One Love (Harry y tú)

Me desperté a las nueve, las obras aún no paran y esto es un martirio; miré con odio mi teléfono y fui directa a darme la ducha que me devolviera a la vida. Media hora después estaba vestida y maquillada ¿Para qué? Ni idea, solo eran las 9:30 de la mañana  y quería tener la mente distraída para no ir a encender el móvil así que salí a desayunar por ahí, hoy no trabajaba pero la verdad es que no sé ni el día que es; acabé en una cafetería en la acera de enfrente de Payne’s, me parecía un poco cínico ir como cliente a la cafetería donde trabajaba. Hice mi pedido y al ratito me lo trajeron, todo estaba riquísimo, a la mitad de mi desayuno me sorprendí al ver a Louis a través de la ventana saliendo de Payne’s, así que le hice señas y afortunadamente atraje su atención, esbozó una sonrisa de alivio borrando las arrugas de su fruncido ceño.

-¿Qué tal has dormido?-preguntó sentándose frente a mí.

-Lo poco que dormí, dormí bien.

-¿Y qué hacías que no estabas durmiendo, señorita?

-Debatirme entre apagar el móvil o contestar alguna de las doscientas llamadas de “Harold” y gritarle que eran las tres de la mañana en Londres-contesté como si le estuviera diciendo que hoy iba a llover; tranquila y relajada.

-Me estás tomando el pelo-dijo él riendo; voy a llamarlo a las tres de la mañana yo a él a ver si le sigue pareciendo tan divertido.

-Lo menos que hice fue reírme Louis-dije en un intento de que no se transformara en el niño burletero que era en realidad.

-De acueeeeeerdo…-dijo resignado aferrándose a su seriedad-¿Y qué era lo que quería a esas horas?

-No lo sé.

-¿No lo sabes?

-No contesté Louis.

-¡Esa es mi chica! Bueno, la chica de Harry pero tú me entiendes.

-No soy la chica de Harry, Lou-dije seca, quería serlo pero no lo era.

-Vamos, sí que lo eres.

-No lo soy.

-¡Claro que sí! Todo el que asistió al concierto de Ed puede confirmarlo-lo miré perpleja y antes de que pudiera decir nada él volvió a hablar-no creas que Ed solo es amigo de nuestro Harold.

-Vale, nos hemos besado ¿y qué? No soy su chica.

-Como quieras.

-Es más hoy he quedado para almorzar-Louis era digno de mi confianza y era un buen consejero, él y Eleanor eran exactos.

-¿Con un chico?-dijo molesto.

-Sí, con un chico ¿qué tiene de malo?

-A Harry no le va a gustar.

-Louis-dije derrotada, como si hablara con un niño pequeño. Parece que le duele más a él que a mí que Harry y yo pasemos el uno del otro-Harry y yo no somos nada, nos encariñamos demasiado rápido y eso es todo ahora él no está aquí y yo no voy a gastar mi tiempo esperando por él ¿no te parece lo justo? ¿qué yo siga con mis asuntos?

-Sí, claro que sí, pero tú no lo entiendes. Y si lo hicieras sería distinto.

-En vista de que tú no me lo vas a explicar, y no te juzgo por ello, seguiré sin entenderlo hasta que Harry se digne a aparecer y… ¿no quedamos en que no sacaríamos este tema más?

-Has empezado tú-dijo levantando las manos en señal de inocencia.

-Bueno… ¿qué hacías en la cafetería?

-Buscándote-dijo obvio.

-Hoy no trabajo Louis.

-Hoy es lunes…

-¿¡Cómo!?-empecé a recoger mis cosas y pagué la cuenta-no puede ser, ¿¡cómo me voy a olvidar!?
Ya estaba saliendo por la puerta cuando Louis me alcanzó agarrando mi brazo.

-¡Hey! tranquila, ya hablé con Karen, le conté que bueno con el rollo este de Harry…

-No, no, no, no y no, mi trabajo no, él no tiene nada que ver aquí y no puedo empezar a mezclar lo personal con lo profesional solo porque mis jefes sean los padres de Liam. Me voy a hablar con Karen y luego a recoger mis cosas a casa.

-De acuerdo, solo quería ayudar-dijo apenado.

-Lo sé y te lo agradezco-le di un beso en la mejilla y crucé la calle.

