Re: OUR STORY -LARRY STYLINSON- SMUT -

por Invitado Sáb 14 Dic 2013, 11:50 am

CAPITULO 61

HARRY

A la mañana siguiente Harry se despertó al dar las primeras luces con la cabeza de Louis en su regazo y con la sensación de que su felicidad comenzaba y terminaba con la de él. Sin casi conocerse se habían convertido en uno solo, sabiéndose tan propios como solo un dueño y su muñeco lo pueden ser
Su respiración era tranquila y mientras lo veía soñar, se maravillaba de todo lo que habían vivido juntos. Recordó intensamente la tarde en la que un gran coche negro, lo había atropellado en Covent Garden, al salir de Standfords después de haberse pasado las horas muertas paseando entre libros y guías, mirando sin ser visto al hermoso chico de los ojos azules.

Había apoyado su chaqueta en la caja mientras notaba como lo contemplaba sin disimulo. Se sentía desnudo bajo aquella mirada, tan intensa y desvergonzada y un poco sobrecogido, con la piel de gallina se refugió en la zona de los atlas y los mapas de la ciudad, viendo de reojo como un objeto brillante caía del bolsillo de la americana.

Se acercó despacio, dando un lento rodeo al mostrador, para evitar ser visto y en un gesto rápido pudo alcanzar la pluma que había rodado unos metros hacia él y devolverla a su lugar de origen.

Poco más podía rememorar del día en que todo comenzó…el sol deslumbrante al tomar la curva, un traspiés y luego….luego llegó Louis, el alcohol, las drogas, las mujeres de una noche y su historia.

Tosió inconscientemente, en una especie de risa contenida, al visualizar el recuerdo en su imaginación, el primer flash en el que lo vio durmiendo intranquilo. El sonido de su maltratada garganta medio despertó a Louis, que comenzó a revolverse en un vano intento por no abrir los ojos.

Le cubrió la mejilla con una de sus grandes manos, haciéndole una torpe caricia de bienvenida que quería transmitirle todo el amor del mundo. Louis separó sus párpados y con un azul turbio le dio el mejor de los buenos días.

La fuerza de un imán lo impulsaba hacia él, las manos unidas sobre su rostro que se sonrojaba por momentos, la sonrisa más perfecta y generosa, los labios entreabiertos…

H: Yo… - la voz ronca y grave de días muerta – no podía estar allí sin ti – no pudo continuar, cada palabra era una cuchilla que le atravesaba la garganta. Louis se irguió y juntó sus frentes con la ternura del que se entrega mientras rozaba su cuello suavemente.

L: Yo tampoco. Te llevo buscando desde que supe que estabas aquí – susurró en una especie de trabalenguas que solo entendían ellos.

CAPITULO 62

LOUIS

Estaban allí, eran reales y disfrutaban del tiempo perdido, en la medida en que se lo permitía estar encerrados entre aquellas cuatro paredes.

Llevaban todo el día hablando a media voz, tocándose con pequeños roces y caricias que no iban más allá, pero sin romper nunca esa conexión, ese contacto que los hacía sentirse el uno al otro, en ningún momento.

Sentía el calor de Harry hasta en los huesos, irradiando una energía especial entre los dos que lo mantenía inamovible.

Tenía tantas cosas que decirle, tantas explicaciones. Pero sentía que aquel no era el momento, ahora tocaba mimarse, reconfortarse después de todo lo vivido. El Harry real era tan especial como cabía esperar. Una persona entusiasta y sonriente. Pese al atropello, su sexualidad oculta, Taylor…era una persona que transmitía esperanza en cada palabra.

Se apenó cuando supo que la novela de Louis se había perdido, borrándose al completo. Pero él no pudo más que demostrarle su desacuerdo. Gracias a eso por fin se habían reencontrado y confiaba en tener una segunda oportunidad.

No quería separarse de él ni por un minuto, temiendo que se volatilizara en su ausencia o volviera a caer en un sueño del que no despertase jamás. Pero tenía que hacerlo, llevaba días en el St. Mary, sin dar señales de vida a su familia. Necesitaba una buena ducha, para volver con energías renovadas junto a su chico.

L: Ahora tengo que irme…- realmente estaba afectado por todo lo sucedido, le costaba despegar su mano de la de Harry. Veía como sus ojos se cubrían de inquietud -…pero volveré en seguida, lo prometo.

H: Lo prometes? – preguntó con una media sonrisa que quería ocultar su desánimo y que lo rompía por dentro. Se levanto sin medir su impulso, con la idea de poder despedirse con un beso cálido y reconfortante pero algo cayó de su bolsillo rompiéndose contra el suelo con gran estrépito.

Ambos se giraron para mirar qué había sido aquello, Harry con curiosidad y Louis con miedo. Temía tener que explicarle lo que ahora le parecía un absurdo plan, que probablemente hubiera acabado con él. Un plan que implicaba una muerte cerebral inducida y que solo funcionaría en el más absurdo de los sueños.

Los ojos verdes se le clavaron como espadas, preguntando, anhelantes y desconcertados. Antes de poder dar una explicación una voz afilada los interrumpió con un alegre saludo.

