Buscando a Brooke Davies (Anthropology of my Goddess)

por **Pepina** Vie 25 Abr 2014, 7:38 pm

Soy Sean Bass, hace dos años me fui a Nueva Zelanda intentando huir de todos, pero más que nada de mí mismo, lo único que me salvó de mi primer semestre en la universidad fue mi ángel, una chica que conocí una tarde y que desde ese día hace dos años no he vuelto a ver... Volví para buscar a mi ángel y agradecerle por haberme salvado, pero encontré una diosa que puede hacer que me pierda más allá de lo que yo mismo estoy dispuesto a aceptar.

•Nombre: Anthropology of my Goddess (Antropología de mi Diosa)
• Autor: Yo.
• Adaptación: No.
• Género: Romance Adolescente
• Advertencias: Lenguaje vulgar.

por **Pepina** Vie 25 Abr 2014, 7:40 pm

Sean Bass era un chico tímido, que hace dos años por distintos problemas decidió irse de la universidad en un programa de intercambio todo gracias a la chica que conoció una tarde a la que llamo su "ángel", pues según él, ella lo había salvado y ahora, volvía completamente cambiado gracias a ella, bajó de peso, decidió por fin a qué quería dedicarse de lleno y estaba dispuesto a dejar su timidez de lado para poder enfrentarse mejor a la vida.

Pero tiene algunos problemas para ello y esos son sus hermanos mayores los gemelos Josh y Alana Bass que son super sobre protectores con el y no dejarán que nadie lo lastime sobre todo después de saber que la ex novia de Sean le había roto el corazón al acostarse con otro; aparte de eso las chicas se acostaban con él y salían corriendo de su lado y Sean se sentía como una puta.

Además hay una cosa que no puede sacar de su cabeza, o en realidad dos, la primera es encontrar a su ángel para poder darle las gracias y la segunda es esa diosa que vio en el coyote la noche que sus hermanos lo llevaron allí, no sabía porqué pro la chica le llamó la atención a pesar de que ella era TODO lo que él siempre intento alejar de si, una jodida boca sucia, una actitud que no le importaba nada además trabajaba animando peleas de barro... eso no le traería nada bueno... pero Él no había vuelto para ser precisamente bueno, él quiso volver para sacar todo ese estigma de chico bueno con el que cargaba... ¿podrá lograrlo y de paso conocer a esa Diosa nocturna?

por **Pepina** Vie 25 Abr 2014, 10:58 pm

Buscando a Brooke Davies (Anthropology of my Goddess) 119ro8h

Para mí, mi carrera era como la música, al principio, no distingues mucho, solo un par de notas al azar, pero poco a poco esas notas se van convirtiendo en una hermosa melodía, un conjunto de notas que hacen un todo organizado especialmente para que sea simplemente perfecto en cada una de sus imperfecciones.

Hace dos años y medio entré a estudiar Antropología, y para mí, es como la música, observo a las personas, primero de forma individual, después poco a poco se van convirtiendo en un grupo, en una sociedad, una cultura propia e independiente del resto, al igual que la música especial y perfecta en cada una de sus imperfecciones. Pero mi timidez me impedía un poco lograr adaptarme por completo a esa carrera, y ahí fue cuando llegó ella, mi ángel y me salvó…

Aún recuerdo la conversación que tuvimos, yo estaba frustrado, jalándome el cabello en el patio de la universidad, en el fondo cerca de un árbol y ella estaba durmiendo, no me di cuenta hasta que grité y ella se despertó, me quedó mirando y me dijo que me acercara a ella, sentí que se descoordinaban hasta mis sentidos y me quedé congelado, las chicas no me hablaban mucho y a mí me daba un poco de miedo hablarles ya que la mitad de mis experiencias indicaban que era para burlarse de mí, otro cuarto por mis hermano y el resto era por mis calificaciones, que como tenía bastante tiempo para estudiar eran medianamente buenas.