 Karen no aceptó mis disculpas e hizo caso omiso a mi insistencia por cumplir con mi horario. No quiero que Harry me afecte tanto pero todos a mí alrededor se comportan como si tuviera depresión porque él no me quiere, es totalmente absurdo. Pasé un rato hablando con Karen, asegurándole que estaba bien y que no era para tanto “es sólo un chico” le dije, pero ella me miró como “ya, claro”. Karen era mi madre inglesa y por desgracia, me conocía bastante.

Una vez de regreso a casa recogí un poco el salón y coloqué el sofá en el que anoche me había quedado dormida. Encendí el equipo de música, Love The Way You Lie se hizo presente en todo mi piso. Genial. Oigamos como Rihanna y Eminem discuten frente a una casa en llamas… pobre Megan Fox, está dentro; pero debo admitir que adoro esta canción.

That’s alright because I love the way you lie.


¿Amaba la forma en que Harry me mentía? Estaría mejor que no lo hiciera, pero sí. Tarareando la melodía y champurreando las partes de Eminem me dirigí a hacer la cama encontrándome con mi amado/odioso móvil, tome valor y lo encendí. No tardó en sorprenderme una llamada entrante antes incluso de que aparecieran los mensajes y llamadas perdidas: Harry.


You ever love somebody so much you can barely breathe…

No quería ser bruta aunque era él quien sostenía MI móvil en sus manos, así que me aproximé a la mesa y me senté donde antes con la intención de que él mismo reaccionara, y así fue.

-Estaba…sonando y…no paraba, entonces…emm, mejor toma. No iba a contestar ni nada-que mono, estaba todo rojo-han llamado dos veces-dijo pasándomelo.

-Gracias.

No contesté, no por Harry, me moría de ganas por responder pero no quería ser maleducada con Alex, así que ignoré la llamada; Harry sabía que había quedado. Continuamos hablando unos minutos más hasta que mi móvil comenzó a sonar; lo ignoré de nuevo. Cuando Thor quiso retomar la conversación, ahí estaba de nuevo la melodía asignada a Harry.

-Contesta si quieres, parece importante.

-Seguro que no lo es… Voy a contestar de todos modos-dije regalándole una sonrisa mientras descolgaba el teléfono.

-¿Sí?

-¿Interrumpo?

-Sabes perfectamente que si-sonreí irónicamente.

-Ups, se me había olvidado-contestó inocente.

-Ya claro-Alex estaba intentando no prestar atención a mi conversación mirando por la ventana; todo un caballero.

-¿Te estabas divirtiendo?

-Mucho, pero ya veo que tú te aburres.

-¿Quién es él?-ya empezamos.

-¿Con quién estás tú allí?-contraataqué ganándome una mirada curiosa de Thor.

-No evites la pregunta, vamos dime con quién estás ¿es guapo?

-Si-esto va para largo.

-Mmm ¿rubio?

-Sí.

-¿Ojos verdes?

-Azules.

-¿Te gustan más que los verdes?


-Me gustan más que los marrones.

-Estás evitando la pregunta otra vez-lo sé.

-Harry, estoy ocupada ¿qué te parece si llamas más tarde?-Thor frunció el ceño, pero se seguía viendo adorable.

-¿En diez minutos?-dijo jugando.

-En dos horas-exageré.

-¿¡Qué!? ¿¡Qué demonios van a hacer que necesitas dos horas!?

-¿Celoso?-eso lo murmuré, no me parecía apropiado coquetear con Harry teniendo un chico delante de mí.

-¡No! Solo curioso… ¿Qué van a hacer?-buen intento Harold.

-Tengo que colgar, tenemos un poco de prisa.

-¿Pero prisa para qué?

-Cosas-Alex se está aburriendo.

-Vale si estoy celoso ¿no me engañarías, no?

-No somos nada-recordé.

-Ya…-sonaba decepcionado.

-Hablamos más tarde Harry-me despedí.

-Te quiero-aquí vamos otra vez… Harry no colgó, estaba esperando una respuesta ¿lo quería? Creo que sí pero apenas nos vemos ¿Es suficiente? ¿Puedes querer a alguien a quién casi no ves? No paro de pensar en él a cada minuto del día, entonces… sí.

-No digas nada-dijo él, había tardado demasiado en dar mi respuesta y ya había colgado. Me dolió que colgara de esa manera, había esperado un “yo también te quiero” o “y yo” y no me atreví a decirlo. Tenía que empezar a quererme más; lloraba por él, armaba escándalos por él, soñaba con él y después me dice que me quiere y soy incapaz de decirle que yo a él también. Cualquier chica normal moriría porque el chico del que están enamoradas les dijera que la querían y yo le quiero… lo hago, le quiero… y voy y me quedo muda.

