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Novela pokemon
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
Página 1 de 1. • Comparte
Novela pokemon
por Ashleyhard Dom 21 Jul 2013, 11:51 am
Comencé ésta novela (como verán me gusta pokémon) pero no sé si continuarla. La verdad que me gustaría mucho escribirla pero primero necesito saber si es interesante; si a la gente no le gustaría leerla entonces creo que no tiene mucho sentido (para mí) seguir escribiendo.
Trata sobre el encuentro de un nuevo espécimen de pokémon aparte de un nuevo tipo (hada). Espero que les guste y cualquier sugerencia me viene bien. Me encantaría que me digan si les interesó o no...
1.
Mika me despertó tironeándome del pelo y gimiendo. A mis ojos le costaron acostumbrarse al brillo de los haces se luz que se filtraban por entre los árboles. Esa noche habíamos dormido en el bosque… en algún bosque. Realmente no sabía dónde estaba pero por suerte sabía adonde iba; en busca de mi última medalla de Kanto. Una vez que logré visualizar bien mi entorno miré a la Umbreon variocolor que parecía querer decirme algo desesperadamente lo cual me alteró un poco ya que no era habitual verla así. “¿Qué pasa?” le pregunté, pero no obtuve respuesta. Mejor dicho, sí la obtuve pero en idioma pokémon y yo, lamentablemente, no lo comprendo; además la torpeza de Mika al querer expesarse hacía que se le comprendiera aún menos. Por suerte para éste tipo de situaciones cuento con Sheila quien, no tan amablemente, me traduce. Como es de costumbre, ella había dormido en su pokeball. Tan antisocial como siempre, sabía que no iba a cambiar. Ciro, mi Charizard, dormía cerca mío, con mucha paz, él es el que nos proporciona calor a la noche. Y con “proporciona” me refiero a nosotros; a Mika y Hachiko; los demás prefieren la calidez de sus pokeballs.
La Gardevoir ya sabía que iba a acudir en su ayuda así que salió a mi encuentro sin necesidad de llamarla. “Sheila…¿No sabés…”, “Quiere que la acompañes, te quiere mostrar algo” me comunicó telepáticamente sin dejarme terminar la oración. Detestaba que siempre me interrumpa. Mi mirada glacial se dirigió a los ojos de la Gardevoir que también estaban clavados en los míos. Luego dirigió la mirada a la Umbreon que comenzó a tironearme del buzo para que vaya con ella. Parecía que Sheila estaba dispuesta a ir con nosotras y descubrí en su semblante algo de preocupación y eso me dio escalofríos, porque yo sabía muy bien que la Gardevoir tenía mejor conocimiento de la psiquis de humanos y pokémons y sabía lo que Mika me quería mostrar. Sin pensar en más me levanté del verde pasto y, dejando el despabilamiento para más tarde, fui detrás de la Umbreon de anillos azules. Primero Mika iba despacio pero luego se le dio por apurar el paso, se notaba su ansiedad. Yo cargando con el peso del sueño y lo que eso implica, intentaba alcanzarla sorteando entre los árboles sin mucho éxito. Rápidamente la perdí de vista y corría sin rumbo fijo, hasta Sheila me pasó como un fantasma por al lado superándome en mi carrera torpe. Ahí apuré un poco más el paso. También perdí de vista a la Gardevoir pero lo bueno era que mi vista ya se había acostumbrado a la luz del día. Ya me estaba por rendir cuando me detuve en seco del asombro.
El lugar era como un pequeño claro rodeado de árboles, y sus copas, tapaban el cielo de manera que no había mucha luz pero aún así el lugar parecía encantado. No se escuchaba absolutamente nada, contradiciendo la naturaleza de cualquier bosque donde siempre se escucha algún grito de pidgeys o, en el peor de los casos, el zumbido de un beedrill. Parecía que allí el tiempo estaba detenido cuando no lo era. Mis ojos, abiertos como dos platos, vieron algo que nunca vieron antes. Había un pokémon parado en cuatro patas, no mucho más alto que Mika. Lo primero que ví de él o más probablemente ella, fueron sus grandes ojos celestes. Penetraron en mí de tal manera que quedé varios segundos prendida de ellos sin siquiera moverme. Cuando el pokémon dio un paso hacia atrás dando a entender que no le inspirábamos mucha confianza, reparé en sus otros rasgos. Orejas alargadas, rosas y circulares; cuerpo estilizado de pelaje blanco y patas de color rosa semejante a unas botitas; la cola a su vez rosa y su mayor particularidad eran una clase de moños blancos y rosas. Uno en la oreja izquierda y el otro en el cuello como si fuera un collar. De los monos se desprendían una cintas que parecían levitar en el aire y rodeaban a ése pokémon misterioso jamás visto. Esas cintas blancas con puntas celestes y rosas me hacían acordar a las ilustraciones que vi de Suicune.
