Love Me |Harry, Niall|

_______ era una chica muy buena, bueno, digamos que de vez en cuando tenía sus días. Pero si tenías que compartir algo con ella, siempre está para escucharte.
Un día, su vida dio un giro, para mal. Su mamá la cambió de instituto, y ella no quería ir a ningún otro instituto, alejarse de amigos, ni nada. Pero como siempre, todo lo que ella pedía, nunca se le cumplía.
Entra a un instituto. Para su madre bueno, para ella mal. Una vida que cambió del todo. Sin sus amigos, sin nadie, ella estaba sola ahí, entrando a su curso, con la miradas de todos sobre ella, ella buscando el último asiento para no ser vista. Se sienta, mira a todos lados, no conoce a nadie. Típico de cambiarse de instituto.
Muchos chicos hablando animadamente, era obvio que esos chicos ya se conocían desde hace mucho.
Entonces más adelante hay tres chicos, dos varones y una chica, uno de los chicos la mira, y la chica toma la inicial.

— ¡Eh! ¿Quieres venir? No estés sola allá atrás — Me sonríe. Yo asiento y me cambio para su lado. Los chicos me miran. — Soy Avirl. — Me sonríe la chica, con pelos rubios y ojos celestes.

— Yo Zayn — Me sonríe un chico de cabello negro y ojos avellanas. Mirándome con una sonrisa. Y a su lado uno con un cabello castaño claro y ojos marrones claros.

— Soy Liam — Dice sonriendo. Le devuelvo la sonrisa.

— Mi nombre es ______ — Me presento completamente avergonzada. Sabiendo que estos chicos serían buenos amigos.

— ¡Hey, Zayn! — Llega un chico de pelo castaño claro y ojos verdes, lo miro, me pierdo en esa mirada, era tan lindo.

— Eh, Harry — Sonríe Zayn. — Ella es ______ — Me presenta. Lo miro y sé que él también sería un buen amigo.

Pero no es como yo pensaba. Ya había pasado un año que estaba en ese instituto. Y todo lo que pensaba que no pasaría, pasó. Él, Harry, ese chico del que me enamoré al principio, se había convertido en mi peor pesadilla. No, él era mi amigo, pero él me veía nada más que como una amiga. Jamás tuve oportunidad de decírselo, así que no me hago problema.

Entonces decido hacer una juntada en mi casa con mi piscina. Festejando que las vacaciones terminaban. Invito a Zayn, Harry y sus dos hermanos. Niall y Louis. Y Avril. Desgraciadamente, Liam no podía venir esta vez, así que lo hicimos los seis, nos juntamos y la pasamos re bien. Hasta que se tuvieron que ir. Todo empeoró de un minuto a otro. Pues entraron al tema del noviazgo, y hablamos de quién gustábamos.

— Bueno ______, es tu turno — Habla Louis. Yo lo miro. Demoro segundos en admitirlo, pero lo hago.

— Me enamoré... — Susurro. — De ti. — Lo miro a Harry. Él solamente me mira, no contesta, me mira y no contesta. — ¿No dirás nada? Lo sabía, la remé todos estos años y sabía que algún día te lo diría, pero sabía que no me contestarías. Dime, ¿contestarás?

— No sé que decir.

— Nunca sabes que decir. — Me levanto sin decir nada.

Sus hermanos querían vernos juntos, y no sé por qué. Louis empezó a hablarle, yo me sentía mal, pero Louis empezó diciéndole que me pida perdón y todo eso.
No aguanto más y me encierro en una pequeña habitación y revoleo todo, todo por todos lados.

— ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué me haces esto?! ¿Por qué vivo esto? ¡¿Tantas cosas malas hice?! ¡¿TANTAS?! ¿Por qué Dios? ¿Por qué soy una apuesta para ti? — Grito desgarrada tirando todo. — ¿Por qué me haces esto? — Susurro tirándome al suelo.

— ______, Dios, déjame pasar — Escuché hablar a Zayn de atrás. Por si no les dije, era mi mejor amigo.

— Pasa...

