Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
"●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
Página 14 de 17. • Comparte
Página 14 de 17. • 1 ... 8 ... 13, 14, 15, 16, 17
Re: "●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
Capitulo 36
Nicholas observó con cara de pocos amigos cómo el coche de Jerry aparcaba frente a su casa. Había llamado al hotel, pero la recepcionista se había negado a pasar su llamada, alegando que la habitación mil ochocientos cincuenta y dos había solicitado que no se los molestara. Enfurecido, Nicholas había pensado en ir hasta el hotel y aporrear la puerta hasta que contestaran, pero era consciente de que a (TN) no le habría gustado que lo hiciera.
Jerry le abrió la puerta a (TN) y le puso la mano en la curva del final de la espalda mientras la acompañaba hasta la casa.
¿Cómo podía ser? (TN) le había dicho que lo quería y, sin embargo, había pasado la noche con Jerry.
Nicholas oyó la llave en la cerradura y a (TN) abrir la puerta.
-Ah, Nicholas, estás aquí... -dijo (TN) al entrar, seguida de Jerry.
-Sí, he estado aquí toda la noche. ¿Y tú? ¿Dónde estabas?
Inmediatamente deseó no haber dicho aquello. Sonó mezquino y, por la tensión que se le acumuló a (TN) en los hombros, quedó claro que la había puesto a la defensiva.
-Nicholas, tengo algo que decirte.
Nicholas notó que se quedaba pálido. Se le encogió el corazón. Iba a perderla.
-¿Por qué no te sientas? -sugirió (TN).
Se sentó en el sofá y miró con dureza a Jerry, que había tomado asiento en el sillón como si fuera el dueño de la casa. (TN) se sentó en el sofá junto a Nicholas.
-En primer lugar -empezó (TN)- quiero decirte que...
Se detuvo a mirarlo, con una sonrisa temblorosa en los labios y el rostro iluminado por un suave resplandor, el resplandor de una mujer enamorada. A Nicholas se le encogió el corazón. No sabía cómo, pero Jerry había ganado. Lo sabía.
-... voy a tener gemelos.
Nicholas procesó aquellas palabras lentamente. ¿Así que iban a tener gemelos? Sintió un arrebato de júbilo y sonrió de oreja a oreja. La tomó de las manos.
-(TN), eso es maravilloso.
(TN) le apretó las manos y, por un instante, Nicholas pensó que todo iba a salir bien. Pero entonces ella se soltó, juntó las manos sobre el regazo y clavó la vista en ellas.
-Esa es la buena noticia.
Lo cual implicaba que había una mala. Con los dientes apretados, Nicholas aguardó a que le dijera que regresaba a Ottawa con Jerry.
-Jerry me ha convencido de que...
«Ahora.»
-... él también debería trasladarse aquí durante las próximas semanas. Aún necesito cierto tiempo para tomar una decisión y cree que no es justo darte la ventaja de tenerme para ti solo.
Nicholas lanzó una mirada de odio a Jerry.
-¿Y qué hay de tu empresa? -preguntó.
-No te preocupes por eso, hermanito -contestó Jerry, repantingándose en el sillón, con las piernas cruzadas, con aspecto de estar más relajado de lo que Nicholas lo había visto en años-. He cedido el control a Ken Harvey. Ahora tengo todo el tiempo del mundo para hacer visitas a la familia.
Nicholas sintió una punzada en el estómago. Jerry había hecho el gran gesto de alejarse de su negocio para dedicarles todo el tiempo a (TN) y los bebés. ¿Cómo podía Nicholas competir con algo así? Habría vendido su empresa en aquel preciso instante si supiera que con ello iba a conquistar el corazón de (TN), pero ahora parecería una estratagema barata.
-¿Qué te parece? -le preguntó (TN), mirándolo, con las manos sobre el regazo.
-¿Qué me parece el hecho de que Jerry se mude aquí? -Detestaba la idea-. Si es eso lo que quieres, (TN)...
-Bueno, opino que es justo para Jerry.
No tenía otra opción. Si se negaba, lo más probable es que (TN) recogiera sus cosas y se marchara. No tenía alternativa.
-Ok, pues que así sea -respondió.
(TN) estaba en plena revolución hormonal. Estaba sentada en el sofá con Nicholas a su izquierda y Jerry a su derecha viendo una película de suspenso y ciencia ficción en la que había perdido el interés hacía una hora. Normalmente habría estado completamente absorta, pero el embarazo estaba causando estragos en su libido y le costaba trabajo estar sentada entre aquellos dos pedazos de monumentos con los cuales había mantenido relaciones íntimas y de los cuales estaba enamorada, y no poder agarrar a uno de ellos y arrastrarlo a la cama con ella. ¿Por qué no se llevaba a los dos? La idea de que dos hombres impresionantes la acariciaran, la besaran y le arrancaran la ropa del cuerpo la excitó enormemente.
Se revolvió incómoda, intentando no rozarse con ninguno de ellos. Pero no hubo suerte. Su pierna encontró el muslo de Nicholas y sintió un escalofrío. Al intentar apartarse de él, le rozó con el codo el brazo a Jerry y se le puso la piel de gallina. Se pasó la mano por la frente: la tenía sudada.
-(TN), cariño, ¿estás bien? -preguntó Jerry.
Nicholas se volvió hacia ella.
-Parece que tienes un poco de fiebre -comentó, poniéndole la mano en la frente.
-Estoy bien. Sólo un poco acalorada.
Acalorada. Estaba que echaba humo.
-Te traeré un poco de agua -se ofreció Jerry, poniéndose de pie y desapareciendo en la cocina.
-¿Seguro que estás bien? -preguntó Nicholas preocupado.
(TN) asintió. Jerry regresó con un vaso y se bebió el agua de un trago.
-¿Necesitas algo más, (TN)? -preguntó Nicholas-. ¿Quieres comer algo?
(TN) sacudió la cabeza.
-No, acabemos de ver la película.
Cuando la película terminó, Nicholas apagó el reproductor de DVD y puso la televisión. Emitían un late-night con entrevistas y los tres se quedaron mirándolo. Ojalá alguno de los dos hermanos decidiera irse a la cama. Entonces ella podría arrastrar al otro hasta su habitación.
A ese programa siguió otro, y nadie se movió del sofá. (TN) miró a Jerry con recelo. Casi nunca trasnochaba y, sin embargo, allí estaba, a las dos de la madrugada, clavado delante del televisor. De repente, se le ocurrió que los dos estaban esperando a que el otro se fuera a dormir para quedarse a solas con ella.
Después de haber discutido que Jerry se instalara también en la casa esa misma mañana, Nicholas le había asignado el sofá que había en el sótano, en un cuarto de juegos muy cómodo y lujoso. La tercera habitación de la planta superior era un cuarto de estar, y la única opción era dormir en el sofá cama del salón, lo cual no ofrecía intimidad alguna.
Habían acordado cómo dormir. Lo que no habían decidido era quién iba a dormir con (TN), trepar a su cama y hacerle el amor de forma salvaje y apasionada. Ahora mismo lo que más le apetecía es que le hicieran el amor con pasión.
Miró a Jerry por el rabillo del ojo y luego a Nicholas. «Maldita sea. Que uno de los dos se vaya a la cama. ¡Me da igual quién sea!»
Transcurrieron otros veinte minutos, que se hicieron eternos. Al final, (TN) se puso en pie.
