Re: the sisters are back | one direction.

por Invitado Miér 15 Ene 2014, 3:28 pm

Coño, ¿cómo es que no vi que subiste?>:c
me da heart attack the sisters are back | one direction. - Página 8 3373640616

leo, comento y subo, bc ~~por suerte~~ ya tengo el capítulo listo ):

por Invitado Miér 15 Ene 2014, 3:29 pm

wiiiiiiiiiii, ¡capi!

por Invitado Miér 15 Ene 2014, 4:27 pm

Fue hermoso, Nyan the sisters are back | one direction. - Página 8 2841648573

me encanto como es ahora Jesy, aunque aparentemente no ha cambiado nada. ¡The girls is back! (?) the sisters are back | one direction. - Página 8 1857533193

but, Leigh sigue dudando, ¡comprendedla! :c Me causa gracia la relación que tiene con Zayn, son tan extraños, ah ):
¡Ya subo! the sisters are back | one direction. - Página 8 1608199403

the sisters are back | one direction. - Página 8 1608199403

por **Opal** Miér 15 Ene 2014, 4:29 pm

Lore. escribió:
Fue hermoso, Nyan :AA:me encanto como es ahora Jesy, aunque aparentemente no ha cambiado nada. ¡The girls is back! (?) :A:but, Leigh sigue dudando, ¡comprendedla! :c Me causa gracia la relación que tiene con Zayn, son tan extraños, ah ):
¡Ya subo!

wiiiiii gracias lorrrrrrrrrrrrrr /o/
la verdad, me castro ese capitulo
ademas de que tiene como 30985932859032 horrores de ortografia ;___;

por **loubricante.** Miér 15 Ene 2014, 4:44 pm

kmegmhkf, leí tu cap nyan but lo comento junto con el de lore the sisters are back | one direction. - Página 8 1857533193

sdsdnf espero the sisters are back | one direction. - Página 8 779623427

por Invitado Miér 15 Ene 2014, 5:46 pm

capitulo 003

Leighton Payne.

Fue una espera interminable. No sé cuánto tiempo pasó en los relojes, de ese tiempo anónimo y universal de los relojes, que es ajeno a nuestros sentimientos, a nuestros destinos, a la formación o al derrumbe de un amor, a la espera de una muerte. Pero de mi propio tiempo fue una cantidad inmensa y complicada, lleno de cosas y vueltas atrás, un río oscuro y tumultuoso a veces, y a veces extrañamente calmo y casi mar inmóvil y perpetuo donde Louis y yo estábamos frente a frente contemplándonos estáticamente, y otras veces volvía a ser río y nos arrastraba como en un sueño.

Llegué a la oficina a las diez y cuarto. Detuve el auto en el camino real, para no llamar la atención con el ruido del motor y caminé. El calor era insoportable, había una agobiadora calma y sólo se oía el murmullo del mar. Por momentos, la luz de la luna atravesaba los nubarrones y pude caminar, sin grandes dificultades, por el callejón de entrada, entre los eucaliptos. Cuando llegué a al edificio, vi que estaban encendidas las luces de la planta baja; pensé que todavía estarían en reunión.

La campana de la puerta de entrada resonó por el lugar, dando a saber la llegada de un nuevo visitante, casi eufóricamente sorprendido, Buddy salto de su cómodo sillón. A su lado reposaba tranquilamente un joven de unos veintinueve años que leía el periódico, quien a su vez la placa de su traje brillaba con la luz del candelabro que caía elegantemente del techo de madera; “Landon”. Sonreí de lado al recordar la primera vez que llegue allí, cuando ambos me dieron una linda bienvenida. Lo que me causo sorpresa fue el hecho de que ambos se encontraban compartiendo lindas carisias. Mucho después entendí que eran pareja.

— Miren que se le dio la gana de aparecer —Charles estiro su cuello desde la puerta de su oficina. Su cabello caí sedosamente por el hombro, con ambos ojos puestos en mi pequeño uniforme. Me sonroje levemente, intentado inútilmente esconder lo poco que podría tapar—. ¿Estás bien?

— Sí —respondí, después de una pequeña vacilación.

