Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
"La Vecina Perfecta" [Joe & Tu] TERMINADA
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
Página 7 de 22. • Comparte
Página 7 de 22. • 1 ... 6, 7, 8 ... 14 ... 22
Re: "La Vecina Perfecta" [Joe & Tu] TERMINADA
—No, ya lo sé, es sólo mío. Me habría inventado algo mejor si la señora Wolinsky no me hubiese pillado trabajando y con la cabeza en otra cosa —se pasó las manos por el pelo, dejándoselo de punta—. Va a estar mirando y sabrá si salimos juntos o no.
Se dio media vuelta, apretándose las sienes con las manos como si así pudiera estimular a su mente para idear algo.
—Mira, lo único que tienes que hacer es salir de aquí conmigo como si tuviéramos una cita; algo relajado. Nos tomaremos un café o algo así y después de un par de horas volveremos juntos, porque si no lo hacemos, se enterará. La señora Wolinsky se entera de todo. Te daré cien dólares.
Eso último lo dejó atónito. Lo absurdo de la idea hizo que se quedara inmóvil antes de comenzar a bajar la escalera.
—¿Vas a pagarme para que salga contigo?
—No es eso exactamente, pero más o menos. Sé que te vendrá bien el dinero y me parece justo compensarte de algún modo por tu tiempo. Cien dólares por un par de horas, Jonas, y yo pagaré el café.
Joseph se apoyó en la pared, observándola. La situación era tan ridícula, que despertó en él un sentido del absurdo que creía haber olvidado hacía mucho tiempo.
—¿Sólo café? ¿Sin tarta?
Ella se echó a reír con alivio.
—¿Quieres tarta? Eso está hecho.
—¿Dónde está el dinero?
—Enseguida. Entró corriendo a su apartamento. La oyó subir las escaleras. —Deja que me arregle un poco —gritó desde dentro.
—El cronómetro está en marcha, niña.
—Está bien. ¿Dónde demonios está mi...? ¡ahí Dos minutos, sólo dos minutos. No quiero que me diga que podría conservar a algún hombre si me pusiera un poco de pintalabios.
Efectivamente fueron dos minutos, después apareció subida a otros de esos zapatos de tacón de aguja, los labios pintados de rosa oscuro y unos pendientes largos. Otra vez eran diferentes, se fijó Joseph al tiempo que ella le daba un billete de cien dólares.
—Te lo agradezco mucho. Sé que debe de parecerte una estupidez, pero es que no quería ofenderla.
—Si para no ofenderla estás dispuesta a pagar cien dólares, es asunto tuyo —se metió el billete en el bolsillo sin dejar de mirarla con curiosidad—. Vamos, tengo hambre.
—¿Quieres cenar? Podemos ir a cenar. Aquí cerca hay un lugar en el que sirven buena pasta. Bueno, vámonos. Finge que no sabes que nos está observando —le susurró cuando se acercaban a la puerta del edificio—. Actúa con naturalidad. ¿Podrías agarrarme de la mano?
—¿Por qué?
—Por el amor de Dios —protestó tomándole la mano con firmeza—. Es nuestra primera cita, intenta hacer como si estuvieras pasándolo bien.
—Sólo me has dado cien dólares —le recordó y se sorprendió cuando ella se echó a reír.
—Eres un tipo difícil. Realmente difícil. Vamos a cenar, a ver si eso te pone de mejor humor.
Y así fue. Nadie habría podido resistirse a un enorme plato de espagueti ni a la alegría de _tn_.
—Está riquísimo, ¿verdad? —Lo vio comer con verdadero placer y pensó que seguramente no habría comido nada consistente desde hacía semanas—. Siempre que vengo aquí acabo comiendo más de la cuenta, luego me llevo lo que queda a casa y al día siguiente vuelvo a comer más de lo debido. Podrías salvarme de ponerme como un tonel, llevándotelo tú.
—De acuerdo —dijo él al tiempo que llenaba de chianti sus copas.
—¿Sabes? Estoy segura de que hay un montón de clubes de jazz que estarían encantados de contratarte.
—¿Qué?
_tn_ sonrió de un modo que lo obligó a mirarla a la boca, esa boca tan sensual que cuando se curvaba hacía que le saliera un hoyito en la mejilla.
—Eres muy bueno con el saxo. Seguro que encuentras un empleo estable enseguida. Joseph levantó su copa, divertido por la situación. _tn_ creía que era un músico sin trabajo. Bueno, ¿por qué no?
—Los trabajos van y vienen.
Se dio media vuelta, apretándose las sienes con las manos como si así pudiera estimular a su mente para idear algo.
—Mira, lo único que tienes que hacer es salir de aquí conmigo como si tuviéramos una cita; algo relajado. Nos tomaremos un café o algo así y después de un par de horas volveremos juntos, porque si no lo hacemos, se enterará. La señora Wolinsky se entera de todo. Te daré cien dólares.
Eso último lo dejó atónito. Lo absurdo de la idea hizo que se quedara inmóvil antes de comenzar a bajar la escalera.
—¿Vas a pagarme para que salga contigo?
—No es eso exactamente, pero más o menos. Sé que te vendrá bien el dinero y me parece justo compensarte de algún modo por tu tiempo. Cien dólares por un par de horas, Jonas, y yo pagaré el café.
Joseph se apoyó en la pared, observándola. La situación era tan ridícula, que despertó en él un sentido del absurdo que creía haber olvidado hacía mucho tiempo.