Y ella me miraba, esperando a que me acercara y palmeó el espacio de suelo a su lado y me brindó una sonrisa, una hermosa sonrisa que hizo con su rostro completo, me llamó la atención porque sonreía también con sus ojos y me estaba sonriendo a mí, de forma sincera y eso era algo que como ya expliqué no me sucedía siempre, me senté a su lado por fin y con una voz tranquila me preguntó que me sucedía, le expliqué todo, que amaba mi carrera, que estaba a punto de cumplir medio semestre pero quería escapar, de la influencia de mis hermanos, de mis compañeros y sobre todo quería crecer para valerme por mí mismo porque no soportaba ser tan malditamente tímido, cosa que no servía para mi futura profesión.

Me preguntó si tenía diferentes ramas y le expliqué cada una de ellas, y las que más me fascinaban y ella después de haberme escuchado una hora y media por lo menos sin interrumpirme y solo guiaba con ciertas preguntas o comentarios para dar a explicar ciertos puntos, y me llevó hasta la misma solución, si quería escapar pero amaba mi carrera ¿por qué no estudiarla fuera?, hacer algún tipo de intercambio, y esa idea hasta que no salió de sus labios, no se me había pasado por la mente, así que me gustó bastante, pero me quedaba lo otro, mi maldita timidez, mi dificultad para socializar con las personas y ella me volvió a preguntar por aquellas áreas que más me gustaban de la carrera, se las repetí y me pregunto si alguna de ellas no requería esencialmente estar rodeado de personas y me dejara concentrarme específicamente en lo que quería, y sí, una vez más ella me estaba dando sutilmente la respuesta, me especializaría en Antropología Forense…

De aquella conversación han pasado dos años, dos años en que no la volví a ver, me fui del país después de unas dos semanas y estudié fuera con una beca por dos años y me especializaba en Antropología Forense y realmente era mi pasión y todo eso era gracias a mi ángel, ahora vuelvo en un avión, sin nadie a mi lado, es temporada baja por lo tanto no hay turistas que viajen conmigo por eso vamos a la mitad de la capacidad, revivo ese recuerdo una de las tantas veces que lo he hecho en mi cabeza, volvía como cada cierta cantidad de noche y con ello volvía ella, mi ángel, en donde cada vez que necesitaba ser fuerte pensaba en ella, no sé si para mi mala o buena suerte no fueron demasiadas porque mi vida cambió en la universidad en la que estuve durante estos últimos dos años.

Eso debo agradecérselo principalmente a Trent, mi compañero de habitación en ese tiempo, un fanático del deporte que me hizo el cuerpo lleno de músculos que soy ahora, desde que llegue, con mis kilitos de más, el me sacó a las 6 de la mañana a correr por una hora, volver a las 7, bañarse y estar en clases a las 8, esa era nuestra rutina por las mañanas y por las tardes me hacía ir al gimnasio con él, así que se hizo una costumbre, costumbre que me dio un físico que antes consideraba envidiable y ahora era mío y por supuesto Cathya, la chica que fue mi novia durante un año hasta que la encontré en la cama con otro, pero no la odiaba. Le agradecía el haberme dado un poco más de confianza en sí mismo, ya no era tanto el niño tímido que solía ser, pero de todas formas llamé a casa llorando cuando me enteré de eso y mis hermanos me acogieron bastante bien, mi hermana Alana casi se monta en un avión para venir a cachetear a la chica, pero Josh la logró controlar.

Perderme en los recuerdos siempre me ayudaba a pasar el tiempo y pude notarlo cuando la azafata me pidió que me abrochara el cinturón, ¿volvería a ver a mi ángel?, esta era la cuarta vez en dos años que me hacía la misma pregunta, nunca pude saber a ciencia cierta si me había enamorado de ella porque no la volvía a ver, pero ahora era más posible, pero de todas formas, enamorarme… no pudo ser porque me fui, porque la vi una sola vez, y porque MALDITA SEA LA VI SOLO UNA VEZ!, con Cathya me costó meses enamorarme, por eso es imposible…¿verdad?.

por **Pepina** Sáb 26 Abr 2014, 11:41 am

Busco mi maleta entre la cinta, nadie vendrá por mí al aeropuerto, mis hermano están en la universidad mis padres están en casa, quiero darles una sorpresa, no me han visto, no han visto todo lo que he cambiado, no han visto mis hermano a su hermano pequeño con unos kilos de más, mis padres no han visto a su hijo tímido que apenas podía hablar que ahora lucha por lo que quiere, aunque bueno no soy el más sociable pero he aprendido hasta bailar, todo gracias a Cathya que me había hecho ir una vez a la semana a alguna fiesta y me enseñaba a bailar hasta que aprendí…ella era una excelente bailarina.

