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This Game Is Over {Audiciones Abiertas.
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Re: This Game Is Over {Audiciones Abiertas.
- Código:
Hola, siempre sueño que te dejo mi ficha, pero algo que está mal en mi cel, no me deja, como verás esto se publica como code, cuando pueda arreglarlo, te lo dejo, si¿.
Besos
chenyeol.
Re: This Game Is Over {Audiciones Abiertas.
Fernanda Aleman :* escribió:
- Código:
Hola, siempre sueño que te dejo mi ficha, pero algo que está mal en mi cel, no me deja, como verás esto se publica como code, cuando pueda arreglarlo, te lo dejo, si¿.
Besos
Claro cielo, espero tu problema se arregle pronto y puedas publicar tu ficha. Besos xx
Invitado
Invitado
Re: This Game Is Over {Audiciones Abiertas.
urghuerbgurtbg
AI WUAN AUDICIONAR
Adry em conoce {que malota ella, baneada} pero tu no so mi nombre es angelina pero no me llames así, llámame Angie, Ann o como quieras; tengo catorce {quince el once de enero} y soy española.
Más tarde te dejo mi ficha ^^
AI WUAN AUDICIONAR
Adry em conoce {que malota ella, baneada} pero tu no so mi nombre es angelina pero no me llames así, llámame Angie, Ann o como quieras; tengo catorce {quince el once de enero} y soy española.
Más tarde te dejo mi ficha ^^
Spark.
Re: This Game Is Over {Audiciones Abiertas.
Angel Of Darkness escribió:urghuerbgurtbg
AI WUAN AUDICIONAR
Adry em conoce {que malota ella, baneada} pero tu no so mi nombre es angelina pero no me llames así, llámame Angie, Ann o como quieras; tengo catorce {quince el once de enero} y soy española.
Más tarde te dejo mi ficha ^^
Hola Ann, asdfgg me alegra que vayas a audicionar. So espero tu gaucha ansiosa bombona <3
Ah, no tanto la Adry fue baneada da por malota lol
Asdfg me encanta tu avy, eso, bai, te espero c:
Invitado
Invitado
Re: This Game Is Over {Audiciones Abiertas.
||Representante: Liz Gillies || Nombre del personaje femenino: Amanda Louise García Thompson || Nombre del personaje masculino: Niall Horan ||
Por que quieres participar: Me encantó la idea y la vi diferente al resto por lo de "gamers" así que me llamó más aún la atención y me gustaría poder ser una de las escritoras.
En spoiler algún capítulo o Shot:
- fuckin' perfect | capítulo 3 | n.c:
- Capítulo 03.─ ¡Adiós, señor McGire! – Exclamó Angie con una sonrisa mientras iba comiendo sus chuches de colores.
─ ¡Adiós, chica gominola!
Así la conocían en su barrio. Siempre que paseaba las mañanas de los días festivos, la acompañaba una pequeña bolsa rosa llena de pequeñas bolitas de gominolas de colores. Eran sus favoritas, y estaban llenas de droga, la cual era diferente dependiendo el color exterior de la chuche escogida.
Aparentemente podía parecer una niña bien y pija, tonta y distraída, aunque eso era a causa de los mágicos polvos. Por la noche era diferente.
Angie llegó al estudio que compartía con Jennifer, su compañera de hazañas. Desde que sus padres descubrieron lo que realmente hacía su preciosa hija, le ofrecieron cambiar o se marcharía de casa, y directamente eligió lo segundo.
─ ¿Conseguiste más ropa? – Preguntó la morena a su pelirroja amiga obteniendo una respuesta afirmativa de su parte. La ropa la cogían de los contenedores que había detrás de la Iglesia.
Llegadas las diez de la noche, Angie cambió sus ropas por otras más oscuras, los botines marrones por unos negros, y sus chuches por una botella de vodka rumbo a la mejor –y más lejana- discoteca de la ciudad donde la conocían como Angel, Angel White.
Se acabó la botella a mitad de camino, y a duras penas llegó a la disco donde el guardia la dejó pasar pese a no cumplir la edad permitida.
Entró y fue directa a la barra donde se puso a charlar con el camarero, Mark, quien la conocía des de corta edad.