-Buenas noches -farfulló entre dientes, adentrándose en el pasillo que conducía a su dormitorio.
-¿Qué le pasa? -oyó que Nicholas murmuraba bajito.
-No lo sé. Cambios de humor, quizá -respondió Jerry.
(TN) cerró la puerta de un portazo.
(TN) se quedó contemplando la luz de la luna que se reflejaba en la pared y las sombras de las ramas de los árboles que se balanceaban con la brisa.
El cuerpo le pedía caricias. Quería que Jerry o Nicholas se unieran a ella, que la acariciaran, la besaran y la subieran al cielo. Oyó unos pasos en el pasillo procedentes del salón, que poco a poco se fueron haciendo más contundentes. Se detuvieron frente a la puerta de su habitación. Contuvo el aliento.
-¿Qué haces, Nicholas?
Tuvo que esforzarse para oír lo que murmuraba Jerry.
-Quiero comprobar que está bien -respondía Nicholas.
-No, es mi prometida. Lo haré yo.
(TN) se aferró a las sábanas.
-Dejó de ser tu prometida al minuto de descubrir de quién era el niño que llevaba dentro.
Las voces se callaron y alguien llamó a la puerta.
-Estoy bien. No necesito nada -mintió.
No quería que los dos se asomaran por allí. Igual perdía la cabeza e intentaba seducirlos a ambos. Los oyó alejarse en direcciones opuestas y soltó las sábanas. ¡Qué mala suerte! Allí estaba ella, marcándoles las distancias a dos amantes fantásticos, tumbada, totalmente frustrada, mirando el techo. Iba a ser una noche muy larga.
A la mañana siguiente se dio una larga ducha de agua caliente, cubriéndose el cuerpo de espuma y enjabonándoselo entero con largas y lentas caricias. Pensó en cómo Nicholas le acariciaba los pechos. Se pasó la ducha de masaje por todo el cuerpo. Recordó a Jerry besándole el vientre y lamiéndole la vulva. Abrió las piernas e hizo girar la ducha sobre su clítoris, apoyando la espalda en la pared y disfrutando de aquella intensa estimulación. Al cabo de unos momentos tuvo un orgasmo. Un orgasmo vacío y frustrante. Deseaba tener a uno de sus hombres dentro de ella.
Se secó, se puso por encima un albornoz suave y esponjoso de Nicholas y se lo ató a la cintura. Al abrir la puerta del baño se encontró con Nicholas saliendo de su habitación.
-Buenos días, cielo.
La cogió por la cintura y la atrajo de espaldas contra su musculoso pecho. Le recorrió el vientre con los dedos y (TN) pudo sentir cómo su pene se endurecía contra sus nalgas. Le dolía el cuerpo por dentro. Su vagina se contraía, anhelaba sentir su enhiesta verga dentro de ella. Se apoyó en él, cerrando los ojos. Lo cogió de la mano y estaba a punto de arrastrarlo a su habitación cuando oyeron un «buenos días».
(TN) abrió los ojos del susto y topó con la mirada de
desaprobación de Jerry. «Maldita sea.» Se enderezó y se zafó de Nicholas. Se aclaró la garganta.
-Buenos días, Jerry -saludó, pasó a su lado y se metió en su habitación, cerrando la puerta tras ella.
Vaya, no podía haber sido más inoportuno. Aunque, sin lugar a dudas, desde el punto de vista de Jerry, consideraría que había sido de lo más oportuno.
Aquella situación era una locura. Ambos querían tener relaciones sexuales con ella y ella quería tener relaciones sexuales con los dos. Todo parecía que ni pintado y, sin embargo, no dejaba de encontrarse constantemente excitada y sin tener a ningún hombre que la satisficiera porque se pasaban el día acechandose el uno al otro. Tenía que haber una solución que permitiera que nadie sufriera.
Durante los días siguientes, ninguno de los dos la dejó a solas con el otro. Nicholas efectuó una llamada telefónica para hacer las gestiones pertinentes y no tener que aparecer por la oficina.
A medida que su frustración iba en aumento, se preguntó por qué no se levantaba sencillamente a media noche y se metía a hurtadillas en el dormitorio de Nicholas (no se planteaba hacerle una visita a Jerry en el sótano, porque la estancia estaba demasiado expuesta y se veía todo desde la puerta de las escaleras). Sin embargo, una parte de ella se sentía incómoda ante la idea de hacer el amor con uno de ellos mientras que el otro estaba a tan sólo unos metros. ¿A qué vendrían aquellas inhibiciones tan estúpidas?
Mis amores qedan 9 o 10 caps.. Please pasen por mi nueva nove Al calor de la Pasión es de Joe & Tu ;)
Nicholas observó con cara de pocos amigos cómo el coche de Jerry aparcaba frente a su casa. Había llamado al hotel, pero la recepcionista se había negado a pasar su llamada, alegando que la habitación mil ochocientos cincuenta y dos había solicitado que no se los molestara. Enfurecido, Nicholas había pensado en ir hasta el hotel y aporrear la puerta hasta que contestaran, pero era consciente de que a (TN) no le habría gustado que lo hiciera.
Jerry le abrió la puerta a (TN) y le puso la mano en la curva del final de la espalda mientras la acompañaba hasta la casa.
¿Cómo podía ser? (TN) le había dicho que lo quería y, sin embargo, había pasado la noche con Jerry.
Nicholas oyó la llave en la cerradura y a (TN) abrir la puerta.
-Ah, Nicholas, estás aquí... -dijo (TN) al entrar, seguida de Jerry.
-Sí, he estado aquí toda la noche. ¿Y tú? ¿Dónde estabas?
Inmediatamente deseó no haber dicho aquello. Sonó mezquino y, por la tensión que se le acumuló a (TN) en los hombros, quedó claro que la había puesto a la defensiva.
-Nicholas, tengo algo que decirte.
Nicholas notó que se quedaba pálido. Se le encogió el corazón. Iba a perderla.
-¿Por qué no te sientas? -sugirió (TN).
Se sentó en el sofá y miró con dureza a Jerry, que había tomado asiento en el sillón como si fuera el dueño de la casa. (TN) se sentó en el sofá junto a Nicholas.
-En primer lugar -empezó (TN)- quiero decirte que...
Se detuvo a mirarlo, con una sonrisa temblorosa en los labios y el rostro iluminado por un suave resplandor, el resplandor de una mujer enamorada. A Nicholas se le encogió el corazón. No sabía cómo, pero Jerry había ganado. Lo sabía.
-... voy a tener gemelos.
Nicholas procesó aquellas palabras lentamente. ¿Así que iban a tener gemelos? Sintió un arrebato de júbilo y sonrió de oreja a oreja. La tomó de las manos.
-(TN), eso es maravilloso.
(TN) le apretó las manos y, por un instante, Nicholas pensó que todo iba a salir bien. Pero entonces ella se soltó, juntó las manos sobre el regazo y clavó la vista en ellas.
-Esa es la buena noticia.
Lo cual implicaba que había una mala. Con los dientes apretados, Nicholas aguardó a que le dijera que regresaba a Ottawa con Jerry.
-Jerry me ha convencido de que...
«Ahora.»
-... él también debería trasladarse aquí durante las próximas semanas. Aún necesito cierto tiempo para tomar una decisión y cree que no es justo darte la ventaja de tenerme para ti solo.
