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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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"●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Página 2 de 17. • 1, 2, 3 ... 9 ... 17
Re: "●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
~§kyscraper~ {Michelle} escribió:yessi jobrOss escribió:~§kyscraper~ {Michelle} escribió:yessi jobrOss escribió:HOLA NUEVA LECTORA :hi:
SIGUELA X FAS STA SUPER
STA NOVEL :lol!:
Holaa! Ps, me alegra qe te guste ;)
(esa es la intención) :risa:
Yessi no? ^.^
Tranquila qe mañana.. Subo cap!!AHHH K BIEN YA SUBE CAPI JA :cheers:
Y SI ME LLAMO YESSI :P
SUBEE YA UN CAPI SISISIS :bounce: X FISSS :roll:
Yessi ya la seguí!! ;)
Disfrútalo :PP
OHHH K BUENO K SUBISTE CAPI :D
ME ENCANTO PERO O NO LA RAYIS
PENSO K NICK ERA JERRY Y K SE STABA
ACIENDO PASAR X UN DESCONOSIDO PARA
CUMPLIR UNA DE SUS FANTASIAS ?? :twisted: JEJE
ESTO SE PONE BUENO :cheers: SIGUELAAA
MICHELLE?? :scratch:.. ME ENCANTA LA NOVEL :)
ME ENCANTO PERO O NO LA RAYIS
PENSO K NICK ERA JERRY Y K SE STABA
ACIENDO PASAR X UN DESCONOSIDO PARA
CUMPLIR UNA DE SUS FANTASIAS ?? :twisted: JEJE
ESTO SE PONE BUENO :cheers: SIGUELAAA
MICHELLE?? :scratch:.. ME ENCANTA LA NOVEL :)
yessi jobrOss
Re: "●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
UHHH PASE DE PAG BAILE DE 5 SEGUNDOS JA
:grupo: :afro: SUBE PRONTO + CAPIS :D
:grupo: :afro: SUBE PRONTO + CAPIS :D
yessi jobrOss
Re: "●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
Hermosas, Les subo Cap mas tarde :D
#Gracias Yessi por pasar de Pag!! ;)
#Gracias Yessi por pasar de Pag!! ;)
Bubu ✌
Re: "●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
Capitulo 4
(TN) no acertaba a creer que finalmente Jerry hubiera acudido a la fiesta. Y el fingir ser un desconocido para hacer realidad su fantasía sexual, había sido una sorpresa deliciosa, romántica y sumamente excitante. Se estremeció al pensar que aquella noche le haría el amor. Seguramente era su intención..., a menos que decidiera que tenía que marcharse corriendo en el último momento.
Se apretó más contra él y le acarició la espalda. Notó el bulto que iba creciendo contra su vientre. La balada acabó y sonaron los primeros acordes de la siguiente. Jerry la conducía por la pista de baile con confianza y gracia. (TN) desconocía que fuera un bailarín tan excepcional. La canción concluyó y empezó a sonar un ritmo más rápido. Jerry la soltó, pero (TN) no quería perder la cercanía con él. Se puso de puntillas y le susurró al oído.
-Lo que me gustaría -murmuró- es estar solos, los dos juntos.
&
A Nicholas se le aceleró el pulso ante aquella insinuación. Nunca había conocido a una mujer tan atrevída. Aurora se apretó más contra él, frotándose contra su erección, que crecía rápidamente y desencadenaba un torrente de hormonas por todo su cuerpo.
-Tengo una habitación -dijo, sin que su cerebro tuviera tiempo de procesar aquellas palabras antes de pronunciarlas.
Aurora se lo quedó mirando fijamente y Nicholas temió haberla malinterpretado. Quizá sólo quería que salieran a tomar una copa juntos.
Contuvo el aliento, temeroso de haberlo echado todo a perder. Los ojos de ella centellearon y su sonrisa volvió a florecer. Nicholas suspiró aliviado.
-¿Y qué esperamos? -preguntó Aurora en un arrullo.
Nicholas le dio media vuelta y caminó pegado a ella, para ocultar la enorme protuberancia de sus pantalones. La condujo hacia la puerta. Avanzaron a toda prisa por el pasillo que salía del vestíbulo y se dirigieron al ascensor.
Nicholas pulsó el botón de subir, y luego la tomó de la cintura y la atrajo hacia sí. Por suerte, nadie más esperaba el ascensor. Mientras la pantalla luminosa iba descontando plantas, él le acariciaba el cuello con la barbilla. No daba crédito a que aquella joven tan hermosa fuera a subir a su habitación con él. Se acababan de conocer. Y, sin embargo, era innegable que entre los dos había mucha química.
Quizá hubiera bebido una copita de más. No quería aprovecharse de ella, pero tampoco quería que se marchara. Aunque podía oler el sutil aroma del vino en su aliento, no parecía estar ebria.
Aurora posó una mano en la parte exterior de su muslo y lo empezó a acariciar con delicadeza. Tenía la sensación de que le iba a estallar la polla. Posó la mirada en la turgencia de los senos de ella, e imaginó que le quitaba aquel vestido de seda y quedaban expuestos, en todo su esplendor carnal. Se le marcaban los pezones, duros, bajo la tela.
Nicholas apretó el puño para distraerse de la urgencia de tocarla.
Era una mujer de lo más sensual. Nunca había deseado tanto a nadie como la deseaba a ella en aquel instante.
Un tilín indicó la llegada del ascensor. Cuando la puerta corredera se abrió, la apremió a entrar. La puerta se cerró con un silbido tras ellos y al fin se encontraron a solas en un espacio reducido. Quería estrecharla entre sus brazos, devorarle los labios y acariciarle todo el cuerpo, pero se contuvo. No quería asustarla.
La cogió por la cintura. Aurora se acurrucó contra él, le rozó el lóbulo con los labios, lo rodeó por la cintura y se aferró a él, sus cuerpos totalmente pegados a medida que los números de las plantas iban ascendiendo a una velocidad tan lenta que parecía una tortura.
Para sorpresa y deleite de Nicholas, Aurora parecía incapaz de dejar de tocarlo. Deslizó las manos por los botones de su camisa y jugueteó con el nudo de su corbata, arreglándoselo. Le rodeó la cintura con una mano, mientras con la otra le acariciaba el antebrazo, antes de subir por el brazo y enredar sus dedos en el vello que le asomaba por el cuello. Restregó su cara contra la barbilla de Nicholas y luego le besó la clavícula, justo en la base del cuello.
A Nicholas, cada vez le costaba más respirar. Tenía toda la sangre agolpada en la verga, dura como una piedra. Quería tomarla entre sus brazos y besarla hasta hacerla perder el sentido. No, en realidad lo que le apetecía era deslizar sus dedos bajo aquel sensual corpiño sin tirantes del vestido y bajárselo, para dejar a la vista sus pezones fruncidos.
Luego la echaría hacia atrás, sosteniéndola con un brazo, se metería uno de aquellos botones en la boca y lo lamería hasta hacerla gemir de placer.
Se oyó un segundo tilín, y el ritmo ralentizado del ascensor lo alertó de que las puertas estaban a punto de abrirse. La tomó de la cintura con un brazo y la arrastró a toda prisa por el pasillo hasta su habitación, intentando calmar su sobreactividad hormonal. Introdujo la tarjeta de plástico en la ranura y la sacó, pero lo hizo demasiado de prisa y se iluminó una luz roja. Aurora sonrió y le cogió la tarjeta de los dedos. Repitió la operación. En cuanto la luz se puso verde, accionó la manecilla y abrió la puerta.
- ¡Qué habitación más bonita! -exclamó a entrar.
Aurora recorrió con la vista la decoración en tonos granate y dorado, con mobiliario de madera de cerezo, con vetas oscuras.
-Pues espera a contemplar las vistas -comentó él, pasando junto a ella y dirigiéndose a paso rápido hasta la ventana.
Descorrió las cortinas y el fabuloso horizonte urbano de la ciudad se iluminó a sus pies. Al otro lado del canal, se alzaba la asombrosa arquitectura antigua del Cháteau Laurier, cuya iluminación se reflejaba en el agua.
Aurora se acercó a la ventana con un contoneo de caderas que hizo que a Nicholas se le disparara el pulso. Contempló la vista fascinada. Nicholas, en cambio, no lograba apartar la vista de ella.
-Humm. Es fantástica.
Se dio media vuelta y posó la mirada en la amplia cama con baldaquín, cubierta con un edredón de terciopelo granate, que parecía sumamente acogedor. Alguien había abierto la cama y habían quedado al descubierto unas sábanas de satén del mismo color. Sobre la almohada había una chocolatina con menta de envoltorio dorado.
Aurora se acercó a Nicholas, quien se sintió embriagado por el calor que desprendía su cuerpo. Aurora le sonrió seductoramente.
-¿Qué hacen dos extraños que se sienten salvajemente atraídos el uno por el otro? -preguntó ella.
Nicholas sabía perfectamente lo que le apetecía hacer, pero, en su lugar, dijo:
-Podríamos pedir que nos subieran un poco de champán y fresas o...
-O podríamos hacer esto.
Una oleada de calor recorrió el cuerpo de Nicholas al escuchar el seductor timbre de voz de Aurora. Ella le acarició la mejilla, y el suave contacto de las yemas de sus dedos despertó en él todos sus sentidos. Quería abrazarla apasionadamente, devorarle los labios, pero esperó a que fuera ella quien diera el primer paso. Aurora le rozó los labios con los dedos, incendiándole por dentro, le rodeó la nuca con las manos y lo atrajo hacia sí. Lo cogió por la mejilla y le acercó el rostro. El primer contacto delicado con su boca hizo que a Nicholas le palpitara el corazón a un ritmo frenético. Sentía un cosquilleo en los labios que enviaba torrentes de sensaciones por toda su mandíbula, mientras sus bocas se movían al unísono. Nicholas sintió un calor abrasador y un dolor punzante en su verga. Aurora se apartó de él y lo miró con los ojos como platos.
-¡Vaya beso! -exclamó, con una voz entrecortada y sensual que hizo que a Nicholas le hirviera la sangre.
-Eres la mujer más sexy del mundo -susurró él, tomando aire profundamente antes de volverle a devorar los labios.
El tacto aterciopelado de la boca de Aurora bajo la suya, despertaba en él sensaciones extrañas y maravillosas. Se le disparó el pulso y el corazón empezó a latirle a mil por hora. Los pantalones estaban a punto de estallarle.
-Huummm -murmuró Aurora, alzando la vista para mirar aquellos ojos cafes que centelleaban como la luz de la luna reflejándose sobre un lago al ponerse el sol-. Parece que me deseas.
Al oír su voz entrecortada, Nicholas supo que el deseo era mutuo.
-Te has dado cuenta, ¿no?
Volvió a besarla, deleitándose con el calor que desprendía, con su dulce fragancia y con la suave respuesta de sus labios.
Aurora deslizó la mano entre ambos y él descubrió con placer que le estaba desabrochando la camisa. Había empezado por el botón superior, y Nicholas buscó a tientas los inferiores para ayudarla, movido por el deseo de abrirse la camisa y notar las manos de ella sobre su piel desnuda.
No lo decepcionó, cuando le acarició el vientre con las yemas de los dedos y jugueteó con sus pezones. Lo besó en el cuello y descendió con los labios hasta su torso. A
Nicholas se le cortó la respiración cuando Aurora le lamió un pezón y luego se lo metió en la boca. Ella se apartó un poco y le sonrió. Luego se volvió de espaldas, con las manos en la cintura.
-¿Me ayudas?
___________________________
Aqui estoy #Yessi Gracias por comentar Linda!
(TN) no acertaba a creer que finalmente Jerry hubiera acudido a la fiesta. Y el fingir ser un desconocido para hacer realidad su fantasía sexual, había sido una sorpresa deliciosa, romántica y sumamente excitante. Se estremeció al pensar que aquella noche le haría el amor. Seguramente era su intención..., a menos que decidiera que tenía que marcharse corriendo en el último momento.
Se apretó más contra él y le acarició la espalda. Notó el bulto que iba creciendo contra su vientre. La balada acabó y sonaron los primeros acordes de la siguiente. Jerry la conducía por la pista de baile con confianza y gracia. (TN) desconocía que fuera un bailarín tan excepcional. La canción concluyó y empezó a sonar un ritmo más rápido. Jerry la soltó, pero (TN) no quería perder la cercanía con él. Se puso de puntillas y le susurró al oído.
