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Half A Heart (Larry Stylinson)
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Half A Heart (Larry Stylinson)
Autor: Forrest (yo)
Ademas de eso lo único que me queda decir es que disfruten.
P.D. Es un shot de Larry Stylinson como ya dice en el titulo, si no es de su agrado, simplemente no lo lean.
14 de Octubre.
Miraba por la ventana como ya era una especie de rutina, estaba aquel chico de cabellos castaños y largos leyendo, desconocía el libro no podía verlo desde la distancia en que me encontraba, tenía puesto un gran suéter de color azul metálico. Se veía… se veía de una forma especial, era extraño que jamás girara y mirara hacia mi ventana tal vez él no era tan curioso como yo pero en fin, solo uno de mis amigos me ha dicho que el espiarlo o verlo como he aclarado muchas veces, no está bien.
Invado su espacio personal y privacidad ha dicho Thomas.
No creo que sea así, tan solo lo observo cuando tengo oportunidad, cuando el sale y lee y últimamente lo ha hecho bastante. Es tarde se supone que debería de estar terminando mi ejercicios de álgebra pero no tengo ánimos de hacer tareas, solo quiero verlo unos minutos más antes de que se valla, mi corazón late fuerte al solo verlo, acomodarse en el césped acostarse y comenzar a hojear cada uno de sus libros a los tres días tiene uno diferente.
Mi vecino desde hace tres años y jamás me he dispuesto a decirle un hola, o un adiós, mi compañero en la escuela, jamás me ha tocado estar en un equipo con él, me esfuerzo para no estarlo temo que el día en que le hable no diga nada, o tartamudee y quede como un estúpido enfrente de él, y él se ría de mí, lo más catastrófico ni siquiera sabe mi nombre…
Los días pasan rápidos, días en los cuales los voy restando su cumpleaños se acerca y como es de costumbre por pura cortesía viene a casa y pregunta por el chico que vive aquí es curioso como esos tres años en los cuales lleva viviendo en la casa de a lado, mi madre le diga: Louis, Harry se llama Louis, el ríe pide disculpas y luego dice: Lo siento soy algo distraído, pero a lo que venía, la invitación para mi fiesta de cumpleaños, será algo sencillo. No miente bueno en teoría sí, es una gran fiesta pero el siempre esta con una mueca en su cara hasta el final cuando quedan solo sus amigos más cercanos, se acuestan en el césped y miran las estrellas, le entregan los regalos que ellos le trajeron y luego se van. A veces un chico, se queda con él, desconozco su nombre pero es el que siempre lo hace, se queda a dormir debo de suponer ya que al día siguiente salen juntos de su casa.
Es algo patético y enfermo de mi parte vigilarlo de esa forma, pero me es inevitable con él lo es, no puedo parar y no siento que haga algo malo, aunque en realidad todos me digan que lo es, todos los que lo saben.
Lo cuales, contándolos son pocos, no soy poseedor de muchos amigos, ni mis padres, los rumores que se dicen de nuestra familia son asquerosos. Me llaman: el raro con acento inglés. No es muy original pero es así como lo hacen, algo que detesto, a veces me molesta y me enojo, me pongo mal, por el hecho de que quisiera volver a mi hogar, pero a veces pienso que por algo estamos aquí, dejando atrás todo eso de las religiones y el destino solo sé que por algo estamos aquí, que por algo somos lo que somos, si me ha tocado ser: el raro con acento inglés, así será.
El 30 de octubre se acerca, el cumpleaños de Harry junto con el, era la única persona que había conocido con aquel nombre –a pesar de que pareciera común- y que cumpliera años ese día. Siempre soñé con eso, soñé, quería cumplir años, deseo haber nacido ese día, pero no, eso ya no corría por mi cuenta.
15 de Octubre.
Me encontraba en la escuela mirando hacia la pizarra, tenía sueño y unas grandes ojeras bastante oscuras adornaban mis rostro, me había desvelado para poder terminar los ejercicios de álgebra, mi madre se espantó por eso, y me hizo prometerle que no me volvería a desvelar no era bueno para mi salud. Mi profesor de álgebra tomo la hoja de mi carpeta donde estaba mi tarea y se la llevo. Me sentía extraño, gracias al hecho de que la mayoría de mis compañeros me miraban con gestos de asco y haciendo muecas. Thomas me palmeaba la espalda y decía: Son unos idiotas, ignóralos, tan solo asentía y seguía con lo mío, pero las miradas y gestos eran desagradables, desde que comenzó aquel rumor… aquel horrible rumor de que, por dios hasta era tonto. El cual era: Los Tomlinson provienen de un culto que años atrás hacían sacrificios humanos, andén con cuidado no vaya ser que Louis los siga practicando. Los miraba y me reía, parecía demente por que el rumor ni siquiera parecía congruente, durante minutos me observaba por el espejo de los baños de la escuela pensando en porque pensaban eso de nosotros.
Solo eran personas que querían molestar, eso dice mi madre.
Cuidado con Louis, Harry, ten cuidado con el amigo. Will uno de sus amigos le decía al verme cerca, lo decía tan fuerte quería que lo escuchara, sabía que quería que yo lo escuchara. Y eso me molestaba, me parecía repulsivo de su parte decir le cosas a otra persona de mí, y muchos más porque no decía cosas lindas. No lloraría por algo tan estúpido, no me molestaría no haría más nada que ignorarlos y pasar de largo, pensaba en todo lo que podría hacer, pero no le veía el caso de hacerlo, sería mucho más desagradable pensar que todo aquello pudiese afectarme.
30 de Octubre.
Opte, aunque suene raro, opte por asistir a la fiesta de Harry, días anteriores el 18 de Octubre él había venido a casa, con aquel mismo suéter azul metálico con una invitación en sus manos, esta vez quien la recibió fue mi hermano mayor: Tony. No mi madre, el comenzó a hacerle preguntas, muchas preguntas, hasta que llego mi madre, Harry estaba completamente rojo, él dijo: Bien, aquí estas la invitación espero verlos haya hasta pronto. Se despidió, pareció correr en dirección a su casa y yo tan solo negué con la cabeza, mi hermano podría ser a veces una verdadera molestia.
