Re: Ella trae problemas. (Zayn Malik fanfic)

por **Nialler's wife** Sáb 11 Ene 2014, 5:51 pm

Dilingdingdong escribió:
Nialler's wife escribió:
Dilingdingdong escribió:¡NUEVA LECTORA!

Dios, esta novela me esta matando sajskjajskasj. Me encanta todooo.

sakjkajs síguela soon <3
asdfghjklñd ¡yo te conozco a vos! (? ¿es eso raro? anyway, gracias por comentar :) la seguiré pronto :)
En serio? skajkajs de donde? ajskajs. ame el capi, dios. Realmente esta novela me está matando, es demasiado buena!! skjsjskaj Síguela cuando puedas <3

sí, yo leí una novela tuya (adaptación tuya, creo) con Zayn. Era genial. :) la seguiré pronto :)

por **Nialler's wife** Sáb 11 Ene 2014, 5:52 pm

valeriekehrhahn03 escribió:SIGUELAAAAAAAAAA

VALERIEEEE, LA SEGUIRÉ PRONTO :)

por **Dilingdingdong** Sáb 11 Ene 2014, 7:04 pm

Nialler's wife escribió:
Dilingdingdong escribió:
Nialler's wife escribió:
Dilingdingdong escribió:¡NUEVA LECTORA!

Dios, esta novela me esta matando sajskjajskasj. Me encanta todooo.

sakjkajs síguela soon <3
asdfghjklñd ¡yo te conozco a vos! (? ¿es eso raro? anyway, gracias por comentar :) la seguiré pronto :)
En serio? skajkajs de donde? ajskajs. ame el capi, dios. Realmente esta novela me está matando, es demasiado buena!! skjsjskaj Síguela cuando puedas <3
sí, yo leí una novela tuya (adaptación tuya, creo) con Zayn. Era genial. :) la seguiré pronto :)

jasjkskaskj que genials skjajs gracias por leerla, bueno aquí me tienes tú ksjajsja te espero <3

por **Nialler's wife** Mar 14 Ene 2014, 8:10 pm

Capítulo seis: “Yo también quiero besarte.”

Era un sábado de tarde cuando Emma Eastwood caminaba por los pasillos desiertos un hospital; paredes blancas y sillas abandonadas por doquier. Caminaba rumbo a la habitación del moreno, Zayn Malik, que se encontraba internado luego de recibir una golpiza proveniente de un grupo de vándalos.
Según el doctor que los atendió, –el viernes por la tarde luego de que la morena y la rubia alzaran con dificultad a un moreno que se retorcía de dolor a una camioneta y lo llevaran al hospital más cercano–, el chico se encontraba bien, con mucho dolor pero relativamente bien. Tenía sólo un par de costillas rotas, y muchos moretones en el abdomen y la espalda, el grupo de cobardes no se concentraron tanto en la cara del moreno, sino que daban la mayoría de los golpes en la espalda y el estómago. Era algo bastante… peculiar, según el doctor.
Según el médico éste, el chico podría regresar al colegio el lunes, lo cual era genial, porque Emma suponía que a él no le gustaría bastante la idea de faltar a clases.

–Es un chico con suerte, ¿señorita...?
–Eastwood –respondió la morena. –Emma Eastwood.
–Señorita Eastwood, como dije, un chico con suerte. ¿Eres su hermana, novia…?
–Amiga –respondió Emma mecánicamente.
–Oh –atinó a decir el doctor.
– ¿Está bien? –preguntó la chica, impacientada.
–Lo estará, ahora está con mucho dolor.
– ¿Puedo verlo?
–Mañana, ahora está dormido.
–Claro –respondió la morena y se sentó en una silla solitaria, afuera de la habitación donde se encontraba el chico-de-hielo.