Olvidándome de Alex volví a marcar el número de Harry pero no contestó; y comprendí como se debió sentir él cuando yo no respondí ni una sola de sus llamadas. Sabía que no era la manera pero si no va atender mis llamadas haré lo que él no se atrevió a hacer. Mandar un mensaje.

*Coge el teléfono por favor, vamos a hablar*


Quise escribir un “te quiero” pero no me pareció que un mensaje de texto fuera la mejor manera para decirlo por primera vez fuera un estúpido e impersonal mensaje de texto.

*¿No estabas ocupada?*


Me había rebajado a suplicarle que me respondiera y me había rechazado. Harry Styles es el único chico que me ha hecho bajar de mi nube de orgullo y ahora le ha dado una patada dejándome perpleja. Nuestra conversación va a tener que esperar porque no voy a dejar al pobre Alex colgado.

-¿Problemas con tu novio?

-Oh, no, no es mi novio-dije pensativa-creo…


-¿Crees?-frunció el ceño.

-Es complicado.

-O sea que no son novios pero…-hizo una pausa-¿lo quieres?

-Si-esta vez no dudé.


-Entiendo…

-¿Ah sí?

-Claro-dijo riendo-¿quién no ha tenido una de esas relaciones?

-¿Una de esas relaciones?-¿él ha tenido una relación como la mía con Harry? ¿Tengo una relación con Harry?

-Sí, ya sabes; no son novios pero tú no saldrías con otro chico y a él ni se lo ocurriría mirar a otra chica-me reí con él, estaba en lo cierto.

-Pues sí, es una de esas conversaciones.

-¿Has tenido tú una de esas?

-Si…-su voz se entristeció, no sabía si debía preguntar.

-¿No salió bien?-dije algo tímida.

-Se llamaba Sam-empezó sonriendo amargamente, su vista se había clavado en un punto fijo cerca de su copa- fue hace dos años… estábamos muy enamorados, ella lo era todo para mí y me gusta creer que yo lo era todo para ella de igual manera. Estuvimos meses tonteando, era una relación como la que dices que tienes-me apuntó con desgana-para el día en que decidimos darnos una oportunidad y hacerlo oficial pensaba que jamás conocería a nadie como ella, y por eso comprendí que era ella, ya sabes… para siempre. Supe que la amaba y que quería pasar el resto de mi vida con ella al poco de hacerlo oficial pero claro, llevábamos tiempo conociéndonos y no había persona en el mundo a quien conociera mejor y que me conociera mejor; nunca le había abierto tanto el corazón a alguien como lo hice con Sam… Un sábado después de que ella terminara sus exámenes finales, fuimos a celebrar que iba a pasar a segundo de carrera. Fuimos a un club que era muy popular por aquel entonces, a Sam le encantaba bailar, lo daba todo en la pista, pero esa noche a parte de bailar bebió… y yo con ella; nos descontrolamos yo no podía ni decir mi nombre y el ambiente empezó a caldearse, Sam me pidió que nos fuéramos “Vamos a seguir la fiesta en casita” me dijo-Alex rió sin ganas al recordar el momento-sin pensármelo dos veces la llevé al coche y como todo un niñato irresponsable salí a la carretera…

Yo no sabía que decir, no hacía falta que me contará nada más, me lo podía imaginar y empecé a derramar lágrimas mientras a Alex se le aguaron los ojos y seguía mirando al mismo punto de antes.

-Los médicos dijeron que era un milagro que yo sobreviviera pero daría lo que fuera porque hubiera sido al revés. El mundo no es justo si ella no está aquí, no es bonito, no para mí y sin embargo el Sol sigue saliendo aunque ella no está; no hay nada más duro que ver que todo sigue igual cuando la persona a la que amas no está aquí, cuando tu propio mundo se ha derrumbado… y piensas ¿por qué? Pero tienes que aprender a sobrellevarlo o acaba consumiéndote.

No sabía que decir después de esa confesión… de todos modos ¿por qué me lo estaba contando? Nos acabamos de conocer.

-Debiste pasarlo fatal los primeros días Alex… lo siento mucho-no tenía más para decir así que le tome la mano que tenía sobre la mesa.