— No lo demostraste después de bajar como maniática enfurecida.

Esta vez mire a Buddy quien alargo una enorme sonrisa. Alarmada por ello, avergonzada por el bochornoso berrinche que hice en frente de muchos ejecutivos por la pequeña charla que menaba en la sala de conferencias. ¡Un viejo me había tocado el culo! En mi vida había dejado impune algo tan atrevido como eso.

— Quizá exagere en un poco…

— Le diste un puñetazo en el rostro, ¡casi le da un infarto al pobre!

— ¡Me toco! —chille iracunda.

— ¡Tenía ochenta años, por Dios!

— ¿Entonces porque sea un vejete debo dejarme tocar?

Mi cerebro funcionaba ya con la lúcida ferocidad de los mejores días: vi nítidamente que era preciso terminar y que no debía dejarme embaucar una vez más por su voz dolorida y su espíritu de comediante. Tenía que dejarme guiar únicamente por la lógica y debía llevar, sin temor, hasta las últimas consecuencias.

— Esto es inapto. ¡La muchacha tiene razón! —Después de un buen rato, finalmente, Landon abrió su boca—. Leighton no sé porque demonios discutes algo tan lógico que cualquier puede ver y entender… Buddy no tiene la capacidad para tener una discusión de esa clase, menos contigo.

— ¡Que poca clase tienen! —Indago dolidamente, Buddy—. ¿Con que clase de hombre me eh metido?

— ¿Con uno que ve la realidad y no la imaginación? ¿Con uno que respeta y valora las personas? Déjame decirte, cariño, que soy lo mejor que has conseguido…

— ¡Que engreído!

Charles se enjuago las lágrimas mientras seguía riendo fuertemente ante la dulce discusión de dos homosexuales. No podía evitar sonreír, pero en cuanto tuve la oportunidad me escabullí hasta mi oficina y me recosté por largo tiempo. Quedé estupefacta en medio de la computadora, sin saber qué hacer y sin atinar a ordenar mis sentimientos ni mis ideas.

Fue como si las imágenes de una pesadilla desfilaran vertiginosamente bajo la luz de un foco monstruoso. Mientras me hundía en mis pensamientos, pasaron ante mí todos los momentos juntos: la primera conversación por teléfono, con la asombrosa capacidad de simulación y el largo aprendizaje que revelaban sus cambios de voz; las oscuras sombras en torno de Louis que se delataban a través de tantas frases enigmáticas; y ese temor de el de "hacerme mal", que sólo podía significar "te haré mal con mis mentiras, con mis inconsecuencias, con mis hechos ocultos, con la simulación de mis sentimientos y sensaciones", ya que no podría hacerme mal por amarme de verdad; y la dolorosa escena de ellos dos juntos, de Eleonor tomando lo que primero fue mío; y cómo al comienzo había rehuido hasta mis besos y como sólo había cedido al amor físico cuando lo había puesto ante el extremo de confesar su aversión o, en el mejor de los casos, el sentido maternal o fraternal de su cariño, lo que, desde luego, me impedía creer en sus arrebatos de placer, en sus palabras y en sus rostros de éxtasis; y además su precisa experiencia sexual.

En el fondo de mi corazón sentía ese hoyo vacío y dolido por la causa de mi perdida, de la única cosa que podría conservar a mi lado y demostrarle que yo no lo dejaría solo. Todo se esfumo en un abrir y cerrar de ojos. Ya nada había dejado huellas, nada de lo que ahora tengo es comparado con perder el amor de una persona que siempre te hizo sonreír, que te hizo sentir mujer por primera vez. Entonces perdí mucho peso, había dejado crecer la frialdad y la sequedad en mi espíritu, había dejado de reír, cambiándolo por lágrimas de dolor que me causaban enormes huecos bajo los parpados de mis ojos. Había dejado de ser la misma, desde entonces. Me lamento día y noche por todo, siempre con la horrible idea de suicidarme y dejar de sentir tan horrible dolor. Durante muchos meses comencé a encontrarme a Owen, y comenzamos a salir, comenzó a florecer un “romance” entre nosotros, nos hicimos novios y ahora —dolorosamente mire mi anillo— pronto comenzaría una nueva familia. Pero junto a él, junto él estaba el anillo que Louis me había dado. Nunca me lo quite, ni para cuando sucedió la propuesta.

