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La amante prohibida del jefe (Nick&tu)
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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La amante prohibida del jefe (Nick&tu)
Nombre: La amante prohibida del jefe
Autor: Miranda Lee
Adaptación: Si
Género: Hot & Romantico
Advertencias: Las mismas de siempree(:
Autor: Miranda Lee
Adaptación: Si
Género: Hot & Romantico
Advertencias: Las mismas de siempree(:
El matrimonio no figuraba en sus planes... pero tener una amante sí.
Cuando Nicholas Jonas compró aquella empresa, tenía pensado quedarse también con la bella recepcionista. Pero el despiadado magnate no tardó en descubrir que su dinero nunca podría comprar a _________. Aquélla era la primera mujer en mucho tiempo que no quería llevarlo al altar.
No, sería una historia puramente sexual. Pero las negativas de ______ no hacían más que aumentar el deseo de Nicholas. Conseguiría que ella también lo deseara… no iba a descansar hasta que la tuviera en la cama, implorándole…
No, sería una historia puramente sexual. Pero las negativas de ______ no hacían más que aumentar el deseo de Nicholas. Conseguiría que ella también lo deseara… no iba a descansar hasta que la tuviera en la cama, implorándole…
__________________________________________________
bueno chicas esta es mi nueva novee(:
veo 3 comentarios & suboo la primera parte del capitulo(:
las qieroo
palabraa de jonathiqaa-lovathiqaa!!
heyIt's Egla Lovato Jonas
Re: La amante prohibida del jefe (Nick&tu)
Nueva lectora!!
Me encanto el prologo
Siguela :D
Me encanto el prologo
Siguela :D
raqel d' Jonas(NJJ<3
Re: La amante prohibida del jefe (Nick&tu)
raqel d' Jonas(NJJ<3 escribió:Nueva lectora!!
Me encanto el prologo
Siguela :D
Gracias linda por leer mi novee(:
solo esperemos a dos mas para poder iniciarla(:
palabraa de jonathiqaa-lovathiqaa!!
heyIt's Egla Lovato Jonas
Re: La amante prohibida del jefe (Nick&tu)
Hey! yaaqaa comienza!!! dos capitulos no seas malaaaa!:)
MaferCastilloJonas
Re: La amante prohibida del jefe (Nick&tu)
MaferCastilloJonas escribió:Hey! yaaqaa comienza!!! dos capitulos no seas malaaaa!:)
Hola lindaa gracias por leer mi nove solo una mas(:
para iniciar(:
heyIt's Egla Lovato Jonas
Re: La amante prohibida del jefe (Nick&tu)
shamm escribió:nueva lectoraa!
ME ENCANTO siguelaaaa :D
hola!
gracias por leer mi novee(:
por ti empezamos(:
iia les posteo una partee(:
palabraa de jonathiqaa-lovathiqaa!!(:
heyIt's Egla Lovato Jonas
Re: La amante prohibida del jefe (Nick&tu)
Nueva LectorA!
con solo la sinopsis ya me encanto!
Tienes que subir el primero por te voy asesiar!
Te quiero y besos
con solo la sinopsis ya me encanto!
Tienes que subir el primero por te voy asesiar!
Te quiero y besos
Sunny
Re: La amante prohibida del jefe (Nick&tu)
Nueva & Fiel lectora!
Se ve interesante, seguila! :D
Se ve interesante, seguila! :D
Daai.Jonas.Lovato
Re: La amante prohibida del jefe (Nick&tu)
Capítulo 1
__________ no dejó de nadar hasta que hizo veinte largos. Satisfecha con la sesión de ejercicio, se acercó al borde de la piscina y se agarró a los brillantes pasamanos de la escalerilla. Mientras salía del agua fijó la mirada en su muslo izquierdo y en las marcas blancas que lo surcaban.
En esa ocasión, no apartó la mirada, como acostumbraba a hacer. En su lugar se obligó a estudiar con detenimiento las cicatrices a la luz del sol de la mañana.
Se habían suavizado bastante durante los dos últimos años pero nunca desaparecerían del todo, aceptó mientras salía del embaldosado que rodeaba la piscina y agarraba su toalla.
Suspiró. No quería preocuparse por las cicatrices. Resultaba patético inquietarse por unas miserables cicatrices cuando el accidente de coche que las había provocado le había costado la vida a su madre.
No había nada comparable con esa tragedia, ni siquiera que David la hubiera abandonado a los pocos meses del accidente, a pesar de que ella todavía seguía destrozada.
