Summer Love

Ella es lo que es. 

Nadie nunca a criticado su manera de ser y está completamente segura de que nadie nunca se atrevería a hacerlo. Es popular, hermosa y talentosa. Hija de un par de famosos empresarios reconocidos mundialmente.

Su vida es perfecta...

El único problema es que partirá a un estúpido campamento. Las palabras de sus padres aún retumbaban en su cabeza.

—Lo siento, Melanie, pero esto no da para más. En las últimas tres semanas te has pasado de fiesta en fiesta y te quitaron la licencia de conducir —Gianna Hanner, la famosa empresaria y ex modelo, la regañaba como cuando tenia cinco años y se había comido las galletas a escondidas—. Tu padre y yo hemos hablado y creemos que sería bueno para ti conocer otro tipo de gente.

—¿Otro tipo de gente? —pero claro, la perfecta Melanie tenía algo que decir—. Gianna, tengo dieciséis años, creo que se escoger amigos.

—¿Ah, sí? No me pareció eso cuando llegaste a casa luego de dos días en completo estado de ebriedad.

—¡Soy una adolescente!, no sé en qué clase de mundo vives, pero eso es lo que las adolescentes normales hacen.

—¡Melanie! —La gruesa voz de Kelton Hanner se hizo presente por primera vez en la conversación—. Tu madre y yo ya lo decidimos. La próxima semana te irás a un campamento.

—¡No lo haré!

—Si no lo haces, cancelaré tus tarjetas, tendrás prohibido salir y cancelaré la cuenta de tu celular —dijo Gianna—. Estamos siendo bastante flexibles contigo.

Sus intentos habían fallado. Trató de persuadir a sus padres por los siguientes 6 días y nada había funcionado. Esa noche por fin se daría un descanso y saldría una fiesta con su novio, Liam Payne.

Liam era todo lo que necesitaba. Guapo, popular y con dinero. Cualquier chica lo querría, y Melanie era la envidia de todas ellas.

A las 10 en punto ya estaba lista. Solo había un pequeño problema. Sus padres se habían quedado en casa, y eso era algo que pocas veces pasaba.

Pero para Melanie eso no sería una interrupción.

Su habitación estaba ubicada en el segundo piso de la casa. Si tenía suerte podría saltar del balcón y caer entre los arbustos sin desmayarse ni tener lesiones graves.

Ya con cartera en mano se saco los tacones y se subió con cuidado al borde del balcón desde donde saltó y aterrizó a pocos metros del gran ventanal de la casa. Se volvió a poner los tacones y se arreglo el cabello y la ropa, perfectamente combinada para que sus ojos cafés resaltaran, con una calma única. Nadie pensaría que acababa de saltar de un balcón.

A la vuelta de la esquina, un lujoso Audi R8, la esperaba.

—¡Arranca ya! Acabo de escapar de casa —fueron sus primeras palabras al subirse al auto de su novio.

—Que maneras de saludar, ¿eh? —Liam pasó su mano por detrás del asiento de Melanie y se acercó a ella lentamente.

Cuando sus labios se tocaron ella sintió esa sensación de calidad que siempre venia junto a los besos de Liam. Melanie había tenido muchos novios, pero solo él la había hecho sentir especial. Muchos pensaban que estaba con Liam por su dinero y popularidad, pero ella sabía la verdad. Estaba perdidamente enamorada de él.

—Te amo —susurró ella rozando aún los labios de su novio. Él se separo y mostró su sonrisa de autosuficiencia. Extendió la mano y encendió el motor del auto dándole vida.

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A la mañana siguiente se despertó con un dolor de cabeza insoportable. Miró el reloj que marcaba las 12:56.

—¡Mierda! —La perfecta Melanie tenía el mal habito de soltar groserías en algunos momentos.

Se levanto y fue a la ducha dando traspiés por la borrachera. No recordaba nada de a noche anterior, pero suponía que Liam la habría ido a dejar a casa.

Luego de su ducha se puso unos shorts y una playera blanca con estampado de Starbucks. Sacó sus viejas Converse, esas que no usaba desde que había descubierto el maquillaje; pero, claro, iría a un campamento de ñoños, ya no importaba su atuendo.

A las 2:00 ya estaba en el asiento trasero del auto de sus padres. Al parecer no habían notado su ausencia la noche anterior, ya que no hicieron ningún comentario. Ya estaba lista para entrar al maldito campamento con su mejor sonrisa de modelo dental.

Su primera impresión fue la de un par de chicos Punk's compartiendo saliva.

Definitivamente no había sido un buen comienzo.

—¿Acaban de ver lo que vi yo?. ¿Ésta es la clase de lugar en donde quieren que su hija pase las vacaciones? —Melanie utilizó su último recurso, la conciencia.

—Aquí al menos sabemos donde estás —dijo Gianna.

—Kelton, ¿no tienes nada que decir? —Melanie se giró para encararlo, y vio como su padre le hacía señas a un grupo de chicos.

Uno de ellos se acercó. Era rubio, de piel blanca y cuerpo fornido, no en exceso, pero con músculos firmes. Tenía los labios delgados y y la nariz algo respingada. Sus ojos eran de un azul profundo, por la sombra de la gorra. Pero cuando se la quitó sus ojos se volvieron casi transparentes con el sol.

Por primera vez Melanie sintió envidia. Sus ojos eran la única cosa que ella odiaba de su ser. Mientras los suyos eran comunes, los de él eran los mas hermosos que había visto alguna vez.

No está tan mal, pensó.

—Niall —Kelton estrechó la mano del chico.

—Señor Hanner —el chico sonrió—. Señora Hanner —dijo extendiendo su mano hacia Gianna.

No podía ser perfecto, se dijo ella al ver sus dientes.

—Me alegró que hayan llegado sin inconvenientes —volvió a hablar el chico—. Supongo que ella debe ser Melanie —la señaló.

—Sí, espero que no te cause muchos inconvenientes —intervino Gianna.

—Estoy seguro de que no.

—¿Podrían dejar de hablar como si no estuviera aquí? —todos se giraron al escuchar la furiosa voz de Melanie—. ¿Qué rayos esta pasando aquí?

—Bueno, supongo que ya es hora de que nos marchemos —dijo su madre ignorándola.

—Melanie, quiero que por primera vez en tu vida seas madura. Esta es tu última oportunidad o tendremos que tomar medidas drásticas —Kelton habló en un tono que, aunque Niall trató de disimular, les causó miedo a todos.

Sin siquiera una despedida formal para Melanie, solo un saludo para Niall, sus padres se fueron.

—¿Tú quién demonios eres? —Niall se cruzó de brazos y le lanzó una mirada a Melanie que parecía decir "Oh, no. Conmigo no".

—Escucha —dijo el chico—. No tenía intenciones de cuidar a una niñita malcriada en mis vacaciones. Si lo hago, es porque el trabajo de mi padre esta en peligro. Así que, por las próximas 8 semanas harás lo que te diga y no te meterás, ni me meterás, en problemas.

Aunque Melanie trató de ocultar su asombro la sonrisa burlona del chico le dijo que no lo había logrado.

—Ahora muévete. Será un largo día hoy.

Sin siquiera esperarla tomó sus maletas y avanzó hacia una de las cabañas con Melanie caminando tras él.

—Mira, estúpido, no sé quien rayos eres, pero si no le hago caso a mis padres, menos lo haré contigo.

Niall, quien iba unos metros más adelante de ella se giró y le dijo:

—Entonces lo siento por ti. Porque quieras o no, lo harás. Este verano eres mía, que te quede claro.

 

Melanie entró a la cabaña dando un portazo al cerrar la puerta. Lanzó sus maletas con fuerza hacia la cama y profirió un grito que venía aguantando desde semanas.

—¿Mal día, no? —Una chica le habló. Tenia la piel ligeramente bronceada y era alta, de piernas delgadas y abdomen plano con unos ojos verdes que se veían azules y cabello miel con mechones rosados.

—Ni me lo menciones. ¿Tú quién eres? —dijo Melanie.

—Tu compañera de habitación. Me llamo Carly Shedman, ¿y tú como te llamas? —la chica alzó una ceja.

—Melanie Hanner —dijo con orgullo. La chica no pareció sorprendida.

—Me lo temía. No parces la clase de chica que vendría a este estúpido campamento. Así que, ¿como llegaste aquí?

—Me obligaron —la chica no parecía una nerd se dijo Melanie. Quizá sería bueno tener una aliada en ese infierno. Sobre todo cuando su propio anfitrión seria un diablo de ojos azules.— ¿Y tú que?

—Ya es mi segundo año consecutivo. Según mis padres soy una "adolescente con problemas de identidad". Creen que esto hará que mi comportamiento mejore.

Por primera vez en el día Melanie se sintió comprendida. Así que se sincero y le dijo:

—No pensaba hacerme amiga de ninguna clase de Nerd, pero no pareces una. Me sería bueno tener una amiga.

—Ya tengo una aquí, pero supongo que entre más mejor. Pero te aviso que si crees que iremos de compras y nos llamaremos a diario como en las películas luego de esto, lo olvides.

A Melanie le agradaba la gente con carácter, y Carly lo tenía de sobra.

—No pensaba hacerlo.

—Entonces tienes que conocer a Ana.

Ya fuera de la cabaña caminaron hasta la cafetería. Al legar se acercaron a una chica de estatura mediana y piel bronceada, con piernas tonificadas, cintura pequeña y curvas definidas. Tenía los ojos verdes, pestañas largas y labios gruesos.