-Lo que me gustaría -murmuró- es estar solos, los dos juntos.
&
A Nicholas se le aceleró el pulso ante aquella insinuación. Nunca había conocido a una mujer tan atrevída. Aurora se apretó más contra él, frotándose contra su erección, que crecía rápidamente y desencadenaba un torrente de hormonas por todo su cuerpo.
-Tengo una habitación -dijo, sin que su cerebro tuviera tiempo de procesar aquellas palabras antes de pronunciarlas.
Aurora se lo quedó mirando fijamente y Nicholas temió haberla malinterpretado. Quizá sólo quería que salieran a tomar una copa juntos.
Contuvo el aliento, temeroso de haberlo echado todo a perder. Los ojos de ella centellearon y su sonrisa volvió a florecer. Nicholas suspiró aliviado.
-¿Y qué esperamos? -preguntó Aurora en un arrullo.
Nicholas le dio media vuelta y caminó pegado a ella, para ocultar la enorme protuberancia de sus pantalones. La condujo hacia la puerta. Avanzaron a toda prisa por el pasillo que salía del vestíbulo y se dirigieron al ascensor.
Nicholas pulsó el botón de subir, y luego la tomó de la cintura y la atrajo hacia sí. Por suerte, nadie más esperaba el ascensor. Mientras la pantalla luminosa iba descontando plantas, él le acariciaba el cuello con la barbilla. No daba crédito a que aquella joven tan hermosa fuera a subir a su habitación con él. Se acababan de conocer. Y, sin embargo, era innegable que entre los dos había mucha química.
Quizá hubiera bebido una copita de más. No quería aprovecharse de ella, pero tampoco quería que se marchara. Aunque podía oler el sutil aroma del vino en su aliento, no parecía estar ebria.
Aurora posó una mano en la parte exterior de su muslo y lo empezó a acariciar con delicadeza. Tenía la sensación de que le iba a estallar la polla. Posó la mirada en la turgencia de los senos de ella, e imaginó que le quitaba aquel vestido de seda y quedaban expuestos, en todo su esplendor carnal. Se le marcaban los pezones, duros, bajo la tela.
Nicholas apretó el puño para distraerse de la urgencia de tocarla.
Era una mujer de lo más sensual. Nunca había deseado tanto a nadie como la deseaba a ella en aquel instante.
Un tilín indicó la llegada del ascensor. Cuando la puerta corredera se abrió, la apremió a entrar. La puerta se cerró con un silbido tras ellos y al fin se encontraron a solas en un espacio reducido. Quería estrecharla entre sus brazos, devorarle los labios y acariciarle todo el cuerpo, pero se contuvo. No quería asustarla.
La cogió por la cintura. Aurora se acurrucó contra él, le rozó el lóbulo con los labios, lo rodeó por la cintura y se aferró a él, sus cuerpos totalmente pegados a medida que los números de las plantas iban ascendiendo a una velocidad tan lenta que parecía una tortura.
Para sorpresa y deleite de Nicholas, Aurora parecía incapaz de dejar de tocarlo. Deslizó las manos por los botones de su camisa y jugueteó con el nudo de su corbata, arreglándoselo. Le rodeó la cintura con una mano, mientras con la otra le acariciaba el antebrazo, antes de subir por el brazo y enredar sus dedos en el vello que le asomaba por el cuello. Restregó su cara contra la barbilla de Nicholas y luego le besó la clavícula, justo en la base del cuello.
A Nicholas, cada vez le costaba más respirar. Tenía toda la sangre agolpada en la verga, dura como una piedra. Quería tomarla entre sus brazos y besarla hasta hacerla perder el sentido. No, en realidad lo que le apetecía era deslizar sus dedos bajo aquel sensual corpiño sin tirantes del vestido y bajárselo, para dejar a la vista sus pezones fruncidos.
Luego la echaría hacia atrás, sosteniéndola con un brazo, se metería uno de aquellos botones en la boca y lo lamería hasta hacerla gemir de placer.
Se oyó un segundo tilín, y el ritmo ralentizado del ascensor lo alertó de que las puertas estaban a punto de abrirse. La tomó de la cintura con un brazo y la arrastró a toda prisa por el pasillo hasta su habitación, intentando calmar su sobreactividad hormonal. Introdujo la tarjeta de plástico en la ranura y la sacó, pero lo hizo demasiado de prisa y se iluminó una luz roja. Aurora sonrió y le cogió la tarjeta de los dedos. Repitió la operación. En cuanto la luz se puso verde, accionó la manecilla y abrió la puerta.
- ¡Qué habitación más bonita! -exclamó a entrar.
Aurora recorrió con la vista la decoración en tonos granate y dorado, con mobiliario de madera de cerezo, con vetas oscuras.
-Pues espera a contemplar las vistas -comentó él, pasando junto a ella y dirigiéndose a paso rápido hasta la ventana.
Descorrió las cortinas y el fabuloso horizonte urbano de la ciudad se iluminó a sus pies. Al otro lado del canal, se alzaba la asombrosa arquitectura antigua del Cháteau Laurier, cuya iluminación se reflejaba en el agua.
Aurora se acercó a la ventana con un contoneo de caderas que hizo que a Nicholas se le disparara el pulso. Contempló la vista fascinada. Nicholas, en cambio, no lograba apartar la vista de ella.
-Humm. Es fantástica.
Se dio media vuelta y posó la mirada en la amplia cama con baldaquín, cubierta con un edredón de terciopelo granate, que parecía sumamente acogedor. Alguien había abierto la cama y habían quedado al descubierto unas sábanas de satén del mismo color. Sobre la almohada había una chocolatina con menta de envoltorio dorado.
Aurora se acercó a Nicholas, quien se sintió embriagado por el calor que desprendía su cuerpo. Aurora le sonrió seductoramente.
-¿Qué hacen dos extraños que se sienten salvajemente atraídos el uno por el otro? -preguntó ella.
Nicholas sabía perfectamente lo que le apetecía hacer, pero, en su lugar, dijo:
-Podríamos pedir que nos subieran un poco de champán y fresas o...
-O podríamos hacer esto.
Una oleada de calor recorrió el cuerpo de Nicholas al escuchar el seductor timbre de voz de Aurora. Ella le acarició la mejilla, y el suave contacto de las yemas de sus dedos despertó en él todos sus sentidos. Quería abrazarla apasionadamente, devorarle los labios, pero esperó a que fuera ella quien diera el primer paso. Aurora le rozó los labios con los dedos, incendiándole por dentro, le rodeó la nuca con las manos y lo atrajo hacia sí. Lo cogió por la mejilla y le acercó el rostro. El primer contacto delicado con su boca hizo que a Nicholas le palpitara el corazón a un ritmo frenético. Sentía un cosquilleo en los labios que enviaba torrentes de sensaciones por toda su mandíbula, mientras sus bocas se movían al unísono. Nicholas sintió un calor abrasador y un dolor punzante en su verga. Aurora se apartó de él y lo miró con los ojos como platos.
-¡Vaya beso! -exclamó, con una voz entrecortada y sensual que hizo que a Nicholas le hirviera la sangre.
-Eres la mujer más sexy del mundo -susurró él, tomando aire profundamente antes de volverle a devorar los labios.
El tacto aterciopelado de la boca de Aurora bajo la suya, despertaba en él sensaciones extrañas y maravillosas. Se le disparó el pulso y el corazón empezó a latirle a mil por hora. Los pantalones estaban a punto de estallarle.
-Huummm -murmuró Aurora, alzando la vista para mirar aquellos ojos cafes que centelleaban como la luz de la luna reflejándose sobre un lago al ponerse el sol-. Parece que me deseas.
Al oír su voz entrecortada, Nicholas supo que el deseo era mutuo.
-Te has dado cuenta, ¿no?
Volvió a besarla, deleitándose con el calor que desprendía, con su dulce fragancia y con la suave respuesta de sus labios.
Aurora deslizó la mano entre ambos y él descubrió con placer que le estaba desabrochando la camisa. Había empezado por el botón superior, y Nicholas buscó a tientas los inferiores para ayudarla, movido por el deseo de abrirse la camisa y notar las manos de ella sobre su piel desnuda.
No lo decepcionó, cuando le acarició el vientre con las yemas de los dedos y jugueteó con sus pezones. Lo besó en el cuello y descendió con los labios hasta su torso. A
Nicholas se le cortó la respiración cuando Aurora le lamió un pezón y luego se lo metió en la boca. Ella se apartó un poco y le sonrió. Luego se volvió de espaldas, con las manos en la cintura.
-¿Me ayudas?
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Aqui estoy #Yessi Gracias por comentar Linda!
Bubu ✌
Re: "●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
Capitulo 5
Nicholas posó la mirada en su nuca y fue descendiendo por sus hombros hasta alcanzar el borde de su vestido rojo.
Sólo entonces cayó en la cuenta de que le estaba pidiendo que le desabrochase el vestido. Cogió la diminuta cremallera entre sus dedos y la bajó lentamente. Respirar le costaba cada vez más, a medida que el tejido iba abriéndose y dejaba a la luz la tersa piel de Aurora.
Refrenó la urgencia de tocar esa piel que veía por primera vez, sabiendo que, si lo hacía, le arrancaría el vestido y la poseería allí mismo, en el suelo.
Ella se bajó el vestido, aún de espaldas a él y dejando al descubierto la curva de su esbelta cintura. Se lo deslizó por las caderas y lo dejó caer en el suelo. Nicholas sonrió complacido al ver el diminuto triángulo de puntilla roja, lo único que asomaba de su sensual tanga. Recorrió con la mirada la curva suave, definida y desnuda de su culo.
Aurora se dio media vuelta y Nicholas acarició con la mirada sus suaves líneas femeninas. El sujetador de copa sin tirantes, que apenas le cubría los pezones, parecía ofrecerle sus pechos. Sus diminutas braguitas acentuaban la redondez esbelta y elegante de sus caderas. Aurora deslizó los dedos por la línea del torso de Nicholas y adoptó una pose sensual.
-¿Te gusta lo que ves?
Nicholas estuvo a punto de soltar una carcajada ante la sombra de inseguridad que apreció en sus ojos. Tenía que estar de broma. Deslizó sus manos por el cuerpo de Aurora, tal como ella había hecho, deleitándose el tacto de su piel satinada.
-Desde luego.
Ella sonrió y se llevó las manos a la espalda. Nicholas la atrajo hacia sí y le besó la sien.
-Deja que te ayude -susurró.
Rodeó los ajetreados dedos de Aurora con los suyos. Ella logró desabrochar tres de los cuatro broches de su sujetador. El soltó el último, pero lo sostuvo en su sitio un momento más, mientras acariciaba con los dedos la suave piel de debajo del elástico. Recorrió con besos delicados el borde superior del sujetador, escuchando cómo a ella se le aceleraba la respiración.
Separó el elástico del sujetador de su piel y dio u paso atrás, mientras apartaba las copas de su cuerpo y los pechos generosos y redondos de Aurora quedaban al descubierto. Su miembro se tensó contra su bragueta.
Empezó a quitarse la chaqueta, pero ella lo asió por las solapas y volvió a meterse entre sus brazos. Le abrió la camisa y restregó sus senos desnudos contra el torso de Nicholas. Luego se apretó contra él, abrazándole por el cuello y besándolo ardientemente. Nicholas la rodeó con los brazos y le acarició la espalda desnuda.
-¿Esto te gusta, verdad? -le susurró al oído, espoleado por sus gimoteos dulces y suplicantes-. Te gusta estar desnuda mientras yo sigo totalmente vestido.
A él lo excitaba infinitamente.
-Sí, es muy sensual -respondió Aurora.
-Déjame verte -la urgió, tomándola por los codos y separándose ligeramente de ella.
Ella retrocedió y giró sobre sí misma, sonriendo con picardía y exhibiendo una saludable hilera de dientes blancos. Levantó un brazo, se colocó el otro tras la nuca y caminó pavoneándose adelante y atrás, oscilando las caderas de un modo provocativo. Se volvió de cara a él, se puso las manos bajo los pechos y se los levantó.
-¿Quieres verlos?
-Humm. Por supuesto.
Su sonrisa se agrandó y se le dibujaron arruguitas en los ojos. Frotó el brazo contra la manga de la elegante chaqueta de lana de Nicholas; su piel tersa y pálida contrastaba con el oscuro color gris plomo.
