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"●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: "●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
Capitulo 25
No se imaginaba a Jerry entrando con ella en una tiendecita de lanas, examinando juntos las estanterías de madejas de colores vivos. Y, sin embargo, por algún motivo que desconocía, sí podía imaginarse haciéndolo con Nicholas y le parecía perfectamente... cotidiano.
-Luego podríamos regresar, sentarnos juntos frente a la chimenea y quizá ver una película.
Muy cotidiano. Le encantaba aquella sensación. Tuvo que recordarse que Nicholas era casi un desconocido. Se movió incómoda en su silla. Debería sentir este tipo de cosas con Jerry, el hombre del que llevaba enamorada más de un año, el hombre con quien había estado a punto de casarse.
-Nicholas, ¿por qué Jerry nunca me había hablado de ti?
-¿Qué quieres decir?
-Si te soy sincera, nunca me ha hablado mucho de su familia, pero..., no sé, son gemelos. Me habría parecido normal que me hubiera comentado algo sobre ti. Pensaba que los hermanos gemelos compartían un vínculo muy íntimo.
Nicholas asintió con la cabeza.
-Jerry y yo estamos muy unidos, pero mi hermano es muy competitivo por naturaleza.
(TN) puso los ojos en blanco.
-¿Qué me vas a contar a mí?
(TN) había contrastado ese aspecto de la personalidad de Jerry en su forma de hacer negocios y en cómo buscaba lograr el éxito, pero también lo había detectado en otros rasgos de su personalidad, como la vez en que jugaron una partida de minigolf con Cindy y su novio de entonces. Jerry no dejó de darle instrucciones a (TN) en cada hoyo para asegurarse de que lo hiciera lo mejor que pudiera porque quería ganar a toda costa.
-De niños, siempre competía conmigo -continuó Nicholas-, en las notas de la escuela, en los deportes..., en cuestión de chicas.
(TN) enarcó las cejas en gesto de curiosidad.
-¿Te robaba las novias?
-No, más bien al revés.
-¿Se las robabas tú? -le preguntó ella asombrada, pues eso explicaría que Jerry no le hubiera presentado a su hermano Nicholas.
-En realidad, no. Simplemente..., sus novias acababan gravitando hacia mí. Jerry es un gran tipo, no me malinterpretes, pero su intensidad asustaba a muchas chicas que lo único que buscaban era divertirse,
-Y tú eres el divertido -conjeturó (TN).
Nicholas se encogió de hombros.
-Supongo que eso lo hacía sentirse un poco inseguro. Luego, cuando mi primer juego de ordenador se hizo muy popular e hizo que mi empresa saltara a la fama, se lanzó a hacer negocios con el ánimo de superarme. Yo le aseguré que sólo había sido un golpe de suerte (tener la idea oportuna en el momento oportuno), pero él se lo tomó como un desafío personal, Por la forma en que se comporta, me sorprende que hallara tiempo para pedirte que salieras con él -añadió sonriendo-. Pero seguro que te encontraba tan irresistible como te encuentro yo.
(TN) se sonrojó por el cumplido y jugueteó con su cuchara.
-¿Cómo lo conociste? -quiso saber Nicholas.
-En una conferencia. De hecho, en el avión. Nos sentaron juntos en el vuelo a San Diego y luego tropezamos recogiendo el equipaje. Cuando descubrimos que nos dirigíamos al mismo hotel, decidimos compartir un taxi.
-¿Fue la conferencia sobre técnicas de concepción de sitios web?
(TN) asintió con la cabeza.
-Vaya, estuve a punto de asistir. Si lo hubiera hecho, tal vez nos habríamos conocido allí.
-Pero tú y yo vivimos en ciudades distintas. Probablemente me hubiera decantado por Jerry, de todos modos.
Nicholas la tomó de la mano.
-(TN), yo nunca permitiría que algo tan trivial como la distancia nos mantuviera alejados.
(TN) notó un escalofrío que le recorría la columna. Ojalá Jerry tuviera sentimientos tan intensos hacia ella... Vivían en la misma ciudad y apenas lograba verlo.
-¿Y qué me dices de ti? Sé que tienes un hermano. ¿Tienes alguna hermana? -preguntó Nicholas.
-No, sólo a Shane. Pero no nos hemos visto mucho. Mis padres se divorciaron cuando yo era muy pequeña y Shane se fue con papá.
Nicholas le apretó la mano. (TN) se sintió reconfortada.
-Lo siento. Tuvo que ser muy duro para ti.
(TN) asintió.
-Lo fue. Echaba mucho de menos a Shane y a mi pdre.
De hecho, había echado de menos formar parte de una familia.
Sintió una punzada en el corazón al dejar que aquellas emociones afloraran en su interior. Nicholas se inclinó hacia ella.
-Y ahora quieres asegurarte de que tu hijo no sufra el mismo destino. No quieres que crezca sin un padre, ¿no es así?
(TN) asintió con la cabeza, incapaz de articular una palabra. Nicholas la rodeó con el brazo.
-(TN), yo siempre estaré ahí. Siempre, te lo prometo.
Después de desayunar, llevaron los platos a la cocina. Nicholas los metió en el lavavajillas, pero (TN) insistió en fregar la sartén. Al final, Nicholas accedió y desapareció unos minutos. Regresó cuando (TN) estaba limpiando la encimera.
-Vaya, ya está todo listo, por lo que veo. Bien. Tengo una sorpresa para ti.
(TN) se secó las manos en el paño de cocina que colgaba del asa del horno.
-¿Qué clase de sorpresa?
-Ven. Te la mostraré.
La tomó de la mano, transmitiéndole su calidez y la condujo al salón. Había un paquete sobre el sofá, envuelto en papel dorado y un gran lazo rojo. Encima se podía ver una tarjeta con su nombre escrito en mayúsculas, «(TN)». Lo cogió.
-Vamos, ábrelo.
(TN) deshizo el lazo y desenvolvió el paquete, su interior encontró una caja larga y delgada con una ventanilla de celofán. Recorrió con la vista la forma vagamente cilindrica y de color morado traslúcido del objeto que había en su interior. Tenía un bulto en un lado.
-¿Qué es? -preguntó, mientras repasaba el pequeño bulto y el abrupto cambio de dirección en el extremo con forma de seta, como el glande de un pene masculino.
-Es un vibrador.( :oops: Girl's imaginense algo como eso :roll: )
Se le cayó de las manos, rebotó en el sofá y se estampó en el suelo. (TN) se puso coloradísima. Nicholas estalló en carcajadas.
-No pasa nada, (TN). No estoy sugiriendo nada raro. Simplemente quería que te quedara claro que hablo en serio cuando digo que no quiero presionarte para que te acuestes conmigo. No quiero que vengas a mí porque te sientes frustrada sexualmente. Sólo tienes que venir si de verdad quieres estar conmigo.
Nicholas se agachó y recogió la caja del suelo. El vibrador. (TN) se lo quedó mirando, sin saber muy bien si tomarlo de su mano o aguardar a que él lo dejara en algún sitio. La idea de tocarlo al mismo tiempo que Nicholas le parecía excesivamente íntima, sobre todo teniendo en cuenta lo que iba a hacer con él... y lo que él sabía que iba a hacer con el. Probablemente se la hubíera imaginado usándolo.
Se sonrojó aún más.
-En realidad..., nunca he utilizado uno.
-¿De verdad? ¿Una mujer con fantasías sexuales tan vivas? Pues déjame que te enseñe cómo se hace.
-¡No! -gritó ella, apartándose ligeramente.
-No quiero decir de verdad... -aclaró él entre risas-. Sólo te indicaré cómo funcionan los botones.
Abrió la caja y sacó de ella aquel artilugio. Le quitó el molde de plástico transparente con el que iba protegido y sostuvo en alto aquella cosa morada-. Esta parte es evidente -señaló, indicando la forma se pene que conformaba el grueso del aparato. Dio unos golpecitos al bulto que se curvaba en uno de los lados. Deslizó el dedo por él, hasta el punto en que se estrechaba y se convertía en una punta pequeña de aspecto delicado. Le dio unos golpecitos-. Esto es para estimular el clítoris. Mira, dame la mano.
(TN) se apartó al ver que Nicholas intentaba tomarle la mano derecha, pero luego se dio cuenta de que se estaba comportando como una niñata y le permitió cogérsela y colocar su dedo en la punta de aquello. Era blanda y flexible.
-No lo muevas -le indicó Nicholas, mientras pulsaba un botón cerca de la base.
Se oyó un ligero runruneo y (TN) empezó a notar la vibración en su dedo. Leve, delicada. Se imaginaba notándola contra su clítoris. Sintió un calor repentino en la matriz y se le endurecieron los pezones, que quedaron apretados contra su sujetador de encaje.
Nicholas señaló la hilera de cuatro botones, indicando con el dedo el segundo empezando por arriba.
-Con éste se cambia la vibración -explicó, presionándolo.
La vibración aumentó, lanzando un cosquilleo por todo el dedo y el brazo de (TN). Nicholas le colocó el dedo en la punta del pene. Por todos los santos, estaba empezando a considerar aquella cosa como un pene. Por vergüenza, debería haber retirado la mano, pero la fascinación le impedía apartarla. Permitió que Nicholas lecondujera el dedo por aquel pene largo y morado, diseñado exclusivamente para dar placer a las mujeres. Se maldijo al notar que los pezones se le ponían aún más duros e intentaban escapar de su prisión de puntilla.
