~*Lo que es amar*~ (CANCELADA por falta de lectoras)

~* Conociéndola*~

Ahí estaba yo, recargado en mi casillero viendo detenidamente como guardaba sus libros. Me preguntaba ¿cómo una chica tan hermosa podía ser tan seria y antisocial? Esa siempre fue mi eterna pregunta. Ella es una chica de hermosos ojos verdes, piel blanca y delicada como la nieve. Su cabello le daba un aspecto rebelde, era perfectamente rojo y chino. Se podría decir que es una diosa. Sonó la campana anunciando la hora de salida. Ese horrible sonido me saco de mis pensamientos. Ella se asustó también y dejo caer sus libros al suelo. Era la oportunidad perfecta para hablarle; así que lo hice.

-¿Disculpa esto es tuyo?- idiota, pensé al darme cuenta de la pregunta tan tonta que había hecho. Ella solo sonrió y escuche su hermosa voz por primera vez. –Eso creo- y se hecho a reír.

-Tu sonrisa es hermosa- ella se sonrojo y acomodo su cabello detrás de su oreja.- Deberías de sonreír más seguido- agregue.

-Gracias, pero tengo que irme- la tome del brazo y pregunte su nombre. –Amber- sonrió y la deje ir.

Subí a mi coche sin poder borrar su sonrisa de mi mente. No quería llegar a mi casa porque sé que estaría solo… solo, al igual que aquella noche en que mis padres murieron. Quien diría que mi último año en la preparatoria seria así, huérfano y enamorado de una chica a la que siquiera le hablo del todo. Decidí ir a casa de mi mejor amigo Niall, cosa que no debí de haber hecho.

-¡Se acabó! ¡No aguanto más!- gritaba Greta. Ahora la ex novia de Niall.

-¡Esto ya se había acabado desde hace mucho tiempo!- grito el rubio cerrando la puerta de su casa. Greta enfadada subió a su auto y se fue a toda velocidad. Ahora dudaba si entrar o no con un chico el cual era mi mejor amigo y acababa de terminar con una relación de tres años; así que decidí no intervenir. No había bajado de mi auto aun, por lo que decidí pensar en otro lugar al cual ir. Necesitaba un café, me dirigí a Starbucks.

-¿Puedo servirle en algo?- pregunto la cajera sin quitar la vista del libro que estaba leyendo.

-Me da un Cappuccino, por favor- ella asintió con la cabeza, aun sin quitar el libro que tapaba su cara. Tomo un vaso y comenzó a llenarlo con café. No resistí las ganas de preguntarle su nombre, ya que su voz me resultaba familiar.

-Amber- contesto señalando la pequeña placa que portaba en su uniforme. No otra vez, pensé.

-No suelo hacer preguntas tan lógicas, pero no había visto la placa- conteste.

-No hay problema, no eres el primero ni el ultimo- contesto terminando de preparar el café.

-¿Así que estamos en la misma escuela?- pregunte.

-Pensé que ya no harías ese tipo de preguntas, ya sabes de las que se contestan solas- dijo.

-Tomare eso como un si- respondí sonriente.-Ahora que recuerdo… no me he presentado, soy Zayn-

-Gusto en conocerte, yo soy Amber… pero eso es algo que ya sabias- dijo con media sonrisa.

-Me gustaría conocerte más- dije con la esperanza de que me ofreciera salir, después me di cuenta de lo estúpido que había sonado eso.

-Bien. Salgo a las 7:00, te veo en el parque- sonrió dándome mi cappuccino.

-Trato hecho- conteste con media sonrisa.

Salí de la cafetería y me dirigí al parque, el cual estaba cruzando la calle. Era un lugar hermoso, flores de colores en las jardineras rodeando a los enormes árboles que formaban arcos por todo alrededor. Elegí una banca que estaba ubicada casi al frente de la cafetería. Observe mi reloj 7:20 p.m. No tardara en llegar, me decía constantemente.

-¡Zayn!- escuche a lo lejos. Ella estaba cruzando la calle.

-Pensé que no vendrías- dije aliviado.

-Perdona, mi jefe es algo especial- dijo mientras hundía su mano en el bolsillo trasero de su pantalón.

-No hay problema, hubiera ido por ti- conteste. Ella sonrió.

-¿Fumas?- dijo sacando una cajetilla de cigarros y colocándose uno entre los labios.

-No, gracias- dije un poco desconcertado al ver que ella si lo hacía.

-Bueno… ya conoces una parte de mi- dijo al exhalar el humo de aquel cigarrillo.

