviendo cosas. Algunas pláticas empezaron a escucharse ya más lejanas y cuando alcé la vista todos estaban en sus propios asuntos.
Zayn continuaba tomándome de la cintura y viéndome directo a los ojos.
—Lo siento —dijo en voz ronca y sexy— Key estaba codiciándote demasiado y tuve que decirle lo del embarazo para que se le metiera en la cabeza que no tenía por qué coquetear con mi chica.
—No puedes seguir haciendo eso. Es infantil y estúpido.
—__, jamás dejaré de ser infantil y estúpido; viene con el paquete. Eso y una hermosa cara con labios besables.
—Siempre tan modesto...
—Esa es otra de mis cualidades —me dio un corto beso en los labios.
—Por favor ya deja de decirle al mundo entero que estoy embarazada antes de que yo misma me lo crea —lo amenacé.
—Seee, no te preocupes nena. Creo que lo dejaste en claro después del décimo golpe que me diste en el hombro; ya hasta me lo dislocaste —probó a mover su hombro izquierdo (que era el que siempre golpeaba) e hizo una mueca como si de verdad le doliera.
—Desde ahorita te advierto —dije de repente— si yo comienzo a decirle a la gente que tienes hemorroides, ladillas, herpes o alguna otra clase de incómoda y fea enfermedad de transmisión sexual, lo mínimo que espero de tu parte es que asientas con la cabeza y digas que yo siempre tengo la razón.
—Está bien. Dejaré que te vengues por todo lo del embarazo —estuvo de acuerdo.
Sonreí.
Era increíble con qué facilidad me hacía perdonarlo nuevamente.
Esta vez fui yo quien lo besó. Me puse en puntillas y dejé que sus manos bajaran a mis caderas.
Su lengua rápidamente hacía trabajo de exploración en mi boca. Aferré mis dedos en su cuello y me presioné más cerca de él hasta que lo escuché jadear.
—Lamento explotar su burbuja de felicidad y todo eso —dijo Elena entrometiéndose entre nosotros— pero ya es hora de repartir nuestras ganancias por el trabajo de la otra noche.
¿Cuál trabajo?
Nos separamos bruscamente.
Miré confundida hacia Zayn pero él evitaba mi mirada; su mandíbula estaba siendo brutalmente apretada.
—Ahora no es un buen momento, Elena —le dijo.
Ella colocó sus manos en sus caderas y le dio una mirada rompe hielo.
—¿Y cuándo va a ser el momento perfecto? ¿Que acaso te molesta que ella sepa cuánto dinero ganas? ¿O es que no le has dicho en lo que andas metido? —Elena sonaba despectiva al mencionarme. Cuando Zayn no le respondió inmediatamente, ella aprovechó a darme una sonrisa maliciosa—. Apuesto a que ni siquiera sabe sobre Nicole.
Zayn se tensó.
—Pensaba decírselo más tarde —dijo él finalmente. Su voz sonaba estrangulada.
Lo miré horrorizada y más confundida de lo que nunca estuve en mi vida.
¿Quién era Nicole?
No pude evitarlo pero todo tipo de suposiciones se precipitaron en mi cabeza.
¿Será que Zayn tenía otra novia? ¿Marie no era la única?
No. Él no podía hacerme esto a mí.
¿Era esto alguna clase de broma?
—¿Quién es Nicole? —pregunté una vez que pude encontrar el valor de hablar.
Elena rió en voz alta, llamando la atención de todos en el lugar.
—¿Sales con Zayn y ni siquiera sabes quién es Nicole? —volvió a reír histéricamente—. Oow, lamento ser yo quien te lo diga pero Nicole es una de las tantas novias que tiene.
Sentí que algo se quebraba dentro de mí.
—Basta ya Elena —se acercó Key y la tomó del brazo.
—¡Suéltame, Key! Ella está tan engañada creyendo que Zayn es hombre de una sola mujer; chicos como él fueron diseñados para traer la peste sobre la tierra... no para ser amarrados con estúpidos embarazos...
Zayn me tomó del brazo y me jaló lejos de Elena y lejos de la fogata antes de siquiera llegar a escuchar el resto de lo que ella tenía que decir.
La escuchando gritando a lo lejos algo acerca de que quería todo el dinero que le correspondía por haber hecho su parte.
Las lágrimas de ira se acumulaban en mis ojos. Entonces él era un ladrón y un mujeriego.
Simplemente grandioso.
Zayn me jalaba sin importarle si yo protestaba o no. Intenté frenar mis pies pero él seguía caminando por delante de mí y llevándome por la fuerza.
En un momento perdí el equilibrio y tropecé contra una roca de tamaño mediano. Mi rodilla cayó al suelo con un golpe doloroso, sentía la sangre empezando a coagularse formando un horrible moretón.
—¡Zayn! —grité cuando noté que él no se iba a detener y continuaba agarrándome del brazo aunque prácticamente me estaba arrastrando por la arena.
Él se giró para verme y se detuvo rápidamente al mirarme en el suelo.
Se agachó junto a mí para tomarme de los hombros y hacerme alzar la cabeza.
—Lo siento muchísimo —dijo acurrucándome en su pecho—. Soy un estúpido y no me di cuenta.
No quería sollozar. Tuve que tragarme las lágrimas que estaban desesperadas por salir.
—¿De qué te lamentas? —dije— ¿De no notar que me caí al suelo mientras continuabas arrastrándome, o de no decirme el pequeñísimo detalle de que ya tienes novia?
Él juró por lo bajo y se pasó ambas manos por su cabello.
—__... —me tomó de la cara y me obligó a mirarlo mientras iba a decirme una cruda verdad—, yo no tengo otras novias. A nadie. Elena no sabe lo que dice...
—No me mientas.
—Mira, puedo ser el idiota más grande del mundo pero hay algo que yo jamás sería, y eso es ser un mujeriego.
—¿Que no eres mujeriego? ¡Dejaste que Marie se acostara con cualquier tipo que le diera un hola! ¿Por qué no pensaría que lo hiciste solo porque tú también te acostabas con otras también?
Me puse de pie temblorosamente e hice el intento de caminar sin que se me notara lo mucho que me dolía doblar la rodilla.
Logré dar dos pasos antes que Zayn me detuviera y pegara su pecho contra mi espalda, y envolviera sus brazos alrededor de mi cintura.
—Ya te dije que no me importaba porque no la veía mas que como un cuerpo con el que pasar la noche. Tal vez al principio la amé... pero cuando supe que estaba viendo a Eder me desengañé y la dejé de ver de la misma forma. __, créeme cuando te digo que yo no estoy con nadie más. No soy un mujeriego. ¿O es que viste que estuve coqueteándole a alguien más cuando anduve con tu prima?
Tal vez era cierto lo que decía.
—Entonces ¿quién es Nicole?
—Definitivamente no mi novia.
—¿Me vas a decir quién es?
Sus brazos se tensaron alrededor de mi cintura y suspiró en mi nuca.
—Yo... —se detuvo de hablar. Noté que estaba haciendo tiempo para retrasar la respuesta.
Grandioso.
Me solté de sus brazos en un santiamén.
—Marie me dijo que eras un ladrón y estafador —solté repentinamente—. ¿Me puedes explicar eso también?
Él me miró como si lo hubiera herido. Comencé a sentirme mal, pero tragué duro y me obligué a no compadecerme.
La luz de la luna iluminaba la mitad del rostro de Zayn, era como ver una estoica y perfecta estatua venirse abajo.
