Verdad o reto

por **Forrest.** Mar 07 Ene 2014, 10:51 pm

Solo era un maldito juego...

Bien esta es una historia que verdaderamente tarde en escribir es corta pero no sabia como finalizarla, dure mas de un mes con ella, sin un fin predeterminado así que, esto fue lo que salio, espero os guste, y si pueden dejen un comentario. Gracias por leer.

Una noche, a las doce en punto un grupo de chicos en una gran fiesta, en el sótano se encontraban jugando: “verdad o reto”. Era curioso como las parejas a las cuales retaban a besarse lo hacían de forma gustosa. Por qué en realidad en el grupo de chicos que jugaban no había nadie feo o grotesco por el momento. Después de minutos los retos se volvían aburridos, un poco solamente ya que nadie venía a decir algo interesante, Sam suspiraba pesadamente mientras mirada a cada uno de los chicos con los cuales jugaba.

— Una porquería—dijo.

Un chico con un gran saco de color negro, y botas del mismo color llego y se sentó a lado de Sam, este le palmeo el hombro y le sonrió.

— ¿Puedo jugar?—pregunto, después de apartar la vista de Sam.

— Claro—contesto Jay, quien estaba haciendo girar la botella, para la suerte del nuevo integrante del grupo le toco a él. — ¿verdad o reto?—pregunto.

— Reto—contesto el chico. Jay con una risa de burla dijo:

— Mmm… un beso… pero con Sam.—ambos chicos se miraron y con un encogimiento de hombros el chico dijo:

— Bien, si él no tiene problema claro.

— Sabes las reglas Sam—dijo Jay.

— Eh bueno… ¿de acuerdo?—respondió un tanto dudoso ambos se acercaron, tan solo un roce fue el que se dieron.

— ¿A eso le llaman beso? Por favor.

— No dijiste de cual así que es válido—protesto Sam—ahora chico nuevo te toca hacer girar la botella.

— Me llamo Jared—dijo al tomar la botella. La hizo girar y la punta de esta se detuvo ante un chico rubio, quien con el entrecejo fruncido suspiro.

— Bien, mmm… verdad—dijo seguro.

— De acuerdo… ¿alguna vez has tenido pensamientos homicidas?—todo el grupo con la boca abierta y de forma incomoda miraron a Jared, quien ni se inmutaba por las reacciones que había provocado su pregunta, salió tan simple que fue tan extraño, una sonrisa de lado se formo en sus labios, y una carcajada salió de su boca—oh por dios, estoy bromeando—suspiros de alivio se oyeron de parte de la mayoría de los chicos—bien, ¿quién de aquí es la chica más linda, y la invitarías a “salir”?—dijo.

— Eh… Sky y claro la invitaría a “salir”—ambos chicos estallaron en carcajadas y una lata golpeo el pecho del chico rubio.

— Eres un idiota James.

La noche siguió, había pasado tan solo una hora, la cual pareció eterna, algunos comenzaban a bostezar de lo aburrido que esto se ponía, hasta el momento en que llegaba el turno de Jared, quien primeramente desconcertaba a todo el grupo con una pregunta sin sentido. El último reto sorprendió a todos los chicos, por el hecho de que había retado a todos a entrar a la casa de los viejos Anderson. Se decía que esta estaba embrujada, todos se rieron por el reto pensando que era patético, pero la sonrisa de lado de Jared jamás se fue.

— ¿Aceptan o no?—su tono ya era de molestia, Sam le palmeo el hombro y dijo:

— Bien… ¿Por qué no? De todas formas iremos todos.

— Exacto.

— Pero ha retado a todos, y si cumplimos el reto ¿que pasara?—pregunto James.

— Ganan—contesto Jared—y yo pierdo.

— Eso es lo obvio—dijo Jay. —Si ganamos, nos tendrías que dar algo.

— Te daría algo si fueses sola cariño, pero vas con todos ellos, así que… no creo que sea muy justo.

— El juego es retar a una sola persona y has retado a ocho en total—suspiro.

— Bien, de acuerdo, si ustedes ganan… y duran toda la noche dentro de la casa, les aseguro que en toda su vida, no me les vuelvo a acercar.

— ¿Qué? Eso es estúpido.

— Eso crees ahora—sonrió— ¿bien aceptan o no?

— Por lo menos una cena—protesto Jay.

— Joder, bien una maldita cena—dijo Jared exasperado—yo pagare todo, se podrán atascar de comida, podrán comer todo lo que quieran.

— Bien, de acuerdo—Jared se tallo ambos ojos.

— Vamos. —Sam pensaba en lo raro que era este chico, caminaba detrás de Jay quien aún seguía molestándolo con que jurara que los llevaría a cenar miraba como el chico estaba por echar fuego por la boca, podría decir que hasta ganas tenia de darle un golpe a su hermana para que se callara.

Todo el grupo salió del sótano, caminando hasta la puerta principal. Jared caminaba al frente de ellos, a grandes zancadas y con las manos dentro de los bolsillos de su saco. La casa de los Anderson tenía un aspecto aterrador, era tan vieja una de las primeras casas construidas en el pueblo. Solo vivían un par de viejos que ya habían fallecido hace algunos años y por los rumores que corrían de lo que sucedía en ella nadie quería rentar o comprar la propiedad, así que termino siendo una casa horrenda, descuidada y si terrorífica con aspecto fúnebre.

— ¿Cuánto debemos durar dentro?—pregunto Jay.

— Toda la noche, oh más bien lo que resta de ella—informo Jared quien los miraba desde la reja, los chicos indecisos caminaban hasta la puerta de entrada de la casa. —no deben de salir o perderán. Ninguno, no importa que pase no deben de salir.

— Si, si Jared, bien una noche igual a una cena gratis—sonrió con victoria Jay.

El grupo de chicos entro a la casa y una carcajada escalofriante se escuchó de parte de Jared.

— Los veré pronto—grito. En cuanto la puerta se cerró detrás de todos, la casa estaba en un silencio incomodo, no se veía mal por dentro, muchos de los chicos pensaron que su casa se miraba así. Excepto por el hecho de que por el exterior era una completa porquería, el interior era algo que no se esperaban. Los 8 chicos se dispersaron por la casa, algunos caminaron a la cocina otros hacia una habitación y uno al baño.