—Ana, ella es Melanie. Es nuestra compañera de cuarto este año.

Ana miró detenidamente a Melanie como evaluándola y una sonrisa apareció en su rostro.

—Nada mal. Mucho mejor que la del año pasado, ¿la recuerdas, Carly? —hizo una pausa pero luego continuó—. Soy Ana, un gusto conocerte. ¿Llegaste aquí por tu propia cuenta, o te obligaron?

—Mis padres me enviaron aquí.

—Oh, es normal. La mayoría de los que estamos aquí hemos sido obligados, ¿no, Carly? —Carly sonrió divertida—. Verás, hay cierto tips que te ayudarán a soportar esto.

—¿Tips? —preguntó Melanie divertida.

—¡Hey!, esto es serio — dijeron amabas chicas, pero aún así su voz sonó divertida.

—Ok, quiero saberlos.

—Solo son tres esenciales. El primero es no hacerse de enemigos —enumeró Ana—. Si quieres que tu estadía aquí sea rápida y para nada tortuosa, será lo mejor. El segundo es no contar los días. Solo deja de preocuparte por cuando saldrás de aquí. El tiempo pasa más rápido así.

—Y el tercero y más importante de todos —Añadió Carly—: no te enredes con nadie. Algunos creen que tener un novio en campamento es una gran idea para pasar el rato. Pero cuando llega la hora de las despedidas, y con ellas los llantos y los "No te seré infiel, puedes confiar en mí" —uso una voz chillona como imitando a alguien—, comienzan a cuestionarse si era en realidad una buena idea. Aquí comienzas a sentirte solo y tomas malas decisiones. Créeme, sé lo que te digo.

—Hablando de eso. Alerta roja, Carly.

Melanie se giró siguiendo la dirección de la mirada de Ana y vio a un chico alto y fornido acercándose a ellas. Su cabello estaba rizado y tenía unos ojos muy verdes.

—Harry —dijo Carly en un tono de voz desafiante cuando el chico estuvo frente a ellas.

—Carly —respondió él del mismo modo.

—Bueno, ha sido un largo año. Supongo que no se te ha olvidado como saludar, Harry —dijo Ana luego de un silenció incómodo.

—Un año sin verte, Ana. ¿Cómo estás? —preguntó el chico.

—Pues, estaba mejor hace un momento cuando no interrumpías nuestra conversación.

—Lo lamento, no fue mi intención. ¿Quién es ella? —miro a Melanie de reojo.

—Nuestra nueva compañera de cuarto, Styles. Lamento decirte que no esta interesada en ti —intervino por primera vez Carly.

—¿Tu eres la chica que Niall debe cuidar?

A Melanie no le gustó eso. Sonaba como si ella fuera una niña de 5 años que necesitaba protección.

—Querrás decir vigilar —respondió de mala gana.

—Sí, da igual. Es un gusto conocerte.

—¿Y si nos vamos ya? — interrumpió Carly.

—¿Se van tan pronto? —Carly asintió—. Melanie, creo que Niall te esta buscando.

La chica suspiró exasperada.

—¿Dónde está?

—Yo te llevo —el chico comenzó a caminar y a Melanie hizo una mueca como despedida hacia Carly y Ana antes de seguirlo.

El camino fue corto. Se dirigieron hacia un lago cercano donde Niall estaba con una chica delgada y con buenas curvas. Tenía el pelo castaño y lacio con mechas de color rosa. Ambos estaban sentados con una guitarra y parecían estar cantando algo. Cuando Melanie y Harry llegaron a su lado la música paro. Melanie pudo ver que la chica tenia lo ojos verdes pero de un tono más claro.

¿Es qué acaso aquí todo el mundo tiene ojos geniales menos yo?, pensó.

—Hola, tu debes ser Melanie —dijo la chica—. Yo soy Cindy; soy la hermana de este idiota —señaló a Harry. Estiró la mano hacia Melanie y ella la recibió. Notó que la chica tenía uñas largas y de distintos colores, y su mano tenía una marca en forma de estrella.

—Hey, eso me dolió —dijo Harry haciéndose el ofendido. Cindy rodó los ojos.

—En fin, yo tengo algo que hacer. Harry, ¿sabes donde esta Louis?

—¿Para que estás buscando a mi Louis? —preguntó.

—Solo quiero hablar con él —el chico entrecerró los ojos y luego de un rato respondió.

—Esta bien. Andando.

—Adiós chicos, supongo que nos veremos en la noche —dijo Cindy y se fueron.

—¿Qué quieres? —preguntó Melanie.

—Pues, estuve hablando con los chicos —Melanie no supo a quien se refería, pero supuso que serían sus amigos— y quería pedirte perdón. Empezamos mal y yo te juzgue por lo que tus padres me dijeron de ti. Quiero que nos llevemos bien.

—¿Qué te hace pensar que quiero llevarme bien contigo? —por un momento Niall pareció sorprendido, de seguro porque no esperaba esa respuesta.

—Estoy seguro de que no te agrada ser vigilada por nadie, pero ni tu ni yo tenemos alternativa, y creo que será mejor si evitamos tener problemas. El tiempo pasa más rápido aquí de lo que esperas.

—Puedo llevarme bien contigo —Niall sonrió—. Pero no quiero —la sonrisa del chico decayó. Melanie se sintió un poco, pero solo un poco mal.

—Si así quieres que sean las cosas, así serán. Hoy en la noche habrá una fogata de bienvenida para los nuevos. Tienes que estar ahí con tu mejor cara de "Adoro estar aquí". Es a las ocho ni un minuto más tarde o me obligarás a ir a buscarte. Supongo que puedes llegar sola, si no pídele ayuda a tus compañeras de cuarto.

Tomó la guitarra con fiereza y se fue dejándola sola.

 

Con toda la calma del mundo, Melanie se puso unos jeans, unas zapatillas converse azules, una playera de tirantes y una chaqueta. Ya eran las 7:50 y había pasado toda la tarde encerrada en la cabaña. Sólo había hablado un rato con Ana para preguntarle que era lo que pasaba entre Carly y el tal Harry. Ana no había dado muchos detalles, pero según lo que Melanie entendió habían tenido una relación que termino por algo de gatos. Carly los odiaba y Harry, todo lo contrario.

No pensaba llegar temprano a la fogata, quizá unos diez o quince minutos más, solo para agotar la paciencia de Niall. Cuando ya estaba lista miró el reloj que marcaba las 8:13. Suspiró y se dirigió a la puerta, pero antes de que llegará la puerta se abrió de golpe y Niall entró.

—Te dije que era a las ocho —se cruzó de brazos y la miró expectante.

—Me retrasé —respondió ella y trató de pasar por el lado de Niall, pero antes de que pudiera hacerlo, el chico tomó su brazo acercándola a el—. ¿Que estás haciendo?

—¿Por qué tienes que hacer esto tan difícil?

—Tú eres el que lo hace difícil. Deja de vigilarme y de creer que eres superman, porque no lo eres. Ignorame Niall, si quieres le diré a mis padres que cuidaste de mi todas las vacaciones. Sal de mi camino y yo saldré del tuyo —soltó su brazo del agarre del chico.

—Con gusto lo haría, pero yo no soy así. Le prometí a tus padres cuidarte y lo cumpliré.

—Y ahora saca a flote su moral —pensó Melanie.

—Entonces tendrás que acostumbrarte a tratar conmigo, porque las reglas, y en especial las tuyas, no van conmigo. Ahora muévete tengo que ir a la estúpida fogata.

—¿Recuerdas que te dije que si me obligabas a ir a buscarte no te gustaría? —preguntó Nial aún en su posición.

—No lo hiciste. Sólo dijiste que me vendrías a buscar y aquí estamos ahora muévete.

Melanie no sé dio cuenta en que momento el chico la tomó y la cargo en el hombro.

—Este es uno de los métodos que usó como castigo. Aquí se dejan llevar mucho por las apariencias, ¿sabes?. Te encantará el apodo que te pondrán cuando lleguemos allá. Los chicos del campamento suelen ser muy creativos.

—¡ Suéltame! —gritó golpeando la espalda del chico pero este hizo caso omiso y comenzó a caminar.

—Tendrás que comportarte allá. Todos han hecho un duro trabajo preparando las actividades de este año.

—¿Y cuáles son?, ¿rodar en lodo, o qué? —Niall suspiró.

—Tienes que ser así de desagradable con todos. Que yo no te agrade no quiere decir que el resto tenga que soportar tus berrinches. No sé como les pudiste agradar a las chicas y a Harry —Melanie se detuvo y dejo de golpear la espalda del chico.

—Tal vez sea porque ellos no me catalogaron como "niña malcriada" sin antes hablarme. O puede que sea porque no me están cargando como si fuer un saco de papas —volvió a golpearlo y al parecer esto sorprendió al chico, pero solo apretó su agarre.

A Melanie se le ocurrió una idea y tomando impulso lanzó el pies hacia atrás y luego lanzó una certera patada en el estomago del chico. Este se retorció y ella aprovecho la oportunidad para bajar de su hombro y correr. Agradeció llegar a la fogata antes de lo que esperaba.

El lugar estaba lleno de chicos y chicas. Todos deberían tener entre dieciséis y dieciocho años. Buscó a alguien conocido y encontró a la chica que estaba con Niall, estaba parada a unos metros y parecía buscar algo en la mesa que estaba repleta de comida.

