"Cursed." - Louis & Evie.

Vivir es mejor que sólo "no estar muerto". Eso es lo que pensaba Evie Lyall mientras lanzaba piedras al lago. ¿Has visto en las películas cómo saltan las rocas en el agua? Bueno, Evie había estado intentándolo la mañana entera sin éxito alguno, y comenzaba a pensar que las películas mentían y realmente no era posible conseguir que las piedras saltaran sobre el agua. Últimamente sentía que no lograba nada de lo que se proponía y esto, por más estúpido que fuera, no la hacía sentir mejor.

Más seguido de lo que se consideraría "normal", Evie se encontraba despertando con esa sensación que te da al nadar por mucho tiempo y luego parar y tratar de poner los pies en el piso, sólo para darte cuenta de que la piscina era en realidad mucho más profunda de lo que pensabas. ¿La razón? Pesadillas. Bueno... no exactamente. Supongo que avanzar a través del bosque oscuro sintiendo que alguien la observaba y despertar justo cuando volteaba para ver quién era no cuenta precisamente como una pesadilla, pero se acera lo suficiente. Lo había estado soñando cerca de tres meses, y la frase en la que estaba pensando, "vivir es mejor que sólo 'no estar muerto'" era una nueva parte de su sueño. Alguien se lo susurraba al oído justo antes de voltearse a averiguar quién la observaba, pero no recordaba nada sobre esa parte a excepción de la frase. Ni siquiera recordaba si la voz era masculina o femenina, y eso la frustraba.

Así que ahí estaba: en Lowell's Lake, lanzando piedras como si eso fuera a traerle alguna clase de iluminación divina que le diera todas las respuestas que ella quisiera. Pero eso no pasó, en su lugar, otra piedra voló al mismo tiempo que la de ella, sólo que a diferencia de la que había lanzado Evie, esa piedra saltó una vez antes de hundirse.

—Normalmente puedo hacer que salten más veces, hasta seis. Pero es Noviembre, el lago necesita estar completamente quieto y el aire provoca mucha corriente.

Evie se apartó el cabello de la cara y se giró para ver a Louis Tomlinson. Estuvo tentada de decirle "¿no deberías estar en la escuela?" con esa actitud que todos odiaban, los brazos cruzados y el tono de voz que no podía significar otra cosa que no fuera "aléjate", pero no lo hizo, porque ella tampoco estaba en la escuela y porque con sus hermanas desaparecidas dudaba que la escuela le preocupara mucho. Aun recordaba el día que su mamá le había dicho que Diasy y Phoebe habían desaparecido. Se había muerto de miedo porque, para empezar, los Tomlinson y los Lyall son vecinos, viven a tres casas de distancia, y después... porque Evie había crecido toda su vida esperando que los rumores sobre el bosque fueran sólo eso, rumores. Su mamá le había contado de muchas personas que ella conoció que habían desaparecido en ese bosque, y la misma Evie sabía que cuando tenía ocho años, su profesora de Inglés se había perdido ahí. Pero siempre habían sido adultos o adolescentes, personas que fácilmente podrían sólo haber huido del pueblo, y la mayoría prefería creer eso a que habían desaparecido de la faz de la tierra.

—¿Qué haces aquí? —preguntó, retrocediendo algunos pasos. Louis se encogió de hombros, viendo al cielo.

—Necesito tu ayuda, Evangeline. —contestó después de una pausa, bajando la mirada. Evie hizo una mueca de disgusto, odiaba su nombre completo, pero tampoco se sentía lo suficientemente cómoda con Louis para que le dijera "Evie". Louis caminó hasta una banca cerca de la orilla del lago y se sentó del lado izquierdo, señalando con la mirada a el espacio vacío a su lado para que Evie se sentara.

—¿Por qué? —se sentó a su lado, cautelosa.

—Sé que no eres del tipo de personas que creen en todo la leyenda de este pueblo, pero yo si lo soy. —miró hacia sus manos, y Evie no puedo evitar sentirse mal por él, por sus padres, y por sus otras hermanas. Si él perdiera a Allen, se volvería loca sin duda— No vengo a convencerte de nada, al contrario. Te necesito porque piensas con la cabeza fría y no te dejas llevar por rumores. Necesito a alguien como tú de mi lado.

Evie no entendía. Exactamente, ¿qué le estaba pidiendo Louis?

—No entiendo. —dijo, ésta vez en voz alta en lugar de sólo pensarlo— ¿Me necesitas para qué? —Louis tomó una bocanada de aire.

—Para encontrar a mis hermanas. —soltó de repente— Quiero organizar un grupo de búsqueda. Tengo a Harry, Niall, Liam  y Zayn, pero no nos vendrían mal las mujeres en el equipo.