Ya era “mañana”, y Emma Eastwood volvía de su casa, donde fue para asearse y asegurarse de que Elliot estuviera bien. No podía dejar a su hermano tanto tiempo solo, así que lo mandó a la casa de su compañero que vivía a una cuadra de la suya.
Era complicado para Emma cuidar a su hermano, pero prefería hacerlo ella a mandarlo con sus tíos en otro país, donde no podría verlo cuando quisiese. Era su ángel, lo más especial que tenía, y lo cuidaba con la vida. La idea de un internado no era una opción, nunca lo fue.
Elliot nunca le dio problemas. Nunca la insultó o faltó el respeto. Era algo que adoraba de Elliot, siempre fue comprensivo cuando algo faltaba, cuando Emma no podía comprarle ropa nueva o algún juego de video que él deseaba, aunque ella realmente se esforzaba para darle lo que él quisiese. Nunca fue un chico-problema.
Debió haber salido a mamá, pensó Emma. Rechazó automáticamente esa idea. Elliot no podría ser como su mamá, no puede. No puede ser como esa cobarde que no podía lidiar con la muerte de su esposo –aunque nadie podía, ni Emma ni tampoco Elliot– y decidió que era mejor, de alguna forma, dejar el mundo y a sus hijos pequeños solos.
Emma lo entendería si la hubiese dejado sola a ella, pero, ¿dejar a Elliot solo, con sólo cinco años? Había perdido una figura paterna, –Emma también– y luego, perdió una figura materna. Emma podía intentar ser una madre para Elliot pero nunca lo lograría, no con quince años recién cumplidos.
Ahora estaba próxima a la mayoría de edad, y en el transcurso de estos años sin sus padres, Elliot no le había dado problemas. Eso es algo bueno, pensó Emma.

Una morena caminaba por los pasillos de un tétrico hospital, dirigiéndose a la habitación de un moreno de increíbles ojos avellana.
Encontró la puerta medio abierta y se aventuró a espiar quién se encontraba dentro con el chico-de-hielo. Era una mujer adulta, con el cabello negro y sobre los hombros, de piel morena al igual que Zayn. No le vio la cara, pero supuso que era su madre. Se quedó fuera esperando a que la señora salga, o algo, y empezó a jugar con el cierre de su cartera de color azul. Ella vestía simple; jeans azules desgastados, una camiseta de Mayday Parade de color negro y una camisa verde olivo de mangas largas encima, con las mangas remangadas hasta por encima del codo, sus simples vans y no traía puesto maquillaje. Algo inusual, puesto que generalmente tenía aunque sea un poco de delineador marrón –lo prefería que al negro– y un poco de rímel, con una pomada que utilizaba en vez de los labiales tontos y fresas.
La mujer que se encontraba dentro salió y se fijó en Emma, quizá por el frenético sonido de abrir-cerrar del cierre de su cartera. La miró y le sonrió espléndidamente. Emma le devolvió la sonrisa.
–Hola ¿Estas aquí por Zayn…?
–Emma –respondió la chica. –Emma Eastwood. Y sí, vine a ver cómo se… eh… encontraba.
–Claro –dijo la señora. –Bueno, hola Emma. Soy Trisha, la mamá de Zayn.
–Lo sé –dijo Emma.
– ¿Lo haces? –preguntó vagamente interesada la señora.
–Quiero decir, lo deduje –dijo apresuradamente la morena. –Por el cabello –Emma hizo ademán de tocarse el suyo–, y la piel morena, y ahora que la veo mejor, eh… el parecido es increíble.
–Lo sé –dijo riendo la señora. –A mi esposo y a mí nos dicen eso muy seguido.
– ¿Qué tal está? –preguntó Emma.
–Bien, ahora volvió a dormir.
–Genial –acordó Emma. Quizá porque no se le ocurría nada más. – ¿Y su esposo, señora Malik?
–Dime sólo Trisha, Emma. –la tuteó la madre del moreno. –Oh, él estuvo por aquí esta mañana.
–Claro, yo tuve que ir a ver a mi hermano. –Emma habló apresuradamente. –No quise dejar a Zayn solo…
–Está bien, cariño. Él está bien, sólo adolorido. Te agradezco la preocupación.
Emma asintió con la cabeza. ¿Acaso la mamá del chico-de-hielo le acababa de decir “cariño”?
– ¿Sabes quién lo trajo hasta aquí? –indagó la mujer.
–Yo, bueno… mi amiga Melanie Grace y yo lo trajimos… aquí–dijo levemente Emma.
–Gracias, cariño. –Ahí está de nuevo es palabra, pensó Emma. –De verdad te lo agradezco. ¿Son compañeras de Zayn?
–Algo así –respondió Emma secamente.
– ¿Amigas?
–Algo así –dijo de nuevo.
– ¿Eres su novia?
Emma contuvo la respiración. ¿Novia? ¿Ella? ¿Del chico-de-hielo? La idea resultaba inquietante.
La señora Malik tuvo que haber notado la expresión sobrecogida en la cara de Emma puesto que enseguida continuó.
–Oh, pensé que tal vez…
–Sí… usted pensó… –dijo Emma suavemente, casi como un suspiro.
–Sería genial verte por casa, deberías pasar algún día –dijo Trisha.
–Claro –dijo vagamente Emma.
–Me tengo que ir por un rato, volveré más tarde. Tengo que revisar a las hermanas de Zayn – ¿Zayn tiene hermanas?, pensó la morena de ojos grises. –Cuida de él –pidió amablemente la señora.
–Por supuesto –respondió la chica de ojos grises, casi demasiado rápido.
–Gracias –le sonrió la mujer.
Emma asintió con una sonrisa y la vio alejarse por los pasillos del funesto hospital.