—Hola —dijo cuando llegó a su lado. Cindy se giró y le sonrió.

—Hola, Melanie. Me alegra que hayas venido.

—Si, no quería perderme la primera gran actividad del campamento.

Un chico alto de cabello lacio y ojos azules que vestía una playera a rayas con tirantes se les acercó.

—Tu debes ser Melanie. Un gusto soy Louis Tomlinson —extendió su mano y ella lo saludo.

—Melanie Hanner —dijo a modo de saludo.

—Lo sé, Niall nos contó sobre ti. O por cierto, ahí está.

Melanie se giró y se encontró con Niall quien la fulminó con la mirada pero no dijo nada.

—Ya va a empezar la fogata, será mejor que vayamos a buscar a los chicos —dijo Cindy quien ya había empezado a caminar. Melanie le siguió el paso, no tenía ganas de soportar a niall otra vez.

Avanzaron hasta un lado de la fogata donde estaban Carly, Ana, Harry y un chico moreno que Melanie no conocía.

—Hola chicos —dijo Cidy y se sentó a un lado —Oh, Zayn, ella es Melanie. Melanie él es Zayn.

El chico levantó la mirada y Melanie se sintió aliviada de que al menos el no tuviera ojos azules o verdes. Estiro su mano en señal de saludo y ella imitó su acción.

—Zayn es un poco tímido —murmuró alguien en su oído. Melanie se giró y encontró a Niall— Tú y yo hablaremos luego.

Todos se quedaron en silencio cuando un hombre de mediana edad se acerco a centro de la fogata y habló. Melanie ni siquiera lo escuchó, estaba pensando en como lo haría para soportar el resto del campamento. Cuando el señor termino de hablar Melanie salió de su ensoñación y vio como los chicos se acercaban más a la fogata.

Niall y Cindy tomaron cada uno una guitarra igual a como lo habían hecho en el lago esa tarde.

—Antes de empezar —comenzó Cindy—, me gustaría dedicarle una canción a alguien muy especial para mí. La canción se llama Lightweight de Demi Lovato y se la quiero dedicar a Louis.

Se escucharon unos murmullos, pero cuando empezó la canción todos cesaron. Melanie miró de reojo a Louis quien parecía sorprendido, pero estaba sonriendo.

La canción termino y las personas aplaudieron tanto a Cindy como a Niall quien la había acompañado con la guitarra.

—Eso estuvo estupendo —dijo Carly quien estaba a su lado.

—Si que lo estuvo —dijo Harry, quien parecía mas sorprendido que nadie.

—Ojala tu fueras como ella —agregó Carly en voz baja. Harry no dijo nada.

Siguió pasando el rato, y aunque Melanie no lo quería aceptar se estaba divirtiendo. Los chicos eran simpáticos, incluso Niall quien se reía de todo. Parecía que sólo ella sacaba su lado malo, pero que con el resto era de lo mas adorable. Cindy y Louis no habían vuelto a aparecer luego de que fueran a hablar.

 

Melanie se despertó con el ruido de unos golpes en la puerta. Las chicas aún dormían y según vio en su celular, el cual noto no tenia señal, eran las 8:30. Se levanto de la cama y saco la cabeza por la puerta luego de asegurarse de tener una cara presentable.

—Hoy haremos una excursión al río. Vístete, tienes 10 minutos —dijo Niall. Iba vestido con una playera blanca, unos shorts, zapatillas y una gorra roja.

—Hola, si estoy bien, gracias por preguntar —dijo Melanie por primera vez hablándole a Niall sin una gota de enojo, solo un poco de sarcasmo.

—Tendremos todo el día para hablar de como esta pasando su estadía en este "hotel de mala muerte", princesa. Ahora apresúrate y despierta al resto también.

El chico se fue y Melanie rodó los ojos. Era la primera vez que ella se comportaba con Niall casi decentemente y él la había tratado como una niña malcriada, otra vez.

—¿Que pasa? —preguntó una adormilada Carly.

—Nos iremos de excursión en 20 minutos —Melanie se acercó a su maleta y sacó un short, zapatillas y una playera de color azul claro.

—Maldita excursión. No entiendo cual es la idea de comenzar el segundo día con una excursión a las nueve de la mañana. Tomando en cuenta de que prácticamente no dormimos por la fogata del día anterior. Recuerdame poner un reclamo formal —Carly se paro y se acercó a la cama de Cindy quien dormía plácidamente.

Tomó un vaso con agua que estaba en la mesa de al lado de la cama.

—Cindy —canturreó. La chica ni se inmuto—. Cindy, si no despiertas me obligarás a lanzarte agua —dijo en un tono divertido.

— Déjame dormir, mamá —balbuceó la chica.

—Oh, querida, ¿no vas a despertar? —Cindy se removió en la cama tapándose más con las sabanas y negando con la cabeza—. Tu me obligaste.

Carly vertió el agua del vaso sobre la cabeza de Cindy quien abrió los ojos de golpe, tomo una profunda respiración y luego gritó.

—¡Carly Shedman, esta año no te me escapas! —salió corriendo de la cama mientras Carly corría riendo.

—¿Sabes? —Melanie se giró y vio a Ana hablándole—, agradezco que cada año grite, así me despierto y me ahorro la parte del agua.

Por primera vez Melanie se sintió relajada e incluso rió. El momento duró poco ya que tenía claro que si no estaba lista en 20 minutos el rubio vendría por ella sin importarle que aún estuviera en pijama. se escabulló sigilosamente y en el baño se dio una ducha rápida y se vistió.

Cuando ya todas estuvieron listas y vestidas fueron a la cafetería para comer algo antes de salir. Todo el mundo estaba en la cafetería así que a Melanie no le preocupo lo que Niall pudiera decirle.

—¿Y qué paso ayer con Louis? —le preguntó Ana a Cindy. Estaban sentadas en la cafetería—. Luego de que le dedicarás esa canción desparecieron.

—Nada, solo hablamos.

—¿Sólo eso? — intervino Melanie—. Te le declaraste y por lo que vi a él le gusto que lo hicieras.

—Verás, Louis es muy amigo de Harry, y como Harry es mi hermano a Louis le preocupa lo que pueda pasar —hizo una mueca.

—Quizá deberías decirle a Harry que hable con Louis —sugirió Ana.

—No sé si eso sea una buena idea, pero puede que lo haga.

—Harry ayudándote con Louis —Carly bufó—. El ni siquiera puede llevar una relación con alguien que no sea su gato.

—Sólo tendrá que hablar con Louis de hombre a hombre —dijo Ana.

—De estúpido a hombre querrás decir —la corrigió Carly.

—Carly, ya déjalo. Mal que mal es mi hermano —hizo una mueca—. Le diré que hable con Louis.

Cuando terminaron de comer fueron a buscar sus mochilas, llevaban trajes de baño y comida para pasar el día. Luego buscaron a los chicos.

—¿Listas para la diversión? —dijo Louis con una sonrisa de anunciador de Televisión.

—Listas para sudar, deshidratarnos y morir en el intento de volver a la cabaña, ¡Yupi! —dijo Carly fingiendo alegría.

—Vamos, no será tan malo.

—¿Alguien aquí me apoya con que es una mala idea? —Ana y Zayn levantaron la mano.

—Si muero ahogado será responsabilidad de ustedes —dijo Zayn apuntando a los demás chicos.

—Dios, Zayn. No es el primer año que hacemos la excursión. Estarás bien —aseguró Harry.

—Será mejor que vayamos andando. El resto del grupo nos dejará si seguimos aquí hablando —dijo Niall.

El camino se hizo corto entre risas y chiste de los chicos. Melanie la estaba pasando bien a pesar de el insoportable dolor en los pies.

 

El lugar no era nada parecido a lo que Melanie estaba acostumbrada.
Todo era tan... natural. Las vacaciones de Melanie siempre eran en playas privadas y hoteles cinco estrellas.
Apenas llegaron los chicos comenzaron a armar carpas. Melanie no sabia como funcionada la excursión así que se mantuvo al lado de las chicas en todo momento.

—¿Saben?, un poco de ayuda no nos molestaría —Harry las fulmino con la mirada.

—Los estamos ayudando —aseguró Carly.

—¿Ah, si?

—Por supuesto, ver nuestros hermosos rostros debería ser suficiente —todas las chicas rieron a excepción de los chicos.

—El próximo año será su turno de hacer el trabajo duro —declaró Niall—, y de paso de preparar la comida.

—¡Hey, para ahí, chico! —dijo Ana—. Armaremos las carpas, pero de la comida ni hablar. Se necesitaría todo un ejercito para alimentarlos. No, se necesitaría todo un ejercito para alimentarte solo a ti.

—De todas formas, aún falta un año para eso. Así que mientras ustedes trabajan, yo iré a disfrutar del agua —dijo Carly. Los chicos dejaron de armar las carpas y se dirigieron una mirada cómplice entre ellos.

—¿Qué están pensando? —preguntó Cindy entrecerrando los ojos.

Louis se acercó tan rápido a ella como rayo. Sin decir ninguna palabra la tomó en sus brazos levantándola del suelo y la lanzó al agua sin piedad. El resto de as chicas no pudieron hacer mucho al respecto. Carly no alcanzó a gritar cuando Harry ya la había lanzado al río. Ana se escabulló y empujo a Harry causando que cayera también, pero no cantaba con que Zayn estaría allí para lanzarla. Melanie no notó en que momento un par de brazos fuertes la tomaron, pero antes de ver la cara de su raptor supo que era Niall, por su familiar modo de tomarla, como un saco de papas.

