Re: El hermano de la novia (Joe Jonas)

por **xlivelikeitsnowornever** Sáb 14 Dic 2013, 11:18 pm

Capítulo ocho
Si tuviera alguna amiga a quién contarle acerca de que me emborraché en las vegas, lo haría. Le diría que fue con un chico guapo y que él usualmente lo hacía, incluso si sé que no es verdad, sólo para probar si, a pesar de que estará celosa como el infierno, me diría: “Eres la mierda.”
Pero no tengo amigas.
Tengo una resaca y fragmentos de la noche que pasé. Tengo una vida cayéndose a pedazos, pero solo para mí, porque para las personas que me rodean, todo parece ir mejor que nunca.
Tengo una promesa que no quiero cumplir y espero que Joe no recuerde como yo hago.
— ¡Fue adorable! — grita la madre de Abbi y quiero golpearla. Tomo otro sorbo de café, Joe está encorvado junto a mí haciendo lo mismo—. Mira quiénes decidieron levantarse. Chris dijo que no los molestásemos, supongo que tiene razón, pero se perdieron las probadas de banquete — camina hasta Joe y sacude su cabello. Los demás entran y mamá me sonríe débilmente. Le sonrío de vuelta.
— Estuvo bueno, parece — comenta Joe terminando su café, yo doy otro sorbo al mío. Es el café más malo y cargado que he probado en mi vida. Estoy sobria, no necesito esto y parece que Chris es un idiota con i mayúscula.
— Lamento no haber podido ir — Chris besa a Abbi y yo quiero vomitar de nuevo.
— No hay problema. Fue solo la entrada y el postre. Sé lo que te gusta, no fue complicado — y suena un “ahh” masivo en la habitación. Me termino el café de un trago.
— ¿Salimos? — Pregunta Joe y yo lo miro con las cejas arriba.
— ¿Tan confianzudo? — Pregunto y él sonríe.
— Parece que están haciendo buenas migas — dice el padre de Joe y él asiente—. Anoche ¿no les pareció oír un ruido acá abajo?
— No — digo casi en un grito.
— Seguro fue la madera, está vieja — dice la mamá de Joe—. Recuerda que esta casa está hace rato, cariño.
— ¿Crees en los fantasmas, papá? — se burla Abbi y todos ríen.
Salgo con Joe de la casa, a paso lento. Ruego que no recuerde mi promesa de anoche, pero para mi suerte, irónicamente hablando, lo recuerda.
— Hiciste una promesa — dice y yo sonrío por mi mala suerte.
— Estaba borracha.
— La hiciste, de todas formas.
— Da igual — lo miro y él suspira.
— Lamento lo que pasó.
— Da igual.
— No da igual — detiene cansado—. Importa.
— A nadie le importo, Joe. Mucho menos a ti — él suspira y sacude la cabeza.
— Me frustras, Aurora — dice cansado—. Me gustas, pero eres tan terca y dura — lo dijo sobrio. Maldición. Dijo que gustaba de mí sobrio.
— Cállate, Joe.
— ¿Estás asustada?
— Tengo un novio.
— ¿Tú ex?
Contengo mi respiración. ¿Cómo lo sabía?
— Chris lo comentó a Abbi y oí sin quererlo.
— ¿Sin quererlo, o espiando? — me alejo un paso.
— Sin quererlo. Lo lamento. No tuve, es solo que me… —trata de acercarse.
— Aléjate — pido y él se acerca más.
— ¿Qué es lo que te hace tener tantas murallas? — Pregunta mientras me toma por los brazos, ¿él enserio cree que yo le dejaré pasar? Nadie nunca pasa a través de mis murallas, mucho menos él, un aparecido que me metió en problemas.
— ¿Qué te importa? — digo molesta—. Tú no sabes nada. Eres el hijito de papá. El bebé de la casa.
— Tú también — dice con una media sonrisa. Claro, soy la menor, pero jamás he tenido las regalías que él parece tener.
— ¡Tú no conoces mi vida! ¡Jamás he tenido el lujo de ser la hijita de papá o el bebé de la casa! — Él me deja ir y yo tapo mi rostro.
— Auro…
— Di mi nombre, y olvídate de tú rostro perfecto — digo y él comienza a reír.
— ¿Crees que tengo el rostro perfecto? — Lo vuelvo a mirar.
— A pesar de la cicatriz que tienes en el entrecejo, sí. Pero eso no significa que crea que es bonito — justifico.
— Lo perfecto es bonito — dice acercándose. Seguramente piensa que ganó este round y cree que está trizando mi protección, pero no es de esa forma.
— Lo perfecto es algo sobreestimado. Las imperfecciones son bonitas, ¿sabes por qué? — Pregunto y él sacude la cabeza—. Porque significa que no están tratando de ser como la perfección impuesta por los demás, están solo siendo ellas mismas.
— Entonces, debo decir que eres mi imperfección favorita — sonríe tímidamente y mete las manos a sus jeans—. Lo digo enserio.
— ¿Por qué tan interesado en mí? — pregunto y él se encoge de hombros.
— Veo algo en ti que estoy seguro, tú no puedes ver en ti misma.
Nos quedamos en silencio, me quedo mirándolo y él a mí. Quizá eso es verdad pero, ¿cómo habría tenido yo la oportunidad de verme a mí misma, si siempre he estado preocupada de los demás?
Ahora, con mamá retomando su trabajo y Chris sacando su título podría recién pensar algo en mí. Jamás me había detenido frente a un espejo a mirar si mi cabello lucía peinado o mi atuendo me gustaba.
Pasaba varios días de la semana trabajando, para ayudar en casa y a Chris. Luego acompañaba a Max y Jamie a sus tocatas y mini presentaciones. No había tiempo para mí en eso.
— Lo estás haciendo — dice y yo levanto la mirada.
— ¿Qué? — Y odio el tono de mi voz. Tan bajo y suave, como si hubiera echado todo abajo.
— Daño a ti misma.
Quiero responder algo, pero no encuentro una respuesta coherente.
— Chicos, vengan a comer un poco de helado — dice Abbi animadamente, miramos hacia atrás y su sonrisa se borra—. Oh, ¿están ocupados? Lo lamento.
— No, Abbi. Está bien. Ya vamos — digo enseguida y emprendo mi camino hacia la casa.
— No, Abbi. No iremos — Joe avanza hasta detenerme—. Abbi no se molestará, Aurora — comienza a mentir y yo lo miro sin poder creerlo—. Iremos por unas cosas al centro. Me prometió acompañarme y ahora se está zafando, ¿qué dice eso de ti, Aurora? — bromea y toma mi mano.
— Oh, Aurora, no me molesta en absoluto que ya hayas hecho planes. Estoy segura de que te estás aburriendo mucho acá — dice riendo—. Pásenla bien y Joe, no la arrastres a más cosas — y luego se entra.
Joe no avanza, se queda allí. Ambos estamos paralizados.
— ¿Lo sabe? —susurro.

