Primed | Isaac Lahey

— Isaac.
Esa voz.
— Isaac.
La misma voz.
— Isaac.

Que me despierta de mi sueño. Miro el reloj, apenas son las seis de la mañana tras un gruñido me incorporo en la cama. Hace un par de días que oigo esa misma voz. No es muy grave aun que tampoco muy aguda, es la de una chica. Siempre es la misma palabra, mi nombre, y siempre la repite tres veces, como si su intención fuera captar mi atención o me estuviera pidiendo ayuda. El primer día recuerdo que parecía agitada como si estuviera corriendo, el segundo era algo forzada, pero sin duda la de hoy es extraña de alguna forma parece cansada, como si no pudiera hablar, como si fuera su último aliento.
Tras frotar mi cabello intentar creer en la idea de que es tan solo mi imaginación y que probablemente mi locura haya aumentado. Me meto en la ducha para deshacerme del sudor que mi cuerpo ha expulsado contra un mal sueño, apoyando mi brazo sobre la pared de baldosas y dejando que el agua caiga sobre mi piel. La imagen de unos ojos azul celeste como los de Derek al convertirse invaden mi mente recordándome una parte de mi pesadilla de la anterior noche. La ducha ha sido despacio y relajante, mis músculos están completamente relajados. Arreglo la habitación y me preparo para el instituto.


Al haber estado ausente durante medio año por la pérdida de Allison, buscando entretenimiento junto a Chris en Francia con la única condición de no hablar de ella, pero finalmente me decanté por volver. Tal vez me recordaba demasiado a ella. Pero por culpa de estos incidentes no acudí a los exámenes finales y para mi suerte he tenido que acabar repitiendo curso.

Al principio cuando volví todos fueron verdaderamente atentos conmigo y me apoyaron, pero aun así pude darme cuanta de algo. Y es que ellos si que habían decidido continuar con sus vidas, mientras que yo sigo perdido y vagabundeando. La relación de Scott y Kira está consolidada, puede verse fácilmente su química, además él está demasiado ocupado no solo con los estudios si no con el hecho de seguir siendo el verdadero Alpha. Stiles por sorprendente que parezca, muestra como el fuerte enamoramiento por el que estaba de Lydia hubiera desaparecido, ahora está con Malia, quien es la hija de Peter por razones no muy normales. Lydia sin embargo en este momento es la más se parece a mi, aun que lo cierto es que no quiere admitir los celos que siente cuando ve a Stiles y Malia, por ello intenta que no se le haga notar yéndose con unos y otros y superándose a si misma con sus calificaciones. Y aun que sea lo más parecido a mi por el hecho de que no tiene pareja, no es del todo cierto. Ella sigue teniendo a su familia e incluso un perro. Lo único más parecido a una familia que yo tengo es la rata que de vez en cuando invade mi dormitorio sin razón. Y hasta en este mismo instante puedo llegar a admitir que hecho de menos a mi padre.

Las dos primeras horas más horrenda de los jueves, ¿culpable? La señora Gordon que hacen el resto agotadoras. Una hora libre donde lo único que decido hacer es acudir a la biblioteca, el recreo que pese a estar rodeado de mis fieles amigos puedo sentirme más solo de lo habitual y a demás la comida deliciosa horrenda de la cafetería. Luego empezamos fuerte con el examen de química —por lo menos no está el señor Harris para hacerme la puñeta, creo que es lo único que puedo agradecerle a el Darach— para seguir con una hora de literatura. Pero en un instante, un mínimo instante siento como si mis cinco sentidos desaparecieran y todo parece borroso, cubierto por una especie de niebla que no me deja ver nada.

— Isaac.

De nuevo la misma voz que logra que abra sorprendido mis ojos , dos veces más dice mi nombre y un bombardeo de imágenes pasando por delante mio como si de una película se tratara; Un bosque, una especie de sótano y sangre, sangre negra. Antes de salir de la ilusión cuando mis sentidos parecen volver a su ritmo normal la chica vuelve a decir una palabra, pero esta vez es completamente diferente.

— Ayúdame.

Un fuerte dolor en el cuerpo me invade como si hubiera sido atacado por una cobra y aplastado por una de las torres gemelas, aun que el dolor de alguna forma me es familiar. Pido salir al baño y corro hasta este. Al entrar me miro en el lavabo apoyo mis manos sobre este fuertemente hasta el punto de romper la cerámica, un picor me invade la garganta y noto como si hubiera algo en esta y se llenara sin dejarme respirar hasta expulsarlo con la boca, es un líquido negrizco. Scott llega a donde estoy, por lo que se que ha presentido que algo me pasaba. Y el dolor desaparece.

— ¡Isaac, qué pasa!
— ¿Recuerdas qué hace unos días te dije que oía una voz? —él duda un momento y asiente— Nunca dejé de escucharla.
— Pero no lo entiendo, por que una voz te habla, es algo sin sentido alguno.
— Cada día es distinta. Ahora esta me ha provocado un dolor insoportable, además ha sido distinta, esta vez me ha llegado a pedir ayuda —le contesto.
— No será una persona normal que pide ayuda y por tus sentidos la oyes —dice Stiles.
— ¿Vosotros lo habéis escuchado? —pregunto y ellos lo niegan— Los sueños la voz, las sensaciones. No lo entiendo.
— Tenemos que conseguir ayuda —dice mirando su móvil— Llamaré a Peter y Derek.
— ¿Y Lydia? La última vez nos ayudó ella es... Ya sabéis, algo.