-¿Ves? También puedes notar la vibración en el tronco.
(TN) contuvo el aliento al imaginar tener aquel largo y placentero pene dentro de ella, notando la vibración en toda su vagina. Al constatar su embelesamiento, Nicholas la miró con un destello divertido en los ojos.
-Y mira esto -dijo, pulsando el tercer botón.
El pene empezó a describir círculos. (TN) apartó el dedo asustada, pero mantuvo la vista fija en aquella cosa que se movía dando vueltas y más vueltas.
-Está diseñado para llegar al punto G. La mujer de El escondrijo secreto me dijo que ayuda a tener orgasmos muy intensos.
-¿Qué es El escondrijo secreto?
-Una tienda -contestó Nicholas, apagando el vibrador. Se detuvo el movimiento en espiral-. Está especializada en artículos sexuales para mujeres.
¿Quería decir con ello que había hablado sobre aquel artilugio con una mujer en una tienda? (TN) nunca se atrevería a hacer algo así. Pero lo encontraba admirable. Ojalá ella se tomara la sexualidad de forma tan relajada.
-Tienen toda una colección de juguetes sexuales, ropa interior e incluso literatura erótica. Compré un par de libros para que los leyeras y vieras si te gustaban. Están en la mesilla.
(TN) vio los libros en la mesilla que había junto al sofá. Cogió el que estaba arriba.
-¿Amor virtual?
-Como trabajas con ordenadores, pensé que te gustaría todo este tema de la realidad virtual -contestó él con una sonrisa-. En la primera escena, a la mujer la secuestra un pirata. Recuerdo que mencionaste algo sobre un pirata el primer día que pasamos juntos.
¡Que el cielo la amparara! Aquel extraño sabía demasiadas cosas acerca de ella... Incluso más que Jerry, al menos en ese aspecto.
-Puedes leer el libro para despertarte el gusanillo y utilizar esto mientras yo estoy en el trabajo, así nunca lo sabré -dijo Nicholas guiñándole el ojo- ...a menos que me lo cuentes...
-Vaya, para no querer presionarme en materia de sexo, no paras de hacerme pensar en el tema.
-(TN), el sexo es sano. Quiero que encuentres una vía de escape para liberarte sexualmente. Yo puedo ser esa vía, pero, como ya te he dicho, no quiero que acudas a mí sólo por eso. Si hacemos el amor, quiero que sea porque quieres hacer el amor conmigo. ¿Está claro?
(TN) asintió con la cabeza.
-¿No te das cuenta de que si quisiera meterte prisa para llevarte a la cama... -dijo, cogiendo aquel artilugio mientras hablaba y agitándolo delante de ella- ...no te regalaría algo así? Te daría los libros y aguardaría a que te sintieras tan excitada que no tuvieras otro modo de consolarte más que conmigo... Sin embargo, -continuó, acercándose un paso a ella- debo añadir que soy un hombre y te deseo, de modo que no dejes que la vergüenza te impida venir a mí.
Cuando Nicholas se fue a trabajar, (TN) guardó los libros y aquella cosa en el cajón de la mesilla de noche y se olvidó de su existencia.
O para ser más precisos, intentó olvidarse de su existencia. En los días que siguieron, abrió el cajón varias veces y se quedó mirando embelesada aquel arlilugio. Una vez incluso lo sacó del cajón y sopesó la posibilidad de probarlo, pero ¿qué ocurriría si Nicholas regresaba a casa temprano por algún motivo inesperado? Se moriría de vergüenza si él llegaba mientras lo estaba utilizando, aunque la puerta estuviera cerrada. Lo más probable es que él lo oyera.
No se imaginaba a Jerry entrando con ella en una tiendecita de lanas, examinando juntos las estanterías de madejas de colores vivos. Y, sin embargo, por algún motivo que desconocía, sí podía imaginarse haciéndolo con Nicholas y le parecía perfectamente... cotidiano.
-Luego podríamos regresar, sentarnos juntos frente a la chimenea y quizá ver una película.
Muy cotidiano. Le encantaba aquella sensación. Tuvo que recordarse que Nicholas era casi un desconocido. Se movió incómoda en su silla. Debería sentir este tipo de cosas con Jerry, el hombre del que llevaba enamorada más de un año, el hombre con quien había estado a punto de casarse.
-Nicholas, ¿por qué Jerry nunca me había hablado de ti?
-¿Qué quieres decir?
-Si te soy sincera, nunca me ha hablado mucho de su familia, pero..., no sé, son gemelos. Me habría parecido normal que me hubiera comentado algo sobre ti. Pensaba que los hermanos gemelos compartían un vínculo muy íntimo.
Nicholas asintió con la cabeza.
-Jerry y yo estamos muy unidos, pero mi hermano es muy competitivo por naturaleza.
(TN) puso los ojos en blanco.
-¿Qué me vas a contar a mí?
(TN) había contrastado ese aspecto de la personalidad de Jerry en su forma de hacer negocios y en cómo buscaba lograr el éxito, pero también lo había detectado en otros rasgos de su personalidad, como la vez en que jugaron una partida de minigolf con Cindy y su novio de entonces. Jerry no dejó de darle instrucciones a (TN) en cada hoyo para asegurarse de que lo hiciera lo mejor que pudiera porque quería ganar a toda costa.
-De niños, siempre competía conmigo -continuó Nicholas-, en las notas de la escuela, en los deportes..., en cuestión de chicas.
(TN) enarcó las cejas en gesto de curiosidad.
-¿Te robaba las novias?
-No, más bien al revés.
-¿Se las robabas tú? -le preguntó ella asombrada, pues eso explicaría que Jerry no le hubiera presentado a su hermano Nicholas.
-En realidad, no. Simplemente..., sus novias acababan gravitando hacia mí. Jerry es un gran tipo, no me malinterpretes, pero su intensidad asustaba a muchas chicas que lo único que buscaban era divertirse,
-Y tú eres el divertido -conjeturó (TN).
Nicholas se encogió de hombros.
-Supongo que eso lo hacía sentirse un poco inseguro. Luego, cuando mi primer juego de ordenador se hizo muy popular e hizo que mi empresa saltara a la fama, se lanzó a hacer negocios con el ánimo de superarme. Yo le aseguré que sólo había sido un golpe de suerte (tener la idea oportuna en el momento oportuno), pero él se lo tomó como un desafío personal, Por la forma en que se comporta, me sorprende que hallara tiempo para pedirte que salieras con él -añadió sonriendo-. Pero seguro que te encontraba tan irresistible como te encuentro yo.
(TN) se sonrojó por el cumplido y jugueteó con su cuchara.
-¿Cómo lo conociste? -quiso saber Nicholas.
-En una conferencia. De hecho, en el avión. Nos sentaron juntos en el vuelo a San Diego y luego tropezamos recogiendo el equipaje. Cuando descubrimos que nos dirigíamos al mismo hotel, decidimos compartir un taxi.
-¿Fue la conferencia sobre técnicas de concepción de sitios web?
(TN) asintió con la cabeza.
-Vaya, estuve a punto de asistir. Si lo hubiera hecho, tal vez nos habríamos conocido allí.
-Pero tú y yo vivimos en ciudades distintas. Probablemente me hubiera decantado por Jerry, de todos modos.
Nicholas la tomó de la mano.
-(TN), yo nunca permitiría que algo tan trivial como la distancia nos mantuviera alejados.
(TN) notó un escalofrío que le recorría la columna. Ojalá Jerry tuviera sentimientos tan intensos hacia ella... Vivían en la misma ciudad y apenas lograba verlo.
-¿Y qué me dices de ti? Sé que tienes un hermano. ¿Tienes alguna hermana? -preguntó Nicholas.
-No, sólo a Shane. Pero no nos hemos visto mucho. Mis padres se divorciaron cuando yo era muy pequeña y Shane se fue con papá.
Nicholas le apretó la mano. (TN) se sintió reconfortada.
-Lo siento. Tuvo que ser muy duro para ti.
(TN) asintió.
-Lo fue. Echaba mucho de menos a Shane y a mi pdre.
De hecho, había echado de menos formar parte de una familia.
Sintió una punzada en el corazón al dejar que aquellas emociones afloraran en su interior. Nicholas se inclinó hacia ella.
-Y ahora quieres asegurarte de que tu hijo no sufra el mismo destino. No quieres que crezca sin un padre, ¿no es así?
(TN) asintió con la cabeza, incapaz de articular una palabra. Nicholas la rodeó con el brazo.
-(TN), yo siempre estaré ahí. Siempre, te lo prometo.
Después de desayunar, llevaron los platos a la cocina. Nicholas los metió en el lavavajillas, pero (TN) insistió en fregar la sartén. Al final, Nicholas accedió y desapareció unos minutos. Regresó cuando (TN) estaba limpiando la encimera.
-Vaya, ya está todo listo, por lo que veo. Bien. Tengo una sorpresa para ti.
(TN) se secó las manos en el paño de cocina que colgaba del asa del horno.
-¿Qué clase de sorpresa?
-Ven. Te la mostraré.
La tomó de la mano, transmitiéndole su calidez y la condujo al salón. Había un paquete sobre el sofá, envuelto en papel dorado y un gran lazo rojo. Encima se podía ver una tarjeta con su nombre escrito en mayúsculas, «(TN)». Lo cogió.
-Vamos, ábrelo.
(TN) deshizo el lazo y desenvolvió el paquete, su interior encontró una caja larga y delgada con una ventanilla de celofán. Recorrió con la vista la forma vagamente cilindrica y de color morado traslúcido del objeto que había en su interior. Tenía un bulto en un lado.
