Re: Entre dos bandos {Lectoras, por favor}

por **Anea** Miér 18 Dic 2013, 4:52 pm

>> I <<

Me miré en el espejo de la cómoda mientras cepillaba cerdas de cabello castaño. Algunas caían, y dolían al hacerlo, pero, nada quitaba la sonrisa de mi rostro. Le vería otra vez, luego de dos meses. Él estaba de vuelta.

El color estaba de vuelta en mis mejillas y mis ojos brillaban, la emoción me carcomía, no podía evitarlo. Si tan sólo pudiera encontrar la manera de que mis padres no se enteren.

Asomándose por la puerta, mi madre entró con un despampanante vestido color ciruela, resaltando su piel pálida y ojos verdes eléctrico. Se paró detrás de mí y tomó mi cepillo, anteriormente posado en la superficie de la cómoda. Sus dedos se enterraron delicadamente en él, y los retiró. Cepilló un poco, para después atar mi melena en una cola de caballo, que, según algunos peluqueros, resaltan mis pómulos.

-Creo que ya está -dijo al terminar con su trabajo.
-Sí, aunque, quiero colocar una cinta.

Abrí uno de los cajones y saqué una color champagne, que combinaba con el vestido del mismo color. Se la entregué para que la atase en un lazo, cosa que hizo. Se aferró a mis hombros, sus puños arrugando los tiros gruesos de mi vestimenta. Permanecimos en silencio un largo tiempo, yo, con la mirada baja, realmente odio ocultarle esto; y ella, en algún lado, la verdad, no lo sé.

Sus ojos se encuentraron con los míos, mirándome fija e insistentemente. Saber que ella confía en mí y yo estuviese ocultándole cosas no era algo reconfortante.

-¿Pasa algo, cariño? -preguntó ella en un tono dulce.
-Nervios.
-¿De qué? -preguntó con un deje de humor en su voz.
-No lo sé -mentí. Las cosas de mis nervios eran más que obvias para mí. ¿Podría lograr mi objetivo de escape sin que se den cuenta?
-¿Necesitas tiempo para terminar de arreglarte o ya terminaste?
-Unos cinco minutos me vendrían bien -contesté sonriendo, elevando mi barbilla para mirarla. Ella sonrío de vuelta, frotó mis hombros y se marchó, cerrando suavemente la puerta.

Nervios, nervios, nervios y más nervios... Sólo necesito respirar hondo. Tomé el celular y marqué su número. En serio, estaba muriendo por escuchar su profunda voz. Dos tonos... Nada... Qué raro. Liam siempre contesta todas mis llamadas. Bueno, creo que esto sería como una señal. No lo llamaré más, parezco desesperada, pero no lo estoy. Sí, claro mi subconsciente me refunfuñó sarcásticamente. ¿Hasta que punto terminé estando tan necesitada de él? No tiene sentido...

-Cariño, hora de irse...
-Voy.

Me miré en el espejo una vez más, sacudí mi vestido y caminé decidida a la puerta. Mis tacones retumbaban en el piso a medida que avanzaba, al igual que mi corazón.

Mi padre estaba en la sala esperándonos con un limpio y elegante traje negro. La corbata se destacaban en su camisa blanca finamente planchada.

-Tengo la hija más hermosa de este mundo.
-Yo tengo al mejor papá del mundo -contesté su elogio, sonriente. Con papá si llevaba una relación de más confianza que con mi madre. Él siempre dispuesto a hacerme reír y defenderme de cualquier cosa. Cuento con su apoyo para todo, aunque, la verdad, no sé si él podría apoyarme en mi relación.
-¿Ni siquiera soy un papá guapo? -fingía estar ofendido.
-Claro que sí lo eres. Vámonos -dijo mi madre, apurándonos a salir-. Vamos cinco minutos atrasados de acuerdo a la hora que acordamos para salir de casa.
-Lo siento -supe inmediatamente que era una indirecta para mí. Aunque, ¿ella no me había dicho que si necesitaba cinco minutos? No puede culparme, al menos, no del todo.

***

Minutos después, llegamos al lugar donde se realizaría el evento de caridad de la fundación de mis padres -The Mason Fundation, gran nombre, lo sé- la mayoría de la gente más que acomodada asistiría, para ayudar a personas que perdieron su hogar. Miré de vez en cuando sobre mis hombros para encontrar algún que otro rostro familiar, sí los habían pero no era con el tipo de personas con el que me divierto. Demasiado correctos y formales para mi gusto.

