New directions. random stuff.

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Parecía molestarle un poco el club glee, o sólo incomodarlo por el comentario que había hecho en respuesta al mío. No iba a dudar en si era un chico lindo, lo era pero se me hacía irritante, pero lindo, irritante y lindo.
—Bueno, sí, ¿te molesta que canten todo el tiempo?—sonreí, querpia ponerlo nervioso porque se lo veía enojado, era gracioso.—¿Qué no eres capaz de cantar como ellos?

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—Claro que las acepto, asumo que mejor que tú. Oh y sí, canto en el club glee—sí, estaba jugando, jugando conmigo y no, claramente no iba a dejar que eso pasara.
Fue así como Ash, aquel chico de cabellos descontrolados, tatuajes y cigarrillos a más no pedir apareció, tal vez salvándome de esta pequeña pelea de miradas, pequeña y linda pelea de miradas. 
—¡Lydia! ¿vas para el club glee?—preguntó él, señalando el pasillo que quedaba por delante. 
—Claro Ash, voy al club glee.—cogí el brazo de Ash entre los míos mientras volteaba para mirar a aquel chico con el que "discutí", mientras le hacía una expresión para demostrarle, que tal vez había ganado. Él, sólo me fulminaba, lo cual me daba gracia.

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Sí, era algo raro de su parte actuar así, no lo sé, sólo fruncí el ceño. Luego la vi pasar entre nosotros dos e irse algo frustrada. Por lo que procedí, a seguirla y preguntarle qué le pasaba, pues tenía ese carácter dulce.
—Hey, hey, hey. ¿Qué te pasa?—la tomé del hombro así no podría irse, como siempre lo hacía. No recibí ninguna respuesta, sólo bufaba y me fulminaba con la mirada.—Y bueno, ¿vas a hablar?