— Eso parece — responde—. No, no. Estamos paranoicos. Seguramente lo dijo porque cree que te llevo a cosas aburridas — lanza la teoría y yo asiento—. Vamos.

por **helado00** Dom 15 Dic 2013, 3:48 pm

:O
No sabes como me encantan tus historias!! Sufro por eso y a la vez me encanta(? *bipolaridaddetectada*
hoo a la badass de aurora se le van a ir cayendo las murallas poco a poquito, ya va a ver ;)
Gracias por el cap!!!

por **xlivelikeitsnowornever** Mar 17 Dic 2013, 12:04 pm

helado00 escribió::O
No sabes como me encantan tus historias!! Sufro por eso y a la vez me encanta(? *bipolaridaddetectada*
hoo a la badass de aurora se le van a ir cayendo las murallas poco a poquito, ya va a ver ;)
Gracias por el cap!!!

te estoy haciendo bi-polar, soy una mala persona(?) ah. hehe, que se prepare aurora >:)

por **xlivelikeitsnowornever** Mar 17 Dic 2013, 12:04 pm

Capítulo nueve
Caminamos a través de las tiendas. Estamos en una pequeña ciudad a una hora de distancia de las vegas, no es como si tuvieras grandes tiendas.
Cada cierto tiempo, ves a algunos locos con poleras de “el área 51” o con frases tan pintorescas como: “carretera extraterrestre” o “yo he sido abducido”.
— Están locos aquí — murmuro, cuando un hombre apunta el cielo. Joe ríe y asiente.
— ¿No crees que exista algo más allá? No creo que estemos solos en el universo.
Suspiro. Yo lo estoy.
— Espero que hayan y que venga uno realmente ardiente a la Tierra, entonces me iré con él y seremos felices — me encojo de hombros y miro las vitrinas.
— Soy un alíen que vino por ti — dice divertido y yo le doy una media sonrisa.
— Debes ser un alíen para interesarte en mí.
— Tenías un novio, ¿Qué es lo que te sorprende de que yo esté interesado en ti? No eres una chica fea. De hecho, se voltean a verte.
Sonrío.
— No es mi parte física, tú estás interesado en mi forma de ser. Max jamás lo hizo. Oía mis problemas, a veces, pero solo me confortaba un rato. Tú quieres ir más allá y no sé qué pensar, porque eso son problemas grandes para ti, hermano — digo y él carcajea adorablemente. Me detengo frente a una tienda de bebés y me quedo mirando un caballo. Lucía como el mío—. Dios —susurro mirándolo. La crin disparada en todas direcciones. Tan oscuro. Con la sonrisa amable.
— ¿Estás embarazada? — Pregunta deteniéndose junto a mí—. ¿Esos son los grandes problemas?
— No… Es simplemente… — lo miro y sé que no le diré. No debo hacerlo. Él no tiene derecho para saber eso—. ¿Me invitarás un helado? Recuerda que me dejaste colgando con el que me ofreció tú hermana.
— ¿Quieres un helado? — Asiento—. Un helado tendrás, entonces.
Caminamos mientras ambos comemos helado.
— No soy el bebé de casa — comienza a contar lentamente—. Soy el de al medio, de hecho — me cuenta y yo me sorprendo.
— ¿Y tu hermano o hermana menor? — tengo miedo a preguntar. Siento que es demasiado personal y que deberé contarle algo también, además de que presiento que algo malo pasó.
— Mi hermano — comienza y lame su helado sin darle importancia al tema—. Es gay.
Contengo la respiración, ¿él acaso es homofóbico entonces?
— Papá se volvió loco — dice con una media sonrisa—. Él se fue de casa, ahora está viviendo cerca de Abbi y Chris.
— Espera, ¿Dónde estamos no es la casa de Abbi y Chris? — él sacude la cabeza.
— Es la nuestra. Papá dijo que deberíamos usarla, porque sabe que Abbi vive cerca de Brad. Y prefiere clavarse un tenedor en el ojo antes de verlo.
Genial.
— ¿Y él no vive con Abbi y Chris?
— Está viviendo solo. Dijo que no quería molestarlos y que con la ayuda que le dan es suficiente.
— ¿Y tú qué opinas?
— Que no puedo hacer nada en contra de papá. Voy a verlo, pero creo que no es suficiente — se encoge de hombros—. Este año decidí tomar más clases para verlos menos. En especial a papá.
Asiento y espero, espero que comience a decirme “te toca a ti”, pero él simplemente sigue lamiendo su helado.
— ¿No me preguntarás algo?
— ¿Quieres que lo haga? — Pregunta y yo niego—. No lo haré, entonces.
— Pensé que me habías contado…
— ¿Para qué me dijeses algo de vuelta? Oh, no. Lo dije porque quería contártelo.
Asiento y entonces él me detiene.