Angel dejó de prestarle atención cuando un chico, muy diferente de los que por aquí vagaban, se acercó a la barra para pedir dos chupitos, vodka y una Coca-Cola. «Qué raro…» Pensó Angie.
Casi nunca nadie pedía nada que no fuese alcohol, cosa que también extrañó a Mark pero a ese chico no pareció importarle.
El desconocido hizo una especie de seña a sus amigos mientras él le daba un trago a la Coca-Cola que había pedido. Angie empezó a caminar para dirigirse a los servicios chocándose con él en el camino.
─ Perdón... – Dijo ella visiblemente borracha obteniendo una mirada aparentemente de desaprobación por parte del chico.
La chica siguió caminando hacía el servicio y él empezó a seguirla. Al salir, encontró al chico enfrente.
─ Hola, chico-cola, ¿me acompañas a por un poco de vodka? – Dijo ella casi sin sostenerse sola.
─ No, claro que no. Donde te acompañaré será a tu casa. ¿Te acuerdas de tu dirección? – Preguntó aunque ya se imaginaba la respuesta.
─ ¡Pff…! ¡Ni siquiera me acuerdo de mi nombre! Creo que empezaba por “A”. ¿O era por “N”?...
– Angel soltó una pequeña risa e hizo un amago de caerse pero él la agarró a tiempo. Con la chica apoyada en su hombro, se dirigió hacia la barra para haber si conseguía algo de información del camarero acerca de la chica.
─ Se llama Angel White, vive a dos manzanas de la iglesia del pueblo, enfrente de un estanco. – Le contestó. «Mierda, eso está bastante lejos.»
Le pidió el coche a su mejor amigo, Jordan y le dijo que era una conocida, lo cual le extrañó puesto que desde hace tres años no se relacionaba con gente que se alcoholizara demasiado. Cuando superó su problema se prometió a si mismo que nunca volvería a beber, y llevaba treinta y seis meses seco.
Angie se pasó todo el camino haciendo preguntas que él no contestaba, y mirando por la ventana contemplando las calles vacías. Al llegar, ayudó a Angie salir del coche.
─ No necesito ayuda, estoy borracha no paralítica. – Contestó seria aunque seguidamente se puso a reír.
Ella picó al timbre, y nadie abrió. El castaño observó como una chica pelirroja se asomaba pero no se acercaba a la puerta.
─ Mierda. Estará con Mike. – Dijo sentándose en el escalón e intentando encontrar una mejor posición. ─ Tendré que esperar aquí hasta que se vaya…
Era una auténtica desconocida pero tampoco iba a dejar que se quedase sola aguantando el frío de las heladas calles de esa ciudad inglesa.
─ Vamos, te vienes conmigo. – Le dijo no del todo convencido.
─ Pero ni siquiera sé tu nombre. – Habló Angie mirándole con los ojos entrecerrados.
─ ¿Para qué decírtelo si mañana no te acordarás? – Preguntó irónico pero ella seguía mirándole. ─ Liam, me llamo Liam. Ahora vamos a mi casa.
─ Aish… Si es que soy atractiva hasta borracha. – Exclamó ella y seguidamente cayó en los brazos de Morfeo.
- fuckin' perfect | capítulo 8 | n.c:
- Capítulo 08.Cuando ya estaba en frente de su apartamento, Liam aparcó el coche en frente y observó como la chica que había “conocido” (si así podía decirse) en la discoteca, dormía plácidamente en el asiento del copiloto. ¡Hasta parecía un ángel tal y como su nombre indicaba! Qué pena que no lo fuese…
No pudo despertarla así que la agarró en brazos y como pudo abrió la puerta principal.
Cuando ya estaba en su piso, dejó a Angel en el sofá, le sacó los botines y la llevó otra vez en brazos pero esta vez hasta su cama.
No sabía que estaba haciendo.
Después de lo que pasó no creía que sería él quien ayudaría a alguien con el mismo problema que tuvo en su momento. Bueno, aún no la estaba ayudando, pero es lo que pretendía hacer. No sabía por qué, pero lo necesitaba.
