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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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*He Nacido Para Ti* *ZIAM*
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: *He Nacido Para Ti* *ZIAM*
OMGGG!! HACE CUANTO QUE NO COMENTABA DIOS! El colegio me retuvo mas de lo que esperaba! AY DIOS ME ENCANTO TODO! Me dio penita por Karen pero despues se me paso . Aww! Ziam es lo mas tierno y hermoso sobre faz de la tierra! Seguila!
Beso!
Beso!
Invitado
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Re: *He Nacido Para Ti* *ZIAM*
Capitulo LXXXVI: Final
Narra Liam
Cuanto me había acercado ahora, tan adentro de él, ya estaba grabado en mí todo lo que llevaba dentro, sus sentimientos, sus pensamientos, simplemente yo. Cuanto había llegado a ver de él, desde su calma hasta su inseguridad, desde su inteligencia hasta su agresividad, y lo aceptaba, así, tal cual era y no sólo eso, lo amaba así. Desde su sencillez hasta su complejidad, todo en él era realmente fascinante, todo en nosotros, en esto que ahora éramos, ni lo más sucio podría hacerme dudar ni un solo segundo.
Ya no había necesidad de que tan siquiera intentara disculparse, ya no pensaba en eso, le había perdonado desde el principio, y siempre lo haría, Zayn era sorprendentemente especial y yo estaba consciente hasta mi última neurona de lo mucho que él valía.
Por primera vez me veía comprendiendo que este era el principio de algo grande, todo lo que habíamos pasado antes, esas pequeñas pruebas que casi me quitan la cabeza ya no pesaban para nada, ni el remordimiento.
-Zayn- le llamé. Estaba sobre su pecho recostado mientras él me acariciaba el cabello- ¿Ahora que sigue?
-Zayn: ¿Te refieres a…?- creo que él ya estaba por quedarse dormido, hablaba como si le costara trabajo.
-Contigo y conmigo… ¿Esto es el “y vivieron felices para siempre”?
-Zayn: Yo, no lo sé.
-¿Serás mi príncipe para siempre, como en los cuentos?- dije acurrucándome en su pecho casi quedándome dormido, sólo un suspiro y sería todo.
-Zayn: Sólo el tiempo lo dirá- apenas y eso pude escuchar. Me dormí.
-¡Guau, Guau!
-Uhmmmm…
-¡Guau, Guau!
-Loki no, no, quiero dormir.
-¡Guau, Guau!
-Basta, Loki.
-¡Guau, Guau!
-¡Loki!- abrí los ojos y me senté de golpe en la cama- pero… ¿Qué haces aquí?
-¡Guau, Grrrrr, Guau!- Loki jadeaba con la lengua afuera mientras movía la colita.
Miré a todos lados y no había rastros de Zayn por ninguna parte, caí tan profundamente que no sentí cuando se levantó y se marchó, pero no importaba, lo vería después, mañana, la semana que entraba, el otro mes, lo vería siempre.
-¿Pero que hora es?- dije buscando a tientas mi celular en la mesa cerca de mi cama- ¡Wow! Dos con treinta y dos de la tarde, pero cuanto he dormido.
-Goofff, guau, guau.
-¿Tienes hambre?- lo tomé en mis brazos, ya estaba algo pesadito, Zayn lo tenia bien alimentado- seguro que si, ven, ¿Te gusta le leche verdad?- el cachorro sólo me miró moviendo la cola mientras intentaba con su lengua alcanzar mi nariz.
Cuando me levanté de la cama me di cuenta de que estaba totalmente desnudo. Bajé al perro y me fui directo a la ducha. El agua caliente me ayudo un poco a despertar. Salí de ahí muy rápido y entré de nuevo a mi habitación, Loki destrozaba uno de mis cuadernos, todas las hojas estaban esparcidas por el piso, lo dejé, de seguro estaba aburrido, a lo mejor era alguno de los cuadernos de la escuela.
-¿A que hora se ha ido Zayn, Loki?
-Grrr, guau.
-Lo siento, no pude despertarme, pero no me culpes, es él el que tiene la mala costumbre de irse sin despedirse.
-Guau, guau, guau.
-Ya Loki, no te comas el papel- dije mientras me peinaba- no creo que te guste el sabor- Loki aún seguía destrozando aquel cuaderno- Espera… ese es… ¡Loki!- el perro no estaba haciendo trizas cualquier cuaderno, no, era el cuaderno de las letras, de mis letras, de mis canciones, lo tenía desde que era un mocoso y ahora estaba regado por todo el lugar- ¡No, no, no, no!- dije mientras me le iba encima a quitarle lo que quedaba de la pequeña libreta- malo, malo, perro malo, dame eso.
-Grrrrrrrrr- me gruñía mostrándome sus dientes ya en crecimiento.
-Serás malcriado, no, dámelo que es mío.
-Grrrrrr, grrrrr.
-¡Ja! Te gané- dije victorioso mientras levantaba el cuaderno y el perro daba pequeños saltos para intentar quitármelo- ven Loki, vamos a desayunar… o no… mejor a almorzar.
-Guau.
-Cierto, mas bien a merendar.
Bajamos hasta la cocina, Loki me seguía un par de pasos atrás de mí. Tome un tazón y lo llené con medio frasco de leche y se lo di, el pobre perro enseguida se metió de cabeza en el tazón, estaba muerto de hambre. Tomé otro tazón que también llené con leche y busqué algo de cereal, me senté en el mesón mientras devoraba aquello, el cereal estaba algo rancio pero no me importaba, tenía que llenar mi estomago.
Algo me rondaba en la cabeza. Quería sorprender a Zayn con algo. Se me había ocurrido anoche y lo iba a hacer.
**Flash Back**
-Zayn: No llores- dijo él mientras limpiaba con sus dedos cada una de mis lagrimas.
-Es por ti. Me haces tan feliz.
-Zayn: No, no llores, no lo vale.
-Claro que si, lo vale, esto y más- Su cuerpo apenas y se movía encima del mío. Lo sentía hasta lo más profundo de mi ser. Gracias a nuestra respiraciones su cuerpo se balanceaba sobre el mío produciéndome un placer hasta ahora inimaginable.
Ambas manos estaban en su pecho y por una fracción de segundo me fije en aquel tatuaje de su pecho. Cada vez que pronunciaba alguna palabra, sacaba de mi cuerpo una enorme fuerza de voluntad, estaba sintiendo tanto pero tanto gusto que por momentos me mordía la lengua.
-Creo… uhmmm… creo que le hace falta algo- él bajó las vista hasta mi mano. Mi espalda se arqueaba de a poco a causa del placer.
-Zayn: ¿Tú qué crees que le falta?- yo, siempre yo, Zayn hablaba tan fluido, ronco pero muy fluido, mientras yo tan siquiera podía hablar. Él movía ligeramente su cintura lo suficiente como para sentirlo completamente dentro.
-Mira- le toqué con fuerza- su ala está incompleta- Subí una de mis piernas, flexionándola un poco tratando de evitar lo inevitable.
-Zayn: No lo está.
-Claro… que si, así no podrá volar. Tú no podrás volar.
-Zayn: Si Liam, mis alas están completas- Zayn se mantenía erguido encima de mí con sus brazos, bajé mis manos, ambas estaban alrededor de ellos, estaban tan tensos que pude palpar cada una de sus venas que sobresalían palpitando como locas- Tú eres esa pluma que me faltaba para alzar el vuelo, gracias Liam porque por ti he conocido el cielo- Justo en eso Zayn arremetió contra mí, algo tocó, algo había movido en mi cuerpo, en mi ser, una fuerte explosión sacudió mi cuerpo y me corrí, me vine sin siquiera tocarme un poco, sólo por sentirlo tan dentro de mí, eso bastó.
**Fin de Flash Back**
-Hey Loki, apresúrate, tenemos que salir- dije dejando el tazón ya vació en el fregadero- ¿Crees que algún local de tatuajes esté abierto?, uhmmm, será difícil, aún soy menor, ¿Será que piden identificación?- Loki me miraba ladeando la cabeza, de seguro pensaba que yo era un rematado.
Otra vez mi madre no estaba en casa y claro que se había llevado su auto, tendría que salir en taxi. Subí hasta mi habitación y tomé mi billetera. Bajé las escaleras de dos en dos, fui hasta la cocina y cargué a Loki en mis brazos, iría por una correa para él, para sacarlo a pasear.
-¿Espera Loki, qué haces aquí conmigo?- no me había dado cuenta hasta ahora de eso, al menos no de la manera en que se me había cruzado por la mente. Loki era de Zayn, entonces ¿Por qué no estaba con Zayn?- ¿Zayn te ha dejado abandonado?, será mal padre ¿Verdad?- Loki obviamente no me respondió pero juro que pude verlo poner los ojos en blanco. Que hermoso perro- vamos a ver si encontramos un local de tatuajes y… ¿Chicos?- mire sorprendido a Niall, Louis y Harry, ellos se encontraba detrás de la puerta del lado de afuera.
-Niall: ¿Cómo estas Liam?- Niall hablaba con voz apagada, pobre chico, aún extrañaba a su chica.
-Harry: ¿Ven eso?, les dije que Liam estaba bien- dijo Harry dándole una palmada a Niall en el hombro.
-¿Qué sucede?
-Niall: Aw mira, un cachorro.
-Louis: Wow Liam, es raro verte tan feliz.
-Ehmmm ¿Cómo se supone que deba estar?- dije mientras sentía como Niall me arrancaba a Loki de las manos.
-Harry: Pensamos que estarías triste ya sabes. Louis y Niall son los dramáticos.
-Louis: Es que… es que…- Louis casi lloraba- lo voy a extrañar.
-Lo siento Louis, Eli- y me detuve, ¿Acaso Louis dijo lo voy a extrañar?- ¿De quien hablas?
-Harry: También yo pero él no ha muerto- algo andaba mal, mis manos empezaron a sudar y mis sentidos se pusieron en alerta.
-¿Qué sucede?- pregunté mas que nervioso.
-Niall: ¿Qué acaso no lo sabes?
-Ehm no, no sé de que hablan.
-Harry: Louis- vi a Louis suspirar mientras tragaba saliva.
-Louis: Liam… Zayn va a irse de Londres- Louis hizo una silencio que me pareció el más macabro del mundo- para siempre.
Y de repente el mundo se detuvo, algo en mi cuerpo se había parado, no, eso no podía ser verdad, no podía ¡No podía!
¿Qué hacia Loki conmigo, acaso Zayn me lo había dejado?- miré a Niall y vi a Loki dándole pequeñas lamidas en el rostro- de verdad pensaba irse, si, Zayn se iba. Algo batió con fuerza mi pecho haciéndome doblar las rodillas. Zayn había venido a despedirse de mí, y me había dejado a Loki.
Fue ahí cuando todo encajó.
“¿Serás mi príncipe para siempre?”
“Sólo el tiempo lo dirá”
Sólo el tiempo lo dirá…
-¡No!
-Louis: ¿Liam a donde vas?
Corrí como desesperado, completamente desorientado, pensando dos veces que camino coger, andando de allá para acá sin dirección alguna. Alguien me dio tremendo empujón hacia atrás y me caí de culo machacándomelo con el asfalto. Me retorcí de dolor por un segundo.
-Louis: Liam perdón por esto, nosotros no- Louis respiraba cansado. Niall y Harry estaban igual, Niall aún lleva a Loki en sus brazos- no sabíamos de esto, creímos que lo sabias.
Louis parecía estar hablando en perfecto ingles pero yo no quería comprender, algo se me iba, si, mi vida, Zayn se iba y me abandonaba. No. Yo me moría.
-¿Él se ha ido?- pregunté impaciente aunque no quisiese oír la respuesta. Me levanté mientras me sacudía la poca escarcha fría de mi pantalón.
-Louis: Él nos ha citado en su casa esta mañana, dijo que se había despedido de ti y que por favor no te sacáramos el tema porque estabas algo afectado, también ha dicho que se marchaba hoy por la tarde… ehm- Louis cerró los ojos por dos segundos- tres veinte, esa es la hora de su vuelo.
Al escuchar eso sentí mi cabeza dar vueltas, el piso se empezaba a mover, era como arena movediza, mi pobre cuerpo de gelatina no podía mantenerse firme. Tomé mi celular y vi la hora, sólo tenía exactamente veintiocho minutos para llegar. Me sentí morir al saber que no tenia tiempo, que no sabia por qué él se marchaba, siempre, siempre me equivoco, cuando pienso que todo va ir bien algo tiene que arruinarme. Inconscientemente empecé a llorar mientras el viento frió me daba al rostro, haciendo que las gotas fueran mas frías de lo normal.
-Niall: Liam lo sentimos tanto.
Niall y Louis pasaban por algo similar y ellos estaban bien, al menos de la boca para fuera pero yo… yo, es que nunca en mi vida me había sentido tan impotente y desconcertado.
-Hay que ir al aeropuerto- dije con la poca voz que me salió de la garganta.
-Harry: Taxi, necesitamos un taxi- Harry empezó silbar a ver que auto se apiadaba de nosotros y se detenía pero ninguno lo hacia y mi locura iba en aumento.
Me atravesé en medio de la calle, algún auto tenia que detenerse, por poco casi cierro los ojos cuando vi un auto negro casi encima de mí y sacando valor de quien sabe donde, estiré mi mano en señal de alto y como si eso hubiese servido de mucho, el auto se detuvo, las ruedas dejaron de girar. En mi rapidez por encontrar un auto me le fui a la puerta del copiloto, Niall gritó que me detuviera pero yo no le presté la menor atención. Ni siquiera me importó quien era esa persona y si estaba dispuesta a ayudarme pero yo me fui a todas por todas.
-Hey niño- pronunció con una voz sorprendentemente grave. Esa voz me sonaba de algo, parecía un saludo en lugar de una exclamación. Me volví al conductor con cara de confusión, ¿Quién era él?, me vi sorprendido al ver a ese chico sorprendentemente musculoso y con sonrisa burlona ¡Ya sé! Ese era el mismo chico que casi me atropella el día que salí del estadio a perseguir a Zayn. Pero que coincidencia.
-¿Tú?
-Creo que tienes una mala manía con eso de atravesarte en la calle- Zayn se me vino a la cabeza con mayor nitidez, es que justo era la calle donde él mismo casi se me va encima. Una sensación me golpeó con fuerza la cabeza y el pecho. El día que este chico me golpeó con su auto, justo después, cuando veía a Zayn alejarse, tuve una asquerosa sensación, sentí que si le dejaba ir lo perdería para siempre, eso había sido como una especie de premonición o más bien presentimiento y exactamente ahora, como si fuese una maldición, justo ahora estaba experimentando esa misma sensación tan desagradable. Me desespere mucho más revolviéndome en el asiento.
-Necesito tu ayuda- no lo conocía de nada pero él me debía una por lo causado ese día. Niall, Harry y Louis se acercaron a la puerta hablando como locos, diciéndome que me bajara.
-Creo que esto no es casualidad- decía él mientras apretaba con fuerza el volante- dime niño, ¿Qué puedo hacer por ti?
-Tú… tú ese día, tú te ofreciste a llevarme pero… yo no… necesito que me lleves ahora- no sé quien lo había puesto en mi camino pero si tuviese tiempo para perder de seguro lo hubiese gastado dando gracias por eso.
-¿Son tus amigos?
-Niall: Liam baja de ahí.
-No. Ahora arranca ¡Vamos!- le dije como un rematado mientras le da golpecitos en su brazo súper inflado y tan duro como una roca. Él pisó el acelerador y mi cuerpo se inclinó hacia atrás por lo brusco del movimiento.
-Esto si que es raro. Así que te llamas Liam- dijo él viendo la carretera. Estaba tan pero tan fuera de mis casillas que no me importó estar en el auto con un desconocido tres veces más ancho y fuerte que yo, sólo quería que me llevara. Que se calle, que no me hable porque no respondo- ¿A dónde quieres que te lleve niñito?- eso era el colmo.
-Cállate, no me hables, sólo… sólo llévame al aeropuerto- dije mientras intentaba en vano recuperar la compostura.
-Uhm pero que carácter. Vale, yo te llevo.
En una corta eternidad llegamos al aeropuerto. Así como su brazo era de piedra, su pie también lo era y pesaba tanto sobre el acelerador que nunca bajamos de ciento veinte, incluso se había saltado dos señales de alto. Todo, todo sobre Zayn. Sin decir una palabra, me baje del auto, lancé la puerta con fuerza y pude escuchar al chico decir “de nada niñito”
Con cada paso que daba aquel mundo y aquella vida se me iba más de las manos, alejándose cada vez más y más. Miré mi celular, sólo restaban doce minutos para las tres veinte, ya no tenía nada de tiempo, de seguro Zayn ya estaba en el avión.
¿Por qué Zayn, por que te vas?
¿Por qué no me has dicho nada?
Corría apartando a todo el mundo de mi camino, el aeropuerto estaba a rebozar y claro, era víspera de víspera de año nuevo, todos andaban como maquinas con enormes maletas a cuestas. Algo en mi se retorcía con extrema molestia al ver tantos chicos pasar frente a mí pero ninguno era mi chico. Fijé mi mirada y pude ver un vuelo que marcaba la misma hora que según Louis, tenía Zayn, corrí como si mis piernas no fuesen a funcionar nunca más en mi vida y entonces como si tanto malestar tuviese su recompensa lo vi, a él, estaba sentando viendo un folleto que estaba sobre sus manos. Su vista estaba perdida en lo que leía, casi veía sus pestañas crear viento cada vez que parpadeaba, en un movimiento se humedeció los labios y guardó el pedazo de papel en el bolsillo trasero de su pantalón.
-¡Zayn!- grité. Tal parecía que él no era el único con ese nombre porque absolutamente todo el mundo se giró a mí- ¡Zayn!
