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The 10th Guy ♥ El Décimo Chico.♥ ||Harry Styles||
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: The 10th Guy ♥ El Décimo Chico.♥ ||Harry Styles||
CAPITULO XXIX
Mamá habia quemado todas las fotos, lo sabia porque una noche sentí el fuego por la ventana y ella casualmente improvisó una campaña en el jardín. Asamos malvadiscos y Josh se marchó a donde un amigo, el habia estado molesto. Anoche tuve pesadillas, la misma de siempre, las voces cambiaban, escuchaba mas o extrañas palabras. La vida real se introducia a mis sueños, me habia despertado asustada y llamé a Harry, el me contestó enseguida, era de dia donde el estaba, aunque ahora, era de noche –Nunca pensé que vivirías en California- mamá estaba alegre, ella cargaba una de mis maletas, eran 6, para mudarme a la residencia estudiantil, vivir en la universidad, comenzar una vida universitaria debía recordar, no ignorar. O ignorar lo innecesario. Asentí nuevamente, Harry debía estar dormido, el estaba cansado, pronto terminaría el tour, dos semanas y acabaría, dos días y tendría mi primera clase –Y tu novio vivirá allá, ¡Que bien sale todo!- su entusiasmo era falsa, ahora lo sabia, ella era complice, Anthony que cargaba mis otras maletas también era complice, Josh me habia escrito “No lo intentes demasiado, solo ten cuidado” aquella noche, no habíamos hablado mas –Bien cariño, aquí nos separamos- Tony estaba al frente de nosotros, Samantha a su lado, Sam era agradable, una perra agradable. Que no piense que no sé que tiene un tatuaje cerca del culo que dice “Bitch”, perra afortunada y perfecta, perfecta para Tony.
-Tu, llamaras- Tony besó mi frente, no llamaría, pero asentí.
-El vuelo saldrá en una hora. Cass si quieres comprar algo antes de subir…- dijo mamá, ya yo habia soltado ese bolso que pesaba y llevado mi cartera.
-Volveré enseguida- saque mi celular, le avisé a Harry lo ultimo y la mucha paciencia que tenia y luego lo volví a meter en mi cartera, compré galletas, agua, dulces y volví con ellos, cuando regresaba, estaba esa cabellera que tanto conocía –CHLEO- grité, ella volteo y corrió hacia mi.
-Oh dios, que bueno que me hiciste apartarme de ellos, no soporto tantas mentiras- suspiró pesadamente, ella sabia lo que habia ocurrido, ella habia dicho todo lo que sabia que era, nada. Ambas confirmamos que algo ocultaban y que si no lo descubria, las pesadillas seguirían. Tomó mis dos manos y las sostuvo fuertemente al frente –Prometeme que llamaras y que si pasa algo, seré la primera en enterarse- dijo. Ya no lloraríamos, habíamos llorado lo suficiente en mi super espectacular fiesta de despedida hace dos días, en donde los principales invitados era su gato, Josh su hermano y yo. Reí.
-Lo prometo- y me abrazó.
-Y nos veremos en todas las vacaciones, yo iré-
-¿No puedo venir yo?-
Ella negó –No pienses que me perderé California Baby- y me abrazó nuevamente –Y arréglate, dios vístete bien, ya todo el mundo sabe que Harry Styles y Casside Thompson es lo nuevo y espero que dure, tienes que demostrar que no eres una chica normal-
-Soy una chica normal-
-Eres una perra- afirmó, luego miró a Samantha –Aunque no tanto como ella, no te hagas ningún tatuaje asi- ambas reimos “El vuelo numero 07 a las 9:38 para California, primer llamado” se escucharon varios suspiros, luego supe que eran de Chleo. Sus ojos comenzaron a llenarse de lagrimas –Te voy a extrañar- me abrazó nuevamente –Siempre juntas- dijo, estiró su meñique y dejó sonar la pulsera que yo habia comprado, una pulsera de amistad.
Estiré mi dedo y agarré el de ella –Siempre juntas- dije, ambas besamos nuestras manos y y luego lamimos la mano contraria, era asqueroso, pero era nuestra despedida desde que teníamos 10 años. No lo olvidaría.
En el avión el asiento de mamá estaba dos puestos delante de mi, bien, ¡Algo bueno! Apagué el celular y me coloqué esas cosas que tapaban solo mis ojos, tenia demasiado sueño, mucho sueño acumulado. Habia durado dos semanas sin dormir bien, el dia que se fue Harry fue el ultimo el que dormí bien, del resto tenia cada vez mas pesadillas. Pero de dia no soñaba, y menos en un avión. Mi ipod me mantendría despierta.
Caminaba rápido y observaba todo, el aeropuerto de Los Angeles era ¡Increible! Lucia totalmente diferente al de New York, mas corriente. Habia todo tipo de gente subiendo y bajando, caminando por todos lados –Bien vamos- ella habia detenido a un taxi, este iba lento, muy lento, demasiado lento. ¿Los taxis de New York eran mas rapidos? Por lo menos el taxista era agradable y eso lo sabia porque mamá tenia media hora conversando con el. Al mirar alrededor podía observar la diferencia de New York y California, bien, New York estaba comenzando a enfriarse, pronto seria Otoño y las ojas naranjas caerían, luego nevaría. En California el sol radiaba y aunque no hacia el calor que esperaba, si se sentia la calidez. La gente de California era amigable, pedían disculpas y gracias. Eso lo noté cuando fui al baño en el aeropuerto, ninguna persona me habia mirado mal o insultado, era un avance. California tenia la playa cerca, en media hora podía tocar una playa, New York tenia la playa a dos horas, lo mas cerca era eso –Cassie, ¡Mira!- mamá gritó, un chillido emocionado. Miré por la ventana y ya habíamos llegado, demonios, ¿no quedaba lejos o me habia quedado mirando demasiado por la ventana? Los edificios se interpusieron a mi vista, una estructura con una visión revolucionaria y fresca, Pasé por muchos edificios y ¡Eran casas de fraternidades! Vaya, era genial –Edificio 53- el taxi se detuvo, habia mucha gente alrededor, sabia que la mayoría de las personas llegarían hoy, pero esto era irreal, habia mucha gente con maletas y familias despidiéndose. Sacamos las maletas del taxi y quería tomar fotos, pero encendí mi celular “Esto es irreal amor” envié. No contestó, tampoco el otro mensaje. Cuando dejé el celular miré a un lado y alguien me estaba mirando, era un hombre que cargaba una maleta en su mano, el sonrió cuando lo miré, voltee ignorándolo.
-¿Podemos subir?- y comencé a caminar con varias de mis maletas dañando mis manos. Buscaba la habitación 25 y después de subir al segundo piso la conseguí, no habian muchas escaleras, genial. Usé una de mis llaves para abrir, habia música adentro y temia por mi compañera de cuarto, cuando abrí la música se escuchó mucho mas fuerte, mi mamá se tapo los oídos, ella veía su teléfono en su cama que por lo visto, era la mejor cama. Saludé con la mano y ella notó mi presencia asustándose, luego apagó su radio.
-¿Compañera?- preguntó, asentí.
-Soy Casside Thompson de New York- no le presté mucha atención, tiré todas mis cosas a la cama restante, una pequeña cama con una librería grande.
-Rossie Whelder, Kansas- me abrazó enseguida –Voy al tercer año, es un placer tenerte aquí, te va a encantar y…- ella empujó lo que era, ¿un plato de comida? Debajo de su cama –Disculpa el desorden, no sabia que llegarías hoy- era extraño, hoy llegarían todos.
Suspiré –Bien, llevémonos bien- ella asintió. Mi mamá observaba toda la habitación y fui directo a ver la vista de la ventana, daba al estacionamiento, gran vista Cass, excelente.
-Supongo que es todo- mamá habló –O quieres recorrer la uni…-
-No, vete, la abuela te debe de estar esperando- ella asintió.
-Ven a lavar la ropa cuando puedas- asentí.
-No va a ser necesario- Rossie interrumpió, mamá la miró –Hay una lavandería solo a unas cuadras. Todos lavamos allí- Que fortuna, aunque hice como si fuera algo desafortunado, mamá besó mi cabeza.
-Cuidado- dijo en voz baja –Un placer Rossie, cuida a mi chica- y se marchó. Suspiré.
-Asi que es del tipo de mamá que te acompaña a la universidad eh- ella dejó su celular a un lado de nuevo –Y tu no pareces ese tipo de chicas-
Negué –¿Qué clase de chica parezco?-
Ella sonrió –A las que les gusta divertirse, estoy mirando directamente tus botas negras y tus jeans gastados, tu sueter da que desear- era el sueter de Harry, lo olí, ya no olia a el –Y por lo visto es el sueter de tu novio- me senté en la cama, abrí la primera maleta.
-Correcto y correcto- dije sarcásticamente –Acertaste en todo, tu pareces bastante liberal-
No le dio interés, se colocó de pie –Llevo mas de dos años aquí, ¿Qué esperabas?- sonrió –Vamos- abrió la puerta.
-¿Vamos?-
-Si, ¡vamos! Tienes que conocer los sitios de interés de la universidad, no querras perdértelo-
-Acabo de llegar- dije convincente de que tenia que arreglar toda mis cosas, la verdad era que no quería convivir demasiado con ella –Tengo cosas que arreglar-
-¿Y perderas tu primer dia aquí?- ella cruzó los brazos, liberal y relajada. Su cabello negro con azul me lo demostraba –Oh vamos Casside, tienes que conocer- suspiré, no me la iba a quitar de encima.
-Bien-. Ella caminaba rápido y yo trataba de seguirle el paso, me parecía a alguien, si, Harry, mi novio, el cual no contestaba ninguno de mis mensajes. Y estoy hablando de los mensajes que le envié después. Entró a lo que era el comedor, habia poca gente –Aquí comeras, se come bien, a menos que sea martes- la miré, ella explicó –Los martes viene la peor cocinera de la universidad, todo lo que cocina es extraño-
Reí –No debe de saber tan mal- ella se detuvo, me miró y allí supe que si sabia mal. Bien, los martes evitaría comer aquí y tendría pan en casa. Salió por la otra puerta y decía los nombres de las clases que supuestamente veria, luego salimos de ese edificio y entramos en otro, pasamos por un salón en el que dijo “Nunca entres aquí con un chico, saldrás violada” como si fuera lo mas normal del mundo, estaba acostumbrada a escuchar sobre violaciones, pero no en salones. Luego salimos de ese edificio y pasamos por tiendas y centros de comida, entramos a una cafetería.
-Aquí venden el mejor café- ella me miró –Viene mucha gente, también venden en la noche y allí…- habia un escenario –Se presenta mi novio todos los viernes, quizás vengamos el próximo- su novio era cantante. Genial, algo en común. Miré mi celular, ningún mensaje, ninguna llamada –Oye- choqué con ella –Si no contesta, solo ignóralo- apuntó el celular, luego siguió caminando –Los hombres buscan a una chica que se haga respetar, no a una mojigata que los sigan y aburran- me guiñó el ojo –Sigue mi consejo amiga- ¿Amiga? ¡Te conocí unas tres horas atrás! –Este es el mejor bar del lugar- y pasamos por otras tiendas, el bar estaba cerrado. Extraño para ser sábado. Pasaban muchos hombres en bicicletas, tal vez debería comprar una bicicleta o un auto, preferiblemente un auto. Aquellos hombres silbaban y decían cosas obscenas, yo los ignoraba, Rossie los saludaba con la mano y les tiraba besos. Eso me divertía –¡PHIL!- gritó, me asusté por el ruido tan repentino, un hombre comenzó a correr hacia nosotras, el era rubio, tenia una barba rubia y descuidada, parecía bastante descuidado consigo mismo –Ella es mi compañera de cuarto, ¡Te dije que no sería una nerd!- y los dos comenzaron a reírse.
-Eso parece- el me miró de arriba abajo, estaba incomoda –Soy Phil- dijo apuntando su barbilla hacia mi –Y no, no pareces una nerd… ¿estilo hipster o algo asi?-
-No realmente, esto es de mi novio- dije agarrando el sueter, el silbó.
-Si lo sé, ¿No te parece adorable? No es una perra o puta, o una nerd. Es genial- dijo Rossie –Y viene de New York- sonrieron hacia mi –Cass, Phil es mi mejor amigo, puedes confiar en el- no confiaría en el. Sonreí asintiendo, Phil comenzó a caminar con nosotras.
-¿Vendrán a la fiesta de bienvenida?- me emocioné.
-¿Una fiesta? ¿Con fogatas y todos bebiendo?- habia visto eso tanto en televisión que me emocionaba, no es como si no hubiera ido a una, pero no eran asi. Siempre habia querido una asi.
Phil rio, tan fuerte que se detuvo, todos nos tuvimos que detener –No cariño- dijo, sonaba gentil –Una fiesta en la fraternidad de los jugadores de futbol, quieren dar la bienvenida, ya sabes, conocer a los nuevos- me desanimé enseguida.
-No me agradan los jugadores de futbol- o el futbol. Realmente.
-Iremos- dijo Rossie, yo la miré angustiada, ella sacó la lengua –Experiencia completa de universidad, además, mañana tenemos el dia libre- y colocó su brazo en mi hombro –Nos divertiremos- dijo.
Al llegar de nuevo a la habitación tiré las maletas debajo de la cama y me acosté en ella, Rossie habia ido a buscar a su novio o a la casa de su novio o con su novio, no sabia, ella hablaba muy rápido. Saqué el celular, ningún mensaje. Suficiente, lo ignoraré y dejé el celular a un lado. Comencé a buscar mi ropa de salir, ropa normal pero con un toque de fiesta, toda la ropa era muy de fiesta y nada normal. Leggings negros, sandalias con un tacón no muy alto, franelilla vinotinto con cadenas guindando. Solo tenia que encontrar el baño. Según la excursión de Rossie cada piso tenia un baño compartido el final del pasillo, tomé mi paño, no debía de quedar tan lejos. Despues de caminar lo que eran 100 habitaciones, llegué a los baños. No habia gente completamente desnuda porque no habia gente, solo dos chicas que pensé que eran lesbianas. Las ignoré enseguida, uno de los cubículos era todo mio. Coloqué el seguro y fingí que era un baño privado, un baño solo para mi, una tina con olores frutales o vainilla, una tina con espuma, una tina con Harry. Abrí los ojos. Debia de dejar de pensar en el, dos semanas sin verlo y un dia sin mensajes, no era tanto, no para otros tipos de parejas. Mojé mi cabello y me sequé con el paño y lo amarré bien, si hubiera traido mi ropa se hubiera mojado, pero ahora que veía el pasillo era terrorífico pasar mojada solo con un paño cubriéndome por todo el pasillo descubierto. Era un pasillo de damas, era un piso de damas. Los hombres estaban un piso arriba de nosotras, eso repetia mientras caminaba tan rápido que las piernas comenzaban a dolerme. Cuando entré a la habitación me arrecosté de la puerta recuperando el aliento. Habia un hombre allí y quedé sin palabras –¿Hola?- Grité, grité tan fuerte que no sabia que podía gritar asi, el se acercó a mi y tiré lo primero que agarré, el tiró el objeto a un lado y luego tapó mi boca con su mano y mis ojos estaban muy abiertos –Shhh sh sh- repetia, lo mordí, el gritó por el dolor y aproveché de golpearlo justo abajo, en su miembro. Abrí la puerta rápidamente y corrí afuera –HEY- gritó el, voltee para verlo agachado cerca de la puerta, pero no me detuve, luego tropecé con un cuerpo y si esa persona no me hubiera agarrado, hubiera caído en el suelo, con el paño o desnuda.
-Cass dios, ¿Qué ocurre?- era Rossie, mi aliento fallaba.
-¿¡Rossie que clase de compañera tienes!?- gritó el hombre.
-Demonios Fred, ¡Entra a esa habitación!, ví a la vigilante cerca- ¿ella le conocía?.
-Tu, llamaras- Tony besó mi frente, no llamaría, pero asentí.
-El vuelo saldrá en una hora. Cass si quieres comprar algo antes de subir…- dijo mamá, ya yo habia soltado ese bolso que pesaba y llevado mi cartera.
-Volveré enseguida- saque mi celular, le avisé a Harry lo ultimo y la mucha paciencia que tenia y luego lo volví a meter en mi cartera, compré galletas, agua, dulces y volví con ellos, cuando regresaba, estaba esa cabellera que tanto conocía –CHLEO- grité, ella volteo y corrió hacia mi.
-Oh dios, que bueno que me hiciste apartarme de ellos, no soporto tantas mentiras- suspiró pesadamente, ella sabia lo que habia ocurrido, ella habia dicho todo lo que sabia que era, nada. Ambas confirmamos que algo ocultaban y que si no lo descubria, las pesadillas seguirían. Tomó mis dos manos y las sostuvo fuertemente al frente –Prometeme que llamaras y que si pasa algo, seré la primera en enterarse- dijo. Ya no lloraríamos, habíamos llorado lo suficiente en mi super espectacular fiesta de despedida hace dos días, en donde los principales invitados era su gato, Josh su hermano y yo. Reí.
-Lo prometo- y me abrazó.
-Y nos veremos en todas las vacaciones, yo iré-
-¿No puedo venir yo?-
Ella negó –No pienses que me perderé California Baby- y me abrazó nuevamente –Y arréglate, dios vístete bien, ya todo el mundo sabe que Harry Styles y Casside Thompson es lo nuevo y espero que dure, tienes que demostrar que no eres una chica normal-
-Soy una chica normal-
-Eres una perra- afirmó, luego miró a Samantha –Aunque no tanto como ella, no te hagas ningún tatuaje asi- ambas reimos “El vuelo numero 07 a las 9:38 para California, primer llamado” se escucharon varios suspiros, luego supe que eran de Chleo. Sus ojos comenzaron a llenarse de lagrimas –Te voy a extrañar- me abrazó nuevamente –Siempre juntas- dijo, estiró su meñique y dejó sonar la pulsera que yo habia comprado, una pulsera de amistad.
Estiré mi dedo y agarré el de ella –Siempre juntas- dije, ambas besamos nuestras manos y y luego lamimos la mano contraria, era asqueroso, pero era nuestra despedida desde que teníamos 10 años. No lo olvidaría.
En el avión el asiento de mamá estaba dos puestos delante de mi, bien, ¡Algo bueno! Apagué el celular y me coloqué esas cosas que tapaban solo mis ojos, tenia demasiado sueño, mucho sueño acumulado. Habia durado dos semanas sin dormir bien, el dia que se fue Harry fue el ultimo el que dormí bien, del resto tenia cada vez mas pesadillas. Pero de dia no soñaba, y menos en un avión. Mi ipod me mantendría despierta.
Caminaba rápido y observaba todo, el aeropuerto de Los Angeles era ¡Increible! Lucia totalmente diferente al de New York, mas corriente. Habia todo tipo de gente subiendo y bajando, caminando por todos lados –Bien vamos- ella habia detenido a un taxi, este iba lento, muy lento, demasiado lento. ¿Los taxis de New York eran mas rapidos? Por lo menos el taxista era agradable y eso lo sabia porque mamá tenia media hora conversando con el. Al mirar alrededor podía observar la diferencia de New York y California, bien, New York estaba comenzando a enfriarse, pronto seria Otoño y las ojas naranjas caerían, luego nevaría. En California el sol radiaba y aunque no hacia el calor que esperaba, si se sentia la calidez. La gente de California era amigable, pedían disculpas y gracias. Eso lo noté cuando fui al baño en el aeropuerto, ninguna persona me habia mirado mal o insultado, era un avance. California tenia la playa cerca, en media hora podía tocar una playa, New York tenia la playa a dos horas, lo mas cerca era eso –Cassie, ¡Mira!- mamá gritó, un chillido emocionado. Miré por la ventana y ya habíamos llegado, demonios, ¿no quedaba lejos o me habia quedado mirando demasiado por la ventana? Los edificios se interpusieron a mi vista, una estructura con una visión revolucionaria y fresca, Pasé por muchos edificios y ¡Eran casas de fraternidades! Vaya, era genial –Edificio 53- el taxi se detuvo, habia mucha gente alrededor, sabia que la mayoría de las personas llegarían hoy, pero esto era irreal, habia mucha gente con maletas y familias despidiéndose. Sacamos las maletas del taxi y quería tomar fotos, pero encendí mi celular “Esto es irreal amor” envié. No contestó, tampoco el otro mensaje. Cuando dejé el celular miré a un lado y alguien me estaba mirando, era un hombre que cargaba una maleta en su mano, el sonrió cuando lo miré, voltee ignorándolo.
-¿Podemos subir?- y comencé a caminar con varias de mis maletas dañando mis manos. Buscaba la habitación 25 y después de subir al segundo piso la conseguí, no habian muchas escaleras, genial. Usé una de mis llaves para abrir, habia música adentro y temia por mi compañera de cuarto, cuando abrí la música se escuchó mucho mas fuerte, mi mamá se tapo los oídos, ella veía su teléfono en su cama que por lo visto, era la mejor cama. Saludé con la mano y ella notó mi presencia asustándose, luego apagó su radio.
-¿Compañera?- preguntó, asentí.
-Soy Casside Thompson de New York- no le presté mucha atención, tiré todas mis cosas a la cama restante, una pequeña cama con una librería grande.
-Rossie Whelder, Kansas- me abrazó enseguida –Voy al tercer año, es un placer tenerte aquí, te va a encantar y…- ella empujó lo que era, ¿un plato de comida? Debajo de su cama –Disculpa el desorden, no sabia que llegarías hoy- era extraño, hoy llegarían todos.
Suspiré –Bien, llevémonos bien- ella asintió. Mi mamá observaba toda la habitación y fui directo a ver la vista de la ventana, daba al estacionamiento, gran vista Cass, excelente.
-Supongo que es todo- mamá habló –O quieres recorrer la uni…-
-No, vete, la abuela te debe de estar esperando- ella asintió.
-Ven a lavar la ropa cuando puedas- asentí.
-No va a ser necesario- Rossie interrumpió, mamá la miró –Hay una lavandería solo a unas cuadras. Todos lavamos allí- Que fortuna, aunque hice como si fuera algo desafortunado, mamá besó mi cabeza.
-Cuidado- dijo en voz baja –Un placer Rossie, cuida a mi chica- y se marchó. Suspiré.
-Asi que es del tipo de mamá que te acompaña a la universidad eh- ella dejó su celular a un lado de nuevo –Y tu no pareces ese tipo de chicas-
Negué –¿Qué clase de chica parezco?-
Ella sonrió –A las que les gusta divertirse, estoy mirando directamente tus botas negras y tus jeans gastados, tu sueter da que desear- era el sueter de Harry, lo olí, ya no olia a el –Y por lo visto es el sueter de tu novio- me senté en la cama, abrí la primera maleta.
-Correcto y correcto- dije sarcásticamente –Acertaste en todo, tu pareces bastante liberal-
No le dio interés, se colocó de pie –Llevo mas de dos años aquí, ¿Qué esperabas?- sonrió –Vamos- abrió la puerta.
-¿Vamos?-
-Si, ¡vamos! Tienes que conocer los sitios de interés de la universidad, no querras perdértelo-
-Acabo de llegar- dije convincente de que tenia que arreglar toda mis cosas, la verdad era que no quería convivir demasiado con ella –Tengo cosas que arreglar-
-¿Y perderas tu primer dia aquí?- ella cruzó los brazos, liberal y relajada. Su cabello negro con azul me lo demostraba –Oh vamos Casside, tienes que conocer- suspiré, no me la iba a quitar de encima.
-Bien-. Ella caminaba rápido y yo trataba de seguirle el paso, me parecía a alguien, si, Harry, mi novio, el cual no contestaba ninguno de mis mensajes. Y estoy hablando de los mensajes que le envié después. Entró a lo que era el comedor, habia poca gente –Aquí comeras, se come bien, a menos que sea martes- la miré, ella explicó –Los martes viene la peor cocinera de la universidad, todo lo que cocina es extraño-
Reí –No debe de saber tan mal- ella se detuvo, me miró y allí supe que si sabia mal. Bien, los martes evitaría comer aquí y tendría pan en casa. Salió por la otra puerta y decía los nombres de las clases que supuestamente veria, luego salimos de ese edificio y entramos en otro, pasamos por un salón en el que dijo “Nunca entres aquí con un chico, saldrás violada” como si fuera lo mas normal del mundo, estaba acostumbrada a escuchar sobre violaciones, pero no en salones. Luego salimos de ese edificio y pasamos por tiendas y centros de comida, entramos a una cafetería.
-Aquí venden el mejor café- ella me miró –Viene mucha gente, también venden en la noche y allí…- habia un escenario –Se presenta mi novio todos los viernes, quizás vengamos el próximo- su novio era cantante. Genial, algo en común. Miré mi celular, ningún mensaje, ninguna llamada –Oye- choqué con ella –Si no contesta, solo ignóralo- apuntó el celular, luego siguió caminando –Los hombres buscan a una chica que se haga respetar, no a una mojigata que los sigan y aburran- me guiñó el ojo –Sigue mi consejo amiga- ¿Amiga? ¡Te conocí unas tres horas atrás! –Este es el mejor bar del lugar- y pasamos por otras tiendas, el bar estaba cerrado. Extraño para ser sábado. Pasaban muchos hombres en bicicletas, tal vez debería comprar una bicicleta o un auto, preferiblemente un auto. Aquellos hombres silbaban y decían cosas obscenas, yo los ignoraba, Rossie los saludaba con la mano y les tiraba besos. Eso me divertía –¡PHIL!- gritó, me asusté por el ruido tan repentino, un hombre comenzó a correr hacia nosotras, el era rubio, tenia una barba rubia y descuidada, parecía bastante descuidado consigo mismo –Ella es mi compañera de cuarto, ¡Te dije que no sería una nerd!- y los dos comenzaron a reírse.
-Eso parece- el me miró de arriba abajo, estaba incomoda –Soy Phil- dijo apuntando su barbilla hacia mi –Y no, no pareces una nerd… ¿estilo hipster o algo asi?-
-No realmente, esto es de mi novio- dije agarrando el sueter, el silbó.
-Si lo sé, ¿No te parece adorable? No es una perra o puta, o una nerd. Es genial- dijo Rossie –Y viene de New York- sonrieron hacia mi –Cass, Phil es mi mejor amigo, puedes confiar en el- no confiaría en el. Sonreí asintiendo, Phil comenzó a caminar con nosotras.
-¿Vendrán a la fiesta de bienvenida?- me emocioné.
-¿Una fiesta? ¿Con fogatas y todos bebiendo?- habia visto eso tanto en televisión que me emocionaba, no es como si no hubiera ido a una, pero no eran asi. Siempre habia querido una asi.
Phil rio, tan fuerte que se detuvo, todos nos tuvimos que detener –No cariño- dijo, sonaba gentil –Una fiesta en la fraternidad de los jugadores de futbol, quieren dar la bienvenida, ya sabes, conocer a los nuevos- me desanimé enseguida.
-No me agradan los jugadores de futbol- o el futbol. Realmente.
-Iremos- dijo Rossie, yo la miré angustiada, ella sacó la lengua –Experiencia completa de universidad, además, mañana tenemos el dia libre- y colocó su brazo en mi hombro –Nos divertiremos- dijo.
Al llegar de nuevo a la habitación tiré las maletas debajo de la cama y me acosté en ella, Rossie habia ido a buscar a su novio o a la casa de su novio o con su novio, no sabia, ella hablaba muy rápido. Saqué el celular, ningún mensaje. Suficiente, lo ignoraré y dejé el celular a un lado. Comencé a buscar mi ropa de salir, ropa normal pero con un toque de fiesta, toda la ropa era muy de fiesta y nada normal. Leggings negros, sandalias con un tacón no muy alto, franelilla vinotinto con cadenas guindando. Solo tenia que encontrar el baño. Según la excursión de Rossie cada piso tenia un baño compartido el final del pasillo, tomé mi paño, no debía de quedar tan lejos. Despues de caminar lo que eran 100 habitaciones, llegué a los baños. No habia gente completamente desnuda porque no habia gente, solo dos chicas que pensé que eran lesbianas. Las ignoré enseguida, uno de los cubículos era todo mio. Coloqué el seguro y fingí que era un baño privado, un baño solo para mi, una tina con olores frutales o vainilla, una tina con espuma, una tina con Harry. Abrí los ojos. Debia de dejar de pensar en el, dos semanas sin verlo y un dia sin mensajes, no era tanto, no para otros tipos de parejas. Mojé mi cabello y me sequé con el paño y lo amarré bien, si hubiera traido mi ropa se hubiera mojado, pero ahora que veía el pasillo era terrorífico pasar mojada solo con un paño cubriéndome por todo el pasillo descubierto. Era un pasillo de damas, era un piso de damas. Los hombres estaban un piso arriba de nosotras, eso repetia mientras caminaba tan rápido que las piernas comenzaban a dolerme. Cuando entré a la habitación me arrecosté de la puerta recuperando el aliento. Habia un hombre allí y quedé sin palabras –¿Hola?- Grité, grité tan fuerte que no sabia que podía gritar asi, el se acercó a mi y tiré lo primero que agarré, el tiró el objeto a un lado y luego tapó mi boca con su mano y mis ojos estaban muy abiertos –Shhh sh sh- repetia, lo mordí, el gritó por el dolor y aproveché de golpearlo justo abajo, en su miembro. Abrí la puerta rápidamente y corrí afuera –HEY- gritó el, voltee para verlo agachado cerca de la puerta, pero no me detuve, luego tropecé con un cuerpo y si esa persona no me hubiera agarrado, hubiera caído en el suelo, con el paño o desnuda.
-Cass dios, ¿Qué ocurre?- era Rossie, mi aliento fallaba.
-¿¡Rossie que clase de compañera tienes!?- gritó el hombre.
-Demonios Fred, ¡Entra a esa habitación!, ví a la vigilante cerca- ¿ella le conocía?.
HappinessOnFire
Re: The 10th Guy ♥ El Décimo Chico.♥ ||Harry Styles||
CAPITULO XXX
Ella estaba al lado de el, el estaba sentado en su cama al frente de mi cama, yo estaba sentada mirándolo, sin poder hablar, aun –Lamento haberte hecho eso- dije, bien, el era Fred, un amigo de Rossie, amigo de Phil, Fred tiene llave de esta habitación porque Fred es gay, o eso creía.
El sonrió –Golpeas bien- dijo apuntando a su miembro, quería golpearme la cabeza fuertemente –Tienes suerte de saber supervivencia aquí, ya sé quien nos puede defender- tenia la cara roja y lo sabia por el calor que sentia en mis mejillas, seria una buena historia para Chleo, se iba a reir mucho. Claro, de mi pena –Rossie no me dijiste que habia llegado tu compañera- Rossie nos miró –Si no, no fuera entrado sin permiso-
Rossie acaricio su cabello alborotado –Todo es mi culpa- luego me miró -¿Qué tal las duchas?- sonreí nerviosamente.
-Terrorificas-
-Si bueno, las chicas nos llevamos una pijama corta para salir de allí, luego nos cambiamos en la habitación- y cruzó sus piernas, tenia unas piernas hermosas, blancas, largas, hermosas. Miró la hora –Deberiamos comenzar a arreglarnos- Fred sonrió, no entendí porque, pero también sonreí. Miré mi celular tirado en mi cama justo como lo habia dejado, no lo iba a mirar, no iba a enviar nada. Debia resistir –Cass por cierto, cada piso tiene una vigilante, se supone que no deben de haber hombres en el pasillo de las mujeres y no deben de haber mujeres en el pasillo de los hombres, eso es para cada piso, es bastante tedioso- y miré a Fred –Conocemos los turnos, ellos siempre vienen, no nos han descubierto-
-Por eso tape tu boca- explicó Fred, no podía sentirme mas apenada –Igual no volveré a entrar sin tocar-
-¿No hay cámaras?- ellos negaron, era fácil entrar y salir entonces, pensé -¿Y que pasa con los que de verdad NO deben estar aquí?- ellos se miraron entre si, luego levantaron y bajaron sus hombros, genial, no pasaba nada. Iba a ser extra cuidadosa con eso.
La vestimenta de Rossie mostraba sus grandes pechos envidiables, usó un top junto con unos jeans pegados a su piel, unos tacones, labial rojo. Lucia bien, bien para una puta pero con clase. Cuando terminé de arreglarme ella silbó, si no supiera que me veía muy de New York no habría puesto esa cara de ‘me veo horrible’ –Solo luces muy, tapada- dijo ella, yo la miré haciéndole saber que no habia nada que podía destapar, de todos modos, no destaparía. No hoy. Moví mi cabeza desordenando mi cabello hasta que era un pequeño desastre agradable, luego maquillaje, natural, labial, lo básico. Rossie parecía la propia chica sureña, maquillaje exhibido, no se veía mal de todas maneras. Ella manejó hasta que llegamos a la fila de autos y la música aun asi se escuchaba, se estacionó y ambas salimos –Reglas, nada de bebidas de otras personas-
-Lo sé- dije –Soy de New York y he ido a mas fiesta que a clases- hace dos años, llevaba dos años sin asistir a una buena fiesta, quizás por eso eran mis nervios. Ella sonrió mirándome, la miré -¿Qué?-
-Pareces una cajita de sorpresas- prosiguió –Te ves adorable por fuera, pero comienzo a pensar que tienes muchas cosas adentro- me hizo reir. En la entrada habia mucha gente bebiendo ya emborrachada de por si, subimos los escalones y la puerta estaba abierta, hombres dirigían la mirada directa a Rossie, yo bajaba la cabeza, agradecia no llamar la atención.
-Chicas… ¡Bienvenidas!- levanté la vista, habia un tipo que parecía demasiado mayor para estas fiestas, ¿30 años quizás? –Como nuestras invitadas, aquí tienen su trago de bienvenida- el trago era verde, Rossie sonrió y lo bebió enseguida, yo solo coloqué mis labios en el vaso e hice como si lo bebiera, luego bajé el trago hasta un lado de mi muslo –Espero que disfruten- y nos dejó pasar, sonreí hacia el y entré, en la entrada debía haber una planta, y como si no conociera las fiestas, habia una justo a un lado de mi, tiré el tragó ahí y le dí el vaso a un tipo que se atravesó entre nosotras, el se marchó con mi vaso. Rossie me hablaba, pero la música era tan alta que no escuchaba, luego se acercó y gritó en mi oído –Iré a buscar a mi novio- y se despidió, bien. Y me quedé allí, observando todo.