-¿Qué es? -preguntó, mientras repasaba el pequeño bulto y el abrupto cambio de dirección en el extremo con forma de seta, como el glande de un pene masculino.
-Es un vibrador.( :oops: Girl's imaginense algo como eso :roll: )
Se le cayó de las manos, rebotó en el sofá y se estampó en el suelo. (TN) se puso coloradísima. Nicholas estalló en carcajadas.
-No pasa nada, (TN). No estoy sugiriendo nada raro. Simplemente quería que te quedara claro que hablo en serio cuando digo que no quiero presionarte para que te acuestes conmigo. No quiero que vengas a mí porque te sientes frustrada sexualmente. Sólo tienes que venir si de verdad quieres estar conmigo.
Nicholas se agachó y recogió la caja del suelo. El vibrador. (TN) se lo quedó mirando, sin saber muy bien si tomarlo de su mano o aguardar a que él lo dejara en algún sitio. La idea de tocarlo al mismo tiempo que Nicholas le parecía excesivamente íntima, sobre todo teniendo en cuenta lo que iba a hacer con él... y lo que él sabía que iba a hacer con el. Probablemente se la hubíera imaginado usándolo.
Se sonrojó aún más.
-En realidad..., nunca he utilizado uno.
-¿De verdad? ¿Una mujer con fantasías sexuales tan vivas? Pues déjame que te enseñe cómo se hace.
-¡No! -gritó ella, apartándose ligeramente.
-No quiero decir de verdad... -aclaró él entre risas-. Sólo te indicaré cómo funcionan los botones.
Abrió la caja y sacó de ella aquel artilugio. Le quitó el molde de plástico transparente con el que iba protegido y sostuvo en alto aquella cosa morada-. Esta parte es evidente -señaló, indicando la forma se pene que conformaba el grueso del aparato. Dio unos golpecitos al bulto que se curvaba en uno de los lados. Deslizó el dedo por él, hasta el punto en que se estrechaba y se convertía en una punta pequeña de aspecto delicado. Le dio unos golpecitos-. Esto es para estimular el clítoris. Mira, dame la mano.
(TN) se apartó al ver que Nicholas intentaba tomarle la mano derecha, pero luego se dio cuenta de que se estaba comportando como una niñata y le permitió cogérsela y colocar su dedo en la punta de aquello. Era blanda y flexible.
-No lo muevas -le indicó Nicholas, mientras pulsaba un botón cerca de la base.
Se oyó un ligero runruneo y (TN) empezó a notar la vibración en su dedo. Leve, delicada. Se imaginaba notándola contra su clítoris. Sintió un calor repentino en la matriz y se le endurecieron los pezones, que quedaron apretados contra su sujetador de encaje.
Nicholas señaló la hilera de cuatro botones, indicando con el dedo el segundo empezando por arriba.
-Con éste se cambia la vibración -explicó, presionándolo.
La vibración aumentó, lanzando un cosquilleo por todo el dedo y el brazo de (TN). Nicholas le colocó el dedo en la punta del pene. Por todos los santos, estaba empezando a considerar aquella cosa como un pene. Por vergüenza, debería haber retirado la mano, pero la fascinación le impedía apartarla. Permitió que Nicholas lecondujera el dedo por aquel pene largo y morado, diseñado exclusivamente para dar placer a las mujeres. Se maldijo al notar que los pezones se le ponían aún más duros e intentaban escapar de su prisión de puntilla.
-¿Ves? También puedes notar la vibración en el tronco.
(TN) contuvo el aliento al imaginar tener aquel largo y placentero pene dentro de ella, notando la vibración en toda su vagina. Al constatar su embelesamiento, Nicholas la miró con un destello divertido en los ojos.
-Y mira esto -dijo, pulsando el tercer botón.
El pene empezó a describir círculos. (TN) apartó el dedo asustada, pero mantuvo la vista fija en aquella cosa que se movía dando vueltas y más vueltas.
-Está diseñado para llegar al punto G. La mujer de El escondrijo secreto me dijo que ayuda a tener orgasmos muy intensos.
-¿Qué es El escondrijo secreto?
-Una tienda -contestó Nicholas, apagando el vibrador. Se detuvo el movimiento en espiral-. Está especializada en artículos sexuales para mujeres.
¿Quería decir con ello que había hablado sobre aquel artilugio con una mujer en una tienda? (TN) nunca se atrevería a hacer algo así. Pero lo encontraba admirable. Ojalá ella se tomara la sexualidad de forma tan relajada.
-Tienen toda una colección de juguetes sexuales, ropa interior e incluso literatura erótica. Compré un par de libros para que los leyeras y vieras si te gustaban. Están en la mesilla.
(TN) vio los libros en la mesilla que había junto al sofá. Cogió el que estaba arriba.
-¿Amor virtual?
-Como trabajas con ordenadores, pensé que te gustaría todo este tema de la realidad virtual -contestó él con una sonrisa-. En la primera escena, a la mujer la secuestra un pirata. Recuerdo que mencionaste algo sobre un pirata el primer día que pasamos juntos.
¡Que el cielo la amparara! Aquel extraño sabía demasiadas cosas acerca de ella... Incluso más que Jerry, al menos en ese aspecto.
-Puedes leer el libro para despertarte el gusanillo y utilizar esto mientras yo estoy en el trabajo, así nunca lo sabré -dijo Nicholas guiñándole el ojo- ...a menos que me lo cuentes...
-Vaya, para no querer presionarme en materia de sexo, no paras de hacerme pensar en el tema.
-(TN), el sexo es sano. Quiero que encuentres una vía de escape para liberarte sexualmente. Yo puedo ser esa vía, pero, como ya te he dicho, no quiero que acudas a mí sólo por eso. Si hacemos el amor, quiero que sea porque quieres hacer el amor conmigo. ¿Está claro?
(TN) asintió con la cabeza.
-¿No te das cuenta de que si quisiera meterte prisa para llevarte a la cama... -dijo, cogiendo aquel artilugio mientras hablaba y agitándolo delante de ella- ...no te regalaría algo así? Te daría los libros y aguardaría a que te sintieras tan excitada que no tuvieras otro modo de consolarte más que conmigo... Sin embargo, -continuó, acercándose un paso a ella- debo añadir que soy un hombre y te deseo, de modo que no dejes que la vergüenza te impida venir a mí.
Cuando Nicholas se fue a trabajar, (TN) guardó los libros y aquella cosa en el cajón de la mesilla de noche y se olvidó de su existencia.
O para ser más precisos, intentó olvidarse de su existencia. En los días que siguieron, abrió el cajón varias veces y se quedó mirando embelesada aquel arlilugio. Una vez incluso lo sacó del cajón y sopesó la posibilidad de probarlo, pero ¿qué ocurriría si Nicholas regresaba a casa temprano por algún motivo inesperado? Se moriría de vergüenza si él llegaba mientras lo estaba utilizando, aunque la puerta estuviera cerrada. Lo más probable es que él lo oyera.
Bubu ✌
Re: "●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
siiiigueeeeeeeeeeeeeeee
jajajja
nick es un pervertidoo !!
como va a comprar esooo :P
ajajajajajajaja
jajajja
nick es un pervertidoo !!
como va a comprar esooo :P
ajajajajajajaja
Ciin :)
Re: "●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
ahhh ese nick se pasa :risa: pero
no deja de ser lindo :roll: con la
rayis sigueeeeeeeeeeee
no deja de ser lindo :roll: con la
rayis sigueeeeeeeeeeee
yessi jobrOss
Re: "●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
Capitulo 26
Cinco días después de instalarse en casa de Nicholas, (TN) estaba sentada en el salón junto a la encimera donde comían, con la cabeza apoyada en la mano, contemplando cómo Nicholas preparaba una cena deliciosa. Estaba tan arrebatadoramente sexy con aquella camisa gris con los tres botones superiores desabrochados. Se le marcaba un torso bien definido. Se había deshecho de la corbata instantes después de regresar a casa del trabajo. Los pantalones de pinzas de color gris marengo que llevaba, remarcaban su esbelta cintura.
Nicholas se negaba a que ella preparara la cena, esgrimiendo el embarazo como excusa para que se sentara y se relajara, mientras bebía un cóctel de arándanos en una copa de vino y lo observaba.
En los últimos días (TN) se había descubierto observándolo atentamente en varias ocasiones, contemplando a un desconocido con una cara familiar. Para entonces ya comenzaba a apreciar las diferencias entre Nicholas y Jerry. De hecho, notaba más diferencias que semejanzas. Jerry detestaba cocinar y, cuando lo hacía, seguía la receta al pie de la letra o preparaba algo precocinado. Nicholas parecía especiar los platos de forma instintiva, echando una o dos pizcas de hierbas de varios botes etiquetados a mano. En el alféizar de la ventana de la cocina tenía plantadas hierbas frescas en macetitas.
Nicholas la pilló mirando absorta las plantas.
-¿Te gusta cocinar, (TN)?
(TN) hizo una mueca, paseando la mirada por la cocina de gourmet de Nicholas. Cacerolas con base de latón colgaban del techo, sobre la encimera de mármol se apilaban electrodomésticos de aspecto complicado, y junto al fogón de seis quemadores y el doble horno había bonitos utensilios de cerámica.