No podía ser…ahora no…

por **»Tributo.** Sáb 14 Dic 2013, 8:50 pm

Oh mierda, ¿es la puta Taylor esa? Iu, la detesto -.-
Seguila *-*

por **PameBooBear** Sáb 14 Dic 2013, 10:55 pm

hola hola :D nueva y fiel lectora ;) me encanto tu novela *---* siguela pronto porfis 9.9 pasate por mi novela larry The Secret Footballer

por Invitado Dom 15 Dic 2013, 2:06 am

MARATON
CAPITULO 63

HARRY

Taylor entró como un vendaval en la habitación, sin ningún miramiento o consideración, sin tan si quiera tocar a la puerta y apartando la cortina para dejar que entrase un sol cegador que no precisamente lo que necesitaba. Se acercó a Harry como en su propia casa y le robó el beso que hacía escasos segundos estaba seguro que iba a recibir de Louis.
La apartó con la escasa fuerza de la que disponía, intentando ser todo lo desagradable que pudo. La chica lo miró extrañado y automáticamente unió las piezas del puzle que se planteaba ante ella y volvió a la carga.

T: Cariño, debes descansar, no deberías permitir que Louis contamine tu cabecita con todos esos problemas que sufre. No es el momento ni el lugar – tonta, imbécil, boba, necia, tarada, estúpida, idiota….no encontraba el insulto más adecuado para aquella maldita víbora que había alentado el comportamiento suicida de su chico.

H: Louis no tiene que pedirle permiso ni a ti ni a nadie para estar aquí…tiene más derecho que cualquiera y desde luego mucho más que tú – la interrumpió, dejándole claro el puesto que ocupaba cada uno en su vida.

T: Amor, tienes que calmarte, este tipo de estrés no es bueno para tu recuperación – la dulce, dulce Taylor. Agh!
H: Louis creo que debes salir. Taylor y yo tenemos que hablar – vio el desconcierto reflejado en su cara, que se contrajo en un gesto de tristeza.

Como pudo y aprovechando la cercanía, lo jaló por la camisa hasta tenerlo pegado a sus labios. El mensaje estaba más que claro o eso esperaba cuando se dejó caer rendido sobre los almohadones.

Miró de reojo a la rubia, que permanecía con la boca abierta por la sorpresa, Louis por el contrario sonreía como si aquel gesto le hubiera ensanchado el alma, con una alegría que le subía a los ojos, que brillaban emocionados.

T: Harry tu y yo estamos prometidos, a caso lo has olvidado? Louis solo es un loco suicida que ha estado rondándote con la esperanza de encontrar algo de inspiración y valor en tu inconsciencia. – el tono alto, estridente. La cara torcida por la rabia y la impotencia de no saber qué pasaba entre ellos dos.

H:No te atrevas – la voz le salió como de ultratumba, amenazante e intimidatoria como no lo había sido nunca antes. Louis era su vida y no iba a consentir y una persona tan despreciable como aquella le hiciera el menor de los daños con sus comentarios hirientes.

Había sacado sus propias conclusiones al verlos tan unidos y quiso atacar al que consideraba el más débil en aquella situación.

CAPITULO 64

LOUIS

Cedió y con todo el dolor del mundo abandonó la habitación 315. Con el corazón inquieto por la presencia de Taylor y el cuerpo herido.

La separación de Harry le resultaba insoportable físicamente, haciéndolo sentir pequeño e incompleto, como si el no tenerlo al lado le provocase un desgarro en el alma. Sin poder evitarlo se sentía uno solo con el chico e irremediablemente enamorado. Enamorado como no lo había estado en toda su vida, con amor profundo y necesitado sin el que se sentía completa y absolutamente perdido.

En el trayecto hasta su casa, se rió de sí mismo y de su adoración por Harry, lo suyo era digno de la mejor de las historias románticas del siglo XIX, con todo aquel drama y amor intenso al que sólo le faltaban un desolado páramo o un castillo encantado.

Pero su aventura, su relación, no acabaría en llanto, ese capítulo ya había terminado para ellos y ahora sólo le quedaba lo bueno de la vida para disfrutarla en compañía del otro. Él era el autor de todo, el que había originado la existencia de aquel idilio y no iba a rendirse hasta conseguir el final feliz que llevaba dos meses buscando, era su momento e iba a aprovecharlo.

La urgencia del volver al St Mary le picaba bajo los pies.

Entró en su casa como una tromba, dando escasas explicaciones a su asombrada madre y corriendo escaleras arriba con la intención de terminar lo antes posible para ponerse en camino nuevamente.

Mientras, hablaba a gritos desde la planta de arriba dando las justificaciones necesarias “un amigo ha sufrido un grave accidente” “está en el St. Mary” “No, no lo conoces” “ya comeré en la cafetería del hospital”…

Cuando por fin consiguió entrar en su habitación y cerrar la puerta resopló tomándose un minuto para sí mismo apoyado contra ella con los ojos cerrados. Cuando los abrió echó una visual por todo el cuarto, escrupulosamente ordenado por las manos expertas de su madre, pero algo destacaba por estar claramente fuera de su lugar. Su viejo cuaderno marrón estaba caído entre el escritorio y la ventana.

Lo alcanzó con cierta dificultad cogiéndolo con dos dedos por las páginas por las que se había abierto. Cuando lo sostuvo frente a sí, las letras formando palabras salidas de la nada lo dejaron estupefacto.

La libreta volvía a estar llena, su historia y la de Harry estaba allí y volvía a escribirse por sí misma, sin que él pudiera hacer nada por impedirlo!