Emma Eastwood ingresó sigilosamente a la habitación de Zayn Malik. Se sentó en una silla, que se encontraba al lado de la cama donde yacía el moreno que estaba plácidamente durmiendo. Emma vio su pecho subir y bajar de una manera tan pacífica que lo disfrutaba. Hasta lo seguía. Subir-bajar, subir-bajar, subir-bajar y así. Vio su boca entreabierta y deseó al instante no haberlo hecho. Su boca era tanta tentación, y ella no podía, no debía pensar en eso cuando él se encontraba así de lastimado. Pero no podía ignorar eso que punzaba dentro de ella, en algún lugar oscuro, eso que la obligaba prácticamente a estirar la mano y tocar su frente, mover su cabello y luego bajar la mano por su rostro, donde había un pequeño, casi nulo, rastro de barba sin afeitar en la mandíbula.
Jesús, pensó Emma. No puedo sentirme así por él.
El moreno abrió los ojos y vio de lleno a quien le tocaba el rostro. La morena apartó su mano precipitadamente, avergonzada de que el chico la hubiese pillado in fraganti.
–Estaba preocupada por ti –susurró Emma.
– ¿Por qué quitaste tu mano?
Emma apretó los ojos.
–Yo… yo sé –inspiró hondo–, que no te gusta que te toque… o que te coquetee, o algo parecido –dijo la chica.
– ¿Quién te dijo eso? –preguntó el moreno cerrando los ojos.
Emma se preocupó.
– ¿Te duele algo? ¿Llamo a una enfermera, al doctor…?
–Estoy bien, Eastwood –respondió el chico. –Ahora dime quién, infiernos, te dijo que no me gusta que me toques.
–Lo deduje –dijo apenas la morena. –Por cómo me rechazabas, y a veces me mirabas como, –Emma no encontraba la manera de decirlo –como si me tuvieras… –Emma tragó sonoramente– asco.
– ¿Asco? –sonsacó incrédulo el chico de ojos avellana.
–Asco –repitió en un susurro Emma. La palabra le sabía amarga.
–Emma…
–Está bien –dijo Emma velozmente. –No siempre todos los chicos morirían por mí, ¿no?
Emma trató de sonreírle.
–Emma yo no…
– ¿Quieres hablar de esto con la directora? Ella tiene que hacer algo con Michael, él tiene que pagar por esto –la morena cambió abruptamente de tema.
–Emma –dijo Zayn fuertemente.
Emma no lo miraba, pero levantó la vista cuando escuchó su nombre, por la forma en que él lo pronunció. El chico la miraba vehementemente.
–No te tengo asco –dijo indudablemente, con una expresión de dolor en el rostro. Emma no sabía si era por los golpes, o por ella. Decidió dejarlo pasar.
Emma asintió, mordiéndose el labio.
–Claro –dijo roncamente la de ojos grises.
Zayn estiró un brazo en dirección a la mano de Emma, que se encontraba sobre el borde de la cama del moreno. Emma lo alcanzó y le agarró la mano. El chico entrelazó sus dedos con los de la chica. Quien los viera pensaría que son una pareja de chicos adolescentes. Pero no lo son.
Se zambulleron en una especie de cómodo silencio que fue roto por la voz bajita del moreno.
– ¿Michael fue por ti? –inquirió con angustia.
–No –respondió la chica. –No ¿Por qué?
–No soportaría que él se acercase a ti. No cuando yo no esté ahí para… protegerte –dijo ásperamente el chico.
–Estoy bien –le dijo la chica. –El tema es si tú estás bien –dijo dócilmente.
–Estoy bien –respondió el chico