—Esto me lo debes —lo escuchó murmurar.

Melanie soltó un grito cuando el agua fría tocó su piel, sintió el calor de los brazos de Niall a su alrededor y un hormigueo se extendió por la zona.Cuando el finalmente la soltó su cuerpo se enfrió y dio pequeños tiritones por la sensación de frío.

—¡Idiota! —gritó cuando logró salir a la superficie y vio como Niall se reía.

El resto de las chicas estaban igual que ella. Mojadas y aparentemente molestas, aunque no duró mucho porque luego comenzaron a reír a carcajadas. Louis quien Melanie supuso había saltado cuando ella estaba bajo el agua, le lanzaba agua a Cindy, quien a su vez respondía causando una guerra de agua de todos contra todos. Cuando la guerra paro, Melanie vio a Zayn en una orilla del río con los codos apoyados en el suelo las piernas estiradas, hablaba con Ana, quien estaba a su lado con una mueca en la cara.

—Es fue divertido —sentenció Louis.

—Dame esos cinco, Boo bear —dijo Harry y levanto su mano, la cual Louis chocó.

—Son unos idiotas —comentó Carly, a lo que las dos chicas asintieron.

—Hey, es solo agua. Además tu querías disfrutar de ella, ¿no, Carly?

—Que gracioso Harold —le contestó Carly.

—Lo sé, el talento me es innato.

—No lo dudo, sobretodo para arruinar cosas, ¿no?.

—¿Podías superarlo y ya?.

—Yo ya lo superé.

—Si, claro —le respondió el chico con sarcasmo.

—Si lo hice —aseguró la chica.

—¡Hey, ya paren! — dijeron todos en conjunto.

—Que inmaduro —murmuró Carly, Harry sólo rodó los ojos.

Luego de que los rayos del sol secaran sus ropas y de que los chicos terminarán de armar carpas, comieron. Al parecer, en este tipo de actividades el campamento se dividía en distintos grupos, ya que como Melanie había visto, su grupo estaba conformado por las chicas y chicos.

—Melanie —la llamó Niall.

Ella se acerco a él con el ceño fruncido y le dedico una mirada de desprecio cuando llego a su lado.

—¿Que quieres? —preguntó.

—Quiero ofrecerte una tregua —cuando vio el rostro confundido de la chica agregó—. Sólo por hoy.

—Ni lo sueñes —se dio la vuelta, pero un brazo la detuvo.

—Espera —el chico suspiró—. Hay algo que tengo que decirte.

Melanie lo miró expectante, tenía cierta curiosidad por saber que era lo que Niall iba a decirle, pero por otra parte su orgullo le decía que se diera la media vuelta y se fuera.

—Te enterarás de todas formas —dijo el chico—. Esta noche nos escaparemos a la playa, los chicos y bueno, también las chicas. Necesito que guardes el secreto, nadie del campamento puede enterarse de lo que haremos —Melanie sonrió, tenía al rubio en sus manos.

—¿Y yo que obtendré a cambio?

—Puedes venir.

—Dalo por hecho, no pensaba quedarme aquí sola. ¿Qué más? —el chico suspiró.

—¿Qué más quieres?

—Mmm... —dijo con una mano en el mentón— No tengo nada en mente por ahora, pero estoy segura de que se me ocurrirá algo. Me debes una Niall, y una muy grande.

Melanie sonrió complacida y se giró de camino a las chicas. Tener al chico en sus manos sería divertido.

 

A las 11:00 todos debían estar durmiendo. Las chicas fingieron hacerlo cuando la encargada del campamento fue a revisar.

—¿Y ahora qué? —preguntó Melanie.

—Ahora hay que esperar a señal —respondió Cindy.

—¿Qué señal?

—Los chicos son bastantes creativos con sus señales —aseguró Ana.

—¿Cuál fue la señal del año pasado? —las chicas se miraron divertidas, pero Carly frunció el ceño.

—No quieres saber —respondieron ambas.

Se quedaron en silencio cuando escucharon una clase de aullido distorsionado que se parecía al de un animal golpeado.

—¿Hay animales aquí? —preguntó Melanie.

—Los hay, pero eso no fue un animal —Carly rodó los ojos.

Estiró su brazo y abrió la carpa, las chicas se asomaron y vieron a Louis medio escondido en su carpa a unos pocos metros.

—Así que esa fue la mejor idea que se les ocurrió —preguntó Ana rodando los ojos.

—Bueno, si preferían lo del año pasado solo tenían que decirlo.

—No, gracias —murmuró rápidamente Carly. Melanie se preguntó que habría sido lo del año anterior.

—¿Todo listo? —preguntó Harry, quien tenía puestas unas gafas de sol apesar de ser de noche y un
ridículo bigote.

—¿Enserio? —preguntó Cindy.

—Todo listo, capitán Dusty.

—¿ Capitán Dusty?, ¿tu apodo es el nombre de tu gato? —dijo Carly. Los chicos la ignoraron.

—Entonces que vuelen las vacas, Mr.Tommo —las chicas se cubrieron la cara con una mano.

—Vacas a la obra —dijo Louis y los chicos fueron saliendo en fila, todos disfrazados.

—Si que son normales, ¿eh? —mencionó Melanie.

De alguna forma lograron salir del lugar sin meter demasiado ruido. La playa estaba a una corta distancia y cuando llegaron Melanie vio una cabaña que parecía estar deshabitada.

—¿De quién es? —preguntó apuntando la cabaña.

—No lo sabemos —Niall se encogió de hombros—. Siempre esta desocupada, pero muy bien cuidada.
Todos los años venimos aquí.

—Y espero que siga siendo así por mucho tiempo —dijo Zayn, hablando por primera vez en la noche.

Dentro la decoración era exquisita, al menos así le pareció a Melanie. Las paredes eran de un color azul tan suave que casi parecía blanco, con sillones y cortinas de un color más oscuro.

—Ya saben las reglas —dijo Louis murando al grupo—. Bueno menos Melanie, claro.

—La primera —dijo Zayn— Nadie duerme.

—La segunda —mencionó Niall—. No destrozar nada.

—Y la última, pero no menos importante—anunció Louis, poniendo su brazo en el hombro de Harry.

—Todo —anunció Harry—, todo lo que pase aquí, se queda aquí.

Se sentaron en los sillones formando un circulo.

—Así que, ¿comenzamos a jugar ya? —preguntó Ana. Los chicos sonrieron.

—Claro que sí —dijo Louis.

Melanie no sabia a que se referían, pero pronto lo noto. Louis tomo una botella que tenia guardada en la mochila. La hizo girar y esta paro en Cindy.

—¿Supongo que conoces el juego? —le murmuró Niall a Melanie, ella asintió—. ¿Estás segura de querer jugar? si es tu turno tendrás que besar a alguien y no habrá excusa que te salve. Puedes renunciar ahora mismo si lo haces.

Melanie sabía que besarse con un chico que no era su novio estaba mal, pero algo le decía que lo hiciera. Tal vez, si no hubiera sido Niall quien le dijo eso, ella habría preferido no hacerlo. Pero el tono y la actitud del chico, quien la trataba como si fuera una malcriada, la hacían querer demostrarle que no tenía miedo.

—Lo haré.

—¿Incluso si te toca conmigo? —dijo con tono desafiante.

La chica suspiró, y por primera vez se paro a pensar en lo que estaba haciendo. Ahora ya no había vuelta atrás.

—Incluso si me toca contigo —aseguró Melani

 

Melanie fijo su atención en la botella que había vuelto a girar. Se oyó un murmuro de asombro cuando esta paró en Harry.

—¡Es mi hermano, no lo besaré! —aseguró la chica.

—Bueno, las reglas son las reglas —murmuró alguien con un tono de diversión.

—¡Ugh, no! —protestó la chica.

—¿Qué clase de personas son?, es mi hermana —alegó Harry.

—Esto nunca había ocurrido antes —mencionó Louis—, pero saben lo estrictas que son las reglas —dijo con el ceño fruncido.

—¡No!, haré lo que quieran. Besare el suelo si es necesario, ¡pero a este idiota, no! —Harry la fulminó con la mirada.

—Entonces... —dijo Melanie— ¿Por qué no giramos la botella otra vez y...?

—¡No! —gritaron todos.

—Nunca, jamás —dijo Louis— ¿Qué tal si votamos y elegimos con quién se tendrá que besar Cindy? —Todos parecieron aceptarlo.

—Voto por Louis —mencionó Harry.

—Louis —le siguió un coro de voces. El se veía sorprendido.

—Louis será —menciono Zayn.

Nadie dijo nada. Louis se acercó a paso tembloroso hacia Cindy. Puso su mano en la nuca de la chica entrelazando los dedos en su cabello y lentamente se acercó. Sus labios se tocaron y se movieron en sintonía. Nadie dijo nada un silencio algo incomodo se extendió. Cindy se separo de Louis pero el se acerco de nuevo y la volvió a besar.

—¡Separense! —gritó Harry derrepente y de un segundo a otro Louis estuvo a diez metros de distancia de Cindy—. ¿Podemos seguir jugando? —dijo con un tono enojado.

