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OUR STORY -LARRY STYLINSON- SMUT -
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: OUR STORY -LARRY STYLINSON- SMUT -
CAPITULO 77
Necesitaban buscar un hotel. Tenían que ducharse y comer algo. La combinación de sexo y ayuno no era buena y ambos se sentían desfallecer cuando el gran reloj de la sala marcó las dos del medio día.
Hechos un guiñapo, con la ropa arrugada, la cara de sueño y el peinado más absurdo del mundo, salieron de la vieja casa de los Tomlinson en busca de un refugio más adecuado. Ya volverían a la tarde, al parecer de pronto, ya nadie tenía prisa.
El frío era atroz, buscaron refugio en el coche que rápidamente los acercó a un pequeño hotel de la zona. Sorprendentemente el lugar estaba vivo. Había recepcionista, botones y varios clientes en la entrada. El mundo “real” había vuelto.
Reservaron una habitación con el 315 como número. Casualidad?
Una vez limpios y aseados bajaron a devorar el menú del día y las horas pasaron como si nada importase y ellos se centraron en disfrutarlo al máximo.
A media tarde y con energías renovadas volvieron al desván del abuelo en busca de alguna pista sobre el funcionamiento de la pluma. Verse allí de nuevo les puso una sonrisa en la cara. En menos de un día, habían pasado de la desesperación más absoluta a una tensa calma y por poco que lo pensaran veían la mano de Taylor detrás de todo aquello.
Louis se dedicó a descartar volúmenes y más volúmenes de libros de historia y literatura, mientras Harry abría cajas y baúles. Un pequeño joyero de madera llamó su atención, se salía de la norma y destacaba entre aquel maremágnum .
Dentro había poca cosa unos anticuados pasa corbatas y algún que otro broche sin valor. En las esquinas tenía unas trabillas que levantaban el contenido como si tan solo fuera una tapa que ocultaba otra cosa.
Había cartas, varias cartas escritas a mano. Con miedo a invadir la intimidad de alguno de los Tomlinson llamó a Louis en seguida. Él era la persona adecuada para leerlas.
Las abrió esperando encontrarse bonitas frases de amor y algo de eso había…pero las cartas contaban una historia, como una especie de relato corto, un relato que Louis conocía a la perfección, el abuelo Keith se lo había contado cientos de veces cuando era un crio.
Allí palabra por palabra describía como sus abuelos se habían conocido, aunque no contaba todo, la parte en la que su abuelo la veía por primera vez en el teatro no aparecía.
La mente de Louis iba a tres mil revoluciones por minuto, atando cabos y enlazando una narración con otra. Qué era esa maldita pluma, una especie de Cupido familiar? La correspondencia de su abuelo fue determinante para él o solamente fue una manera de recordar como conoció al amor de su vida?
La clave estaba allí ante sus narices y no era capaz de descifrarla.
CAPITULO 78
Las musas, eso era! La pluma era una especie de musa familiar, que en lugar de viajar desde el monte Parnaso para inspirar a los Tomlinson lo hacía enamorándolos de sus propias creaciones. Tenía que ser algo así, no había otra explicación medianamente razonable y quiso aferrarse a eso.
Cuando desdobló la última carta un fina hoja de papel traslúcido se desprendió de ella. No podía leerse con claridad la transparencia y el paso de los años eran todo un problema. La apoyó sobre una de las misivas y gracias al papel amarillento pudo distinguir una especie de contrato mercantil en el que se acordaba una venta.
Sería así como su bisabuelo se había hecho con la pluma? Le resultaba ridículo que sencillamente la hubiese adquirido en una tienda como el que va a comprar un kilo de manzanas. Aquel artefacto era mágico y terriblemente peligroso, cómo diantres era eso posible?
Harry lo seguía con la mirada sin perderse ninguna de sus exclamaciones y gestos. Lo estudiaba con paciencia esperando que Louis le diera una pista de todo lo que estaba bullendo en su cabeza.
L: No puedo verlo con claridad, creo que es una especie de garantía o recibo de compra. Aquí abajo se lee el nombre de mi bisabuelo y a su lado firma el que al parecer fue el vendedor, pero no consigo descifrar mucho más – estaba frustrado aquel documento estaba escrito en un papel lo suficientemente peculiar como para saber que era importante y no poder saber qué ponía le sacaba de sus casillas.
H: Quizás si lo apoyamos sobre el joyero, la oscuridad de la madera nos haga de filtro y se pueda ver alguna que otra palabra – no era mala idea – Parece que la otra persona que firma es un tal F. Scott Fitzgerald…de qué me suena?
La cara de Louis era todo un poema. La boca abierta y desencajada. Él sí parecía saber quién era el Sr. Scott.
L: Scott Fitzgerald es uno de los escritores americanos más importantes de principios de S. XX. Escribió El Gran Gatsby y por lo que sé su mujer enfermó de esquizofrenia - tu tono era monocorde, del que recita una lección aprendida de memoria en la escuela – poco tiempo después de escribir Suave es la Noche.
H: Bien y según tú, todo eso es importante por? – Parecía que tenía que arrancarle las palabras con sacacorchos, Louis no acababa de explicarle lo que pasaba por su mente.
L: Tengo que encontrar el libro….tenemos que localizar ese maldito libro!
Invitado
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Re: OUR STORY -LARRY STYLINSON- SMUT -
OMG, cada vez más cerca de la puta pluma! Odio a Taylor-Eleonor con mi alma, les escupiría (? okno.
Ya siguela ^^
»Tributo.
Re: OUR STORY -LARRY STYLINSON- SMUT -
CAPITULO 79
LOUIS
Tenía que encontrar los diarios de su bisabuelo, un ejemplar de Suave es la Noche y descifrar que ponía exactamente en aquel contrato. Era el contrato de la pluma y se la habían comprado nada más y nada menos que a Scott Fitzgerald!! Si lo hubiera imaginado no lo hubiera podido hacer más surrealista.
Scott Fitzgerald…..Dónde demonios se lo habría encontrado? Sabía a ciencia cierta que ninguno de los Tomlinson había viajado a América, así que lo único que se le ocurría era la Primera Guerra Mundial.
Dejó a Harry investigando el contenido del documento mientras él bajaba a revisar la colección de clásicos que el día anterior había desechado en el despacho. Tenía que haber un ejemplar entre ellos.
Bingo! Buscó la breve biografía y reseña de la carátula de Suave es la Noche, ya tendría tiempo de releer su contenido. Allí estaba, nacido en Minnesota, universidad de Princeton…en el año 1917 abandonó su carrera universitaria para alistarse en el ejército!
Eso era, la Gran Guerra. Aunque según aquello no llegó a embarcarse para Europa.
También había una breve referencia a su esposa Zelda Sayre, enferma de esquizofrenia e inspiración para la obra…inspiración, si realmente supieran de lo que estaban hablando.
Cuanto más leía más se asentaban sus conclusiones. Los libros de Fitzgerald reflejaban paso a paso su vida y la de su mujer. El Gran Gatsby era su propia historia de amor que terminó destruyendo con Suave es la Noche. Habría sido consciente del poder de la pluma?
Los tiempos no cuadraban, había escrito el libro sobre la locura de su esposa en 1934, así que podía deducirse que mínimo hasta esa fecha fue poseedor de la estilográfica, la Primera Guerra Mundial quedaba descartada como lugar de encuentro. Tenía que averiguar si Harry había hecho algún avance.
Subió las escaleras de dos en dos, deseando saber algo más.
Y ahí estaba Harry, como una especie de aparición divina rodeado de luz y de motas de polvo completamente concentrado en aquel delgado papel. Tuvo que sacudir la cabeza abrumado por sus propios pensamientos y por el latido frenético de su corazón.
L: Qué tal va eso? – dijo en voz baja por miedo a sobresaltarlo
H: Sin duda, hablan de la estilográfica. Hay ciertas condiciones de lo más curiosas. No se acepta la devolución de la misma bajo ninguna circunstancia y se garantiza la herencia directa por línea masculina, salvo nueva venta – estaba claro que había unas normas, lo había sabido desde el primer momento – El lenguaje es muy rebuscado y algo anticuado, pero parece no dejar cabos sueltos y creo que el año es 1935, aunque podría ser 1938, no puedo distinguirlo con claridad y la ciudad es París.