__________ agarró con fuerza la toalla y frotó enérgicamente las cicatrices mientras recordaba la expresión de la cara de David cuando vio por primera vez la pierna señalada. Había sido una expresión de completa repugnancia.
Cuando había vuelto del hospital a casa, David había estado poniendo excusas durante semanas para no hacer el amor con ella hasta que, al final, le había anunciado que quería el divorcio, alegando que ella había cambiado.
Y ________ estaba de acuerdo en que había cambiado. Durante los largos días de dolor del hospital había descubierto una persona distinta en su interior. Le gustaba pensar que era una persona mejor, alguien con más carácter, perspicacia y compasión.
David le decía que se había vuelto demasiado seria y que ya no era divertida. ________ intentaba explicarle que acababa de perder a su madre, que era normal que estuviera triste, pero sus argumentos no le convencían. Su abandono no había tenido ninguna relación con su cambio de personalidad, pensó con amargura. Sólo tenía que ver con sus cicatrices. Y con la cojera. Con el tiempo se había recuperado de la cojera, pero las marcas nunca desaparecerían. Ni las cicatrices de las piernas ni las de su corazón. Al final habían llegado a un acuerdo y habían quedado en buenos términos. Al fin y al cabo, ¿qué mujer quería seguir casada con un hombre que no podía soportar que su esposa no fuera físicamente perfecta?
_______ lo era antes del accidente. Al menos eso era lo que le habían dicho toda la vida. _________ era la viva imagen de su madre. Rubia natural de ojos verdes, piel y dientes perfectos, una hermosa figura y un rostro precioso. Había crecido dando por sentados su herencia genética y su estilo de vida privilegiado.
Como hija única de uno de los agentes de bolsa más cotizados de Sydney, nunca le había faltado de nada. Mimada toda la vida, su consentida educación la había convertido en una princesa de la alta sociedad que había llegado a creerse que el mundo era su propio reino. Trabajar para vivir nunca había formado parte de la agenda de ________ Bloom. Tenía una asignación mensual además de su tarjeta de crédito. ¿Para qué trabajar de nueve a cinco en cualquier empleo aburrido?
Cuando alguien le preguntaba que a qué se dedicaba, ella solía responder que era aspirante a escritora, una ambición menor que había tenido el último curso en el colegio después de que la profesora de Lengua hubiera alabado una de sus redacciones. Se había apuntado a un curso de escritura de ficción, se había comprado un ordenador y había empezado una novela rosa que era poco más que un diario de su propia vida. Con la perspectiva dada por el tiempo. __________ había llegado a considerarla bastante tonta y superficial.
Cómo podía ser de otra manera cuando su vida había sido bastante tonta y superficial, todos los días llenos de compras, comidas benéficas y largas horas pasadas en salones de belleza arreglándose para salir por la noche. Para cuando había cumplido veintiún años había estado en más fiestas, estrenos y cenas de etiqueta de los que podía contar.
Enamorarse de David y casarse con él había sido la guinda de su aparentemente interminable pastel David era atractivo, encantador y rico. Muy rico. La familia de ________ no se relacionaba con otro tipo de gente.
David tenía treinta años cuando se habían casado, el heredero de una impresionante fortuna hecha con diamantes. Ella tenía veintitrés.
Llevaban sólo seis meses casados cuando había sucedido el accidente. Demasiado poco tiempo para que David hubiera dejado de quererla. _______ había llegado a la conclusión de que no era para él nada más que algo decorativo que mostrar de su brazo, una propiedad que había valorado mientras era de una perfección resplandeciente. En cuanto había tenido un defecto, había dejado de quererla.
—La Señora B. dice que su desayuno estará listo en diez minutos. —gritó una voz masculina.
____________ vio a su padre inclinado sobre el balcón de la habitación principal.
Llevaba puesta su bata azul marino de seda y lucía un bronceado fruto de un verano dedicado a nadar y pasear en yate. Su padre aparentaba muchos menos años de los sesenta y dos que tenía. Por supuesto se mantenía en forma en el gimnasio de casa. Un cabello abundante y cuidadosamente teñido de castaño también ayudaba.
—Es la única razón por la que vuelvo a casa cada fin de semana, ¿sabes? —dijo ________—. Por la cocina de la señora B.
Era mentira, claro. Volvía a casa cada fin de semana para estar con su padre y disfrutar de su cariño paternal. Pero no quería vivir en casa de su padre siete días a la semana. Ryan Bloom tenia una personalidad demasiado dominante y _________ sabia que acabaría cediendo en todo como le había pasado a su madre Aunque sus padres habían sido un matrimonio feliz, estaba bien claro quién dominaba en su relación.