Llevaba un par de jeans y una camisa a cuadros de color rojo. Con unas Converse blancas. Las manos me sudaban y estaba por arrepentirme de ir a la fiesta no quería que los chicos en ese lugar se burlaran de mi hasta que llego Thomas, mi querido amigo Thomas. Mamá grito desde abajo diciendo que él había llegado, yo baje corriendo las escaleras, y al llegar a su lado lo abrase muy fuerte. El rió en mi oído y dijo: Vamos amigo te vi esta mañana. Asentí apenado y me aleje, no espere a Tony, no quería irme con él.
Al llegar a la puerta de la casa de Harry, -una puerta grande y de color marrón-, por todas partes habían decoraciones de Halloween, decoraban todo el lugar y eso era fantástico. Uno de los tantos adornos me dio un susto de muerte, no me hice en los pantalones gracias a cielo. Seria humillante que en ese instante Harry abriera la puerta y me viera con una gran mancha en ellos donde está mi entre pierna. Podía oír las burlas de todos: ¡LOUIS SE HIZO EN LOS PANTALONES! ¡POR DIOS QUE MARICA! ¡EL RARO CON ACENTO INGLÉS SE HIZO ENCIMA!
Y ahí estaba yo, temblando de nuevo, dije que no me afectaban y no lo hacen pero de cierta forma lo hacen porque de solo pensar que puedo llegar a entrar a la boca del lobo me aterra.
Pero mi temblor se fue, al verlo, verlo parado ahí sonriéndome.
— Pasen—dijo haciéndose a un lado indicando con la mano que pasáramos. Llevaba, unos jeans desgastados y aquel suéter azul metálico. No parecía ser él cumpleañero, algunos traían mascaras—hey—nos dijo—tomen—no extendió un par de máscaras, y sonrió, dio medio vuelta y se fue, dejándome ahí con la máscara en las manos junto a Thomas, el sin decir más se la puso.
— Soy más hermoso ahora—dijo riendo.
La noche transcurrió, Thomas sentado a un lado de mí, mientras comíamos frituras y bebíamos una soda, sentados en una esquina con las máscaras en nuestro regazo mirando a todos caminar, bailar, hablar, reír, gastar bromas. Asustar. No veía a Harry por ningún lado, no veía su suéter azul metálico, por ninguna parte y eso no me gustaba hasta que lo vi bajar por las escaleras, corriendo detrás de un chico con una máscara de Freddy Krueguer. Thomas y yo, reímos por un gran tiempo. El chico se había caído.
7 de Noviembre.
Día trágico, muy trágico el padre de Harry murió, la noche de su cumpleaños lo encontraron muerto en el baño con un frasco de antidepresivos en las manos, su peor cumpleaños. Hoy era su entierro, él no había asistido a la escuela hasta el día de hoy se veía demacrado, se veía sin vida, cansado, parecía… no sé cómo describirlo ya no era él.
No hablo con nadie después de encontrarlo en el baño, se encerró ahí con él, no dejaba entrar ni siquiera a su madre. Sus llantos, jadeos y gemidos de dolor se escuchaban por todo el lugar, cuando su madre logro abrir la puerta Harry estaba alado de su padre con dos grandes heridas en sus muñecas, miraba hacia el techo, se había perdido, tenía su cabeza recargada en el hombro de su padre.
— Estaba frió—dijo—muerto—decía—muerto—repetía una y otra vez, mientras su madre y Will, lo cargaban hacia la puerta de salida—muerto.
— Ni siquiera una nota—decía una y otra vez mientras caminaba por los largos pasillos de la escuela.
Estábamos en el cementerio, Harry se veía decaído, pero no lloraba ni una lágrima salía de sus ojos. Alzo la mirada y me miro, yo trague seco y le sonreí, él lo intento pero no pudo solo dejo caer de nuevo la vista y dio un largo suspiro dijo algo y se fue, su madre lo miro mientras se alejaba por el sendero, lo mire, y no pude evitarlo corrí tras de él.
— No, mamá déjame—dijo, él, caminando aún más rápido.
— No soy tu mamá—dije deteniéndome, él al escucharme se giró y movió su cabeza hacia la derecha, un sollozo salió de sus labios, tímido me acerque a Harry y lo abrase, tardo en corresponder. Pero al final lo hizo. —tranquilo—acaricie su cabello.
Este día, por primera vez había hablado con él, lo había hecho reír, se había vuelto mi amigo.
15 de Diciembre.
Había pasado más de un mes de la muerte del padre de Harry él aun no seguía del todo muy bien aunque jurara que era así. Sus ojos aun no brillaban como lo hacían antes, yo no sé qué es perder a tu papá o a tu mamá, pero debe de ser muy doloroso.
Harry comenzó a sentarse enfrente de mí, comenzó a hablarme y me empezó a invitar a su casa a comer, a su madre parecía agradarle que yo fuera, se portaba gentil y siempre me sonreía, parecía sincera. Teníamos un trabajo en equipo ya eran pasadas de las nueve de la noche y él parecía cansado, mire hacia sus paredes y en una tenía una frase escrita: “La mitad de un corazón…” tuve el impulso de preguntarle ¿a qué se refería? Pero preferí no hacerlo, aun no me sentía preparado para poder preguntarle cosas como esas.
Por las noches oía sus gritos, los consuelos de su madre, y sus llantos, quería ir a su casa a su cuarto y decirle que ya no sufriera. Pero… no podía.
20 de Diciembre.
Harry me había preguntado si quería cenar con él en su casa el día de Noche Buena, que podría llevar a mis padres, su madre solía hacer bastante comida.
Pero no era en sí que quisiera que fuera, quería que lo distrajera, a lo que me conto seria la primer navidad que no pasaría con su padre.
— Ahora eres como mi mejor amigo—dijo él después—como la mitad de un corazón—lo mire, él tenía la cabeza recargada en mi hombro, luego soltó una carcajada y dijo: —eso suena estúpido.
Asentí, no dije nada, a él no pareció importarle así que durante una hora solo estuvimos en esa posición, sentados en la banca del parque cerca de nuestras casas y él con la cabeza en mi hombro.
24 de Diciembre.