Zayn tomó la botella y la hizo girar alrededor, esta paró en Carly. La volvió a girar y paró en Harry.

—Su turno —murmuró Niall con diversión.

Carly rodó los ojos y Harry frunció el ceño. La chica se paró y sin avisó besó a Harry. El chico parecía sorprendido, sus brazos extendidos a los lados, pero rápidamente estos se apoderaron de la cintura de la chica.

—Hmm —murmuró Zayn para que se separaran. Ellos lo hicieron avergonzados.

A estas alturas del juego ya prácticamente nadie hablaba. La botella giró otra vez siendo los elegidos Niall y Melanie.

En el interior, Melanie sabía que esto era su culpa. Se preguntó que sentiría al besar a Niall. Había tenido novios, había dado besos, pero siempre había una diferencia. e inquietaba la idea de saber que sentiría al rozar sus labios. Esta sería la primera vez que le sería infiel a su novio, pero siendo solo un juego no le dio importancia. Al fin y al cabo eso era, un juego. Luego de ese estúpido campamento, volvería a casa. Volvería a los brazos de Liam.

—Así que... Melanie —dijo Ana sacándola de su ensoñación—, mientras más rápido lo hagas más rápido acabará.

Melanie no dijo nada, se giró hacia Niall quién estaba a su lado murmurando algo por lo bajo.

—Aquí vamos —murmuro para si misma y se acercó quedando a unos centímetros de Niall.

Y él terminó con la distancia juntando su boca con la suya. Melanie no sintió nada al comienzo, solo el calor de los suaves labios de Niall junto a los suyos. No pasaron más de dos segundos cuando los labios de él se movieron, e inexplicablemente, sus labios también lo hicieron. La sensación era rara. Su piel hormigueaba con el suave roce de sus labios hasta que este se profundizo y fue como si la electricidad la consumiera. Su nervios se deshicieron mientras el beso se profundizaba y la poca resistencia que le quedaba se hizo añicos. Las manos del chico, curiosas, se movieron hasta la mejilla de Melanie y a otra hacia su cintura. Ella estuvo a punto de extender su mano para acariciar su rostro cuando despertó.

Eso estaba mal, eso estaba muy mal...

Cuando le dirigió la mirada a las chicas estabas estaban atónitas, desvió la mirada hacia el suelo y se odio. Se odio por haber aceptado ese estúpido juego, se odio por engañar a su novio, pero lo que hizo que ella deseara no ser ella, fue que a pesar de todo, ese beso... Le había gustado.

 

La noche se paso rápida, luego de el turno de Melanie y Niall, fue el de Ana y Zayn. Un beso largo que había logrado que ambos se sonrojaran al terminarlo. También hubieron turnos que no fueron cumplidos, por ejemplo el de Louis con Harry, que no se cumplió por razones obvias.

Melanie no supo como fue que cayo dormida, estaba en uno de los sofás más grandes, tapada con una manta. El resto de las chicas estaban en los otro sillones. Le sorprendió ver a Carly durmiendo junto a Harry, mientras él tiraba la manta hacia a su lado, y así mismo ella hacia la tiraba hacia el suyo. Aún estando dormidos no dejaban de discutir.

Se iba a levantar, pero al poner un pie sobre el suelo notó que había alguien acostado en el suelo. Cuando vio a Niall su corazón palpito, tan rápido como nunca le había pasado. Sin poderlo evitarlo, los recuerdos de la noche anterior la invadieron. Su cara se veía tan suave, la única que estaba despierta era ella, si se estiraba un poco, solo un poco, podría tocar su piel. Se sintió tentada por la idea, pero cuando iba a hacerlo escucho una voz.

—Buenos días, Melanie —dijo Zayn estirándose y dando un bostezo. Él chico estaba de alguna extraña forma, bien peinado y no parecía que hubiera dormido en absoluto, estaba simplemente perfecto. Estaba en el suelo tapado con una manta y le sonrió a Melanie, ella correspondió la sonrisa.

—Buenos días, Zayn.

—¿Nadie ha despertado aún? —preguntó, aunque al ver a su alrededor y notar que todos estaban durmiendo se encogió de hombros—. Siempre es lo mismo. ¿Qué hora es?

—Son... —Melanie sacó su celular de el bolsillo de su pantalones, aquí llegaban dos miseras rayas de señal, pero lo suficiente para hacer una llamada. Podría llamas a Liam y contarle lo sucedido, pero prefirió no hacerlo. Solo había sido un juego—. Son las 8:34 respondió luego de mirar el reloj.

—¡Mierda! —dijo el chico sobresaltado—. Hay que despertar a todos, si descubren que no estuvimos nos matarán, o peor. ¡Todos, despierten ahora! —gritó.

—¿Qué pasa Zayn? —Louis se refregó un ojos.

—Ya van a ser las 9.

—¡Mierda! —Louis se levanto de golpe. Fue donde Harry y le pegó un la cara para despertarlo. El chico se levantó enojado, pero antes de poder decirle nada, Louis ya estaba al lado de Cindy. A esta la meció para que despertará.

—Van a ser las 9 —dijo Zayn a modo de explicación para Harry.

—¡Mierda! —dijo el chico, al igual que los otros dos—. ¡Carly! —dijo moviendo el brazo de la chica.

Louis despertó a Cindy y Zayn a Ana, mientras Harry recibía golpes por parte de Carly por despertarla. Melanie dudó un poco, pero luego se acercó al lado de Niall y movió su brazo. El chico frunció el ceño y abrió sus ojos azules mirando fijamente a Melanie.

—¿Qué sucede? —dijo con la voz ronca.

—Es hora de irnos —respondió ella.

Ya estando todos en pie y despiertos se apresuraron en volver. A las 9:10 todos en el campamento debían estar en pie. Cuando ellos llegaron eran las 9:03. Nadie notó su ausencia, así que luego de un desayuno junto al resto del grupo, todos estaban listos para entrar al río, incluso Melanie que ya había aceptado su destino.

—¿Puedo hablar contigo? —Melanie giró su cabeza hasta estar frente a frente con Niall.

—Claro —murmuro.

—En un lugar privado —aclaró al ver al resto del grupo observándolos. Ella asintió con la cabeza y lo siguió.

Sólo avanzaron un poco hasta estar a la entrada del bosque. Niall, quien iba delante de Melanie, se giro y se quedo mirándola.

—Sobre lo que paso ayer, yo... —murmuro mirando al suelo mientras con una mano se rascaba el cabello. Así que de eso era de lo que quería hablar, pensó Melanie, tenía una vaga idea de lo que podría haber sido, pero no creyó que le chico fuera a mencionar ese tema.

—¿Qué hay con eso? —respondió ella con frialdad. Sería mejor levar las cosas así con el chico.

—Yo sólo, quería saber... —levantó la mirada hacia ella, sus mejillas estaban ligeramente sonrojadas y Melanie tuvo que apretar sus manos en puños para que no se dirigieran al rostro del chico—. ¿Eso no cambia nada entre nosotros, cierto?

Melanie se quedo muda tomando el peso de las palabras de Niall. ¿Cambiaba algo ese beso? La respuesta era clara. No. Ella tenía novio y ese beso había sido un simple juego.

—Era solo un juego, Niall. No cambia nada —su voz sonó más fría de lo que ella quería—. Tu sólo eres el idiota que debe vigilarme y yo sólo soy a chica malcriada que según tú debe ser vigilada.

—Yo no creo eso de ti —las palabras sorprendieron a Melanie y a juzgar por la expresión del chico, a él también—. Quiero decir —murmuro nervioso—, no creo que tengas que ser vigilada, se que es injusto que tus padres piensen eso.

—¿Así que ahora estás de mi lado? —la chica alzó una ceja—, ¿qué paso con el chico que me insulto el primer día?

—Sé que eso fue un error, no debí juzgarte así. Pero tu actitud cuando te pedí disculpas, tampoco no ayudo mucho.

—Mira, Niall. Creo que dejamos las cosas bastantes claras antes. No tengo nada que ver contigo, ni tu conmigo. Me vigilarás el resto de las vacaciones por tu propia decisión. Yo traté de ignorarte en lo que me sea posible. No me importa lo que sientas, no me importa lo que hagas, no me importa lo que digas y no me importa lo que piensas. Así de simple.

Un nudo se formo en su estomago, a pesar de todo el no era un mal chico, sólo tuvo la mala suerte de cruzarse en su camino.

—Entiendo, yo sólo quería que nos lleváramos bien, que fuéramos amigos —el chico miró a suelo.

—Ser amigos implica una relación y yo no tengo interés en nada que tenga que ver contigo.

Melanie se giró sin ver la expresión en el rostro de Niall, sabía que si lo hacía se sentiría peor. Se fue caminando rápido sin darle tiempo a su cabeza para pensar.

 

Dos semanas después Melanie estaba sentada en la cama, con las piernas cruzadas y una mirada de concentración mientras le pintaba las uñas a Cindy escuchando "Welcome to my life" en su iPod. Luego de que hablará con Niall todos volvieron a las cabañas y prácticamente no había hablado con él. Realizo actividades del campamento toda la semana y mató el tiempo hablando con las chicas.

—Y... ¿quieres hablar? —desde que había se había besado con Niall, las chicas habían estado tratando de sacarle la verdad.

—No —dijo rotundamente sin despegar los ojos de las manos de la chica.

