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"●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: "●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
YourBiggestFan escribió:Hola :hi: Nueva lectora OMJ! haha amo tu Nove :¬w¬: :face:
Me atrapo desde que empeze a leerla, Gemelos! santos Jonas eso me encanto
& ahora esta embarazada
Me encanta Siguela :)
Bueno ps.. Bienvenida
#Siii gemelos, a mi me encantan las noves en donde nuestros
muchachos son gemelos :P
Bubu ✌
Re: "●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
OMG! Nueva Lectora..
Por Dios Mujer Siguela
Nick es tan Bello y Jerry tambien es Un Amor
:sad:
Siguela Porfa
Por Dios Mujer Siguela
Nick es tan Bello y Jerry tambien es Un Amor
:sad:
Siguela Porfa
GlodDeJonas
Re: "●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
Capitulo 11
-Estoy embarazada.
Embarazada. ¡Y de otro hombre! Se sintió palidecer.
(TN) continuó con la vista clavada en él. Le brillaban los ojos. Cuando por fin logró asimilar lo que le había dicho cayó en la cuenta de que (TN) estaba llorando.
-(TN), no. -La abrazó con fuerza-. (TN), cariño, no llores.
La besó en la cabeza, enterrando el rostro en su pelo. (TN) debía de haber temido que la dejara después de descubrir que lo había engañado. A juzgar por las apariencias, había hecho un trabajo excelente ocultándole cuánto la quería. Y puesto que el padre de la criatura no era más que un polvo de una noche, probablemente tuviera miedo de encontrarse criando a un hijo sola.
-¿Y qué quieres hacer? -le preguntó.
-Quiero..., quiero que mi hijo tenga un padre.
¿Qué pensaría hacer? ¿Intentar dar con aquel desconocido, el padre de su hijo? O, peor aún, ¿habría pensado en casarse con ese indeseable? ¿Acaso había previsto que Jerry, con toda su experiencia en informática, la ayudara a encontrar a aquel tipo?
No, (TN) le había aclarado que quería estar con él. Quizá simplemente pensara en compartir la custodia del niño con el padre. Sólo imaginar que otro hombre pudiera compartir algo tan importante e íntimo como criar a un hijo con (TN), lo rompía por la mitad. Tal vez el comienzo hubiera sido inocente, pero compartir momentos vitales tan importantes como presenciar el nacimiento de un hijo, oírlo balbucear sus primeras palabras, verlo dar sus primeros pasos... Jerry sabía que estas cosas tenían un profundo efecto en los padres. Y no sólo eso, sino que estaba claro que (TN) se sentía atraída por aquel tipo. Si pasaban mucho tiempo juntos quizá volviera a caer en sus brazos. A decir verdad, se había acostado con él por primera vez sin apenas conocerlo.
Por primera vez. Pero ¿qué demonios le pasaba? Ya estaba imaginándose a (TN) manteniendo una relación permanente con aquel tipo.
(TN) le recorrió el brazo con los dedos.
-Espero..., espero que quieras criar al niño conmigo. Espero que quieras que estrechemos lazos de forma más permanente.
Sintió un alivio inmenso y el corazón henchido. Le levantó el rostro y dejó que su mirada se perdiera en aquellos ojos llorosos.
-(TN), ¿me estás diciendo que, si te pido que te cases conmigo, aceptarás?
(TN) lo miró y asintió con un ligero mohín de incertidumbre.
Jerry la estrechó con más fuerza entre sus brazos. Luego la soltó y se puso en pie. Iba a hacerlo como era debido. Se arrodilló, tomó su mano derecha y la besó.
-(TN), amor mío -dijo, mirándola fijamente a los ojos-. ¿Quieres casarte conmigo?
(TN) rompió a llorar, ahora ya sin tapujos. Asintió con la cabeza y por fin consiguió articular una respuesta:
-Sí -contestó, abalanzándose en sus brazos y fundiéndose en un fuerte abrazo con él-. Sí, quiero casarme contigo -le susurró al oído, haciendo que Jerry sintiera cómo un escalofrío le recorría el cuerpo.
La tuvo abrazada un rato, deleitándose con su cercanía. Finalmente la apartó y le tocó la barriga con una mano, pensando en esa pequeña chispa de vida que crecía dentro de ella. Quizá fuera hijo de otro hombre, pero él lo cuidaría como si fuera suyo y lo querría tanto como quería a su madre. A su preciosa (TN). Nunca más volvería a darle motivos para que cayera en los brazos de otro hombre.
-Mañana saldremos a buscarte un anillo. El anillo de compromiso más bonito que encontremos. Podemos programar la boda para el mes que viene para que no se te note aún la barriga y...
Sonriéndole, se apartó de él y le puso un dedo en los labios para que se callase. Jerry sintió una oleada de calor en todo el cuerpo.
-Ok, Sr. Organización, todo eso suena genial, pero ahora preferiría hacer otra cosa en lugar de planear nuestra boda.
-¿En serio? Pensaba que organizar su boda era el sueño de toda mujer -bromeó él.
-Bueno, yo considero que hay otras cosas más emocionantes -apostilló ella, tirándole del cuello de la camisa y comenzando a desabrochársela por el botón superior.
Jerry sintió prenderse un incendio en su entrepierna y notó cómo su pene iba poniéndose erecto. Quería deslizar sus manos sobre el suave jersey de (TN) y sentir sus pechos aún más suaves bajo la delicada lana. Sentía unas ganas terribles de meterle las manos bajo aquella prenda y tocar su piel desnuda, encontrar sus pezones y acariciárselos con los dedos hasta que se endurecieran y se agrandaran.
-Me pregunto qué será -dijo, remetiéndole el pelo por detrás de las orejas y tomando medidas drásticas para refrenar el deseo que sentía en su interior.
(TN) se inclinó hacia él y le rozó la clavícula con los labios. Su sensual boca casi le hizo perder el sentido. El incendio que había prendido en su entrepierna quemaba con más fuerza aún.
Su pene erecto rogaba por ser liberado de los confines de sus pantalones. Mientras (TN) ascendía por su cuello y le recorría la barbilla, besándolo, una oleada de deseo más poderosa que un tsunami arrasó el último ápice de control que le quedaba. Se agarró la camisa por ambos lados y la rasgó . Los botones salieron volando por todos sitios. (TN) lanzó un gritito de sorpresa y luego soltó una carcajada.
-Vaya, Jerry, estás aprendiendo a soltarte...
(TN) le atrapó el pezón con los labios y Jerry gimió de placer al notar su lengua jugando con él; se le puso duro por la excitación. Empezaba a costarle tragar saliva. Jerry recorrió la larga cabellera de (TN) con los dedos, deslizándolos por sus mechones sedosos. Ella le acarició el torso y se detuvo en su estómago. Al oír un tintineo, Jerry se percató de que le estaba desabrochando el cinturón. El sonido de la cremallera al abrirse le hizo estremecerse. Hacía tanto que deseaba notar las caricias de (TN), y llevaba tanto tiempo negándose aquel placer...
Contuvo el aliento al notar cómo los suaves dedos de (TN) se metían bajo sus calzoncillos y rodeaban su verga, que se endurecía por momentos. Exhaló lentamente mientras ella tocaba con delicadeza su miembro erecto. Era sensacional. Se bajó los pantalones, arrastrando a su vez los calzoncillos, para dejarle el campo libre.
-Hummm -gimió ella, acariciándolo de abajo arriba antes de empezar a juguetear con su lengua.
Jerry gimió al notar la lengua de (TN) en la base de su pene y luego lamerlo en toda su longitud. Ella describió un círculo con su lengua alrededor de la corona de la polla y luego jugueteó un rato a lamerle el frenillo. Jerry sintió su excitación hasta en la última terminación nerviosa. (TN) deslizó una mano por su torso, le cogió un pezón y empezó a pellizcárselo y acariciarlo.
Él le tocó el pelo mientras que ella le acariciaba el pene con los labios hasta conseguir que estuviera totalmente enhiesto. Se lo metió hasta la garganta, Jerry nunca había entendido cómo lo hacía, pero podía engullirlo de todo.
Al notar que su verga avanzaba por la cálida y húmeda garganta de (TN), Jerry tuvo que contenerse para no eyacular. Podría haberse corrido en aquel mismo momento; de hecho, notaba la tensión de sus testículos. Sólo el deseo de prolongar aquel placer, de notar la cálida y resbaladiza vagina de ella abrazando su pene le permitió refrenarse.
(TN) continuó masturbándolo, moviendo su boca hacia delante y hacia atrás, prolongando aquellos instantes de sensualidad y llevándolo al máximo de su excitación. Luego volvió a describir un círculo, con la lengua, alrededor de su polla.