Él me miró, no decía nada, pero por la forma en que sus ojos me miraban suponía que no le agradaba nada que estuviese ahí. Yo siempre tuve control sobre todo, nada me sorprendía, sabia manejar cualquier tipo de situación y me sabia mantener frente a quien fuera siempre y cuando no me sintiera amenazado, podía poner a quien sea de mi parte aún de manera inconsciente y sin pedirlo, podía llegar a creer que conocía tanto el comportamiento humano que cualquier tipo de acto que viniera de improvisto yo lo suponía de antes, incluso casi nunca nada me sorprendía., pero siempre hay excepciones para todo y justo en este momento odia esa maldita excepción. Nunca ¡Nunca! Podía predecir o suponer una sola cosa que Zayn dijese o pensara, cuando creía que iba a hacer esto él hacia otra cosa, cuando pensaba que diría esto, él decía lo otro. Al principio me había precipitado tanto a sacar un conclusión de su personalidad que cada vez que Zayn hacia algo que yo no suponía que iba a hacer, me dejaba noqueado y con la boca abierta, pero no era mi culpa, él era todo pero parecía no mostrar nada pero conmigo mostraba cosas, parecía el tipo mas duro pero no dejaba de ser sensible de momentos, con esa ropa de chico rudo que parecía intimidar a primera vista, y rudo en parte no era, al menos conmigo, sin llegar a ser en extremo inteligente le salían fáciles planes muy complejos, sin ser demasiado corto como para reprobar un examen de química orgánica, decía tanto y a veces nada que te dejaba con esa sensación de curiosidad, te hacia creer de manera inconsciente que era un chico misterioso, pero no; él era tranquilo pero conmigo era muy inquieto, juguetón en luna llena y agresivo en luna nueva y yo, yo no podía, no sabia nada, simplemente me había dejado llevar, sin pensar, sin analizar, sólo seguir con él y que me llevara por ese camino hasta llegar a ese paraíso que me ofrecía y del que no conocía nada y que sólo él sabia llegar, yo ansiaba llegar a ese lugar… pero él pensaba llegar ahí sin mí.
-Zayn: Liam- por primera vez me enfureció verle, escucharle, estaba rabioso porque me dejaba. Vi a su padre caminar por el pasillo adentrándose dentro del avión. En pocos minutos el vuelo saldría- ¿Qué haces aquí?- y él muy idiota me hablaba como siempre, yo, yo iba a explotar.
-¿Cómo te atreves a irte?- le grité lleno de rabia hasta los huesos. Lloraba, siempre tan patéticamente débil. Todos me observaban con cierta curiosidad. Que se mueran todos.
-Zayn: Tengo que, Liam- y lo decía así sin más, tan relajado. Justo anoche habíamos hecho el amor y ahora estábamos al borde del fin de mi mundo, porque era más que obvio que él estaba tan fresco como el aire artificial.
-¿Por qué, yo que hice?- era absurdo gritar, Zayn estaba tan solo a escasos tres metros de mí
-Zayn: No es cosa tuya- casi pude sentirlo suspirar.
-Pero… pero… y ¿Nosotros?- las fuerzas dejaban mi cuerpo pero hice un enorme esfuerzo por mantenerme de pie frente a él.
-Zayn: Las cosas no salieron bien- ¿Qué decía?, claro que no habían salido bien pero, a pesar de todo, no habían salido tan mal, es que pensé que estábamos bien, así juntos, como anoche- han pasado tantas cosas, sólo, no puedo quedarme.
-¿Tú quieres irte?- pregunté con la esperanza de que me dijera…
-Zayn: No- dijo sin vacilar, por un momento creí que vendría hasta mí y me abrazaría.
-Entonces, no, no te vayas- eso bastaría para consolarme al menos un poco pero al ver que yo seguía llorando como si me cortaran una pierna mientras él ni se inmutaba me hacia flaquear un poco más.
-Zayn: Ya te dije Liam, tengo que.
-Tienes que qué, Zayn, tienes que qué- y a mi seguía sin importarme que todos me miraran. La voz se me quebraba cada vez que gritaba y una lágrima se había colado por mi labio, la sentí salada, demasiado.
-Zayn: Esto se acabó, Liam- me tambaleé al sentir un fuerte mareo, el piso casi se subía hasta mi boca hasta reventarme los dientes pero me hice el fuerte, no sabia qué pero algo no me dejaba caer. Mis lágrimas se detuvieron y de repente la rabia se fue y algo peor amenazaba mi cuerpo, la oscuridad. Me negaba a rendirme, no ahora, no después de tanto.
-¿Qué?- pero que tonto soy- no, no puedes, no.
-Zayn: Si puedo, vamos Li, es tiempo de ser correcto. Adiós- él iba a darse la vuelta.
-¡No!- con ese paso que dio hacia atrás, me sentí casi desfallecer- ¿Nosotros, qué pasara conmigo, contigo?
-Zayn: Yo me voy, tú te quedas. Volverás a ser el mismo Liam de antes, el limpio, tranquilo y correcto. Yo volveré a ser el mismo Zayn de antes el…
-No quiero- mi voz sonaba tan suplicante, es que si me pidiese que me arrastrara por él sólo para no irse, lo haría.
-Zayn: Sé que de momento no, pero te acostumbraras a estar sin mí- ¿Pero que decía?, no, eso nunca, le necesito demasiado, es que él no puede irse ¡No puede!- No te pido que olvides todo lo que hemos vivido, lo que tú has vivido, lo que te pediré es que avances, lo dejes pasar, te has vuelto fuerte Liam y sé que lo conseguirás- pero cómo te atrevía él a pensar por mí, lo esperaba de quien sea pero no de él.
-Tú… no, no. Siempre me echaba en cara ser egoísta, llegué a sentirme culpable por decidir sólo por mí aún cuando tú me apoyabas en todo y esta vez eres tú Zayn, tú el que está decidiendo por ti aún estando conmigo, ¿Cómo pudiste? ¡¿Cómo puedes?!
-Zayn: No puedo Liam, yo no puedo, me voy siendo débil porque dejaré mi fortaleza aquí, contigo y eso porque sé que tú la necesitas más. Esto no tiene nada que ver contigo, ni siquiera conmigo, yo no puedo quedarme.
-¿Por qué?- todo el gentío del aeropuerto pareció deshacerse, ahora sólo le veía a él- Me lo has ocultado, ¿Por qué has decidido irte?
-Zayn: Yo no puedo decirte- eso me llenó más de rabia- tómalo con madurez y déjame ir.
-¡No, no, no! No quiero Zayn, no, no quiero- mi voz ya era tan aguda como la un niño de seis años.
-Zayn: Pues vas a tener que hacerlo, ya es un hecho Liam, me voy- casi lo vi darse la vuelta otra vez.
-¿Entonces yo qué, Zayn?- le grité con todas mi fuerzas- ¿Acaso todo esto no te ha hecho nada, yo no he significado nada?
-Zayn: Claro que si. Si he cambiado mucho, demasiado.
-¿Y yo?- pregunté desesperado a más no poder.
-Zayn: ¿Qué quieres que diga, qué puedo decir de ti?- fue ahí cuando su tono de voz cambio, diría que sonaba algo melancólico pero puede que de seguro esté equivocado, como siempre- esto ha sido genial, tú has estado fantástico y lo admito dudo que vuelva a vivir algo así pero…- lo dejó ahí, se calló y yo casi me le voy encima para hacerlo hablar.
-¿Pero qué?, esto no puede ser de verdad.
-Zayn: Como todo lo bueno en la vida, duró poco. Se acabó y yo me voy- suspiró con fastidio- mira esto- lo vi levantar su manga hasta mas arriba del codo mientras me mostraba su brazo- si no crees que voy en serio con esto de dejarte- giró el brazo y apenas lo hizo noté lo que me quería decir. El tatuaje no estaba, el de la Ele, su tatuaje no estaba, el mío, había desaparecido. El dolor que sentí en el pecho fue enorme, otra más y no viviría para contarla. Algo se estaba acumulando atrás de mi cabeza, amenazando con explotar, mi garganta estaba reprimiendo un grito con tanta fuerza que casi me era imposible tragar.
-¿Qué es esto, Zayn?- eso me costó decirlo, pero lo dije con la esperanza de que su boca desmintiera lo que sus actos claramente me decían.
-Zayn: Se borró. Me gustaba, era bonita esa letra pero ya, se quito se borró y mira mi brazo, sigue estando como antes, eso mismo pasará contigo y conmigo. No estaremos juntos y eso hará que volvamos a estar como antes, como debía ser y como siempre debió ser- ya no podía, el dolor era muy fuerte, ya no podía, por favor, ya no- Adiós Liam- y se giró otra vez y empezó a andar muy tranquilo. Con cada paso me sentía más cerca del abismo y más lejos de mi mundo.
Cuando lo vi andar sin intenciones de volverse a mí simplemente me estaba matando, era un fuerte dolor, no físico, que me iba destruyendo de a poco, dejando a su paso los restos de mi anatomía.
En ese par de pasos que Zayn daba, llegó a mi mente todo ese montón de momentos y ese montón de palabras, que habíamos vivido los dos en todo este poco tiempo que estuvimos juntos y es que nunca en mi vida había sentido algo similar en el pecho en la cabeza, o en el cuerpo, definitivamente jamás en mi vida había sentido de esta forma, ni por Danielle ni mucho menos por Sophia, pensar que Zayn no era una chica sino un chico era lo que hacia que mi mente comprendiera mas fácilmente el por qué no podía resistirme ni que aunque aplicara toda la fuerza de voluntad que pudiera, Zayn con apenas soplar podía derribar cualquiera barrera de autocontrol en mi cuerpo o en mi mente. Las mariposas se habían hecho ya parte de mí ser, de mi organismo, ellas en parte me notificaban cuando sabia que estaba perdido, abandonado a merced de Zayn, yo no podía luchar y tampoco quería, no tenia fuerzas para eso. Pensar que en millones de ocasiones Zayn me había llevado al cielo, había hecho tocar las estrellas, eso, eso me hacia sonreír, que él en sus actos de rudeza me había mostrado, no de la manera mas correcta pero si de la mas cruda, mi realidad, me había mostrado tal cual era, que era un chico que temblaba al mas mínimo contacto con su mirada y que era un chico que podía ir un poco mas allá de las reglas y lo correcto, que podía tener un poco mas de confianza en mi mismo y que de vez en cuando no estaba mal pasarse el limite de velocidad o soltarte la luz roja del semáforo. Sobre todo me había mostrado lo mas importante y las mas grande enseñanza que puede ofrecer el ser humano, Zayn me había ensañado a amar, sin mirar a quien, sin ver su físico, dejándose llevar por solo el instinto y lo que te dictaba el corazón y no la mente, entregándolo todo, sin arrepentimientos ni culpas sólo encargándote de hacer feliz a esa persona, eso me había ensañado. Yo nunca había estado tan seguro de algo, y era que si Zayn no hubiese llegado a mi vida yo simplemente sería uno más del montón, un bulto gris e infeliz. No estaba dispuesto a dejarle ir tan fácil porque él era parte de mí, no, no podía, porque sin él simplemente estaría incompleto.
-¡Te amo!- Esa frase me salió de dentro, de los más profundo, de lo más recóndito y oculto de todo mi ser, despertando de una vez por todas en el momento cúspide y haciendo acto de presencia. Todo ese montón de emociones y sentimientos que se habían acumulado en este tiempo, al fin habían llegado a su punto de ebullición, a punto de explotar. Ese montón de sensaciones hicieron erupción, haciendo salir esas dos palabras de mi boca.
A medio camino entre el avión y yo, Zayn se detuvo con la cabeza gacha, se quedó al menos un minuto inmóvil, sesenta segundos que me parecieron los más largos y dolorosos de toda mi existencia hasta ahora. El vello de mi nuca se erizó y enorme escalofrío me recorrió la espinal dorsal, era tan helado que casi me congela el cuerpo, no era como muchos otros que había sentido antes, este era distinto. Observé como apretaba sus puños y por un momento me pareció escuchar los huesos de sus dedos crujir. Zayn levantó la vista al frente y siguió, no me miró, caminó como si nada y la puerta que me daba la vista de su cuerpo se cerró y yo caí al abismo. Kilómetros y kilómetros de de campo abierto y oscuro, sin fondo, o al menos eso creí, quizá después de tanto caer al fin impacte con algo y fracture mi columna entres partes, me rompa el cráneo en dos y mis sesos y mi sangre manchen ese fondo negro al menos para darle color, esperaba que eso me matase porque el dolor que experimentaba mi cuerpo justo ahora, era demasiado para soportarlo. Alzaba mis manos buscando algo de lo que sostener para no estrellarme si es que alguna vez llegaba a tocar fondo.
Me quedé estático, sin nada más por hacer o decir, ya lo había hecho todo y no había funcionado, nada de lo que creí que funcionaria, funcionó y yo simplemente me dejé vencer. Como si el tiempo alrededor se hubiese acelerado, vi un montón de figuras humanas correr demasiado rápido, eran enormes, deformes y muy aterradoras. Mi cuerpo cayó lentamente hasta que quedé de rodillas, me llevé las manos al pelo, sintiendo como me temblaban y la cabeza me punzaba. Estuve a punto de gritar pero no lo hice. Yo estaba derrotado y lo peor de todo era que mi oponente había salido ileso, sin un solo rasguño. Me fui hacia delante y apoye amabas manos en duro y frío duro de aquel lugar, ahora si estaba completamente humillado, humillado y derrotado y lo peor, abandonado.
-No Zayn, no, yo te amo- dije susurrando, era obvio que nadie me escuchaba y mucho menos él- no me dejes- un fuerte sonido me hizo levantar la cabeza, me puse de pie, todos me miraban pero nadie hacia o decía nada, al menos no nada que yo pudiera escuchar claramente.
El avión empezaba a moverse, lo vi por el enorme vidrio frente a mí que daba hacia la pista. El dolor pasó por un segundo sólo para volver con toda las fuerzas renovadas cuando vi el avión despegar. Algo dentro de mí gritaba de dolor, de impotencia, de sentirme inútil. Corrí hasta pegarme en ese enorme cristal con la sola intención de atormentarme viendo como Zayn se iba, él alzaba el vuelo, volaba pero sin mí, con sus alas ya casi bien hechas, pero sin una pluma.
Me arrastre por el vidrio hasta que quedé sentado en el piso, mis ojos no querían quitarle la vista a ese avión que ya a lo lejos parecía ser una insignificante luciérnaga. Finalmente toqué fondo, me di contra el duro suelo de ese oscuro abismo por el que desde hace minutos estaba cayendo y el impacto fue fuerte, muy fuerte, quien sabe si habré sobrevivido y si lo he hecho al menos he quedado jodido de por vida
Se acabó.
Se fue.
Me dejó.
Sentí una pequeña presión en mi hombro izquierdo y con la cara mojada de lágrimas me giré para ver a los chicos detrás de mí con caras de funeral. Me puse de pie, no sé cómo pero lo hice, con el dorso de mi mano limpie mi cara e inhale hondo para que mi nariz aguada no moqueara, parpadeé fuerte tres veces sólo para darme cuenta de donde estaba. Agaché la cara y eche a andar.
-Louis: ¿Seguro que estarás bien?- dijo Louis con voz suave después de dejarme en casa y pasar al menos dos horas intentando consolarme. Lo apreciaba pero lo menos que quería era eso, necesitaba estar solo para soltarlo todo.
Yo estaba tirado en el sofá mientras los chicos estaba en sentados en el suelo, a callados y alborotados de momento.
-Harry: Seguro que si Louis.
-Niall: ¿No quieres comer algo Liam? De seguro tienes hambre- ese maldito tonito de lastima me ponía peor, que se callen.
-No, no quiero nada y si Louis, voy a estar bien- pero que vil mentira- ya váyanse.
-Louis: ¿En serio?
-Si.
-Niall: ¿Y si salimos?
-Harry: Si, ¿Qué dices, Liam?
-Niall: Sabes que te encanta el Jubilee Gardens en navidad.
-No.
-Louis: ¿Seguro?
-¡Que no! ¡No quiero! Ya váyanse, no quiero nada, largo, no quiero, no quiero- en otras circunstancias hubiese sentido culpa por gritarles de esa manera cuando ellos simplemente intentaban animarme, consolarme pero es que… no tenia consuelo esta situación.
Los vi ponerse de pie mientras se miraban entre ellos dudando si de verdad debían dejarme solo.
-¡Que se vayan!
Los tres caminaron hasta la puerta y la abrieron tan lentamente que ya empezaba a irritarme más, como si eso fuese posible. Harry, Niall y Louis salieron pero se habían quedado afuera un segundo, los escuche murmurar.
-Louis: Si necesitas algo sabes que puedes llamarnos.
-Niall: En serio lo lamentamos.
-Harry: Quieras o no vendremos mañana para nuestra despida del viejo año- y la puerta se cerró para luego abrirse de nuevo. Mi madre había llegado.
Me levanté del sofá y la miré dos segundos, ella me sostuvo la mirada ese escaso tiempo y luego empezó a andar hacia la cocina. Ella me conocía, sabia que algo me pasaba, ella lo sabia y sin embargo yo no estaba ya para debatir algo, o reclamarle, ahora pensaba en subir a mi habitación y llorar, solo, llorar y llorar hasta cansarme, hasta calmarme para luego volver a lavar mis ojos una y otra vez. Había experimentado lo fuerte de los tornados, lo arrasadores y destructores que eran, como lo estropeaban todo sin vacilar y sin disculparse, simplemente llevándose todo a su paso, eso me había pasado a mí pero dentro de mi cuerpo, un torbellino que lo había demolido todo dejándome en la nada y completamente echado a perder, después de causarme ese dolor simplemente me había desechado para que terminara de morirme, solo, abandonado.