Tomo un taxi y me voy en dirección a casa, miro por las ventanas los viejos paisajes que se vuelven nuevos una vez más, me pongo más ansiosos, quiero ver a los gemelos, quiero ver a papá y mamá, dos años sin verlos es demasiado tiempo, le pago al conductor y me brinda una sonrisa, bajo mis cosas de la maletera y me paro frente a mi hogar, quiero visitar a mamá y a papá primero antes de ir a mi dormitorio en la universidad, sé que hoy harán una reunión con mis hermanos porque es fin de semana, así que espero estén ya aquí, respiro profundamente y puedo sentir el aroma a comida característico de mamá, se me hace agua la boca y no puedo esperar y tomo mis cosas para entrar corriendo y al fin verlos.

Mamá! –Grité, mientras entraba directo a la cocina

Ella levantó la cabeza y dejó caer al fuente de vidrio que traía en las manos para salir corriendo a mis brazos, la levanté en el aire y giré con ella, mierda, extrañaba tanto su aroma, no me había dado cuenta hasta ahora, ese era el olor de mi madre, inconfundible para mí, me hizo cerrar los ojos y aspirarlo profundamente, estaba tan condenadamente feliz que no había notado que estaba llorando hasta que ella dejó escapar un fuerte sollozo, la bajé de mis brazos y le estreché el rostro entre mis manos.

-Ma, porqué lloras –Le pregunté bajando hasta su altura

-Dios eres tu bebé, eres real, estás tan cambiado, mírate eres todo músculo igual que Josh –Me decía mamá mientras se limpiaba las lágrimas con su delantal

-Si Ma, soy yo, estoy aquí, ya terminó mi beca y tengo que seguir en la misma universidad que están los gemelos, no se los había querido decir porque quería que fuera una sorpresa, ¿van a venir los chicos verdad? –Le pregunté mientras la conducía hasta los sillones de la sala para seguir nuestra conversación allí.

-Si bebé, están por llegar de hecho, escuché la puerta pero pensé que eras ellos y tu papá fue a hacer la compra, ya sabes Alana toma solo bebidas dietéticas, pero no puede dejar de vivir son las malteadas, así que tu papá fue a buscarles unas malteadas dietéticas, ella es su consentida y ahora que es capitana del equipo de porristas, se cuida más que nunca y tu papá le da en el gusto en todo.

-Es porrista, no me lo había dicho –Le pregunté incrédulo, sabía que mi hermana era hermosa, Josh se había metido en más de algún problema con eso cuando estábamos estudiando en el colegio, pero nunca pensé que sería porrista, bueno debería habérmelo imaginado ya que siempre fue la mejor en gimnasia y amaba hacerlo.

-Y qué hay de Josh, lo siento Ma, pero es que no he hablado mucho con los gemelos, más que nada me llaman para retarme por algo o yo les llamo por cosas puntuales, no les había preguntado por muchas cosas personales, lo último que supe de Josh es que estaba en Lacrosse.

-Josh es capitán del equipo, y está llevando el equipo a la victoria, ya lo verás estarás orgulloso de tus hermano tanto como ellos lo están de ti –Me sonrojé inmediatamente, no sabía que mis hermano estaban orgullosos de mí, más bien, siempre he pensado que, como soy el menor y ellos son tan unidos, he sido un poco una molestia porque me tenían que estar defendiendo constantemente-.

Se abrió la puerta y mamá y yo nos paramos de golpe del sillón, venía entrando mi papá cargado con bolsas y al verme, igual que mamá, soltó todas las bolsas y corrió a abrazarme, esta vez fue el quien me hizo dar un par de vueltas en el aire y yo le correspondí el abrazo con igual intensidad.

-Mira muchacho estás hecho todo un hombre, de dónde sacaste todos esos músculos –Me dijo él riéndose-.

-Dos años en el gimnasio y un compañero de cuarto obsesionado con hacer ejercicio sirvieron de algo supongo –Le respondí un poco nervioso ante su cumplido rascándome la nuca al mismo tiempo.