Se sacó el pene de la boca, que se enfrió ligeramente al entrar en contacto con el aire, y lo besó. Le lamió la punta, dándole unos golpecitos suaves en el diminuto orificio, y a continuación deslizó la lengua por toda su verga. Empezó a lamerle los testículos, luego se los chupó.
-Oh, (TN), (TN).
Ella lo miró sonriendo. Le lamió de nuevo el pene como si fuera un helado y volvió a metérselo entero en la boca. Sus labios se movían adelante y atrás con entusiasmo.
-Cariño, me voy a correr.
(TN) se concentró entonces en la polla, rodeándolo una y otra vez con la lengua y ejerciendo presión justo debajo de la corona, llevando con ello a Jerry al borde de la locura. Le acarició el pene con la mano basta alcanzar su boca, envolviéndolo con su calidez, apartó los labios y le dijo:
-Cuando quieras, cariño. -Y volvió a atraparlo dentro de su boca.
Lo chupó con fuerza mientras le acariciaba los testiculos. Jerry notó cómo se le tensaban los músculos y la sangre le fluía a raudales por todo el cuerpo. Todo él se contrajo a medida que el semen brotaba de su pene directamente en la boca de (TN).
La sensación de éxtasis lo dejó sin aliento unos segundos, palpitando en la calidez de ella. Al fin se desplomó en el sofa y (TN) se acurrucó a su lado. Una vez que recuperó el aliento, le acarició el cabello y empezó a levantarle el jersey.
-Ahora te toca a ti.
________________________________
Por si acaso: Mis niñas las partes en gris son para qe le den click ;)
ah & Bienvenida a la Nueva lectora! ;) Gracias por leer! ^.^
-Estoy embarazada.
Embarazada. ¡Y de otro hombre! Se sintió palidecer.
(TN) continuó con la vista clavada en él. Le brillaban los ojos. Cuando por fin logró asimilar lo que le había dicho cayó en la cuenta de que (TN) estaba llorando.
-(TN), no. -La abrazó con fuerza-. (TN), cariño, no llores.
La besó en la cabeza, enterrando el rostro en su pelo. (TN) debía de haber temido que la dejara después de descubrir que lo había engañado. A juzgar por las apariencias, había hecho un trabajo excelente ocultándole cuánto la quería. Y puesto que el padre de la criatura no era más que un polvo de una noche, probablemente tuviera miedo de encontrarse criando a un hijo sola.
-¿Y qué quieres hacer? -le preguntó.
-Quiero..., quiero que mi hijo tenga un padre.
¿Qué pensaría hacer? ¿Intentar dar con aquel desconocido, el padre de su hijo? O, peor aún, ¿habría pensado en casarse con ese indeseable? ¿Acaso había previsto que Jerry, con toda su experiencia en informática, la ayudara a encontrar a aquel tipo?
No, (TN) le había aclarado que quería estar con él. Quizá simplemente pensara en compartir la custodia del niño con el padre. Sólo imaginar que otro hombre pudiera compartir algo tan importante e íntimo como criar a un hijo con (TN), lo rompía por la mitad. Tal vez el comienzo hubiera sido inocente, pero compartir momentos vitales tan importantes como presenciar el nacimiento de un hijo, oírlo balbucear sus primeras palabras, verlo dar sus primeros pasos... Jerry sabía que estas cosas tenían un profundo efecto en los padres. Y no sólo eso, sino que estaba claro que (TN) se sentía atraída por aquel tipo. Si pasaban mucho tiempo juntos quizá volviera a caer en sus brazos. A decir verdad, se había acostado con él por primera vez sin apenas conocerlo.
Por primera vez. Pero ¿qué demonios le pasaba? Ya estaba imaginándose a (TN) manteniendo una relación permanente con aquel tipo.
(TN) le recorrió el brazo con los dedos.
-Espero..., espero que quieras criar al niño conmigo. Espero que quieras que estrechemos lazos de forma más permanente.
Sintió un alivio inmenso y el corazón henchido. Le levantó el rostro y dejó que su mirada se perdiera en aquellos ojos llorosos.
-(TN), ¿me estás diciendo que, si te pido que te cases conmigo, aceptarás?
(TN) lo miró y asintió con un ligero mohín de incertidumbre.
Jerry la estrechó con más fuerza entre sus brazos. Luego la soltó y se puso en pie. Iba a hacerlo como era debido. Se arrodilló, tomó su mano derecha y la besó.
-(TN), amor mío -dijo, mirándola fijamente a los ojos-. ¿Quieres casarte conmigo?
(TN) rompió a llorar, ahora ya sin tapujos. Asintió con la cabeza y por fin consiguió articular una respuesta:
-Sí -contestó, abalanzándose en sus brazos y fundiéndose en un fuerte abrazo con él-. Sí, quiero casarme contigo -le susurró al oído, haciendo que Jerry sintiera cómo un escalofrío le recorría el cuerpo.
La tuvo abrazada un rato, deleitándose con su cercanía. Finalmente la apartó y le tocó la barriga con una mano, pensando en esa pequeña chispa de vida que crecía dentro de ella. Quizá fuera hijo de otro hombre, pero él lo cuidaría como si fuera suyo y lo querría tanto como quería a su madre. A su preciosa (TN). Nunca más volvería a darle motivos para que cayera en los brazos de otro hombre.
-Mañana saldremos a buscarte un anillo. El anillo de compromiso más bonito que encontremos. Podemos programar la boda para el mes que viene para que no se te note aún la barriga y...
Sonriéndole, se apartó de él y le puso un dedo en los labios para que se callase. Jerry sintió una oleada de calor en todo el cuerpo.
-Ok, Sr. Organización, todo eso suena genial, pero ahora preferiría hacer otra cosa en lugar de planear nuestra boda.
-¿En serio? Pensaba que organizar su boda era el sueño de toda mujer -bromeó él.
-Bueno, yo considero que hay otras cosas más emocionantes -apostilló ella, tirándole del cuello de la camisa y comenzando a desabrochársela por el botón superior.
Jerry sintió prenderse un incendio en su entrepierna y notó cómo su pene iba poniéndose erecto. Quería deslizar sus manos sobre el suave jersey de (TN) y sentir sus pechos aún más suaves bajo la delicada lana. Sentía unas ganas terribles de meterle las manos bajo aquella prenda y tocar su piel desnuda, encontrar sus pezones y acariciárselos con los dedos hasta que se endurecieran y se agrandaran.
-Me pregunto qué será -dijo, remetiéndole el pelo por detrás de las orejas y tomando medidas drásticas para refrenar el deseo que sentía en su interior.
(TN) se inclinó hacia él y le rozó la clavícula con los labios. Su sensual boca casi le hizo perder el sentido. El incendio que había prendido en su entrepierna quemaba con más fuerza aún.
Su pene erecto rogaba por ser liberado de los confines de sus pantalones. Mientras (TN) ascendía por su cuello y le recorría la barbilla, besándolo, una oleada de deseo más poderosa que un tsunami arrasó el último ápice de control que le quedaba. Se agarró la camisa por ambos lados y la rasgó . Los botones salieron volando por todos sitios. (TN) lanzó un gritito de sorpresa y luego soltó una carcajada.
-Vaya, Jerry, estás aprendiendo a soltarte...
(TN) le atrapó el pezón con los labios y Jerry gimió de placer al notar su lengua jugando con él; se le puso duro por la excitación. Empezaba a costarle tragar saliva. Jerry recorrió la larga cabellera de (TN) con los dedos, deslizándolos por sus mechones sedosos. Ella le acarició el torso y se detuvo en su estómago. Al oír un tintineo, Jerry se percató de que le estaba desabrochando el cinturón. El sonido de la cremallera al abrirse le hizo estremecerse. Hacía tanto que deseaba notar las caricias de (TN), y llevaba tanto tiempo negándose aquel placer...
Contuvo el aliento al notar cómo los suaves dedos de (TN) se metían bajo sus calzoncillos y rodeaban su verga, que se endurecía por momentos. Exhaló lentamente mientras ella tocaba con delicadeza su miembro erecto. Era sensacional. Se bajó los pantalones, arrastrando a su vez los calzoncillos, para dejarle el campo libre.
-Hummm -gimió ella, acariciándolo de abajo arriba antes de empezar a juguetear con su lengua.