—Tonterías —replicó su padre—. Estás flaca como el palo de una escoba.
—Nunca se está demasiado delgada. —ironizó _________.
—Ni se es demasiado rico. —su padre terminó la frase por ella—. Lo que me recuerda, hija, que tengo que hablar de algo importante contigo durante el desayuno, así que mueve las piernas.
—¿La buena o la mala?
Intentar que su padre no se preocupara por sus cicatrices se había vuelto un hábito. No quería que supiera cuánto le preocupaban todavía, ni que ésa era la razón por la no había vuelto a ir a la playa o a nadar en otro sitio que no fuera la piscina de casa donde sólo podían verla su padre o la señora B.
—Muy gracioso. —respondió su padre con un guiño, y desapareció dentro de la casa.
________ se echó la toalla sobre los hombros y subió a su dormitorio, una de las seis habitaciones que había en el segundo piso de la mansión donde se había criado, en Vaucluse, una zona residencial muy exclusiva a las afueras al este de Sydney.
Poco después de la muerte de su madre, su padre había pensado en vender la casa y comprar otra en otro sitio, pero _______ había conseguido hacerle abandonar la idea. Era agradable tener alrededor las cosas de su madre y sentir su presencia en las habitaciones.
Mientras se duchaba, se le ocurrió pensar que quizá su padre había cambiado de opinión sobre la casa. A lo mejor quería venderla todavía y era de eso de lo que quería que hablaran durante el desayuno.
«No le dejaré», pensó mientras salía de la ducha. «¡Lucharé por la casa hasta la muerte!».
Un par de minutos después, bajaba corriendo las escaleras, vestida con un vaquero azul y un top rosa. El pelo, todavía mojado, lo llevaba recogido en una coleta.
A Ryan le dio un vuelco el corazón cuando vio entrar a su hija corriendo en el comedor. ¡Cómo se parecía a su madre! Era como ver a Cassie cuando tenía veinte años.
—Si has pensando en vender esta casa, papá. —soltó ______, mirando a su padre mientras se sentaba a la mesa—, tendrás que volver a pensártelo.
Ryan suspiró. Se parecía a su madre en el físico, pero no en el carácter. Cassie había sido una mujer dulce siempre sometida a él.
________ parecía dulce y delicada. Cuando era más joven incluso había sido dulce, pero durante el último año y medio se había vuelto mucho más asertiva e independiente. No exactamente dura, pero sí franca y con carácter.
Pero ¿quien podía culparla? David era en gran parte responsable por haberla abandonado caprichosamente cuando más lo necesitaba. Ese hombre era una comadreja, un cobarde. Ryan le escupiría si lo tuviera a su alcance.
Su hija había tenido dos alternativas durante esa temporada horrible: hacerse pedazos o desarrollar una piel más gruesa.
Durante algún tiempo había estado muy afectada, pero Ryan estaba muy orgulloso de que _______, al final, se hubiera rehecho y tirado para delante.
—No, _________… —respondió, sonriendo—. No voy a vender la casa. Sé cuánto la quieres.
El alivio de ________ fue sólo momentáneo. Entonces, ¿de qué quería hablar su padre con ella?
—Entonces, ¿qué pasa? —le preguntó mientras tomaba una tostada de la bandeja de plata—. No irás a organizar un lío por lo de mi trabajo, ¿verdad? Pensaba que estabas orgulloso de que tuviera un empleo.
Quizá «sorprendido» fuera la palabra que mejor describía la reacción de su padre cuando ________ le había comunicado, hacía un año ya, que estaba buscando trabajo. Su aturdido padre le había preguntado qué pensaba que podría hacer ella.
—Incluso las camareras tienen que tener experiencia en estos días. —le había dicho.
________ había entendido su escepticismo después de escribir su curriculum. Porque no había mucho que pudiera poner en él, excepto un certificado de su muy mediocre paso por la escuela superior, además de un cursito breve de escritura creativa. No tenia ninguna cualificación para un empleo más allá de sus habilidades sociales, su presencia y unos limita dos conocimientos de informática. Por lo que el único empleo que había sido capaz de encontrar después de interminables entrevistas fue el de recepcionista. Y ni siquiera en un ostentoso negocio en la ciudad. Trabajaba en una empresa de productos cosméticos que tenía su fábrica y su oficina en Ermington, un barrio industrial situado al oeste de Sydney.