Mis padres charlaban con los señores Eathon, por lo que supuse que su irritante hijo, Charles, aparecería tarde o temprano. Lo hizo demasiado temprano para mi gusto.

-Señorita Mason -dijo tomando mi mano, siguiente: un beso plantado en ella.
-Eathon -respondí.

Empezó a lanzar sus estúpidos cumplidos, los cuales realmente no escuché. Seguí explorando con la mirada y, finalmente, mi búsqueda tuvo resultado.

Heysha caminaba a mí con la sonrisa apretada. Sé que no esta disfrutando de esto, al igual que yo. Lucía hermosa en un espectacular vestido amarillo tipo streapple largo hasta los pies. Su cabello, aunque era corto, caía en trabajadas ondas sobre sus hombros. Mi atención seguía en el vestido, realmente Heysha sabía como sacarle provecho a sus curvas, a pesar de ser corta de estatura. Un cinto color gris dividía su cintura. Atrás podía observar tres pares de ojos en ella.

-Señorita Mason -dijo ella en un tono burlón a los saludos formales.
-Te ves bien, Pulguita.
-Cállate, estoy sufriendo. ¡Sabes cómo odio los vestidos!
-Al menos no es rosa.
-Disfrutas mi sufrir, ¿eh?

Iba a abrir la boca en respuesta, pero Charles me interrumpió.

-¡Pero si es que aquí está la mejor amiga de mi chica! -puso sus brazos alrededor de mi cintura posesivamente.
-¿Acaso Maricel está por aquí? -preguntó ella inocente. Heysha no era el tipo de persona que era odiosa con los demás, al contrario, era buena y difícil de olvidar, pero Charles sabía cómo sacar a una persona de sus casillas.
-Ja ja, qué graciosa resultó ser tu amiga, ¿verdad amor?
-Aléjate -advertí.

Ni siquiera hizo el intento de moverse. Estaba harta, y Heysha lo notaba.

-_______, no has saludado a mamá. Debe estar cerca de la mesa de ponche. Vamos agarro mi muñeca y tiró de ella hasta que Charles me soltó.

Arrastrada por la mano de Heysha, murmuraba disculpa a todos aquellos con los que tropezábamos. Inmediatamente me di cuenta de que la mesa de ponche estaba al otro lado de la habitación. Mi corazón comenzó a acelerarse. Heysha me arrastra fuera del lugar, llevándome al estacionamiento, justo donde está su auto. Saca las llaves de su bolso de mano, y me las entrega.

-Bueno, ya sabes dónde te está esperando. Apresúrate para que llegues a tiempo a la cena y la subasta. Recuerda que tú, Melissa y yo la anunciaremos.
-Gracias. Y por favor, cúbreme.
-Eso haré, pero tu también colabora. Saluda a Liam de mi parte.
-¡Gracias, gracias, gracias! -exclamé abrazándola.
-¡______, largo de mi vista!

Sonreí como una completa estúpida y me adentré al auto. El asiento era cómodo, cuero gris. Introduje las llaves y las giré, el motor dio un suave ronroneo, pero antes de que pisara el acelerador, una imagen me llamó la atención: Charles estaba cruzado de brazos frente a Heysha, y ella parecía fastidiada, incluso molesta. Un pinchazo de preocupación se sintió en mi estómago. ¿Qué tal si él iba a decirle a mis padres que me fui en un auto a quién sabe donde? Miré asustada en su dirección, él volteó y sus ojos grises tenían un brillo travieso. Sonrió, me despidió con la mano, y Heysha, me dio una señal de que todo estaba bien, que podía arrancar a mi destino. Así lo hice, pero algo me daba cierta paranoia respecto a Charles. Saqué esos pensamientos de mi mente, y me puse a manejar, desesperada por olvidarme de las cosas al estar con Liam.