—Melanie, sabes que no queremos presionarte. Pero creemos que una semana es un plazo razonable —agregó Carly haciéndose participe de la conversación.

—No paso nada.

—Estábamos allí, ¿sabes?. Vimos todo, TODO, lo que paso —hablo Ana.

—Así, ¿y qué es lo que vieron? —murmuró mientras tarareaba la canción con la intención de quitarle importancia a la conversación.

—Un beso —respondió Carly.

—Pues de eso se trataba, ¿no?

—Si, pero no fue cualquier beso —añadió Ana.

—Sólo fue beso —suspiró—. Era un juego. Me toco besarlo y lo hice, así de simple.

—Puedes engañarnos, pero nunca podrás engañarte a ti misma, ¿sabes? —dijo Cindy.

—¿Y ahora qué?, ¿tratan de atacar a mi conciencia para su beneficio?

—¡Agh! —gruño Carly—. Te dije que no funcionaría Ana.

—Al menos lo intentamos — respondió la otra chica.

Comenzaron a discutir culpándose unas a otras e incuso Cindy se entrometió. Melanie seguía con los audífonos puestos pero no podía escuchar la música por los gritos de las chicas.

—¡Ya paren! —gritó—. Si dejan de hablar del tema les permitiré una cosa. Cualquiera.

—¿Inclusive una pregunta? —Melanie lo pensó. Si les decía que no el alboroto seguiría y no tenia ganas de aguantar eso.

—Inclusive eso —aseguró. Las chicas se dirigieron miradas entre ellas y fue Carly quien hablo.

Melanie se esperaba lo que las chicas iban a decirle, pero por el contrario la pregunta la confundió aún más.

—¿Qué sentiste luego de que Niall te besara? —ella esperaba preguntas como "¿te gusta Niall?", pero por el contrario esto la dejo dando vueltas—. Queremos la verdad. Decir "nada" no cuenta.

—Yo... —comenzó no muy segura de lo que estaba haciendo. ¿Era capaz de decirle a las chicas que la sensación de los labios de Niall contra los suyos había sido tan reconfortante como un vaso de agua en el desierto. Qué luego de que se separaran aún sentía la calidez de los labios de Niall o de como quería volverlo a besar?—. Fue agradable. Pero sólo eso, tengo novio.

—¿No conseguiremos nada mejor a eso, no? —preguntó Ana. Melanie negó divertida—. Al menos tenemos algo.

El resto de a tarde se pasó rápido, era Viernes y las actividades del campamento habían sido suspendidas. Melanie tuvo una brillante y muy genial idea. Salió de la cabaña dejando a las chicas con la excusa de que iría a buscar algo para comer. Llevaba dos semanas en el campamento por lo cual lo conocía bastante bien. No le costó trabajo llegar a la cabaña y cuando estuvo allí golpeo la puerta con todas sus fuerzas.

—¿Qué haces aquí? —preguntó el rubio con ceño fruncido. No llevaba la camisa puesta por lo que Melanie se distrajo mirando su abdomen.

—Me debes un favor. Vengo a cobrarlo.

—¿Qué es? —entrecerró los ojos. Melanie sonrió triunfante.

—Saldré esta noche, quiero que me cubras.

—¿Donde irás? —Niall alzó una ceja.

—No te importa —el rió.

—Tienes razón, no me importa. Pero si voy a cubrirte necesitamos una coartada y si no me dices donde irás no tendremos una buena coartada. Y si no tenemos una buena coartada podrían descubrirnos, lo cual no sería nada bueno para nosotros —"nosotros" la palabra reboto en el cerebro de Melanie, ¿desde cuando existía ese nosotros?.

—Iré a ver mi novio —respondió con firmeza.

—Error —hizo un ruido—. Iremos.

Y Melanie no tuvo tiempo de decir nada, porque la puerta se cerró frente a su cara segundos después.

Media hora después Melanie escucho golpes en la puerta. Las chicas no habían aparecido desde que ella volvió de la cabaña de Niall y Melanie agradeció que no lo hicieran, definitivamente su humor no estaba nada bien. Se levanto de la cama dejando su iPod en un lado de la cama y avanzó hacia la puerta.

—¿Nos vamos ya? —Niall llevaba una camisa azul con las mangas recogidas a la altura de sus codos.

—¿Qué te hace pensar que quiero que me acompañes? —la chica se cruzó de brazos.

—Pues, si prefieres quedarte aquí, un Viernes en la noche y sola, es tu elección.

—¿Cómo que sola?

—Los chicos se fueron hace —miró sus reloj— unos veinte minutos y las chicas los acompañaron.

—¿Donde fueron? —preguntó ella alzando una ceja.

—Los viernes se nos permite salir, son libres, para todos en el campamento —le susurro lo último.

Melanie soltó un bufido, si hubiera sabido eso antes no hubiera gastado el único punto a su favor.

—Dame diez minutos —iba a cerrar la puerta pero Niall paso por la abertura sin que ella pudiese detenerlo.

—Una cosa antes. Iré hacia allá, te dejaré con tu noviecito y volveré a buscarte antes de las 12.

—¿Cómo cenicienta? —preguntó reteniendo la risa.

—Mmm... Creo que más que cenicienta tu eres más como la malvada madrastra y tu novio es el cazador

—¿Ah, si?, ¿y tu quién serías? Por cierto, el cazador es de Blancanieves.

—Mi historia, mis personajes. Yo sería algo así como el príncipe.

—Claro. El príncipe, pero antes de ser besado, adiós señor rana —lo empujo hacia fuera pero el chico se rehusó.

—Espero convertirme en príncipe esta noche —ella lo miró alzando una ceja—. ¿Qué?, tengo que hacer algo mientras tu te vas a Narnia con tu novio, ¿no?

Ella revoloteó los ojos y por fin consiguió que el chico abandonará la habitación. Diez minutos después tenía puestos unos jeans ajustados unos tacos de diez centímetros y una blusa ajustada con su chaqueta a juego. Con ya el maquillaje y accesorios liso salió de la cabaña en un tiempo récord. Niall estaba sentado en el suelo en la entrada de la cabaña.

—Luces bien —murmuro y Melanie sintió el calor en sus mejillas. ¿Qué rayos le pasaba?

—Gracias.

—¿Donde tenemos que ir?

—Pandemónium —dijo recordando la discoteque a la que Liam y ella solían ir cada Viernes—. ¿Cómo llegaremos?

—Lo tengo todo cubierto.

Media hora después estaban en las puertas de entrada del lugar. La definición de 'todo cubierto' de Niall era distinto al de Melanie. Habían llegado al lugar parándose en la carretera y estirando un brazo. Por suerte un muy amable y apestoso, en opinión de Melanie, granjero se ofreció a llevarlos. Al parecer el hombre no era tan generoso pues tuvieron que pagarle. Sin duda sería lo que Niall dijo, "una noche inolvidable".

Luego de pagar la entrada Melanie desfilo por las mesas mirando hacia los lados hasta que lo encontró. Liam estaba de espaldas, sentado en una mesa y junto a él estaban Andy, uno de sus mejores amigos, y Janet, la ex de Liam a la cual Melanie no soportaba. Sin querer hacer suposiciones se acercó sigilosamente y cruzó los brazos alrededor del cuello de Liam y lo sintió sobresaltarse. Este se giro y sonrió al ver el rostro de su novia. Puso las manos en su cintura y la movió hasta que esta estuvo sentada en su regazo.

—¿Qué estás haciendo aquí? —murmuro el en su oído.

—¿No te gusto mi visita?

—Claro que si —sin decir mas junto sus labios en un apasionado beso. La mezcla fue rara, Melanie sintió un cosquilleo y la presión de Liam le dio una suave sensación de placer, pero algo le faltaba. Cuando se separaron ella se acerco a su oído.

—¿Qué hace Janny Beckie aquí? —le preguntó. Desde que Liam y Melanie comenzaron a salir ella siempre tuvo la costumbre de llamarla así.

—Es la nueva novia de Andy —dijo el otro con un toque de diversión en su voz. Iba a juntar sus labios nuevamente cuando alguien tiro del brazo de Melanie.

—A las 12 ni antes, ni después —dijo el rubio ganándose una mirada de odio por parte de Liam.

—¿Quién eres? —le preguntó.

—Niall, el niñero de tu novia. No te preocupes la he cuidado muy bien —sonrió falsamente.

—Ya puedes irte, Niall —murmuro Melanie. La tensión se sentía en el aire y no quería problemas, no al menos esa noche.

El chico se fue sin dirigirle ni una mirada. La noche se pasaría rápido y Melanie no quería perder el tiempo, así que puso los brazos alrededor del cuello de su novio y lo beso.

 

Melanie estaba pasando una noche agradable entre los brazos de Liam, pero todo lo bueno tiene un final. Cuando miró el reloj se sorprendió de ver que ya faltaban diez minutos para las doce. Miró alrededor buscándolo pero no diviso su rubia cabellera por ningún lado. De pronto lo vio, estaba bailando muy cerca de una chica rubia y no parecía estar muy consciente de lo que hacia. Una extraña sensación la invadió cuando sus labios se dirigieron al cuello de la rubia. Se paro de golpe sin saber bien lo que hacia y avanzó al lado de Niall. Lo arrancó, literalmente, del abrazo de la rubia y le dijo:

—Es tarde, ya debemos irnos —El chico al parecer la estaba pasando bastante bien porque negó con la cabeza.