— Tranquila —dice y sus ojos brillan—. Aquí — limpia mi nariz y yo me siento como una niña pequeña.
— No tenías que hacerlo —me quejo.
— Tenía, no lo habrías notado y te verías como una tonta.
— ¿Una tonta?
— Una muy adorable — responde. Una media sonrisa se pone en mi rostro.
— Ten, entonces — mancho su cara con helado y él ríe. Hace lo mismo y luego comenzamos a reír.
Estoy riendo.
Él toma mi mano y me dirige hasta el auto.
— Tiempo de volver a casa — y no digo nada, solo me subo y espero a que parta.
***
Cuando él abre la puerta de la casa, todo está oscuro. Pasamos y cierro la puerta detrás de mí, él prende la luz.
— Creo que no hay nadie — comenta mirándome.
— Eres brillante — devuelvo con una sonrisa irónica. Él rueda los ojos.
— Así que, no tomas ni fumas — mete las manos detrás de su espalda y me mira con gesto inocente. Sacudo la cabeza. Sé que él lo sabe, luce como que es un fisgón empedernido.
— ¿Decepcionado?
— Contento — sacude un hombro—. Eres más tranquila de lo que pensé.
— ¿Piensas? — me da una mala mirada.
— ¿Por qué necesitas tratarme mal? — se acerca y yo doy un paso atrás—. ¿Soy una amenaza para ti? ¿Crees que tengo poder suficiente para romper tus murallas? — levanta las cejas con una sonrisa de que ha ganado, no lo ha hecho.
— Te trato mal porque eres un idiota fisgón.
— Tienes miedo — asegura. Miro a un costado. Quizá lo hago y odio darme cuenta de ello—. Tienes miedo, Aurora.
— ¿De qué? ¿De un tonto como tú?
— Parece que no soy un tonto — agarra mis brazos y mis piernas se topan con la mesita de centro—. Creo que tú lo eres.
— ¿Estás tratando de conquistarme? — arqueo una de las cejas y él sacude la cabeza.
— Estoy tratando de enamorarte.
Y me besa.
Él me está besando, y no es algo para llevar a la ligera. Es algo lleno de algo que desconozco. Me hace sentir un calor que es nuevo, se siente como estar protegida y ser querida al mismo momento.
Se aleja un poco y yo no quiero que eso termine. Puedo echarlo a volar luego.
Lo agarro por la polera y lo traigo hacia mí de nuevo.
Él me besa y yo subo mis manos por su pecho hasta poder enlazarlas en su cuello. Él hace lo mismo, pero enredando las manos alrededor de mi cintura.
Él se aleja un poco y nuestras narices se rozan. Nuestras respiraciones están agitadas.
— ¿Qué crees que haces? — Pregunta sin aliento y yo sacudo la cabeza. No le responderé, porque no sé qué es lo que en realidad estoy haciendo ni por qué lo hago. Así que uno mis labios a los suyos y luego él cae sobre un sillón y yo lo hago sobre él.
Él suelta un sonido desde la parte de atrás de su garganta que me obliga a meter las manos bajo su polera.
Él siempre mantiene las manos en mi cintura, lo cual comienza a molestarme. Me alejo y luego quito mi polera. Él se queda sin palabras y luego trata de balbucear algo inentendible, así que lo beso de nuevo.
Sus manos calientes se quedan estáticas en mi cintura. Así que las tomo y hago que sus manos viajen a través de mi torso.
Él suspira y luego agarra mis caderas, alejándome un poco de él.
— ¿Qué haces? — Pregunto mientras trato de quitar su polera.
— Detente, Aurora — pide en un susurro—. Detente.
— Debes estar loco — medio sonrío y trato de volver a besarlo, pero me detiene— ¿Joe?
— Sale.
— ¿Qué? — Pregunto sorprendida.
— ¡Que salgas! — dice molesto y yo me hago a un costado. Él se levanta del sillón y recoge mi polera, mientras lo miro desde el sillón sin creerlo. Me tiende la polera.
— ¿Joe? — Pregunto y algo nuevo nace dentro de mí: tengo rabia de que él me rechace—. ¿Acaso eres como tú hermano? — no mido las palabras. Él me mira sin creerlo.
— No lo dijiste.
— No, Joe — me levanto y me pongo la polera con rapidez. Llaves y voces suenan desde fuera—. Joe — pido.
— ¡Hola! — Chris aparece allí, le da una corta mirada a Joe y luego a mí. Joe me mira con molestia y dolor y luego sube con rapidez las escaleras, dando un portazo.
Me siento en el sillón devastada.
No había sentido algo como eso en años y lo arruinaba. Tomaba su confianza y se lo escupía en la cara.
— ¿Puedes decirme que pasó? — susurra.
— Mierda, Chris — me levanto y me descubro con lágrimas en los ojos. Subo las escaleras con rapidez.