— Esto es raro, ¿no les parece?—pregunto Jay—la casa es bueno… ya me entienden.

— Si Jay pero mejor para nosotros—dijo James. Las paredes de la cocina eran de un color beige, los artefactos estaban perfectamente acomodados, y estaba muy limpia, el refrigerador estaba lleno de comida, y la estufa tenia gas, también había agua potable. James, Jay y Sam inspeccionaron toda la cocina aun impactados por la condiciones en que la casa se encontraba—nadie se imaginaria que este lugar esta de esta forma, hasta la estufa es nueva.

— Y hay comida—dijo Jay, al sacar una manzana del refrigerador. — ¿es seguro comer esto?—pregunto la chica al mirar el fruto rojo que estaba en sus manos.

— No lo sé, te recuerdo que no vivo en este lugar y no acostumbro a visitarlo muy a menudo—dijo James.

— Creo que no deberíamos tomar nada—dijo Sam—y menos esa clase de comida, por lo menos una bolsa de frituras sería algo de mucha más confianza ya que están selladas. —quien miraba hacia afuera a través de la ventana que estaba enfrente del lavabo, esto no le gustaba para nada.

James y Jay asintieron, la chica dejo la manzana en la barra que se encontraba en el centro de la cocina, caminaron hasta la lacena a buscar bolsas de frituras y al encontrarlas tomaron un par y salieron de la cocina, sin darse cuenta la manzana comenzó a desintegrarse ahí mismo, se derretía y un humo verde salía de esta. El trio de chicos caminó hasta la sala de estar, sorprendidos de encontrarse con otros cuatro chicos mirando la televisión.

— ¿Dónde está Sky?—pregunto Jay, al momento de sentarse a lado de Dick.

— Dijo que quería dormir así que fue a uno de los dormitorios de arriba—contesto tomando de las manos de la chica una bolsa de frituras. Jay asintió y subió los pies al sofá.

— ¿Cuánto falta para que amanezca?—pregunto James.

— Como 5 horas—dijo Sam, soltando un bostezo.

La radio que se encontraba en una vitrina a lado del televisor se encendió y una canción comenzó a sonar: Come On Eileen.

— ¿Qué diablos?—dijo Dick. — ¿quién encendió esa mierda?, apáguenla ahora, opaca el sonido del televisor—gruño. Johuna se puso de pie, y apago el radio.

— Nadie está lo suficientemente cerca como para prenderla—dijo Johuna, confundido— ¿se encendió sola?

— No digas tonterías Johuna, alguien debió encenderla, qué más da ya nadie lo haga. —advirtió Dick mirando a todos de forma retadora, nadie le llevaría la contraria estaba claro.

— Cuando Dick ve Drake y Josh no es para nada agradable—dijo Sam, haciendo reír a Jay.

Ya eran las dos de la mañana, solo había pasado una hora y el aburrimiento era excesivo, el sueño había llegado muy pronto y cada uno se dirigió a un cuarto, tuvieron que compartir eso era claro, aunque dos: Dick y Johuna se quedaron dormidos, uno en el suelo y otro en el sofá de la sala de estar.

— Buenas noches—dijo Sam, al entrar a una de las habitaciones.

— Buenas noches—contesto James, pero un ruido los detuvo. “No se duerman” escucharon “No lo hagan” James y Sam se miraron extrañados, ambos pensando que lo que ocurría era gracias al alcohol que habían tomado. — ¿escuchaste eso?—pregunto.

— Creo que si—dijo Sam. “No se duerman” escucharon nuevamente pero de forma más desesperada aquella voz era de un chico, un chico que parecía estar llorando mientras les pedía que no se durmieran, ambos se rascaron la nuca. —tengo sueño—“NO SE DUERMAN” grito esta vez. Los sollozos eran cada vez más fuertes y el pánico que transmitía la voz se filtraba a través de los cuerpos de los chicos quien asustados gritaron: — ¿QUÉ?

— DEJEN DE GRITAR IDIOTAS, QUEREMOS DORMIR—grito Steve al salir de una de las habitaciones, “NO SE DUERMAN” de nuevo escucharon “SALGAN DE AQUÍ”—¿qué?—dijo confundido—deja de decir tonterías Johuna.

— No es Johuna—Sam dijo algo aterrado.

— Jared—pensó James—nos quiere espantar, quiere que salgamos de aquí para poder ganar. Es estúpido ¿qué le cuesta llevarnos a cenar?, que nos lleve a un maldito buffet y ya. —se restregó las mano en los ojos, “¿Jared?” James alzo la cabeza y miro a Sam.

— No he dicho nada—dijo el chico.

— Ni yo—dijo Steve quien volteaba a todas partes. —Por dios vámonos a dormir, que no pienso quedarme una noche más en vela, suficiente tuve con las anteriores por estudiar.

Un jarrón de la mesita del pasillo cayó al suelo.

— ¿Pero qué cara…?—otro cayo y otro— ¿qué demonios pasa?—los tres se miraron, “son las dos y media” escucharon “no se acerquen a las cosas que se rompan” sin entender corrieron dentro de una habitación. “El viene” dijo de nuevo aquella voz “escóndanse, el viene”. Los tres entraron en pánico comenzando a correr por toda la habitación mirando hacia todos lados, terminaron chocando uno contra otro, cayeron al suelo y un gemido de dolor salió de sus bocas. —No entiendo, ¿Quién viene?

— No lo sé—dijo Sam. Los tres se miraron y tan solo se acostaron en el suelo ignorando el hecho de que había una cama en la habitación, no podían conciliar el sueño, no sabían siquiera cuanto tiempo habían pasado así, Sam se movía de un lado a otro, incomodo por lo duro y frio del suelo—James amigo ¿me podrías no se traer una manta?—pregunto.

— Ve tu flojo—dijo el chico algo dormido. Sam con un bufido se puso de pie y pensó algo mejor, mucho mejor se acostó en la cama y dejo a los otros dos dormidos en el suelo.