Mamá se fue de vuelta a la cocina a terminar de hacer el almuerzo para que comiéramos cuando llegaran los gemelos, yo la verdad me estaba muriendo de hambre, una de las cosas que más había extrañado era la fabulosa comida de mamá y hasta me estaba poniendo un poco inquieto moviendo mi pierna como suelo hacerlo cuando estoy esperando impaciente por algo y papá lo sabía perfectamente porque me sonrió y me mandó a tranquilizar diciendo que en unos minutos debían llegar los gemelos pus los había llamado de camino a casa.

Pasaron unos minutos más hablando con papá de todo lo que había hecho, le conté todo y evité por supuesto el tema de Cathya, si bien habíamos terminado hace meses, aun me dolía un poco recordar el hecho de que me había engañado y bueno tampoco le contaría de las tres chicas que vinieron después y que me dejaron abandonado en la cama y despertando solo al otro día, me sentí usado casi como una puta, menos mal que no encontré ningún dólar en la mesita de noche.

por **Pepina** Sáb 26 Abr 2014, 2:15 pm

Se abrió la puerta y pude escuchar como siempre las voces de mis hermanos, discutiendo y riendo al mismo tiempo, no sabía cómo lo hacían, pero ellos, eran únicos, los únicos que podían pelear y reírse a la vez, vi primero a Alana una hermosa rubia que traía sus pompones en una mano de colores rojo y negro al igual que su uniforme, debo decir que le sentaba muy bien se veía hermosa, detrás de ella, con bolsos en sus dos manos venía Josh mi hermano, rubio al igual que Alana pero tenía unos pequeños bisos naturales más oscuros, venía con su uniforme al igual que Alana, yo por mi parte era mucho más delgado que mi hermano y lo único que compartía con loso gemelos era el color de ojos heredado de mamá, pues yo tenía el cabello negro oscuro como papá y ellos rubio como nuestra madre.

Al verme Alana soltó sus pompones en el aire que fueron a parar a cualquier lugar del comedor y Josh dejó los bolsos en el suelo y como si estuviesen coordinados corrieron a abrazarme, Josh nos rodeó a Alana y a mí con sus fuertes brazos y nos levantó del suelo para dejarnos caer unos segundos después… Qué mierda tenía mi familia hoy con dejar caer las cosas tiradas y correr a abrazarme.

Alana se separó unos centímetros y agarró mi cara entre sus manos para inspeccionarme, desde mis ojos, que seguían igual de azules que siempre, pasando por mis mejillas, recorrió con sus manos mis brazos y me levantó la polera dejando ver mis pequeños abdominales flacos pero marcados.

-Mierda Sean, estas hecho un flacucho ardiente, si hasta tienes unos pequeños músculos marcados… ahora tendré que cuidarte el doble –Se rio mi hermana en mi cara mientras que Josh me daba una mirada aprobatoria a mi nuevo físico, cosa que nunca lo había visto hacer.

-Ya no eres el rellenito de los hermanos Bass, mierda ahora eres el flacucho de nosotros, me siento gordo –Se quejó dramáticamente m i hermano lo que me hizo reír, por una parte por su actuación y por la otra, porque desde hace tiempo no escuchaba a los gemelos hablar y había olvidado que hablaban muy parecido, tenían las mismas palabras y las mismas manías, maldición si casi parecían clones.

Nos sentamos a almorzar como no lo habíamos hecho en 2 años y conversaron de todas las cosas de la universidad de los gemelos, me explicaron algunas cosas y me aseguraron que no me pasaría nada y Alana me aseguró que ninguna porrista me molestaría o haría algo estúpido, y me reí de ella pero la verdad me alegraba y por otro lado Josh dijo que hablaría con los jugadores de Lacrosse y en ese momento me tranquilicé por completo, era bueno tener a tus dos hermano mayores como capitanes.

-Supongo que la perra no te ha vuelto a molestar –Me preguntó Alana con lo que pude notar una nota de molestia en su voz, maldije para mí mismo, mamá y papá no sabían por qué había terminado con Cathya y solo se lo conté a Alana porque me lo había sacado prácticamente a la fuerza y porque además con ella era la única que podía descargarme, pues si se lo contaba a mamá terminaría llorando al otro lado de la línea, y bueno, mi hermana fue la mejor opción.