Me meto en la habitación y luego me quedo sentada en la cama, mirando a la nada.
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por **Ed Sheeran** Miér 18 Dic 2013, 12:58 pm

Jajajajajajaja no pude evitar pensar en nuestro sensual amigo Luxen Daemon Black :enamorado:

Che... qué onda con Joe? es impotente o qué onda? okno, mentira mentira ijk :teespio: *no puedo con esta imagen*
Yo creo que Joe no quería estar con Aurora porque ella solo quería eso y no lo amaba de verdad, es eso no? ES ESOOOOO ah :|
Boe... seguila pronto ya quiero saber que carajos pasó ahí.

por **xlivelikeitsnowornever** Miér 18 Dic 2013, 2:17 pm

Ed Sheeran escribió:
Jajajajajajaja no pude evitar pensar en nuestro sensual amigo Luxen Daemon Black :enamorado:

Che... qué onda con Joe? es impotente o qué onda? okno, mentira mentira ijk :teespio: *no puedo con esta imagen*
Yo creo que Joe no quería estar con Aurora porque ella solo quería eso y no lo amaba de verdad, es eso no? ES ESOOOOO ah :|
Boe... seguila pronto ya quiero saber que carajos pasó ahí.

por que pensaste en daemon? :o fjlgkjfdlg KASJDLKJORIWUEOIRWER done, y más encima pones la foto con cara de loco de cage y naaah no se puede así. Si, es eso e.e