–Eso es bueno, Malik –dijo Emma.
–Claro, Eastwood –dijo Zayn.
Se sonrieron por un segundo.
–Le agrado a tu mamá –dijo Emma orgullosamente, levantando la cabeza en un gesto de superioridad.
– ¿Ah, sí? –rio apenas el moreno.
–Sip –dijo Emma recalcando la “p”. –De hecho, me invitó a pasar por tu casa.
Zayn levantó una ceja.
– ¿Ah, sí? ¿Y lo harás? –preguntó realmente interesado el chico.
–Sólo si me llevas tú –dijo en un suspiro Emma.
Emma Eastwood suspirando es la perdición de Zayn Malik. La manera en la que abre su boca para que el aire ingrese y luego salga de una manera tan sensual. Zayn Malik estaba en problemas, gracias a la chica-problema y esa condenada manera de suspirar.
–Claro –dijo de la misma manera él.
Se miraron silenciosamente a los ojos por un rato, era como estar en una burbuja, sólo Zayn y Emma, solos, sin nadie más.
–Desearía saber qué piensas –musitó Emma.
Ella deseaba saber con desesperación qué pasaba por la cabeza de ese chico. Deseaba saber si él también sentía esa… corriente eléctrica que la golpeaba fuerte cada vez que se rozaban, y cuando se agarraban de las manos… ¿Lo sentirá él?, se preguntaba Emma en silencio, ¿o soy sólo yo?
Zayn deseaba lo mismo, todo el tiempo, casi con la misma desesperación –o quizá con más, inclusive–, deseaba saber si Emma pensaba en él aunque sea la mitad de las veces que él lo hacía en el día. Deseaba saber si ella quería besarlo a él de la manera frenética en la que él lo deseaba ahora, en este instante.
– ¿De verdad quieres saber? –preguntó levemente el moreno.
–Sí –respondió Emma de la misma forma.
–Estoy pensando –dijo el chico, pasándose la lengua por el labio superior, era casi tan doloroso de ver que Emma tuvo que apartar la vista–, en que de verdad, de verdad… –continuó el moreno– quiero besarte… ahora –dijo la última palabra con una urgencia asombrosa.
Emma jadeó cerrando los ojos y soltándose del agarre firme de la mano del moreno.
–Yo también quiero besarte –dijo Emma.
Y ahí estaba, lo había confesado.
Emma Eastwood quería besar con una urgencia delirante a Zayn Malik.
–Emma –gimió Zayn.
Era casi atormentante escucharlo hacer ese sonido, la forma en la que salía su nombre de su boca. Emma sólo no lo soportaba.
–Pero estás… adolorido.
–No me voy a romper, Emma.
–Yo sólo no quiero… no quiero hacerte daño –dijo la chica suspirando pesadamente.
Zayn la miró por lo que parecía una eternidad, su contacto visual se rompió cuando una mujer y un hombre –ambos adultos– ingresaron a la habitación, acompañados de una enfermera.
Emma se sobresaltó.
–Cariño –llamó la señora. Emma pensó que se refería a Zayn, pero luego notó que le hablaba a ella. –Gracias por cuidar de él –dijo la señora Malik.
–Claro, señora Malik. Señor Malik –dijo Emma pasándole a la mano al señor que se encontraba a un costado de la madre de Zayn. Éste le sonrió. –La hora de visita acaba en una hora y algo, yo ya me iba.
– ¿Te vas? –dijo enérgicamente Zayn.
Emma cerró los ojos y reprimió un jadeo.
Jesús, qué me pasa. Pensó la morena.
–Sí –dijo sin mirar al chico. –Volveré mañana.
–Seguro, gracias hija –dijo hablando por fin el señor Malik.