Entré a mi habitación y simplemente exploté. Me fui encima de la cama deshaciéndola toda, la sabanas quedaron toda arrugadas y arañadas por mis pocas uñas, tomé una almohada y la mordí como si fuese un perro rabioso, le propinada golpes, halaba la tela y con ella tumbé al piso la lámpara que estaba al lado de mi cama, la cual se hizo añicos en un dos por tres, la almohada se rompió y todo el piso se llenó de esas pequeñas y suaves plumas… plumas… alas, sus alas… él.
-¡ARRGG!- un fuerte gruñido trepó por mi garganta hasta hacerme daño en las cuerdas vocales, fue un sonido tan animal que no comprendí como mi madre no subió a mi habitación, pero era bueno, no quería tomarla con ella.
Tomé la guitarra que estaba al lado de mi cama. Mi vieja guitarra, la tomé del traste y bateé con fuera hacia la pared, el sonido creado por la madera vieja impactar con la pared fue lo suficientemente fuerte como para saber que ya ese instrumento no tendría remedio.
El espejo que colgaba de la pared no reflejó a un Liam normal, este Liam era otro, pero no me sorprendí, sus ojos estaban al rojo vivo al igual que su rostro, completamente transpirado y con el cabello tan revuelto digno de un mendigo. No me gustó para nada verme de esa manera, el chico del espejo sonrió, pero yo no lo hice, era una figura fantasmagórica y sombría de mi mismo, con esos ojos húmedos y esa sonrisa enferma, me señaló y yo di un paso atrás y entonces empezó a reírse a carcajadas, eso me puso aún peor haciéndome crispar los nervios al extremo, me fui hacia adelante y llevé mi puño con todas mis fuerzas a ese espantoso Yo del espejo y de repente ese chico se hizo pedazos, se quebró completamente, pequeños trocitos de cristal caían al piso, él se había quebrado como yo estaba ahora, realmente adolorido, al fin lo comprendí, vi claramente como me desmoronada. El golpe de mi mano fue tan fuerte como para hacerme despertar de ese trance eufórico en el que estaba sumergido hasta el fondo. Quedé ahí, paralizado sintiendo como se escurría por mi mano un líquido tibio, sentí un corrientazo, seguro la herida sería grande pero eso no dolor no era absolutamente nada comparado al que sentía en mi pecho.
-¡Liam!- mi madre abrió la puerta sobresaltada- ¿Qué fue eso, estas bien?- ella hablaba demasiado rápido- ¿Qué ha sucedido, cielo?- me giré hasta ella y la vi por un segundo.
-¡Largo!- le grité ya con el último halito de fuerza- ¡Vete, quiero estar solo, vete!
-¿Pero que pasa Liam, por qué estas así?- ella estaba preocupada, ver a su hijo así tan alterado en un cuarto desastroso, no era para menos pero yo no estaba para que me consolaran, no ahora, aún necesitaba sacarlo todo, librarme de esto- cielo mira tu mano, ¿Qué ha pasado Liam?
-¡Que te vayas! ¿Es que no entiendes?, no quiero ver a nadie.
-¡Liam!- exclamó ella sorprendida por mi actitud, llevándose las manos a la boca. Ni cuando le dije que era homosexual se había sorprendido tanto.
-¡Vete, vete!
-Cielo.
-¡Fuera!- grité tomando un trozo de vidrio algo grande y lo lancé a la puerta, mi madre la cerró para cubrirse, mientras el pedacito de espejo se hacia nada… como yo. Ella volvió a abrir la puerta a medias. Suspire sabiendo que si no le demostraba que podía calmarme ella seguiría fastidiando- Sólo, sólo quiero estar…- le dije hablando lo más calmado posible- solo.
-Lo siento tanto Liam- comprendí que ella sabia que Zayn y su padre se iban… que se habían ido y lo peor es que no me lo había dicho. Apreté mi mano sangrante para no irme contra ella, es que ¡Diablos! Era mi madre.
Ella dejó la puerta entreabierta y yo caí al suelo, totalmente tendido en el piso, pequeños trocitos de vidrio se me enterraban en la piel pero yo los ignoraba. La puerta rechinó creí que mi madre vendría a joderme de nuevo pero no, de hecho ni siquiera se escuchaban pasos. Pegué un bote cuando sentí algo mojado en mi mano herida, me volví hacia donde venia esa sensación y vi a Loki lamiendo mi mano. Eso era le consuelo que inconscientemente estaba esperando, la rabia se fue de mi cuerpo, aunque no el dolor. Me senté en el piso mientras dejaba que Loki lamiera mi mano sangrante, me dolía un poco y de seguro el sabor de la sangre era un asco pero el perrito no se detuvo y yo no lo detuve. Lo subí hasta mi regazo mientras acariciaba su suave pelaje, era como si ese contacto me bajara un poco el dolor. Él chillaba muy bajito, estaba llorando igual que yo y es que él estaba en la misma situación que yo, abandonado, estaba solo, Zayn lo había dejado igual que hizo conmigo.
-Ahora estamos solos, Loki- él ni siquiera movía la colita como hace rato- Zayn se ha ido.
Miré a mi ventana y vi que era de noche, estaba totalmente oscuro y hacia un frío enorme pero no quise levantarme del piso, es que Loki estaba realmente cómodo ahí. Algo sintió él que se levantó y caminó hasta un rincón cerca de la ventana, aún las hojas de mi cuaderno estaban por todo el piso acompañadas de la lámpara rota y el montón de plumas y vidrio. Loki estaba intentando arrastrar una mochila, pero esa no era mía, era la que Zayn había usado anoche para traerlo aquí. Me levanté y caminé hasta él mientras lo miraba meterse de cabeza ahí, cuando sacó la cabeza, Loki llevaba un pedazo de papel, era una hoja doblada.
-¿Qué es eso, Loki?- me agaché y tomé la hoja en mis manos. Loki mi miraba con esos enormes ojos de cachorrito.
-Eso es de mi papi Zayn- dijo Loki en perfecto idioma canino que podría traducirse a guau guau.
Agarré el la hoja doblada y empecé a abrirla con el corazón a mil mientras la manos y el resto del cuerpo me temblaban como si un terremoto me hubiese atacado. Mi boca se secó cuando al fin abrí la hoja y vi la letra de Zayn plasmada allí.
Arrugué el papel en mi pecho sintiendo un golpe atómico que me dejó tumbado, volví a romper a llorar mientras veía como Loki se quedaba inmóvil. Me quedé ahí unos minutos, cerca de la ventana, viendo las estrellas, esas que Zayn me había mostrado y que yo había tocado con la punta de mis dedos, entonces alzando la vista a ellas, recordé su rostro y por un momento las mariposas vinieron a mi cuerpo, incluso hasta el antiYo apareció junto a mí. Casi estaba oliendo su perfume mientras imaginaba una de sonrisas, yo sonreí, sin ganas, sin fuerzas pero sonreí.
-Y yo esperare ansioso hasta volver a encontrarme contigo pero en este cuerpo y en esta vida por que yo- arrugue aún más el papel en mi pecho- He Nacido Para Ti.
Narra Liam
Cuanto me había acercado ahora, tan adentro de él, ya estaba grabado en mí todo lo que llevaba dentro, sus sentimientos, sus pensamientos, simplemente yo. Cuanto había llegado a ver de él, desde su calma hasta su inseguridad, desde su inteligencia hasta su agresividad, y lo aceptaba, así, tal cual era y no sólo eso, lo amaba así. Desde su sencillez hasta su complejidad, todo en él era realmente fascinante, todo en nosotros, en esto que ahora éramos, ni lo más sucio podría hacerme dudar ni un solo segundo.
Ya no había necesidad de que tan siquiera intentara disculparse, ya no pensaba en eso, le había perdonado desde el principio, y siempre lo haría, Zayn era sorprendentemente especial y yo estaba consciente hasta mi última neurona de lo mucho que él valía.
Por primera vez me veía comprendiendo que este era el principio de algo grande, todo lo que habíamos pasado antes, esas pequeñas pruebas que casi me quitan la cabeza ya no pesaban para nada, ni el remordimiento.
-Zayn- le llamé. Estaba sobre su pecho recostado mientras él me acariciaba el cabello- ¿Ahora que sigue?
-Zayn: ¿Te refieres a…?- creo que él ya estaba por quedarse dormido, hablaba como si le costara trabajo.
-Contigo y conmigo… ¿Esto es el “y vivieron felices para siempre”?
-Zayn: Yo, no lo sé.
-¿Serás mi príncipe para siempre, como en los cuentos?- dije acurrucándome en su pecho casi quedándome dormido, sólo un suspiro y sería todo.
-Zayn: Sólo el tiempo lo dirá- apenas y eso pude escuchar. Me dormí.
-¡Guau, Guau!
-Uhmmmm…
-¡Guau, Guau!
-Loki no, no, quiero dormir.
-¡Guau, Guau!
-Basta, Loki.
-¡Guau, Guau!
-¡Loki!- abrí los ojos y me senté de golpe en la cama- pero… ¿Qué haces aquí?
-¡Guau, Grrrrr, Guau!- Loki jadeaba con la lengua afuera mientras movía la colita.
Miré a todos lados y no había rastros de Zayn por ninguna parte, caí tan profundamente que no sentí cuando se levantó y se marchó, pero no importaba, lo vería después, mañana, la semana que entraba, el otro mes, lo vería siempre.
-¿Pero que hora es?- dije buscando a tientas mi celular en la mesa cerca de mi cama- ¡Wow! Dos con treinta y dos de la tarde, pero cuanto he dormido.
-Goofff, guau, guau.
-¿Tienes hambre?- lo tomé en mis brazos, ya estaba algo pesadito, Zayn lo tenia bien alimentado- seguro que si, ven, ¿Te gusta le leche verdad?- el cachorro sólo me miró moviendo la cola mientras intentaba con su lengua alcanzar mi nariz.
Cuando me levanté de la cama me di cuenta de que estaba totalmente desnudo. Bajé al perro y me fui directo a la ducha. El agua caliente me ayudo un poco a despertar. Salí de ahí muy rápido y entré de nuevo a mi habitación, Loki destrozaba uno de mis cuadernos, todas las hojas estaban esparcidas por el piso, lo dejé, de seguro estaba aburrido, a lo mejor era alguno de los cuadernos de la escuela.
-¿A que hora se ha ido Zayn, Loki?
-Grrr, guau.
-Lo siento, no pude despertarme, pero no me culpes, es él el que tiene la mala costumbre de irse sin despedirse.
-Guau, guau, guau.
-Ya Loki, no te comas el papel- dije mientras me peinaba- no creo que te guste el sabor- Loki aún seguía destrozando aquel cuaderno- Espera… ese es… ¡Loki!- el perro no estaba haciendo trizas cualquier cuaderno, no, era el cuaderno de las letras, de mis letras, de mis canciones, lo tenía desde que era un mocoso y ahora estaba regado por todo el lugar- ¡No, no, no, no!- dije mientras me le iba encima a quitarle lo que quedaba de la pequeña libreta- malo, malo, perro malo, dame eso.
-Grrrrrrrrr- me gruñía mostrándome sus dientes ya en crecimiento.
-Serás malcriado, no, dámelo que es mío.
-Grrrrrr, grrrrr.
-¡Ja! Te gané- dije victorioso mientras levantaba el cuaderno y el perro daba pequeños saltos para intentar quitármelo- ven Loki, vamos a desayunar… o no… mejor a almorzar.
-Guau.
-Cierto, mas bien a merendar.
Bajamos hasta la cocina, Loki me seguía un par de pasos atrás de mí. Tome un tazón y lo llené con medio frasco de leche y se lo di, el pobre perro enseguida se metió de cabeza en el tazón, estaba muerto de hambre. Tomé otro tazón que también llené con leche y busqué algo de cereal, me senté en el mesón mientras devoraba aquello, el cereal estaba algo rancio pero no me importaba, tenía que llenar mi estomago.
Algo me rondaba en la cabeza. Quería sorprender a Zayn con algo. Se me había ocurrido anoche y lo iba a hacer.
**Flash Back**
-Zayn: No llores- dijo él mientras limpiaba con sus dedos cada una de mis lagrimas.
-Es por ti. Me haces tan feliz.
-Zayn: No, no llores, no lo vale.
-Claro que si, lo vale, esto y más- Su cuerpo apenas y se movía encima del mío. Lo sentía hasta lo más profundo de mi ser. Gracias a nuestra respiraciones su cuerpo se balanceaba sobre el mío produciéndome un placer hasta ahora inimaginable.
Ambas manos estaban en su pecho y por una fracción de segundo me fije en aquel tatuaje de su pecho. Cada vez que pronunciaba alguna palabra, sacaba de mi cuerpo una enorme fuerza de voluntad, estaba sintiendo tanto pero tanto gusto que por momentos me mordía la lengua.
-Creo… uhmmm… creo que le hace falta algo- él bajó las vista hasta mi mano. Mi espalda se arqueaba de a poco a causa del placer.
-Zayn: ¿Tú qué crees que le falta?- yo, siempre yo, Zayn hablaba tan fluido, ronco pero muy fluido, mientras yo tan siquiera podía hablar. Él movía ligeramente su cintura lo suficiente como para sentirlo completamente dentro.
-Mira- le toqué con fuerza- su ala está incompleta- Subí una de mis piernas, flexionándola un poco tratando de evitar lo inevitable.
-Zayn: No lo está.
-Claro… que si, así no podrá volar. Tú no podrás volar.
-Zayn: Si Liam, mis alas están completas- Zayn se mantenía erguido encima de mí con sus brazos, bajé mis manos, ambas estaban alrededor de ellos, estaban tan tensos que pude palpar cada una de sus venas que sobresalían palpitando como locas- Tú eres esa pluma que me faltaba para alzar el vuelo, gracias Liam porque por ti he conocido el cielo- Justo en eso Zayn arremetió contra mí, algo tocó, algo había movido en mi cuerpo, en mi ser, una fuerte explosión sacudió mi cuerpo y me corrí, me vine sin siquiera tocarme un poco, sólo por sentirlo tan dentro de mí, eso bastó.
**Fin de Flash Back**
-Hey Loki, apresúrate, tenemos que salir- dije dejando el tazón ya vació en el fregadero- ¿Crees que algún local de tatuajes esté abierto?, uhmmm, será difícil, aún soy menor, ¿Será que piden identificación?- Loki me miraba ladeando la cabeza, de seguro pensaba que yo era un rematado.
Otra vez mi madre no estaba en casa y claro que se había llevado su auto, tendría que salir en taxi. Subí hasta mi habitación y tomé mi billetera. Bajé las escaleras de dos en dos, fui hasta la cocina y cargué a Loki en mis brazos, iría por una correa para él, para sacarlo a pasear.
-¿Espera Loki, qué haces aquí conmigo?- no me había dado cuenta hasta ahora de eso, al menos no de la manera en que se me había cruzado por la mente. Loki era de Zayn, entonces ¿Por qué no estaba con Zayn?- ¿Zayn te ha dejado abandonado?, será mal padre ¿Verdad?- Loki obviamente no me respondió pero juro que pude verlo poner los ojos en blanco. Que hermoso perro- vamos a ver si encontramos un local de tatuajes y… ¿Chicos?- mire sorprendido a Niall, Louis y Harry, ellos se encontraba detrás de la puerta del lado de afuera.
-Niall: ¿Cómo estas Liam?- Niall hablaba con voz apagada, pobre chico, aún extrañaba a su chica.
-Harry: ¿Ven eso?, les dije que Liam estaba bien- dijo Harry dándole una palmada a Niall en el hombro.
-¿Qué sucede?
-Niall: Aw mira, un cachorro.
-Louis: Wow Liam, es raro verte tan feliz.
-Ehmmm ¿Cómo se supone que deba estar?- dije mientras sentía como Niall me arrancaba a Loki de las manos.
-Harry: Pensamos que estarías triste ya sabes. Louis y Niall son los dramáticos.
-Louis: Es que… es que…- Louis casi lloraba- lo voy a extrañar.
-Lo siento Louis, Eli- y me detuve, ¿Acaso Louis dijo lo voy a extrañar?- ¿De quien hablas?
-Harry: También yo pero él no ha muerto- algo andaba mal, mis manos empezaron a sudar y mis sentidos se pusieron en alerta.
-¿Qué sucede?- pregunté mas que nervioso.
-Niall: ¿Qué acaso no lo sabes?
-Ehm no, no sé de que hablan.
-Harry: Louis- vi a Louis suspirar mientras tragaba saliva.
-Louis: Liam… Zayn va a irse de Londres- Louis hizo una silencio que me pareció el más macabro del mundo- para siempre.
Y de repente el mundo se detuvo, algo en mi cuerpo se había parado, no, eso no podía ser verdad, no podía ¡No podía!
¿Qué hacia Loki conmigo, acaso Zayn me lo había dejado?- miré a Niall y vi a Loki dándole pequeñas lamidas en el rostro- de verdad pensaba irse, si, Zayn se iba. Algo batió con fuerza mi pecho haciéndome doblar las rodillas. Zayn había venido a despedirse de mí, y me había dejado a Loki.
Fue ahí cuando todo encajó.
“¿Serás mi príncipe para siempre?”
“Sólo el tiempo lo dirá”
Sólo el tiempo lo dirá…
-¡No!
-Louis: ¿Liam a donde vas?
Corrí como desesperado, completamente desorientado, pensando dos veces que camino coger, andando de allá para acá sin dirección alguna. Alguien me dio tremendo empujón hacia atrás y me caí de culo machacándomelo con el asfalto. Me retorcí de dolor por un segundo.
-Louis: Liam perdón por esto, nosotros no- Louis respiraba cansado. Niall y Harry estaban igual, Niall aún lleva a Loki en sus brazos- no sabíamos de esto, creímos que lo sabias.
Louis parecía estar hablando en perfecto ingles pero yo no quería comprender, algo se me iba, si, mi vida, Zayn se iba y me abandonaba. No. Yo me moría.
-¿Él se ha ido?- pregunté impaciente aunque no quisiese oír la respuesta. Me levanté mientras me sacudía la poca escarcha fría de mi pantalón.