Nicholas lanzó una mirada de odio a Jerry.
-¿Y qué hay de tu empresa? -preguntó.
-No te preocupes por eso, hermanito -contestó Jerry, repantingándose en el sillón, con las piernas cruzadas, con aspecto de estar más relajado de lo que Nicholas lo había visto en años-. He cedido el control a Ken Harvey. Ahora tengo todo el tiempo del mundo para hacer visitas a la familia.
Nicholas sintió una punzada en el estómago. Jerry había hecho el gran gesto de alejarse de su negocio para dedicarles todo el tiempo a (TN) y los bebés. ¿Cómo podía Nicholas competir con algo así? Habría vendido su empresa en aquel preciso instante si supiera que con ello iba a conquistar el corazón de (TN), pero ahora parecería una estratagema barata.
-¿Qué te parece? -le preguntó (TN), mirándolo, con las manos sobre el regazo.
-¿Qué me parece el hecho de que Jerry se mude aquí? -Detestaba la idea-. Si es eso lo que quieres, (TN)...
-Bueno, opino que es justo para Jerry.
No tenía otra opción. Si se negaba, lo más probable es que (TN) recogiera sus cosas y se marchara. No tenía alternativa.
-Ok, pues que así sea -respondió.
(TN) estaba en plena revolución hormonal. Estaba sentada en el sofá con Nicholas a su izquierda y Jerry a su derecha viendo una película de suspenso y ciencia ficción en la que había perdido el interés hacía una hora. Normalmente habría estado completamente absorta, pero el embarazo estaba causando estragos en su libido y le costaba trabajo estar sentada entre aquellos dos pedazos de monumentos con los cuales había mantenido relaciones íntimas y de los cuales estaba enamorada, y no poder agarrar a uno de ellos y arrastrarlo a la cama con ella. ¿Por qué no se llevaba a los dos? La idea de que dos hombres impresionantes la acariciaran, la besaran y le arrancaran la ropa del cuerpo la excitó enormemente.
Se revolvió incómoda, intentando no rozarse con ninguno de ellos. Pero no hubo suerte. Su pierna encontró el muslo de Nicholas y sintió un escalofrío. Al intentar apartarse de él, le rozó con el codo el brazo a Jerry y se le puso la piel de gallina. Se pasó la mano por la frente: la tenía sudada.
-(TN), cariño, ¿estás bien? -preguntó Jerry.
Nicholas se volvió hacia ella.
-Parece que tienes un poco de fiebre -comentó, poniéndole la mano en la frente.
-Estoy bien. Sólo un poco acalorada.
Acalorada. Estaba que echaba humo.
-Te traeré un poco de agua -se ofreció Jerry, poniéndose de pie y desapareciendo en la cocina.
-¿Seguro que estás bien? -preguntó Nicholas preocupado.
(TN) asintió. Jerry regresó con un vaso y se bebió el agua de un trago.
-¿Necesitas algo más, (TN)? -preguntó Nicholas-. ¿Quieres comer algo?
(TN) sacudió la cabeza.
-No, acabemos de ver la película.
Cuando la película terminó, Nicholas apagó el reproductor de DVD y puso la televisión. Emitían un late-night con entrevistas y los tres se quedaron mirándolo. Ojalá alguno de los dos hermanos decidiera irse a la cama. Entonces ella podría arrastrar al otro hasta su habitación.
A ese programa siguió otro, y nadie se movió del sofá. (TN) miró a Jerry con recelo. Casi nunca trasnochaba y, sin embargo, allí estaba, a las dos de la madrugada, clavado delante del televisor. De repente, se le ocurrió que los dos estaban esperando a que el otro se fuera a dormir para quedarse a solas con ella.
Después de haber discutido que Jerry se instalara también en la casa esa misma mañana, Nicholas le había asignado el sofá que había en el sótano, en un cuarto de juegos muy cómodo y lujoso. La tercera habitación de la planta superior era un cuarto de estar, y la única opción era dormir en el sofá cama del salón, lo cual no ofrecía intimidad alguna.
Habían acordado cómo dormir. Lo que no habían decidido era quién iba a dormir con (TN), trepar a su cama y hacerle el amor de forma salvaje y apasionada. Ahora mismo lo que más le apetecía es que le hicieran el amor con pasión.
Miró a Jerry por el rabillo del ojo y luego a Nicholas. «Maldita sea. Que uno de los dos se vaya a la cama. ¡Me da igual quién sea!»
Transcurrieron otros veinte minutos, que se hicieron eternos. Al final, (TN) se puso en pie.
-Buenas noches -farfulló entre dientes, adentrándose en el pasillo que conducía a su dormitorio.
-¿Qué le pasa? -oyó que Nicholas murmuraba bajito.
-No lo sé. Cambios de humor, quizá -respondió Jerry.
(TN) cerró la puerta de un portazo.
(TN) se quedó contemplando la luz de la luna que se reflejaba en la pared y las sombras de las ramas de los árboles que se balanceaban con la brisa.
El cuerpo le pedía caricias. Quería que Jerry o Nicholas se unieran a ella, que la acariciaran, la besaran y la subieran al cielo. Oyó unos pasos en el pasillo procedentes del salón, que poco a poco se fueron haciendo más contundentes. Se detuvieron frente a la puerta de su habitación. Contuvo el aliento.
-¿Qué haces, Nicholas?
Tuvo que esforzarse para oír lo que murmuraba Jerry.
-Quiero comprobar que está bien -respondía Nicholas.
-No, es mi prometida. Lo haré yo.
(TN) se aferró a las sábanas.
-Dejó de ser tu prometida al minuto de descubrir de quién era el niño que llevaba dentro.
Las voces se callaron y alguien llamó a la puerta.
-Estoy bien. No necesito nada -mintió.
No quería que los dos se asomaran por allí. Igual perdía la cabeza e intentaba seducirlos a ambos. Los oyó alejarse en direcciones opuestas y soltó las sábanas. ¡Qué mala suerte! Allí estaba ella, marcándoles las distancias a dos amantes fantásticos, tumbada, totalmente frustrada, mirando el techo. Iba a ser una noche muy larga.
A la mañana siguiente se dio una larga ducha de agua caliente, cubriéndose el cuerpo de espuma y enjabonándoselo entero con largas y lentas caricias. Pensó en cómo Nicholas le acariciaba los pechos. Se pasó la ducha de masaje por todo el cuerpo. Recordó a Jerry besándole el vientre y lamiéndole la vulva. Abrió las piernas e hizo girar la ducha sobre su clítoris, apoyando la espalda en la pared y disfrutando de aquella intensa estimulación. Al cabo de unos momentos tuvo un orgasmo. Un orgasmo vacío y frustrante. Deseaba tener a uno de sus hombres dentro de ella.
Se secó, se puso por encima un albornoz suave y esponjoso de Nicholas y se lo ató a la cintura. Al abrir la puerta del baño se encontró con Nicholas saliendo de su habitación.
-Buenos días, cielo.
La cogió por la cintura y la atrajo de espaldas contra su musculoso pecho. Le recorrió el vientre con los dedos y (TN) pudo sentir cómo su pene se endurecía contra sus nalgas. Le dolía el cuerpo por dentro. Su vagina se contraía, anhelaba sentir su enhiesta verga dentro de ella. Se apoyó en él, cerrando los ojos. Lo cogió de la mano y estaba a punto de arrastrarlo a su habitación cuando oyeron un «buenos días».