-Obviamente, no tanto como a ti. Cocino porque tengo que comer, pero eso es todo. Me encanta hacer pasteles, pero son una tentación demasiado irrefrenable, así que no lo hago muy a menudo. Sólo en vacaciones.
Hornear galletitas de Navidad era una de las pocas tradiciones de la infancia que recordaba haber con partido con Shane. Siempre que su hermano las visitaba durante las vacaciones, los tres horneaba galletitas de formas divertidas y las espolvoreaba por encima con azúcar glas y de colorines. A Shane lo que más le gustaban eran las bolas plateadas de azúcar, mientras que (TN) prefería las verdes y rojas brilliantes.
Nicholas sonrió. Los ojos le centellearon.
-Te imagino perfectamente en esta cocina, con la cara manchada de harina mientras ayudas a nuestro hijo o hija a cortar formas divertidas de la masa de galletas.
(TN) se llevó la mano a la barriga. Sintió la vida que crecía en su interior y la recorrió una oleada de calor. La emocionó pensar en ese día.
-¿Y qué harías tú? -preguntó.
-Preparar el pavo, por supuesto.
Se le empañaron los ojos al imaginar aquella adorable escena familiar, a su hijo riendo mientras la harina volaba por los aires al caerse el paquete al suelo, y a Nicholas soltando carcajadas mientras cogía al pequeño en brazos y le daba vueltas en el aire, tal como su padre había hecho con ella... antes de marcharse.
Una familia feliz. Unas Navidades unidas. Sintió un pinchazo en el corazón. Era lo que más deseaba en el mundo. Por lo que sabía de Nicholas hasta el momento, estaba segura de que sería un padre fabuloso. Y un marido maravilloso.
-¿Por qué no escoges una película y la vemos después de cenar? -sugirió Nicholas.
-De acuerdo -contestó (TN).
Descendió del taburete y se dirigió a la estantería que recorría la pared, junto a la pantalla plana de alta definición. Recorrió con el dedo el lomo de las fundas de los DVD. A juzgar por su colección, Nicholas no tenía el mismo gusto en cine que Jerry o, para ser más exactos, tenía un gusto más variado. A Jerry le encantaban los thrillers de ciencia ficción y las pelícilas cuyo argumento giraba en torno al espionaje militar. A Nicholas también parecían gustarle, pero tenía asimismo comedias, películas de misterio, de fantasía, dramas y algunas cintas de autor. (TN) detuvo el dedo sobre Corre, Lola, corre, una película alemán de montaje rápido y sincopado en la que la protagonista repite los mismos cuarenta y cinco minutos intentando salvar la vida a su novio varias veces, gracias lo cual aprende cosas sobre ella misma y sobre la gente que la rodea. Continuó revisando la colección y se detuvo en una cinta antigua titulada Me enamoré de una bruja, con Kim Novak y James Stewart, una pelicula ambientada en Nueva York, sobre una bruja que lanza un hechizo a un hombre del que acaba enamorándose y por el cual pierde sus poderes. Era una de sus películas preferidas.
Paternity, con Burt Reynolds, también formaba parte de la colección. A (TN) se le encendieron las mejillas al recordar que aquella película había sido la detonante de su fantasía de querer acostarse con un desconocido. Había una escena curiosa en la que Burt Reynolds encarnaba exactamente esa fantasía con la protagonista para que el sexo entre ambos resultara más emocionante. De hecho, (TN) nunca había fantaseado con acostarse con un desconocido real, sino con echarle un poco de pimienta a su vida sexual con Jerry, fingiendo ser extraños.
Sacó la carátula de la película y miró el reverso, sin prestarle excesiva atención. Pensaba en tener sexo con un desconocido de verdad, un desconocido que empezaba a convertirse en alguien muy familiar. ¿Por qué no? Nicholas le había explicado que Jerry había decidido darle la oportunidad de conocerlo. Jerry sabía que existía una alta probabilidad de que (TN) y Nicholas mantuvieran relaciones sexuales. Lo sabía porque lo había debatido con él. Al principio, Jerry se había opuesto taxativamente, pero había acabado por ceder cuando ella había argumentado que, para ser justa, tenía que explorar también esa faceta de su relación con Nicholas.
En realidad, no tenía previsto acostarse con él, porque ambos sabían que eran perfectamente compatibles en la cama. Dentro de poco, Nicholas dejaría de ser un desconocido. Y eso era algo bueno, pero una voz en su interior la instaba a no dejar pasar la oportunidad de acostarse con un auténtico desconocido, la única oportunidad real que tendría en su vida y que poco a poco se le escapaba de las manos.
-Imaginaba que te gustaría esa película, no sé por qué... -comentó Nicholas.
(TN) lo miró. Estaba apoyado en el marco de la puerta de la cocina y sostenía una cazuela humeante entre las manos, que llevaba protegidas con unas manoplas. «¿Cómo se las apañaba este hombre para estar tan sexy en el papel de cocinero?», se preguntó (TN). Devolvió la película a la estantería. Nicholas arqueó una ceja y sonrió de manera cómplice.
El buey stroganoff que había preparado estaba absolutamente delicioso. Después de la cena, se acomodaron en el sofá a ver una comedia que (TN) había seleccionado rápidamente, sin prestar mucha atención, salvo al hecho de que no fuera Paternity. Sam trepó al sofá y se enroscó a su lado.
Por desgracia, escogió American Pie 2, a la que, con los nervios, confundió con American Beauty. Resultó ser una película sobre adolescentes universitarios en busca de sexo.
Durante la escena en la que dos jóvenes fingen ser lesbianas para excitar a los chicos, (TN) se descubrió lanzando miradas furtivas en dirección a Nicholas, preguntándose si él también compartiría aquella fantasía. ¿Acaso no les gustaba a todos los hombres ver a dos mujeres en acción? Sin duda, el director de la película así parecía creerlo. Un personaje oculto en la ventana retransmitía de forma fortuita lo que veí a través de las ondas de radio y todos los hombres del condado parecían babear al imaginarse esa situación.
Aunque la película no incluía sexo explícito, hacia el final de la cinta, (TN) no podía dejar de pensar otra cosa. El cuerpo se lo pedía. Le dolían los pezones de la excitación. Le apetecía un revolcón. Le apetecía un revolcón con Nicholas. Quería vivir la experiencia de mantener relaciones con un desconocido, pero con un desconocido del que no sintiera temor, como Nicholas. Se moría de ganas de acostarse con Nicholas, fuera un desconocido o no. Tomó aire para intentar aplacar la revolución hormonal que tenía lugar en su interior.
Cuando los títulos de crédito comenzaron a aparecer en la pantalla, Nicholas agarró el mando y apagó el DVD. Activó un CD de Diana Krall. El sensual jazz empezó a hipnotizarla. Le dio el último sorbito al zumo de arándanos y naranja y se repantingó en los cojines del sofá, acariciando distraídamente a Sam, que ronroneaba de felicidad.
-Dame la copa, voy a rellenártela.
-Ponme agua, por favor.
Nicholas cogió la copa y se dirigió a la cocina. (TN) levantó sus agujas de hacer punto e inspeccionó los cinco centímetros de lana de color azul turquesa claro que había tejido. Juntos, habían elegido el hilo y el punto, el día anterior, y ella había empezado a tejer el jersey esa misma mañana. No apreció ningún error evidente, de modo que leyó las instrucciones para seguir tejiendo. Nicholas regresó momentos después con un vaso de agua fría y un refresco de cola. Se sentó a su lado.
-Nicholas, tú sabes mucho más de mí que yo de ti.
Nicholas se enlazó las manos tras la nuca.
-¿Qué quieres saber? ¿Cómo me gano la vida? ¿A qué escuela fui? -preguntó, dándole un sorbo al refresco.
-Me gustaría conocer tus fantasías sexuales.
Nicholas estuvo a punto de atragantarse. Depositó el vaso en la mesa y se volvió para mirarla a la cara.
-¿Mis fantasías sexuales?
(TN) acabó la vuelta del punto y dejó las agujas sobre la mesilla lateral.
-Bueno, tú conoces las mías, al menos algunas de ellas.
Nicholas alzó una ceja y sus labios esbozaron una sonrisa demoledora.
-¿Tienes más? Cuenta, cuenta.
-Tú primero.
-Bueno, tengo una en un ascensor por la que siento debilidad...
(TN) sonrió.
-Sí, yo también -se acercó a él-. Pero hablo en serio. ¿Qué tipo de fantasías tienes tú, como hombre, quiero decir? Apuesto lo que sea a que te gustaría hacer un trío con dos mujeres.
La miró con una calidez que a (TN) le resultó turbadora.
-Sólo si las dos fueran como tú.
-Va, no me hagas la pelota. (Yo le digo a mi mejor amigo)
-Si me dejaras, te haría otras cosas...
Ella le dio un golpecito en el hombro.
-Eres terrible -bromeó, inclinándose hacia delante y apoyando los codos en las rodillas-. ¿Pretendes que me crea que si dos mujeres espectaculare con unas buenas tetas... -dijo, describiendo con un gesto unos pechos generosos-... se desnudaran y empezaran a besarse delante de ti y acariciarse mutuamente no te excitarías?
-Claro que me excitaría. No estoy muerto. ¿Y tu?, ¿Te excitarías?
-¿Si me excitaría viendo a dos mujeres? -repitió ella, sonrojándose-. No lo sé.
-Apuesto lo que sea a que sí, pero no me refería eso. ¿Te excitaría estar con dos hombres?
-¿Te refieres a verlos... juntos? -preguntó (TN) repiqueteando con el dedo.