Estábamos alrededor de la mesa en el comedor de la casa de Harry, había un gran pavo en el medio, puré de papa, pay de calabaza, etc. Se veía realmente todo muy bien excepto dos cosas, más bien dos personas, Harry y su madre, miraban hacia una silla vacía, y suspiraban pesadamente.
— Bien bueno… a comer—dijo la madre de Harry.
Mamá alago la comida todo el tiempo, quería ser gentil con la mamá de Harry; papá, Tony y yo pudimos notarlo y hasta creo que Harry también lo hizo. Platicaron de muchas, cosas, jamás habíamos venido todos a su casa, ninguna sola vez, la madre de Harry parecía llevarse muy bien con la mía, papá y Tony aprovecharon para ver la televisión, Harry me miro y con una seña con la cabeza me indico que fuéramos para arriba.
— Mi madre—dijo sentándose en su cama. Asentí y sujete más fuerte el regalo que llevaba para él.
— Harry…
— ¿Qué pasa Louis?—dijo él.
— No creo poder venir mañana, no creo que mi madre me lo permita porque es navidad y… quería darte algo—saque el regalo de color azul metálico de detrás de mi espalda y se lo extendí sin verlo. Él lo tomo y lo miro—si no te gusta puedes devolvérmelo aún tengo el ticket y puedo darte otra cosa no sé, es que no sabía…
Pero me callo, abrió el regalo, y lo apretujo en su pecho era otro suéter, un suéter azul marino, él sonrió y se quitó el suéter que tenía para ponerse ese.
— Gracias—dijo al tenerlo puesto. —gracias—repitió nuevamente dándome un abrazo.
— De nada—suspire. —de nada…
3 de Enero.
Los días, pasaban y pasaban, en 4 días volveríamos a la escuela, no había visto a Thomas por un buen tiempo se había ido de vacaciones con su abuela a California.
Harry durante todas las tardes iba a casa, con la puerta abierta estábamos en mi habitación recostados en el suelo, escuchando música, no hablábamos, no hacíamos nada más que mirar el techo, pero… algo paso, tomo mi mano y la apretujo fuerte con la suya.
— Te quiero Louis—dijo él, girando su cabeza hacia mí, me sonrió. —la otra mitad de un corazón. —no entendía aquello, aun.
Todos los días se despedía y me gritaba: LA MITAD DE UN CORAZÓN. No lo comprendía, no lo hacía…
7 de Enero.
Caminaba por los pasillos con Harry a un lado de mí, no hablábamos, casi nunca lo hacíamos, solo era… solo queríamos estar uno a lado del otro, yo aún no entendía esto, y creo que él tampoco porque de ciertas formas cada vez que pensaba que diría algo hacia una mueca de confusión y negaba con la cabeza. Pasaba todo el tiempo y mejor trate de verlo como algo normal y no tomarle mucha importancia, él tomo mi mano mientras caminábamos se veía mal de nuevo, se veía triste.
— ¿Qué tienes?—pregunte.
— No me siento bien—él me contesto y apretó más fuerte mi mano. Antes de caer al suelo.
Pase tres horas en la enfermería, los profesores intentaron sacarme pero no lo lograron no me movería de ahí hasta que supiera que Harry estaba bien, pero cuando la enfermera salió de detrás de una cortina y negó con la cabeza, el estómago se me revolvió.
— No está bien—dijo, después sentándose a un lado de mi—sus padres ya vienen deberías volver a casa.
— Madre—corregí—su padre está muerto.
— Yo, bueno lo…
— No diga nada señorita—dije poniéndome de pie—esperare afuera.
— Deberías ir…
— Esperare afuera—dije sin una pizca de amabilidad en mi voz.
Al final lo que descubrí no fue nada bueno… Harry se dañaba, Harry se cortaba, y ahora entendía que desde el día en que su padre murió no se quitaba ningún suéter ni remangaba las mangas.
Esa misma noche, escuche un grito de parte de su madre, mis padres corrieron a mi cuarto y abrieron la puerta tan fuerte que di un brinco en mi cama, ellos me miraron creyendo que yo sabía… pero no, me encogí de hombros. Salí de la cama, me puse unos zapatos y mis padres junto con mi hermano fuimos a casa de Harry, la puerta estaba sin seguro… al entrar todo estaba oscuro, un grito, de nuevo, subimos y su madre estaba con él en los brazos. Había escrito en la pared de nuevo con sangre: La mitad de un corazón. Me estaba dando miedo aquella frase. Mucho miedo.
14 de Enero.
Harry fue al hospital y a los cuatro días lo dejaron salir. Desde ese día él jamás se separó de mí, no hablaba con nadie a excepción de mí, no le sonreía a nadie más que a mí, y sus sonrisas se daban en ocasiones extrañas.
Después del almuerzo no quiso entrar a clase de álgebra fuimos a la cancha de fútbol detrás de la gradas, y fue extraño yo no lo bese él me beso. Al separarse sonrió levemente y me miro a los ojos: La mitad de un corazón; dijo. Me estremecí ante ello, y tomo mis manos.
— ¿Desde cuándo?—pregunte. Y él me miro desconcertado pero cuando bajo la cabeza supe que había comprendido— ¿desde cuándo Harry?—volví a preguntar.
— Tiempo—dijo él—hace tiempo. —No me diría más y eso me hacía mal, porque no sabía cómo ayudarlo si le insistía se molestaba si le quería aconsejar se molestaba no sabía qué hacer. —la mitad de un corazón—suspiro, estaba por casi gritar y preguntarle a que se refería, pero no quería que él se alterara como yo me sentía ahora, impotente.
20 de Enero.
Estaba agotado, el sudor corría por mi cara, mi madre me había hecho salir a correr esta mañana, no entendía el por qué no quiso decírmelo. En media hora la escuela comenzaba, tenía que darme una ducha.
Harry estaba sentado en las escaleras de entrada con la mochila entre las piernas.
— ¿Por qué no pasaste?—pregunte.
— No quería—dijo, sin mirarme— ¿nos vamos?—pregunto poniéndose de pie.
Llevaba días así, días en los cuales se negada a mirarme directamente. Lo cual me hacía sentir mal, nunca había pasado, no desde que comenzamos a ser amigos.
— ¿Qué somos?—pregunte después de darle vueltas a todo esto.