Paris…
CAPITULO 80
LOUIS
Sin duda el giro de los acontecimientos estaba resultando de lo más asombroso a medida que avanzaba la tarde. Había descubierto de dónde había venido la pluma y que mínimo dos Tomlinson, él era uno de ellos, habían hecho uso de ella transformando sus relatos en su propia vida.
La cabeza le zumbaba como si se hubiese bebido todo el tequila de México, porque después de todo, a dónde les llevaba todo aquello, que había de relevante?
Rendido decidió poner tierra de por medio e ir a pasar la noche entre las cálidas sábanas de la cama del hotel. Necesitaba a Harry como a una droga, tenía que desconectar o acabaría explotando.
Recogieron la información que les parecía imprescindible, entre la que se encontraba una colección de cinco diarios escritos del puño y letra de William Tomlinson, el ejemplar de Suave es la Noche del abuelo Keith y toda su colección de cartas incluido aquel contrato que habían encontrado entre ellas.
Ahora era tiempo de descansar.
La habitación los recibió entre sus cuatro paredes como un remanso de paz. Harry se tendió sobre la cama suspirando y Louis no pudo resistirse a los brazos que lo llamaban. Nada más caer entre ellos sintió una especie de temblores y comenzaron a castañetearle los dientes.
Harry lo arropó contra él y lo tapó con una manta que había a los pies del colchón, pensando que tan solo era frío. Pero la sensación en lugar de disminuir aumentó haciéndolo tiritar. Una nausea desgarradora le abrasó el esófago, mientras un sudor frío lo bañaba.
La piel le ardía como si tuviera fiebre y pese a eso estaba helado.
Harry lo acompañó al baño, preocupándose de sostenerlo y apartarle el pelo de la frente entre vómito y vómito. Se sentía extrañamente fatigado y profundamente enfermo y en lo más hondo sabía que todo aquello se lo mandaba Taylor como una especie de aviso funesto de su destino. Como si quisiera recordarles que ella seguía allí tras ellos, tras la pista, manteniéndolos en una especie de limbo por el mero hecho de poder conseguir un poco de información sobre la pluma.
Pese a ser consciente de todo eso, no podía más que desear saberlo todo sobre aquel objeto heredado como una especie de maldición familiar. Porque que la rubia lo supiera era lo de menos, lo único que él quería, era averiguar su destino, el final de la novela y si por el camino la hacía más poderosa, era un daño colateral que tenía perfectamente asumido.
Después de más de una hora de sufrimiento físico, por fin encontró un poco de paz y se durmió de inmediato.
Invitado
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Re: OUR STORY -LARRY STYLINSON- SMUT -
»Tributo. escribió:OMG, cada vez más cerca de la puta pluma! Odio a Taylor-Eleonor con mi alma, les escupiría (? okno.Ya siguela ^^
Gracais por el entusiasmo jeje Y sí, yo también le escupiría.
Invitado
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Re: OUR STORY -LARRY STYLINSON- SMUT -
CAPITULO 81
HARRY
Louis cayó rendido en el más profundo de los sueños y no pudo más que alegrarse por él. Necesitaba descansar, desconectar un poco, había dejado que llevara la carga de todo lo sucedido en Doncaster y las consecuencias no podían haber sido peores. Ahora además de estar desvalidos ante Taylor, uno de ellos estaba enfermo.
Decidió sacar a la rubia de sus pensamientos y se centró en el ahora. La inquietud que Louis transportaba consigo a todas partes había conseguido metérsele en los huesos y ahora mismo sentía como un hervidero por dentro, imposible dormir... Seguiría investigando, aún había mucho por leer.
Abrió el ejemplar de Suave es la Noche, conocía muy por encima la obra de Scott Fitzgerald más por la película de Robert Redford sobre El Gran Gatsby que por otra cosa. El libro trataba de la vida de un psiquiatra y su relación con una de sus pacientes a la que supuestamente cura y con la que termina casándose, o al menos eso era lo que decía la sinopsis de la contraportada.
Decidió leer el primer capítulo, no tenía nada que perder. A medida que avanzaba por las primeras descripciones del autor, veía algo en ellas perfectamente reconocible. La visión de los escenarios y los personajes parecían las del director de una película y le recordaba a una novela que conocía tan bien como a su propia vida.
Aquel estilo narrativo era inconfundible, descriptivo y concreto al igual que las cartas del abuelo de Louis y que su propia novela. La pluma además de hacer real el contenido también dictaba la forma.
El abuelo Keith había subrayado alguna que otra expresión y había cientos de comentarios en los márgenes, ahora tocaba descifrarlos. La letra era legible, pero las referencias eran todo un misterio. Algunas palabras estaban rodeadas con círculos, como quería, intentaba, soñaba…otras con un trazado más fuerte, final, amor, objetivo…
Iban a tener que crear su propio diccionario en base a las conjeturas del Sr. Tomlinson.
La trama se volvía oscura y gris a medida que avanzaba su lectura, pero si algo estaba claro desde el primer momento es que aquella historia no iba a acabar bien. Al parecer no era el único en pensar así al principio del capítulo 12 había una anotación al respecto “la trama es inamovible, Fitzgerald no podrá cambiarla aunque lo intente en repetidas ocasiones”.
Eso era, la trama estaba ideada por el autor desde la primera página y la pluma no permitía variaciones al respecto. Tenía que despertar a Louis necesitaba saber qué final había pensado para ellos.
CAPITULO 82
LOUIS
Sintió como Harry lo agitaba para despertarlo, pero aún se sentía medio muerto como para reaccionar a sus toques, le parecía que había dormido apenas cinco minutos. La maldita Taylor lo había dejado hecho puré.
Se giró perezoso y ocultó el rostro bajo la almohada, escondiéndose y buscando la compasión de Harry.
H: Louis por favor, es importante, tenemos que hablar – su voz sonaba urgente y nerviosa, debía ceder.
L: Buenos días para ti también Harry – dijo irónico
H: Aún no ha amanecido – parecía contrariado ante el comentario – pero eso da igual. Creo que he descubierto algo fundamental acerca de la relación entre la pluma y la trama principal de las historias.
L: Si, la trama una vez decidida no puede ser cambiada en ningún momento, debe seguir una línea argumental que guíe la novela, aunque siempre hay trucos, puedes crear algún personaje secundario que pueda ayudar al protagonista – Lewis era el perfecto ejemplo de esa idea, pero no había nada nuevo en todo eso.
H: Exacto, exactamente eso …pero tu ya…si ya lo sabías… puedo saber por qué no me hiciste partícipe de esa información – Ahí estaba Harry, contrariado y enfadado. Brazos cruzados y ceño levemente fruncido. Le daban ganas de hacerle cosquillas, era la viva imagen de la inocencia.
L: Lo siento, pensaba que te lo había dicho. No te enfades- Pidió con una caricia.
H: Está bien – era fácil hacerlo sonreír – Ahora que ya tengo esa información, podías decirme cuál es la trama principal de nuestra historia?
L: Por? – a qué venía aquello, la novela estaba olvidada, ya no tenía que ver nada con ellos, era un reproche?. El problema ahora era otro.
H: Porque Taylor está escribiendo sobre nosotros a partir de la historia principal, por qué va a ser si no? – preguntó irritado
L: Y tu cómo sabes eso? – Nadie les había dicho que escribía o dejaba de escribir, no sabían en que relato se encontraban, o si?
Harry habló bajito, ahora el que parecía pedir disculpas era él
H: Ayer, antes de salir de Londres…soñé con ella, conecté y la vi. Sé dónde y sobre qué está escribiendo. Siento no habértelo dicho, pensé que te volverías medio loco al saber que era tu novela la que estaba utilizando y quise evitar que sufrieras – parecía realmente arrepentido y aunque quisiera no podía enfadarse, aquella era la mejor de las noticias que había escuchado en días!!
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Re: OUR STORY -LARRY STYLINSON- SMUT -
CAPITULO 83
Se abalanzó sobre Harry y lo derribó sobre la cama con el impulso.