-¡Hola!- gritó, voltee y miré a un hombre con unos collares de colores, por su rostro llevaba mas de 10 bebidas o tenia algo de droga encima, sonreí saludando con la mano -¿Primer año?- lo miré –Lo supe porque si te hubiera visto por aquí lo hubiera sabido linda- cerré los ojos, odiaba a los coqueteadores automáticos, los odiaba.
-Genial- dije, me aparté de el dejándolo hablando solo, entré a lo que era la pista de baile y salí de ella inmediatamente, luego entré a lo que era la cocina y busqué un vaso limpio, era una misión casi imposible. Un chico, yo lo habia visto, pero de toda la gente que vi hoy, no sabia de donde. Acepté su vaso, el tenia una bolsa con vasos limpios, luego agarré yo misma una cerveza, arranqué la chapa con los dientes y tiré la cerveza al vaso.
-Eso fue… genial- dijo, sonreí para el -¿Dónde demonios aprendiste eso? Espera… ¿De donde eres?-
-¡New York!- grité –Soy Casside-
-¡Robert!- gritó –Eres la primera chica que veo que hace eso- gritó de nuevo -¿Por qué el vaso?- tomé de mi vaso dejando la botella en la mesa.
-Nunca me ha gustado ver a mujeres con botellas de cervezas, es anti política femenina para mi- el rio.
-¿Politica femenina?- asentí -¿De que se trata eso?-
Sonreí –Son cosas que las mujeres deben hacer, ya sabes, como comportarse o lucir… es algo de mi mejor am…- aquí iba de nuevo, la mojigata hablando –Algo viejo- el asintió.
-¿Primer año?- ¿Tenia cara de niña? Asentí –Soy del cuarto- busqué una botella en sus manos, no habia ninguna.
-¿No bebes?- tomé otro trago, el negó.
-Deje la bebida hace mucho- asentí –Ahora me enfrasco en seducir a hermosas damas, como tu por ejemplo-
Reí nerviosamente –Lo siento amigo, tengo novio- el rio lamentándose.
-El no sabrá nada- ambos reimos –Lo lamento, lo lamento… un mal chiste- cargaba un vaso, era una bebida naranja, ¿Refresco? –Y… ¿Cómo es tu novio?-
-¿En serio? No pareces el tipo de chico que va a fiestas a preguntar como es el novio de las chicas aburridas- el rio.
-No vine por obra y gracia mia, en realidad estoy cuidando esto, una apuesta perdida, ya sabes- tome otro trago –Y no eres aburrida…- eso lo dijo seriamente –En serio- habia observado un hoyuelo de Robert aparecer, justo allí, cerca de sus labios. Un hoyuelo que aparecia cuando sonreía, como Harry, ¡Oh por dios Harry! saqué mi celular, tenia dos llamadas perdidas de el, suspiré feliz.
-Lo lamento, novio a la vista- dije apuntando al celular, el me dejó ir y traté de buscar un lugar en donde no hubiera tanto ruido, subí las escaleras, luego al tercer piso, el cuarto y el ultimo, habia gente besándose afuera del pasillo, vi una puerta abierta y entré en esa habitación, cerré mis ojos enseguida, salí rápidamente de ella. Habia una pareja haciéndolo, o ¿era un trio? No llegué a mirar bien. Comencé a llamar a Harry y repicaba una, dos, tres veces. Daba pasos y tocaba puertas aspirando una habitación vacia “Cass” –Oh dios Harry- ¿no escuchaba nada o el hacia silencio? “¿Dónde estas?” -¿En este momento? Bueno, una fiesta de bienvenida. Hay mucha gente y…- encontré el baño, una pareja recién acababa de salir y entré enseguida, cerré la puerta con seguro –Listo, ya escucho bien.- dije –Una fiesta de bienvenida, la universidad es irreal, es increíble lo bien que es- escuché su risa “Me alegra” –Es genial, ¿Por qué no contestabas?- hizo silencio “Estaba en un evento” -¿Evento?- “Algo de publicidad” asentia aunque el no pudiera verme “¿Te encuentras sola?” –Oh no- reí –Vine con mi compañera de cuarto que tiene un amigo gay que tienen otro amigo, algo asi, no ando sola- aunque no los habia visto por un rato -¿Qué tal el concierto?- “Aburrido” -¿Si? Vaya- “El publico estaba desanimado” me senté en la poceta cerrada, ¿Eso que habia en el suelo era un condon? “¿Qué haras mañana?” trataba de escuchar, pero el condon hacia que perdiera mi concentración. Lo dejé ir, bebí otro trago –Supongo que acomodar mis cosas y descansar, ¿Qué tal tu?- bebí otro trago “Lo mismo, ¿estas bebiendo?” miré mi vaso, un trago mas y terminaba –Si- El hizo silencio, sabia que no le gustaba que bebiera “Recuerda que no eres totalmente tolerante a la bebida” –Lo sé, solo he bebido un vaso... conocí a mucha gente hoy, justo hace un momento hablaba con uno de cuarto año que estaba bebiendo refresco de naranja- el rio “Extraño” –Muy extraño, también me llamaron mojigata por usar tu sueter- el volvió a reir “¿Qué respondias?” –Que era el sueter de mi novio, allí me miraban feo, me estas humillando Harry Styles, no volveré a usar esa cosa- el rio fuertemente, yo también reia “Eso me ahorra el trabajo de usar una prenda tuya por equivalencia” –Oh, la prenda que quisiera que usaras es la que cargo en este momento- rio nuevamente “Cass, ¿Qué has averiguado de tu recuerdo olvidado?” suspiré –Sé que papá tiene que ver en esto, pero no sé porque cada vez que trato de recordar me duele tanto la cabeza y me ciega- “Entiendo” –Solo quiero saber cual es la…- y la puerta sonó, estaban tocando fuertemente -¡Ocupado!- grité, estaba escuchando voces de afuera –Bien, como decía…- pero volvían a tocar la puerta, cada vez mas fuerte “Deberias abrir” –No escucharé nada si estoy en el pasillo- el hizo silencio “Podria llamarte cuando llegues a tu habitación” suspiré –Será muy tarde- “¿Regresaras muy tarde?” sabia su tono nada aprobatorio –En realidad solo quiero hablar contigo- sabia que el estaba sonriendo y aunque sonara mojigata, era lo que quería “Habrá mucho tiempo para hablar, lo prometo… ahora ve y disfruta” sonreí –Bien- “Bien” suspiré –Bien- y colgué. Abrí la puerta enseguida y el ruido inundó mi cabeza, habia la espalda de un hombre al frente de mi, una mujer estaba encima de él devorándolo por asi decirlo. Pasé por un lado y los ignoré por completo.
-¿Cassie?- me detuve, voltee esperando ver a alguien que me conociera y al verlo mi piel se erizó, esperaba ver a cualquiera. A Phil, quizás a el chico que miré esta mañana en la entrada el edificio, hasta a Fred, pero no a el. La mujer detuvo sus besos una vez que el la bajó haciendo que ella tocara el piso.
Tragué saliva –Adam- respondí, miré las paredes, estaban sucias, miré el suelo, tenia muchos vasos y liquidos desconocidos, solo me quedaba mirarlo a el –Yo tengo que bajar, sigue con lo que…-
-No espera- y la apartó, la chica estaba ebria, si no lo hubiera estado se hubiera enojado mucho –Que… ¿Qué haces aquí?-
Comencé a jugar con mis dedos –Yo ahora, ahora estudio aquí. Tenia el cupo y no quedé en New York asi que…-
-¡Grandioso!- gritó –Tuve que mirarte dos veces para reconocer que en realidad estabas en California-
-Extraño, desafortunado-
-No- el negó –Grandioso- dijo, miró alrededor -¿Qué tal si hablamos? Podemos salir de esta casa, no hay nada mas que alcohol, drogas y música fuerte- gritó, realmente ya comenzaba a dolerme la cabeza. No sabia si debía ir con el, pero miré a la chica que estaba sentada ahora en el suelo, el no tenia el propósito de perseguirme, asi que no estaría mal una platica, una platica sincera de ex amigos. Lo seguí hasta que bajamos al piso principal, luego pasamos por la entrada y salimos, el cruzaba las calles y volteaba esperando por mi –No queda lejos, hay un parque allí- y podía mirar el parque desde aquí. Lo seguí. –¿Cuándo llegaste?-
-Hoy- tenia los oídos tapados –Tu… ¿estas en el tercero?- me odiaba a mi misma por recordalo. Sonrió asintiendo, el parque estaba completamente solo y tenia todos los juegos intactos -¿Qué hace un parque en medio de unas fraternidades?- pregunté curiosa, me senté en uno de los columpios.
-Es el parte de la fraternidad de al frente, es una fraternidad femenina y “sutil”- hizo las comillas, asentí –Vaya es increíble que estes aquí- rio –Después de todo-
-Nunca pensé que me mudaría- reí también, comencé a columpiarme –Me gusta esta universidad-
-¿Si?- asentí –Genial entonces- el estaba mirándome de pie al frente, yo me columpiaba levemente, miraba sus zapatos. Tipido de Adam, converse -¿Qué tal tu vida?-
-Extraña- lo miré, el miraba directamente a mi cara y cambié la vista, ¿Hacia frio? –Ha habido muchas cosas… Josh volvió hace poco-
-Vaya que genial- el recordaba quien es Josh, por dios Cassie, duraron tres años juntos, obviamente recordaría -¿Tu mamá?-
-Oh, esta realmente contenta… ahora vive aquí- el levantó sus cejas –Te dije que todo ha cambiado-
Ambos hicimos silencio, yo seguí columpiándome lo cual era una buena excusa para no mirarlo –Veo que ha habido cambios- caminó hasta el columpio de al lado y se sentó también –Como tu por ejemplo- lo miré, el columpio seguía moviéndose –Ese dia en New York me di cuenta de eso-
-Me ha crecido el cabello- sonreí. Miraba el pasto y como todo se movia mientras me columpiaba.
El rio –No, cambios como decidida- quería detener el columpio, pero solo lo podía observar cuando pasaba por su lado, poco a poco se iba deteniendo –No se por qué pienso eso- comenzó a reírse solo –Solo te veo mas madura-
-Han pasado dos años Adam, iba a madurar- admití, el columpio ahora se movia muy poco hasta que se detuvo por completo y coloqué mis pies en el suelo –Han pasado muchas cosas, yo también te veo cambiado- sonreí para mi misma, claro que si, ya no era un niño. Ahora era un adulto aventurero –Ahora eres mas… atrevido- el rio fuertemente.
-Tipica palabra de Casside Thompson- yo reí también –Supongo que he disfrutado la vida- lo miré nuevamente, mordia su dedo, el estaba nervioso –Aprendí a disfrutar luego de que rompiéramos- eso me dolió, el se dio cuenta de lo que habia dicho –Yo no quise…-
Me coloqué de pie –Está bien, debo volver a la fiesta y buscar a mis amigos… fue un placer verte Adam-
-Cassie no quise- el se puso de pie también.
-No, tienes razón- el se detuvo –Yo también aprendí a disfrutar, soy feliz ahora- y me alejé, respirando lentamente, ahora era feliz, sin el, sin sufrir, sin ser engañada.
El sonrió –Golpeas bien- dijo apuntando a su miembro, quería golpearme la cabeza fuertemente –Tienes suerte de saber supervivencia aquí, ya sé quien nos puede defender- tenia la cara roja y lo sabia por el calor que sentia en mis mejillas, seria una buena historia para Chleo, se iba a reir mucho. Claro, de mi pena –Rossie no me dijiste que habia llegado tu compañera- Rossie nos miró –Si no, no fuera entrado sin permiso-
Rossie acaricio su cabello alborotado –Todo es mi culpa- luego me miró -¿Qué tal las duchas?- sonreí nerviosamente.
-Terrorificas-
-Si bueno, las chicas nos llevamos una pijama corta para salir de allí, luego nos cambiamos en la habitación- y cruzó sus piernas, tenia unas piernas hermosas, blancas, largas, hermosas. Miró la hora –Deberiamos comenzar a arreglarnos- Fred sonrió, no entendí porque, pero también sonreí. Miré mi celular tirado en mi cama justo como lo habia dejado, no lo iba a mirar, no iba a enviar nada. Debia resistir –Cass por cierto, cada piso tiene una vigilante, se supone que no deben de haber hombres en el pasillo de las mujeres y no deben de haber mujeres en el pasillo de los hombres, eso es para cada piso, es bastante tedioso- y miré a Fred –Conocemos los turnos, ellos siempre vienen, no nos han descubierto-
-Por eso tape tu boca- explicó Fred, no podía sentirme mas apenada –Igual no volveré a entrar sin tocar-
-¿No hay cámaras?- ellos negaron, era fácil entrar y salir entonces, pensé -¿Y que pasa con los que de verdad NO deben estar aquí?- ellos se miraron entre si, luego levantaron y bajaron sus hombros, genial, no pasaba nada. Iba a ser extra cuidadosa con eso.
La vestimenta de Rossie mostraba sus grandes pechos envidiables, usó un top junto con unos jeans pegados a su piel, unos tacones, labial rojo. Lucia bien, bien para una puta pero con clase. Cuando terminé de arreglarme ella silbó, si no supiera que me veía muy de New York no habría puesto esa cara de ‘me veo horrible’ –Solo luces muy, tapada- dijo ella, yo la miré haciéndole saber que no habia nada que podía destapar, de todos modos, no destaparía. No hoy. Moví mi cabeza desordenando mi cabello hasta que era un pequeño desastre agradable, luego maquillaje, natural, labial, lo básico. Rossie parecía la propia chica sureña, maquillaje exhibido, no se veía mal de todas maneras. Ella manejó hasta que llegamos a la fila de autos y la música aun asi se escuchaba, se estacionó y ambas salimos –Reglas, nada de bebidas de otras personas-
-Lo sé- dije –Soy de New York y he ido a mas fiesta que a clases- hace dos años, llevaba dos años sin asistir a una buena fiesta, quizás por eso eran mis nervios. Ella sonrió mirándome, la miré -¿Qué?-
-Pareces una cajita de sorpresas- prosiguió –Te ves adorable por fuera, pero comienzo a pensar que tienes muchas cosas adentro- me hizo reir. En la entrada habia mucha gente bebiendo ya emborrachada de por si, subimos los escalones y la puerta estaba abierta, hombres dirigían la mirada directa a Rossie, yo bajaba la cabeza, agradecia no llamar la atención.
-Chicas… ¡Bienvenidas!- levanté la vista, habia un tipo que parecía demasiado mayor para estas fiestas, ¿30 años quizás? –Como nuestras invitadas, aquí tienen su trago de bienvenida- el trago era verde, Rossie sonrió y lo bebió enseguida, yo solo coloqué mis labios en el vaso e hice como si lo bebiera, luego bajé el trago hasta un lado de mi muslo –Espero que disfruten- y nos dejó pasar, sonreí hacia el y entré, en la entrada debía haber una planta, y como si no conociera las fiestas, habia una justo a un lado de mi, tiré el tragó ahí y le dí el vaso a un tipo que se atravesó entre nosotras, el se marchó con mi vaso. Rossie me hablaba, pero la música era tan alta que no escuchaba, luego se acercó y gritó en mi oído –Iré a buscar a mi novio- y se despidió, bien. Y me quedé allí, observando todo.
-¡Hola!- gritó, voltee y miré a un hombre con unos collares de colores, por su rostro llevaba mas de 10 bebidas o tenia algo de droga encima, sonreí saludando con la mano -¿Primer año?- lo miré –Lo supe porque si te hubiera visto por aquí lo hubiera sabido linda- cerré los ojos, odiaba a los coqueteadores automáticos, los odiaba.
-Genial- dije, me aparté de el dejándolo hablando solo, entré a lo que era la pista de baile y salí de ella inmediatamente, luego entré a lo que era la cocina y busqué un vaso limpio, era una misión casi imposible. Un chico, yo lo habia visto, pero de toda la gente que vi hoy, no sabia de donde. Acepté su vaso, el tenia una bolsa con vasos limpios, luego agarré yo misma una cerveza, arranqué la chapa con los dientes y tiré la cerveza al vaso.
-Eso fue… genial- dijo, sonreí para el -¿Dónde demonios aprendiste eso? Espera… ¿De donde eres?-
-¡New York!- grité –Soy Casside-
-¡Robert!- gritó –Eres la primera chica que veo que hace eso- gritó de nuevo -¿Por qué el vaso?- tomé de mi vaso dejando la botella en la mesa.
-Nunca me ha gustado ver a mujeres con botellas de cervezas, es anti política femenina para mi- el rio.
-¿Politica femenina?- asentí -¿De que se trata eso?-
Sonreí –Son cosas que las mujeres deben hacer, ya sabes, como comportarse o lucir… es algo de mi mejor am…- aquí iba de nuevo, la mojigata hablando –Algo viejo- el asintió.
-¿Primer año?- ¿Tenia cara de niña? Asentí –Soy del cuarto- busqué una botella en sus manos, no habia ninguna.
-¿No bebes?- tomé otro trago, el negó.
-Deje la bebida hace mucho- asentí –Ahora me enfrasco en seducir a hermosas damas, como tu por ejemplo-
Reí nerviosamente –Lo siento amigo, tengo novio- el rio lamentándose.
-El no sabrá nada- ambos reimos –Lo lamento, lo lamento… un mal chiste- cargaba un vaso, era una bebida naranja, ¿Refresco? –Y… ¿Cómo es tu novio?-
-¿En serio? No pareces el tipo de chico que va a fiestas a preguntar como es el novio de las chicas aburridas- el rio.
-No vine por obra y gracia mia, en realidad estoy cuidando esto, una apuesta perdida, ya sabes- tome otro trago –Y no eres aburrida…- eso lo dijo seriamente –En serio- habia observado un hoyuelo de Robert aparecer, justo allí, cerca de sus labios. Un hoyuelo que aparecia cuando sonreía, como Harry, ¡Oh por dios Harry! saqué mi celular, tenia dos llamadas perdidas de el, suspiré feliz.
-Lo lamento, novio a la vista- dije apuntando al celular, el me dejó ir y traté de buscar un lugar en donde no hubiera tanto ruido, subí las escaleras, luego al tercer piso, el cuarto y el ultimo, habia gente besándose afuera del pasillo, vi una puerta abierta y entré en esa habitación, cerré mis ojos enseguida, salí rápidamente de ella. Habia una pareja haciéndolo, o ¿era un trio? No llegué a mirar bien. Comencé a llamar a Harry y repicaba una, dos, tres veces. Daba pasos y tocaba puertas aspirando una habitación vacia “Cass” –Oh dios Harry- ¿no escuchaba nada o el hacia silencio? “¿Dónde estas?” -¿En este momento? Bueno, una fiesta de bienvenida. Hay mucha gente y…- encontré el baño, una pareja recién acababa de salir y entré enseguida, cerré la puerta con seguro –Listo, ya escucho bien.- dije –Una fiesta de bienvenida, la universidad es irreal, es increíble lo bien que es- escuché su risa “Me alegra” –Es genial, ¿Por qué no contestabas?- hizo silencio “Estaba en un evento” -¿Evento?- “Algo de publicidad” asentia aunque el no pudiera verme “¿Te encuentras sola?” –Oh no- reí –Vine con mi compañera de cuarto que tiene un amigo gay que tienen otro amigo, algo asi, no ando sola- aunque no los habia visto por un rato -¿Qué tal el concierto?- “Aburrido” -¿Si? Vaya- “El publico estaba desanimado” me senté en la poceta cerrada, ¿Eso que habia en el suelo era un condon? “¿Qué haras mañana?” trataba de escuchar, pero el condon hacia que perdiera mi concentración. Lo dejé ir, bebí otro trago –Supongo que acomodar mis cosas y descansar, ¿Qué tal tu?- bebí otro trago “Lo mismo, ¿estas bebiendo?” miré mi vaso, un trago mas y terminaba –Si- El hizo silencio, sabia que no le gustaba que bebiera “Recuerda que no eres totalmente tolerante a la bebida” –Lo sé, solo he bebido un vaso... conocí a mucha gente hoy, justo hace un momento hablaba con uno de cuarto año que estaba bebiendo refresco de naranja- el rio “Extraño” –Muy extraño, también me llamaron mojigata por usar tu sueter- el volvió a reir “¿Qué respondias?” –Que era el sueter de mi novio, allí me miraban feo, me estas humillando Harry Styles, no volveré a usar esa cosa- el rio fuertemente, yo también reia “Eso me ahorra el trabajo de usar una prenda tuya por equivalencia” –Oh, la prenda que quisiera que usaras es la que cargo en este momento- rio nuevamente “Cass, ¿Qué has averiguado de tu recuerdo olvidado?” suspiré –Sé que papá tiene que ver en esto, pero no sé porque cada vez que trato de recordar me duele tanto la cabeza y me ciega- “Entiendo” –Solo quiero saber cual es la…- y la puerta sonó, estaban tocando fuertemente -¡Ocupado!- grité, estaba escuchando voces de afuera –Bien, como decía…- pero volvían a tocar la puerta, cada vez mas fuerte “Deberias abrir” –No escucharé nada si estoy en el pasillo- el hizo silencio “Podria llamarte cuando llegues a tu habitación” suspiré –Será muy tarde- “¿Regresaras muy tarde?” sabia su tono nada aprobatorio –En realidad solo quiero hablar contigo- sabia que el estaba sonriendo y aunque sonara mojigata, era lo que quería “Habrá mucho tiempo para hablar, lo prometo… ahora ve y disfruta” sonreí –Bien- “Bien” suspiré –Bien- y colgué. Abrí la puerta enseguida y el ruido inundó mi cabeza, habia la espalda de un hombre al frente de mi, una mujer estaba encima de él devorándolo por asi decirlo. Pasé por un lado y los ignoré por completo.
-¿Cassie?- me detuve, voltee esperando ver a alguien que me conociera y al verlo mi piel se erizó, esperaba ver a cualquiera. A Phil, quizás a el chico que miré esta mañana en la entrada el edificio, hasta a Fred, pero no a el. La mujer detuvo sus besos una vez que el la bajó haciendo que ella tocara el piso.
Tragué saliva –Adam- respondí, miré las paredes, estaban sucias, miré el suelo, tenia muchos vasos y liquidos desconocidos, solo me quedaba mirarlo a el –Yo tengo que bajar, sigue con lo que…-
-No espera- y la apartó, la chica estaba ebria, si no lo hubiera estado se hubiera enojado mucho –Que… ¿Qué haces aquí?-
Comencé a jugar con mis dedos –Yo ahora, ahora estudio aquí. Tenia el cupo y no quedé en New York asi que…-
-¡Grandioso!- gritó –Tuve que mirarte dos veces para reconocer que en realidad estabas en California-
-Extraño, desafortunado-
-No- el negó –Grandioso- dijo, miró alrededor -¿Qué tal si hablamos? Podemos salir de esta casa, no hay nada mas que alcohol, drogas y música fuerte- gritó, realmente ya comenzaba a dolerme la cabeza. No sabia si debía ir con el, pero miré a la chica que estaba sentada ahora en el suelo, el no tenia el propósito de perseguirme, asi que no estaría mal una platica, una platica sincera de ex amigos. Lo seguí hasta que bajamos al piso principal, luego pasamos por la entrada y salimos, el cruzaba las calles y volteaba esperando por mi –No queda lejos, hay un parque allí- y podía mirar el parque desde aquí. Lo seguí. –¿Cuándo llegaste?-
-Hoy- tenia los oídos tapados –Tu… ¿estas en el tercero?- me odiaba a mi misma por recordalo. Sonrió asintiendo, el parque estaba completamente solo y tenia todos los juegos intactos -¿Qué hace un parque en medio de unas fraternidades?- pregunté curiosa, me senté en uno de los columpios.
-Es el parte de la fraternidad de al frente, es una fraternidad femenina y “sutil”- hizo las comillas, asentí –Vaya es increíble que estes aquí- rio –Después de todo-
-Nunca pensé que me mudaría- reí también, comencé a columpiarme –Me gusta esta universidad-
-¿Si?- asentí –Genial entonces- el estaba mirándome de pie al frente, yo me columpiaba levemente, miraba sus zapatos. Tipido de Adam, converse -¿Qué tal tu vida?-
-Extraña- lo miré, el miraba directamente a mi cara y cambié la vista, ¿Hacia frio? –Ha habido muchas cosas… Josh volvió hace poco-
-Vaya que genial- el recordaba quien es Josh, por dios Cassie, duraron tres años juntos, obviamente recordaría -¿Tu mamá?-
-Oh, esta realmente contenta… ahora vive aquí- el levantó sus cejas –Te dije que todo ha cambiado-
Ambos hicimos silencio, yo seguí columpiándome lo cual era una buena excusa para no mirarlo –Veo que ha habido cambios- caminó hasta el columpio de al lado y se sentó también –Como tu por ejemplo- lo miré, el columpio seguía moviéndose –Ese dia en New York me di cuenta de eso-
-Me ha crecido el cabello- sonreí. Miraba el pasto y como todo se movia mientras me columpiaba.
El rio –No, cambios como decidida- quería detener el columpio, pero solo lo podía observar cuando pasaba por su lado, poco a poco se iba deteniendo –No se por qué pienso eso- comenzó a reírse solo –Solo te veo mas madura-
-Han pasado dos años Adam, iba a madurar- admití, el columpio ahora se movia muy poco hasta que se detuvo por completo y coloqué mis pies en el suelo –Han pasado muchas cosas, yo también te veo cambiado- sonreí para mi misma, claro que si, ya no era un niño. Ahora era un adulto aventurero –Ahora eres mas… atrevido- el rio fuertemente.
-Tipica palabra de Casside Thompson- yo reí también –Supongo que he disfrutado la vida- lo miré nuevamente, mordia su dedo, el estaba nervioso –Aprendí a disfrutar luego de que rompiéramos- eso me dolió, el se dio cuenta de lo que habia dicho –Yo no quise…-
Me coloqué de pie –Está bien, debo volver a la fiesta y buscar a mis amigos… fue un placer verte Adam-
-Cassie no quise- el se puso de pie también.
-No, tienes razón- el se detuvo –Yo también aprendí a disfrutar, soy feliz ahora- y me alejé, respirando lentamente, ahora era feliz, sin el, sin sufrir, sin ser engañada.
HappinessOnFire
Re: The 10th Guy ♥ El Décimo Chico.♥ ||Harry Styles||
CAPITULO XXX
No sabia como Rossie podía dormir en esa posición, tenia una pierna elevada en la pared y la otra doblada, su cabeza cayéndose de la cama y todo su cabello en el suelo. Reí para mi misma, fue la primera noche y después de volver de la fiesta no volví a hablar con el, estaba por alguna razón, molesta. Molesta conmigo misma por aceptar hablar con mi ex y que ambos actuáramos asi. Mi estomago gruñía y tenia un fuerte dolor de vientre, hambre y dolor, genial. Me coloqué de pie y fui directo al baño publico, cepillé mis dientes y amarré mi cabello, me habia venido la menstruación, fantástico. Volví a la recamara y me acosté de nuevo en la cama, mi celular estaba vibrando “Buenos días” suspiré –Hola- “¿Todo bien?” –Hm, no me siento bien- hizo silencio –No tengo resaca, me vino el periodo- escuché su suspiro “¿Quieres algo para eso?” –Para desayunar tengo que bajar al comedor, no he comprado comida. No tengo té ni galletas ni nada de eso…- “¿Qué deseas cariño?” reí –Que estuvieras aquí- respondí, miré a Rossie, ella habia cambiado su posición y esperaba que no escuchara esto “¿En serio?” –Si, mucho, ya, te quiero aquí conmigo, no aguanto mas ¿Cuándo es tu próximo dia libre? No importa si pierdo clases, quiero verte- el rio “El periodo te ha transformado” –Dos semanas sin verte cambian a cualquiera- el rio nuevamente, parecía bastante feliz –Muy risueño hoy señor Styles, ¿Amaneciste bien?- “Me levanté bastante temprano” –Hm, casi no tenemos cambio de horario, ¿Entrevista?- “Algo asi” –Hm ya, ¿En que canal lo pasaron? ¿O lo van a pasar? Se que siempre me pierdo tus entrevistas o presentaciones grabadas pero ahora estoy desesperada- el rio nuevamente -¿Y bien?- “Espero por mi entrevistadora” -¿Ah si? Que mal con la gente que llega tarde- “Ella no se siente bien hoy” me detuve por un segundo, me senté en la cama -¿Dónde estas Harry?- “Hay arboles y chicos en shorts, para ser una universidad andan muy liberales” grité, fue mas un chillido de emoción, me levanté enseguida y me pegó en el vientre “¿Te encuentras bien?” –Si, ahora, ¿Dónde estas?- “Hay una cafetería cerca del auto” –Oh si, el mejor café- “Ah?” –Estaré allí- buscaba mis botas, iría en pijamas, solo era un short y camisa larga “Cerca de esa cafetería hay una farmacia, ¿Qué tal si me indicas donde vives y te llevo el desayuno junto con medicamentos para el dolor? ¿Tienes toallas? ¿Tampones?” suspiré –No, no se permiten hombres aquí- me dolia mucho el vientre.
-¿En serio le estas diciendo que no a tu novio porque no permiten hombres?- voltee rápidamente para ver a Rossie mirándome aun acostada en su cama, sostenia su cabeza con su mano y tenia una ceja levantada –Casside, tráelo, yo iré con mi novio- y se puso de pie, bostezó -¡Buenos días!- dijo –Hoy no trabajan los vigilantes- y salió de la habitación con su paño.
-Bien, vivo en el edificio 53, al ala oeste, habitación 25- escuché de nuevo su risa –Trae todo lo que puedas de desayuno…- “Bien, pastillas femeninas y… ¿Tampones?” sentia mi cara roja, nunca nadie habia comprado tampones o toallas femeninas para mi, revisé mi maleta y efectivamente, solo quedaban dos tampones –Trae toallas femeninas y tampones- era algo penoso, pero por su voz, era normal “Bien cariño” y colgó. Como arte de magia mi humor habia cambiado, estaba emocionada, tenia dos semanas sin verlo y mi cabello era un desastre. Lo desenredé haciendo que se esponjara, lo amarré en una cola alta, Rossie entró.
-Asi que viene tu novio-
-¡Dios si!- comencé a acomodar mi cama, la cama de Rossie era un desastre y por su fachada, ella no iba a arreglarlo, lo dejé pasar –Tengo dos semanas sin verlo- ella volteo.
-Eso es impresionante, ahora entiendo por qué estabas actuando asi- sonrió, buscó su billetera y las llaves de su auto –Avisame cuando se vaya, si se queda durmiendo, avísame también- me tiró un beso –Estaré con mi novio- yo sonreí de vuelta, hasta agarré el beso y lo puse en mi mejilla. Ella sonrió al ver eso. Me senté en la cama a esperar, sobaba mi vientre, dolia demasiado. Eso era lo malo de no tener un ciclo menstrual normal, duraban meses sin venirme y cuando venía, venía con todo. Cerré los ojos tratando de canalizar mi energia, sacando el dolor, atrayendo la felicidad. La puerta sonó y la miré por un segundo, miré mi celular y no habian pasado ni 20 minutos desde que Harry llamó, el no podía estar aquí tan rápido.
-¿Quién?- pregunté.
-¿Casside Thompson?- era su voz, la reconocia y me ponía histérica. Apreté uno de mis puños, no, no quería verlo.
-Largo Adam- no volvió a tocar, luego habló.
-Casside abre por favor-
-Te dije que largo, no quiero verte ni hablar contigo, he tenido suficiente- estaba aun sentada en la cama.
-Casside, por favor, yo… quiero disculparme por lo que dije, en realidad por como he actuado, ¿Nisiquiera me disculpé por lo que hice cierto?-
-¿De que sirve disculparse? Si no lo sientes- comencé a caminar hasta la puerta, me coloqué detrás de ella –Ahora ambos estamos bien con nuestras vidas-
-Pero te perdí- dijo, cerré los ojos y los dejé cerrados, el vientre ardia de dolor, eso mas esto de Adam, mas la felicidad de Harry. Sentia mi cabeza arder también –Cassie abre-
-Largo- mi voz sonaba débil, débil como mi cuerpo, débil como mi mente. Pegué la cabeza a la puerta, ahora dolia también, sentia muchas cosas sin tener un cuerpo resistente –Vete-
-¿Por qué tu voz suena asi? ¿Estas bien?-
-Dios santo… ¡Largate! ¡No quiero verte nunca!- grité, mi aliento se marchó y con el grito un tiron en mi vientre hizo que me sentara en el suelo, un pinchazo en mi cabeza hizo que cerrara los ojos. Habia silencio afuera de la habitación hasta que escuché pasos, se acercaban “¿Tu qué haces aquí?” abrí los ojos, Harry, Harry.
-¿Tu quien eres?- dijo Adam, tenia una actitud negativa, negativa como que no ha obtenido lo que quería. Me levanté –Vengo a ver a Casside, ¿Eres amigo de ella?-
-Mi novio- dije, la puerta estaba abierta y yo apoyada del umbral. Ambos me miraron.
-Cass- dijo Harry, corrió hacia mi y me apoyé de el –No sabia que estabas tan mal-
Reí –Estoy mejor ahora- el estaba tan cerca, olia tan bien. Adam nos miraba fijamente, no estaba molesto, solo sorprendido. Lo conocía lo suficiente para diferenciar eso, lo miré molesta –No vuelvas a venir aquí, basta- dije, la voz sonó tan dura que sentí a Harry mirarme también, miré la bolsa que cargaba y su puño estaba cerrado completamente, aunque su cara era de indiferencia, actuación. Un maestro en eso.
-Bien, disculpa la molestia- bajó su cabeza y caminó hasta el final del pasillo. Suspiré.
-¿Cómo es que estas aquí?- pregunté, lo abracé feliz de tenerlo a mi lado, porque el era mio mio mio, mi novio. El estaba aquí, lo habia extrañado tanto.
-Tomé un vuelo temprano, tenia este dia libre- sonreí -¿Cómo es que él está aquí?- señaló la puerta del pasillo, la que quedaba bastante alejada.
-No tengo ni la menor idea- dejé que me soltara –Pasa- ambos entramos.