— Cada uno, la mitad de un corazón. —sonrió y siguió caminando.
Camine lento detrás de él, lento, me sentía perdido, él se detuvo y regreso tomo mi mano y tiro de ella.
— Se hará tarde—dijo comenzando a correr. La sonrisa que tenía en el rostro… lo miraba, no podía distinguir si era falsa o sincera, ya no podía saber si él estaba bien o mal, se cerraba ante mí.
— ¿Somos mejores amigos?—pregunte deteniéndome, él me miro y asintió.
— Si—dijo—mejores amigos.
— ¿Te haces daño?, digo ¿lo sigues haciendo?—bajo la cabeza— ¿por qué?
— No lo entiendes—dijo—no lo entenderías. —suspiro—y no quiero explicarlo. —soltó mi mano—no tengo por qué explicarlo.
25 de Enero.
Estábamos en su habitación, como antes acostados en el suelo y escuchando música, él se encontraba perdido mirando hacia el techo, tome su mano, pero aun así eso no lo saco del trance en que se encontraba me acerque más y bese su mejilla, para mi aun esto seguía siendo extraño sentir estas cosas por él, no debería de ser así. Él se giró y me deposito un beso en los labios.
— La mitad de un corazón—esta vez le preguntaría esta vez no me quedaría con la duda necesitaba saber.
— ¿A qué te refieres?—con una gran sonrisa me miro.
— La mitad de un corazón, eso eres—sonrió.
— ¿Pero qué significa?
— Somos la mitad de un corazón, tú eres una y yo soy la otra, juntos somos un corazón. —lo mire desconcertado—un corazón fuerte—apretujo mi mano—un corazón que no se romperá como el de papá si estamos bien—y en ese momento pensé: tu no lo estas—somos un corazón—dijo él, suspirando—un corazón grande…
Él me deposito otro beso en los labios y asentí, aun confundido, era un corazón pero con una mitad aun lastimada, no quise decirle pero tenía que hacerlo a los minutos él, sintió la tensión que había y pregunto:
— ¿Qué pasa?—yo respondí:
— No somos un corazón sano, ¿sabes?—dije. Harry asintió.
— Sé que no lo somos—sonrió—pero una mitad es fuerte, y esa mitad no dejara caer a la otra—era verdad no lo dejaría caer, esta vez fui yo quien se acercó y le deposite un beso en sus labios.
— Jamás lo haría—suspire con los ojos cerrados. —Jamás te dejaría caer.
— ¿Por qué me espiabas?—pregunto—antes, ¿Por qué lo hacías?—lo mire desconcertado.
— Yo no…
— No estoy molesto solo quiero saberlo.
— Me gustaba hacerlo—dije de golpe—me gustaba verte leer, y usar aquel suéter de color azul metálico, me gustaba verte sonreír a cualquier cosa, me gustaba ver tus fiestas de cumpleaños desde mi ventana y me gustaba, ver como a veces jugabas con tus primos en el patio. Eras diferente.
— No estaba dañado—dijo en defesa suya—no lo estaba.
— Ya no lees—dije suspirando—ya no sales al patio.
— El salía al patio—dijo de nuevo con aquel tono.
— Deberías olvidarlo y dejarlo pasar.
— ¡NO!—grito— ¡ES MI PAPÁ TU NO PUEDES APARTARME DE Él!—jadeo—No puedes, no como él lo hizo—y una lagrima salió de sus ojos. —Él era la otra mitad de ese corazón que formaba con mamá ahora ese corazón ya no está solo una mísera mitad que trata de sobrellevarlo, y con su hijo que se vuelve loco a cada segundo porque no puede superarlo. Lo extraño—dijo—y aun no entiendo por qué… por que hizo eso.
— No, no lo sé—suspire.
— Nosotros somos un corazón—dijo él—un corazón que aún sigue entero.
— Lo se…
— ¿Siempre será así?—pregunto mirándome— ¿siempre?
— Sí, siempre será así, Harry—lo abrase y deposite un beso en su cabello—siempre. Siempre, seremos un corazón.
14 de Octubre.
Ese siempre no fue así… un año atrás miraba como él estaba leyendo en el jardín un libro. Con aquel suerte azul metálico. Ahora solo veo a su madre llorando y maldiciendo lo que le estaba pasando, gritando: PRIMERO A MI ESPOSO Y DESPUÉS A MI HIJO.
Los chicos comenzaron a molestarlo al enterarse que salía conmigo, él no estaba bien, él estaba roto, los que eran sus amigos le dieron la espalda. Lo llamaban: Marica, le decían: Porque no vienes y me chupas mi polla. Comenzaron a molestarlo tanto mentalmente como físicamente. Eran sus amigos...
Estaba llorando tanto como su madre, estaba llorando en mi habitación, no quería que nadie entrara y me dijera que él estaba mejor, no quería que nadie me dijera que él lo decidió, éramos un corazón él así lo había dicho un corazón sano y fuerte que una mitad no dejaría caer a la otra esa mitad hizo lo que pudo para ayudar a su otra mitad pero no fue suficiente. Esa mitad se quedo sola, solo quedo una mitad, solo una mitad, la mitad de un corazón.
Y esa mitad de un corazón está rota, muy rota. Ahora. Ni siquiera un adiós, ni siquiera un nos veremos pronto.
Ademas de eso lo único que me queda decir es que disfruten.
P.D. Es un shot de Larry Stylinson como ya dice en el titulo, si no es de su agrado, simplemente no lo lean.
14 de Octubre.
Miraba por la ventana como ya era una especie de rutina, estaba aquel chico de cabellos castaños y largos leyendo, desconocía el libro no podía verlo desde la distancia en que me encontraba, tenía puesto un gran suéter de color azul metálico. Se veía… se veía de una forma especial, era extraño que jamás girara y mirara hacia mi ventana tal vez él no era tan curioso como yo pero en fin, solo uno de mis amigos me ha dicho que el espiarlo o verlo como he aclarado muchas veces, no está bien.
Invado su espacio personal y privacidad ha dicho Thomas.