Un grito se escuchó de la planta baja, los tres asustados se despertaron Steve gritando:

— DEJA ESO AHÍ MALDITA MOSCA MUTANTE—James le dio una bofetada negando con la cabeza, otro grito escucharon—por dios, CHICAS YA CALLENSE, QUEREMOS DORMIR—la puerta se abrió de golpe, Sky, Jay y Tom entraron a la habitación, se veían… no presentables con su cabello hecho un terrible caos todo enmarañado, sudor corría por sus rostros.

— No somos nosotras—dijo Jay, otro grito “las tres” escucharon “suerte”. Sam, James y Steve se miraron con grandes ojos sin entender se pusieron de pie.

— ¿Suerte?—pregunto Sam, otro grito y otro, esta vez eran más ruidosos y estridentes gemidos de dolor.

— Por dios, JOHUNA, DICK YA CALLENSE—grito Jay quien salía de la habitación— ¡AHHH!—grito Jay de nuevo, y con manos temblorosas se cubrió el rostro los chicos se acercaron a ella y miraron hacia abajo, impactados corrieron hacia la planta baja. Para encontrarse a dos de sus amigos muertos. La carne de Dick y Johuna se desprendía a pedazos mientras ambos colgaban del techo, una soga los tenía atados por el cuello. Un grito salió de los labios de Sky al ver a los dos chicos muertos, un brazo de Dick se encontraba en el suelo, y un pie de Johuna a su lado se podía ver los huesos y la carne viva como la sangre salía fluidamente de ellos las caras de Dick y Johuna estaban desgarradas al igual que su cuerpo les faltaban partes de su cabello y la televisión seguía encendida en un programa de comedia, el suelo estaba cubierto de sangre, las náuseas abundaron a los 6 chicos restantes. Quienes aún miraban con horror la escena, un sujeto encapuchado salió de la cocina mordiendo una manzana, sus ropas se encontraban cubiertas de sangre, al mirar la expresión de los chicos solo sonrió y dijo:

— Bu—mientras reía a carcajadas, dejando escapar pedazos de la manzana que estaba masticando— ¿el siguiente?—pregunto, dejo caer la manzana a medio comer, Sam observo como esta rodaba hasta la sangre y se cubría con ella. El olor a hierro, inundo cada una de las fosas nasales de cada chico, y el ver como los miembros de Dick y Johuna estaban al aire libre los hacia flaquear y sin fuerzas de correr, el terror los tenia paralizados y el sujeto encapuchado solo reía más y más—supongo que quieren que los mate a todos al mismo tiempo.

— ¡NO!—grito Sam, y tiro del brazo de Jay corriendo escaleras arriba. Mientras los demás los seguían.

— Como quieran—“no corran a las habitaciones, váyanse”—Roy si te callas solo una vez, amigo, si te hubieses callado solo una vez no estuvieras muerto—gruño el encapuchado, Sam sintió su piel palidecer al escuchar aquello.

— ESCUCHO GENTE MUERTA—grito Steve quien recibió una bofetada de parte de Jay.

— Todos aquí lo hacen idiota—dijo.

— Solo quería aligerar un poco el ambiente—suspiro—eso me dolió.

— NO ES MOMENTO PARA “ALIGERAR” EL AMBIENTE, STEVE—grito Sky, dándole otra bofetada.

— ¿POR QUÉ?—grito Steve. —dejen mi cara. — “No hablen” un grito ahogado escapo de los labios de Sky. Quien había sido atravesada por un gran cuchillo por la espalda. Cayó al suelo

Sam miraba como aquel sujeto se incoo aun lado de Sky y comenzó a mutilarla con el cuchillo. Un gran hocico se le formo y sin dudarlo mordió el cuello de Sky, arrancando la cabeza de la chica. Sam se quedó boquiabierto, al verlo.

— Como tú querías cariño. —dijo acariciando el cabello de la chica ahora muerta. Steve sin dudarlo empezó a correr seguido por Tom; Sam, James y Jay se miraron y dieron un paso hacia atrás corriendo detrás de los otros dos, encerrándose en una habitación con seguro.

— ¡¿Cómo tú querías cariño?!—dijo Jay, al momento de tirar de su cabello. — ¡¿cómo que como ella quería?!—por minutos todos guardaron silencio, Sam se fue a una de las esquinas de la habitación se sentó, doblo sus rodillas y las abrazo escondiendo su rostro entre ellas, pensaba en algo una solución para salir de este lugar, recordaba las palabras de Jared: “Bien, de acuerdo, si ustedes ganan… y duran toda la noche dentro de la casa, les aseguro que en toda su vida, no me les vuelvo a acercar.” “Toda la noche, oh más bien lo que resta de ella” “no deben de salir o perderán. Ninguno, no importa que pase no deben de salir.” Se tallo fuerte la cara, quería llorar por la impotencia de no saber qué hacer, golpeaban la puerta insistentemente. El juego vino a su mente, las preguntas raras, los gestos… Jared.

— Las preguntas—dijo Sam—las preguntas del juego.

— ¿Qué juego?

— Imbéciles, ¿verdad o reto?, nos preguntó varias veces lo mismo al decirle que queríamos: verdad. Nos dijo ¿Cómo les gustaría morir? Johuna y Dick contestaron lo mismo, claro que ambos estaban bromeando con ello. Sky dijo que le gustaría ser decapitada para así morir rápidamente. No entiendo esa mierda, solo estábamos bromeando.

— Se supone que estábamos diciendo la verdad…—dijo James—nos está cargando, diablos.

— Pero esa cosa no es Jared, HAS VISTO SU HOCICO—grito Jay.

— No estoy diciendo que sea Jared—dijo Sam—estoy diciendo que nos preguntó el cómo queríamos morir, y luego nos retó a venir aquí… simplemente… es un hijo de puta.

— Pero ¿Qué carajo es eso?—pregunto James.

— No lo sé—dijo Sam—no tengo idea, no entiendo nada—se rasco el cabello y tallo las rodillas con impaciencia. —Moriremos, y Steve, ¿Por qué carajo dijiste: quiero morir mutilado? Eso es enfermo.