—¿Sólo café? ¿Sin tarta?
Ella se echó a reír con alivio.
—¿Quieres tarta? Eso está hecho.
—¿Dónde está el dinero?
—Enseguida. Entró corriendo a su apartamento. La oyó subir las escaleras. —Deja que me arregle un poco —gritó desde dentro.
—El cronómetro está en marcha, niña.
—Está bien. ¿Dónde demonios está mi...? ¡ahí Dos minutos, sólo dos minutos. No quiero que me diga que podría conservar a algún hombre si me pusiera un poco de pintalabios.
Efectivamente fueron dos minutos, después apareció subida a otros de esos zapatos de tacón de aguja, los labios pintados de rosa oscuro y unos pendientes largos. Otra vez eran diferentes, se fijó Joseph al tiempo que ella le daba un billete de cien dólares.
—Te lo agradezco mucho. Sé que debe de parecerte una estupidez, pero es que no quería ofenderla.
—Si para no ofenderla estás dispuesta a pagar cien dólares, es asunto tuyo —se metió el billete en el bolsillo sin dejar de mirarla con curiosidad—. Vamos, tengo hambre.
—¿Quieres cenar? Podemos ir a cenar. Aquí cerca hay un lugar en el que sirven buena pasta. Bueno, vámonos. Finge que no sabes que nos está observando —le susurró cuando se acercaban a la puerta del edificio—. Actúa con naturalidad. ¿Podrías agarrarme de la mano?
—¿Por qué?
—Por el amor de Dios —protestó tomándole la mano con firmeza—. Es nuestra primera cita, intenta hacer como si estuvieras pasándolo bien.
—Sólo me has dado cien dólares —le recordó y se sorprendió cuando ella se echó a reír.
—Eres un tipo difícil. Realmente difícil. Vamos a cenar, a ver si eso te pone de mejor humor.
Y así fue. Nadie habría podido resistirse a un enorme plato de espagueti ni a la alegría de _tn_.
—Está riquísimo, ¿verdad? —Lo vio comer con verdadero placer y pensó que seguramente no habría comido nada consistente desde hacía semanas—. Siempre que vengo aquí acabo comiendo más de la cuenta, luego me llevo lo que queda a casa y al día siguiente vuelvo a comer más de lo debido. Podrías salvarme de ponerme como un tonel, llevándotelo tú.
—De acuerdo —dijo él al tiempo que llenaba de chianti sus copas.
—¿Sabes? Estoy segura de que hay un montón de clubes de jazz que estarían encantados de contratarte.
—¿Qué?
_tn_ sonrió de un modo que lo obligó a mirarla a la boca, esa boca tan sensual que cuando se curvaba hacía que le saliera un hoyito en la mejilla.
—Eres muy bueno con el saxo. Seguro que encuentras un empleo estable enseguida. Joseph levantó su copa, divertido por la situación. _tn_ creía que era un músico sin trabajo. Bueno, ¿por qué no?
—Los trabajos van y vienen.
#Alejandra
Re: "La Vecina Perfecta" [Joe & Tu] TERMINADA
—¿Sueles trabajar en fiestas privadas? —se inclinó sobre la mesa con entusiasmo—. Yo conozco mucha gente, siempre hay alguien preparando una fiesta.
—No lo dudo.
—Podría darles tu nombre si quieres. ¿Te importa viajar?
—¿Adónde?
—Algunos parientes míos tienen hoteles. Atlantic City no está lejos. Supongo que no tendrás coche.
Tenía un Porsche casi nuevo guardado en un garaje del centro de la ciudad.
—Aquí no.
_tn_ se echó a reír.
—Bueno, no es difícil llegar a Atlantic City desde Nueva York.
A pesar de lo divertido que resultara, lo mejor era no permitir que se entusiasmara más de la cuenta.
—_tn_, no necesito que nadie me organice la vida.
—Lo siento, es una mala costumbre que tengo —se disculpó sin ofenderse—. Me meto en la vida de los demás y luego me molesta cuando otros lo hacen conmigo. Como la señora Wolinsky, la actual presidenta del club que parece haberse formado para buscarme un buen hombre. Me vuelve loca.
—Porque tú no quieres un buen hombre.
—Supongo que en algún momento lo querré. Vengo de una gran familia y eso me predispone a querer formar algún día la mía, pero aún tengo mucho tiempo. Me gusta vivir en la ciudad y hacer lo que quiero cuando quiero. No me gustan los horarios, por eso nunca había encajado bien en ningún empleo hasta lo de los comics. Y no es que no sea un trabajo que no requiera disciplina, pero yo dispongo mi trabajo y mi tiempo. Supongo que a ti te pasa algo parecido con la música.
—Supongo —el trabajo para él rara vez era un placer y sin embargo para ella sí parecía serlo. La música también lo era para él.
—Jonas —comenzó a decirle con una sonrisa—. ¿Con qué frecuencia participas en una conversación con más de tres oraciones completas?
—Me gusta noviembre. En noviembre suelo hablar mucho. Es un mes de transición en el que me pongo filosófico.
—Parece que tienes cierto sentido del humor escondido en algún lugar —se recostó sobre el respaldo de la silla y suspiró con satisfacción—. ¿Postre?
—Desde luego.
—Muy bien, pero no pidas tiramisú porque entonces tendré que suplicarte que me des un poco, luego otro poco y acabaré en coma.
Sin apartar los ojos de ella, levantó la mano para llamar al camarero con la autoridad de un hombre que estuviera acostumbrado a dar órdenes. _tn_ frunció el ceño.