-Todos los días la tengo presente, no quiero que muera del todo aunque seguirá viva mientras yo lo esté, porque Sam está clavada en mi corazón. De todos modos-dijo recomponiéndose a una velocidad asombrosa-te he contado mi historia porque tal vez si Sam y yo no hubiéramos sido tan orgullosos y estúpidos al principio, si hubiésemos aceptado lo que sentíamos el uno por el otro desde que ambos lo empezamos a sentir… nos hubiéramos disfrutado más. Así que piensa bien lo que sientes por ese tal Harry-Alex ahora sonreía divertido, no rastro de la nostalgia que había mostrado antes por su difunta novia-No pierdas ni un solo segundo si tienes la oportunidad, porque daría todo el oro del mundo por un solo segundo junto a Sam.

Me sequé las lágrimas mientras Alex pagaba la cuenta, cuando ambos estábamos en pie lo abracé sin pensármelo.

-Gracias por contármelo y confiar en mi Thor-le susurré, me había afectado la historia-llamaré a Harry desde que llegue a casa y si no me quiere coger el teléfono haré todo lo que esté en mi mano para ponerme en contacto con él… debo decirle que le quiero.

-Traje el coche, ¿quieres que te deje ya en casa?

-Pero creía que íbamos a pasar la tarde juntos.

-Podremos quedar otro día, es más importante que vayas a hablar con él, créeme-contestó sonriéndome.

-De acuerdo.

Nos montamos en el coche y todo el camino fue cada uno pensando en sus cosas pero el silencio que se cernía sobre nosotros no era para nada un silencio incómodo. Me iba a bajar del coche tras despedirme de Alex cuando una idea cruzó por mi mente.

-Alex-no quería incomodarlo.

-Dime.

-¿Puedo…puedo hacerte una pregunta? Ya sabes sobre…

-Sí, claro, ya que te lo conté-dijo con una sonrisa radiante; este chico es un luchador habiendo pasado por todo eso y que sea tan carismático y sonriente, que contagie alegría asombra.

-¿Por eso no bebías aquella noche en la discoteca? ¿Y por eso te ocupaste de mí y me trajiste a casa?

-Sí, desde aquella noche no he bebido ni una gota de alcohol, ni siquiera recurrí a él para ahogar las penas, quería recordar lo ocurrido…es como un castigo ¿entiendes? No quiero olvidar lo que hice-confesó triste y a mí se me partió el corazón al conocer su historia al completo, aún estaba impactada.

-Ahora ve a llamar al afortunado y disfrútalo al máximo-me aconsejó regalándome una hermosa sonrisa que ocultaba la oscuridad de su pasado, lo abracé y fui directa a mi piso. Debo decirle a mi chico que lo quiero.

Entré corriendo al edificio, tenía que llamar a Harry ya. Subí corriendo las escaleras, no tenía tiempo de esperar a ese estúpido ascensor que tarda siglos en bajar; al pasar por el rellano del quinto piso me encontré con Lily la saludé de manera rara y le grité un “luego hablamos”, solo me quedaba un piso, mi corazón iba a mil por hora, llegué a mi puerta y no sabía ni que hacer ¡¡no se abría!! Tonta, si no usas la llave no vas a hacer nada. Mi grado de desesperación era bastante evidente y las malditas llaves no aparecían me estaba haciendo daño en el hombro de tanto escarbar en el bolso, así que, ni corta ni perezosa tiré todo al suelo exceptuando mi móvil que lo había mantenido en la mano todo el tiempo.

-Vamos, vamos-animé mientras revisaba todo el contenido de mi bolso en el suelo ¿dónde estaban?

Las encontré cerca del ascensor, a lo mejor no debí vaciar el bolso desde arriba…

Las recuperé y pillándome los dedos al introducirlas en la cerradura logré entrar en casa, no sin antes recoger mis pertenencias del rellano. Fui directa al baño, estaba nerviosa y en ese estado iba a darme un ataque al corazón si oía la voz de Harry, me di una ducha supersónica aprovechando para calmarme de la carrera; había hecho el ejercicio del día. Enfundada en mis pantalones de yoga y una camisa de manga larga fui al sofá y me relajé 2 segundos mientras buscaba el nombre de mi amado en los contactos; con una respiración profunda presioné la pantalla donde indicaba “llamar”.

Un pitido…

Dos pitidos…

Tres pitidos…

Se corta la señal.

¿¡Me ha cortado!? Bueno de cierto modo tiene sus razones, fui una idiota pero no voy a rendirme; la historia de Alex me ha llegado, no quiero arrepentirme de ser tan tonta dentro de un par de años.