El problema era que yo también me estaba viniendo abajo junto con él.
Probablemente seré tu ruina, había dicho él, lo peor que te haya pasado; soy como un virus ébola multiplicado por cien.
Justo ahora empezaba a creer esas palabras.
cipriano.
Re: Prohibido enamorarse de Zayn Malik {Zayn&Tu}
Yo creo que Marie es una mentirosa, inventó eso por que Zayn le dijo que la dejaba por rayita. :¬¬:
Me encantó el cap! :D
Seguilaa! :)
:bye:
Me encantó el cap! :D
Seguilaa! :)
:bye:
ᴍᴀʀ.
Re: Prohibido enamorarse de Zayn Malik {Zayn&Tu}
SIGUELAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Paoli
Re: Prohibido enamorarse de Zayn Malik {Zayn&Tu}
¿PREPARAS YA MI TUMBA?,DIGO,PARA TENER UN SITIO EN DONDE MORIRME PORQUE NENA,ESTO ES UN SIN VIVIR.
Nayis33
Re: Prohibido enamorarse de Zayn Malik {Zayn&Tu}
Marie me cae taaaaan mal wkdfhdksjfh.Mar_love1D escribió:Yo creo que Marie es una mentirosa, inventó eso por que Zayn le dijo que la dejaba por rayita. :¬¬:
Me encantó el cap! :D
Seguilaa! :)
:bye:
Que bueno que te guste linda!!!!
En un rato la sigo :)
cipriano.
Re: Prohibido enamorarse de Zayn Malik {Zayn&Tu}
En un rato linda :)valeriekehrhahn03 escribió:siguelaaa
cipriano.
Re: Prohibido enamorarse de Zayn Malik {Zayn&Tu}
En un rato linda :)Paoli escribió:SIGUELAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
cipriano.
Re: Prohibido enamorarse de Zayn Malik {Zayn&Tu}
No quiero que mueras!!!!Nayis33 escribió:¿PREPARAS YA MI TUMBA?,DIGO,PARA TENER UN SITIO EN DONDE MORIRME PORQUE NENA,ESTO ES UN SIN VIVIR.
Jsjadh en un rato subo capítulo linda :)
cipriano.
Re: Prohibido enamorarse de Zayn Malik {Zayn&Tu}
12° Capítulo
Quince minutos—¿Marie te dijo que yo era un ladrón?
Asentí sin decir nada más.
Los dedos de mis pies picaban gracias a la arena en el suelo.
El sonido de las olas rompiendo en la orilla se escuchaba como un singular fondo musical.
—¿Y tú le crees? ¿Me crees capaz de robar algo?
Quería sacudir la cabeza y decir que no, pero ya no estaba segura de nada.
—No lo sé —respondí— ¿Lo eres? ¿Eres un ladrón?
Entonces hizo algo que, en una situación como esta, pensé que no haría: comenzó a reírse.
—¿Se supone que soy de esos tipos con pasamontañas que asaltan licorerías por la noche? —poniéndolo de esa manera sonaba tonto.
Aparté mi rostro avergonzado.
—Ella dijo que estafabas a la gente. Te acusó de robarle dinero.
Zayn elevó una de sus bien formadas cejas.
—¿Te dijo que le robé la billetera? Admito que asalté su cocina por un buen tiempo... y sí, me llevé algunas monedas enterradas en el hueco del sofá. Pero...
—¡Me dijo que le robaste la chequera y sacaste todo el dinero que tenía su padre en el banco! —dije seriamente.
Por si no fuera poco, se rió más fuerte.
—¡Idiota! —grité. Me agaché, un poco dolorida por mi golpe en la rodilla, y tomé un puñado de arena y comencé a lanzársela.
Él se movió con agilidad y evitó la mayoría de mis ataques.
—¡Se supone que no debes reírte! —le lancé más arena pero se escabulló con facilidad.
—¡__, tranquilízate!
Eso me enfureció más. ¿Por qué siempre me pedía tranquilizarme justo en el momento cuando estaba más desquiciada?
—¿Eres o no un ladrón? Solo responde a eso.
Zayn corrió a mi alrededor y llegó detrás de mí; me aprisionó en un abrazo apretado y no se relajó hasta que yo dejé de luchar e intentar salirme de su agarre.
Mis manos llenas de arena cayeron a los costados y la arena se deslizó de mis dedos lentamente. Sinceramente quería llorar.
El idiota aprovechó ese momento en el que me tenía encerrada entre sus brazos, y besó mi cuello, mordisqueó el lóbulo de mi oreja y me habló al oído.
—Solo para que estés tranquila... —sus labios siguieron su camino por mi mentón y de nuevo a mi cuello— lo único que he robado en mi vida fue una caja de cigarrillos... —su boca descendió por mi hombro y con sus dientes fue deslizando el delgado tirante de mi camiseta sin mangas—... Y eso fue porque tenía trece años y mis padres no iban a aceptar verme fumando.
Sus besos estaban matándome. Primero sus labios hacían contacto con mi piel, luego venía su lengua y por último mordisqueaba levemente con los dientes.
Bien podía estarme diciendo que era un narcotraficante o que estaba metido en la mafia, y no podría importarme menos.
Deslizó por completo el tirante, hasta que lo sentí en mi brazo, y sus besos continuaron por todo mi hombro.
Estaba tan jodida. Jodida porque no me importaba quién era Zayn... yo solo quería sus besos.
Cerré los ojos y dejé caer mi cabeza hacia atrás, a su pecho.
Me relajé en sus brazos, y él lentamente fue suavizando su agarre; su nariz hizo un recorrido detrás de mi oreja y lo escuché aspirar cerca de mi pelo.
—No soy un ladrón, __. Ni un estafador —dijo con voz ronca. Sus labios inmediatamente continuaron su atención en mi cuello; descendió hasta que su boca estuvo besando mi clavícula.
Jadeé involuntariamente y puse mi cabeza de lado para que él tuviera mejor acceso.
Mis labios encontraron la piel de su cuello también y no pude resistirme así que lo besé. Justo como él lo estaba haciendo: labios primero, luego lengua, después dientes raspando un poco la suave superficie de la piel.
Lo escuché gruñir y sus manos fueron inmediatamente hacia mi cintura. Me giró bruscamente para que ambos estuviéramos cara a cara y su boca encontró la mía.
Era un beso cargado de tensión, de electricidad. Su lengua jugaba con la mía, la sometía.
Mis piernas eran dos grandes fideos inútiles que apenas y podían mantenerme de pie, ya no podía sentir otra parte de mi cuerpo que no fueran los labios de Zayn en los míos.
Me estaba incendiando de pies a cabeza.
Hasta que eventualmente se separó de mi boca para tomar aire y, no queriendo romper el contacto, continuó besando mi cuello con fervor.
Pero como él era Zayn Malik, también tendría que echarlo todo a perder en algún momento.
—Quiero que conozcas a Nicole, ella me conoce bien. Te confirmará que de hecho no soy un ladrón.
Ante la mención de ese nombre recordé el por qué estaba enojada con él.
Me separé inmediatamente y puse distancia entre los dos.
—¿Qué...? —Zayn lucía aturdido. Si no fuera porque el momento era serio, ya lo habría molestado diciéndole que ahora él tenía el efecto __ Green: ojos desorientados, labios rojos, y se mantenía respondiendo en monosílabas.
Era bueno saber que no solo yo era la afectada.
—No me has dicho quién es ésta Nicole.
Me crucé de brazos y acomodé de nuevo el tirante caído.