Buscamos a Lydia intentando que me ayude aun que no parece estar en ninguna parte, empiezo a desesperarme, hasta que la encontramos en el aula de dibujo. Al explicárselo ella accede con una mueca y insistiendo en que no funcionará. Entonces con sus ojos color avellana empieza a observarme mientras da vueltas a mi alrededor, en un momento ella agarra mi pelo y dándome un estirón —muchas gracias por cierto— pero luego lo suelta y me proporciona un buen susto mirándome  directamente hacia mis ojos demasiado cerca de mi cara, para luego suspirar y decir:

— Veo... —empieza ella haciendo que todos nos tensemos— No veo absolutamente nada —responde haciendo que mire hacia abajo con preocupación— De veras que lo siento Isaac, pero me temo que no podrás salvarla.
— ¿Salvar, salvar a quien Lydia? —pregunta Stiles.
— A ella, la misma que te habla probablemente ya esté muerta, has tardado demasiado. —dice siguiendo su dibujo.
— Vale, Stiles tú quédate por si dice algo. Nosotros vamos a casa de Derek.
— Yo también me quedo —dice Malia seca.

Scott parece no dudarlo pero a mi la simple idea de volver a pasar por esto me causa nauseas, él intenta asegurarme que si en algún momento me encontrara mal le obligaría a Peter dejarlo pero no me acababa de convencer. En cierta parte me muero por saberlo, necesito entender por que tiene que pasarme esto a mi. Peter ni si quiera se paró a contar y introdujo su garra en mi nuca, logrando que mis ojos azul grisáceo pasaran al amarillo tan peculiar de mi transformación.

De nuevo la misma sensación, no se veía con claridad pero unas seguidas imágenes aparecían ante mi sin sentido ni orden alguno hasta saber el paradero de la chica de la voz que escucho en mi cabeza. Cuando Peter saca sus garras de mi nuca apoyó mis manos sobre el suelo por el cansancio y recuperando el aliento. Entonces Stiles, Lydia y Malia entran apresuradamente por las puertas dando un fuerte golpe.

— Sabemos donde está, Lydia lo estaba dibujando en su lienzo —dice Stiles demasiado sobresaltado, la pelirroja sonríe mientras que la castaña aparta la mirada con rabia.
— El cementerio de Beacon Hills —respondo incorporándome.


Conforme me acercaba el extraño dolor en la cabeza que me invadía al igual que una tristeza cubría mis sentidos, la desesperación de no oír aquella peculiar voz que solía hablarme a cada hora llevaba más de cinco sin decir una palabra. El panteón, Derek abre la puerta de piedra para pasar, al parecer son todo tumbas excepto un detalle había un espejo cubierto de polvo y sin reflejo, tras investigar descubrimos que es una puerta que baja a una especie de sótano, bajamos las escaleras y llegamos a la galería subterránea. Todo es demasiado oscuro para poder apreciar nada, apenas podía escuchar su respiración lenta y su corazón casi parado. Stiles parece el más listo de todos ya que se le había ocurrido la idea de traer consigo dos linternas, la enciende. Apenas cabemos dos por el pasillo de tablones de madera pero avanzamos hasta llegar a un lugar con restos de raíces de un árbol y muebles. Entonces la veo.

Su rostro es demasiado pálido, en el también reinan ojeras y venas demasiado marcadas al igual que su mandíbula que está muy marcada y las gotas de sudor le cubren la frente. Sus ojos apenas estaban entre-abiertos por lo que no se puede captar el color de ojos que tiene pero si ver su forma cóncava y su tamaño bastante grande. Sus labios apenas mantienen un color rosado y estaban entrecortados, en estos también descansa restos de color negro, lo que me hace recordar en el momento que escupí la sangre negra en el lavabo del baño. Eso si era extraño. Sigo bajando hasta llegar a su cuello, el cual me recuerda al cristal ya que parece frágil y fino. En su camisa hay restos de el mismo líquido que descansa en sus labios. Mi cuerpo empieza a tensarse, me doy cuenta de que he dejado de oírla respirar y su pulso tampoco parecía dar señales de vida, me agacho a su altura y sin querer rozo mi mano con la suya provocando que esta medio despierte y respire de nuevo. Entonces empiezo a relacionar, por sus síntomas empiezo a pensar que está pasando por lo mismo que Cora cuando uno de los miembros de la manada Alpha le atacó y pasó por lo mismo. ¿Quién puede haberle atacado? pregunto en mi cabeza. Le cojo de la mano para así absorber su dolor pasan por mis venas para intentar aliviarla, y da resultado. Unos segundos después abre sus grandes ojos, por lo que puedo apreciar el color de sus ojos. Son de un color azul claro eléctrico y potentes parecidos a los de Derek, solo que lucen de forma extraña. Su respiración es lenta pero a la vez fuerte.

— ¿Isaac, eres tú? —pregunta ella moviendo la cabeza y intentado incorporarse, lo que resulta un intento fallido.
— Si Ems, soy yo — espera... ¿que acabo de decir? Se su nombre, si claro que lo se y la reconozco, pero no consigo saber de qué.
— Vayámonos.

La cargo entre mis brazos y salimos con el resto del lugar. No lograba entender nada. Desde el mismo instante que empezó a hablarme sentí una sensación extraña, como una conexión, siento que la reconozco y se su nombre pero nunca la he conocido.
¿Quien es Emily?