Lo llamé y lo llamé, durante 2 horas no hice otra cosa más que eso, a la hora de estar intentándolo encendí la tele e hice zapping sin dejar de llamarlo. Cuando vi que eran las 5 de la tarde comencé a llorar como una niña pequeña y asustada ¿no me respondería las llamadas nunca? ¿No voy a volver a hablar con él?

Le mandé mensajes de que respondiera el teléfono pero sé que no los leerá: después de media hora de llamadas dejó de cortarlas para apagar el móvil. No me iba a dar por vencida, más que nada porque estaba asustada y desesperada y era muy consciente de que Harry no estaba aquí, no podía ir a su casa y exigirle que hablara conmigo. Me levanté de golpe tras pocos minutos de autocompasión, me sequé las lágrimas y corrí escaleras abajo para llamar un taxi.

Interminables minutos después llegué a mi destino, le pagué al buen hombre que no me hizo preguntas al escuchar mis sollozos, simplemente me dio un pañuelo que yo le agradecí con una temblorosa y tímida sonrisa. Toqué el timbre desesperada hasta que la azulada mirada que estaba buscando apareció en frente de mí con preocupación en ella.

-¿Qué pasa?-dijo preocupado al ver mi estado.

-Déjame tu móvil-demandé.

-Relájate primero, ¿para qué quieres mi móvil?-me agarró de los brazos y delicadamente me llevó hasta su salón e hizo que me sentara en el sofá.

-¡Déjamelo, Louis!-le rogué.

-¡No hasta que me digas que demonios te pasa!-se impuso, y yo, al darme cuenta de lo patética que me vería comencé a llorar de nuevo, lo que hizo que Louis se sentara a mi lado. Le conté todo mientras él sobaba mi pelo en un vano intento por consolarme pero el único que me podría consolar ahora era él, solo él, solo Harry.

Tú eres quien me hace llorar, pero solo tú me puedes consolar.


La estrofa de una canción de Malú voló hacia mi mente haciéndome sollozar más fuerte. Mi subconsciente me odia.

-¿Y para qué quieres mi teléfono de todos modos?-insistió Louis.

-A… a lo mejor si ve tú número en vez del mío en el identificador…responda-le dije confesando mi última esperanza.

-Pero pequeña, ¿no dices que lo tiene apagado? ¿de qué te servirá?

Tenía razón, no había pensado en ello ¿qué perdía por intentarlo? Miré a mi amigo con ojitos tiernos, rogándole en silencio.

-De acuerdo…-desistió.

Me pasó su móvil y sin perder el tiempo marqué el número que ya había memorizado; mi corazón retomó el ritmo desesperado que tenía unos minutos atrás y contuve de nuevo la respiración sin darme cuenta, Louis me miraba expectante. Mi cara cambió cuando la voz robótica me decía que el teléfono al que llamaba estaba apagado o fuera de cubertura.
 
Tras intentar un par de veces más con el teléfono de los demás chicos (sí, fui a buscarlos) me fui a mi casa agradeciéndoles la ayuda mil veces, de camino al edificio le mandé mil mensajes aunque en ninguno le dije que le quería; no se lo diría por un mensaje, esto era importante y esa noche, hasta que mi consciente me lo permitió lo llamé cuantas veces pude. Siempre sin contestación.
 
PUM…PUM…PUM…PUM…PUM…
 
El ensordecedor ruido no cesaba; había acabado quedándome dormida a eso de las 4:30 y en mi estado de desolación y autocompasión, no quería que me molestaran. Era un sonido metálico muy fuerte, como chatarra; como si Louis estuviera encima de mi cama aporreando dos calderos, los chicos me habían dicho que solía despertarlos de esa manera cuando ellos no querían despertar y juro que si de alguna manera Louis ha entrado en mi casa y está haciendo eso… Eleanor se va a quedar sin novio. Con todo el esfuerzo del mundo miré las manecillas de mi despertador: 9:30. Señor, solo he dormido cinco horas, no soy persona si no duermo al menos siete. Mi mente se fue despertando y oí con más atención: efectivamente, sonaba a chatarra, chatarra en mi oído, pero Louis no estaba por ninguna parte y eso me alivió muchísimo; pero ese sonido lo conozco yo… ¡Es el timbre! ¿Quién llamaba a las 9:30? En mi país eso es de mala educación, o al menos en mi casa, porque yo estoy durmiendo.