-Espera, de qué perra hablan… Cathya? –Preguntó Josh, maldición en estos momentos odio la forma en que los gemelos se leen la mente.

-Gracias Al –Le dije entre dientes sintiendo como la sangre se agolpaba en mis mejillas bajo la atenta mirada de mi familia y mi mirada, claro en el plato-.

-Que pasó bebé –Me preguntó mamá, así que si no lo hacía yo, Al contaría con sus exagerados lujos de detalle la historia, así que relaté de principio a fin todo lo que había sucedido con mi ex y como bien había pronosticado antes, mamá terminó llorando porque a uno de sus bebés lo habían engañado de una forma horrenda, Al estaba nuevamente cabreada queriendo ir a golpear a la chica y mi hermano discretamente me preguntó si había tenido sexo después de ella… No le contesté pero creo que se dio una bastante clara respuesta con el color de mi cara y por último, papá me tomó la mano y me preguntó si estaba superado, le respondí que sí y solo asintió para seguir comiendo.

Ese era papá, si un tema era demasiado sentimental, hacía la pregunta precisa y correcta para saber si estábamos bien y luego volvía a hacer su tarea, era mamá la que consolaba a sus bebés, aunque creo que Al corría con cierta ventaja porque papá no sabía qué hacer y no se calmaba tan fácilmente como nosotros y se llevaba helados y muñecas gratis. Pero bueno, es la niña de papá y lo aceptamos, de todas formas nosotros podemos decir que somos los bebés de mamá, que a veces es demasiado empalagosa y nos hacía sentir o quedar como estúpidos.

-Bien, como mañana tenemos que armar las maletas para llevarnos al pequeñín a la universidad, hoy vamos a salir al Coyote, queda un poco lejos, pero te aseguro que no te arrepentirás –Me dijo Josh mirando a Al que le respondía con una sonrisa cómplice.

-Que bien mis niños, van a pasar tiempo juntos, no se preocupen pos nosotros, verdad Will, ustedes vayan a divertirse.

-Pero Ma, no quiero dejarlos solos, además no tengo ganas de salir

-No le hagas caso mamá, nos lo vamos a llevar sí o sí, además le mostraremos cosas que podría jurar que no ha visto –Le dijo Al a mamá haciéndome callar.

por **Pepina** Dom 27 Abr 2014, 12:18 pm

Buscando a Brooke Davies (Anthropology of my Goddess) 2s8oaoz

Pasamos tranquilos la tarde viendo televisión hasta que se hiso de noche y planeaba escaparme a mi habitación, pero Alana me detuvo y me mandó directo a la ducha, cuando estaba comenzando a correr, en dos segundo llegó Josh y me levantó como una pluma y me metió al baño y me abrió el agua de la ducha, y el muy bastardo me abrió el agua fría, después del grito infernal que lancé y de haberlo empujado para que se mojara un poco, Al llegó con ropa para que me cambiara.

Después de que todos estuvimos listos y de que por supuesto mamá se despidiera de nosotros como si fuéramos unos niños chiquitos, nos dirigimos al auto y Josh hizo el camino que, según me explicó, era el mismo camino que para ir a la universidad y el Coyote, el lugar donde íbamos a ir, quedaba solamente a 15 minutos de la universidad, la verdad no entendí porque mierda vinimos a un lugar tan lejos siendo que cerca de casa habían muchos locales donde pudiéramos ir.

Mi hermano me empujaba dentro del local y yo me seguía preguntando qué diablos hago aquí, en este antro de mala muerte y por increíble que parezca, Alana estaba desde un principio de acuerdo, mi cabeza está a punto de explotar por eso, porque por lo general ella es la más sobre-protectora conmigo.

-No pongas esa cara hermanito, esto va a ser épico, te lo puedo garantizar y apuesto que en Nueva Zelanda nunca fuiste a uno de estos; bueno no creo que hayas ido a muchos lugares después de todo; aun me cuesta creer que te fuste del país por dos putos años –Me gritaba Josh entre la gente.