Zayn y pasa y me abraza, ese abrazo que tanto necesito, uno de él. Lo abrazo tan fuerte y lloro en su pecho, sintiéndome totalmente estúpida por haberle dicho todo. ¿Por qué le dije eso? ¿Por qué lo hice? A esta edad decirle a un chico que estas enamorada de él, es como decirle al diablo que ame a Dios. Pero era distinto, me puse así porque la remé siempre, diciéndole que lo quería, y nunca contestaba. Y sabía que no tenía que decirle eso. SABÍA.

— ______, ya está — Me dice. Y yo lloro más fuerte. Mucho más fuerte.

— No, ¡No puede ser que sea una apuesta de Dios! ¡Es que yo fui apostada! ¡Dios hizo una apuesta con el diablo, lo sé!

— No, no eres ninguna apuesta y deja de decir eso. — Me dice. Me separo de su abrazo y me mira fulminante. — No eres ninguna apuesta, ¿está bien? — Asiento.

Salgo de la habitación y él está ahí, mirándome, y yo corriendo mi mirada. Me voy a mi habitación y me recuesto ahí, espero a calmarme y me levanto. Agarro mi libro el cual estaba leyendo y vuelvo a salir de mi habitación, todos están mirándome, excepto él.

— Mi único fiel amigo — Muestro el libro. — UN LIBRO. — Digo fuerte caminando otra vez para la habitación de huésped habituada en el patio trasero de la casa.

Estoy leyendo el libro. Cuando de pronto la puerta se abre, y asombrada miro a la persona que se acerca a mí, ¿él?

— Perdón — Dice sin más que hablar. Lo miro sorprendida sin que una palabra me salga de la boca.

— ¿Perdón de qué?

— Perdón por todo lo que te he hecho, soy un tonto. Pero enserio perdón — Sincero me contó. — ¿Tú exactamente piensas que yo no tengo ganas de llorar por todo lo que me dices? — Me dice. Sí, realmente siempre le tiraba indirectas muy feas. — No lo hago porque me da verguenza, pero enserio lo siento.

— ¿Sabes Harry? Está bien, no interesa. Yo solamente te digo que estoy harta de todo esto, harta de toda la hora remarla y tú ni cuenta te das de lo que siento. — Le digo, ya cansada, con ganas de llorar, pero ni una lágrima soltaría en este momento. — Harta de que ellos tengan que decirte que vengas a pedirme perdón, porque si fuese por ti, ni lo harías. — Vuelvo a escupir las palabras. — ¿Pero sabes? Me cansé, me cansé de todo esto. ME CANSÉ. Ya basta, nada de esto tuvo que haber pasado. — Digo arrepentida. — Mira — Saco mi celular y le hago leer todas las frases que escribía de él. — Y es más, hasta tengo un libro con tu nombre, donde escribo más y más frases. Es que, ¡Maldita sea, no puedo sacarte de mi puta mente! ¿Cómo haces? ¿Cómo mierda haces para vivir ahí? ¡Dios! ¿No te cansas? — Miro a otro lado. Él no me responde, como siempre su cara de frío. — Pero sigo gastando mis palabras en una persona que ni siquiera se da cuenta, NI SIQUIERA ME ESCUCHA. ¿Y sabes qué es peor? Que te pasa por el culo lo que digo. — Me levanto de la silla y camino hacia la habitación de nuevo.

— _______ — Escucho decir a Niall detrás mío. Giro. — Ven. — Me lleva a la misma habitación donde discutí con él. — Harry, vete. — Le dice seco. Harry sin más, se va.

— ¿Qué pasa?

— Te amo. — Susurra. — Te amo demasiado que jamás dejo de pensar en ti. Eres mi todo. Juro que yo te voy a cuidar, te voy a valorar como Harry no pudo hacerlo, lo prom... — Lo interrumpo plantándole un beso. Sabiendo que él me va a cuidar y voy a aprender a amar a una persona que me corresponde. Nos separamos del beso y él me mira sorprendido — ¿Y eso?

— Eso significa que acepto, acepto una oportunidad contigo. — Sonrío feliz.

Me besa y vamos de la mano hacia mi habitación. Ahí está Harry sentado, mira nuestras manos y baja la cabeza. Sabía que se había dado cuenta, que ya es un caso perdido.

Aprende a valorar al hombre que enserio te ama, antes de amar al hombre que te ignora.