Dos de los personajes principales estaban hablando…Eleanor y Harry estaban hablando!! Cómo demonios era aquello posible? Se hecho la mano al bolsillo buscando desesperado la pluma.

CAPITULO 65

HARRY

La miró amenazante con todo el asco del mundo, cuanto más hablaba con ella más comprendía todo el daño que le había hecho tanto a él como a Louis. Era una manipuladora de primera que se dedicaba a vivir chupando la energía, el dinero o los contactos de los demás como un auténtico parásito. Y lo peor de todo es que parecía disfrutar con ello.

H: Creo que te ha quedado lo suficientemente claro, qué es lo que hay entre Louis y yo – quería ser frío y demostrarle que no iba a poder con él – Tu ya no tienes cabida en mi vida, afrontaré las consecuencias de mis actos y estoy seguro de que de ahora en adelante contaré con el respaldo de toda mi familia. Nuestro trato se termina en este preciso momento, ya no necesito que me hagas de pantalla ante nadie. Ahora tengo a Louis.

T: Eres un completo ingenuo si crees que me voy a conformar con la patadita sin dar guerra. Te he servido gentilmente por más de un año y sé lo suficiente como para hundirte- aquella mujer era más pretenciosa de lo que cabría esperar, pero seguía siendo una completa imbécil sin remedio.

H: Está bien, arruíname la vida si eso es lo que quieres, haz lo que te dé la gana – su indiferencia a sus amenazas la estaban poniendo nerviosa y no podía contener el movimiento rítmico de su pierna – Pero date por enterada, entre tú y yo ya no hay absolutamente nada –concluyó mirando hacia otro lado con la intención de que Taylor se diera por aludida ante su gesto y abandonase la habitación.

La observó mientras se giraba intentando mantenerse lo más digna posible y por el rabillo del ojo vio como se agachaba curiosa a los pies de la cama. Recogía un objeto brillante de lo más familiar… era la pluma de Louis!
Todas sus terminaciones nerviosas se pusieron en alerta.

H: Qué haces? Qué has encontrado? – lo sabía a la perfección, pero necesitaba tiempo para pensar la mejor forma de recuperarla.

T: Nada, sólo es una estilográfica que ha debido de caérsele a alguna de las enfermeras – sonaba casual.

H: Enséñamela – fue brusco…demasiado brusco y puso en alerta a la rubia.
T: Y qué vas a hacer si no quiero enseñártela? – la lanzó al aire, jugando con ella y la tomó al vuelo, metiéndosela en el bolsillo blanco de su bata.

La movilidad jugaba en su contra y no quería ofrecerle más pistas a aquella maldita zorra. Tenía que dejarla irse y esperar a que volviera Louis para idear la mejor manera de recuperarla, solo rezaba porque en ese medio tiempo Taylor no quisiera poner por escrito ni una sola palabra.

CAPITULO 66

LOUIS

Quién estaba creando esa historia, quién escribía o imaginaba con su pluma un nuevo relato dentro del propio? No entendía las nuevas reglas de la pluma, se suponía que aquella conexión funcionaba entre él y Harry.

La habría recogido él del suelo de la habitación? Estaba seguro de que se le había caído allí con todos los frascos de Pentobarbital y la entrada triunfal de Taylor había arruinado la posibilidad de que ninguno se diese cuenta.

No tenía sentido, por qué iba a traer a Eleonor-Taylor de nuevo a sus vidas, cuando se suponía que se estaba deshaciendo de ella en el hospital???

Se dio toda la prisa del mundo, algo iba mal, tremendamente mal, lo presentía y su sexto sentido nunca le había fallado. Se duchó como alma que lleva el diablo y vistiéndose a trompicones preparó una pequeña mochila con cuatro cosas y su cuaderno, tenía que llevar el cuaderno consigo para no perderse nada de lo que sucediese.

Con el pelo aún mojado, besó a su madre al vuelo y salió dando un portazo.

Como si el mundo estuviera en su contra el fuerte viento del este trajo consigo una persistente lluvia que terminó por empaparlo y dificultó considerablemente la tarea de encontrar un taxi libre. Comenzó a caminar bajo la tormenta con la esperanza de encontrar algún vehículo en su camino o tomar el autobús que lo llevaría al centro a cuatro calles de allí.

Cuando casi estaba llegando a la parada sumido en una angustia creciente, por fin encontró uno libre. Subió tiritando a causa del frío y le dio la dirección del hospital al conductor. Se fijó en que no tenía el mejor de los aspectos, más que un taxista parecía un sicario de la mafia…algo más podía salirle mal hoy?
Como si con esa pregunta a sí mismo hubiera convocado al peor de los destinos vio como el coche se desviaba hacia la autopista 7-R en lugar de continuar hacia el centro. Para cuando se lo hizo saber al chofer, ya no tenía remedio. Con suerte tardaría más de una hora en llegar al St. Mary.

Por fin divisaba a lo lejos Paddington, ya estaban llegando después del viaje más largo y surrealista de toda su vida. Dicho y hecho, algo pasaba, una rueda, se había pinchado y no podían seguir avanzando.

Dejó un par de billetes en el asiento y sin mediar palabra salió hecho una furia dispuesto a recorrer la distancia que lo separaba de Harry a pie. No era una caminata demasiado larga pero las inclemencias del tiempo hacían que su paso se ralentizase.