-Louis: Él nos ha citado en su casa esta mañana, dijo que se había despedido de ti y que por favor no te sacáramos el tema porque estabas algo afectado, también ha dicho que se marchaba hoy por la tarde… ehm- Louis cerró los ojos por dos segundos- tres veinte, esa es la hora de su vuelo.
Al escuchar eso sentí mi cabeza dar vueltas, el piso se empezaba a mover, era como arena movediza, mi pobre cuerpo de gelatina no podía mantenerse firme. Tomé mi celular y vi la hora, sólo tenía exactamente veintiocho minutos para llegar. Me sentí morir al saber que no tenia tiempo, que no sabia por qué él se marchaba, siempre, siempre me equivoco, cuando pienso que todo va ir bien algo tiene que arruinarme. Inconscientemente empecé a llorar mientras el viento frió me daba al rostro, haciendo que las gotas fueran mas frías de lo normal.
-Niall: Liam lo sentimos tanto.
Niall y Louis pasaban por algo similar y ellos estaban bien, al menos de la boca para fuera pero yo… yo, es que nunca en mi vida me había sentido tan impotente y desconcertado.
-Hay que ir al aeropuerto- dije con la poca voz que me salió de la garganta.
-Harry: Taxi, necesitamos un taxi- Harry empezó silbar a ver que auto se apiadaba de nosotros y se detenía pero ninguno lo hacia y mi locura iba en aumento.
Me atravesé en medio de la calle, algún auto tenia que detenerse, por poco casi cierro los ojos cuando vi un auto negro casi encima de mí y sacando valor de quien sabe donde, estiré mi mano en señal de alto y como si eso hubiese servido de mucho, el auto se detuvo, las ruedas dejaron de girar. En mi rapidez por encontrar un auto me le fui a la puerta del copiloto, Niall gritó que me detuviera pero yo no le presté la menor atención. Ni siquiera me importó quien era esa persona y si estaba dispuesta a ayudarme pero yo me fui a todas por todas.
-Hey niño- pronunció con una voz sorprendentemente grave. Esa voz me sonaba de algo, parecía un saludo en lugar de una exclamación. Me volví al conductor con cara de confusión, ¿Quién era él?, me vi sorprendido al ver a ese chico sorprendentemente musculoso y con sonrisa burlona ¡Ya sé! Ese era el mismo chico que casi me atropella el día que salí del estadio a perseguir a Zayn. Pero que coincidencia.
-¿Tú?
-Creo que tienes una mala manía con eso de atravesarte en la calle- Zayn se me vino a la cabeza con mayor nitidez, es que justo era la calle donde él mismo casi se me va encima. Una sensación me golpeó con fuerza la cabeza y el pecho. El día que este chico me golpeó con su auto, justo después, cuando veía a Zayn alejarse, tuve una asquerosa sensación, sentí que si le dejaba ir lo perdería para siempre, eso había sido como una especie de premonición o más bien presentimiento y exactamente ahora, como si fuese una maldición, justo ahora estaba experimentando esa misma sensación tan desagradable. Me desespere mucho más revolviéndome en el asiento.
-Necesito tu ayuda- no lo conocía de nada pero él me debía una por lo causado ese día. Niall, Harry y Louis se acercaron a la puerta hablando como locos, diciéndome que me bajara.
-Creo que esto no es casualidad- decía él mientras apretaba con fuerza el volante- dime niño, ¿Qué puedo hacer por ti?
-Tú… tú ese día, tú te ofreciste a llevarme pero… yo no… necesito que me lleves ahora- no sé quien lo había puesto en mi camino pero si tuviese tiempo para perder de seguro lo hubiese gastado dando gracias por eso.
-¿Son tus amigos?
-Niall: Liam baja de ahí.
-No. Ahora arranca ¡Vamos!- le dije como un rematado mientras le da golpecitos en su brazo súper inflado y tan duro como una roca. Él pisó el acelerador y mi cuerpo se inclinó hacia atrás por lo brusco del movimiento.
-Esto si que es raro. Así que te llamas Liam- dijo él viendo la carretera. Estaba tan pero tan fuera de mis casillas que no me importó estar en el auto con un desconocido tres veces más ancho y fuerte que yo, sólo quería que me llevara. Que se calle, que no me hable porque no respondo- ¿A dónde quieres que te lleve niñito?- eso era el colmo.
-Cállate, no me hables, sólo… sólo llévame al aeropuerto- dije mientras intentaba en vano recuperar la compostura.
-Uhm pero que carácter. Vale, yo te llevo.
En una corta eternidad llegamos al aeropuerto. Así como su brazo era de piedra, su pie también lo era y pesaba tanto sobre el acelerador que nunca bajamos de ciento veinte, incluso se había saltado dos señales de alto. Todo, todo sobre Zayn. Sin decir una palabra, me baje del auto, lancé la puerta con fuerza y pude escuchar al chico decir “de nada niñito”
Con cada paso que daba aquel mundo y aquella vida se me iba más de las manos, alejándose cada vez más y más. Miré mi celular, sólo restaban doce minutos para las tres veinte, ya no tenía nada de tiempo, de seguro Zayn ya estaba en el avión.
¿Por qué Zayn, por que te vas?
¿Por qué no me has dicho nada?
Corría apartando a todo el mundo de mi camino, el aeropuerto estaba a rebozar y claro, era víspera de víspera de año nuevo, todos andaban como maquinas con enormes maletas a cuestas. Algo en mi se retorcía con extrema molestia al ver tantos chicos pasar frente a mí pero ninguno era mi chico. Fijé mi mirada y pude ver un vuelo que marcaba la misma hora que según Louis, tenía Zayn, corrí como si mis piernas no fuesen a funcionar nunca más en mi vida y entonces como si tanto malestar tuviese su recompensa lo vi, a él, estaba sentando viendo un folleto que estaba sobre sus manos. Su vista estaba perdida en lo que leía, casi veía sus pestañas crear viento cada vez que parpadeaba, en un movimiento se humedeció los labios y guardó el pedazo de papel en el bolsillo trasero de su pantalón.
-¡Zayn!- grité. Tal parecía que él no era el único con ese nombre porque absolutamente todo el mundo se giró a mí- ¡Zayn!
Él me miró, no decía nada, pero por la forma en que sus ojos me miraban suponía que no le agradaba nada que estuviese ahí. Yo siempre tuve control sobre todo, nada me sorprendía, sabia manejar cualquier tipo de situación y me sabia mantener frente a quien fuera siempre y cuando no me sintiera amenazado, podía poner a quien sea de mi parte aún de manera inconsciente y sin pedirlo, podía llegar a creer que conocía tanto el comportamiento humano que cualquier tipo de acto que viniera de improvisto yo lo suponía de antes, incluso casi nunca nada me sorprendía., pero siempre hay excepciones para todo y justo en este momento odia esa maldita excepción. Nunca ¡Nunca! Podía predecir o suponer una sola cosa que Zayn dijese o pensara, cuando creía que iba a hacer esto él hacia otra cosa, cuando pensaba que diría esto, él decía lo otro. Al principio me había precipitado tanto a sacar un conclusión de su personalidad que cada vez que Zayn hacia algo que yo no suponía que iba a hacer, me dejaba noqueado y con la boca abierta, pero no era mi culpa, él era todo pero parecía no mostrar nada pero conmigo mostraba cosas, parecía el tipo mas duro pero no dejaba de ser sensible de momentos, con esa ropa de chico rudo que parecía intimidar a primera vista, y rudo en parte no era, al menos conmigo, sin llegar a ser en extremo inteligente le salían fáciles planes muy complejos, sin ser demasiado corto como para reprobar un examen de química orgánica, decía tanto y a veces nada que te dejaba con esa sensación de curiosidad, te hacia creer de manera inconsciente que era un chico misterioso, pero no; él era tranquilo pero conmigo era muy inquieto, juguetón en luna llena y agresivo en luna nueva y yo, yo no podía, no sabia nada, simplemente me había dejado llevar, sin pensar, sin analizar, sólo seguir con él y que me llevara por ese camino hasta llegar a ese paraíso que me ofrecía y del que no conocía nada y que sólo él sabia llegar, yo ansiaba llegar a ese lugar… pero él pensaba llegar ahí sin mí.
-Zayn: Liam- por primera vez me enfureció verle, escucharle, estaba rabioso porque me dejaba. Vi a su padre caminar por el pasillo adentrándose dentro del avión. En pocos minutos el vuelo saldría- ¿Qué haces aquí?- y él muy idiota me hablaba como siempre, yo, yo iba a explotar.
-¿Cómo te atreves a irte?- le grité lleno de rabia hasta los huesos. Lloraba, siempre tan patéticamente débil. Todos me observaban con cierta curiosidad. Que se mueran todos.
-Zayn: Tengo que, Liam- y lo decía así sin más, tan relajado. Justo anoche habíamos hecho el amor y ahora estábamos al borde del fin de mi mundo, porque era más que obvio que él estaba tan fresco como el aire artificial.
-¿Por qué, yo que hice?- era absurdo gritar, Zayn estaba tan solo a escasos tres metros de mí
-Zayn: No es cosa tuya- casi pude sentirlo suspirar.
-Pero… pero… y ¿Nosotros?- las fuerzas dejaban mi cuerpo pero hice un enorme esfuerzo por mantenerme de pie frente a él.
-Zayn: Las cosas no salieron bien- ¿Qué decía?, claro que no habían salido bien pero, a pesar de todo, no habían salido tan mal, es que pensé que estábamos bien, así juntos, como anoche- han pasado tantas cosas, sólo, no puedo quedarme.
-¿Tú quieres irte?- pregunté con la esperanza de que me dijera…
-Zayn: No- dijo sin vacilar, por un momento creí que vendría hasta mí y me abrazaría.
-Entonces, no, no te vayas- eso bastaría para consolarme al menos un poco pero al ver que yo seguía llorando como si me cortaran una pierna mientras él ni se inmutaba me hacia flaquear un poco más.
-Zayn: Ya te dije Liam, tengo que.
-Tienes que qué, Zayn, tienes que qué- y a mi seguía sin importarme que todos me miraran. La voz se me quebraba cada vez que gritaba y una lágrima se había colado por mi labio, la sentí salada, demasiado.
-Zayn: Esto se acabó, Liam- me tambaleé al sentir un fuerte mareo, el piso casi se subía hasta mi boca hasta reventarme los dientes pero me hice el fuerte, no sabia qué pero algo no me dejaba caer. Mis lágrimas se detuvieron y de repente la rabia se fue y algo peor amenazaba mi cuerpo, la oscuridad. Me negaba a rendirme, no ahora, no después de tanto.
-¿Qué?- pero que tonto soy- no, no puedes, no.
-Zayn: Si puedo, vamos Li, es tiempo de ser correcto. Adiós- él iba a darse la vuelta.
-¡No!- con ese paso que dio hacia atrás, me sentí casi desfallecer- ¿Nosotros, qué pasara conmigo, contigo?
-Zayn: Yo me voy, tú te quedas. Volverás a ser el mismo Liam de antes, el limpio, tranquilo y correcto. Yo volveré a ser el mismo Zayn de antes el…
-No quiero- mi voz sonaba tan suplicante, es que si me pidiese que me arrastrara por él sólo para no irse, lo haría.
-Zayn: Sé que de momento no, pero te acostumbraras a estar sin mí- ¿Pero que decía?, no, eso nunca, le necesito demasiado, es que él no puede irse ¡No puede!- No te pido que olvides todo lo que hemos vivido, lo que tú has vivido, lo que te pediré es que avances, lo dejes pasar, te has vuelto fuerte Liam y sé que lo conseguirás- pero cómo te atrevía él a pensar por mí, lo esperaba de quien sea pero no de él.
-Tú… no, no. Siempre me echaba en cara ser egoísta, llegué a sentirme culpable por decidir sólo por mí aún cuando tú me apoyabas en todo y esta vez eres tú Zayn, tú el que está decidiendo por ti aún estando conmigo, ¿Cómo pudiste? ¡¿Cómo puedes?!
-Zayn: No puedo Liam, yo no puedo, me voy siendo débil porque dejaré mi fortaleza aquí, contigo y eso porque sé que tú la necesitas más. Esto no tiene nada que ver contigo, ni siquiera conmigo, yo no puedo quedarme.
-¿Por qué?- todo el gentío del aeropuerto pareció deshacerse, ahora sólo le veía a él- Me lo has ocultado, ¿Por qué has decidido irte?
-Zayn: Yo no puedo decirte- eso me llenó más de rabia- tómalo con madurez y déjame ir.
-¡No, no, no! No quiero Zayn, no, no quiero- mi voz ya era tan aguda como la un niño de seis años.
-Zayn: Pues vas a tener que hacerlo, ya es un hecho Liam, me voy- casi lo vi darse la vuelta otra vez.
-¿Entonces yo qué, Zayn?- le grité con todas mi fuerzas- ¿Acaso todo esto no te ha hecho nada, yo no he significado nada?
-Zayn: Claro que si. Si he cambiado mucho, demasiado.
-¿Y yo?- pregunté desesperado a más no poder.
-Zayn: ¿Qué quieres que diga, qué puedo decir de ti?- fue ahí cuando su tono de voz cambio, diría que sonaba algo melancólico pero puede que de seguro esté equivocado, como siempre- esto ha sido genial, tú has estado fantástico y lo admito dudo que vuelva a vivir algo así pero…- lo dejó ahí, se calló y yo casi me le voy encima para hacerlo hablar.
-¿Pero qué?, esto no puede ser de verdad.
-Zayn: Como todo lo bueno en la vida, duró poco. Se acabó y yo me voy- suspiró con fastidio- mira esto- lo vi levantar su manga hasta mas arriba del codo mientras me mostraba su brazo- si no crees que voy en serio con esto de dejarte- giró el brazo y apenas lo hizo noté lo que me quería decir. El tatuaje no estaba, el de la Ele, su tatuaje no estaba, el mío, había desaparecido. El dolor que sentí en el pecho fue enorme, otra más y no viviría para contarla. Algo se estaba acumulando atrás de mi cabeza, amenazando con explotar, mi garganta estaba reprimiendo un grito con tanta fuerza que casi me era imposible tragar.
-¿Qué es esto, Zayn?- eso me costó decirlo, pero lo dije con la esperanza de que su boca desmintiera lo que sus actos claramente me decían.
-Zayn: Se borró. Me gustaba, era bonita esa letra pero ya, se quito se borró y mira mi brazo, sigue estando como antes, eso mismo pasará contigo y conmigo. No estaremos juntos y eso hará que volvamos a estar como antes, como debía ser y como siempre debió ser- ya no podía, el dolor era muy fuerte, ya no podía, por favor, ya no- Adiós Liam- y se giró otra vez y empezó a andar muy tranquilo. Con cada paso me sentía más cerca del abismo y más lejos de mi mundo.
Cuando lo vi andar sin intenciones de volverse a mí simplemente me estaba matando, era un fuerte dolor, no físico, que me iba destruyendo de a poco, dejando a su paso los restos de mi anatomía.
En ese par de pasos que Zayn daba, llegó a mi mente todo ese montón de momentos y ese montón de palabras, que habíamos vivido los dos en todo este poco tiempo que estuvimos juntos y es que nunca en mi vida había sentido algo similar en el pecho en la cabeza, o en el cuerpo, definitivamente jamás en mi vida había sentido de esta forma, ni por Danielle ni mucho menos por Sophia, pensar que Zayn no era una chica sino un chico era lo que hacia que mi mente comprendiera mas fácilmente el por qué no podía resistirme ni que aunque aplicara toda la fuerza de voluntad que pudiera, Zayn con apenas soplar podía derribar cualquiera barrera de autocontrol en mi cuerpo o en mi mente. Las mariposas se habían hecho ya parte de mí ser, de mi organismo, ellas en parte me notificaban cuando sabia que estaba perdido, abandonado a merced de Zayn, yo no podía luchar y tampoco quería, no tenia fuerzas para eso. Pensar que en millones de ocasiones Zayn me había llevado al cielo, había hecho tocar las estrellas, eso, eso me hacia sonreír, que él en sus actos de rudeza me había mostrado, no de la manera mas correcta pero si de la mas cruda, mi realidad, me había mostrado tal cual era, que era un chico que temblaba al mas mínimo contacto con su mirada y que era un chico que podía ir un poco mas allá de las reglas y lo correcto, que podía tener un poco mas de confianza en mi mismo y que de vez en cuando no estaba mal pasarse el limite de velocidad o soltarte la luz roja del semáforo. Sobre todo me había mostrado lo mas importante y las mas grande enseñanza que puede ofrecer el ser humano, Zayn me había ensañado a amar, sin mirar a quien, sin ver su físico, dejándose llevar por solo el instinto y lo que te dictaba el corazón y no la mente, entregándolo todo, sin arrepentimientos ni culpas sólo encargándote de hacer feliz a esa persona, eso me había ensañado. Yo nunca había estado tan seguro de algo, y era que si Zayn no hubiese llegado a mi vida yo simplemente sería uno más del montón, un bulto gris e infeliz. No estaba dispuesto a dejarle ir tan fácil porque él era parte de mí, no, no podía, porque sin él simplemente estaría incompleto.
-¡Te amo!- Esa frase me salió de dentro, de los más profundo, de lo más recóndito y oculto de todo mi ser, despertando de una vez por todas en el momento cúspide y haciendo acto de presencia. Todo ese montón de emociones y sentimientos que se habían acumulado en este tiempo, al fin habían llegado a su punto de ebullición, a punto de explotar. Ese montón de sensaciones hicieron erupción, haciendo salir esas dos palabras de mi boca.