-No Cass, digo, ¿El estudia aquí?-
Asentí –Bastante desalentador- no le dí importancia, no le daba importancia para que el no le diera importancia, lo cual era lo contrario.
-Y ¿como es que sabe donde queda tu habitación? ¿Cómo sabe que estas aquí?-
-Harry no- lo toqué, sostuvo mi mano –Anoche en la fiesta, el tipo que tocaba como un animal la puerta era el, no lo habia reconocido hasta que el me reconoció y…- sincérate –El dijo que hablaramos, yo dudé pero dije que no tenia nada que perder porque ambos ya habíamos hecho nuestra vida, asi que hablamos- el me miraba atento –Y terminó todo mal, es es un completo miserable y me enojé de nuevo, regresé a la fiesta y…-
-Anoche no llamaste-
-Lo sé, lamento eso, olvidé llamar, llegué cansada a dormir- el asintió –Y luego estaba esperando a que llegaras y tocó la puerta y supongo que supo donde vivía por conocidos o algo, yo nunca le dije donde vivía, y vino pidiendo perdón- tragué saliva –Lamento haber hablado con el- el tardó, realmente tardó en negar con la cabeza y en halarme hacia el para abrazarme.
-Está bien- sonrió –Ahora estamos juntos y tu tienes un dolor menstrual que solucionar- levantó la bolsa, cogí la bolsa y habian todo tipo de pastillas –Traje las pastillas que toma mi mamá y Gemma, no sé cuales te servían a ti asi que traje todas- lo miré, sonreí por lo bajo –Tambien traje diferentes marcas de toallas y tampones- el tenia otra bolsa, bolsa con comida –Y hotcakes, helado, galletas, café para mi, té para ti- sonrió –Pensé que…- me acerqué a el y lo besé, extrañaba besarlo. Fue un beso suave que se volvió frenético y desesperante, tenia mis manos en su pecho y el inmediatamente agarró mi trasero atrayéndome mas a el, subí mis manos a su cabello por detrás y lo agarré, el gruño sin dejar de besarme, sentia su lengua sobre la mia y quería que estuviéramos mas y mas cerca. El se sentó el la cama y me senté encima sobre el, cargaba un short que para su ventaja era muy corto y no tapaba nada de mis piernas. Seguí besándolo cada vez mas hasta quedar sin aliento luego ambos nos apartamos y tomamos una fuerte respiración –Esto es mejor que el café- sonreí.
-Tu eres el mejor novio del mundo- besé de nuevo sus labios, esta vez apenas tocandolo –Y te extrañé muchísimo-
-Lo sé- el miraba mis labios –No es como si tu saludo principal sean besos devoradores perfectos- ambos reimos –Pero primero toma la pastilla, podremos desayunar y… ¿Por qué demonios tienes que tener el periodo cuando vengo a visitarte?- no pude evitar reirme a carcajadas, hasta eché la cabeza hacia atrás, no podía parar de reir. Lo habia dicho tan serio, era un buen punto, una desventaja para ambos. Cuando logré dejar de reirme el solo tenia una sonrisa tonta en su cara –Eres hermosa- dijo, bajé la mirada –En serio es increíble, eres tan hermosa-
-Soy normal- dije poniéndome de pie, el me sostuvo allí, sin dejarme ir. Lo miré de nuevo.
-No, eres muy hermosa. Me gusta tu risa, es lo que mas extraño porque arrugas tu nariz cuando ries y te ves tan hermosa- aparté la mirada -Vamos a comer- y me colocó de pie.
El estaba sentado a mi lado sobre el colchón, mi comida habia estado lo suficientemente deliciosa como para habérmela terminado toda, el té aun seguía caliente y la pastilla habia hecho un efecto eficaz evitando la mitad del dolor, la otra mitad seguía allí. El me contaba sobre el evento de la noche anterior, siempre que el hablaba lo miraba, el estaba enamorado de su carrera y de toda la gente que conocía, era tan interesante. Recogí los desperdicios y lo tiré por la canal de basura del pasillo, regresé a la habitación, el se habia acostado en mi cama –Debes de estar cansado- dije.
-Solo tengo un poco de sueño, estoy bien- dio pequeños golpes al espacio sobrante de mi cama, que era muy estrecho –Ven- y temia ese ven, un temor emocionante y excitante. Comencé a subirme a su lado y no evitaba para nada tocarlo, nunca dejé de mirar sus ojos y la forma en la que se desviaban a mi cuerpo y regresaban a mis ojos, no me perdia nada de eso. Me tiré a su lado, nuestros brazos a un lado del otro, cerré los ojos, era tentador y alientador, agotador. Duramos un rato en silencio y sin movernos, si nos movíamos alguno de nosotros caería, el por estar en la orilla de la cama y yo por estar a la orilla de la desesperación por no besarlo. Miraba el techo, era blanco, no habia nada que contar. –Suficiente- y se levantó colocándose encima de mi, pegando su cuerpo junto al mio, usando sus codos para sostener su pecho y no aplastarme y cogiendo mi cara, inmovilizándola. Me miró mientras bajaba a tocar mis labios, temblaba de la emoción. Me besó, era lento y agobiador, lento y dulce, lento. Coloqué mis manos en su abdomen evitando su camisa, lo sentí reírse, luego comenzó a besarme mas fuerte, cada vez mas fuerte y mas rápido. Subia mis manos buscando sus pectorales y sentí su mano encima de mi seno, solté sus labios para suspirar. El se fue directo a mi mandibula, luego a mi cuello. Su cabello arrastrándose mientras dejaba su saliva encima de mi, levantó mi camisa y sentia sus manos sobre mi. Era todo sentido, nada visión. Lo sentí moverse de arriba abajo una vez, luego otra, dios ¿Qué estaba haciendo? No podíamos hacerlo, no con la menstruación. Mis piernas rodeaban sus caderas y lo sentia duro contra mi, pero no podía. Bajé una de mis manos hasta su pantalón y su respiración falló –Cass no creo-
-Shh- dije en su oído, el me miraba fijamente preguntándose que planeaba, bien no planeaba nada. Besé su cuello y alejé su camisa de allí, la dejé caer al suelo. Sentia que todo se derrumbaba, cualquier sentido, cualquier cosa que sabia o que planeaba o que quería dejaba de existir, esto era el ahora y el ahora era Harry y yo. Yo estaba aquí para el, era completa y absolutamente de el, por ahora, todo era un mientras tanto.
Ambos recuperábamos el aliento uno al lado del otro. Nuestra piel tocándose, mi camisa seguía allí, mucho mas arriba de lo debido. La bajé acomodándola –Eso fue irreal- sonreí aun respirando fuertemente, no hablamos por un momento -¿Cómo te sientes?-
-Fantastica-
El rio –No sobre eso, sobre tu vientre- lo miré de reojo.
-No duele tanto-
-Bien- y se volvió a acostar. Nuestras respiraciones se calmaron y seguía mirando el techo, aunque mi mente no estaba allí, realmente no pensaba en nada. Voltee para mirarlo y el estaba dormido, no sabia cuanto tiempo habia pasado, pero el se habia quedado dormido. Su respiración leve y sus rasgos perfectos, sus pestañas. Me preguntaba que sentia el por mi, que tanto, que tanto me quería.
-Quiero amarte- dije, como si pudiera oírme, quería amarlo, ser capaz de decir mas de un Te Adoro, yo lo quería tanto, pero no sabia si lo amaba, no aun. Eso me desesperaba.
-Hazlo- movió sus labios.
-¿En serio le estas diciendo que no a tu novio porque no permiten hombres?- voltee rápidamente para ver a Rossie mirándome aun acostada en su cama, sostenia su cabeza con su mano y tenia una ceja levantada –Casside, tráelo, yo iré con mi novio- y se puso de pie, bostezó -¡Buenos días!- dijo –Hoy no trabajan los vigilantes- y salió de la habitación con su paño.
-Bien, vivo en el edificio 53, al ala oeste, habitación 25- escuché de nuevo su risa –Trae todo lo que puedas de desayuno…- “Bien, pastillas femeninas y… ¿Tampones?” sentia mi cara roja, nunca nadie habia comprado tampones o toallas femeninas para mi, revisé mi maleta y efectivamente, solo quedaban dos tampones –Trae toallas femeninas y tampones- era algo penoso, pero por su voz, era normal “Bien cariño” y colgó. Como arte de magia mi humor habia cambiado, estaba emocionada, tenia dos semanas sin verlo y mi cabello era un desastre. Lo desenredé haciendo que se esponjara, lo amarré en una cola alta, Rossie entró.
-Asi que viene tu novio-
-¡Dios si!- comencé a acomodar mi cama, la cama de Rossie era un desastre y por su fachada, ella no iba a arreglarlo, lo dejé pasar –Tengo dos semanas sin verlo- ella volteo.
-Eso es impresionante, ahora entiendo por qué estabas actuando asi- sonrió, buscó su billetera y las llaves de su auto –Avisame cuando se vaya, si se queda durmiendo, avísame también- me tiró un beso –Estaré con mi novio- yo sonreí de vuelta, hasta agarré el beso y lo puse en mi mejilla. Ella sonrió al ver eso. Me senté en la cama a esperar, sobaba mi vientre, dolia demasiado. Eso era lo malo de no tener un ciclo menstrual normal, duraban meses sin venirme y cuando venía, venía con todo. Cerré los ojos tratando de canalizar mi energia, sacando el dolor, atrayendo la felicidad. La puerta sonó y la miré por un segundo, miré mi celular y no habian pasado ni 20 minutos desde que Harry llamó, el no podía estar aquí tan rápido.
-¿Quién?- pregunté.
-¿Casside Thompson?- era su voz, la reconocia y me ponía histérica. Apreté uno de mis puños, no, no quería verlo.
-Largo Adam- no volvió a tocar, luego habló.
-Casside abre por favor-
-Te dije que largo, no quiero verte ni hablar contigo, he tenido suficiente- estaba aun sentada en la cama.
-Casside, por favor, yo… quiero disculparme por lo que dije, en realidad por como he actuado, ¿Nisiquiera me disculpé por lo que hice cierto?-
-¿De que sirve disculparse? Si no lo sientes- comencé a caminar hasta la puerta, me coloqué detrás de ella –Ahora ambos estamos bien con nuestras vidas-
-Pero te perdí- dijo, cerré los ojos y los dejé cerrados, el vientre ardia de dolor, eso mas esto de Adam, mas la felicidad de Harry. Sentia mi cabeza arder también –Cassie abre-
-Largo- mi voz sonaba débil, débil como mi cuerpo, débil como mi mente. Pegué la cabeza a la puerta, ahora dolia también, sentia muchas cosas sin tener un cuerpo resistente –Vete-
-¿Por qué tu voz suena asi? ¿Estas bien?-
-Dios santo… ¡Largate! ¡No quiero verte nunca!- grité, mi aliento se marchó y con el grito un tiron en mi vientre hizo que me sentara en el suelo, un pinchazo en mi cabeza hizo que cerrara los ojos. Habia silencio afuera de la habitación hasta que escuché pasos, se acercaban “¿Tu qué haces aquí?” abrí los ojos, Harry, Harry.
-¿Tu quien eres?- dijo Adam, tenia una actitud negativa, negativa como que no ha obtenido lo que quería. Me levanté –Vengo a ver a Casside, ¿Eres amigo de ella?-
-Mi novio- dije, la puerta estaba abierta y yo apoyada del umbral. Ambos me miraron.
-Cass- dijo Harry, corrió hacia mi y me apoyé de el –No sabia que estabas tan mal-
Reí –Estoy mejor ahora- el estaba tan cerca, olia tan bien. Adam nos miraba fijamente, no estaba molesto, solo sorprendido. Lo conocía lo suficiente para diferenciar eso, lo miré molesta –No vuelvas a venir aquí, basta- dije, la voz sonó tan dura que sentí a Harry mirarme también, miré la bolsa que cargaba y su puño estaba cerrado completamente, aunque su cara era de indiferencia, actuación. Un maestro en eso.
-Bien, disculpa la molestia- bajó su cabeza y caminó hasta el final del pasillo. Suspiré.
-¿Cómo es que estas aquí?- pregunté, lo abracé feliz de tenerlo a mi lado, porque el era mio mio mio, mi novio. El estaba aquí, lo habia extrañado tanto.
-Tomé un vuelo temprano, tenia este dia libre- sonreí -¿Cómo es que él está aquí?- señaló la puerta del pasillo, la que quedaba bastante alejada.
-No tengo ni la menor idea- dejé que me soltara –Pasa- ambos entramos.
-No Cass, digo, ¿El estudia aquí?-
Asentí –Bastante desalentador- no le dí importancia, no le daba importancia para que el no le diera importancia, lo cual era lo contrario.
-Y ¿como es que sabe donde queda tu habitación? ¿Cómo sabe que estas aquí?-
-Harry no- lo toqué, sostuvo mi mano –Anoche en la fiesta, el tipo que tocaba como un animal la puerta era el, no lo habia reconocido hasta que el me reconoció y…- sincérate –El dijo que hablaramos, yo dudé pero dije que no tenia nada que perder porque ambos ya habíamos hecho nuestra vida, asi que hablamos- el me miraba atento –Y terminó todo mal, es es un completo miserable y me enojé de nuevo, regresé a la fiesta y…-
-Anoche no llamaste-
-Lo sé, lamento eso, olvidé llamar, llegué cansada a dormir- el asintió –Y luego estaba esperando a que llegaras y tocó la puerta y supongo que supo donde vivía por conocidos o algo, yo nunca le dije donde vivía, y vino pidiendo perdón- tragué saliva –Lamento haber hablado con el- el tardó, realmente tardó en negar con la cabeza y en halarme hacia el para abrazarme.
-Está bien- sonrió –Ahora estamos juntos y tu tienes un dolor menstrual que solucionar- levantó la bolsa, cogí la bolsa y habian todo tipo de pastillas –Traje las pastillas que toma mi mamá y Gemma, no sé cuales te servían a ti asi que traje todas- lo miré, sonreí por lo bajo –Tambien traje diferentes marcas de toallas y tampones- el tenia otra bolsa, bolsa con comida –Y hotcakes, helado, galletas, café para mi, té para ti- sonrió –Pensé que…- me acerqué a el y lo besé, extrañaba besarlo. Fue un beso suave que se volvió frenético y desesperante, tenia mis manos en su pecho y el inmediatamente agarró mi trasero atrayéndome mas a el, subí mis manos a su cabello por detrás y lo agarré, el gruño sin dejar de besarme, sentia su lengua sobre la mia y quería que estuviéramos mas y mas cerca. El se sentó el la cama y me senté encima sobre el, cargaba un short que para su ventaja era muy corto y no tapaba nada de mis piernas. Seguí besándolo cada vez mas hasta quedar sin aliento luego ambos nos apartamos y tomamos una fuerte respiración –Esto es mejor que el café- sonreí.
-Tu eres el mejor novio del mundo- besé de nuevo sus labios, esta vez apenas tocandolo –Y te extrañé muchísimo-
-Lo sé- el miraba mis labios –No es como si tu saludo principal sean besos devoradores perfectos- ambos reimos –Pero primero toma la pastilla, podremos desayunar y… ¿Por qué demonios tienes que tener el periodo cuando vengo a visitarte?- no pude evitar reirme a carcajadas, hasta eché la cabeza hacia atrás, no podía parar de reir. Lo habia dicho tan serio, era un buen punto, una desventaja para ambos. Cuando logré dejar de reirme el solo tenia una sonrisa tonta en su cara –Eres hermosa- dijo, bajé la mirada –En serio es increíble, eres tan hermosa-
-Soy normal- dije poniéndome de pie, el me sostuvo allí, sin dejarme ir. Lo miré de nuevo.
-No, eres muy hermosa. Me gusta tu risa, es lo que mas extraño porque arrugas tu nariz cuando ries y te ves tan hermosa- aparté la mirada -Vamos a comer- y me colocó de pie.
El estaba sentado a mi lado sobre el colchón, mi comida habia estado lo suficientemente deliciosa como para habérmela terminado toda, el té aun seguía caliente y la pastilla habia hecho un efecto eficaz evitando la mitad del dolor, la otra mitad seguía allí. El me contaba sobre el evento de la noche anterior, siempre que el hablaba lo miraba, el estaba enamorado de su carrera y de toda la gente que conocía, era tan interesante. Recogí los desperdicios y lo tiré por la canal de basura del pasillo, regresé a la habitación, el se habia acostado en mi cama –Debes de estar cansado- dije.
-Solo tengo un poco de sueño, estoy bien- dio pequeños golpes al espacio sobrante de mi cama, que era muy estrecho –Ven- y temia ese ven, un temor emocionante y excitante. Comencé a subirme a su lado y no evitaba para nada tocarlo, nunca dejé de mirar sus ojos y la forma en la que se desviaban a mi cuerpo y regresaban a mis ojos, no me perdia nada de eso. Me tiré a su lado, nuestros brazos a un lado del otro, cerré los ojos, era tentador y alientador, agotador. Duramos un rato en silencio y sin movernos, si nos movíamos alguno de nosotros caería, el por estar en la orilla de la cama y yo por estar a la orilla de la desesperación por no besarlo. Miraba el techo, era blanco, no habia nada que contar. –Suficiente- y se levantó colocándose encima de mi, pegando su cuerpo junto al mio, usando sus codos para sostener su pecho y no aplastarme y cogiendo mi cara, inmovilizándola. Me miró mientras bajaba a tocar mis labios, temblaba de la emoción. Me besó, era lento y agobiador, lento y dulce, lento. Coloqué mis manos en su abdomen evitando su camisa, lo sentí reírse, luego comenzó a besarme mas fuerte, cada vez mas fuerte y mas rápido. Subia mis manos buscando sus pectorales y sentí su mano encima de mi seno, solté sus labios para suspirar. El se fue directo a mi mandibula, luego a mi cuello. Su cabello arrastrándose mientras dejaba su saliva encima de mi, levantó mi camisa y sentia sus manos sobre mi. Era todo sentido, nada visión. Lo sentí moverse de arriba abajo una vez, luego otra, dios ¿Qué estaba haciendo? No podíamos hacerlo, no con la menstruación. Mis piernas rodeaban sus caderas y lo sentia duro contra mi, pero no podía. Bajé una de mis manos hasta su pantalón y su respiración falló –Cass no creo-
-Shh- dije en su oído, el me miraba fijamente preguntándose que planeaba, bien no planeaba nada. Besé su cuello y alejé su camisa de allí, la dejé caer al suelo. Sentia que todo se derrumbaba, cualquier sentido, cualquier cosa que sabia o que planeaba o que quería dejaba de existir, esto era el ahora y el ahora era Harry y yo. Yo estaba aquí para el, era completa y absolutamente de el, por ahora, todo era un mientras tanto.
Ambos recuperábamos el aliento uno al lado del otro. Nuestra piel tocándose, mi camisa seguía allí, mucho mas arriba de lo debido. La bajé acomodándola –Eso fue irreal- sonreí aun respirando fuertemente, no hablamos por un momento -¿Cómo te sientes?-
-Fantastica-
El rio –No sobre eso, sobre tu vientre- lo miré de reojo.
-No duele tanto-
-Bien- y se volvió a acostar. Nuestras respiraciones se calmaron y seguía mirando el techo, aunque mi mente no estaba allí, realmente no pensaba en nada. Voltee para mirarlo y el estaba dormido, no sabia cuanto tiempo habia pasado, pero el se habia quedado dormido. Su respiración leve y sus rasgos perfectos, sus pestañas. Me preguntaba que sentia el por mi, que tanto, que tanto me quería.
-Quiero amarte- dije, como si pudiera oírme, quería amarlo, ser capaz de decir mas de un Te Adoro, yo lo quería tanto, pero no sabia si lo amaba, no aun. Eso me desesperaba.
-Hazlo- movió sus labios.
HappinessOnFire
Re: The 10th Guy ♥ El Décimo Chico.♥ ||Harry Styles||
CAPITULO XXXII
Mientras que el subia su pecho no podía prestarle atención a la película que deberíamos estar viendo con mi laptop, o yo no la estaba viendo, solo le prestaba atención a ese movimiento que el producia mientras respiraba –Presta atención- dijo, voltee a ver la pantalla de nuevo, el rio, yo comencé a reir muy bajo -¿Tu compañera de cuarto no va a venir?- negué -¿Asi que estaremos solos hasta que…?-
-Hasta mañana cuando me dejes en clases- no lo miré, era una broma.
-Ok- y voltee para mirarlo -¿Qué?-
-Estaba bromeando-
-Si quieres que te lleve a tu primera clase, cariño, lo haré-
-No, no es necesario-
-¿No?- negué –Ya me habias emocionado- reí.
-Si quieres tener a chicas acosandote y acosándome…- me apunté a mi misma –Porque ven que su ídolo deja a su novia en clases y la novia de su ídolo vive aquí y que tu puedes estar viniendo y salien…-
-Ya entendí Cass- sonreí –¿Tienes hambre?- miré la ventana, llevábamos horas aquí. El dolor de vientre habia desaparecido, aun asi, no quería salir. Negué –Yo si-
-Puedo ir a comprar algo- me senté bien sobre la cama.
-Podemos ir a comer algo- dijo colocándose de pie.
-No me he duchado- se acercó y olió mi cuello, eso me dio cosquillas –Hueles bien, vamos-
-Harry- volteo a mirarme –Pueden verte-
-¿Y?-
-Y yo vivo aquí-
-Lo sé- se sentó de nuevo en la cama –Si tienes tanto miedo a los fans, puedo conseguir un guarda espaldas que…-
-Mejor vayamos a comer- y me coloqué de pie, luego lo miré, el sonreía sentado en la cama –Vamos vamos idiota- insistí.
El auto arrancó rápido mientras ajustaba un poco de maquillaje a mi cara palida con el espejo de mi polvo –No es necesario-
-Oh si, tengo ojeras y granos y la cara completamente blanca… me veo enferma- el rio, paré de echar bronceador en polvo para mirar el auto, completamente cuidado, un poco sucio de papeles de dulces -¿Dónde alquilaste el auto?-
El negó –No es alquilado, es mio- y bajé todo, estaba en su verdadero auto, por primera vez. Sonreí para que el viera que me encantaba la idea –Puedes revisar, te estoy viendo las ganas- lo miré riendo.
-No lo haré- el colocó su mano en mi pierna, subí de nuevo el maquillaje, tratando de mantener la calma mientras que el jugaba con mi piel.
Este era sin duda el mejor hotdog que habia comido en mi vida, y que conste que soy de New York, la ciudad de los hotdogs. Las caras que ambos colocábamos hacia que riera y se me hiciera difícil tragar sin un trago de refresco –Creo que dijiste que no tenias hambre- terminé mi comida primero que el, impresionante.
-Estaba asombrosamente delicioso- el masticó el ultimo bocado y su cara se puso seria, bebia lo ultimo de mi refresco y voltee a la dirección que el miraba. Habian dos chicas juntas sonriéndole, ¿Fans? ¿Tan rápido? Enderecé mi espalda “¡Harry!” dijo una de ellas, era rubia, alta, bonita. Seguí bebiendo de mi resfresco aunque no quedara nada, el se colocó de pie.
-Hola- dijo, la chica besó su mejilla y traté de mirar otra cosa, la otra chica estaba a mi lado de espectadora –Sorpresivo…-
-No tanto, la ultima vez que nos vimos comimos aquí- respondió ella. Ambos rieron, ¿Asi de cercanos eran? ¿Cuántas veces habian salido juntos? Ella me miró –Tu eres la nueva- me apuntó y saqué el pitillo de mis labios.
-Jessica ella es Casside, mi novia- Jessica, Jessica, su amiga. Me coloqué de pie y mi estatura era mas baja que ella, mucho mas baja. Ella era de la misma estatura de el, ella besó mi mejilla y quería limpiarme, no lo hice, no ahora.
-Un placer- dije observando a Harry.
-¿Cuándo llegaste a California?- preguntó ella ignorándome por completo, chica greñida testaruda.
-Esta mañana, mañana volveré al tour, vine a verla- y me apuntó a mi, la chica me miró de reojo y volvió a lo suyo.
-Oh… espero que cuando termine el tour salgamos a festejar, como siempre- ella agarró su brazo, bien, era suficiente.
-Iré a pagar lo que consumimos- agarré mi cartera y salí de allí.
-No espera cariño, yo pago- y me detuve.
-Yo iré, no hay problema, conversen ustedes dos- sonreí hacia ella, sonreí porque la veía arrastrándola por una canal de aguas negras. El dudó, pero la chica aun necesitaba hablar con el, aun después de todo. Caminé hasta que pagué por la comida y salí del restaurant haciendo que la brisa sureña tocara todo en mi. Me senté en un banco que habia al lado de la puerta, debía esperar por el. “Tu eres la nueva” apreté mi puño, la nueva de muchas al parecer. Control Cass, tu bien sabes que no eres la primera, ni la ultima. Me preguntaba a cuantas mujeres el habia traido aquí. Miré el auto, ¿Cuántas chicas se han subido al auto? Escuché la puerta y luego próximos pasos hacia mi, mantuve la vista al auto que estaba al frente.
-¿Qué tal si damos un paseo?- lo miré, asentí débilmente y comencé a caminar sin esperarlo, el abrió el auto y entre en el. Mientras que el manejaba ninguna palabra fue dicha, miré la ventana y me asombraba ver cosas que no conocía. Era mi primera salida aquí, no habian tantas luces, estaba cerca del mar. Él se detuvo en un estacionamiento proporcionalmente vacío, las luces acababan en él y se daba camino a la playa, oscura, con poca luna resplandeciente. Ambos nos quedamos en nuestros asientos y miré al frente, al mar –Bien ¿Qué ocurre?- suspiré.
Lamí mis labios porque estaban secos, tenia que canalizar mi mente –Esa chica-
-Amiga de un amigo… nos conocimos en una fiesta y salimos varios días, es agradable-
-Se veía asi- dije, no de la manera agradable que el pretendía que sonara –No pasa nada, solo no me gustó verla allí y que hablara asi o te tocara asi-
-Bien, a mi no me gustó ver a Adam esta mañana en la puerta de tu habitación, nisiquiera me agradó verlo en la universidad- lo miré. El hizo silencio. Ambos estábamos tan bien sentados en nuestros asientos con tanto silencio que apestaba –Me gusta venir aquí de noche…- lo miré, el observaba la playa -…Cuando estoy en california, supongo que nadie sabe eso porque no le he dicho a nadie- rio muy poco –Y vengo a pensar, solo. A veces me pierdo cuando ocurren muchas cosas…- el movia su mano explicando -…Y estoy solo-
Agarré su brazo, el me miró –Estoy aquí para ti- asentí –Aunque a veces sea una perra celosa- el rio fuertemente –A veces no me acostumbro que tengo que compartirte, mucho-
-No- el negó –Tienes que compartir mi parte falsa, muy pocos me han visto como tu me conoces- sonrió –Vamos- y abrió la puerta de su lado, yo sonreí mientras abria la mia. Cargaba mis converses negros y la misma camisa de esta mañana, unos shorts en jeans. Bastante corriente -¡Apurate!- gritó, el ya habia tocado la arena. Mis zapatos desaparecieron y mis dedos tocaron la arena, caminé hacia el. El se tiró en la arena al frente del mar y miraba al frente, dio golpesitos al espacio al lado de el, miré toda la playa y no habia absolutamente nadie, me senté allí. Abracé mis piernas y miré lo que el miraba, el mar. El ruido del choque de las olas era tan tranquilo, no habia nadie hablando, no habia ruidos, no habia civilización. Duramos en silencio por lo que habia sido un buen rato, solo miraba el mar –Me gusta ese lunar que tienes allí- y me tocó, lo miré y el solo habia estado mirándome. Reí nerviosa.
-Gracias- y luego miré la arena, solo me avergonzaba saber que el me estaba mirando.
-¿Vas a hablarme sobre Adam?- lo miré enseguida, el solo observaba ahora la arena. Coloqué mis dedos en un monton de arena que estaba entre mis piernas, comencé a verla caer, la recogia, la volvia a dejar caer. ¿Cómo un grano tan pequeño podía ser tan significante?
Suspiré –El es mi primer novio… Lo conocí el primer dia de clases, el estaba con su grupo de amigos de futbol, dos años mayor que yo. Yo estaba tan alumbrada con el, todas hablaban de el, yo no era una niña que salía de casa, nunca, nunca habia sido asi. Yo solia jugar en casa, y dibujar, siempre me ha gustado dibujar y cuando me dí cuenta mi pasatiempo favorito se habia convertido en mirarlo y pensar en el. El no me prestaba gran atención…- Harry seguía mirando las olas del mar -…Fui a una fiesta y sabia que no debí haber ido y yo realmente me arreglé- reí irónicamente –Me puse un vestido y todos me miraban, me sentia tan grande. Hasta llame su atención y dentro de poco comenzamos a salir, fue un amor rápido, veloz realmente. Oh por lo menos para mi lo era…-
-¿Asi que nunca antes habias salido? Digo, de fiesta, de tu casa…-
Reí –Harry, de toda la historia ¿Eso fue lo que te quedó?- el sonrió levemente –Si amor, realmente no me gustaba salir- lo miré, el aun no me observaba, suspiré nuevamente –El me transformó y estaba completamente enamorada. Hace mas de dos años yo estaba realmente feliz por su graduación, el habia quedado en la Universidad de California y aunque quedaba tan lejos, tenia esperanzas. El prometio amarme y esperarme hasta que se le presentó nuevamente gente, nuevas chicas y el se distrajo, dijo que habia sido solo esa vez y yo le creí, hasta que lo volvió a hacer- sabia que el me miraba, la arena se habia quedado en mis dedos esa vez –Decidí terminar nuestra relación y embarqué mi rumbo de vida en comer platos deliciosos y salir a festejar como loca- lo miré sonriendo. Realmente no esperaba grandes palabras, esperaba que el se enojara o no me hablara por un buen tiempo, pero eso no era Harry, el no seria el chico que yo adoraba –Por favor di algo- supliqué.
El se movió pero aun asi no me miraba –Estoy molesto- cerré los ojos, el suspiró –Molesto, eso me molesta- luego se levantó, abrí los ojos para mirarlo, el se tapaba la boca, sus ojos abiertos –Ese tipo… el agarró todo de ti, te conoció antes de que…- el no terminaba ninguna oración, el daba pasos, luego retrocedia. Me coloqué de pie –Tu primera vez en tantas cosas, y ahora vuelve y te mira asi como… como yo te miro y…-
-El no quiere nada-
Me miró, sus ojos tan abiertos –El quiere algo contigo- yo negué, el rió sarcásticamente –Cass, el te mira de esa forma, el…-
-Es imposible Harry- dijé firme. Me abracé a mi misma, habia brisa, brisa Otoñera.
-No, no es imposible siendo tu la mujer- sus brazos estaban tendidos a su lado –Riendo de todo y bromeando, el te quiere a su lado-
Reí –Pero yo no lo quiero a el-
-Eso espero- bajé mi sonrisa –Es una patada de culo para ese idiota- rio. Estabamos unos cuantos pasos separados, tan solo sosteniendo la mirada –Lamento haber dicho eso-
Sonreí –Lo dijiste bien- el sonrió, extendió su mano, como habia hecho aquella vez en el Central Park, como siempre hacia y siempre rechazaba. Esta vez la tomé y di los pasos faltantes lentamente, hasta que podía olerlo bien. Cerré los ojos –Lamento no haberte esperado- susurré. Sentia su respiración en mi frente, el era tan alto. Besé su cuello, un beso pausado, quería que permaneciera allí. Mi piel chocó con la siguiente brisa fría y unas risas, eran varias personas.
-Tenemos expectadores- susurró el, bajé la cabeza pensando en que habrían fotos, fans, autógrafos o lo peor, chismes e insultos –El se vé casi tan enamorado como yo seguramente lo estoy- volvió a susurrar, también habia una risa en el. Voltee para mirar a una pareja que se estaba bañando en la playa, en ropa interior, con este frio. Reí bajamente. Ellos jugaban en el agua y se besaban cuando podían, luego salían y volvían a entrar, luego reaccioné. Demasiado tarde para mi gusto, el habia dejado de tocarme “Casi tan enamorado como yo lo estoy” pestañee mil veces repitiendo esa frase hasta que voltee, el daba pasos hacia atrás sonriendo, su cabeza baja. El estaba enamorado de mi.
-¿Qué dijiste?-
Rio -¿Quieres bailar?-
-Harry-
-No hay música, pero podemos inventarla-
Reí –No estamos en una mala versión de Diario de una Pasion, Harry- el rio fuertemente, seguía caminando hacia atrás, sin dejar de mirar.
-Sabia que habias visto esa película- reí con la cabeza hacia atrás, la brisa pegó nuevamente, pero esta vez habia agua en ella, agua en forma de gotas de lluvia. Bajé la cabeza inmediatamente y corrí hacia el, luego agarré su mano halándolo para ir hasta el auto -¡Pensé que te gustaba la lluvia!- gritó, el ruido era increíble, las gotas cayendo en el mar. Lo miré, su cabello comenzaba a caerse en hileras por todo su rostro. Dejé de halarlo, habia mas ruido que el de la lluvia, la pareja gritaba mientras corria de regreso a su auto, aquel que seguía con las luces encendidas. Pronto se apartaron. Toda mi ropa estaba mojada y yo lo miraba fijamente -¿¡Quieres saber que dije!?- gritó. Yo asentí, la lluvia tapaba parte de nuestros rostros, el sonrió, luego sus labios se movieron, pero no pude oir nada.
-¿Qué?- dije negando, tratando de sostener la sonrisa. El me acercó a el, la lluvia cada vez mas fuerte.
-Que estoy enamorado- susurró en mi oído. Luego solo estábamos de pie sobre la arena mojada, el ruido era lo único que lograba escuchar, a veces se dispersaba entre lo que estaba mirando –Estoy enamorado como un tonto de la única chica que no me ama- dijo nuevamente. Yo seguía negando –Pero… ¿me quieres contigo?- no podía mirarlo -¿Me adoras? ¿Te gusto?- negué -¿No?-
-¡No!- grité –Tu no me gustas, y no te adoro… yo simplemente te necesito- el sonrió.
-¿Quieres bailar?- el estaba loco, el estaba completamente loco… y yo lo estaba mas, mucho mas por aceptar. El sonrió y me acercó de nuevo a el. Su mano en la parte baja de mi espalda y la otra sosteniendo mi mano débilmente.