—Tiramisú —le dijo al camarero—. Con dos tenedores—. Quiero ver si un coma podría hacerte callar.
_tn_ tuvo que hacer un esfuerzo para dejar de reírse.
—No creo, hablo incluso en sueños. Mi hermana siempre me amenazaba con ponerme una almohada en la cara.
—Creo que me gustaría esa hermana tuya.
—Selena es guapísima... probablemente sea tu tipo. Elegante, sofisticada y muy inteligente. Tiene una galería de arte en Portsmith.
Joseph repartió las últimas gotas de vino entre las dos copas. Seguramente eso explicaba por qué se sentía más relajado de lo que se había sentido desde hacía semanas, o meses. Quizá incluso años.
—¿Vas a emparejarme con ella?
—Puede que le gustaras —consideró _tn_ observándole detenidamente por encima del borde de la copa—. Eres bastante guapo a pesar de tu estilo arrogante y hosco. Tocas música, lo que seguramente resultara muy atractivo para alguien que aprecia tanto el arte. Y eres demasiado desagradable como para tratarla como si fuera de la realeza, como hacen muchos hombres.
—¿De verdad?
—Es tan guapa, que no pueden evitarlo. Lo peor es que a ella le molesta que se queden atontados por su aspecto y acaba dejándolos. Seguramente te rompería el corazón —añadió con un movimiento de la mano—. Claro que quizá eso te viniera bien.
—Yo no tengo corazón —dijo él cuando el camarero les llevó el postre—. Pensé que ya te habrías dado cuenta.
—No lo dudo.
—Podría darles tu nombre si quieres. ¿Te importa viajar?
—¿Adónde?
—Algunos parientes míos tienen hoteles. Atlantic City no está lejos. Supongo que no tendrás coche.
Tenía un Porsche casi nuevo guardado en un garaje del centro de la ciudad.
—Aquí no.
_tn_ se echó a reír.
—Bueno, no es difícil llegar a Atlantic City desde Nueva York.
A pesar de lo divertido que resultara, lo mejor era no permitir que se entusiasmara más de la cuenta.
—_tn_, no necesito que nadie me organice la vida.
—Lo siento, es una mala costumbre que tengo —se disculpó sin ofenderse—. Me meto en la vida de los demás y luego me molesta cuando otros lo hacen conmigo. Como la señora Wolinsky, la actual presidenta del club que parece haberse formado para buscarme un buen hombre. Me vuelve loca.
—Porque tú no quieres un buen hombre.
—Supongo que en algún momento lo querré. Vengo de una gran familia y eso me predispone a querer formar algún día la mía, pero aún tengo mucho tiempo. Me gusta vivir en la ciudad y hacer lo que quiero cuando quiero. No me gustan los horarios, por eso nunca había encajado bien en ningún empleo hasta lo de los comics. Y no es que no sea un trabajo que no requiera disciplina, pero yo dispongo mi trabajo y mi tiempo. Supongo que a ti te pasa algo parecido con la música.
—Supongo —el trabajo para él rara vez era un placer y sin embargo para ella sí parecía serlo. La música también lo era para él.
—Jonas —comenzó a decirle con una sonrisa—. ¿Con qué frecuencia participas en una conversación con más de tres oraciones completas?
—Me gusta noviembre. En noviembre suelo hablar mucho. Es un mes de transición en el que me pongo filosófico.
—Parece que tienes cierto sentido del humor escondido en algún lugar —se recostó sobre el respaldo de la silla y suspiró con satisfacción—. ¿Postre?
—Desde luego.
—Muy bien, pero no pidas tiramisú porque entonces tendré que suplicarte que me des un poco, luego otro poco y acabaré en coma.
Sin apartar los ojos de ella, levantó la mano para llamar al camarero con la autoridad de un hombre que estuviera acostumbrado a dar órdenes. _tn_ frunció el ceño.
—Tiramisú —le dijo al camarero—. Con dos tenedores—. Quiero ver si un coma podría hacerte callar.
_tn_ tuvo que hacer un esfuerzo para dejar de reírse.
—No creo, hablo incluso en sueños. Mi hermana siempre me amenazaba con ponerme una almohada en la cara.
—Creo que me gustaría esa hermana tuya.
—Selena es guapísima... probablemente sea tu tipo. Elegante, sofisticada y muy inteligente. Tiene una galería de arte en Portsmith.
Joseph repartió las últimas gotas de vino entre las dos copas. Seguramente eso explicaba por qué se sentía más relajado de lo que se había sentido desde hacía semanas, o meses. Quizá incluso años.
—¿Vas a emparejarme con ella?
—Puede que le gustaras —consideró _tn_ observándole detenidamente por encima del borde de la copa—. Eres bastante guapo a pesar de tu estilo arrogante y hosco. Tocas música, lo que seguramente resultara muy atractivo para alguien que aprecia tanto el arte. Y eres demasiado desagradable como para tratarla como si fuera de la realeza, como hacen muchos hombres.
—¿De verdad?
—Es tan guapa, que no pueden evitarlo. Lo peor es que a ella le molesta que se queden atontados por su aspecto y acaba dejándolos. Seguramente te rompería el corazón —añadió con un movimiento de la mano—. Claro que quizá eso te viniera bien.
—Yo no tengo corazón —dijo él cuando el camarero les llevó el postre—. Pensé que ya te habrías dado cuenta.