— Estaba drogado idiota—dijo frustrado. —Es una porquería. Y aun todavía más absurdo que no pensáramos que el hecho de que nos preguntara tantas veces lo mismo fuese “normal”.

— No nos preguntó exactamente lo mismo, fue astuto. —Sam suspiro—FUE MUY LISTO.

Seguían tocando la puerta cada vez más fuerte, y el murmullo de una canción llegaba a ellos, no distinguían cual era pero era algo que hacía que su piel se erizara y el pánico en ellos aumentara. Sam se puso de pie y camino alrededor de toda la habitación buscando algo, algo por lo menos en donde esconderse. “Tiene hambre” hablo de nuevo aquella voz “aliméntenlo” Sam miro a todos quienes al igual que el parecían no entender nada “con 6 o 7 se conforma, ya van 3” Sam abrió los ojos a mas no poder y miro a cada uno de sus compañeros con la boca abierta.

— ¿Estas bromeando, cierto?—pregunto Sam. Pero aquella voz ya no contesto, una carcajada se escuchó fuera. — ¿alimentarlo?

— ¿6 o 7?—dijo Jay—eso quiere decir que… 2 o 1 pueden vivir, ¿qué clase de juego macabro es este?

— No lo entiendo, ya no entiendo nada—Sam llevo sus manos a su cara y con fuerza presiono sus ojos lo menos que quería en estos momentos era llorar, aunque la verdad seria lo de menos ahora, “no debieron decirle como querían morir”.

— NADIE LE DIJO NADA, ESTABAMOS BROMEANDO—grito James.

— Es que no entienden maldita sea, el juego se llama: verdad o reto, se supone que la pregunta que nos hiciera diríamos la verdad, a su parecer lo hicimos y ve como está masacrándonos, segundo el reto, nos retó a venir aquí, aquí sabiendo que moriríamos, no podemos salir porque no sabemos cómo esto funciona.

— Si salimos perdemos…—dijo Jay—pero ¿qué pasa si perdemos?

— No lose—contesto Steve—lo único bueno de todo esto fue que Jay se quitó la blusa.

— ¿Enserio Steve, hablas enserio?—dijo James.

— Dios cuantas ganas me dan de golpearte, en verdad. —Jay hablo frustrada.

— Podrían callarse todos, por favor, ya no escucho nada—dijo Sam. —ya no toca la puerta. —Pasos retumbaban en el techo.

— Esta arriba—dijo Jay, quien miraba con pánico hacia el techo. —Está ahí, hagan algo no se Sam tú ves demasiadas películas de terror di algo.

— Esto no es como Scream, Jay—dijo Sam quien aun sentía un nudo enorme en su garganta. —Esto no se trata de un chico normal disfrazado con una máscara de fantasma. Nadie puede hacer eso, tu viste como su boca se volvió un hocico en segundos ningún humano puede hacerlo.

— Ningún humano que conozcamos—dijo Steve.

— Steve, en verdad amigo ¡cállate!—ordeno James.

Nada aparte de las respiraciones agitadas y los sollozos de parte de Jay se escuchaba, estaban en silencio Sam había vuelto a sentarse en la misma esquina mientras James abrazaba a su novia, Steve estaba tumbado en el suelo sonriendo como un idiota. Y Tom, Tom… ¿Dónde estaba Tom? Pensó Sam.

— ¿Tom?—pregunto Sam— ¿dónde está Tom?

— Estaba a un lado de nosotros—dijo James algo confundido—ahí—apunto a un librero—estaba recargado ahí. —De nuevo un grito, un grito de auxilio, un grito ahogado pidiendo piedad escucharon, Sam corrió a la puerta la cual tenía seguro, de nuevo otro grito y una carcajada junto con este volvieron a escuchar.

— ES TOM—grito Sam quien forcejeaba, y tiraba del picaporte en un intento inútil de abrir la puerta. “Cuatro” Sam miro a su hermana quien se soltó llorando en los brazos de su novio.

— Mierda—dijo Steve quien estaba sentando meciéndose de un lado hacia a otro— ¿cuatro?—pregunto— ¿cuatro?—Sam aterrado miraba hacia a todos lados, llevo sus manos a sus antebrazos y comenzó a tallarlos con fuerza.

— Entro—dijo—entro aquí sin que nos diéramos cuenta—Steve lo miro, pero Sam seguía caminando, sin prestar atención a algo más que no fueran signos o pistas de cómo pudo haber entrado aquella cosa. —No se por donde pudo entrar—suspiro, sentándose en el suelo junto a Steve.

— Saben ahora que pienso más esto, en mi vida vuelvo a entrar a un lugar que este tachado por embrujado—dijo Steve—en serio ni por que sea un maldito reto, mejor quitarme la ropa quedar desnudo a morir mutilado.

— Eres tan… olvídalo. —dijo Jay. Quien se alejaba de Steve negando la cabeza, se detuvo y dio media vuelta caminando de nuevo hacia el— ¿sabes? No puedo creer que pienses en eso, y lo digas de forma tan simple y sarcástica por dios ¡ACABAN DE MATAR A CUATRO DE NUESTROS AMIGOS Y TU SOLO DICES EN MI VIDA VUELVO A ACEPTAR UN RETO DE ESTOS! Sí que eres imbécil.

— Jay para, calma—dijo Sam.

— ¿Qué me calme?—pregunto— ¿qué me calme? ¿Cómo quieres que me calme si vi como mutilaban a mi mejor amiga? Por dios, vi como la decapito aquella… aquella… aquella cosa que no sé qué demonios es.

— Tranquila—dijo James al abrazarla—tranquila.

— No digas eso, no lo digas, no puedo estar tranquila estamos a punto de morir.

— Por favor Jay no seas pesimista—dijo Steve.

— TU CALLATE STEVE.