A medio camino entre el avión y yo, Zayn se detuvo con la cabeza gacha, se quedó al menos un minuto inmóvil, sesenta segundos que me parecieron los más largos y dolorosos de toda mi existencia hasta ahora. El vello de mi nuca se erizó y enorme escalofrío me recorrió la espinal dorsal, era tan helado que casi me congela el cuerpo, no era como muchos otros que había sentido antes, este era distinto. Observé como apretaba sus puños y por un momento me pareció escuchar los huesos de sus dedos crujir. Zayn levantó la vista al frente y siguió, no me miró, caminó como si nada y la puerta que me daba la vista de su cuerpo se cerró y yo caí al abismo. Kilómetros y kilómetros de de campo abierto y oscuro, sin fondo, o al menos eso creí, quizá después de tanto caer al fin impacte con algo y fracture mi columna entres partes, me rompa el cráneo en dos y mis sesos y mi sangre manchen ese fondo negro al menos para darle color, esperaba que eso me matase porque el dolor que experimentaba mi cuerpo justo ahora, era demasiado para soportarlo. Alzaba mis manos buscando algo de lo que sostener para no estrellarme si es que alguna vez llegaba a tocar fondo.
Me quedé estático, sin nada más por hacer o decir, ya lo había hecho todo y no había funcionado, nada de lo que creí que funcionaria, funcionó y yo simplemente me dejé vencer. Como si el tiempo alrededor se hubiese acelerado, vi un montón de figuras humanas correr demasiado rápido, eran enormes, deformes y muy aterradoras. Mi cuerpo cayó lentamente hasta que quedé de rodillas, me llevé las manos al pelo, sintiendo como me temblaban y la cabeza me punzaba. Estuve a punto de gritar pero no lo hice. Yo estaba derrotado y lo peor de todo era que mi oponente había salido ileso, sin un solo rasguño. Me fui hacia delante y apoye amabas manos en duro y frío duro de aquel lugar, ahora si estaba completamente humillado, humillado y derrotado y lo peor, abandonado.
-No Zayn, no, yo te amo- dije susurrando, era obvio que nadie me escuchaba y mucho menos él- no me dejes- un fuerte sonido me hizo levantar la cabeza, me puse de pie, todos me miraban pero nadie hacia o decía nada, al menos no nada que yo pudiera escuchar claramente.
El avión empezaba a moverse, lo vi por el enorme vidrio frente a mí que daba hacia la pista. El dolor pasó por un segundo sólo para volver con toda las fuerzas renovadas cuando vi el avión despegar. Algo dentro de mí gritaba de dolor, de impotencia, de sentirme inútil. Corrí hasta pegarme en ese enorme cristal con la sola intención de atormentarme viendo como Zayn se iba, él alzaba el vuelo, volaba pero sin mí, con sus alas ya casi bien hechas, pero sin una pluma.
Me arrastre por el vidrio hasta que quedé sentado en el piso, mis ojos no querían quitarle la vista a ese avión que ya a lo lejos parecía ser una insignificante luciérnaga. Finalmente toqué fondo, me di contra el duro suelo de ese oscuro abismo por el que desde hace minutos estaba cayendo y el impacto fue fuerte, muy fuerte, quien sabe si habré sobrevivido y si lo he hecho al menos he quedado jodido de por vida
Se acabó.
Se fue.
Me dejó.
Sentí una pequeña presión en mi hombro izquierdo y con la cara mojada de lágrimas me giré para ver a los chicos detrás de mí con caras de funeral. Me puse de pie, no sé cómo pero lo hice, con el dorso de mi mano limpie mi cara e inhale hondo para que mi nariz aguada no moqueara, parpadeé fuerte tres veces sólo para darme cuenta de donde estaba. Agaché la cara y eche a andar.
-Louis: ¿Seguro que estarás bien?- dijo Louis con voz suave después de dejarme en casa y pasar al menos dos horas intentando consolarme. Lo apreciaba pero lo menos que quería era eso, necesitaba estar solo para soltarlo todo.
Yo estaba tirado en el sofá mientras los chicos estaba en sentados en el suelo, a callados y alborotados de momento.
-Harry: Seguro que si Louis.
-Niall: ¿No quieres comer algo Liam? De seguro tienes hambre- ese maldito tonito de lastima me ponía peor, que se callen.
-No, no quiero nada y si Louis, voy a estar bien- pero que vil mentira- ya váyanse.
-Louis: ¿En serio?
-Si.
-Niall: ¿Y si salimos?
-Harry: Si, ¿Qué dices, Liam?
-Niall: Sabes que te encanta el Jubilee Gardens en navidad.
-No.
-Louis: ¿Seguro?
-¡Que no! ¡No quiero! Ya váyanse, no quiero nada, largo, no quiero, no quiero- en otras circunstancias hubiese sentido culpa por gritarles de esa manera cuando ellos simplemente intentaban animarme, consolarme pero es que… no tenia consuelo esta situación.
Los vi ponerse de pie mientras se miraban entre ellos dudando si de verdad debían dejarme solo.
-¡Que se vayan!
Los tres caminaron hasta la puerta y la abrieron tan lentamente que ya empezaba a irritarme más, como si eso fuese posible. Harry, Niall y Louis salieron pero se habían quedado afuera un segundo, los escuche murmurar.
-Louis: Si necesitas algo sabes que puedes llamarnos.
-Niall: En serio lo lamentamos.
-Harry: Quieras o no vendremos mañana para nuestra despida del viejo año- y la puerta se cerró para luego abrirse de nuevo. Mi madre había llegado.
Me levanté del sofá y la miré dos segundos, ella me sostuvo la mirada ese escaso tiempo y luego empezó a andar hacia la cocina. Ella me conocía, sabia que algo me pasaba, ella lo sabia y sin embargo yo no estaba ya para debatir algo, o reclamarle, ahora pensaba en subir a mi habitación y llorar, solo, llorar y llorar hasta cansarme, hasta calmarme para luego volver a lavar mis ojos una y otra vez. Había experimentado lo fuerte de los tornados, lo arrasadores y destructores que eran, como lo estropeaban todo sin vacilar y sin disculparse, simplemente llevándose todo a su paso, eso me había pasado a mí pero dentro de mi cuerpo, un torbellino que lo había demolido todo dejándome en la nada y completamente echado a perder, después de causarme ese dolor simplemente me había desechado para que terminara de morirme, solo, abandonado.
Entré a mi habitación y simplemente exploté. Me fui encima de la cama deshaciéndola toda, la sabanas quedaron toda arrugadas y arañadas por mis pocas uñas, tomé una almohada y la mordí como si fuese un perro rabioso, le propinada golpes, halaba la tela y con ella tumbé al piso la lámpara que estaba al lado de mi cama, la cual se hizo añicos en un dos por tres, la almohada se rompió y todo el piso se llenó de esas pequeñas y suaves plumas… plumas… alas, sus alas… él.
-¡ARRGG!- un fuerte gruñido trepó por mi garganta hasta hacerme daño en las cuerdas vocales, fue un sonido tan animal que no comprendí como mi madre no subió a mi habitación, pero era bueno, no quería tomarla con ella.
Tomé la guitarra que estaba al lado de mi cama. Mi vieja guitarra, la tomé del traste y bateé con fuera hacia la pared, el sonido creado por la madera vieja impactar con la pared fue lo suficientemente fuerte como para saber que ya ese instrumento no tendría remedio.
El espejo que colgaba de la pared no reflejó a un Liam normal, este Liam era otro, pero no me sorprendí, sus ojos estaban al rojo vivo al igual que su rostro, completamente transpirado y con el cabello tan revuelto digno de un mendigo. No me gustó para nada verme de esa manera, el chico del espejo sonrió, pero yo no lo hice, era una figura fantasmagórica y sombría de mi mismo, con esos ojos húmedos y esa sonrisa enferma, me señaló y yo di un paso atrás y entonces empezó a reírse a carcajadas, eso me puso aún peor haciéndome crispar los nervios al extremo, me fui hacia adelante y llevé mi puño con todas mis fuerzas a ese espantoso Yo del espejo y de repente ese chico se hizo pedazos, se quebró completamente, pequeños trocitos de cristal caían al piso, él se había quebrado como yo estaba ahora, realmente adolorido, al fin lo comprendí, vi claramente como me desmoronada. El golpe de mi mano fue tan fuerte como para hacerme despertar de ese trance eufórico en el que estaba sumergido hasta el fondo. Quedé ahí, paralizado sintiendo como se escurría por mi mano un líquido tibio, sentí un corrientazo, seguro la herida sería grande pero eso no dolor no era absolutamente nada comparado al que sentía en mi pecho.
-¡Liam!- mi madre abrió la puerta sobresaltada- ¿Qué fue eso, estas bien?- ella hablaba demasiado rápido- ¿Qué ha sucedido, cielo?- me giré hasta ella y la vi por un segundo.
-¡Largo!- le grité ya con el último halito de fuerza- ¡Vete, quiero estar solo, vete!
-¿Pero que pasa Liam, por qué estas así?- ella estaba preocupada, ver a su hijo así tan alterado en un cuarto desastroso, no era para menos pero yo no estaba para que me consolaran, no ahora, aún necesitaba sacarlo todo, librarme de esto- cielo mira tu mano, ¿Qué ha pasado Liam?
-¡Que te vayas! ¿Es que no entiendes?, no quiero ver a nadie.
-¡Liam!- exclamó ella sorprendida por mi actitud, llevándose las manos a la boca. Ni cuando le dije que era homosexual se había sorprendido tanto.
-¡Vete, vete!
-Cielo.
-¡Fuera!- grité tomando un trozo de vidrio algo grande y lo lancé a la puerta, mi madre la cerró para cubrirse, mientras el pedacito de espejo se hacia nada… como yo. Ella volvió a abrir la puerta a medias. Suspire sabiendo que si no le demostraba que podía calmarme ella seguiría fastidiando- Sólo, sólo quiero estar…- le dije hablando lo más calmado posible- solo.
-Lo siento tanto Liam- comprendí que ella sabia que Zayn y su padre se iban… que se habían ido y lo peor es que no me lo había dicho. Apreté mi mano sangrante para no irme contra ella, es que ¡Diablos! Era mi madre.
Ella dejó la puerta entreabierta y yo caí al suelo, totalmente tendido en el piso, pequeños trocitos de vidrio se me enterraban en la piel pero yo los ignoraba. La puerta rechinó creí que mi madre vendría a joderme de nuevo pero no, de hecho ni siquiera se escuchaban pasos. Pegué un bote cuando sentí algo mojado en mi mano herida, me volví hacia donde venia esa sensación y vi a Loki lamiendo mi mano. Eso era le consuelo que inconscientemente estaba esperando, la rabia se fue de mi cuerpo, aunque no el dolor. Me senté en el piso mientras dejaba que Loki lamiera mi mano sangrante, me dolía un poco y de seguro el sabor de la sangre era un asco pero el perrito no se detuvo y yo no lo detuve. Lo subí hasta mi regazo mientras acariciaba su suave pelaje, era como si ese contacto me bajara un poco el dolor. Él chillaba muy bajito, estaba llorando igual que yo y es que él estaba en la misma situación que yo, abandonado, estaba solo, Zayn lo había dejado igual que hizo conmigo.
-Ahora estamos solos, Loki- él ni siquiera movía la colita como hace rato- Zayn se ha ido.
Miré a mi ventana y vi que era de noche, estaba totalmente oscuro y hacia un frío enorme pero no quise levantarme del piso, es que Loki estaba realmente cómodo ahí. Algo sintió él que se levantó y caminó hasta un rincón cerca de la ventana, aún las hojas de mi cuaderno estaban por todo el piso acompañadas de la lámpara rota y el montón de plumas y vidrio. Loki estaba intentando arrastrar una mochila, pero esa no era mía, era la que Zayn había usado anoche para traerlo aquí. Me levanté y caminé hasta él mientras lo miraba meterse de cabeza ahí, cuando sacó la cabeza, Loki llevaba un pedazo de papel, era una hoja doblada.
-¿Qué es eso, Loki?- me agaché y tomé la hoja en mis manos. Loki mi miraba con esos enormes ojos de cachorrito.
-Eso es de mi papi Zayn- dijo Loki en perfecto idioma canino que podría traducirse a guau guau.
Agarré el la hoja doblada y empecé a abrirla con el corazón a mil mientras la manos y el resto del cuerpo me temblaban como si un terremoto me hubiese atacado. Mi boca se secó cuando al fin abrí la hoja y vi la letra de Zayn plasmada allí.
Liam, de seguro te preguntas por qué me he marchado y quizá nunca conozcas la respuesta a eso, pero confío en que sabrás pasar eso y continuarás como siempre. No soy muy bueno para consolar pero contigo haré una excepción, como siempre. No te preocupes de no tenerme, en este cuerpo las cosas no salieron como queríamos pero tal vez en otra vida si estaremos juntos, sea en la encarnación que sea sé que mi cuerpo buscará el tuyo así como el tuyo buscará el mío, porque estamos hechos el uno para el otro, fui y seré creado en otro cuerpo para estar contigo, para estar completo y para ser feliz porque yo he nacido para estar contigo.
Zayn.
Arrugué el papel en mi pecho sintiendo un golpe atómico que me dejó tumbado, volví a romper a llorar mientras veía como Loki se quedaba inmóvil. Me quedé ahí unos minutos, cerca de la ventana, viendo las estrellas, esas que Zayn me había mostrado y que yo había tocado con la punta de mis dedos, entonces alzando la vista a ellas, recordé su rostro y por un momento las mariposas vinieron a mi cuerpo, incluso hasta el antiYo apareció junto a mí. Casi estaba oliendo su perfume mientras imaginaba una de sonrisas, yo sonreí, sin ganas, sin fuerzas pero sonreí.
-Y yo esperare ansioso hasta volver a encontrarme contigo pero en este cuerpo y en esta vida por que yo- arrugue aún más el papel en mi pecho- He Nacido Para Ti.
FIN DE LA PRIMERA TEMPORADA
AronDB
Re: *He Nacido Para Ti* *ZIAM*
Me odias no? vos nos odias a todos. POR QUE?!!? NOOOO!!! *mas gritos de agonia y desesperacion* Fue muy lindo y a la vez triste..muy triste. Esto fue hermosamente triste y si no continuas la 2da temporada pronto morire! la necesito YA!
Beso desesperado
Beso desesperado
Invitado
Invitado
Re: *He Nacido Para Ti* *ZIAM*
Debería morirme en este preciso momento. Ahora mismo no tengo cabeza para dejarte un comentario que describa lo grandioso que eres como escritor. Quisiera decir muchas cosas, pero de verdad no puedo. Gracias por regalarnos esta historia. Por hacerme reir, suspirar, sorprenderme, alegrarme, enamorarme de tus personajes y al final hasta te agradezco por hacerme llorar. El sufrimiento dd Li se que es infinito porque yo he pasado por algo así y eso no se lo deseo a nadie. Me largo. Una ovación de pie para ti.
PipeAlejandroMalik
Re: *He Nacido Para Ti* *ZIAM*
el final fue tan triste llore con todo lo que paso y se fue zayn que triste creeme te queria matar cuando escribiste que zayn se habia ido oye pon el link de la segunda temporada cuando la agas pon el link aqui la voy a leer bueno bye y voy a leer la segunda temporada bye
catalina herran
Re: *He Nacido Para Ti* *ZIAM*
Oh el final fue tan triste, pero hay 2da temporada *corre en círculos* ojalá que en la temporada que viene ya logren estar juntos.
AnneleStyles
Re: *He Nacido Para Ti* *ZIAM*
Aquí un corto epilogo para que sepan la razón del triste final. Otra cosa, subiré el primer capitulo la semana que viene, justo aquí, no haré otro tema o lo que sea, continuare aquí mismo. Espero y nos sigamos leyendo.
Gracias.
Epilogo
Narra Zayn
Me di cuenta, Lo había descubierto en un segundo, la forma en como esto acababa de la nada, sin un solo matiz de color, simplemente en un enorme paso del blanco al negro. Había contemplado a la perfección, como esto pasaba de bien a mal, de la risa al llanto, de la luz a la oscuridad, es que éramos dos colores tan diferentes, dos fuerzas, dos mundos distintos, separados pero al mismo tiempo tan unidos, como el Yin y el Yang, y yo ahora los envidiaba como un loco, ellos estaban condenados a una danza eterna, siempre juntos, unidos de pies a cabeza. Me pregunto si ellos se abrazaran así como tú y yo.
Mi cuerpo gritaba tan fuerte, lleno de rabia, pero tú llegabas a mi mente y él simplemente se quedaba en silencio, sin replicar ni quejarse. Ahora sé como va, lo terriblemente torcido que se había puesto el camino, él nos atacaba pasando de lo correcto a lo equivocado, de lo fácil a lo difícil, tan complicado como sus propios caminantes, como tú y yo.
Contemplaba cada error de arriba abajo, de izquierda a derecha pero aún así no pude encontrar un pequeño espacio donde poder hacer una jugada distinta y lograr cambiar este doliente resultado y por eso ahora estábamos desterrados de ese pequeño mundo que juntos intentamos construir. Ya no iluminarás mi día ni yo te abrigare en la noche, odiaba a la luna y al sol por tener su propio mundo, todo para ellos, sin nadie que pudiera quitárselos. El día y la noche, ellos se burlaban de mí por compartir horas y horas, día tras día, como en un “Felices para siempre”. Me pregunto si ellos se amaran como tú y yo.
Iba recostado con la nuca hacia atrás en el asiento de la avión, mi papá se había quedado con el asiento que daba a la ventana y en parte se lo agradecía, no quería mirar por ahí y ver que estaba tan alto como para que en un movimiento en falso mi cuerpo se cayera y me rompiera todos los huesos, claro que eso no iba a pasar si estaba dentro del avión, aún así yo no descartaba esa posibilidad porque precisamente en este momento mi cuerpo colgaba de un hilo que amenazaba con romperse en cualquier momento. A mi lado mi papá suspiró, profundamente dormido mientras su cuerpo se acomodaba mejor en su lugar. Mi papá y yo teníamos una buena relación, diría que mucho mejor que la de padre e hijo normal, la típica, no, la de nosotros era mucho mejor pero en este momento, teniéndolo a mi lado, tenía autenticas ganas de estrangularlo, o al menos hacerle sentir ahogado, justo como yo lo estaba ahora.
