She is like a demon {Zayn y Tú}

Diez treinta y dos y ella aún no llegaba a la fiesta ¿Me había mentido?
Parecía un completo idiota sentado en un sillón sin bailar con nadie, ni siquiera hablaba, ¡Hasta Liam coqueteaba con alguien! ¡Liam! ¿Sabéis que significa eso?.
Llevaba casi una hora sentado embriagándome, había bebido demasiado.
 
No podía seguir sentado allí sin hacer nada, me puse de pie y comencé a utilizar mi encanto para buscar a una chica, vamos, soy Zayn Malik, todas quieren estar conmigo.
 
Seguía atravesando la habitación cuando vi una cabellera castaña, Bingo. 
 
 
—¡Eh! ¡Victoria! —grité y ella volvió su mirada a mí y sonrió coqueta.
 
—Zayn—dijo mientras se acecaba.
 
—¿Quieres bailar? —pregunté
 
—Claro—aceptó sin más, cuatro palabras para definirle; desesperada, patética, buen culo.
 
Ahora, en la pista de baile, agarré sus caderas y atraje su cuerpo contra el mío, sin dejar espacio entre nosotros, su cuerpo comenzó a moverse contra el mío con la música, su cabello estaba en mi cara, recorría mi cuerpo con sus manos, se puso de espaldas a mí y en respuesta puse mis brazos en su cintura. Oh Dios, la forma en que su culo se sentía contra mí, las diferentes direcciones y movimientos que sus caderas hacían con la música, se volvió a girar y se apoyó en mi pecho y descansó la parte superior de su cabeza sobre mi hombro. Quería besarle. Quería follarle. Como en los viejos tiempos.
 
Victoria se volvió hacia mí con una sonrisa traviesa. Sus manos empezaron por mis hombros, y luego dejó que sus dedos corran por mi pecho y estomago. Se giró una vez mas de espaldas a mí. Agarré sus caderas y la atraje con más fuerza contra  mí.
 
La canción estaba terminando pero ella no mostraba señales de querer detenerse.
 
Comencé a besar su cuello y ella se giró tomándome con fiereza mientras unía nuestros labios, comencé a saborear el interior de su boca mientras ella introducía sus  manos en mi camisa.
 
—Zayn estoy totalmente exhausta—confesó Victoria.
 
Habíamos estado bailando durante unos veinte minutos sin parar.
 
—¿Quieres sentarte? —pregunté.
 
—Ni de coña—sonrió  y me besó mientras se movía contra mi cuerpo.  
 
Dos y media de la madrugada, estaba agotado. Aunque ella nunca llegó me divertí, muchísimo—sabes de lo que estoy hablando—. Pero aún no terminaba la fiesta, y yo no quería que acabase.
 
Las personas se habían mezclado una vez más en la pista, y había humo en el aire, marihuana.
 
Al inhalarle, eso trajo recuerdos, algunos malos, otros buenos, pero el último, la última vez.
 
 
‘‘—Eres bueno en esto—dijo sonriendo.

—Me gusta. —contesté y dejé un beso sobre sus labios.’’
 
Sacudí mi cabeza intentando alejar esos pensamientos de mi mente, ella no estaba, debo superarle ¡Eso sólo otra puta chica!
 
 Pero, sabía que por alguna razón ella me gustaba, y no la podría sacar de mi cabeza, menos cuando estaba bailando con un rubio teñido frente a mí. ¿Por qué rayos estaba bailando ella con un rubio teñido?
 
—¡___!—exclamé cuando estaba a un lado de ella, ___ volteó y dejo salir humo de sus labios.
 
—¿Podemos hablar? —pregunté. Ella caminó hasta a una esquina sin decir nada así que supongo que eso era un sí.
 
—¿Bien? —preguntó.
 
—Sé que me dijiste que me alejase de ti, que era por mi bien, pero… no puedo seguir pretendiendo que todo está bien, y tú tampoco puedes. —dije.
 
—Hago lo que quiera—dijo y se encogió de hombros— no es tu rollo
 
—Es mi rollo si mi vida o la de mi familia corre peligro—solté y ella subió la mirada rápidamente.
 
—¿De que hablas? —preguntó.
 
—Sí, te escuché ese día, hablando con aquel hombre…—contesté y ella solo permaneció en silencio.
 
 
—¿No tienes nada que decir? ¿Verdad? Ni siquiera puedes defenderte. Lo mínimo que podrías hacer es hablar al respecto y no lo haces.—la desafié.