-¿Quieres tocarlos?
Eran tantas las ganas que tenía de acariciarle los pechos que casi le dolían las manos. Tenía que reprimirse para no alargarlas y apretarlos entres sus dedos.
-Sí, me encantaría tocarlos. -El tono serio de su voz lo sorprendió incluso a él.
Aurora suavizó su sonrisa y, con el rostro casi resplandeciente, le preguntó:
-Me deseas de verdad, ¿no es cierto?
El tono de compunción en la voz de ella lo sorprendió. ¿De veras no era consciente de su atractivo?
-Nunca he deseado tanto a una mujer -respondió con absoluta franqueza.
Aurora le tomó las manos y se las colocó sobre los pechos. Al notar su carne cálida y redonda llenar sus palmas, Nicholas contuvo la respiración. Le acarició los senos blancos y tersos con reverencia, y notó cómo se le endurecían los pezones.
-Eres increíblemente hermosa.
Le acarició las puntas de los pezones con los pulgares. La respiración entrecortada de ella le aceleró el flujo sanguíneo. Deseaba desesperadamente quitarse los pantalones y liberar su enloquecida verga, dolorosamente confinada, pero quería acariciarla un poco más. Se inclinó hacia delante, atrapó uno de aquellos pezones tersos entre sus labios y lo mordisqueó juguetonamente.
-Oh, sí -murmuró ella.
Mientras con una mano sostenía uno de aquellos magníficos pechos redondos y su lengua se enredaba en el pezón, la otra mano descendía por el talle de Aurora, alrededor de su cintura hasta posarse en su atractivo trasero y darle un apretón.
-Huumm -gimió ella, pasándole los dedos por el cabello.
Nicholas se ocupó entonces del otro pecho, hasta excitarle tanto como a su gemelo. Cuando ambos pezones se irgieron inmensos e hinchados, le besó el talle y continuó bajando, hasta quedar agachado ante ella. Aurora enredó con más fuerza sus dedos en los cabellos de él. Nicholas le metió la lengua en el ombligo y prosiguió con su lento descender. Se arrodilló, deslizó los dedos bajo el ribete de encaje de su tanga y se lo bajó muy despacio, dejando al descubierto su sexo.
Le acarició la piel rosada de entre los muslos. Aurora estaba resplandeciente. Le separó los pliegues de la vulva con los pulgares hasta tener a la vista el botoncito de su clítoris. Lo tocó suavemente con la punta de la lengua.
-Ohhh -gimió ella.
La rodeó con las manos, agarrándola por las nalgas, y besó su suave e íntima piel. Luego empezó a lamerla con delicadeza.
-Oh, Dios. Ven aquí -susurró ella, tirando de él para ponerlo en pie y besarlo con fervor.
Remetió las manos por debajo de la chaqueta y la camisa de él y se las deslizó por los brazos. Sus movimientos urgentes hicieron que a Nicholas empezara a hervirle la sangre.
Aurora le abrió la cremallera y por fin notó que los pantalones dejaban de oprimir su erección. Se bajó los pantalones, impaciente por notar su piel desnuda en contacto con la de ella. Estaba tan excitado que apenas podía contenerse.
Aurora se agachó y estiró de la cinturilla de su slip. Su pene quedó al fin liberado. Le bajó los calzoncillos y él se deshizo de ellos, apartándolos a un lado, de una patada. Le agarró el rígido pene y lo acarició. Estuvo a punto de eyacular en aquel mismo instante. Le apartó la mano y tiró de ella para ponerla en pie.
-Cariño, estoy demasiado excitado para eso.
La besó apasionadamente.
-Yo también estoy muy excitada -dijo ella, cuando sus labios se separaron-. Y muy húmeda -jadeó.
Le lamió el pezón derecho y, al hacerlo, lo recorrió un anhelo urgente.
-Quiero que esto dure -murmuró Nicholas, mientras Aurora volvía a agarrarle la verga.
-Durará -le dijo, masturbándolo-. La próxima vez.
Aurora se inclinó hacia delante y se acurrucó bajo la barbilla de Nicholas.
-Quiero notarte dentro, ahora mismo-le susurró al oído. Y luego murmuró-: Estoy tan húmeda que podrías deslizarte dentro de mí sin más.
Oír sus palabras y notar su cálida respiración en el lóbulo lo hicieron enloquecer de deseo. La apoyó contra la pared y, agarrándola por las nalgas, la levantó en el aire. Aurora guió su verga erecta hasta ella y la penetró.
-Oh, Dios, ¡qué maravilla! -exclamó Aurora, enroscando las piernas alrededor de sus caderas.
El calor de ella lo rodeaba. Jamás había sentido una erección así. Aurora lo había llevado al límite antes de deslizarse siquiera en su interior. Sabía que no había modo en la Tierra de hacer que aquello durara, pero tenía que encontrarlo. Tenía intención de llevarla al orgasmo antes de alcanzarlo él.
Salió lentamente y luego, muy despacio, volvió a deslizarse en su interior. Aurora se retorció de placer. Nicholas se sintió enloquecer.
-Más rápido y más fuerte -insistió ella. -Pero...
Apretó las piernas alrededor de él y se arqueó hacia delante. Demasiado tarde. Dio una estocada, luego otra y ella gimió de placer. «Gracias a Dios», pensó Nicholas antes de que la razón lo abandonara por completo. Continuó embistiéndola hasta estallar, por fin, dentro de ella
______________________
Aqui esta el primer cap HOT, chicas pero esto no se queda asi....no no...xD...si quieren el proximo ya saben que hacer...
#Yessi este primer Cap HOT va dedicado a tii!! :twisted:
__________#GoodByePervers ;)
Nicholas posó la mirada en su nuca y fue descendiendo por sus hombros hasta alcanzar el borde de su vestido rojo.
Sólo entonces cayó en la cuenta de que le estaba pidiendo que le desabrochase el vestido. Cogió la diminuta cremallera entre sus dedos y la bajó lentamente. Respirar le costaba cada vez más, a medida que el tejido iba abriéndose y dejaba a la luz la tersa piel de Aurora.
Refrenó la urgencia de tocar esa piel que veía por primera vez, sabiendo que, si lo hacía, le arrancaría el vestido y la poseería allí mismo, en el suelo.
Ella se bajó el vestido, aún de espaldas a él y dejando al descubierto la curva de su esbelta cintura. Se lo deslizó por las caderas y lo dejó caer en el suelo. Nicholas sonrió complacido al ver el diminuto triángulo de puntilla roja, lo único que asomaba de su sensual tanga. Recorrió con la mirada la curva suave, definida y desnuda de su culo.
Aurora se dio media vuelta y Nicholas acarició con la mirada sus suaves líneas femeninas. El sujetador de copa sin tirantes, que apenas le cubría los pezones, parecía ofrecerle sus pechos. Sus diminutas braguitas acentuaban la redondez esbelta y elegante de sus caderas. Aurora deslizó los dedos por la línea del torso de Nicholas y adoptó una pose sensual.
-¿Te gusta lo que ves?
Nicholas estuvo a punto de soltar una carcajada ante la sombra de inseguridad que apreció en sus ojos. Tenía que estar de broma. Deslizó sus manos por el cuerpo de Aurora, tal como ella había hecho, deleitándose el tacto de su piel satinada.
-Desde luego.
Ella sonrió y se llevó las manos a la espalda. Nicholas la atrajo hacia sí y le besó la sien.
-Deja que te ayude -susurró.
Rodeó los ajetreados dedos de Aurora con los suyos. Ella logró desabrochar tres de los cuatro broches de su sujetador. El soltó el último, pero lo sostuvo en su sitio un momento más, mientras acariciaba con los dedos la suave piel de debajo del elástico. Recorrió con besos delicados el borde superior del sujetador, escuchando cómo a ella se le aceleraba la respiración.
Separó el elástico del sujetador de su piel y dio u paso atrás, mientras apartaba las copas de su cuerpo y los pechos generosos y redondos de Aurora quedaban al descubierto. Su miembro se tensó contra su bragueta.
Empezó a quitarse la chaqueta, pero ella lo asió por las solapas y volvió a meterse entre sus brazos. Le abrió la camisa y restregó sus senos desnudos contra el torso de Nicholas. Luego se apretó contra él, abrazándole por el cuello y besándolo ardientemente. Nicholas la rodeó con los brazos y le acarició la espalda desnuda.
-¿Esto te gusta, verdad? -le susurró al oído, espoleado por sus gimoteos dulces y suplicantes-. Te gusta estar desnuda mientras yo sigo totalmente vestido.
A él lo excitaba infinitamente.
-Sí, es muy sensual -respondió Aurora.
-Déjame verte -la urgió, tomándola por los codos y separándose ligeramente de ella.
Ella retrocedió y giró sobre sí misma, sonriendo con picardía y exhibiendo una saludable hilera de dientes blancos. Levantó un brazo, se colocó el otro tras la nuca y caminó pavoneándose adelante y atrás, oscilando las caderas de un modo provocativo. Se volvió de cara a él, se puso las manos bajo los pechos y se los levantó.
-¿Quieres verlos?
-Humm. Por supuesto.
Su sonrisa se agrandó y se le dibujaron arruguitas en los ojos. Frotó el brazo contra la manga de la elegante chaqueta de lana de Nicholas; su piel tersa y pálida contrastaba con el oscuro color gris plomo.
-¿Quieres tocarlos?
Eran tantas las ganas que tenía de acariciarle los pechos que casi le dolían las manos. Tenía que reprimirse para no alargarlas y apretarlos entres sus dedos.
-Sí, me encantaría tocarlos. -El tono serio de su voz lo sorprendió incluso a él.
Aurora suavizó su sonrisa y, con el rostro casi resplandeciente, le preguntó:
-Me deseas de verdad, ¿no es cierto?
El tono de compunción en la voz de ella lo sorprendió. ¿De veras no era consciente de su atractivo?
-Nunca he deseado tanto a una mujer -respondió con absoluta franqueza.
Aurora le tomó las manos y se las colocó sobre los pechos. Al notar su carne cálida y redonda llenar sus palmas, Nicholas contuvo la respiración. Le acarició los senos blancos y tersos con reverencia, y notó cómo se le endurecían los pezones.
-Eres increíblemente hermosa.
Le acarició las puntas de los pezones con los pulgares. La respiración entrecortada de ella le aceleró el flujo sanguíneo. Deseaba desesperadamente quitarse los pantalones y liberar su enloquecida verga, dolorosamente confinada, pero quería acariciarla un poco más. Se inclinó hacia delante, atrapó uno de aquellos pezones tersos entre sus labios y lo mordisqueó juguetonamente.
-Oh, sí -murmuró ella.
Mientras con una mano sostenía uno de aquellos magníficos pechos redondos y su lengua se enredaba en el pezón, la otra mano descendía por el talle de Aurora, alrededor de su cintura hasta posarse en su atractivo trasero y darle un apretón.
-Huumm -gimió ella, pasándole los dedos por el cabello.
Nicholas se ocupó entonces del otro pecho, hasta excitarle tanto como a su gemelo. Cuando ambos pezones se irgieron inmensos e hinchados, le besó el talle y continuó bajando, hasta quedar agachado ante ella. Aurora enredó con más fuerza sus dedos en los cabellos de él. Nicholas le metió la lengua en el ombligo y prosiguió con su lento descender. Se arrodilló, deslizó los dedos bajo el ribete de encaje de su tanga y se lo bajó muy despacio, dejando al descubierto su sexo.
Le acarició la piel rosada de entre los muslos. Aurora estaba resplandeciente. Le separó los pliegues de la vulva con los pulgares hasta tener a la vista el botoncito de su clítoris. Lo tocó suavemente con la punta de la lengua.
-Ohhh -gimió ella.
La rodeó con las manos, agarrándola por las nalgas, y besó su suave e íntima piel. Luego empezó a lamerla con delicadeza.
-Oh, Dios. Ven aquí -susurró ella, tirando de él para ponerlo en pie y besarlo con fervor.
Remetió las manos por debajo de la chaqueta y la camisa de él y se las deslizó por los brazos. Sus movimientos urgentes hicieron que a Nicholas empezara a hervirle la sangre.
Aurora le abrió la cremallera y por fin notó que los pantalones dejaban de oprimir su erección. Se bajó los pantalones, impaciente por notar su piel desnuda en contacto con la de ella. Estaba tan excitado que apenas podía contenerse.
