Trouble Girl ~ Harry Sytles

La gran fiesta había llegado. Me encontraba en la cocina verificando que todo estuviera en orden y atenta al teléfono. Aun no sabía nada de Morchea y esto me estaba mortificando ella no podía perderse mi cumpleaños y menos este que era el más especial para mí. Una hora más tarde cuando di estrictas órdenes, subí a mi habitación para ducharme y colocarme el vestido que mama me había enviado de estados unidos. Un perfecto vestido de latex negro que llegaba cuatro dedos más arriba de mis rodillas, a media de mis músculos. Con unas cortas mangas en forma de volatines alrededor.  Y con unos lindos zapatillas negras de plataforma. Me veía hermosa, o eso me decía espejo cuando decidí tener el pelo suelte en pequeñas hondas cafés. 

Escuche el Dj al segundo, los invitados ya estaban llegando y así fue. Casi la mitad de mi instituto estaba aquí, esperando mi entrada. Pero no fue más que bajar por las escaleras mientras apreciaba las miradas de todas las chicas y los chicos que me comían con los ojos. Esta iba ser la mejor fiesta en años, eso era sin duda la verdad. Salude a la mayoría y fui hacia la cocina, me  coloque de puntitas viendo sobre la cabeza de los cocineros, nada de Morchea. Esto no podía ser posible. 

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Esta sin duda era una buena fiesta, pero no tanto como las del local esas si son fiestas sin restricciones. Mire hacia Jewel que estaba a mi lado y solo me encogió los hombros haciéndome caminar hacia la cocina. 

-Le vas a arruinar la fiesta- le susurre en el oído. Ella volvió a encoger sus hombros. Esta mañana cuando llego conmigo mortificada y con lágrimas no derramadas en sus ojos supe que algo estaba mal, pero no solo con ella, sino que también Kelsey estaría en aquel momento cuando Jewel le diga la verdad. 

-Trate de decirle en la escuela, hubiera sido menos doloroso. Ahora debe soportarlo- le dedique una media sonrisa a mi mejor amiga y tome una cerveza cuando uno de los meseros pasaron por nuestro lado. Era la primera vez que venía a una fiesta de las colinas, ya que siempre me gusta apartarme de cositas pequeñas que pueden ser destruidas cuando estén en manos de Harry Styles. Sobre todo Kelsey, aparte de que Jewel me cortaría los huevos y los vendería hacia los chicos para hacer con ellos un rico manjar. 

-Bueno, yo iré a divertirme. Disfruta el drama- me separe de ella cuando localice  una linda pelirroja que no era para nada de las colinas y dispuesta a meterse en mis brazos cuando se roso sus tetas contra mi brazo. Esta noche iba tener otro rollito salvaje. 

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-¿Mama?- pregunte cubriéndome un oído y silenciar la estúpida música que albergaba toda la casa. Escuche leves llamados de mama con mi nombre al otro lado de la línea, joder. -¿MAMA?!- hable más fuerte y ahí fue cuando escuche su voz. 

-Cariño, ¿Qué pasa?, Jesús que música tan mas fuerte- chillo cuando logro escucharme. 

-No ha llegado Morchea, ¿Puedes llamarle?- le pedí. Esto se estaba saliendo de control y claro que los invitados no lo veían pero la cocina era un desastre necesitaba el modo militar de mi nana. 

-Oh sobre eso, pensé que Jamie te diría camino al colegio o por lo menos Jewel- 

-Trate de sacarse lo a Jamie y no me dijo nada pero… ¿Jewel, ella que sabe?- 

-¡KELSEY!- escuche el grito de Jewel sobre la música y me gire hacia la rubia que venía hacia a mi cuando me visualizo, esquivando a todo el personal. 

-Mama ¿Qué sucede?, ¿Por qué Morchea no esta aquí?-

-Cariño… -suspiro y le tomo unos segundos volver a hablar. Jewel ya estaba frente a mí y quería hablarme, pero la interrumpí levantando mi mano indicándole que espere. Solo rodo los ojos. –No sé cómo decirte esto… ayer cuando Morchea iba camino a su casa… oh ¿Cómo te dijo?, ¡BIEN!, te diré. Morchea falleció ayer a causa de un paro cardiaco que le causo una persona que trato de robarle su bolso. 

-Eso no he cierto- susurre. Soltando mi mano de mi oído y llevándola a mi boca mordiéndome tres dedos. –No he cierto- volví a decir pero ahora un poco mas audible. Note como mis mejillas se fueron mojando y Jewel mando al carajo a una persona que trato de hablar conmigo. 

-Cariño, lo siento mucho- 

Respire entrecortadamente, no logre articular ninguna otra palabra porque se quedaron atascadas en mi garganta. Jewel tomo el teléfono en sus manos y dijo no se qué cosa hacia mama, ya que no era consciente de que pudiera escuchar. Ni la música que estaba provocando mi casa temblar llenaba mi mente. Todo se había quedado en mute y mi cabeza daba vueltas.

-¿Kelsey?, pequeña… ¡KELSEY!- levante mi vista perdida hacia Jewel. Mi mandíbula comenzó a temblar, gire hacia la cocina donde el caos aun seguía y la viva imagen de una Morchea picando verduras mientras yo con seis años estaba sentada al filo de la mesa observando cómo hacia aquel movimiento tan rápido con el cuchillo y le había comentado que algún día iba a hacerlo como ella, nunca dudo de mi capacidad. 

Un flash cejo mi mente trayéndome otro recuerdo donde Morchea y mis dos hermanos estaban a mi lado cantándome feliz cumpleaños, mi tercer para ser exactos. Ella me había dicho después de soplar las velas que podía pedir un deseo y lo hice. Mi sueño se había hecho realidad con el paso del tiempo pero… al parecer todos los deseos tienen vencimiento porque el mío se venció cuando la única persona en la que confiaba me había abandonado. 