#Alejandra
Re: "La Vecina Perfecta" [Joe & Tu] TERMINADA
Yhosdaly Fast Life! escribió:#Ale_[WishYouWereHere]# escribió:Bienveenidaa XhailBM cual es tuu nombree hermosaa?? :DD y atodas la nuevas si hay mas nuevas no? hay nu she jaja perdonemmeee si sii hay soy un poco distraaidaa u.u
Joo Dayii le atiine!! jajaja tsz tszz Ely!! SI SOY SERIIAAA!!! u.u jaja ok no pooess!!! xD Joo MICHEELLE! hacer el amor con otroo NO NO NO! no es la mismaa cosa no hay estrellas de color rosa!! yoo amo a la vieja esaa! jajaja y sii tenemos MUCHAS COSAS ENN COMUUN o_O jajaja :PP ya laa siigoooo!
Encimaaa que te pierdes NOS VAS A DEJAR UN SOLO CAPII MUJER WUE TE OCURRE???????????? :x :x :x :x :x :x :x :x :x :x :x :x :x :x :x :x :x :x :x :x :x :x :x :x :x :x :x :x :x :x :x :x :x :x :x :x :x :x :x :x :x :x :x :x :x :x :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :?: :| :| :| :| :| :| :| :| :| :| :| :| :| :| :| :| :| :| :| :| :| :| :| :| :| :| :| :| :| :| :| :| :| :| :| :| :| :| :| :| :| :| :| :| :| :| :| :| :| :| :|
Siguelaaa diosss no nos dejes asiiii!!! hare huelgaa si no la siguesss!!! :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!:
Siguelaaa!!!! naeuaa como se te ocurre torturarnosss con 1 solo capiitulo!!! por diosss SIGUELAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce:
Tranquilaaa! jajaja yaa subiii!! caaapii! :DD
#Alejandra
Re: "La Vecina Perfecta" [Joe & Tu] TERMINADA
Awuaaaa q duro Joe! como le va a decir que no tiene corazon!!! :$ agueeeaaa
Mujerr siguelaa!!
Siguelaaa Siguelaaa
Mil besosss
att: tu siempre fiel lectorara!!!!!!
Mujerr siguelaa!!
Siguelaaa Siguelaaa
Mil besosss
att: tu siempre fiel lectorara!!!!!!
Yhosdaly
Re: "La Vecina Perfecta" [Joe & Tu] TERMINADA
Joseph soño con la rayis! Lo sabia, lo sabia le gusta aunque le no quiera admitirlo le gusta! :happy:
Creo que la rayis habla mucho, pero es muy graciosa xD
Me dio cosita cuando Joseph dijo que no tenia corazon :|
SIGUELA!
Creo que la rayis habla mucho, pero es muy graciosa xD
Me dio cosita cuando Joseph dijo que no tenia corazon :|
SIGUELA!
Kardashian♡.
Re: "La Vecina Perfecta" [Joe & Tu] TERMINADA
Hola!
:B
Soy Meli! denuevo me apareci por unas de tus noves :B
Siguela! D:
:B
Soy Meli! denuevo me apareci por unas de tus noves :B
Siguela! D:
Feer :)x.
Re: "La Vecina Perfecta" [Joe & Tu] TERMINADA
Joseph soñó conmigooo!!
aparte, tuvimos una cita!!
AME ESTE CAP!
#Gracias por subir ale!
Pero quiero saber qe le habrá pasado a joe como para decir qe no tiene corazón :sad:
#SÍGUELA
aparte, tuvimos una cita!!
AME ESTE CAP!
#Gracias por subir ale!
Pero quiero saber qe le habrá pasado a joe como para decir qe no tiene corazón :sad:
#SÍGUELA
Bubu ✌
Re: "La Vecina Perfecta" [Joe & Tu] TERMINADA
Aleee Siguelaaaaa!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Yhosdaly
Re: "La Vecina Perfecta" [Joe & Tu] TERMINADA
ahh me encanto jaja
joe soño con la rayis , joe pervertido xD
siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
joe soño con la rayis , joe pervertido xD
siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
jonas_dayi_avril
Re: "La Vecina Perfecta" [Joe & Tu] TERMINADA
Hola!! Meli Bienvenidaa!!!! chicass chiicass!! si me da tiempooo lees suboo unos cuantoos capitulooss!!! :))
#Alejandra
Re: "La Vecina Perfecta" [Joe & Tu] TERMINADA
—Claro que lo tienes —con un gesto de rendición, _tn_ aceptó uno de los tenedores y probó el tiramisú, lo que la hizo suspirar de placer—. Lo que ocurre es que lo tienes encerrado bajo una gruesa armadura para que nadie pueda volver a hacerte daño. Dios, ¿no te parece que está delicioso? Por favor, no me dejes que coma más, sólo este último bocado.
Pero Joseph la miraba fijamente, sorprendido de que aquella pequeña lunática lo hubiese analizado de manera tan certera cuando otros que decían amarlo no habían conseguido ni aproximarse.
—¿Por qué dices eso?
—¿El qué? ¿No te he dicho que no me dejes comer más? ¿Es que eres un sádico?
—Olvídalo —decidió dejar el tema y retiró el plato del tiramisú para dejarlo fuera de su alcance—. Es mío —y se dispuso a comer lo que quedaba.
Sólo tuvo que amenazarla una vez con el tenedor para que no volviera a intentar comer.