Aurora se agachó y estiró de la cinturilla de su slip. Su pene quedó al fin liberado. Le bajó los calzoncillos y él se deshizo de ellos, apartándolos a un lado, de una patada. Le agarró el rígido pene y lo acarició. Estuvo a punto de eyacular en aquel mismo instante. Le apartó la mano y tiró de ella para ponerla en pie.
-Cariño, estoy demasiado excitado para eso.
La besó apasionadamente.
-Yo también estoy muy excitada -dijo ella, cuando sus labios se separaron-. Y muy húmeda -jadeó.
Le lamió el pezón derecho y, al hacerlo, lo recorrió un anhelo urgente.
-Quiero que esto dure -murmuró Nicholas, mientras Aurora volvía a agarrarle la verga.
-Durará -le dijo, masturbándolo-. La próxima vez.
Aurora se inclinó hacia delante y se acurrucó bajo la barbilla de Nicholas.
-Quiero notarte dentro, ahora mismo-le susurró al oído. Y luego murmuró-: Estoy tan húmeda que podrías deslizarte dentro de mí sin más.
Oír sus palabras y notar su cálida respiración en el lóbulo lo hicieron enloquecer de deseo. La apoyó contra la pared y, agarrándola por las nalgas, la levantó en el aire. Aurora guió su verga erecta hasta ella y la penetró.
-Oh, Dios, ¡qué maravilla! -exclamó Aurora, enroscando las piernas alrededor de sus caderas.
El calor de ella lo rodeaba. Jamás había sentido una erección así. Aurora lo había llevado al límite antes de deslizarse siquiera en su interior. Sabía que no había modo en la Tierra de hacer que aquello durara, pero tenía que encontrarlo. Tenía intención de llevarla al orgasmo antes de alcanzarlo él.
Salió lentamente y luego, muy despacio, volvió a deslizarse en su interior. Aurora se retorció de placer. Nicholas se sintió enloquecer.
-Más rápido y más fuerte -insistió ella. -Pero...
Apretó las piernas alrededor de él y se arqueó hacia delante. Demasiado tarde. Dio una estocada, luego otra y ella gimió de placer. «Gracias a Dios», pensó Nicholas antes de que la razón lo abandonara por completo. Continuó embistiéndola hasta estallar, por fin, dentro de ella
______________________
Aqui esta el primer cap HOT, chicas pero esto no se queda asi....no no...xD...si quieren el proximo ya saben que hacer...
#Yessi este primer Cap HOT va dedicado a tii!! :twisted:
__________#GoodByePervers ;)
Bubu ✌
Re: "●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
- Hola Hermosas!!
#Primero: Me voy de viaje mañana en la tarde -.-'
& lo mas triste es qe no quiero ir ni un poco :sad:
Pero mi mama no dará su brazo a torcer :roll:
#Segundo: Regreso el Domingo :(
Asi qe les dejo un Cap.. :D
#Primero: Me voy de viaje mañana en la tarde -.-'
& lo mas triste es qe no quiero ir ni un poco :sad:
Pero mi mama no dará su brazo a torcer :roll:
#Segundo: Regreso el Domingo :(
Asi qe les dejo un Cap.. :D
Bubu ✌
Re: "●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
Te vamoos a extrañaar ! :(
Ok.. este cap fue GENIAAAAL y super HOT! Me fasinó! :twisted:
Espero el siguiente capi!
Graciaaas! Te quieroo! Aah y sorry por no haber comentado antes es que no tenia internet :|
Besoooos (L
Ok.. este cap fue GENIAAAAL y super HOT! Me fasinó! :twisted:
Espero el siguiente capi!
Graciaaas! Te quieroo! Aah y sorry por no haber comentado antes es que no tenia internet :|
Besoooos (L
Invitado
Invitado
Re: "●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
Capitulo 6
Apretó las piernas alrededor de él y se arqueó hacia delante. Demasiado tarde. Dio una estocada, luego otra y ella gimió de placer. «Gracias a Dios», pensó Nicholas antes de que la razón lo abandonara por completo. Continuó embistiéndola hasta estallar, por fin, dentro de ella.
(TN) apoyó la cabeza en su hombro y suspiró, aferrándose a su ancha espalda. Sintió la tremenda verga moverse dentro de ella y la apretó con delicadeza.
-Cariño, ha sido increíble -dijo Nicholas, ahogando sus palabras contra su cuello.
Se movió de nuevo y (TN) apretó las piernas en torno a él. Notó cómo se endurecía de nuevo en su interior.
-Creo que me deseas otra vez -le susurró al oído.
-No creo que deje de desearte, nunca -comentó con un tono ronco que la llenó de euforia, pues nunca lo había visto expresar tanta emoción.
Nicholas empujó la pelvis hacia delante, introduciendo todavía más su miembro erecto dentro de ella. (TN) sintió que le faltaba el aire. Nicholas volvió a bambolearse adelante y atrás, y ella se aferró a él con fuerza al tiempo que un placer intenso amenazaba con desbordarla de nuevo.
-Oh, Dios.
La penetró con más ímpetu y ella buscó aire a medida que la invadían oleadas de placer. Siguió embistiéndola una y otra vez. La cordura empezó a erosionarse como la arena de una playa y se dejó invadir por aquel deleite sensual. Alcanzó de nuevo el orgasmo, que lo notó hasta en el último poro de su cuerpo.
Volvió a apoyar la cabeza sobre su hombro, aspirando el masculino perfume almizclado de Nicholas y disfrutando de la sensación de seguir notando su pene erecto dentro de ella.
Bajó los pies al suelo.
-Bueno, semental, parece que aún te quedan fuerzas.
Se dejó ir aún todavía dentro de ella y la besó en el cuello, buscando el punto que la volvió loca de anhelo y le hizo sentir un hormigueo por todo e cuerpo.
-No lo dudes. Esta vez quiero poder tocar eso pechos tan bonitos que tienes más rato, y explorar resto de tu cuerpo hasta el último milímetro.
(TN) sonrió.
-Explora todo cuanto quieras, Magallanes.
Se apartó de ella. (TN) suspiró al notar cómo su pene abandonaba sus profundidades. La condujo hasta la enorme y maravillosa cama. Al tumbarse, notó el tacto de la colcha de terciopelo granate pecaminosamente sensual contra su espalda. Nicholas la recorrió con la mirada de pies a cabeza y sonrió con admiración.
-Eres absolutamente preciosa.
(TN) sintió el calor del rubor teñirle las mejillas. Nicholas se sentó junto a ella y le recorrió la línea de la barbilla con los dedos, luego fue descendiendo por su cuello, el canalillo y alrededor del ombligo.
-Absolutamente preciosa.
(TN) era incapaz de apartar la mirada de su ancho y musculoso torso. Le acarició el pecho, adorando su fuerza, y dibujó con la punta de un dedo un círculo alrededor de uno de sus pezones.
Nicholas le tomó los pechos entre las manos y las yemas de sus dedos encontraron sus pezones, que se endurecieron al instante, suplicantes. Se inclinó hacia delante y lamió uno con la punta de la lengua. Primero se concentró en el botoncito y luego dibujó circunferencias a su alrededor.
Volvió a lamerle la punta del pezón. Aquella exquisita tortura la hizo gemir de placer. El pezón se le endureció más allá de lo imaginable. Deseaba a Nicholas con todas sus fuerzas. Entonces él se ocupó de su otro seno, hasta llevarlo al mismo grado de excitación.
-Oh, Dios, es maravilloso -murmuró ella. Hacía tanto tiempo que no la tocaba así... De hecho, nunca había surtido este efecto en ella. Aunque ya había tenido dos orgasmos, quería volver a notarlo dentro..., ya. Pero lo que más anhelaba era su cercanía.
-Bésame -rogó, abriendo los brazos e invitándolo a acercarse más a ella.
Nicholas sonrió y se tumbó junto a ella, atrayéndola hacia sí mientras ella lo rodeaba con los brazos. Sus labios se encontraron con dulzura, y la suave presión suscitó en ella un deseo implacable. (TN) buscó sus labios con la lengua y se abrió camino dentro de su boca fuerte y masculina. Las puntas de sus lenguas se encontraron y se acariciaron hasta quedar enfrascadas en un baile circular. (TN) sintió un cosquilleo en el interior de su boca que fue extendiéndose poco a poco, primero a sus labios y barbilla, y luego al resto de su cuerpo.
Con los labios unidos, Nicholas ahondó en su boca. A (TN) se le aceleraron la respiración y el pulso. Le acarició el pecho, deleitándose en el tacto rozándole la palma de la mano. Deslizó los dedos sobre su ombligo y tropezó con la punta de su pene. Lo recorrió con el dedo desde el prepucio hasta la base.
Le encantaba notar cómo su larga verga se endurecía ante el roce de su mano.
(TN) tomó sus testículos y los apretó con delicadeza. Luego los acarició. Nicholas gimió dentro de su boca. Con la otra mano, (TN) buscó uno de sus pezones, lo pellizcó ligeramente y luego jugueteó con él entre sus dedos.
Apartó su boca contra la de él y sonrió. Descendió para chuparle el pezón. Nicholas gimió y ella succionó con más fuerza. Entonces cambió al otro pezón y lo capturó con su apresurada boca.
-Cariño, sabes exactamente lo que me gusta -dijo Nicholas, besándole la coronilla.
-Lo cual es sorprendente, siendo como somos dos completos desconocidos -replicó (TN), recordándole la fantasía.
-Hacer el amor con un desconocido. ¡Un placer prohibido! ¡Y maravillosamente emocionante! Lo mordisqueó con más fuerza y Nicholas contuvo el aliento.
-Oh, cielo, eres la mejor -exclamó él, tumbándola boca arriba y colocándose encima de ella, apretándole las caderas entre sus rodillas.
Le cogió los pechos con las manos y los estrujó. Después, los masajeó hasta que Aurora empezó a jadear. Sin interrupción, apresó uno de aquellos pezones rosas y duros en su boca. Aurora estuvo a punto de gritar de placer.
Jugueteó con su lengua, mientras le toqueteaba el otro pezón con las yemas de los dedos. Aurora estiró la mano y cogió su larga y dura verga, acariciándola désde la base hasta la punta. Empezó a masturbarlo, deseosa de hacer que él se sintiera tan estimulado e increíblemente excitado como ella.
Nicholas le agarró las manos y se las colocó tras la cabeza.
-Cielo, no tan deprisa. -Le chupó uno de los pezones hasta hacerla gemir con fuerza y arquearse contra él; luego apretó el otro entre su lengua y el paladar. La miró sonriendo y dijo-: De lo contrarío, te perderás esto.
La soltó, deslizó las manos sobre sus muslos y los separó. Luego se inclinó hacia delante y le acarició el ombligo con la lengua. (TN) le besó la cabeza mientras él seguía deslizándose hacia abajo, recorriéndole el vientre con la lengua. Sus dedos se deslizaron en su vulva, le acarició los labios exteriores y luego fue separándole los pliegues con caricias. Cuando (TN) notó su lengua contra su carne húmeda y caliente y cómo le lamía el clítoris, contuvo la respiración.
Jerry rara vez le había hecho sexo oral ¡y era la segunda vez que se lo hacía aquella noche!
La lamió otra vez, despertando en ella un ardiente anhelo. Decididamente, aquel personaje de Nicholas ofrecía claras ventajas.
Nicholas le separó los labios del pubis con los dedos y le acarició el clítoris.
-Ohhh -murmuró ella disfrutando de aquella sensación tan intensa.
Entonces, sustituyó la yema del dedo por la punta de la lengua y jugueteó con ella, hasta llevarla a cumbres mareantes de placer. (TN) se aferró a su hombro.
-Oh, sí. sigue si. ¡Oh, sí!
Nicholas dibujó círculos con su lengua, la chupó y la lamió con avidez.
-Ohhhhhhh. No pares, por favor, no pares.
Nicholas deslizó sus manos por el vientre de ella y le acarició los pechos, sin apartar nunca aquella maravillosa lengua suya de su clítoris, enviando un potente torrente de placer por todo su cuerpo.
-Ohhhh, lo haces tan bien.
Enredó sus dedos en el pelo de Nicholas y se agarró a él. Casi rompió a llorar por la inmensidad del placer que la recorría.
Todo su cuerpo pareció inflarse y luego explotar en el orgasmo más potente que había tenido nunca.