El frío no tardó en colarse en mi piel.
Zayn resopló y se pasó ambas manos por el cabello.
—Nunca le he dicho a nadie sobre Nicole...
—¿Quién es? ¿Tu novia?
—No...
—¿Tu esposa?
—__... Yo no estoy casado —levantó su mano izquierda para que comprobara que ahí no había ningún anillo de bodas.
Resoplé.
—¿Si sabías que es fácil quitarse un anillo, verdad?
—Nicole no es mi esposa... Ni mi hija, ni mi esclava sexual para el caso.
Abrí la boca para preguntar más, pero Zayn se me adelantó a hablar:
—Te dije que quería que la conocieras. Vamos —extendió su mano para que yo la tomara.
—¡¿Quieres que la conozca ahora?! —chillé.
—Sí, pero antes tenemos que ir a hablar con Marie. Ella tiene que aclararme toda la mentira del robo.
—¿Entonces...? ¿No eres un ladrón?
Él ladeo la cabeza.
—¿Querías que lo fuera? —preguntó divertido.
Aparté la mirada. Avergonzada al cien por ciento.
—Hubiera sido genial ser la novia del chico peligroso que roba en la tienda de revistas —dije bromeando— o el chico roba naranjas del mercado.
Su sonrisa se extendió por su cara.
—Yo sé que sí. Serías la mujer del roba gallinas número 1 de la ciudad, nena —me guiñó un ojo.
No pude evitarlo y comencé a reír fuertemente.
—También tengo cierta afición por los gatos. ¿Qué te parece si tú y yo nos mudamos a una granja? Podríamos darle trabajo a tu ordeña vacas. Yo pongo las gallinas y los gatos, y tú te encargas de alimentarme.
—Se necesitan más que gallinas y gatos para formar una granja—le dije.
Zayn dio pequeños pasos hacia mí y me tomó de la cintura.
—¿Qué más quieres? ¿Caballos, gansos? Por ti robaría toda una tienda de mascotas... y de licores.
Me reí por lo bajo.
—¿Qué tal una tienda de calzoncillos?
—¿Por qué? Yo no suelo usarlos. Estoy de acuerdo en lo de continuar viviendo tal y como venimos al mundo.
—Estoy segura de que sí —me burlé.
Con eso él me estrechó y besó mi frente, luego bajó y besó primero una mejilla y luego la otra. Terminó en mis labios y me dejé llevar por sus dulces atenciones.
Y antes de que las cosas se pusieran emocionantes, alguien cercano se aclaró la garganta.
Zayn y yo nos separamos solo para ver a la morena de ojos verdes dándonos miradas censuradas.
—Elena —habló Zayn— ¿qué quieres?
—Quiero mi dinero, Malik. Lo que gané la otra noche. La cantidad exacta.
Desde ya podía decir que me caía mal Elena, con toda esa actitud repugnante y su matadora figura de modelo, con su ropa de alta costura.
¡Puaj!
¿Por qué me habrá dicho todas esas cosas?
Zayn sustrajo un fajo de billetes del bolsillo de su pantalón y se lo depositó no muy amablemente en la mano.
—Toma. Ahí está lo que le toca a Key también. Ahora lárgate.
Elena me miró de mala manera mientras nos daba la espalda y su larguísimo cabello marrón liso giraba en el aire.
De repente se detuvo y se giró hacia mí.
—Dejaste estos allá —tiró al suelo los zapatos que me había quitado al venir aquí.
Luego miró a Zayn, y de nuevo volteó a verme a mí.
—¿Ya te contó de la vez que se acostó conmigo? Fueron los peores quince minutos de mi vida —se echó a reír con ganas.
Zayn me tomó de la muñeca tan fuerte que creí que me iba a fracturar algún hueso.
—Lárgate de una vez —respondió furioso.
Elena se marchó contoneando sus caderas y riendo como hiena con problema de gases.
Esa desgraciada.
—Lo siento por ella —me dijo Zayn. Su mano soltó finalmente mi muñeca y pude sentir que la sangre de nuevo circulaba hacia mis dedos.
—¿De verdad te acostaste con Elena? —pregunté.
—¿En serio quieres saberlo?
—Mejor no —respondí débilmente.
Tomé mis zapatos del suelo e intenté ponérmelos, pero fue inútil. Mi rodilla golpeada dolía tanto que me era imposible agacharme ni siquiera por un leve centímetro.
Zayn notó la molesta mueca que hice y rápidamente bajó la vista hacia mi rodilla.
No esperó más tiempo y se puso en cuclillas tomando una de mis piernas y arrebatándome las zapatillas de mi mano.
—Apóyate en mi espalda —dijo mientras comenzó a colocar el primer zapato en mi pie derecho.
Empecé a desequilibrarme así que me sostuve en uno de sus hombros.
Tuvo especial cuidado con mi rodilla mala y pronto terminó de atar las cintas alrededor de mis tobillos.
Se puso de pie y me observó con ojos penetrantes.
—Definitivamente no te merezco —dijo viendo con hambre mis labios.
No sabía qué decir a eso.
Nunca esperé que me dijera algo parecido.
—Te llevaré a casa —habló en voz baja. Entonces me alzó en sus brazos y yo chillé por su repentino acto.
Mis manos se entrelazaron detrás de su cuello.
—Mi príncipe —hice un teatral suspiro.
—Sí, tu príncipe tatuado —dijo mientras caminaba en la dirección en la que había dejado estacionada su motocicleta.
Le di un beso rápido en la boca.
—Con un solo beso no vas a convertir a este sapo en príncipe encantador —meditó—. Para eso tiene que ser el beso más largo y distractor del mundo. Yo que tú me apresuraría.
Sonreí y mis labios empezaron a atacarlo con besos.
Por un momento llegué a olvidar todas las dudas que tenía acerca de él.
Las dejaría para después. Ahora lo único que quería hacer era besarlo por todo el camino.
________________________
Muchas veces me he preguntado si me apresuré en aceptar a Zayn así de rápido como lo hice.
Llevamos de andar menos de una semana, y eso era suficiente para darme cuenta de que no lo conocía en lo absoluto.
Estaba exhausta.
Creí saber quién era Zayn Malik durante cinco meses... pero nunca me puse a pensar que en todo ese tiempo él estuvo con Marie y no conmigo, así que ella era quien lo conocía mejor, no yo. Su nombre era el que estaba tatuado en su piel, no el mío.
Pero todo el asunto con Elena, Nicole, de si era o no un ladrón, y el hecho que rompiera tan repentinamente con Marie, fueron la gota que derramó el vaso.
Zayn me convertía en una idiota incapaz de pensar coherentemente. Lo acepté demasiado rápido y estás eran las consecuencias.
—No sabía que conocías a los chicos de Ósmosis —le dije para romper con el silencio incómodo mientras él me cargaba aún en sus brazos y caminaba en dirección al lobby del edificio de apartamentos. En todo el viaje en motocicleta mi rodilla había protestado y dolido como una condenada; Zayn había insistido en cargarme ya que yo no podía ni mantenerme de pie.
—Tengo un par de trucos bajo la manga —respondió él a mi pregunta.
Entramos en el pequeño elevador y presionó el botón para llevarnos al quinto piso.
Yo todavía tenía a Elena atorada en mi garganta. Ya no sabía qué pensar de Zayn.
¿Ya te contó de la vez que se acostó conmigo? Fueron los peores quince minutos de mi vida.
Su odiosa voz seguía reproduciéndose en mi cabeza como si fuera una pegajosa canción de mala calidad.