-¿Es costumbre tuya bailar a mitad de un huracán?- era drama, pero drama del buen gusto. El rio fuertemente, luego negó con la cabeza.
-¿Es tu primera vez?-
Asentí –No es como si fuera mi pasatiempo salir a bailar cuando llueve- ambos reimos. El me acercó mas a el, cerré los ojos, tan juntos. Nos movíamos lentamente, era mas una abalanza que otra cosa. Mis labios estaban al lado de los suyos, rozaba su mandibula y me hacia cerrar los ojos mas fuertemente. Sentia su cabello mojado gotear en mi y mi cabello ya habia desaparecido hacia atrás. El reia cada cierto tiempo mientras bailábamos, me alejé para mirarlo -¿Qué ocurre?-
Sus dedos rozaban mis nudillos –Es tu primera vez- explicó, yo lo seguí mirando para que continuara –Solo eso, tu primera vez-.
-Hasta mañana cuando me dejes en clases- no lo miré, era una broma.
-Ok- y voltee para mirarlo -¿Qué?-
-Estaba bromeando-
-Si quieres que te lleve a tu primera clase, cariño, lo haré-
-No, no es necesario-
-¿No?- negué –Ya me habias emocionado- reí.
-Si quieres tener a chicas acosandote y acosándome…- me apunté a mi misma –Porque ven que su ídolo deja a su novia en clases y la novia de su ídolo vive aquí y que tu puedes estar viniendo y salien…-
-Ya entendí Cass- sonreí –¿Tienes hambre?- miré la ventana, llevábamos horas aquí. El dolor de vientre habia desaparecido, aun asi, no quería salir. Negué –Yo si-
-Puedo ir a comprar algo- me senté bien sobre la cama.
-Podemos ir a comer algo- dijo colocándose de pie.
-No me he duchado- se acercó y olió mi cuello, eso me dio cosquillas –Hueles bien, vamos-
-Harry- volteo a mirarme –Pueden verte-
-¿Y?-
-Y yo vivo aquí-
-Lo sé- se sentó de nuevo en la cama –Si tienes tanto miedo a los fans, puedo conseguir un guarda espaldas que…-
-Mejor vayamos a comer- y me coloqué de pie, luego lo miré, el sonreía sentado en la cama –Vamos vamos idiota- insistí.
El auto arrancó rápido mientras ajustaba un poco de maquillaje a mi cara palida con el espejo de mi polvo –No es necesario-
-Oh si, tengo ojeras y granos y la cara completamente blanca… me veo enferma- el rio, paré de echar bronceador en polvo para mirar el auto, completamente cuidado, un poco sucio de papeles de dulces -¿Dónde alquilaste el auto?-
El negó –No es alquilado, es mio- y bajé todo, estaba en su verdadero auto, por primera vez. Sonreí para que el viera que me encantaba la idea –Puedes revisar, te estoy viendo las ganas- lo miré riendo.
-No lo haré- el colocó su mano en mi pierna, subí de nuevo el maquillaje, tratando de mantener la calma mientras que el jugaba con mi piel.
Este era sin duda el mejor hotdog que habia comido en mi vida, y que conste que soy de New York, la ciudad de los hotdogs. Las caras que ambos colocábamos hacia que riera y se me hiciera difícil tragar sin un trago de refresco –Creo que dijiste que no tenias hambre- terminé mi comida primero que el, impresionante.
-Estaba asombrosamente delicioso- el masticó el ultimo bocado y su cara se puso seria, bebia lo ultimo de mi refresco y voltee a la dirección que el miraba. Habian dos chicas juntas sonriéndole, ¿Fans? ¿Tan rápido? Enderecé mi espalda “¡Harry!” dijo una de ellas, era rubia, alta, bonita. Seguí bebiendo de mi resfresco aunque no quedara nada, el se colocó de pie.
-Hola- dijo, la chica besó su mejilla y traté de mirar otra cosa, la otra chica estaba a mi lado de espectadora –Sorpresivo…-
-No tanto, la ultima vez que nos vimos comimos aquí- respondió ella. Ambos rieron, ¿Asi de cercanos eran? ¿Cuántas veces habian salido juntos? Ella me miró –Tu eres la nueva- me apuntó y saqué el pitillo de mis labios.
-Jessica ella es Casside, mi novia- Jessica, Jessica, su amiga. Me coloqué de pie y mi estatura era mas baja que ella, mucho mas baja. Ella era de la misma estatura de el, ella besó mi mejilla y quería limpiarme, no lo hice, no ahora.
-Un placer- dije observando a Harry.
-¿Cuándo llegaste a California?- preguntó ella ignorándome por completo, chica greñida testaruda.
-Esta mañana, mañana volveré al tour, vine a verla- y me apuntó a mi, la chica me miró de reojo y volvió a lo suyo.
-Oh… espero que cuando termine el tour salgamos a festejar, como siempre- ella agarró su brazo, bien, era suficiente.
-Iré a pagar lo que consumimos- agarré mi cartera y salí de allí.
-No espera cariño, yo pago- y me detuve.
-Yo iré, no hay problema, conversen ustedes dos- sonreí hacia ella, sonreí porque la veía arrastrándola por una canal de aguas negras. El dudó, pero la chica aun necesitaba hablar con el, aun después de todo. Caminé hasta que pagué por la comida y salí del restaurant haciendo que la brisa sureña tocara todo en mi. Me senté en un banco que habia al lado de la puerta, debía esperar por el. “Tu eres la nueva” apreté mi puño, la nueva de muchas al parecer. Control Cass, tu bien sabes que no eres la primera, ni la ultima. Me preguntaba a cuantas mujeres el habia traido aquí. Miré el auto, ¿Cuántas chicas se han subido al auto? Escuché la puerta y luego próximos pasos hacia mi, mantuve la vista al auto que estaba al frente.
-¿Qué tal si damos un paseo?- lo miré, asentí débilmente y comencé a caminar sin esperarlo, el abrió el auto y entre en el. Mientras que el manejaba ninguna palabra fue dicha, miré la ventana y me asombraba ver cosas que no conocía. Era mi primera salida aquí, no habian tantas luces, estaba cerca del mar. Él se detuvo en un estacionamiento proporcionalmente vacío, las luces acababan en él y se daba camino a la playa, oscura, con poca luna resplandeciente. Ambos nos quedamos en nuestros asientos y miré al frente, al mar –Bien ¿Qué ocurre?- suspiré.
Lamí mis labios porque estaban secos, tenia que canalizar mi mente –Esa chica-
-Amiga de un amigo… nos conocimos en una fiesta y salimos varios días, es agradable-
-Se veía asi- dije, no de la manera agradable que el pretendía que sonara –No pasa nada, solo no me gustó verla allí y que hablara asi o te tocara asi-
-Bien, a mi no me gustó ver a Adam esta mañana en la puerta de tu habitación, nisiquiera me agradó verlo en la universidad- lo miré. El hizo silencio. Ambos estábamos tan bien sentados en nuestros asientos con tanto silencio que apestaba –Me gusta venir aquí de noche…- lo miré, el observaba la playa -…Cuando estoy en california, supongo que nadie sabe eso porque no le he dicho a nadie- rio muy poco –Y vengo a pensar, solo. A veces me pierdo cuando ocurren muchas cosas…- el movia su mano explicando -…Y estoy solo-
Agarré su brazo, el me miró –Estoy aquí para ti- asentí –Aunque a veces sea una perra celosa- el rio fuertemente –A veces no me acostumbro que tengo que compartirte, mucho-
-No- el negó –Tienes que compartir mi parte falsa, muy pocos me han visto como tu me conoces- sonrió –Vamos- y abrió la puerta de su lado, yo sonreí mientras abria la mia. Cargaba mis converses negros y la misma camisa de esta mañana, unos shorts en jeans. Bastante corriente -¡Apurate!- gritó, el ya habia tocado la arena. Mis zapatos desaparecieron y mis dedos tocaron la arena, caminé hacia el. El se tiró en la arena al frente del mar y miraba al frente, dio golpesitos al espacio al lado de el, miré toda la playa y no habia absolutamente nadie, me senté allí. Abracé mis piernas y miré lo que el miraba, el mar. El ruido del choque de las olas era tan tranquilo, no habia nadie hablando, no habia ruidos, no habia civilización. Duramos en silencio por lo que habia sido un buen rato, solo miraba el mar –Me gusta ese lunar que tienes allí- y me tocó, lo miré y el solo habia estado mirándome. Reí nerviosa.
-Gracias- y luego miré la arena, solo me avergonzaba saber que el me estaba mirando.
-¿Vas a hablarme sobre Adam?- lo miré enseguida, el solo observaba ahora la arena. Coloqué mis dedos en un monton de arena que estaba entre mis piernas, comencé a verla caer, la recogia, la volvia a dejar caer. ¿Cómo un grano tan pequeño podía ser tan significante?
Suspiré –El es mi primer novio… Lo conocí el primer dia de clases, el estaba con su grupo de amigos de futbol, dos años mayor que yo. Yo estaba tan alumbrada con el, todas hablaban de el, yo no era una niña que salía de casa, nunca, nunca habia sido asi. Yo solia jugar en casa, y dibujar, siempre me ha gustado dibujar y cuando me dí cuenta mi pasatiempo favorito se habia convertido en mirarlo y pensar en el. El no me prestaba gran atención…- Harry seguía mirando las olas del mar -…Fui a una fiesta y sabia que no debí haber ido y yo realmente me arreglé- reí irónicamente –Me puse un vestido y todos me miraban, me sentia tan grande. Hasta llame su atención y dentro de poco comenzamos a salir, fue un amor rápido, veloz realmente. Oh por lo menos para mi lo era…-
-¿Asi que nunca antes habias salido? Digo, de fiesta, de tu casa…-
Reí –Harry, de toda la historia ¿Eso fue lo que te quedó?- el sonrió levemente –Si amor, realmente no me gustaba salir- lo miré, el aun no me observaba, suspiré nuevamente –El me transformó y estaba completamente enamorada. Hace mas de dos años yo estaba realmente feliz por su graduación, el habia quedado en la Universidad de California y aunque quedaba tan lejos, tenia esperanzas. El prometio amarme y esperarme hasta que se le presentó nuevamente gente, nuevas chicas y el se distrajo, dijo que habia sido solo esa vez y yo le creí, hasta que lo volvió a hacer- sabia que el me miraba, la arena se habia quedado en mis dedos esa vez –Decidí terminar nuestra relación y embarqué mi rumbo de vida en comer platos deliciosos y salir a festejar como loca- lo miré sonriendo. Realmente no esperaba grandes palabras, esperaba que el se enojara o no me hablara por un buen tiempo, pero eso no era Harry, el no seria el chico que yo adoraba –Por favor di algo- supliqué.
El se movió pero aun asi no me miraba –Estoy molesto- cerré los ojos, el suspiró –Molesto, eso me molesta- luego se levantó, abrí los ojos para mirarlo, el se tapaba la boca, sus ojos abiertos –Ese tipo… el agarró todo de ti, te conoció antes de que…- el no terminaba ninguna oración, el daba pasos, luego retrocedia. Me coloqué de pie –Tu primera vez en tantas cosas, y ahora vuelve y te mira asi como… como yo te miro y…-
-El no quiere nada-
Me miró, sus ojos tan abiertos –El quiere algo contigo- yo negué, el rió sarcásticamente –Cass, el te mira de esa forma, el…-
-Es imposible Harry- dijé firme. Me abracé a mi misma, habia brisa, brisa Otoñera.
-No, no es imposible siendo tu la mujer- sus brazos estaban tendidos a su lado –Riendo de todo y bromeando, el te quiere a su lado-
Reí –Pero yo no lo quiero a el-
-Eso espero- bajé mi sonrisa –Es una patada de culo para ese idiota- rio. Estabamos unos cuantos pasos separados, tan solo sosteniendo la mirada –Lamento haber dicho eso-
Sonreí –Lo dijiste bien- el sonrió, extendió su mano, como habia hecho aquella vez en el Central Park, como siempre hacia y siempre rechazaba. Esta vez la tomé y di los pasos faltantes lentamente, hasta que podía olerlo bien. Cerré los ojos –Lamento no haberte esperado- susurré. Sentia su respiración en mi frente, el era tan alto. Besé su cuello, un beso pausado, quería que permaneciera allí. Mi piel chocó con la siguiente brisa fría y unas risas, eran varias personas.
-Tenemos expectadores- susurró el, bajé la cabeza pensando en que habrían fotos, fans, autógrafos o lo peor, chismes e insultos –El se vé casi tan enamorado como yo seguramente lo estoy- volvió a susurrar, también habia una risa en el. Voltee para mirar a una pareja que se estaba bañando en la playa, en ropa interior, con este frio. Reí bajamente. Ellos jugaban en el agua y se besaban cuando podían, luego salían y volvían a entrar, luego reaccioné. Demasiado tarde para mi gusto, el habia dejado de tocarme “Casi tan enamorado como yo lo estoy” pestañee mil veces repitiendo esa frase hasta que voltee, el daba pasos hacia atrás sonriendo, su cabeza baja. El estaba enamorado de mi.
-¿Qué dijiste?-
Rio -¿Quieres bailar?-
-Harry-
-No hay música, pero podemos inventarla-
Reí –No estamos en una mala versión de Diario de una Pasion, Harry- el rio fuertemente, seguía caminando hacia atrás, sin dejar de mirar.
-Sabia que habias visto esa película- reí con la cabeza hacia atrás, la brisa pegó nuevamente, pero esta vez habia agua en ella, agua en forma de gotas de lluvia. Bajé la cabeza inmediatamente y corrí hacia el, luego agarré su mano halándolo para ir hasta el auto -¡Pensé que te gustaba la lluvia!- gritó, el ruido era increíble, las gotas cayendo en el mar. Lo miré, su cabello comenzaba a caerse en hileras por todo su rostro. Dejé de halarlo, habia mas ruido que el de la lluvia, la pareja gritaba mientras corria de regreso a su auto, aquel que seguía con las luces encendidas. Pronto se apartaron. Toda mi ropa estaba mojada y yo lo miraba fijamente -¿¡Quieres saber que dije!?- gritó. Yo asentí, la lluvia tapaba parte de nuestros rostros, el sonrió, luego sus labios se movieron, pero no pude oir nada.
-¿Qué?- dije negando, tratando de sostener la sonrisa. El me acercó a el, la lluvia cada vez mas fuerte.
-Que estoy enamorado- susurró en mi oído. Luego solo estábamos de pie sobre la arena mojada, el ruido era lo único que lograba escuchar, a veces se dispersaba entre lo que estaba mirando –Estoy enamorado como un tonto de la única chica que no me ama- dijo nuevamente. Yo seguía negando –Pero… ¿me quieres contigo?- no podía mirarlo -¿Me adoras? ¿Te gusto?- negué -¿No?-
-¡No!- grité –Tu no me gustas, y no te adoro… yo simplemente te necesito- el sonrió.
-¿Quieres bailar?- el estaba loco, el estaba completamente loco… y yo lo estaba mas, mucho mas por aceptar. El sonrió y me acercó de nuevo a el. Su mano en la parte baja de mi espalda y la otra sosteniendo mi mano débilmente.
-¿Es costumbre tuya bailar a mitad de un huracán?- era drama, pero drama del buen gusto. El rio fuertemente, luego negó con la cabeza.
-¿Es tu primera vez?-
Asentí –No es como si fuera mi pasatiempo salir a bailar cuando llueve- ambos reimos. El me acercó mas a el, cerré los ojos, tan juntos. Nos movíamos lentamente, era mas una abalanza que otra cosa. Mis labios estaban al lado de los suyos, rozaba su mandibula y me hacia cerrar los ojos mas fuertemente. Sentia su cabello mojado gotear en mi y mi cabello ya habia desaparecido hacia atrás. El reia cada cierto tiempo mientras bailábamos, me alejé para mirarlo -¿Qué ocurre?-
Sus dedos rozaban mis nudillos –Es tu primera vez- explicó, yo lo seguí mirando para que continuara –Solo eso, tu primera vez-.
HappinessOnFire
Re: The 10th Guy ♥ El Décimo Chico.♥ ||Harry Styles||
CAPITULO XXXIII
Corria por los pasillos como un típico primer dia de Casside Thompson, mi cabello era un desastre después de darme cuenta que habia perdido mi cepillo y la ropa daba que desear, tropecé con mucha gente y el “lo siento” se escuchaba a lo lejos, salón 101, salón 101, era todo lo que tenia en la mente. Salón 99, salón 100… me detuve al frente del salón 101, era apenas la bienvenida y ya habia llegado demasiado tarde, me asomé por la ventanilla de la puerta y ya habian comenzado a hablar, respiré profundamente y me apoyé en la pared al lado de la puerta a esperar.
-¿Entonces tu plan es quedarte allí a esperar a que termine la clase?- pestañee los ojos.
-Robert- dije, claro que me acordaba de el. El comenzó a caminar hacia mi, luego agarró mi muñeca y me abrió el camino hacia dentro de lo que era un anfiteatro con muchos estudiantes, sobretodo profesores, y el decano, dando la bienvenida.
-Decano, ¿podria hablar con usted?- yo estaba en el medio de todo esto “Escabuyete hasta algún asiento” susurró, el decano pidió disculpas y luego se acercó a el, yo comencé a caminar con la cabeza baja hasta el primer asiento que encontrara, me tiré en el prácticamente y no observé nada mas. Levanté la vista un poco y el decano sonreía hacia Robert, ¿Qué carajos?
-Vaya- habia una chica a mi lado, tenia anteojos y una piel tan perfecta que podía observarla aunque no estuviera prestando mucha atención –Casi ni notaron que llegaste…- ella miraba su reloj de mano, que era bastante mono, ¿Era de oro? –Media hora tarde- agaché mas mi cuerpo en el asiento.
-Suerte- dije, si, habia sido suerte. No podía dejar de mirar la manera en que Robert era tan amigable con el decano, luego me voltee, la chica casi se asustó –Soy Casside Thompson- estiré mi mano.
-Blanda Hurtersh- susurró. Su voz era suave, ella colocó sus anteojos de nuevo a su lugar y sonrió –¿Conoces a Robert Smith?- yo miré a Robert, el me miró antes de marcharse.
-Basicamente, no- susurré, el decano caminaba de regreso a la tarima.
Ella dejó de mirarme para mirar justo al frente –El como que si te conoce- susurró, seguía sin mirarme –Supongo que deberias tener cuidado- la miré de nuevo, ella copiaba lo que el decano habia dicho.
El montón de gente al salir del anfiteatro tapaba mi vista de todo, debía recordar los pasillos que habia dicho Rossie, también donde quedaba el comedor. Habian tantos rostros y tantas melenas diferentes, estaba mareada y solo habia obtenido mi primera clase, buen comienzo Cass, sigue asi. Para la segunda clase sentia que iba mejorando, habia sido la única de la clase que pudo hablar francés con superioridad, todo se lo agradecia a Chleo por aquel verano que insistió en que el francés era obligatorio para tener un novio decente, bastante educativo, no me habia servido de nada hasta ahora -¡Casside!- detuve mi paso al entrar a la cafetería, creía que habia estado caminando sonámbula buscando algo que comer, pero allí estaba el cabello azul de Rossie, sentada con Phill y Fred, ¿ellos eran pareja? Me acerqué -¿Qué tal tu dia chica?-
-Me muero del hambre- me senté colocando la bandeja de pure de patatas, carne con un color diferente a la carne y un postre que esperaba que fuera pudin –Pero bien- sonreí masticando mi primer bocado. Ellos siguieron hablando y yo solo prestaba atención a la comida y observaba a la gente que se movia de aquí para alla, el comedor era sin duda el lugar mas movido de la universidad. Rossie jugaba con su celular, Fred y Phill hablaban sobre una chica que no terminaba de encontrar. Y allí estaba Blanda, su ropa era tan delicada, el tipo de ropa que mamá hubiera querido que usara toda mi vida. Ella tenia los ojos achinados y el cabello liso, quizás su familia era asiática -¡Blanda!- grité, los demás de la mesa me miraron, todos me miraron, literalmente. Luego de unas señas ella caminó hasta nuestra mesa.
-¿Qué haces?- susurró Phill.
-Intento ser amigable, ella es… agradable- o esperaba que lo fuera.
El puso sus ojos en blanco –Si porque Hello Kitty puede ser amigable-
Rossie le tiró lo que era una papa frita, ¿De donde sacó eso? –Sé amigable tú, Phill- dijo con voz acusadora y ya yo estaba riendo.
-¡Hola!- dije, ella miró a todos en la mesa y sostuvo su bandeja contra su cuerpo.
-¿Qué deseas Casside Thompson?- su voz era pasiva y formal, ella se quedó allí.
Me hice a un lado para darle espacio para que se sentara –Sientate a comer aquí- dije apuntando el asiento, ella negó.
-Prefiero comer al aire libre- explico –Y no me gusta… digo, no me…- se trababa. ¿Podiamos comer al aire libre? Miré mi comida casi acabada –Thompson- ella me miró nuevamente y luego comenzó a alejarse.
-¿Veeen?- dijo Phill –Nisiquiera fingió que le podemos llegar a agradar- explicó. Yo veía la forma en la que ella caminaba, callada y sin interés alguno de observar a los demás.
-Iré a comer afuera- agarré mi bandeja y traté de seguirla. Sus pasos eran tan cortos que no fue difícil seguirla –Hey- dije cuando la alcancé, ella me miró pero siguió caminando –Heeey- dije de nuevo. Se detuvo, casi choco con ella.
-¿Qué?-
Miré alrededor, eramos la vista de un grupo de chicas con uniformes y pompones, escalofriante –Nada, solo… no sé, ¿podemos comer juntas?-
Ella sonrió, luego suspiró, aliviadamente –Pensé que preguntarías y…- hizo silencio, movia sus piernas de adelante para atrás y de atrás hacia adelante –Bien- asintió. Habia un gran roble que tenia dificultad en tener hojas, ¿El otoño llegaría a California? Esperaba que asi fuera, pero no nevaría, no debería de nevar. Ella sacó una tela de su bolso y la colocó en el suelo, también habian cubiertos personificados, acomodó sus lentes y ví como se ruborizó al darse cuenta de que la miraba –Lamento ser… digo… siéntate- y ya estaba sentada, mi comida lucia nada comible. Ella comenzó a comer callada, yo hice silencio, era callada, callada y agradable, callada y no hablaba, genial. Seguí mirando el árbol, los pequeños rayos de sol traspasaban las ramas y las hojas, sonreí. La ultima vez que me habia sentado a comer debajo de un árbol tenia al idiota de Harry a mi lado, también fue nuestro primer beso ese dia y también lo golpee por haberme engañado con Cara sin ser nada. Cara. C A R A. Modelo, fantástica figura, alta, rubia, graciosa, modelo, modelo, M O D E L O. -¿De donde eres Thompson?- voltee, ella habia terminado de mi comer y mis platos plásticos seguían en mi mano. Los hice a un lado.
-New York, y llamame Cass o Cassie, por favor- suspiré -¿Tu eres de…?-
-Aquí- dijo en voz baja, luego comenzó a recoger sus platos, los colocó todos en una bolsa. Yo coloqué los mios, llenos, en la misma bolsa –Siempre quise venir aquí-
Reí –Yo siempre quise estudiar en New York, lastima- y arrecosté del viejo tronco del árbol, temia que se cayera –Espero no morir colocándome aquí- ella rio, una risa grave.
-Es el tronco mas viejo de esta zona- explicó –Y no moriras, aunque no deberias apoyarte demasiado- seguí apoyada -¿Escuchaste?-
-Me gusta retar a la muerte Blanda. Es un estilo de vida- ella volvió a reir.
-Entonces… ¿Has encontrado formas de retar a la muerte en California?-
Sonreí alejandome del tronco –¿Alejarme de mi novio por semanas sirve?- ella dejo de sonreir -¿novio?-
Tardó en contestar –Tenia- y al parecer no habian terminado bien, me acosté debajo del árbol, las ramas se movían, las hojas seguían cayendo, cerré los ojos.
-Este lugar me recuerda a mi casa- o a la casa de Chleo, cercano, algo muy cercano. Ella no contestó al instante, pero escuchaba ruidos, las ramas se movían y las hojas luchaban por no caerse. La brisa estaba haciendo que el frio apareciera cada vez mas, mas, mas. Chleo. Tony. Josh. Todos estaban tan lejos ahora… papá, ¿Dónde estaba el? Suspiré. Harry. El estaba lejos, pero Harry no pertenecia a mi casa, pero sin el no tenia un hogar, no ahora.
El viernes lucí mi cabello suelto, se veía bastante atractivo y habia sido una semana bastante eficiente, no mas clases, ultimo dia. Hasta el lunes. Mi celular comenzó a sonar y me asomé por la ventana, Blanda estaba en su auto totalmente femenino esperando a que bajara, ella y yo habíamos hablado durante toda la semana, agradable. Miré a Rossie, ella colocaba su mascara en sus pestañas –Blanda llegó- y me miró, luego continuó –Dijste que era solo un parque- de atracciones, con montañas rusas. Blanda habia estado apegada conmigo, y Rossie decía que yo era su compañera de cuarto, que no podía dejarme ir. Asi que todas nos unimos, excepto Phills, el seguía pensando mal de Blanda y aunque no lo decía en voz alta, hacia comentarios ridículos, aun asi, siempre estaba con nosotros.
-Si pero… no sabes…- ella colocaba labial en sus labios, abrí la puerta de salida –A quienes vas a encontrar- voltee los ojos, era una excusa, ella siempre salía completamente maquillada, sobretodo a clases, cosa que no comprendia bien. Ambas bajamos las escaleras y entramos en el auto, Blanda manejaba demasiado bien para tener un cuerpo tan pequeño y delicado –Hey Hello Kitty- miré a Rossie, una mirada feroz.
-Hey Pinky pie- no me esperaba eso, mi risa aumentó cada vez mas, en realidad si parecía Pinky Pie, el de My Little Pony, y mucho después de pintarse el cabello a un rojo muy vivo –Bien, debemos volver antes de las 11- la miré de reojo, era la primera salida de noche.
-¿Por qué tan temprano Kitty?-
-Chicos borrachos después de las 11, nada agradable-
Reí –Rossie es esa clase de chica borracha después de las 11- todas reimos. Harry terminaría su gira en una semana, el próximo fin de semana seria el ultimo concierto, justo aquí, en LA. Mi cuerpo temblaba por la emoción, extrañaba a todos, todas las aventuras pero sobretodo a el. Cada noche antes de dormir hablábamos por skype, habia sido una semana agotadora para el y por su cara engripada no la estaba pasando bien, pero no habia parado a mayores. Aun asi, el no habia contestado mis llamadas esa tarde y el concierto seria en dos horas, ni un mensaje, tampoco habia visto un tweet nuevo de el, o en Facebook, no, nada -¿Qué posibilidades hay de que tu novio te esté evitando?-
-Dah, muchas- Rossie siempre hablaba, aun no conocía a su novio, pero por la forma en la que ella hablaba de el, el era muy importante. Se conocieron en la universidad y fue amor a primera vista. Pero ella siempre iba con el, y el casi no llamaba. Suspiré –¿Harry no ha llamado aun?-
-¿Tu novio se llama Harry?- miré a Blanda. Asentí –¿Cuándo lo veras?-
-La próxima semana- explicó Rossie –Lo tiene anotado y todos los días cuenta los días, comienzo a pensar que los suspiros nocturnos disminuyen cuando desaparecen los días faltantes- Blanda rio muy bajo –Y la he visto hablando por skype, el parece agradable-
-Muy informada- sonrio, una sonrisa miedosa. Cualquier información que cualquier persona pudiera tener sobre Harry y yo, era un peligro, por eso no hablaba mucho sobre el. Solo lo llamaba mi novio y la razón de que no nos veíamos es su trabajo. Nada mas. El auto se detuvo y las luces titilaban al frente de nosotras, el parque de atracciones. Nos fuimos adentrando cada vez mientras observaba las atracciones, ellas compraran los tickets. Carros chocones, habia un laberinto con pequeñas luces, una gigante rueda de la fortuna… -Y una enorme montaña rusa…- susurré, agarré el brazo de Blanda –Vayamos allí-
-¿No es muy alto?- miré a Rossie, ella jugaba con un mechon de su cabello –Nunca he venido y parece muy viejo… digo…-
-Puedes quedarte aquí si quieres, ¡pero me está llamando!- dije emocionada. Tomaria fotos y se las enviaría a Chleo, ella y yo compartíamos eso de “retar a la muerte” con atracciones en los parques –Blanda- y comencé a caminar, sentí los pasos de blanda sobre mi.
-Asi que… ¿tu novio se llama Harry?- habia una pequeña cola para entrar, se escuchaba el sonido chirriante de las ruedas sonando, pasaba a gran velocidad, asentí a su pregunta -¿Se conocieron en new york?-
La miré –Si, en una cafetería- y volví a prestar atención a la montaña.
-Oh… sabes que…- pero la voz de Blanda fue apagada por mas sonidos fuertes, tenia miedo ligado con adrenalina. Miré mi celular, no habia nada sobre el, suspiré. “PRECIOSA” escuché, voltee para ver a Robert corriendo hacia nosotras, Blanda agarró mi brazo. El pasó entre las personas que estaban detrás de nosotros y su sonrisa era gigante, habia un chico persiguiéndolo –Hey- dijo sonriente.
-Hey- me pegué hacia los tubos que correspondían a la pared entre las escaleras, el miró el lugar -¿Qué haces aquí?- no era una pregunta retorica, el podía venir si quería, pero era un parque de diversiones, el estaba a punto de graduarse, era parte de una fraternidad y no entendia.
Cargaba un gorro, lo acomodó –Haciendo cosas divertidas antes de la función- la fiesta de esta noche, miré atrás y estaba Phills con Rossie, ambos reian fuertemente, lo miré de nuevo. Robert ahora miraba a Blanda –Hey Blan- hizo un movimiento de cabeza en el cual Blanda contestó, la miré, entonces si se conocían. La fila corria –No te he visto por allí-
Sonreí –He estado por allí pero en otros lugares diferentes a los tuyos- el rio –Fantastica primera semana, si me preguntas-
-Iba a preguntar eso…- ahora ambos estábamos en el primer escalon, pegados a la puerta -¿Qué haras mañana por la noche?-
-Tengo novio Robert- el rio fuertemete.
-Lo se preciosa, es una invitación amistosa, no quiero mas…- bajé mi cabeza, siempre pensaba que sabia esas cosas, pero siempre la arruinaba -¿Y bien?-
-Nada, supongo-
-Bien, vendrás a apoyar al equipo de la universidad en el partido de futbol- y metio unas entradas en mi chaqueta, yo traté de echarme hacia atrás y olvidé la pared. Demonios.
-No soy amante del futbol- o de cualquier deporte en si, el sonrió.
-Si pero Blanda si es- ella despertó de un sueño y bajó la cabeza, ahora todos la miraban –Y podrán ir las tres, con Rossie incluida-
-No se si…- y la puerta se abrió. Robert corrió hacia el pasillo y se sentó justo en el primer asiento, yo corrí también -¡HEY! ¡Ese es mi lugar!- grité, el se arrimó hasta el otro lado.
-Aun queda un puesto- dijo. Crucé mis brazos, Blanda estaba a mi lado –A ella no le molestará sentarse con mi amigo…- su amigo, el cual no me agradaba del todo, le sonreía a Blanda y ella, por lo que habia visto en toda la semana, estaba a punto de estallar.
-Blanda podemos sentarnos de ultimas- y comencé a apartar el puesto, corrí para colocarme del lado en donde todo se sentia como si caerías, e ignoré a Robert. Ella se sentó a mi lado sin decir nada –Que atorrantes-
Suspiró –No cambia-
La miré –¿A que te refieres?-
Ella lo miró fijamente, Robert nos estaba mirando desde el primer puesto –Nada, solo lo conozco de antes, es todo- y se volteo. Enseguida la montaña siguió andando y sentia la pulzante necesidad de gritar, una vez que subimos, comenzamos a bajar con velocidad y grité hasta quedar sin aire, luego volvió a bajar, y volvió a subir, daba vueltas, luego bajaba de nuevo. Expulse mis brazos hacia arriba y sentí como mi cabeza daba vueltas cuando nos colocaron de cabeza. Una vez que bajaron, el seguro se safó de mi y dude en salir. Mis piernas flaqueaban y mi cabello estaba enredado.
-¡CASSIE!- gritó, lo ignoré -¡CASSIE!- volvió a gritar. Bajé las escaleras uno por uno y seguí caminando -¡Demonios! ¡Detente!- y se colocó al frente de mi.
-¿Que?- y crucé mis brazos.
-Lamento aquello, no quise arruinar tu salida-
-No la arruinaste, haciendo esto si lo arruinas en grande- y seguí caminando.
Lo dejé atrás -¡Solo quiero saber si iras al partido!- gritó, me detuve, las entradas seguían en el bolsillo de mi chaqueta. Alejalo, Alejalo, Alejalo. Me repetia, abrí los ojos y habian personas mirándome, tenia un fetiche por encontrar fans de One Direction cuidadosas de mis errores, me voltee –Ven al partido, no te arrepentiras-
-¿Por qué quieres que vaya?-
El sonrió –¿Por un agradecimiento por hacerte pasar el primer dia?- suspiré pesadamente.
-Iré- dije rindiéndome, solo era un partido, nada malo. El corrió hacia mi y me abrazó completamente, su cuerpo era como el triple que el mio y era tan alto y fuerte, parecía una hormiga delante de un gusano. Literal –Necesito. Que. Me. Sueltes- dije calmadamente. El me soltó al instante.
-Bien-
-Bien- crucé mis brazos, el sonrió de nuevo mirandome –Tengo novio Robert-
-Y el es muy afortunado- explicó.
-¿Entonces tu plan es quedarte allí a esperar a que termine la clase?- pestañee los ojos.
-Robert- dije, claro que me acordaba de el. El comenzó a caminar hacia mi, luego agarró mi muñeca y me abrió el camino hacia dentro de lo que era un anfiteatro con muchos estudiantes, sobretodo profesores, y el decano, dando la bienvenida.