(TN) abrió los ojos del susto y topó con la mirada de
desaprobación de Jerry. «Maldita sea.» Se enderezó y se zafó de Nicholas. Se aclaró la garganta.
-Buenos días, Jerry -saludó, pasó a su lado y se metió en su habitación, cerrando la puerta tras ella.
Vaya, no podía haber sido más inoportuno. Aunque, sin lugar a dudas, desde el punto de vista de Jerry, consideraría que había sido de lo más oportuno.
Aquella situación era una locura. Ambos querían tener relaciones sexuales con ella y ella quería tener relaciones sexuales con los dos. Todo parecía que ni pintado y, sin embargo, no dejaba de encontrarse constantemente excitada y sin tener a ningún hombre que la satisficiera porque se pasaban el día acechandose el uno al otro. Tenía que haber una solución que permitiera que nadie sufriera.
Durante los días siguientes, ninguno de los dos la dejó a solas con el otro. Nicholas efectuó una llamada telefónica para hacer las gestiones pertinentes y no tener que aparecer por la oficina.
A medida que su frustración iba en aumento, se preguntó por qué no se levantaba sencillamente a media noche y se metía a hurtadillas en el dormitorio de Nicholas (no se planteaba hacerle una visita a Jerry en el sótano, porque la estancia estaba demasiado expuesta y se veía todo desde la puerta de las escaleras). Sin embargo, una parte de ella se sentía incómoda ante la idea de hacer el amor con uno de ellos mientras que el otro estaba a tan sólo unos metros. ¿A qué vendrían aquellas inhibiciones tan estúpidas?
Mis amores qedan 9 o 10 caps.. Please pasen por mi nueva nove Al calor de la Pasión es de Joe & Tu ;)
Bubu ✌
Re: "●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
SIGUELAAAAAAAAAA!!!
Pobrecita rayis que no sabe a quien elegir...
PUES A LOS DOS!! hahaha así no se enfadaan xD
Pobrecita rayis que no sabe a quien elegir...
PUES A LOS DOS!! hahaha así no se enfadaan xD
SandyJonas
Re: "●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
Capitulo 37
La quinta noche, (TN) no pudo soportar más estar sola en su habitación. Tenía los pechos hinchados y le dolían, y su cuerpo ansiaba las caricias de uno de sus hombres. Y uno de ellos dormía en la puerta contigua. No iba a seguir haciéndose aquello a sí misma. Apartó las sábanas y se dirigió a la puerta. La abrió y echó un vistazo fuera. Todo estaba tranquilo. No había ni rastro de Jerry ni de Nicholas.
Se deslizó en el pasillo y cerró silenciosamente la puerta de su habitación tras ella. Luego fue de puntillas hasta la puerta de la habitación de Nicholas. Se sentía como una adolescente escapándose para acudir a una cita prohibida, sin que la encontraran sus padres.
Se quedó de pie unos momentos frente a la puerta de la habitación de Nicholas, pensando si debía llamar o sencillamente entrar. Si Jerry seguía despierto (aunque no era probable a las dos de la madrugada), podía oírla. No le gustaba entrar sin más en el dormitorio de Nicholas, pero seguro que a él no le molestaba.
Se encogió de hombros. Mejor sería descubrirlo. Giro el pomo y abrió la puerta. Se coló dentro y la cerró tras de sí. Notaba los latidos entrecortados de su corazón. Habría sido una ladrona nefasta, de eso no cabía duda. No era capaz de entrar en la habitación de su amante sin estar a punto de padecer un ataque de corazón. Se apoyó en la puerta.
-¿Nicholas? -susurró.
La luz de la luna iluminaba la cama y pudo ver los valles sombreados de sus sábanas elevándose sobre su cuerpo. Nicholas se apoyó en los codos.
-¿(TN)? -preguntó, con voz ronca por el sueño.
(TN) sintió un temblor en el cuerpo. Con aquel pelo alborotado iluminado por la luz de la luna, estaba tan sexy.
-¿Ocurre algo?
Tomó aliento y lo miró fijamente. Se estremecío por dentro sólo de pensar en lo que le aguardaba.
-Yo... sólo quería estar contigo -dijo con voz queda y sensual.
Nicholas abrió las sábanas y cruzó la habitación en una milésima de segundo, clavando su mirada oscura y ardiente en ella. La rodeó con los brazos y la atrajo hacia sí. A (TN) se le pusieron los pezones de punta al instante, nada más rozarse con el torso Nicholas. Se besaron con ardor. (TN) lo abrazó por cuello, disfrutando al notar el musculoso cuerpo de Nicholas contra el suyo y sus dedos acariciándole la mejilla.
-Oh, Nicholas, te necesito.
Le recorrió con las manos sus anchos hombros continuó acariciándole el musculoso pecho. Nicholas la beso.
(TN) le retiró la cinturilla de los calzoncillos y le metió la mano dentro para tocar su larga y sólida erección. La prueba incontestable de que él también la deseaba, la emocionó.
Nicholas apartó los labios y la apoyó contra la puerta. Sus manos se deslizaron bajo el camisón. Le acarició los pechos. Sus pezones se convirtieron en botones duros y ardientes de deseo. (TN) no podía esperar.
-Estoy tan mojada, Nicholas...
Lo besó y le guió una mano hasta el pubis para que comprobara que no mentía. Nicholas deslizó los dedos bajo sus braguitas de encaje, la acarició y luego le metió un dedo.
-Sí que lo estás.
Nicholas no apartó la mirada de ella en ningún momento. La intensidad con que la miraba la deshacía por completo.
-Nicholas, hazme el amor... aquí y ahora.
Nicholas hizo un movimiento y (TN) notó cómo la cabeza del pene empujaba suavemente contra su carne húmeda. Se puso de puntillas y abrió las piernas, inclinando la pelvis hacia delante para facilitarle el acceso. Nicholas le apartó las braguitas y apretó más. Su verga se deslizó dentro de ella como una flecha. (TN) gimió al notar la deliciosa sensación de su vagina húmeda y caliente abriéndose alrededor de él. Apretó los músculos internos para recibir aquella verga larga y dura.
-Oh, (TN), es genial.
Nicholas volvió a embestirla, enterrándose en sus entrañas. (TN) continuó contrayendo sus músculos internos, intentando atraerlo aún más adentro y disfrutando de la sensación de notar en su interior su miembro duro, sólido e inflexible.
Nicholas la agarró por los muslos y la levantó del suelo.
(TN) enroscó las piernas alrededor de su cintura.
Nicholas salió y volvió a entrar, lentamente, una y otra vez.
(TN) se aferró a sus hombros, respirando cada vez más rápido, sintiendo palpitaciones en todo el cuerpo.
-Oh, sí, Nicholas, te deseo tanto.
Nicholas empujó con más fuerza, más rápidamente.
(TN) gimió al notar el suave tacto de su polla deslizándose dentro de ella, llenándola de un placer que le recorría todo el cuerpo.
-Oh, sí, sí -gritó al notar la sensación intensa y exquisita del orgasmo que se avecinaba-. Voy a correrme -gritó llena de alegría.
Nicholas aceleró el ritmo de sus estocadas, cada vez más fuertes, pues sabía lo que le gustaba.
(TN) contrajo aún más las aterciopeladas paredes de su vagina, intensificando la fricción y el placer.