Recobrando un poco la conciencia de lo que estaba presenciando tatié en mi cintura en busca de la pokédex y calmar mi incertidumbre, pero me di cuenta que mela había olvidado junto con Ciro. Cuando volví mi vista hacia el pokémon, éste ya había retrocedido bastante y su cara denotaba miedo. Me recorrió un vacío en el cuerpo pensando en que yo le causaba pavor a algo que para mí era una de las cosas más hermosas que vi. Miré a mi izquierda donde estaba Sheila que miraba tan asombrada como yo y de reojo vi como Mika se dirigía cautelosamente al pokémon misterioso hablándole. La miré a la Umbreon temiendo que la espantara pero para mi sorpresa ambas se comunicaban muy bien y el pokémon ya se acercó más a nosotros siempre manteniendo la guardia. El diálogo entre ellas fluía y miré a la Gardevoir esperando que me comunique de lo que hablaban pero veía que ella estaba bien concentrada siguiendo lo que decían. Comencé a dudar si podría llegar a ser un legendario que nadie aún conocía y la angustia de no saber, la impotencia, crecía aún más sin apaciguarse. Por un momento aquel ser único me miró y Mika también se volteó a mirarme y siguieron platicando. La miré a Sheila. –“Su familia fue secuestrada por humanos”- fue lo primero que me dijo y suspire hondo. Al fin y al cabo no era un legendario, pero… ¿Qué era?
Trata sobre el encuentro de un nuevo espécimen de pokémon aparte de un nuevo tipo (hada). Espero que les guste y cualquier sugerencia me viene bien. Me encantaría que me digan si les interesó o no...
1.
Mika me despertó tironeándome del pelo y gimiendo. A mis ojos le costaron acostumbrarse al brillo de los haces se luz que se filtraban por entre los árboles. Esa noche habíamos dormido en el bosque… en algún bosque. Realmente no sabía dónde estaba pero por suerte sabía adonde iba; en busca de mi última medalla de Kanto. Una vez que logré visualizar bien mi entorno miré a la Umbreon variocolor que parecía querer decirme algo desesperadamente lo cual me alteró un poco ya que no era habitual verla así. “¿Qué pasa?” le pregunté, pero no obtuve respuesta. Mejor dicho, sí la obtuve pero en idioma pokémon y yo, lamentablemente, no lo comprendo; además la torpeza de Mika al querer expesarse hacía que se le comprendiera aún menos. Por suerte para éste tipo de situaciones cuento con Sheila quien, no tan amablemente, me traduce. Como es de costumbre, ella había dormido en su pokeball. Tan antisocial como siempre, sabía que no iba a cambiar. Ciro, mi Charizard, dormía cerca mío, con mucha paz, él es el que nos proporciona calor a la noche. Y con “proporciona” me refiero a nosotros; a Mika y Hachiko; los demás prefieren la calidez de sus pokeballs.
La Gardevoir ya sabía que iba a acudir en su ayuda así que salió a mi encuentro sin necesidad de llamarla. “Sheila…¿No sabés…”, “Quiere que la acompañes, te quiere mostrar algo” me comunicó telepáticamente sin dejarme terminar la oración. Detestaba que siempre me interrumpa. Mi mirada glacial se dirigió a los ojos de la Gardevoir que también estaban clavados en los míos. Luego dirigió la mirada a la Umbreon que comenzó a tironearme del buzo para que vaya con ella. Parecía que Sheila estaba dispuesta a ir con nosotras y descubrí en su semblante algo de preocupación y eso me dio escalofríos, porque yo sabía muy bien que la Gardevoir tenía mejor conocimiento de la psiquis de humanos y pokémons y sabía lo que Mika me quería mostrar. Sin pensar en más me levanté del verde pasto y, dejando el despabilamiento para más tarde, fui detrás de la Umbreon de anillos azules. Primero Mika iba despacio pero luego se le dio por apurar el paso, se notaba su ansiedad. Yo cargando con el peso del sueño y lo que eso implica, intentaba alcanzarla sorteando entre los árboles sin mucho éxito. Rápidamente la perdí de vista y corría sin rumbo fijo, hasta Sheila me pasó como un fantasma por al lado superándome en mi carrera torpe. Ahí apuré un poco más el paso. También perdí de vista a la Gardevoir pero lo bueno era que mi vista ya se había acostumbrado a la luz del día. Ya me estaba por rendir cuando me detuve en seco del asombro.