-Decano, ¿podria hablar con usted?- yo estaba en el medio de todo esto “Escabuyete hasta algún asiento” susurró, el decano pidió disculpas y luego se acercó a el, yo comencé a caminar con la cabeza baja hasta el primer asiento que encontrara, me tiré en el prácticamente y no observé nada mas. Levanté la vista un poco y el decano sonreía hacia Robert, ¿Qué carajos?
-Vaya- habia una chica a mi lado, tenia anteojos y una piel tan perfecta que podía observarla aunque no estuviera prestando mucha atención –Casi ni notaron que llegaste…- ella miraba su reloj de mano, que era bastante mono, ¿Era de oro? –Media hora tarde- agaché mas mi cuerpo en el asiento.
-Suerte- dije, si, habia sido suerte. No podía dejar de mirar la manera en que Robert era tan amigable con el decano, luego me voltee, la chica casi se asustó –Soy Casside Thompson- estiré mi mano.
-Blanda Hurtersh- susurró. Su voz era suave, ella colocó sus anteojos de nuevo a su lugar y sonrió –¿Conoces a Robert Smith?- yo miré a Robert, el me miró antes de marcharse.
-Basicamente, no- susurré, el decano caminaba de regreso a la tarima.
Ella dejó de mirarme para mirar justo al frente –El como que si te conoce- susurró, seguía sin mirarme –Supongo que deberias tener cuidado- la miré de nuevo, ella copiaba lo que el decano habia dicho.
El montón de gente al salir del anfiteatro tapaba mi vista de todo, debía recordar los pasillos que habia dicho Rossie, también donde quedaba el comedor. Habian tantos rostros y tantas melenas diferentes, estaba mareada y solo habia obtenido mi primera clase, buen comienzo Cass, sigue asi. Para la segunda clase sentia que iba mejorando, habia sido la única de la clase que pudo hablar francés con superioridad, todo se lo agradecia a Chleo por aquel verano que insistió en que el francés era obligatorio para tener un novio decente, bastante educativo, no me habia servido de nada hasta ahora -¡Casside!- detuve mi paso al entrar a la cafetería, creía que habia estado caminando sonámbula buscando algo que comer, pero allí estaba el cabello azul de Rossie, sentada con Phill y Fred, ¿ellos eran pareja? Me acerqué -¿Qué tal tu dia chica?-
-Me muero del hambre- me senté colocando la bandeja de pure de patatas, carne con un color diferente a la carne y un postre que esperaba que fuera pudin –Pero bien- sonreí masticando mi primer bocado. Ellos siguieron hablando y yo solo prestaba atención a la comida y observaba a la gente que se movia de aquí para alla, el comedor era sin duda el lugar mas movido de la universidad. Rossie jugaba con su celular, Fred y Phill hablaban sobre una chica que no terminaba de encontrar. Y allí estaba Blanda, su ropa era tan delicada, el tipo de ropa que mamá hubiera querido que usara toda mi vida. Ella tenia los ojos achinados y el cabello liso, quizás su familia era asiática -¡Blanda!- grité, los demás de la mesa me miraron, todos me miraron, literalmente. Luego de unas señas ella caminó hasta nuestra mesa.
-¿Qué haces?- susurró Phill.
-Intento ser amigable, ella es… agradable- o esperaba que lo fuera.
El puso sus ojos en blanco –Si porque Hello Kitty puede ser amigable-
Rossie le tiró lo que era una papa frita, ¿De donde sacó eso? –Sé amigable tú, Phill- dijo con voz acusadora y ya yo estaba riendo.
-¡Hola!- dije, ella miró a todos en la mesa y sostuvo su bandeja contra su cuerpo.
-¿Qué deseas Casside Thompson?- su voz era pasiva y formal, ella se quedó allí.
Me hice a un lado para darle espacio para que se sentara –Sientate a comer aquí- dije apuntando el asiento, ella negó.
-Prefiero comer al aire libre- explico –Y no me gusta… digo, no me…- se trababa. ¿Podiamos comer al aire libre? Miré mi comida casi acabada –Thompson- ella me miró nuevamente y luego comenzó a alejarse.
-¿Veeen?- dijo Phill –Nisiquiera fingió que le podemos llegar a agradar- explicó. Yo veía la forma en la que ella caminaba, callada y sin interés alguno de observar a los demás.
-Iré a comer afuera- agarré mi bandeja y traté de seguirla. Sus pasos eran tan cortos que no fue difícil seguirla –Hey- dije cuando la alcancé, ella me miró pero siguió caminando –Heeey- dije de nuevo. Se detuvo, casi choco con ella.
-¿Qué?-
Miré alrededor, eramos la vista de un grupo de chicas con uniformes y pompones, escalofriante –Nada, solo… no sé, ¿podemos comer juntas?-
Ella sonrió, luego suspiró, aliviadamente –Pensé que preguntarías y…- hizo silencio, movia sus piernas de adelante para atrás y de atrás hacia adelante –Bien- asintió. Habia un gran roble que tenia dificultad en tener hojas, ¿El otoño llegaría a California? Esperaba que asi fuera, pero no nevaría, no debería de nevar. Ella sacó una tela de su bolso y la colocó en el suelo, también habian cubiertos personificados, acomodó sus lentes y ví como se ruborizó al darse cuenta de que la miraba –Lamento ser… digo… siéntate- y ya estaba sentada, mi comida lucia nada comible. Ella comenzó a comer callada, yo hice silencio, era callada, callada y agradable, callada y no hablaba, genial. Seguí mirando el árbol, los pequeños rayos de sol traspasaban las ramas y las hojas, sonreí. La ultima vez que me habia sentado a comer debajo de un árbol tenia al idiota de Harry a mi lado, también fue nuestro primer beso ese dia y también lo golpee por haberme engañado con Cara sin ser nada. Cara. C A R A. Modelo, fantástica figura, alta, rubia, graciosa, modelo, modelo, M O D E L O. -¿De donde eres Thompson?- voltee, ella habia terminado de mi comer y mis platos plásticos seguían en mi mano. Los hice a un lado.
-New York, y llamame Cass o Cassie, por favor- suspiré -¿Tu eres de…?-
-Aquí- dijo en voz baja, luego comenzó a recoger sus platos, los colocó todos en una bolsa. Yo coloqué los mios, llenos, en la misma bolsa –Siempre quise venir aquí-
Reí –Yo siempre quise estudiar en New York, lastima- y arrecosté del viejo tronco del árbol, temia que se cayera –Espero no morir colocándome aquí- ella rio, una risa grave.
-Es el tronco mas viejo de esta zona- explicó –Y no moriras, aunque no deberias apoyarte demasiado- seguí apoyada -¿Escuchaste?-
-Me gusta retar a la muerte Blanda. Es un estilo de vida- ella volvió a reir.
-Entonces… ¿Has encontrado formas de retar a la muerte en California?-
Sonreí alejandome del tronco –¿Alejarme de mi novio por semanas sirve?- ella dejo de sonreir -¿novio?-
Tardó en contestar –Tenia- y al parecer no habian terminado bien, me acosté debajo del árbol, las ramas se movían, las hojas seguían cayendo, cerré los ojos.
-Este lugar me recuerda a mi casa- o a la casa de Chleo, cercano, algo muy cercano. Ella no contestó al instante, pero escuchaba ruidos, las ramas se movían y las hojas luchaban por no caerse. La brisa estaba haciendo que el frio apareciera cada vez mas, mas, mas. Chleo. Tony. Josh. Todos estaban tan lejos ahora… papá, ¿Dónde estaba el? Suspiré. Harry. El estaba lejos, pero Harry no pertenecia a mi casa, pero sin el no tenia un hogar, no ahora.
El viernes lucí mi cabello suelto, se veía bastante atractivo y habia sido una semana bastante eficiente, no mas clases, ultimo dia. Hasta el lunes. Mi celular comenzó a sonar y me asomé por la ventana, Blanda estaba en su auto totalmente femenino esperando a que bajara, ella y yo habíamos hablado durante toda la semana, agradable. Miré a Rossie, ella colocaba su mascara en sus pestañas –Blanda llegó- y me miró, luego continuó –Dijste que era solo un parque- de atracciones, con montañas rusas. Blanda habia estado apegada conmigo, y Rossie decía que yo era su compañera de cuarto, que no podía dejarme ir. Asi que todas nos unimos, excepto Phills, el seguía pensando mal de Blanda y aunque no lo decía en voz alta, hacia comentarios ridículos, aun asi, siempre estaba con nosotros.
-Si pero… no sabes…- ella colocaba labial en sus labios, abrí la puerta de salida –A quienes vas a encontrar- voltee los ojos, era una excusa, ella siempre salía completamente maquillada, sobretodo a clases, cosa que no comprendia bien. Ambas bajamos las escaleras y entramos en el auto, Blanda manejaba demasiado bien para tener un cuerpo tan pequeño y delicado –Hey Hello Kitty- miré a Rossie, una mirada feroz.
-Hey Pinky pie- no me esperaba eso, mi risa aumentó cada vez mas, en realidad si parecía Pinky Pie, el de My Little Pony, y mucho después de pintarse el cabello a un rojo muy vivo –Bien, debemos volver antes de las 11- la miré de reojo, era la primera salida de noche.
-¿Por qué tan temprano Kitty?-
-Chicos borrachos después de las 11, nada agradable-
Reí –Rossie es esa clase de chica borracha después de las 11- todas reimos. Harry terminaría su gira en una semana, el próximo fin de semana seria el ultimo concierto, justo aquí, en LA. Mi cuerpo temblaba por la emoción, extrañaba a todos, todas las aventuras pero sobretodo a el. Cada noche antes de dormir hablábamos por skype, habia sido una semana agotadora para el y por su cara engripada no la estaba pasando bien, pero no habia parado a mayores. Aun asi, el no habia contestado mis llamadas esa tarde y el concierto seria en dos horas, ni un mensaje, tampoco habia visto un tweet nuevo de el, o en Facebook, no, nada -¿Qué posibilidades hay de que tu novio te esté evitando?-
-Dah, muchas- Rossie siempre hablaba, aun no conocía a su novio, pero por la forma en la que ella hablaba de el, el era muy importante. Se conocieron en la universidad y fue amor a primera vista. Pero ella siempre iba con el, y el casi no llamaba. Suspiré –¿Harry no ha llamado aun?-
-¿Tu novio se llama Harry?- miré a Blanda. Asentí –¿Cuándo lo veras?-
-La próxima semana- explicó Rossie –Lo tiene anotado y todos los días cuenta los días, comienzo a pensar que los suspiros nocturnos disminuyen cuando desaparecen los días faltantes- Blanda rio muy bajo –Y la he visto hablando por skype, el parece agradable-
-Muy informada- sonrio, una sonrisa miedosa. Cualquier información que cualquier persona pudiera tener sobre Harry y yo, era un peligro, por eso no hablaba mucho sobre el. Solo lo llamaba mi novio y la razón de que no nos veíamos es su trabajo. Nada mas. El auto se detuvo y las luces titilaban al frente de nosotras, el parque de atracciones. Nos fuimos adentrando cada vez mientras observaba las atracciones, ellas compraran los tickets. Carros chocones, habia un laberinto con pequeñas luces, una gigante rueda de la fortuna… -Y una enorme montaña rusa…- susurré, agarré el brazo de Blanda –Vayamos allí-
-¿No es muy alto?- miré a Rossie, ella jugaba con un mechon de su cabello –Nunca he venido y parece muy viejo… digo…-
-Puedes quedarte aquí si quieres, ¡pero me está llamando!- dije emocionada. Tomaria fotos y se las enviaría a Chleo, ella y yo compartíamos eso de “retar a la muerte” con atracciones en los parques –Blanda- y comencé a caminar, sentí los pasos de blanda sobre mi.
-Asi que… ¿tu novio se llama Harry?- habia una pequeña cola para entrar, se escuchaba el sonido chirriante de las ruedas sonando, pasaba a gran velocidad, asentí a su pregunta -¿Se conocieron en new york?-
La miré –Si, en una cafetería- y volví a prestar atención a la montaña.
-Oh… sabes que…- pero la voz de Blanda fue apagada por mas sonidos fuertes, tenia miedo ligado con adrenalina. Miré mi celular, no habia nada sobre el, suspiré. “PRECIOSA” escuché, voltee para ver a Robert corriendo hacia nosotras, Blanda agarró mi brazo. El pasó entre las personas que estaban detrás de nosotros y su sonrisa era gigante, habia un chico persiguiéndolo –Hey- dijo sonriente.
-Hey- me pegué hacia los tubos que correspondían a la pared entre las escaleras, el miró el lugar -¿Qué haces aquí?- no era una pregunta retorica, el podía venir si quería, pero era un parque de diversiones, el estaba a punto de graduarse, era parte de una fraternidad y no entendia.
Cargaba un gorro, lo acomodó –Haciendo cosas divertidas antes de la función- la fiesta de esta noche, miré atrás y estaba Phills con Rossie, ambos reian fuertemente, lo miré de nuevo. Robert ahora miraba a Blanda –Hey Blan- hizo un movimiento de cabeza en el cual Blanda contestó, la miré, entonces si se conocían. La fila corria –No te he visto por allí-
Sonreí –He estado por allí pero en otros lugares diferentes a los tuyos- el rio –Fantastica primera semana, si me preguntas-
-Iba a preguntar eso…- ahora ambos estábamos en el primer escalon, pegados a la puerta -¿Qué haras mañana por la noche?-
-Tengo novio Robert- el rio fuertemete.
-Lo se preciosa, es una invitación amistosa, no quiero mas…- bajé mi cabeza, siempre pensaba que sabia esas cosas, pero siempre la arruinaba -¿Y bien?-
-Nada, supongo-
-Bien, vendrás a apoyar al equipo de la universidad en el partido de futbol- y metio unas entradas en mi chaqueta, yo traté de echarme hacia atrás y olvidé la pared. Demonios.
-No soy amante del futbol- o de cualquier deporte en si, el sonrió.
-Si pero Blanda si es- ella despertó de un sueño y bajó la cabeza, ahora todos la miraban –Y podrán ir las tres, con Rossie incluida-
-No se si…- y la puerta se abrió. Robert corrió hacia el pasillo y se sentó justo en el primer asiento, yo corrí también -¡HEY! ¡Ese es mi lugar!- grité, el se arrimó hasta el otro lado.
-Aun queda un puesto- dijo. Crucé mis brazos, Blanda estaba a mi lado –A ella no le molestará sentarse con mi amigo…- su amigo, el cual no me agradaba del todo, le sonreía a Blanda y ella, por lo que habia visto en toda la semana, estaba a punto de estallar.
-Blanda podemos sentarnos de ultimas- y comencé a apartar el puesto, corrí para colocarme del lado en donde todo se sentia como si caerías, e ignoré a Robert. Ella se sentó a mi lado sin decir nada –Que atorrantes-
Suspiró –No cambia-
La miré –¿A que te refieres?-
Ella lo miró fijamente, Robert nos estaba mirando desde el primer puesto –Nada, solo lo conozco de antes, es todo- y se volteo. Enseguida la montaña siguió andando y sentia la pulzante necesidad de gritar, una vez que subimos, comenzamos a bajar con velocidad y grité hasta quedar sin aire, luego volvió a bajar, y volvió a subir, daba vueltas, luego bajaba de nuevo. Expulse mis brazos hacia arriba y sentí como mi cabeza daba vueltas cuando nos colocaron de cabeza. Una vez que bajaron, el seguro se safó de mi y dude en salir. Mis piernas flaqueaban y mi cabello estaba enredado.
-¡CASSIE!- gritó, lo ignoré -¡CASSIE!- volvió a gritar. Bajé las escaleras uno por uno y seguí caminando -¡Demonios! ¡Detente!- y se colocó al frente de mi.
-¿Que?- y crucé mis brazos.
-Lamento aquello, no quise arruinar tu salida-
-No la arruinaste, haciendo esto si lo arruinas en grande- y seguí caminando.
Lo dejé atrás -¡Solo quiero saber si iras al partido!- gritó, me detuve, las entradas seguían en el bolsillo de mi chaqueta. Alejalo, Alejalo, Alejalo. Me repetia, abrí los ojos y habian personas mirándome, tenia un fetiche por encontrar fans de One Direction cuidadosas de mis errores, me voltee –Ven al partido, no te arrepentiras-
-¿Por qué quieres que vaya?-
El sonrió –¿Por un agradecimiento por hacerte pasar el primer dia?- suspiré pesadamente.
-Iré- dije rindiéndome, solo era un partido, nada malo. El corrió hacia mi y me abrazó completamente, su cuerpo era como el triple que el mio y era tan alto y fuerte, parecía una hormiga delante de un gusano. Literal –Necesito. Que. Me. Sueltes- dije calmadamente. El me soltó al instante.
-Bien-
-Bien- crucé mis brazos, el sonrió de nuevo mirandome –Tengo novio Robert-
-Y el es muy afortunado- explicó.
HappinessOnFire
Re: The 10th Guy ♥ El Décimo Chico.♥ ||Harry Styles||
CAPITULO XXXIV
-Quisiera estar alla…- movia algunas cajas que habia recibido de la mudanza, cajas con libros y cosas que no quise dejar en New York –En serio, ¿Estas bien?- “Lo estoy…” Harry habia llamado la noche anterior y lo llamé esa mañana, el tenia comienzo de gripe, asi que no se sentia nada bien y se la pasaba durmiendo, malo para ambos “¿Asi que iras a un partido hoy?” levanté una camisa entre mis manos, el teléfono lo sostenia con mi hombro –Al parecer…- “¿Me repites el por que tienes que ir?” –Porque me invitó- “¿Y segura que especificaste que tenias un maravilloso novio?” me reí, lo admito –Dos veces, aunque no dije magnifico, fue mas como, ¡Hey que mal, tengo novio!- sé que el sonreía, pero no dijo nada –Bromeo- “Lo sé. Gemma está aquí, estaré bien” –Oh bien- “Bien” ambos hicimos silencio, yo doblaba una ropa “¿Qué haras la próxima semana?” –Hm estaré con mi novio- el rio “Hablo del domingo” –Estaré con mi novio- el rio nuevamente -¿Piensas dejarme sola después de tanto tiempo?- “¿Una semana?” –Siento que me muero- “Reina del drama” volvimos a reir -¿Qué planeas?- “No lo planeo yo, son los Teen Choice Awards…” me detuve por un segundo, ¿esa no era la entrega de premios de Nickelodeon? “...Y tengo que llevar pareja” –No es necesario- “Oh si lo es” –Harry- “Sé lo que hago, todo estará bien, ¿o no?” solo vivía paranoica y no podía iniciar sesión en twitter sin recibir insultos, lo típico. -¿Qué debo usar?- “Algo normal…” –Podrian vernos, mucha gente- el hizo silencio “Tendré cuidado” –Y me llamaran loca por aplaudirles- “Eso suena mas como tu” –Si realmente me vuelvo loca en casa, no quiero imaginarme en vivo- el rio –Seria como ‘HEY MI NOVIO GANÓ ESTOY TAN ORGULLOSA’- volvió a reir “Presentaremos la nueva canción” -¿Nervioso?- “Emocionalmente nervioso” –Hm, solo tienes que pensar que abran muchos artistas que tu admiras observando cada detalle de tu presentación- “Eso ayudó” –Hm me alegra- “¿Robert es un chico alto teñido?”- alto con el cabello oscuro y ojos oscuros –Si- y comencé a recordar todo lo que hizo ayer “Twitter está enloquecido” –Lo lamento- miré mi laptop encendida, luego lo agarré y comencé a colocar la contraseña “No entres” dejé de teclear “Solo hay imágenes y comentarios tontos, fue mas lo que tu contaste” –Lo lamento- volví a decir “¿Crees que Lou sale conmigo?” reí fuertemente “Es lo que se rumorea” paré de reir “Ves, muchas cosas no tienen sentido” –Yo salgo con mi hermano, ¿recuerdas?- “Y yo a veces con Gemma, también con personas que no conozco. O soy gay, la mayoría es que soy gay” –¿Lo eres?- y la puerta se abrió, una Rossie con el cabello alborotado entró llena de sollozos a tirarse en su cama –Tengo que colgar, drama femenino- el hizo silencio –No es nada acerca de lo que estas pensando- “Llamame cuando termines” y colgué. Caminé los pasos que faltaban para quedar en su cama y sentarme a su lado, ella estaba tirada boca abajo sollozando en su almohada.
Nunca pensé mirarla asi –Rossie- pero ella solo se arrimó mas hacia la pared, me acosté a su lado –¿Qué ocurrió?-
-¡Terminó conmigo!- dijo en sollozos -¡Despues de 2 años de relación!- miré el techo, ugh, me parece tan conocido esta imagen. Suspiré.
-Es un idiota entonces-
-¡No lo es!- y se colocó boca arriba, ahora ambas mirábamos el techo. Escuchaba como sollozaba y pasaba sus manos por su cara, la miré, todo el maquillaje cayendo por su piel –El es… fantástico, maduro, nunca pensé que sentiría algo asi, estoy enamorada-
-Ugh- no sabia que decir exactamente, usualmente en New York cualquiera que terminara con mis amigas, era automáticamente un idiota -¿Se lo dijiste?-
-¿Qué estaba enamorada?- la sentí mirándome, la miré. Sus ojos rojos. Luego asintió y tapó su cara. Estaba a punto de pasarle un mensaje a Chleo para que me de tips de como animar a alguien, era un fracaso en eso. Asi que solo la abracé y ella sollozó mas fuerte en mi hombro, todo su cabello rojo cayó en mi cara, asi que cerré los ojos. Una vez que ella paró de sollozar, se colocó boca arriba de nuevo –Lo quiero conmigo-
-Ugh es obvio- y miré el techo, cualquiera quisiera a la persona con quien estas enamorada. Suspiré.
-E irá al partido hoy- asentí –Llevaré una minifalda- asentí de nuevo –Y un top- bien iba a parecer una puta, pero al parecer eso aquí en California era normal –Y condones- sonreí.
-Ugh-
-Repites muchos Ugh- ella se sentó en la cama, yo seguía con mis manos en mi estomago gruñendo sin haber comido nada, mirando el techo –Has adelgazado esta semana- me senté de nuevo, miré mi abdomen, ¡Oh por dios tenia un abdomen sin tanta grasa! ¡Dejar de comer tanto servia! –Y ayer no comiste nada en el parque-
-Comida grasosa-
Me miró fijamente –Asi que quieres que ese tal Harry note tu perdida de peso-
Sonreí levantándome de la cama –Relamente, tengo una boda y un vestido que comprar. Mi novio es… muy… importante, conoceré a su familia y necesito lucir bien-
-Tu luces bien, mejor que otras chicas- ella estaba apoyada en la cama con sus manos hacia atrás –Pero vas a lucir como un esqueleto- Me miré en el espejo, si levantaba la camisa, hasta podía ver las primeras costillas perfectamente. ¡Gracias poca comida! Seguí guardando las cajas –Debes lucir como eres- dijo rindiéndose, luego comenzó a sacar ropa de su armario. La miré por un segundo. Ella era delgada, su cabello tan largo y rojo, blanca como la nieve. No me sorprende que diga eso, ella era hermosa y yo no.
Habia luz, demasiada luz proveniente de varias ventanas filtradas por el pasillo. Estaba en mi casa, habian gritos y demás. Mi cabeza dolia y no era mas que yo gritando, el sostenia mi cabello pero no podía verlo a el “¡Basta!” gritaba “¡Para!” era todo lo que gritaba “¡No quiero bajar!” y el hacia que yo caminara, luego se adelantó. Su espalda ancha, su camisa arrugada y su mano en mi cabello, yo seguía gritando y el no decía ni una sola palabra, pisamos dos escalones y se escuchó un ruido, luego el estaba abajo “¡Josh!” pero nadie hablaba, ambos movían sus labios y no habian voces allí. Él soltó mi cabello, su cara estaba tapada con sombras, y yo corrí hasta el pasillo nuevamente. Mi habitación, debía estar en mi habitación. Josh gritaba pero no habia sonido, lo sentí agarrándome, el agarraba mi brazo con tanta fuerza. Mis brazos llevaban moretones, moretones hechos por el. Josh gritó de nuevo y traté de gritar, pero mi voz se habia ido. Corrí hacia un lado y el agarró de nuevo mi cabello y mi brazo, estaba pegada en el barandal, yo gritaba por el dolor, mi brazo estaba torcido, Josh subia las escaleras gritando, el tenia algo en su mano. Levanté mi pierna y sentí que lo golpee, una, dos, tres veces. Una. Dos. Tres veces. -¡Uno! ¡Dos! ¡Tres!- y abrí los ojos de golpe, no podía observar bien, el sitio estaba iluminado por la luz amarilla artificial, habia algo rojo a mi lado, limpie mis ojos -¡Dios al fin despiertas!- traté de sentarme en mi cama pero caí enseguida, estaba temblando -¡Para de hacer eso!- la cara de Rossie me asustó -¡Para de llorar!- ¿Estaba llorando? Me senté en la cama y alcancé mi celular, con la pantalla pude ver mi rostro hinchado y lagrimas caian por mi rostro, habian caído por mucho tiempo, no estaban secas.
-Lo… lamento- dije. No habia sucedido, no habia visto, Josh estaba allí. Miré mi brazo y no habian moretones en el, las ventanas. Cerré mis ojos. Era el pasillo después de los escalones, las ventanas alumbraban justo antes de anochecer, porque el sol siempre se ocultaba para ese lado.
-¿Qué soñaste?- preguntó Rossie, sus ojos tan abiertos.
-No recuerdo- mis dedos habian parado de temblar, y me levanté de la cama. Toqué mi cabeza, siempre habia soñado lo mismo, la misma oscuridad y la pequeña luz alta. Ya estaba tan acostumbrada a soñar lo mismo que no pasaba esto. Pero no era el mismo sueño y no estaban las mismas personas. Miré la ventana y luego el reloj -¡Oh dios falta una hora!- y cuando observé bien a Rossie, ella llevaba la falda y el top mencionado, por supuesto, ella estaba lista.
El lugar estaba infestado de personas ebrias, todas festejaban algo anticipado. Todas vestidas con cosas cortas y llamativas, menos Blanda y yo. Blanda miraba su celular cada cierto tiempo –Odio estar aquí-
-No debiste venir- no sabia que habia ocurrido, pero si a ella no le gustaba, no debió haber venido.
-No voy a dejarte sola- dijo. La miré sonriente, luego bajó la cabeza –Conozco su juego-
-Yo trato de adivinar a que juega Robert- susurré, ella me miró por un segundo y luego sonrió.
-Juro que habia una cola tan inmensa como el odio de algunas chicas aq…- Rossie se acercaba con palomitas y cervezas, luego se paralizó –Allí está- ambas volteamos al mismo tiempo. Ella miraba el barandal, no habia mucha gente. Chicas hablando con chicos, chicos festejando y mi profesor de Arte contemporáneo –Se ve tan bien con esa camisa beige- abrí de golpe los ojos, mi profesor llevaba una camisa beige –Y sin corbata, genial- y el usualmente usaba corbatas. Miré detenidamente a Rossie.
-¿Estas saliendo con mi profesor de Arte?-
-¡Shhhh!- todas inclinamos las cabezas para quedar las tres muy cerca, ella susurró –Es un… se, cre, to-.
Miré a Blanda, ella no podía dejar de mirar a Rossie –¡Por dios!- gritó.
-Shh- dijo Rossie de nuevo –No se lo digan a nadie- Ugh. Ugh. Ugh. Tomé un gran trago de mi cerveza –Iré- luego casi la escupo, pero antes de que pudiera decir algo, ella estaba caminando hacia el. Comencé a comer cotufas, lo bueno era, que las cotufas no engordaban. O no mucho, o no lo hacían. Seguí comiendo, Rossie llegó a el y lo saludó como si nada, Blanda comenzó a comer cotufas observando la situación. El tenia una cara seria, ella le susurró algo y el abrió los ojos. Luego ella se despidió y se alejó, bajó de donde estaba –Es una locura- susurró Blanda.
-Shh- seguí comiendo cotufas, no sabia cuando habia empezado a decir ‘Baja con ella’ ‘Vamos’ en mi mente, pero el se movió y la siguió –Bien no creo que vayan a ver el partido- y coloqué mi cartera en el asiento de Rossie, Blanda se arrecostó en su asiento.
-El nos da clases-
-Si lo sé- seguí comiendo. Luego me dí cuenta que iba por menos de la mitad y se lo dí a Blanda. El partido comenzó a los 10 minutos de terminada la función, realmente no entendia mucho sobre el futbol. Solo sabia que ellos debían lanzar el balón hacia el otro lado y evitar de que golpearan sus traseros, pero al contrario, Blanda se habia emocionado con el juego. Gritaba y se quejaba, hasta juré haber escuchado un “Mierda” entre sus labios. Saqué mi celular ‘No entiendo el futbol’ envie. Miré de nuevo y ese hombre con el uniforme verde tiró a otro, ¿Era falta? Harry contestó “Por lo menos no te obligan a saberlo jugar por ser mujer” reí sola, en serio sola. Todas las personas voltearon a mirarme, no debía reirme cuando un jugador estaba lesionado ‘¿Qué tal el concierto?’ “Genial, en este momento estoy en una fiesta…” el no habia dicho nada sobre una fiesta, lo dejé ir, lo coloqué en el cajón de cosas que sacaría luego ‘Ugh, pensé que te sentias mal’ y miré de nuevo, habian anotado algo, grité. Pero demasiado tarde provocando la risa de los demás, me senté mas abajo en mi asiento “Repiteme ¿por que tienes que estar ahí?” voltee los ojos ‘Porque quiero. Ahora, ¿Por qué estas en una fiesta estando enfermo?’ “Oh, ¿quieres? Pensé que era un agradecimiento, no sé. No me gusta ese Robert” bajé la cabeza ‘No me importa si no te gusta, a mi no me gusta que te tomes fotos con cualquier modelo que salga en tu camino y estes jugando con ellas, lamentablemente, tengo que aguantarlo.’ Miré a Blanda, ella me miró y yo sonreí tristemente “Sabia que sacarias eso en algún momento” cerré los ojos de lo molesta que me estaba poniendo ‘Yo sabia que no te gustaba esta situación’, el contestó “No me gusta ninguna situación que te haga salir con otros hombres” y dije ‘Por amor a Dios, Harry, es un amigo’ y el dijo “Un amigo que te quiere coger. ¿Puedes admitirlo?”. Y todo el mundo comenzó a gritar, todos se colocaron de pie y cuando me coloqué de pie, todos comenzaron a sentarse de nuevo. ‘¿Admitir que no me acuesto con cualquier persona? ¡Claro! ¿Comenzaremos a discutir porque salí? Tu estas allá con cuantas chicas puedas y yo no estoy diciendo nada’ Luego hubieron gritos tras gritos “Pero en ti es en quien estoy pensando” sonreí ‘Yo le escribo a mi novio mientras el partido está ocurriendo, ¿No te parece romántico?’, Blanda me miraba, fingí prestarle atención al juego “No es suficiente” sonreí de nuevo. Mi estomago hacia esas cosas que hace cuando quiero algo, sentia mi garganta arder por necesidad. Todos comenzaron a gritar de la nada y del susto me levanté gritando también, haciendo que todos se levantaran. Luego me volví a sentar ‘Nunca será suficiente para ambos’ de la nada, todos comenzaron a levantarse y a alejarse de sus asientos… Blanda se levantó. Yo me levanté. -¿Ya terminó todo?-
-Si, ganamos- dijo ella riéndose. La noche estaba llena de brisa helada, aunque habian mas de 100 personas ebrias festejando en los alrededores del campo. Blanda caminó decidida hasta su auto y ya estaba probando la deliciosa copa de un exquisito chocolate caliente que ella habia contado, las personas chocaban con nosotras y los olores se mezclaban, cuando quise observar mas allá de la gente, alguien me miraba fijamente. Llevaba un sueter que cubria su rostro excepto su cara, era alto, no tan delgado pero si fuerte. Me paralicé, las personas seguían allí, pero mis oídos habian dejado de escuchar. Era una fuerte sensación de reconocimiento, mis pequeños pelos del brazo se paralizaron también, mi respiración vaciló. Mi cabeza comenzaba a palpitar tan rápido como mi corazón, palpitaba, dolia. Mis manos siguieron a mi cabeza, habia comenzado a temblar –Controlalo- cerré los ojos, no era el, solo se parecía a el. Habia practicado, habia pasado ya, ya habia tenido una pesadilla temprano, podía controlarlo. Respira, respira, aspira. No podía verle el rostro, estaba oscuro. Cerré de nuevo los ojos. Mis manos apretaban mi cabeza, no podía moverme -¿Cassie?- abrí los ojos de golpe.
Nunca pensé mirarla asi –Rossie- pero ella solo se arrimó mas hacia la pared, me acosté a su lado –¿Qué ocurrió?-
-¡Terminó conmigo!- dijo en sollozos -¡Despues de 2 años de relación!- miré el techo, ugh, me parece tan conocido esta imagen. Suspiré.
-Es un idiota entonces-
-¡No lo es!- y se colocó boca arriba, ahora ambas mirábamos el techo. Escuchaba como sollozaba y pasaba sus manos por su cara, la miré, todo el maquillaje cayendo por su piel –El es… fantástico, maduro, nunca pensé que sentiría algo asi, estoy enamorada-
-Ugh- no sabia que decir exactamente, usualmente en New York cualquiera que terminara con mis amigas, era automáticamente un idiota -¿Se lo dijiste?-
-¿Qué estaba enamorada?- la sentí mirándome, la miré. Sus ojos rojos. Luego asintió y tapó su cara. Estaba a punto de pasarle un mensaje a Chleo para que me de tips de como animar a alguien, era un fracaso en eso. Asi que solo la abracé y ella sollozó mas fuerte en mi hombro, todo su cabello rojo cayó en mi cara, asi que cerré los ojos. Una vez que ella paró de sollozar, se colocó boca arriba de nuevo –Lo quiero conmigo-
-Ugh es obvio- y miré el techo, cualquiera quisiera a la persona con quien estas enamorada. Suspiré.
-E irá al partido hoy- asentí –Llevaré una minifalda- asentí de nuevo –Y un top- bien iba a parecer una puta, pero al parecer eso aquí en California era normal –Y condones- sonreí.