-No, me refiero a hacer un trío con ellos. A que los dos te acariciaran. A que te besaran los pechos, uno cada uno. O uno te acariciara aquí... -dijo deslizándole la mano por encima de la barriga y dibujando un círculo alrededor de uno de sus senos. (TN) se le endurecieron aún más los pezones. Nicholas deslizó la otra mano hacia abajo y le envolvió el pubis-...mientras el otro te lame aquí.
(TN) notó que sus músculos internos empezaban a contraerse. Deseaba que Nicholas la tocara por dentro.
-Suena bastante excitante -confesó, apartándole la mano de sus partes bajas y colocándosela alrededor de la cintura-. Pero sigues sin contarme tus fantasías.
Nicholas se dejó caer suavemente sobre ella y le rozó los labios, un roce que disparó un torbellino de sensaciones en el interior de (TN).
-La única fantasía que tengo es que una mujer guapísima llamada (TN), una mujer a la que tengo en mucha estima, me mire a los ojos y me diga: «Nicholas, quiero hacer el amor contigo» -confesó, apartando la mano de su pecho para acariciarle la mejilla con la yema de un dedo-. Y que esa mujer sepa que soy yo y no un personaje de su imaginación. Que me haga sentir que quiere estar conmigo.
Sus labios volvieron a encontrarse y sus bocas se lundieron en una larga caricia. (TN) sintió un cosquilleo por todo el cuerpo. Se le hincharon los senos, anhelantes de notar sus manos sobre ellos, con más intensidad esta vez.
-Nicholas, yo...
-(TN), yo no soy mi hermano. Somos dos personas completamente distintas.
-Ya lo sé -replicó ella, acariciándole la mejilla y deleitándose con el tacto de su pelo ondulado al resbalar entre sus dedos y con la nostalgia que reflejaban sus ojos-. Lo supe la primera vez que estuvimos juntos, aunque entonces pensaba que era un juego. Ahora sé que todo aquello ocurrió porque eres un hombre muy distinto y muy excitante. -Alzó su boca en busca de un beso. Nicholas le acarició los labios con dulzura-. Nicholas, quiero que me hagas el amor.
Con ojos ardientes, Nicholas deslizó las manos bajo sus piernas y la levantó en el aire. Mientras la llevaba en volandas al dormitorio, (TN) empezó a ponerse nerviosa.
-Nicholas, espera... -titubeó dubitativa.
-¿Qué ocurre, cielo?
-Espero no decepcionarte.
Nicholas se detuvo en seco.
-¿Por qué dices eso? ¿Cómo puedes siquiera insinuar que podrías decepcionarme?
-No sé, yo también me estaba haciendo pasar por una extraña. En realidad no soy así.
Nicholas sonrió.
-Me juego lo que quieras a que sí eres así. De hecho, apuesto a que ésa eres la auténtica tú cuando eliminas tus barreras.
-¿Y si no es así?
La besó con una delicadeza que poco a poco dio paso a una necesidad imperiosa. Ahondó en su boca y las lenguas de ambos se enroscaron rítmicamente. Nicholas se apartó de ella, dejándola casi sin aliento, y dijo:
-Nunca podrías decepcionarme. De hecho, ¿por qué no te quedas tumbada y dejas que sea yo quien se encargue de todo?
______________________________
Mañana Cap Hot :twisted:
Cinco días después de instalarse en casa de Nicholas, (TN) estaba sentada en el salón junto a la encimera donde comían, con la cabeza apoyada en la mano, contemplando cómo Nicholas preparaba una cena deliciosa. Estaba tan arrebatadoramente sexy con aquella camisa gris con los tres botones superiores desabrochados. Se le marcaba un torso bien definido. Se había deshecho de la corbata instantes después de regresar a casa del trabajo. Los pantalones de pinzas de color gris marengo que llevaba, remarcaban su esbelta cintura.
Nicholas se negaba a que ella preparara la cena, esgrimiendo el embarazo como excusa para que se sentara y se relajara, mientras bebía un cóctel de arándanos en una copa de vino y lo observaba.
En los últimos días (TN) se había descubierto observándolo atentamente en varias ocasiones, contemplando a un desconocido con una cara familiar. Para entonces ya comenzaba a apreciar las diferencias entre Nicholas y Jerry. De hecho, notaba más diferencias que semejanzas. Jerry detestaba cocinar y, cuando lo hacía, seguía la receta al pie de la letra o preparaba algo precocinado. Nicholas parecía especiar los platos de forma instintiva, echando una o dos pizcas de hierbas de varios botes etiquetados a mano. En el alféizar de la ventana de la cocina tenía plantadas hierbas frescas en macetitas.
Nicholas la pilló mirando absorta las plantas.
-¿Te gusta cocinar, (TN)?
(TN) hizo una mueca, paseando la mirada por la cocina de gourmet de Nicholas. Cacerolas con base de latón colgaban del techo, sobre la encimera de mármol se apilaban electrodomésticos de aspecto complicado, y junto al fogón de seis quemadores y el doble horno había bonitos utensilios de cerámica.
-Obviamente, no tanto como a ti. Cocino porque tengo que comer, pero eso es todo. Me encanta hacer pasteles, pero son una tentación demasiado irrefrenable, así que no lo hago muy a menudo. Sólo en vacaciones.
Hornear galletitas de Navidad era una de las pocas tradiciones de la infancia que recordaba haber con partido con Shane. Siempre que su hermano las visitaba durante las vacaciones, los tres horneaba galletitas de formas divertidas y las espolvoreaba por encima con azúcar glas y de colorines. A Shane lo que más le gustaban eran las bolas plateadas de azúcar, mientras que (TN) prefería las verdes y rojas brilliantes.
Nicholas sonrió. Los ojos le centellearon.
-Te imagino perfectamente en esta cocina, con la cara manchada de harina mientras ayudas a nuestro hijo o hija a cortar formas divertidas de la masa de galletas.
(TN) se llevó la mano a la barriga. Sintió la vida que crecía en su interior y la recorrió una oleada de calor. La emocionó pensar en ese día.
-¿Y qué harías tú? -preguntó.
-Preparar el pavo, por supuesto.
Se le empañaron los ojos al imaginar aquella adorable escena familiar, a su hijo riendo mientras la harina volaba por los aires al caerse el paquete al suelo, y a Nicholas soltando carcajadas mientras cogía al pequeño en brazos y le daba vueltas en el aire, tal como su padre había hecho con ella... antes de marcharse.
Una familia feliz. Unas Navidades unidas. Sintió un pinchazo en el corazón. Era lo que más deseaba en el mundo. Por lo que sabía de Nicholas hasta el momento, estaba segura de que sería un padre fabuloso. Y un marido maravilloso.
-¿Por qué no escoges una película y la vemos después de cenar? -sugirió Nicholas.
-De acuerdo -contestó (TN).
Descendió del taburete y se dirigió a la estantería que recorría la pared, junto a la pantalla plana de alta definición. Recorrió con el dedo el lomo de las fundas de los DVD. A juzgar por su colección, Nicholas no tenía el mismo gusto en cine que Jerry o, para ser más exactos, tenía un gusto más variado. A Jerry le encantaban los thrillers de ciencia ficción y las pelícilas cuyo argumento giraba en torno al espionaje militar. A Nicholas también parecían gustarle, pero tenía asimismo comedias, películas de misterio, de fantasía, dramas y algunas cintas de autor. (TN) detuvo el dedo sobre Corre, Lola, corre, una película alemán de montaje rápido y sincopado en la que la protagonista repite los mismos cuarenta y cinco minutos intentando salvar la vida a su novio varias veces, gracias lo cual aprende cosas sobre ella misma y sobre la gente que la rodea. Continuó revisando la colección y se detuvo en una cinta antigua titulada Me enamoré de una bruja, con Kim Novak y James Stewart, una pelicula ambientada en Nueva York, sobre una bruja que lanza un hechizo a un hombre del que acaba enamorándose y por el cual pierde sus poderes. Era una de sus películas preferidas.
Paternity, con Burt Reynolds, también formaba parte de la colección. A (TN) se le encendieron las mejillas al recordar que aquella película había sido la detonante de su fantasía de querer acostarse con un desconocido. Había una escena curiosa en la que Burt Reynolds encarnaba exactamente esa fantasía con la protagonista para que el sexo entre ambos resultara más emocionante. De hecho, (TN) nunca había fantaseado con acostarse con un desconocido real, sino con echarle un poco de pimienta a su vida sexual con Jerry, fingiendo ser extraños.
Sacó la carátula de la película y miró el reverso, sin prestarle excesiva atención. Pensaba en tener sexo con un desconocido de verdad, un desconocido que empezaba a convertirse en alguien muy familiar. ¿Por qué no? Nicholas le había explicado que Jerry había decidido darle la oportunidad de conocerlo. Jerry sabía que existía una alta probabilidad de que (TN) y Nicholas mantuvieran relaciones sexuales. Lo sabía porque lo había debatido con él. Al principio, Jerry se había opuesto taxativamente, pero había acabado por ceder cuando ella había argumentado que, para ser justa, tenía que explorar también esa faceta de su relación con Nicholas.
En realidad, no tenía previsto acostarse con él, porque ambos sabían que eran perfectamente compatibles en la cama. Dentro de poco, Nicholas dejaría de ser un desconocido. Y eso era algo bueno, pero una voz en su interior la instaba a no dejar pasar la oportunidad de acostarse con un auténtico desconocido, la única oportunidad real que tendría en su vida y que poco a poco se le escapaba de las manos.