–De nada –les sonrió a los señores y luego volvió su vista al moreno de la cama, le moduló un “hasta luego” con los labios y se retiró del lugar, dejando al chico-de-hielo con sus simpáticos –muy simpáticos– padres.

por **Dilingdingdong** Mar 14 Ene 2014, 8:49 pm

sjkjajkajs dios, que capi tan emocionante sakjakjsja. Lo único que pensaba era: besense por favoooor.

Me dejaste con las ganas :(

Ame el cap. Síguela pronto

por **Nialler's wife** Mar 14 Ene 2014, 9:00 pm

Dilingdingdong escribió:sjkjajkajs dios, que capi tan emocionante sakjakjsja. Lo único que pensaba era: besense por favoooor.

Me dejaste con las ganas :(

Ame el cap. Síguela pronto

¿La sigo ahora? ¿No la sigo? ¿Qué opinas?
PD: Holi.

por **valeriekehrhahn03** Miér 15 Ene 2014, 8:26 pm

SIGUELAAAA

por **Dilingdingdong** Miér 15 Ene 2014, 9:01 pm

Síguela yaaaaaa <3

PD: Holi para ti <3

por **Nialler's wife** Vie 17 Ene 2014, 8:39 pm

Capítulo siete: “Cualquiera es mejor que Michael.”

Era lunes por la mañana y Emma Eastwood se levantaba de su cómoda cama para otro asqueroso día en el instituto. Asqueroso, porque todas las materias del lunes le aburrían; Historia Universal, Matemáticas, Química y Lengua Extranjera, en ese orden. ¿A quién, en la vida, le apetece dar matemáticas luego de la clase de Historia?, pensó Emma. Tal vez a Zayn, se dijo a sí misma en un susurro que probablemente sólo fue en su cabeza. Ella hubiese pensado que sólo fue en su cabeza si la voz de su hermano no hubiese retumbado en la cocina de su hogar.
– ¿Quién es Zayn? –preguntó Elliot, sentándose en un taburete cerca de la encimera y agarrando su taza chocolate caliente.
Emma podía permitirse comprar chocolate para su hermano.
–Nadie, bebé –dijo Emma sonrojándose.
– ¿Es tu novio, Em? –dijo Elliot, llevándose la taza con chocolate a la boca. Hizo un gesto raro luego de probarlo, el chocolate estaba muy caliente.
Emma sonrió ante su apodo y la idea de ser novia de Zayn Malik.
Pero ella es la chica-problema. Ella no tiene novios.
–No –dijo rotunda.
–Te sonrojaste –dijo Elliot con la lengua afuera tratando de disminuir el ardor del chocolate caliente.
–Elliot, acábate el chocolate –ordenó la de ojos grises.
Elliot le sonrió y procedió a llevarse nuevamente la taza a la boca.
Emma le devolvió la sonrisa.

