Back to School

Capítulo 01

Ash Targaryen.

Estaba parada adelante del edificio que yacía poderoso mientras que me sentía impotente a su lado. Revisé mi maquillaje, las pestañas parecían postizas y el delineado hacía mis ojos celestes tan definidos como zafiros bajo el sol. Mi piel carecía de color en ese momento y el pelo rubio caía por mis hombros en marcadas ondas. Me había puesto un vestido negro apretado pero elegante con unos tacones del mismo color, la cartera, en contraste, era blanca. Caminé decidida hacia el interior donde una chica me tomó los datos y me hizo pasar a la oficina del gerente. Un hombre de mediana edad estaba sentado detrás de un escritorio de caoba e inesperadamente me acordé de "Eso es caoba" y se me escapó una risa tonta. El hombre me miró con cara de porque-se-ríe y señaló la silla en frente suyo. Me senté y traté de enfocar mi mente en un punto fijo, ya sean las paredes de madera o el ventanal gigante. En fin, miré el foco de la lámpara de pie.

-Tú debes ser Kirtash, tu padre era un gran hombre.- Dijo el empresario. Al solo nombrar a mi padre se he hizo un nudo en la garganta. Hacía unos meses había muerto y, como era el mas grande accionista de la empresa, con el cincuenta y nueve por ciento de la totalidad, era uno de los dueños.

-Ciertamente lo era, pero....- Este tema no es uno de los mejores para conversar, notaba mi voz rara, como mecánica pero me obligué a continuar.- Hay que seguir adelante. Era un hombre firme y dispuesto. No creo que quisiera que me quede llorando su muerte, si no que tomara mi lugar y saliera adelante.- Hizo un gesto afirmativo y llamó a la asistenta por el micrófono, esta el llegar a la puerta lo miró y este le dijo que le traiga un café cortado y, antes que se valla me ofreció algo para tomar, pero decliné.

-Tu argumento es totalmente cierto. Y por eso estoy feliz de que tomes su lugar.- La chica pelirroja volvió con el café y se marchó tan rápido como vino.- Una chica tan bonita y capaz sería de mucha utilidad aquí.

-Bueno, me alegro que usted piense eso.- Eso de mirar un punto fijo no estaba ayudando mucho.

-Esta bien, ¿Empieza el lunes?.- Dijo el hombre dado por entendido que quería sacarme de ensima en ese omento.-

-Me parece genial.- Dije al pararme, nos estrechamos las manos y me acompañó a la salida.- En serio, es una alegría saber que ocuparás el cargo de tu padre.- Dijo antes de que me valla.-

-El sentimiento es mutuo.-Le dediqué una sonrisa y me retiré del edificio largando el aire que había estado guardando desde que entré. Calculé que había estado allí unos diez minutos solamente, pero fueron los minutos mas lagos de mi vida. Estaba en el centro de la ciudad y al ser mediodía todas las personas salían del trabajo a almorzar, bueno, creo que debería hacer lo mismo que ellos ya que no había comido nada en todo el día. Entré a un starbucks que quedaba cerca. No se porque todos aman ese local, supongo que tendré que averiguarlo. Al entrar casi me congelo por el aire acondicionado y estaba lleno de gente. ¿Qué le veían a ese lugar? Tal vez soy un poco pesimista y no le veo el lado bueno. No, eso seguro que no. Luego de hacer la interminable fila y aguantar a una pareja que no se decidía por nada pedí un latte de vainilla y me fui al piso de arriba donde el ruido no era tan insoportable. En el celular vi los mensajes de mi amiga Arranie preguntando, mas bien gritando como me había ido. Tecleé un rápido luego te llamo y una tos media improvisada me hizo mirar hacia arriba.

-Disculpa.- Dijo un chico de pelo castaño claro y ojos verdes.- ¿Puedo sentarme? Esta todo lleno.- Señaló el lugar que por poco la gente colgaba de las ventanas y le hice un gesto afirmativo. El chico se sentó y me sonrió.

-Soy Puck.- Dijo y le contesté con mi nombre, no el completo porque lo odiaba, si no con Ash, mi apodo no tan apodo.

-Así que... Eres nueva.- Dijo inseguro. Al principio no le entendí bien hasta que recordé verle en la entrada de la empresa.

-De hecho soy una de las dueñas, creo.- Contesté algo dubitativa.

-¿En serio? Eso es genial.-

-No tanto, no se nada de .... De lo que sea la empresa.- Wow, si no fuera por esta charla ni me había dado cuenta de que no sabía nada de donde iba a trabajar.

-Es tecnológica. Proporcionamos las armas al ejército y las maquinarias a la NASA y muchas otras empresas internacionales..- Doble Wow por mi parte. Además de ser lindo era inteligente. Nota mental, ir mas a los Starbucks.

-Hablaste en plural.-

-Bueno, resulta que trabajo en esa empresa.- Triple Wow, trabajaba en el mismo lugar que yo haría.

-¿En que sector?.- Le pregunté intrigada.

-Nada importante.- Hizo un gesto con la mano para restarle importancia.- En la parte de diseño.

El chico era muy gracioso aparte de lindo, caballero, inteligente. Digamos que era perfecto, pero no lo veía como el tipo de chico con el que saldría. Sería desperdiciar todo, como amigo y tal vez novio de Arranie estaba genial. Hablamos varias horas hasta que empezó a oscurecer, era invierno y solo eran las cinco de la tarde pero si, era casi de noche. Nos despedimos sin antes intercambiar números y me hizo la promesa que me iba a enseñar la empresa cuando comenzara a trabajar.