— Toc-toc.

Levante la cabeza rápidamente, acción que rápidamente se acoplo junto a la gran lagrimas que caía de mi ojo derecho. Esta vez me sorprendió lo que vi; sus ojos verdes que no dejaban ver nada, ninguna expresión; sus delgados labios rojos que se posicionaban arriba de la nariz, mostrando la hilera de sus blancos dientes.

Batalle para sonreír amablemente.

— Eres tú.

— Sí, soy yo —su sonrisa se esfumo—. ¿Esperabas a alguien más?

Negué con la cabeza, acto seguido se sentó frente a mí.

— Estas… llorando —dijo preocupado—. ¿Paso algo?

No tenía pensado decirle que lloraba por recordar a Louis, mucho menos comentarle de mi incidente en la sala de juntas. Es capaz de cualquier cosa, y me temo que no me apetece meterme en líos ahora. Mucho menos que me despidan.

— Es el estrés, no te preocupes —limpié mis lágrimas con el borde de mi chaqueta de tela azul oscuro, desate mi corbata y Owen beso mis labios. Lo mire atónita, porque normalmente soy yo la que lo ínsito a besarme, pero por lo que veo esta de un humor distinto hoy.

— ¿Qué?

Lo mire extrañada y luego solté una risita.

— Nada, es solo que… Olvídalo. ¿Cómo estuvo tu día?

— Normal, ninguna novedad —suspiro—. Oh, sí ¿recuerdas a Simón?

Guarde las llaves de la oficina de mi jefe en el bolso, (tenía una reunión fuera del país, entonces estaría a cargo de la empresa por una semana). Me acomode el atuendo y salimos juntos tomados de la mano fuera de la oficina.

— No, ¿amigo tuyo?

Le sonreí a Buddy y a Landon cuando me sacudieron la mano desde su auto, entonces se perdieron entre la multitud y deje de verlos. Detrás de este, Charles reía junto a su esposa e hijos. Me miro por un rato, me guiño el ojo y tuve que esconder mi rostro sonrojado.

— ¿Quién es ese?

— Charles. ¿Decías algo?

Callo por un momento, me miro y deduje que ni él ni Charles se conocerían algún día, no mientras yo estuviese presente—. Sí, sobre Simón.

— No me suena familiar, ¿lo conozco?

— ¡Por supuesto! Es amigo de tu hermano…

Casi sentía que un huracán paso por mi lado, haciéndome tambalear y dejarme desplomar en el piso. Owen soltó una maldición y salto a levantarme rápidamente. Sentía nauseas, no quería escuchar nada, no quería saber absolutamente nada sobre One Direction. Respiraba con dificultad.

— Leigh, princesa, ¿te encuentras bien? ¡Casi me matas de un susto!

— Po-podemos ir a casa primero, ¿por favor? — tartamudee.

El asintió frenéticamente y la siguiente media hora no hubo nada de qué hablar, más que un silencio tan agradable que me daba tiempo de pensar y bajar la guardia.

Finalmente sentí el calor de mi hogar, la chimenea daba un toque hogareño y me agradecía a mí misma por elegir esta casa cuando decidimos mudarnos juntos. Solté todo el aire contenido en mis pulmones, dando a paso una cálida y abrigadora noche. Me recosté sobre el sofá, frente a la chimenea, despojándome de mis ropas, quedando solo con mis bragas. Tome la manta y la puse sobre mis hombros y envolviéndolo en mi cuerpo. Owen apareció con dos tazas de chocolate caliente y se sentó a mi lado.

— Eres tan hermosa —me alago, sonriente.

Baje la cabeza nerviosamente. Dulcemente tomo mi rostro y nos fundimos juntos en un beso transparente, mientras él me acercaba a su regazo para compartir calor. Sus ojos destellaban amor sincero, provocándome millones de sensaciones. Entrelace nuestras lenguas, haciendo más intensa nuestra unión. Me despojo de mi manta, dándoles la bienvenida a mis pequeños. Entonces me detuve, me detuve inmediatamente cuando el timbre sonó.
— Vístete, no quiero que alguien te vea desnuda… A menos que sea yo —sonrió perversamente, mientras ocultaba mi desnudo cuerpo bajo las telas de mi uniforme. Escuche como Owen saludaba a nuestro invitado sorpresa muy animadamente, me pico la curiosidad y me asome por debajo del sofá.