Quería darle pausa y continuar con Zayn así como habíamos venido continuando, pero ya no podía negar el hecho de que él me estaba escondiendo más cosas de las que aparentaba.
—Estás callada —dijo. Las puertas del elevador se abrieron en ese momento y me sacó llevándome todavía en brazos.
—Creo que puedo caminar desde aquí —respondí simplemente.
—Yo no lo creo, nena.
—Zayn... Marie va a saber que estamos juntos.
—¿Y? Yo jamás dije que no quería que lo supiera.
Suspiré.
Intenté bajarme de sus brazos pero él me sostuvo con fuerza.
—Zayn, bájame —le pedí.
—No, hasta que me digas qué está mal.
¿Qué está mal? ¿Qué está mal? Pues TODO estaba mal.
Pero en su lugar dije:
—Solo estoy cansada. Es demasiado drama para una sola noche.
—Quiero explicarte todo, __... por favor tenme un poco de paciencia. Hay varias cosas que no sabes de mí…
—Pues ya somos dos —interrumpió una voz chillona. Marie apareció frente a nosotros.
Ay no.
Ay no.
Justo cuando quería tener una noche lejos del drama, la reina de ese género se las ingenió para encontrarme... y en los brazos de Zayn.
Él me depositó suavemente en el suelo, me apoyé en mi rodilla buena mientras miraba temerosa a Marie.
La mirada que ella me dio hizo que mi piel escociera como si me hubiera lanzado ácido en el rostro.
—Siempre supe que eras una perra, __. Una perra que come de las migajas que se me caen al suelo —dijo ella. Mi mandíbula cayó abierta y la sangre se revolvió entre mis venas—. ¿Desde hace cuánto están los dos viéndome la cara?
—Eso no es de tu incumbencia, Marie —dijo Zayn. Sus palabras goteaban rabia.
—Desde el día en que decidiste abrirle tus piernas a todo el que te diera la hora —respondí igual de enojada.
Hoy tenía ganas de desafiar a Marie.
Mis palabras la pusieron furiosa.
—Hablando de abrir piernas... ¿Cuántas veces tuviste que hacerlo para que Zayn finalmente te mirara? Porque no creo que con esa apariencia tan común pudieras cautivar a alguien que no fuera Mason.
—Ni una sola vez —dijo Zayn. Su mirada competía con la de Marie—. El que tú apliques esas técnicas no significa que el resto del mundo las use.
—Pues, cariño, no escuché que tú te quejaras de eso cuando te tenía en mi cama.
Sonrió con malicia, viéndome directo a los ojos.
Ella sabía que escuchar eso me haría doler hasta los huesos.
—No puedo creerlo. ¿Cuánto llevamos de habernos separado? —le preguntó ella casualmente a Zayn—. ¿Un día? ¿Dos? ¿Tres? Qué barbaridad __, ni siquiera esperaste a que me bajara de su cuerpo cuando ya estabas montándolo a horcajadas como la sucia zorra que eres.
Cuando esas palabras terminaron de salir de su boca, mi mano instintivamente se lanzó contra su mejilla, haciendo un terrible sonido que hizo eco por todo el pasillo.
Retiré mi mano rápidamente. Avergonzada de haberla golpeado y de haberme rebajado a su nivel.
—La pequeña perra se rebela —dijo ella sonriendo.
¿Qué estaba mal con Marie?
—¿Qué te ocurre? —pregunté dolida.
Marie sólo elevó sus cejas y se cruzó de brazos.
—Ocurre que sé que Zayn, mi novio, estuvo coqueteando todo el tiempo contigo. ¿Cuándo ibas a decirme que lo besaste? ¿Acaso crees que soy idiota y que no los vi besándose en el baño aquel día en el bar? Te le estabas arrastrando y haciendo ese acto de "Oh, soy la chica buena" —Marie estaba gritando a todo pulmón—. Siempre vi cómo te comías a mi chico mientras él me besaba a mí... Nunca dejaste que codiciar mis sobras.
—¡Basta Marie, detente! —gruñó Zayn tomándola del brazo y arrastrándola lejos de mí.
—¡¿Tú chico?! —ahora era yo la que gritaba—. Dime, ¿cuál de todos ellos es tu chico? Tienes a Eder, Marcus e incluso a Mason. ¿Cómo te atreves...?
—Mason —Marie escupió su nombre. Zayn continuaba reteniéndola a la fuerza mientras ella luchaba por soltarse—, le hice un favor al pobre. ¡Alguien tenía que educarlo! Agradéceme después.
Entonces ella me guiñó un ojo.
¡Me guiñó un ojo!
Quería lanzarme contra su cuerpo y golpearla hasta que se desmayara en el suelo, pero yo no era capaz. No cuando al ver su rostro lo único que veía era a esa niña de doce años que siempre me contaba todo lo que le pasaba. La que siempre compartía sus juguetes cuando a mi papá le dio por vender los míos en una venta de garaje. La que me prestaba su ropa cuando fui a mi primera cita con Seth, el chico más bello de todo el sexto grado.
—__, espérame en el lugar en donde estacioné la motocicleta —ordenó Zayn.
Mis pies estaban plantados en el suelo y no podía moverme ni por un centímetro.
—No puedo creer que me robaras a mi novio —chilló Marie—. Solo estuve malgastando horas y horas de noches junto a alguien que estaba siendo seducido por la arpía de mi prima. Pero no importa, ustedes son la pareja ideal. Ambos no son nada más que sucios criminales... Se merecen mutuamente.
—¡Ya basta! —gritó Zayn.
Cargó con Marie hasta hacerla entrar en el departamento pero ella puso resistencia.
—Tú no conoces a Zayn como yo lo conozco —gritó ella enloquecida—; una vez que se canse de jugar contigo va a regresar a donde pertenece… conmigo.
Zayn la jaloneó hasta que prácticamente la tenía arrastrando los pies; Marie se aferraba a lo que sea que estuviera en su camino para evitar ser llevada, pero finalmente Zayn la empujó dentro del departamento.
Cerró la puerta tras de él con un golpe que hizo que todo a su alrededor temblara.
Quería echarme a llorar.
Esto no está pasando, me repetí mentalmente, no está pasando.
Me quedé parada como boba observando la puerta de madera.
Estuve ida viendo hacia la nada, pensando en las cosas hirientes que me había dicho Marie. Finalmente me deshipnoticé y comencé a mover primero un pie y después el otro; haciendo una mueca cuando mi rodilla traqueó débilmente.
Iba en dirección al elevador pero la puerta de nuestro departamento se abrió repentinamente y por ahí salió Zayn.
Suspiró, cansado, y luego se acercó hacia mí y me tomó de los brazos.
—Está muy alterada —dijo él besando mi frente—, necesito quedarme hasta que Marie se tome un sedante y se quede dormida.
—¿Por qué no simplemente la dejas? Es una egoísta y no se merece que te quedes.
Zayn elevó una ceja, curioso.
—No quiero que cometa una estúpida locura, como seguir diciendo que soy ladrón, solo para llamar la atención.
Pegué mi rostro a su pecho y respiré hondo.
De.li.cio.so.
Ya no sabía qué pensar con todo el asunto de ser o no ladrón. Sinceramente me daba igual que fuera el padrino de la mafia, o una versión más joven y moderna de Hannibal Lecter... Bueno, no. Tal vez Hannibal Lecter no, pero últimamente me daba igual.
