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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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I will not leave, never.{Liam Payne}
O W N :: Fanfiction :: Fanfiction :: One Shot's
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I will not leave, never.{Liam Payne}
por disappear. Sáb 30 Nov 2013, 7:29 pm
◖◗ Nombre: I will not leave, never.
◖◗ Autor: Vic{truelove.
◖◗ Adaptación: Nope. Todo sacado de mi cabeza.
◖◗ Género: Drama&Romance. Más que nada drama.
◖◗ Contenido: Nada subido de tono; como ya dije, drama.
◖◗ Advertencias: Ninguna. Sólo que si no te gustan los accidentes o historias tristes, no leas esto.
◖◗ Otras páginas: No.
◖◗ Autor: Vic{truelove.
◖◗ Adaptación: Nope. Todo sacado de mi cabeza.
◖◗ Género: Drama&Romance. Más que nada drama.
◖◗ Contenido: Nada subido de tono; como ya dije, drama.
◖◗ Advertencias: Ninguna. Sólo que si no te gustan los accidentes o historias tristes, no leas esto.
◖◗ Otras páginas: No.
I will not leave, never.
Era tan tarde ya, y lo peor es que Abby aún lo seguía esperando.
Se encontraba sentada, tomando una fría y gran cerveza perdida hacía ya media hora, en el momento en el que se sento y comenzo su espera. ¿Por qué él no llegaba? ¿Qué estaba sucediendo con Liam en ese instante?
Las lágrimas asomaban por los celestes ojos de la angelical Abby, quien se encontraba deprimida ya. Es que, era su tercer aniversario de novios; aquellos tres años habían sido sin duda alguna los mejores de su vida, pero a veces Abby podía ser algo impulsiva además de precipitada según sus pensamientos, pero no tenía una buena idea de toda la situación.
— Ya es demasiado tarde — Comentó Abby para ella misma. Miraba cada cinco minutos su reloj de pulsera; y luego su tiempo se redujo a fijarse la hora cada dos minutos. Indudablemente ya se estaba preocupando demasiado.
Por su cabeza pasó la idea de que tal vez Liam se había acobardado y no quiso ir hasta allá, para festejar la grata noticia para estos dos jóvenes enamorados. Aunque ella sabía muy bien que así no era, pues con tres años de noviazgo debes aprender del otro, y Abby estaba segurísima de que Liam no estaba arrepentido, ni nada.
Decidida a saber qué ocurría con su enamorado, pagó la cuenta de lo consumido para luego esperar impaciente que llegue esa cuenta y así poder largarse de ahí. Mientras las ansias la carcomía, tomo su chaqueta de cuero, tan característica de ella junto con su bufanda; en las afueras de Londres eleva a esas horas.
Una vez pagado, se levantó rápidamente y cuando ubicar su lugar en el estacionamiento, se subió a éste y manejo con el corazón bombeando demasiado fuerte contra su pecho. No quería pensar cuales eran las posibilidades de la ausencia de Liam, pero necesitaba quedarse tranquila.
Al parar en un semáforo rojo, la sobresaltó el sonido de su celular. Una llamada. ¿De quién podría ser? Con sus manos temblorosas, que con suerte podía manejar su ostentoso auto, tomo su celular y con un largo respiro, respondió.
— Hable — Intentó que su voz saliera de una forma firme, lamentablemente para Abby, no lo pudo cumplir.
— Señorita Mckenzie, le hablamos desde el Hospital Owster’s — En realidad, ella no esperaba que le respondieron personal de un hospital, por lo que le sorprendió bastante. Se atrevió a hacer esa pregunta que tanto la atormentaba desde que supo que le hablaban desde allí.
— ¿Ha ocurrido algo?
— Así es señorita Mckenzie, el señor Liam Payne ha sufrido un grave accidente — Su mundo se derrumbó en ese mismo momento. ¿Cómo que Liam había sufrido un accidente? ¿Cuándo? Abby se sentía estúpidamente mal por haber pensado que tal vez Liam se encontraba con otra muchacha, siendo que sólo había sido un choque, que podría costarle la vida, quizá —. Ha ingresado con una fractura en el brazo, junto con una perforación en el pulmón izquierdo. Su estado es algo delicado, pero con probabilidades de una recuperación. Está ahora en una operación muy importante en su vida, ha perdido sangre e intentan curarlo. Al entrar, aún seguía consciente y ha dicho que la llamaramos a usted. Suponemos que es para avisarle de esta noticia y… — Abby reaccionó en ese momento que seguía metida en la calle, y las bocinas de los autos ya la aturdieron.