Me levanté como un rayo, ya que me habían despertado abriría la puerta y le diría al gracioso que se fuera por donde ha venido. Me puse de manera rápida la ropa que tenía ayer que aún estaba tirada sobra la silla de mi dormitorio e ignorando mis ojeras enormes, recorrí el pasillo en dirección a la puerta. En el vistazo rápido que me eché en el espejo puede ver a una (Tn__) un tanto deteriorada, mis ojos estaban rojos  e hinchados de tanto llorar, aún quedaban rastros de las lágrimas que derramé durante toda la noche, mis ojeras contrastaban con mi piel que ahora estaba pálida por la falta de sueño; en resumen, un auténtico desastre.
Mientras me dirigía a la puerta el timbre no dejó de sonar y aparte de tocarme la moral, ya me estaba preocupando, quizá era Lily preocupada por mi extraño comportamiento, o quizá alguna de las chicas. Tomé el pomo de la puerta entre mis manos y tiré, jamás imaginé que fuera esa persona la que estaba tras la puerta.

Me llevé las manos a mi boca, ahogando un sollozo, no lo podía creer. Me miraba desde su altura, su expresión nerviosa pero totalmente pasiva no se perdía ni una de mis reacciones ni los sentimientos que cruzaron por todo mí ser en una milésima de segundo; pero aunque su rostro era agradable y amable, no había rastro de la sonrisa que tanto amaba. Como si todo se tratara de un sueño levanté una mano con cuidado y posé mi dedo índice en el lugar donde aparecería uno de los dos hoyuelos que tanto anhelaba, si la persona que estaba frente a mí sonriera; su mirada, que segundos antes había estado analizándome de arriba abajo, ahora se clavó en mi ojos. Yo ya no tenía ni una sola lágrima que derramar, y menos si el causante de todas ellas se encontraba en el umbral de mi puerta; con un suave movimiento de su cabeza hizo que mi dedo cayera desde su mejilla hasta su pecho, di un paso adelante para asegurarme de que de verdad esto estaba sucediendo, y al sentir su calor corporal tan real y cercano a mí no dudé; él esbozó una sonrisa de medio lado, una de esas con la firma de Zayn Malik, pero este para nada era Zayn, era Harry… mi Harry.

-¿Q-Qué ha-haces…?-cuando quise hablar con él no tuve en cuenta el gran nudo que se había formado en mi garganta y para colmo mi voz estaba ronca de tanta llantina.

-¿Qué hago aquí?-me ayudó él, a lo que yo asentí.

-No me cogías el teléfono…-la voz se me fue quebrando, haciendo que la última palabra fuera un susurro apenas perceptible.

-En los aviones te obligan a apagar el móvil. Intenté decirle a la azafata que el amor de mi vida no paraba de llamarme… pero no me escuchó-dijo simple, como es él, enseñándome sus perfectos dientes al esbozar finalmente la sonrisa que tanto había añorado.

Se me escapó un sollozo que llevaba impreso miles de sentimientos, entre ellos la sorpresa de que Harry se haya pasado la noche metido en un avión para venir a verme y esa haya sido la razón por la que no contestaba a mis llamadas.

-Cuando apagué el móvil tenía como 6 llamadas perdidas tuyas… la verdad es que no quería contestarlas-admitió bajando la cabeza- pero no sabes la sorpresa que me he llevado al encenderlo esta mañana y ver que tenía 203 llamadas y 57 mensajes-añadió elevando una ceja, y me dieron ganas de abofetearle; no era el momento de ponerse arrogante.

-Pa-Pasa, y hablamos mejor-murmuré apartándome de la puerta pero Harry me ignoró y continuó hablando.

-Iba a volver en una semana pero al decirte que te quería-se me cortó la respiración-y cuando tú no me contestaste-ahora él tomó una gran bocanada de aire-me desesperé, llamé a Gemma-confesó sonrojado-me dio una tremenda charla sobre el amor y los arrepentimientos.

Sacó las manos de los bolsillos de sus vaqueros, donde las había mantenido cubiertas y agarró las mías.

-Pero no me fue de ninguna ayuda llamarla, yo sabía muy bien desde antes que no quiero perderte, y mientras pueda no lo haré, lucharé por ti (Tn__), porque sé que puedo ser cabezota y celoso y sé que te he estado ocultando cosas cuando pretendo ganarme todo tu cariño y amor; porque eso es lo que quiero, que me llegues a decir te quiero con la facilidad con la que te lo puedo decir yo a ti. Puede que sea apresurado pero quiero intentarlo contigo, algo serio, nada de coqueteos de secundaria; te quiero, déjame intentarlo…

Yo solo estaba ahí parada, mirándolo, quería gritarla ya mismo que lo quería no tenía duda alguna, pero dejaría que terminara de hablar.