Estiré mis brazos y rodeé el cuerpo de Zayn con ellos. Lo abracé apretando su estómago y hundiendo mi cara en su abdomen.
Él me rodeó con sus brazos también.
—¿Acaso estás oliéndome? —preguntó divertido.
Aspiré fuertemente.
—Sí, y no me importa dejar de aparentar que no lo estoy disfrutando... porque adoro como hueles.
Su abdomen se movió mientras se reía.
—Toma —me dijo después de que mi nariz acampara por un rato en su pecho—, este es el número de Key. Ya hablé con él y quedó de pasar por ti en diez minutos.
Alcé la vista y lo vi tendiéndome su celular.
—Te dejo mi teléfono para tener dónde localizarte. Dejaste el tuyo en el trabajo. Rita se encargó de esconderlo muy bien para que yo no fuera a tu cita con Manolo —dijo mientras yo seguía viéndolo sin saber exactamente qué hacer.
—¿Manolo? Bien conoces que su nombre es Mason.
—Ehhm, le queda mejor "lame vacas".
—¿Por qué me tengo que ir? —pregunté finalmente.
—Porque no quiero que estés cerca de esa loca encerrada allá —señaló con su cabeza hacia el departamento de Marie.
—¿Y a dónde se supone que debo ir?
—¿Cómo que a dónde? Pues a mi departamento.
Me separé de él para ver su rostro.
—¿A tú departamento? —pregunté escéptica.
—No finjas que no mueres por estar allí —dijo tomándome de la cintura. Me besó en los labios. Profundamente.
—Ve —dijo respirando las palabras en mi boca.
Sus labios de nuevo se movieron a los míos y esta vez le costó un poco más de tiempo separarse de mí.
Al instante, su celular empezó a sonar con la canción de Clocks de Coldplay.
Miró la pantalla y me dio un último beso en la frente.
—Es Key. Ya está afuera. Él te llevará a mi departamento. Llegaré dentro poco —me tendió su celular y me apretó los hombros por última vez mientras dejaba que me subiera al elevador.
Antes de que las puertas se cerraran por completo, Marie apareció detrás de Zayn.
Me sonrió y se despidió con la mano mientras se relamía los labios.
Una fría sensación me carcomió lentamente, trepaba por mi espalda y recorría cada uno de los dedos de mis pies.
Esto no era nada bueno.
Las puertas se cerraron y la superficie de acero pulido reflejó mi pálido rostro y mis ojos grises como de venado asustado.
Bajé la vista hacia el celular de Zayn que aún aferraba entre mis dedos; tenía prácticamente sus secretos en mi mano, envueltos en forma de un bonito y moderno Blackberry Touch, esperando porque descubriera lo que sea que Zayn me estaba escondiendo sobre Nicole.
Solo el hecho de escuchar su nombre me provocaba urticaria y ganas de vomitar mi almuerzo.
Pero sería una buena novia y le daría el beneficio de la duda. Solo esperaba que dejara de evitar ocultarme la verdad porque me estaba cansando tanto misterio.
Zayn Malik, ¿quién eres?
cipriano.
Re: Prohibido enamorarse de Zayn Malik {Zayn&Tu}
OMG
Perdón por perderme los caps xD
Dios, no puedo creerlo... ¿Qué más sucederá?
Marie esta loca, y LA ODIO CON TODAS LAS GANAS ¬¬
Zayn, yo también te pregunto ¿QUIÉN JODIDOS ERES? D: Oh dios hahahaha
SIGUELAAAAAAA
TE AMO Y A ESTA NOVELA<333
Besos xx.
Perdón por perderme los caps xD
Dios, no puedo creerlo... ¿Qué más sucederá?
Marie esta loca, y LA ODIO CON TODAS LAS GANAS ¬¬
Zayn, yo también te pregunto ¿QUIÉN JODIDOS ERES? D: Oh dios hahahaha
SIGUELAAAAAAA
TE AMO Y A ESTA NOVELA<333
Besos xx.
Manipulatively.
Re: Prohibido enamorarse de Zayn Malik {Zayn&Tu}
No hay problema linda!!!!FerryStyles escribió:OMG
Perdón por perderme los caps xD
Dios, no puedo creerlo... ¿Qué más sucederá?
Marie esta loca, y LA ODIO CON TODAS LAS GANAS ¬¬
Zayn, yo también te pregunto ¿QUIÉN JODIDOS ERES? D: Oh dios hahahaha
SIGUELAAAAAAA
TE AMO Y A ESTA NOVELA<333
Besos xx.
Muchas cosas pasan......
Yo igual, la odio. -.-
Ya veremos quien es Zayn ;)
Me alegra linda, tambien te amo ksjdhfkjh, ah.
En un rato la sigo :)
cipriano.
Re: Prohibido enamorarse de Zayn Malik {Zayn&Tu}
13° Capítulo
NicoleContraseñas.
Odiaba las contraseñas.
Y resultaba que el celular de Zayn las tenía.
Ya iba por el tercer intento y, si continuaba así, el teléfono se iba a bloquear por completo.
Mierda.
Lo único que podía hacer era contestar llamadas.
Así que cuando Key llamó para saber en dónde estaba, fue una sorpresa que pudiera responderle.
Key manejaba una camioneta blanca tamaño gigante que contaba únicamente con sólo un asiento para pasajeros. Una gran antena sobresalía desde la cabina, y en su parachoques tenía pegada una calcomanía que decía: "Los vaqueros sabemos usar la lengua mejor que los franceses".
Mientras subía al vehículo no pude evitar darle una segunda mirada al chico. Era apuesto, atlético y tenía una piel bronceada seguramente de trabajar bajo el sol.
Para mí era un completo desconocido pero si Zayn confiaba en él para llevarme hasta su departamento... pues yo también tenía que confiar.
Key me sonrió inmediatamente y me sentí cómoda con su presencia.
—Entonces... ¿qué estupidez cometió Zayn esta vez? —me preguntó—. Que agradezca que estaba a mitad de camino cuando me llamó o sino estarías esperándome durante horas.
—Creo que la que hizo algo estúpido en esta ocasión fui yo —murmuré.
Key movilizó la camioneta por la carretera y pronto comenzamos a pasar a gran velocidad las casas a nuestro alrededor.
—¿Qué hiciste? —preguntó mientras le subía al aire acondicionado.
—Creo que me enamoré de él.
Me dedicó una sonrisa ladeada.
—Sí, eso fue algo estúpido de hacer. Aunque para que te consueles: no eres la única que ha estado en esa situación antes. Por ejemplo Elena.
Lo miré atentamente.
Era imposible tratar de olvidarme de ella. Todavía tenía su rostro rondándome por la cabeza.
—¿A Elena le gusta Zayn? —pregunté escéptica.
—No solo le gusta; está loca por él. Literalmente. Malik tiene ese efecto entre las mujeres, especialmente sus novias o ligues de una sola noche... —se detuvo y me miró por una fracción de segundo. Parecía avergonzado—, lo siento. Olvida que dije "ligues de una sola noche" en la misma frase.
Me quedé en silencio por un momento. Key aprovechó para subir el volumen de la radio, y la voz de un cantante de música Country nos acompañó por los próximos cinco minutos.
—Entonces... ¿cómo es que él las vuelve locas? —pregunté, muy en el fondo no quería saber la respuesta—. ¿Les suministra algún tipo de gas? ¿Corro peligro?
Key se rió de mi ocurrencia.
Yo en cambio hacía trabajo de investigación.
—No. Sinceramente nunca he podido sacarle el secreto. Es un cretino bastardo —dijo bromeando.