-Imaginaba que te gustaría esa película, no sé por qué... -comentó Nicholas.
(TN) lo miró. Estaba apoyado en el marco de la puerta de la cocina y sostenía una cazuela humeante entre las manos, que llevaba protegidas con unas manoplas. «¿Cómo se las apañaba este hombre para estar tan sexy en el papel de cocinero?», se preguntó (TN). Devolvió la película a la estantería. Nicholas arqueó una ceja y sonrió de manera cómplice.
El buey stroganoff que había preparado estaba absolutamente delicioso. Después de la cena, se acomodaron en el sofá a ver una comedia que (TN) había seleccionado rápidamente, sin prestar mucha atención, salvo al hecho de que no fuera Paternity. Sam trepó al sofá y se enroscó a su lado.
Por desgracia, escogió American Pie 2, a la que, con los nervios, confundió con American Beauty. Resultó ser una película sobre adolescentes universitarios en busca de sexo.
Durante la escena en la que dos jóvenes fingen ser lesbianas para excitar a los chicos, (TN) se descubrió lanzando miradas furtivas en dirección a Nicholas, preguntándose si él también compartiría aquella fantasía. ¿Acaso no les gustaba a todos los hombres ver a dos mujeres en acción? Sin duda, el director de la película así parecía creerlo. Un personaje oculto en la ventana retransmitía de forma fortuita lo que veí a través de las ondas de radio y todos los hombres del condado parecían babear al imaginarse esa situación.
Aunque la película no incluía sexo explícito, hacia el final de la cinta, (TN) no podía dejar de pensar otra cosa. El cuerpo se lo pedía. Le dolían los pezones de la excitación. Le apetecía un revolcón. Le apetecía un revolcón con Nicholas. Quería vivir la experiencia de mantener relaciones con un desconocido, pero con un desconocido del que no sintiera temor, como Nicholas. Se moría de ganas de acostarse con Nicholas, fuera un desconocido o no. Tomó aire para intentar aplacar la revolución hormonal que tenía lugar en su interior.
Cuando los títulos de crédito comenzaron a aparecer en la pantalla, Nicholas agarró el mando y apagó el DVD. Activó un CD de Diana Krall. El sensual jazz empezó a hipnotizarla. Le dio el último sorbito al zumo de arándanos y naranja y se repantingó en los cojines del sofá, acariciando distraídamente a Sam, que ronroneaba de felicidad.
-Dame la copa, voy a rellenártela.
-Ponme agua, por favor.
Nicholas cogió la copa y se dirigió a la cocina. (TN) levantó sus agujas de hacer punto e inspeccionó los cinco centímetros de lana de color azul turquesa claro que había tejido. Juntos, habían elegido el hilo y el punto, el día anterior, y ella había empezado a tejer el jersey esa misma mañana. No apreció ningún error evidente, de modo que leyó las instrucciones para seguir tejiendo. Nicholas regresó momentos después con un vaso de agua fría y un refresco de cola. Se sentó a su lado.
-Nicholas, tú sabes mucho más de mí que yo de ti.
Nicholas se enlazó las manos tras la nuca.
-¿Qué quieres saber? ¿Cómo me gano la vida? ¿A qué escuela fui? -preguntó, dándole un sorbo al refresco.
-Me gustaría conocer tus fantasías sexuales.
Nicholas estuvo a punto de atragantarse. Depositó el vaso en la mesa y se volvió para mirarla a la cara.
-¿Mis fantasías sexuales?
(TN) acabó la vuelta del punto y dejó las agujas sobre la mesilla lateral.
-Bueno, tú conoces las mías, al menos algunas de ellas.
Nicholas alzó una ceja y sus labios esbozaron una sonrisa demoledora.
-¿Tienes más? Cuenta, cuenta.
-Tú primero.
-Bueno, tengo una en un ascensor por la que siento debilidad...
(TN) sonrió.
-Sí, yo también -se acercó a él-. Pero hablo en serio. ¿Qué tipo de fantasías tienes tú, como hombre, quiero decir? Apuesto lo que sea a que te gustaría hacer un trío con dos mujeres.
La miró con una calidez que a (TN) le resultó turbadora.
-Sólo si las dos fueran como tú.
-Va, no me hagas la pelota. (Yo le digo a mi mejor amigo)
-Si me dejaras, te haría otras cosas...
Ella le dio un golpecito en el hombro.
-Eres terrible -bromeó, inclinándose hacia delante y apoyando los codos en las rodillas-. ¿Pretendes que me crea que si dos mujeres espectaculare con unas buenas tetas... -dijo, describiendo con un gesto unos pechos generosos-... se desnudaran y empezaran a besarse delante de ti y acariciarse mutuamente no te excitarías?
-Claro que me excitaría. No estoy muerto. ¿Y tu?, ¿Te excitarías?
-¿Si me excitaría viendo a dos mujeres? -repitió ella, sonrojándose-. No lo sé.
-Apuesto lo que sea a que sí, pero no me refería eso. ¿Te excitaría estar con dos hombres?
-¿Te refieres a verlos... juntos? -preguntó (TN) repiqueteando con el dedo.
-No, me refiero a hacer un trío con ellos. A que los dos te acariciaran. A que te besaran los pechos, uno cada uno. O uno te acariciara aquí... -dijo deslizándole la mano por encima de la barriga y dibujando un círculo alrededor de uno de sus senos. (TN) se le endurecieron aún más los pezones. Nicholas deslizó la otra mano hacia abajo y le envolvió el pubis-...mientras el otro te lame aquí.
(TN) notó que sus músculos internos empezaban a contraerse. Deseaba que Nicholas la tocara por dentro.
-Suena bastante excitante -confesó, apartándole la mano de sus partes bajas y colocándosela alrededor de la cintura-. Pero sigues sin contarme tus fantasías.
Nicholas se dejó caer suavemente sobre ella y le rozó los labios, un roce que disparó un torbellino de sensaciones en el interior de (TN).
-La única fantasía que tengo es que una mujer guapísima llamada (TN), una mujer a la que tengo en mucha estima, me mire a los ojos y me diga: «Nicholas, quiero hacer el amor contigo» -confesó, apartando la mano de su pecho para acariciarle la mejilla con la yema de un dedo-. Y que esa mujer sepa que soy yo y no un personaje de su imaginación. Que me haga sentir que quiere estar conmigo.
Sus labios volvieron a encontrarse y sus bocas se lundieron en una larga caricia. (TN) sintió un cosquilleo por todo el cuerpo. Se le hincharon los senos, anhelantes de notar sus manos sobre ellos, con más intensidad esta vez.
-Nicholas, yo...
-(TN), yo no soy mi hermano. Somos dos personas completamente distintas.
-Ya lo sé -replicó ella, acariciándole la mejilla y deleitándose con el tacto de su pelo ondulado al resbalar entre sus dedos y con la nostalgia que reflejaban sus ojos-. Lo supe la primera vez que estuvimos juntos, aunque entonces pensaba que era un juego. Ahora sé que todo aquello ocurrió porque eres un hombre muy distinto y muy excitante. -Alzó su boca en busca de un beso. Nicholas le acarició los labios con dulzura-. Nicholas, quiero que me hagas el amor.
Con ojos ardientes, Nicholas deslizó las manos bajo sus piernas y la levantó en el aire. Mientras la llevaba en volandas al dormitorio, (TN) empezó a ponerse nerviosa.
-Nicholas, espera... -titubeó dubitativa.
-¿Qué ocurre, cielo?
-Espero no decepcionarte.
Nicholas se detuvo en seco.
-¿Por qué dices eso? ¿Cómo puedes siquiera insinuar que podrías decepcionarme?
-No sé, yo también me estaba haciendo pasar por una extraña. En realidad no soy así.
Nicholas sonrió.
-Me juego lo que quieras a que sí eres así. De hecho, apuesto a que ésa eres la auténtica tú cuando eliminas tus barreras.
-¿Y si no es así?
La besó con una delicadeza que poco a poco dio paso a una necesidad imperiosa. Ahondó en su boca y las lenguas de ambos se enroscaron rítmicamente. Nicholas se apartó de ella, dejándola casi sin aliento, y dijo:
-Nunca podrías decepcionarme. De hecho, ¿por qué no te quedas tumbada y dejas que sea yo quien se encargue de todo?
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Mañana Cap Hot :twisted:
Bubu ✌
Re: "●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
Oh Por Los Jonas! haha Nick es un perver como nosotras :twisted: okya Me encanta! Siguee siguee!
Invitado
Invitado
Re: "●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
Aiins.. que nerviioos... a quiero sea mañanaaa :twisted:
SandyJonas
Re: "●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
omg ese nick stab hot!!
sube capi x fasssssssss
sube capi x fasssssssss
yessi jobrOss
Re: "●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
jajajaja
bastante .... interesante la propuesta de nick :P
jajajaja
buenisiimoo el cap
siiiguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
bastante .... interesante la propuesta de nick :P
jajajaja
buenisiimoo el cap
siiiguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Ciin :)
Re: "●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
Capitulo 27
Nicholas la llevó a su dormitorio. Una enorme cama de madera oscura presidía aquella masculina estancia. La posó sobre la cama y se sentó en el borde, junto a ella, mirándola y sonriendole con ternura. (TN) hizo ademán de empezar a desabrocharle la camisa, pero Nicholas le envolvió los dedos con sus manos y se los apartó.