Media hora después estaban ambos hermanos recogiendo sus cosas para sus respectivos días. Emma siempre llevaba a Elliot a la escuela, ya que su escuela se encontraba unas cuadras antes de su instituto. Así se encargaba también de cuidarlo, para que nada le ocurriese por la calle. La inseguridad reinaba por esas calles.
Elliot caminaba dando saltitos y adelantándose a Emma, quien caminaba distraída pensando en ojos color avellana y barba sin afeitar. Se sentía un fresco en el ambiente, el otoño ya quería aparecer. A Emma le gustaba el otoño, con las hojas cayéndose por todos lados, “ensuciando” las calles. A ella no le parecía así. Ella creía que esas hojas adornaban su barrio. Las amaba, las amaba como su papá las amaba.
Su papá, ella sí pudo compartir con él. Elliot casi no se acordaba de él, sólo en fotos. Emma amaba a su papá, y lloró muchísimo su muerte. A quien no le lloró fue a su mamá. La odiaba, la odiaba por ser tan débil y dejarla sola, a ella y a Elliot.
Volvió a la realidad cuando Elliot le habló. Agradeció mentalmente la distracción, no quería ver hasta que punto llegaban sus pensamientos hacia su madre. Una brisa fresca, Emma se estremeció.
–Ya llegamos –dijo Elliot sonriendo.
Emma buscó en su bolsillo y sacó un billete de 10 dólares.
–Para el receso –dijo dándole a Elliot el dinero.
Elliot le sonrió.
–Gracias, Em –dijo el pequeño.
–Claro, ya me voy –dijo ella.
–Salúdame a tu novio Zayn –le dijo Elliot abrazándole por la cintura. Emma se tensó –. Tráelo a casa. ¿Sí?
–Él no es mi novio –dijo Emma en un susurro.
–Pero te sonrojaste, te gusta –dijo el pequeño apartándose.
Emma negó con la cabeza hacia su hermano.
Éste dijo:
–Cualquiera es mejor que Michael.
Emma lo miró, y él se alejó ingresando a su escuela.

Caminó unas tres cuadras más y ya casi estaba cerca de su instituto. Caminaba por la vereda tranquilamente, pasando casas y locales con murallas grandes llenas de grafitis. Su mente estaba en blanco, estaba como en reinicio.
Se escuchó una voz cerca.
–Hola puta –dijo la voz.
Emma se tensó. Todos sus sentidos en alerta ante el peligro inminente. Si era quien ella creía...
Siguió caminado en silencio, ignorando al chico que cada vez se acercaba más. ¿Dónde está todo el mundo?, pensó con desespero.
– ¿No saludas, puta? –dijo nuevamente la voz.
Emma se giró enfrentándolo. Sabía quien era. Era el chico que casi la agarró por los hombros. No recordaba su nombre, pero recordaba que estaba en el grupo de Michael. Uno los que pegó a Zayn, pensó con furia. Con la voz más segura que encontró le dijo:
–No a ti –escupió con repulsión.
–Que mal –dijo el chico acercándose más a ella.
Emma se giró y se preparó para correr, quedaba pocos metros para el instituto, y ahí estaría a salvo.
A salvo, se dijo.
El chico de cabellera castaña la agarró por los hombros y la tiró con fuerza por la muralla de un local cerrado. Emma jadeó en busca de aire. El dolor se extendió por su espalda y cerró los ojos para evitar las lágrimas.
Cuando los abrió vio que se aproximaban algunos transeúntes. Rogó mentalmente para que la ayudaran. El muchacho de cabellera castaña y ojos negros siguió su mirada y sonrió. Era algún tipo de sonrisa perversa. Se acercó a Emma y se pegó a su cuerpo de manera que las personas que pasaban pensaran que eran una pareja de adolescentes con las hormonas alborotadas.
– ¿Qué haces? –dijo Emma, su voz flaqueando.
– ¿No es obvio? –preguntó el chico, pegándose más. Emma sintió su entrepierna en su estómago y casi vomitó–. Les doy una demostración del más sucio amor adolescente.
El chico colocó sus manos por la muralla, enmarcando el rostro de Emma. Empezó a besar ligeramente su cuello. Emma sollozó.
–Déjame –exigió.
El chico la ignoró y continuo, agarrando ahora las caderas de Emma, levantando su blusa.
–Michael te matará –hipó ella.
El muchacho la soltó de inmediato mirando a todos lados y soltó varios improperios. Emma se abrazó a sí misma y se limpió la cara.
–Tú no le dirás nada de esto a Mike –ordenó el chico.
Emma asintió con ojos brillantes.
–Si no fuera por Michael me importaría un bledo que estuviéramos en la calle –dijo el muchacho mirándola lascivo.
Emma sintió asco.
–Mike está enojado contigo –dijo el chico castaño pensando, como recordando algo importante–. Dijo que te diga que te alejes del chico-de-hielo porque si no, él lo pagará –sonrió–. Me parece que quieres lo suficiente al debilucho como para ponerlo en peligro, ¿no? –Ladeó la cabeza–. Él no comparte, lo sabes…
–No soy suya –escupió la de ojos grises.
–Él no piensa lo mismo –dijo el chico simplemente. –Mantente alejada del debilucho, entonces él estará bien.
Emma asintió.
Y el chico se alejó.