**Flash Back**
-Uhm que noche- dije dejando las llaves del auto de mi papá en la mesa de la sala, él me seguía detrás de mí, no había dicho ni una palabra desde que habíamos salido del estadio- ¿Crees que Oliva haya dejado algo de cenar? Porque me estoy muriendo de hambre- dije mientras me sobaba el estomago de manera de que él viera que a pesar de haber perdido, yo estaba bien- ¿Tú no tienes hambre, pá?
-No- respondió él muy secamente, como si le fastidiara que le hablara.
-Oye Malik ¿Y esa cara?- pregunté mientras intentaba buscar una respuesta en mi mente del por que él estaba tan afligido.
-Es la cara que he tenido siempre, Zayn- y continuaba el mismo tono de indiferencia.
-Si, eso es obvio- le dije mientras ponía los ojos en blanco y e sentaba en el sofá. Después de eso iría por algo de comer, moría de hambre, quizá un enorme plato de pescado con patatas sirva- me refería a…
-Quiero que volvamos a casa, Zayn.
-¿A casa, acaso no estamos ya en ella?- pregunté con cierto temor en lo que pudiera responder él. Mi papá caminó y se sentó a mi lado.
-Hablo de irnos de aquí, de regresar a nuestra antigua casa- ¿Y eso? No, pero claro que no.
-Debes estar loco- dije tratando de sonreír aunque era más que obvio que estaba nervioso.
-Estoy hablando en serio, ya no tenemos nada que hacer aquí- ¿Tenemos? Claro que no, yo si tenía mucho por hacer, aquí estaba Liam y ahora que él se había decidido por mí, nunca pensaría en siquiera mover un pie de aquí sin él. Mi papá me miraba tan sereno pero tan vació que entonces me preocupé un poco- renunciaré a mi empleo.
-¿Qué cosas dices, Malik?- sentí nauseas al ver como él sacaba el anillo de su bolsillo, aquel que juntos habíamos me elegido para la madre de Liam.
-Ya no quiero estar aquí- él se llevó ambas manos al pelo, echándoselo hacia atrás con los dedos- no quiero tener que trabajar con Karen, tampoco quiero seguir aquí porque me veré tentado a ir por ella y lo más seguro es que vuelva a rechazarme- me encogí de la pena, estaba sintiendo lastima por mi propio papá- y ya no hay vuelta atrás Zayn- el me miró y sentí un tremendo temblor en mi ceja- nos vamos en unos días.
-No, quedémonos- trate de sonar lo mas optimista posible aunque de la boca para adentro estaba muriendo de miedo. No quería irme- aquí estoy bien, me gusta Londres- sonreí sin ganas- al principio no, pero ahora si.
-Ya no te complaceré, Zayn- y la serenidad se esfumó. Por un momento su mirada me hizo querer retroceder un paso- ya no. Nos iremos de aquí.
-Papá- pronuncie con cierta duda.
-No me había importado que fueses homosexual, eso me tenía completamente sin cuidado, claro que me sorprendió demasiado pero no encontré algo por hacer- él miró al techo, cualquier lugar era mejor que mi rostro- siempre te he apoyado en todo y eso no iba a ser la excepción- fue ahí cuando llegó un breve silencio incomodo- el problema radica en las personas con las que te has metido…
-Yo…
-Yo nada, Zayn. De todas las personas de esta ciudad, justamente en el hijo de mi prometida te tenías que fijar. Lo arruinaste y ya para esto no hay remedio- un fuerte sentimiento de culpa me hizo casi perder el equilibrio ¡Joder! ¿Pero que había hecho?
-No es mi culpa, sólo pa…
-Es tu culpa- me hizo callar con ese tono tan maquiavélico que desde hace años no escuchaba- siempre ha sido tu culpa. He guardado todo por amor a ti pero… esto ha sido el colmo, Zayn. Cuando ocurrió lo del accidente- mi respiración empezaba a agitarse y en mi estomago se revolvía algo con extrema molestia. Las nauseas ahora eran una clara amenaza de querer vomitar lo poco que había comido en el día, ya el hambre se me había ido desde hace rato- no te eché la culpa porque sé que ese tipo de cosas pasan, eran feas, quizás un castigo de Allah pero yo lo había aceptado sin renegar, por ti, porque eres mi hijo y porque te amaba pero ahora…
-Papá- dije tragando saliva, obligando al vomito volver a mi estomago de mala gana.
-Fue tu culpa, siempre fue tu culpa, pero yo jamás lo dije- perdí la vista por un microsegundo, mi cabeza daba tantas vueltas que un pequeño movimiento y vomitaría hasta las tripas- y en este momento vuelve a ser tu culpa. Me lo quitaste todo una vez y yo callé porque aún te tenía, porque eres lo único que me quedaba, una de los grandes regalos que me había dado tu madre- él me miró al fin, estaba enojado, casi rojo y con los dientes tan apretados que temí en un momento se les quebraran- y cuando al fin me había dispuesto a rehacer mi vida, tú vuelves a quitármelo todo…- su voz se hizo tan ronca que pareció provenir del mismísimo infierno-… otra vez.
Un silencio tan macabro como la oscuridad se formó en medio de nosotros mientras la culpa me comía vivo el cuerpo, dejándome sin vida casi. Por segunda vez en toda mi existencia, sentí verdaderas ganas de morir, de querer acabar con mi vida, de atravesármele a un autobús, de lanzarme de un puente, de colgarme de una viga, cualquier cosa que me matara y que le diera fin a este remolino endemoniado de sentimientos de culpabilidad y asco por mi mismo. Le había arruinado la vida a mi papá otra vez.
Mi papá no lloraba pero sus ojos estaban tan aguados como los míos en este momento. Él se levantó como si nada del sofá y con la vista al piso, se dirigió a la escalera, ahí estaba Loki echado en el tercer escalón, completamente dormido.
-Encuentra que hacer con él- dijo refiriendo al perro- porque no pienso llevármelo- él levantó la vista y me miró, completamente melancólico y casi tan culpable como yo… casi- buenas noches, Zayn.
**Fin de flash Back**
Apreté los ojos y sacudí la cabeza para ver si eso ayudaba a despejar mi mente de ese desagradable recuerdo de hace unos días. Me lamentaba por haber dejado a Loki, en estos pocos días con él, me había encariñado bastante a esa bola de pelos, incluso después de que destrozara por completo uno de mis zapatos. Supuse que mi papá había aprovechado el momento para poder deshacerse del perro, a él no le gustaban las mascotas, en su religión estaban totalmente prohibidas, y a pesar de que mi papá ya no la practicaba a la perfección, aún conservaba alguna de sus costumbres, como esa de leer el Corán y también esas de no comer carne de cerdo, dormir sólo del lado derecho, entrar a la casa con el pie derecho, comer con su mano derecha, ponerse la ropa con la mano derecha y ese tipo de cosas que en su religión se consideraban puras y las impuras como lavarse y desnudarse se hacían con la mano izquierda, recuerdo cuando quiso que hiciera un viaje solo, cuando apenas tenía nueve años, la travesía era a un lugar llamado “La MECA” y tenía que hacerlo vestido totalmente de blanco, y claro, su manía de querer que me dejara la barba, a él le gustaba cuando pasaba varios días sin depilarme y mi rostro se poblaba de vello facial, yo dejaba que él creyera que era porque me lo pedía, pero en realidad era que a veces simplemente no tenía ganas de hacerlo, yo dejaba que él creyera, simplemente por complacerlo pero… ahora me daba cuenta de lo realmente egoísta que había sido todo este tiempo, incluso hasta asco me dio cuando recordé que yo mismo había pensado eso de Liam.
Liam, espero que esa pequeña nota que te dejé al menos sirva para mitigar lo que sea que te esté causando en este momento. De seguro estas muy confundido y molesto y no te culpo, yo estaría peor- y en efecto, estoy muchísimo peor- pero algo no me hace morir, algo aún me mantenía con vida, agonizando pero respirando y ese algo es que me amas ¡Ohh Dios! Me amas, tú, mi Liam, me amas y eso basta para no morir, para mantenerme a flote en este mar de remordimientos que me ahoga poco a poco, aún cuando sus feroces olas me golpean fuerte, yo me mantengo respirando y es por ti. ¿Por qué no pudimos vivir felices para siempre? Así como tu mismo dijiste, ¿Por qué? ¿Acaso hemos pecado tanto como para merecer esto?, ¿El amor no te salva de todo? Sabes, una vez leí una historia sobre dos ciudades, bueno en realidad fueron cinco así como One Direction pero yo sólo te contaré de las dos más mencionadas, bueno, esas dos ciudades se llamaban Sodoma y Gomorra, y eran dos ciudades llenas de pecado, ¿A que no adivinas que hacían? Si, lo mismo que nosotros, ambas ciudades practicaban abiertamente la homosexualidad, incluso una vez, unos hombres de Sodoma llegaron a la casa de Lot queriendo follarse a dos ángeles de Dios que había ido a advertirle del fin de esa ciudad, tanto era su manía de adulterar con esas criaturas santas que incluso aún cuando el bueno de Lot les ofreció a sus dos hijas vírgenes los muy pendejos no quisieron, desatando a todas por todas la ira de Dios, Allah como mi papá le llamaba, o Yahvé, cualquiera que sea el nombre que usen para nombrarlo, incluso Abrahám, su tío, él había intercedido por esa gente sólo para que Dios no la destruyera, Dios le dijo que si encontraba al menos cincuenta hombres justos no la destruiría, hasta que por fin Abrahám se convenció de que en esa horrible ciudad no habían siquiera diez justos, todos eran igual de mezquinos y pecadores, el daño era irremediable y Dios dejó caer toda su furia sobre ambas ciudades, lloviendo en fuego vivo, de seguro era un feo paisaje, ver el cielo tan negro, desprendiéndose las estrellas una vez quietas ahí arriba. Ambas ciudades ardieron hasta que ya no quedó nada de ninguna; ese fue su castigo por pecar, por tener tanto pan que comían hasta vomitar y aún así eran tan mezquinos, soberbios y egoístas como ellos solos, pero lo que más le había molestado a Dios no era que fuesen homosexuales, ni por mostrarse orgullosos de ser pecadores, sino que no conocían el amor, los sodomitas no sabían lo que era amar, todo en ellos era pecar pero quererse, ellos no conocían ese significado, lo de ellos era fornicar a más no poder y esa fue su destrucción. Tú y yo nos parecemos un poco a esa gente, a esas dos ciudades, egoístas, mentirosas, sólo buscando el placer de la carne, pero… ¿sabes cual es la diferencia?, nosotros si conocemos el amor, si lo hemos vivido, un poquito pero lo hemos experimentado hasta la última célula, tú me amas y eso sería razón suficiente para que nuestro mundo estuviese aún en la superficie, y aún así mi vida y mi mundo están siendo destruidos por enormes rocas de fuego ardiente ¿Por qué? No lo entiendo, ¿Acaso la escritura me mintió? Bueno eso no lo sé con certeza. El pecado y el desamor habían marcado el fin de Sodoma y Gomorra, y ese mismo pecado pero con amor, hemos cometido nosotros y con todo eso, nos estamos destruyendo pero ¿Quieres que te diga algo?, creo que sobreviviremos a esto y sabes por que, porque mi Liam, tal vez tengamos otra oportunidad, ni los dioses podrán con nosotros… esto no es el fin de nuestro mundo.
AronDB
Re: *He Nacido Para Ti* *ZIAM*
el epigolo estuvo genial ahora se entiende por que se tuvo que ir zayn sabes estoy odiando al papa de zayn por llevarse a su hijo fuera de londres amo como escribes eres genial pon la segunda temporada bye
catalina herran
Re: *He Nacido Para Ti* *ZIAM*
Ya encontré a quien odiar por el final triste. Excelente epílogo joven:). Yaser hijo dd puta, debe see que Zayn tiene la culpa que te hayas fijado en una jodida homofobica de mierda. Decepcionado mil. Gracias colega, esperaré con ansias la nueva temporada. Éxito
PipeAlejandroMalik
Re: *He Nacido Para Ti* *ZIAM*
Que final tan triste, creo que he derramado una que otra lagrima
Como dije en mi nota anterior, tienes una excelente imaginacion y muy hermosa manera de expresarte.. Sigue asi y llegaras muy lejos.
Espero con ansias la siguiente temporada.
Como dije en mi nota anterior, tienes una excelente imaginacion y muy hermosa manera de expresarte.. Sigue asi y llegaras muy lejos.
Espero con ansias la siguiente temporada.
tatigb25
Re: *He Nacido Para Ti* *ZIAM*
Se supone que esto debí colgarlo la semana pasada pero no recuerdo por que no lo hice. La verdad este cap esta algo sencillo, seguro pudo a haber quedado mejor pero eso es lo que hay por ahora. Espero que sigan. Por cierto hay nuevos personajes, creo que les agradarán (espero)
Segunda Temporada
Capitulo I:
Narra Liam
-Louis: Liam Jeremi Payne, levántate de esa cama- la voz de Louis se escuchó con mucha resonancia en mi casi vacía habitación. Me revolví en la cama, acomodándome mejor, suspirando de fastidio.
-Aw Louis, no me digas Jeremi, sabes que es James- dije mientras me ponía boca abajo y tapaba mi cabeza con la almohada- ya vete, quiero dormir.
-Louis: Jeremi, Jeremi, Jeremi ¡JEREMI!- ese ultimo lo gritó tan fuerte que di un salto sobre la cama.
-Louis, que te calles ¡Joder!- le dije casi con rabia mientras me incorporaba en la cama y le lanzaba mi almohada, tengo buena puntería, le di justo en la cabeza.
-Louis: Aquí el único que jode eres tú- dijo mientras se agitaba la cabeza y ponía su cabello en su lugar- hace dos semanas que empezamos clases Liam, no puedo seguir cubriéndote.
-Y yo no te he pedido que me cubras- dije mientras me encogía de hombros y acomodaba mi segunda almohada- llevas dos semanas despertándome a la misma hora, no quiero ir.
-Louis: Tienes que ir, ya pronto será el examen de la universidad, ese que tanto esperabas el varano pasado.
-No me importa- volví a acostarme.
-Louis: Que te levantes, Liam. Vamos, no seas malcriado.
-No soy malcriado.
-Louis: Si lo eres.
-No lo soy.
-Louis: Que si.
-¡Que no!
-Louis: ¡Que si!
-Louis ya, si, por favor, vete- le dije ya bastante molesto. Quería dormir- no entiendes que no quiero salir de la cama.
-Louis: llevas un mes entero en el mismo plan y no, no entiendo- dijo Louis mientras se sentaba en mi cama con esa cara de preocupación- esta vez no saldré de esta habitación si ti.
-Entonces no saldrás nunca- le dije con fastidio mientras ponía los ojos en blanco.
-Louis: En parte te comprendo pero…- él me miró a los ojos con esa profundidad fraternal que lo caracterizaba- este examen es importante, tienes que ir.
-No hables de compresión, tú no comprendes nada.
-Louis: ¿Cómo que no? ¡Claro que si!- ya se había alterado ¡Otra vez!- no te creas que eres el único que sufre, yo igual lo hago pero a diferencia de ti…
-A diferencia de ti, yo quiero morirme- y esa era la parte donde me ponía a llorar como un bebé.
-Louis: No Liam, no me digas eso- dijo mientras pasaba un brazo por atrás de mi cuello, hace ya un tiempo que era la misma rutina. Regaños, llanto, abrazos y soledad- sabes que odio oírte hablar así.
-Entonces vete de una vez y déjame dormir.
-Louis: Lo siento pero hoy no.
-¡Louis!- él me soltó y se puso de pie.
-Louis: No se que ha pasado contigo Liam.
-¿Qué no es obvio?- lo fulminé con la mirada- cambié.
-Louis: Deja de hacerte el sufrido, basta ya- ahora era él el molesto- deja de dar lastima, vamos, sabes que no te queda.
-¿Cómo te atreves a decirme eso?- le dije indignado hasta los huesos.
-Louis: Puedo decirte lo que quiera, para eso soy tu amigo- Louis caminaba histérico por toda mi habitación- este papel si que no te va… por favor. ¿Recuerdas como nos conocimos? Tú llorabas porque un chico más grande que tú te había golpeado, los chicos y yo te ayudamos a ponerte de pie en mitad del pasillo, tú estabas tan rojo como un tomate, estabas furioso, me dio gracia, recuerdo que reí al ver tu cara de niño asustado pero molesto…
-Calla.
-Louis: Dijiste que ese chico, Adam, era un tonto, que aprenderías a defenderte y le darías una buena paliza pero… antes de eso él ya te había hecho un par de maldades, tenías que ver tu rostro el día que te encontramos encerrado en el basurero de la cafetería, dijiste que hasta ese día le ibas a soportar su acoso.
-¿Cuál es el punto?
-El punto es que estabas casi derrotado pero no te dejaste vencer, tomaste clases de boxeo e incluso intentaste molestarlo sólo para pelearte con él y que Adam viera lo fuerte que te habías hecho.
-¿Ese es tu gran consuelo?- Louis se quedó quieto en mi habitación y me lanzó una mirada fulminante, casi asesina- pues no ha funcionado.
-Louis: ¿Y cuando Adam se follaba a Danielle?- cuando escuché eso, sentí un pequeño tirón en mi estomago, era mas que obvio que no quería que hablara de eso- ¿Lo recuerdas?
-¡No, cállate!
-Louis: Estabas furioso, nunca te habíamos visto así, ni siquiera cuando vimos tu rostro lleno de basura y comida a podrida- me revolví en la cama, sentía arcadas, no me gustaba recordar eso- explotaste, pero… no te vengaste. Pasaste casi dos meses metido aquí en tu habitación, por mucho que Niall, Harry o yo, viniéramos a animarte, tú nunca saliste de ahí, creímos que era tu fin, estabas muy delgado, pálido y con unas ojeras enormes, parecías un zombi, dabas grima.