-Te he dicho que te relajes y me dejes hacer a mí.
Se puso en pie y se desabrochó el botón superior y el siguiente. Se llevó las manos al cuello y se lo abrió ligeramente, dejando al descubierto las marcadas líneas de su clavícula. Continuó descendiendo, desabrochando otro botón y luego otro, avanzando con una lentitud dolorosa, abriéndose poco a poco la camisa para ir revelando sus abdominales uno a uno. Comenzó a balancear las caderas de lado a lado. Se desabrochó el cinturón, estiró de la hebilla y lo arrojó a un lado.
-¿Alguna vez un hombre te ha hecho un striptease, (TN)?
-Este...
Nicholas soltó una carcajada.
-Vaya, vaya, qué chica más traviesa...
-Bueno, en realidad no era para mí, era para la futura novia. Y estábamos en un club -explicó, pensando en lo distinto que era encontrarse en un entorno tan íntimo como el dormitorio de Nicholas.
-Bueno, cielo, pues éste es todo para ti -dijo, dejando caer sus pantalones y apartándolos de un puntapié.
Se quitó los calcetines, y luego se dio la vuelta y se levantó la camisa para mostrarle el trasero, contoneandolo sin parar. Sus músculos, al tensarse y relajars perfilaban el culo más duro y firme que (TN) había visto nunca. Se moría de ganas de levantarse, colocarse tras él y cogerle las nalgas para sentir el movimiento de aquellos músculos duros contra sus palmas. Pero él le había dicho que permaneciera tumbada, y eso hacía.
Nicholas se dio media vuelta de nuevo y se deslizó la camisa, descubriéndose primero un hombro y luego, el otro. Se la abrió por un lado, revelando su torso largo y esbelto. (TN) clavó la mirada en su pezón, deseando cubrirlo con sus labios.
Nicholas se abrió el otro lado de la camisa y se la quitó por fin. Sosteniendo la manga derecha con una mano delante de él y la izquierda a su espalda, se pasó la camisa por entre las piernas y la hizo oscilar adelante y atrás, frotando la entrepierna con ella, excitándose, y sin dejar de balancear la pelvis.
(TN) estaba muy excitada. Quería tocarlo. O mejor aún, quería que él la tocara. Nicholas arrojó la camisa al suelo y ésta fue a caer sobre Sam, que había permanecido sentada en el suelo, observando a Nicholas. La gata lanzó un murmullo de queja y se fue con aire ofendido. (Hahahaha )
Nicholas se acercó a la cama y se inclinó hacia delante para besar a (TN). Esta sacó la lengua, deseando introducírsela en la boca. Nicholas le permitió catarlo, pero luego se apartó y se dio media vuelta. Se agachó para recoger su camisa, ofreciéndole un magnífico panorama de su duro trasero a sólo unos centímetros de distancia. (TN) alargó el brazo y lo tocó.
Tras permitirle que le diera un apretón, Nicholas dio un paso adelante, quedando fuera de su alcance, y luego volvió la vista atrás con una sonrisa endiablada. Se llevó las manos atrás y se bajó los calzoncillos por un lado, dejando a la vista una nalga para delicia de (TN), y seguidamente la otra. (TN) se relamió. De repente, Nicholas se bajó los calzoncillos hasta los tobillos. Se quedó agachado durante un par de segundos, mientras se los sacaba por los pies, cosa que permitió a (TN) atisbar su tenso y duro miembro. Luego se enderezó y se volvió lentamente, tapándose de tal modo que los calzoncillos impedían a (TN) divisar su verga. Se acercó a la cama.
-¿Qué quieres que haga ahora, (TN)?
-Yo, eh...
(TN) posó fascinada la vista en su entrepierna. Nicholas levantó un tanto los calzoncillos, permitiéndole atisbar sus testículos, y luego volvió a taparse. La polla se asomó momentáneamente, pero él se apresuró a volverlo a ocultar.
-Quiero hacer el amor...
-Sí, eso ya lo sé, pero ¿qué quieres que haga yo ahora?
Nicholas ocultó la mano derecha tras los calzoncillos y (TN) vio cómo empezaba a mover la muñeca derecha arriba y abajo.
-Quiero verte...
-¿Qué quieres ver, cielo? -preguntó él, apartando un tanto los calzoncillos y dejando al descubierto sus testículos. También su mano oculta quedó a la vista. (TN) vio cómo se la deslizaba por debajo de los testículos y los levantaba-. ¿Quieres ver esto?
(TN) asintió.
-¿Y eso es todo? ¿Hay algo más que quieras ver?
-Quiero verte a ti entero..., desnudo.
Nicholas se deslizó los dedos por los testículos, acariciándoselos.
-¿Qué es exactamente lo que quieres ver? Cuéntame -la instó.
-Quiero ver... -susurró ella, lamiéndose los labios-...quiero verte ¿el pene?
Nicholas soltó una carcajada.
-Recuerdo que en su día utilizaste otra palabra para designarlo.
(TN) se ruborizó y soltó una risita.
-La polla, quiero verte la polla.
Nicholas sonrió de oreja a oreja.
-Me encanta cuando dices cosas sucias.
Dejó caer los calzoncillos y (TN) contuvo el aliento. Nicholas tenía una polla larga, gruesa y dura, con el glande morado por el deseo de penetrarla.
-Aquí la tienes, cariño. ¿Qué quieres que haga con ella ahora?
-Tráela aquí -dijo ella, con la voz ronca por la excitación.
Nicholas se sentó en la cama junto a ella y (TN) le acarició el abdomen, deleitándose en las duras ondulaciones de sus músculos. Deslizó sus dedos y rodeó con ellos su miembro erecto. Recorrió con las yemas la corona alrededor de la polla. Al instante, se inclinó hacia delante y lo lamió, luego se metió la punta de su pene en la boca. Describió alrededor de ella unos cuantos círculos con la lengua. Nicholas gimió.
-No, (TN), para. -La detuvo, cogiéndola suavemente de los hombros y apartándola.
Ella apartó la boca y lo miró.
-¿Qué pasa? -preguntó con una voz dubitativa, sintiendo de pronto que su confianza en ella misma se le caía a los pies.
Clavó la mirada en sus manos, enlazadas en su regazo. Temía no ser capaz de complacerlo. El le alzó la barbilla y la miró a los ojos.
-No pongas esa cara, cielo. Lo que me estabas haciendo era genial -le aseguró, y su pene se movió arriba y abajo en señal de confirmación-. Lo que ocurre es que quiero concentrarme en darte placer a ti.
-Pero tocarte me da placer.
Nicholas sonrió.
-Me alegro -dijo, besándola con ternura-. Hagamos un trato. ¿Qué me dices si te dejo tocarme cuanto quieras, pero después de que me pidas que te haga algo?
(TN) se emocionó. Nicholas quería que lo tocara y quería complacerla.
-De acuerdo. Me gustaría que me desnudaras.
Nicholas deslizó la mano por los botones de su blusa.
-Sé más específica.
-Quiero..., quiero que me quites la blusa.
Nicholas deslizó los dedos hasta el cuello. El roce de sus yemas en la piel, mientras le desabrochaba el primer botón, le hizo sentir un escalofrío. Nicholas descendió tocándole la piel hasta el segundo botón y lo desabotonó. Para cuando le liberó el último, el del vientre, a (TN) le ardía la piel.
Nicholas le deslizó la blusa por los hombros y se la sacó por los brazos. (TN) temblaba. Nicholas posó la mirada en sus pechos, que amenazaban con desbordar el sujetador de aros negro. Los contempló, pero no los tocó..., y ella deseaba que los tocara... desesperadamente. Se inclinó hacia delante y lo besó, acariciándole las sienes con las manos.
-¿Qué quieres, (TN)? -susurró él, con una voz ronca y sensual que le hizo estremecerse.
-Quiero que me acaricies los pechos -murmuró ella, con la voz grave por la excitación.
Nicholas acarició con las yemas de sus dedos la carne blanca que sobresalía por encima del sujetador. Con la otra mano le cogió un pecho por debajo, envolviéndolo con su calidez.
(TN) sintió la necesidad de desprenderse de la puntilla para notar las manos de Nicholas sobre su piel. Le acarició la oreja con la frente, luego sopló con suavidad y susurró:
-Quítame el sujetador.
El deslizó las manos hasta su espalda, le desabrochó el sujetador y se lo despegó lentamente del cuerpo.
-(TN), tienes los pechos más bonitos del mundo -le dijo, acariciándoselos y deteniéndose a rozarle con las yemas de los dedos los pezones, que se endurecieron y agrandaron agradecidos.
(TN) quería más.
-Quiero que... -gimió, lamiéndose los labios.
-¿Qué? -la instó él.
-Quiero que me los beses.
Nicholas la llevó a su dormitorio. Una enorme cama de madera oscura presidía aquella masculina estancia. La posó sobre la cama y se sentó en el borde, junto a ella, mirándola y sonriendole con ternura. (TN) hizo ademán de empezar a desabrocharle la camisa, pero Nicholas le envolvió los dedos con sus manos y se los apartó.
-Te he dicho que te relajes y me dejes hacer a mí.
Se puso en pie y se desabrochó el botón superior y el siguiente. Se llevó las manos al cuello y se lo abrió ligeramente, dejando al descubierto las marcadas líneas de su clavícula. Continuó descendiendo, desabrochando otro botón y luego otro, avanzando con una lentitud dolorosa, abriéndose poco a poco la camisa para ir revelando sus abdominales uno a uno. Comenzó a balancear las caderas de lado a lado. Se desabrochó el cinturón, estiró de la hebilla y lo arrojó a un lado.