— Dios que carácter, necesito hierba—suspiro, al tirarse en la cama, la cual no paro de hundirse jamás lo hizo Sam miro la escena sin poder creerlo, eran como arenas movedizas por las cuales Steve se estaba hundiendo—CARAJO AYUDENME—grito, eso causo que todos reaccionaran y corrieran hacia él, Sam tomo su mano y comenzó a tirar de ella, con fuerza con mucha fuerza temía poder zafarle la muñeca, pero no lograban nada en realidad solo hacían que esto fuese más rápido su esfuerzo fue inútil Steve se había ido. Una carcajada demoniaca se escuchó por las paredes, no era la voz triste y desesperada que les hablaba, si no era algo horroroso los tres se taparon los oídos con las manos ante el ruido estridente.

— Solo quedan tres…—dijo—solo tres…, oh, lo había olvidado, bienvenidos a mi casa mis queridos bocadillos.

Sam miro a su hermana quien parecía perder la cordura comenzó a patear las paredes gritando cosas indistinguibles, estaba llorando y los nudillos de los dedos comenzaban a sangrarle la risa seguía y seguía y era más fuerte en cada chillido de dolor que se escapaba de los labios de Jay.

— Ya no puedo—dijo—ya no puedo con esto.

Los gritos de Steve se escuchaban arriba de ellos, estaba en el ático.

— POR DIOS PARA, SOLO ESTABA BROMEANDO—grito Steve. —NOOOO.

Gotas de sangre se escabullían por los pequeños espacios que había entre los tablones. Dos de ellas cayeron en el rostro de Sam quien llevo su mano a su mejilla y las limpio, las ganas de vomitar habían vuelto él sabía que estaba pasando sabia como morirían cada uno de ellos, y eso era aún peor, Steve seguía gritando que parara mientras Jay se cubría los oídos fuertemente no podían salir de la habitación ni de la casa aunque quisieran. “Vayan al sótano, el sótano es seguro” dijo de nuevo aquella voz “el sótano los protege”.

— ¿Cómo llegaríamos al sótano?—pregunto Sam, confundido. “De la misma forma en la uno de ustedes salió de esta habitación”.

— Pero si los únicos que han salido son Tom y Steve. Y Tom no sé cómo demonios salió y a Steve se lo trago la… ¡OH MIERDA!

Los tres se miraron atemorizados por la idea de caminar siquiera a esa cama. James suspiro y tomo la mano de Jay dejándole un beso en el dorso de esta.

— Te espero haya—dijo con una pequeña sonrisa, Sam lo miraba aturdido él ni siquiera había pensado el irse por ese lugar. Además ¿cómo confiar en aquella voz?

— ¡Espera!—dijo Sam— ¿cómo sabes que es seguro?

— Lo ha dicho… ese chico. No lo sé, sonara tonto pero le tengo algo de confianza además tenemos que salir de aquí, y si no eres tú el que se arrojara por ahí—apunto a la cama—seré yo pero Jay no lo hará, ¿de acuerdo? No hasta que corroboremos que es seguro. —Sam asintió.

— Ten cuidado.

— Lo tendré hermano—ambos se abrazaron.

— Bien, nos vemos luego—James camino hacia la cama y repitiendo lo mismo que había hecho anteriormente Steve se arrojó a la cama y espero que esta se hundiera, pasaron dos minutos y nada, comenzó a moverse desesperadamente por la cama ¿esto era una clase de broma?— ¿Qué?—dijo confundido—pero… ESTO ES UNAAAA AHHHH—la cama lo había absorbido tan rápidamente, Jay y Sam corriendo a esta mirando hacia las blancas sabanas, parecía una cama normal, pero no era así.

Esperaron y esperaron alguna señal, nadie gritaba, nadie lloraba, hasta que…

— ES SEGURO—grito James—PUEDEN BAJAR POR AHÍ—Sam miro a Jay quien negaba fuertemente con la cabeza.

— Jay anda vamos tu primero no me iré y te dejare aquí, James está ahí abajo.

— No… yo… no. No puedo—decía la chica aun negando con la cabeza—no me agrada esto, se tardó mucho en contestar y… no, en verdad, no quiero bajar y tú tampoco lo harás—ella rodeo la cintura de su hermano, era la segunda vez en toda su vida que se comportaba de esa forma. —por favor no, no confió en eso, no lo hago y no quiero bajar.

— James está ahí abajo, ¿lo oyes?—pregunto—tu novio está ahí, está bien y te espera, baja y luego te sigo.

— Sam…

— Vamos Jay, todo estará bien, ¿de acuerdo?

— Baja conmigo—pidió—por favor bajemos juntos.

— ¿Crees que se pueda?—pregunto Sam mirando hacia el centro de la cama.

— Podemos averiguarlo.

Los hermanos se acostaron en la cama tomados de la mano, sus respiraciones eran agitadas, su pecho parecía ser aplastado por una enorme roca, presionando fuerte no permitiéndoles respirar, la cama se fue hundiendo de poco a poco, sujetaron más fuerte sus manos.

— ¿sabes que te quiero, cierto?—pregunto Jay.

— Si lo sé, ¿y tú?

— Supongo—dijo ella con burla—lo se Sam, lo sé.

La cama se hundía más y más, ambos presos del pánico mirando fijamente hacia el techo un rostro se formó en este, con una sonrisa enorme, tan aterradora que hizo que los dos cerraran los ojos, Sam estaba pensando que esto era una mala idea y comenzó a forcejear queriendo subir, sentía como el aire le estaba haciendo falta y como una mano lo tomada de la cintura, su hermana grito tan fuerte que logro que Sam abriera los ojos, ella ya no estaba pero aun tenia tomada su mano, sintió un fuerte jalón hacia abajo y cayó de espaldas, al chocar contra el suelo comenzó a toser.

— ¿Estás bien?—pregunto James arrodillándose a un lado de el—perdón pero diablos, esa cosa no te quería dejar bajar—suspiro.

— Si, si estoy bien, gracias—suspiro. “AL SOTANO AHORA, EL VIENE” grito aquella voz, los tres poniéndose de pie miraron hacia todos lados— ¿dónde está el sótano? y… ¿Dónde estamos?—pregunto Sam, quien apenas lograba ubicarse en el cuarto que estaba.

