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|Necesito lectoras| Without you.
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
Página 1 de 1. • Comparte
|Necesito lectoras| Without you.
Ficha de la novela.
• Titulo: Without you.
• Autor: Yo, Jhoa.
• Adaptación: No, original.
• Género: Drama/Romance.
• Contenido: -
• Advertencias: -
• Otras páginas: No.
Sinopsis
Christine Brendel, creció en el momento en el que su abuelo, el exitoso pianista Alfred Brendel, estaba en la cima del mundo. Desde los cinco años está en una prestigiosa academia, donde ha tratado de dar lo mejor de sí, pero a simple vista se nota que el talento de su abuelo y de toda su familia no lo lleva en la sangre. Desde los quince años cambió de modalidad de estudios: Internado, donde solo se encuentran los más talentosos y ella. Ahora, a sus veinte años, deberá dejar el nombre en alto de su familia, aún sin talento y al costo que sea.
Personajes:
Christine Brendel | Alioth Horowitz | Ethan |
Alice | Alex | Debby |
John | Noah Haydn | Rachell Adams |
Rose Argerich | Thomas |
Alfred Brendel | Victoria Brendel | Mark Brendel |
Última edición por I tell him real el Jue 23 Ene 2014, 2:03 pm, editado 3 veces
I tell him real
Without you. Prólogo.
-Christine, entiende que necesitamos resultados.
-Entiendo, pero no quiero que me asignes a uno de los mejores pianistas de aquí, no quiero, muy bien sabes cómo se burlan de mí, no los quiero ver ni en pintura.
-Tienes clase de dos a seis de la tarde, c...
-Olvídalo-interrumpí- vas a hacer que esa persona desperdicie cuatro horas de práctica, no pretendo ir.
-¿Ni siquiera quieres saber quién es?
-No, te digo que no.
-Deja mostrar que tu vida es un desastre y déjate ayudar.
-¿Eso es lo que piensas de mí? ¡Que sólo soy una llamadora de atención! Te equivocas Noah.
-No me cambies de tema, Christine. Sólo tienes diez meses para mostrarle a tu familia y a todo el mundo que eres tan buena en piano como toda tu familia, que puedes ser la sucesora de tu abuelo y aún no te puede salir bien ninguna melodía.
-Llevo todos mis veinte años estudiando música, lo sabes-mis ojos se empezaron a llenar de lágrimas
-También de que no tienes talento Christine, eres la única de tu familia que no lo tiene.
Mis ojos se llenaron de odio y salí enfurecida de la oficina de Noah Haydn, mi profesor de piano desde niña y ahora rector de la academia. Fui al baño, me lavé la cara y me dirigí a la pequeña cabaña de los Brendel, mi hermana volvió a casa hace cinco años y mi hermano mayor hace diez, así que es solo para mí, aunque yo vuelvo este año. Todos tenemos nuestras habitaciones, esto es un lujo aparte, es un mérito por dejar el nombre de la academia en alto, mi abuelo lo hizo, y yo no voy por el mismo camino. Me dirijo al cuarto, me quedó un rato allí, tratando de disminuir el dolor a mi manera, cuando tocan la puerta de mi cuarto, no sé quién ha entrado a mi cabaña, solo hay dos llaves, una la tengo yo, otra mi abuelo. Limpio un poco, mientras los golpes se hacen más fuertes, abro la puerta y me dirijo a la sala con Haydn.
-Christine, siento mucho lo que pasó en mi oficina, no qui…
-No quiero que esté aquí-interrumpí de nuevo
-Entiende que la academia está metida en líos. Tu abuelo es uno de los mejores pianistas del siglo pasado y de este. Tu padre, tus tías y tus hermanos han sido tan buenos como él, sólo que no se inclinaron por la música, pero nunca dejaron el nombre de tu familia ni de esta academia desprestigiado, llevas 15 años preparándote en la academia y con este son cinco años que llevas aquí, en nuestro internado
Me quedé en silencio. Sé que es cierto todo lo que dice, pero no quiero que me lo recuerde, él y mi abuelo eran los únicos que nunca me habían dicho que no tenía talento. Me duele que mi abuelo confíe en mí y yo no pueda corresponder a su confianza. Haydn puso un papel doblado en una mesita de cristal que había allí, miró su reloj y me dijo:
-En 5 minutos empieza tu primera clase-mientras señalaba el papel y salía de la cabaña.
No miré el papel, no iba a ir a ninguna clase con alguno de los brillantes pianistas que sólo me humillan. Me cambié de ropa y decidí caminar para calmarme un poco, me dirigí a un edificio que no había recorrido más de 5 veces, era el perfecto para esta ocasión, silencioso. Caminé a lo largo del edificio 6 pasillo tras pasillo hasta que, en el cubículo G empezó mi martirio.