Maldición.

— ¿Cómo estás, Simón?

— Me encuentro bien —sonrió amablemente—. ¿Dónde está Leighton?

Traté de ocultarme, pero en segundos él, Owen y yo estábamos mirándonos furtivamente, quizá ocultando la triste ironía de que él y yo ahora éramos pareja, cuando hace poco yo era feliz con Louis. Maldito y lógico karma.

Puse cara de admiración y profundo respeto.

— ¡Simón! Que grata sorpresa —dije entre dientes.

— Lo mismo digo, querida.

Suspire.

— ¿Alguna razón en especial…? —asintió mientras tomaba asiento conmigo.

— Sé que ha sido un duro año para ti… —comenzó—. Tanto por tu pérdida, como una nueva vida lejos de tu familia. No quiero incomodarte, sería lo último que haría por tu angustiosa etapa. Me enorgullece que ahora formes una vida con otra persona, eso es realmente admirable. Pero como la vida te brindo una nueva vida, también ella necesita que le devuelvas el favor de algún modo —mire de reojo a Owen, quien miraba tristemente sus manos—. Necesito… Por favor, por favor que vuelvas.

— No —dije rotundamente, sorprendiéndolos.

— Calma, chica. Escucha… —se acercó a mí, tomando mis manos—. Nunca pensé que tendría que pedirte algo así, pero es necesario. Finalmente las chicas podrán volver, pero no de la misma forma que antes. Será distinto —mis ojos se nublaron por las lágrimas—. Los chicos han bajado demasiado, fíjate y compruébalo… —me entrego una carpeta que contenía muchas hojas, pero aquello no estaba bien, porque si lo leí; implicaba que tendría que volver.

— No puedo, Simón —solloce—. Lo siento… Pero no me siento capaz de volver a eso, de volverlo a ver a él.

— Oh, Leigh —me acurruco contra su cálido cuerpo, cerré los ojos—. Haz el intento, solo quiero que lo intentes, que tomes esto como una ayuda para su fama… Están sobre el piso, ya nadie conoce a One Direction como son en verdad… Por favor.

— Me abstengo a la imponente idea… —respondí indignada—. Prefiero morir en la soledad absoluta.

— Nena —la voz de Owen me hizo mirarlo—. Solo hazlo y ayuda a tu hermano. No tengo problemas, yo seguiré aquí… Esperándote —le sonreí de lado.

Suspire repetidas veces, casi inhalando mis propias lágrimas.

— ¿Cuándo? —Simón sonrió.

— Cuando te sientas lista, pero trata de que sea lo más pronto.

— De acuerdo, lo haré.

Y la batalla comienza de nuevo, todo volverá a ocurrir como la última vez, porque, no obstante, siento una terrible intuición de que nuestra historia… Volverá de nuevo. Todo sea por ver a las chicas, saber cómo están y de ayudar a One Direction… ¿no?

* * *

De perfil no me recordaba nada. Su rostro era hermoso pero tenía algo duro. El pelo era largo y castaño. Físicamente, no aparentaba mucho más de veintidós años, que era su edad entonces. Retrocedí varios pasos de la casa que antes me había dado tantos momentos con él, incluso aun sentía el vacío de mi corazón.

El crujido de la limosina sonó, sobresaltándome. Le di una ojeada a lo que, probablemente, era alguien dentro del auto. De repente, la puerta fue azotada por nada más y nada menos que Char… Rylie. Ella me sonrió y me abrazo un poco.

— Aquí de nuevo… —dijo vacíamente.

— En efecto —reí sin muchas ganas—. ¿Por qué cambiaste de opinión? Creí que no volverías.

— No lo arruines, Leigh —reí por lo bajo—. Es cuestión de familia… Como Jesy dijo; tan solo por Niall.