—Estoy orgulloso de que consiguieras ese trabajo —insistió su padre—. Muy orgulloso.
La señora B. interrumpió su conversación al entrar con un plato lleno de huevos revueltos, picadillo, tomates fritos y beicon.
—Tiene un aspecto delicioso, señora B. —alabó ________ al ama de llaves de su padre mientras dejaba el plato delante de ella.
___________ agradecía en su interior no poder disfrutar del desayuno de la señora B. más de un día a la semana, si no, tendría un trasero como un autobús.
—Sólo quiero que se lo coma todo. —dijo la señora B. con un guiño—. Se está usted quedando muy delgada, señorita.
—No podrás cazar otro marido con ese aspecto. —apostilló su padre.
___________ podría haber dicho que rechazaba varias propuestas de cita todas las semanas. Pero se limitó a sonreír con dulzura y se entrego a la comida con apetito hasta que la señora B. salio de la habitación.
Entonces dejo los cubiertos en el plato y miro directamente a su padre.
—No tengo intención de volverme a casar, papa.
—¿Qué? ¿Por qué no?
—Tú sabes por qué no.
—No todos los hombres son tan débiles como David —refunfuño—. Tu eres una joven preciosa. __________ deberías tener un marido. Y niños.
—No quiero discutir sobre esto, papá. Sólo quiero que sepas mis sentimientos al respecto, así que no quiero escuchar este tipo de comentarios nunca más.
—Cambiarás de opinión. Algún día conocerás al hombre adecuado y te enamorarás de él. La naturaleza seguirá su curso. Recuerda mis palabras.
_______ reprimió un suspiro. Había estado recordando las palabras de su padre toda su vida. Lo quería profundamente, pero en los dos últimos años se había dado cuenta de que era increíblemente autoritario y que se creía el mejor en todo.
—¿Querías hablar de algo conmigo? —preguntó mientras tragaba—. Supongo que no tendrá nada que ver con si vuelvo o no a casarme. Me pareció que querías hablarme de dinero. Lo que me recuerda que tampoco quiero que empieces a decirme otra vez lo que puedo o no puedo hacer con las rentas de mi fideicomiso. Con ese dinero puedo hacer lo que me plazca. Mamá no puso condiciones en su testamento. Si quiero regalarlo todo, puedo hacerlo. Todavía no quiero. De momento tengo que emplear algo siempre para llegar a fin de mes.
—No me extraña—dijo su padre—. Por lo que recuerdo, sólo ganas una miseria.
—Las mujeres de la fábrica ganan bastante menos —puntualizó _______—. Y algunas de ellas incluso mantienen una familia con ese salario. Mi objetivo es mantenerme sólo con mi sueldo. Será bueno para mi carácter ver cómo vive la otra mitad del planeta. Con mis ingresos, tendré que dejar de beber champán y aficionarme a la cerveza. Y ahora, dime, ¿de qué querías hablarme? —preguntó mientras comía un pedazo de beicon.
—Cómete el desayuno primero. Veo que estás disfrutando con él. Hablaremos con el café.
La curiosidad de _________ era intensa para cuando dejó su plato vacío y levantó la taza de café.
—Bueno... —dijo después de un par de sorbos-, adelante con ello.
—¿Qué sabes de la absorción de Beville Holdings?
—¿Qué? ¿Me estás diciendo que es un negocio cerrado? —preguntó ________, alarmada. Hasta ese mo¬mento lo único que había oído en el trabajo era que había rumores de una posible absorción. Muchos de los compañeros de _________ estaban bastante preocupados.
___________ había escuchado de más de una fuente que cuando había absorciones de empresas éstas estaban invariablemente sujetas a «reestructuraciones». había estado charlando el viernes con uno de los nuevos representantes, un hombre muy agradable, con esposa e hijos pequeños. Le había dicho a ________ que la nueva dirección siempre recortaba el personal, y la política habitualmente era que el primero en irse era el ultimo que había llegado, sin reparar en la capacidad. Aparentemente, Peter había perdido su anterior trabajo de este modo y estaba preocupado de que pudiera volver a ocurrirle lo mismo
—Si, es un trato cerrado. -confirmó su padre—. Hay un articulo al respecto en la sección de economía del periódico del domingo; además de una foto de tu nuevo jefe, Nicholas Jonas.
—Nicholas Jonas. —repitió _______ sin mucho entusiasmo—. No he oído nunca hablar de él -_______ podía haberse incorporado muy tarde al mundo del trabajo, pero en casa de su familia se habían celebrado miles de cenas en las que continuamente se hablaba sobre los responsables de toda clase de chanchullos del mundo de los negocios cuyas caras solían aparecer en los periódicos.