Jerry gimió al notar la lengua de (TN) en la base de su pene y luego lamerlo en toda su longitud. Ella describió un círculo con su lengua alrededor de la corona de la polla y luego jugueteó un rato a lamerle el frenillo. Jerry sintió su excitación hasta en la última terminación nerviosa. (TN) deslizó una mano por su torso, le cogió un pezón y empezó a pellizcárselo y acariciarlo.
Él le tocó el pelo mientras que ella le acariciaba el pene con los labios hasta conseguir que estuviera totalmente enhiesto. Se lo metió hasta la garganta, Jerry nunca había entendido cómo lo hacía, pero podía engullirlo de todo.
Al notar que su verga avanzaba por la cálida y húmeda garganta de (TN), Jerry tuvo que contenerse para no eyacular. Podría haberse corrido en aquel mismo momento; de hecho, notaba la tensión de sus testículos. Sólo el deseo de prolongar aquel placer, de notar la cálida y resbaladiza vagina de ella abrazando su pene le permitió refrenarse.
(TN) continuó masturbándolo, moviendo su boca hacia delante y hacia atrás, prolongando aquellos instantes de sensualidad y llevándolo al máximo de su excitación. Luego volvió a describir un círculo, con la lengua, alrededor de su polla.
Se sacó el pene de la boca, que se enfrió ligeramente al entrar en contacto con el aire, y lo besó. Le lamió la punta, dándole unos golpecitos suaves en el diminuto orificio, y a continuación deslizó la lengua por toda su verga. Empezó a lamerle los testículos, luego se los chupó.
-Oh, (TN), (TN).
Ella lo miró sonriendo. Le lamió de nuevo el pene como si fuera un helado y volvió a metérselo entero en la boca. Sus labios se movían adelante y atrás con entusiasmo.
-Cariño, me voy a correr.
(TN) se concentró entonces en la polla, rodeándolo una y otra vez con la lengua y ejerciendo presión justo debajo de la corona, llevando con ello a Jerry al borde de la locura. Le acarició el pene con la mano basta alcanzar su boca, envolviéndolo con su calidez, apartó los labios y le dijo:
-Cuando quieras, cariño. -Y volvió a atraparlo dentro de su boca.
Lo chupó con fuerza mientras le acariciaba los testiculos. Jerry notó cómo se le tensaban los músculos y la sangre le fluía a raudales por todo el cuerpo. Todo él se contrajo a medida que el semen brotaba de su pene directamente en la boca de (TN).
La sensación de éxtasis lo dejó sin aliento unos segundos, palpitando en la calidez de ella. Al fin se desplomó en el sofa y (TN) se acurrucó a su lado. Una vez que recuperó el aliento, le acarició el cabello y empezó a levantarle el jersey.
-Ahora te toca a ti.
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Por si acaso: Mis niñas las partes en gris son para qe le den click ;)
ah & Bienvenida a la Nueva lectora! ;) Gracias por leer! ^.^
Bubu ✌
Re: "●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
omg pero k capi :twisted: ahhh esa rayis si
ke tiene suerte ya estuvo kon los dos hermanos
y ellos ni se lo imaginan :¬w¬: jajjajajaj
siguelaa x fass esta novel me encanta :D
ke tiene suerte ya estuvo kon los dos hermanos
y ellos ni se lo imaginan :¬w¬: jajjajajaj
siguelaa x fass esta novel me encanta :D
yessi jobrOss
Re: "●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
JAJAJAJAJAJ por diooooooos!
La chica si sabe como trabajar.. XD :twisted:
Esto se pusoo buenoo!
Siguela por favoor! :D
La chica si sabe como trabajar.. XD :twisted:
Esto se pusoo buenoo!
Siguela por favoor! :D
Invitado
Invitado
Re: "●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
OMJ Que suerte la nuestra haha Primero Nicholas & ahora Jerry :twisted:
Ya quiero ver cuando sepa la verdad esto se pondra mejor :twisted: Siguelaa pronto! :P
Ya quiero ver cuando sepa la verdad esto se pondra mejor :twisted: Siguelaa pronto! :P
Invitado
Invitado
Re: "●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
#Mas Tarde chicassss!!...
El siguiente Cap esta ¡QUE ARDE! ;)
El siguiente Cap esta ¡QUE ARDE! ;)
Bubu ✌
Re: "●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
Capitulo 12
-Ahora te toca a ti.
(TN) se puso en pie, se sacó el jersey por la cabeza y lo dejó caer en el suelo. Jerry fijó la mirada en la turgencia de sus senos mientras que ella se llevaba las manos a la espalda para desabrocharse el sujetador de encaje azul. Se bajó los tirantes.
La prenda se mantuvo suspendida por efecto de la fricción. (TN) lo miró dejando al descubierto sus generosos pechos redondos.
Tenía los pezones duros. Jerry se relamió los labios, anhelante de recorrer aquellos pequeños botones con su lengua. (TN) se quitó el pantalón y quedaron a la vista unas braguitas con encage negras. Se colocó encima de él a horcajadas, con una de aquellas largas y torneadas piernas a cada lado de los muslos de Jerry. Cuando el satén de sus braguitas, caliente por el ardor que desprendía su cuerpo, entró en contacto con su pene flácido, lo insufló de vida.
Jerry le cogió los pechos, deleitándose con el contacto de sus pezones fruncidos. (TN) se inclinó hacia delante, colocando una mano a cada lado de la cabeza de Jerry y ofreciéndole sus senos para que se diera un festín. El se metió uno en la boca, disfrutando al notar cómo la areola se tensaba y excitándose al percibir el duro pezón contra su lengua. Le cubrió el otro pecho con la mano, buscando a tientas el pezón y lo acarició con la punta de su dedo.
-Huummm. Me encanta -murmuró ella con voz suave.
(TN) movía las caderas adelante y atrás, acariciando el pene erecto de Jerry con el calor de su pubis. Jerry estaba cada vez más excitado y pensó que ella se movía demasiado deprisa. La cogió por las caderas y la paró.
-Cariño, vamos a ir más despacio -le dijo, atrayéndola hacia él y besándola-. ¿Por qué no vamos al dormitorio?
(TN) sonrió.
-Ok.
Bajó del sofá y Jerry la siguió por el pasillo hasta la tranquilidad del dormitorio. Mientras cogía las tres almohadas de color verde claro de la cama y las lanzaba sobre la poltrona que había junto a la ventana, (TN) se quitó las diminutas braguitas y las apartó de una patada. Sonriéndole abiertamente, se estiró sobre el edredón verde con estampado de cachemir. Se colocó a un lado, apoyó la cabeza en un brazo, apretando sus pechos, y dobló una pierna, adoptando una pose sensual. Jerry se sentó en la cama junto a ella y le acarició su sexo incapaz de contenerse. Luego cogió sus pechos entre sus manos. Se inclinó hacia delante y la besó en el cuello, justo en el nacimiento del hombro, en el punto que sabía que la volvía loca. Los gemidos de (TN) lo hicieron estremecerse de placer.
(TN) creía estar en el paraíso. Jerry le había pedido que se casara con él, quería tener el niño y ahora le estaba haciendo el amor. Gimió de nuevo cuando sus manos reclamaron sus pechos y luego se metió un pezón en la boca. Sentía oleadas de placer que se rompían directamente en su vagina.
Le lamió el pezón y luego describió círculos con la lengua a su alrededor. El aire frío lo estimuló aún más cuando lo liberó para dedicarle sus atenciones al otro pecho. Un pezón frío y uno caliente, tan caliente... (TN) arqueó la cadera, suplicando por notar las caricias de Jerry en su pubis. Quería cogerle la mano y llevársela exactamente hasta donde quería notarla, pero no lo hizo. Aguardaría, esperaría a que él descendiera lentamente por ella, prolongando su placer.
Jerry pretendía explorar hasta el último centímetro de su cuerpo. Ella cogió su verga erecta con una mano y empezó a sacudírsela, sólo para aumentar ligeramente su urgencia.
Cubriéndole los pechos con las manos para mantenerlos calientes y estimulados, Jerry descendió por el cuerpo de (TN).
Se detuvo en su ombligo, jugando en él un rato con la punta de la lengua. Bajó una mano, se la lamió ligeramente. Continuó su descenso, acariciándole levemente los labios inferiores y los muslos. Luego volvió a deslizar la mano hacia arriba hasta alcanzar su vientre. (TN) levantó la pelvis para encontrar su mano, pero llegó tarde. Gimió.
Jerry soltó una carcajada y volvió a descender con sus caricias. Le acarició la húmeda hendidura con los dedos. (TN) gimió de placer. Utilizó ambas manos para apartar sus labios y luego tocó el botoncito de su clítoris con la yema del dedo.
-Oh, sí-murmuró (TN).