Nicholas la apoyó contra la puerta mientras ella gemía de placer.
-Oh, Nicholas... ¡Oh, sí!
-Ah, (TN)... Ah, (TN)... Ah...
(TN) notó el estallido de líquido caliente dentro de ella. Ambos permacieron de pie inmóviles, mientras él eyaculaba dentro y los músculos de (TN) se contraían alrededor de su pene, aferrados el uno al otro mientras culminaban el acto juntos.
Al desplomarse contra la puerta, (TN) cayó en la cuenta que no había hecho el amor de forma silenciosa.
-¿Crees que Jerry nos habrá oído? -susurró.
Nicholas le besó el cuello.
-¿Y qué si lo ha hecho?
-No sé... -contestó ella, encogiéndose de hombros.
Nicholas la besó.
-¿Por eso has tardado tanto en venir a buscarme? ¿Te preocupaba que nos oyera?
-Bueno..., no me sentía cómoda... -respondió, encogiéndose de nuevo de hombros-. Ya sabes, teniéndolo tan cerca.
-Yo también estoy cerca. ¿Te has acostado con él?
(TN) negó con la cabeza.
-Así que has estado escondida en tu habitación, frustrada -continuó, acariciándole el cabello y apartándoselo de los ojos-.Escucha, (TN), los dos somos hombres adultos. Tienes que pensar en lo que tú necesitas y dejar de preocuparte por nosotros.
Ella arqueó las cejas.
-¿Entonces no te importaría que metiera a Jerry en mi habitación o bajara al sótano y pasara la noche con él?
-No he dicho que no me importara, pero lo superaría. Si me estás pidiendo permiso, no lo hagas. No lo necesitas. Haz lo que creas que debes hacer.
A (TN) se le derritió el corazón al escuchar aquellas palabras tan llenas de preocupación por sus necesidades. Lo besó.
-Gracias.
Entonces alguien llamó a la puerta y dio un brinco, sobresaltada.
La quinta noche, (TN) no pudo soportar más estar sola en su habitación. Tenía los pechos hinchados y le dolían, y su cuerpo ansiaba las caricias de uno de sus hombres. Y uno de ellos dormía en la puerta contigua. No iba a seguir haciéndose aquello a sí misma. Apartó las sábanas y se dirigió a la puerta. La abrió y echó un vistazo fuera. Todo estaba tranquilo. No había ni rastro de Jerry ni de Nicholas.
Se deslizó en el pasillo y cerró silenciosamente la puerta de su habitación tras ella. Luego fue de puntillas hasta la puerta de la habitación de Nicholas. Se sentía como una adolescente escapándose para acudir a una cita prohibida, sin que la encontraran sus padres.
Se quedó de pie unos momentos frente a la puerta de la habitación de Nicholas, pensando si debía llamar o sencillamente entrar. Si Jerry seguía despierto (aunque no era probable a las dos de la madrugada), podía oírla. No le gustaba entrar sin más en el dormitorio de Nicholas, pero seguro que a él no le molestaba.
Se encogió de hombros. Mejor sería descubrirlo. Giro el pomo y abrió la puerta. Se coló dentro y la cerró tras de sí. Notaba los latidos entrecortados de su corazón. Habría sido una ladrona nefasta, de eso no cabía duda. No era capaz de entrar en la habitación de su amante sin estar a punto de padecer un ataque de corazón. Se apoyó en la puerta.
-¿Nicholas? -susurró.
La luz de la luna iluminaba la cama y pudo ver los valles sombreados de sus sábanas elevándose sobre su cuerpo. Nicholas se apoyó en los codos.
-¿(TN)? -preguntó, con voz ronca por el sueño.
(TN) sintió un temblor en el cuerpo. Con aquel pelo alborotado iluminado por la luz de la luna, estaba tan sexy.
-¿Ocurre algo?
Tomó aliento y lo miró fijamente. Se estremecío por dentro sólo de pensar en lo que le aguardaba.
-Yo... sólo quería estar contigo -dijo con voz queda y sensual.
Nicholas abrió las sábanas y cruzó la habitación en una milésima de segundo, clavando su mirada oscura y ardiente en ella. La rodeó con los brazos y la atrajo hacia sí. A (TN) se le pusieron los pezones de punta al instante, nada más rozarse con el torso Nicholas. Se besaron con ardor. (TN) lo abrazó por cuello, disfrutando al notar el musculoso cuerpo de Nicholas contra el suyo y sus dedos acariciándole la mejilla.
-Oh, Nicholas, te necesito.
Le recorrió con las manos sus anchos hombros continuó acariciándole el musculoso pecho. Nicholas la beso.
(TN) le retiró la cinturilla de los calzoncillos y le metió la mano dentro para tocar su larga y sólida erección. La prueba incontestable de que él también la deseaba, la emocionó.
Nicholas apartó los labios y la apoyó contra la puerta. Sus manos se deslizaron bajo el camisón. Le acarició los pechos. Sus pezones se convirtieron en botones duros y ardientes de deseo. (TN) no podía esperar.
-Estoy tan mojada, Nicholas...
Lo besó y le guió una mano hasta el pubis para que comprobara que no mentía. Nicholas deslizó los dedos bajo sus braguitas de encaje, la acarició y luego le metió un dedo.
-Sí que lo estás.
Nicholas no apartó la mirada de ella en ningún momento. La intensidad con que la miraba la deshacía por completo.
-Nicholas, hazme el amor... aquí y ahora.
Nicholas hizo un movimiento y (TN) notó cómo la cabeza del pene empujaba suavemente contra su carne húmeda. Se puso de puntillas y abrió las piernas, inclinando la pelvis hacia delante para facilitarle el acceso. Nicholas le apartó las braguitas y apretó más. Su verga se deslizó dentro de ella como una flecha. (TN) gimió al notar la deliciosa sensación de su vagina húmeda y caliente abriéndose alrededor de él. Apretó los músculos internos para recibir aquella verga larga y dura.
-Oh, (TN), es genial.
Nicholas volvió a embestirla, enterrándose en sus entrañas. (TN) continuó contrayendo sus músculos internos, intentando atraerlo aún más adentro y disfrutando de la sensación de notar en su interior su miembro duro, sólido e inflexible.
Nicholas la agarró por los muslos y la levantó del suelo.
(TN) enroscó las piernas alrededor de su cintura.
Nicholas salió y volvió a entrar, lentamente, una y otra vez.
(TN) se aferró a sus hombros, respirando cada vez más rápido, sintiendo palpitaciones en todo el cuerpo.
-Oh, sí, Nicholas, te deseo tanto.
Nicholas empujó con más fuerza, más rápidamente.
(TN) gimió al notar el suave tacto de su polla deslizándose dentro de ella, llenándola de un placer que le recorría todo el cuerpo.
-Oh, sí, sí -gritó al notar la sensación intensa y exquisita del orgasmo que se avecinaba-. Voy a correrme -gritó llena de alegría.
Nicholas aceleró el ritmo de sus estocadas, cada vez más fuertes, pues sabía lo que le gustaba.
(TN) contrajo aún más las aterciopeladas paredes de su vagina, intensificando la fricción y el placer.
Nicholas la apoyó contra la puerta mientras ella gemía de placer.
-Oh, Nicholas... ¡Oh, sí!
-Ah, (TN)... Ah, (TN)... Ah...