—Casi nadie ha oído hablar de él. —informó su padre—; mantiene un perfil muy bajo en los medios.
—Enséñamelo —dijo ella.
Su padre le pasó el periódico.
—¡Dios mío! —exclamó _________. Esperaba ver la foto de un hombre de mediana edad y bastante gordo.
Los magnates de las absorciones casi nunca eran jóvenes o delgados. Ni así de guapos.
Algo dentro de ________ se tensó cuando sus ojos se encontraron con los de Nicholas Jonas. Eran unos ojos de color marrón oscuro, profundos y protegidos por una cejas tan rectas y firmes como su boca tenía el pelo negro y ondulado, peinado hacia atrás, sin raya. La nariz recta y la mandíbula cuadrada con un pequeño hoyuelo en la barbilla
En esa ocasión, no apartó la mirada, como acostumbraba a hacer. En su lugar se obligó a estudiar con detenimiento las cicatrices a la luz del sol de la mañana.
Se habían suavizado bastante durante los dos últimos años pero nunca desaparecerían del todo, aceptó mientras salía del embaldosado que rodeaba la piscina y agarraba su toalla.
Suspiró. No quería preocuparse por las cicatrices. Resultaba patético inquietarse por unas miserables cicatrices cuando el accidente de coche que las había provocado le había costado la vida a su madre.
No había nada comparable con esa tragedia, ni siquiera que David la hubiera abandonado a los pocos meses del accidente, a pesar de que ella todavía seguía destrozada.
__________ agarró con fuerza la toalla y frotó enérgicamente las cicatrices mientras recordaba la expresión de la cara de David cuando vio por primera vez la pierna señalada. Había sido una expresión de completa repugnancia.
Cuando había vuelto del hospital a casa, David había estado poniendo excusas durante semanas para no hacer el amor con ella hasta que, al final, le había anunciado que quería el divorcio, alegando que ella había cambiado.
Y ________ estaba de acuerdo en que había cambiado. Durante los largos días de dolor del hospital había descubierto una persona distinta en su interior. Le gustaba pensar que era una persona mejor, alguien con más carácter, perspicacia y compasión.
David le decía que se había vuelto demasiado seria y que ya no era divertida. ________ intentaba explicarle que acababa de perder a su madre, que era normal que estuviera triste, pero sus argumentos no le convencían. Su abandono no había tenido ninguna relación con su cambio de personalidad, pensó con amargura. Sólo tenía que ver con sus cicatrices. Y con la cojera. Con el tiempo se había recuperado de la cojera, pero las marcas nunca desaparecerían. Ni las cicatrices de las piernas ni las de su corazón. Al final habían llegado a un acuerdo y habían quedado en buenos términos. Al fin y al cabo, ¿qué mujer quería seguir casada con un hombre que no podía soportar que su esposa no fuera físicamente perfecta?
_______ lo era antes del accidente. Al menos eso era lo que le habían dicho toda la vida. _________ era la viva imagen de su madre. Rubia natural de ojos verdes, piel y dientes perfectos, una hermosa figura y un rostro precioso. Había crecido dando por sentados su herencia genética y su estilo de vida privilegiado.
Como hija única de uno de los agentes de bolsa más cotizados de Sydney, nunca le había faltado de nada. Mimada toda la vida, su consentida educación la había convertido en una princesa de la alta sociedad que había llegado a creerse que el mundo era su propio reino. Trabajar para vivir nunca había formado parte de la agenda de ________ Bloom. Tenía una asignación mensual además de su tarjeta de crédito. ¿Para qué trabajar de nueve a cinco en cualquier empleo aburrido?
Cuando alguien le preguntaba que a qué se dedicaba, ella solía responder que era aspirante a escritora, una ambición menor que había tenido el último curso en el colegio después de que la profesora de Lengua hubiera alabado una de sus redacciones. Se había apuntado a un curso de escritura de ficción, se había comprado un ordenador y había empezado una novela rosa que era poco más que un diario de su propia vida. Con la perspectiva dada por el tiempo. __________ había llegado a considerarla bastante tonta y superficial.
Cómo podía ser de otra manera cuando su vida había sido bastante tonta y superficial, todos los días llenos de compras, comidas benéficas y largas horas pasadas en salones de belleza arreglándose para salir por la noche. Para cuando había cumplido veintiún años había estado en más fiestas, estrenos y cenas de etiqueta de los que podía contar.