Me contó cosas de ella que jamás hubiera imaginado. Sus padres son divorciados; ya que él es alcohólico y su madre no soporto más. Su madre es la que tiene su custodia pero esta tan enfocada dirigiendo su negocio que no tiene tiempo para ella. Además me dijo que ella es así porque no cree que valga la pena sufrir por alguien o algo que le haga más daño. Yo le dije que mis padres habían muerto hace un año por un accidente de auto, no entre en detalles. Ella se tuvo que ir, así que nos despedimos y subí a mi auto. Me fui a dormir aun con la imagen de ese cigarrillo en su boca, pero su historia… su historia logro que me interesara más en ella.

Continuara…

~Narra Zayn~
Llegue a la escuela sonriendo como jamás lo había hecho. Solo pensaba en la noche anterior. Llegue dispuesto a buscar a aquella hermosa chica pelirroja pero Niall se interpuso en mi camino.


-¿Estudiaste para los finales de matemáticas?- pregunto intentando sostener el montón de papeles y libros que llevaba en los brazos.


-Sí, claro que lo hice- en realidad el examen no había pasado por mi mente hasta ahora.


-Recuerda que el Sr. Brettz es muy estricto y eres el favorito así que mejor obtén una buena nota- comento. –Lo hare- sonreí. –Iré por algo a la máquina de golosinas ¿Quieres algo?- ofreció.


-No, gracias- era extraño ya que siempre le encargaba algo pero no hizo más comentarios y se fue. Para mi buena suerte la encontré de camino a mi salón. –Hola linda- sonreí.


-Amm… si, hola- saludo distante.


-¿Pasa algo?- me acerque más. –No- contesto cortante.


-Sé que pasa algo, ¿Es por algo que dije ayer?- pregunte dispuesto a aclarar las cosas.


-En realidad hay algo de eso, pero olvídalo. Nos vemos en el lugar de siempre, te presentare a mis amigos- sonrió. –De acuerdo, ¿A las 6:00 está bien?- pregunte ya que era la única hora que tenía libre el día de hoy.


-perfecto- sonrió y se fue. Se me hacía tarde para verla otra vez ¿Cómo serán sus amigos? Me preguntaba a mí mismo. -¡Señor Malik!- exclamó molesto el Sr. Brettz, yo dirigí mi mirada a el inmediatamente. –Sera mejor que comience a contestar su examen- comento. –Sí, eso hare- para ser honesto no me había dado cuenta que aquella hoja de papel ya estaba en mi pupitre. Solo veía los problemas y no lograba recordar nada. Veía como todos estaban contestando tan concentradamente; podía escuchar el sonido de mi respiración combinándose con el molesto sonido que hacían los lápices al escribir. Niall me observaba con un gesto confuso. Conteste como pude y lo que pude, aunque no tenía la más mínima idea de lo que había hecho. Sonó el timbre; todos entregaban sus pruebas.


-¿Qué fue lo que te paso haya adentro?- pregunto mi mejor amigo.


-No lose, creo que hoy simplemente no fue mi día- dije enfocando mi mirada en los azulejos que cubrían el camino al estacionamiento.


-¿Es una chica, cierto?- golpeo mi hombro en forma de juego.

-Sí, una hermosa chica- admití.

-¿Puedo saber quién es?- dijo sonriendo.


-Amber Jones- sonreí al decir su nombre.


-¿La chica rara de segundo? ¡No lo puedo creer!-


-No le digas así, no es rara. No sabes los problemas que tiene en su casa-


-Bueno, no discutiré por eso- sonrió. –Nos vemos hermano- subió a su auto y se fue.


Llegue a mi casa directo a darme un baño. Tarde más de lo normal en decidir que ponerme; otra vez me debatía entre dos camisas muy parecidas. Me detuve al ver la fotografía de mi décimo cumpleaños, estaba con mis padres; aquel enorme pastel alcanzaba a tapar un poco mi rostro, así que me dijeron que mejor tomaran la foto conmigo de pie eso me hizo lucir un poco más alto que ellos. Tome las llaves de mi auto y me dirigí al parque.


~Narra Amber~




Lucas había pasado por mí, era mi mejor amigo. Él tenía un brazo completamente tatuado y un arete en su oreja derecha. -¿Cómo dijiste que se llamaba?- pregunto sin quitar la vista del camino. –Zayn Malik- dije.


-Vaya nombrecito- yo reí. –Lo sé, es un nombre poco común aquí- comente.


-¿Y nuestro nuevo amigo tiene dinero?-


-Sí, eso parece- comente. –Sus padres murieron, así que supongo que le habrán dejado alguna herencia-


-Y… ¿Has pensado en unirlo al grupo?- pregunto.


-No lose, es un chico demasiado tranquilo para mi gusto. Ya se me ocurrirá algo- tenía que pensar en alguna forma de transformar a Zayn. Pronto seria alguien completamente distinto de eso estaba segura.