El lugar era como un pequeño claro rodeado de árboles, y sus copas, tapaban el cielo de manera que no había mucha luz pero aún así el lugar parecía encantado. No se escuchaba absolutamente nada, contradiciendo la naturaleza de cualquier bosque donde siempre se escucha algún grito de pidgeys o, en el peor de los casos, el zumbido de un beedrill. Parecía que allí el tiempo estaba detenido cuando no lo era. Mis ojos, abiertos como dos platos, vieron algo que nunca vieron antes. Había un pokémon parado en cuatro patas, no mucho más alto que Mika. Lo primero que ví de él o más probablemente ella, fueron sus grandes ojos celestes. Penetraron en mí de tal manera que quedé varios segundos prendida de ellos sin siquiera moverme. Cuando el pokémon dio un paso hacia atrás dando a entender que no le inspirábamos mucha confianza, reparé en sus otros rasgos. Orejas alargadas, rosas y circulares; cuerpo estilizado de pelaje blanco y patas de color rosa semejante a unas botitas; la cola a su vez rosa y su mayor particularidad eran una clase de moños blancos y rosas. Uno en la oreja izquierda y el otro en el cuello como si fuera un collar. De los monos se desprendían una cintas que parecían levitar en el aire y rodeaban a ése pokémon misterioso jamás visto. Esas cintas blancas con puntas celestes y rosas me hacían acordar a las ilustraciones que vi de Suicune.
Recobrando un poco la conciencia de lo que estaba presenciando tatié en mi cintura en busca de la pokédex y calmar mi incertidumbre, pero me di cuenta que mela había olvidado junto con Ciro. Cuando volví mi vista hacia el pokémon, éste ya había retrocedido bastante y su cara denotaba miedo. Me recorrió un vacío en el cuerpo pensando en que yo le causaba pavor a algo que para mí era una de las cosas más hermosas que vi. Miré a mi izquierda donde estaba Sheila que miraba tan asombrada como yo y de reojo vi como Mika se dirigía cautelosamente al pokémon misterioso hablándole. La miré a la Umbreon temiendo que la espantara pero para mi sorpresa ambas se comunicaban muy bien y el pokémon ya se acercó más a nosotros siempre manteniendo la guardia. El diálogo entre ellas fluía y miré a la Gardevoir esperando que me comunique de lo que hablaban pero veía que ella estaba bien concentrada siguiendo lo que decían. Comencé a dudar si podría llegar a ser un legendario que nadie aún conocía y la angustia de no saber, la impotencia, crecía aún más sin apaciguarse. Por un momento aquel ser único me miró y Mika también se volteó a mirarme y siguieron platicando. La miré a Sheila. –“Su familia fue secuestrada por humanos”- fue lo primero que me dijo y suspire hondo. Al fin y al cabo no era un legendario, pero… ¿Qué era?
Ashleyhard
Re: Novela pokemon
por MartinaDirectioner Jue 21 Nov 2013, 5:46 pm
S
Si
Sig
Sigu
Sigue
Siguel
Siguela
Siguel
Sigue
Sigu
Sig
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Sigue
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MartinaDirectioner
Re: Novela pokemon
por MartinaDirectioner Jue 21 Nov 2013, 5:47 pm
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Sig
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Sigue
Siguel
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Siguel
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Sig
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Sigue
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Siguela
Siguel
Sigue
Sigu
Sig
Si
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MartinaDirectioner
Re: Novela pokemon
por adri_tommo Mar 26 Nov 2013, 12:32 pm
A mi si que me gusta!! ;)
siguelaa
me llamo Ari!
Bye :(L):
siguelaa
me llamo Ari!
Bye :(L):
adri_tommo
Re: Novela pokemon
por pikachulove Jue 05 Dic 2013, 8:48 pm
Holiiii! Soy Letiii! Y amooo pokemon y dragon ball :) siguelaaa
pikachulove
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