—Realmente, eres agotador. —respondió evitando mi pregunta.
 
 —Ugh, ¡estoy jodidamente cansado de esto,_____! —grité.—; si sigo disimulando que todo está bien voy a reventar ¡No sé porque sigo estando aquí! no sé porque pero quiero conseguir una pistola y dispararte, pero al mismo tiempo detener la bala con mi pecho para salvarte, lo único que tengo claro es que me gustas, comencé creyendo que sólo me acostaría contigo por una apuesta y ahora... me gustas. —Solté y ella rápidamente se tensó— ¡No! ¡no estoy diciendo que te ame! Sólo me gustas. —confesé.
 
—Tal vez tú a mí no me gustas. —dijo.
 
 
—Si no te gustara no tendrías celos. —dije.
 
—¿Celos? tú Zayn Malik, ¿hablando de celos? ¿La misma persona que me secuestró en un bar solo porque me besé con un chico? ¿Ese mismo que me separó de mi pareja de baile  con una estúpida excusa? —preguntó sarcástica, auch.
 
—Oh Dios, eres tan…—dije
 
—¿Encantadora?, lo sé—completó.
 
—Quiero matarte—ataqué.
 
—Quieres follarme. —contraatacó ella.
 
—¿Hace cuanto llegaste? —cambie el tema.
 
—Hace unas tres horas—dijo.
 
—Bien es suficiente, nos vamos, ambos—dije y le cargue sobre mi hombro mientras salíamos de la casa.
 
—Suéltame—gritó.
 
—Creo que te había quedado claro que ni aunque muerdas mi trasero te soltaré—contesté.
 
—Odio que hagas esto—.
 
—¿Trajiste tu moto? —pregunté.
 
—Sí.
 
—Genial.
 
Zayn había conducido mi motocicleta hasta la puerta de mi casa ¿en qué puto momento se me ocurrió darle mi dirección a ese cabrón?
 
—Eres un cabrón—dije ya en la puerta y él se encogió de hombros.
 
—Me han llamado peor—contestó.
 
—Voy a matarte. —dije
 
 
—Oh cállate. —contestó.
 
—No no haré lo que tú me dig…—no terminé la frase.
 
 
El maldijo y tomó mi rostro entre sus manos. Me besó así, con furia, con enojo, con frustración, sin ser gentil. Mi boca exploró la suya con necesidad, mi mente nuevamente en blanco, olvidando hasta mi propio nombre. Mi estómago dio un vuelco y sentí cosquillas en mi vientre. Zayn tenía la habilidad de despertar a mi cuerpo en solo algunos segundos y odiaba esa debilidad mía. Aunque nunca se lo dijera. Mis manos fueron a sus caderas para tener algún sostén, y mis dedos se cerraron en ellas cuando inclinó mi cabeza hacia un lado, para tener mejor acceso a mi boca, su lengua y la mía yendo a un ritmo incontrolable. Gemí sin poder contenerlo cuando bajó sus labios por mi mandíbula, llegando al punto débil de la unión de ésta y mi cuello, y mis manos fueron a su nuca, fría por su transpiración siendo golpeada por el viento invernal de afuera. Lo escuché ordenar en un susurro sobre mi oído que vayamos a mi habitación. Tomé su mano, entramos y subí las escaleras siendo guiada por él, como la otra vez, como nuestra primera vez. Aunque esa vez no pasó nada, tal vez si esta vez. Parecía tan lejano ese día, habían sucedido tantas cosas en el medio, que a veces simplemente olvidaba que ni siquiera hacía un mes de ello. 


Estábamos ahora besándonos contra la puerta de la habitación, cerrada a mi espalda presionada allí. Zayn parecía desesperado; y lo estaba, realmente. Y no sabía qué era lo más incitante; si su desesperación o mi necesidad interna —y obviamente reprimida por mi subconsciente— de ser completamente destruida por él en ese momento. 