No creo que sea así, tan solo lo observo cuando tengo oportunidad, cuando el sale y lee y últimamente lo ha hecho bastante. Es tarde se supone que debería de estar terminando mi ejercicios de álgebra pero no tengo ánimos de hacer tareas, solo quiero verlo unos minutos más antes de que se valla, mi corazón late fuerte al solo verlo, acomodarse en el césped acostarse y comenzar a hojear cada uno de sus libros a los tres días tiene uno diferente.
Mi vecino desde hace tres años y jamás me he dispuesto a decirle un hola, o un adiós, mi compañero en la escuela, jamás me ha tocado estar en un equipo con él, me esfuerzo para no estarlo temo que el día en que le hable no diga nada, o tartamudee y quede como un estúpido enfrente de él, y él se ría de mí, lo más catastrófico ni siquiera sabe mi nombre…
Los días pasan rápidos, días en los cuales los voy restando su cumpleaños se acerca y como es de costumbre por pura cortesía viene a casa y pregunta por el chico que vive aquí es curioso como esos tres años en los cuales lleva viviendo en la casa de a lado, mi madre le diga: Louis, Harry se llama Louis, el ríe pide disculpas y luego dice: Lo siento soy algo distraído, pero a lo que venía, la invitación para mi fiesta de cumpleaños, será algo sencillo. No miente bueno en teoría sí, es una gran fiesta pero el siempre esta con una mueca en su cara hasta el final cuando quedan solo sus amigos más cercanos, se acuestan en el césped y miran las estrellas, le entregan los regalos que ellos le trajeron y luego se van. A veces un chico, se queda con él, desconozco su nombre pero es el que siempre lo hace, se queda a dormir debo de suponer ya que al día siguiente salen juntos de su casa.
Es algo patético y enfermo de mi parte vigilarlo de esa forma, pero me es inevitable con él lo es, no puedo parar y no siento que haga algo malo, aunque en realidad todos me digan que lo es, todos los que lo saben.
Lo cuales, contándolos son pocos, no soy poseedor de muchos amigos, ni mis padres, los rumores que se dicen de nuestra familia son asquerosos. Me llaman: el raro con acento inglés. No es muy original pero es así como lo hacen, algo que detesto, a veces me molesta y me enojo, me pongo mal, por el hecho de que quisiera volver a mi hogar, pero a veces pienso que por algo estamos aquí, dejando atrás todo eso de las religiones y el destino solo sé que por algo estamos aquí, que por algo somos lo que somos, si me ha tocado ser: el raro con acento inglés, así será.
El 30 de octubre se acerca, el cumpleaños de Harry junto con el, era la única persona que había conocido con aquel nombre –a pesar de que pareciera común- y que cumpliera años ese día. Siempre soñé con eso, soñé, quería cumplir años, deseo haber nacido ese día, pero no, eso ya no corría por mi cuenta.
15 de Octubre.
Me encontraba en la escuela mirando hacia la pizarra, tenía sueño y unas grandes ojeras bastante oscuras adornaban mis rostro, me había desvelado para poder terminar los ejercicios de álgebra, mi madre se espantó por eso, y me hizo prometerle que no me volvería a desvelar no era bueno para mi salud. Mi profesor de álgebra tomo la hoja de mi carpeta donde estaba mi tarea y se la llevo. Me sentía extraño, gracias al hecho de que la mayoría de mis compañeros me miraban con gestos de asco y haciendo muecas. Thomas me palmeaba la espalda y decía: Son unos idiotas, ignóralos, tan solo asentía y seguía con lo mío, pero las miradas y gestos eran desagradables, desde que comenzó aquel rumor… aquel horrible rumor de que, por dios hasta era tonto. El cual era: Los Tomlinson provienen de un culto que años atrás hacían sacrificios humanos, andén con cuidado no vaya ser que Louis los siga practicando. Los miraba y me reía, parecía demente por que el rumor ni siquiera parecía congruente, durante minutos me observaba por el espejo de los baños de la escuela pensando en porque pensaban eso de nosotros.
Solo eran personas que querían molestar, eso dice mi madre.
Cuidado con Louis, Harry, ten cuidado con el amigo. Will uno de sus amigos le decía al verme cerca, lo decía tan fuerte quería que lo escuchara, sabía que quería que yo lo escuchara. Y eso me molestaba, me parecía repulsivo de su parte decir le cosas a otra persona de mí, y muchos más porque no decía cosas lindas. No lloraría por algo tan estúpido, no me molestaría no haría más nada que ignorarlos y pasar de largo, pensaba en todo lo que podría hacer, pero no le veía el caso de hacerlo, sería mucho más desagradable pensar que todo aquello pudiese afectarme.
30 de Octubre.
Opte, aunque suene raro, opte por asistir a la fiesta de Harry, días anteriores el 18 de Octubre él había venido a casa, con aquel mismo suéter azul metálico con una invitación en sus manos, esta vez quien la recibió fue mi hermano mayor: Tony. No mi madre, el comenzó a hacerle preguntas, muchas preguntas, hasta que llego mi madre, Harry estaba completamente rojo, él dijo: Bien, aquí estas la invitación espero verlos haya hasta pronto. Se despidió, pareció correr en dirección a su casa y yo tan solo negué con la cabeza, mi hermano podría ser a veces una verdadera molestia.
Llevaba un par de jeans y una camisa a cuadros de color rojo. Con unas Converse blancas. Las manos me sudaban y estaba por arrepentirme de ir a la fiesta no quería que los chicos en ese lugar se burlaran de mi hasta que llego Thomas, mi querido amigo Thomas. Mamá grito desde abajo diciendo que él había llegado, yo baje corriendo las escaleras, y al llegar a su lado lo abrase muy fuerte. El rió en mi oído y dijo: Vamos amigo te vi esta mañana. Asentí apenado y me aleje, no espere a Tony, no quería irme con él.
Al llegar a la puerta de la casa de Harry, -una puerta grande y de color marrón-, por todas partes habían decoraciones de Halloween, decoraban todo el lugar y eso era fantástico. Uno de los tantos adornos me dio un susto de muerte, no me hice en los pantalones gracias a cielo. Seria humillante que en ese instante Harry abriera la puerta y me viera con una gran mancha en ellos donde está mi entre pierna. Podía oír las burlas de todos: ¡LOUIS SE HIZO EN LOS PANTALONES! ¡POR DIOS QUE MARICA! ¡EL RARO CON ACENTO INGLÉS SE HIZO ENCIMA!