***

Estacioné el auto de Heysha a un lado de la solitaria calle. Él me estaba esperando aquí. Vine al área menos agraciada de Wolverhampton para verlo a él. Mi corazón dio tres volteretas hacia atrás al verlo a él. Bueno, ver su espalda envuelta en una camisa de cuadros roja. Con cuidado de no caerme, caminé detrás de él, éramos casi de la misma altura, siempre he sido alta, y por consiguiente, el fenómeno entre mis antiguos compañeros de primaria. Me puse cerca de él, y podía ver su nuca. Puse mis manos en sus ojos y pregunté:

-¿Quién soy?
-Hmmm, por esa hermosa voz y ese delicioso aroma, deduzco que eres la reina de mis sueños.

por **Rochi-bieber-malik** Miér 18 Dic 2013, 8:37 pm

vafv afvfdvfadb *.*
Amee el cap

por **Anea** Miér 08 Ene 2014, 6:38 pm

Rochi-bieber-malik escribió:vafv afvfdvfadb *.*
Amee el cap

Gracias, perdón por desaparecer

por **Anea** Miér 08 Ene 2014, 6:54 pm

>> II <<

-¡Sí! -chillé emocionada-. ¡Adivinaste, cielo!
-Ven acá -se dio la vuelta y me atrajo hacia él. Olía a campo. ¿Acaso tienes idea de cuánto te extañé, eh?
-¿Un poco? -pregunté inocente.
-¡¿Un poco?! ¿Estás loca? ¡Te extrañé a montones, mi amor! -rió y me besó algo bruscamente la mejilla.
-Yo también, y mucho -respondí a carcajadas.
-Y... ¿sabes lo hermosa que estás esta noche?

El ardor en mis mejillas se sintió. ¿Cómo siempre dice algo y me pongo tan colorada? Debe pensar que soy una tonta ¿o no? No lo sé, espero que no. Aclarándose la garganta, me miró fijamente, pero de una manera sumamente tierna, como sólo él sabe hacer.

-Lo digo en serio, ______. Total y absolutamente hermosa.
-Basta, Liam, me haces sonrojar ¡y lo sabes!
-Y te ves más hermosa así. ¿Puedo...
-Liam, no le quites lo espontáneo, sólo hazlo -ahora él era el tomate.

Un cabello que dejé fuera de la cola de caballo, exactamente en dos bucles -uno en cada lado de mi rostro-, se obligó a ponerse detrás de mi oreja por la mano de Liam. Acarició mi rostro, partiendo de la oreja hasta mi mentón. Yo, simplemente, estaba a punto de hiperventilar. Se acercó a mí, quedando nariz con nariz, compartiendo respiraciones (la de él serena, la mía agitada) y juntó nuestos labios en un suave beso. Me relajé completamente disfrutando del momento, arrastrando mis brazos detrás de su cuello, clavando una de mis uñas en su nuca -a lo que él respondió con un gemido de dolor- e inmediatamente quité mis manos de su cuello, y mis labios de su boca.

-Lo siento -susurré apenada.
-Descuida -respondió agitado por su respiración.

No me importó lo demás, quería sentirlo. Estar más cerca de él. Mucho más. Me arrojé, literalmente, a él tomando su rostro entre mis manos y pidiendo con mis labios a los que de él respondieran desesperados y hambrientos. Estaba totalmente necesitada de él.

Se separó de mí, recobrando aire a lo que yo imité.

-Vaya -respondió él atontado y yo solté una risita tonta.
-Te amo.
-Yo te amo más, más, más. -besó mi mejilla.
-Tonto.
-Enamorado.
-¿Qué?
-Soy un tonto enamorado.
-Así es.
-¿Por qué eres tan hermosa?
-Mi teoría es que mis padres disfrutaron al máximo la noche de pasión de donde yo salí -golpeé su hombro para quitar ese pálido tono de su cara.
-_______... -me advirtió.
-¿Qué? -reí-. Eso puede ser una explicación lógica ¿o no?
-Teorías que hacen que la señorita que las dice no se vea bien.
-Oh, vamos -refunfuñé.
-Sólo digo la verdad.
-Era sólo una broma, Liam.
-No me gusta que digas ese tipo de bromas.
-Eres tan obstinado.
-Tú eres terca, a veces.
-Y tú un completo lento.
-Ya.
-No.
-Sí.
-No.
-¿Te das cuenta de que cuando discutimos, eres tú la que dice no y yo el que dice sí?
-No soy tan afeminada para quedarme pensando en conversaciones que tuve con mi novio -mentí.
-¿Ahora me dices afeminado? -sonrió de medio lado.
-Te odio.
-No me parece que concuerde con ese beso que me diste.
-...
-Vamos, amor, no discutamos. Lo odio.
-...
-_______...
-Dame un beso.