—Me gustas, mucho. —dijo.
—Cállate. —contesté

Mis palabras no salieron con ímpetu, porque era imposible hacerlo cuando él estaba mordiendo cada centímetro de mi piel expuesta. Mi mano derecha se cerró sobre su cabello, tirando de él, Zayn  gimió y sonreí, porque sabía perfectamente que ese era uno de sus principales incentivos en el sexo. Tomé su rostro entre mis manos y volví a unirnos, desesperada, hambrienta y agobiada por la situación en la que nos encontrábamos. Me resultaba frustrante que él tuviera tanta ropa encima, y sabía que opinaba lo mismo sobre mí cuando me miró a los ojos. Separándose sólo lo vital, quitó su camiseta negra y yo hice lo mismo con mi chaqueta de cuero negra y mi camisa de tirantes blanca, dejándolas en el piso, encima de lo suyo. Enredé mis brazos en su cuello para traerlo a mí. Lo obligué a mirarme, y lo escuché maldecir, agarró mi cintura con fuerza. Mi peso volvió a rendirse, cayendo una vez más sobre la puerta, imposiblemente más pegada a él. Estaba besándome otra vez, su lengua dentro de mi boca, imponente y despótica, haciéndome enloquecer  cada segundo un poco más. Acarició mis piernas mientras nuestros besos se volvían des-coordinados y repletos de necesidad; pero se vio frustrado, al no encontrar mi piel tibia contra su palma, mis jeans interponiéndose en su objetivo. Sin embargo, se presionó más contra mí, tomando mis muslos por detrás y subiendo mis piernas a su cadera. Me tomó por sorpresa su gesto y la unión de nuestras caderas logró robarme un jadeo, bastante notable para Zayn, quien sonrió en mi cuello. Su respiración estaba descontrolada y podía decir lo mismo sobre la mía. No sabía como hacer para calmar a mi cuerpo, colmado de ansiedad. Necesitaba tocar a Zayn, de cualquier forma que fuese posible; sentir su piel contra la mía y unirnos finalmente. Si. Eso era todo lo que necesitaba en ese momento. 
Acaricié sus brazos mientras él recorría con sus labios mi mandíbula, y la parte trasera de mi oreja. Mi punto débil se situaba ahí y lo sabía, por lo que se dedicó a succionar suavemente esa zona. Podía observar su torso completamente desnudo. Relamí mis labios casi por inercia, y luego me di cuenta de lo provocativo que podía ser ello. Mordí mis labios, esta vez buscando generar algo en él, mientras acariciaba con la punta de mis dedos su mandíbula, recorriendo la línea de sus anchos hombros. Lo miré a través de mis pestañas, con una inocencia obviamente fingida. Sabía que a todos los hombres les gustaba eso, y Zayn no era la excepción. Jadeó, antes de volver a enredar sus brazos en mi cintura, presionarme contra él y empujar sus caderas contra las mías, asfixiándome contra la maldita puerta. Me sentí sin aire por la fricción, y dejé caer mi cabeza hacia atrás, apoyándola en la puerta y rodando mis ojos hacia el techo. Zayn aprovechó para volver a su trabajo en mi cuello, su lengua dejando rastros en círculo sobre mi pulso acelerado. Gemí cuando retomó su empuje, y yo apreté sus bíceps con fuerza, porque no sabía de donde sostenerme para no romper nuestro contacto, exquisitamente placentero. 

- Vamos a hablar ahora mismo. -dijo, su voz seductora en mi oído, antes de morder el lóbulo. 