—Por casualidad... ¿tú sabes de qué trabaja Zayn? —tenía que preguntar. Era ahora o nunca. Personalmente me estaba volviendo loca por recibir respuestas. Sí, Zayn Malik las volvía locas... a todas. Incluyéndome.
—Hmmm. Bien, él es algo así como nuestro manager —respondió. Lo miré, atónita.
¿Qué? ¿Ese era el gran misterio que tenía que esconder Zayn? ¿Estaba hablando jodidamente en serio?
Key debió ver la cara que hice porque al instante sintió la necesidad de explicarse.
—Bueno... él nos consigue lugares en los que tocar y administra lo que ganamos. Elena le cobra, se siente con derechos solo porque Brandon, el vocalista, es su hermano. Pero... sí. Básicamente ese es uno de los trabajos de Zayn.
—¿Y los otros?
Key frunció el ceño.
—Creo que uno de ellos es en un concesionario de autos de lujo. Básicamente solo tiene que probarlos. Es un idiota suertudo.
¿Un concesionario?
Nada de esto me sonaba fuera de lo común. Y Zayn no parecía la clase de chico que se conformaba con un trabajo común. Me costaba imaginarlo en algo normal como ser cajero o un vendedor en una farmacia. El tipo de trabajo ideal para Zayn sería uno que llevara la palabra ilegal tatuada por todos lados.
Además, ¿cuántas horas laboraba? ¿Una? ¿Tres? Porque, seriamente, yo jamás lo miraba trabajando.
¿Por qué, entonces, se tomaría la molestia de querer enseñarme anteriormente su lugar de trabajo? Bien pudo decírmelo sin hacerme pasar tanto misterio.
—¿Por qué me preguntas esto? ¿No te lo ha dicho él? —preguntó Key mientras le pasaba a un auto que conducía a menor velocidad.
—Simplemente tenía curiosidad —respondí.
Después de diez minutos Key introdujo el vehículo en el sótano de un edificio de apartamentos.
—¿Aquí vive Zayn? —pregunté con asombro.
El lugar era enorme y lujoso; una gran parte estaba recubierta de paredes de cristal y el edificio lucía imponente en el grueso concreto que emplearon para el resto de la fachada. Eso era sólo lo que podía ver desde el exterior del edificio. No me podía ni imaginar cómo sería en su interior.
—Claro. ¿No conocías? —Escuchar la voz de Key me trajo de vuelta hacia el interior del auto en donde una canción de Tom Maxwell sonaba.
—No. Jamás me ha traído por estos lados —o a Marie, o por lo menos eso era lo que yo creía. Hubo varias noches en las que ella no llegaba a casa y Zayn terminaba acompañándola a su habitación.
Pensar en eso me trajo escalofríos. No quería pensar tampoco en lo que estaría haciendo Zayn con Marie en estos momentos.
Algunas cosas eran mejor ignorarlas.
—Dime una cosa —habló Key sonando perplejo—: ¿Zayn jamás te enseñó dónde vivía, y aun así logró embarazarte?
Mi rostro se puso rojo como un tomate.
—No.estoy.embarazada —dije arrastrando las palabras.
—¿Ah, no?
Suspiré por lo bajo. Zayn me las iba a pagar por esto.
—Zayn se puso celoso y se inventó todo el asunto del embarazo para ahuyentar a cualquier chico que se me quisiera insinuar.
Comenzaba a creer que él estaría dispuesto a ponerme una etiqueta en la frente que dijera: "Ocupada por Zayn Malik... No tocar, ni mirar, ni respirarle en la nuca o te pateo en las bolas".
—¿Entonces no estás embarazada?
—No.
—Oh.
—¿Oh?
Key se mostró incómodo por un momento.
Entonces, siempre con sus ojos fijos en el camino a través del sótano, extendió una de sus manos hacia la parte trasera de su asiento y sostuvo rápidamente frente a mí una bolsa de papel con decorados en azul celeste y la cara de un bebé chupando un biberón que en letras grandes ponía: ¡Felicidades a la nueva mamá!
Tiene que ser una broma.
—Lo siento —se encogió de hombros y me entregó la bolsa de papel—. Pasé por una tienda de bebés antes de recogerte. Mi mamá me enseñó a no ser grosero y presentarme ante alguien con las manos vacías.
—No estoy embarazada —volví a repetir para tratar de convencerme más a mí que a él.
Juro que sentí una patadita en mi vientre… ¿o eran gases?
¡Agggh! No, __, nadie se embaraza solo por repetir cien mil veces al día que está embarazada. Sino ya existirían demasiadas madres habitando el país.
Mi rostro seguía calentándose con cada segundo que pasaba y ni Key o yo decíamos algo.
Finalmente él estacionó el auto en uno de los puestos vacíos más cercanos a una de las entradas del edificio.
—Es un trajecito con un mensaje —tomó la bolsa de papel de mi regazo y metió la mano en el interior. Sacó un traje para bebé recién nacido, en donde se leía: “Si piensas que soy lindo… deberías ver a mi mamá”.
Sinceramente era la cosa más bella y celeste que haya visto. Parte de mi iceberg interior se derritió al ver el pequeño conjunto. Pero sólo una parte pequeñísima, eh.
—De nuevo, lo siento —dijo Key poniendo el trajecito en su lugar—. Igual es tuyo. Digo, por si conoces a alguien que lo pueda usar.
Hice una mueca. ¿Acaso me miraba gorda para que todos creyeran que de verdad estaba embarazada?
—¿Gracias? —dije sin saber qué más decir.
Abrí la puerta del auto y cargué con la bolsa
—Oh, casi lo olvidaba —me detuvo antes de que me perdiera en el interior del elegante edificio—. El apartamento de Zayn es el 6B. Él guarda un repuesto de la llave en una lámpara que cuelga cerca de la puerta.
Asentí con la cabeza.
—Y trata de no enfadarte con Elena. Zayn la dejó en la misma semana que comenzaron a andar. Es por eso que ella se comporta como una perra, no creas que su cara de acidez es permanente... se le pasará.
Key me sonrió por una última vez, y puso el motor del auto a trabajar nuevamente.
—Encantado de conocerte, __ —me dijo y se marchó, dejándome sola con mis dudas y preguntas empujando por salir a la superficie.
No quería pensar en Elena y Zayn como pareja. El solo imaginármelo me daban arcadas.
Era eso o de verdad mi cerebro estaba atravesado pensando que lo del embarazo era real.
Me moví hacia el interior del edificio con una sola misión: recolectar información en el departamento de Zayn.
Si él no me daba respuestas, entonces iba a buscarlas hasta por debajo de su cama, y más le valía darme explicaciones pronto porque nada de lo que nos estaba pasando tenía sentido.
El celular de Zayn vibró y comenzó a reproducir Clocks así como lo había hecho una media hora antes, cuando Key llamó.
La pantalla se iluminó con el nombre de “Desconocido”.
No sabía si debía contestar, pero a estas alturas era capaz de hacer todo con tal de saber más sobre el misterio que envolvía a Zayn Malik.
Iba a responder, cuando la llamada se cortó repentinamente.
Intenté deslizar mis dedos por la pantalla para ver si el teléfono se desbloqueaba pero seguía igual de bloqueado.
Entonces, volvieron a llamar nuevamente, el mismo número desconocido, pero colgó antes de que pudiera responder.
Dejé mi dedo preparado por si volvía a llamar el sujeto cuyo nombre Zayn no tenía registrado en su lista de contactos, cuando, timbró de nuevo.