Mientras yacía jadeante, Nicholas ascendió besándole el vientre hasta alcanzar su cuello, se tumbó junto a ella y le acarició el lóbulo de la oreja.
-Eres increíble -exclamó ella, respirando hondo-. Ciertamente ha sido una fantasía hecha realidad.
Nicholas la besó en la mejilla y dijo:
-Estoy a punto de estallar.
(TN) sonrió picaramente.
-De eso me encargo yo -dijo.
___________________________
Yo tambien te extrañare.. & tranquila pasa cuando puedas ;)
Me voy! :sad:
Apretó las piernas alrededor de él y se arqueó hacia delante. Demasiado tarde. Dio una estocada, luego otra y ella gimió de placer. «Gracias a Dios», pensó Nicholas antes de que la razón lo abandonara por completo. Continuó embistiéndola hasta estallar, por fin, dentro de ella.
(TN) apoyó la cabeza en su hombro y suspiró, aferrándose a su ancha espalda. Sintió la tremenda verga moverse dentro de ella y la apretó con delicadeza.
-Cariño, ha sido increíble -dijo Nicholas, ahogando sus palabras contra su cuello.
Se movió de nuevo y (TN) apretó las piernas en torno a él. Notó cómo se endurecía de nuevo en su interior.
-Creo que me deseas otra vez -le susurró al oído.
-No creo que deje de desearte, nunca -comentó con un tono ronco que la llenó de euforia, pues nunca lo había visto expresar tanta emoción.
Nicholas empujó la pelvis hacia delante, introduciendo todavía más su miembro erecto dentro de ella. (TN) sintió que le faltaba el aire. Nicholas volvió a bambolearse adelante y atrás, y ella se aferró a él con fuerza al tiempo que un placer intenso amenazaba con desbordarla de nuevo.
-Oh, Dios.
La penetró con más ímpetu y ella buscó aire a medida que la invadían oleadas de placer. Siguió embistiéndola una y otra vez. La cordura empezó a erosionarse como la arena de una playa y se dejó invadir por aquel deleite sensual. Alcanzó de nuevo el orgasmo, que lo notó hasta en el último poro de su cuerpo.
Volvió a apoyar la cabeza sobre su hombro, aspirando el masculino perfume almizclado de Nicholas y disfrutando de la sensación de seguir notando su pene erecto dentro de ella.
Bajó los pies al suelo.
-Bueno, semental, parece que aún te quedan fuerzas.
Se dejó ir aún todavía dentro de ella y la besó en el cuello, buscando el punto que la volvió loca de anhelo y le hizo sentir un hormigueo por todo e cuerpo.
-No lo dudes. Esta vez quiero poder tocar eso pechos tan bonitos que tienes más rato, y explorar resto de tu cuerpo hasta el último milímetro.
(TN) sonrió.
-Explora todo cuanto quieras, Magallanes.
Se apartó de ella. (TN) suspiró al notar cómo su pene abandonaba sus profundidades. La condujo hasta la enorme y maravillosa cama. Al tumbarse, notó el tacto de la colcha de terciopelo granate pecaminosamente sensual contra su espalda. Nicholas la recorrió con la mirada de pies a cabeza y sonrió con admiración.
-Eres absolutamente preciosa.
(TN) sintió el calor del rubor teñirle las mejillas. Nicholas se sentó junto a ella y le recorrió la línea de la barbilla con los dedos, luego fue descendiendo por su cuello, el canalillo y alrededor del ombligo.
-Absolutamente preciosa.
(TN) era incapaz de apartar la mirada de su ancho y musculoso torso. Le acarició el pecho, adorando su fuerza, y dibujó con la punta de un dedo un círculo alrededor de uno de sus pezones.
Nicholas le tomó los pechos entre las manos y las yemas de sus dedos encontraron sus pezones, que se endurecieron al instante, suplicantes. Se inclinó hacia delante y lamió uno con la punta de la lengua. Primero se concentró en el botoncito y luego dibujó circunferencias a su alrededor.
Volvió a lamerle la punta del pezón. Aquella exquisita tortura la hizo gemir de placer. El pezón se le endureció más allá de lo imaginable. Deseaba a Nicholas con todas sus fuerzas. Entonces él se ocupó de su otro seno, hasta llevarlo al mismo grado de excitación.
-Oh, Dios, es maravilloso -murmuró ella. Hacía tanto tiempo que no la tocaba así... De hecho, nunca había surtido este efecto en ella. Aunque ya había tenido dos orgasmos, quería volver a notarlo dentro..., ya. Pero lo que más anhelaba era su cercanía.
-Bésame -rogó, abriendo los brazos e invitándolo a acercarse más a ella.
Nicholas sonrió y se tumbó junto a ella, atrayéndola hacia sí mientras ella lo rodeaba con los brazos. Sus labios se encontraron con dulzura, y la suave presión suscitó en ella un deseo implacable. (TN) buscó sus labios con la lengua y se abrió camino dentro de su boca fuerte y masculina. Las puntas de sus lenguas se encontraron y se acariciaron hasta quedar enfrascadas en un baile circular. (TN) sintió un cosquilleo en el interior de su boca que fue extendiéndose poco a poco, primero a sus labios y barbilla, y luego al resto de su cuerpo.
Con los labios unidos, Nicholas ahondó en su boca. A (TN) se le aceleraron la respiración y el pulso. Le acarició el pecho, deleitándose en el tacto rozándole la palma de la mano. Deslizó los dedos sobre su ombligo y tropezó con la punta de su pene. Lo recorrió con el dedo desde el prepucio hasta la base.
Le encantaba notar cómo su larga verga se endurecía ante el roce de su mano.
(TN) tomó sus testículos y los apretó con delicadeza. Luego los acarició. Nicholas gimió dentro de su boca. Con la otra mano, (TN) buscó uno de sus pezones, lo pellizcó ligeramente y luego jugueteó con él entre sus dedos.
Apartó su boca contra la de él y sonrió. Descendió para chuparle el pezón. Nicholas gimió y ella succionó con más fuerza. Entonces cambió al otro pezón y lo capturó con su apresurada boca.
-Cariño, sabes exactamente lo que me gusta -dijo Nicholas, besándole la coronilla.
-Lo cual es sorprendente, siendo como somos dos completos desconocidos -replicó (TN), recordándole la fantasía.
-Hacer el amor con un desconocido. ¡Un placer prohibido! ¡Y maravillosamente emocionante! Lo mordisqueó con más fuerza y Nicholas contuvo el aliento.
-Oh, cielo, eres la mejor -exclamó él, tumbándola boca arriba y colocándose encima de ella, apretándole las caderas entre sus rodillas.
Le cogió los pechos con las manos y los estrujó. Después, los masajeó hasta que Aurora empezó a jadear. Sin interrupción, apresó uno de aquellos pezones rosas y duros en su boca. Aurora estuvo a punto de gritar de placer.
Jugueteó con su lengua, mientras le toqueteaba el otro pezón con las yemas de los dedos. Aurora estiró la mano y cogió su larga y dura verga, acariciándola désde la base hasta la punta. Empezó a masturbarlo, deseosa de hacer que él se sintiera tan estimulado e increíblemente excitado como ella.
Nicholas le agarró las manos y se las colocó tras la cabeza.
-Cielo, no tan deprisa. -Le chupó uno de los pezones hasta hacerla gemir con fuerza y arquearse contra él; luego apretó el otro entre su lengua y el paladar. La miró sonriendo y dijo-: De lo contrarío, te perderás esto.
La soltó, deslizó las manos sobre sus muslos y los separó. Luego se inclinó hacia delante y le acarició el ombligo con la lengua. (TN) le besó la cabeza mientras él seguía deslizándose hacia abajo, recorriéndole el vientre con la lengua. Sus dedos se deslizaron en su vulva, le acarició los labios exteriores y luego fue separándole los pliegues con caricias. Cuando (TN) notó su lengua contra su carne húmeda y caliente y cómo le lamía el clítoris, contuvo la respiración.
Jerry rara vez le había hecho sexo oral ¡y era la segunda vez que se lo hacía aquella noche!
La lamió otra vez, despertando en ella un ardiente anhelo. Decididamente, aquel personaje de Nicholas ofrecía claras ventajas.
Nicholas le separó los labios del pubis con los dedos y le acarició el clítoris.
-Ohhh -murmuró ella disfrutando de aquella sensación tan intensa.
Entonces, sustituyó la yema del dedo por la punta de la lengua y jugueteó con ella, hasta llevarla a cumbres mareantes de placer. (TN) se aferró a su hombro.
-Oh, sí. sigue si. ¡Oh, sí!
Nicholas dibujó círculos con su lengua, la chupó y la lamió con avidez.
-Ohhhhhhh. No pares, por favor, no pares.
Nicholas deslizó sus manos por el vientre de ella y le acarició los pechos, sin apartar nunca aquella maravillosa lengua suya de su clítoris, enviando un potente torrente de placer por todo su cuerpo.
-Ohhhh, lo haces tan bien.
Enredó sus dedos en el pelo de Nicholas y se agarró a él. Casi rompió a llorar por la inmensidad del placer que la recorría.
Todo su cuerpo pareció inflarse y luego explotar en el orgasmo más potente que había tenido nunca.
Mientras yacía jadeante, Nicholas ascendió besándole el vientre hasta alcanzar su cuello, se tumbó junto a ella y le acarició el lóbulo de la oreja.
-Eres increíble -exclamó ella, respirando hondo-. Ciertamente ha sido una fantasía hecha realidad.
Nicholas la besó en la mejilla y dijo:
-Estoy a punto de estallar.
(TN) sonrió picaramente.
-De eso me encargo yo -dijo.
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Yo tambien te extrañare.. & tranquila pasa cuando puedas ;)
Me voy! :sad:
Bubu ✌
Re: "●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
:affraid: OMG PERO KE CAPI TAN HOT OHHH
NO LO CREO Y LUEGO DEDICADO PARA IIO :cyclops:
AHHH JAMAS M HABIAN DEDICADO UN CAPI HOT UHH
K LINDA ;) GRACIAS X EL CAPI :hug: TKM CHIKA SIGUELA
CUANDO PUEDAS, AUNK K MAL K TE VAS PERO PZ SPERO
K TE DIVIERTAS MUCHO EHH :¬w¬: Y PZ SE TE VA A XTRAÑAR
CHAMAKITA :sad: PERO K LO DIZFRUTES :D SUBE PRONTO
KUIDATE Y BEZITOS :cheers:
NO LO CREO Y LUEGO DEDICADO PARA IIO :cyclops:
AHHH JAMAS M HABIAN DEDICADO UN CAPI HOT UHH
K LINDA ;) GRACIAS X EL CAPI :hug: TKM CHIKA SIGUELA
CUANDO PUEDAS, AUNK K MAL K TE VAS PERO PZ SPERO
K TE DIVIERTAS MUCHO EHH :¬w¬: Y PZ SE TE VA A XTRAÑAR
CHAMAKITA :sad: PERO K LO DIZFRUTES :D SUBE PRONTO
KUIDATE Y BEZITOS :cheers:
yessi jobrOss
Re: "●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
Que buen caaaaapiii...!
como se encargará de él? Mmmm muero ya por saberloo! :twisted:
Estubo sumamente hot este capi!
Gracias por subirlo.
Espero que vuelvas pronto! Besits
como se encargará de él? Mmmm muero ya por saberloo! :twisted:
Estubo sumamente hot este capi!
Gracias por subirlo.
Espero que vuelvas pronto! Besits
Invitado
Invitado
Re: "●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
-Lindas ya llegue a mi hogar
#Pero me eh estado sintiendo mal :(
pero les pondré un Cap! *-*
#Pero me eh estado sintiendo mal :(
pero les pondré un Cap! *-*
Bubu ✌
Re: "●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
Capitulo 7
-De eso me encargo yo -dijo.
Se sentó y se tumbó sobre él. Le separó las piernas con un leve empujoncito, se arrodilló entre ellas y acarició su rígida verga de arriba abajo, luego tomó aquel mástil entre sus dedos y lo bombeó un par de veces, encantada de sentir su turgencia entre sus manos.
Se inclinó hacia delante y lo lamió a todo lo largo, luego dibujó un círculo con la lengua alrededor de la corona y fue jugando a lamerlo y atraparlo entre sus labios, ejerciendo una ligera presión. Cuando alcanzó la polla, jugó con él, excitada por la respiración acelerada de Nicholas.