Sin dejar de pensar en el chico, una pequeña idea comenzó a tomar forma en su cabeza, lluvia, viento, casi un tornado en pleno mayo, un taxi extraño que se pierde en pleno centro, un pinchazo…alguien estaba escribiendo todo eso para él!!!Alguien le estaba impidiendo llegar al hospital fuera como fuese!!!

por Invitado Dom 15 Dic 2013, 12:53 pm

CAPITULO 67

HARRY

Louis tardaba demasiado y comenzaba a ponerse histérico y aunque resultase paradójico aquello era bueno para su organismo, le activaba la sangre y la circulación y lo hacía sentirse más libre en sus movimientos que hasta ese momento habían estado muy limitados.

Su madre hacía horas que no pasaba por allí e incluso el séquito de enfermeras al que estaba acostumbrado parecía haberlo dejado tranquilo.

Intentó erguirse para abandonar la cama, si la montaña no iba a Mahoma, Mahoma iría a la montaña. Se sintió más torpe que nunca, con una absoluta descoordinación de sus miembros. Cuando consiguió enderezarse se aferró a los barrotes de la cama. Esta vez no se caería por las prisas, iría paso a paso. Tomó la silla que se encontraba al lado y la usó a modo de andador arrastrándola ante sí.

Poco a poco consiguió avanzar hasta la puerta de la 315 y echar una ojeada a un pasillo desierto. Aquello parecía una escena de “La Invasión de los Zombis”. Su experiencia en el tema lo puso en alerta en seguida y cuando gritó pidiendo ayuda y nadie acudió todas sus peores sospechas se confirmaron. Estaba de nuevo en el libro y su nueva dueña era la Srta. Swift.

Así como la idea se hizo real en forma de pensamiento coherente cayó sobre sí mismo como si lo hubiese fulminado un rayo. Las piernas no le respondían, las tenía insensibles, prácticamente muertas. Un pequeño temblor en las manos lo hizo ser consciente del pánico que sentía. Si a él le estaba haciendo eso, qué estaría haciendo con Louis?

La respiración se le aceleró irremediablemente y sacó fuerzas de donde no las tenía para arrastrarse con sus propios brazos hasta el puesto de enfermeras. Allí encontró lo que estaba buscando una silla de ruedas en la que poder desplazarse.

La falta de agilidad, el nerviosismo y el miedo jugaban claramente en su contra, dificultándole cada maniobra. Finalmente consiguió sentarse y comenzar a rodar. Su objetivo era claro, salir de aquel hospital y perderse, no dejarse encontrar por Taylor o por cualquiera de sus personajes para ser manipulado. Si había conseguido revelarse en la novela de Louis, sabía que aún tenía una mínima esperanza.

Llegó al ascensor, abandonó la silla y se tiró dentro, alcanzando a penas el botón de bajada. Los tres pisos de descenso transcurrieron al ritmo de una vuelta al mundo completa. Al abrirse las puertas se empujó a sí mismo hacia la salida.

El dong de gran puerta de entrada al abrirse lo sacó de su ardua tarea.

No podía creerlo Louis estaba allí!!

por **Kaathi** Dom 15 Dic 2013, 8:45 pm

Laaaaaa puta madre Taylor te odio.
Maldición, es que ¿Era necesario que tomara la pluma de Louis?
:cccccccccccccccccccc
Nada puede ir bien aquí.
Pero no dejo de amar este fic.
Esperare a que subas tranquilamente
Adiós
Cuídate
Xx♥

por Invitado Lun 16 Dic 2013, 12:29 am

CAPITULO 68

LOUIS

Tenía que ayudar a Harry como fuera. Corrió sin poder pensar en otra cosa que volver a verlo y protegerlo de aquella maldita historia en la que lo había metido. Se sentía profundamente culpable por haber sido tan descuidado. El chico estaba completamente indefenso y Taylor podría manipularlo a su antojo. Aún le costaba creerse como podía haber sido tan estúpido como para dejarlo a solas con ella.

Siempre encontraba la manera, era una maldita profesional del engaño y parecía que la suerte siempre estaba de su lado

Mientras avanzaba intentaba razonar el comportamiento de la pluma. El estaba completamente despierto al igual que Harry cuando lo dejó en el hospital. Cómo funcionaba la comunicación ahora? Cómo era posible que Taylor escribiese sobre ellos en un mundo real?

Por qué se lo permitían cuando a él le habían puesto tantas trabas las veces que había querido cambiar la trama.

Eso era, la trama era inamovible, tenía que descubrir cuál era la de ellos dos, qué argumento los guiaba, para asegurarse de que el final era el que querían. Porque quién era el responsable del relato, Taylor o el propio Louis?

Tenía que descubrir si aquella era una novela nueva o sencillamente una vuelta de tuerca o una segunda parte de la que había creado él mismo y rezó a todos los dioses porque fuera así, porque aunque debía reconocer que era un escritor rebuscado y les complicaba la vida a sus protagonistas, solía darles un final feliz.

Necesitaba un final feliz para Harry, aunque tuviera que sacrificarse por el camino. Tenía claro que lo único realmente importante en ese momento era su bienestar.

Con un viento feroz empujando en su contra llegó a las puertas del hospital y la imagen que vio le sobrecogió el alma. Harry se arrastraba con la fuerza de sus brazos hacia la salida, con la cara desencajada y el gesto torcido.

Caminó hacia él con calma, no quería asustarlo con su propio miedo y temía que un nuevo obstáculo se materializase de la nada, impidiéndole socorrerlo.