Enamorarse de David y casarse con él había sido la guinda de su aparentemente interminable pastel David era atractivo, encantador y rico. Muy rico. La familia de ________ no se relacionaba con otro tipo de gente.
David tenía treinta años cuando se habían casado, el heredero de una impresionante fortuna hecha con diamantes. Ella tenía veintitrés.
Llevaban sólo seis meses casados cuando había sucedido el accidente. Demasiado poco tiempo para que David hubiera dejado de quererla. _______ había llegado a la conclusión de que no era para él nada más que algo decorativo que mostrar de su brazo, una propiedad que había valorado mientras era de una perfección resplandeciente. En cuanto había tenido un defecto, había dejado de quererla.
—La Señora B. dice que su desayuno estará listo en diez minutos. —gritó una voz masculina.
____________ vio a su padre inclinado sobre el balcón de la habitación principal.
Llevaba puesta su bata azul marino de seda y lucía un bronceado fruto de un verano dedicado a nadar y pasear en yate. Su padre aparentaba muchos menos años de los sesenta y dos que tenía. Por supuesto se mantenía en forma en el gimnasio de casa. Un cabello abundante y cuidadosamente teñido de castaño también ayudaba.
—Es la única razón por la que vuelvo a casa cada fin de semana, ¿sabes? —dijo ________—. Por la cocina de la señora B.
Era mentira, claro. Volvía a casa cada fin de semana para estar con su padre y disfrutar de su cariño paternal. Pero no quería vivir en casa de su padre siete días a la semana. Ryan Bloom tenia una personalidad demasiado dominante y _________ sabia que acabaría cediendo en todo como le había pasado a su madre Aunque sus padres habían sido un matrimonio feliz, estaba bien claro quién dominaba en su relación.
—Tonterías —replicó su padre—. Estás flaca como el palo de una escoba.
—Nunca se está demasiado delgada. —ironizó _________.
—Ni se es demasiado rico. —su padre terminó la frase por ella—. Lo que me recuerda, hija, que tengo que hablar de algo importante contigo durante el desayuno, así que mueve las piernas.
—¿La buena o la mala?
Intentar que su padre no se preocupara por sus cicatrices se había vuelto un hábito. No quería que supiera cuánto le preocupaban todavía, ni que ésa era la razón por la no había vuelto a ir a la playa o a nadar en otro sitio que no fuera la piscina de casa donde sólo podían verla su padre o la señora B.
—Muy gracioso. —respondió su padre con un guiño, y desapareció dentro de la casa.
________ se echó la toalla sobre los hombros y subió a su dormitorio, una de las seis habitaciones que había en el segundo piso de la mansión donde se había criado, en Vaucluse, una zona residencial muy exclusiva a las afueras al este de Sydney.
Poco después de la muerte de su madre, su padre había pensado en vender la casa y comprar otra en otro sitio, pero _______ había conseguido hacerle abandonar la idea. Era agradable tener alrededor las cosas de su madre y sentir su presencia en las habitaciones.
Mientras se duchaba, se le ocurrió pensar que quizá su padre había cambiado de opinión sobre la casa. A lo mejor quería venderla todavía y era de eso de lo que quería que hablaran durante el desayuno.
«No le dejaré», pensó mientras salía de la ducha. «¡Lucharé por la casa hasta la muerte!».
Un par de minutos después, bajaba corriendo las escaleras, vestida con un vaquero azul y un top rosa. El pelo, todavía mojado, lo llevaba recogido en una coleta.
A Ryan le dio un vuelco el corazón cuando vio entrar a su hija corriendo en el comedor. ¡Cómo se parecía a su madre! Era como ver a Cassie cuando tenía veinte años.
—Si has pensando en vender esta casa, papá. —soltó ______, mirando a su padre mientras se sentaba a la mesa—, tendrás que volver a pensártelo.
Ryan suspiró. Se parecía a su madre en el físico, pero no en el carácter. Cassie había sido una mujer dulce siempre sometida a él.
________ parecía dulce y delicada. Cuando era más joven incluso había sido dulce, pero durante el último año y medio se había vuelto mucho más asertiva e independiente. No exactamente dura, pero sí franca y con carácter.
Pero ¿quien podía culparla? David era en gran parte responsable por haberla abandonado caprichosamente cuando más lo necesitaba. Ese hombre era una comadreja, un cobarde. Ryan le escupiría si lo tuviera a su alcance.
Su hija había tenido dos alternativas durante esa temporada horrible: hacerse pedazos o desarrollar una piel más gruesa.