L: Eso es sencillamente perfecto!! – estaba contento, realmente feliz, con ganas de reír a carcajadas. Su historia acabaría bien pese a lo que la rubia intentara con ellos. La trama era inamovible, la TRAMA ERA INAMOVIBLE!!
H: Louis, por favor – le suplicó al oído – necesito saber cuál es nuestro final. Qué fue lo que pensaste para mí – sonaba temeroso y tenía sobradas razones para estarlo. Louis lo había tratado como a una basura a lo largo de más de 20 capítulos, llevándolo al límite en más de una ocasión y era lógico que estuviera asustado en ese momento.
L: No tienes nada por lo que preocuparte. No tenemos …Los dos juntos – se apartó un poco y lo miró de frente, disfrutando de cómo una perfecta sonrisa aparecía en su rostro – Desde el primer momento, cuando concebí la novela tuve claro que acabaría bien. Además de mi protagonista quería que fueras un héroe que después de muchas penurias acaba recomponiéndose y siendo feliz – Aquello era verdad, desde el instante en el que había visualizado su novela y la había comentado con Zayn sabía que quería para su chico un final lo más feliz posible.
H: Pero en la historia soy un mujeriego y luego…luego está Eleanor…- aún dudaba y eso lo hacía feliz. Harry quería un final con él a su lado y eso lo hacía sentirse estúpidamente orgulloso de sí mismo.
L: Si fui capaz de hacer aparecer a Lewis, cuál crees que era mi plan? – quería que lo descubriese por sí mismo.
H: Cambiaste parte de la trama a mitad de la novela? Pero eso es imposible. Fitzgerald también quiso curar a su esposa cuando descubrió la repercusión de su relato en su vida, y la chica se salvó de su esquizofrenia y terminaron casándose en el libro, pero finalmente acabaron destrozándose el uno al otro y su mujer loca sin remedio.
L: Pero tu sexualidad no era mi trama principal. Mi novela giraba en torno a tu tormento, por tus padres y tu vida en general, por tu vacío… Yo nunca te concebí como un mujeriego, Zayn lo hizo por mi y Eleanor tampoco estaba entre mis planes Nick, mi editor, sugirió su reaparición y posterior re-enamoramiento, tampoco quería que murieras… – dicho así parecía algo lógico y hasta sencillo de llevar a la práctica, cuando en realidad le costó horas de elucubraciones y cientos de borradores diferentes.
H: No sé si sentirme ofendido o aliviado por saber que mi sexualidad no estaba en tus planes desde la primera página – dijo entre sonrisas, atrayéndolo en un fuerte abrazo.
CAPITULO 84
LOUIS
Debían pararse a pensar y hacer un recuento de lo que sabían a ciencia cierta hasta ese momento.
-La pluma tenía sus normas y estas eran inquebrantables.
-El bisabuelo William Tomlinson le había comprado la pluma a F. Scott Fitzgerald en París entre los años 1935-1938 pero por lo que habían averiguado no había hecho uso de ella.
-Fitzgerald la usó a la ligera desconociendo su poder, o aprovechándose de él y había vuelto esquizofrénica a su querida esposa.
-El abuelo Keith Tomlinson había hecho uso de la estilográfica narrando su propia historia de amor y por lo que habían averiguado hasta el momento, con cierto éxito.
-La trama era inamovible.
-Por lo que pese a que Taylor había seguido escribiendo su historia, no podía variar su “final feliz”.
No era un mal resumen y desde luego la mayoría eran buenas noticias para ellos. El siguiente paso era recuperar aquel objeto y destruirlo.
Había alguna duda que aún palpitaba en la cabeza de Louis, porque, podía ser el libro eterno? O llegaría un momento en el que el final se daría por sí solo. En ese instante ese era su único temor, saber hasta cuando la rubia los tendría controlados bajo su yugo.
Debían terminar la lectura de todos aquellos diarios y volver a ponerse en marcha, intentar concentrarse al máximo, para poder acabar con ello cuanto antes y volver a sus vidas de una pieza.
L: Ya que estoy despierto creo que voy a ponerme con los diarios – concluyó mirando a Harry. Habían estado un par de horas charlando el uno en los brazos del otro, sintiéndose protegidos y contentos ante la seguridad de su “felices para siempre”.
Pero era hora de moverse y pese a las trabas que Harry se empeñaba en ponerle, consiguió salir indemne a sus encantos. Se sentó en la pequeña butaca junto a la ventana y se centró en aquellas hojas que página tras página contaban la vida de su bisabuelo.
Sería un diario realmente o la narración en la que quería que se convirtiera su vida?. A primera vista no lo parecía. Las anotaciones comenzaban poco antes de la Gran Guerra en 1913 año en el que un joven William Tomlinson de 19 años se mudaba de Doncaster a Londres en busca de una vida mejor.
Avanzó rápidamente en busca de la primera aparición de la pluma. Tuvo que llegar al tercer diario, año 1935, Paris. Su bisabuelo ya casado y con un hijo en camino había viajado a la capital francesa como corresponsal de The Guardian a cubrir el Frente de Stressa, topándose en la conferencia de prensa del ministro de asuntos exteriores francés y el primer ministro británico a un curioso y afable Scott Fitzgerald.
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Re: OUR STORY -LARRY STYLINSON- SMUT -
CAPITULO 85
HARRY
Louis se escabulló de entre sus brazos dejándolo con las ganas y tuvo que conformarse con seguir leyendo. Le costaba horrores separarse mínimamente de él y no sabía si era un efecto secundario de la historia que estaban viviendo o realmente estaba más enamorado de lo que lo había estado en toda su vida.
Tendría que esperar para poder comprobarlo por sí mismo más adelante.
Le costó concentrarse y apartar su mirada de él, pero poco a poco, a medida que avanzaba, se iba metiendo más y más en el relato y es que era escalofriante pensar que aquella historia había sido real y que su propio autor era el que lo había hecho, maldiciéndose de por vida y convirtiéndose en un desgraciado.
Gracias a Dios Louis había ideado un relato más benevolente para él y por fin comenzaban a ver la luz al final del túnel. Taylor podía hacer con ellos lo que quisiera que para cuando todo aquello acabase ellos estarían juntos de todas formas.
El estudio que el abuelo de Louis había hecho de Suave es la Noche les ayudaría a encontrar las claves para salir indemnes. Las anotaciones al margen eran aclaradoras, dándole pistas sobre como el desarrollo de la novela y determinadas expresiones afectaban en mayor o menor medida a la vida real del autor.
La descripción del personaje femenino principal, Nicole , estaba subrayado insistentemente y rodeada de exclamaciones y notas como: sentencia-trama-diagnóstico. Y es que en cuanto aparece en escena las similitudes del mismo con su propia esposa son notorias: “rica y joven de personalidad arrolladora es ingresada en un sanatorio ante sus continuas y peligrosas crisis”.
Y era cierto, por el breve resumen biográfico que conocían, Zelda era exactamente esa mujer, de fuerte carácter y con todos los lujos a su alcance. Cómo era posible que Fitzgerald hubiera traicionado de esa manera a su esposa? Después de escribir el Gran Gatsby tenía que ser perfectamente consciente de lo que implicaba escribir con la pluma, de las consecuencias reales que tenían para las personas en las que estaba inspirada. No podía haberle pasado inadvertido, o si?
Toda la información de que disponían dejaban claro la adoración de escritor por su musa…se había dado cuenta demasiado tarde, cuando ya no había solución posible? Le parecía una historia terriblemente trágica.
Un nuevo apunte llamó su atención: “Ni sueña, ni cree, ni quiere tienen efecto real como verbos. Siempre en presente y siempre verbos de acción. La pluma no es determinante, la pluma no tiene poder absoluto, es perfectamente prescindible una vez iniciado el relato”
CAPITULO 86
LOUIS
H: Tienes que leer esto! – sonaba entre sorprendido y asustado – Ven aquí, AHORA – qué habría descubierto, porque si algo no era Harry era descortés y ese AHORA sonaba mal saliendo de su boca.
Se sentó a su lado en la cama y….no entendió ni una palabra. No porque no comprendiera el significado, sino porque se le escapaban sus implicaciones. Qué demonios pretendía decir con que la pluma no era determinante, cómo no iba a serlo si los había traído hasta aquí.