-Ugh-
-Repites muchos Ugh- ella se sentó en la cama, yo seguía con mis manos en mi estomago gruñendo sin haber comido nada, mirando el techo –Has adelgazado esta semana- me senté de nuevo, miré mi abdomen, ¡Oh por dios tenia un abdomen sin tanta grasa! ¡Dejar de comer tanto servia! –Y ayer no comiste nada en el parque-
-Comida grasosa-
Me miró fijamente –Asi que quieres que ese tal Harry note tu perdida de peso-
Sonreí levantándome de la cama –Relamente, tengo una boda y un vestido que comprar. Mi novio es… muy… importante, conoceré a su familia y necesito lucir bien-
-Tu luces bien, mejor que otras chicas- ella estaba apoyada en la cama con sus manos hacia atrás –Pero vas a lucir como un esqueleto- Me miré en el espejo, si levantaba la camisa, hasta podía ver las primeras costillas perfectamente. ¡Gracias poca comida! Seguí guardando las cajas –Debes lucir como eres- dijo rindiéndose, luego comenzó a sacar ropa de su armario. La miré por un segundo. Ella era delgada, su cabello tan largo y rojo, blanca como la nieve. No me sorprende que diga eso, ella era hermosa y yo no.
Habia luz, demasiada luz proveniente de varias ventanas filtradas por el pasillo. Estaba en mi casa, habian gritos y demás. Mi cabeza dolia y no era mas que yo gritando, el sostenia mi cabello pero no podía verlo a el “¡Basta!” gritaba “¡Para!” era todo lo que gritaba “¡No quiero bajar!” y el hacia que yo caminara, luego se adelantó. Su espalda ancha, su camisa arrugada y su mano en mi cabello, yo seguía gritando y el no decía ni una sola palabra, pisamos dos escalones y se escuchó un ruido, luego el estaba abajo “¡Josh!” pero nadie hablaba, ambos movían sus labios y no habian voces allí. Él soltó mi cabello, su cara estaba tapada con sombras, y yo corrí hasta el pasillo nuevamente. Mi habitación, debía estar en mi habitación. Josh gritaba pero no habia sonido, lo sentí agarrándome, el agarraba mi brazo con tanta fuerza. Mis brazos llevaban moretones, moretones hechos por el. Josh gritó de nuevo y traté de gritar, pero mi voz se habia ido. Corrí hacia un lado y el agarró de nuevo mi cabello y mi brazo, estaba pegada en el barandal, yo gritaba por el dolor, mi brazo estaba torcido, Josh subia las escaleras gritando, el tenia algo en su mano. Levanté mi pierna y sentí que lo golpee, una, dos, tres veces. Una. Dos. Tres veces. -¡Uno! ¡Dos! ¡Tres!- y abrí los ojos de golpe, no podía observar bien, el sitio estaba iluminado por la luz amarilla artificial, habia algo rojo a mi lado, limpie mis ojos -¡Dios al fin despiertas!- traté de sentarme en mi cama pero caí enseguida, estaba temblando -¡Para de hacer eso!- la cara de Rossie me asustó -¡Para de llorar!- ¿Estaba llorando? Me senté en la cama y alcancé mi celular, con la pantalla pude ver mi rostro hinchado y lagrimas caian por mi rostro, habian caído por mucho tiempo, no estaban secas.
-Lo… lamento- dije. No habia sucedido, no habia visto, Josh estaba allí. Miré mi brazo y no habian moretones en el, las ventanas. Cerré mis ojos. Era el pasillo después de los escalones, las ventanas alumbraban justo antes de anochecer, porque el sol siempre se ocultaba para ese lado.
-¿Qué soñaste?- preguntó Rossie, sus ojos tan abiertos.
-No recuerdo- mis dedos habian parado de temblar, y me levanté de la cama. Toqué mi cabeza, siempre habia soñado lo mismo, la misma oscuridad y la pequeña luz alta. Ya estaba tan acostumbrada a soñar lo mismo que no pasaba esto. Pero no era el mismo sueño y no estaban las mismas personas. Miré la ventana y luego el reloj -¡Oh dios falta una hora!- y cuando observé bien a Rossie, ella llevaba la falda y el top mencionado, por supuesto, ella estaba lista.
El lugar estaba infestado de personas ebrias, todas festejaban algo anticipado. Todas vestidas con cosas cortas y llamativas, menos Blanda y yo. Blanda miraba su celular cada cierto tiempo –Odio estar aquí-
-No debiste venir- no sabia que habia ocurrido, pero si a ella no le gustaba, no debió haber venido.
-No voy a dejarte sola- dijo. La miré sonriente, luego bajó la cabeza –Conozco su juego-
-Yo trato de adivinar a que juega Robert- susurré, ella me miró por un segundo y luego sonrió.
-Juro que habia una cola tan inmensa como el odio de algunas chicas aq…- Rossie se acercaba con palomitas y cervezas, luego se paralizó –Allí está- ambas volteamos al mismo tiempo. Ella miraba el barandal, no habia mucha gente. Chicas hablando con chicos, chicos festejando y mi profesor de Arte contemporáneo –Se ve tan bien con esa camisa beige- abrí de golpe los ojos, mi profesor llevaba una camisa beige –Y sin corbata, genial- y el usualmente usaba corbatas. Miré detenidamente a Rossie.
-¿Estas saliendo con mi profesor de Arte?-
-¡Shhhh!- todas inclinamos las cabezas para quedar las tres muy cerca, ella susurró –Es un… se, cre, to-.
Miré a Blanda, ella no podía dejar de mirar a Rossie –¡Por dios!- gritó.
-Shh- dijo Rossie de nuevo –No se lo digan a nadie- Ugh. Ugh. Ugh. Tomé un gran trago de mi cerveza –Iré- luego casi la escupo, pero antes de que pudiera decir algo, ella estaba caminando hacia el. Comencé a comer cotufas, lo bueno era, que las cotufas no engordaban. O no mucho, o no lo hacían. Seguí comiendo, Rossie llegó a el y lo saludó como si nada, Blanda comenzó a comer cotufas observando la situación. El tenia una cara seria, ella le susurró algo y el abrió los ojos. Luego ella se despidió y se alejó, bajó de donde estaba –Es una locura- susurró Blanda.
-Shh- seguí comiendo cotufas, no sabia cuando habia empezado a decir ‘Baja con ella’ ‘Vamos’ en mi mente, pero el se movió y la siguió –Bien no creo que vayan a ver el partido- y coloqué mi cartera en el asiento de Rossie, Blanda se arrecostó en su asiento.
-El nos da clases-
-Si lo sé- seguí comiendo. Luego me dí cuenta que iba por menos de la mitad y se lo dí a Blanda. El partido comenzó a los 10 minutos de terminada la función, realmente no entendia mucho sobre el futbol. Solo sabia que ellos debían lanzar el balón hacia el otro lado y evitar de que golpearan sus traseros, pero al contrario, Blanda se habia emocionado con el juego. Gritaba y se quejaba, hasta juré haber escuchado un “Mierda” entre sus labios. Saqué mi celular ‘No entiendo el futbol’ envie. Miré de nuevo y ese hombre con el uniforme verde tiró a otro, ¿Era falta? Harry contestó “Por lo menos no te obligan a saberlo jugar por ser mujer” reí sola, en serio sola. Todas las personas voltearon a mirarme, no debía reirme cuando un jugador estaba lesionado ‘¿Qué tal el concierto?’ “Genial, en este momento estoy en una fiesta…” el no habia dicho nada sobre una fiesta, lo dejé ir, lo coloqué en el cajón de cosas que sacaría luego ‘Ugh, pensé que te sentias mal’ y miré de nuevo, habian anotado algo, grité. Pero demasiado tarde provocando la risa de los demás, me senté mas abajo en mi asiento “Repiteme ¿por que tienes que estar ahí?” voltee los ojos ‘Porque quiero. Ahora, ¿Por qué estas en una fiesta estando enfermo?’ “Oh, ¿quieres? Pensé que era un agradecimiento, no sé. No me gusta ese Robert” bajé la cabeza ‘No me importa si no te gusta, a mi no me gusta que te tomes fotos con cualquier modelo que salga en tu camino y estes jugando con ellas, lamentablemente, tengo que aguantarlo.’ Miré a Blanda, ella me miró y yo sonreí tristemente “Sabia que sacarias eso en algún momento” cerré los ojos de lo molesta que me estaba poniendo ‘Yo sabia que no te gustaba esta situación’, el contestó “No me gusta ninguna situación que te haga salir con otros hombres” y dije ‘Por amor a Dios, Harry, es un amigo’ y el dijo “Un amigo que te quiere coger. ¿Puedes admitirlo?”. Y todo el mundo comenzó a gritar, todos se colocaron de pie y cuando me coloqué de pie, todos comenzaron a sentarse de nuevo. ‘¿Admitir que no me acuesto con cualquier persona? ¡Claro! ¿Comenzaremos a discutir porque salí? Tu estas allá con cuantas chicas puedas y yo no estoy diciendo nada’ Luego hubieron gritos tras gritos “Pero en ti es en quien estoy pensando” sonreí ‘Yo le escribo a mi novio mientras el partido está ocurriendo, ¿No te parece romántico?’, Blanda me miraba, fingí prestarle atención al juego “No es suficiente” sonreí de nuevo. Mi estomago hacia esas cosas que hace cuando quiero algo, sentia mi garganta arder por necesidad. Todos comenzaron a gritar de la nada y del susto me levanté gritando también, haciendo que todos se levantaran. Luego me volví a sentar ‘Nunca será suficiente para ambos’ de la nada, todos comenzaron a levantarse y a alejarse de sus asientos… Blanda se levantó. Yo me levanté. -¿Ya terminó todo?-
-Si, ganamos- dijo ella riéndose. La noche estaba llena de brisa helada, aunque habian mas de 100 personas ebrias festejando en los alrededores del campo. Blanda caminó decidida hasta su auto y ya estaba probando la deliciosa copa de un exquisito chocolate caliente que ella habia contado, las personas chocaban con nosotras y los olores se mezclaban, cuando quise observar mas allá de la gente, alguien me miraba fijamente. Llevaba un sueter que cubria su rostro excepto su cara, era alto, no tan delgado pero si fuerte. Me paralicé, las personas seguían allí, pero mis oídos habian dejado de escuchar. Era una fuerte sensación de reconocimiento, mis pequeños pelos del brazo se paralizaron también, mi respiración vaciló. Mi cabeza comenzaba a palpitar tan rápido como mi corazón, palpitaba, dolia. Mis manos siguieron a mi cabeza, habia comenzado a temblar –Controlalo- cerré los ojos, no era el, solo se parecía a el. Habia practicado, habia pasado ya, ya habia tenido una pesadilla temprano, podía controlarlo. Respira, respira, aspira. No podía verle el rostro, estaba oscuro. Cerré de nuevo los ojos. Mis manos apretaban mi cabeza, no podía moverme -¿Cassie?- abrí los ojos de golpe.
HappinessOnFire
Re: The 10th Guy ♥ El Décimo Chico.♥ ||Harry Styles||
CAPITULO XXXV
-Te llevaré a casa- mi cabeza estaba apoyada en su hombro, presumia que si abria los ojos de nuevo, perdería la conciencia -¿Dónde está tu amiga? ¿Te encuentras bien?-
Negué con la cabeza –Estoy bien- el sostenia mi mano y mi espalda, me mantenía de pie –Estoy bien Adam-
-No, vas a enloquecer y terminaras en el suelo-
Suspiré –Adam no- y traté de apartarme, abrí los ojos. Su rostro se movia, pero luego se quedaba en un solo sitio, ahora tenia ganas de vomitar –Estoy bien- y me quedé al frente de el, las personas se habian esparcido, por lo menos un poco –Ahora controlo esto- y apreté mis ojos de nuevo, los abrí observando a otra dirección. Estaba bien, muy bien.
El se quedó allí dudando, sus brazos medio extendidos, sin tocarme, luego los bajó -¡Te he estado buscando!- Blanda se acercó y cuando observó mi cara -¿Qué está mal?-
-Deberian ir a casa- dijo Adam, Blanda nos miró a ambos –Y arrecostarte, colocarte algo frio en la cabeza, que deje de pensar- lo miré.
-Ya no necesito eso- dije con voz histérica, me molestaba que el recordara eso, lo que yo necesitaba en una situación asi. Miré hacia atrás de Adam, la persona habia desaparecido –Blanda, ¿Chocolate?- Blanda estaba intacta ahí, luego sonrió y asintió. Ambas nos apartamos. Volví a mirar a donde estaba esa persona, no habia nada, ni un rastro de ella… nada.
Mis pasos resonaban mientras caminaba de prisa, se suponía, que su habitación era la ultima. Contaba los números de cada puerta y mi bolso guindaba de un hombro. Llegue a la puerta y mi corazón latia a mil por hora, el ultimo mensaje que envie fue “Subiré” después de haber podido entrar al hotel con solo mencionar mi nombre. Respiré profundamente mientras sonreía como idiota, desde que me habia levantado, estaba sonriendo. Dos semanas, dos semanas sin verlo y ahora habia una puerta separándonos. Mi piel estaba calida de anticipación aunque afuera llovia con fuerza, mi mano tocó la puerta, un toque. Habia sido muy débil, otro toqu… la puerta se abrió, agarró mi brazo y lo haló hasta adentro de la habitación, el cerró la puerta y me pegó contra ella. Sus labios duros contra los mios, sus manos agarrando para lado de mi rostro. Sus labios. Sus labios moviéndose con dureza, mi bolso cayó de mi hombro y coloqué mis brazos a cada lado de su cuello, su cabello, su cabello entre mis dedos. Su olor, olia al Harry de siempre, Channel con jabón, metió su lengua en mi boca y lo ultimo que supe es que necesitaba tenerlo mas cerca, el me aplastó contra el colocando su mano en mi espalda, luego la bajó y sostuvo mi trasero, me faltaba aire, me faltaba a i r e. Lo solté y respiré profundamente, sonreí y antes de poder decir una palabra –Cama. Ahora- explicó. Volvió a tomarme pero su lengua se dirigía hasta mi cuello, yo me sentia extasiada y complacida. Sus dos brazos sostuvieron mi trasero y yo me sostuve de sus hombros, el me levantó. Cada pierna a un lado de su cadera y podía sentir la urgia que el tenia en este momento, comencé a besar su piel, deliciosa piel. Una vez en la habitación el me bajó, traté desesperadamente con desaparecer mi blusa, pero el sostuvo mis muñecas –He estado soñando todos estos días con hacer esto, permíteme- y agarró el borde, yo levanté los brazos y el extendió la blusa por encima de mi, sin perder tiempo, comenzó a besar mis pechos, lentamente, absorventemente. Agarré el botón de su pantalón y desapareció en agarre, el me tiró en la cama y luego el estaba sobre mi. Sus manos subían mi falda con la orden estricta de tocarme, yo bajaba sus pantalones con mis pies hasta que el se los bajó enseguida, sostuve el borde de su interior y lo escuché gruñir. Mis respiración fallaba y mi cuerpo estaba demasiado caliente como para soportarlo, el apartó el sostén sin desabrocharlo y besó todo lo que habia en el, luego comenzó a besar mis labios otra vez, y ambos nos movíamos expectantes, el se frotaba conmigo, un sonido salió de mis labios y el rio, su voz ronca –Cass- dijo, Cass, amaba como sonaba con esa voz, Cass.
El descansaba encima de mi mientras que nuestras respiraciones regresaban, sentia su respiración en mi hombro y abrí los ojos. El aun cargaba su camisa puesta, besó mis hombros dos veces y luego cayó al lado de mi. Me arrimé hacia el –Genial- era todo lo que podía decir.
Respiró nuevamente –Lamento haber hecho esto asi-
Me senté y lo miré -¿Estas bromeando?- el solo podía mirar una cosa, mis senos descubiertos. Acomodé el sostén, luego me miró a los ojos –Fue genial, te extrañaba mucho- y besé sus labios, el sonrió –Aunque necesito que te quites la camisa, me parece injusto- rio sentándose en la cama, y tomándome nuevamente entre sus brazos, tirándome hacia atrás. Su cabello caia entre su rostro, sus ojos me miraban fijamente y yo estaba pegada a la cama. El no decía nada, solo me observaba y acariciaba mi cara.
-Ojeras- dijo, acarició la parte baja de mi ojo, cerré los ojos -¿Has tenido mas pesadillas?-
Asentí –Cada vez mas… pero ahora lo controlo-
Asintió –Debes decirme-, no le contaba todo, pero le contaba. Era parte del control que tenia sobre eso, contarle, me ayudaba mucho. Hizo silencio de nuevo y comenzó a observarme bajando la vista mas allá de mi rostro -¿Por qué estas tan delgada?-
Bajé la vista, no podía mirarlo a los ojos y decirle la verdad. ¡Ahora me quedaba el vestido! –Quise bajar de peso un poco- lo miré por accidente de nuevo, luego voltee la cabeza.
-¿Un poco?- tocó mi estomago, dios, su mano me quemaba –Veo huesos en vez de piel- y ahora me miraba duramente -¿Por qué quisiste bajar de peso?- suspiré. Luego miré un lado de su camisa. ¿Tenia un nuevo tatuaje? –Cass- su voz era dura. Luego un ruido nos alertó a ambos, era un celular, su celular. Nos quedamos mirando un buen tiempo hasta que el se digno a contestar la llamada. Yo me senté en la cama y luego me coloqué de pie, trataba de buscar mi blusa, ¿Dónde carajo el habia puesto mi blusa? Fui hasta lo que era el baño, era totalmente blanco e intacto. Mi cabello estaba hecho un desastre y tenia marcas rojas en mis senos, chupones. Lo mataria. Acomodé la falda que aun la tenia puesta, arrugada, en mi vientre y la estiré hacia abajo. El seguía hablando por teléfono, busqué directo en la maleta de Harry, tenia la tapa abierta, tomé una de sus camisas y la bajé por mi pecho, cuando pude verlo, el estaba observándome fijamente.
-¿Vemos algunas películas?- pregunté, no sabia en donde habia dejado mi bolso con el maquillaje adentro.
-Vayamos a almorzar- y se colocó de pie, subió su bóxer y tapo su miembro. El tenia la camisa puesta asi que comenzó a colocarse el pantalón –Y Cass…- lo miré nuevamente antes de salir de la habitación hasta la sala para buscar mi maquillaje –No pienses que hemos terminado de hablar- me miró duramente, una mirada preocupada.
El habia pedido un plato del cual yo iba a quedar enamorada, según sus palabras. Hablabamos sobre cualquier tontería, era fácil conseguir un tema de conversación, cosas sin sentido, personas sin sentido. Cuando no hablábamos, el silencio usualmente no era incomodo, sabíamos que estábamos bien. Cuando los platos estaban al frente el prestaba suma atención a mi comida, ahora debía comer, no es como si no me gustara, pero ya me habia acostumbrado a no comer -¿Cómo es tu padrastro?-
-A todos nos agrada, es bastante simple- sonreí –Es ya parte de la familia…-
-Me alegra que todos se lleven bien, mi familia es un desastre- el me miraba fijamente –A la final no encontré ninguna información del paradero de mi padre- la cual buscaba por internet, durante mis tiempos libres. Tambien en los viejos anuncios del periódico, realmente no encontraba nada –Supongo que lo mejor es no saber nada- e ignorarlo, como estaba haciendo.
-Seguiras con esas pesadillas-
-Pero ahora las controlo- sonreí, luego tomé su mano por encima de la mesa –No quiero que te preocupes por esto-
Besó mi mano –Quiero ayudarte con esto y no me preocupa el preocuparme, me preocupa el como te pones cuando ocurre- sonreí -¿Josh?-
Suspiré –En su mundo- tomé un sorbo mas del vino que habia venido con la comida –¿Gemma?-
-Fue raro que no te recibiera- dejó sus cubiertos a un lado –Estaba emocionada por conocerte- el sonrió –Hablando de conocer, te tengo una sorpresa…- voltee la cabeza, el buscaba en su cartera y pensaba que iba a pagar, cuando de la nada sacó dos boletos y los tiró encima de la mesa. Luego me miró y no me moví, el sonrió –Son tuyos-
Agarré uno de los boletos, tenia en grande ‘COLDPLAY’ escrito, también la fecha de hoy, lo miré y su sonrisa era inmensa –Debes de estar jugando-
-Iras-
Miré la fecha, hoy, hoy a las 7 –Hoy tienes concierto-
-Pero iras-
Puse los boletos sobre la mesa –No-
El levantó las cejas -¿No?-
-Aja- cuando el iba a hablar, una chica entró. Y como la habia buscado por google y la tenia agregada en twitter (aunque nunca habíamos hablado) sabia quien era ella, me coloqué de pie.
-Harry ¡Dijiste que esperarías!- Harry también se puso de pie, luego la chica me miró y cambio su rostro de molesta a una sonrisa enorme –Ah- miró a Harry –Supongo que ya te perdí- él rio fuertemente, ella sonrio, se acercó a mi y estiró su mano –Soy Gemma, la hermana del tarado- la tomé enseguida.
-Casside Thompson- y me abrazó, toda esa gente, toda esa gente que estaba acostumbrada a conocer a otra gente hacia esto, tedioso. Pero ella olia bien, a jabón, no usaba perfume Harry me ha dicho…-
-Por supuesto que si- ella asintió –Si habla de mi como me habla de ti, creo que sabes toda mi vida- miré a Harry, el tomaba de su vino -¿Cómo haces para soportarlo?-
Reí –Al principio era bastante difícil, ¿Te dijo que me persiguió y acosó para estar junto a mi?- ella miró a Harry.
-No, me dijo que los dos se habian enamorado inmediatamente- voltee los ojos.
-Ella no quería que me acercara a ella- dijo el.
-Me parecía bastante anormal y no lo quería cerca- crucé mis brazos –Asi que un dia me siguió a casa y se aprendió la dirección, ah, también robó mi celular. Luego me llamaba siempre, y no podía sacarlo de mi teléfono-
Gemma miró a Harry sorprendida –Oye eso no fue asi- él se quejo. Yo sonreí con la barbilla alta, ella nos miraba a ambos.
-Cuando a Harry le gusta alguien, es un tormento, recuerdo sus primeros romances. ¡Una chica tuvo que decirle que se alejara! Fue bastante gracioso- ella era simpática, no una total perra, era genial -¿Estaban comiendo?- miré la mesa, los platos vacios –¿Qué harán después?-
-Harry tiene ensayo- lo miré, el colocó sus ojos casi cerrados, arrugando su frente, mirándome.
-¿Por qué no van de compras?-
-De compras no- ambas contestamos al mismo tiempo, luego nos miramos, odiaba ir de compras. ¿Cómo una mujer podía decir eso? Bueno, lo odiaba. Harry se rio -¿Quieres ir por el postre?- me miró –Conozco una pastelería que es mi favorita, siempre voy-
-Postre- miré a Harry, no habia comido nada de postre durante todo ese asunto de la boda, pero miré a Gemma, ella estaba bien, con su cuerpo bien, Harry me miró duramente -¡Claro!- sonreí.
Los pasos de Gemma eran mucho mas cortos que los de Harry, aunque ambos eran idénticos. Era difícil conseguir alguna diferencia en sus facciones o en su cuerpo, tan solo el cabello y Harry pronto la superaría –Harry nunca es asi- ella hablaba, yo seguía mirando el suelo mientras caminábamos por las calles –No entiendo que le has hecho-
-Ugh- la miré de reojo, ella observaba las vitrinas, sin ningún interés alguno –El también me ha cambiado bastante- ella volteo, me miró fijamente. Era como hablar con un Harry versión mujer, cerré los ojos y los volví a abrir, era real.
-¿El te ha cambiado?-
Negué –Me ha ayudado, aquí- y toqué mi cabeza –Ya no estoy tan loca- ella rio fuertemente.
-Es una lastima-
-¿Ugh?- ella siguió lastimando.
Luego me miró nuevamente, mientras seguía caminando –La primera vez que mencionó tu nombre, el dijo que tu estabas loca…- lo iba a matar -…Y dijo que le encantaba eso de ti, que si seguias asi, ya habia encontrado esposa- detuve mis pasos. Ella siguió caminando como si sus palabras habian sido normales –No me imagino a mi hermano casandose-
-Yo no me imagino casándome tampoco- ella se volvió a detener. Habian personas pasando a través de nosotros, se detuvo a mirarme fijamente.
-Cass, si… si Harry te pide matrimonio, justo ahora, en este momento… ¿Aceptarias?-
-No- contesté rápidamente, luego traté de pensarlo mejor, demonios, demonios, demonios.
Ella rio fuertemente, luego con uno de sus brazos me abrazó y me atrajo a ella –Entonces seremos buenas amigas, bienvenida a la familia- y besó mi frente fuertemente, luego siguió caminando. Como si yo no existiera y como si no me hubiera dado un mini paro cardiaco con esa pregunta.
Negué con la cabeza –Estoy bien- el sostenia mi mano y mi espalda, me mantenía de pie –Estoy bien Adam-
-No, vas a enloquecer y terminaras en el suelo-
Suspiré –Adam no- y traté de apartarme, abrí los ojos. Su rostro se movia, pero luego se quedaba en un solo sitio, ahora tenia ganas de vomitar –Estoy bien- y me quedé al frente de el, las personas se habian esparcido, por lo menos un poco –Ahora controlo esto- y apreté mis ojos de nuevo, los abrí observando a otra dirección. Estaba bien, muy bien.
El se quedó allí dudando, sus brazos medio extendidos, sin tocarme, luego los bajó -¡Te he estado buscando!- Blanda se acercó y cuando observó mi cara -¿Qué está mal?-
-Deberian ir a casa- dijo Adam, Blanda nos miró a ambos –Y arrecostarte, colocarte algo frio en la cabeza, que deje de pensar- lo miré.
-Ya no necesito eso- dije con voz histérica, me molestaba que el recordara eso, lo que yo necesitaba en una situación asi. Miré hacia atrás de Adam, la persona habia desaparecido –Blanda, ¿Chocolate?- Blanda estaba intacta ahí, luego sonrió y asintió. Ambas nos apartamos. Volví a mirar a donde estaba esa persona, no habia nada, ni un rastro de ella… nada.
Mis pasos resonaban mientras caminaba de prisa, se suponía, que su habitación era la ultima. Contaba los números de cada puerta y mi bolso guindaba de un hombro. Llegue a la puerta y mi corazón latia a mil por hora, el ultimo mensaje que envie fue “Subiré” después de haber podido entrar al hotel con solo mencionar mi nombre. Respiré profundamente mientras sonreía como idiota, desde que me habia levantado, estaba sonriendo. Dos semanas, dos semanas sin verlo y ahora habia una puerta separándonos. Mi piel estaba calida de anticipación aunque afuera llovia con fuerza, mi mano tocó la puerta, un toque. Habia sido muy débil, otro toqu… la puerta se abrió, agarró mi brazo y lo haló hasta adentro de la habitación, el cerró la puerta y me pegó contra ella. Sus labios duros contra los mios, sus manos agarrando para lado de mi rostro. Sus labios. Sus labios moviéndose con dureza, mi bolso cayó de mi hombro y coloqué mis brazos a cada lado de su cuello, su cabello, su cabello entre mis dedos. Su olor, olia al Harry de siempre, Channel con jabón, metió su lengua en mi boca y lo ultimo que supe es que necesitaba tenerlo mas cerca, el me aplastó contra el colocando su mano en mi espalda, luego la bajó y sostuvo mi trasero, me faltaba aire, me faltaba a i r e. Lo solté y respiré profundamente, sonreí y antes de poder decir una palabra –Cama. Ahora- explicó. Volvió a tomarme pero su lengua se dirigía hasta mi cuello, yo me sentia extasiada y complacida. Sus dos brazos sostuvieron mi trasero y yo me sostuve de sus hombros, el me levantó. Cada pierna a un lado de su cadera y podía sentir la urgia que el tenia en este momento, comencé a besar su piel, deliciosa piel. Una vez en la habitación el me bajó, traté desesperadamente con desaparecer mi blusa, pero el sostuvo mis muñecas –He estado soñando todos estos días con hacer esto, permíteme- y agarró el borde, yo levanté los brazos y el extendió la blusa por encima de mi, sin perder tiempo, comenzó a besar mis pechos, lentamente, absorventemente. Agarré el botón de su pantalón y desapareció en agarre, el me tiró en la cama y luego el estaba sobre mi. Sus manos subían mi falda con la orden estricta de tocarme, yo bajaba sus pantalones con mis pies hasta que el se los bajó enseguida, sostuve el borde de su interior y lo escuché gruñir. Mis respiración fallaba y mi cuerpo estaba demasiado caliente como para soportarlo, el apartó el sostén sin desabrocharlo y besó todo lo que habia en el, luego comenzó a besar mis labios otra vez, y ambos nos movíamos expectantes, el se frotaba conmigo, un sonido salió de mis labios y el rio, su voz ronca –Cass- dijo, Cass, amaba como sonaba con esa voz, Cass.
El descansaba encima de mi mientras que nuestras respiraciones regresaban, sentia su respiración en mi hombro y abrí los ojos. El aun cargaba su camisa puesta, besó mis hombros dos veces y luego cayó al lado de mi. Me arrimé hacia el –Genial- era todo lo que podía decir.
Respiró nuevamente –Lamento haber hecho esto asi-
Me senté y lo miré -¿Estas bromeando?- el solo podía mirar una cosa, mis senos descubiertos. Acomodé el sostén, luego me miró a los ojos –Fue genial, te extrañaba mucho- y besé sus labios, el sonrió –Aunque necesito que te quites la camisa, me parece injusto- rio sentándose en la cama, y tomándome nuevamente entre sus brazos, tirándome hacia atrás. Su cabello caia entre su rostro, sus ojos me miraban fijamente y yo estaba pegada a la cama. El no decía nada, solo me observaba y acariciaba mi cara.
-Ojeras- dijo, acarició la parte baja de mi ojo, cerré los ojos -¿Has tenido mas pesadillas?-
Asentí –Cada vez mas… pero ahora lo controlo-
Asintió –Debes decirme-, no le contaba todo, pero le contaba. Era parte del control que tenia sobre eso, contarle, me ayudaba mucho. Hizo silencio de nuevo y comenzó a observarme bajando la vista mas allá de mi rostro -¿Por qué estas tan delgada?-
Bajé la vista, no podía mirarlo a los ojos y decirle la verdad. ¡Ahora me quedaba el vestido! –Quise bajar de peso un poco- lo miré por accidente de nuevo, luego voltee la cabeza.
-¿Un poco?- tocó mi estomago, dios, su mano me quemaba –Veo huesos en vez de piel- y ahora me miraba duramente -¿Por qué quisiste bajar de peso?- suspiré. Luego miré un lado de su camisa. ¿Tenia un nuevo tatuaje? –Cass- su voz era dura. Luego un ruido nos alertó a ambos, era un celular, su celular. Nos quedamos mirando un buen tiempo hasta que el se digno a contestar la llamada. Yo me senté en la cama y luego me coloqué de pie, trataba de buscar mi blusa, ¿Dónde carajo el habia puesto mi blusa? Fui hasta lo que era el baño, era totalmente blanco e intacto. Mi cabello estaba hecho un desastre y tenia marcas rojas en mis senos, chupones. Lo mataria. Acomodé la falda que aun la tenia puesta, arrugada, en mi vientre y la estiré hacia abajo. El seguía hablando por teléfono, busqué directo en la maleta de Harry, tenia la tapa abierta, tomé una de sus camisas y la bajé por mi pecho, cuando pude verlo, el estaba observándome fijamente.
-¿Vemos algunas películas?- pregunté, no sabia en donde habia dejado mi bolso con el maquillaje adentro.
-Vayamos a almorzar- y se colocó de pie, subió su bóxer y tapo su miembro. El tenia la camisa puesta asi que comenzó a colocarse el pantalón –Y Cass…- lo miré nuevamente antes de salir de la habitación hasta la sala para buscar mi maquillaje –No pienses que hemos terminado de hablar- me miró duramente, una mirada preocupada.
El habia pedido un plato del cual yo iba a quedar enamorada, según sus palabras. Hablabamos sobre cualquier tontería, era fácil conseguir un tema de conversación, cosas sin sentido, personas sin sentido. Cuando no hablábamos, el silencio usualmente no era incomodo, sabíamos que estábamos bien. Cuando los platos estaban al frente el prestaba suma atención a mi comida, ahora debía comer, no es como si no me gustara, pero ya me habia acostumbrado a no comer -¿Cómo es tu padrastro?-
-A todos nos agrada, es bastante simple- sonreí –Es ya parte de la familia…-
-Me alegra que todos se lleven bien, mi familia es un desastre- el me miraba fijamente –A la final no encontré ninguna información del paradero de mi padre- la cual buscaba por internet, durante mis tiempos libres. Tambien en los viejos anuncios del periódico, realmente no encontraba nada –Supongo que lo mejor es no saber nada- e ignorarlo, como estaba haciendo.
-Seguiras con esas pesadillas-
-Pero ahora las controlo- sonreí, luego tomé su mano por encima de la mesa –No quiero que te preocupes por esto-
Besó mi mano –Quiero ayudarte con esto y no me preocupa el preocuparme, me preocupa el como te pones cuando ocurre- sonreí -¿Josh?-
Suspiré –En su mundo- tomé un sorbo mas del vino que habia venido con la comida –¿Gemma?-
-Fue raro que no te recibiera- dejó sus cubiertos a un lado –Estaba emocionada por conocerte- el sonrió –Hablando de conocer, te tengo una sorpresa…- voltee la cabeza, el buscaba en su cartera y pensaba que iba a pagar, cuando de la nada sacó dos boletos y los tiró encima de la mesa. Luego me miró y no me moví, el sonrió –Son tuyos-
Agarré uno de los boletos, tenia en grande ‘COLDPLAY’ escrito, también la fecha de hoy, lo miré y su sonrisa era inmensa –Debes de estar jugando-
-Iras-
Miré la fecha, hoy, hoy a las 7 –Hoy tienes concierto-
-Pero iras-
Puse los boletos sobre la mesa –No-
El levantó las cejas -¿No?-
-Aja- cuando el iba a hablar, una chica entró. Y como la habia buscado por google y la tenia agregada en twitter (aunque nunca habíamos hablado) sabia quien era ella, me coloqué de pie.