Su lengua reemplazó a su dedo y empezó a succionarle y lamerle el clítoris.
-Oh, Oh si cariño lameme así, no pares Jerry!
(TN) sintió un torrente de descargas eléctricas por todo el cuerpo. Jerry deslizó un dedo dentro de ella y hurgó con él en su interior mientras dibujaba movimientos rotatorios y de lado a lado con la lengua sobre su clítoris. (TN) se sintió embriagada por oleadas sucesivas de placer. Jerry acariciaba con el dedo sus paredes vaginales. Le metió un segundo dedo.
Aumentó el ritmo de su lengua. A (TN) se le aceleró la respiración. Cada vez sentía más placer. Un tercer dedo se unió a los anteriores y, tras un momento de intensa combinación de sensaciones, (TN) ahogó un chillido y emitió un largo y sonoro gemido al sentir cómo se apoderaba de ella una erupción de inmenso placer.
-Eres tan hermosa, (TN).
Aquellas palabras quedaron flotando en la conciencia de (TN) como si llegaran desde muy lejos, mientras ella regresaba al aquí y ahora. Cuando abrió los ojos, Jerry la estaba contemplando embelesado.
-Tan hermosa...
La sonrisa de Jerry la encandiló y la profundidad de los sentimientos que traslucían sus ojos como la medianoche la enterneció. Abrió los brazos y lo tomó entre ellos, estrechándolo con fuerza. Se acurrucó contra él, infinitamente feliz de pensar en el niño que crecía dentro de ella y de estar en brazos de Jerry, el padre de su hijo, su futuro marido.
-Hazme el amor, amor mío -le susurró al oído.
-Ahora mismo, cariño.
Se colocó sobre ella. Su verga, henchida de necesidad, le rozó el vientre, incendiando hasta la última de sus terminaciones nerviosas. Jerry se la agarró con la mano y buscó con ella la entrada de su vagina. (TN) abrió las piernas, dándole la bienvenida. Jerry se deslizó en su interior, se inclinó hacia delante y la besó. Fue un beso largo y amoroso, pero también tan apasionado que logró que la mera excitación de (TN) dejara paso a un deseo inconcebible.
-Ah, amor mío, métemela hasta el fondo, con fuerza.
Las palabras de (TN) revolotearon en los oídos de Jerry, que, asombrado, sintió que la sangre le hervía.
-¿Qué has dicho? -le preguntó, con las cejas enarcadas, mientras la embestía y le daba un poco de lo que ella le había pedido.
(TN) arqueó la pelvis, intentando notarlo más dentro de sí, pero él se retiró en broma.
-He dicho que me la metas hasta el fondo y con fuerza -insistió (TN).
Jerry se sumió en su interior y la besó. Luego arremetió con un poco más de fuerza. (TN) enroscó sus piernas alrededor de los muslos de Jerry e intentó notarlo hasta lo más profundo de su ser.
-Hablame, cielo -le susurró Jerry al oído-. Dime qué quieres que te haga.
(TN) sonrió.
-Quiero que me metas hasta dentro tu enorme polla.
Jerry pensó que iba a abrasarse. No podía creer lo excitante que era oírla decirle aquellas cosas. Quería más.
-¿Cómo es mi polla? (hombres -.-' xD)
Ella puso los ojos en blanco y soltó una carcajada.
-Quiero que me metas tu enorme polla una y otra y otra vez, hasta que me corra.
Las palabras de (TN) lo excitaron aún más e incitaron a su cuerpo a enviar más sangre a su miembro ya inflamado, hasta ponerlo duro como una piedra.
-Quiero que me folles con fuerza, rápidamente -insistió (TN), participando en el juego.
Jerry la embistió con más fuerza, sonriente, y con el corazón latiéndole a toda prisa por la emoción.
-(TN), me encanta que me digas esas cosas, me excita mucho nena.
La recompensó hundiéndose en ella hasta el final. (TN) gimió complacida. Jerry empezó a moverse adelante y atrás, con fuerza y rápidamente, tal como ella le había pedido.
-Ohhhhh si asiiii cariño, métemela hasta el fondo.
(TN) se aferró a las barras verticales del cabezal de madera de arce y se acopló a sus embestidas.
-Nunca antes me habías hablado así.
-Salvo aquella vez. Ahhh -exclamó, apretando con más fuerza sus piernas en torno a él y arqueándose para sentirlo aún más adentro-. Cuando eras Nicholas.
Jerry estuvo a punto de perder el compás por unos instantes, de perder incluso su erección, pero entonces ella lo apretó con sus músculos internos y gritó:
-Jerry, voy a correrme. Follame con fuerza, hasta el fondo.
Jerry sintió que se avecinaba el orgasmo que acabó envolviéndolo por completo, mientras penetraba a (TN) a un ritmo rápido y constante. (TN) profirió un largo gemido de placer.
Jerry se derrumbó sobre (TN); luego se hizo a un lado y tiró de ella para atraerla hacia sí. La abrazó de forma posesiva, obsesionado por el hecho de que hubiera pronunciado el nombre de su hermano. Nunca le había mencionado la existencia de Nicholas. Durante toda su infancia y juventud, la gente los había confundido. A veces, Jerry había tenido la sensación de carecer de una identidad propia. Cuando conoció a (TN) no quiso presentarle a Nicholas, no quería arriesgarse a que ella los confundiera, ni siquiera por un instante. Quería ser único y especial para ella.
Luchó contra el deseo de preguntarle por qué había mencionado el nombre de Nicholas, pues sabía que la respuesta le resultaría insoportable, aunque no tenía ni idea de cuál podía ser. Le acarició el cabello, aparcando sus dudas. Respiró profundamente y preguntó:
-(TN), ¿me has llamado Nicholas antes?
-¿Quuéé? -preguntó ella semidormida-. No, te he llamado Jerry. -Se acurrucó todavía más contra él-. Te amo, Jerry.
Sus palabras resonaron en el corazón de Jerry. (TN) lo amaba. La estrechó con fuerza entre sus brazos Debía de haber oído mal. Acababa de pedirle a la mujer que amaba que se casara con él y posiblemente eso, había disparado sus más profundas inseguridades. Su temor a que su mujer lo dejara por su hermano. Había ocurrido varias veces cuando él y Nicholas eran adolescentes. Pero no porque Nicholas le hubiera robado intencionadamente las novias. Simplemente, las mujeres parecían sentirse más atraídas por el carácter de Nicholas, que era más amante de las diversiones.
Su hermano había hecho una fortuna diseñando un juego de rol informático. ¡¿Cómo podía ser?! Se ganaba la vida divirtiéndose. ¿Cómo podía competír con algo así? El era Jerry, al que todos habían considerado siempre el serio, el que siempre dibujaba el palito de la t y le ponía los puntos a las íes. Ahora podría dejar de lado aquellas inseguridades. (TN) lo amaba. A él. Había elegido casarse con él.
Aunque lo cierto era que aún no había conocido a Nicholas. Y Jerry pretendía asegurarse de que no lo hiciera..., al menos hasta el día de su boda. Ni siquiera pensaba decirle que tenía un hermano gemelo. No era que no confiara en su relación, simplemente prefería ser cauto. O, para ser honestos, quizá albergara algunas dudas acerca de la relación con (TN). Ella llevaba en su seno el hijo de otro hombre. No tenía sentido tentar al destino. Se relajó, deleitándose en la sensación de tenerla envuelta entre sus brazos.
-Jerry, soy tan feliz -dijo (TN), tomándole la mano, colocándosela en el vientre y cubriéndola con la suya-. Vamos a tener un hijo.
El hijo de otro. Le torturaba la idea de imaginar a (TN) haciendo el amor con otro hombre. Al menos no había sido Nicholas.(Si supieras lol)
¿Cómo podía haberla abandonado tanto tiempo? Había sido un estúpido. La besó en la coronilla.
-Hummm. ¡Qué bien! -exclamó (TN), acercándose más a él.
Encontraría un modo de conciliar su vida laboral con su vida personal y asegurarse de que (TN) se sentía amada. No la perdería. No permitiría que ni Nicholas, ni nadie, la alejara de él.
__________________________
DIOS este cap si qe es HOT.. Con ese vocabulario hacen qe hasta yo me caliente xD
Soy una pervertida, Ok NOT! ;)(¿o si?)
ahahah :risa: ¡ DISFRÚTENLO!
-Ahora te toca a ti.
(TN) se puso en pie, se sacó el jersey por la cabeza y lo dejó caer en el suelo. Jerry fijó la mirada en la turgencia de sus senos mientras que ella se llevaba las manos a la espalda para desabrocharse el sujetador de encaje azul. Se bajó los tirantes.