El había intentado evitarla en vano, para poder escribir la historia de Harry y él a su manera, de hecho incluso había intentado destruir la novela, tacharla, comenzarla de nuevo…y ninguno de sus intentos había dado fruto.
Aunque…era cierto que no había utilizado otro bolígrafo o pluma, pero qué más daba eso si iban a seguir igualmente atrapados…
Aunque de ese modo…podría haber dos escritores, si eso era posible…tal vez, pero si lo hacía en qué plano quedaría Harry, no estaba dispuesto a volver a desprenderse de él bajo ningún concepto y experimentar con ello no era una opción.
H: Sé que estás pensando algo que no quieres decirme. Louis, a estas alturas está de más que sigas protegiéndome, estamos juntos en esta estúpida novela, o en esta desquiciante vida, me da exactamente igual, lo único que sé a ciencia cierta es que estamos juntos y que eso es irremediable – precisamente por eso… - no sigas, dímelo. Necesito saber qué es lo que piensas hacer, tanto como tú necesitas hacerlo.
L: Creo que…creo que cabe la posibilidad de que yo siga escribiendo esta historia. Al fin y al cabo es mía y según esto la pluma no es determinante una vez se ha iniciado el relato ya no es imprescindible.
H: Eso es perfecto- lo interrumpió – y se puede saber a qué viene esa cara de funeral? – estaba claro que no era consciente de que experimentar con la novela era hacerlo con él que era el protagonista.
L: Viene…viene a que tú eres mi personaje principal y no sé qué es lo que sucederá si vuelvo a ponerme a escribir sobre ti. No quiero te esfumes, que desaparezcas dentro de cuatro hojas y no pueda tenerte a mi lado – el tono se iba descontrolando a medida que hablaba –cada vez que he intentado experimentar o probar algo nuevo con este libro o con la maldita pluma algo ha salido mal y no estoy dispuesto a perderte! – estaba gritando de puro miedo.
H: Y yo…-le temblaba la voz, aquello también era difícil para él – yo no puedo opinar, crees que no tengo nada que decir al respecto…eres mi dueño y tú y solo tú decides…
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Re: OUR STORY -LARRY STYLINSON- SMUT -
CAPITULO 87
HARRY
Por qué demonios se empeñaba en lastimarlo de esa manera. Es que acaso no había sufrido ya suficiente con toda aquella historia. Por qué Louis lo trataba como si no fuese nada, como si realmente fuera un personaje ficticio al que podía utilizar a su antojo?
Lo hacía dudar de sí mismo y lo apartaba como a alguien insignificante y perfectamente prescindible.
Si era su vida, si él era el héroe y el protagonista indiscutible tal y como le había dicho su creador él también tenía algo que decir al respecto. Había que salir de aquella situación, había que librarse de Taylor y si Louis tenía la más mínima oportunidad de hacerlo debía aprovecharla aunque fuese a costa suya.
El final estaba marcado, así que ya encontraría la forma de volver.
Louis lo miraba confundido y triste y le pareció tan pequeño e indefenso que tuvo que apartar de su mente todo lo que acababa de decirle.
L: No soy tu dueño – dijo roto con la voz contenida – yo solo soy…yo.
Lo abrazó con fuerza fundiéndose con él como si fueran uno solo, sosteniéndole cuando él mismo necesitaba algo real a lo que aferrarse. Intentando transmitirle la seguridad de la que carecía y el empuje para afrontar el siguiente capítulo de aquella novela.
H: Tú eres mi vida y ten por seguro que si desaparezco, si he de volver a ese hospital y a esas páginas, haré lo imposible por encontrarte de nuevo. Lo has dicho, nuestra trama estaba decidida desde el principio, no hay otro final para nosotros que no sea uno feliz en el que estemos los dos – haría lo que hiciera falta.
L: Pero si vuelves al coma, quién cuidará de ti? Cómo saldrás de él? – A medida que hablaba notaba como poco a poco sus defensas iban cediendo. Louis sabía que tenía que escribir su libro, que tenía que terminarlo, para poder tener su “felices para siempre” y mientras no lo hiciera estarían a merced de la rubia.
H: Si lo hice una vez, por qué no dos? – quería sonar firme, para que todas las dudas que le rondaban no se hicieran visibles – pero tienes que prometerme algo – se puso muy serio.
L: Lo que quieras
H: Nada de alcohol, drogas o mujeres…
L: No te preocupes, te trataré bien – contestó con media sonrisa, él seguía serio.
H: Nada de alcohol, drogas o mujeres, ni para mi, ni para ti – Louis abrió mucho los ojos, entre sorprendido y avergonzado, sabía perfectamente de qué estaba hablando. El Pentobarbital o cualquier tipo de sedación no eran una opción y necesitaba que Louis se comprometiese a no hacerlo pasara lo que pasase.
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Re: OUR STORY -LARRY STYLINSON- SMUT -
CAPITULO 88
LOUIS
De buena mañana pusieron rumbo a Londres. Escribiría en casa y si sucedía lo peor se trasladaría con Harry al hospital. Volvía a encontrarse fatal, con nauseas y sudores fríos intermitentes como si estuviese sufriendo el síndrome de abstinencia de algún tipo de droga, con convulsiones ocasionales y visión borrosa.
En aquellas condiciones escribir no iba a ser precisamente sencillo y menos pensando en salvaguardar la seguridad de Harry.
Taylor estaba detrás de aquella tortura, al parecer no le interesaba que concluyera la novela y con su final perder el papel de reina del universo al que se había aferrado. Si al menos pudiera hablar con ella cara a cara, podría explicarle las implicaciones de todo lo que les estaba haciendo realmente. Si al menos pudiera dejar de temblar por un minuto podría pensar la mejor forma de hacerlo, pero ahora mismo era un despojo humano incapaz del más mínimo raciocinio.
En el cuaderno que aún mantenía con él había leído su historia, su viaje. En parte debía reconocer que le encantaba ver como Harry lo describía, como se sentía con respecto a él y ese amor incondicional, siempre dispuesto a sacrificarlo todo por él…le daba seguridad y dadas las circunstancias eso ya era mucho.
El giro argumental que le había dado Taylor a la novela le daba cierta intriga a la trama y por más que le costara debía reconocer que no lo había mal del todo…había permitido la escena del desván y debía estar agradecido por eso.
Pero como continuar sin apartarse a sí mismo como personaje secundario? El protagonista era Harry y él era el que debía solucionar sus problemas de vacío y soledad, el que debía encontrarse a sí mismo a través del amor y ser feliz. No quería prolongar el relato mucho más, de hecho le gustaría ser capaz de concluir en un capítulo o dos. Pero cómo precipitar un final en sólo un par de capítulos cuando había tantas incógnitas abiertas? Debía aclarar al menos su historia de amor.
Se planteó cortar por lo sano. Eso estaba permitido, lo había visto cientos de veces…El personaje principal, sencillamente se despertaba y descubría que toda su hazaña había sido tan solo un sueño.
No era mala idea, pero tenía que reconocer que como escritor lo hacía sentir frustrado. Una historia como la de Harry no podía terminar de una forma tan estúpida, sin explicaciones, sin conclusiones y sobre todo sin escena final de sexo apoteósico…Se rió de sí mismo, estaba realmente enfermo.
CAPITULO 89
Ambos se sentaron a esperar, viendo pasar el día desde la pequeña cama de su habitación, inmersos en la lectura de los diarios que restaban.
Tenían toda la información necesaria para aclarar su situación actual, para darse ciertas explicaciones lógicas a sí mismos. La magia provenía de una pluma envenenada, que hacía realidad los relatos, implicando en ellos a los propios escritores.
Había encontrado a Louis, su otra mitad, su alma gemela y debía darle el mérito que merecía a aquel artefacto, al menos le estaba agradecido por eso. Allí a su lado, sumido en su propia novela escribía palabra a palabra como si de ello dependiese su vida, esforzándose al máximo y buscando la concentración en su propio ensimismamiento.