Se arrodilló a su lado y lo incorporó sobre su regazo como pudo, le fallaban las fuerzas. Una sencilla mirada les valió a ambos para percatarse de la situación en la que se encontraban. El entendimiento fue inmediato.

Le acarició el rostro y cerró los ojos con fuerza para evitar que se le saltasen las lágrimas, quería ser valiente por los dos pero no sabía cómo iban a salir de todo aquello y la impotencia podía más que cualquier otro sentimiento.

por Invitado Lun 16 Dic 2013, 12:29 pm

CAPITULO 69

TAYLOR

Era un juego y a ella siempre le había encantado jugar con las personas. Se sentía la dueña del universo, con plenos poderes para manipular a todos y cada uno de sus personajes a su antojo y sobre todo a su servicio.

Aquellos dos iban a acabar mal, eso lo tenía claro desde el principio. Era la base argumental de su historia. Una bonita novela de amor que termina trágicamente con la separación de los protagonistas a causa del destino….aunque aún no lo había decidido, no sabía la razón fundamental del drama. El destino, la muerte, las drogas… Tenía mil y una posibilidades y todas en bandeja gracias a Louis. Le había facilitado la suficiente información acerca de su vida como para poder tergiversarla a su antojo.

El bueno de Lou, era un viejo conocido y a estas alturas conocía sus fuerzas y flaquezas a la perfección y Harry no era menos, después de un año de insoportable convivencia, sabía sus puntos débiles.

Usaría a la madre, Anne era un perfecto comodín. Esa mujer podía convencer a su hijo de casi cualquier cosa… Aunque bien pensado, prefería no introducir a terceros, si necesitaba a algún personaje extra echaría mano de la dulce Eleanor.

LOUIS

Lo alzó sobre sí mismo con toda la energía que le quedaba en el cuerpo y buscaron refugio en la pequeña cafetería que se encontraba a pocos pasos de allí.

Vacía…ni un alma. Su relato estaba desierto, no existía nadie más en ese mundo que él y Harry.

H: No puedo moverme, qué vamos a hacer? Cómo le vamos a arrebatar la pluma si nos tiene a su merced?- sonaba desesperado y la situación no era para menos. Louis había pensado en mil posibilidades, pero el estar encerrados entre las páginas le dificultaba en extremo la planificación.

L: Creo que en este caso, tú tienes todas las claves. Tienes que explicarme punto por punto como conseguiste contactar conmigo las primeras veces. Como conseguiste doblar la página, tacharla, impedir que te manipulara al 100% - le costaba reconocer que había sido su dueño durante casi dos meses, pero era una realidad a la que no podían enfrentarse ahora mismo, tenían objetivos más importantes.

H: Yo…yo no quería. Odiaba que….yo me sentía humillado algunas veces, otras furioso y utilizaba toda esa energía, la proyectaba en ti. La mayor parte del tiempo podía escuchar lo que decías, cuáles eran tus planes para mí. – Harry se miraba las manos, esquivándolo. Se notaba que no le gustaba recordar todo lo que había sufrido por su culpa.

L: Claro…podemos oírla! Tenemos que buscar la forma de hacerlo, eso nos dará algo de ventaja en esta retorcida historia – Si sabían de antemano cuáles eran sus propósitos tal vez podían eludirlos o incluso con un poco de suerte…cambiarlos!

por Invitado Mar 17 Dic 2013, 12:32 am

CAPITULO 70

HARRY

Tenía que recordar como lo había hecho, el había sido el protagonista de todo aquello durante mucho tiempo, tenía que intentar visualizar la forma en la que había llegado hasta Louis las primeras veces. Cuando lo había oído conversar con Zayn o con su editor.
Estaba convencido que todo había sido gracias a la fuerza de su voluntad, al igual que había salido del coma por pura cabezonería, creía que el truco estaba ahí. Siempre había sido una persona optimista por naturaleza y un fiel creyente del ”querer es poder” , pero en la situación en la que se encontraban le costaba horrores ser positivo.

Apenas podía moverse, a dónde demonios iban a llegar si ni si quiera podían salir de aquella cafetería? Aunque si se paraba a pensarlo, el había estado encerrado en sí mismo por meses, con todas las trabas que el más retorcido de los escritores pudiera imaginar y lo había conseguido, sencillamente no se había rendido.

Louis era su talismán, Louis era el que le daba la energía y la fuerza, porque el solo hecho de pensar que le pudiera pasar algo lo empujaba como un huracán. Ahí lo tenía, tenía que usar el miedo a perder a Louis en su favor, el amor que le profesaba, ese sentimiento de protección hacia él.

H: Nuestra única posibilidad para salir de esta, somos tú y yo – dijo con una sonrisa. Por fin se atrevía a perderse en la mirada de Louis.

L: Está claro que es con lo único que contamos – respondió irónicamente mirando en derredor – en realidad tenemos un yo y medio tu – él también quería sonreír e hizo un juego de palabras.

H: Si fui capaz de hacer casi de todo en tu novela, fue gracias a que sabía que estabas al otro lado, que eras incondicional y que no quería perderte bajo ninguna circunstancia, usé eso para verte, para llamarte, para escribir en los márgenes – aquello era una declaración de amor en toda regla – Te necesitaba para respirar, para existir.

Louis lo miró entre atónito y emocionado. Le faltaban las palabras.