—Que aguafiestas eres, Mel —dijo entre una risa burlona. Melanie se estremeció, hace tiempo que nadie la llamaba así.

—Dijiste que nos iríamos a las doce, ya son las doce —bueno casi lo eran pero Melanie no creía que el chico pudiera siquiera notarlo.

—¿Qué diablos estás haciendo? —miró sobre su hombro encontrándose con Liam quien la miraba interrogante—. Si no quiere irse, déjalo. Aprovecha la noche, Melanie.

En otras circunstancias Melanie no habría dudado y se habría marchado con Liam, pero ahora sentía la necesidad de llevarse al rubio de vuelta al campamento, mas porque no lo quería cerca de la rubia que por otra cosa.

—No puedo quedarme, Liam.

—Uy, eso es lo que dicen cuando quieren romper —declaró el rubio entre risas, Liam lo fulminó con la mirada.

—Cállate, idiota.

—¿Yo soy el idiota?, ¿acaso no te has visto al espejo?

—¡Ya paren! —ellos parecieron ignorarla.

—Sólo eres un imbécil que tiene que cuidar chicas porque lo obligan, eres un estúpido niñero —definitivamente eso no le agrado a Melanie.

—Al menos mi novia no anda besando a niñeros —y todo pasó tan rápido que Melanie no tuvo tiempo para reaccionar. Liam envió un certero golpe al rostro de Niall quien le respondió con otro en la mejilla. Se veía borroso con las luces y Melanie apenas distinguía quien lanzaba los golpes. Estaba desesperada y como en el Pandemónium las peleas eran muy comunes, nadie intervenía. Casi sintió alivio cuando Andy separó a Liam de Niall.

—Ya paren, idiotas —dijo en voz alta Andy.

—El comenzó —dijo el rubio como un niño pequeño.

—¡Dijo que mi novia lo había besado! — repuso el otro.

—¡Te dije la verdad! —Melanie se sintió enferma. No pensaba contarle a Liam lo del juego, pero ahora tendría que hacerlo.

—¿De qué rayos estás hablando? —preguntó furioso.

—¡Pregúntale a tu novia!

—¿Es verdad lo que este idiota esta diciendo? —ahora se dirigió a Melanie, su voz severa pero controlada.

—Yo... —por primera vez en su vida Melanie estaba tartamudeando—Iba a decírtelo —finalizó. Por un segundo no sintió nada pero luego su mejilla ardió, justo donde la palma de Liam había chocado, la había golpeado.

Y esta vez los golpes estallaron otra vez. Aun con la vista borrosa Melanie distinguió a Niall golpeando fuertemente la mandíbula de Liam, segundos después su cara estaba ensangrentada y otra vez Andy intervino separandolos.

—¡Vete de aquí! —le dijo a Niall.

El rubio tomo la mano de Melanie quien estaba quieta en el lugar. Se dejo llevar por el chico hasta la salida. La gente se abría paso entre ellos en la medida que avanzaban. Fuera del lugar Melanie sintió el frío contra su piel y se permitió soltar algunas lágrimas. Nunca habría imaginado a Liam golpeándola, pero se dio cuenta de que se había equivocado.

—No llores —murmuro el y la abrazo contra su pecho. Melanie se sintió reconfortada por los latidos de su corazón—. Es un idiota, no entiendo como puede gustarte —Melanie levanto la vista a la altura de Niall.

—El no es un idio... —no pudo terminar la frase porque los labios de Niall estaban sobre los suyos. Moviéndose lentamente, acariciando su piel suavemente enviando pequeños escalofríos en cada roce. Cundo ella le respondió el ritmo cambio a algo mas apasionado dejándola sin respiración. Esta vez se permitió dejar de pensar y llevo sus manos a su cabello, bajándolas hasta llegar a su cuello. Las manos del chico ya estaban en su cintura y oleadas de placer la invadieron cuando sus lenguas bailaron juntas.

Se separaron luego y ella lo escucho susurrar, más para si mismo que para ella.

—Nos vamos —Tomo su mano y salieron del callejón.

 

Por suerte el camino de vuelta no fue tan tortuoso. Tomaron un taxi pocos minutos luego de salir del recinto. El camino fue en completo silencio y Melanie lo prefería así, no tenía idea de que decirle a Niall. Cuando llegaron al campamento cada uno se fue sin dirigirse palabra alguna. Apenas cerró la puerta se largo a llorar. Hace menos de una hora atrás ella amaba a Liam, ahora se sentía decepcionada. Puso su iPod mientras escuchaba Walk in the sun y sin darse cuenta se quedo dormida.

Cuando despertó no había nadie en la habitación, vio la hora y eran las 12:34, no tenia idea de como pudo dormir hasta esa hora, ya que no era nada normal para ella. No tenía ganas de nada, ni siquiera tenía hambre. Se levanto y se dio una ducha, se puso unos shorts y una polera simple con sus converse. Oyó un golpe en la puerta y cuando fue a abrir se encontró con Carly.

—Niall me contó lo que paso, ¿estás bien? —Melanie negó y la chica le abrió los brazos. Se sintió bien tener a alguien apoyándola, sus amigas no abrían hecho eso, por el contrario la dejarían llorar po un rato y luego tratarían de convencerla para que volviera con el chico—. Sabes, no lo conozco, pero se que eres una buena persona, a pesar de que te hagas la fuerte, y no merecías eso, ninguna mujer merece eso. Estarás mejor sin él.

—En realidad lo quería —susurró y pensó que Carly no la había escuchado.

—Lo sé, y es probable que aún lo quieras.

Se quedaron en silencio por un momento. El sonido de la puerta las hizo separarse.

—Necesito hablar contigo —Niall estaba en la puerta con aspecto desaliñado. Entró a la habitación sin esperar el consentimiento de las chicas—. Carly...

—Oh, claro. Vuelvo luego, ¿si? —Melanie asintió.

Carly salió y Niall se acerco a Melanie, su mirada demostraba desconfianza.

—Perdón —definitivamente eso no era lo que ella esperaba. o miró expectante hasta que el chico continuó—. Ayer estaba borracho. No debí decirle eso a tu novio.

—Eso ya no sirve de nada —tenia dos opciones. Podía aceptar las disculpas de Niall o cualparlo por lo sucedido, y su estado de animo no estaba para perdonar—. No debiste hacerlo, no tenías porque hacerlo. Y no debiste haberme besado.

—No debí haberlo dicho —-Melanie se sintió complacida—. Pero no me arrepiento de haberte besado —se sorprendió por la declaración de Niall. El día anterior el había estado borracho, por eso a ella no le sorprendió que la besara, cualquiera hacia idioteces estando borracho.

—Pues yo si me arrepiento de haberlo hecho —y allí estaba su orgullo otra vez—. Dime una cosa, Niall, ¿por qué me besaste?

El chico pareció sorprendido pero lo disimulo. Se paso una mano por el cabello rubio y miró los ojos de la chica.

—Yo... —respiró—. Yo estoy enamorado de ti.

Melanie se quedo sin palabras, no esperaba que Niall le dijera eso y no sabía que responder. ¿Qué se suponía que hiciera?, ¿qué le dijera te amo? y luego, ¿qué?... Ya había pasado por una decepción amorosa una vez, y ni siquiera había pasado 24 horas desde eso.

—Yo no te amo —su voz sonó tan fría que sintió nauseas. Niall no tenía la culpa de que ella fuera así, sólo tenía la culpa de algo. Y ese algo era de haberse enamorado de ella—. Vete de aquí —dijo con firme, aunque menos firme de lo que en realidad quería que fuese.

Niall se dio la media vuelta y el corazón de Melanie se partió en dos. Nunca había visto una mirada como la de Niall, nunca había visto tanto dolor en un par de ojos. Y aunque ella asegurará que no lo quería, sabía que había algo más que sólo afecto. Antes de que la puerta se cerrara Cindy entró en a habitación con el ceño fruncido.

—¿Qué fue eso? —Melanie negó con la cabeza rogando porque Cindy no preguntará nada más, y para su buena suerte la chica sonrió ampliamente y dijo—. Louis y yo somos novios.

Melanie se limito a sonreír lo mejor que pudo. Estaba feliz por Cindy, pero en ese momento lo único que quería era morir.

—Hum... Algo paso, ¿no es así? —Melanie sólo asintió y se vio envuelta por los brazos de la chica—. No te pediré que me cuentes, porque se que estás mal, pero cuando quieras hablar, aquí me tienes.

Sólo esas palabras hicieron que se sintiera mejor. Al menos, no estaba sola... aún.

 

Salio de la cabaña buscando a Ana. Había hablado con Carly acerca de Niall y con Cindy claro, pero esta parecía más concentrada en recordar a su “perfecto novio”, como ella misma había definido a Louis. Melanie no podía culparla, hace menos de veinticuatro horas ella creía lo mismo de Liam.

A encontró minutos después, estaba en la cafetería hablando con Zayn, parecía que estuvieran contándose secretos, porque se murmuraban entre ellos y se reían de vez en cuando. Se acerco a la mesa logrando que los dos la miraran.

—Lamento interrumpir, pero Carly te esta buscando —dijo sonriendo de lado, era lo mejor que podría hacer.

—Gracias, Melanie —se levanto del lado de Zayn—. Hablamos luego, Zayn.

Ana se fue dejándolos a los dos solos, Melanie se iba a ir cuando Zayn le hablo.