Evie se quedó meditando sus opciones por algunos segundos mientras observaba el lago. La corriente descendía en picada y se perdía en el bosque. El pasto que lo rodeaba era de un verde brillante y las pequeñas flores moradas y amarillas que había por aquí y por allá le aportaban el color que necesitaba en paisaje en un día tan gris como ese. Claro que, en Meave Creek, el noventa porciento de los días eran grises, lluviosos. La misma Evie tenía los ojos del color de las nubes en ese momento, gris pálido. Era tan blanca como una hoja de papel y tenía las mejillas y la nariz cubierta de pecas. Su cabello era castaño, largo y ondulado, y eso hacía que fuera difícil de controlar en un viente como el que soplaba ese día. Era delgada, tan delgada como se pude ser sin llegar a parecer un esqueleto, y en sí era bonita en un sentido minimalista.

—¿Estás confiando en una completa extraña para ayudarte a encontrar a tus hermanas perdidas? —alzó una ceja, burlona. Louis soltó una risita.
—Te conozco desde el jardín de niños. Que nunca nos hayamos juntado es otra cosa.

—Somos polos opuestos.

—En eso tienes razón. —asintió Louis con la cabeza— Pero eso puede servir en una situación como ésta. Traerás una perspectiva completamente diferente a la nuestra. Esperaba que también le dijeras a algunas de tus amigas.

—No lo sé, Louis. —suspiró. El grupo de Louis y el grupo de Evie eran dos cosas completamente diferentes. No es como que Louis y sus amigos fueran los típicos deportistas populares, ni que las amigas de Evie fueran las típicas nerds, porque la verdad es que no. Simplemente sus amigas eran más del tipo de salir al cine o a comer, reírse entre ellas, y hablar en clase como cualquier persona normal. Louis y sus amigos, en cambio, eran del tipo de ir a fiestas, reírse con todo el mundo, y ser extremadamente ruidosos. No es que tuviera nada de malo ser así, pero Evie simplemente no estaba acostumbrada a ello y no sentía que pudiera encajar fácilmente en ese entorno.

—Por favor, Ev. Estoy desesperado. —la miró directamente a los ojos por primera vez desde que había llegado y, de pronto, la palabra "desesperado" adquirió una nueva y renovada definición con la apariencia de Louis. Estaba despeinado, más delgado de lo normal, con los ojos rojos y el azul brillante de sus iris ahora apagado. Evie frunció el ceño y asintió con la cabeza antes de pensarlo.

Y luego estaba el apodo. Ev. Nadie le había dicho así desde que su papá había fallecido dos años atrás a causa de cáncer. Louis siempre le había dicho así cuando eran pequeños, a los dos o tres años cuando se llevaban bien jugando "conecta cuatro" y "Monopoly". Casi se había olvidado.

—Vale, te ayudaré. Pero hay ciertas mujeres de tu grupo de amigos que también serían útiles en la búsqueda, Lou. —dijo, finalmente relajándose lo suficiente para llamarle por su apodo también.

—¿Cómo quienes?

—Savannah, por ejemplo. Es valiente. No le tiene miedo a nada y es del tipo de personas que si ven una chica muerta tipo la de "El Aro" probablemente dirían "vale, ¿quién se atreve a ir y apretarle el culo? ¿nadie? está bien, lo haré yo, yo le apretaré el culo ya que todos son una bola de llorones". —la imitó lo mejor que pudo y Louis rio por lo bajo. Eso hizo que Evie sonriera, sintiéndose bien consigo misma por relajar a Louis aunque fuera un poco.

—Sí, eso suena como Savannah, tienes razón.

—Yo puedo convencer a Noelle y Tessa. Noelle puede encontrar cualquier cosa, es una especie de genio de las computadoras. Y Tessa es muy organizada, ayudaría un montón con los planes.

—Me parece perfecto, Ev. —Louis se incorporó— Muchas gracias, de verdad. Te veo mañana en la escuela. —le sonrió, aunque el gesto no llegó a sus ojos, y se dio la vuelta para irse.

Evie suspiró. No quería meterse en todo el lío que implicaría rescatar a Phoebe y Daisy. Eso asumiendo que hubiera que rescatarlas... porque había que admitirlo, dos niñas, solas por tres meses... ¿cuáles eran las probabilidades de que hubieran sobrevivido por tanto tiempo? Se estremeció. Era un pensamiento horrible, pero también era lo lógico. A pesar de eso, se dijo a sí misma que haría cualquier cosa para ayudar a Louis, ya que nunca había visto a una persona lucir tan triste ni tan cansada como él. No podía ni imaginarse lo que debía de estar sintiendo su familia entera, y si podía ayudar a disipar el dolor, lo haría sin duda. Se paró de la banca, decidida a ir a buscar a Noelle y Tessa al instituto y convencerlas aunque tuviera que deberles mil favores. Sabía que probablemente lo harían sin pedir nada a cambio, ya que se trataba de ayudar a dos niñas pequeñas, pero nunca se puede estar lo suficientemente segura.

Lanzó una piedra al lago e inmediatamente se volvió para caminar en sentido contrario. De haberse tomado la molestia de voltear, habría visto que la piedra saltó tres veces antes de hundirse.

Vaya suerte.