Me había hecho tanto a la idea de verlo ese mismo día y esperaba cosas tan importantes de ese encuentro que me dejó anonadada. No quiere ser el comienzo de la siguiente página con él, no tenía muchas esperanzas de encontrarlo aun soltero y dispuesto a verme.

Cuando llegamos a la puerta y toqué el timbre, sentí una gran ola de sentimientos encontrados. Abrió la puerta una mucama que debía de ser la que contrato Simón cuando estábamos o algo por el estilo. Char me dio una última mirada y entro con ambas maletas a sus costados, yo repetí su acción y me adentre al lugar. Mi primera impresión fue: aquí nada ha cambiado. Sinceramente poco me importaba si estaba limpio o no, total, siempre han sido así.

— Me quiero ir, Leigh —Char se mordió el labio inferior.

— No, no, recuerda: es solo por Niall. En mi caso: solo estaré aquí por Liam.

¿Cierto?

Necesitaba despejarme y pensar con tranquilidad. Caminé por la el lugar dándome cuenta de todos los cambios posteriores de la casa. Me detuve en las escaleras y comencé a subir hasta la siguiente planta. Como dije; todo cambio. Tome la ruta hacia mi dormitorio.

Todo estaba como lo había dejado. Entonces la puerta sonó.

— ¿Puedo pasar? —di un largo suspiro—. Si te tranquiliza, soy yo… Liam.

— Claro, entra.

Me quede pasmada cuando lo vi. Ese no es el Liam que recuerdo, está mucho más… ¿Atractivo? En efecto, demasiado diría yo. Se nota que ya hace ejercicio, su cabello está más corto, pero no como antes. Tiene barba, al menos alcanza a verse como un hombre de verdad.

— No puedo creerlo —él sonríe.

— ¿Qué?

— ¡Estás excelente! ¿Cómo es que comenzaste a hacer ejercicio? Eres Liam —comencé a reír como loca.

— Muy graciosa. Hace poco Harry me incito a ejercitarme y esto es lo que saque por hacerlo. Valió la pena, al menos para mí.

Sonrió con dulzura, me acerco a él y lo abrazo.

— Te extrañe mucho, James.

— Y yo a ti… Espera, ¿me llamaste James?

— Es tú segundo nombre.

— Lo sé, es que… Nunca me has llamado por ese nombre —me encojo de hombros.

— Tal vez te llame así ahora.

— Está bien. Me alegro de que estés aquí otra vez, princesa, en verdad te agradezco mucho el que me apoyes en esto.

— Soy tu hermana —me separo de él un poco—. Es lo menos que puedo hacer por ti.

¡Ay! Mis sentimientos de felicidad son tan duraderos... Esa impresión de volver a tener conmigo a mi hermano, la persona que me hizo tan feliz y me ayudo en tantas cosas. Quizá metimos la pata en muchas ocasiones, pero seguimos estando juntos. Es lo más importante, ¿no?

— ¿Te apetece salir ahora con los chicas y los chicos? —entrecerré los ojos— No podrás esconderte de Louis siempre, además acabo de salir.

— Veré si las chicas irán…

—… Sí lo harán, ya consulte con ellas. Están en el cuarto de Jack, ellas aún no saben que tú y Char están aquí.

— En un momento las alcanzo. Por cierto, es Rylie, no le digas Charlotte.

Asintió divertido, mientras cerraba la puerta detrás de sí mismo.

— Es ahora o nunca —me dije a mi misma, tome mi bote de agua del aeropuerto y fui directo al dormitorio de Jack. Escuche las voces de Sophia y Jesy. Abrí la puerta y todas me voltearon a mirar, para mi sorpresa estaba Char allí.

— ¡Leigh! —me saludaron.

— Hola —me senté a un lado de Jesy—. Aun no creo que estemos aquí…

— Sí, es extraño de cualquier modo —dijo Jack, tomo su celular, escribió algo y de nuevo me miro—. ¿Ya tienen algo para esta noche? Quería que me ayudaran, ya saben, algo informal.

— También debo de pensar en que ponerme —Sophia no parecía muy amargada por la idea, hasta tenía cierta ansias por irnos.