-Mierda hermanito tienes que creerle a Josh, ni en tus más locos sueños vas a presenciar lo que te vamos a mostrar a continuación –Me decía Alana al oído para no gritar, aunque, que yo recuerde mi hermana nunca tuvo problemas con sus pulmones, pobres porristas.

De pronto toda la música paró y absolutamente todas y cada una de las cabezas que estaba en el local se dirigió al centro donde colgaba una cadena y de ella venía bajando una silueta femenina, no la podía distinguir bien, solo podía ver que posiblemente era una mujer, así que mis piernas funcionaron en piloto automático en busca de la chica, tenía una cabellera ondulada abundante, de esas que dan ganas de enterrarle los dedos sobre todo en la hora de hacerlo, a diferencia de Cathya quien tenía el pelo completamente liso, era aburrida esa parte en el sexo, su cabello no tenía vida y parecía muerto y el momento siempre tenía a estar más estático, aunque la chica gritaba más que actriz porno, pero siempre, siempre quise una chica con el cabello rebelde como el de ella, maldita sea me estaba calentando con solo mirarle el pelo, no sé qué jodida cosa está pasando conmigo.

La chica estaba enredada de alguna extraña forma en la cadena que se paseaba entre sus piernas como una serpiente moldeándola hasta su trasero, vestía unos jeans negros ajustados y contrario a lo que podía esperar de cualquier mujer en este lugar, llevaba unos jodidos bototos de seguridad, los conocía perfectamente pues en las expediciones nos obligaban a ocuparlos y podía reconocerlos desde lejos; en la parte superior de su cuerpo llevaba un polerón de color negro también arremangado hasta los codos con capucha que se ceñía a sus magníficos senos, y si la intención de la chica era esconderlos con tremendo pedazo de tela, estaba completamente equivocaba porque le resaltaban más.

-Bueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeenas noches jodidos y jodidas hijos de perra –Fue lo primero que gritó la chica por el micrófono, vaya boca la suya-

-Comienza el Show –Dijeron los gemelos al mismo tiempo mientras yo miraba embobado a la muchacha-.

-Si alguno de ustedes bastardos no sabe por qué está aquí, es la hora de saberlo, es la puta noche de sus vidas, donde no verán las típicas peleas de chicos rudos, sino que es hora de las mejores putas peleas que puedan presenciar, agarren su polla bastardos pervertidos porque es la perra hora de la lucha en barro –Dicho esto trajeron una gran piscina de barro y otros trabajadores armaban una improvisada jaula con techo de unos 10x10 metros, la muchacha se soltó de la cadena y saltó sobre el techo de la jaula.

-A ver perras, si alguna de ustedes tiene un jodido problema que quiera descargar con sus puños, esta noche es su oportunidad, porque como saben al final de la noche, se viene la hora de los 300 dólares, así es mis queridas putas, 300 dólares en una noche pueden ser suyos –Pude verla más de cerca y sus ojos almendrados tenían una gran capa de color negro en los párpados, era una morena espectacular, era una diosa, y era más alta de lo que pensaba.

-Y ya no les doy más el puto discurso mis pequeños bastardos, porque aquí empieza lo importante, los nombres, no el mío por supuesto porque ese no importa, sino que el nombre de nuestras luchadoras, y como hoy es noche de flores –En ese momento entendí todos los malditos adornos del lugar…idiota yo- Les presento en la primera ronda a la jodidamente hermosa Lirio y su contrincante la fabulosa Azucena.

Todos a mí alrededor estallaron en aplausos. Mi hermano me agarro del cuello lleno de emoción saltando al igual que Alana y yo no podía apartar los ojos de esa Diosa, se parecía mucho a mi ángel, pero ella era más, como decirlo, inocente o delicada, esta era una chica con boca sucia, que no me molestaría tener entre las piernas, claro si tuviera la confianza para hacer algo así, también era mucho más dura y fría, a pesar de haber sonreído todo el tiempo mientras hablaba, en ningún momento su sonrisa llegó hasta sus ojos, no como mi ángel, que me sonrió todo el tiempo con todo su rostro.

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Prólogo

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Bitácora 2,

Bitácora 3, Cena familiar

Bitácora 4, Conociendo "El Coyote"

Re: Buscando a Brooke Davies (Anthropology of my Goddess)

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