I tell him real
Without you. Capítulo uno.
Capítulo 1
"Una mujer puede ser la más dulce del cielo o la más cruel del infierno, según como la trates."
(Lee escuchando esto: https://www.youtube.com/watch?v=M4b-PHPuwiM )
Las notas sonaban sin cesar, suaves y delicadas, estaban volviéndome loca. Era la tercera vez que recorría el pasillo entero y no lograba dar con quien tocaba. Quien lo estuviese haciendo era un experto en esa composición, tan experto como mi abuelo, Alfred Brendel, amaba que tocara la sonata "Claro de luna” y cuando estaba pequeña él tocaba todas las noches para mí, pero el sonido era diferente, esto me parecía increíble. Mi abuelo es considerado uno de los mejores pianistas de este siglo y, lo que escuchaba me encantaba, era más fino, estaba lleno de romance, me enloquecía pensar en lo bueno que era. Me detuve, tenía que tranquilizarme, sólo así encontraría la puerta que me iba a revelar quien tocaba de esa manera tan perfecta. Mi oído me guió al siguiente pasillo, al fondo a la izquierda.
Narra quien toca el piano
Christine Brendel entró desesperada. Aquí ella es “la invisible” y “la chica sin talento” así que nunca me dediqué a detallarla, como ahora. Es de baja estatura, delgada, cintura perfecta, busto y trasero normales aunque parecían un poco más grandes por su pequeña cintura. Su cabello largo era más que precioso era digno de una diosa, como ella. Ojos grises, cabello oscuro, igual que su abuelo. Tiene ese color de piel que todas las mujeres desean y unos labios de tamaño normal pero tenían la particularidad de ser muy carnosos y de un color muy provocativo. Christine no se arreglaba como las demás chicas, tenía la cara lavada. Tenía un vestido a la mitad del muslo que me hacía confirmar lo bella que es. Es más que hermosa, aunque muchas veces le haya gritado “fea” y “gorda”, todo por dejarme guiar de la presión de grupo. Puedo decir que su vestido es recatado: cuello en circular, sin escote, estampado de flores, sin aberturas en el resto de su cuerpo y un poco volado en cuanto se acaba su cadera. Llevaba un camisón que cubría sus brazos hasta las muñecas, las pocas veces que la había visto siempre llevaba uno, cosa que se pienso que es muy extraño, pero que semejante diosa no quiera mostrar sus brazos, en este momento es lo de menos.
Narra quien toca el piano
Christine Brendel entró desesperada. Aquí ella es “la invisible” y “la chica sin talento” así que nunca me dediqué a detallarla, como ahora. Es de baja estatura, delgada, cintura perfecta, busto y trasero normales aunque parecían un poco más grandes por su pequeña cintura. Su cabello largo era más que precioso era digno de una diosa, como ella. Ojos grises, cabello oscuro, igual que su abuelo. Tiene ese color de piel que todas las mujeres desean y unos labios de tamaño normal pero tenían la particularidad de ser muy carnosos y de un color muy provocativo. Christine no se arreglaba como las demás chicas, tenía la cara lavada. Tenía un vestido a la mitad del muslo que me hacía confirmar lo bella que es. Es más que hermosa, aunque muchas veces le haya gritado “fea” y “gorda”, todo por dejarme guiar de la presión de grupo. Puedo decir que su vestido es recatado: cuello en circular, sin escote, estampado de flores, sin aberturas en el resto de su cuerpo y un poco volado en cuanto se acaba su cadera. Llevaba un camisón que cubría sus brazos hasta las muñecas, las pocas veces que la había visto siempre llevaba uno, cosa que se pienso que es muy extraño, pero que semejante diosa no quiera mostrar sus brazos, en este momento es lo de menos.
Cuando me mira todas sus facciones cambian de inmediato. Esperaba que sus piernas temblaran al verme y que sus ojos mostraran su amor por mí pero esta chica está llena de muchas sorpresas. Sus preciosos ojos me clavaron en los míos, con tal odio que nunca pensé ver. Se dio media vuelta y la perdí de vista.
Narra Christine
¿Cómo no se me pudo ocurrir que era Alioth Horowitz? Mientras me culpo por haber entrado en el salón donde él practicaba, siento que alguien me toma del brazo. Obviamente, quien lo hace nos Alioth, él nunca lo haría, aunque respondo de una manera muy grosera cuando volteo.
¿Cómo no se me pudo ocurrir que era Alioth Horowitz? Mientras me culpo por haber entrado en el salón donde él practicaba, siento que alguien me toma del brazo. Obviamente, quien lo hace nos Alioth, él nunca lo haría, aunque respondo de una manera muy grosera cuando volteo.
-¿Qué quieres?