Siguió con aquello, quería aprovechar que se había arrancado a hablar, quería dejarle claro la intensidad de lo que sentía, para que lo usase a su favor para salir de esta.

H: Te sentía como parte de mi alma, de mi vida. Como si yo mismo estuviese dividido en dos y tú fueras una de mis mitades. La intensidad de ese afecto ha sido lo que me ha dado el empuje, lo que me ha permitido despertar – ya estaba, lo había dicho. Eso era todo.

L: Yo también te quiero. Te quiero, te quiero y te quiero.

por Invitado Mar 17 Dic 2013, 12:48 pm

[size=" \"18""]CAPITULO 71[/size][size]

LOUIS

Allí estaban como dos perfectos idiotas, tomados de la mano en una pequeña cafetería declarándose su amor. Pero, en realidad, qué otra cosa podían hacer. Por lo menos se tenían el uno al otro y eso era mucho más de lo que podrían decir muchos.

Decidieron descansar un poco, intentar buscar esa vieja conexión en sueños, o al menos intentarlo. Al poco rato sintió como la respiración de Harry se calmaba y se ralentizaba al caer profundamente dormido. Estaba exhausto, había despertado de un coma profundo hacía horas y era lógico que estuviera rendido.

Louis lo intentó, pero su cerebro hiperactivo se lo impedía, estaba agotado, pero no se permitía a sí mismo dejarse ir. Le daba vueltas al libro, al cuaderno, a la pluma. Seguía sin comprender como Taylor se había hecho con ella en tan poco tiempo cuando a él le había costado casi dos meses darse cuenta de cómo diantres funcionaba.

Las normas, la trama…si al menos supiera cuáles eran las normas por las que se regía todo aquello. Debía ir al origen, esa sería la única manera. La estilográfica había pertenecido a su abuelo y antes que a él a su bisabuelo, pero por desgracia ya no podía preguntarle a ninguno de los dos. Tal vez su madre conservase alguno de los diarios de los Tomlinson, había escuchado hablar de ellos en alguna que otra reunión familiar, cuando lo alababan como la tercera generación de escritores.

El se dedicaba a la literatura al igual que lo habían hecho sus antecesores con más o menos éxito. Quizá en alguno de sus escritos encontrase alguna pista…Tenían que ir a Doncaster a la vieja casa del abuelo Keith y mejor hacerlo cuanto antes.

Movió suavemente a Harry, quien dormía como una piedra. Le costó sacarlo de su sueño, parecía concentrado en él.
Le rozó la mejilla, mientras que con la otra mano jugueteaba con sus rizos. Dándolo por imposible, decidió dejarlo descansar un poco más y aventurarse fuera del local para conseguir un coche que los acercase a su ciudad.

Salió con mil temores y para su asombro todos y cada uno de los coches con los que se topó estaban abiertos y con las llaves en el contacto. Taylor también quería averiguar cómo funcionaba todo aquello y le estaba poniendo las cosas un poco fáciles por primera vez en el día.

Cogió un pequeño utilitario rojo y lo aparcó en la acera junto a la puerta de la cafetería. Harry no estaba en su mejor forma y llevándolo sobre él no llegarían muy lejos, así que decidió simplificar un poco la maniobra.

Tenían que ponerse en camino ya.[/size]

por Invitado Miér 18 Dic 2013, 12:46 am

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CAPITULO 72

HARRY

Se despertó entre aturdido y desorientado. Cuando por fin consiguió ubicarse buscó a Louis con la mirada. No estaba!

No podía ser, la zorra de Taylor no podía haberse deshecho de él con tanta facilidad, en realidad si, si que podía haberlo hecho.Cuando se disponía a llamarlo a gritos, desesperado, Louis entró por la puerta con una sonrisa de oreja a oreja. En ese momento lo hubiera estrangulado.

H: Se puede saber dónde demonios te habías metido? – Estaba furioso.

L: Sólo he salido cinco minutos a buscar un coche, pensé que seguirías durmiendo – se disculpó sin más. No parecía darse cuenta de lo que le había afectado su desaparición.

H: Un coche? Y se puede saber a dónde vamos? – no quería ser desagradable, pero estaba enfadado y aún tenía el susto en el cuerpo.

L: He pensado que deberíamos ir a Doncaster a la casa de mis abuelos. Necesitamos saber cómo funciona ese maldito cacharro, cuáles son sus reglas si pretendemos salir indemnes de todo esto – no era una mala idea y por lo menos estarían en movimiento intentando hacer algo útil.

El había soñado con la rubia, la había visto escribiendo en una pequeña sala del St. Mary que no reconoció y parecía muy satisfecha con lo que estaba haciendo, complacida de sí misma. Evitó decírselo a Louis, no era relevante y saberla dueña y señora de la historia de ambos lo pondría frenético.

Porque Taylor escribía sobre ellos, seguía siendo su novela y Harry no era consciente de la importancia de ese detalle para su propia supervivencia.

Louis lo tomó sin previo aviso por los brazos, acercándolo tanto a él como era posible y el roce de sus cuerpos activó todas sus alertas. Pasó sus manos en torno a su cuello, dejándose llevar y cuando terminó de alzarlo lo besó con ternura, de una forma tan íntima que todo lo demás a su alrededor desapareció.

Harry no podría describir un beso más dulce y lento. Como un primer beso, que disfrutas sólo por el placer de recibirlo. Louis lo terminó con una preciosa sonrisa.