Él se desvistió y se quedó solo con los calzoncillos y se puso unos pantalones a cuadros azules preparándose para dormir esta vez en su sofá.{അ}
Angie despertó algo aturdida y con una resaca que no se la quitaría ni la mejor de las pastillas. Y no, no me refiero a las de la farmacia.
Cuando ya abrió sus ojos, se dio cuenta que esa no era su habitación. Demasiado oscura. Tampoco era su cama. Demasiado grande. Y menos su apartamento. Demasiado caro.
Observó más detenidamente la habitación, cuando una voz masculina que no reconoció la sobresaltó.
─ ¿Interesante mi habitación? ─ Preguntó Liam curioso apoyado en el marco de la puerta.
─ ¿Qué hago aquí? ¿Quién eres? ¿Dónde estoy? ¿Cómo llegué hasta aquí? ─ Replicó sin respirar la morena la cual acabó sin aire y emitió un sonoro suspiro. ─ Perdón, pero no te conozco, y no sé qué hago aquí, ¿puedes decírmelo, por favor? ─ Fue educada y tímida. No solía hablar con desconocidos y el único chico con el que había mantenido una conversación en el último año fue con Mike, y eso no le agradaba demasiado.
─ ¡Claro! Pues estabas borracha y te acompañé hasta tu casa pero solo vi a una chica pelirroja que no quiso abrir la puerta, tú dijiste que te quedarías esperando en la entrada pero hacía frío así que decidí que te llevaría a mi casa. No te preocupes, fue con buena intención. Ni soy un violador, ni un psicópata que quiere arrancarte los intestinos para venderlos al mercado negro. ─ De acuerdo. Quizás se pasó un poco, pero ese era su humor y no podía evitarlo.
Ella soltó una risa nerviosa pero pareció hacerle gracia su comentario y le siguió la corriente.
─ Sí, creo que eso me alivia bastante pero, ¿cómo sé que no me estas mintiendo y manipulando para luego torturarme? ─ Le devolvió. Liam soltó una pequeña risa.
─ Pues no lo sabes. Tendrás que confiar en mi palabra. ─ Terminó con un tono divertido. ─ Ahora enserio, ¿quieres algo? ─ Preguntó.
─ ¿Dónde está el baño?{അ}
Liam se encontraba conduciendo hacia el apartamento de Angel. Se mantenía callada y algo perdida. No había querido comer absolutamente nada, y eso le preocupó.
─ Una pregunta… ─ Comenzó ella sacándole de sus pensamientos. ─ ¿Por qué me llevaste a tu casa? Es decir, sé que me lo has dicho ─ Angie no pudo evitar soltar una pequeña risa recordando la “conversación” de antes. ─ pero no cualquiera lo hubiese hecho, ¿por qué tu sí?
─ Porque si te hubiese dejado allí, quien sabe que te hubiese pasado, en tu estado te podría haber pasado cualquier cosa…
─ ¿Por qué te preocupan tanto los borrachos? ¿Eres algún ayudante de caridad o algo parecido? ─ Angie empezaba a alterarse. No le gustaba que sintiesen pena por ella. Ella misma eligió su vida, nadie la obligó, y nadie podrá obligar a salir de ella.
─ No es por pena si es lo que piensas. Yo también fui un borracho que no quería ayuda, pero al final la tuve, y no me arrepiento de ello. Esto no es una cadena de favores, lo hago porque quiero, y porque seguro que antes de ser una borracha tenías sueños, metas a las que llegar que se quedaron en el olvido después de elegir la salida más fácil.
─ Sí, pero seguro que tú tuviste un motivo para salir de aquella “mala” vida, pero yo no lo tengo. ─ Replicó. Se levantó y dio un portazo a la puerta del coche. ─ Y gracias por traerme, y por haberme dejado dormir en tu casa, pero no necesito más tu ayuda.
Angie entró a su casa dispuesta a seguir con su misma vida, como si este día no hubiese existido. Dispuesta a seguir drogándose por la mañana y emborrachándose por la noche. Dispuesta a seguir con la misma rutina.
Liam arrancó el coche con las palabras de Angel en mente: «Tú tuviste un motivo para salir de aquella “mala” vida, pero yo no lo tengo.»