Continuara… 

~*Narra Zayn*~
Estaba sentado en la banca del parque. Era una banca muy vieja; ya que se podía escuchar el rechinido de los tablones al sentarse, resultaba algo molesto pero intente no prestar atención. Me decidí  leer un poco. Voltee a ver mi reloj después de haber leído unos tres capítulos de mi libro, ya eran las 6:40 pm. –Me dejo plantado- dije a la nada. Me puse de pie y me dispuse a ir a mi auto. Apreté el pequeño botón en la llave para poder entrar.


-¡Zayn!- gritaba Amber a lo lejos. Estaba acompañada por el que supuse que era uno de sus amigos o eso era lo que esperaba.- ¡Espera!


-¿Por qué tardaste tanto?- pregunte oprimiendo el botón nuevamente pero esta vez fue para cerrar el auto.


-Tráfico.


-Bonito Camaro- dijo aquel chico, refiriéndose a mi auto.


-Gracias,  lo compraron mis padres-

-Él es mi mejor amigo, Lucas- dijo Amber dándole un pequeño empujón a Lucas para que me saludara.

-Ese soy yo y tú eres Zayn, supongo- dijo mientras estrechaba mi mano.


-Así es ¿Nos vamos?-


-No, hasta que dejes eso que traes en la mano- dijo Amber. –Vamos, eso es para gente aburrida.


-Solo es un libro-


-¿Quieres que mis amigos piensen que eres un aburrido?-


-No, claro que no. Lo dejare en el auto.


Subimos al auto de Lucas. Era un mustang 2003 negro. Nos dirigíamos a las afueras de la ciudad, comenzaba a anochecer. –Así que… ¿Fumas?- pregunto Lucas. –No- conteste. Después hubo silencio total hasta que llegamos a una pequeña choza cerca de un lago. –Solo diviértete ¿sí?- dijo Amber después de darme un corto beso en los labios. Entramos a la pequeña casa.


-Pensé que solo sería una reunión con tus amigos, no una fiesta-


-Sera divertido. Estos no son mis amigos, ellos están en aquella habitación- apunto hacia al final del corredor. –Voy enseguida- grito Lucas desde la cocina. Entramos a la habitación, la cual apestaba a humo de cigarro.


-¿Quién es el chico millonario?- pregunto una chica rubia con mechas rojas.


-¿Millonario?- pregunte.


-Sí, tu ropa es fina. No necesitas lentes para saber lo que eres-


-¿Quieres unirte?- pregunto otro chico ofreciéndome un cigarrillo. -Solo será un poco, te gustara.


-Bueno, lo haré ¿No es cosa del otro mundo, cierto?- dije para hacer feliz a Amber y poder encajar con ellos.


-¡Eso es todo chico!- exclamó la chica rubia dándome un golpecito en el hombro. Tome el cigarrillo y después el chico lo encendió. –Solo disfruta.






Sentí como el humo bajo por mi garganta causándome un poco de tos. –Intenta otra vez, pero ahora exhala el humo cariño- dijo Amber. Hice lo que ella me había dicho y al exhalar el humo todo se sintió distinto. Me gustaba la sensación que causaba en la garganta, me sentí relajado y con ganas de seguir. -¿Te gusto?- pregunto Lucas.


-Sí, lo disfrute-


-Ya eres uno de los nuestros, pero aun te falta- dijo Lucas.


-El hará cualquier cosa por mí, estoy segura- dijo Amber dándome un beso en los labios. Yo asentí con la cabeza. Las cajetillas de cigarros se esfumaron en menos de lo que pensaba. Deje de contar cuantas cervezas y cigarros llevaba, solo seguía sin poder detenerme. Todos ya estábamos ebrios, hablando tonterías, riendo como locos. Desperté a las dos de la tarde del siguiente día. Muchos aún seguían dormidos. Sentía que mi cabeza me mataba y el olor a tabaco era insoportable.


-Despertaste, cariño- dijo Amber, quien estaba acostada a un lado mío.


-¿Qué paso anoche?- pregunte asustado.


-Nos divertimos, eso pasó- en un movimiento rápido me empujo nuevamente a la cama y comenzó a besarme apasionadamente. –Fuiste el mejor anoche. Jamás te había visto en ese estado- rió.

-Es porque jamás había hecho algo así- coloco mi mano en su muslo, yo no pude evitar morirme de nervios aunque estaba comenzando a gustarme la sensación. Mordió mi labio provocándome más.

-¿Quieren que les traiga un condón?- pregunto Lucas al abrir la puerta. Amber se quitó de encima rápidamente. –Me tengo que ir- salió de la habitación sin decir más.
 
Continuara…