L: Pongámonos en marcha, ya habrá tiempo para esto – dice guiñándole un ojo con toda la picardía del mundo y Harry se sorprende de la capacidad de Louis para sobreponerse a los contratiempos, para pelear hasta el último minuto y le gusta, le gusta más de lo que nunca hubiera podido imaginar.

La lluvia es persistente y tienen por delante 3 horas de viaje.
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por Invitado Miér 18 Dic 2013, 2:57 pm

CAPITULO 73

LOUIS

Harry le recuerda a un gatito, acurrucado y ronroneando contra la puerta del coche. Le sorprende su capacidad para quedarse dormido en cualquier esquina. En realidad lo sorprende todo de él, la perfecta mezcla entre el personaje que creyó crear de la nada y el Harry real. Dulce y tierno, en ocasiones indefenso, pero a la vez optimista y peleón.

Durante gran parte del camino se pierde en ensoñaciones de cómo sería la vida de ambos en un mundo normal, el poder disfrutar del otro sin preocuparse por si caerá fulminado por un rayo imaginario o un agujero negro. Ni en sus peores pesadillas podría haber creado una realidad peor que aquella en la que se encontraban.

Puso la radio, en un vano intento por distraer su mente de toda la basura que los rodeaba y Woudn´t it be nice de los Beachs Boys sonó como una absurda burla…claro que sería bonito poder despertarse a su lado sabiendo que tienen todo el día por delante y que todo lo que tienen lo han construido entre ambos, juntos…

Se estaba emocionando…estaba claro que toda la situación que estaba viviendo lo sobrepasaba y lo estaba convirtiendo en un blandengue de primera. Se pasó el dorso de la mano por los ojos, negándose a sí mismo con la cabeza.

H: Qué pasa? Estás bien? – era increíble, cada minuto que pasaba al lado de Harry más convencido estaba que tenía súper poderes con respecto a él. Detectaba sus estados de ánimo como si tuviese un radar para ello. La conexión del libro todavía permanecía intacta en ellos de eso estaba seguro.

L: No te preocupes, sólo cantaba – le contestó con una media sonrisa, no quería inquietarlo por una estúpida canción

H: Pero estás triste, lo sé – dijo con convicción

L: No Harry, no estoy triste, solo…solo estoy preocupado. Taylor me odia casi tanto como yo a ella y tu eres un blanco demasiado fácil – a eso se reducía todo, a la seguridad del chico, tenía que ponerlo a salvo de esa perra.

H: No lo creas, a mí también me tiene un poco de manía. A diferencia de ti, yo no caí rendido a sus encantos. Siempre me han gustado los hombres – le salían risitas entre las palabras y es que visto desde la distancia, no podía creerse que en algún momento de su vida hubiera estado enamorado de una persona que no fuese Harry y que esa persona en concreto fuese Taylor lo convertía todo en una pantomima.

L: Sabes que resultas muy gracioso? – preguntó con ironía. Harry había conseguido distender el ambiente – Primero te aprovechas de un pobre heterosexual como yo y ahora te burlas de mí- la cara de indignación del otro hizo que Louis se riera a carcajadas.

H: Tarde o temprano pagarás por esto Tomlinson – el tono de amenaza sonaba delicioso en sus labios.

por Invitado Miér 18 Dic 2013, 11:55 pm

CAPITULO 74

Llegaron a Doncaster en plena madrugada. La ciudad se encontraba muy al norte por lo que el frío era helador. La casa del abuelo de Louis se estaba en un barrio algo apartado y en cierto modo abandonado, la zona había perdido todo el esplendor de los viejos tiempos. Louis apenas recordaba la última vez que había estado allí con apenas 8 o 9 años.

La casa estaba algo desvencijada por el paso del tiempo, pero aún conservaba todas las puertas y ventanas lo que en un lugar como aquel era una especie de milagro y en ese preciso momento un enorme contratiempo. Ninguno de los dos era “experto” en allanar casas y mucho menos en forzar puertas.

Pensaron en la de veces que lo habían visto hacer en películas buscando una idea. Harry tomó la iniciativa. Una piedra y por la puerta de atrás. Milagrosamente funcionó y en menos de dos minutos estaban bajo cubierto, que con aquel frío ya era bastante.

Louis se dirigió sin pensarlo hacia el antiguo despacho de su abuelo con Harry pisándole los talones. La habitación estaba semi vacía y desmantelada, únicamente había un par de cajas en el suelo repleta de libros.

L: Empezaremos por revisar estos de aquí, el resto debe estar a buen recaudo en el desván. No nos llevará mucho tiempo – dijo esperanzado.

Ambos se sentaron en el suelo y comenzaron a revisar el contenido de aquellas dos enormes cajas. Había una colección entera de clásicos de Penguin, a Louis le resultó paradójico dada la relación que había tenido su novela con la editorial. Una enciclopedia, Best Seller, una antología de grandes obras de todos los tiempos, atlas…

Cuando terminó y levantó la mirada de aquel lío de libros vio a Harry perdido entre los mapas, se había quedado absorto estudiándolos detenidamente.

L: Harry!! – le llamó asustándolo como a un crío.

H: Oh! Lo siento…es que – Harry tenía la capacidad de abstraerse más increíble que había visto en su vida. Con el embrollo en el que estaban metidos él era capaz de cosas tan sorprendentes como dormirse como una marmota o perderse entre la cartografía de un libro.