— Unos jeans y una blusa están bien para mí —dijo Jesy, yo le di un codazo.

— No seas tan antisocial, al menos demuestra que viniste por voluntad propia.

— Sí, mamá —rieron.

* * *

Esa misma noche escribí una carta desesperada, preguntándole la fecha de mi regreso y pidiéndole que me hablara por teléfono en cuanto llegase de trabajar o que me escribiese. La guarde en mi escritorio para disminuir al mínimo los riesgos.

— ¡Leighton! ¡Nos vamos ya! —Liam me grito desde las escaleras.

Me eche un vistazo en el espejo. Me había puesto algo muy poco convencional, ni siquiera usaba eso a menos que Owen me invitara a salir a algún lado a comer comida rápida. Una blusa de jean, una falda de seda color salmón, una sandalias cafés y mi cabello recogido en una coleta. Sonrió un poco, tomo mi cartera y salgo.

Por cada escalón que bajo, un ruego a Dios aumenta. No está en mis planes tener la misma situación incómoda con Louis. Al menos no ahora.

— Que sexy —me alaga Liam.

Miro a mi alrededor y todos están platicando con todos, saludando amablemente, aunque quizás las chicas no se sientan para nada cómodas.

Mis mejillas ardían cuando, en pleno observatorio por el lugar, encontré mi mirada con la del castaño.

— Hola —dijo él, después de un silencio incómodo.

— Hola —dije.

Diablos, está demasiado hermoso.

— Estás… muy hermosa —suspira, casi dejando todo el aire contenido.

— Gracias. Tú estás muy… —vacilo—. Atractivo.

Sonríe.

— Hay que irnos ya.

Mi garganta pica y de repente la mano de Jack cruza mis caderas y me dice al oído.

— Mantén la calma. Tú puedes, cariño, sé que tú podrás.

Yo no estaría tan segura...

:

por Invitado Miér 15 Ene 2014, 5:56 pm

uasdas PURFECT. hemozo. inigualable. ¿quieres que siga? ah no. me encanta eso de que Owen sea tan tierno, además me recuerda a Logan Lerman the sisters are back | one direction. - Página 8 3917340093

the sisters are back | one direction. - Página 8 3917340093

y no quiero que lo haga bc estoy segura que en un momento llegaré a odiar a Owen:C comienzo a escribir ahora, quizá mañana suba, quizá no, ¿quien sabe? ah, re.

por **Jaeger.** Miér 15 Ene 2014, 6:17 pm

Loreeeeee! me encanto tu capitulo, nena c: Owen me parecio muy lindo en dejar ir a Leight :3 y es dificil tomando en cuenta todo lo que paso entre ella y Lou :s pero bueno :/
Espero a Connu c:

por **Opal** Miér 15 Ene 2014, 8:29 pm

gAAAAAAAAAASH
me encanto! *-*
Lor your so great gurl.

por Invitado Jue 16 Ene 2014, 4:52 pm

Magga, si no subo en la noche, entonces pasa mi turno. Me iré de vacaciones y ayer mientras terminaba el cap mi mamá me pidió el ordenador, entonces tuve que cerrar la pestaña y no guardé el puto capítulo en bosquejos o en word:c

por **loubricante.** Jue 16 Ene 2014, 5:05 pm

nyaaaaaaaan y loreeeeeeeee. omg, saben que amo como escriben y que ame por completo sus capítulos. me encantaronnnn<3 srsly. ni siquiera se que escribir/comentar/idk sobre los caps. no quiero gastar inspiración ya que ahora me voy a poner a escribir y no quiero que quede chotoso y shoqc. pero eso; no dejen de escribir nunca bc escriben hermoso y yo las amo y ay :c.
pd. connú, está bien. por las dudas me pondré a escribir ahora...

por **Opal** Vie 17 Ene 2014, 8:44 pm

no subio la connu:C

por Invitado Dom 19 Ene 2014, 4:36 pm

sube la mag the sisters are back | one direction. - Página 8 1113326116

por **Opal** Dom 19 Ene 2014, 4:39 pm

tina belcher la rulea, btw.
o sea

por Invitado Mar 21 Ene 2014, 5:01 pm

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