—Lo he pasado muy bien —dijo _tn_ cuando volvían caminando hacia el edificio. Se había agarrado a su brazo—. Ha sido mucho más divertido que pasarse la noche entera tratando de que Jesse no me meta la mano bajo la falda.
Por algún motivo, la idea le resultó tremendamente irritante.
—No llevas falda.
—Claro, porque no estaba segura de poder escapar de la cita con Jesse y decidí poner en marcha un sistema de defensa.
Lo cierto era que los pantalones de color azafrán que llevaba resultaban mucho más sexys que defensivos.
—¿Y por qué no tumbas a Jesse igual que hiciste la otra noche con el atracador?
—Porque la señora Wolinsky lo adora y no podría decirle que su adorado sobrino es como un pulpo.
—Me parece que te dejas mangonear con mucha facilidad.
—No es cierto.
—¿No? —preguntó Joseph espontáneamente, antes de darse cuenta de que se estaba metiendo de lleno en su juego—. ¿Entonces por qué dejas que tu amiga Meiley...
—Miley.
—Bueno... Miley te mete en la encerrona de tener que salir con su primo, la señora de abajo con su sobrino y Dios sabe cuántos amigos más tendrás con parientes insoportables. Y tú te dejas llevar porque eres incapaz de negarte.
—Lo hacen con buena intención.
—Se están entrometiendo en tu vida, da igual con qué intención lo hagan.
—No sé —dijo con un suspiro y se quedó pensativa unos segundos—. Mira mi abuelo, por ejemplo. Bueno, en realidad no es mi abuelo, es el suegro de la hermana de mi padre, Shelby. Y mi madre es prima de las respectivas parejas de sus dos hijos. Es un poco complicado.
—Sí que lo es, sí.
—Lo sé, pero ésa es la relación que hay entre Daniel y Anna MacGregor y mis padres. Mi tía Shelby se casó con su hijo, Alan MacGregor, a lo mejor has oído hablar de él. Solía vivir en la Casa Blanca.
—El nombre me suena.
—Y mi madre, Genviéve Grandeau es prima de Justin y Diana Blade, los dos hermanos que se casaron con Serena y Caine, los otros dos hijos de Daniel y Anna. Por eso Daniel y Anna son como mis abuelos. ¿Me sigues?
—Perfectamente, pero ya se me ha olvidado por qué has empezado a contarme todo eso.
—A mí también —dijo riéndose y, al hacerlo, se tambaleó un poco y tuvo que agarrarse a él con más fuerza—. Creo que he bebido demasiado vino —explicó—. A ver... ¡Ya me acuerdo! Estábamos hablando de entrometerse en las vidas de otros, un ejercicio en el que mi abuelo, Daniel MacGregor, es el verdadero rey. Como casamentero no tiene rival. Te lo prometo, Jonas, ese hombre es una especie de mago. Tengo... —hizo una pausa para contar con los dedos—. Creo que ya son siete los primos a los que ha conseguido casar. Es increíble.
—¿Cómo que los ha casado?
—No me preguntes cómo lo hace, pero siempre encuentra la persona perfecta, después deja que la naturaleza actúe y, antes de que se den cuenta, empiezan a sonar campanas de boda. Acabo de enterarme de que mi primo Ian y su esposa están esperando su primer hijo. Se casaron el otoño pasado.
—¿Y nadie le dice que se meta en sus asuntos?
#Alejandra
Re: "La Vecina Perfecta" [Joe & Tu] TERMINADA
—Claro que se lo dicen, constantemente. Pero él no hace ni caso. Supongo que pronto se encargará de Selena o de mi hermano David.
—¿Y de ti?
—Creo que soy demasiado hábil para él. Conozco todos sus trucos y no tengo intención de enamorarme. ¿Y tú? ¿Has pasado por eso alguna vez?
—¿Si he pasado por qué?
—Por el amor, Jonas, no seas obtuso.
—No creo que me interese.
—Pero seguro que lo habrá algún día —vaticinó con gesto pensativo. De pronto se detuvo en seco. —Maldita sea —protestó—. Es el coche de Jesse. Parece que ha venido de Nueva Jersey. Maldita sea. Bueno, tengo un plan —se volvió a mirarlo y cerró los ojos un segundo—. No debería haberme tomado la última copa.
—Eso parece, niña.
—Haz el favor de no llamarme «niña» para sentirte superior y guardar las distancias. Bueno, no importa. Lo que vamos a hacer es seguir caminando un poco más hasta que estemos justo enfrente de la ventana de la señora Wolinsky. Con mucha naturalidad, ¿de acuerdo?
—Es difícil, pero intentaré hacerlo.
—Me encanta ese sarcasmo tuyo. Escucha, cuando estemos delante de su ventana, nos detendremos porque seguro que estará mirando y enseguida se moverán las cortinas. Tú me avisas.
La idea le parecía inofensiva y lo cierto era que empezaba a gustarle que _tn_ se agarrase a su brazo. Se volvió a mirar hacia la ventana con disimulo.
—Ahí está.
—Ahora tienes que besarme.
—Ah, ¿sí?
—Y vas a tener que hacerlo bien para que la señora Wolinsky se dé cuenta de que Jesse no tiene nada que hacer. Te pagaré otros cincuenta dólares.
Joseph se pasó la lengua por los labios. _tn_ tenía la mirada lánguida y estaba tan hermosa como un capullo de rosa.
—Vas a darme cincuenta dólares por besarte.
—Es un extra. Quizá así consiga que Jesse vuelva a Nueva Jersey para siempre. Piensa que estás encima de un escenario. No significa nada. ¿Sigue mirando?