L: No te disculpes – dijo ofreciéndole la mano para levantarse – y vamos arriba a seguir buscando. Estoy seguro de que tiene que haber algo que nos ayude a descifrar esa maldita pluma – odiaba ese estúpido objeto que le había complicado la vida y si algo tenía claro, era que cuando terminase todo aquello la iba a quemar en la pira más grande que jamás hubiesen visto en todo Londres.

Cuando llegaron al desván miraron en derredor abrumados. Estaba repleto de cajas y más cajas, baúles y cestos y en todos y cada uno de ellos había libros y cuadernos. Aquella iba a ser una noche muy larga…

por Invitado Jue 19 Dic 2013, 12:49 pm

CAPITULO 75

Sin poder evitarlo y después de horas de lecturas y comprobaciones cuando comenzó a amanecer ambos se encontraban dormidos profundamente uno sobre el otro en un increíble lío de brazos y piernas.

La claridad del día comenzó a colarse por el tragaluz a eso de las 12 de la mañana y Louis se despertó perezoso, pero feliz de poder sentir las extremidades de Harry sobre él. Quiso moverse para poder continuar investigando sin despertarlo, pero lo tenía completamente atrapado.

Sin saber muy bien el por qué, Harry había recuperado la movilidad sorprendentemente a lo largo de la noche. Tanta benevolencia por parte de la rubia los tenía algo escamados. En su aprisionamiento comenzó a pensar seriamente en la chica. Qué pretendía? Realmente era tan mala como para querer acabar con ellos? O sólo buscaba un poco de información mientras los fastidiaba…

No, Taylor iba más allá, estaba seguro. Podía recordar perfectamente como se había creído dueño y señor de Harry, como lo había maltratado a su antojo viéndolo tan sólo como un personaje más cuando él era el escritor. Por el amor de Dios si hasta había querido matarlo! Siendo el chico su creación, su protagonista, su amor…qué no podría hacer la nueva escritora con ellos si sólo los veía como algo en papel, algo completamente irreal.

Estaba inquieto y comenzó a revolverse para salir del agarre del otro, despertándolo en el intento. La cara de Harry era sencillamente perfecta, con los párpados pesados por el sueño y la sonrisa encantada al verlo. Quién en su sano juicio podría resistirse ante alguien tan…como él?

Tenía que salir de allí si no quería terminar violándolo en un arrebato. Ahora no podían perderse el uno en el otro. Con cierto fastidio y ante el afloje de Harry se incorporó frotándose los ojos.

L: Buenos días – lo saludó revolviéndole el pelo, mientras recibía un puchero a cambio – tenemos que seguir con esto, ahora que estamos tan cerca no podemos abandonar- por qué tenía que ser él el responsable? El también se moría por quedarse tendido entre los brazos de Harry disfrutando de la seguridad y la calidez que le ofrecían .

H: Solo cinco minutos, anda, ven aquí– aquella voz grave y rota podía con él, solo con escucharlo ya había sufrido un intenso escalofrío. Siguió acariciándole la línea de la mandíbula y se dejó arrastrar por los tirones insistentes hasta quedar completamente tumbado sobre él.

Los besos lentos y húmedos eran un claro anticipo de lo que venía.

por Invitado Vie 20 Dic 2013, 12:37 am

CAPITULO 76

LOUIS

Entierra sus manos en el cabello de Harry y los brazos de este lo envuelven alrededor de la cintura acercándolo más si eso es humanamente posible. Y Louis se deja, deja que se abra su boca para recibirlo mientras siente como le pasa las manos por el pecho para agarrarlo por la solapa de la camisa.

Se besan como solo ellos saben hacerlo, como si no tuvieran otro lugar a donde ir, como si el mundo se hubiera detenido en ese preciso instante y ellos fueran las únicas personas en la faz de la tierra.

Harry agacha la cabeza y empieza a presionar besos contra su garganta y él se deja ir echándola a un lado para darle vía libre mientras desliza su mano hasta su nuca, metiendo los dedos en el pequeño hueco que hay debajo de su cuello disfrutando del calor que se desprende de él.

Louis puede percibir su pulso en los labios del otro cuando sus bocas vuelven a unirse con más premura, agitados y voraces, febriles. Se sienten borrachos, imprudentes y poderosos por tenerse el uno al otro. Dejando marcas de manos y bocas a cada paso sobre sus propios cuerpos.

Sus dedos se enroscan en las muñecas de Harry frenando su avance, acorralándolo para sentirse al mando, para disfrutar de las vistas. A lo que Harry responde con un sonido suave y la respiración pesada y verlo así a su merced, encantado, le roba el aliento.

Está hambriento de Harry y más que dispuesto a devorarlo. La sobrecarga sensorial es devastadora, su tacto suave que eriza la piel, sus ojos oscurecidos por el deseo, el cosquilleo creciente en el estómago y no puede más que morderle el labio en respuesta a todo lo que le ofrece.

Arquea la espalda y Louis se siente paralizado por el estado de Harry, cubierto por una fina capa de sudor, el rubor en sus mejillas.

H: Por favor…

Harry gime en respuesta y él, él quiere más.

Lo mira pidiendo, rogando, atándolo entre sus piernas.

Louis cierra los ojos herméticamente intentando preservar ese recuerdo para siempre y contesta presionando su cadera en un roce brutal y cualquier rastro de cordura que pudiera quedar en él desaparece en ese momento.

Se besan como locos.

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