Alguien me estaba sacudiendo de los hombros haciendo que los momentos con Morchea desaparezcan. Cejada por la neblina mire hacia Jewel y otra persona que había llegado a su lado. Era Harry, esto no podía ser más embarazoso. 

-Feliz cumpleaños pequeña saltamontes- susurre hacia a mi misma antes de huir hacia mi habitación.

Ya había pasado alrededor de dos semanas del fallecimiento de Morchea. Aun había tenido la remota idea de que ella entraría por aquella puerta con el desayuno y disculpándose por no haber asistido a mi fiesta así que me recompensaría con un rico pastel de chocolate como ella solía hacerlo. Mama había vuelto de su vieja y aun no podía verla a los ojos sin sentir aquella punzada de dolor en el pecho, al igual que mi padre quien se ahogo en su empleo para no enfrentarme. Mama ha sido la única que ha vivido mi drama. 

Jewel ha tratado de llamarme pero la he ignorado como lo he hecho con Melisa y Alicia. El instituto seguía siendo la misma arpía y creo que ahora con más fuerza cuando el dolor era un frio sentimiento que me impulsaba a dañar personas. Solo así ellas sentirían lo que yo sentí, dañando su autoestima lograría tomar un poco de la mía.  

-¿Qué estas vistiendo?- exclamo mi madre cuando me vio con un nuevo diseño. Al ver su cara de horror solo hizo que una descarga eléctrica de felicidad recorriera todo mi cuerpo.

-Eh… ¿ropa?- dije sonando irónica. Algo que siempre me sale. Mi madre dejo de tomar su café para acercarse hacia a mí y gritar.

-¡TU NO PUEDES VESTIR ESO!, ¡ES DE LA COMPETENCIA!- vaya, diria que en cualquier momento sus ojos se saldrían de su órbita, sería muy interesante de ver.  Levante las cejas de sorpresa, me mire hacia mi misma para solo decir encogimiento los hombros.

-Es hermoso, ¿Qué quieres que diga?- ladee la cabeza brindándole una cálida sonrisa. Pase a su lado para tomar una tostada y salir de prisa donde Jamie me esperaba. 

-No voy a dejar que me sigas tratando así señorita- grito mi mama cuando estaba a punto de salir.

-Eso debiste pensar antes de no decirme lo de Morchea, madre- hice énfasis en la palabra “madre” para colocar una voz fría y despiadada que la dejo con la boca abierta. 

-¿Haciendo sufrir a su madre?- pregunto Jamie abriéndola puerta del auto. Le di una sonrisa maliciosa y el se hecho una fuerte carcajada. El era mi confidente. 

Al llegar al colegio tome mi nuevo bolso o mejor dicho mochila. Colgando en mi espalda, camine entre los pasillos ignorando a todo ser humano que susurraba algo sobre la nueva yo. Claro que era un nuevo cambio, se acabo aquella chica dulce. Ya nadie me lastimaba o mentira, o si eso sucedía, se llevaría una mala sorpresa. 

-Ehm, Kelsey?- sonreí, mientras cerraba mi casillero para enfrentarme a lo que eran mis mejores amigas. Te sorprenderás como con una muerte y una solitaria chica que necesitaba a sus amigas cuando ellas de su consuelo desaparecieron. Las enfrente levantando mi mentón, era dos centímetros que ellas y podía sentirme como un jodido emperador. 

-¿Qué quieren?- espete con molestia. ¿Cómo nunca me di cuenta de la chillante voz de Alicia?

-Solo venimos a hablar, has estado un poco distante y sabemos todo sobre tu nana pero…-

-¿Pero qué?- grite levantando mis manos al aire haciendo que estas retrocedieran. –Es mejor que tomen distancia, porque no las quiero ver a cinco metros lejos de mí, ¿Qué claro?- al comprender mi furia, sintieron como esos muñequitos de los autos y corrieron como ratones asustados. Satisfecha con lo que había hecho era momento de ir  a clase de biología. 

-Cuando me dijeron que Tamara Underwood había vuelto no pensé que fuera literal- pare en seco al escuchar la voz de Jewel a mis espaldas quien me estaba comparando con Tamara, la ultima perra de el instituto que se mudo hacia ya dos años. 

-¿Qué quieres, Jel?- dije con fastidio. Se me hacia tarde y lo menos que quería es la saliva del estúpido profesor de biología en mi cara, cuando te daba el estúpido sermón de que la escuela tiene reglas y una de esas es llegar puntual. 

Ella hizo un gesto que no logre comprender pero aun así no mostré debilidad. -¿Qué paso con la diva Kelsey Holligans?- se cruzo de brazos estudiándome mientras me levantaba una de sus perfectas cejas rubias. 

-Dime, tu. ¿Qué paso con la chica que paso por todo el equipo de futbol?- 

-No sé qué diablos sucede, Kelsey. Pero no voy a dejar que sigas tratando así a las personas, menos para satisfacerte a ti misma. Ella no tiene la culpa de nada que…-

-¿Por qué no cierras la boca?- espete interrumpiéndola. No quería un sermón, no de una persona que está en el mismo circulo de mi madre. –Se me hace tarde. Ya que yo si asisto a clases, no me voy al patio trasero a fumar mierda con ese drogadicto de Styles- note como coloco los brazos a sus costados, apretando sus puños y mirándome con furia. Vaya, he sacado lo peor de Jewel.

-¿Qué le hiciste a mi hermana menor?- 

Eso mismo quería saber yo.