Y ahí estaba yo, temblando de nuevo, dije que no me afectaban y no lo hacen pero de cierta forma lo hacen porque de solo pensar que puedo llegar a entrar a la boca del lobo me aterra.
Pero mi temblor se fue, al verlo, verlo parado ahí sonriéndome.
— Pasen—dijo haciéndose a un lado indicando con la mano que pasáramos. Llevaba, unos jeans desgastados y aquel suéter azul metálico. No parecía ser él cumpleañero, algunos traían mascaras—hey—nos dijo—tomen—no extendió un par de máscaras, y sonrió, dio medio vuelta y se fue, dejándome ahí con la máscara en las manos junto a Thomas, el sin decir más se la puso.
— Soy más hermoso ahora—dijo riendo.
La noche transcurrió, Thomas sentado a un lado de mí, mientras comíamos frituras y bebíamos una soda, sentados en una esquina con las máscaras en nuestro regazo mirando a todos caminar, bailar, hablar, reír, gastar bromas. Asustar. No veía a Harry por ningún lado, no veía su suéter azul metálico, por ninguna parte y eso no me gustaba hasta que lo vi bajar por las escaleras, corriendo detrás de un chico con una máscara de Freddy Krueguer. Thomas y yo, reímos por un gran tiempo. El chico se había caído.
7 de Noviembre.
Día trágico, muy trágico el padre de Harry murió, la noche de su cumpleaños lo encontraron muerto en el baño con un frasco de antidepresivos en las manos, su peor cumpleaños. Hoy era su entierro, él no había asistido a la escuela hasta el día de hoy se veía demacrado, se veía sin vida, cansado, parecía… no sé cómo describirlo ya no era él.
No hablo con nadie después de encontrarlo en el baño, se encerró ahí con él, no dejaba entrar ni siquiera a su madre. Sus llantos, jadeos y gemidos de dolor se escuchaban por todo el lugar, cuando su madre logro abrir la puerta Harry estaba alado de su padre con dos grandes heridas en sus muñecas, miraba hacia el techo, se había perdido, tenía su cabeza recargada en el hombro de su padre.
— Estaba frió—dijo—muerto—decía—muerto—repetía una y otra vez, mientras su madre y Will, lo cargaban hacia la puerta de salida—muerto.
— Ni siquiera una nota—decía una y otra vez mientras caminaba por los largos pasillos de la escuela.
Estábamos en el cementerio, Harry se veía decaído, pero no lloraba ni una lágrima salía de sus ojos. Alzo la mirada y me miro, yo trague seco y le sonreí, él lo intento pero no pudo solo dejo caer de nuevo la vista y dio un largo suspiro dijo algo y se fue, su madre lo miro mientras se alejaba por el sendero, lo mire, y no pude evitarlo corrí tras de él.
— No, mamá déjame—dijo, él, caminando aún más rápido.
— No soy tu mamá—dije deteniéndome, él al escucharme se giró y movió su cabeza hacia la derecha, un sollozo salió de sus labios, tímido me acerque a Harry y lo abrase, tardo en corresponder. Pero al final lo hizo. —tranquilo—acaricie su cabello.
Este día, por primera vez había hablado con él, lo había hecho reír, se había vuelto mi amigo.
15 de Diciembre.
Había pasado más de un mes de la muerte del padre de Harry él aun no seguía del todo muy bien aunque jurara que era así. Sus ojos aun no brillaban como lo hacían antes, yo no sé qué es perder a tu papá o a tu mamá, pero debe de ser muy doloroso.
Harry comenzó a sentarse enfrente de mí, comenzó a hablarme y me empezó a invitar a su casa a comer, a su madre parecía agradarle que yo fuera, se portaba gentil y siempre me sonreía, parecía sincera. Teníamos un trabajo en equipo ya eran pasadas de las nueve de la noche y él parecía cansado, mire hacia sus paredes y en una tenía una frase escrita: “La mitad de un corazón…” tuve el impulso de preguntarle ¿a qué se refería? Pero preferí no hacerlo, aun no me sentía preparado para poder preguntarle cosas como esas.
Por las noches oía sus gritos, los consuelos de su madre, y sus llantos, quería ir a su casa a su cuarto y decirle que ya no sufriera. Pero… no podía.
20 de Diciembre.
Harry me había preguntado si quería cenar con él en su casa el día de Noche Buena, que podría llevar a mis padres, su madre solía hacer bastante comida.
Pero no era en sí que quisiera que fuera, quería que lo distrajera, a lo que me conto seria la primer navidad que no pasaría con su padre.
— Ahora eres como mi mejor amigo—dijo él después—como la mitad de un corazón—lo mire, él tenía la cabeza recargada en mi hombro, luego soltó una carcajada y dijo: —eso suena estúpido.
Asentí, no dije nada, a él no pareció importarle así que durante una hora solo estuvimos en esa posición, sentados en la banca del parque cerca de nuestras casas y él con la cabeza en mi hombro.
24 de Diciembre.
Estábamos alrededor de la mesa en el comedor de la casa de Harry, había un gran pavo en el medio, puré de papa, pay de calabaza, etc. Se veía realmente todo muy bien excepto dos cosas, más bien dos personas, Harry y su madre, miraban hacia una silla vacía, y suspiraban pesadamente.
— Bien bueno… a comer—dijo la madre de Harry.
Mamá alago la comida todo el tiempo, quería ser gentil con la mamá de Harry; papá, Tony y yo pudimos notarlo y hasta creo que Harry también lo hizo. Platicaron de muchas, cosas, jamás habíamos venido todos a su casa, ninguna sola vez, la madre de Harry parecía llevarse muy bien con la mía, papá y Tony aprovecharon para ver la televisión, Harry me miro y con una seña con la cabeza me indico que fuéramos para arriba.
— Mi madre—dijo sentándose en su cama. Asentí y sujete más fuerte el regalo que llevaba para él.
— Harry…
— ¿Qué pasa Louis?—dijo él.