La prenda se mantuvo suspendida por efecto de la fricción. (TN) lo miró dejando al descubierto sus generosos pechos redondos.
Tenía los pezones duros. Jerry se relamió los labios, anhelante de recorrer aquellos pequeños botones con su lengua. (TN) se quitó el pantalón y quedaron a la vista unas braguitas con encage negras. Se colocó encima de él a horcajadas, con una de aquellas largas y torneadas piernas a cada lado de los muslos de Jerry. Cuando el satén de sus braguitas, caliente por el ardor que desprendía su cuerpo, entró en contacto con su pene flácido, lo insufló de vida.
Jerry le cogió los pechos, deleitándose con el contacto de sus pezones fruncidos. (TN) se inclinó hacia delante, colocando una mano a cada lado de la cabeza de Jerry y ofreciéndole sus senos para que se diera un festín. El se metió uno en la boca, disfrutando al notar cómo la areola se tensaba y excitándose al percibir el duro pezón contra su lengua. Le cubrió el otro pecho con la mano, buscando a tientas el pezón y lo acarició con la punta de su dedo.
-Huummm. Me encanta -murmuró ella con voz suave.
(TN) movía las caderas adelante y atrás, acariciando el pene erecto de Jerry con el calor de su pubis. Jerry estaba cada vez más excitado y pensó que ella se movía demasiado deprisa. La cogió por las caderas y la paró.
-Cariño, vamos a ir más despacio -le dijo, atrayéndola hacia él y besándola-. ¿Por qué no vamos al dormitorio?
(TN) sonrió.
-Ok.
Bajó del sofá y Jerry la siguió por el pasillo hasta la tranquilidad del dormitorio. Mientras cogía las tres almohadas de color verde claro de la cama y las lanzaba sobre la poltrona que había junto a la ventana, (TN) se quitó las diminutas braguitas y las apartó de una patada. Sonriéndole abiertamente, se estiró sobre el edredón verde con estampado de cachemir. Se colocó a un lado, apoyó la cabeza en un brazo, apretando sus pechos, y dobló una pierna, adoptando una pose sensual. Jerry se sentó en la cama junto a ella y le acarició su sexo incapaz de contenerse. Luego cogió sus pechos entre sus manos. Se inclinó hacia delante y la besó en el cuello, justo en el nacimiento del hombro, en el punto que sabía que la volvía loca. Los gemidos de (TN) lo hicieron estremecerse de placer.
(TN) creía estar en el paraíso. Jerry le había pedido que se casara con él, quería tener el niño y ahora le estaba haciendo el amor. Gimió de nuevo cuando sus manos reclamaron sus pechos y luego se metió un pezón en la boca. Sentía oleadas de placer que se rompían directamente en su vagina.
Le lamió el pezón y luego describió círculos con la lengua a su alrededor. El aire frío lo estimuló aún más cuando lo liberó para dedicarle sus atenciones al otro pecho. Un pezón frío y uno caliente, tan caliente... (TN) arqueó la cadera, suplicando por notar las caricias de Jerry en su pubis. Quería cogerle la mano y llevársela exactamente hasta donde quería notarla, pero no lo hizo. Aguardaría, esperaría a que él descendiera lentamente por ella, prolongando su placer.
Jerry pretendía explorar hasta el último centímetro de su cuerpo. Ella cogió su verga erecta con una mano y empezó a sacudírsela, sólo para aumentar ligeramente su urgencia.
Cubriéndole los pechos con las manos para mantenerlos calientes y estimulados, Jerry descendió por el cuerpo de (TN).
Se detuvo en su ombligo, jugando en él un rato con la punta de la lengua. Bajó una mano, se la lamió ligeramente. Continuó su descenso, acariciándole levemente los labios inferiores y los muslos. Luego volvió a deslizar la mano hacia arriba hasta alcanzar su vientre. (TN) levantó la pelvis para encontrar su mano, pero llegó tarde. Gimió.
Jerry soltó una carcajada y volvió a descender con sus caricias. Le acarició la húmeda hendidura con los dedos. (TN) gimió de placer. Utilizó ambas manos para apartar sus labios y luego tocó el botoncito de su clítoris con la yema del dedo.
-Oh, sí-murmuró (TN).
Su lengua reemplazó a su dedo y empezó a succionarle y lamerle el clítoris.
-Oh, Oh si cariño lameme así, no pares Jerry!
(TN) sintió un torrente de descargas eléctricas por todo el cuerpo. Jerry deslizó un dedo dentro de ella y hurgó con él en su interior mientras dibujaba movimientos rotatorios y de lado a lado con la lengua sobre su clítoris. (TN) se sintió embriagada por oleadas sucesivas de placer. Jerry acariciaba con el dedo sus paredes vaginales. Le metió un segundo dedo.
Aumentó el ritmo de su lengua. A (TN) se le aceleró la respiración. Cada vez sentía más placer. Un tercer dedo se unió a los anteriores y, tras un momento de intensa combinación de sensaciones, (TN) ahogó un chillido y emitió un largo y sonoro gemido al sentir cómo se apoderaba de ella una erupción de inmenso placer.
-Eres tan hermosa, (TN).
Aquellas palabras quedaron flotando en la conciencia de (TN) como si llegaran desde muy lejos, mientras ella regresaba al aquí y ahora. Cuando abrió los ojos, Jerry la estaba contemplando embelesado.
-Tan hermosa...
La sonrisa de Jerry la encandiló y la profundidad de los sentimientos que traslucían sus ojos como la medianoche la enterneció. Abrió los brazos y lo tomó entre ellos, estrechándolo con fuerza. Se acurrucó contra él, infinitamente feliz de pensar en el niño que crecía dentro de ella y de estar en brazos de Jerry, el padre de su hijo, su futuro marido.
-Hazme el amor, amor mío -le susurró al oído.
-Ahora mismo, cariño.
Se colocó sobre ella. Su verga, henchida de necesidad, le rozó el vientre, incendiando hasta la última de sus terminaciones nerviosas. Jerry se la agarró con la mano y buscó con ella la entrada de su vagina. (TN) abrió las piernas, dándole la bienvenida. Jerry se deslizó en su interior, se inclinó hacia delante y la besó. Fue un beso largo y amoroso, pero también tan apasionado que logró que la mera excitación de (TN) dejara paso a un deseo inconcebible.
-Ah, amor mío, métemela hasta el fondo, con fuerza.
Las palabras de (TN) revolotearon en los oídos de Jerry, que, asombrado, sintió que la sangre le hervía.
-¿Qué has dicho? -le preguntó, con las cejas enarcadas, mientras la embestía y le daba un poco de lo que ella le había pedido.
(TN) arqueó la pelvis, intentando notarlo más dentro de sí, pero él se retiró en broma.
-He dicho que me la metas hasta el fondo y con fuerza -insistió (TN).
Jerry se sumió en su interior y la besó. Luego arremetió con un poco más de fuerza. (TN) enroscó sus piernas alrededor de los muslos de Jerry e intentó notarlo hasta lo más profundo de su ser.
-Hablame, cielo -le susurró Jerry al oído-. Dime qué quieres que te haga.
(TN) sonrió.
-Quiero que me metas hasta dentro tu enorme polla.
Jerry pensó que iba a abrasarse. No podía creer lo excitante que era oírla decirle aquellas cosas. Quería más.
-¿Cómo es mi polla? (hombres -.-' xD)
Ella puso los ojos en blanco y soltó una carcajada.
-Quiero que me metas tu enorme polla una y otra y otra vez, hasta que me corra.
Las palabras de (TN) lo excitaron aún más e incitaron a su cuerpo a enviar más sangre a su miembro ya inflamado, hasta ponerlo duro como una piedra.
-Quiero que me folles con fuerza, rápidamente -insistió (TN), participando en el juego.
Jerry la embistió con más fuerza, sonriente, y con el corazón latiéndole a toda prisa por la emoción.
-(TN), me encanta que me digas esas cosas, me excita mucho nena.
La recompensó hundiéndose en ella hasta el final. (TN) gimió complacida. Jerry empezó a moverse adelante y atrás, con fuerza y rápidamente, tal como ella le había pedido.
-Ohhhhh si asiiii cariño, métemela hasta el fondo.
(TN) se aferró a las barras verticales del cabezal de madera de arce y se acopló a sus embestidas.
-Nunca antes me habías hablado así.
-Salvo aquella vez. Ahhh -exclamó, apretando con más fuerza sus piernas en torno a él y arqueándose para sentirlo aún más adentro-. Cuando eras Nicholas.