Esta vez fui rápida en responder.
—¿Hola? —pregunté.
—Nena… ¿llegaste bien? —Era Zayn. Me estaba poniendo paranoica de puro gusto.
—Sí. Sin embargo sucedió algo interesante —le dije mientras hacía mi recorrido por el lobby del edificio. Mi rodilla seguía doliendo y eso me volvía lenta para caminar, tenía que andar cojeando y haciendo muecas cada vez que mi pie pisaba el suelo.
—¿Algo interesante? ¿qué ocurrió? —su voz se puso de repente grave y preocupada.
—Recibimos nuestro primer regalo para el bebé —dije sin entender por qué se puso de repente tan serio. Hablando de paranoicos.
Hubo un segundo de silencio antes de que Zayn se echara a reír fuertemente.
—Definitivamente Key —dijo él aún riendo ya más relajado—, ¿y qué le obsequiaron a nuestro primogénito no nacido?
Rodé los ojos y le describí el pequeño traje azul celeste. Era encantador ¡y tenía unas huellitas en los pies! Simplemente adorable.
Me dieron ganas de tener un bebé solo por el hecho de vestirlo con ropa tan linda.
—¿Y… cómo sigue Marie? —pregunté finalmente, sin en realidad querer saberlo. Sólo deseaba que Zayn llegara pronto para estar más segura de que Marie no le fuera a caer encima.
—Precisamente la acabo de dejar durmiendo. Me costó mucho, sin embargo.
Fruncí el ceño.
—¿Qué tuviste que hacer entonces?
—¿Eso que detecto son celos? —preguntó divertido.
¡Pues claro que sí! ¿Cómo quería que no me sintiera celosa si en los pasados cinco meses cada vez que él podía besaba a Marie o se acostaba con ella?
Odiaba sentirme celosa pero el pensamiento de que ella estuvo primero en la boca de Zayn era repugnante.
A estas alturas todavía me seguía cuestionando si era buena idea continuar con lo nuestro. Pero, ¿era yo capaz de dejar a Zayn?
—Lamento haberte dejado ir sola —habló su suave voz—, pero es que quería dejarle un par de cosas claras a Marie. En primer lugar, nadie, y mucho menos ella, tiene por qué hablarte de esa manera. Si ella no fuera mujer, estaría quebrándole los dientes, y lo sabes __ —hizo una pausa para tragar saliva—. En segundo lugar, no pude dejarla continuar regando ese chisme de que soy un ladrón. Tú no confías lo suficiente en mí todavía como para no creer lo que sea que salga de la boca de Marie…
Me detuve abruptamente antes de continuar mi camino hacia el elevador.
—¿Puedes culparme por eso? Zayn, tú no me has dado motivos suficientes para confiar en ti. —Estaba enojada. Quería respuestas y no más dudas; yo solo anhelaba una relación normal y no una tan jodidamente misteriosa—. Te pido respuestas y solo me lanzas más preguntas. Perdóname si no confío ciegamente pero es que no quiero salir lastimada. Además, ¿cómo crees que me siento cuando sé que estás con Marie en estos momentos? Hasta Key me dijo que saliste con Elena pero que le diste “corte” en su primera semana de andar. ¿Cómo sé que no me harás lo mismo a mí también?
Mis ojos se humedecieron repentinamente.
Nada de lágrimas.
Nada de lágrimas, __.
El otro lado de la línea telefónica se quedó en silencio. Por un momento pensé que Zayn había colgado pero una larga respiración se escuchó antes de oírlo hablar.
—Lo siento. Te dije que yo era tóxico y dañino —suspiró nuevamente—. __, lo mío con Elena sucedió hace dos años. Y sí, la dejé porque se puso rara y comenzó a coleccionar artículos de mis cosas personales. ¿Crees que es normal andar con alguien que se robaba mis calzoncillos? Es lo más retorcido que he visto hacer a alguien.
Traté de no reírme. ¡Esto era serio!
—¿Por qué, en la vida, ella querría robar tus calzoncillos? —pregunté con voz estrangulada.
—¡No lo sé! Y probablemente no me creas pero de verdad lo mío con Elena sucedió hace ya mucho tiempo. Ella está enojada desde entonces conmigo, y su hermano realmente me odia. Pero __, tienes que confiar en mí cuando te digo que no hay absolutamente nadie con quien quiera pasar en estos momentos que contigo. Y sé que estoy siendo egoísta porque no debería retenerte a mi lado, pero quiero aprovechar que todavía te tengo antes de que sepas en lo que en realidad te estás metiendo.
—Y dime, ¿en qué exactamente me estoy metiendo?
Él suspiró en su lado de la línea telefónica y aunque no podía verlo a la cara, sabía que se estaba pasando las manos por su cabello oscuro y espeso.
—Quiero decírtelo en persona —fue su simple respuesta.
Esto ya me estaba sonando a Cincuenta Sombras de Grey. Cincuenta Sombras de Malik. No, sombras no. Misterios, y no cincuenta. Ciento cincuenta misterios de Malik.
Sí, en otra vida, cuando sea escritora en alguna realidad alternativa, así titularé mi relación con Zayn.
—Por favor no vayas a decir que tienes raras aficiones y escondes látigos en tu armario —dije algo preocupada.
Zayn se rió fuerte y claro en mi oído.
—Para nada. Soy un chico completamente regular.
Sí, un chico regular que vivía en un edificio cuyos pisos eran alfombrados en su mayoría y el mármol pulido del suelo hacía resbalar las suelas gastadas de mis zapatos.
Ajá.
Chico regular.
—¿Por qué no me dijiste que representabas a la banda? —lo interrogué, recordando lo que me había dicho Key— ¿Por qué eres tan misterioso en cuanto a tu trabajo? No tiene sentido —retomé mi camino y me subí a un vacío elevador.
Las puertas tardaron en cerrar y pronto la música típica de un ascensor comenzó a sonar… aunque ni tan típica. Eran canciones de… ¿Selena Gómez?
—Ahora sabes por qué es que mes las sé; eso y que a Nicole le gusta oír esa música… —se detuvo de hablar.
Mis cejas se elevaron en lo alto.
—¿Nicole? ¿Finalmente me vas a decir quién putas es? —yo no solía maldecir mucho pero me estaba hartando de toda la situación.
No estaba dispuesta a salir con un mujeriego que solo jugara conmigo.
No estaba dispuesta a tener una relación abierta con otras chicas… la poligamia no iba conmigo.
Y definitivamente no estaba dispuesta a compartir a Zayn Malik.
—Woa, __. Relájate. Nicole es…
—¡Su jodida sobrina! —grité enfurecida a una Rita que todavía tenía un ojo cerrado y el otro medio abierto. Entré en su casa y lancé la bolsa de color celeste que tenía el traje de bebé que Key me había obsequiado.
Ni siquiera puse un pie en el departamento de Zayn. Ese jodido idiota me hizo pasar un infierno solo para decirme que Nicole era su sobrina de diez años.
Mierda.
Estaba muy molesta.
Dejé su teléfono en la recepción del edificio y salí corriendo a tomar un taxi; me fui directo a la casa de Rita (no quise irme al departamento donde la fiera de Marie dormía).
No quería saber nada de Zayn Malik. O de Marie, o de Elena-colecciona-calzoncillos.
Ese idiota, inmaduro, bastardo, hijo de p…
—__, ¿me quieres contar qué pasó? Siento como que me estoy perdiendo de algo —dijo Rita en un estado somnoliento.