Emma corrió los metros que quedaban para el instituto. Sus ojos seguían vidriosos, ella sentía la humedad en ellos.
Divisó a Melanie recostada por un muro, jugando con su celular. A quien no divisó fue al moreno, Zayn Malik, quien la miraba preocupado. Emma corrió hasta Melanie, quien la vio sólo cuando Emma ya llegaba a ella, colocando sus brazos alrededor de la rubia, se puso a llorar.
– ¿Emma? –dijo Melanie sin entender.
Emma Eastwood sólo lloraba en brazos de su amiga. Melanie colocó su cabeza sobre la de Emma y le acarició la espalda dando patrones circulares.
Zayn Malik se acercó a ellas.
Zayn frunció el ceño a espaldas de Emma, a lo cual Melanie le articuló un “no sé” con los labios.
– ¿Emma? –llamó lentamente el moreno.
La morena, que se encontraba llorando se calló al instante. Su cuerpo dejó de convulsionar con los sollozos y se tensó. Melanie lo sintió y se separó de ella, pero sin soltarse del abrazo.
– ¿Em? –susurró Melanie buscando los ojos de su amiga.
–Dile… –hipó Emma– que se… que se aleje de mí –susurró casi inaudiblemente la chica de ojos grises.
Melanie frunció el ceño y miró al moreno.
– ¿Qué le hiciste? –rugió la rubia al moreno.
Zayn abrió los ojos con pánico.
– ¿Yo? Nada, te lo juro –dijo con desesperación–. Emma… –dijo el chico tocando la espalda de Emma.
Ella se tensó.
–Mel –rogó en un balbuceo Emma.
– ¡No la toques! –Bramó feroz la rubia–. Vamos Em –dijo suavemente Melanie.
Zayn se quedó quieto en su lugar aturdido, muy confuso y con pánico. No entendía el rechazo de Emma luego de la noche del sábado y la del domingo.
¿Qué cambió?, se rebanaba los sesos el moreno.
Antes de alejarse Emma le dirigió una mirada llena de dolor, con sus ojos rojos e hinchados de tanto llorar.
¿Qué hice?, pensaba el chico lleno de pavor. Él tenía que hablar con ella, ahora, después, mañana. No sabía, pero tenía que estar al corriente de por qué Emma no quería saber de él.

Melanie Grace y Emma Eastwood se encontraban en el baño de damas del instituto, encerradas en un cubículo. Emma sentada en la tapa del inodoro y Melanie recostada por la puerta. Ambas habían faltado a sus dos primeras clases. Se miraron.
– ¿Estás mejor? –preguntó la rubia.
Emma asintió con la cabeza, regulando su respiración.
– ¿Quieres hablar de ello? –examinó Melanie.
La morena asintió despacio.
– ¿Qué pasa? –inquirió la rubia, cambiando el peso a su pie izquierdo.
–Michael –dijo la morena.
Melanie apretó los dientes.
– ¿Es por eso que no quieres que Zayn te hable? ¿Qué te hizo el cabrón de Michael? –gruñó.
–Mandó uno de sus matones a por mí –se ahogó Emma.
Melanie abrió sus ojos con preocupación, se agachó a la altura de Emma y le tocó el rostro, el cuello, los brazos.
–Emma –protestó la rubia–. ¿Está bien? Em, ¿qué te hizo? –preguntó.
–Nada, casi –lloró Emma.
– ¿Qué te hizo?
–Me tocó.
Melanie cerró los ojos.
– ¿Qué te tocó? –pidió saber en un susurro.
–Las caderas –dijo de manera mecánica la morena–. Luego me besó el cuello –continuó, con la mirada perdida en algún lado–. Él no se… no se detenía, Mel.
Melanie apretó sus manos en puños.
–Hijo de puta –bramó.
–Me soltó cuando le dije que Mike lo mataría si me tocaba.
Melanie la miró con pena.
–Está bien. Estás bien. Él se detuvo –dijo la rubia tirando en un abrazo a su amiga.
Emma sollozó de nuevo.
–Quiere que me aleje de Zayn –lloró Emma. –No puedo yo…yo lo quiero.
–Lo sé –dijo Melanie, de pronto sonriendo.
–No así –dijo Emma riendo a pesar de las lágrimas.
– ¿Ah, no? –continuó la rubia riendo.
Emma la miró seriamente.
–Dijo que quiere besarme, el sábado, estando en la camilla del hospital, dijo que deseaba besarme –recordó Emma.
– ¿Se besaron?
–No.
–Oh...
–No puedo simplemente alejarme de él –dijo Emma agarrándose del cabello. –Pero no quiero que Michael le haga daño.
Melanie se mordió el labio.
–Habla con Zayn.
– ¿No escuchaste nada? Michael lo matará si lo ve conmigo.
–Zayn merece saber por qué estás así con él. Tú no viste su cara. Yo sí. El chico estaba lleno de pánico.
Emma se mordió el labio de sólo imaginarlo con el rostro impreso en dolor por su culpa.
Emma Eastwood decidió que hablaría con él a la salida del instituto.
–Primero, hazme un favor.
–Claro –respondió la rubia.