por **xlivelikeitsnowornever** Miér 18 Dic 2013, 2:21 pm

Capítulo diez
Bajo las escaleras y Joe va saliendo de la cocina. Trato de hablarle, pero él me evita y sale de la casa.
Genial. Ahora debo preocuparme porque me preocupa este idiota que no quiso que lo hiciésemos en el sillón.
Entro a la cocina, Abbi está alegremente cocinando algo y yo me siento en la mesa. ¿Debería quedarme aquí, si está solo ella? Esto sería incómodo como el infierno.
Quizá ella no me ha notado, quizá tengo oportunidad de salir de aquí.
— ¿Quieres huevos o te preparo algo especial? — Pregunta cuando he comenzado a levantarme. Ni siquiera se volteó a ver. Bruja.
— Tomaré los huevos — digo y ella asiente—. ¿Y los demás? — Pregunto, tratando de no hacer esto incómodo – para mí, ya que ella se ve perfectamente normal ante esto.
— Chris y tu padre salieron. Tú madre sigue durmiendo. Mis padres salieron de paseo y, bueno, Joe acaba de salir, al parecer — cuando ella se voltea y me tiende los huevos con amabilidad, me arrepiento de haberla llamado una perra.
— Gracias — murmuro.
— Así que, ¿quieres hablar de algo? — propone mientras me sirve café y se sirve uno a ella. ¿Quiere que le cuente lo de Joe? ¿Algo que vaya como: me besé con tu hermano en el sillón, creo que llegamos a segunda base, no quiso seguir así que le grité que es como tú hermano del que no debería saber pero él me contó porque confío en mí o…?
— De nada, creo — me encojo de hombros—. ¿Y tú?
— Quiero pedirte algo — sonríe confidente—. Quiero que seas una de mis damas…
— ¿Qué? — casi salto sobre ella—. No, tú debes tener amigas… — y yo no uso colores pasteles y sonrío todo el tiempo.
— Las tengo, pero una de ellas está embarazada — dice.
— ¿Qué tiene de malo? Creo que se verá bonito una panza de embarazo bajo el vestido — comento bebiendo café apresuradamente. Me quemo la lengua, pero nada es más tortuoso que esto.
— Claro que no, pero, el problema es que ella va a dar a luz — oh, mierda—. Para mi matrimonio, le agendaron la cesaría y bueno, no quiero poner a cualquier persona junto a mí en el altar.
— Correcto — asiento.
— ¿Entonces aceptas? Tendremos que probarte el vestido. Juro que no es feo — promete y yo asiento.
— Está bien, acepto — trato de sonreír y creo que lo logro. Ella me abraza.
— Genial. Será perfecto, espera a que Chris se entere.
***
Estamos en el almuerzo, estoy sentada comiendo un pedazo de carne cuando Joe llega y pasa de largo.
— Lo llamaré para almorzar — dice Abbi.
— Yo voy — me ofrezco—. Tú sirve tranquila — le sonrío y ella asiente.
Subo las escaleras y golpeo su puerta lentamente. Él abre y cuando me ve allí, cierra la puerta.
— Bien, entiendo. Quería pedirte disculpas y escucha esto, yo no lo hago dos veces — digo y escucho como se mueve detrás de la puerta—. Disculpa. No quise. Estaba molesta… O algo así. No me gustó el hecho de que me tratases de esa forma y supongo que no quería alejarme de ti y creo que sí, que acabo de decir esa mierda y me arrepentiré por suerte pero la cosa es que no puedes quedarte sin comer. Además, Abbi cocina tan bien… No puedes perdértelo, enserio — la puerta se abre y él aparece allí, con una sonrisa.
— ¿Por qué lo hiciste? — Pregunta.
— ¿Qué? ¿El joderla? ¿El decir eso de tú hermano? Te dije que me molestó que te alejases.
— ¿Por qué te molestó? — muerdo mi labio inferior. Si le explico por qué me molestó, él sabrá todo de mí.
— Un escalón cada vez — pido y él asiente.
— No tuve que besarte.
— Tuviste. Estuvo bien. Fui yo — y acabo de joderme de nuevo. Él sonríe abiertamente.
— ¿Te gusta que te bese?
— Soy la dama de bodas de tú hermana, ¿sabes que tiene una amiga a punto de dar a luz? Eso es raro. Tendrán el aniversario y el cumpleaños y seguramente los invitaran al cumpleaños pero ellos entonces no van a saber qué hacer o quizá podrán excusarse o… — digo chocadamente y él me besa cortamente.
— Bien.
Y baja las escaleras dejándome allí.
***
El papá de Joe cuenta la historia de cómo él jugaba fútbol americano cuando era más joven y cómo Joe aplicó y lo patearon fuera de la cancha cuando mi teléfono suena.
Me levanto y me alejo a aquel rincón oscuro del patio.
— ¿Eh? — Pregunto.
— ¡Rory! — la voz de Max suena del otro lado. Demasiado alegre como para estar sobrio.
— ¿Qué pasa?
— ¿No me extrañas? Yo lo hago — y comienza a llorar. Santo Dios. Yo, una persona completamente abstinente de bebidas alcohólicas (bueno, a excepción del número con Joe) sabía perfectamente que jamás debes dejar que alguien se emborrache con su teléfono a mano y con saldo.
— No, no lo hago. Corta y vete a casa.
— ¡No quiero irme a casa! ¡No! ¡Quiero estar contigo, Rory! — está llorando y quiero meter mi mano a través del teléfono para golpearlo.
— Cállate, Max.
— ¡Te amo! — dice y me congelo. Él jamás lo había dicho, nunca tuvo las pelotas, sobrio—. Quiero que estés conmigo, ¿Dónde mierda estás? ¿En las Vegas? Iré allá y nos casaremos. Lo prometo.
— Cállate, Max. Estás hablando porquerías — digo nerviosa.
— ¡Porquerías la chica con la que casi me acuesto! ¡Ella era nada! ¡Tú todo! Te escribí una maldita canción. Jamás te toqué o llevé a la cama, porque te respeto. Ahora te estoy ofreciendo mi amor y un matrimonio, sabes que no tengo mucho pero podemos hacer algo pequeño y bonito.
— Cállate — susurro, mi voz quebrándose. Por primera vez, tengo ansias de volver a lo que he dejado.
— Iré por ti, Rory.
— Llamaré a Jamie.
— ¡Llámalo! ¡Nadie me detendrá de ir por ti, Rory! Nos casaremos y te amaré como nadie — y se escucha el pitido.
Llamo a Jamie, pero no contesta.
Luego de tres intentos, le dejo un mensaje, aunque tengo las sospechas de que está borracho con Max.
— ¿Todo bien? — La voz de Joe me saca de la burbuja. Asiento con una media sonrisa—. Nada bien — y acaricia mi cabello, me enrolla con su brazo libre, atrayéndome a su pecho. Jamás me han confortado cuando me siento como la mierda y no sé cómo reaccionar.
Luego escucho unas risitas y me alejo.
Mis mejillas arden.
— ¿Eres idiota? — susurro.
— Eres más bonita cuando me dices que te disculpas o hablas chocadamente.
— Tus padres y los míos están aquí. No te acerques — me alejo molesta y el teléfono suena.
Jamie.
— ¡Jamie! — prácticamente lo grito.
— ¿Qué mierda quieres?
— Max está borracho por ahí. Búscalo y llévalo a casa, por favor — pido.
— Eres muy buena para él, Rory — dice riendo—. Buenas noches.
— Gracias, buenas noches.
Cuando guardo el teléfono, notablemente más despreocupada y me volteo a ver a los demás, ellos están cuchucheando entre sí. Joe sigue allá, como un idiota. Creo que me están tratando de perra, pero de una forma mucho más educada.
— Joe — llamo y él viene. Parece un perro. Dios.
— ¿Quién es Jamie? ¿Es él tú novio?
— No, es el amigo de…
— ¿De quién? ¿Quién te llamó?
— ¿Por qué me exiges cosas? — digo al borde del colapso.
— ¿Por qué me llamas, entonces?
— Porque lucías como un idiota parado allí solo luego de que te dejé — y lo boto con molestia. Él parpadea y luego asiente. Una sonrisa irónica se posa en sus labios.
— Es irónico que tú te rías de un idiota solo.