Lo veía sudar, enfebrecido y no podía evitar sufrir por él, por no poder hacer nada por ayudarlo, por haberlo metido con él entre las hojas de su propio libro. Quién podía entender nada? Como casaba aquello con toda la historia de los dos escritores?
Ahora eran dos protagonistas, estúpidamente enamorados y manejados por los antojos de otro.
Jay lloraba temerosa en la cabecera de la cama de Louis. No podía creer como todo aquello había sucedido. Su hijo mayor, el único varón de la casa que había ejercido de padre de sus cuatro hermanas menores, que se había hecho cargo en innumerables ocasiones de cuidar de todo y de todas, como un adulto valiente y responsable, ahora estaba allí, tendido e indefenso.
No podía asimilar la noticia de que había intentado suicidarse, suicidarse…el mero hecho de pensarlo la hacía sollozar. Qué había sucedido con aquel chico, que era lo que pasaba por su mente para abandonarlo todo por amor.
Intentaba explicarse a sí mismo las razones que habría tenido para tomar todas aquellas cápsulas de Pentobarbital. Los médicos le habían dicho que si había conseguido salir vivo era gracias a que se encontraba en las instalaciones del hospital, que de otra forma habría sido imposible salvarlo.
Verlo le partía el corazón, tan joven, con tanto de lo que disfrutar y ahora atado a aquel hospital por Dios sabe cuánto tiempo.
Ambos se encontraban en la misma habitación, la madre de Harry había insistido. Ellos no tenían el dinero suficiente para recibir tratamiento en el St. Mary, pero Anne y los propios médicos consideraban que era bueno para los dos estar juntos. Ella correría con todos los gastos.
Parecían dos personajes de cuento dormidos para siempre.
Jay no sabía cuánta razón tenía.
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Re: OUR STORY -LARRY STYLINSON- SMUT -
CAPITULO 90
Harry se despertó casi sin haberse dado cuenta de que se había quedado dormido y cuando pudo procesar todo lo que había visto o soñado o lo que diantres fuera aquello quiso pegarse un tiro…
Otra vez atrapados…otra vez ficticios.
Louis lo había hecho y ya no sabía dónde estaba qué era real y que imaginario, quién era quién. La línea se había difuminado hacía tiempo y todo se convertía en una enorme duda, que crecía y crecía volviéndolo a cada paso un poco más loco
Nunca se había despertado, nunca había luchado por salir de aquel mundo, todo había sido fruto de la imaginación de alguien…alguien realmente retorcido que disfrutaba profundamente con su angustia y su sufrimiento.
Estaban atrapados y sin salida. Porque por mucho que Louis escribiera, ellos no iban a despertarse, no iban a salir, por mucho que buscaran la magia, las normas, la pluma, nada iba a cambiar para ellos, encerrados entre las páginas de una odiosa novela como en una cadena perpetua.
Tenía que decírselo a Louis, tenía que explicarle que ahora estaban allí, que había un mundo real al que ya no pertenecían y que su plan de un “felices para siempre” había fracasado. Porque si no eran libres cómo demonios iban a ser felices. Si estaban atados a la voluntad de un tercero que se complacía con la tortura y el tormento dónde iban a encontrar su parcela de alegría.
Por mucho que se tuvieran el uno al otro, si ese amor no era soberano, qué era exactamente sino un antojo de su creador? Un martirio más que sumar a la larga lista?
No podía tragar, sentía como se le agolpaba una especie de culpa en la garganta, una desesperación que crecía y crecía, ante la idea de que ya nada podría salvar a Louis, él mismo se había condenado a aquella prisión, pero lo había hecho por Harry y eso no lo dejaba respirar.
Como siempre, Louis levantó la vista alerta, como si alguien hubiera encendido un botón en su interior que lo avisaba de que algo malo le pasaba. Lo miró perdido, sin saber qué sucedía pero presintiéndolo en cada latido.
H: No hay salida…lo he visto. Ahora estamos los dos dentro y tú no eres el escritor – quería controlarse pero un ligero temblor en las manos lo delataba – Lo hiciste, tomaste esa estúpida droga y ahora estás tan muerto en vida como yo…
CAPITULO 91
Louis lo miró sin bajar la vista, consciente de lo que Harry le estaba diciendo, tranquilo como si nada pasase y abrasado por aquella fiebre que no lo había abandonado desde su regreso.
Notaba el temor de Harry, lo sentía en cada poro como si sus sentimientos se reflejaran en un espejo al mirarse. Le ofreció una mano para sostenerlo y tiró de él para abrazarlo.
L: Estamos juntos y eso es lo único que debe importarte. Estoy aquí y encontraré la manera de volver, sabes que lo haré – sabía que sus palabras se las llevaba el viento, pero en ese instante diría lo que fuera por ayudarlo – shhhh nada puede separarnos.
Harry lo empujó sin miramientos, por primera vez furioso.
H: Es que acaso no lo ves? Estás ciego!? Estamos a su merced, somos dos estúpidas marionetas sin voluntad!! Entiendes lo que eso significa? Sin voluntad!! – gritaba desesperado – Nada es real, ni tú, ni tu libro, ni esa maldita pluma, todo forma parte de la novela de alguien y ese alguien no eres tu Louis Tomlinson.
Quiso acercarse otra vez, pero se encontró con un Harry distante que daba pasos atrás.
L: No digas eso…la pluma es real…lo sé, la he tenido durante años. Es mía, mi madre me la dio. Escribí con ella mi último examen de la facultad y mi primer artículo, escribí con ella al hombre perfecto…la pluma existe y encontraré la manera de recuperarla – volvió a avanzar y esta vez Harry cedió.
H: Por qué tuviste que venir. Yo no te quería aquí – había comenzado a llorar, mientras negaba con la cabeza.
L: Te dije que lo haría y yo siempre cumplo mis promesas - afirmó rotundo.
H: Te has hundido conmigo en este sin sentido que ya no tiene remedio – se frotó la cara intentando recobrar la compostura – Deberías irte. Esta novela no te necesita, yo soy el protagonista, tú no eres más que parte del elenco, nadie imprescindible – estaba intentando apartarlo, pero no iba a rendirse tan fácilmente.
L: No soy imprescindible para quién? – le dolía hacer aquella pregunta, dudar de Harry, pero que ría forzarlo, para que fuese realista y se diera cuenta de lo que supondría una separación a estas alturas
H: No eres imprescindible para mí – le temblaba el mentón – si he podido vivir 25 años sin ti, creo que seré capaz de sobreponerme a tu desaparición, a una ruptura o a lo que sea! –nunca habían hablado de lo que eran ellos dos, habían sido creador y personaje, dueño y marioneta, almas gemelas, amantes… ponerle un nombre a estas alturas resultaba ridículo.
L: Me echas? – Sabía lo que intentaba y el corazón se le rompía en pedazos.
H: Si, vete.
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Re: OUR STORY -LARRY STYLINSON- SMUT -
CAPITULO 92
Se sintió líquido, como vacío. Sin fuerzas y terriblemente real. Escuchó ruidos terriblemente familiares, pitidos y susurros al fondo.
Le quemaba la piel como si hubiera estado días tendido al sol y sentía un hormigueo espantoso en la boca del estómago. La lengua con un sabor entre ácido y amargo que avanzaba desde el esófago.
Parpadeó, la luz lo aturdió, blanca y fría como la nieve. Varias personas se acercaban, tocándolo sin ningún tipo de consideración y hablándole a gritos. Por qué aquella gente no se callaba? Le zumbaban los oídos y podía oír el latido acelerado de su corazón en la vena del cuello.
Quiso evitar las lágrimas que se le agolpaban en los ojos, no quería que nadie viese el miedo que le aplastaba el pecho, giró la cara hacia la izquierda y allí estaba Harry. Tal y como lo había dejado hacía días, tumbado e inconsciente en la cama de un hospital…sin remedio.
Harry que lo había apartado de su lado, lo había expulsado de su realidad, sin importarle las consecuencias. Cómo iba a ayudarlo ahora? Se sentía hueco, despojado, como si después de haber encontrado eso que tanto le había faltado se lo hubieran arrancado de cuajo y sin piedad.
Era como si hubieran vuelto a la casilla de inicio, pero, en esta ocasión, sabiendo las reglas del juego. Y eso tenía que hacer la diferencia…ahora sabía cómo manejar la situación, él podía hacer la diferencia para ellos dos.