-Harry ¡Dijiste que esperarías!- Harry también se puso de pie, luego la chica me miró y cambio su rostro de molesta a una sonrisa enorme –Ah- miró a Harry –Supongo que ya te perdí- él rio fuertemente, ella sonrio, se acercó a mi y estiró su mano –Soy Gemma, la hermana del tarado- la tomé enseguida.
-Casside Thompson- y me abrazó, toda esa gente, toda esa gente que estaba acostumbrada a conocer a otra gente hacia esto, tedioso. Pero ella olia bien, a jabón, no usaba perfume Harry me ha dicho…-
-Por supuesto que si- ella asintió –Si habla de mi como me habla de ti, creo que sabes toda mi vida- miré a Harry, el tomaba de su vino -¿Cómo haces para soportarlo?-
Reí –Al principio era bastante difícil, ¿Te dijo que me persiguió y acosó para estar junto a mi?- ella miró a Harry.
-No, me dijo que los dos se habian enamorado inmediatamente- voltee los ojos.
-Ella no quería que me acercara a ella- dijo el.
-Me parecía bastante anormal y no lo quería cerca- crucé mis brazos –Asi que un dia me siguió a casa y se aprendió la dirección, ah, también robó mi celular. Luego me llamaba siempre, y no podía sacarlo de mi teléfono-
Gemma miró a Harry sorprendida –Oye eso no fue asi- él se quejo. Yo sonreí con la barbilla alta, ella nos miraba a ambos.
-Cuando a Harry le gusta alguien, es un tormento, recuerdo sus primeros romances. ¡Una chica tuvo que decirle que se alejara! Fue bastante gracioso- ella era simpática, no una total perra, era genial -¿Estaban comiendo?- miré la mesa, los platos vacios –¿Qué harán después?-
-Harry tiene ensayo- lo miré, el colocó sus ojos casi cerrados, arrugando su frente, mirándome.
-¿Por qué no van de compras?-
-De compras no- ambas contestamos al mismo tiempo, luego nos miramos, odiaba ir de compras. ¿Cómo una mujer podía decir eso? Bueno, lo odiaba. Harry se rio -¿Quieres ir por el postre?- me miró –Conozco una pastelería que es mi favorita, siempre voy-
-Postre- miré a Harry, no habia comido nada de postre durante todo ese asunto de la boda, pero miré a Gemma, ella estaba bien, con su cuerpo bien, Harry me miró duramente -¡Claro!- sonreí.
Los pasos de Gemma eran mucho mas cortos que los de Harry, aunque ambos eran idénticos. Era difícil conseguir alguna diferencia en sus facciones o en su cuerpo, tan solo el cabello y Harry pronto la superaría –Harry nunca es asi- ella hablaba, yo seguía mirando el suelo mientras caminábamos por las calles –No entiendo que le has hecho-
-Ugh- la miré de reojo, ella observaba las vitrinas, sin ningún interés alguno –El también me ha cambiado bastante- ella volteo, me miró fijamente. Era como hablar con un Harry versión mujer, cerré los ojos y los volví a abrir, era real.
-¿El te ha cambiado?-
Negué –Me ha ayudado, aquí- y toqué mi cabeza –Ya no estoy tan loca- ella rio fuertemente.
-Es una lastima-
-¿Ugh?- ella siguió lastimando.
Luego me miró nuevamente, mientras seguía caminando –La primera vez que mencionó tu nombre, el dijo que tu estabas loca…- lo iba a matar -…Y dijo que le encantaba eso de ti, que si seguias asi, ya habia encontrado esposa- detuve mis pasos. Ella siguió caminando como si sus palabras habian sido normales –No me imagino a mi hermano casandose-
-Yo no me imagino casándome tampoco- ella se volvió a detener. Habian personas pasando a través de nosotros, se detuvo a mirarme fijamente.
-Cass, si… si Harry te pide matrimonio, justo ahora, en este momento… ¿Aceptarias?-
-No- contesté rápidamente, luego traté de pensarlo mejor, demonios, demonios, demonios.
Ella rio fuertemente, luego con uno de sus brazos me abrazó y me atrajo a ella –Entonces seremos buenas amigas, bienvenida a la familia- y besó mi frente fuertemente, luego siguió caminando. Como si yo no existiera y como si no me hubiera dado un mini paro cardiaco con esa pregunta.
HappinessOnFire
Re: The 10th Guy ♥ El Décimo Chico.♥ ||Harry Styles||
CAPITULO XXXVI
Habia quedado tan llena que dudaba que pudiera caminar mas, ella resbaló como pluma por los alrededores el anfiteatro en donde se presentarían los chicos. Ella habia contado chistes, ella me habia abrazado tres veces y me habia contado cosas que normalmente no le contarias a cualquiera, ella era genial, nada aburrida, nada como las demás chicas. Si hubiera pedido a una cuñada asi, realmente no hubiera sucedido “LUX REGRESA” fui tirada pegada a una pared después de apartarme cuando venia un pequeño cuerpo corriendo, luego de eso, Lou la perseguia. Mis ojos ardían después de no haber dormido nada durante la noche anterior y la pesadilla de la noche antes de esa, bostecé mientras volvia a caminar para encontrar el camerino –Me sorprende que no estes dormida aun- voltee para encontrar a Niall caminando junto a mi.
Sonreí –No es nada- y lo abracé como un saludo –Extrañaba abrazarte irlandés-
-¿Te quedaras todos estos días?-
-Demonios si-
-Entonces deberias dormir- y me apartó –Tienes la cara destruida- comenzamos a caminar de nuevo –¿No acabas de comenzar los estudios?-
-Ugh no es eso- lo miré –No he podido dormir por las noches- o de dia, pero cuando estaba acompañada esto no ocurria, eso de las pesadillas.
-Dimelo a mi, en los hoteles es una locura- se rio. Llegamos al camerino y todos estaban allí, la bulla era increíble, ¿ellos eran 5sos? Abrí bien los ojos.
-¿Listos para hoy?- todos voltearon, algunos sonrieron y otros simplemente me ignoraron. Harry se acercó, besó mis labios rápidamente y se acercó a mi oído.
-¿Qué tal el postre?- susurró.
-Tu hermana tiene mucha imaginación- le devolví el susurro, luego me miró fijamente –No dijo nada malo- el rio un poco.
-Llamaré a Paul para que te lleve al hotel-
-Debes tener serios problemas si crees que iré- crucé mis brazos.
-Tienes esa cara-
-No puedo dormir sola- y el sonrió, lo abracé y metí mi cabeza en su cuello, descansado, manteniéndola sin pensar. Solo oliéndolo a el, el me calmaba. Me abrazó y me sostuvo allí sin decir nada, cerré los ojos.
-En estos casos realmente no sé que hacer- susurró.
Sonreí, su voz tan baja –Solo mantenme asi, hasta que tengas que irte, entonces esperaré aquí por ti hasta que regresemos y pueda descansar, tu debes descansar también-
Apretó su abrazo en mi –Me enamoras-
Sonreí nuevamente –No he hecho nada para que te sientas asi-
-¿Bromeas? Haces de todo para que me sienta asi- el me tenia contenta, a pesar de que me sentia horrible, el me mantenía contenta.
-Harry, eres mi todo, ahora silencio y déjame disfrutarte antes de que subas al escenario- el no volvió a hablar.
Una sombra me seguía agobiantemente por un pasillo iluminado de ventanas, ese pasillo quedaba en el primer piso de mi casa, luego venían unas escaleras. Conocia el procedimiento, la misma rutina. Abrí los ojos y la oscuridad calmó mi cuerpo, aun era de noche, miré a mi lado, el seguía allí. Mis sueños debían ser mas cuando estaba sola, con el nunca tenia pesadillas, pero esas pesadillas seguían allí. Ahora las controlaba, ahora no dormia, ahora paraba mi sueño para no tener miedo, el único problema, el miedo seguía inconcientemente allí. Me senté en la cama y me apoyé de la pared, el dormia como un bebe, su respiración liviana. Comencé a revisar mi celular, el twitter estaba calmado, algunas fotos de Harry y yo almorzando en el hotel, pocas. Muchas fotos de Gemma riéndose conmigo, ¿Siempre tenia esa cara? Aunque la pasé bien “Que mal que no puedas dormir cuando debes dormir” tweet… “Esto es enfermo” tweet… literalmente, era enfermo. ¿Cómo desde que conocí a Harry todo habia cambiado? La pregunta que me habia hecho Gemma me habia consternado, ¿Qué respondería? “Si” tweet… muchos me respondieron, “¿Estas en california?” –Si- “Uy que mal Casside, ¿Me puedes seguir? Por favor, te adoro, te admiro” –Ignorar- “Casside es una de nosotras, no duerme por estar pendiente de Harry, prácticamente hacemos lo mismo” reí –Follow-.
Abrí los ojos de nuevo, me habia quedado dormida por media hora y antes de darme cuenta, el sol ya estaba afuera. Me tiré de nuevo en la cama colocando el celular a un lado, me acerqué a Harry y metí mi cabeza cerca de su cuello, su olor siempre me calmaba, olia a el. Él, él, él. Abrí los ojos de nuevo, mi celular sonaba fuertemente. Me levanté apurada de la cama, apagué la alarma, habia olvidado apagarla. Dormí una hora mas, una hora mas de sueño, un milímetro menos de ojeras –Buenos días- cerré los ojos débilmente hacia su voz ronca.
Lo miré –Buenos días amor- y corrí a abrazarlo, la sabana nos cubria nuevamente, me miró detenidamente.
-No dormiste anoche-
Negué –Roncabas mucho- bromee, me mantuve seria mientras el seguía mirándome.
-¿Quieres que vayamos al medico? Te pueden recetar algo, para que duermas…-
-Seguiré teniendo pesadillas- y escondí mi cara –Solo acurruquemosnos-
-Cariño- el se movió, sentadose en la cama –No puedes seguir asi, lo mejor es que busquemos una solución rápida y…-
-Dios Harry, la única solución es encontrar a mi papá, punto. No hay otra solución, tengo esas pesadillas y estoy segura que hay algo mas, el hizo algo y aunque no puedo ver la cara en mi sueño se que es el, ¿sabes que es lo peor? No sé donde está, no sé nada de el desde que tenia 13 años- estaba desesperada, me levanté de la cama, mis lagrimas iban a aparecer –Yo solo quiero saberlo, y tengo miedo porque mi cabeza no está bien…- el se acercó –A veces lo ignoro y otras veces tan solo sucede- me abrazó –No sé que hacer-
-Lo sé- mi cabeza estaba en su pecho, luchando para que no cayera ninguna lagrima –Estoy solo cansada- el sobaba mi cabeza, un pinchazo apareció, me alejé de el –No hagas eso-
El suspiró –Yo tampoco sé que hacer-
-Bien- estaba molesta –Solo dejemos esto asi, estoy segura que podré retomar el sueño de alguna o otra manera o quizás un dia no tenga pesadillas- crucé mis brazos, miré la hora que estaba puesta en la mesa de noche -¿No tenias una entrevista hoy?- el volteo mirando su celular.
-¿Quieres desayunar?-
-No- luego nos miramos, no era una mirada dulce, ambos estábamos mal y ambos estábamos molestos, pero, no habian razones. Solo lo estábamos.
El sol calentaba mi cuerpo y bajo los lentes de sol, mis ojos se iban cerrando. No habia gente en la piscina, a parte de Lou con la pequeña Lux y Gemma, también estaban Ashton, lo habia conocido la noche anterior, Michael le seguía. Mis ojos se cerraron. La brisa era fresca, el área era fresca, no iba a llover hoy por obra del señor y ahora no lucia como una vaca con mi traje de baño de flores. Habia una música a los alrededores, ¿Lorde?. “Y la chica revisó su bolso y tenia eso adentro…” “Que chica mas rara, Lux ven aquí” “Ella está bien Lou, ahora si quiere venirse conmigo…” Abrí los ojos, podía observar el cielo a través de los lentes de sol, no habia mucho sol sin embargo. Voltee mientras me sentaba en la camilla playera -¿Te despertamos?- miré a Lou.
-Oh no- si, si –Está bien-
-Dormiste menos de una hora, Lux quería pintarte la cara…- todos rieron, yo sonreí, coloqué mis lentes sobre mi cabeza –¿Ayer lograron comprar algo?-
-Fuimos a comer, no fuimos de compras… ya sabes- explicó Gemma, ella tenia una bebida en su mano.
-Deberiamos ir de compras nosotras tres, en California hay como unos bazares en donde la ropa es muy barata-
-No he ido- dije –Aunque no llevo mucho tiempo aquí-
-Si Harry dijo algo sobre eso…- Lou hablaba, ellas siguieron hablando sobre algún chico que habia hecho algo, no estaba prestando atención. Lo que si miraba era a Michael sosteniendo a Lux en la piscina, ellos nadaban juntos. Agarré mis piernas y me dí cuenta que estaban bronceadas, ¿Cuánto tiempo llevó esto? Me puse de pie –Cass tienes un mal bronceado- dijo Lou.
Reí –Eso ocurre cuando te quedas dormida en la piscina- todas rieron.
-Quizas era mejor idea que Lux te despertara mientras pintaba tu cara- miré a Lux, ella reia con Michael, me acerqué al borde de la piscina y bajé con cuidado. El agua estaba calida, caminé hasta ellos.
-Luxxxx- dije con voz de bebe -¿Qué te hace el malvado de Michael?-
-¡Mich!- dijo ella –¡Malo!- pero no se soltaba de el.
-Por lo menos dice tu nombre- metí mas de mi cuerpo al agua, hasta que quedara la nariz por fuera.
-Fue un duro trabajo, ¿te sientes bien?-
Lo decía por mi rostro –Si, perfecta-
-¡LUX YA VAMOS!- gritó Lou, la voz de Lou era dulce y amable conmunmente, pero cuando hablaba como la madre de Lux, su voz cambiaba a prioritaria. Aun asi era dulce, Michael la llevó hasta allá. Se escuchaban las voces de las personas alrededor, bajé mi cabeza completamente debajo del agua y abrí los ojos, solo se veía lo azul. Mis piernas recogidas, cerré mis ojos y traté de aguantar la respiración lo mas que pudiera. Mi papá estaba por ahí, o ocultándose de mi, el me habia lastimado, no sabia mas.
Corrí y salte encima de Harry cuando todos comenzaron a aplaudirles después del ultimo concierto del tour, todos estaban contentos y yo estaba emocionada. El me agarró y aceptó mi beso, luego llegó el abrazo de Gemma y me solté de el. Comencé a felicitar a los demás luego me detuve por un segundo, demonios, estaba con los artistas mas reconocidos en este momento, festejando con ellos el termino de su tour, felicitándolos como si fuera parte de su familia. Eleanor, Perrie y Sophia estaban allí también, todas abrazando a sus novios. La familia de ellos también, las personas tenían diferentes personalidades pero todas me parecían tan maravillosas. Harry comenzó a beber de una copa que todos comenzaron a agarrar, todo ocurria tan rápido que cuando todos alzaron sus copas, la mia la mantuve abajo y cuando todos las bajaron yo intentaba subir la mia. Él me miró, yo sonreí asegurándole que estaba bien. Con el siempre estaría bien.
La música era alta y todos se movían al ritmo de ella, las bebidas iban y venían, la gente chocaba con otra gente porque todos habian bebido demasiado, todos estaban festejando, todos estaban felices. Caminaba despacio buscando la silueta de Harry a través de la oscuridad y las luces, mi trago ya estaba caliente y mis ojos se cerraban poco a poco, el estaba festejando, en su mundo, sin mi a su lado. Me sentia diferente, cansada, agobiada. Habian momentos en donde la música se ponía lenta y todos se movían en cámara lenta a su vez, las palabras que me gritaban también se escuchaban lentas y luego volvían a su velocidad normal, uno, dos, tres, bebe. Un, dos, tres, foto. Un, dos, tres, para.-¿Has visto a Harry?- gemma tenia dos tragos en su mano, ella negó.
-Si lo llego a ver, le diré que lo buscas- tomó un sorbo de su trago.
-No lo veo desde que llegamos, estaba a su lado pero me dijo que me sentara- y no lo culpaba, estaba cansada pero no me quería ir.
Ella comenzó a visualizar todo el lugar, luego me miró –Allí está Stich, preguntale- miré a un lado, el guardia de Harry. Caminé hasta el y al preguntarle el solo sonrió, no me sorprendia, en realidad si. Ahora comenzaba a dudar de mi capacidad de diferenciar la realidad de la fantasia. Ignoré a Stich, habia un pasillo en donde entraba gente, caminé hasta allí y mis pasos fallaban.
-Cariño- me detuve al ser abrazada por el Harry que salía del pasillo, un Harry que no reconocia. El colocó sus dos brazos alrededor de mi, quedé encima de el, literalmente -¡te perdiste!- su voz era distorcionada.
Ebriedad. -Te estaba buscando… ¿Cuánto has bebido?- el sonrió y me besó, al principio, sus besos siempre me tomaban en shock hasta que ambos seguíamos besándonos, pero esta vez habia algo diferente, su olor. Me aparté –Harry- no era alcohol, el alcohol sabia como alcohol, esto era algo mas. Miré hacia atrás y habia una chica rubia saliendo del mismo pasillo, ella acariciaba sus labios y al salir me miró por un segundo y sonrió, luego siguió caminando –¿La conoces?- pregunté. El volteo y la miró.
-Prima de Lou- lo miré por un segundo, el sabia a algo diferente -¿Me estabas buscando?- su voz distorcionada.
-¿Estabas con ella?- el asintió -¿Por qué?-
Sonrió -¿Estas celosa?-
-¿Qué has estado bebiendo…?-
-¿Importa?- crucé mis brazos, el me abrazó de nuevo –Vayamos a bailar-
-No Harry-
-¿Por qué estas celosa?-
Me aparté de el –Prima de Lou, ¿que hacían los dos solos allí?-
-No hicimos nada, ¿bien?- pero me mantuve allí, con los brazos cruzados –Cass-
-Sabes extraño- miré sus labios, rojo, encantador labios –Me voy- el me miró detenidamente.
-No quiero que te vayas-
-Yo no quiero que estes con otras mujeres estando yo aquí, me voy, ahora- y comencé a apartarme.
-¿Por qué todo contigo es tan difícil?- me detuve, lo volví a mirar –Todos estos días te he demostrado que estoy enamorado de ti y tu ni bola das a eso-
-No es un buen momento para hablar de eso-
-¿Pero es un buen momento para hablar de tus celos? ¿Si es?- bajé mis brazos, la música se escuchaba alta y claro, el me miraba.
-Estas ebrio, no quiero tener esta conversación estando tu asi-
-¡Ese es tu problema! ¡Siempre tengo que hacer silencio!-
-Harry basta-
-Cass basta tu, no me amas, ¿Qué haces aquí entonces?- mi pecho se paralizó al oir esas palabras y mis ojos comenzaron a picar, el me miraba, no la misma mirada que tenia hace unos segundos atrás –Yo… no… no…- y trató de tocarme, pero di un paso atrás.
-Tienes razón no sé que hago aquí- y me aparté. Dí pasos grandes y quise salir volando de allí, desaparecer, morir. Choqué con varias personas hasta que llegué a la puerta, el guardia me acompañó a la salida y habian varios taxis allí. “Señorita” el aun esperaba a que dijera a donde debía ir, pero no habia sitio exacto –Malibú-.
Sonreí –No es nada- y lo abracé como un saludo –Extrañaba abrazarte irlandés-
-¿Te quedaras todos estos días?-
-Demonios si-
-Entonces deberias dormir- y me apartó –Tienes la cara destruida- comenzamos a caminar de nuevo –¿No acabas de comenzar los estudios?-
-Ugh no es eso- lo miré –No he podido dormir por las noches- o de dia, pero cuando estaba acompañada esto no ocurria, eso de las pesadillas.
-Dimelo a mi, en los hoteles es una locura- se rio. Llegamos al camerino y todos estaban allí, la bulla era increíble, ¿ellos eran 5sos? Abrí bien los ojos.
-¿Listos para hoy?- todos voltearon, algunos sonrieron y otros simplemente me ignoraron. Harry se acercó, besó mis labios rápidamente y se acercó a mi oído.
-¿Qué tal el postre?- susurró.
-Tu hermana tiene mucha imaginación- le devolví el susurro, luego me miró fijamente –No dijo nada malo- el rio un poco.
-Llamaré a Paul para que te lleve al hotel-
-Debes tener serios problemas si crees que iré- crucé mis brazos.
-Tienes esa cara-
-No puedo dormir sola- y el sonrió, lo abracé y metí mi cabeza en su cuello, descansado, manteniéndola sin pensar. Solo oliéndolo a el, el me calmaba. Me abrazó y me sostuvo allí sin decir nada, cerré los ojos.
-En estos casos realmente no sé que hacer- susurró.
Sonreí, su voz tan baja –Solo mantenme asi, hasta que tengas que irte, entonces esperaré aquí por ti hasta que regresemos y pueda descansar, tu debes descansar también-
Apretó su abrazo en mi –Me enamoras-
Sonreí nuevamente –No he hecho nada para que te sientas asi-
-¿Bromeas? Haces de todo para que me sienta asi- el me tenia contenta, a pesar de que me sentia horrible, el me mantenía contenta.
-Harry, eres mi todo, ahora silencio y déjame disfrutarte antes de que subas al escenario- el no volvió a hablar.
Una sombra me seguía agobiantemente por un pasillo iluminado de ventanas, ese pasillo quedaba en el primer piso de mi casa, luego venían unas escaleras. Conocia el procedimiento, la misma rutina. Abrí los ojos y la oscuridad calmó mi cuerpo, aun era de noche, miré a mi lado, el seguía allí. Mis sueños debían ser mas cuando estaba sola, con el nunca tenia pesadillas, pero esas pesadillas seguían allí. Ahora las controlaba, ahora no dormia, ahora paraba mi sueño para no tener miedo, el único problema, el miedo seguía inconcientemente allí. Me senté en la cama y me apoyé de la pared, el dormia como un bebe, su respiración liviana. Comencé a revisar mi celular, el twitter estaba calmado, algunas fotos de Harry y yo almorzando en el hotel, pocas. Muchas fotos de Gemma riéndose conmigo, ¿Siempre tenia esa cara? Aunque la pasé bien “Que mal que no puedas dormir cuando debes dormir” tweet… “Esto es enfermo” tweet… literalmente, era enfermo. ¿Cómo desde que conocí a Harry todo habia cambiado? La pregunta que me habia hecho Gemma me habia consternado, ¿Qué respondería? “Si” tweet… muchos me respondieron, “¿Estas en california?” –Si- “Uy que mal Casside, ¿Me puedes seguir? Por favor, te adoro, te admiro” –Ignorar- “Casside es una de nosotras, no duerme por estar pendiente de Harry, prácticamente hacemos lo mismo” reí –Follow-.
Abrí los ojos de nuevo, me habia quedado dormida por media hora y antes de darme cuenta, el sol ya estaba afuera. Me tiré de nuevo en la cama colocando el celular a un lado, me acerqué a Harry y metí mi cabeza cerca de su cuello, su olor siempre me calmaba, olia a el. Él, él, él. Abrí los ojos de nuevo, mi celular sonaba fuertemente. Me levanté apurada de la cama, apagué la alarma, habia olvidado apagarla. Dormí una hora mas, una hora mas de sueño, un milímetro menos de ojeras –Buenos días- cerré los ojos débilmente hacia su voz ronca.
Lo miré –Buenos días amor- y corrí a abrazarlo, la sabana nos cubria nuevamente, me miró detenidamente.
-No dormiste anoche-
Negué –Roncabas mucho- bromee, me mantuve seria mientras el seguía mirándome.
-¿Quieres que vayamos al medico? Te pueden recetar algo, para que duermas…-
-Seguiré teniendo pesadillas- y escondí mi cara –Solo acurruquemosnos-
-Cariño- el se movió, sentadose en la cama –No puedes seguir asi, lo mejor es que busquemos una solución rápida y…-
-Dios Harry, la única solución es encontrar a mi papá, punto. No hay otra solución, tengo esas pesadillas y estoy segura que hay algo mas, el hizo algo y aunque no puedo ver la cara en mi sueño se que es el, ¿sabes que es lo peor? No sé donde está, no sé nada de el desde que tenia 13 años- estaba desesperada, me levanté de la cama, mis lagrimas iban a aparecer –Yo solo quiero saberlo, y tengo miedo porque mi cabeza no está bien…- el se acercó –A veces lo ignoro y otras veces tan solo sucede- me abrazó –No sé que hacer-
-Lo sé- mi cabeza estaba en su pecho, luchando para que no cayera ninguna lagrima –Estoy solo cansada- el sobaba mi cabeza, un pinchazo apareció, me alejé de el –No hagas eso-
El suspiró –Yo tampoco sé que hacer-
-Bien- estaba molesta –Solo dejemos esto asi, estoy segura que podré retomar el sueño de alguna o otra manera o quizás un dia no tenga pesadillas- crucé mis brazos, miré la hora que estaba puesta en la mesa de noche -¿No tenias una entrevista hoy?- el volteo mirando su celular.
-¿Quieres desayunar?-
-No- luego nos miramos, no era una mirada dulce, ambos estábamos mal y ambos estábamos molestos, pero, no habian razones. Solo lo estábamos.
El sol calentaba mi cuerpo y bajo los lentes de sol, mis ojos se iban cerrando. No habia gente en la piscina, a parte de Lou con la pequeña Lux y Gemma, también estaban Ashton, lo habia conocido la noche anterior, Michael le seguía. Mis ojos se cerraron. La brisa era fresca, el área era fresca, no iba a llover hoy por obra del señor y ahora no lucia como una vaca con mi traje de baño de flores. Habia una música a los alrededores, ¿Lorde?. “Y la chica revisó su bolso y tenia eso adentro…” “Que chica mas rara, Lux ven aquí” “Ella está bien Lou, ahora si quiere venirse conmigo…” Abrí los ojos, podía observar el cielo a través de los lentes de sol, no habia mucho sol sin embargo. Voltee mientras me sentaba en la camilla playera -¿Te despertamos?- miré a Lou.
-Oh no- si, si –Está bien-
-Dormiste menos de una hora, Lux quería pintarte la cara…- todos rieron, yo sonreí, coloqué mis lentes sobre mi cabeza –¿Ayer lograron comprar algo?-
-Fuimos a comer, no fuimos de compras… ya sabes- explicó Gemma, ella tenia una bebida en su mano.
-Deberiamos ir de compras nosotras tres, en California hay como unos bazares en donde la ropa es muy barata-
-No he ido- dije –Aunque no llevo mucho tiempo aquí-
-Si Harry dijo algo sobre eso…- Lou hablaba, ellas siguieron hablando sobre algún chico que habia hecho algo, no estaba prestando atención. Lo que si miraba era a Michael sosteniendo a Lux en la piscina, ellos nadaban juntos. Agarré mis piernas y me dí cuenta que estaban bronceadas, ¿Cuánto tiempo llevó esto? Me puse de pie –Cass tienes un mal bronceado- dijo Lou.
Reí –Eso ocurre cuando te quedas dormida en la piscina- todas rieron.
-Quizas era mejor idea que Lux te despertara mientras pintaba tu cara- miré a Lux, ella reia con Michael, me acerqué al borde de la piscina y bajé con cuidado. El agua estaba calida, caminé hasta ellos.
-Luxxxx- dije con voz de bebe -¿Qué te hace el malvado de Michael?-
-¡Mich!- dijo ella –¡Malo!- pero no se soltaba de el.
-Por lo menos dice tu nombre- metí mas de mi cuerpo al agua, hasta que quedara la nariz por fuera.
-Fue un duro trabajo, ¿te sientes bien?-
Lo decía por mi rostro –Si, perfecta-
-¡LUX YA VAMOS!- gritó Lou, la voz de Lou era dulce y amable conmunmente, pero cuando hablaba como la madre de Lux, su voz cambiaba a prioritaria. Aun asi era dulce, Michael la llevó hasta allá. Se escuchaban las voces de las personas alrededor, bajé mi cabeza completamente debajo del agua y abrí los ojos, solo se veía lo azul. Mis piernas recogidas, cerré mis ojos y traté de aguantar la respiración lo mas que pudiera. Mi papá estaba por ahí, o ocultándose de mi, el me habia lastimado, no sabia mas.
Corrí y salte encima de Harry cuando todos comenzaron a aplaudirles después del ultimo concierto del tour, todos estaban contentos y yo estaba emocionada. El me agarró y aceptó mi beso, luego llegó el abrazo de Gemma y me solté de el. Comencé a felicitar a los demás luego me detuve por un segundo, demonios, estaba con los artistas mas reconocidos en este momento, festejando con ellos el termino de su tour, felicitándolos como si fuera parte de su familia. Eleanor, Perrie y Sophia estaban allí también, todas abrazando a sus novios. La familia de ellos también, las personas tenían diferentes personalidades pero todas me parecían tan maravillosas. Harry comenzó a beber de una copa que todos comenzaron a agarrar, todo ocurria tan rápido que cuando todos alzaron sus copas, la mia la mantuve abajo y cuando todos las bajaron yo intentaba subir la mia. Él me miró, yo sonreí asegurándole que estaba bien. Con el siempre estaría bien.
La música era alta y todos se movían al ritmo de ella, las bebidas iban y venían, la gente chocaba con otra gente porque todos habian bebido demasiado, todos estaban festejando, todos estaban felices. Caminaba despacio buscando la silueta de Harry a través de la oscuridad y las luces, mi trago ya estaba caliente y mis ojos se cerraban poco a poco, el estaba festejando, en su mundo, sin mi a su lado. Me sentia diferente, cansada, agobiada. Habian momentos en donde la música se ponía lenta y todos se movían en cámara lenta a su vez, las palabras que me gritaban también se escuchaban lentas y luego volvían a su velocidad normal, uno, dos, tres, bebe. Un, dos, tres, foto. Un, dos, tres, para.-¿Has visto a Harry?- gemma tenia dos tragos en su mano, ella negó.
-Si lo llego a ver, le diré que lo buscas- tomó un sorbo de su trago.
-No lo veo desde que llegamos, estaba a su lado pero me dijo que me sentara- y no lo culpaba, estaba cansada pero no me quería ir.
Ella comenzó a visualizar todo el lugar, luego me miró –Allí está Stich, preguntale- miré a un lado, el guardia de Harry. Caminé hasta el y al preguntarle el solo sonrió, no me sorprendia, en realidad si. Ahora comenzaba a dudar de mi capacidad de diferenciar la realidad de la fantasia. Ignoré a Stich, habia un pasillo en donde entraba gente, caminé hasta allí y mis pasos fallaban.
-Cariño- me detuve al ser abrazada por el Harry que salía del pasillo, un Harry que no reconocia. El colocó sus dos brazos alrededor de mi, quedé encima de el, literalmente -¡te perdiste!- su voz era distorcionada.
Ebriedad. -Te estaba buscando… ¿Cuánto has bebido?- el sonrió y me besó, al principio, sus besos siempre me tomaban en shock hasta que ambos seguíamos besándonos, pero esta vez habia algo diferente, su olor. Me aparté –Harry- no era alcohol, el alcohol sabia como alcohol, esto era algo mas. Miré hacia atrás y habia una chica rubia saliendo del mismo pasillo, ella acariciaba sus labios y al salir me miró por un segundo y sonrió, luego siguió caminando –¿La conoces?- pregunté. El volteo y la miró.
-Prima de Lou- lo miré por un segundo, el sabia a algo diferente -¿Me estabas buscando?- su voz distorcionada.
-¿Estabas con ella?- el asintió -¿Por qué?-
Sonrió -¿Estas celosa?-
-¿Qué has estado bebiendo…?-
-¿Importa?- crucé mis brazos, el me abrazó de nuevo –Vayamos a bailar-
-No Harry-
-¿Por qué estas celosa?-
Me aparté de el –Prima de Lou, ¿que hacían los dos solos allí?-
-No hicimos nada, ¿bien?- pero me mantuve allí, con los brazos cruzados –Cass-
-Sabes extraño- miré sus labios, rojo, encantador labios –Me voy- el me miró detenidamente.
-No quiero que te vayas-
-Yo no quiero que estes con otras mujeres estando yo aquí, me voy, ahora- y comencé a apartarme.
-¿Por qué todo contigo es tan difícil?- me detuve, lo volví a mirar –Todos estos días te he demostrado que estoy enamorado de ti y tu ni bola das a eso-
-No es un buen momento para hablar de eso-
-¿Pero es un buen momento para hablar de tus celos? ¿Si es?- bajé mis brazos, la música se escuchaba alta y claro, el me miraba.
-Estas ebrio, no quiero tener esta conversación estando tu asi-
-¡Ese es tu problema! ¡Siempre tengo que hacer silencio!-
-Harry basta-
-Cass basta tu, no me amas, ¿Qué haces aquí entonces?- mi pecho se paralizó al oir esas palabras y mis ojos comenzaron a picar, el me miraba, no la misma mirada que tenia hace unos segundos atrás –Yo… no… no…- y trató de tocarme, pero di un paso atrás.
-Tienes razón no sé que hago aquí- y me aparté. Dí pasos grandes y quise salir volando de allí, desaparecer, morir. Choqué con varias personas hasta que llegué a la puerta, el guardia me acompañó a la salida y habian varios taxis allí. “Señorita” el aun esperaba a que dijera a donde debía ir, pero no habia sitio exacto –Malibú-.
HappinessOnFire
Re: The 10th Guy ♥ El Décimo Chico.♥ ||Harry Styles||
CAPITULO XXXVIII
FINAL DE TEMPORADA
Mi cabeza dolió con un pinchazo que no habia reconocido jamas, no lo habia reconocido como lo que estaba reconociendo ahora. Mis parpados comenzaron a temblar cuando miré a la persona, tenia barba, pero sus ojos seguían oscuros como los mios. Era alto como mis hermanos y me miraba, fijamente, mirándome. Grité, porque el dolor mental era mas y mas fuerte, estaba gritando. Harry me miraba detenidamente, pero mi audio se habia perdido. El movía sus labios pero no escuchaba nada. El se acercó, el se acercó a mi –ALEJATE- grité, aléjate, aléjenlo, aléjate. Basta. Basta. Basta. No salía voz. Como antes, no era escuchada.
-Jugaremos- el tocaba mi pecho, lo masajeaba.