Si me hubiese dado una cachetada o un golpe en el estómago, hubiese dolido mucho menos. Me quedo sin aire. Duele, así que antes de quebrarme allí, me doy la media vuelta y me meto a la casa. Yo había sido dura, pero él había roto los límites.

por **helado00** Jue 19 Dic 2013, 12:33 pm

.______________.
Eso fue..ouch!
PEro pues, siempre lo trató mal, que cosas..
Espero la sigas pronto!!

por ***annie d' jonas*** Jue 19 Dic 2013, 4:36 pm

Waoooo sigueeeeee plizzzz siiii ♥.♥

por **xlivelikeitsnowornever** Jue 19 Dic 2013, 6:01 pm

helado00 escribió:.______________.
Eso fue..ouch!
PEro pues, siempre lo trató mal, que cosas..
Espero la sigas pronto!!

Los dos se tratan mal y me dan risa. xDDDDDD

por **xlivelikeitsnowornever** Jue 19 Dic 2013, 6:02 pm

*annie d' jonas* escribió:Waoooo sigueeeeee plizzzz siiii ♥.♥

:)

por **xlivelikeitsnowornever** Jue 19 Dic 2013, 6:03 pm

Capítulo once
Siempre dañamos y a veces no lo queremos.
Por lo menos, yo no.
Me siento en la cama, mirando a la nada, deseando tener a alguien a quién recurrir.
La puerta se abre.
— Él es un idiota — Abbi se apoya en el marco y yo la miro.
— Yo fui mala con él — digo y ella se ríe avanzando.
— Pero él fue un gran idiota. Está bien — se sienta en la cama—. ¿Quieres hablar de ello? — Sacudo la cabeza—. Te pareces a Chris.
La miro sin entender, ladeando la cabeza.
— Le costó abrirse, pero lo hizo y es feliz. Dejo ir el pasado.
Así que, ella conoce mi pasado y el de mi hermano. Genial.
— No se lo cuentes — pido en un susurro.
— ¿El qué, cariño?
— Mi pasado. A Joe.
— No lo haría.
— Genial. Gracias — Asiento.
— Abbi, quiero hablarle — aparece Joe y yo lo miro con molestia.
— Si ella quiere hablarte, me iré.
— No, no te vayas — pido y Joe se mete de todas formas en la habitación.
— Joe, vete — pide Abbi. Él sacude la cabeza—. Vete o le diré a mis padres de tú borrachera.
Él se congela y luego me mira.
— Disculpa — comienza a decir pero Abbi le da una mirada y él se va.
Miro a Abbi con una media sonrisa.
— Lo tienes donde quieres, eh.
— Así es. Es como debo tratarlo, es mi hermanito — quiero preguntarle por Brad, pero sé que no debo. Así que simplemente asiento—. ¿Entonces?
— ¿Eras tan terca como Joe con Chris? — ella ríe.
— No tanto.
Suspiro.
— ¿Te gusta mi hermano? — Pregunta perspicaz. Pensé que lo sabía todo, así que, el que no sepa esto, me sorprende.
— No… No — sacudo la cabeza.
— ¿Estás segura?
No, no lo estoy. El idiota se preocupa y quiere saber de mí. El idiota me conforta y me da cariño.
Quizá estoy muy necesitada de alguna muestra de amor.
¿Acabo de pensar en amor?
— Supongo que no — ríe y yo salgo de la burbuja.
— Lo estoy. Él me saca de mis casillas. Listo. Nada más.
— Bueno, de todas formas, te lo recomendaría. Es un buen chico — se levanta y yo la miro sin creerlo, ella sonríe—. Ah, y prepárate temprano, debemos ir a probarte ese vestido y arreglarlo — asiento—. Buenas noches.
— Buenas noches.
***
No pedirle consejos a Abbi es lo que está en mi número uno de cosas que no debo hacer, le ganó incluso a no decirle a Jamie que cuando tiñe su cabello verde, parece vomito.
— Aurora, ¿todo bien allí? — grita y yo asiento, luego recuerdo que no me ve.
— Ya voy.
Cuando salgo del probador, lo único que veo es Joe sentado allí, de brazos cruzados mirando con una media sonrisa.
— Te ves linda con vestido.
— ¿Qué haces aquí? ¿Dónde está Abbi? — Incluso estoy a punto de entrar en pánico.
— Ya viene.
— ¡Ustedes arreglaron esto! Ugh — me quejo.
— Discúlpame. Mis palabras salieron por molestia.
Camino hasta él y me siento a su lado.
— Dijiste la verdad.
— No es la verdad — detiene.
— Lo es. Soy una idiota sola.
Él toma una gran respiración y luego exhala dolorosamente.
— No eres idiota, eres enojona. Y no estás sola, me tienes a mí — pone su mano en mi brazo desnudo y lo sacude. Luego aleja su mano.
— Lamento lo del sillón.
— Me alegra que lo lamentes — dice con una sonrisa tan verdadera que podría golpearlo—. No puedo creer que hayas querido hacer eso tan rápido y en un sillón. Me alejé porque no lo quería de esa forma.
— ¿Lo quieres?
Sus mejillas se encienden.
— Volvamos a tú vestido.
— Jamás comenzaste allí.
— Oh, se encontraron. Estaba probándose su traje de padrino — lo apunta descuidadamente Abbi—. Creo que le falta un apretón en la cintura y un poco más corto — dice y me levanto, para que la modista haga las marcas.
— ¿Más corta? ¿Quieres matar a los abuelos? — Pregunta Joe.
— ¿No será que te mataré a ti? — cuestiona con una media sonrisa y yo quiero gritar que estoy ahí.
— También — acepta.
— Oh, genial — dice mirándome—. ¿Lo has oído? Es un descarado.
— Lo es — digo.
— ¡Joe! — grita una mujer y él se levanta sobresaltado—. Falta el pantalón, cariño — aparece y lo mira con ternura. Él sonríe y se levanta.
— Vuelvo por ustedes — dice mirándonos y se va con la mujer.
— Es tan molesto — se queja Abbi.
— Es… Algo adorable. Pero no le digas que dije eso.
— ¡Lo oí! — grita y mis mejillas se encienden.
— Retiro lo dicho — grito y luego lo oigo reír. Mi corazón late rápido como si un colibrí lo estuviese reemplazando.