No me había fijado ni en la hora. Debía ser cerca de la media noche.
Resoplé furiosa y me desahogué con Rita.
Le conté todo, desde el principio.
—Creo que te estás precipitando a juzgarlo —me dijo ella una vez que terminé de contarle con lujo de detalles—. Mira, ni siquiera sabes cuánto gana. ¿Qué tal si gana lo suficiente como para darse el lujo de tener un departamento en el lugar más asombroso del mundo? No puedes culparlo solo por eso. Si yo tuviera un novio rico ya estuviera explotándolo y haciéndole bailes calientes en el regazo solo para que me llevara al Burj Al Arab a beber Champagne.
Arrugué la nariz.
—Ya suenas como Mirna —me burlé.
—A veces Mirna tiene razón. Los dos están que explotan de deseo y de intensidad sexual…
—Basta. No quiero seguir hablando de ese idiota. ¿Por qué me oculta cosas? ¿Acaso le he ocultado algo yo?
Rita dio un largo suspiro.
—Esta crisis sin duda amerita algo de alcohol —dijo ella llevándome a la cocina—, no puedo creer que no hayas entrado a su departamento. O al menos te hubieras quedado con su celular. Mi primo Lalo te lo hubiera desbloqueado en un santiamén.
Rita vivía con sus dos hermanos menores y con su padre. Sin madre. Ella los abandonó para irse de gira a Las Vegas con un circo llamado los Hermanos Vadlín. Se fue hace más de quince años y, hasta la fecha, ella siempre iba y volvía cuando se le diera la gana. Pero aún así, Rita logró sacar adelante a sus hermanos y era quien actualmente les pagaba la colegiatura.
Y luego yo venía y la interrumpía de su sueño. Ahora me sentía mal.
—¿Quieres una bebida de niña o un tequila para nada femenino? —me preguntó ella sosteniendo dos botellas en su mano.
Señalé el tequila.
Rápidamente ella llenó y colocó el pequeño vaso en el desayunador y lo empujó hasta mis manos.
Quería llorar por todo. Me sentía hormonal y usada.
¡Su sobrina! Já. ¡¡Su sobrina!!
¿Qué le costaba decírmelo de una vez? ¿Cuál era el punto de mantenerme desconcertada todo ese tiempo?
Me tomé el tequila de un trago.
Chillé cuando la bebida quemó mi garganta.
No era muy buena para beber, y menos algo tan fuerte, pero la aplanadora Malik se pasó en medio de mi pecho y me aplastó el corazón.
Lo odiaba.
—Prometo no enamorarme de Zayn —hipé— Malik.
Mi lengua se sentía algo dormida después de la cuarta copa de tequila (¿o fueron seis?).
Me daba igual.
Rita comenzó a reír como una hiena loca.
—Muy tarde, amiga. YA estás enamorada de él.
—Deberías conocer a Key —dije de repente—, él me regaló la cosa más bella que alguien pudo haberme dado.
Fruncí el ceño.
—Bueno… le dio a mi bebé la cosa más linda que haya visto —corregí.
Rita se estaba tomando otra copa de tequila, pero cuando mencioné lo del bebé, escupió toda la bebida y una parte cayó en mi brazo.
Comencé a reírme.
—¡¿Estás embarazada?! —chilló. Juro que casi se le salieron los ojos de sus cuencas.
Resoplé echándome para atrás en el banquito de madera en el que estaba sentada.
—Zayn le puso Noah —reí más fuerte. Las lágrimas se me salían de los ojos.
—¡¿Es de Zayn?! —gritó Rita esta vez.
Me llevé los dedos a los labios e intenté hacer un sonido como de shhhh.
—Vas a despertar a tu familia —le dije en un tono bajo.
—¿Cuándo pensabas decírmelo? Espera, ¿Zayn se acostaba contigo y con Marie al mismo tiempo?
—Iuughh, no. Lo del bebé fue algo repentino —dije quitándole importancia al asunto.
Iba a servirme más tequila cuando Rita me lo arrebató de la mano.
—¡Oye, ¿qué sucede contigo?! —gemí.
—No estoy tan borracha como para olvidar que cuando estás embarazada no se debe beber —me respondió—. __, camina. Vamos al baño.
Ella intentó tomarme del brazo pero la empujé, haciendo que mi pie se doblara y que mi trasero estuviera en el suelo.
—¿Para qué? Odio a Zayn. Apuesto a que se quedó con Marie para echar un último polvo —solté llorando esta vez. Mis ojos acuosos miraron al techo de cielo falso que se estaba volviendo mohoso. La casa de Rita era de origen muy humilde.
Las paredes estaban pintadas de un horrible amarillo que me recordaba al color del tequila… algo entre ámbar y naranja.
¡Necesitaba ese tequila!
—__, no saltes a conclusiones todavía. Vamos. —Esta vez Rita no me soltó hasta que estuvimos metidas en el baño.
En el camino logré agarrar la bolsa azul celeste y saqué el trajecito para que ella lo viera.
Hizo sonidos infantiles y me lo devolvió. Entonces me lo puse en el estómago y lo amarré a un pedazo de mi camisa.
—¿Para qué me traes aquí? —protesté una vez que estábamos en el pequeñísimo baño. Me dolía la rodilla y sentía que en cualquier momento me podía desmayar. Juro que en la sala de Rita vi a Zayn parado, observándome con ojos de halcón y diciéndome que era peligroso para mí.
—¿Cómo que para qué? —habló Rita— ¡Estás embarazada! Ahora, la única solución que encontré en internet para desintoxicarte del alcohol es a la manera antigua: vomitándolo todo. Vamos a hacer un lavado estomacal. Más te vale que vomites hasta la última gota de lo que te bebiste.
—¿Qué? Rita yo no estoy… —no me dejó terminar y puso mi cabeza tan cerca del retrete que pensé que me iba a ahogar en el agua sucia.
—¡Vomita allí! ¡Vomita!
Y como si mi estómago estuviera oyendo la voz de su entrenador: vomité. Y vomité una segunda vez… y creo que una tercera. No estaba muy segura, dejé de contar después de la primera.
Asco. Asco. Asco.
Después de esto iba a necesitar unas buenas pastillas para el aliento.
En momentos como estos odiaba haberme fijado en alguien como Zayn.
Ya en serio, ¿quién era?
¿Acaso no sabía que entre más me prohibiera tener sentimientos por él, mayor se volvía mi atracción?
Increíble. Estuve celosa de una niña de diez años.
Pero hasta no ver… no creer.
cipriano.
Re: Prohibido enamorarse de Zayn Malik {Zayn&Tu}
UNA NIÑA DE 10 AÑOS!!!!! NO LO PUEDO CREER, DEBE SER UNA BROMA.
Pero bueno de todas formas estuvo muy gracioso, me encanto el cap espero que la sigas pronto por favor.
SIGUELAAAAA.
Bueno eso es todo nos vemos, besos.....
Bye!.
Paoli
Re: Prohibido enamorarse de Zayn Malik {Zayn&Tu}
Jajajaja si, 10 años!!!!Paoli escribió:
UNA NIÑA DE 10 AÑOS!!!!! NO LO PUEDO CREER, DEBE SER UNA BROMA.
Pero bueno de todas formas estuvo muy gracioso, me encanto el cap espero que la sigas pronto por favor.
SIGUELAAAAA.
Bueno eso es todo nos vemos, besos.....
Bye!.
Que bueno que te gusto.
Mas tarde la sigo, besos :)
cipriano.
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