Durante algún tiempo había estado muy afectada, pero Ryan estaba muy orgulloso de que _______, al final, se hubiera rehecho y tirado para delante.
—No, _________… —respondió, sonriendo—. No voy a vender la casa. Sé cuánto la quieres.
El alivio de ________ fue sólo momentáneo. Entonces, ¿de qué quería hablar su padre con ella?
—Entonces, ¿qué pasa? —le preguntó mientras tomaba una tostada de la bandeja de plata—. No irás a organizar un lío por lo de mi trabajo, ¿verdad? Pensaba que estabas orgulloso de que tuviera un empleo.
Quizá «sorprendido» fuera la palabra que mejor describía la reacción de su padre cuando ________ le había comunicado, hacía un año ya, que estaba buscando trabajo. Su aturdido padre le había preguntado qué pensaba que podría hacer ella.
—Incluso las camareras tienen que tener experiencia en estos días. —le había dicho.
________ había entendido su escepticismo después de escribir su curriculum. Porque no había mucho que pudiera poner en él, excepto un certificado de su muy mediocre paso por la escuela superior, además de un cursito breve de escritura creativa. No tenia ninguna cualificación para un empleo más allá de sus habilidades sociales, su presencia y unos limita dos conocimientos de informática. Por lo que el único empleo que había sido capaz de encontrar después de interminables entrevistas fue el de recepcionista. Y ni siquiera en un ostentoso negocio en la ciudad. Trabajaba en una empresa de productos cosméticos que tenía su fábrica y su oficina en Ermington, un barrio industrial situado al oeste de Sydney.
—Estoy orgulloso de que consiguieras ese trabajo —insistió su padre—. Muy orgulloso.
La señora B. interrumpió su conversación al entrar con un plato lleno de huevos revueltos, picadillo, tomates fritos y beicon.
—Tiene un aspecto delicioso, señora B. —alabó ________ al ama de llaves de su padre mientras dejaba el plato delante de ella.
___________ agradecía en su interior no poder disfrutar del desayuno de la señora B. más de un día a la semana, si no, tendría un trasero como un autobús.
—Sólo quiero que se lo coma todo. —dijo la señora B. con un guiño—. Se está usted quedando muy delgada, señorita.
—No podrás cazar otro marido con ese aspecto. —apostilló su padre.
___________ podría haber dicho que rechazaba varias propuestas de cita todas las semanas. Pero se limitó a sonreír con dulzura y se entrego a la comida con apetito hasta que la señora B. salio de la habitación.
Entonces dejo los cubiertos en el plato y miro directamente a su padre.
—No tengo intención de volverme a casar, papa.
—¿Qué? ¿Por qué no?
—Tú sabes por qué no.
—No todos los hombres son tan débiles como David —refunfuño—. Tu eres una joven preciosa. __________ deberías tener un marido. Y niños.
—No quiero discutir sobre esto, papá. Sólo quiero que sepas mis sentimientos al respecto, así que no quiero escuchar este tipo de comentarios nunca más.
—Cambiarás de opinión. Algún día conocerás al hombre adecuado y te enamorarás de él. La naturaleza seguirá su curso. Recuerda mis palabras.
_______ reprimió un suspiro. Había estado recordando las palabras de su padre toda su vida. Lo quería profundamente, pero en los dos últimos años se había dado cuenta de que era increíblemente autoritario y que se creía el mejor en todo.
—¿Querías hablar de algo conmigo? —preguntó mientras tragaba—. Supongo que no tendrá nada que ver con si vuelvo o no a casarme. Me pareció que querías hablarme de dinero. Lo que me recuerda que tampoco quiero que empieces a decirme otra vez lo que puedo o no puedo hacer con las rentas de mi fideicomiso. Con ese dinero puedo hacer lo que me plazca. Mamá no puso condiciones en su testamento. Si quiero regalarlo todo, puedo hacerlo. Todavía no quiero. De momento tengo que emplear algo siempre para llegar a fin de mes.
—No me extraña—dijo su padre—. Por lo que recuerdo, sólo ganas una miseria.
—Las mujeres de la fábrica ganan bastante menos —puntualizó _______—. Y algunas de ellas incluso mantienen una familia con ese salario. Mi objetivo es mantenerme sólo con mi sueldo. Será bueno para mi carácter ver cómo vive la otra mitad del planeta. Con mis ingresos, tendré que dejar de beber champán y aficionarme a la cerveza. Y ahora, dime, ¿de qué querías hablarme? —preguntó mientras comía un pedazo de beicon.