-¿Alguna vez un hombre te ha hecho un striptease, (TN)?
-Este...
Nicholas soltó una carcajada.
-Vaya, vaya, qué chica más traviesa...
-Bueno, en realidad no era para mí, era para la futura novia. Y estábamos en un club -explicó, pensando en lo distinto que era encontrarse en un entorno tan íntimo como el dormitorio de Nicholas.
-Bueno, cielo, pues éste es todo para ti -dijo, dejando caer sus pantalones y apartándolos de un puntapié.
Se quitó los calcetines, y luego se dio la vuelta y se levantó la camisa para mostrarle el trasero, contoneandolo sin parar. Sus músculos, al tensarse y relajars perfilaban el culo más duro y firme que (TN) había visto nunca. Se moría de ganas de levantarse, colocarse tras él y cogerle las nalgas para sentir el movimiento de aquellos músculos duros contra sus palmas. Pero él le había dicho que permaneciera tumbada, y eso hacía.
Nicholas se dio media vuelta de nuevo y se deslizó la camisa, descubriéndose primero un hombro y luego, el otro. Se la abrió por un lado, revelando su torso largo y esbelto. (TN) clavó la mirada en su pezón, deseando cubrirlo con sus labios.
Nicholas se abrió el otro lado de la camisa y se la quitó por fin. Sosteniendo la manga derecha con una mano delante de él y la izquierda a su espalda, se pasó la camisa por entre las piernas y la hizo oscilar adelante y atrás, frotando la entrepierna con ella, excitándose, y sin dejar de balancear la pelvis.
(TN) estaba muy excitada. Quería tocarlo. O mejor aún, quería que él la tocara. Nicholas arrojó la camisa al suelo y ésta fue a caer sobre Sam, que había permanecido sentada en el suelo, observando a Nicholas. La gata lanzó un murmullo de queja y se fue con aire ofendido. (Hahahaha )
Nicholas se acercó a la cama y se inclinó hacia delante para besar a (TN). Esta sacó la lengua, deseando introducírsela en la boca. Nicholas le permitió catarlo, pero luego se apartó y se dio media vuelta. Se agachó para recoger su camisa, ofreciéndole un magnífico panorama de su duro trasero a sólo unos centímetros de distancia. (TN) alargó el brazo y lo tocó.
Tras permitirle que le diera un apretón, Nicholas dio un paso adelante, quedando fuera de su alcance, y luego volvió la vista atrás con una sonrisa endiablada. Se llevó las manos atrás y se bajó los calzoncillos por un lado, dejando a la vista una nalga para delicia de (TN), y seguidamente la otra. (TN) se relamió. De repente, Nicholas se bajó los calzoncillos hasta los tobillos. Se quedó agachado durante un par de segundos, mientras se los sacaba por los pies, cosa que permitió a (TN) atisbar su tenso y duro miembro. Luego se enderezó y se volvió lentamente, tapándose de tal modo que los calzoncillos impedían a (TN) divisar su verga. Se acercó a la cama.
-¿Qué quieres que haga ahora, (TN)?
-Yo, eh...
(TN) posó fascinada la vista en su entrepierna. Nicholas levantó un tanto los calzoncillos, permitiéndole atisbar sus testículos, y luego volvió a taparse. La polla se asomó momentáneamente, pero él se apresuró a volverlo a ocultar.
-Quiero hacer el amor...
-Sí, eso ya lo sé, pero ¿qué quieres que haga yo ahora?
Nicholas ocultó la mano derecha tras los calzoncillos y (TN) vio cómo empezaba a mover la muñeca derecha arriba y abajo.
-Quiero verte...
-¿Qué quieres ver, cielo? -preguntó él, apartando un tanto los calzoncillos y dejando al descubierto sus testículos. También su mano oculta quedó a la vista. (TN) vio cómo se la deslizaba por debajo de los testículos y los levantaba-. ¿Quieres ver esto?
(TN) asintió.
-¿Y eso es todo? ¿Hay algo más que quieras ver?
-Quiero verte a ti entero..., desnudo.
Nicholas se deslizó los dedos por los testículos, acariciándoselos.
-¿Qué es exactamente lo que quieres ver? Cuéntame -la instó.
-Quiero ver... -susurró ella, lamiéndose los labios-...quiero verte ¿el pene?
Nicholas soltó una carcajada.
-Recuerdo que en su día utilizaste otra palabra para designarlo.
(TN) se ruborizó y soltó una risita.
-La polla, quiero verte la polla.
Nicholas sonrió de oreja a oreja.
-Me encanta cuando dices cosas sucias.
Dejó caer los calzoncillos y (TN) contuvo el aliento. Nicholas tenía una polla larga, gruesa y dura, con el glande morado por el deseo de penetrarla.
-Aquí la tienes, cariño. ¿Qué quieres que haga con ella ahora?
-Tráela aquí -dijo ella, con la voz ronca por la excitación.
Nicholas se sentó en la cama junto a ella y (TN) le acarició el abdomen, deleitándose en las duras ondulaciones de sus músculos. Deslizó sus dedos y rodeó con ellos su miembro erecto. Recorrió con las yemas la corona alrededor de la polla. Al instante, se inclinó hacia delante y lo lamió, luego se metió la punta de su pene en la boca. Describió alrededor de ella unos cuantos círculos con la lengua. Nicholas gimió.
-No, (TN), para. -La detuvo, cogiéndola suavemente de los hombros y apartándola.
Ella apartó la boca y lo miró.
-¿Qué pasa? -preguntó con una voz dubitativa, sintiendo de pronto que su confianza en ella misma se le caía a los pies.
Clavó la mirada en sus manos, enlazadas en su regazo. Temía no ser capaz de complacerlo. El le alzó la barbilla y la miró a los ojos.
-No pongas esa cara, cielo. Lo que me estabas haciendo era genial -le aseguró, y su pene se movió arriba y abajo en señal de confirmación-. Lo que ocurre es que quiero concentrarme en darte placer a ti.
-Pero tocarte me da placer.
Nicholas sonrió.
-Me alegro -dijo, besándola con ternura-. Hagamos un trato. ¿Qué me dices si te dejo tocarme cuanto quieras, pero después de que me pidas que te haga algo?
(TN) se emocionó. Nicholas quería que lo tocara y quería complacerla.
-De acuerdo. Me gustaría que me desnudaras.
Nicholas deslizó la mano por los botones de su blusa.
-Sé más específica.
-Quiero..., quiero que me quites la blusa.
Nicholas deslizó los dedos hasta el cuello. El roce de sus yemas en la piel, mientras le desabrochaba el primer botón, le hizo sentir un escalofrío. Nicholas descendió tocándole la piel hasta el segundo botón y lo desabotonó. Para cuando le liberó el último, el del vientre, a (TN) le ardía la piel.
Nicholas le deslizó la blusa por los hombros y se la sacó por los brazos. (TN) temblaba. Nicholas posó la mirada en sus pechos, que amenazaban con desbordar el sujetador de aros negro. Los contempló, pero no los tocó..., y ella deseaba que los tocara... desesperadamente. Se inclinó hacia delante y lo besó, acariciándole las sienes con las manos.
-¿Qué quieres, (TN)? -susurró él, con una voz ronca y sensual que le hizo estremecerse.
-Quiero que me acaricies los pechos -murmuró ella, con la voz grave por la excitación.
Nicholas acarició con las yemas de sus dedos la carne blanca que sobresalía por encima del sujetador. Con la otra mano le cogió un pecho por debajo, envolviéndolo con su calidez.
(TN) sintió la necesidad de desprenderse de la puntilla para notar las manos de Nicholas sobre su piel. Le acarició la oreja con la frente, luego sopló con suavidad y susurró:
-Quítame el sujetador.
El deslizó las manos hasta su espalda, le desabrochó el sujetador y se lo despegó lentamente del cuerpo.
-(TN), tienes los pechos más bonitos del mundo -le dijo, acariciándoselos y deteniéndose a rozarle con las yemas de los dedos los pezones, que se endurecieron y agrandaron agradecidos.
(TN) quería más.
-Quiero que... -gimió, lamiéndose los labios.
-¿Qué? -la instó él.
-Quiero que me los beses.
Bubu ✌
Re: "●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
jajajaja
fue ..
demasiado hot :P
jajajajaja ...
este nick ..
que cosas dice y hace ..
se nota que es nada que ver con jerry !
buenisimoo el cap
siiiguelaaaaaaaaaaaaa
fue ..
demasiado hot :P
jajajajaja ...
este nick ..
que cosas dice y hace ..
se nota que es nada que ver con jerry !
buenisimoo el cap
siiiguelaaaaaaaaaaaaa
Ciin :)
Re: "●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
waohh pero k capi
uhh esos dos k cosas se dicen
siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
uhh esos dos k cosas se dicen
siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
yessi jobrOss
Re: "●- Dos son Mejor que Uno -●" (NickJonas&Tú)
QUIEN LLEGO??!!! ALEJANDRAA! jajajaa awwwnnss llegue! :lol!: la amo la amooo!!! ESQE ES TAN HOTT! jaja TIENES QE SEGUIRLAA :DD ooh sii siii el nick es su facetaaa HOOT no me lo imaginooo asi de pervertido! ((y eso qe ya subi una de el!))....jo!
#Alejandra
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