— No creo poder venir mañana, no creo que mi madre me lo permita porque es navidad y… quería darte algo—saque el regalo de color azul metálico de detrás de mi espalda y se lo extendí sin verlo. Él lo tomo y lo miro—si no te gusta puedes devolvérmelo aún tengo el ticket y puedo darte otra cosa no sé, es que no sabía…
Pero me callo, abrió el regalo, y lo apretujo en su pecho era otro suéter, un suéter azul marino, él sonrió y se quitó el suéter que tenía para ponerse ese.
— Gracias—dijo al tenerlo puesto. —gracias—repitió nuevamente dándome un abrazo.
— De nada—suspire. —de nada…
3 de Enero.
Los días, pasaban y pasaban, en 4 días volveríamos a la escuela, no había visto a Thomas por un buen tiempo se había ido de vacaciones con su abuela a California.
Harry durante todas las tardes iba a casa, con la puerta abierta estábamos en mi habitación recostados en el suelo, escuchando música, no hablábamos, no hacíamos nada más que mirar el techo, pero… algo paso, tomo mi mano y la apretujo fuerte con la suya.
— Te quiero Louis—dijo él, girando su cabeza hacia mí, me sonrió. —la otra mitad de un corazón. —no entendía aquello, aun.
Todos los días se despedía y me gritaba: LA MITAD DE UN CORAZÓN. No lo comprendía, no lo hacía…
7 de Enero.
Caminaba por los pasillos con Harry a un lado de mí, no hablábamos, casi nunca lo hacíamos, solo era… solo queríamos estar uno a lado del otro, yo aún no entendía esto, y creo que él tampoco porque de ciertas formas cada vez que pensaba que diría algo hacia una mueca de confusión y negaba con la cabeza. Pasaba todo el tiempo y mejor trate de verlo como algo normal y no tomarle mucha importancia, él tomo mi mano mientras caminábamos se veía mal de nuevo, se veía triste.
— ¿Qué tienes?—pregunte.
— No me siento bien—él me contesto y apretó más fuerte mi mano. Antes de caer al suelo.
Pase tres horas en la enfermería, los profesores intentaron sacarme pero no lo lograron no me movería de ahí hasta que supiera que Harry estaba bien, pero cuando la enfermera salió de detrás de una cortina y negó con la cabeza, el estómago se me revolvió.
— No está bien—dijo, después sentándose a un lado de mi—sus padres ya vienen deberías volver a casa.
— Madre—corregí—su padre está muerto.
— Yo, bueno lo…
— No diga nada señorita—dije poniéndome de pie—esperare afuera.
— Deberías ir…
— Esperare afuera—dije sin una pizca de amabilidad en mi voz.
Al final lo que descubrí no fue nada bueno… Harry se dañaba, Harry se cortaba, y ahora entendía que desde el día en que su padre murió no se quitaba ningún suéter ni remangaba las mangas.
Esa misma noche, escuche un grito de parte de su madre, mis padres corrieron a mi cuarto y abrieron la puerta tan fuerte que di un brinco en mi cama, ellos me miraron creyendo que yo sabía… pero no, me encogí de hombros. Salí de la cama, me puse unos zapatos y mis padres junto con mi hermano fuimos a casa de Harry, la puerta estaba sin seguro… al entrar todo estaba oscuro, un grito, de nuevo, subimos y su madre estaba con él en los brazos. Había escrito en la pared de nuevo con sangre: La mitad de un corazón. Me estaba dando miedo aquella frase. Mucho miedo.
14 de Enero.
Harry fue al hospital y a los cuatro días lo dejaron salir. Desde ese día él jamás se separó de mí, no hablaba con nadie a excepción de mí, no le sonreía a nadie más que a mí, y sus sonrisas se daban en ocasiones extrañas.
Después del almuerzo no quiso entrar a clase de álgebra fuimos a la cancha de fútbol detrás de la gradas, y fue extraño yo no lo bese él me beso. Al separarse sonrió levemente y me miro a los ojos: La mitad de un corazón; dijo. Me estremecí ante ello, y tomo mis manos.
— ¿Desde cuándo?—pregunte. Y él me miro desconcertado pero cuando bajo la cabeza supe que había comprendido— ¿desde cuándo Harry?—volví a preguntar.
— Tiempo—dijo él—hace tiempo. —No me diría más y eso me hacía mal, porque no sabía cómo ayudarlo si le insistía se molestaba si le quería aconsejar se molestaba no sabía qué hacer. —la mitad de un corazón—suspiro, estaba por casi gritar y preguntarle a que se refería, pero no quería que él se alterara como yo me sentía ahora, impotente.
20 de Enero.
Estaba agotado, el sudor corría por mi cara, mi madre me había hecho salir a correr esta mañana, no entendía el por qué no quiso decírmelo. En media hora la escuela comenzaba, tenía que darme una ducha.
Harry estaba sentado en las escaleras de entrada con la mochila entre las piernas.
— ¿Por qué no pasaste?—pregunte.
— No quería—dijo, sin mirarme— ¿nos vamos?—pregunto poniéndose de pie.
Llevaba días así, días en los cuales se negada a mirarme directamente. Lo cual me hacía sentir mal, nunca había pasado, no desde que comenzamos a ser amigos.
— ¿Qué somos?—pregunte después de darle vueltas a todo esto.
— Cada uno, la mitad de un corazón. —sonrió y siguió caminando.
Camine lento detrás de él, lento, me sentía perdido, él se detuvo y regreso tomo mi mano y tiro de ella.
— Se hará tarde—dijo comenzando a correr. La sonrisa que tenía en el rostro… lo miraba, no podía distinguir si era falsa o sincera, ya no podía saber si él estaba bien o mal, se cerraba ante mí.
— ¿Somos mejores amigos?—pregunte deteniéndome, él me miro y asintió.
— Si—dijo—mejores amigos.
— ¿Te haces daño?, digo ¿lo sigues haciendo?—bajo la cabeza— ¿por qué?
— No lo entiendes—dijo—no lo entenderías. —suspiro—y no quiero explicarlo. —soltó mi mano—no tengo por qué explicarlo.
25 de Enero.
Estábamos en su habitación, como antes acostados en el suelo y escuchando música, él se encontraba perdido mirando hacia el techo, tome su mano, pero aun así eso no lo saco del trance en que se encontraba me acerque más y bese su mejilla, para mi aun esto seguía siendo extraño sentir estas cosas por él, no debería de ser así. Él se giró y me deposito un beso en los labios.