—Sí —pero ni siquiera se giró a comprobarlo.
—Estupendo. Hazlo bien. Que parezca romántico. Rodéame con tus brazos y luego inclínate hacia...
—_tn_, sé cómo besar a una mujer.
—Claro. No pretendía ofenderte. Sólo quiero que salga bien para que...
Joseph decidió que la mejor manera de hacerla callar era hacerlo de una vez por todas. No la rodeó con los brazos, la agarró por la cintura y la atrajo hacia sí con fuerza. Vio cómo sus enormes ojos verdes se abrían de la sorpresa antes de que sus bocas se unieran y las palabras se secaran en su garganta.
Tenía razón, pensó _tn_. Sabía muy bien cómo besar a una mujer. Vaya si lo sabía. Tuvo que agarrarse a sus hombros y ponerse de puntillas.
No pudo evitar soltar un leve gemido.
La cabeza le daba vueltas y el corazón se le subió a la garganta. De pronto se sintió indefensa, perdida y temblorosa. El calor invadió su cuerpo.
Su beso era tan apasionado, tan ardiente, que sólo pudo dejarse llevar.
Era como en el sueño, pensó Joseph. Pero mejor, mucho mejor. El sabor de sus labios era único, en sus sueños no la había sentido temblar de ese modo y no había sumergido las manos en su cabello de ese modo mientras gemía de placer.
La apartó sólo un poco para ver si se le habían sonrojado las mejillas como le había pasado a él. Ella lo miró sin decir nada, pero sin soltarse de él.
—Éste corre de mi cuenta —murmuró antes de besarla de nuevo.
Se oyó la bocina de un coche, alguien maldijo y se oyó también una ventana cerrarse después de que un coche pasara junto a ellos, pero _tn_ no se enteró de nada de eso. Era como si estuvieran en una isla desierta con el mar mojándoles los pies.
—¿Y de ti?
—Creo que soy demasiado hábil para él. Conozco todos sus trucos y no tengo intención de enamorarme. ¿Y tú? ¿Has pasado por eso alguna vez?
—¿Si he pasado por qué?
—Por el amor, Jonas, no seas obtuso.
—No creo que me interese.
—Pero seguro que lo habrá algún día —vaticinó con gesto pensativo. De pronto se detuvo en seco. —Maldita sea —protestó—. Es el coche de Jesse. Parece que ha venido de Nueva Jersey. Maldita sea. Bueno, tengo un plan —se volvió a mirarlo y cerró los ojos un segundo—. No debería haberme tomado la última copa.
—Eso parece, niña.
—Haz el favor de no llamarme «niña» para sentirte superior y guardar las distancias. Bueno, no importa. Lo que vamos a hacer es seguir caminando un poco más hasta que estemos justo enfrente de la ventana de la señora Wolinsky. Con mucha naturalidad, ¿de acuerdo?
—Es difícil, pero intentaré hacerlo.
—Me encanta ese sarcasmo tuyo. Escucha, cuando estemos delante de su ventana, nos detendremos porque seguro que estará mirando y enseguida se moverán las cortinas. Tú me avisas.
La idea le parecía inofensiva y lo cierto era que empezaba a gustarle que _tn_ se agarrase a su brazo. Se volvió a mirar hacia la ventana con disimulo.
—Ahí está.
—Ahora tienes que besarme.
—Ah, ¿sí?
—Y vas a tener que hacerlo bien para que la señora Wolinsky se dé cuenta de que Jesse no tiene nada que hacer. Te pagaré otros cincuenta dólares.
Joseph se pasó la lengua por los labios. _tn_ tenía la mirada lánguida y estaba tan hermosa como un capullo de rosa.
—Vas a darme cincuenta dólares por besarte.
—Es un extra. Quizá así consiga que Jesse vuelva a Nueva Jersey para siempre. Piensa que estás encima de un escenario. No significa nada. ¿Sigue mirando?
—Sí —pero ni siquiera se giró a comprobarlo.
—Estupendo. Hazlo bien. Que parezca romántico. Rodéame con tus brazos y luego inclínate hacia...
—_tn_, sé cómo besar a una mujer.
—Claro. No pretendía ofenderte. Sólo quiero que salga bien para que...
Joseph decidió que la mejor manera de hacerla callar era hacerlo de una vez por todas. No la rodeó con los brazos, la agarró por la cintura y la atrajo hacia sí con fuerza. Vio cómo sus enormes ojos verdes se abrían de la sorpresa antes de que sus bocas se unieran y las palabras se secaran en su garganta.
Tenía razón, pensó _tn_. Sabía muy bien cómo besar a una mujer. Vaya si lo sabía. Tuvo que agarrarse a sus hombros y ponerse de puntillas.
No pudo evitar soltar un leve gemido.
La cabeza le daba vueltas y el corazón se le subió a la garganta. De pronto se sintió indefensa, perdida y temblorosa. El calor invadió su cuerpo.
Su beso era tan apasionado, tan ardiente, que sólo pudo dejarse llevar.
Era como en el sueño, pensó Joseph. Pero mejor, mucho mejor. El sabor de sus labios era único, en sus sueños no la había sentido temblar de ese modo y no había sumergido las manos en su cabello de ese modo mientras gemía de placer.
La apartó sólo un poco para ver si se le habían sonrojado las mejillas como le había pasado a él. Ella lo miró sin decir nada, pero sin soltarse de él.