Jerry estuvo a punto de perder el compás por unos instantes, de perder incluso su erección, pero entonces ella lo apretó con sus músculos internos y gritó:
-Jerry, voy a correrme. Follame con fuerza, hasta el fondo.
Jerry sintió que se avecinaba el orgasmo que acabó envolviéndolo por completo, mientras penetraba a (TN) a un ritmo rápido y constante. (TN) profirió un largo gemido de placer.
Jerry se derrumbó sobre (TN); luego se hizo a un lado y tiró de ella para atraerla hacia sí. La abrazó de forma posesiva, obsesionado por el hecho de que hubiera pronunciado el nombre de su hermano. Nunca le había mencionado la existencia de Nicholas. Durante toda su infancia y juventud, la gente los había confundido. A veces, Jerry había tenido la sensación de carecer de una identidad propia. Cuando conoció a (TN) no quiso presentarle a Nicholas, no quería arriesgarse a que ella los confundiera, ni siquiera por un instante. Quería ser único y especial para ella.
Luchó contra el deseo de preguntarle por qué había mencionado el nombre de Nicholas, pues sabía que la respuesta le resultaría insoportable, aunque no tenía ni idea de cuál podía ser. Le acarició el cabello, aparcando sus dudas. Respiró profundamente y preguntó:
-(TN), ¿me has llamado Nicholas antes?
-¿Quuéé? -preguntó ella semidormida-. No, te he llamado Jerry. -Se acurrucó todavía más contra él-. Te amo, Jerry.
Sus palabras resonaron en el corazón de Jerry. (TN) lo amaba. La estrechó con fuerza entre sus brazos Debía de haber oído mal. Acababa de pedirle a la mujer que amaba que se casara con él y posiblemente eso, había disparado sus más profundas inseguridades. Su temor a que su mujer lo dejara por su hermano. Había ocurrido varias veces cuando él y Nicholas eran adolescentes. Pero no porque Nicholas le hubiera robado intencionadamente las novias. Simplemente, las mujeres parecían sentirse más atraídas por el carácter de Nicholas, que era más amante de las diversiones.
Su hermano había hecho una fortuna diseñando un juego de rol informático. ¡¿Cómo podía ser?! Se ganaba la vida divirtiéndose. ¿Cómo podía competír con algo así? El era Jerry, al que todos habían considerado siempre el serio, el que siempre dibujaba el palito de la t y le ponía los puntos a las íes. Ahora podría dejar de lado aquellas inseguridades. (TN) lo amaba. A él. Había elegido casarse con él.
Aunque lo cierto era que aún no había conocido a Nicholas. Y Jerry pretendía asegurarse de que no lo hiciera..., al menos hasta el día de su boda. Ni siquiera pensaba decirle que tenía un hermano gemelo. No era que no confiara en su relación, simplemente prefería ser cauto. O, para ser honestos, quizá albergara algunas dudas acerca de la relación con (TN). Ella llevaba en su seno el hijo de otro hombre. No tenía sentido tentar al destino. Se relajó, deleitándose en la sensación de tenerla envuelta entre sus brazos.
-Jerry, soy tan feliz -dijo (TN), tomándole la mano, colocándosela en el vientre y cubriéndola con la suya-. Vamos a tener un hijo.
El hijo de otro. Le torturaba la idea de imaginar a (TN) haciendo el amor con otro hombre. Al menos no había sido Nicholas.(Si supieras lol)
¿Cómo podía haberla abandonado tanto tiempo? Había sido un estúpido. La besó en la coronilla.
-Hummm. ¡Qué bien! -exclamó (TN), acercándose más a él.
Encontraría un modo de conciliar su vida laboral con su vida personal y asegurarse de que (TN) se sentía amada. No la perdería. No permitiría que ni Nicholas, ni nadie, la alejara de él.
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DIOS este cap si qe es HOT.. Con ese vocabulario hacen qe hasta yo me caliente xD
Soy una pervertida, Ok NOT! ;)(¿o si?)
ahahah :risa: ¡ DISFRÚTENLO!
Bubu ✌
Re: "●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
Ay cariño si Supieras!!
Jerry es totalment un Amor
Apesar de todo el sigue cn ella
Aunq ella no sepa!!
Pro igual es culpa d Jerry por no decirle
Q tenia un Gemelo -.-
siguelaaa
Jerry es totalment un Amor
Apesar de todo el sigue cn ella
Aunq ella no sepa!!
Pro igual es culpa d Jerry por no decirle
Q tenia un Gemelo -.-
siguelaaa
GlodDeJonas
Re: "●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
holaaaaaaaaaaaaaaaaa
soy nueva lectoraa
me llamo cintya ... ciin aqui en el foro !!
aii noo ..
por dios ..
esta novee esta tremendaaaaa
es buenisiimaaaaaaaaa !
me encantaaa !
jajaja
si supiera jerry ... si supieraaa
jajajajajaja
siiiguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
soy nueva lectoraa
me llamo cintya ... ciin aqui en el foro !!
aii noo ..
por dios ..
esta novee esta tremendaaaaa
es buenisiimaaaaaaaaa !
me encantaaa !
jajaja
si supiera jerry ... si supieraaa
jajajajajaja
siiiguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Ciin :)
Re: "●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
Oh My Gosh! Que Cap :twisted: ntp no eres la unica a la que le pasa eso(? tambien soy pervertida okno xD Jerry es tan inocente(? haha porque no dice nada aunque sea del hijo?! OMJ & cuando sepa de quien es el niño & cuando ella sepa la verdad ! pero si es culpa de Jerry :roll: Siguela amo dmc esta novela :P
Invitado
Invitado
Re: "●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
ohhhh mi dios!! :cyclops: este capi estuvo
tann pero taannnnn ardiente :twisted: ke me
derrito jejej ahhh pobre de jerry cuando se
entere de k la rayis iia stuvo kon nick ke mal
la va a pasar pero estoi d acuerdo kon las
demas él tiene la culpa :| x no confiar en
la rayis y kontarle lo d nick bueno sube mas capis
por favorr cada vez se pone mas buena la novel :D
siguela, siguela, siguelaa
tann pero taannnnn ardiente :twisted: ke me
derrito jejej ahhh pobre de jerry cuando se
entere de k la rayis iia stuvo kon nick ke mal
la va a pasar pero estoi d acuerdo kon las
demas él tiene la culpa :| x no confiar en
la rayis y kontarle lo d nick bueno sube mas capis
por favorr cada vez se pone mas buena la novel :D
siguela, siguela, siguelaa
yessi jobrOss
Re: "●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
#Editando Caps Amores!
#Bienvenida Ciin!
y placer tenerte por aquí! ;)
#Bienvenida Ciin!
y placer tenerte por aquí! ;)
Bubu ✌
Re: "●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
Capitulo 13
Nicholas sostuvo en la mano aquel gran sobre sellado de color marrón mientras su mirada se perdía en la vista panorámica que se disfrutaba desde la ventana de su ático. Las luces de la ciudad titilaban a su alrededor.
No lograba dejar de pensar en aquella increíble mujer que lo había colmado de fantasías sexuales para toda una vida. Aurora.
Se le tensó el cuerpo al recordar el tacto de sus suaves manos sobre su torso y el brillo de deseo en sus ojos. Imaginó que la tenía delante, que se le acercaba, lo rodeaba con sus brazos y lo besaba. Al pensar en notar los carnosos labios de Aurora en contacto con los suyos, sus seductores senos apretados contra su pecho y sus pezones duros, se excitó. Sonrió al recordar la sonrisa picara de ella mientras descendía por su cuerpo y le desabrochaba los pantalones. Tuvo una erección al recordar sus deliciosos y pecaminosos labios rodeando su miembro, cada vez más abultado.
Maldita sea, cada vez que pensaba en ella, cosa que parecía incapaz de dejar de hacer, le ocurría lo mismo. Se sentía salvajemente excitado y terriblemente frustrado.
Quería volver a verla. Había estado a punto de desesperarse a medida que iban pasando las semanas tras su noche juntos.
Tanto que al final se había rendido y había contratado a un detective privado para que la siguiera. Le había facilitado el número de la matrícula de Aurora. Hacía diez minutos, un mensajero le había entregado el primer informe.
Allí lo tenía, en la mano, en aquel sobre cerrado. Lo había esperado impacientemente, había soñado con desgarrarlo y arrancar el contenido de dentro, con abrir la carpeta y averiguar todo lo que necesitaba saber para ponerse en contacto con la mujer de sus sueños.