Tenía que volver al libro y hablar con Harry, tenía que hacerle entender que era una persona real, que no estaba loco. Que ellos dos estaban juntos, que él no era el producto de nada, que no era solo palabras en un papel, que él era su vida y no se merecía aquella especie de tortura eterna….
Esa tortura a la que él mismo lo había arrastrado…
En realidad no se merecía que él estuviera a su lado…Todas sus desgracias las había provocado él, con su egoísmo y su entrometimiento. En realidad Harry había tomado la decisión más difícil, pero la más lógica apartándolo de su lado.
Intenta ser un poco racional y observa la tragedia en la que se ha convertido su vida, la de ambos por su maldita culpa. Una ira odiosa se apodera de él y se aferra a ella para poder soportar la ausencia. Si consigue odiar a Harry dejará de necesitarlo, de echarlo de menos, si lo odia podrá volver a respirar sin sentir que se asfixia.
Aparta la mirada y como una bendición se encuentra con su madre, que está allí, que es auténtica, que lo acaricia y reconforta, que no huye ni lo aparta.
CAPITULO 93
Los sedantes son una auténtica bendición para su cabeza, que no deja de girar en torno a la idea de salir de la vida de Harry para no volver, de dejarlo hacer su camino sin más penas, sin más drama.
Le duele el alma solo de pensar que no volverá a haber un “nosotros” y se refugia en la sensación narcotizante que lo sume en un profundo sueño.
La soledad es el peor de los estados de alma, pero el abandono es como un hierro caliente que lo atraviesa de parte a parte. Louis se ha ido, él lo ha echado y pese a la certeza de ese hecho no puede evitar compadecerse de sí mismo, sentirse desamparado.
La novela parece reaccionar a todo eso y Londres está desierto y no para de llover.
Qué va a ser ahora de su vida, qué va a ser de su famosa trama, si falta una de las partes para poder concluirla.
En su casa, entre esas familiares cuatro paredes se siente todo lo a salvo que puede estar en esas condiciones y como un autómata se limita a deambular sin ser capaz de hacer nada por sí mismo, como si fuera un muñeco sin pilas que ha perdido el rumbo. Sin objetivo y sin final a la vista.
Se tumba en su sofá, en su cama, pero no se duerme, atrapado en un hogar sin sueños, sin esperanza y sobre todo sin Louis. Insomne se pierde en su propia miseria.
No es posible que vuelva a estar allí, no es posible que la novela lo haya arrastrado de nuevo. No entiende a qué clase de juego está jugando con ellos. Puede ver a Harry pero no puede tocarlo, está despierto, absorto, mirando al vacío sin hacer absolutamente nada más que esperar.
Se acerca sigilosamente como temiendo ser visto y lo atraviesa como un fantasma al intentar acariciarlo. La piel se eriza allí donde quiso ser tocada y Harry se revuelve saliendo de su ensimismamiento.
H: Lou? – Lo llama desesperado y siente que el círculo vuelve a empezar para ellos. Se aparta con todo el dolor del mundo y se esconde en un rincón tapándose los oídos con la vana esperanza de no escuchar como lo busca enloquecido.
H: No puedes volver a hacerme esto! – grita estático – Sé que estás aquí y te dije que te fueras, no puedes seguir controlando mi vida, maldita sea!...Desaparece! – se gira rápidamente y toma el primer cuchillo que encuentra acercándoselo a la muñeca – Esto es lo único que consigues!! Lo ves?
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Re: OUR STORY -LARRY STYLINSON- SMUT -
CAPITULO 94
Horrorizado, ve como Harry se corta en una especie de autoflagelación. Paralizado y atrapado en su propia proyección no puede hacer nada por ayudarlo.
Cae desmayado, a sus pies, con la sangre extendiéndose como un río que no va a ninguna parte y Louis solo sabe sentir dolor y culpa. Cómo han llegado a eso? Cómo han sido capaces de hacerse tanto daño?
Esconde su rostro entre las manos, evitando caer en el llanto, buscando una salida, una ayuda para Harry. Quiere despertarse y correr en busca de Taylor y matarla con sus propias manos por todo lo que les está haciendo. Arrancarle la pluma y solucionar todo aquello. Porque en ese instante las palabras son lo único que le queda.
Sumido en sus pensamientos, de pronto, se siente observado. Despacio se aventura a mirar al frente encontrándose con unos preciosos ojos verdes que le atraviesan el corazón.
H: Aquí me tienes de nuevo, moribundo y a tu merced. Exactamente como al principio – el rencor está tomando la iniciativa, Louis lo nota en cada frase – Por lo menos espero que eso te haga feliz y uno de los dos lo consiga.
L: Yo no quería…no quiero esto – solo quería poder abrazarlo y perderse en su calidez sin importarle nada más – me echaste y yo no quería volver…no he sido yo el que me ha traído hasta aquí. Sabes que yo ya no soy el dueño de esta historia.
H: Siempre has sido el dueño, no pretendas hacerme creer lo contrario. Tu eres mi dueño y me has dejado a merced de lo que venga – escupía cada sílaba – manejas mis hilos a tu antojo, me manipulas, me haces creer cosas imposibles y luego me abandonas.
L: Yo no te he abandonado! – lágrimas de frustración amenazan con aparecer – Tú lo has hecho! Estoy solo en ese maldito hospital, sabiendo que estás encerrado y sin poder hacer nada por remediarlo porque tú ya no me quieres a tu lado.
H: No te atrevas a adivinar lo que yo quiero o dejo de querer, porque ese sentimiento es lo único que queda de la persona que fui algún día.
L: Sólo digo lo que veo. Has dejado de luchar, te has rendido y me has apartado y yo ahora ya no estoy aquí para poder ayudarte – bajó las manos sintiéndose muy pequeño.
H: Yo no me he rendido, pero no quiero verte sufrir por mi culpa – el tono era más suave
L: Lo único que me hace sufrir es no poder estar aquí a tu lado- ambos comenzaban a ceder. Había algo irracional en aquella pelea, casi antinatural, ellos estaban destinados a estar juntos y esa energía tiraba con fuerza para unirlos nuevamente.
CAPITULO 95
TAYLOR
Sin duda estaba consiguiendo todos y cada uno de sus propósitos con aquel par de incautos. No se podía ser más empalagosos ni queriendo. Había logrado sacar a Louis del juego y meterlo dentro de aquella especie de drama que él llamaba novela.
Sentada en un pequeño despacho del St. Mary se regocijaba en lo fácil que le estaba resultando todo. Se peleaban como dos niños y le daban la línea de argumento necesaria para destrozarlos. La trama podía estar decidida con un final feliz para los dos, pero si les daba la cantidad de dolor suficiente, ese final feliz podía ser una placentera muerte que les diera una escapatoria y un poco de esa libertad que tanto añoraban.
Ahora que tenía a su ex nuevamente metido en el libro debía evitar que se despertara. La dosis de Pentobarbital no había sido suficiente y el chico había salido del coma inducido en apenas un par de días. Necesitaba acercarse a él en un descuido y dejarlo fuera de juego realmente.
Si Louis volvía a abandonar el mundo de Harry sería francamente difícil evitar que fuera a por ella. Debía tenerlo entre las páginas de aquel cuaderno para poder controlarlo y aún así debía reconocer que en ocasiones se hacía sumamente complicado.
Que ambos protagonistas se supieran dentro de un relato, no ayudaba a la credibilidad de los mismos y menos aún si luchaban por buscar una salida. Aquellos dos le habían salido más rebeldes de lo que había esperado, en ellos se plasmaba el dicho de que el “amor puede con todo”.
Dejaría que saliesen de aquel atolladero sanguinolento ellos solitos, que aprovechasen el tiempo muerto que les quedaba, mientras ella terminaba lo que había comenzado con Louis. Esperaba poder darles un final adecuado esa misma noche.
Salió apurada, dejando en el cajón de la mesa el cuaderno abierto y la pluma, que en ausencia de un escritor a cargo, siguió escribiendo con la fuerza de la acción de sus personajes principales.