— Es la zona de lavado—dijo James—el sótano debe estar por…—apunto hacia una puerta de color blanco—ahí, vamos—tomo la mano de Jay, y tiro de ella—hey cariño vamos, todo va a estar bien.

— No me gusta nada esto, en verdad debimos, solo, solo debimos NO LO SE QUIERO IRME A CASA, COMER UNA GRAN TAZON DE PALOMITAS Y… Y… Y QUIERO QUE MI MAMÁ ME ABRAZE—como era de esperarse nuevamente Jay, comenzó a llorar, estaba completamente asustada, no quería morir, no quería hacerlo ni muchos menos quería saber que su hermano y su novio también morirían. Sam le acaricio la mejilla y le dedico una sonrisa de lado.

— Hey pecas, calma vamos a estar bien—dijo Sam, quien la abrazo fuertemente—ten por seguro que…

Ya no hablo más miro como el cuerpo de su hermana era alzado por los aires, aquella cosa con una sonrisa torcida la miraba con la cabeza ladeada, se lambio los labios, cuando el cuerpo de Jay llego al techo un minuto después cayo, cayo chocando con el suelo, provocando que algunos de sus huesos se rompieran. La tomo por el cuello y sin pensarlo dos veces atravesó su pecho con un enorme cuchillo, un grito de dolor se escapó de los labios de Jay, su sangre mancho parte de la cara de Sam al igual que la de de James quien miraba con sumo terror lo que estaba pasando, ambos estaban completamente shockeados, Sam no sabía qué hacer, no sabía si tenía que correr y tirarse arriba de esa cosa. Jay estaba sollozando en medio del cuarto de lavado.

— ESO NO ES JUSTO ELLA NO DIJO QUE MORIRIA ASI—grito Sam.

— Un cambio de planes—el encapuchado dijo—demonios estoy harto de esto—dijo, al quitarse la capucha—hola mi querido Sam, muy poco amanecerá y podremos ir a cenar mañana—sonrió Jared. Sam miro como este comenzaba a cortarle un brazo a su hermana y sin pensarlo esta vez corrió hacia Jared en un intento desesperado de salvar lo que quedaba de Jay.

— ¡NO!—grito James, Sam cayó al suelo, forcejeando para que James lo liberara.

— ¿Qué diablos haces? BAJATE—decía Sam quien seguía forcejeando—ES MI HERMANA MALDITO IDIOTA, TU NOVIA—grito, al momento de patalear. La cara de James comenzó a deformarse, Sam maldijo y con toda su fuerza quito a James de encima de él.

— Carajo Roy al fin llegas—dijo Jared que aún seguía mutilando el cuerpo de Jay.

— Este chico James, es algo fuerte—suspiro—venga ¿cuantos faltan?—pregunto.

— Solo ella y aquel—apunto a Sam, quien desde el suelo miraba la escena.

— Por favor quita esa cara de perro asustado que con eso solo aumentas mis ganas de atravesarte con esto—dijo Jared alzando el cuchillo que tenía en la mano—por el pecho, pero aun así no puedo, el muy idiota pidió morir ahorcado.

— N-no es verdad—dijo Sam—pedí una muerte natural.

— Bien Roy el auto, una muerte natural, ¿Qué tal si te atropello?—dijo Jared algo divertido—pero no me vengas con idioteces, venga la soga Roy.

— Ya voy—dijo el chico.

— Pensé, pensé que tú estabas de nuestro lado—dijo Sam quien miraba aterrorizado a Roy. —Y tú... tú mataste a mi hermana mientras ella se negó a contestar la pregunta, NUNCA TE DIJO COMO QUERIA MORIR.

— Por ello, murió así, simple—sonrió Jared. Quien miro a Roy con una sonrisa de lado—contéstale al chico de una vez.

— Bien. No, no lo estoy en realidad es una especie de truco—sonrió—la verdad es que el si me mato, pero era… necesario. Todos escuchen a la voz desesperada que les da pistas para salir de este lugar, ¿enserio? Por favor.

— Menos charla y más acción Roy, ¿sí? Bien, creo que ya está—con un gruñido dijo Jared.—Acabemos con esto de una vez—su cara comenzó a deformarse y sus labios junto con mandíbula se abrieron tan exageradamente colmillos por toda su boca habían; sin pensarlo mordió el cuello de Jay justo en la yugular y arranco un gran pedazo de carne , la sangre salía y salía a chorros del cuello de la chica quien solo miraba a su hermano, Sam con los ojos llenos de lágrimas quiso nuevamente acercarse a ella, pero Roy no lo dejo.

— No es buena idea—informo, quitando la mano que había puesto en su pecho. Jared acerco su boca a la de Jay, Sam lo miraba con terror, el cuerpo de su hermana comenzó a convulsionar, Jared se alejó un poco para poder apreciar aquella pequeña bola de luz que salía por los labios de Jay, quien para ese entonces ya estaba muerta, la tomo en sus manos y tan solo la guardo en un termo. “Recolector de almas” susurro Roy al oído de Sam, “de eso se alimenta”

— Solo uno más—suspiro al momento de tronar su cuello y limpiar la sangre de su boca con la manga del saco—solo uno—sonrió mirando a Sam que se encontraba indefenso enfrente de él. —uno más…

Camino lentamente hacia el con paso firme, y determinado… Sam grito en cuanto Jared salto hacia el con aquella cosa que tenía por boca. Sam cerró fuertemente los ojos soltando un grito desesperado, carcajadas se escuchaban por la habitación, lentamente abrió los ojos. Todos estaban ahí, riéndose de él.

— ¿Qué diablos te sucede?—pregunto Steve, quien hacia girar la botella. —Bien señor White, ¿verdad o reto?—Steve miro a Sam. El chico aún se encontraba desconcertado se miró la ropa y manos, todo estaba… limpio, sin rasguños sin rastros de sangre. —Hey Tierra llamando a Sam, vamos amigo contesta, no tenemos toda la noche.

— Yo… ¿todo… todo fue un sueño?—pregunto. Sus amigos se miraron entre sí, sus ojos se veían desorbitados, Steve quien fumaba un porro de marihuana dejaba salir el humo en ondas, entre suspiros se acostó en el suelo, nadie le contestaba nadie lo hacía salir de esa duda, tan horrible. Miro a sus lados Jared no estaba sentado a un lado de él, James… James era el único… que parecía… normal.