Una luz después, teníamos otra ropa -¿Te gusta jugar Cassie?- el subia su mano entre mis piernas.
Desperté en mi vieja habitación, la reconocí de inmediato. No todas las habitaciones tenían una hilera de mariposas guindadas en el techo. Estaba allí, pero no sentia nada. Mi tacto habia desaparecido, habia una imagen de mi sentada en el suelo, recortando algunas cosas, hablando por teléfono –Tengo que colgar, escuché la puerta, veré quien es- yo reia, yo estaba hablando con Chleo, hablaba con el, esa semana ella me habia dado su nuevo numero. Lo recordaba. Seguian los pasos, me asomé por la puerta pero no salí.
-Cassie, llegué- papá habia subido el ultimo escalón y yo sonreía dándole la bienvenida. Di unos pasos mas, quedando al lado de la yo real. Mi papá me miraba fijamente, esa mirada. Abrí los ojos. Todos estaban a mi alrededor, todas sus cabezas mirándome, sus bocas moviéndose, sus palabras aun metidas. Cerré los ojos.
-Papá llegaste temprano- pero no salía de mi habitación, mi piel no se sentia bien.
-Si- dijo el, comenzó a desabrochar su corbata dando pasos hacia mi, yo di un paso atrás, el nunca salía temprano del trabajo, el nunca tenia esa cara, el nunca miraba asi –Cassie, ¿Quieres jugar?- dijo, yo reí nerviosamente, el nunca quería jugar. Pero ese nunca desaparecia.
-Papá tengo 13 años- dije, como si se fuera a detener.
-Es suficiente- dijo el, dio los pasos que faltaban y quedó en mi puerta -¿Cómo te has portado? No te he dado suficiente atención ¿Te encuentras bien?-
-Bien- opté por decir, los padres no debían saber mucho, nunca. El entró a mi habitación, el nunca entraba a mi habitación. Comenzó a recorrerla y yo quedé a un lado de la puerta, observándolo. Su corbata guindaba en su mano, su corbata. Acaricié mis muñecas, ya no habian marcas, eso habia quedado atrás. El comenzó a reir.
-Cass- dijo, pero su voz cambió, no era su voz –Cass quédate conmigo- respiré profundamente, el sollozaba a mi lado, el sollozaba. Habia movimiento, el seguía allí, el estaba a su lado. Abrí la boca para gritar, no lo quería ir, aléjate. Aléjate. Desaparece. –Solo es un juego- el se acercaba a mi nuevamente, di un paso fuera de la habitación –Uno mas, mas nada- dijo. Su corbata en su mano.
-Papá no- sabiendo lo que venia. No de nuevo. No ahora. Reí –Basta- dije. Abrí los ojos y el ya no estaba al lado de Harry, pero Harry seguía allí. No podía escuchar nada, solo podía ver luces moviéndose. Di otro paso mas atrás, quedé en el pasillo llenó de ventanas. El agarró mi brazo con fuerza y no pude moverme mas, el me debilitaba, el era mi debilidad. -Papá no- volví a decir. El me atrajo hacia el y reia, reia como siempre reia. Su mano la pasaba por mi cabello, acariciaba mi cabeza, odiaba eso. Odiaba siempre esto.
-Es solo un juego princesa- traté de irme, traté de safarme. El bajó la tira de mi sostén, yo solo estiré mi brazo, lo golpee.
-¡BASTA!- grité, mis brazos estaban llenos de moretones rojos, pasarían a ser azules, luego a morados. Todos hechos por el.
-¡CASS!- gritó. Yo cargaba un vestido blanco, amaba ese vestido. El cargaba su típico traje de oficina sin corbata, algunos botones desamarrados. Comencé a correr pero el me atrapó sin dejarme ir, sus manos eran fuertes y sostenían todo en mi, toda mi piel, mi débil piel –Princesa- susurró. Sentí sus labios en mi oído y comencé a gritar, gritaba sin ser escuchada. No habia nadie en casa, nadie estaba allí. Ningún vecino defendería a una chica de su padre. Nunca. Jamas –Bajemos a jugar- No podía bajar, eso habia quedado atrás. Una pesadilla. Una pesadilla. Una pesadilla. El agarró mi pecho, no habia nada allí, pero el lo tocó.
-¡No quiero bajar!- grité, traté de correr por el pasillo pero el agarró mi cabello con su mano, comenzó a moverme de aquí hasta allá, dolia. El tenia mucha fuerza, siempre dolia -¡Basta!- grité -¡Detente!- pero el seguía. Su espalda era ancha, comenzó a caminar con mi cabello entre sus manos, una, dos escaleras. Queria morirme.
-¿Qué demonios…- se escuchó. El soltó mi cabello y yo solo me tiré al suelo, alejándome de el. Comencé a moverme cada vez mas lejos de el. Mis lagrimas estaban ahí, desbordándose entre mi cara -¿¡Que carajos estas haciendo!?- era Josh, Josh estaba aquí, estaba a salvo, a salvo de el -¡Maldita sea!- Josh intentó subir los escalones y antes de poder regresar a mi habitación, el me volvió a agarrar. Su mano era fuerte, muy fuerte para mi. Josh se quedó a mitad de los escalones, el jugaba béisbol, tenia un bate en su mano. El me sostuvo contra el, no pasaba nada, no se escuchaba nada, nadie hablaba –Sueltala- dijo Josh. El no me soltó.
-Esto no es tu problema hijo-
-¡Yo no soy tu hijo!- gritó Josh, con el bate, dio un golpe en la escalera. Mis lagrimas seguían cayendo -¡Sueltala ahora!- volvió a gritar. Josh subió los escalones que faltaban hasta estar a pasos de nosotros, el no me soltaba, el nunca me soltaba. Subí mi pierna, le dí un golpe y me soltó. Corrí hasta donde estaba Josh y antes de que el me agarrara el sostuvo mi brazo otra vez, grité, grité, grité pero no me soltaba. Josh levantó su bate y apuntó a el, cuando debía pegarle a el, el me arrimó, colocándome al medio de esta situación. Solo ví en cámara lenta el bate de Josh llegar a mi, estaba cerca de mis ojos, cerca de mi cara, cerca de mi mente. Todo pasaba en cámara lenta, yo caí, no podía sostenerme. Caí sin saber mas de lo que pasaría. Josh gritó y gritó. Habia movimiento, lo sabia, pero no sabia como era ese movimiento, habian palabras que no entendia, palabras que nunca entendería y en la ultima imagen estaba un peluche, un conejo rosado. Mi juguete favorito. El que habia dejado abajo.
Habia un punzante sonido que no se detenia, era un bip. Bip. Bip que se repetia y repetia. Tambien escuchaba voces lejanas, eran mas ruidos que voces. El olor era reconocible y la luz que pasaba a través del parpado me decía que era de dia. Abrí los ojos. El techo era blanco y olia a alcohol. Hospital. Estaba en un hospital. Subí uno de mis brazos, tenia esa cosa que colocaban allí, al lado habia suero. Traté de sentarme en la cama, pero habia mas. En mi cabeza, habia algo, algo que no debía quitar –¿Mamá?- dije como pude -¡Mamá!- volví a decir. Al cabo de segundos la puerta se abrió de golpe y entró ella junto con mi abuela, ¿Desde cuando no veía a mi abuela? ¿Desde navidad?
-Despertaste oh mi dios- ella estaba llorando, sostuvo mi mano –Cass-
-¿Qué estoy haciendo aquí?- pregunté. Trataba de recordar lo que habia ocurrido, pero no recordaba nada. Mi mamá miró a mi abuela y ella cerró los ojos, luego sonrió levemente.
-Tuviste una decaída- respondió. ¿Una decaída? ¿No habia sido golpeada con un bate? Bate. Cerré los ojos fuertemente, bate. Discusión. Pelea. Papá. Chleo. Todo se mezclaba, ¿Estabamos en California? ¿Habia faltado a clases?.
-¿Cuánto tiempo?-
Ella suspiró –Una semana y media- cerré los ojos nuevamente.
-Josh- pregunté -¿Dónde está Josh?-
Miró de nuevo a mi abuela -¿Josh?-
-Josh, tu hijo, mi hermano- exigí. No quería tener mas esas cosas en mi cabeza, las arranqué, el bip se detuvo, pero habia mas ruido proveniente de las maquinas. Mamá tenia una mano en su boca, la tapaba, estaba sorprendida. Mi abuela no podía mirarme -¿Y bien?-
-¿Deberiamos llamar al psicólogo?-
-¿Psicologo?- psicólogo. Persona calificada para calificar mi vida, odiaba a los psicólogos, pero para tener un psicólogo, debía tener un problema. Toqué mi cabeza, habia sido golpeada por un bate, Josh me defendió -Papá- dije. Pasaron uno, dos, tres minutos hasta que mi abuela salió de la habitación, luego pasaron uno, dos minutos para que mamá dijera…-Oh dios- como su ultimo recurso. ¿Dónde habia colapsado? ¿En casa? ¿Qué ocurre con la universidad? Habia comenzado la universidad, me habia mudado a california para comenzar la universidad, pero cada vez que iba mas allá, mi cabeza dolia. El insidente habia pasado hace, ¿Qué edad tenia? 18. Tenia 18. El accidente ocurrió a mis 13 años, 5 años después, todavía colapsaba.
Entraron tres personas a la habitación, un hombre, dos enfermeras, todas mirándome fijamente -Hola Casside- dijo el hombre.
-Hey- opté por decir, Josh. Tenia la voz de Josh en mi cabeza, el habia estado aquí antes, el me hablaba pero no recordaba que decía.
-¿Cómo te encuentras?-
-Saludable-
El sonrió levemente -¿Te duele algo?-
-El estomago, tengo mucha hambre-
Mamá lloraba, ¿Por qué? -Exactamente…- aquí íbamos -¿Qué recuerdas?-
-Lo mismo de siempre doctor- voltee los ojos, siempre era la misma pregunta, que recordaba. Como si un momento asi podía ser olvidado tan fácilmente, recordaba todo, todo. Como siempre. El insistió -Fui casi abusada por mi padre que ahora se está pudriendo en la cárcel…- comencé a soltar -…Josh me salvó e iba a golpearlo con un bate que, yo agarré, personalmente, con mi cabeza. Luego perdí parte de mi memoria, desde los 14 la estoy recuperando, ha sido genial si preguntan- y luego venia toda mi vida a partir de ese momento, todos palidecieron. Me sentia extraña, quería salir de aquí.
-Oh dios mio- mamá comenzó a llorar mas fuerte, cuando iba a decirle algo, la enfermera le pidió que esperara afuera, luego mi abuela salió con ella, me quedé sola. El doctor no habló por largos minutos. Comenzaba a jugar con la muñequera que me daba el hospital, esa que decía que tenia propiedades psicológicas para salir de aquí -¿Por qué estuve aquí casi dos semanas?- era mi única duda -¿Qué clase de colapso?- pregunté. Nunca habia sido por tanto tiempo, usualmente solo lloraba y dormia por uno o dos días, no dos semanas. Algo faltaba, algo faltaba e importaba.
El doctor se acercó -¿Te sientes bien? ¿Puedo examinar…- y comenzó a mover su mano hacia mi, me tocó -Examinarte?- solo podía observar su mano en mi brazo, solo podía observar su cercanía. Aléjate. Alejate. Luego el retiró la mano -¿Te hice daño?-
Negué -Mi cabeza duele- el miró a la enfermera.
-Creo que deberias descansar- ¿de que? Asentí de todas maneras, algo faltaba, algo faltante. La enfermera acomodó las sabanas encima de mi, mientras mas las acomodaba mas me hacia la idea que algo faltaba. Cerré mis ojos. 5 años después de ese incidente, seguía aquí, sin nada que pensar. Uno, dos, tres, cuatro minutos pasaron. ¿Podia tener un celular? Tal vez podría hablar con Chleo. Según mi reloj mental, intenté dormir por mas de 20 minutos, contaba las veces en que las maquinas titilaban y contaba cuantas veces habia sido internada en estas cosas, contaba cuantas veces me iba a pasar esto y recapacitaba sobre mi vida, pensando que faltaba algo, algo especifico cuando de la nada un ruido apareció, cerré los ojos y coloqué mi cabeza a un lado, siempre hacia eso, cuando no quería ser encontrada. Abrí uno de mis ojos antes de que la persona que habia entrado a la habitación, cerrara la puerta, ¿Josh?. Esa silueta se acercaba lentamente hasta que estuvo a mi lado.
-Asi que ya despertaste- no era su voz, no era la voz de Josh. La oscuridad no me dejaba detallarlo, pero no era el -Cada vez que vengo aquí tengo la esperanza de encontrarte despierta, luego me doy cuenta que hoy despertaste- ¿Quién era el?
-Disculpa- dije. Abrí los ojos lentamente, disculpa, quien quiera que seas, quizás esperaste por mi, quizás tardé demasiado. Pero a veces pensaba que habian días en que no quería despertar, hoy quería hacerlo. Otras veces estaba despierta, no abria los ojos, pero escuchaba claramente lo que decían, como Josh contaba sus historias, siempre me acordaba de Josh. Siempre. Escuché sollozos, ¿eran de parte de el? -Oye no…- pero no sabia que decir, nisiquiera sabia quien era el.
-Cass, no sabes… no sabes lo que esperé…- sus palabras se paralizaban, cuando sentí que algo cayó en mi mano me mortifiqué. Con mis dedos sentí algo mojado en mi piel, la oscuridad seguía allí, pero sabia que era una lagrima.
-Oye- dije, ¿Quién eres? A veces cuando despertaba, olvidaba ciertas cosas. Como mi edad, o el año en que estábamos. Una vez olvidé a Chleo y ella se mortificó mucho, pero usualmente siempre recordaba, pero a el no, no con el. Podia ver su silueta, el tenia el cabello esponjoso, era alto, cargaba ropa. No podía detallarlo.
-Cass yo… te amo- y tocó. Desde lo mas profundo. Tocó mi mano -Cass- y abrazó, abrazó mi cuerpo. Me abrazó. El me estaba tocando. No sabia que hacer, no debían tocarme, no debían atravesarme, no debían. Me quedé allí tratando de recordar, su cabello tocó mi rostro y con eso los olores se exparcieron. Un pinchazo apareció en mi cabeza, uno tras otro, mis ojos comenzaron a cerrarse. Jabón y Channel.
Mis manos comenzaron a temblar -Alejate- exigí, tan bajo que no podía ser escuchada. Mi corazón estaba paralizado, recordaba, recordaba haber sido tocada, recordaba sufrir, recordaba su suave aroma, el que se parecía tanto a el, lo recordaba -¡Alejate!- grité, lo empujé, lo golpee -¡Alejate, Alejate, Alejate!- pero el agarró mis muñecas.
-Casside- dijo.
-Alejate- temblaba, sabia que estaba llorando, desde que respiré su aroma por primera vez, las lagrimas ya habian aparecido -¡Basta!- volví a gritar. La puerta se abrió de golpe y pude verlo, pude ver una y otra vez su figura, antes de que el fuera alejado de mi, escuché “Sal” varias veces y no sabia si era para mi o para esa persona, fui acostada y el doctor estaba allí, sujetando mi cabeza -Estoy aquí- repetia. Mi cabeza ardia, ardia severamente, estoy aquí, estoy aquí, estoy aquí. “Cass estoy aquí, quédate conmigo” estaba en su regazo en el auto, lo sabia, podía abrir los ojos y mirar los suyos claramente verdes observándome con preocupación, queriendo llorar “Demonios Cass, te amo, estoy aquí, todo estará bien” el sostenia mis manos, sus labios se movían, pero ya no oia nada, el me amaba, me amaba bien mal, pero no recordaba quien era el, nisiquiera recordaba su nombre, ni tampoco el porque el me amaba -Todo va a estar bien ahora- la voz del doctor volvió, miré sus ojos, con ellos me pedían calma, miré mi brazo, estaban sacando una aguja de allí y luego volví a mirar la puerta, en donde la persona me estaba mirando desde allá, sus ojos penetraban los mios, cerraba mis parpados, sus ojos apagados y llorosos, el estaba llorando, el nisiquiera podía mirarme, pero estaba allí. Mamá apareció después, cerré mis parpados, los volví a abrir.
-Cariño- dijo ella, cariño, miré a la persona, quería ver a la persona, esa persona estaba de pie allí -Cariño aquí- y miré a mi mamá, cerré mis ojos, ella lloraba -Todo estará bien- “Todo estará bien” “Te Amo Cass” “Estoy enamorado de ti” abrí mis ojos, aparté a mi mamá, estaba durmiéndome, mi cuerpo estaba dormido. Lo miré, el no me miraba, mírame. Necesitaba que el me mirara, mírame por favor, cerré los ojos, mírame -Harry- dije, fue un susurro, abrí los ojos, mírame, el me miró. Sus ojos estaban abiertos observándome, cerré mis ojos y se que caí, sentí que caia, pero tenia su imagen en mi cabeza y junto a esa imagen, todavía podía sentir su olor, Jabón y Channel, el olia a Jabon y Channel.
-Jugaremos- el tocaba mi pecho, lo masajeaba.
Una luz después, teníamos otra ropa -¿Te gusta jugar Cassie?- el subia su mano entre mis piernas.
Desperté en mi vieja habitación, la reconocí de inmediato. No todas las habitaciones tenían una hilera de mariposas guindadas en el techo. Estaba allí, pero no sentia nada. Mi tacto habia desaparecido, habia una imagen de mi sentada en el suelo, recortando algunas cosas, hablando por teléfono –Tengo que colgar, escuché la puerta, veré quien es- yo reia, yo estaba hablando con Chleo, hablaba con el, esa semana ella me habia dado su nuevo numero. Lo recordaba. Seguian los pasos, me asomé por la puerta pero no salí.
-Cassie, llegué- papá habia subido el ultimo escalón y yo sonreía dándole la bienvenida. Di unos pasos mas, quedando al lado de la yo real. Mi papá me miraba fijamente, esa mirada. Abrí los ojos. Todos estaban a mi alrededor, todas sus cabezas mirándome, sus bocas moviéndose, sus palabras aun metidas. Cerré los ojos.
-Papá llegaste temprano- pero no salía de mi habitación, mi piel no se sentia bien.
-Si- dijo el, comenzó a desabrochar su corbata dando pasos hacia mi, yo di un paso atrás, el nunca salía temprano del trabajo, el nunca tenia esa cara, el nunca miraba asi –Cassie, ¿Quieres jugar?- dijo, yo reí nerviosamente, el nunca quería jugar. Pero ese nunca desaparecia.
-Papá tengo 13 años- dije, como si se fuera a detener.
-Es suficiente- dijo el, dio los pasos que faltaban y quedó en mi puerta -¿Cómo te has portado? No te he dado suficiente atención ¿Te encuentras bien?-
-Bien- opté por decir, los padres no debían saber mucho, nunca. El entró a mi habitación, el nunca entraba a mi habitación. Comenzó a recorrerla y yo quedé a un lado de la puerta, observándolo. Su corbata guindaba en su mano, su corbata. Acaricié mis muñecas, ya no habian marcas, eso habia quedado atrás. El comenzó a reir.
-Cass- dijo, pero su voz cambió, no era su voz –Cass quédate conmigo- respiré profundamente, el sollozaba a mi lado, el sollozaba. Habia movimiento, el seguía allí, el estaba a su lado. Abrí la boca para gritar, no lo quería ir, aléjate. Aléjate. Desaparece. –Solo es un juego- el se acercaba a mi nuevamente, di un paso fuera de la habitación –Uno mas, mas nada- dijo. Su corbata en su mano.
-Papá no- sabiendo lo que venia. No de nuevo. No ahora. Reí –Basta- dije. Abrí los ojos y el ya no estaba al lado de Harry, pero Harry seguía allí. No podía escuchar nada, solo podía ver luces moviéndose. Di otro paso mas atrás, quedé en el pasillo llenó de ventanas. El agarró mi brazo con fuerza y no pude moverme mas, el me debilitaba, el era mi debilidad. -Papá no- volví a decir. El me atrajo hacia el y reia, reia como siempre reia. Su mano la pasaba por mi cabello, acariciaba mi cabeza, odiaba eso. Odiaba siempre esto.
-Es solo un juego princesa- traté de irme, traté de safarme. El bajó la tira de mi sostén, yo solo estiré mi brazo, lo golpee.
-¡BASTA!- grité, mis brazos estaban llenos de moretones rojos, pasarían a ser azules, luego a morados. Todos hechos por el.
-¡CASS!- gritó. Yo cargaba un vestido blanco, amaba ese vestido. El cargaba su típico traje de oficina sin corbata, algunos botones desamarrados. Comencé a correr pero el me atrapó sin dejarme ir, sus manos eran fuertes y sostenían todo en mi, toda mi piel, mi débil piel –Princesa- susurró. Sentí sus labios en mi oído y comencé a gritar, gritaba sin ser escuchada. No habia nadie en casa, nadie estaba allí. Ningún vecino defendería a una chica de su padre. Nunca. Jamas –Bajemos a jugar- No podía bajar, eso habia quedado atrás. Una pesadilla. Una pesadilla. Una pesadilla. El agarró mi pecho, no habia nada allí, pero el lo tocó.
-¡No quiero bajar!- grité, traté de correr por el pasillo pero el agarró mi cabello con su mano, comenzó a moverme de aquí hasta allá, dolia. El tenia mucha fuerza, siempre dolia -¡Basta!- grité -¡Detente!- pero el seguía. Su espalda era ancha, comenzó a caminar con mi cabello entre sus manos, una, dos escaleras. Queria morirme.
-¿Qué demonios…- se escuchó. El soltó mi cabello y yo solo me tiré al suelo, alejándome de el. Comencé a moverme cada vez mas lejos de el. Mis lagrimas estaban ahí, desbordándose entre mi cara -¿¡Que carajos estas haciendo!?- era Josh, Josh estaba aquí, estaba a salvo, a salvo de el -¡Maldita sea!- Josh intentó subir los escalones y antes de poder regresar a mi habitación, el me volvió a agarrar. Su mano era fuerte, muy fuerte para mi. Josh se quedó a mitad de los escalones, el jugaba béisbol, tenia un bate en su mano. El me sostuvo contra el, no pasaba nada, no se escuchaba nada, nadie hablaba –Sueltala- dijo Josh. El no me soltó.
-Esto no es tu problema hijo-
-¡Yo no soy tu hijo!- gritó Josh, con el bate, dio un golpe en la escalera. Mis lagrimas seguían cayendo -¡Sueltala ahora!- volvió a gritar. Josh subió los escalones que faltaban hasta estar a pasos de nosotros, el no me soltaba, el nunca me soltaba. Subí mi pierna, le dí un golpe y me soltó. Corrí hasta donde estaba Josh y antes de que el me agarrara el sostuvo mi brazo otra vez, grité, grité, grité pero no me soltaba. Josh levantó su bate y apuntó a el, cuando debía pegarle a el, el me arrimó, colocándome al medio de esta situación. Solo ví en cámara lenta el bate de Josh llegar a mi, estaba cerca de mis ojos, cerca de mi cara, cerca de mi mente. Todo pasaba en cámara lenta, yo caí, no podía sostenerme. Caí sin saber mas de lo que pasaría. Josh gritó y gritó. Habia movimiento, lo sabia, pero no sabia como era ese movimiento, habian palabras que no entendia, palabras que nunca entendería y en la ultima imagen estaba un peluche, un conejo rosado. Mi juguete favorito. El que habia dejado abajo.
Habia un punzante sonido que no se detenia, era un bip. Bip. Bip que se repetia y repetia. Tambien escuchaba voces lejanas, eran mas ruidos que voces. El olor era reconocible y la luz que pasaba a través del parpado me decía que era de dia. Abrí los ojos. El techo era blanco y olia a alcohol. Hospital. Estaba en un hospital. Subí uno de mis brazos, tenia esa cosa que colocaban allí, al lado habia suero. Traté de sentarme en la cama, pero habia mas. En mi cabeza, habia algo, algo que no debía quitar –¿Mamá?- dije como pude -¡Mamá!- volví a decir. Al cabo de segundos la puerta se abrió de golpe y entró ella junto con mi abuela, ¿Desde cuando no veía a mi abuela? ¿Desde navidad?
-Despertaste oh mi dios- ella estaba llorando, sostuvo mi mano –Cass-
-¿Qué estoy haciendo aquí?- pregunté. Trataba de recordar lo que habia ocurrido, pero no recordaba nada. Mi mamá miró a mi abuela y ella cerró los ojos, luego sonrió levemente.
-Tuviste una decaída- respondió. ¿Una decaída? ¿No habia sido golpeada con un bate? Bate. Cerré los ojos fuertemente, bate. Discusión. Pelea. Papá. Chleo. Todo se mezclaba, ¿Estabamos en California? ¿Habia faltado a clases?.
-¿Cuánto tiempo?-
Ella suspiró –Una semana y media- cerré los ojos nuevamente.
-Josh- pregunté -¿Dónde está Josh?-
Miró de nuevo a mi abuela -¿Josh?-
-Josh, tu hijo, mi hermano- exigí. No quería tener mas esas cosas en mi cabeza, las arranqué, el bip se detuvo, pero habia mas ruido proveniente de las maquinas. Mamá tenia una mano en su boca, la tapaba, estaba sorprendida. Mi abuela no podía mirarme -¿Y bien?-
-¿Deberiamos llamar al psicólogo?-
-¿Psicologo?- psicólogo. Persona calificada para calificar mi vida, odiaba a los psicólogos, pero para tener un psicólogo, debía tener un problema. Toqué mi cabeza, habia sido golpeada por un bate, Josh me defendió -Papá- dije. Pasaron uno, dos, tres minutos hasta que mi abuela salió de la habitación, luego pasaron uno, dos minutos para que mamá dijera…-Oh dios- como su ultimo recurso. ¿Dónde habia colapsado? ¿En casa? ¿Qué ocurre con la universidad? Habia comenzado la universidad, me habia mudado a california para comenzar la universidad, pero cada vez que iba mas allá, mi cabeza dolia. El insidente habia pasado hace, ¿Qué edad tenia? 18. Tenia 18. El accidente ocurrió a mis 13 años, 5 años después, todavía colapsaba.
Entraron tres personas a la habitación, un hombre, dos enfermeras, todas mirándome fijamente -Hola Casside- dijo el hombre.
-Hey- opté por decir, Josh. Tenia la voz de Josh en mi cabeza, el habia estado aquí antes, el me hablaba pero no recordaba que decía.
-¿Cómo te encuentras?-
-Saludable-
El sonrió levemente -¿Te duele algo?-
-El estomago, tengo mucha hambre-
Mamá lloraba, ¿Por qué? -Exactamente…- aquí íbamos -¿Qué recuerdas?-
-Lo mismo de siempre doctor- voltee los ojos, siempre era la misma pregunta, que recordaba. Como si un momento asi podía ser olvidado tan fácilmente, recordaba todo, todo. Como siempre. El insistió -Fui casi abusada por mi padre que ahora se está pudriendo en la cárcel…- comencé a soltar -…Josh me salvó e iba a golpearlo con un bate que, yo agarré, personalmente, con mi cabeza. Luego perdí parte de mi memoria, desde los 14 la estoy recuperando, ha sido genial si preguntan- y luego venia toda mi vida a partir de ese momento, todos palidecieron. Me sentia extraña, quería salir de aquí.
-Oh dios mio- mamá comenzó a llorar mas fuerte, cuando iba a decirle algo, la enfermera le pidió que esperara afuera, luego mi abuela salió con ella, me quedé sola. El doctor no habló por largos minutos. Comenzaba a jugar con la muñequera que me daba el hospital, esa que decía que tenia propiedades psicológicas para salir de aquí -¿Por qué estuve aquí casi dos semanas?- era mi única duda -¿Qué clase de colapso?- pregunté. Nunca habia sido por tanto tiempo, usualmente solo lloraba y dormia por uno o dos días, no dos semanas. Algo faltaba, algo faltaba e importaba.
El doctor se acercó -¿Te sientes bien? ¿Puedo examinar…- y comenzó a mover su mano hacia mi, me tocó -Examinarte?- solo podía observar su mano en mi brazo, solo podía observar su cercanía. Aléjate. Alejate. Luego el retiró la mano -¿Te hice daño?-
Negué -Mi cabeza duele- el miró a la enfermera.
-Creo que deberias descansar- ¿de que? Asentí de todas maneras, algo faltaba, algo faltante. La enfermera acomodó las sabanas encima de mi, mientras mas las acomodaba mas me hacia la idea que algo faltaba. Cerré mis ojos. 5 años después de ese incidente, seguía aquí, sin nada que pensar. Uno, dos, tres, cuatro minutos pasaron. ¿Podia tener un celular? Tal vez podría hablar con Chleo. Según mi reloj mental, intenté dormir por mas de 20 minutos, contaba las veces en que las maquinas titilaban y contaba cuantas veces habia sido internada en estas cosas, contaba cuantas veces me iba a pasar esto y recapacitaba sobre mi vida, pensando que faltaba algo, algo especifico cuando de la nada un ruido apareció, cerré los ojos y coloqué mi cabeza a un lado, siempre hacia eso, cuando no quería ser encontrada. Abrí uno de mis ojos antes de que la persona que habia entrado a la habitación, cerrara la puerta, ¿Josh?. Esa silueta se acercaba lentamente hasta que estuvo a mi lado.
-Asi que ya despertaste- no era su voz, no era la voz de Josh. La oscuridad no me dejaba detallarlo, pero no era el -Cada vez que vengo aquí tengo la esperanza de encontrarte despierta, luego me doy cuenta que hoy despertaste- ¿Quién era el?
-Disculpa- dije. Abrí los ojos lentamente, disculpa, quien quiera que seas, quizás esperaste por mi, quizás tardé demasiado. Pero a veces pensaba que habian días en que no quería despertar, hoy quería hacerlo. Otras veces estaba despierta, no abria los ojos, pero escuchaba claramente lo que decían, como Josh contaba sus historias, siempre me acordaba de Josh. Siempre. Escuché sollozos, ¿eran de parte de el? -Oye no…- pero no sabia que decir, nisiquiera sabia quien era el.
-Cass, no sabes… no sabes lo que esperé…- sus palabras se paralizaban, cuando sentí que algo cayó en mi mano me mortifiqué. Con mis dedos sentí algo mojado en mi piel, la oscuridad seguía allí, pero sabia que era una lagrima.
-Oye- dije, ¿Quién eres? A veces cuando despertaba, olvidaba ciertas cosas. Como mi edad, o el año en que estábamos. Una vez olvidé a Chleo y ella se mortificó mucho, pero usualmente siempre recordaba, pero a el no, no con el. Podia ver su silueta, el tenia el cabello esponjoso, era alto, cargaba ropa. No podía detallarlo.
-Cass yo… te amo- y tocó. Desde lo mas profundo. Tocó mi mano -Cass- y abrazó, abrazó mi cuerpo. Me abrazó. El me estaba tocando. No sabia que hacer, no debían tocarme, no debían atravesarme, no debían. Me quedé allí tratando de recordar, su cabello tocó mi rostro y con eso los olores se exparcieron. Un pinchazo apareció en mi cabeza, uno tras otro, mis ojos comenzaron a cerrarse. Jabón y Channel.
Mis manos comenzaron a temblar -Alejate- exigí, tan bajo que no podía ser escuchada. Mi corazón estaba paralizado, recordaba, recordaba haber sido tocada, recordaba sufrir, recordaba su suave aroma, el que se parecía tanto a el, lo recordaba -¡Alejate!- grité, lo empujé, lo golpee -¡Alejate, Alejate, Alejate!- pero el agarró mis muñecas.
-Casside- dijo.
-Alejate- temblaba, sabia que estaba llorando, desde que respiré su aroma por primera vez, las lagrimas ya habian aparecido -¡Basta!- volví a gritar. La puerta se abrió de golpe y pude verlo, pude ver una y otra vez su figura, antes de que el fuera alejado de mi, escuché “Sal” varias veces y no sabia si era para mi o para esa persona, fui acostada y el doctor estaba allí, sujetando mi cabeza -Estoy aquí- repetia. Mi cabeza ardia, ardia severamente, estoy aquí, estoy aquí, estoy aquí. “Cass estoy aquí, quédate conmigo” estaba en su regazo en el auto, lo sabia, podía abrir los ojos y mirar los suyos claramente verdes observándome con preocupación, queriendo llorar “Demonios Cass, te amo, estoy aquí, todo estará bien” el sostenia mis manos, sus labios se movían, pero ya no oia nada, el me amaba, me amaba bien mal, pero no recordaba quien era el, nisiquiera recordaba su nombre, ni tampoco el porque el me amaba -Todo va a estar bien ahora- la voz del doctor volvió, miré sus ojos, con ellos me pedían calma, miré mi brazo, estaban sacando una aguja de allí y luego volví a mirar la puerta, en donde la persona me estaba mirando desde allá, sus ojos penetraban los mios, cerraba mis parpados, sus ojos apagados y llorosos, el estaba llorando, el nisiquiera podía mirarme, pero estaba allí. Mamá apareció después, cerré mis parpados, los volví a abrir.
-Cariño- dijo ella, cariño, miré a la persona, quería ver a la persona, esa persona estaba de pie allí -Cariño aquí- y miré a mi mamá, cerré mis ojos, ella lloraba -Todo estará bien- “Todo estará bien” “Te Amo Cass” “Estoy enamorado de ti” abrí mis ojos, aparté a mi mamá, estaba durmiéndome, mi cuerpo estaba dormido. Lo miré, el no me miraba, mírame. Necesitaba que el me mirara, mírame por favor, cerré los ojos, mírame -Harry- dije, fue un susurro, abrí los ojos, mírame, el me miró. Sus ojos estaban abiertos observándome, cerré mis ojos y se que caí, sentí que caia, pero tenia su imagen en mi cabeza y junto a esa imagen, todavía podía sentir su olor, Jabón y Channel, el olia a Jabon y Channel.
HappinessOnFire
Re: The 10th Guy ♥ El Décimo Chico.♥ ||Harry Styles||
HOLA CHICLOSAS GRUMOSAS. <3 Sé que estan leyendo la novela pero no comentan *o por lo menos dos lo estan leyendo* La temporada terminó, gracias por no matarme por tardar de escribir, ya estoy escribiendo la nueva temporada y la subiré pronto pronto prontisimo. :)
HappinessOnFire
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