Emma Eastwood se encontraba recostada por un muro cerca de la entrada del instituto luego de que tocara el timbre que indicaba que podían volver a sus respectivos hogares. Redactaba un mensaje para el chico-de-hielo en el celular de su rubia amiga. Lo envió y se lo pasó a su dueña, no sin antes borrar lo enviado.
Melanie revisó el buzón de envío. Vacío.
–Perra –rio Melanie–. ¡Lo borraste! ¿Qué decía?
Emma rio con ganas.
–Oh, nada.
Decía lo básico, que quería hablar con él urgentemente y le dejaba la dirección de su casa para que el moreno vaya. Le firmó como Emma y tres “x” con una carita sonriente al lado.
Melanie entrecerró los ojos.
–Aparte, ¿cómo conseguiste su número? –preguntó Emma.
–Tengo contactos –dijo su amiga dándole un guiño exagerado.
–Lo que sea –carcajeó Emma.

En un lugar remoto sonó el celular del moreno Zayn Malik, recibía un mensaje de un número que no tenía registrado. Frunció el ceño mientras leía el contenido hasta que leyó quien firmaba. “Emma xxx:)”
Sonrió ante eso.

Eran las diez de la noche cuando sonó el timbre de la casa de Emma Eastwood, que se encontraba en pijama, viendo la repetición de la primera temporada de The Vampire Diaries por MTV. Frunció el ceño. Ya había olvidado que citó a Zayn a su casa y había olvidado el hecho de que no se presentó. Abrió la puerta y se encontró de lleno con unos ojos avellana.
–Hola –dijo el moreno.

–Zayn…

por **solcit** Vie 17 Ene 2014, 9:30 pm

buen capítulo! zayni bebito lindo ahre

por **Nialler's wife** Vie 17 Ene 2014, 9:36 pm

valeriekehrhahn03 escribió:SIGUELAAAA

ya la seguí adfsghjkdlf

por **Nialler's wife** Vie 17 Ene 2014, 9:37 pm

solcit escribió:buen capítulo! zayni bebito lindo ahre

Gracias asdfghj. JAJAJAAJA.

por **valeriekehrhahn03** Vie 17 Ene 2014, 10:18 pm

HERMOSO PERFECTO LO AME

SIGUELAAA

por **CrisCauich** Vie 17 Ene 2014, 10:46 pm

Hi New reader!!
me ah encantado demasiado *-*
siguelaa pronto!!

PD: Si necesitas chicas puedo con Hazza??

por **Nialler's wife** Sáb 18 Ene 2014, 7:28 am

valeriekehrhahn03 escribió:HERMOSO PERFECTO LO AME

SIGUELAAA

asdfghjkflñ gracias :) la sigo pronto :)

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