— No—dijo Jay sonriendo de oreja a oreja—no lo fue. —la cara de su hermana comenzó a derretirse, su cráneo comenzaba a notarse, Sam grito ante aquella terrible imagen, la habitación que antes estaba llena de adolescentes e iluminada, llena de risas, susurros, platicas ahora era un cuarto oscuro iluminado por un bombilla que no funcionaba muy bien, todos sus compañeros se estaban desintegrando enfrente de él, James era el único que al igual que el miraba a todos con mucho asombro.

— ¿QUÉ ESTA PASANDO?—grito Sam. Miro a James con duda pero el chico estaba inerte en su posición cruzado de piernas.

— Ayuda—apenas pudo decir, cuando alguien se posó detrás de él, con una carcajada perturbadora, tomo la cabeza de James haciéndola hacia atrás.

— Es tu hora—dijo el chico con capucha. Lagrimas resbalaban por el rostro de James, aquella pequeña bola de luz que anteriormente Sam había viso salir de la boca de su hermana salía por la de su mejor amigo.

— NO, PARA—grito Sam, poniéndose de pie, miro hacia todos lados, era un sótano, estaban en el sótano. La luz no entraba, la luz no entraría aunque fuese de día. —YA AMANECIO—grito Sam—HEMOS GANADO.

Jared, tenía una sonrisa tan socarrona en sus labios, tan sínica, tan escalofriante que una briza helada recorrió la espina dorsal de Sam.

— En el sótano, aun no amanece—Sam se giró, buscando algún espectro o algo similar, buscando a Roy. Por las sombras un chico de cabello negro y ojos del mismo color salió, caminaba de forma tan pasmada, con una sonrisa de lado. Los segundos pasaban y veía caminar a aquel chico por el lugar, estaba aterrado, sabía que moriría, su cuerpo, su estúpido cuerpo estaba temblando en respuesta buscaba por las paredes alguna salida y la única que llamada tan fuerte su atención era la puerta que estaba al otro extremo, pero al quedarse viendo un punto fijo de la pared izquierda, la vio, vio una pequeña ventana con el vidrio empañado.

— Soy Roy—se presentó haciendo una reverencia—he aquí mi hogar—dijo él.

— NO HAS MENTIDO MALDITO HIJO DE PUTA—Sam exploto, corriendo hacia él, Roy estaba preparado pero él no sabía que hacia donde corría Sam era hacia la pequeña ventana que había, un rendija que con su puño rompió el vidrio empañado y un fuerte rayo de luz entro.

— CABRON DE MIERDA—gruño Jared, dejando caer el cuerpo de James al suelo sin siquiera preocuparse por la bola de luz que seguía flotando y velozmente regresaba al cuerpo sin vida de James. — ¿crees que eso puede detenerme?—la carcajada demoniaca resonó por el lugar—la luz del sol no me afecta en nada, maldito imbécil.

— Tal vez no, pero hemos hecho un trato idiota, el reto era durar la noche adentro, una noche, hemos ganado ha amanecido—Jared negó con la cabeza, le apunto con el cuchillo que estaba en su mano.

— Este cabron es más estúpido de lo que pensé—Roy, comenzó a reír, una risa que era… era… tan escandalosa tan atemorizante. —No entendiste, tenías que durar la noche aquí, solo la noche…

Y Sam comprendió todo, tenía que salir de ahí si quería vivir, y fue cuando sintió sus esperanzas irse, pero no lloraría o imploraría por su vida. Tomo una grande bocanada y junto un gran trozo de vidrio del suelo, mirando con rabia a los dos chicos que se reían de él, reían porque sabían que él no tenía escapatoria o eso creían. Por lo menos debo intentar salvar a James. Corrió hacia Roy quien hizo un gesto de asombro pero de forma burlona, cuando Sam quiso atravesarlo con el vidrio este se evaporizo.

— Estúpido—se escuchó—no soy una persona maldito imbécil.

Sam estaba pensando lo más rápido que su mente se lo permitía, James estaba recobrando la conciencia, lo miro con ojos adormilados, y Sam solo le hizo una seña indicando la puerta, James asintió y se puso de pie, el par solo estaba poniendo atención a Sam, lo veían con ojos hambrientos y en realidad no les importaba en absoluto el otro chico. Lo cual para Sam era bueno y malo.

— Quiero tu alma—gruño Jared—no sabes cuánto deseo tu alma—dijo caminando lento hacia Sam. Tenía que haber algo, algo que pudiese ayudarlos, algo que pudiese retrasarlos para que pudieran escapar miro el termo con las almas y si…

De nuevo corrió hacia Jared y el chico en un ágil movimiento lo esquivo pero no fue listo, no tan listo como antes, en las manos de Sam reposaba el termo con las almas de sus amigos. Jared chillo y como una bestia corriendo hasta su presa se dirigió hacia Sam quien ni siquiera lo pensó dos veces, abrió el termo y las bolas de luz salieron disparadas de él, volviéndose espectros. Sus amigos estaban ahí mirándolo. El primero en decir algo fue Steve.

— CABRON DE MIERDA—grito. Al darse cuenta de que en realidad estaba muerto. Jared los miro asombrado.

— VUELVAN AL TERMO—ordeno—SON MIOS AHORA—un reburujo de voces fue lo que se provocó todos hablando tan rápido, molestos y sin poder creer lo que pasaba. Sam miro el espectro de su hermana, quien mantenía la vista fija en su novio el cual intentaba abrir paso hacia la puerta. No lo mires pensó Sam, nos descubrirán no lo mires. Jay asintió y lo miro, le sonrió. Como si supiera que hacer, salió del circulo que las almas habían hecho, dirigiéndose hacia a Jared y alzándolo en los aires.

— Maldito cabron—dijo molesta, lo estaba asfixiando.

— SUELTALO—grito Roy quien intentaba correr hacia su amigo, pero Steve se cruzó de brazos frente a él.