Se lo metió en la boca y movió sus labios alrededor de la corona. Nicholas gimió mientras ella continuaba dándole placer. Notó cómo la polla se inflaba ligeramente y supo que estaba a punto de alcanzar el climax.
-Cariño, será mejor que...
Pero ella sacudió la cabeza y continuó lamiéndolo y apretándolo entre sus labios.
-Ah..., demasiado tarde.
(TN) notó un líquido cálido estallar en su boca. Continuó lamiéndolo hasta que él se dejó caer de espaldas en la cama. Ella se tragó su semen y le sonrió.
-¿Ves como me encargaba yo?
-Oh, ven aquí -insistió él.
Al tirar de ella para tenderla a su lado y fundirse en un beso apasionado, Nicholas se preguntó cómo había podido tener la suerte de encontrar a una mujer tan increíblemente sensual. La estrechó entre sus brazos y luego empezó a lamerle los pechos con dulzura.
Atrapó un pezón en su boca y lo notó endurecerse contra su lengua. Los jadeos de Aurora mientras él alternaba entre sus dos pezones, lo hicieron excitarse de nuevo. Aunque acababa de eyacular en su cálida y sensual boca hacía apenas unos momentos, su pene volvió a ponerse en acción, hinchándose y endureciéndose en contacto con el vientre de ella.
Deslizó los dedos hasta la cálida y húmeda vagina de ella y se los introdujo. Era resbaladiza como el terciopelo. No podía aguantar más. Se colocó sobre ella y buscó la entrada con su impaciente verga. Aurora quería un amante de fantasía y él estaba decidido a complacerla.
Ella subió la pelvis y él la penetró. Al notar el calor de ella envolver su pene, sintió la necesidad de embestirla con más ímpetu.
-Ohhh, sí -gritó ella.
Retrocedió y volvió a empujarla con fuerza. Aurora se aferró a él con más fuerza; le faltaba el aire. Nicholas continuó con sus arremetidas, adelante y atrás, adelante y atrás, excitándose cada vez más a medida que se aceleraban los gemidos de placer de su amante.
-Oh, sí. Quiero notarte más adentro.
La penetró del todo, con fuerza.
-¡Sí! -gimió ella-. Más rápido.
Nicholas aumentó el ritmo y Aurora contrajo los músculos alrededor de él, a un ritmo palpitante, llevándolo al climax. Cuando eyaculó en su interior, Aurora dejó de gemir y empezó a gritar de entusiasmo y éxtasis, emitiendo un largo chillido que no dejó rastro de duda en él: había alcanzado el orgasmo. ¡Una y otra vez!
(TN) se dejó caer en la cama, exhausta, aún rodeándolo con los brazos.
-Ha sido maravilloso -sonaba totalmente saciada-. Eres todo un semental.
-Gracias -dijo él, colocándose de lado y atrayéndola contra su pecho-. Tú sí que eres increíble.
(TN) se acurrucó contra él y se dejó vencer por el sueño que la invadía. Al cabo de unos instantes, se había quedado dormida.
(TN) se despertó sobresaltada. Estaba oscuro y la habitación no le resultaba familiar. Unos brazos cálidos y fuertes la abrazaban contra un torso musculado y decididamente masculino. Miró el rostro, del que le separaban tan sólo unos centímetros, cuyos rasgos iluminaba la tenue luz de la luna.
Era Jerry... fingiendo ser un desconocido para hacer realidad su fantasía. Se le derritió el alma. La había hecho enloquecer. Ni siquiera había creído que él le estuviera prestando atención cuando le había revelado sus fantasías. Parte de ella había empezado a pensar que no la quería lo bastante como para seguir escuchándola.
La había sorprendido de veras, y había sido una sorpresa deliciosa. De hecho, ella misma se había sorprendido. En su jueguecito había descubierto una parte de ella que no sabía que existiera. Sonrió al recordar cómo se había convertido en una gatita descarada. Y a él le había gustado, de eso no había duda.
Le acarició la mejilla, deteniéndose en su patilla. No daba crédito a lo distinta que había sido aquella noche.
Se había comportado casi como un verdadero extraño. Un desconocido maravilloso y sensual hasta el pecado.
Nicholas abrió los ojos y (TN) sintió un sobresalto al tropezar con su mirada amorosa.
-Hola -la saludó, con una voz ronca y somnolienta increíblemente sensual.
-Hola.
Nicholas la apretó entre sus brazos, atrayéndola más hacia sí. Al entrar en contacto con su torso, se le endurecieron los pezones.
-Hummm. Es genial tenerte entre mis brazos -murmuró él.
Le besó el cuello y (TN) notó que la sangre se le calentaba. Le mordisqueó el lóbulo de la oreja, pero, mientras entretenía su mirada en su pelo ondulado, los dígitos azules del minutero del despertador cambiaron y atrajeron su atención. Eran las cuatro y cincuenta y dos.
-Oh, no.
Maldita sea, tenía que marcharse. Se había ofrecido voluntaria para llevar en coche a la junta directiva a un desayuno con creps, por la mañana, en el centro comunitario. No podía llegar tarde.
-Tengo que irme. Tengo una cita a las ocho en punto.
Aún tenía que llegar a casa, ducharse y cambiarse. Empezó a soltarse de su brazo, pero él la aferró con más fuerza por la cintura.
-Espera -suplicó, acariciándole con los labios la frente y relajándola con aquel dulce contacto-. Seguro que tienes tiempo para esto.
La envolvió con su boca e intentó disuadirla de que se marchara de una manera dulce y tácita. Intentó convencerla para que olvidara sus responsabilidades, y sólo pensara en él y en la dicha que podía alcanzar entre sus brazos. Cuando su anhelante lengua logró abrirse camino entre los labios de ella, Aurora se desplomó contra él. Le respondió con un beso, moviendo sus labios rítmicamente, y su lengua se unió en aquel revoloteo. Sensaciones deliciosas hicieron que todo su cuerpo temblara. Pero una parte de ella aún conservaba la cordura. Volvió a mirar la hora: las cuatro y cincuenta y seis.
-Hummm. -Su voz se amortiguó mientras luchaba por apartar su boca de la de él-. No puedo llegar tarde, de verdad.
Se apartó ligeramente de Nicholas, pero tuvo un ataque de debilidad y volvió a besarlo. Nicholas le besuqueó toda la línea de la mandíbula y el hueco del cuello, mientras se colocaba encima de ella.
-¿Seguro que tienes que irte ya?
Ella asintió con la cabeza, con una mirada de súplica. Si continuaba por aquel camino, iba a fundirse en un charquito allí mismo en la cama y permitir que él hiciera con ella lo que quisiera. Nicholas suspiró hondo.
-De acuerdo, pero te dejo ir a regañadientes.
-De eso me encargo yo -dijo.
Se sentó y se tumbó sobre él. Le separó las piernas con un leve empujoncito, se arrodilló entre ellas y acarició su rígida verga de arriba abajo, luego tomó aquel mástil entre sus dedos y lo bombeó un par de veces, encantada de sentir su turgencia entre sus manos.
Se inclinó hacia delante y lo lamió a todo lo largo, luego dibujó un círculo con la lengua alrededor de la corona y fue jugando a lamerlo y atraparlo entre sus labios, ejerciendo una ligera presión. Cuando alcanzó la polla, jugó con él, excitada por la respiración acelerada de Nicholas.
Se lo metió en la boca y movió sus labios alrededor de la corona. Nicholas gimió mientras ella continuaba dándole placer. Notó cómo la polla se inflaba ligeramente y supo que estaba a punto de alcanzar el climax.
-Cariño, será mejor que...
Pero ella sacudió la cabeza y continuó lamiéndolo y apretándolo entre sus labios.
-Ah..., demasiado tarde.
(TN) notó un líquido cálido estallar en su boca. Continuó lamiéndolo hasta que él se dejó caer de espaldas en la cama. Ella se tragó su semen y le sonrió.
-¿Ves como me encargaba yo?
-Oh, ven aquí -insistió él.
Al tirar de ella para tenderla a su lado y fundirse en un beso apasionado, Nicholas se preguntó cómo había podido tener la suerte de encontrar a una mujer tan increíblemente sensual. La estrechó entre sus brazos y luego empezó a lamerle los pechos con dulzura.
Atrapó un pezón en su boca y lo notó endurecerse contra su lengua. Los jadeos de Aurora mientras él alternaba entre sus dos pezones, lo hicieron excitarse de nuevo. Aunque acababa de eyacular en su cálida y sensual boca hacía apenas unos momentos, su pene volvió a ponerse en acción, hinchándose y endureciéndose en contacto con el vientre de ella.
Deslizó los dedos hasta la cálida y húmeda vagina de ella y se los introdujo. Era resbaladiza como el terciopelo. No podía aguantar más. Se colocó sobre ella y buscó la entrada con su impaciente verga. Aurora quería un amante de fantasía y él estaba decidido a complacerla.
Ella subió la pelvis y él la penetró. Al notar el calor de ella envolver su pene, sintió la necesidad de embestirla con más ímpetu.
-Ohhh, sí -gritó ella.
Retrocedió y volvió a empujarla con fuerza. Aurora se aferró a él con más fuerza; le faltaba el aire. Nicholas continuó con sus arremetidas, adelante y atrás, adelante y atrás, excitándose cada vez más a medida que se aceleraban los gemidos de placer de su amante.
-Oh, sí. Quiero notarte más adentro.
La penetró del todo, con fuerza.
-¡Sí! -gimió ella-. Más rápido.
Nicholas aumentó el ritmo y Aurora contrajo los músculos alrededor de él, a un ritmo palpitante, llevándolo al climax. Cuando eyaculó en su interior, Aurora dejó de gemir y empezó a gritar de entusiasmo y éxtasis, emitiendo un largo chillido que no dejó rastro de duda en él: había alcanzado el orgasmo. ¡Una y otra vez!
(TN) se dejó caer en la cama, exhausta, aún rodeándolo con los brazos.
-Ha sido maravilloso -sonaba totalmente saciada-. Eres todo un semental.
-Gracias -dijo él, colocándose de lado y atrayéndola contra su pecho-. Tú sí que eres increíble.
(TN) se acurrucó contra él y se dejó vencer por el sueño que la invadía. Al cabo de unos instantes, se había quedado dormida.
(TN) se despertó sobresaltada. Estaba oscuro y la habitación no le resultaba familiar. Unos brazos cálidos y fuertes la abrazaban contra un torso musculado y decididamente masculino. Miró el rostro, del que le separaban tan sólo unos centímetros, cuyos rasgos iluminaba la tenue luz de la luna.
Era Jerry... fingiendo ser un desconocido para hacer realidad su fantasía. Se le derritió el alma. La había hecho enloquecer. Ni siquiera había creído que él le estuviera prestando atención cuando le había revelado sus fantasías. Parte de ella había empezado a pensar que no la quería lo bastante como para seguir escuchándola.
La había sorprendido de veras, y había sido una sorpresa deliciosa. De hecho, ella misma se había sorprendido. En su jueguecito había descubierto una parte de ella que no sabía que existiera. Sonrió al recordar cómo se había convertido en una gatita descarada. Y a él le había gustado, de eso no había duda.
Le acarició la mejilla, deteniéndose en su patilla. No daba crédito a lo distinta que había sido aquella noche.
Se había comportado casi como un verdadero extraño. Un desconocido maravilloso y sensual hasta el pecado.
Nicholas abrió los ojos y (TN) sintió un sobresalto al tropezar con su mirada amorosa.
-Hola -la saludó, con una voz ronca y somnolienta increíblemente sensual.
-Hola.
Nicholas la apretó entre sus brazos, atrayéndola más hacia sí. Al entrar en contacto con su torso, se le endurecieron los pezones.
-Hummm. Es genial tenerte entre mis brazos -murmuró él.
Le besó el cuello y (TN) notó que la sangre se le calentaba. Le mordisqueó el lóbulo de la oreja, pero, mientras entretenía su mirada en su pelo ondulado, los dígitos azules del minutero del despertador cambiaron y atrajeron su atención. Eran las cuatro y cincuenta y dos.
-Oh, no.
Maldita sea, tenía que marcharse. Se había ofrecido voluntaria para llevar en coche a la junta directiva a un desayuno con creps, por la mañana, en el centro comunitario. No podía llegar tarde.
-Tengo que irme. Tengo una cita a las ocho en punto.