-¿Y, eso qué?
-Louis: Lo que intento decir es que has pasado por situaciones duras, fuiste golpeado, humillado, engañado y traicionado pero… lo superaste, saliste adelante aún cuando creímos que no, pero a diferencia de aquellas dos veces, a pesar de lo derrotado que estabas nunca ¡Nunca Liam! Nunca diste tanta pena como ahora- Louis se levantó y se dirigió a la puerta y antes de salir me miró- sé que eres un chico fuerte, búscame cuando estés de vuelta.
Esas últimas palabras me dejaron helado, sonaron como él, como si Zayn estuviese hablando a través de Louis. El vello de la nuca se me puso de punta, me asusté por un momento al reconocer que Louis tenia razón, estaba dando pena, lastima. Yo era patético, un completo idiota de seguro Zayn estaba bien y yo muriendo, literal, hace días que me dolía demasiado la espalda, y me estaba doliendo demasiado al orinar, la falta de liquido en mi cuerpo de seguro estaba afectando mi riñones ¡Otra vez!
-¡Louis!- grité apenas lo vi dar el primer paso hasta afuera, él se volvió a mí- vuelve aquí.
-Louis: Sea lo que sea, apresúrate- dijo él suspirando de cansancio- tengo que ir a clases.
-Te necesito- dije ya con mi nariz y ojos más que aguados- los necesito.
-Louis: Eres un tonto Liam.
-Lo sé, lo soy, lo soy, lo siento- me levanté de la cama- hoy saldré, ahora si quiero, me has convencido.
-Louis: Vale Liam, que bueno eh, te esperaré, le avisaré a Niall y Harry que iras a la...
-No, no, no iré a clases- algo se me pasó rápidamente por la cabeza- tengo algo en mente y quiero que vengas conmigo.
Narra Zayn
Primer día de escuela, bueno, mas bien, de vuelta a mi vieja escuela. Fue difícil falsificar un carta psiquiátrica y un examen de toxicología pero al fin lo había logrado y conseguí ser aceptado de nuevo en mi antigua escuela, la de antes de Londres, antes de todo. Quien sabe como la tendré esta vez- suspiré, estirandome para despertar bien- espero y esta vez marché bien.
Me levanté de aquella vieja colcha y me fui a la ducha, que en realidad era un pequeño espacio separado por una cortina del resto de la habitación, todo el lugar era tan pequeño que apenas y cabía la cama. El agua estaba fría así que no dure mucho ahí. No tenia cocina y mucho menos comida, con suerte tenia el dinero suficiente para comprar porquerías en la calle. Me vestí, tomé mi mochila y me dispuse a salir de ese lugar, todo era una pocilga, la pintura de las paredes se estaba cayendo, el techo tenia un par de hoyos, había ratones andando por todo el lugar, el piso estaba manchado con quien sabe que sustancias y todo el lugar olía a vomito, pero era barato, sólo ciento veinte dolares al mes, no sé como haría para pagar el siguiente pero ya me las ingeniaré, no creo que el gordo viejo del bigote a lo francés tolere las rentas atrasadas, y eso era sólo una corazonada ya que me escupió medio emparedado de atún mientras me explicaba sus malditas reglas.
Desde que había decido salir debajo de las faldas de mi papá ahora todo era mucho mas complicado, claro, no tenia mucho dinero ni tampoco donde vivir. Después de aquella "charla" no pude seguir viviendo con él, lo quería, era lo único que me quedaba en este mundo, pero no podía seguir viviendo bajo su mismo techo cuando él me culpaba a mi de las desgracias que nos ocurrían, y lo peor era que tenia razón. Agite mi cabeza para sacarme aquellos desagradables pensamientos, salí de aquel pequeño cuarto gris y desordenado y me fui a la escuela, era mitad de año así que de seguro la tendré difícil.
Me sentía incómodo, casi como un completo desconocido, aunque la verdad era que todos ahí me conocían muy bien. Podía escucharlos murmurar cosas sobre mí, no me importaba, yo fingía que no escuchaba. Mientras mas adentro me adentraba más miraban, sin disimulo alguno, yo mientras elevaba la barbilla y caminaba sintiéndome superior.
-Miralo volvió.
-Si, escuche que se escapó de la cárcel.
-Pero sólo observalo, que guapo.
-El reformatorio si que lo ayudó.
-Yo si quiero comerme ese dulce.
Escuché a un par de chicas mientras pasaba por su lado, las conocía, creo que me follé a una de ellas una vez, quizás, no lo recuerdo bien, pero sus caras se me hacían muy familiares.
Caminé hasta mi aula de clases, la verdad no tenía ganas de socializar por ahora. Tenía que estar bajo perfil si no quería problemas, esa era la condición de la directora, me lo habia dejado muy claro hace dos semanas atrás cuando quise mi cupo de vuelta, cualquier tipo de inconveniente y estaría fuera, expulsado nuevamente. Era el tipo de calaña que esta escuela evitaba, hace dos años quizá no era el preferido pero al menos no me iba mal, lo recuerdo, pero, las cosas cambian; mejor dicho, te obligan a cambiar porque si.
La clase transcurrió sin novedad, nadie se había molestado siquiera en decirme "Bienvenido" tampoco era que lo necesitara pero empezaba a sentirme como un bicho raro, mas que antes.
En mi camino a la cafetería todos se apartaban, no se si era miedo o asco lo que les causaba, me daba igual, no estaba de muy buen humor. A diferencia de mi escuela en UK, aquí comíamos afuera, al aire libre, que bueno, necesitaba respirar. Me concentré en mi desayuno, mas para tratar de pasar desapercibido que por hambre, aún así eso no parecía funcionar. Mi mesa estaba sola, y las tres que la rodeaban estaban completamente vacías, al parecer creo que tengo una enfermedad muy contagiosa, si, se llama, noción de la realidad.
-Vaya, vaya. Malik ha vuelto- escuché una voz ronca atrás de mí, la conocía muy bien. Me giré y los tres chicos a mi espalda sonrieron.
-¿Qué fue Malik? ¿Londres te ha rechazado?- dijo el chico de la bandana en la frente y botas de militar. Uhmm, muy mal look.
-Y yo que no quería vomitar mi desayuno- dije levantándome.
-Aguanta Malik porque justo ahora quiero abrazarte.
-¡Chicos!- los tres vinieron hacia mi dándome palmadas en el hombro. Ashton, Michael y Calum, mis tres mejores amigos de la escuela y de toda la vida, los conocí cuando tenia ocho, cuando ellos trataban de engañar al chico del parque de diversiones para que los dejara subir a la montaña rusa ese chico tampoco me dejó subir a mí, luego yo mismo les ayude a echarle los huevos crudos una vez que el muchacho nos corrió de la fila, desde ahí hemos sido inseparables.
-Michael: Escuchamos los rumores de que habías vuelto- dijo agitando su melena negra con mechones rojos. Michael siempre cambiaba el color de su cabello, en nuestros años de amistad le había visto el cabello de azul, verde, purpura y blanco- tuvimos que venir a ver para creer.
-Calum: Espero que esta vez no te vayas eh- Josh parecía sobresaltado aunque su voz era muy suave, sus ojos se entrecerraban cuando se molestaba, bueno, sus ojos siempre estaban entrecerrados.
-Ashton: Sabes que usualmente no nos ponemos tan melosos pero ¡Joder! Has vuelto- dijo mientras sacaba una bandana de su mochila y la desdoblaba, eso era uno de sus accesorios favoritos, era como su marca- toma, bienvenido.
-Ohh ya empezaba a sentirme raro eh- tomé la bandana y la guardé en el bolsillo de atrás de mi pantalón.
-Ashton: Zayn... Ehmm antes que queríamos decir lo siento, ya sabe...
-Calum: Si viejo, sentimos que te expulsaran por nuestra culpa.
-Michael: Fuimos unos cobardes, tu pagaste los platos rotos.
-No, de ninguna manera, ya eso pasó, no fue su culpa, no podía dejar que fuesen ustedes los expulsados.
-Calum: Eso debiste hacer, nos lo merecíamos- los tres me miraban con caras de terror, al parecer en serio lo sentían.
-Ashton: Íbamos a decir la verdad, nos echaríamos la culpa pero tú no nos dejaste.
-Ustedes tenían mucho mas que perder.
-Michael: Si, pudiste dejarnos perder.
-¿Recordáremos cosas tristes o se sentaran a comer? Mi desayuno se enfría.
Los noté relajarse al instante, como si ellos esperaban que reaccionara de otro modo, quizás antes si, recuerdo que quise echarme la culpa para darle un golpe a mi padre, lo culpaba a él por emborracharse y hacer que yo condujera esa noche, aunque me culpaba mucho mas a mi. No fue culpa de los chicos, sólo eramos jóvenes probando cosas nuevas, dándonosla de rebeldes, ellos estaban limpios, yo me encargué de eso.
-Calum: ¿El viejo Malik, que onda?
-Ashton: Si, queremos saludar al anciano.
-Yo ya no vivo con mi padre.
-Michael: ¿Padre? Ohh Zayn creo que Londres si te cambió. ¿Que pasó?
-Cosas- ya me había acabado el desayuno y lo menos que quería era devolverlo- digamos que ahora quiero independizarme. Y ¿Como supieron que me fui a Londres?
-Calum: Bueno...- los tres se sentaron a comer mientras me miraban sonrientes. Raro- fuimos a tu antigua casa y los nuevos dueños nos dijeron que te habías mudado así que fuimos al trabajo de tu viejo y ahí nos dijeron todo.
-Michael: ¿Que tal Reino Unido?
-Nada que reportar.
-Ashton: Que raro, las chicas allá son unas dulzura y conociéndote por lo menos de seguro te tiraste a media escuela- me revolví en mi silla. Si tan solo supieran que solo me tiré a una sola persona y no precisamente una chica.
-Si bueno, claro que me divertí.
-Ashton: Ohh lo sabia, cuenta.
-Michael: ¿Que tal era tu escuela?- preguntó con la boca llena.
-Calum: ¿Tu compañeros que tal?
-Pero bueno ¿Acaso esto es un interrogatorio?
-Calum: Queremos saber, hace meses que no sabemos nada de tu vida.
-Ya saben, la típica escuela de gente normal, con chicos malos, niñas populares y los nerds. Si les contara... hasta participé en un concurso de canto.
-Michael: ¿Tú, cantanto?- se carcajeo y la comida se le salía de la boca.
-Ashton: ¿Y que hacías, recoger los instrumentos?
-¡Ja! ¡Ja! No- le di una mala mirada- era vocalista.
-Calum: ¿Vocalista? De seguro fue un verdadero desastre.
-Si, bueno, quedamos en tercer lugar y...
-Michael: ¡Mira!- gritó y me escupió en el rostro, me chispeó de salsa de tomate la mejilla- Zayn ahí viene Hayley- dijo señalando a un lado mientras yo miraba en esa dirección.
-Pero vaya, se ha puesto mas ardiente- fijé mi mirada a la chica que caminaba en medio del patio meneando sus caderas mientras el viento volaba su larga cabellera roja. Ella era la chica con la que había ligado días antes de ser expulsado. Según los chicos, ella enloquecía hasta al mas duro, incluso hasta yo estaba cediendo ante sus trucos de seducción, ¿Me ayudaría ella a olvidar a...? ¡Bah! No lo creo, pero, puedo intentar- iré a hablar con ella- justo antes de levantarme, Ashton me tomó del brazo, haciéndome sentar otra vez.
-Ashton: Uhmm no te lo recomiendo.
-¿Por que?
-Calum: Dos palabras: Luke Hemmings.
-¿Quien?
-Michael: Después que te fuiste llegó un chico nuevo, todas han caído a sus pies, se las ingenió para poner toda la escuela bajo su control, es el preferido de los profesores y por lo tanto intocable. Por cierto el tiene tu antiguo casillero.
-¡¿Que?!- con lo mucho que me había costado conseguir ese casillero, tuve que limpiar la oficina de orientación por tres semanas y comprarle el desayuno a la secretaria. El casillero era como uno cualquiera pero sólo quedaba uno cerca de él, el de la chica mas linda de todas, siempre lo tenia el presidente de la clase pero yo se lo gané sólo para estar junto a Hayley hace un año lo tenía, ademas quedaba cerca del vestuario de las porristas- ¿Y que han hecho con ese idiota?
-Calum: Nada, es muy buena onda... De hecho somos muy amigos.
-Ashton: Nos hicimos sus amigos pocos días después que llegó- un fuerte timbre chilló en el patio.
-Michael: Estúpida campana, ya es hora de regresar a clases- los tres se levantaron.
-Ashton: Te veremos a la salida, ya sabes, como los viejos tiempos.
-Vale- me levanté y me dispuse a caminar para ir a mi clase, justo de lado contrario del pasillo en el que iban los chicos.
Así que por eso era que esta vez no me habían asignado ningún casillero, me dañaré la espalda de tanto peso en mi mochila.
En el pasillo iba Hayley, con novio o no igual iba a hablarle, su casillero aún era el mismo de antes, justo a un casillero del que yo tenia. Me le acerque y cerré la puerta de su casillero.
-Hola.
-Hayley: ¡Zayn!- ella me abrazó. Con novio o no, ella no se lo pensó antes de enrollarse en mi cuerpo- pero ¿Cuando volviste?
-Esta mañana- me soltó.
-Hayley: Pero... Creí que... Olvidalo. Me alegra verte.
-Si bueno...
-Hayley: Pero...- hablaba emocionada mientras dejaba sus libros en el casillero- sólo mirate, estas guapísimo.
-Y tú.
-Hayley: ¿Vienes de paso?
-No. De hecho he venido para quedarme.
-Hayley: ¿En serio?- gritó ella volviéndose a encaramar en mi cuerpo haciendo tambalear- esto es genial.
-Hayely- sonó una voz detrás de mí, ella me soltó enseguida. Suspiré y me di la vuelta- ¿Quien es este chico?
Un chico de mi estatura estaba al frente de mí, su cabello era rubio y estaba muy bien peinado, me recordaba al de Niall pero el de este chico si era rubio natural, de piel pálida y vestido de negro, parecía un vampiro. No delgado pero no demasiado musculoso, su entrecejo fruncido dejaba notar que no estaba contento.
-Hayley: Ahh él es Zayn, Zayn él es Luke- yo no estire mi mano, y él tampoco.
-Uhmm chico tienes mi antiguo casillero.
-Hayley: Zayn, Luke es mi novio- dijo mientras se situaba a su lado, su tono de voz era débil, como si intentara no hacerme enojar o algo así, pero si mas relajado no podía estar. Quizá eran ideas mías pero parecía tratar de justificarse.
-Si, eso supuse. Bueno, te veré luego- le guiñé y ella bajó la cara. Uhmm no estaba del todo contento estando de regreso pero por como se estaban pintando las cosas creo que me voy a divertir.
Segunda Temporada
Capitulo I:
Narra Liam
-Louis: Liam Jeremi Payne, levántate de esa cama- la voz de Louis se escuchó con mucha resonancia en mi casi vacía habitación. Me revolví en la cama, acomodándome mejor, suspirando de fastidio.
-Aw Louis, no me digas Jeremi, sabes que es James- dije mientras me ponía boca abajo y tapaba mi cabeza con la almohada- ya vete, quiero dormir.
-Louis: Jeremi, Jeremi, Jeremi ¡JEREMI!- ese ultimo lo gritó tan fuerte que di un salto sobre la cama.
-Louis, que te calles ¡Joder!- le dije casi con rabia mientras me incorporaba en la cama y le lanzaba mi almohada, tengo buena puntería, le di justo en la cabeza.
-Louis: Aquí el único que jode eres tú- dijo mientras se agitaba la cabeza y ponía su cabello en su lugar- hace dos semanas que empezamos clases Liam, no puedo seguir cubriéndote.
-Y yo no te he pedido que me cubras- dije mientras me encogía de hombros y acomodaba mi segunda almohada- llevas dos semanas despertándome a la misma hora, no quiero ir.
-Louis: Tienes que ir, ya pronto será el examen de la universidad, ese que tanto esperabas el varano pasado.
-No me importa- volví a acostarme.
-Louis: Que te levantes, Liam. Vamos, no seas malcriado.
-No soy malcriado.
-Louis: Si lo eres.
-No lo soy.
-Louis: Que si.
-¡Que no!
-Louis: ¡Que si!
-Louis ya, si, por favor, vete- le dije ya bastante molesto. Quería dormir- no entiendes que no quiero salir de la cama.
-Louis: llevas un mes entero en el mismo plan y no, no entiendo- dijo Louis mientras se sentaba en mi cama con esa cara de preocupación- esta vez no saldré de esta habitación si ti.
-Entonces no saldrás nunca- le dije con fastidio mientras ponía los ojos en blanco.
-Louis: En parte te comprendo pero…- él me miró a los ojos con esa profundidad fraternal que lo caracterizaba- este examen es importante, tienes que ir.
-No hables de compresión, tú no comprendes nada.
-Louis: ¿Cómo que no? ¡Claro que si!- ya se había alterado ¡Otra vez!- no te creas que eres el único que sufre, yo igual lo hago pero a diferencia de ti…
-A diferencia de ti, yo quiero morirme- y esa era la parte donde me ponía a llorar como un bebé.
-Louis: No Liam, no me digas eso- dijo mientras pasaba un brazo por atrás de mi cuello, hace ya un tiempo que era la misma rutina. Regaños, llanto, abrazos y soledad- sabes que odio oírte hablar así.
-Entonces vete de una vez y déjame dormir.
-Louis: Lo siento pero hoy no.
-¡Louis!- él me soltó y se puso de pie.
-Louis: No se que ha pasado contigo Liam.
-¿Qué no es obvio?- lo fulminé con la mirada- cambié.