(TN) notó el estallido de líquido caliente dentro de ella. Ambos permacieron de pie inmóviles, mientras él eyaculaba dentro y los músculos de (TN) se contraían alrededor de su pene, aferrados el uno al otro mientras culminaban el acto juntos.
Al desplomarse contra la puerta, (TN) cayó en la cuenta que no había hecho el amor de forma silenciosa.
-¿Crees que Jerry nos habrá oído? -susurró.
Nicholas le besó el cuello.
-¿Y qué si lo ha hecho?
-No sé... -contestó ella, encogiéndose de hombros.
Nicholas la besó.
-¿Por eso has tardado tanto en venir a buscarme? ¿Te preocupaba que nos oyera?
-Bueno..., no me sentía cómoda... -respondió, encogiéndose de nuevo de hombros-. Ya sabes, teniéndolo tan cerca.
-Yo también estoy cerca. ¿Te has acostado con él?
(TN) negó con la cabeza.
-Así que has estado escondida en tu habitación, frustrada -continuó, acariciándole el cabello y apartándoselo de los ojos-.Escucha, (TN), los dos somos hombres adultos. Tienes que pensar en lo que tú necesitas y dejar de preocuparte por nosotros.
Ella arqueó las cejas.
-¿Entonces no te importaría que metiera a Jerry en mi habitación o bajara al sótano y pasara la noche con él?
-No he dicho que no me importara, pero lo superaría. Si me estás pidiendo permiso, no lo hagas. No lo necesitas. Haz lo que creas que debes hacer.
A (TN) se le derritió el corazón al escuchar aquellas palabras tan llenas de preocupación por sus necesidades. Lo besó.
-Gracias.
Entonces alguien llamó a la puerta y dio un brinco, sobresaltada.
Bubu ✌
Re: "●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
AAAAA SORRY!!!!!!!! POR NO PASAR ANTES POR TU NOVE ES QUE NO TENIA MUCHO TIEMPO!!!!!!!!!! PEOR AHORA ESTOY DE VUELTA!!!!!!!!! PLISSS SIGUELA!!!!!!!!!!!!!!!
Yenifer
Re: "●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
Ay.. ahora se une el Jerryyyyyyyyy!! hahahahahahaa
SIGUELAA! :3
SIGUELAA! :3
SandyJonas
Re: "●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
Capitulo 38
-Nicholas, ¿está (TN) contigo?
A (TN) se le encogió el estómago al saber que Jerry estaba a unos centímetros, que sólo los separaba una puerta, mientras ella seguía allí con la verga de Nicholas aún dentro.
-No es asunto tuyo, Jerry.
Jerry llamó con más fuerza.
-(TN), ¿estás ahí?
(TN) clavó la mirada en Nicholas, se mordisqueó el labio inferior y suspiró:
-Sí, Jerry.
Nicholas se apartó de ella. (TN) sintió frío al notar cómo salía de su interior. Se alisó el camisón y abrió la puerta. Sonrió con dulzura.
-¿Qué quieres?
-Nada, he oído ruidos, quería asegurarme de que estabas bien.
-Pues sí, estoy bien. Nicholas y yo estábamos... -dudó sobre si continuar al ver cómo el rostro de Jerry se tensaba, pero suspiró y dijo-:... estábamos haciendo el amor. ( )
Jerry se quedó boquiabierto. Obviamente había esperado que (TN) mintiera.
-Escucha, Jerry, llevo todos estos días en mi habitación suspirando por ustedes -dijo, señalándolos a ambos-, pero no he hecho nada porque..., bueno, pensaba que si me iba a la cama con uno de ustedes podía hacerle daño al otro.
-¿Y entonces decidiste acostarte con Nicholas?
-Estaba más cerca.
-Gracias -rezongó Nicholas.
(TN) volvió la vista hacia él y le acarició el brazo con delicadeza.
-No te ofendas, por favor. Los deseo a ambos -aclaró. Miró a Jerry y dijo-: No quiero tener que decidir entre ustedes -añadió, notando que se le llenaban los ojos de lágrimas-. Yo no quería vivir una situación así. No quería hacerles daño a ninguno de los dos. No hay una fórmula mágica para elegir entre ustedes -continuó, llorando a moco tendido-. Los quiero a los dos.
-Oh, (TN) -exclamó Jerry tomándola entre sus brazos.
(TN) enterró el rostro en el cuello de Jerry. Nicholas le acarició la espalda.
-Todo esto tiene que ser terriblemente duro para ti -opinó Nicholas-. ¿Qué podemos hacer para que sea más fácil?
(TN) se sorbió la nariz y se enjugó los ojos. El calor de las caricias de ambos la excitó.
-No lo sé, pero... -sin pensarlo arqueó su cuerpo contra Jerry, presionándolo con sus pechos, confusa por el anhelo-. Maldita sea, estas hormonas me van a volver loca... Me estoy excitando otra vez.
Sus dedos se enredaron en la bata de Jerry. Lo miró a los ojos.
-Te deseo.
Miró a Nicholas.
-¡Los deseo a los dos! -espetó entre lloros, sorbiéndose los mocos, totalmente desconcertada.
Enterró la cara en el pecho de Jerry de nuevo. Jerry le alcanzó un pañuelo. (TN) se enjugó los ojos y se sonó la nariz.
-¿A los dos? ¿Al mismo tiempo? -preguntó Jerry.
«¿A los dos? ¿Al mismo tiempo?», pensó (TN) para sus adentros.
Sus hormonas se activaron. Se le aceleró el ritmo cardíaco.
-Sí. No... Me refiero a... -Volvió a sonarse la nariz y respiró hondo-. Mejor será que... piense un poco sobre ello.
Aquélla había sido una de sus fantasías más estimulantes. Y ahora que lo había sacado a colación, empezaba a hacer mella en ella, a convertirse en una comezón que no se iba rascándose.
(TN) sabía que no lograría zafarse de aquel anhelo, pero por las caras de Jerry y Nicholas supo que nunca aceptarían algo así. La verdad es que nunca se le habría ocurrido que lo hicieran.
Sin embargo, Nicholas le había dicho que se ocupara de satisfacer sus propias necesidades y los dejara a ellos ocuparse de las suyas. (TN) se acarició los pechos, pensando que un poco de persuasión no vendría mal.
-He tenido algunas fantasías. He imaginado cómo sería tenerlos a los dos acariciándome los pechos, uno cada uno -dijo, acariciándose los pezones, que se perfilaban claramente bajo el fino algodón de su camisón-, sentir las bocas de ambos al mismo tiempo.
Deslizó una mano hacia abajo, dejando atrás su vientre. Jerry y Nicholas observaban sus movimientos mientras se acariciaba el monte de Venus y entre las piernas. Se sentía tan lasciva y tan sexy.
-He fantaseado con que uno de ustedes me embistiera con una de sus largas y duras pollas mientras yo se la chupaba al otro, rodeándole la polla con la lengua.
Notó que ambos se excitaban con sus palabras.
-(TN), tú y tus fantasías -acertó a decir Nicholas con voz ronca.
(TN) volvió a acariciarse los pechos, luego le tomó la mano a Jerry y se la llevó sobre el pecho derecho. Notó que Jerry se tensaba cuando le tomó la mano a Nicholas y se la colocó sobre el pecho izquierdo.
-(TN), ¿qué haces? -preguntó Jerry con la vista clavada en la mano de Nicholas.
Nicholas empezó a acariciarla dibujando círculos.