— La mitad de un corazón—esta vez le preguntaría esta vez no me quedaría con la duda necesitaba saber.
— ¿A qué te refieres?—con una gran sonrisa me miro.
— La mitad de un corazón, eso eres—sonrió.
— ¿Pero qué significa?
— Somos la mitad de un corazón, tú eres una y yo soy la otra, juntos somos un corazón. —lo mire desconcertado—un corazón fuerte—apretujo mi mano—un corazón que no se romperá como el de papá si estamos bien—y en ese momento pensé: tu no lo estas—somos un corazón—dijo él, suspirando—un corazón grande…
Él me deposito otro beso en los labios y asentí, aun confundido, era un corazón pero con una mitad aun lastimada, no quise decirle pero tenía que hacerlo a los minutos él, sintió la tensión que había y pregunto:
— ¿Qué pasa?—yo respondí:
— No somos un corazón sano, ¿sabes?—dije. Harry asintió.
— Sé que no lo somos—sonrió—pero una mitad es fuerte, y esa mitad no dejara caer a la otra—era verdad no lo dejaría caer, esta vez fui yo quien se acercó y le deposite un beso en sus labios.
— Jamás lo haría—suspire con los ojos cerrados. —Jamás te dejaría caer.
— ¿Por qué me espiabas?—pregunto—antes, ¿Por qué lo hacías?—lo mire desconcertado.
— Yo no…
— No estoy molesto solo quiero saberlo.
— Me gustaba hacerlo—dije de golpe—me gustaba verte leer, y usar aquel suéter de color azul metálico, me gustaba verte sonreír a cualquier cosa, me gustaba ver tus fiestas de cumpleaños desde mi ventana y me gustaba, ver como a veces jugabas con tus primos en el patio. Eras diferente.
— No estaba dañado—dijo en defesa suya—no lo estaba.
— Ya no lees—dije suspirando—ya no sales al patio.
— El salía al patio—dijo de nuevo con aquel tono.
— Deberías olvidarlo y dejarlo pasar.
— ¡NO!—grito— ¡ES MI PAPÁ TU NO PUEDES APARTARME DE Él!—jadeo—No puedes, no como él lo hizo—y una lagrima salió de sus ojos. —Él era la otra mitad de ese corazón que formaba con mamá ahora ese corazón ya no está solo una mísera mitad que trata de sobrellevarlo, y con su hijo que se vuelve loco a cada segundo porque no puede superarlo. Lo extraño—dijo—y aun no entiendo por qué… por que hizo eso.
— No, no lo sé—suspire.
— Nosotros somos un corazón—dijo él—un corazón que aún sigue entero.
— Lo se…
— ¿Siempre será así?—pregunto mirándome— ¿siempre?
— Sí, siempre será así, Harry—lo abrase y deposite un beso en su cabello—siempre. Siempre, seremos un corazón.
14 de Octubre.
Ese siempre no fue así… un año atrás miraba como él estaba leyendo en el jardín un libro. Con aquel suerte azul metálico. Ahora solo veo a su madre llorando y maldiciendo lo que le estaba pasando, gritando: PRIMERO A MI ESPOSO Y DESPUÉS A MI HIJO.
Los chicos comenzaron a molestarlo al enterarse que salía conmigo, él no estaba bien, él estaba roto, los que eran sus amigos le dieron la espalda. Lo llamaban: Marica, le decían: Porque no vienes y me chupas mi polla. Comenzaron a molestarlo tanto mentalmente como físicamente. Eran sus amigos...
Estaba llorando tanto como su madre, estaba llorando en mi habitación, no quería que nadie entrara y me dijera que él estaba mejor, no quería que nadie me dijera que él lo decidió, éramos un corazón él así lo había dicho un corazón sano y fuerte que una mitad no dejaría caer a la otra esa mitad hizo lo que pudo para ayudar a su otra mitad pero no fue suficiente. Esa mitad se quedo sola, solo quedo una mitad, solo una mitad, la mitad de un corazón.
Y esa mitad de un corazón está rota, muy rota. Ahora. Ni siquiera un adiós, ni siquiera un nos veremos pronto.
Última edición por Forrest. el Jue 09 Ene 2014, 2:14 pm, editado 2 veces
Forrest.
Re: Half A Heart (Larry Stylinson)
Hola la verdad es que no se que comentar, simplemente me encanta como escribes y se podria decir que no me gusto el final, no porque lo hayas echo mal es simplemente que fue tan triste, fue muy linda mientras duro me gustaria leer otra historia de tu autoria. La verdad la ame y te puedo jurar que me haz echo llorar!!! Enserio espero que subas otra nove o one shot o Os lo que sea pero se podria decir que estare esperando a que publiques pronto. TT.TT ame tu nove. Es una de las mejores que he leido. No me esperaba ese final :'c
PD: espero que seamos buenas amigas claro si tu quieres. :D bye.
PD: espero que seamos buenas amigas claro si tu quieres. :D bye.
Larents
Re: Half A Heart (Larry Stylinson)
Awwwwwwww vale me has hecho que, como lo explico se me suba el animo, mucho en verdad, tu comentario...'tu comentario... he escrito otro shot llamado: Lápices, bolígrafos y pinceles, que bueno podrás leerlo dándole click solo al nombre que aparece en mis novelas, y si, trabajo en una, espero poder subirla. Me alegra que pienses que es bueno en realidad eso me hace sentir: GUAU.Gaby_PaylikHST escribió:Hola la verdad es que no se que comentar, simplemente me encanta como escribes y se podria decir que no me gusto el final, no porque lo hayas echo mal es simplemente que fue tan triste, fue muy linda mientras duro me gustaria leer otra historia de tu autoria. La verdad la ame y te puedo jurar que me haz echo llorar!!! Enserio espero que subas otra nove o one shot o Os lo que sea pero se podria decir que estare esperando a que publiques pronto. TT.TT ame tu nove. Es una de las mejores que he leido. No me esperaba ese final :'c
PD: espero que seamos buenas amigas claro si tu quieres. :D bye.
Y Gaby, ten por seguro que por mi no hay problema claro que me gustaría ser tu amiga ;)
Forrest.
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