Harry lo sintió con fuerza, habían cortado los hilos, conocía aquella sensación, no era nueva para él. Su guionista les daba un margen, un pequeño hueco para actuar por sí mismos. El enfado y todas las ridiculeces que había dado por buenas hacía unos minutos se evaporaron y vio como los ojos de Louis recuperaban el ánimo.
H: Se ha ido, ha dejado el cuaderno abierto y se ha ido – se acercó temeroso – es nuestra oportunidad para tomar las riendas.
Louis le ofreció las manos abiertas, necesitadas.
L: Lo haremos juntos.
Horrorizado, ve como Harry se corta en una especie de autoflagelación. Paralizado y atrapado en su propia proyección no puede hacer nada por ayudarlo.
Cae desmayado, a sus pies, con la sangre extendiéndose como un río que no va a ninguna parte y Louis solo sabe sentir dolor y culpa. Cómo han llegado a eso? Cómo han sido capaces de hacerse tanto daño?
Esconde su rostro entre las manos, evitando caer en el llanto, buscando una salida, una ayuda para Harry. Quiere despertarse y correr en busca de Taylor y matarla con sus propias manos por todo lo que les está haciendo. Arrancarle la pluma y solucionar todo aquello. Porque en ese instante las palabras son lo único que le queda.
Sumido en sus pensamientos, de pronto, se siente observado. Despacio se aventura a mirar al frente encontrándose con unos preciosos ojos verdes que le atraviesan el corazón.
H: Aquí me tienes de nuevo, moribundo y a tu merced. Exactamente como al principio – el rencor está tomando la iniciativa, Louis lo nota en cada frase – Por lo menos espero que eso te haga feliz y uno de los dos lo consiga.
L: Yo no quería…no quiero esto – solo quería poder abrazarlo y perderse en su calidez sin importarle nada más – me echaste y yo no quería volver…no he sido yo el que me ha traído hasta aquí. Sabes que yo ya no soy el dueño de esta historia.
H: Siempre has sido el dueño, no pretendas hacerme creer lo contrario. Tu eres mi dueño y me has dejado a merced de lo que venga – escupía cada sílaba – manejas mis hilos a tu antojo, me manipulas, me haces creer cosas imposibles y luego me abandonas.
L: Yo no te he abandonado! – lágrimas de frustración amenazan con aparecer – Tú lo has hecho! Estoy solo en ese maldito hospital, sabiendo que estás encerrado y sin poder hacer nada por remediarlo porque tú ya no me quieres a tu lado.
H: No te atrevas a adivinar lo que yo quiero o dejo de querer, porque ese sentimiento es lo único que queda de la persona que fui algún día.
L: Sólo digo lo que veo. Has dejado de luchar, te has rendido y me has apartado y yo ahora ya no estoy aquí para poder ayudarte – bajó las manos sintiéndose muy pequeño.
H: Yo no me he rendido, pero no quiero verte sufrir por mi culpa – el tono era más suave
L: Lo único que me hace sufrir es no poder estar aquí a tu lado- ambos comenzaban a ceder. Había algo irracional en aquella pelea, casi antinatural, ellos estaban destinados a estar juntos y esa energía tiraba con fuerza para unirlos nuevamente.
CAPITULO 95
TAYLOR
Sin duda estaba consiguiendo todos y cada uno de sus propósitos con aquel par de incautos. No se podía ser más empalagosos ni queriendo. Había logrado sacar a Louis del juego y meterlo dentro de aquella especie de drama que él llamaba novela.
Sentada en un pequeño despacho del St. Mary se regocijaba en lo fácil que le estaba resultando todo. Se peleaban como dos niños y le daban la línea de argumento necesaria para destrozarlos. La trama podía estar decidida con un final feliz para los dos, pero si les daba la cantidad de dolor suficiente, ese final feliz podía ser una placentera muerte que les diera una escapatoria y un poco de esa libertad que tanto añoraban.
Ahora que tenía a su ex nuevamente metido en el libro debía evitar que se despertara. La dosis de Pentobarbital no había sido suficiente y el chico había salido del coma inducido en apenas un par de días. Necesitaba acercarse a él en un descuido y dejarlo fuera de juego realmente.
Si Louis volvía a abandonar el mundo de Harry sería francamente difícil evitar que fuera a por ella. Debía tenerlo entre las páginas de aquel cuaderno para poder controlarlo y aún así debía reconocer que en ocasiones se hacía sumamente complicado.
Que ambos protagonistas se supieran dentro de un relato, no ayudaba a la credibilidad de los mismos y menos aún si luchaban por buscar una salida. Aquellos dos le habían salido más rebeldes de lo que había esperado, en ellos se plasmaba el dicho de que el “amor puede con todo”.
Dejaría que saliesen de aquel atolladero sanguinolento ellos solitos, que aprovechasen el tiempo muerto que les quedaba, mientras ella terminaba lo que había comenzado con Louis. Esperaba poder darles un final adecuado esa misma noche.
Salió apurada, dejando en el cajón de la mesa el cuaderno abierto y la pluma, que en ausencia de un escritor a cargo, siguió escribiendo con la fuerza de la acción de sus personajes principales.
Harry lo sintió con fuerza, habían cortado los hilos, conocía aquella sensación, no era nueva para él. Su guionista les daba un margen, un pequeño hueco para actuar por sí mismos. El enfado y todas las ridiculeces que había dado por buenas hacía unos minutos se evaporaron y vio como los ojos de Louis recuperaban el ánimo.
H: Se ha ido, ha dejado el cuaderno abierto y se ha ido – se acercó temeroso – es nuestra oportunidad para tomar las riendas.
Louis le ofreció las manos abiertas, necesitadas.
L: Lo haremos juntos.
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Re: OUR STORY -LARRY STYLINSON- SMUT -
CAPITULO 96
No tenían ningún plan, ni ninguna brillante idea, de hecho no sabían qué hacer con ese “margen” que les habían dado. Allí estaban perdidos en la mirada del otro, pidiéndose perdón sin la más mínima palabra, dejando que la electricidad entre ellos fluyese.
Alguno de los dos debía dar el primer paso, decidir qué era lo que debían hacer, pero no querían romper aquel instante, temiendo que fuera el último. Querían apartar el dolor y la angustia y poder evadirse por un instante.
Harry se acerca decidido, obviando a su yo moribundo en el suelo. Se inclina uniendo sus frentes, cerrando los ojos y muy despacio lame las comisuras de sus labios, Louis se estremece por el calor de su aliento, lo puede oír tragar un pequeño jadeo. Arrastra la punta de su lengua en un recorrido imposible, saboreando cada milímetro de piel. Cierra la mano con fuerza en torno a su cintura y lo aprieta contra él.
Louis mete las manos bajo su camisa arañándolo sin piedad, no busca suavidad ni dulzura, quiere sentir los músculos y la piel, quiere que todo sea rudo y sucio y sobre todo real, quiere asegurarse de que ambos están allí dando el todo por el todo.
Le muerde el cuello expuesto y lo recorre hasta la boca, desafiándolo y escapándose de los intentos de Harry por atraparlo en un beso. Se aceleran, el juego avanza y a medida que lo hace sus cuerpos encajan como dos piezas del mismo puzle.
Se rinde en un vano intento por desabrochar la estúpida camisa de Harry y se centra en los pantalones, buscando mientras su mano no deja de explorar. La sensación del cuerpo a cuerpo es increíblemente buena pero quiere más, quiere ver a Harry rogando, quiere hacerlo sentir algo que no haya sentido nunca.
Levanta la vista y ve su mentón derrotado sobre el pecho, mientras se balancea hacia él inclinando las caderas de manera que el roce se haga más intenso e hipnotizado por sus movimientos, a la espera del siguiente paso.
Lo empuja agresivo contra el sofá, con las manos convertidas en puños en la parte posterior de su pelo. Aterriza sobre él a caballo de sus caderas y Louis no ha odiado nunca algo tanto en su vida como esos malditos pantalones que se interponen entre ambos.
Harry agarra sus muslos para sostenerlo moliéndose contra él, respirando el mismo aire y mordiéndole el labio de pura frustración, tirándole del pelo. Le acaricia la boca y Louis le humedece dos dedos invitándolo a más.