Ella tenía razón, tuvo un motivo, el amor. Su novia lo animó a cambiar, a ser el Liam de antes. ¿Para qué? Si luego se desapareció y no dejo rastro. Hasta que un día él la vio por la calle con un chico, besándose y cogidos de la mano. Le hizo un favor; sí, pero si luego pensaba irse, ¿Por qué le hizo cambiar? Él estaba bien siendo un borracho.
Pero se prometió no recaer, y no lo hizo. No volvió a los bares que solía frecuentar, ni a salir con malas compañías. Ya no tenía un motivo para seguir limpio, pero él lo encontró: la propia felicidad.
Y ahora, sin que él se lo imaginase, estaba dispuesto a hacer que Angel encontrase un motivo para volver a ser la que algún día seguro que fue. Para poder cumplir todas sus metas.
Encontraría un motivo para que Angel saliese de la mala vida en la que se encontraba.
Spark.
Re: This Game Is Over {Audiciones Abiertas.
Angel Of Darkness escribió:
||Representante: Liz Gillies || Nombre del personaje femenino: Amanda Louise García Thompson || Nombre del personaje masculino: Niall Horan ||
Por que quieres participar: Me encantó la idea y la vi diferente al resto por lo de "gamers" así que me llamó más aún la atención y me gustaría poder ser una de las escritoras.
En spoiler algún capítulo o Shot:
- fuckin' perfect | capítulo 3 | n.c:
Capítulo 03. ─ ¡Adiós, señor McGire! – Exclamó Angie con una sonrisa mientras iba comiendo sus chuches de colores.
─ ¡Adiós, chica gominola!
Así la conocían en su barrio. Siempre que paseaba las mañanas de los días festivos, la acompañaba una pequeña bolsa rosa llena de pequeñas bolitas de gominolas de colores. Eran sus favoritas, y estaban llenas de droga, la cual era diferente dependiendo el color exterior de la chuche escogida.
Aparentemente podía parecer una niña bien y pija, tonta y distraída, aunque eso era a causa de los mágicos polvos. Por la noche era diferente.
Angie llegó al estudio que compartía con Jennifer, su compañera de hazañas. Desde que sus padres descubrieron lo que realmente hacía su preciosa hija, le ofrecieron cambiar o se marcharía de casa, y directamente eligió lo segundo.
─ ¿Conseguiste más ropa? – Preguntó la morena a su pelirroja amiga obteniendo una respuesta afirmativa de su parte. La ropa la cogían de los contenedores que había detrás de la Iglesia.
Llegadas las diez de la noche, Angie cambió sus ropas por otras más oscuras, los botines marrones por unos negros, y sus chuches por una botella de vodka rumbo a la mejor –y más lejana- discoteca de la ciudad donde la conocían como Angel, Angel White.
Se acabó la botella a mitad de camino, y a duras penas llegó a la disco donde el guardia la dejó pasar pese a no cumplir la edad permitida.
Entró y fue directa a la barra donde se puso a charlar con el camarero, Mark, quien la conocía des de corta edad.
Angel dejó de prestarle atención cuando un chico, muy diferente de los que por aquí vagaban, se acercó a la barra para pedir dos chupitos, vodka y una Coca-Cola. «Qué raro…» Pensó Angie.
Casi nunca nadie pedía nada que no fuese alcohol, cosa que también extrañó a Mark pero a ese chico no pareció importarle.
El desconocido hizo una especie de seña a sus amigos mientras él le daba un trago a la Coca-Cola que había pedido. Angie empezó a caminar para dirigirse a los servicios chocándose con él en el camino.
─ Perdón... – Dijo ella visiblemente borracha obteniendo una mirada aparentemente de desaprobación por parte del chico.
La chica siguió caminando hacía el servicio y él empezó a seguirla. Al salir, encontró al chico enfrente.
─ Hola, chico-cola, ¿me acompañas a por un poco de vodka? – Dijo ella casi sin sostenerse sola.
─ No, claro que no. Donde te acompañaré será a tu casa. ¿Te acuerdas de tu dirección? – Preguntó aunque ya se imaginaba la respuesta.