-No creo que esa sea manera de hablarme.
-Oh, lo siento Noah, pensaba que era…
-Alioth-me interrumpe y me entrega un trozo de papel muy parecido al que me dio en la cabaña.
Lo abro y lo leo:
2:00 p.m. Edificio 6, cubículo H salón número quince.
Volteo al salón del que había salido y efectivamente estaba marcado con el número quince.
-¿Cómo pudiste, Noah?
-Tu abuelo me lo pidió.
-Mientes, él no sería capaz de hacer algo así, sabiendo todo lo que desprecio a ese muchacho.
-Ya está hecho Christine, él es tu maestro ahora, espero ver resultados, tus clases serán de dos a seis, todos los días, como mínimo.
-¡Genial!- digo molesta, mientras que Noah me empuja dentro del salón, cuando cierra la puerta le pregunto- ¿Cómo evitaras que me escape?- él me mostró sus llaves, aseguró la puerta y se fue.
-Llegas quince minutos tarde- me dice Alioth, le respondo con una mirada muy grosera, él capta el mensaje. Saco mi celular del bolsillo y empiezo a marcar el número de mi abuelo, veo el espanto en la cara de mi “maestro” aún no puedo asimilarlo. Después de tener una leve pelea telefónica, guardé el celular y me dirigí a las ventanas.
-¿Cómo es que tienes un celular? Aquí está prohibido que tengas uno.
-¿Algún problema con que rompa las reglas, Horowitz?
-Nunca nadie me ha llamado así.
-Acostúmbrate.
-Noah aseguró las ventanas por afuera, sabía que te ibas a escapar por ahí. Tu abuelo se lo dijo.
Me quedé en silencio, me sentí traicionada.
-Oh vamos, ven, acércate al piano, quiero saber que tienes para mí.-dijo tratando de romper la tensión.
-Nada, para ti no tengo nada.-dije cortante.
Alioth se levantó de su silla, caminó hacia mí y me dijo tiernamente:
-Por favor.- No dije nada y él intentó agarrar mi mano, me solté bruscamente.
-Practica, Horowitz, no pierdas tu tiempo conmigo, no voy a aceptar que seas mi maestro.
-¿Ni siquiera por tu abuelo?
Ese fue un golpe bajo.
-¿Con qué empezamos?- dije sin mirarlo
A las cinco de la tarde escuchamos un extraño sonido en el aire acondicionado.
-Se está apagando- dijo
-¿Podrías colaborar con algo que no sepa?- dije y Alioth se enfureció un poco.
-No hay luz en toda la academia, Noah no se acordará de nosotros hasta las seis, estará ocupado con todos los reclamos de los estudiantes y profesores encima, estamos bajo llave y en 20 minutos el calor será insoportable, lo bueno de todo esto es que te desnudaras para mí.
-Cállate-respondí ante semejante estupidez.
A los 20 minutos, el calor era insoportable y deseaba que él no estuviese allí para desnudarme. Alioth me miraba pícaramente, odiaba eso. Él empezó a quitarse el camisón que llevaba, aún conservaba puesta una camisa y su pantalón. 5:30 p.m. Alioth se quitó la camisa y dejó su trozo al desnudo, es muy atractivo, no puedo negarlo. Ambos sudamos como nunca, pero yo seguía con mis prendas intactas. 5:35 p.m. bajé mi camisón sin dejar al descubierto mis antebrazos.
-¿Por qué no te quitas el camisón, completo?- lo mire cortante, igual que siempre.
Intenté romper una ventana, estaba desesperada.
-¿Qué haces? Te vas a hacer daño
-¿Desde cuándo te importa?
-Desde hoy.
Idiota, sólo intenta coquetearme.
Saqué mi celular del bolsillo y llamé a la oficina de Noah, le comenté todo y empezó a disculparse, a las 5:45 p.m llegó al salón y me liberé de la tortura.
-Kris, mañana a las dos, ¿vale?
-Christine, mi nombre es Christine, mañana a las dos, Horowitz.
Llegué a mi cabaña, me di una ducha y a eso de las 6:15 volvió la luz. Me peiné un poco y salí a pensar en todo esto, sobretodo que todos los días de dos a seis vería a Alioth, no paraba de pensar cuanto me desagradaba eso, hasta que gritaron mi nombre.
I tell him real
Re: |Necesito lectoras| Without you.
Sabes que? Me gusta, aqui tienes una lectora eh, debes subir pronto :-). Si quieres puedes pasarte por mi novela, es el segundo link debajo de mi avatar :-) no sale la sinopsis pero te dire de que trata mas o menos Charlie y Ali son hermanos y tras varias cosas ellos se enamoran y deben luchar ante los prejuicios...pasate y sube un capituloooo sip :-)
Javi Pasi
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