Clavó la mirada en el sobre, recorriendo el borde con los dedos. Sin embargo, por alguna inexplicable razón, ahora que lo tenía delante no se atrevía a abrirlo. Se dio unos golpecitos con el sobre en la rodilla. Era una locura. Había pagado una buena suma por obtener aquel informe. Y lo que era más importante, iba a estallar de dolor. Nunca en su vida había deseado tanto a una mujer. La idea de no volverla a ver se le hacía insoportable, y no sólo por razones físicas. Cogió el abrecartas del escritorio, lo metió bajo la solapa del sobre y lo rasgó. Necesitaba encontrarla.
Puso bocabajo el sobre y asomó la punta de una carpeta de papel de manila de unos dos centímetros de grosor. La agarró con los dedos y tiró de ella. Una vez fuera, la depositó sobre el escritorio. Deslizó sus manos por encima de ella, saboreando aquel momento. En cuanto abriera aquella carpeta, podría levantar el auricular y telefonearla. La idea de volver a oír su voz lo removió por dentro. Mejor aún, podía subirse a su avión y volar a Ottawa aquella misma noche. Presentarse en su casa. Contemplar la mirada de sorpresa de ella.
Imaginó a Aurora abriendo la puerta y tropezando con él. Seguro que la sorprendería, pero ¿qué pasaría luego? ¿Se enfadaría? ¿Le molestaría? Quizá incluso se asustara y pensara que era un acosador.
Dio una palmada en la mesa. Se sentía frustrado. Le había dicho que no quería volver a verlo y, por mucho que detestara hacerlo, tenía que respetar sus deseos. Volvió a meter la carpeta en el sobre y empezó a dar vueltas por la habitación, con el informe en la mano. Al final, se desplomó en su sillón de piel, frente a la chimenea.
Dio otro puñetazo en la mesa. Maldita sea. No lo entendía. ¿Cómo podía no querer verlo? ¿Es que tan poco había significado aquella noche para ella?
Se pasó la mano por el pelo. No estaba siendo justo. Aurora le había dicho que el tiempo que habían pasado juntos había significado mucho para ella, pero que quería que quedara como un encuentro entre dos desconocidos que viven una noche de pasión. Sólo lo había utilizado para hacer realidad una fantasía sexual, pero lo cierto es que había sido franca en todo momento. No le había dado falsas esperanzas.
El corazón se le encogió. Quizá aquello estuviera bien para ella, pero él la echaba muchísimo de menos. Recorrió con los dedos el borde dentado y abierto del sobre. Pensaba en ella día y noche. La deseaba en cuerpo y alma. Y lo único que tenía que hacer era abrir aquel sobre. Todos sus secretos estaban allí dentro.
Le vino a la mente una imagen de Aurora quitándose el vestido rojo ceñido que llevaba y dejando a la vista sus pechos redondos y turgentes. Tuvo una erección. Se le tensó la bragueta del pantalón. Recordó el tacto de sus senos sedosos, de su pubis aterciopelado y húmedo cuando lo había recorrido con su lengua y luego había encontrado el botón de su clítoris entre los pliegues.
Se reclinó en el sillón, se bajó la cremallera y recordó cómo lo había tocado ella. Recordó cómo lo había acariciado con sus delicados dedos. Se metió la mano por dentro de los calzoncillos y se sacó la verga, acariciándose tal como Aurora lo había hecho, pero sus dedos gruesos y ásperos no eran iguales que los de ella. Se cogió la polla con fuerza y se masturbó pensando en los cálidos labios y en la boca de Aurora envolviéndolo. Aceleró el ritmo al recordar cómo se había metido su polla hasta la garganta. La idea de deslizarse en su cálida y húmeda vagina lo hizo eyacular al tiempo que emitía un gemido.
Oh, era tan sexy. Y había sido tan dulce. Recordó la sensación de tenerla enroscada junto a él en la cama, acurrucándose contra él. Se acordó de la agradable fragancia de su cabello. A fresas y coco. Recordó el delicado contacto de sus dulces labios en su piel.
Cerró los puños. Obsesionado. Estaba obsesionado.
Sacó un puñado de pañuelos de papel de la caja que había en la mesilla lateral y se limpió. Luego se embutió el pene flácido en los calzoncillos y se abrochó la cremallera.
Maldita sea. Se había enamorado de ella.
Era un hombre que se guiaba por sus instintos. No debería sorprenderle ser víctima de un flechazo. O de un primer encuentro sumamente erótico. Pero no sólo la amaba por el sexo. Y lo sabía. Le había gustado su espontaneidad, su sensualidad y sus ganas de divertirse. Era el tipo de mujer que siempre lo mantendría alerta, que no dejaría nunca de sorprenderlo. Decididamente, era su tipo de mujer. Y, además, había percibido en ella una enorme capacidad de amar.
El hecho de que hubiera hecho realidad sus fantasías sexuales le había revelado que se sentía cómoda con su sexualidad y que ambos mantendrían una relación sexual emocionante y llena de nuevas experiencias. Haría todo lo posible para que no tuviera que ir en busca de desconocidos que satisficieran sus fantasías. El sería el último extraño con el que tendría una aventura.
Es posible que Aurora no quisiera verlo, pero sus sentimientos también contaban. Simplemente por haberse enamorado, tenía derecho a volver a hablar con ella. Aunque tras su encuentro, ella hubiera decidido no darle otra oportunidad, sentía que estaba en su derecho de intentar conseguirla.
Sonó el teléfono. Se acercó a zancadas hasta el escritorio y descolgó el auricular.
-Hola.
-Hola, hermanito. ¿Qué tal?
Jerry. La mirada de Nicholas se posó en el sobre de lino gris, de Jerry, que tenía apoyado contra la fotografía de la familia que había en su escritorio. Sonrió al caer en la cuenta de que iría a Ottawa aquel fin de semana para la boda. Podía ir a ver a Aurora entonces.
-¿Lo has organizado ya todo con mamá y papá? -preguntó Jerry.
-Sí, ya he sacado los billetes. Los recogeré y los llevaré al aeropuerto.
Charlaron sobre detalles del fin de semana y el transporte. Su gata, Sam, subió de un brinco al escritorio y maulló, luego le buscó la mano con la cabeza, para que la acariciara. A medida que la conversación avanzaba, Nicholas decidió que no sería justo contactar con Aurora en breve.
Jerry por fin había resuelto su vida y había encontrado a una mujer a quien amar. Llevaba un año saliendo con su prometida, y Nicholas se había preguntado si esta vez llegaría a atar el nudo o también la perdería, como a tantas otras antes. Jerry tenía tendencia concentrarse demasiado en el trabajo y no lo bastante en el amor.
La ironía no le pasó por alto. Allí estaba él reflexionando sobre los puntos flacos de Jerry en sus relaciones amorosas. ¡Al menos su hermano no había tenido que contratar a un detective para localizar una aventura de una noche!
Se despidieron y colgaron. Nicholas sonrió. Tomó a Sam con una mano, la puso sobre su hombro y le acarició el lomo, de la cabeza a la cola, con delicadeza. Su hermano iba a casarse. Se alegraba por él. Ahora mismo, en eso era en lo que tenía que concentrarse, en la boda de su hermano, no en su inestable vida amorosa. Jerry se merecía su atención sin paliativos, y si Nicholas se ponía a pensar en un futuro encuentro con Aurora, no estaría precisamente concentrado en su hermano y en la felicidad que había encontrado.
Esperaría hasta después de la boda. Fijó la vista en el sobre marrón que descansaba sobre la mesa y le dio unos golpecitos con el dedo índice.
-Pero ándate con cuidado, Aurora, porque después de la boda voy a ir en tu búsqueda.
Abrió el cajón de su escritorio y guardó dentro el sobre.
Nicholas sostuvo en la mano aquel gran sobre sellado de color marrón mientras su mirada se perdía en la vista panorámica que se disfrutaba desde la ventana de su ático. Las luces de la ciudad titilaban a su alrededor.
No lograba dejar de pensar en aquella increíble mujer que lo había colmado de fantasías sexuales para toda una vida. Aurora.
Se le tensó el cuerpo al recordar el tacto de sus suaves manos sobre su torso y el brillo de deseo en sus ojos. Imaginó que la tenía delante, que se le acercaba, lo rodeaba con sus brazos y lo besaba. Al pensar en notar los carnosos labios de Aurora en contacto con los suyos, sus seductores senos apretados contra su pecho y sus pezones duros, se excitó. Sonrió al recordar la sonrisa picara de ella mientras descendía por su cuerpo y le desabrochaba los pantalones. Tuvo una erección al recordar sus deliciosos y pecaminosos labios rodeando su miembro, cada vez más abultado.