─ ¡Pff…! ¡Ni siquiera me acuerdo de mi nombre! Creo que empezaba por “A”. ¿O era por “N”?...
– Angel soltó una pequeña risa e hizo un amago de caerse pero él la agarró a tiempo. Con la chica apoyada en su hombro, se dirigió hacia la barra para haber si conseguía algo de información del camarero acerca de la chica.
─ Se llama Angel White, vive a dos manzanas de la iglesia del pueblo, enfrente de un estanco. – Le contestó. «Mierda, eso está bastante lejos.»
Le pidió el coche a su mejor amigo, Jordan y le dijo que era una conocida, lo cual le extrañó puesto que desde hace tres años no se relacionaba con gente que se alcoholizara demasiado. Cuando superó su problema se prometió a si mismo que nunca volvería a beber, y llevaba treinta y seis meses seco.
Angie se pasó todo el camino haciendo preguntas que él no contestaba, y mirando por la ventana contemplando las calles vacías. Al llegar, ayudó a Angie salir del coche.
─ No necesito ayuda, estoy borracha no paralítica. – Contestó seria aunque seguidamente se puso a reír.
Ella picó al timbre, y nadie abrió. El castaño observó como una chica pelirroja se asomaba pero no se acercaba a la puerta.
─ Mierda. Estará con Mike. – Dijo sentándose en el escalón e intentando encontrar una mejor posición. ─ Tendré que esperar aquí hasta que se vaya…
Era una auténtica desconocida pero tampoco iba a dejar que se quedase sola aguantando el frío de las heladas calles de esa ciudad inglesa.
─ Vamos, te vienes conmigo. – Le dijo no del todo convencido.
─ Pero ni siquiera sé tu nombre. – Habló Angie mirándole con los ojos entrecerrados.
─ ¿Para qué decírtelo si mañana no te acordarás? – Preguntó irónico pero ella seguía mirándole. ─ Liam, me llamo Liam. Ahora vamos a mi casa.
─ Aish… Si es que soy atractiva hasta borracha. – Exclamó ella y seguidamente cayó en los brazos de Morfeo.
- fuckin' perfect | capítulo 8 | n.c:
Capítulo 08. Cuando ya estaba en frente de su apartamento, Liam aparcó el coche en frente y observó como la chica que había “conocido” (si así podía decirse) en la discoteca, dormía plácidamente en el asiento del copiloto. ¡Hasta parecía un ángel tal y como su nombre indicaba! Qué pena que no lo fuese…
No pudo despertarla así que la agarró en brazos y como pudo abrió la puerta principal.
Cuando ya estaba en su piso, dejó a Angel en el sofá, le sacó los botines y la llevó otra vez en brazos pero esta vez hasta su cama.
No sabía que estaba haciendo.
Después de lo que pasó no creía que sería él quien ayudaría a alguien con el mismo problema que tuvo en su momento. Bueno, aún no la estaba ayudando, pero es lo que pretendía hacer. No sabía por qué, pero lo necesitaba.
Él se desvistió y se quedó solo con los calzoncillos y se puso unos pantalones a cuadros azules preparándose para dormir esta vez en su sofá.{അ}
Angie despertó algo aturdida y con una resaca que no se la quitaría ni la mejor de las pastillas. Y no, no me refiero a las de la farmacia.
Cuando ya abrió sus ojos, se dio cuenta que esa no era su habitación. Demasiado oscura. Tampoco era su cama. Demasiado grande. Y menos su apartamento. Demasiado caro.
Observó más detenidamente la habitación, cuando una voz masculina que no reconoció la sobresaltó.
─ ¿Interesante mi habitación? ─ Preguntó Liam curioso apoyado en el marco de la puerta.
─ ¿Qué hago aquí? ¿Quién eres? ¿Dónde estoy? ¿Cómo llegué hasta aquí? ─ Replicó sin respirar la morena la cual acabó sin aire y emitió un sonoro suspiro. ─ Perdón, pero no te conozco, y no sé qué hago aquí, ¿puedes decírmelo, por favor? ─ Fue educada y tímida. No solía hablar con desconocidos y el único chico con el que había mantenido una conversación en el último año fue con Mike, y eso no le agradaba demasiado.