No entendía a que se refería, porque definitivamente parar con todo eso no era una opción. Giró conmigo encima, sosteniéndome por mi espalda. Me sentí mareada por su rápido movimiento, y porque ya mi mente estaba nublada con todo lo que sucedería a continuación.Entramos a la habitación y el ayudó a que mis pies estuvieran en el suelo una vez más, de espaldas a la cama. Quitó sus botas, y yo hice lo mismo con las mias, Zayn me miró y mis ojos automáticamente fueron a los suyos, repletos de deseo que habíamos estado reprimiendo. Se agachó para tomar mi labio inferior entre los suyos, pasando su lengua por él con suavidad, tentándome. Mis piernas temblaron por la sensación, y con un simple toque de sus manos en mi abdomen y mi cintura, caí sobre la cama. Rió, y sabía que estaba esperando esa debilidad de mi parte, porque todo era parte del juego. Me senté, de todas formas, interrumpiendo con su simpatía para desabrochar sus jeans ajustados. Lo miré a los ojos mientras realizaba la tarea demorándome más de lo necesario; porque, si él quería jugar, yo podía hacerlo mejor. Tiré de ellos hacia abajo y Zayn puso sus manos sobre las mías, la punta de sus dedos acariciando de forma sutil el dorso mientras, lentamente, sus jeans eran abandonados en sus tobillos. Los quitó, finalmente, mirándome a los ojos al terminar. Me quedé sin aliento por lo penetrantes que parecían sus ojos en los míos y aprovechó una vez más esa debilidad para quitar mis jeans de un sólo tirón, llevándose con él mis bragas por lo ajustado que se encontraba en mis caderas. Moví mis piernas para que fueran ambas prendas al suelo, y Zayn no logró contener un gemido. Y me fascinaba que me adorara de esa forma, que no pudiese contenerse, igual que yo no podía hacerlo. 
Quitó sus medias antes de inclinarse hacia mí y besarme. No estaba encima mío como yo quería, calentando mi cuerpo con su propio calor. Sólo me estaba besando a distancia, acariciando la curva de mi cintura y escabullendo una de sus manos a mi espalda. Las mías se encontraba en su rostro, acariciando con mis dedos su mandíbula sobresaliente, buscando la forma de tentarlo incluso un poco más. Logró su objetivo principal de desabrochar mi sostén, minutos luego de distraerme con sus labios en los míos. Y ahora, estaba completamente desnuda frente a su mirada, que me recorría por completo. Podía ver la emoción de Zayn en sus bóxers, creciendo a cada minuto de juego previo. Creí que estábamos cerca de que suceda, pero él parecía haber decidido que no era el momento, porque simplemente estiró mis piernas, separando mis rodillas, posicionándose allí. Era mucho más que íntimo el momento, ya llegaba a un nuevo nivel. Sus ojos parecían devorarme por completo y no estaba tan lejos de hacerlo. Me retorcí ante el pensamiento, y sus manos sostuvieron mi cadera en su lugar. Gruñí en frustración; y tuve la necesidad de admitir que anhelaba que me tocara más que nada en el mundo en ese preciso momento. Se estiró un poco sobre mi cuerpo, su otra mitad descansando en el suelo. Acarició mis brazos con lentitud, volviendo por mi clavícula y dirigiéndose entre mis pechos. Su uña acarició la zona cercana a mi ombligo, con una presión mínima, logrando suspire sin remedio y mi voz salga entrecortada en un jadeo de clemencia hacia mí. 
Volvió a su posición inicial, arrodillado en el suelo y entre mis piernas. Me sentía tan tímida y retraída en ese momento que cerré mis ojos con fuerza, porque la imagen era demasiado para mí ya. Sentí su lengua sobre mí, en un roce casi imperceptible y grité por la sorpresa. Me retorcí, y esta vez no hizo nada al respecto. Mis terminaciones nerviosas estaban alertas, esperando otra caricia como esa, otro síntoma de alivio, pero no fue así. Ambas yemas que estaban acariciando todo mi cuerpo hacía sólo minutos atrás, se encontraban ahora dentro mío. Otra vez, no pude contener el sonido que escapó de mis labios, mientras de forma lenta y tortuosa movía esa parte de sus extremidades en mi interior. Zayn se recostó al lado mío, de perfil, besando con suavidad mis labios y mis párpados, buscando que los abriera de una vez. Mi pecho subía y bajaba con rapidez, cayendo precipitadamente cada vez que sus dedos alcanzaban una nueva profundidad. Lo miré a los ojos, porque era lo que él quería, porque parecía querer ser sucio y duro conmigo ese día. Me besó con dureza, mordiendo mi labio inferior con fuerza, sin dejarme realmente participar del contacto. Gemí por un nuevo movimiento rápido y él sonrió. Adentró su rostro en mi cuello, succionando la piel y acercándose a mi oído, mientras los sonidos abandonaban mi garganta sin ningún pudor. 

'Es hora de hablar' susurró.
 
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Estan follando*-* ah. 

Bueno aún falta más detalle e_e lo sigo lueguín. 

PD; en el siguiente cap, aclararé más la historia, y verán otros secretitos e_e

-Summer.

Partes al azar del capítulo. 

—¡Ey!—me puse frente a ella— ¿Que sucede?

—Oh, ¿lo olvidas? soy la versión femenina de ti, pero—señaló sonriendo—peor. 

—¿De que hablas?— pregunté.

—Bienvenido al infierno, Zayn. 