Jerry la masajeaba suavemente y luego le rodeó el pezó con un dedo.
(TN) se levantó el camisón, dejando a la vista la parte inferior de sus pechos. Luego guió la mano de Jerry bajo la tela, hasta uno de sus pechos desnudos. Jerry tomó aire al notar que la carne de ella se adaptaba a sus suaves apretones. Nicholas deslizó una mano sobre el vientre desnudo, le metió un dedo dentro de las braguitas y, suavemente, empezó a acariciarle la humedad.
La excitante forma de tocarla de Nicholas le nubló el pensamiento. Quería tumbarse en el suelo, allí mismo, abrir las piernas e invitarlos a ambos a penetrarla, suplicarles que la embistieran con sus miembros, uno después del otro.
Jerry no apartaba la mirada de la mano de Nicholas; empezaba a costarle respirar. A (TN) le parecía imposible haberlos convencido. Sólo pensarlo la hizo excitarse aún más. Nicholas buscó su clítoris con el dedo. Huummm. El parecía a punto de aceptar su propuesta. Pero al ver el rostro de Jerry tenso, pese a estar nublado por el placer, supo que estaba pidiendo demasiado. No quería empujarlos a hacer algo de lo que pudieran arrepentirse. A la luz del día, incluso ella, probablemente, lamentaría haber dicho todo aquello.
Nicholas deslizó el dedo en su interior y (TN) notó que toda ella palpitaba con fuerza. El pezón que Jerry le estaba acariciando parecía a punto de estallarle. Deseaba hacer el amor. Otra vez. Acababa de acostarse con Nicholas, de modo que deslizó sus manos alrededor del antebrazo de Jerry y se inclinó hacia él.
Empezó a besarle la oreja y murmuró:
-¿Qué me dices de la fantasía del pirata? -preguntó, mordisqueándole el lóbulo-. Solos, tú y yo.
-¿Qué? -preguntó él, con los ojos iluminados.
-Bueno, Nicholas y yo acabamos de pasar cierto tiempo-añadido juntos-. Estoy segura de que no le importará que tú y yo compartamos una aventura ahora.
Nicholas retiró la mano de sus braguitas a regañadientes.
-Si es lo que quieres, (TN) -dijo.
-Ya sabes lo que quiero, Nicholas -replicó ella con voz baja y ronca-, pero esto tampoco estará mal.
Jerry se desató la bata. Al abrirse, su ardiente erección quedó a la vista, bajo sus calzoncillos bóxer azul marino. Le cogió las manos a (TN) y le enrolló el cinturón de satén alrededor de las muñecas. Se las ató. La atrajo contra sí, la rodeó con los brazos y le susurró al oído.
-Podemos permitirle a Nicholas que mire.
(TN) abrió los ojos como platos.
Nicholas sonrió incrédulo.
Jerry se agachó, colocó el hombro a la altura de la pelvis de (TN), la cogió por las nalgas con un brazo y se puso en pie. La llevó colgando del hombro hasta el salón, en dirección a las puertas del patio. Con la mano que le quedaba libre iba acariciándole el muslo y las nalgas.
-Ven, bonita. Tengo planes para ti -dijo.
Abrió la puerta corredera y la sacó al calor de la noche. Las luces de la piscina se activaron. (TN) pensó que Nicholas debía haber accionado el interruptor. La piscina parecía un zafiro azul en medio de la oscuridad.
Jerry le deslizó la mano por las nalgas y entre sus muslos, acariciándole ligeramente su ardiente vulva. (TN) estuvo a punto de soltar un grito ante aquella sensación terriblemente erótica. La llevó hasta el trampolín y la colocó sobre él.
-Creo que te lanzaré por la borda.
-Oh, no, por favor, no -suplicó ella, encantada de que él se hubiera metido tanto en el papel.
Jerry le soltó las muñecas y arrojó el cinturón a un lado. Dio un paso hacia delante. (TN) retrocedió, aproximándose al borde del trampolín.
-Sí, creo que sí -corroboró él con una mirada fingidamente feroz, un destello en los ojos y una sonrisa malévola.
A (TN) empezó a palpitarle el corazón descontroladamente. Jerry era un pirata de lo más atractivo. El dio un paso más, y ella también. Miro a sus espaldas. Se puso de rodillas y se aferró a la bata de Jerry.
-¿Qué puedo hacer para convencerle de que me libere?
-No voy a liberarte, bonita, pero tal vez te deje que deambules por aquí si...
-¿Si qué?
-Nicholas, ¿está (TN) contigo?
A (TN) se le encogió el estómago al saber que Jerry estaba a unos centímetros, que sólo los separaba una puerta, mientras ella seguía allí con la verga de Nicholas aún dentro.
-No es asunto tuyo, Jerry.
Jerry llamó con más fuerza.
-(TN), ¿estás ahí?
(TN) clavó la mirada en Nicholas, se mordisqueó el labio inferior y suspiró:
-Sí, Jerry.
Nicholas se apartó de ella. (TN) sintió frío al notar cómo salía de su interior. Se alisó el camisón y abrió la puerta. Sonrió con dulzura.
-¿Qué quieres?
-Nada, he oído ruidos, quería asegurarme de que estabas bien.
-Pues sí, estoy bien. Nicholas y yo estábamos... -dudó sobre si continuar al ver cómo el rostro de Jerry se tensaba, pero suspiró y dijo-:... estábamos haciendo el amor. ( )
Jerry se quedó boquiabierto. Obviamente había esperado que (TN) mintiera.
-Escucha, Jerry, llevo todos estos días en mi habitación suspirando por ustedes -dijo, señalándolos a ambos-, pero no he hecho nada porque..., bueno, pensaba que si me iba a la cama con uno de ustedes podía hacerle daño al otro.
-¿Y entonces decidiste acostarte con Nicholas?
-Estaba más cerca.
-Gracias -rezongó Nicholas.
(TN) volvió la vista hacia él y le acarició el brazo con delicadeza.
-No te ofendas, por favor. Los deseo a ambos -aclaró. Miró a Jerry y dijo-: No quiero tener que decidir entre ustedes -añadió, notando que se le llenaban los ojos de lágrimas-. Yo no quería vivir una situación así. No quería hacerles daño a ninguno de los dos. No hay una fórmula mágica para elegir entre ustedes -continuó, llorando a moco tendido-. Los quiero a los dos.
-Oh, (TN) -exclamó Jerry tomándola entre sus brazos.
(TN) enterró el rostro en el cuello de Jerry. Nicholas le acarició la espalda.
-Todo esto tiene que ser terriblemente duro para ti -opinó Nicholas-. ¿Qué podemos hacer para que sea más fácil?
(TN) se sorbió la nariz y se enjugó los ojos. El calor de las caricias de ambos la excitó.
-No lo sé, pero... -sin pensarlo arqueó su cuerpo contra Jerry, presionándolo con sus pechos, confusa por el anhelo-. Maldita sea, estas hormonas me van a volver loca... Me estoy excitando otra vez.
Sus dedos se enredaron en la bata de Jerry. Lo miró a los ojos.
-Te deseo.
Miró a Nicholas.
-¡Los deseo a los dos! -espetó entre lloros, sorbiéndose los mocos, totalmente desconcertada.
Enterró la cara en el pecho de Jerry de nuevo. Jerry le alcanzó un pañuelo. (TN) se enjugó los ojos y se sonó la nariz.
