✝I'm Here to Help You✝ Niall Horan

Ficha de la serie

Desperté sudando. Otra vez el maldito sueño, el peor día de mi vida. Mire el reloj, me debía levantar ya para ir a la escuela. La estúpida escuela. Quite las sábanas y me metí a la ducha. El agua en vez de relajarme, hacia todo lo contrario, dolía. Después de que llegaron los policías ese día, me llevaron con ellos a la estación. Me hicieron un montón de preguntas que no quería responder y luego llamaron a mi tío, Mark , hermano de mi padre y le dijeron que se tendría que quedar conmigo. Al principio todo fue bien, el y su esposa me trataban bien y hasta se podría decir que me querían. Pero un día todo cambio, mi tío ya no me hablaba tanto, comenzó a beber y su esposa, Elizabeth, también. Pasaba horas en mi habitación escuchándolos mientras tomaban licor si compasión.
En fin, salí de la ducha y tome una toalla, la puse con cuidado al rededor de mi cuerpo y fui hasta donde tenía mi ropa. Como siempre no puse mucho esfuerzo en ello. Unos jeans no muy ajustados, una camiseta negra con mangas largas y unas botas Dr. Martens. Eso era todo. Salí del baño y me mire al espejo que tenía detrás de la puerta de la habitación, el cual tenia una de las esquinas rota. Estaba algo delgada, no había comido mucho en estos días pero no, no tengo problemas de alimentación ni nada por el estilo.   Tome mi cepillo y lo pase por mi cabello unas cuantas veces, este era negro, lacio y largo, además tenía flequillo, el cual quite de mis ojos, pues estaba algo largo y molestaba para ver. Puse un poco de maquillaje en mi cara, no quisiera usarlo pero debía. Abrí las cortinas para que al menos mi cuarto tuviera un poco de luz. Luego tome mi mochila y me aproxime hacia la puerta. Abrí sólo una rendija y al comprobar que no había nadie por allí salí lo más rápido que pude, pero sin hacer ruido porque las consecuencias podrían ser malas. Vi que Elizabeth se encontraba en la cocina así que no desayunaría, o tal vez comería en la escuela. Salí por la puerta principal y por fin me sentí un poco más a salvo.
Cada vez que Mark y Elizabeth se ponen a beber tengo que permanecer en mi cuarto, pues sí no lo hago entonces me golpearan. Si, los que antes me querían ahora me desprecian, cada vez que me cruzo con ellos me gritarán y si se enojan demasiado me golpearan hasta dejarme inconsciente, lo cual ya ha pasado unas 10 veces. Por eso el agua dolía, por eso uso ropa que cubre cada centímetro de mi piel, aunque estemos en verano, por eso no he comido, por eso uso maquillaje. Por miedo. A ser juzgada y rechazada. Aunque ya era lo segundo, pero era en parte mi culpa, pues no hablaba con nadie, no quería que me ayudarán, prefería guardármelo todo para mi. No tengo amigos, pues el único que tenia se fue a otra ciudad. Sé que si hablo con alguien en algún momento se dará cuenta de lo que pasa y no quiero eso.
Al llegar a la escuela me dirigí a mi casillero con la mirada en el piso. Al pasar por los corredores podía sentir las miradas sobre mi y los murmullos a mis espaldas.

"Esa chica es muy rara"
"¿Porqué usara esa ropa? Está haciendo mucho calor"
"¿Será anorexica?"
"¿Porqué no habla con nadie?"

Así era todos los días. Ellos no sabían nada.
Abrí mi casillero y guarde los libros que no usaría. Luego me dirigí hacia mi primera clase del día, las horribles matemáticas.