—¿Quieres acompañarme?, había ordenado helado con Ana. Pero creo que se derretirá antes de que ella vuelva, las conversaciones con Carly siempre tienen una duración estándar de treinta minutos —Melanie se sentó a su lado, no tenía nada que hacer.

—¿De qué hablaban? —preguntó.

—De el campamento, de los chicos, cualquier cosa en realidad. Siempre lo hacemos es agradable estar con ella —sonrió casi para si mismo.

—¿Te gusta? —ella no quería preguntar eso, pero a pregunta escapó de sus labios sin querer. Vio como el chico se sonrojaba y se apresuró a agregar—. No es necesario que respondas, eso fue muy descortés de mi parte.

—Me gusta, más de lo que pensé que lo hacía —se sorprendió de que el chico hubiera contestado, no tenía porque hacerlo y sin embargo a pesar de no conocerla le hablaba como si fueran amigos hace mucho tiempo.—. El año pasado cuando el campamento comenzó, ni siquiera nos hablábamos. Ahora, en poco tiempo, nos hemos hecho amigos y siento que podría decirle cualquier cosa y ella será sincera. Ana no dice lo que necesito oír, me dice lo que debo oír, aunque a veces no me agrade, eso es lo que me gusta de ella.

Se quedo pensando en sus palabras. En su vida, nadie la había criticado, salvo Niall. Por ejemplo, cuando humillo a esa recién llegada en la escuela sólo porque no se había cambiado de lugar en química. La chica no sabía que era el lugar de Melanie y tal vez con unas palabras amables habría conseguido el lugar. En cambio, les dijo a todos que la chica era una fracasada y un montón de mentiras más. Paso semanas sintiéndose mal cuando veía a la chica por los pasillos, pero nadie le dijo que lo que había hecho estaba mal, por el contrario todos parecían estar conformes con su comportamiento. Liam le dijo que ella era una fracasada y una estúpida por no cambiarse de lugar cuando Melanie se lo había dicho. Niall no le habría dirigido la palabra hasta que le pidiera perdón a la chica.
—¿Piensas decirle que te gusta?

—No soy bueno con esas cosas, creo que sólo seremos amigos.

—Puedo ayudarte —desde ahora quería hacer las cosas bien, y ayudar a Zayn, era para ella, algo bueno.

—¿Cómo harías eso? —el chico la miró divertido.

—Soy una chica, ¿lo olvidas? Conozco a Ana y se que puedes hacer para que acepte salir contigo.

Estuvieron hablando hasta que Harry apareció en la mesa. No parecía contento de ver a Melanie, quizá había hablado con Niall y el le había contando lo que había pasado. Se paro de la mesa y le murmuró un adiós a Zayn, pare irse de nuevo en dirección a la cabaña.

Vio a Niall cerca del río hablando con una chica que Melanie había visto un par de veces antes en el campamento. Estaban muy cerca, tan cerca que una parte desconocida de Melanie se enfureció. Siguió caminando mirando hacía el frente tratando de no mirar hacía su dirección, pero parecía que mirada se iba, incontrolablemente, hacia su dirección. Cuando estuvo a punto de entrar en la cabaña su móvil la distrajo. Tenía un mensaje de texto, era raro dado que la señal raramente llegaba al campamento. Lo revisó y se sorprendió al ver que era de Liam.

“Necesito hablar contigo, ayer estaba borracho y no debí hacer lo que hice. Hoy estaré en el Starbucks más cercano al campamento, pasaré a buscarte a las ocho si lo deseas. Por favor, ven, tenemos que arreglar las cosas. Te amo.”

No estaba segura de si debería ir, más ahora cuando estaba realmente confundida con Niall. Antes de entrar a la cabaña se giró para ver como la chica besaba a Niall y el no parecía negarse.

—Estúpido —murmuro entre dientes. Hace menos de dos horas le confesaba su amor, y ahora se estaba besando con una rubia mal teñida.

Miro su teléfono y escribió “Ok” en respuesta al mensaje de Liam, “Te veo a las ocho”.

 

—Gracias por venir —Melanie se sentó en el asiento del copiloto. La ultima vez que había estado allí las cosas estaban bien.

—Tenía que hacerlo. Tenemos mucho de que hablar —el le dedico una sonrisa de lado y aceleró el motor.

El camino fue en completo silencio, cuando llegaron al starbucks se sentaron en una mesa cercana a la ventana y pidieron dos Macchiatos de caramelo.

—Mel... yo no quise... —murmuró él. Melanie nunca lo había viso nervioso y esta era la primera vez que eso sucedía. —...Me conoces, sabes que y no quería hacerlo.

—Lo sé. Pero eso no borra lo que hiciste.

—¿Y tú qué? Cuando pensabas decirme que habías besado a ese... —Melanie lo interrumpió.

—¡Yo no quería besarlo! —gritó. Miró a su alrededor y agradeció el vacío del lugar—. Era un juego. Era sólo un maldito juego, iba a decírtelo, pero no quería arruinar la única noche que teníamos juntos.

—¿Planeas qué te crea? —preguntó con rabia.

—¡Pues deberías hacerlo! —contraataco ella—. Soy tu novia, o al menos lo era hasta ayer. ¡Yo habría confiado en ti!

—¿Estás terminando conmigo?

—Creí que luego de lo ayer estaba claro que ya no eramos nada.

—Mel —Liam estiró su mano sobre la mesa y tomó la suya—. Ayer estaba borracho. Sabes que siempre confiaría en ti, todo lo que ocurrió ayer fue un error. Mel, te amo, ¿lo sabes, cierto?

—Ayer lo sabía, ahora no sé que pensar.

—Amor, vine aquí para arreglar las cosas. Quiero estar contigo, Melanie, eres la única chica que me importa. Perdóname, por favor. Te prometo que no volverá a suceder, me preocupare de hacerte feliz cada día que estés junto a mi.

Melanie se quedo callada sin responder. Liam era el único chico que había amado en su vida y aunque no podía olvidar lo que había pasado la noche anterior, al menos podía darle otra oportunidad.


—Liam, tu eres el único chico al que en realidad he querido...

—Lo sé, se que te defraude. Pero te amo, Mel, en realidad te amo.

—Déjame terminar —el asintió—. No quiero terminar contigo —por un momento el sonrió, Melanie siguió hablando—, pero no voy a pretender que seguimos siendo una pareja perfecta.

—¿Eso qué significa?

—No terminaré contigo. Pero esta es tu única oportunidad, la próxima vez no te perdonare.

—Sólo necesito una oportunidad. Te prometo que no volveré a dañarte.

—Eso espero. —él sonrió y se inclinó y la beso.

Una hora después ya estaba en el campamento. Le había pedido ayuda a las chicas para que la cubrieran y ellas usaron la antigua excusa de “esta en sus días”. De alguna forma, haber vuelto con Liam se sentía mal. Una parte de ella sabía que su decisión fue ayudada por la visión de Niall y la chica desconocida. Cuando su estomago no aguanto el hambre fue a la cafetería. Eran las 10: 50 y el lugar estaba vació. Otra fogata había sido organizada en la noche y ella había había sido invitada, pero no tenía ganas de ir, además de que sería muy sospechoso que apareciera en el lugar luego de que hubiera estado toda la tarde “indispuesta”.

En la cafetería sólo encontró un brownie y una botella de jugo de naranja, los tomó con la intención de volver a su habitación. Escucho murmuros en la salida y se detuvo detrás de un pilar para poder escuchar. No era que ella fuera la clase de persona que escuchaba a escondidas, pero siendo que la conversación era entre Niall y la chica desconocida, se detuvo.

—¿Hace cuanto la conoces? —la chica se reía tontamente y parecía estar borracha, lo cual era prácticamente imposible puesto que en el campamento no se permitían bebidas alcohólicas.

—¿Eso que importa? —Niall se veía molesto.

Melanie no tenía que ser un genio para saber que hablaban sobre ella.

—Sólo dímelo.

—Poco más de una semana.

—Oh mi dios, no puedes estar así de baboso por una chica que conoces hace tan poco.

—En realidad la conozco desde antes.

Y fue como si estuvieran conectadas por que la rubia dijo exactamente lo que Melanie había pensado: —¿A qué te refieres?

—Mi padre cuido su casa durante las vacaciones pasadas —Melanie lo recordó. Sus perfectas vacaciones en el caribe. —Lo visite durante su estadía y vi una foto de ella.

—¿Y así te enamoraste?

—Si, desde la primera vez que vi esa foto.

—Tienes que estar bromeado, Niall, esto no es una película de amor.

—No estoy bromeando —respondió con el ceño fruncido—. En realidad la quiero.

La chica suspiró y luego de un momento le dijo: —Bien, pero ella a ti no. Así que mientras yo este aquí, te olvidarás por completo de ella, ¿entendido?

El asintió y luego la rubia lo beso. Minutos después se fueron por el pasillo.

Melanie volvió a su habitación mucho más confundida de lo que ya estaba. Si Niall la conocía desde antes y si estaba supuestamente enamorado de ella, ¿por qué la había tratado así el primer día? Y lo que más la inquietaba, ¿quién era esa chica?

Al día siguiente consiguió algunos datos a manos de Ana. Su nombre era Clove, el año pasado estuvo en el campamento pero siempre encontraba una forma de escapar y conseguía que nunca preguntarán por ella. Era poco, pero era mejor que nada.