—Éste corre de mi cuenta —murmuró antes de besarla de nuevo.
Se oyó la bocina de un coche, alguien maldijo y se oyó también una ventana cerrarse después de que un coche pasara junto a ellos, pero _tn_ no se enteró de nada de eso. Era como si estuvieran en una isla desierta con el mar mojándoles los pies.
#Alejandra
Re: "La Vecina Perfecta" [Joe & Tu] TERMINADA
Cuando la apartó por segunda vez, lo hizo muy despacio, movió las manos de un modo que casi pareció una caricia. Eso le dio tiempo a _tn_ para hacer que la cabeza dejara de darle vueltas.
Joseph habría deseado seguir besándola, devorarla. Deseaba sentir esa energía suya debajo de su cuerpo, abriéndose a él. Pero tenía la completa certeza de que después ambos se sentirían mal.
Así que la agarró por los hombros y la miró.
—Creo que con eso será suficiente.
—¿Suficiente? —repitió ella.
—Para convencer a la señora Wolinsky.
—¿La señora Wolinsky? —meneó la cabeza para recuperar la claridad mental—. Ah, sí, sí —respiró hondo y esperó poder actuar con normalidad en las próximas horas—. Si no se convence con esto, no se convencerá con nada. Besas de maravilla, Jonas.
En sus labios apareció una sonrisa que no pudo controlar. Esa mujer era prácticamente irresistible.
—Tú tampoco lo haces nada mal, niña.
Joseph habría deseado seguir besándola, devorarla. Deseaba sentir esa energía suya debajo de su cuerpo, abriéndose a él. Pero tenía la completa certeza de que después ambos se sentirían mal.
Así que la agarró por los hombros y la miró.
—Creo que con eso será suficiente.
—¿Suficiente? —repitió ella.
—Para convencer a la señora Wolinsky.
—¿La señora Wolinsky? —meneó la cabeza para recuperar la claridad mental—. Ah, sí, sí —respiró hondo y esperó poder actuar con normalidad en las próximas horas—. Si no se convence con esto, no se convencerá con nada. Besas de maravilla, Jonas.
En sus labios apareció una sonrisa que no pudo controlar. Esa mujer era prácticamente irresistible.
—Tú tampoco lo haces nada mal, niña.
#Alejandra
Re: "La Vecina Perfecta" [Joe & Tu] TERMINADA
Capítulo 8
Mientras trabajaba, _tn_ cantaba a dúo con Aretha Franklin. A su espalda, la brisa fresca de abril se colaba por la ventana abierta.
El día estaba tan radiante como su estado de ánimo.
Se volvió a mirarse al espejo e intentó poner cara de sorpresa para después poder plasmar esa misma expresión en el rostro de un personaje. Pero lo único que podía hacer era sonreír. Aquél no había sido su primer beso. La habían besado otros hombres y la habían abrazado. Pero comparar aquellos besos con lo sucedido el día anterior con su vecino de enfrente era como comparar un petardo con un ataque nuclear. Uno silbaba, explotaba y durante un momento resultaba entretenido. El otro estallaba y con ello cambiaba el paisaje durante siglos.
A ella la había dejado increíblemente atolondrada durante horas. Le encantaba sentirse así. ¿Había algo más maravilloso que sentirse débil y fuerte, tonta y sabia, confundida y alerta, todo al mismo tiempo?
Lo único que tenía que hacer era cerrar los ojos y dejar que su mente volviera de nuevo a aquel momento.
Se preguntaba qué pensaría él, qué sentiría. Nadie podría quedar impertérrito después de una experiencia de tal... magnitud. Él había estado junto a ella en el epicentro de aquel terremoto. Ningún hombre podía besar a una mujer de ese modo y no sufrir algún tipo de efecto secundario. Volvió a cantar junto a Aretha y se centró de nuevo en el trabajo.
—¡Dios, _tn_, aquí hace muchísimo frío!
—Hola, Miley —saludó con alegría a su amiga al levantar la vista del papel—. Hola, pequeño Frankie. El pequeño sonrió desde los brazos de su madre.
—No hace tanto calor como para sentarse frente a la ventana abierta —protestó al tiempo que cerraba.
—Tenía calor —explicó _tn_ mientras acariciaba al pequeño—. ¿No te parece un milagro que los hombres empiecen así? Después crecen y se convierten en... otra cosa.
—Sí —Miley frunció el ceño y observó a su amiga—. ¿Estás bien? —le puso la mano en la frente—. No tienes fiebre.
Saca la lengua. _tn_ obedeció.
—No estoy enferma. Estoy perfectamente.
Miley volvió a observarla sin el menor convencimiento.
—Voy a acostar a Frankie y después voy a preparar un café para que me cuentes qué está pasando.
—Muy bien —volvió a dejarse llevar por la ensoñación y comenzó a dibujar corazoncitos rojos sobre el papel.
Como le resultaba divertido, los hizo cada vez más grandes y después esbozó el rostro de Joseph dentro de uno de ellos.
Tenía un bonito rostro. Boca firme, ojos fríos y rasgos marcados. Unos rasgos que se endulzaban ligeramente cuando sonreía. Y sus ojos dejaban de ser fríos cuando se reía.
Le gustaba hacerle reír; siempre le parecía que tenía poca práctica. En eso podría ayudarlo. Después de todo, uno de sus pequeños talentos era hacer reír a la gente.
Además, una vez lo hubiese ayudado a conseguir un empleo estable, ya no tendría tanto de lo que preocuparse.