-Louis: Deja de hacerte el sufrido, basta ya- ahora era él el molesto- deja de dar lastima, vamos, sabes que no te queda.
-¿Cómo te atreves a decirme eso?- le dije indignado hasta los huesos.
-Louis: Puedo decirte lo que quiera, para eso soy tu amigo- Louis caminaba histérico por toda mi habitación- este papel si que no te va… por favor. ¿Recuerdas como nos conocimos? Tú llorabas porque un chico más grande que tú te había golpeado, los chicos y yo te ayudamos a ponerte de pie en mitad del pasillo, tú estabas tan rojo como un tomate, estabas furioso, me dio gracia, recuerdo que reí al ver tu cara de niño asustado pero molesto…
-Calla.
-Louis: Dijiste que ese chico, Adam, era un tonto, que aprenderías a defenderte y le darías una buena paliza pero… antes de eso él ya te había hecho un par de maldades, tenías que ver tu rostro el día que te encontramos encerrado en el basurero de la cafetería, dijiste que hasta ese día le ibas a soportar su acoso.
-¿Cuál es el punto?
-El punto es que estabas casi derrotado pero no te dejaste vencer, tomaste clases de boxeo e incluso intentaste molestarlo sólo para pelearte con él y que Adam viera lo fuerte que te habías hecho.
-¿Ese es tu gran consuelo?- Louis se quedó quieto en mi habitación y me lanzó una mirada fulminante, casi asesina- pues no ha funcionado.
-Louis: ¿Y cuando Adam se follaba a Danielle?- cuando escuché eso, sentí un pequeño tirón en mi estomago, era mas que obvio que no quería que hablara de eso- ¿Lo recuerdas?
-¡No, cállate!
-Louis: Estabas furioso, nunca te habíamos visto así, ni siquiera cuando vimos tu rostro lleno de basura y comida a podrida- me revolví en la cama, sentía arcadas, no me gustaba recordar eso- explotaste, pero… no te vengaste. Pasaste casi dos meses metido aquí en tu habitación, por mucho que Niall, Harry o yo, viniéramos a animarte, tú nunca saliste de ahí, creímos que era tu fin, estabas muy delgado, pálido y con unas ojeras enormes, parecías un zombi, dabas grima.
-¿Y, eso qué?
-Louis: Lo que intento decir es que has pasado por situaciones duras, fuiste golpeado, humillado, engañado y traicionado pero… lo superaste, saliste adelante aún cuando creímos que no, pero a diferencia de aquellas dos veces, a pesar de lo derrotado que estabas nunca ¡Nunca Liam! Nunca diste tanta pena como ahora- Louis se levantó y se dirigió a la puerta y antes de salir me miró- sé que eres un chico fuerte, búscame cuando estés de vuelta.
Esas últimas palabras me dejaron helado, sonaron como él, como si Zayn estuviese hablando a través de Louis. El vello de la nuca se me puso de punta, me asusté por un momento al reconocer que Louis tenia razón, estaba dando pena, lastima. Yo era patético, un completo idiota de seguro Zayn estaba bien y yo muriendo, literal, hace días que me dolía demasiado la espalda, y me estaba doliendo demasiado al orinar, la falta de liquido en mi cuerpo de seguro estaba afectando mi riñones ¡Otra vez!
-¡Louis!- grité apenas lo vi dar el primer paso hasta afuera, él se volvió a mí- vuelve aquí.
-Louis: Sea lo que sea, apresúrate- dijo él suspirando de cansancio- tengo que ir a clases.
-Te necesito- dije ya con mi nariz y ojos más que aguados- los necesito.
-Louis: Eres un tonto Liam.
-Lo sé, lo soy, lo soy, lo siento- me levanté de la cama- hoy saldré, ahora si quiero, me has convencido.
-Louis: Vale Liam, que bueno eh, te esperaré, le avisaré a Niall y Harry que iras a la...
-No, no, no iré a clases- algo se me pasó rápidamente por la cabeza- tengo algo en mente y quiero que vengas conmigo.
Narra Zayn
Primer día de escuela, bueno, mas bien, de vuelta a mi vieja escuela. Fue difícil falsificar un carta psiquiátrica y un examen de toxicología pero al fin lo había logrado y conseguí ser aceptado de nuevo en mi antigua escuela, la de antes de Londres, antes de todo. Quien sabe como la tendré esta vez- suspiré, estirandome para despertar bien- espero y esta vez marché bien.
Me levanté de aquella vieja colcha y me fui a la ducha, que en realidad era un pequeño espacio separado por una cortina del resto de la habitación, todo el lugar era tan pequeño que apenas y cabía la cama. El agua estaba fría así que no dure mucho ahí. No tenia cocina y mucho menos comida, con suerte tenia el dinero suficiente para comprar porquerías en la calle. Me vestí, tomé mi mochila y me dispuse a salir de ese lugar, todo era una pocilga, la pintura de las paredes se estaba cayendo, el techo tenia un par de hoyos, había ratones andando por todo el lugar, el piso estaba manchado con quien sabe que sustancias y todo el lugar olía a vomito, pero era barato, sólo ciento veinte dolares al mes, no sé como haría para pagar el siguiente pero ya me las ingeniaré, no creo que el gordo viejo del bigote a lo francés tolere las rentas atrasadas, y eso era sólo una corazonada ya que me escupió medio emparedado de atún mientras me explicaba sus malditas reglas.
Desde que había decido salir debajo de las faldas de mi papá ahora todo era mucho mas complicado, claro, no tenia mucho dinero ni tampoco donde vivir. Después de aquella "charla" no pude seguir viviendo con él, lo quería, era lo único que me quedaba en este mundo, pero no podía seguir viviendo bajo su mismo techo cuando él me culpaba a mi de las desgracias que nos ocurrían, y lo peor era que tenia razón. Agite mi cabeza para sacarme aquellos desagradables pensamientos, salí de aquel pequeño cuarto gris y desordenado y me fui a la escuela, era mitad de año así que de seguro la tendré difícil.
Me sentía incómodo, casi como un completo desconocido, aunque la verdad era que todos ahí me conocían muy bien. Podía escucharlos murmurar cosas sobre mí, no me importaba, yo fingía que no escuchaba. Mientras mas adentro me adentraba más miraban, sin disimulo alguno, yo mientras elevaba la barbilla y caminaba sintiéndome superior.
-Miralo volvió.
-Si, escuche que se escapó de la cárcel.
-Pero sólo observalo, que guapo.
-El reformatorio si que lo ayudó.
-Yo si quiero comerme ese dulce.
Escuché a un par de chicas mientras pasaba por su lado, las conocía, creo que me follé a una de ellas una vez, quizás, no lo recuerdo bien, pero sus caras se me hacían muy familiares.
Caminé hasta mi aula de clases, la verdad no tenía ganas de socializar por ahora. Tenía que estar bajo perfil si no quería problemas, esa era la condición de la directora, me lo habia dejado muy claro hace dos semanas atrás cuando quise mi cupo de vuelta, cualquier tipo de inconveniente y estaría fuera, expulsado nuevamente. Era el tipo de calaña que esta escuela evitaba, hace dos años quizá no era el preferido pero al menos no me iba mal, lo recuerdo, pero, las cosas cambian; mejor dicho, te obligan a cambiar porque si.
La clase transcurrió sin novedad, nadie se había molestado siquiera en decirme "Bienvenido" tampoco era que lo necesitara pero empezaba a sentirme como un bicho raro, mas que antes.
En mi camino a la cafetería todos se apartaban, no se si era miedo o asco lo que les causaba, me daba igual, no estaba de muy buen humor. A diferencia de mi escuela en UK, aquí comíamos afuera, al aire libre, que bueno, necesitaba respirar. Me concentré en mi desayuno, mas para tratar de pasar desapercibido que por hambre, aún así eso no parecía funcionar. Mi mesa estaba sola, y las tres que la rodeaban estaban completamente vacías, al parecer creo que tengo una enfermedad muy contagiosa, si, se llama, noción de la realidad.
-Vaya, vaya. Malik ha vuelto- escuché una voz ronca atrás de mí, la conocía muy bien. Me giré y los tres chicos a mi espalda sonrieron.
-¿Qué fue Malik? ¿Londres te ha rechazado?- dijo el chico de la bandana en la frente y botas de militar. Uhmm, muy mal look.
-Y yo que no quería vomitar mi desayuno- dije levantándome.
-Aguanta Malik porque justo ahora quiero abrazarte.
-¡Chicos!- los tres vinieron hacia mi dándome palmadas en el hombro. Ashton, Michael y Calum, mis tres mejores amigos de la escuela y de toda la vida, los conocí cuando tenia ocho, cuando ellos trataban de engañar al chico del parque de diversiones para que los dejara subir a la montaña rusa ese chico tampoco me dejó subir a mí, luego yo mismo les ayude a echarle los huevos crudos una vez que el muchacho nos corrió de la fila, desde ahí hemos sido inseparables.
-Michael: Escuchamos los rumores de que habías vuelto- dijo agitando su melena negra con mechones rojos. Michael siempre cambiaba el color de su cabello, en nuestros años de amistad le había visto el cabello de azul, verde, purpura y blanco- tuvimos que venir a ver para creer.
-Calum: Espero que esta vez no te vayas eh- Josh parecía sobresaltado aunque su voz era muy suave, sus ojos se entrecerraban cuando se molestaba, bueno, sus ojos siempre estaban entrecerrados.
-Ashton: Sabes que usualmente no nos ponemos tan melosos pero ¡Joder! Has vuelto- dijo mientras sacaba una bandana de su mochila y la desdoblaba, eso era uno de sus accesorios favoritos, era como su marca- toma, bienvenido.
-Ohh ya empezaba a sentirme raro eh- tomé la bandana y la guardé en el bolsillo de atrás de mi pantalón.
-Ashton: Zayn... Ehmm antes que queríamos decir lo siento, ya sabe...
-Calum: Si viejo, sentimos que te expulsaran por nuestra culpa.
-Michael: Fuimos unos cobardes, tu pagaste los platos rotos.
-No, de ninguna manera, ya eso pasó, no fue su culpa, no podía dejar que fuesen ustedes los expulsados.
-Calum: Eso debiste hacer, nos lo merecíamos- los tres me miraban con caras de terror, al parecer en serio lo sentían.
-Ashton: Íbamos a decir la verdad, nos echaríamos la culpa pero tú no nos dejaste.
-Ustedes tenían mucho mas que perder.
-Michael: Si, pudiste dejarnos perder.
-¿Recordáremos cosas tristes o se sentaran a comer? Mi desayuno se enfría.
Los noté relajarse al instante, como si ellos esperaban que reaccionara de otro modo, quizás antes si, recuerdo que quise echarme la culpa para darle un golpe a mi padre, lo culpaba a él por emborracharse y hacer que yo condujera esa noche, aunque me culpaba mucho mas a mi. No fue culpa de los chicos, sólo eramos jóvenes probando cosas nuevas, dándonosla de rebeldes, ellos estaban limpios, yo me encargué de eso.
-Calum: ¿El viejo Malik, que onda?
-Ashton: Si, queremos saludar al anciano.
-Yo ya no vivo con mi padre.
-Michael: ¿Padre? Ohh Zayn creo que Londres si te cambió. ¿Que pasó?
-Cosas- ya me había acabado el desayuno y lo menos que quería era devolverlo- digamos que ahora quiero independizarme. Y ¿Como supieron que me fui a Londres?
-Calum: Bueno...- los tres se sentaron a comer mientras me miraban sonrientes. Raro- fuimos a tu antigua casa y los nuevos dueños nos dijeron que te habías mudado así que fuimos al trabajo de tu viejo y ahí nos dijeron todo.
-Michael: ¿Que tal Reino Unido?
-Nada que reportar.
-Ashton: Que raro, las chicas allá son unas dulzura y conociéndote por lo menos de seguro te tiraste a media escuela- me revolví en mi silla. Si tan solo supieran que solo me tiré a una sola persona y no precisamente una chica.
-Si bueno, claro que me divertí.
-Ashton: Ohh lo sabia, cuenta.
-Michael: ¿Que tal era tu escuela?- preguntó con la boca llena.
-Calum: ¿Tu compañeros que tal?
-Pero bueno ¿Acaso esto es un interrogatorio?
-Calum: Queremos saber, hace meses que no sabemos nada de tu vida.
-Ya saben, la típica escuela de gente normal, con chicos malos, niñas populares y los nerds. Si les contara... hasta participé en un concurso de canto.
-Michael: ¿Tú, cantanto?- se carcajeo y la comida se le salía de la boca.
-Ashton: ¿Y que hacías, recoger los instrumentos?
-¡Ja! ¡Ja! No- le di una mala mirada- era vocalista.
-Calum: ¿Vocalista? De seguro fue un verdadero desastre.
-Si, bueno, quedamos en tercer lugar y...
-Michael: ¡Mira!- gritó y me escupió en el rostro, me chispeó de salsa de tomate la mejilla- Zayn ahí viene Hayley- dijo señalando a un lado mientras yo miraba en esa dirección.
-Pero vaya, se ha puesto mas ardiente- fijé mi mirada a la chica que caminaba en medio del patio meneando sus caderas mientras el viento volaba su larga cabellera roja. Ella era la chica con la que había ligado días antes de ser expulsado. Según los chicos, ella enloquecía hasta al mas duro, incluso hasta yo estaba cediendo ante sus trucos de seducción, ¿Me ayudaría ella a olvidar a...? ¡Bah! No lo creo, pero, puedo intentar- iré a hablar con ella- justo antes de levantarme, Ashton me tomó del brazo, haciéndome sentar otra vez.
-Ashton: Uhmm no te lo recomiendo.
-¿Por que?
-Calum: Dos palabras: Luke Hemmings.
-¿Quien?
-Michael: Después que te fuiste llegó un chico nuevo, todas han caído a sus pies, se las ingenió para poner toda la escuela bajo su control, es el preferido de los profesores y por lo tanto intocable. Por cierto el tiene tu antiguo casillero.
-¡¿Que?!- con lo mucho que me había costado conseguir ese casillero, tuve que limpiar la oficina de orientación por tres semanas y comprarle el desayuno a la secretaria. El casillero era como uno cualquiera pero sólo quedaba uno cerca de él, el de la chica mas linda de todas, siempre lo tenia el presidente de la clase pero yo se lo gané sólo para estar junto a Hayley hace un año lo tenía, ademas quedaba cerca del vestuario de las porristas- ¿Y que han hecho con ese idiota?
-Calum: Nada, es muy buena onda... De hecho somos muy amigos.
-Ashton: Nos hicimos sus amigos pocos días después que llegó- un fuerte timbre chilló en el patio.
-Michael: Estúpida campana, ya es hora de regresar a clases- los tres se levantaron.
-Ashton: Te veremos a la salida, ya sabes, como los viejos tiempos.
-Vale- me levanté y me dispuse a caminar para ir a mi clase, justo de lado contrario del pasillo en el que iban los chicos.
Así que por eso era que esta vez no me habían asignado ningún casillero, me dañaré la espalda de tanto peso en mi mochila.
En el pasillo iba Hayley, con novio o no igual iba a hablarle, su casillero aún era el mismo de antes, justo a un casillero del que yo tenia. Me le acerque y cerré la puerta de su casillero.
-Hola.
-Hayley: ¡Zayn!- ella me abrazó. Con novio o no, ella no se lo pensó antes de enrollarse en mi cuerpo- pero ¿Cuando volviste?
-Esta mañana- me soltó.
-Hayley: Pero... Creí que... Olvidalo. Me alegra verte.
-Si bueno...
-Hayley: Pero...- hablaba emocionada mientras dejaba sus libros en el casillero- sólo mirate, estas guapísimo.
-Y tú.
-Hayley: ¿Vienes de paso?
-No. De hecho he venido para quedarme.
-Hayley: ¿En serio?- gritó ella volviéndose a encaramar en mi cuerpo haciendo tambalear- esto es genial.
-Hayely- sonó una voz detrás de mí, ella me soltó enseguida. Suspiré y me di la vuelta- ¿Quien es este chico?
Un chico de mi estatura estaba al frente de mí, su cabello era rubio y estaba muy bien peinado, me recordaba al de Niall pero el de este chico si era rubio natural, de piel pálida y vestido de negro, parecía un vampiro. No delgado pero no demasiado musculoso, su entrecejo fruncido dejaba notar que no estaba contento.
-Hayley: Ahh él es Zayn, Zayn él es Luke- yo no estire mi mano, y él tampoco.
-Uhmm chico tienes mi antiguo casillero.
-Hayley: Zayn, Luke es mi novio- dijo mientras se situaba a su lado, su tono de voz era débil, como si intentara no hacerme enojar o algo así, pero si mas relajado no podía estar. Quizá eran ideas mías pero parecía tratar de justificarse.
-Si, eso supuse. Bueno, te veré luego- le guiñé y ella bajó la cara. Uhmm no estaba del todo contento estando de regreso pero por como se estaban pintando las cosas creo que me voy a divertir.
AronDB
Re: *He Nacido Para Ti* *ZIAM*
"Nuevos" personajes por odiar, LUKE y la zorra de Hayley, creo que me divertiré con ellos. Que ni se les ocurra acercarse a Zayn, porque bueno soy medio bipolar, de un pinche unicornio escupe arcoiris puedo ser el mismo cervero :@. Que bueno que estás de regreso señor:) Como siempre mis respetos, nos saltamos todo el protocolo y que Liam busque a Zayn. Fin. Estuve aquíxD.
PD- Ser independiente es la ley, aunque a Zayn le cueste un poco más de trabajo, libertad es libertad, lo entiendo perfectamente, quizás me vaya con él o lo invite a vivir conmigo
PD- Ser independiente es la ley, aunque a Zayn le cueste un poco más de trabajo, libertad es libertad, lo entiendo perfectamente, quizás me vaya con él o lo invite a vivir conmigo
PipeAlejandroMalik
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