***

Los últimos treinta minutos los pasamos compartiendo besitos y anécdotas de lo ocurrido en los últimos dos meses sin vernos. Yo no conté mucho, la verdad, ya que ¿qué podría decirle, aparte de que fui varias veces de compras con Heysha, a Liam? Al contrario, él me contó acerca de su trabajo en un campo fuera de la ciudad que pertenecía a mis abuelos (el cual ahora está al mando de mi padre y tíos herederos), donde ha hecho cosas que lo han llevado a desarrollar un físico más fuerte -lo notas con sólo mirar sus brazos- y que a Jonny, un compañero de su trabajo, se le hizo la aparición de una pequeña serpiente muy venenosa. Todos corrieron como locos a verla, según él. No sé, no es que sepa mucho de serpientes o de campo, pero realmente me parecía maravilloso ver a Liam emocionado contándome las cosas.

Sumida en su mirada café, fui sacada de mi ensoñación por mi celular sonando con urgencia e insistencia. Heysha.

-¿Sí?
-¡¿Dónde estás?! ¡La subasta va a enpezar en unos minutos!
-Lo olvidé.
-Ay, Mason, Payne te tiene loca -rió.
-Un poco, quizás.
-Claro, claro. Sólo un poco -se burló siendo sarcástica.
-¿Crees que puedas crear alguna distracción hasta que yo llegue?
-¿Cuánto será eso, amor? ¿Puedo llamarte amor? ¿Liam no se molestaría?
-¡Heysha!
-Ok, ok. Llamaste a la persona correcta para distraer a las personas con una charla interesante.
-Tú me llamaste a mí.
-Como sea -bufó-. Quiero que muevas tu trasero hacia el auto y te vengas ¡ahora! ¡Y hablo en serio, Mason!
-Pulguita, definitivamente, eres la mejor.
-Lo sé. Despídete del chico.
-Ya voy, mandona.

Corté y le saqué la lengua al teléfono. Me volví donde Liam, que, para mi sorpresa, estaba mirándome atentamente.

-Ya tienes que irte, ¿cierto?
-Perdón, si de mí dependiera, me quedaría aquí por mucho más tiempo.
-Tranquila, tienes una vida social apretada, al contrario que...
-¡Oh, Liam! No vas a empezar con eso de que eres un loser, un desadaptado y todas esas patrañas de siempre -gruñí.
-Pero es cierto.
-¿Sabes qué? A veces eres más terco que yo.
Sólo se limitó a sonreír -Liam, debo irme, te amo.
-Conduce con cuidado, princesa -besó mi frente. La presión de sus cálidos y deliciosamente carnosos labios me hizo cerrar los ojos.
-Siempre.

Me acompañó al auto y subí. Él dijo: -Gracias por venir, realmente lo aprecio.

Mi corazón se encogió. Sé que él quiere ser el de las visitas, pero, a causa de querer que mis padres no se enteren de lo nuestro, no lo dejo. Sólo dije: -Algún día, Liam. Te lo prometo.

Encendí el auto y lo puse a andar. Iba por la carretera, en el carril de sesenta kilómetros por hora -el más lento-, envuelta en esa densa capa en la que se habían convertido mis pensamientos. ¿Qué tal si Liam decidiese marcharse al cansarse de que lo nuestro esté en las sombras? ¿Qué tal si les digo a mi padre acerca de nuestra relación y ellos deciden separarnos? Tal vez no lo harían..¿o sí? Al menos la preocupación de que se enterasen por boca de otro no está encima. Esto sólo lo sabemos él, yo, Heysha y la familia de Liam. Ellos no abrirán la boca. Una bocina reclamando me despertó, haciendo que diera un respingo. Uff, qué susto. El audi negro -extrañamente familiar- pasó velozmente a mi lado. ¿Podría ser él? Claro que no, Heysha lo detuvo, aparte, él no es él único que tiene un lujoso audi, creo.

Recordando los reclamos de mi amiga en que me apresurara, pasé al carril más veloz con la finalidad de llegar a la velada rápidamente. Mientras estacionaba, vi al audi apagando sus focos delanteros frente a mí. Temiendo lo peor, me escabullí entre los autos hacia el local donde el evento era realizado. Su voz me hizo detener en seco.

-_______, ¿a tus padres le gustaría? -preguntó curiosa la voz de Charles. Decidí ignorarla y seguí en mi camino- ¿Piensas que me creerían si les digo que seguí a su hija a un área pobre, donde ella llegó a gusto y se besó con uno de los empleados de la hacienda? ¿Uhm?

Por eso el auto cerca era familiar. Charles me siguió. Me había visto con Liam. Mierda...

por **Anea** Miér 08 Ene 2014, 7:53 pm

Espero tener a mis lectoras pronto por aquí, y a nuevas, también (;

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