Le encontraría trabajo, se aseguraría de que comía bien y estaba segura de que podría encontrar a alguien que quisiera deshacerse de un sofá viejo. Eso le haría sentir mejor. Pero eso no era entrometerse en su vida como hacía el abuelo; no, ella sólo estaría ayudando a un vecino.
A un vecino increíblemente sexy, cuyos besos eran capaces de llevar a una mujer al paraíso.
Pero no era ése el motivo por el que iba a ayudarlo. También había ayudado al señor Puebles a encontrar un buen pedicuro.
Sólo se comportaba como una buena vecina, pero si con ello obtenía otros beneficios, ¿qué tenía de malo?
Mientras trabajaba, _tn_ cantaba a dúo con Aretha Franklin. A su espalda, la brisa fresca de abril se colaba por la ventana abierta.
El día estaba tan radiante como su estado de ánimo.
Se volvió a mirarse al espejo e intentó poner cara de sorpresa para después poder plasmar esa misma expresión en el rostro de un personaje. Pero lo único que podía hacer era sonreír. Aquél no había sido su primer beso. La habían besado otros hombres y la habían abrazado. Pero comparar aquellos besos con lo sucedido el día anterior con su vecino de enfrente era como comparar un petardo con un ataque nuclear. Uno silbaba, explotaba y durante un momento resultaba entretenido. El otro estallaba y con ello cambiaba el paisaje durante siglos.
A ella la había dejado increíblemente atolondrada durante horas. Le encantaba sentirse así. ¿Había algo más maravilloso que sentirse débil y fuerte, tonta y sabia, confundida y alerta, todo al mismo tiempo?
Lo único que tenía que hacer era cerrar los ojos y dejar que su mente volviera de nuevo a aquel momento.
Se preguntaba qué pensaría él, qué sentiría. Nadie podría quedar impertérrito después de una experiencia de tal... magnitud. Él había estado junto a ella en el epicentro de aquel terremoto. Ningún hombre podía besar a una mujer de ese modo y no sufrir algún tipo de efecto secundario. Volvió a cantar junto a Aretha y se centró de nuevo en el trabajo.
—¡Dios, _tn_, aquí hace muchísimo frío!
—Hola, Miley —saludó con alegría a su amiga al levantar la vista del papel—. Hola, pequeño Frankie. El pequeño sonrió desde los brazos de su madre.
—No hace tanto calor como para sentarse frente a la ventana abierta —protestó al tiempo que cerraba.
—Tenía calor —explicó _tn_ mientras acariciaba al pequeño—. ¿No te parece un milagro que los hombres empiecen así? Después crecen y se convierten en... otra cosa.
—Sí —Miley frunció el ceño y observó a su amiga—. ¿Estás bien? —le puso la mano en la frente—. No tienes fiebre.
Saca la lengua. _tn_ obedeció.
—No estoy enferma. Estoy perfectamente.
Miley volvió a observarla sin el menor convencimiento.
—Voy a acostar a Frankie y después voy a preparar un café para que me cuentes qué está pasando.
—Muy bien —volvió a dejarse llevar por la ensoñación y comenzó a dibujar corazoncitos rojos sobre el papel.
Como le resultaba divertido, los hizo cada vez más grandes y después esbozó el rostro de Joseph dentro de uno de ellos.
Tenía un bonito rostro. Boca firme, ojos fríos y rasgos marcados. Unos rasgos que se endulzaban ligeramente cuando sonreía. Y sus ojos dejaban de ser fríos cuando se reía.
Le gustaba hacerle reír; siempre le parecía que tenía poca práctica. En eso podría ayudarlo. Después de todo, uno de sus pequeños talentos era hacer reír a la gente.
Además, una vez lo hubiese ayudado a conseguir un empleo estable, ya no tendría tanto de lo que preocuparse.
Le encontraría trabajo, se aseguraría de que comía bien y estaba segura de que podría encontrar a alguien que quisiera deshacerse de un sofá viejo. Eso le haría sentir mejor. Pero eso no era entrometerse en su vida como hacía el abuelo; no, ella sólo estaría ayudando a un vecino.
A un vecino increíblemente sexy, cuyos besos eran capaces de llevar a una mujer al paraíso.
Pero no era ése el motivo por el que iba a ayudarlo. También había ayudado al señor Puebles a encontrar un buen pedicuro.
Sólo se comportaba como una buena vecina, pero si con ello obtenía otros beneficios, ¿qué tenía de malo?
#Alejandra
Re: "La Vecina Perfecta" [Joe & Tu] TERMINADA
#Cumpli seann Felices espero comentarios lindos bonitos hermososs como ya casi se termina la otra nove que estoy subiendo qe es la de comprada para su placer de nick! me dedicare a esta un 100% :)) asi qe obtendran mas capituloss!!
#Alejandra
Página 7 de 22. • 1 ... 6, 7, 8 ... 14 ... 22
Temas similares
» La vecina perfecta-[Kendall Schmidt y tu] TERMINADA
» La Vecina Perfecta [Adaptación] {Liam & Tú} Terminada
» Louis
» La Vecina Perfecta Harry Styles y Tu
» "La Vecina Perfecta"(Nick y tu) Adaptación
» La Vecina Perfecta [Adaptación] {Liam & Tú} Terminada
» Louis
» La Vecina Perfecta Harry Styles y Tu
» "La Vecina Perfecta"(Nick y tu) Adaptación
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
Página 7 de 22.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.