Genial, me gusta.

por ***annie d' jonas*** Jue 19 Dic 2013, 7:10 pm

hahahahahahaha sigueeeee!! esa pareja me parte de la risa!!

por **xlivelikeitsnowornever** Jue 19 Dic 2013, 7:57 pm

*annie d' jonas* escribió:hahahahahahaha sigueeeee!! esa pareja me parte de la risa!!

Ahora te vas a reír mucho más. El hermano de la novia (Joe Jonas) - Página 3 1426497009

por **xlivelikeitsnowornever** Jue 19 Dic 2013, 7:58 pm

Capítulo doce
— Un helado siempre anima — dice Abbi y abre la puerta. La sonrisa de Joe se borra—. Quizá necesitemos otro.
Una chica, rubia, de ojos celestes está mirando hacia donde estamos. Tiene una sonrisa del tipo de que sabe que conseguirá lo que quiere.
— Diann — murmura y lo miro terminando mi helado.
— Joe, yo…
— Abbi — detiene él. No sé qué pasa, pero sé que no es nada bueno.
— ¡Hola! — Dice la chica y se levanta del sillón, se acerca a nosotros, que seguimos allí parados en la entrada—. ¿Quién es ella? — dice amablemente.
— Soy Aurora — digo y le estiro mi mano con chocolate. Ella la agarra y su gesto se transforma—. ¿Y tú eres?
— Diann, la ex de Joe — Joe sacude su cabeza.
Oh, ella es la que él amó y acompañó a comprar pantalones hasta que consiguió unos de su talle.
Miro sus jeans.
A ella no le costaría conseguir unos jeans con las piernas largas y delgadas.
— Espero que no moleste que hayamos llegado más temprano — comienza ella—. Es que no pudimos contener la emoción, conocemos a Abbi, Joe y su familia desde que tengo memoria. Crecí con ellos — asiento, pretendiendo que esto me importa.
— Está bien, Diann. ¿Te dieron algo?
— Chris fue súper amable conmigo — dice y yo quiero buscar a Chris para romperle la cabeza.
— ¿Qué tal tu viaje? — Pregunta Joe y lo miro sin poder creerlo. Él cayó fácil por ella de nuevo.
Y yo me había admitido a mí misma que yo gustaba de él. ¡Esa mierda no es justa!
— Estuvo bien. Te traje unos regalos. Vi algunas cosas de aliens y de cazadores de fantasmas y me acordé de ti — así que es fanático de los aliens y yo lo traté como alguien idiota. ¿Qué más? —. Quizá podrías ir algún día, el departamento tiene una habitación disponible y…
— Eso sería genial — interrumpe Joe.
— ¿Quieres té? Recuerdo que te gustaba el té — dice Abbi y ella asiente.
— Jamás me negaré a un té.
— Oye, Abbi — digo y ella me mira—. Voy a descansar, si Chris necesita algo de mí, dile que a las cinco bajaré — ella asiente.
— Es agotador, eh — se burla y yo me encojo de hombros.
— Creo que le tomaron las medidas con panza.
— Lo fue.
— ¿De qué hablan? — dice ella, con una sonrisa.
— Oh, Aurora será una de mis damas… — responde Abbi.
— Oh, qué bien. Eres muy suertuda — me sonríe, pero noto la pena en su rostro. Algo dentro de mí se retuerce. ¿Si le digo que lo tome, ahora, Abbi se molestará o me oiré muy celosa? Porque no quiero que sea de esa forma.
— Lo soy — asiento—. Abbi, ¿harás algo esta noche?
— No lo creo. Si necesitas hablar, sólo búscame.
— Gracias, lo haré.
Camino hasta las escaleras y Abbi junto a Diann se meten en la cocina. Joe me sigue y me toma por el brazo.
— ¿No vienes? — Estaba esperando un “disculpa por haberte hecho ilusiones, pero ¿sabes? Ahora que llegó mi ex que amo, creo que lo dejaremos hasta aquí”.
— Nop, gracias — le sonrío y luego le doy una palmadita en el hombro. Subo las escaleras con rapidez y me meto en la habitación.
Sé que no soy tan perfecta como Diann, ni el prototipo de chica que es una dama todo el tiempo. Sé que conoce a Joe mucho más que yo, y que de todas formas Joe y yo no hubiésemos funcionado. Él vive en Nevada y yo en Kentucky.