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—''Lo siento'' textee. 
—''¿Quien eres?'' me llegó en respuesta segundos luego y reí.
—''El protagonista de tus sueños mojados'' envié 
—''¿Que quieres Zayn?''
—''¿Admites que tienes sueños mojados conmigo?'' respondí rápidamente.
—''Eres el único que tiene un ego tan grande como para textear eso.
Mis sueños le pertenecen a Justin Timberlake'' respondió ella. 
—''¿Que haces?'' envie.
—''Oh, no lo sé, lo que haría una persona normal a las dos veinte de la madrugada, esconder un cadáver'' llegó, me reí fuertemente pero luego paré ¿Y si era enserio? vamos, que es poco probable pero estamos hablando de ____... 
—''No es en serio, gilipollas'' respondió ella, estaba leyendo mi mente.
—''Anoche soñé contigo''.-Recibí.
—''Oww, asi que si sueñas conmigo ¿Qué fue?''.-Envié.
—''Te morías''.-recibí.
—''Estúpida.''
—''Cabrón, dejame dormir''
—New york nunca duerme''
—''Pues, yo sí''
—''Buenas noches, demonio.''

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Clase de química

—Finalmente pudieron limpiar la sala de química, muchas gracias por retrasarnos señorita O'Donnell—dijo el profesor. 

—Por nada—sonreí. 

—¿Estais todos ubicados con vuestros compañeros?—preguntó y todos contestaron con el monótono ''siiiiii''. El profesor continuo hablando, Jim copiaba todo lo que él decía y yo no prestaba ni la más mínima atención, Jim era un cerebrito ¿porque rayos era amigo de Zayn?—Vale, hareis el trabajo y por favor O'Donnell, no hagas un virus letal.—dijo el profesor, no tenía idea de que trabajo hablaba pero sonreí. 

—No prometo nada.
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Cita de trabajo de Jim y ___;

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Zayn en la clase de literatura; 

Quizás baste decir que tiene dieciocho años. Quizás no baste simplemente con eso. Ya la conozco. Sé como es. Sé que no basta. Si bastara con eso, la historia terminaría justo en este segundo, y ya ven no ha terminado.
No tiene realmente diesciciés años. Los tiene, pero pareciera que no lo hiciera. Esta convencida de que la vida no es nada más que una estafa, un infierno, y si esto es un infierno esta decidida a ser el peor demonio que haya. 

Su vida entera la ha pasado bailando. Es la manera en la que se olvida de sus problemas; como algunos eligen beber alcohol, y emborracharse hasta que no quede ninguna neurona en tu cerebro, ella elige bailar.
A menudo se pregunta que hubiera pasado si su madre hubiera sido bailarina. Quizás ella ni siquiera hubiera estado allí.
Sabe que todo lo que hace es incierto.
Excepto tres cosas. Hay tres cosas de las que está mucho más que segura; hay tres cosas que sabe que no existen. Tres cosas en las que no cree en absoluto.
1.- El amor
2.- En que su destino no está en ser bailarina
3.- Promesas.
El amor no existe. 
No existe para nada.
Quizás si existiera en ese momento ella no estaría pensando si existe o no; sus padres no se hubieran divorciado, porque hubiera sido un hasta que la muerte los separe y el amor lo puede todo en absoluto. 
Simplemente, no ocurrió. Su padre no volvió a aparecer nunca más. Su madre tiene que lidiar con ella y lo único que hace es hostigarla para que vaya a sus clases de baile. Que no se pierda ninguna; y ella corre de un lado hacía otro con los zapatos de ballet al hombro.
Durante muchos años ha esperado que su padre cruce la puerta; ahora simplemente no le molesta, ni le afecta.

¡La seguiste! Pensé que la abandonaras. Dios mio, me estas fastidiando con tanta intriga. Si despues de esta vuelves a desaparecer, voy allí y te secuestro y te meto en el sotano para que puedas acabarla. lol. Sube pronto.

Ana(: escribió:¡La seguiste! Pensé que la abandonaras. Dios mio, me estas fastidiando con tanta intriga. Si despues de esta vuelves a desaparecer, voy allí y te secuestro y te meto en el sotano para que puedas acabarla. lol. Sube pronto.

ANAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA<3 Im back bebé*--* 

Voy a empezar todo de nuevo. 


Así es el fanfiction regresa otra vez, DESDE EL PRINCIPIO, cambiaré algunas cosas y agregaré otras para que se entienda mejor todo aljfhalfkja. Ojalá la aceptes y te guste tanto o más que la primera vez. La publicaré en un nuevo tema; https://onlywn.activoforo.com/t78333-she-is-like-a-demonzayn-y-tu-renovada#4336596

-Summer.