Maldita sea, cada vez que pensaba en ella, cosa que parecía incapaz de dejar de hacer, le ocurría lo mismo. Se sentía salvajemente excitado y terriblemente frustrado.
Quería volver a verla. Había estado a punto de desesperarse a medida que iban pasando las semanas tras su noche juntos.
Tanto que al final se había rendido y había contratado a un detective privado para que la siguiera. Le había facilitado el número de la matrícula de Aurora. Hacía diez minutos, un mensajero le había entregado el primer informe.
Allí lo tenía, en la mano, en aquel sobre cerrado. Lo había esperado impacientemente, había soñado con desgarrarlo y arrancar el contenido de dentro, con abrir la carpeta y averiguar todo lo que necesitaba saber para ponerse en contacto con la mujer de sus sueños.
Clavó la mirada en el sobre, recorriendo el borde con los dedos. Sin embargo, por alguna inexplicable razón, ahora que lo tenía delante no se atrevía a abrirlo. Se dio unos golpecitos con el sobre en la rodilla. Era una locura. Había pagado una buena suma por obtener aquel informe. Y lo que era más importante, iba a estallar de dolor. Nunca en su vida había deseado tanto a una mujer. La idea de no volverla a ver se le hacía insoportable, y no sólo por razones físicas. Cogió el abrecartas del escritorio, lo metió bajo la solapa del sobre y lo rasgó. Necesitaba encontrarla.
Puso bocabajo el sobre y asomó la punta de una carpeta de papel de manila de unos dos centímetros de grosor. La agarró con los dedos y tiró de ella. Una vez fuera, la depositó sobre el escritorio. Deslizó sus manos por encima de ella, saboreando aquel momento. En cuanto abriera aquella carpeta, podría levantar el auricular y telefonearla. La idea de volver a oír su voz lo removió por dentro. Mejor aún, podía subirse a su avión y volar a Ottawa aquella misma noche. Presentarse en su casa. Contemplar la mirada de sorpresa de ella.
Imaginó a Aurora abriendo la puerta y tropezando con él. Seguro que la sorprendería, pero ¿qué pasaría luego? ¿Se enfadaría? ¿Le molestaría? Quizá incluso se asustara y pensara que era un acosador.
Dio una palmada en la mesa. Se sentía frustrado. Le había dicho que no quería volver a verlo y, por mucho que detestara hacerlo, tenía que respetar sus deseos. Volvió a meter la carpeta en el sobre y empezó a dar vueltas por la habitación, con el informe en la mano. Al final, se desplomó en su sillón de piel, frente a la chimenea.
Dio otro puñetazo en la mesa. Maldita sea. No lo entendía. ¿Cómo podía no querer verlo? ¿Es que tan poco había significado aquella noche para ella?
Se pasó la mano por el pelo. No estaba siendo justo. Aurora le había dicho que el tiempo que habían pasado juntos había significado mucho para ella, pero que quería que quedara como un encuentro entre dos desconocidos que viven una noche de pasión. Sólo lo había utilizado para hacer realidad una fantasía sexual, pero lo cierto es que había sido franca en todo momento. No le había dado falsas esperanzas.
El corazón se le encogió. Quizá aquello estuviera bien para ella, pero él la echaba muchísimo de menos. Recorrió con los dedos el borde dentado y abierto del sobre. Pensaba en ella día y noche. La deseaba en cuerpo y alma. Y lo único que tenía que hacer era abrir aquel sobre. Todos sus secretos estaban allí dentro.
Le vino a la mente una imagen de Aurora quitándose el vestido rojo ceñido que llevaba y dejando a la vista sus pechos redondos y turgentes. Tuvo una erección. Se le tensó la bragueta del pantalón. Recordó el tacto de sus senos sedosos, de su pubis aterciopelado y húmedo cuando lo había recorrido con su lengua y luego había encontrado el botón de su clítoris entre los pliegues.
Se reclinó en el sillón, se bajó la cremallera y recordó cómo lo había tocado ella. Recordó cómo lo había acariciado con sus delicados dedos. Se metió la mano por dentro de los calzoncillos y se sacó la verga, acariciándose tal como Aurora lo había hecho, pero sus dedos gruesos y ásperos no eran iguales que los de ella. Se cogió la polla con fuerza y se masturbó pensando en los cálidos labios y en la boca de Aurora envolviéndolo. Aceleró el ritmo al recordar cómo se había metido su polla hasta la garganta. La idea de deslizarse en su cálida y húmeda vagina lo hizo eyacular al tiempo que emitía un gemido.
Oh, era tan sexy. Y había sido tan dulce. Recordó la sensación de tenerla enroscada junto a él en la cama, acurrucándose contra él. Se acordó de la agradable fragancia de su cabello. A fresas y coco. Recordó el delicado contacto de sus dulces labios en su piel.
Cerró los puños. Obsesionado. Estaba obsesionado.
Sacó un puñado de pañuelos de papel de la caja que había en la mesilla lateral y se limpió. Luego se embutió el pene flácido en los calzoncillos y se abrochó la cremallera.
Maldita sea. Se había enamorado de ella.
Era un hombre que se guiaba por sus instintos. No debería sorprenderle ser víctima de un flechazo. O de un primer encuentro sumamente erótico. Pero no sólo la amaba por el sexo. Y lo sabía. Le había gustado su espontaneidad, su sensualidad y sus ganas de divertirse. Era el tipo de mujer que siempre lo mantendría alerta, que no dejaría nunca de sorprenderlo. Decididamente, era su tipo de mujer. Y, además, había percibido en ella una enorme capacidad de amar.
El hecho de que hubiera hecho realidad sus fantasías sexuales le había revelado que se sentía cómoda con su sexualidad y que ambos mantendrían una relación sexual emocionante y llena de nuevas experiencias. Haría todo lo posible para que no tuviera que ir en busca de desconocidos que satisficieran sus fantasías. El sería el último extraño con el que tendría una aventura.
Es posible que Aurora no quisiera verlo, pero sus sentimientos también contaban. Simplemente por haberse enamorado, tenía derecho a volver a hablar con ella. Aunque tras su encuentro, ella hubiera decidido no darle otra oportunidad, sentía que estaba en su derecho de intentar conseguirla.
Sonó el teléfono. Se acercó a zancadas hasta el escritorio y descolgó el auricular.
-Hola.
-Hola, hermanito. ¿Qué tal?
Jerry. La mirada de Nicholas se posó en el sobre de lino gris, de Jerry, que tenía apoyado contra la fotografía de la familia que había en su escritorio. Sonrió al caer en la cuenta de que iría a Ottawa aquel fin de semana para la boda. Podía ir a ver a Aurora entonces.
-¿Lo has organizado ya todo con mamá y papá? -preguntó Jerry.
-Sí, ya he sacado los billetes. Los recogeré y los llevaré al aeropuerto.
Charlaron sobre detalles del fin de semana y el transporte. Su gata, Sam, subió de un brinco al escritorio y maulló, luego le buscó la mano con la cabeza, para que la acariciara. A medida que la conversación avanzaba, Nicholas decidió que no sería justo contactar con Aurora en breve.
Jerry por fin había resuelto su vida y había encontrado a una mujer a quien amar. Llevaba un año saliendo con su prometida, y Nicholas se había preguntado si esta vez llegaría a atar el nudo o también la perdería, como a tantas otras antes. Jerry tenía tendencia concentrarse demasiado en el trabajo y no lo bastante en el amor.
La ironía no le pasó por alto. Allí estaba él reflexionando sobre los puntos flacos de Jerry en sus relaciones amorosas. ¡Al menos su hermano no había tenido que contratar a un detective para localizar una aventura de una noche!
Se despidieron y colgaron. Nicholas sonrió. Tomó a Sam con una mano, la puso sobre su hombro y le acarició el lomo, de la cabeza a la cola, con delicadeza. Su hermano iba a casarse. Se alegraba por él. Ahora mismo, en eso era en lo que tenía que concentrarse, en la boda de su hermano, no en su inestable vida amorosa. Jerry se merecía su atención sin paliativos, y si Nicholas se ponía a pensar en un futuro encuentro con Aurora, no estaría precisamente concentrado en su hermano y en la felicidad que había encontrado.
Esperaría hasta después de la boda. Fijó la vista en el sobre marrón que descansaba sobre la mesa y le dio unos golpecitos con el dedo índice.
-Pero ándate con cuidado, Aurora, porque después de la boda voy a ir en tu búsqueda.
Abrió el cajón de su escritorio y guardó dentro el sobre.
Bubu ✌
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