Love is heartbreaking { Zayn Malik

Caitlin se encontraba recostaba en una de las bancas algo gastadas del patio de enfrente de la universidad de Denver; se encontraba inmersa en su mundo mientras leía un libro: el despertar de la mariposa; mientras hacía espera a que Ethan saliera de su último examen, para juntos dar inicio a dos largos meses de vacaciones. Ambos ya tenían listo toda la agenda de lo que harían durante ese lapso de tiempo…, se irían de viaje por todo Colorado, de condado en condado hasta recorrer cada rincón del estado. Tenían los recursos y el tiempo suficiente; dos días explorando cada uno para así conocer más de la naturaleza que los rodeaba…, y de paso pasar tiempo juntos, y a solas. Leer aquel libro le recordaba a su novio, eso y porque el protagonista de aquella historia se llamaba igual que él; recordando que  la personalidad y la psicología del personaje tenía parecido con la de la persona que le había robado el corazón; ambos humildes, con bondad en su interior, ayudando a las personas y a la vez, causando que la pareja correspondiente de cada uno se enamorará cada día más de él.

Salió de sus pensamientos en cuanto sintió como una sombra obstruía el paso de los rayos del sol hacía ella misma, logrando impedir que siguiera con su amena y tranquila lectura. Pero en vez de responder con una mirada fulminante hacia la persona que la interrumpió, le proporcionó una sonrisa sincera mostrando la hilera de dientes blancos; supo antes de ver a la persona, que se trataba de Ethan.

− Entonces… −indago la morena mientras se ponía de pie y tendía su mano hacia la del castaño; viendo como ambas encajaban a la perfección y sintiéndose completa estando a su lado.
− ¿Entonces qué? –pregunto burlesco el oji marrón; sabía lo que quería preguntar la peli negra, pero le agradaba el hecho de molestarla− Caitlin, cariño…, recuerda que no leo las mentes. No soy tan magnífico, mi amor.
− No lo eres, lo sé perfectamente –respondió la morena siguiéndole la corriente y con un deje de diversión en su voz−. Lo que quería saber es que planes tenemos para esta noche, Ethan.
− ¿Qué tiene de especial este día?

La peli negra sostenía en su interior que solo era otra de sus bromas; se repetía a sí misma que no era posible que su novio se haya podido olvidar que justamente hoy cumplían su segundo aniversario…, eso era prácticamente imposible. Pero la depresión se aglomero en sus ojos al darse cuenta de que tal vez y solo tal vez si lo había hecho; comenzaba a cuestionarse si ella era igual de importante para él como aquel ser humano era indispensable para su vida.

− ¿Caitlin? –argumento el castaño, dándose cuenta que no había sido buena idea aquel comentario; la culpa comenzó a embargarlo− ¿Amor? Hey, ¡Cait! –dijo a la vez que pasaba su mano por los ojos de su novia, logrando sacarla de la telaraña de sentimientos y pensamientos negativos en las que se había adentrado− Jamás olvidaría que día es hoy, cielo…, sé muy bien que hoy cumplimos otro año más; solo quería darte una sorpresa que espero que de verdad te guste –añadió logrando lo que quería: ver una sonrisa verdadera y llena de felicidad sobre el rostro de la persona que le robaba todos sus sueños− ¡Chicos!

Y de pronto, el patio principal se vio interrumpido por un grupo de jóvenes de entre diecisiete y diecinueve años…, pero lo que verdaderamente captaba la atención de los alumnos no era el grupo de 20 chicos; no, no era eso, lo llamativo era que todos –sin excepción alguna− portaban playeras o camisas de un color rojo, y traían consigo globos de helio de gran tamaño con mensajes de amor –típicos para o san Valentín o para regalos entre parejas−, peluches, cajas de regalo de diferentes tamaños; todo de color rojo y/o rosa. Aunque lo que en verdad capto la mirada de la peli negra no fueron todas esas cosas, lo que atrapo toda su mirada fue ver como dos chicos fuertes se acercaban sosteniendo un gran tubo de madera largo –de una longitud de cinco metros por lo menos− y enrollado sobre el mismo tubo, había una tela; tenía curiosidad sobre saber lo que decía.

− ¿Qué es esto, Ethan? –pregunto la morena con emoción y con una sonrisa ancha sobre su rostro.
− Se supone que sería una sorpresa –comento curveando sus labios en una sonrisa sarcástica mientras avanzaba hacia la oji café−. Pero qué más da…, nunca funcionan las sorpresas contigo, Cait –agrego estando frente a ella y agarrando ambas manos, a la vez en que se arrodillaba, dejando una rodilla en el suelo y la otra elevada, mientras sostenía en la palma de su mano una caja chica de tercio pelo abierta, dejando ver el hermoso anillo que contenía por dentro; Caitlin inmediatamente se tapó la boca debido a lo que presenciaban sus ojos, sentía como su corazón latía a un ritmo desenfrenado.
− Caitlin Holmes –inicio el castaño con un brillo inigualable en sus ojos y una sonrisa ensanchada en su rostro mientras observaba a la persona que con toda segura podría llamar el amor de su vida−, te conozco desde hace tres años… los mejores años de mi vida; hemos compartido grandes momentos, tristes, alegres, frustrados o estresantes, pero juntos y hemos sabido pasarlos y seguir ambos unidos, sin que nadie haya logrado separar esa conexión que siento cuando estoy a tu lado, y sé que solo contigo la podría sentir –agrego−. Estoy aquí, justo en este momento arrodillado enfrente de ti preguntándote en el día de nuestro segundo aniversario si me harías el honor de ser mi esposa y compartir más años de tu compañía.

La peli negra sentía un nudo aglomerado en su garganta; quería gritar, saltar y sacar aquel tumulto de emociones y sentimientos emocionantes que se habían juntado en su interior. Lágrimas de felicidad y de alegría comenzaron a salir de sus ojos color café cayendo por su rostro; sin darse cuenta, el silencio se había situado por todo el patio principal…, todos quería saber la respuesta que diría ante la petición de mano que Ethan había hecho.

− Si…, si acepto, Ethan –y solo esas palabras bastaron para que el castaño acrecentará aún más su sonrisa, le colocará el anillo a su ahora prometida, y la levantará dando vueltas junto con ella; nadie podía dudar del amor que tenían mutuamente.