-Como ya te he dicho soy cabezota, a veces celoso, fiestero y coqueto-lo miré con reproche pero burla a la vez-pero si te tuviera a ti… si quisieras entrar en mi vida (Tn__) podré decirle a las chicas que llevan un bonito vestido o que tienen el pelo más brillante; pero no tendré ojos para nadie más que tú. No te garantizo que seré el novio perfecto, no he tenido muchas relaciones serias pero estoy cansado de estar solo, así que, por favor… No me dejes ir.


Eso fue demasiado para mi ¿Dije antes que no me quedaban más lágrimas? Pues bien, tenía algunas en reserva que ahora mismo corren sin control por mis mejillas. Me perdí en sus ojos hasta que él comenzó a removerse, cuando me di cuenta Harry tenía su guitarra en posición; ni me había percatado de que llevaba la guitarra a la espalda. Lo miré con confusión y él me sonrió ampliamente a la vez que me guiñaba un ojo, fue entrando al apartamento mientras comenzaba a tocar los primeros acordes de una canción que me era vagamente familiar.

Now you were standing there right in front of me,
I hold on it’s getting and harder to breathe,
All of sudden these lights are blinding me,
I never noticed how bright they would be


La música suave unida a su angelical voz despertaba mil cosas en mí y el vacío que sentía todas estas semanas sin él, se vio reemplazado por un calor intenso que hizo que me diera cuenta que era él, sin duda. No dejaré que me pase lo que a Alexander, a él tampoco le gustaría; por lo que seré valiente de una buena vez y le demostraré a este chico lo mucho que me importa.

I saw in the corner there is a photograph,
No doubt in my mind it’s a picture of you,
It lies there alone in its bed of broken glass,
This bed was never made for two


Continuaba cantando mientras se adentraba en mi piso y con un movimiento de cabeza me indicó que fuera al salón, donde él se encontraba ahora, y me sentará en el sofá.

I’ll keep my eyes wide open
I’ll keep my arms wide open


Dijo sin parar de asentir con una sonrisa estúpida en su rostro.

Don’t let me
Don’t let me
Don’t let me go
‘Cause I’m tired of feeling alone


Yo lo miraba con una sonrisa de boba enamorada y reía ante los pequeños pucheros que hacía.

Don’t let me
Don’t let me go,
‘Cause I’m tired of feeling alone


En un movimiento rápido estaba sentado a mi lado, preparado para cantar la siguiente estrofa mirándome directamente a los ojos:

I promised one day I’d bring you back a star…
I caught one and it burned a hole in my hand
Oooh
Seems like these days I watch you from afar
Just trying to make you understand


Tanto él como yo nos estábamos emocionando, Harry miró hacia el techo.

I’ll keep my eyes wide open, yeah.


Era temprano por la mañana y aquí estaba yo, con mi chico en el sofá mientras me cantaba que le diera una oportunidad y que no le dejara. ¿Se podía ser más tierno?

Don’t let me
Don’t let me
Don’t let me go
‘Cause I’m tired of feeling alone
Don’t let me
Don’t let me-Harry paró la vibración de las cuerda de la guitarra, haciéndome dar un pequeño respingo.

-No aguanto más preciosa-se quitó apresuradamente la correa de la guitarra dejándola a un lado en el sofá.
Se acercó más a mí y aprisionó mis mejillas entre sus manos, acunando mi cara, me miró a los ojos para luego fijar su verdosa mirada en mis labios, relamió los suyos y tras una corta mirada al marrón de mis ojos con la que me pedía permiso…me besó. Me besó y juro que yo volví a la vida. Sus cálidos labios acariciaron los míos con la delicadeza de la seda, con el cuidado de quien trata con fina porcelana y con la pasión de dos amantes de que han estado separados demasiado tiempo; Harry me quería y yo a él y ahora estábamos juntos, entonces recordé algo.

-Te quiero-dije apartándome milímetros de su boca-te quiero, te quiero, te quiero-confesé entre los besos de mi amado.

