Does he know? {Niall Horan

Prologo.

Única e imperdible, así habían catalogado la fiesta de fin de año en todo el campus. La había planeado con mas de un mes de antelación, y yo, no pensaba perdérmela.
Londres se había convertido en mi refugio, y esa Universidad me había transformado. ¿Para bien? No lo sé, pero ya no era el estúpido de la clase y sobretodo, ya no creía en el amor.
Ahora solo tenia una cosa en mente mientras esperaba que el reloj diera las doce, esta noche conseguiría que Allison Flecher cayera en mi cama o en su defecto en mi sofá. Solo había que esperar que el profesor de historia cerrara su bocota y nos dejara salir de ahí.
Su discurso sobre lo que debíamos hacer y no en los próximos dos meses, sumando la idea de que debíamos preparar nuestras mentes paro lo que seria nuestro ultimo año, me estaba cansando.
Era demasiado repetitivo y a ninguno parecía importarle. Todos eran conscientes que en su últimos años estarían recibiendo su titulo y algún, una medalla de honor por sus altas calificaciones. El mio diría: Niall Horan, Contador Público.
Pero por ahora, solo era Niall Horan, el chico que jodía a cada mujer con la que se acostaba, el más deseado del campus, un idiota para algunos, un rey para otros y un descarriado para mis padres.

-Oye Niall-llamó Harry, golpeando mi espalda para que girara a verlo. Rachel se encontraba a su lado con su cabeza recostada en su hombro mientras fingía estar prestando atención a las palabras del profesor Watson. Le sonreí a la chica que había sido capaz de atar a mi amigo y compañero de aventuras, antes de mirar a Harry, quien ya había fruncido el ceño por haberlo sonreído a su chica. Según el, esa era la forma en la que yo marcaba a mi presa, pero aun así, yo no traicionaba a nadie. Ninguna de las mujeres con las que me había acostado estaba casada, comprometida, o simplemente ocupada por otro.- Aparata tus malditas sonrisas de mi novia, o juro que te partiré el culo Nialler-reí ante su comentario antes de responderle.

-Tranquilo hermano, no pienso meterme entre las piernas de tu novia. Para mi Rachel tiene barba, pelo en la espalda, y un tercer ojo-dije guiñando un ojo mientras miraba como la castaña nos ignoraba por completo. Ademas, por mas hermosa y sexy que fuera, era lo suficientemente inteligente como para caer tan bajo, traicionar a su novio, y acostarse con alguien tan jodido como yo. Rachel era la típica chica caliente y virgen, en su momento, que solo iba a tener sexo con alguien que amara, y eso había hecho con Harry... o eso creía yo.

-Allison no deja de mirarte... creo que ya esta imaginando mil maneras de olvidar a su estúpido novio, cuando te tenga desnudo frente a ella-comento el castaño, moviendo la su cabeza para señalar a la rubia que se encontraba tres filas atrás.
Su cabello se encontraba recogida por encima de su cuello dejando al descubierto su bello escote. Oh, como deseaba hundirme en ese escote.
Allison se percato que la estaba mirando y capturo su labio inferior entre sus dientes haciendo que mis hormonas saltaran en respuesta. Santo cielo, que el viejo de Watson cerrara su boca de una vez por todas-No puedo creer que hayas esperado tres años si tanto te enciende-susurro Harry, pinchado la burbuja que había creado solo para Allison y yo.

-Te equivocas Hazza... Yo no hago olvidar a nadie. Ese es su problema, no el mio... Pero haré que me recuerde, de eso, seguro.-dije volviendo a sonreír, pero esta vez me dirigía a la rubia, quien ese encontraba guardando sus cosas como el resto del alumnado. Por fin había terminado y dos hermosos meses en Mulligar me esperaban.

-Si tu lo dices-

-Si, yo lo digo Hazza... Y si mal no recuerdo, decías lo mismo-dije mirando a Rachel y luego a mi amigo que palideció inmediatamente.

-No jodas Horan...-

-¿Cual es el problema? Solo dije la verdad Hazza-respondí tomando mi cuaderno y mi lápiz para comenzar mi camino hacia la salida, conducir hasta mi departamento, comer algo y prepararme para la fiesta.

-No tienes que ir a tu casa Niall-dijo Harry, alcanzándome. Su mano estaba entrelazada con la de Rachel, mientras caminábamos por el pasillo. A veces, deseaba golpear a mi amigo por patético y cursi. Esa mujer lo había maldecido.

-Gracias por tu generosidad Harry, pero creo que ya es hora que enfrente a mis padres. Ya todos los superamos... o eso creo-solté colocándome los Ray Ban. Lucy O'Donell me miraba al otro lado del pasillo con odio. Estaba seguro que estaba planeando su venganza, luego que la dejara en el estacionamiento de una gasolinera cercana, después de haber tenido sexo en la parte trasera de mi auto. Esa niña debía madurar y superarlo. Le había dicho que no era el tópico chico de "citas, flores o corazones". Era lo mas parecido a Christian Grey que se podría encontrar, con la diferencia de que yo no golpeaba para sentir placer, ni mucho menos llegaría a rogarle a una mujer para que se quedara a mi lado- Ademas- continué caminando hacia la salida para buscar mi auto. Todos estaban eufóricos de terminar la dolorosa semana de exámenes y abandonar los libros por dos meses- Deseo ver cuan calientes están antiguas compañeras, vecinas, en fin, la población femenina de Mullingar-

-Eres desagradable-soltó Rachel, finalmente, haciendo que tanto Harry como yo, paráramos en seco.