—Cómete el desayuno primero. Veo que estás disfrutando con él. Hablaremos con el café.
La curiosidad de _________ era intensa para cuando dejó su plato vacío y levantó la taza de café.
—Bueno... —dijo después de un par de sorbos-, adelante con ello.
—¿Qué sabes de la absorción de Beville Holdings?
—¿Qué? ¿Me estás diciendo que es un negocio cerrado? —preguntó ________, alarmada. Hasta ese mo¬mento lo único que había oído en el trabajo era que había rumores de una posible absorción. Muchos de los compañeros de _________ estaban bastante preocupados.
___________ había escuchado de más de una fuente que cuando había absorciones de empresas éstas estaban invariablemente sujetas a «reestructuraciones». había estado charlando el viernes con uno de los nuevos representantes, un hombre muy agradable, con esposa e hijos pequeños. Le había dicho a ________ que la nueva dirección siempre recortaba el personal, y la política habitualmente era que el primero en irse era el ultimo que había llegado, sin reparar en la capacidad. Aparentemente, Peter había perdido su anterior trabajo de este modo y estaba preocupado de que pudiera volver a ocurrirle lo mismo
—Si, es un trato cerrado. -confirmó su padre—. Hay un articulo al respecto en la sección de economía del periódico del domingo; además de una foto de tu nuevo jefe, Nicholas Jonas.
—Nicholas Jonas. —repitió _______ sin mucho entusiasmo—. No he oído nunca hablar de él -_______ podía haberse incorporado muy tarde al mundo del trabajo, pero en casa de su familia se habían celebrado miles de cenas en las que continuamente se hablaba sobre los responsables de toda clase de chanchullos del mundo de los negocios cuyas caras solían aparecer en los periódicos.
—Casi nadie ha oído hablar de él. —informó su padre—; mantiene un perfil muy bajo en los medios.
—Enséñamelo —dijo ella.
Su padre le pasó el periódico.
—¡Dios mío! —exclamó _________. Esperaba ver la foto de un hombre de mediana edad y bastante gordo.
Los magnates de las absorciones casi nunca eran jóvenes o delgados. Ni así de guapos.
Algo dentro de ________ se tensó cuando sus ojos se encontraron con los de Nicholas Jonas. Eran unos ojos de color marrón oscuro, profundos y protegidos por una cejas tan rectas y firmes como su boca tenía el pelo negro y ondulado, peinado hacia atrás, sin raya. La nariz recta y la mandíbula cuadrada con un pequeño hoyuelo en la barbilla
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To be continued...
heyIt's Egla Lovato Jonas
Re: La amante prohibida del jefe (Nick&tu)
Lula_Jonas escribió:Nueva LectorA!
con solo la sinopsis ya me encanto!
Tienes que subir el primero por te voy asesiar!
Te quiero y besos
Gracias linda por leer mi nueva novee(:
teeqierromiil(:
palabraa de jonathiqaa-lovathiqaa!!
heyIt's Egla Lovato Jonas
Re: La amante prohibida del jefe (Nick&tu)
Daai.Jonas.McGinty ~ escribió:Nueva & Fiel lectora!
Se ve interesante, seguila! :D
Muchas gracias por segirme en esta nueva novee(:
palabraa de joanthiqaa-lovathiqaa!!
heyIt's Egla Lovato Jonas
Re: La amante prohibida del jefe (Nick&tu)
Nueva lectora!! =)
Por lo poco que lleva me ha encantado, como todas las noves que subes ^^
Siguee!!!! :)
Por lo poco que lleva me ha encantado, como todas las noves que subes ^^
Siguee!!!! :)
SandyJonas
Re: La amante prohibida del jefe (Nick&tu)
SandyJonas escribió:Nueva lectora!! =)
Por lo poco que lleva me ha encantado, como todas las noves que subes ^^
Siguee!!!! :)
aw muchas gracias & bienvenidaa(:
estoy segura qe esta te encantraa aun mas(:
heyIt's Egla Lovato Jonas
Re: La amante prohibida del jefe (Nick&tu)
hiiii !
Quien no se sorprendería si tu jefe es Nick Jonas?
Te quiero!
Plabra de Jonatica-Lovatica!ajjaja
Amo a Demi Amo a los Jonas
Quien no se sorprendería si tu jefe es Nick Jonas?
Te quiero!
Plabra de Jonatica-Lovatica!ajjaja
Amo a Demi Amo a los Jonas
Sunny
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