Aún tenía que llegar a casa, ducharse y cambiarse. Empezó a soltarse de su brazo, pero él la aferró con más fuerza por la cintura.
-Espera -suplicó, acariciándole con los labios la frente y relajándola con aquel dulce contacto-. Seguro que tienes tiempo para esto.
La envolvió con su boca e intentó disuadirla de que se marchara de una manera dulce y tácita. Intentó convencerla para que olvidara sus responsabilidades, y sólo pensara en él y en la dicha que podía alcanzar entre sus brazos. Cuando su anhelante lengua logró abrirse camino entre los labios de ella, Aurora se desplomó contra él. Le respondió con un beso, moviendo sus labios rítmicamente, y su lengua se unió en aquel revoloteo. Sensaciones deliciosas hicieron que todo su cuerpo temblara. Pero una parte de ella aún conservaba la cordura. Volvió a mirar la hora: las cuatro y cincuenta y seis.
-Hummm. -Su voz se amortiguó mientras luchaba por apartar su boca de la de él-. No puedo llegar tarde, de verdad.
Se apartó ligeramente de Nicholas, pero tuvo un ataque de debilidad y volvió a besarlo. Nicholas le besuqueó toda la línea de la mandíbula y el hueco del cuello, mientras se colocaba encima de ella.
-¿Seguro que tienes que irte ya?
Ella asintió con la cabeza, con una mirada de súplica. Si continuaba por aquel camino, iba a fundirse en un charquito allí mismo en la cama y permitir que él hiciera con ella lo que quisiera. Nicholas suspiró hondo.
-De acuerdo, pero te dejo ir a regañadientes.
Bubu ✌
Re: "●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
hola,soy nueva lectora.
M e encanta la nove siguela
M e encanta la nove siguela
Eu^_^
Re: "●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
Capitulo 8
Ella se envolvió en la sábana e intentó ponerse en pie, pero Nicholas tiró de la tela.
-Eh, no es justo -se quejó-. Si no puedo hacerte el amor, al menos deja que te vuelva a contemplar.
(TN) lo miró titubeante, ruborizada. No era de las que desfilaban por ahí desnudas.
-Vamos, cielo. No te hagas la tímida. No después de anoche.
Tenía razón. Estaba comportándose como una tonta. La noche anterior le había encantado pavonearse por la habitación desnuda. Se puso en pie, dejando que la sábana se deslizara por su cuerpo. Al apreciar la oscura mirada de deseo en los ojos de Jerry, salió corriendo hacia el cuarto de baño entre chillidos y carcajadas, mientras él se ponía en pie de un brinco y la perseguía, cada vez más pegado a sus talones. La atrapó y le dio media vuelta. La besó como si fuera el fin del mundo. La ayudó a entrar en la ducha y procedió a enjabonar cada centímetro de su cuerpo. Veinte minutos después, salieron de allí, limpísimos y saciados... de momento.
(TN) recogió su ropa y se puso el diminuto tanga rojo. Jerry la ayudó a abrocharse el sujetador y le cerró la cremallera del vestido.
Nunca se había mostrado tan atento. (TN) estaba encantada. Se dirigió a la puerta.
-Espera un segundo, Aurora -la instó Nicholas, enfundándose los pantalones-. Te acompaño hasta el coche.
Sonrió al oírlo usar su nombre ficticio, sorprendida de que aún quisiera mantener viva aquella fantasía. Decidió no preguntarle nada acerca de su viaje a Toronto o hacer cualquier otra cosa que pudiera hacer añicos aquel sueño.
Nicholas se puso la camisa, los calcetines y los zapatos.
-Camina, vamos.
(TN) cogió su bolso mientras él abría la puerta. A aquella hora de la mañana el pasillo del hotel estaba vacío. Cuando llegaron al ascensor, Nicholas pulsó el botón de bajada, que se iluminó. Segundos después, la luz se apagó y las puertas correderas del ascensor se abrieron.
Entraron en el cubículo y las puertas se cerraron tras ellos. (TN) pulsó el botón del vestíbulo. Nicholas la rodeó por la cintura con los brazos y la atrajo hacia su pecho. Le besó el cuello.
-Es una pena tener que dejarte ir.
Ella se fundió contra él y Nicholas le acarició los pechos.
-Hummm. Ya lo sé.
Mientras contemplaba cómo los números de las plantas se iban iluminando uno a uno, (TN) sonrió. Un vistazo a su reloj le dijo que aún podía regodearse unos minutos más.
-¿Sabes una cosa? Lo has hecho tan bien colmando mi fantasía de hacer el amor con un guapo desconocido que he pensado que tal vez podrías ayudarme con otra.
El estrujó con fuerza sus pechos.
-¿Ah, sí? ¿Y de qué se trata?
-Siempre he querido hacer el amor con un desconocido en un ascensor.
Nicholas dio un paso al frente y pulsó el botón rojo de parada. (TN) notó su pene endurecerse contra sus nalgas, mientras el ascensor se detenía.
-Encantado.
Nicholas le acarició los muslos y luego deslizó su mano hacia arriba, levantándole la falda. La falda de vuelo se arremolinó en las piernas de (TN), mientras que él la levantaba e intentaba sujetarla con una mano. Enrolló la tela y la remetió por la cintura del vestido. (TN) se inclinó hacia delante, apoyó las manos contra el espejo del ascensor y sonrió al ver su propio reflejo. Nicholas tiró del elástico de su tanga, apretándole el clítoris con la tela. Jugó a tirar y soltar el elástico. Deslizó un dedo bajo la tela satinada de sus braguitas, alcanzó su clítoris y empezó a frotarlo.
(TN) tropezó con su propia mirada de arrobamiento en el reflejo del espejo mientras se dejaba llevar por aquella oleada de placer. Nicholas deslizó dos dedos dentro de su vagina mientras continuaba acariciándole el clítoris, cada vez más rápidamente, hasta llevarla al borde del orgasmo, y luego ralentizaba el ritmo.
Metió los dedos bajo el elástico del tanga y se lo bajó. (TN) se lo quitó por los pies y observó a Nicholas en el espejo mientras se desabrochaba los pantalones y sacaba su largo pene semierecto.
-Espera -dijo, dándose media vuelta.
Se arrodilló frente a él, embutiéndose la falda entre las rodillas. Quería meterse aquel magnífico pene en la boca. Lo cogió entre sus manos y se lo llevó a los labios. Luego deslizó la lengua alrededor de la corona, se metió la larga y morado cabeza en la boca y la succionó con fuerza. La rodeó con sus labios y escuchó cómo a él se le aceleraba la respiración. Chupó adelante y atrás, notando cómo la verga de Nicholas se hinchaba en su boca. El le acarició los hombros mientras ella le daba placer.
(TN) lo rodeó con las manos, se agarró a sus musculosas nalgas y se metió su falo hasta la garganta, apretándolo en el interior de su boca. Notó cómo las nalgas de él se tensaban. Sabía que no podría contenerse mucho más.
Lo apretó y jugó con su verga ahora totalmente erecta, mientras él emitía un gemido ronco y masculino. Metió las manos por debajo y le acarició los testículos. Luego se sacó el pene de la boca y le lamió los testículos.
-Ah, Aurora, voy a correrme en cualquier momento.
Ella volvió a metérselo en la boca, deslizando sus labios adelante y atrás, más y más rápido, apretando su pene entre ellos. Nicholas hizo erupción dentro de ella, volcando en su garganta todo su semen.
(TN) liberó su miembro ya flácido, emocionada por el poder que ejercía sobre él. Se puso en pie, se desabrochó el vestido y lo dejó caer en el suelo del ascensor.
-Has sido un chico malo, dejándote ir así. Ahora tendré que complacerme yo sólita -dijo, cogiéndose los pechos con las manos y estrujándolos.
Se bajó el sujetador y se recorrió los pezones con los dedos. Su dureza la excitó. Nicholas la observaba con los ojos vidriosos. Tuvo una erección. (TN) se deslizó los dedos por el vientre y los introdujo en su propia abertura húmeda.
-Hummm. Estoy mojada.
Nicholas le cogió los pechos y le acarició primero uno y luego el otro. Su boca apresó un pezón y lo succionó con avidez. (TN) se excitó aún más. Nicholas le endureció el otro pezón más de lo imaginable. Le dio media vuelta, le desabrochó el sujetador y se deshizo de él.
Siguió chupándole el pezón, con rapidez y fuerza. (TN) gimió de placer. Estaba a punto de llegar al orgasmo, pero quería notarlo dentro de ella.
Se dio media vuelta, poniéndose de nuevo de cara al espejo. Se inclinó hacia delante y lo cogió para acercarlo a ella. El le rodeó las nalgas con las manos, la acarició y fue jugando con ella, aproximándose cada vez más a aquella cálida hendidura. (TN) gimió y al fin los dedos de él la penetraron. Notó cómo la punta de su verga erecta rozaba con su pubis y, acto seguido, cómo se deslizaba dentro de ella. Su polla se ensanchó al penetrarla. Ella empujó hacia detrás y él la arremetió con fuerza.
-Oh, sí -gritó ella.
Él empezó a moverse, atrás y adelante, a un ritmo cada vez más rápido.
-Ah -exclamó ella, notando que estaba a punto de alcanzar el orgasmo-. Más fuerte.
El la embistió con aún más fuerza, entrando y saliendo de ella una y otra vez. (TN) observó su rostro en el espejo, vio su gesto tenso, concentrado. Un anhelo todopoderoso se hizo presa de ella, azotándola con oleadas de placer que acabaron convirtiéndose en una enorme avalancha de éxtasis.
-Sí, sí-exclamó, moviéndose arriba y abajo, cabalgando por aquellas intensas olas mientras sus pechos se agitaban.
Se sentía una libertina. Su voz fue aumentando de intensidad a medida que se incrementaba el placer, que hizo explosión en ella como una supernova.
Nicholas le cogió los pechos y tiró de sus pezones, intensificando con ello aquel cataclismo de orgasmo. (TN) echó la cabeza hacia atrás y gimió en voz alta. El gruñó y la embistió una vez más.
Poco a poco, (TN) notó las manos de él alrededor de la cintura, atrayendo su espalda hacia él. Se dejó caer contra su ancho pecho y apoyó la cabeza en su cuello, apretando su verga con sus músculos internos.
-Hummm. Ha sido espectacular -murmuró. Nicholas le besó la mejilla.
-Y que lo digas -convino, mordisqueándole el lóbulo de la oreja y haciéndole cosquillas.
-Y ahora, de verdad, tengo que irme.
El deslizó su pene fuera de ella y le dio media vuelta. Quedaron cara a cara. La besó con ternura y luego la abrazó con fuerza. (TN) se sentía amada. Una vez que se separaron, se perdieron el uno en los ojos del otro. El sonrió.
-Ha sido un verdadero placer, Aurora.
Ella sonrió.
-Sí, sin duda alguna, lo ha sido..., Nicholas.
Nicholas recogió su vestido y su ropa interior del suelo y se los entregó, luego se abrochó los pantalones y se alisó la ropa.
-Tengo que volver a verte -le dijo, ayudándola a abrocharse el sujetador. (TN) se metió el vestido por la cabeza y se lo colocó bien. Él se lo ajustó de modo que el corpiño quedara sobre los pechos y, al rozarla con los dedos, le erizó la piel.
(TN) pulsó el botón del ascensor y retomaron el descenso.
-Pero entonces dejaría de ser una fantasía con un desconocido, ¿no es así?
Las puertas se abrieron y ella salió al vestíbulo. El recepcionista alzó la vista un momento y volvió a fijarla en la pantalla de su ordenador.
-Te acompaño hasta el coche -le dijo, rodeándola por la cintura con el brazo.
Atravesaron el pasillo y salieron por una puerta lateral.
-Entonces, ¿no nos vamos a volver a ver? -le preguntó él, mientras la seguía y dejaban atrás la primera fila de coches.
(TN) se detuvo junto a su Audi A1 rojo , que estaba en medio de la segunda fila, y abrió la puerta.
-Si volviéramos a vernos dejaría de ser un polvo de una noche con un desconocido. Sin embargo, si fueras un pirata...
Nicholas la tomó entre sus brazos, la atrajo hacia sí y le propinó un beso apasionado.
-Puedo ser Barbazul si tú me lo pides...
-Seguro que lo harías igual de bien -respondió ella sin aliento.
Echó un vistazo al reloj: eran las cinco y cuarenta y tres.
-Ahora tengo que irme.