-¿Perdón?-pregunte, creyendo que no había oído bien. Esa chica tenia algo en mi contra desde siempre.

-Rachel, no te metas, por favor...-

-Tú cállate, Harry. No puedes impedir que le diga a tu amigo que es el ser mas desagradable del planeta... Un cerdo machista que lo único que tiene en su pequeña mente es "sexo". Pagaría por ver como una de esas estúpidas que elige cada noche le dice que no... ¡Pagaría!-dijo la castaña, apuntándome con su dedo indice. ¿Que demonios le había hecho yo?- Maduren de una vez por todas, dejen de ser esos adolescente hormonales que se calientan con la falda de alguna porrista.... Dejen las estupideces de lado...-continuo, para luego girar sobre sus talones y comenzar a caminar en la dirección opuesta.

-La jodiste, Horan, esta vez la jodiste... ¿Sabes lo que mucho que me costara volver a hablar con ella? Bueno, por lo menos en las próximas dos o tres horas... Me debes una-soltó Harry e inmediatamente comenzó a correr detrás de ella.

-Idiota-solté, aunque no servia de nada, por que no podía escucharme ya.  Solo quería llegar a mi auto lo mas pronto posible para largarme de ahí.


***


Era apenas media noche y yo ya estaba borracho. Dos medidas de tequila, otras dos de vodka, y algo que sabia a frutilla y ron habían sido los detonantes de mi borrachera. Eso, y Allison que no había aparecido en toda la noche, y sino lo hacia pronto, agarraría a la primera que se me cruzara, y la llevaría hasta mi auto.

-Otro-le dije al chico que atendía la barra, en aquella alocada fiesta. La sonrisa del chico se ensancho, burlándose de mi soledad.

-¿Mal de amores?-pregunto, mezclando el alcohol para preparar el trago.

-No, yo no sufro por amor... El sufre por mi-solté, arrastrando las palabras. El moreno asintió y me entro el vaso, nuevamente, lleno.
Gire sobre mi cuerpo, intentando mantener mi equilibrio mientras hacia el intento de volver hacia la mesa que había reservado para Harry, Rachel y yo. Aunque ahora solo estaba yo, ya que ellos se encontraban en alguna parte del salón, refregando su amor eterno, susurrándose, seguramente, cosas sucias en el oído. Necesitaba a Allison o alguna otra chica para volver a casa. Nunca había vuelto solo después de una fiesta, y no quería romper el record justo ahora.

-¿Que pasa Horan?¿Por que tan enojado?... ¿Te plantaron?-pregunto la novia de mi amigo sentándose frente a mi. Harry rió por lo bajo, pero se retracto cuando vio mi cara. ¿Que carajos le importaba?

-No. Allison no pudo venir, eso es todo-mentí.

-Mientes Horan. Ella esta bailando con su novio al fondo de la pista...-

-No digas estupideces Rachel, ella corto con Louis...-

-¿Como estas tan seguro?-pregunto ella, levantando una ceja. Harry no había abierto la boca para entonces, lo que quería decir que era cierto. Mi mundo cayo tan frío y solitario, que dio miedo. Lo que había estado planeando por semanas, había quedado destruido en solo un segundo.  Quizás, hubiese preferido no enterarme.

-La muy perra...-

-¡Niall!-soltó Harry, mirándome con el ceño fruncido. ¿Que era eso? ¿El día de jodamos a Niall mientras podamos?- Por favor, no frente a Rachel...-

-Son unos idiotas... Todos lo son. Ninguno en esta maldita fiesta merece la pena. ¡Nadie!-dije separando las sílabas. Estaba peor de lo que creía.- Por favor, nadie jode a Niall Horan... Ni siquiera una perra que se insinúa y luego corre bajo los brazos de su novio...-

-Niall, fue él el que la llamo para pedirle que hablaran, seguro que no lo tenia planeado...-dijo Harry apoyando su mano en mi hombro en un vago intento de calmarme.

-¡no me importa! No me importa nada de su jodida vida... ¿Saben que? Me iré a dormir... Mañana regresare a mi casa, y posiblemente me acueste con todo Mullingar, y cuando vuelva de acá dos meses, Allison y todas las demás perras, lamentaran de haberme jodido. Lo lamentaran...-

-Niall no puedes conducir así, estas ebrio-dijo Rachel, pero no la deje terminar. Solo me di vueltas y comencé a caminar hacia la salida. Era un día de mierda... Oh si que lo era.
Mis pies pesaban al caminar y seguramente tendría un fuerte dolor de cabeza a la mañana siguiente, y no me importaba. Por que por primera vez, en mucho tiempo, alguien me había plantado, alguien me había cambiado por otro. Y me sentía pedido.
Me odiaba. Era un pedazo de monstruo triste e infeliz, no podía negarlo. Era, incluso peor de lo que había sido en Mullingar, y si mis padre me vieran, sentirían vergüenza  de su hijo. Pero que mas daba. Estaba jodido de mi maneras. Una parte de mi estaba vacía y no podría volver a recuperarla, por que se había quedado en casa, por que había muerto hace años, y yo solo debía aceptarlo y vivir con eso.
No podía amar y nadie me amaría. Era solo un alma rota viviendo en busca de algo mejor, una mentira, que en tan solo cinco horas, emprendería viaje hacia el lugar marcado por su pasado y algo mas.