Conduje hasta mi casa en silencio, vivía sola en un departamento en el centro de la ciudad. Nada majestuoso, dos dormitorios grandes, balcón con vista a la piscina, una cocina con isla y desayunador, living y dos baños. Al llegar saludé a Paul, el encargado del edificio ¿Mencioné que si le decís portero se enoja? Bueno, lo hace. Era de mediana edad y su cabeza calva parecía una bola de bolos bajo la lámpara. Subí por el ascensor hasta el piso número treinta y dos y al abrirse las puertas ingresé al Living. Este era grande y el piso era una alfombra blanca peluda. A la derecha estaba el marco de la cocina y a la izquierda un sillón blanco con almohadones rosas y, en frente de este, una televisión plasma. Tiré las cosas en el sillón para luego sentarme en el. Agarré el celular y llamé a mi amiga que me contestó con un "Estoy a dos cuadras".  Cuando entró me atemorizó con todas sus preguntas que respondí mientras hacía unos sandwichs y los llevaba a la habitación para comerlos con el maratón de "The vampire diaries" de esa noche.

Las horas pasando y al terminar la serie nos quedamos discutiendo lo bueno que estaba Damon y como podía Caroline no olvidarse de Tyler.  Estábamos a punto ver una película llamada Marley y yo cuando el teléfono sonó. Contesté y una chica me habló del otro lado preguntándome si era yo la que hablaba.

-El señor Johanson quería hablar con usted inmediatamente.- Dijo la mujer y me trasfirió a otra linea donde el empresario que había visto esa misma tarde me atendió.

-¿Señorita Targaryen?-Dijo este formalmente.

-Si soy yo. ¿A que debo esta llamada?.- La verdad no entendía nada.

-Quería comunicarle que no tiene el secundario completo, nunca terminó de dar Biología de cuarto año.- Mis ojos casi se me caen... La muy hija de *** no me había aprobado al final la materia.

Luego de unos largos e interminables minutos accedimos a un mutuo acuerdo donde los dos salíamos beneficiados. Yo iba un año a la secundaria y daba la materia e instantáneamente podía tomar mi puesto en la empresa.  


Bueno, iba a ser fácil. La secundaria fue la mejor etapa de mi vida. Yo era la reina y todos temblaban a mi paso. Tendría que ser igual ¿No?.

No fue hasta mucho después que me di cuenta lo equivocada que estaba.

Capítulo 002

Scarlett Charlotte Quilter

Todo me daba vueltas, sin embargo me levante. Caminé hacía el armario de roble y saque algo cómodo para ponerme. Hoy, tenía una entrevista de trabajo, y Dios quiera que me acepten.
Me tome una ducha rápida y luego me seque el pelo, para poder hacerme una cola de caballo y salir al centro. Tenía la corazonada de que hoy sería un día agotador.


Llegue a un edificio grande, bastante amplio para ser sincera, debía tener más de veinte pisos seguro. Entre al lugar y una muchacha rubia, la secretaria, me atendió.
— Usted debe ser la señorita Quilter, ¿cierto?
— Así es —dije tímidamente.
— Piso 14, la llamaran por su nombre.
— Gracias.
Me acerqué al ascensor y apreté el numero 14. Comencé a temblar, me maldecía por dentro por ser tan tímida, ¿por qué yo? El ascensor se abrió y seguí caminando. Me senté en la sala de espera y espere mi llamado.
Quince minutos pasaron y nada, pero no me fui, necesitaba el empleo con urgencia. No podía dejar que mi padre siga pagándome el alquiler de la suite, ni mucho menos que me pague la tarjeta.
— ¿Scarlett Quilter?
Me paré rápidamente y caminé hacia el final del pasillo, allí dentro se encontraba un hombre canoso, cuarentón. Me pidió que me sentará y comenzó a hablar.
— ¿Hija de John verdad? —Asentí y le dedique una sonrisa —. Lamento lo de tu madre.
— No importa, fue hace unos cuantos años, lo supere.
— Tu padre me ha hablado mucho de tí, dice que eres buena con las computadoras, espero que te adaptes al empleo.
— Bueno, ciertamente, soy buena, pero aún me falta mucho que aprender.
— John me pidió que, si obtenías el trabajo, comenzaras lo más antes posible. ¿El lunes te parece bien? — Dios bendiga a mi padre.
— Me parece perfecto —sonreí ampliamente.
— Entonces, fue un gusto conocerte Scarlett.
— El placer es mio —y le tome la mano para después salir felizmente por la puerta.


Antes de ir a casa pasé por Prune y compre algunas cosas. Amaba la ropa, los accesorios de aquella marca. Literalmente amaba la marca en sí, las carteras que tenían eran para infartarse. Creo que mi padre me mataría, pero luego podría devolverle todo lo que había gastado desde hace cuatro años.
Las bolsas se encontraban en el suelo, mientras que mi culo estaba en el sofá viendo la maratón de Teen Wolf. Amaba esa serie y a todos los malditos personajes, ¿algún día podría aparecer en alguna serie así? Me encantaría, pero yo y mi timidez.
Mi celular comenzó a sonar, me pareció extraño un poco, ¿número desconocido?¿Acaso querían acosarme? Atendí.
— ¿Diga?
— Señorita Quilter, queríamos informarle que no ha obtenido el empleo. Debe todo un año de la secundaria.
Mierda, ¿nunca rendí las materias?