─ ¡Claro! Pues estabas borracha y te acompañé hasta tu casa pero solo vi a una chica pelirroja que no quiso abrir la puerta, tú dijiste que te quedarías esperando en la entrada pero hacía frío así que decidí que te llevaría a mi casa. No te preocupes, fue con buena intención. Ni soy un violador, ni un psicópata que quiere arrancarte los intestinos para venderlos al mercado negro. ─ De acuerdo. Quizás se pasó un poco, pero ese era su humor y no podía evitarlo.
Ella soltó una risa nerviosa pero pareció hacerle gracia su comentario y le siguió la corriente.
─ Sí, creo que eso me alivia bastante pero, ¿cómo sé que no me estas mintiendo y manipulando para luego torturarme? ─ Le devolvió. Liam soltó una pequeña risa.
─ Pues no lo sabes. Tendrás que confiar en mi palabra. ─ Terminó con un tono divertido. ─ Ahora enserio, ¿quieres algo? ─ Preguntó.
─ ¿Dónde está el baño?{അ}
Liam se encontraba conduciendo hacia el apartamento de Angel. Se mantenía callada y algo perdida. No había querido comer absolutamente nada, y eso le preocupó.
─ Una pregunta… ─ Comenzó ella sacándole de sus pensamientos. ─ ¿Por qué me llevaste a tu casa? Es decir, sé que me lo has dicho ─ Angie no pudo evitar soltar una pequeña risa recordando la “conversación” de antes. ─ pero no cualquiera lo hubiese hecho, ¿por qué tu sí?
─ Porque si te hubiese dejado allí, quien sabe que te hubiese pasado, en tu estado te podría haber pasado cualquier cosa…
─ ¿Por qué te preocupan tanto los borrachos? ¿Eres algún ayudante de caridad o algo parecido? ─ Angie empezaba a alterarse. No le gustaba que sintiesen pena por ella. Ella misma eligió su vida, nadie la obligó, y nadie podrá obligar a salir de ella.
─ No es por pena si es lo que piensas. Yo también fui un borracho que no quería ayuda, pero al final la tuve, y no me arrepiento de ello. Esto no es una cadena de favores, lo hago porque quiero, y porque seguro que antes de ser una borracha tenías sueños, metas a las que llegar que se quedaron en el olvido después de elegir la salida más fácil.
─ Sí, pero seguro que tú tuviste un motivo para salir de aquella “mala” vida, pero yo no lo tengo. ─ Replicó. Se levantó y dio un portazo a la puerta del coche. ─ Y gracias por traerme, y por haberme dejado dormir en tu casa, pero no necesito más tu ayuda.
Angie entró a su casa dispuesta a seguir con su misma vida, como si este día no hubiese existido. Dispuesta a seguir drogándose por la mañana y emborrachándose por la noche. Dispuesta a seguir con la misma rutina.
Liam arrancó el coche con las palabras de Angel en mente: «Tú tuviste un motivo para salir de aquella “mala” vida, pero yo no lo tengo.»
Ella tenía razón, tuvo un motivo, el amor. Su novia lo animó a cambiar, a ser el Liam de antes. ¿Para qué? Si luego se desapareció y no dejo rastro. Hasta que un día él la vio por la calle con un chico, besándose y cogidos de la mano. Le hizo un favor; sí, pero si luego pensaba irse, ¿Por qué le hizo cambiar? Él estaba bien siendo un borracho.
Pero se prometió no recaer, y no lo hizo. No volvió a los bares que solía frecuentar, ni a salir con malas compañías. Ya no tenía un motivo para seguir limpio, pero él lo encontró: la propia felicidad.
Y ahora, sin que él se lo imaginase, estaba dispuesto a hacer que Angel encontrase un motivo para volver a ser la que algún día seguro que fue. Para poder cumplir todas sus metas.
Encontraría un motivo para que Angel saliese de la mala vida en la que se encontraba.
FICHA ACEPTADA
Ann ¿que te digo? me encanta tu forma de escribir cielo estas mas que aceptada. Gracias por audicionar y suerte! <3
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