Aunque no puedo empujar a un lado ese sentimiento tan conocido por mí de que me han dejado de nuevo.
***
Salgo de la habitación y todo está en completo silencio. Bajo las escaleras. Tengo sed.
— Es la temporada entera — dice la voz. Me detengo antes de que me vean—. Siempre amabas ver eso mientras nos quedábamos en casa.
— Lo recuerdas — puedo oír la sonrisa en su voz.
— ¿Cómo olvidarlo? ¡Tuve que verlo durante mucho tiempo! — chilla ella riendo. Él ríe de vuelta.
Mi teléfono, que por suerte tengo en vibrador desde la tienda de vestidos, comienza a moverse en mi bolsillo.
Contesto. Es Max y quiero saber cómo está.
— Hola — digo y salgo de la casa, cerrando la puerta con cuidado.
— Hola, Rory. Lamento lo de ayer — sonrío.
— Estoy feliz de que estés bien, no te preocupes por lo demás.
— Tengo un pequeño problema, de todas formas — comenta y yo sonrío sin entender—. De alguna forma, hice que Jamie se emborrachara conmigo — empieza y mi sonrisa se borra. No podían ser buenas noticias—. Y estamos en Las Vegas.
Mi corazón cae al suelo, ¿Qué se supone que debo hacer? Ellos no deben cargar nada de dinero y yo mucho menos. Podría pedirle a Chris que me ayudase con ellos.
— Por la mierda, Max — digo tocando mi frente—. ¿Cómo es que lo lograron y siguen vivos?
— Estaba medio sobrio.
— ¿Crees que eso es una excusa? ¡Tienes veintiocho años! — digo molesta—. Él tiene veinticuatro y te sigue en todo, tú lo sabes.
— Se supone que deberías estar diciéndome que vendrás por mí y nos casaremos en la capillita… La de the hangover, ¿recuerdas? — claro que lo recuerdo, no quería ver la película.
— ¿Estás mal de la cabeza?
— Rory, te necesito.
— Yo te necesité y no obtuve tu mejor respuesta — boto con molestia. Él se queda en silencio. Yo me quedo en silencio.
— Sé que la jodí, Rory, pero vengo aquí para enmendarme.
— No lo has hecho bien, amigo — ironizo—. Traeré a Jamie. Tú sobrevive solo.
— No puedes ser así, Rory.
— Claro que puedo.
— ¿Vendrás por Jamie y me dejarás a mí?
— ¿Sabes? No iré por ninguno. Sobrevivan como puedan.
Corto la comunicación y alguien comienza a reír. Miro hacia donde viene la risa y Chris está allí.
— ¡Tienes veintiocho años! — Chilla—. ¿Estás mal de la cabeza? — me imita nuevamente.
— Gracias a Dios eres médico y no imitador — me siento en las escaleras de la entrada y él viene a sentarse junto a mí.
— Soy casi médico, aun no salgo, recuerda.
— Lo lamento — me corrijo.
— Así que, ¿qué onda con Max? — Lo miro.
— ¿Qué onda? — Levanto las cejas—. ¿Eres Chris? ¿Has vuelto al fin? — toco su rostro, él ríe.
— No te burles. Me he acostumbrado a ser un poco más…
— Menos como nosotros, lo entiendo — asiento, él suspira—. Max se emborrachó, Jamie lo siguió, están en Las Vegas de alguna forma.
— ¿Qué ellos qué? — grita riendo. No le veo la gracia y por fin me siento como la madura acá.
— Lo que oíste y no es divertido.
— Lo es. Es divertido que un par de idiotas borrachos lleguen a las vegas ilesos. ¿Y qué? — Dice y yo entrecierro mis ojos—. ¿Te llamaron por ayuda?
— Eso creo.
— Genial.
— Te dejaré genial el maldito trasero, esta mierda no es divertida — me quejo pero una sonrisa amenaza con colarse.
— Jamás había oído tantas groserías en la misma frase — murmura una voz entre risas. Luego Joe y Diann aparecen allí. Les doy una mirada de odio, ¿quién se cree esa mierda con pies para juzgarme? Que se joda con sus jeans de buen talle.
Joe se voltea a mirar y se encuentra con mi mirada, se vuelve enseguida.
— Supongo que Max no te tenía miedo — dice Chris en un susurro, yo sonrío.

— Un poco.

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