El poco autocontrol que conservaba Harry se desata ante ese gesto y en un ágil volteo le arranca los pantalones, manteniéndolo en su regazo. Con una mano dura equilibra su espalda y con la otra avanza hasta introducirse en Louis. Las caderas se empujan con fuerza y establecen un ritmo rápido mientras encaja un tercer dedo que se arrastra hasta ese punto concreto.
L: Haz…-jadea- por favor…-siente como se deshace entre sus manos.
CAPITULO 97
Permanecen juntos, exhaustos, con los pulmones contraídos y las respiraciones agitadas. Arrebatados aún por el momento, mordiéndose suavemente, intentando decidir qué hacer ahora que se han desahogado. Porque por una vez no ha sido amor, no ha habido cariño ni ternura, ha sido sexo, sexo salvaje y brutal, sexo desesperado.
Dicen los libros de psicología que existe el sexo de supervivencia y eso es exactamente lo que acaba de suceder entre ellos, que como perfectos desconocidos se han dejado llevar por la angustia del momento.
Ellos se aman, no tienen la más mínima duda, pero ahora no hay tiempo para eso.
L: Tengo que salir de aquí, tengo que detener a Taylor de una maldita vez, tengo que acabar con esto y tengo que hacerlo ahora. No volveremos a tener una nueva oportunidad como la que nos ofrece esa estúpida – El cuerpo a cuerpo le ha aclarado las ideas, es hora de tomar la iniciativa – Tengo que despertarme y tu también, debes solucionar este desastre para que pueda sacarte del libro – dice señalando al Harry que aún está tendido en el suelo.
H: Creo que sé cómo sacarte. Ser el protagonista parece que por una vez tiene sus ventajas, solo tengo que reunir las fuerzas para alejarte y convencerme de ello. La última vez funcionó.
L: Estoy listo. Hazlo! – una corriente de ira le traspasó de parte a parte
La mano de Harry tiembla ligeramente, duda, no quiere separarse nuevamente, temiendo el siguiente paso. Le asusta pensar que Louis no vaya a volver al libro, que Taylor acabe con él de una forma u otra. Al fin y al cabo el Louis real era solo un enfermo convaleciente tumbado en una camilla a merced de casi cualquiera.
L: Qué ocurre? Harry! Tienes que hacerlo – no podía estar más decidido
H: No puedo, no quiero…no sé cómo hacerlo… - Antes de poder terminar de hablar, siente como el pómulo derecho le arde. Algo le ha golpeado. Levanta la mirada y ve a Louis con los puños cerrados, loco, desafiante.
Harry se lleva la mano a la mejilla. Le escuece la cara, le duele. Louis arremete nuevamente. Harry retrocede y se dala vuelta para evitar que lo vea. Un puño certero se le clava en la espalda empujándolo hasta casi caer. Con los ojos anegados en lágrimas sigue su camino lentamente, huyendo. Oye los jadeos de Louis y sabe que le va a pegar de nuevo. Lo agarra por el cuello, arrastrándolo con fuerza, insultándolo.
Harry siente un dolor abrasador y reacciona.
En menos de un segundo Louis se volatiliza.
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Re: OUR STORY -LARRY STYLINSON- SMUT -
CAPITULO 98
Ha vuelto, lo ha conseguido, no sabe a costa de qué, pero lo ha conseguido. Pretende justificarse a sí mismo, pensando que ha sido una causa de fuerza mayor, que ha sentido cada golpe atravesarle las costillas, que lo compensará eternamente por esto….
Pero la culpa y la última mirada de Harry pueden más que todo eso. Abre los ojos y llora por él, por los dos, por su maldito destino y su maldita suerte. Por no ser capaz de salvarlo y mucho menos de protegerlo. Por haberlo utilizado a su antojo, aprovechándose de su debilidad e inocencia.
Cuándo el fin había justificado los medios? En qué clase de persona se había convertido? Desde que había comenzado toda aquella historia se había dejado ir cediendo a sus impulsos más bajos sin temer dañar a nadie. No podía dejar de pensar en el maltrato al que había sometido a Harry, pero sin duda esa era solo la punta del iceberg.
Había abandonado a su familia, sin importarle lo más mínimo si volvería a verla o no, sin preocuparse por su bienestar y su cordura ante su intento de suicidio. Había renunciado a su sueño, a sus esperanzas.
Era tiempo de poner las cosas en su sitio…apartó las lágrimas que le bañaban el rostro y algo débil se incorporó en la cama. Sorprendentemente allí no había nadie más que él y Harry. Se levantó tambaleándose y se acercó despacio.
Estaba llorando, podía ver el llanto descendiendo por su mejilla, que se encontraba amoratada por el golpe recibido en sueños. Quiso consolarlo, besarlo, pedirle perdón hasta quedarse sin voz, arroparlo entre sus brazos y no dejarlo caer nunca más pero no podía permitirse flaquear en ese preciso momento. Tenía que encontrar la pluma y sobre todo tenía que destruir a Taylor costara lo que costase.
Se vistió rápidamente y con un suave beso en la frente de su chico se despidió.
Sospechaba donde se encontraba la rubia. A diferencia de Harry él no la había visto , pero conocía sus costumbres a la perfección. Tenía que buscar un espacio aislado y en la cumbre, a su ex le encantaban las alturas. Pensó que la séptima planta donde habían ido en busca del Pentobarbital, era el lugar perfecto.
Saludó cordialmente al farmacéutico de guardia, con el que se había topado allí mismo hacía tan solo unos días y de la forma más casual que supo le preguntó por la buena de la Srta. Taylor Swift.
F: Tiene un pequeño despacho comunitario al final del pasillo de análisis. No tiene pérdida, su nombre está con los demás en la placa de la puerta.
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Re: OUR STORY -LARRY STYLINSON- SMUT -
CAPITULO 99
Camina como si no hubiera un mañana, intentando ser cauto para no ponerse a correr como un loco hasta esa maldita mujer. Pone una mano en la puerta y reza todo lo que sabe rogando que esté dentro. La manija gira con facilidad, está abierta y empuja la puerta suavemente.
El pequeño cuarto está completamente vacío. Es una especie de zona común en la que descansar y cambiarse, antes y después de los turnos correspondientes. Hay una pequeña y blanca mesa junto a la ventana. Es diminuta y sobre ella no encuentra ni una sola pista de la novela. Recorre la habitación con la mirada en busca de algún indicio de la pluma, de que Taylor ha estado escribiendo sobre ellos en aquel lugar.
Nada.
Cuando está a punto de abandonar y preguntar por ella en otra parte, se da cuenta que sobre un estrecho archivador amarillo hay una especie de diminuto cajón que no había visto. Cuando por fin consigue desencajarlo y abrirlo, ve la pluma y un ridículo cuaderno rosa adornado con sus palabras y las de la rubia.
La historia se había trasladado hasta aquellas páginas por obra y gracia de la magia de la pluma. Sin poder evitarlo, quiso saber lo que le estaba sucediendo a Harry en ese preciso instante. Quería verlo, averiguar si el daño era irreparable…
Le ardía la garganta y la cabeza, una quemazón espantosa le recorría la muñeca, mientras un reguero de sangre adornaba el suelo de su piso. Sacudió brevemente la cabeza intentado razonar y ordenar un poco sus pensamientos.
Como pudo se acercó al sofá y cubrió su brazo con una vieja camiseta, taponando la herida.
Se sentía derrotado, humillado y completamente estúpido. Le había dado a aquel hombre todo lo que tenía, le había entregado su alma y el sencillamente la había pisoteado y arrastrado por el fango.
Quería ser orgulloso, buscar el rencor que lo había alentado a deshacerse de Louis la primera vez, pero allí no había nada, volvía a estar vacío, completamente muerto por dentro.
Su personalidad arrolladora se había ido por el desagüe, su encanto, su chispa, se la habían arrancado y sentía que todo era culpa suya, que se merecía todo lo que le pasase, que Louis lo había abandonado porque no valía nada, que lo había golpeado por estúpido por no haber sabido pelear y hacer las cosas a su manera.
Por fin lo habían logrado, ya era la marioneta perfecta, víctima de su propio dueño.
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