-¿A los dos? ¿Al mismo tiempo? -preguntó Jerry.
«¿A los dos? ¿Al mismo tiempo?», pensó (TN) para sus adentros.
Sus hormonas se activaron. Se le aceleró el ritmo cardíaco.
-Sí. No... Me refiero a... -Volvió a sonarse la nariz y respiró hondo-. Mejor será que... piense un poco sobre ello.
Aquélla había sido una de sus fantasías más estimulantes. Y ahora que lo había sacado a colación, empezaba a hacer mella en ella, a convertirse en una comezón que no se iba rascándose.
(TN) sabía que no lograría zafarse de aquel anhelo, pero por las caras de Jerry y Nicholas supo que nunca aceptarían algo así. La verdad es que nunca se le habría ocurrido que lo hicieran.
Sin embargo, Nicholas le había dicho que se ocupara de satisfacer sus propias necesidades y los dejara a ellos ocuparse de las suyas. (TN) se acarició los pechos, pensando que un poco de persuasión no vendría mal.
-He tenido algunas fantasías. He imaginado cómo sería tenerlos a los dos acariciándome los pechos, uno cada uno -dijo, acariciándose los pezones, que se perfilaban claramente bajo el fino algodón de su camisón-, sentir las bocas de ambos al mismo tiempo.
Deslizó una mano hacia abajo, dejando atrás su vientre. Jerry y Nicholas observaban sus movimientos mientras se acariciaba el monte de Venus y entre las piernas. Se sentía tan lasciva y tan sexy.
-He fantaseado con que uno de ustedes me embistiera con una de sus largas y duras pollas mientras yo se la chupaba al otro, rodeándole la polla con la lengua.
Notó que ambos se excitaban con sus palabras.
-(TN), tú y tus fantasías -acertó a decir Nicholas con voz ronca.
(TN) volvió a acariciarse los pechos, luego le tomó la mano a Jerry y se la llevó sobre el pecho derecho. Notó que Jerry se tensaba cuando le tomó la mano a Nicholas y se la colocó sobre el pecho izquierdo.
-(TN), ¿qué haces? -preguntó Jerry con la vista clavada en la mano de Nicholas.
Nicholas empezó a acariciarla dibujando círculos.
Jerry la masajeaba suavemente y luego le rodeó el pezó con un dedo.
(TN) se levantó el camisón, dejando a la vista la parte inferior de sus pechos. Luego guió la mano de Jerry bajo la tela, hasta uno de sus pechos desnudos. Jerry tomó aire al notar que la carne de ella se adaptaba a sus suaves apretones. Nicholas deslizó una mano sobre el vientre desnudo, le metió un dedo dentro de las braguitas y, suavemente, empezó a acariciarle la humedad.
La excitante forma de tocarla de Nicholas le nubló el pensamiento. Quería tumbarse en el suelo, allí mismo, abrir las piernas e invitarlos a ambos a penetrarla, suplicarles que la embistieran con sus miembros, uno después del otro.
Jerry no apartaba la mirada de la mano de Nicholas; empezaba a costarle respirar. A (TN) le parecía imposible haberlos convencido. Sólo pensarlo la hizo excitarse aún más. Nicholas buscó su clítoris con el dedo. Huummm. El parecía a punto de aceptar su propuesta. Pero al ver el rostro de Jerry tenso, pese a estar nublado por el placer, supo que estaba pidiendo demasiado. No quería empujarlos a hacer algo de lo que pudieran arrepentirse. A la luz del día, incluso ella, probablemente, lamentaría haber dicho todo aquello.
Nicholas deslizó el dedo en su interior y (TN) notó que toda ella palpitaba con fuerza. El pezón que Jerry le estaba acariciando parecía a punto de estallarle. Deseaba hacer el amor. Otra vez. Acababa de acostarse con Nicholas, de modo que deslizó sus manos alrededor del antebrazo de Jerry y se inclinó hacia él.
Empezó a besarle la oreja y murmuró:
-¿Qué me dices de la fantasía del pirata? -preguntó, mordisqueándole el lóbulo-. Solos, tú y yo.
-¿Qué? -preguntó él, con los ojos iluminados.
-Bueno, Nicholas y yo acabamos de pasar cierto tiempo-añadido juntos-. Estoy segura de que no le importará que tú y yo compartamos una aventura ahora.
Nicholas retiró la mano de sus braguitas a regañadientes.
-Si es lo que quieres, (TN) -dijo.
-Ya sabes lo que quiero, Nicholas -replicó ella con voz baja y ronca-, pero esto tampoco estará mal.
Jerry se desató la bata. Al abrirse, su ardiente erección quedó a la vista, bajo sus calzoncillos bóxer azul marino. Le cogió las manos a (TN) y le enrolló el cinturón de satén alrededor de las muñecas. Se las ató. La atrajo contra sí, la rodeó con los brazos y le susurró al oído.
-Podemos permitirle a Nicholas que mire.
(TN) abrió los ojos como platos.
Nicholas sonrió incrédulo.
Jerry se agachó, colocó el hombro a la altura de la pelvis de (TN), la cogió por las nalgas con un brazo y se puso en pie. La llevó colgando del hombro hasta el salón, en dirección a las puertas del patio. Con la mano que le quedaba libre iba acariciándole el muslo y las nalgas.
-Ven, bonita. Tengo planes para ti -dijo.
Abrió la puerta corredera y la sacó al calor de la noche. Las luces de la piscina se activaron. (TN) pensó que Nicholas debía haber accionado el interruptor. La piscina parecía un zafiro azul en medio de la oscuridad.
Jerry le deslizó la mano por las nalgas y entre sus muslos, acariciándole ligeramente su ardiente vulva. (TN) estuvo a punto de soltar un grito ante aquella sensación terriblemente erótica. La llevó hasta el trampolín y la colocó sobre él.
-Creo que te lanzaré por la borda.
-Oh, no, por favor, no -suplicó ella, encantada de que él se hubiera metido tanto en el papel.
Jerry le soltó las muñecas y arrojó el cinturón a un lado. Dio un paso hacia delante. (TN) retrocedió, aproximándose al borde del trampolín.
-Sí, creo que sí -corroboró él con una mirada fingidamente feroz, un destello en los ojos y una sonrisa malévola.
A (TN) empezó a palpitarle el corazón descontroladamente. Jerry era un pirata de lo más atractivo. El dio un paso más, y ella también. Miro a sus espaldas. Se puso de rodillas y se aferró a la bata de Jerry.
-¿Qué puedo hacer para convencerle de que me libere?
-No voy a liberarte, bonita, pero tal vez te deje que deambules por aquí si...
-¿Si qué?
Bubu ✌
Página 14 de 17. • 1 ... 8 ... 13, 14, 15, 16, 17
Temas similares
» [Resuelto][CANCELADA] Violada por mi mejor Mejor Amigo (Liam Payne y ___ Coleman)
» Love me, please. {NickJonas} TERMINADA.
» Mi mejor amigo, mi mejor consuelo. |Niall Horan| |Hot|
» Something's Got a Hold on Me ♫
» I'm still loving [NickJonas]
» Love me, please. {NickJonas} TERMINADA.
» Mi mejor amigo, mi mejor consuelo. |Niall Horan| |Hot|
» Something's Got a Hold on Me ♫
» I'm still loving [NickJonas]
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
Página 14 de 17.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.