Fue a abrir la puerta del coche, pero él apresó su mano.
-Aurora, al menos dime tu apellido...
Ella soltó una carcajada.
-Te lo has tomado en serio, ¿no es así? -preguntó, cogiéndole la cara entre las manos y besándolo con ternura-. Muchísimas gracias por esta noche. Ya sabes cuánto significa para mí.
Se subió a su coche y puso el motor en marcha. Nicholas la observó, sintiéndose completamente indefenso. No quería volver a verlo. Se le hizo un nudo en el estómago. (TN) volvió a mirar el reloj.
-Si me doy prisa, llegaré a tiempo. Espero que tu reunión en Toronto vaya bien.
Mientras la observaba alejarse, memorizó la matrícula de su coche. Después cayó en la cuenta de sus últimas palabras. ¿Cómo diantres sabía ella que se iba de viaje a Toronto?
Ella se envolvió en la sábana e intentó ponerse en pie, pero Nicholas tiró de la tela.
-Eh, no es justo -se quejó-. Si no puedo hacerte el amor, al menos deja que te vuelva a contemplar.
(TN) lo miró titubeante, ruborizada. No era de las que desfilaban por ahí desnudas.
-Vamos, cielo. No te hagas la tímida. No después de anoche.
Tenía razón. Estaba comportándose como una tonta. La noche anterior le había encantado pavonearse por la habitación desnuda. Se puso en pie, dejando que la sábana se deslizara por su cuerpo. Al apreciar la oscura mirada de deseo en los ojos de Jerry, salió corriendo hacia el cuarto de baño entre chillidos y carcajadas, mientras él se ponía en pie de un brinco y la perseguía, cada vez más pegado a sus talones. La atrapó y le dio media vuelta. La besó como si fuera el fin del mundo. La ayudó a entrar en la ducha y procedió a enjabonar cada centímetro de su cuerpo. Veinte minutos después, salieron de allí, limpísimos y saciados... de momento.
(TN) recogió su ropa y se puso el diminuto tanga rojo. Jerry la ayudó a abrocharse el sujetador y le cerró la cremallera del vestido.
Nunca se había mostrado tan atento. (TN) estaba encantada. Se dirigió a la puerta.
-Espera un segundo, Aurora -la instó Nicholas, enfundándose los pantalones-. Te acompaño hasta el coche.
Sonrió al oírlo usar su nombre ficticio, sorprendida de que aún quisiera mantener viva aquella fantasía. Decidió no preguntarle nada acerca de su viaje a Toronto o hacer cualquier otra cosa que pudiera hacer añicos aquel sueño.
Nicholas se puso la camisa, los calcetines y los zapatos.
-Camina, vamos.
(TN) cogió su bolso mientras él abría la puerta. A aquella hora de la mañana el pasillo del hotel estaba vacío. Cuando llegaron al ascensor, Nicholas pulsó el botón de bajada, que se iluminó. Segundos después, la luz se apagó y las puertas correderas del ascensor se abrieron.
Entraron en el cubículo y las puertas se cerraron tras ellos. (TN) pulsó el botón del vestíbulo. Nicholas la rodeó por la cintura con los brazos y la atrajo hacia su pecho. Le besó el cuello.
-Es una pena tener que dejarte ir.
Ella se fundió contra él y Nicholas le acarició los pechos.
-Hummm. Ya lo sé.
Mientras contemplaba cómo los números de las plantas se iban iluminando uno a uno, (TN) sonrió. Un vistazo a su reloj le dijo que aún podía regodearse unos minutos más.
-¿Sabes una cosa? Lo has hecho tan bien colmando mi fantasía de hacer el amor con un guapo desconocido que he pensado que tal vez podrías ayudarme con otra.
El estrujó con fuerza sus pechos.
-¿Ah, sí? ¿Y de qué se trata?
-Siempre he querido hacer el amor con un desconocido en un ascensor.
Nicholas dio un paso al frente y pulsó el botón rojo de parada. (TN) notó su pene endurecerse contra sus nalgas, mientras el ascensor se detenía.
-Encantado.
Nicholas le acarició los muslos y luego deslizó su mano hacia arriba, levantándole la falda. La falda de vuelo se arremolinó en las piernas de (TN), mientras que él la levantaba e intentaba sujetarla con una mano. Enrolló la tela y la remetió por la cintura del vestido. (TN) se inclinó hacia delante, apoyó las manos contra el espejo del ascensor y sonrió al ver su propio reflejo. Nicholas tiró del elástico de su tanga, apretándole el clítoris con la tela. Jugó a tirar y soltar el elástico. Deslizó un dedo bajo la tela satinada de sus braguitas, alcanzó su clítoris y empezó a frotarlo.
(TN) tropezó con su propia mirada de arrobamiento en el reflejo del espejo mientras se dejaba llevar por aquella oleada de placer. Nicholas deslizó dos dedos dentro de su vagina mientras continuaba acariciándole el clítoris, cada vez más rápidamente, hasta llevarla al borde del orgasmo, y luego ralentizaba el ritmo.
Metió los dedos bajo el elástico del tanga y se lo bajó. (TN) se lo quitó por los pies y observó a Nicholas en el espejo mientras se desabrochaba los pantalones y sacaba su largo pene semierecto.
-Espera -dijo, dándose media vuelta.
Se arrodilló frente a él, embutiéndose la falda entre las rodillas. Quería meterse aquel magnífico pene en la boca. Lo cogió entre sus manos y se lo llevó a los labios. Luego deslizó la lengua alrededor de la corona, se metió la larga y morado cabeza en la boca y la succionó con fuerza. La rodeó con sus labios y escuchó cómo a él se le aceleraba la respiración. Chupó adelante y atrás, notando cómo la verga de Nicholas se hinchaba en su boca. El le acarició los hombros mientras ella le daba placer.
(TN) lo rodeó con las manos, se agarró a sus musculosas nalgas y se metió su falo hasta la garganta, apretándolo en el interior de su boca. Notó cómo las nalgas de él se tensaban. Sabía que no podría contenerse mucho más.
Lo apretó y jugó con su verga ahora totalmente erecta, mientras él emitía un gemido ronco y masculino. Metió las manos por debajo y le acarició los testículos. Luego se sacó el pene de la boca y le lamió los testículos.
-Ah, Aurora, voy a correrme en cualquier momento.
Ella volvió a metérselo en la boca, deslizando sus labios adelante y atrás, más y más rápido, apretando su pene entre ellos. Nicholas hizo erupción dentro de ella, volcando en su garganta todo su semen.
(TN) liberó su miembro ya flácido, emocionada por el poder que ejercía sobre él. Se puso en pie, se desabrochó el vestido y lo dejó caer en el suelo del ascensor.
-Has sido un chico malo, dejándote ir así. Ahora tendré que complacerme yo sólita -dijo, cogiéndose los pechos con las manos y estrujándolos.
Se bajó el sujetador y se recorrió los pezones con los dedos. Su dureza la excitó. Nicholas la observaba con los ojos vidriosos. Tuvo una erección. (TN) se deslizó los dedos por el vientre y los introdujo en su propia abertura húmeda.
-Hummm. Estoy mojada.
Nicholas le cogió los pechos y le acarició primero uno y luego el otro. Su boca apresó un pezón y lo succionó con avidez. (TN) se excitó aún más. Nicholas le endureció el otro pezón más de lo imaginable. Le dio media vuelta, le desabrochó el sujetador y se deshizo de él.
Siguió chupándole el pezón, con rapidez y fuerza. (TN) gimió de placer. Estaba a punto de llegar al orgasmo, pero quería notarlo dentro de ella.
Se dio media vuelta, poniéndose de nuevo de cara al espejo. Se inclinó hacia delante y lo cogió para acercarlo a ella. El le rodeó las nalgas con las manos, la acarició y fue jugando con ella, aproximándose cada vez más a aquella cálida hendidura. (TN) gimió y al fin los dedos de él la penetraron. Notó cómo la punta de su verga erecta rozaba con su pubis y, acto seguido, cómo se deslizaba dentro de ella. Su polla se ensanchó al penetrarla. Ella empujó hacia detrás y él la arremetió con fuerza.
-Oh, sí -gritó ella.
Él empezó a moverse, atrás y adelante, a un ritmo cada vez más rápido.
-Ah -exclamó ella, notando que estaba a punto de alcanzar el orgasmo-. Más fuerte.
El la embistió con aún más fuerza, entrando y saliendo de ella una y otra vez. (TN) observó su rostro en el espejo, vio su gesto tenso, concentrado. Un anhelo todopoderoso se hizo presa de ella, azotándola con oleadas de placer que acabaron convirtiéndose en una enorme avalancha de éxtasis.
-Sí, sí-exclamó, moviéndose arriba y abajo, cabalgando por aquellas intensas olas mientras sus pechos se agitaban.
Se sentía una libertina. Su voz fue aumentando de intensidad a medida que se incrementaba el placer, que hizo explosión en ella como una supernova.
Nicholas le cogió los pechos y tiró de sus pezones, intensificando con ello aquel cataclismo de orgasmo. (TN) echó la cabeza hacia atrás y gimió en voz alta. El gruñó y la embistió una vez más.
Poco a poco, (TN) notó las manos de él alrededor de la cintura, atrayendo su espalda hacia él. Se dejó caer contra su ancho pecho y apoyó la cabeza en su cuello, apretando su verga con sus músculos internos.
-Hummm. Ha sido espectacular -murmuró. Nicholas le besó la mejilla.
-Y que lo digas -convino, mordisqueándole el lóbulo de la oreja y haciéndole cosquillas.
-Y ahora, de verdad, tengo que irme.
El deslizó su pene fuera de ella y le dio media vuelta. Quedaron cara a cara. La besó con ternura y luego la abrazó con fuerza. (TN) se sentía amada. Una vez que se separaron, se perdieron el uno en los ojos del otro. El sonrió.
-Ha sido un verdadero placer, Aurora.
Ella sonrió.
-Sí, sin duda alguna, lo ha sido..., Nicholas.
Nicholas recogió su vestido y su ropa interior del suelo y se los entregó, luego se abrochó los pantalones y se alisó la ropa.
-Tengo que volver a verte -le dijo, ayudándola a abrocharse el sujetador. (TN) se metió el vestido por la cabeza y se lo colocó bien. Él se lo ajustó de modo que el corpiño quedara sobre los pechos y, al rozarla con los dedos, le erizó la piel.
(TN) pulsó el botón del ascensor y retomaron el descenso.
-Pero entonces dejaría de ser una fantasía con un desconocido, ¿no es así?
Las puertas se abrieron y ella salió al vestíbulo. El recepcionista alzó la vista un momento y volvió a fijarla en la pantalla de su ordenador.
-Te acompaño hasta el coche -le dijo, rodeándola por la cintura con el brazo.
Atravesaron el pasillo y salieron por una puerta lateral.
-Entonces, ¿no nos vamos a volver a ver? -le preguntó él, mientras la seguía y dejaban atrás la primera fila de coches.
(TN) se detuvo junto a su Audi A1 rojo , que estaba en medio de la segunda fila, y abrió la puerta.
-Si volviéramos a vernos dejaría de ser un polvo de una noche con un desconocido. Sin embargo, si fueras un pirata...
Nicholas la tomó entre sus brazos, la atrajo hacia sí y le propinó un beso apasionado.
-Puedo ser Barbazul si tú me lo pides...
-Seguro que lo harías igual de bien -respondió ella sin aliento.
Echó un vistazo al reloj: eran las cinco y cuarenta y tres.
-Ahora tengo que irme.
Fue a abrir la puerta del coche, pero él apresó su mano.
-Aurora, al menos dime tu apellido...
Ella soltó una carcajada.
-Te lo has tomado en serio, ¿no es así? -preguntó, cogiéndole la cara entre las manos y besándolo con ternura-. Muchísimas gracias por esta noche. Ya sabes cuánto significa para mí.
Se subió a su coche y puso el motor en marcha. Nicholas la observó, sintiéndose completamente indefenso. No quería volver a verlo. Se le hizo un nudo en el estómago. (TN) volvió a mirar el reloj.
-Si me doy prisa, llegaré a tiempo. Espero que tu reunión en Toronto vaya bien.
Mientras la observaba alejarse, memorizó la matrícula de su coche. Después cayó en la cuenta de sus últimas palabras. ¿Cómo diantres sabía ella que se iba de viaje a Toronto?
Bubu ✌
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