— Ni lo pienses traidor—bufo. Y como si todos se dieran cuenta, Tom miro a Sam y con un suspiro de cansancio dijo:

— El drama acabo sal que no soportaremos mucho esto—apunto a la puerta, Sam aun aturdido asintió pero no se movió—muévete, largo, ahora, váyanse—empujo a Sam hacia James, con dificultad caminaron hasta la puerta y miraron a sus amigos, hermana y novia desde ahí, sonrieron con melancolía y con sus últimas fuerzas corrieron hacia la puerta de entrada, la sangre de la sala seguía ahí, haciendo que resbalaran pero eso no evito que ambos llegaran, los gritos comenzaron a escucharse, Sam junto con James abrieron los ojos, con manos inútiles intentaban abrir la puerta pero no podían hacerlo por el hecho de que les temblaban demasiado, Sam le pego un manotazo en las manos a James y asustado, abrió la puerta.

— ¡NO!—escucharon detrás de ellos, Jared había salido del sótano y corría como todo un mortífero animal hacia ellos—REGRESEN—no lo pensaron dos veces, Sam tomo a James por la muñeca y tiro hacia el fuera de la casa. Jared pareció estrellarse en una especie de campo invisible—malditos hijos de puta—comenzó a golpear y a patear, ambos chicos se miraban sorprendidos uno a otro. Roy apareció detrás de Jared y negó con la cabeza.

— Perdimos—dijo con una voz temblorosa, el espectro casi humano de Roy comenzó a desvanecerse, lo gritos de Jared aturdían a Sam y a James, quienes se cubrieron los oídos con las manos. Roy se había ido, pero no sabían si para siempre, Jared se encontraba llorando. Su piel comenzaba a desprender de su cuerpo se giró hacia ellos y los miro.

— Perdí—dijo, cenizas, se convirtió en cenizas, que salieron de la casa y se dispersaron por la propiedad. Ambos chicos se dejaron caer en el suelo, respirando agitadamente y cuando cayeron en cuenta de todo lo que había ocurrido se abrazaron y comenzaron a llorar, se había convertido en la peor noche de sus vidas.

Sam al regresar a casa, miro a sus padres quienes se encontraban sentados en la mesa de la cocina, lo miraron asustados, Sam sonrió ante esa expresión. Si supieran pensó. Un sollozo salió de sus labios cuando su madre pregunto por su hermana, y nuevamente se encontraba llorando. Ella ya no estaba, la había perdido. No pudo salvarla, fuertemente comenzó a golpearse, su madre corrió hacia él y lo abrazo.

Meses pasaron desde aquel día, años, no había vuelto a ver a James, no sabía nada de su amigo. Y en realidad no quería saberlo, aunque suene cruel no quería. Durante las noches la imagen de sus amigos muriendo, los gritos no lo dejaban tranquilo. Era una completa pesadilla. Los extrañaba demasiado y se sentía culpable, pero ya no podía hacer nada más. Nada más que seguir con su miserable vida. Esa noche lo marco, un estúpido juego lo había marcado de por vida, y no de forma agradable. Aún sigo aquí… escucho antes de irse a dormir, no creas que te he olvidado. El reconoció esa voz, comenzó a temblar y a balbucear. Su pesadilla no había muerto, Jared aún estaba ahí. Un grito desgarrador invadió sus oídos, un grito feroz, como aquellos que había escuchado esa noche de terror. Sí que eres estúpido, y su risa silencio todo. Aún tenemos una cena pendiente… ¿recuerdas? Y cualquier luz que pudiese estar iluminando su habitación y casa, desapareció, y con ello llego una briza helada, y aquella mortífera risa que no lo abandonaba en sus sueños, Jared estaba aquí. No suelo cumplir mis promesas, ¿sabes?

¿Una segunda ronda, Sam?

por **Larents** Miér 08 Ene 2014, 8:45 pm

¿Que mierda? Practicamente todos murieron o.O Jared si que es un ****** Y ¿Roy? No me esperaba eso.

Moraleja de la historia: NO JUGAR VERDAD O RETO!!!!! Si no puedo morir. Okay cuando tenga hijos les dire: NO juegen eso o sino pueden matarlos y entones liam dira: si, hijos escuchen a su madre.*si el padre de mis hijos sera nada mas y nada menos que LIAM PAYNE* hahahaha me mori del miedo y del suspenso. Nunca en mi vida voy a contestar como quiero morir!!!! Y no confiare en los que se llamen JARED o ROY. Bye.
-Gabriela. Besos :)

por **Forrest.** Jue 09 Ene 2014, 1:40 pm

Gaby_PaylikHST escribió:¿Que mierda? Practicamente todos murieron o.O Jared si que es un ****** Y ¿Roy? No me esperaba eso.

Moraleja de la historia: NO JUGAR VERDAD O RETO!!!!! Si no puedo morir. Okay cuando tenga hijos les dire: NO juegen eso o sino pueden matarlos y entones liam dira: si, hijos escuchen a su madre.*si el padre de mis hijos sera nada mas y nada menos que LIAM PAYNE* hahahaha me mori del miedo y del suspenso. Nunca en mi vida voy a contestar como quiero morir!!!! Y no confiare en los que se llamen JARED o ROY. Bye.
-Gabriela. Besos :)

HAHAHAHAHAHAHAHA LOL, HAHAHAHA me haz hecho reír. Si, debo pensar en seriamente dejar de matar personas, bueno personajes, que bueno que lo hayas leído. Y no se, supongo que te gusto tal vez hahaha. Besos Gaby.

por **Larents** Lun 13 Ene 2014, 6:55 pm

y supones bien :) me encanto. (estoy desde el cel y no puedo responder como se debe) que bueno que te hizo gracia :)

por **Forrest.** Miér 15 Ene 2014, 3:07 pm

Gaby_PaylikHST escribió:y supones bien :) me encanto. (estoy desde el cel y no puedo responder como se debe) que bueno que te hizo gracia :)

Hahaha nah no importa, lo comprendo siempre que comento algo por la culpa del celular no puedo comentar como se debe, me pasa todo el tiempo, en fin hahaha besos.

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