-Y yo a ti pequeña-sonrió para volver a atacar mi boca, esta vez con más fuego, su  lengua se introdujo en mi boca y ambas danzaban demostrando cuanto nos habíamos echado de menos; Harry deslizó sus manos hasta mi cintura y me estrechó un poco más hacia él, yo acaricié sus brazos y enredé los míos en su cuello aprovechando para jugar con el largo pelo de su nuca, lo que hizo que Harry profundizara el beso soltando un leve gemido que envió calor a donde no debía enviarlo… Me separé de él en busca de oxígeno pero le sostuve la mirada, esa mirada con la que había soñado todas y cada una de las noches desde que lo conocía.

-Se mi novia-soltó.

Yo lo miré anonadada, hoy es sin duda uno de los días más felices de mi vida, antes de emitir algún sonido él se me adelantó.

-O sea… si quieres… ¿quieres? Podemos tener citas antes si quieres o-ahora lo interrumpí, creo que no le queda claro que no pienso perder ni un solo minuto a su lado.

-Sí, claro que si-contesté y una radiante sonrisa iluminó su bello rostro, creo que yo me veo igual que él.

-¿Sí?-exclamó.

-Por supuesto, te quiero-dije dándole un corto beso en los labios.

-Te quiero-susurró él para volver a besarme.

Cuando nos separamos sacó su móvil, presionó unos cuantos números y activo el altavoz.

-¡HA DICHO QUE SI! ¡ES MI NOVIA! ¡YA TENGO CHICA, PRINGADOS!-gritó al altavoz y pude reconocer entre la bulla formada al otro lado la voz de todos los chicos quejándose de que los había despertado pero que igualmente se alegraban, Harry se rio de ellos y los mandó a la mierda de manera cariñosa; cuando cortó guardo el teléfono en su bolsillo y volvió a dirigir su mirada a mí.

-Antes de que tú misma me las pidas, debo darte unas cuantas explicaciones.

-Sí, para que esto marche bien lo único que te pido es que seas sincero conmigo Harry, no me mientas, y eso incluye no ocultarme cosas-él asintió-así que empieza por decirme que es lo que hacías en América por favor.

-Claro...-se aclaró la garganta, preparándose para comenzar- verás, hay una chica, Kendall-abrí mis ojos como platos, más vale que se explique mejor- para mí no significa nada, ya te he dicho que solo estás tú-dijo acogiendo mis manos entre las suyas-lo que hacía en América era…bueno, salir con ella…dejarnos ver juntos en público, dar a conocer nuestra relación.

-Pero acabas de decir que-

-Shh, déjame acabar.

-Lo siento.

-Por supuesto no existe ninguna relación, el tema es que ella está a punto de lanzar una línea de ropa y Modest hizo una especie de trato con ella, bueno más bien con su madre. Tuvieron la genial idea de que la publicidad nos vendría bien a ambos; por mi parte daría de qué hablar y la banda estaría en boca de todos y para ella bueno, ella era la única beneficiada desde mi punto de vista. Yo no quería publicidad, no quería seguir con la imagen de mujeriego que me han querido dar; “tú eres el único que no está implicado con nadie, Harry” Esas fueron sus palabras, pero al parecer no se daban cuenta de que si seguía haciendo esta clase de paripés, jamás me podría “implicar con nadie” como ellos dicen. Entonces llegaste tú y odié cada segundo de más que me hicieron pasar lejos de ti, apuesto a que estarán como locos llamándome, por eso tengo el móvil en silencio.

-¿No saben que estás aquí?

-No, los managers no tienen por qué controlar cada paso que doy, y si quiero venir a visitar a mi novia estoy en todo mi derecho ¿no crees?

-Por supuesto- dije recibiendo el casto beso que depositó en mis labios. Me estoy haciendo adicta a sus mimos.


-Lo malo es que el tema de Kendall debe seguir un poco más.

-¿Qué? ¿Por qué?-no lo pienso compartir.

-Ya he presionado a todo el que tenía que presionar para acortar el tiempo y terminar con toda esta tontería, tengo mi vida y quiero estar con la persona que quiero, no con una niña de papá; pero al menos 2 semanas más tendremos que aguantar.

-No me gusta-dije haciendo un puchero, odiaba todo esto pero no podía pagar mi enfado con el pobre Harry.

-Ni a mi cielo, te mereces tu lugar y yo te lo voy a dar. Ahora que ya sabes todo ¿Qué tal si dejamos de hablar de Kendall y te dedicas a darme besitos?-movió sus cejas como todo un ligón y me tiré sobre él para complacerle mientras se mordía el labio inferior. Este hermoso y perfecto chico era mío, solo mío.