— Voy para allá — Y haciendo un gran ruido al arrancar, salió disparando hacia el Hospital. Qué más podía hacer. El amor de su vida estaba entre la vida y la muerte; y Abby por nada del mundo se dejaría perderlo. Sabía perfectamente que jamás la abandonaría. O al menos eso quería creer.
Abby ya estaba llegando a aquel solitario y desolado lugar. Aquél en el que se encontraba Liam; su amor. Llegó desesperada al mostrador, en el cual se encontraba un mujer de más de cincuenta años, con arrugas en su cara y unos grandes anteojos de un color marrón opaco. Estaba mirando tranquilamente el monitor de su computador cuando el chillido de Abby la sobresaltó de tal forma que casi más cae de su silla.
— Niña, ¿Qué no te enseñaron que aquí no debes gritar o hacer algún ruido por el estilo? Acá sólo se quiere paz — Refunfuña la mujer mayor. Parecía mandona y gruñona. Abby se lamentó y luego prosiguió.
— Estoy buscando a un paciente, Liam Payne. ¿Será que ya salió de su operación? Es que necesito verlo, y me han llamado hace dos horas, pero el estúpido tránsito se ha demorado más de lo previsto y… — Sus nervios eran visibles y ya estaba hablando muy rápido. La mujer, que según la placa, se llamaba Marielle la miraba con lástima. Esta vez hablo ella, quien ya no entendía nada de lo que Abby decía.
— Mira niña, el señor Liam Payne ha salido ya de su operación, pero si no eres algún familiar suyo, y novia no cuenta, no podrás verlo. Lo siento, pero así son las reglas — Tomo aire, y luego tragó saliva; su garganta le ardía demasiado y las lágrimas amagaban con salir de sus ojos.
— Soy su hermana — Sabía que mentir era lo peor del mundo, pero ya no le quedaba otra, pues necesitaba ver a Liam de una buena vez.
— Habitación 119. Primer piso. A la izquierda — Luego de contestarle, seguir trabajando en quien sabe que con su computador. Abby estaba impactada por sus actitudes, pero ¿Podía eso importarle ahora? Absolutamente no.
Subió precipitadamente sobre las escaleras, porque no estaba para esperar ni un segundo más que llegara ese ascensor. En algunos escalones estuvo a punto de caerse, mas no pudo estabilizarse y seguir adelante. Siempre mirada adelante, y jamás ver hacia atrás.
— Por fin — Susurró para sí misma. Su corazón volvió a retumbar fuerte, pero esta vez Abby no le presto importancia a ello. Su respiración era agitada, se sentía pálida por todas las emociones que estaba viviendo, y ni hablar si en algún momento le bajo la presión. Tuvo que comprar una tableta de chicles para que le suba el azúcar. Se encontraba en un estado que daba pena ya, pero todo por él. Por supuesto.
Justo pasaba un médico al lado suyo. Ella tímidamente se le acercó y le tocó con delicadeza su hombro. Éste se dio la vuelta, ya que se encontraba a espaldas suyas, y la observó con sus verdes ojos. Era una hombre alto, y robusto. Con un cabello de un color tan rubio que parecía teñido. Abby descubre que por la mirada de él sobre ésta, se vería horrible, lo que provocó que sus mejillas se tiñeron de un carmesí algo fuerte.
— Disculpe señor, quería preguntarle si podía pasar a ver al paciente Liam Payne. Soy su hermana — Se apresuró a aclarar, si la gruñona del mostrador le había advertido que ni siquiera siendo la novia la dejaran pasar, esperaba que él también le dijera algo parecido. Pero no recibió más que una penosa sonrisa. Ni siquiera mostrando sus dientes.
— ¿Liam Payne? Está en un estado crítico, señorita Payne. No puedo dejar que entre allí, siendo que puede suceder algo.
— Por favor doctor — Suplico Abby; le parecía patético, pero si era necesario arrodillarse enfrente suyo para dejarla verlo, lo haría —. Simplemente quiero verlo, he estado manejando más de dos horas hacia aquí por el jodido tránsito y ahora llego y tengo la noticia de que no puedo verlo, ¿Puede usted entender eso? Me desespero del solo pensamiento de que a Liam le suceda algo, quiero verlo. Por favor, entiéndame — Desde el principio ya se encontraba llorando. Abby se encontraba más sensible de lo que ella deseaba.
El doctor la observa, y finalmente asintió con la cabeza. Luego murmuró por lo bajo:
— Entre con disimulo. No se acepta ninguna visita a estas horas de la noche.
Se despidió de ella con una sonrisa, y abandonó el pasillo. Abby hizo lo que él le había dicho; la dejaron entrar y por lo menos trataría de agradecerlo de alguna forma.
Sus manos temblaban, y ya se encontraba sudando. Sentía un ligero retorcijón en su estomago, pero… Ya. Ya lo tenía allí. Enfrente suyo. Tan intacto como un papel. Tan blanco como la nieve. Y tan hermoso como solo él podía serlo.
Abby se echó a llorar sobre su camilla; en realidad sollozaba ya que estaba segura que si lloraba como quería hacerlo, la escuchan hasta en el subsuelo. Las pequeñas gotas de agua seguían cayendo sobre su pálida cara.
— Por qué. Por qué todo lo que quiero en mi vida, siempre se van — Se preguntó Abby, cansada de toda su vida. Recordó la muerte de sus padres en aquel viaje que hacían ellos; o también la partida de su hermano, por no saber cómo cuidar de su pequeña hermana. Lo único que le quedó fue su familia adoptiva, que ellos sí pudieron darle todo el amor que ella necesitaba, pero jamás fue lo que Abby quiso; siempre anhelaba el amor de sus padres, o volver a encontrar a su hermano. Ya no tenía noticias de nada, y daba por hecho que Max, su hermano, estaba muerto.
— Abigail.
Escucho una rasposa voz; se oía muy bajo y casi sin fuerza. Inmediatamente levantó su cara, ¿Podía ser lo que ella imaginaba? Una vez pudo despejar su vista, observo como un adolorido Liam se restregaba los ojos, como su cuerpo le permitía.
— Dios mío. Liam… ¡Estás despierto! — La exclamación de Abby era notablemente feliz. Ella se encontraba contenta —. Es que… No puedo creerlo.
— ¿Qué ha sucedido, bebé? — Indagó él, de cierta forma algo confundido por toda la situación aquella. Digamos que encontrar a tu novia llorando a tu lado no era una buena imagen para Liam, siendo que no quería ver sufrir a su amada.
— No te preocupes por ésto, cariño. Iré a avisarle al doctor. Creo que se sorprenderá al ver lo rápido que haz despertado — Ella se levantó de su asiento, y ya se estaba por encaminar hacia la puerta cuando una gran y débil mano tapa la suya. Retrocedió para ver qué le sucedía a Liam.
— Por favor, nena, no me dejes... Jamás — Pidió difícilmente él. Abby noto un cierto dolor sobre su cuerpo, y lo tranquilo acariciando su cara; como siempre lo hacia ella antes de que sucediera todo éso.
— Yo no te abandonaré Liam, nunca — Y así Abby se inclinó sobre él, e implantó un beso. Ninguno se movía, hasta que ésta tomó la iniciativa, pensando que tal vez no podría moverse por el dolor del choque. Pero luego Liam también desplazaba sus finos labios sobre los de ella, haciendo que las palpitaciones de las dos se alteraba. Pero aquello los hacía sentir de cierta forma vivos, que no todo estaba acabado. Que eran el uno para el otro; y que jamás se alejaron el uno del otro. Ya que a veces, el amor es mas fuerte que todo. Y Abby pudo comprobar ésto.
Se encontraba sentada, tomando una fría y gran cerveza perdida hacía ya media hora, en el momento en el que se sento y comenzo su espera. ¿Por qué él no llegaba? ¿Qué estaba sucediendo con Liam en ese instante?
Las lágrimas asomaban por los celestes ojos de la angelical Abby, quien se encontraba deprimida ya. Es que, era su tercer aniversario de novios; aquellos tres años habían sido sin duda alguna los mejores de su vida, pero a veces Abby podía ser algo impulsiva además de precipitada según sus pensamientos, pero no tenía una buena idea de toda la situación.
— Ya es demasiado tarde — Comentó Abby para ella misma. Miraba cada cinco minutos su reloj de pulsera; y luego su tiempo se redujo a fijarse la hora cada dos minutos. Indudablemente ya se estaba preocupando demasiado.
Por su cabeza pasó la idea de que tal vez Liam se había acobardado y no quiso ir hasta allá, para festejar la grata noticia para estos dos jóvenes enamorados. Aunque ella sabía muy bien que así no era, pues con tres años de noviazgo debes aprender del otro, y Abby estaba segurísima de que Liam no estaba arrepentido, ni nada.
Decidida a saber qué ocurría con su enamorado, pagó la cuenta de lo consumido para luego esperar impaciente que llegue esa cuenta y así poder largarse de ahí. Mientras las ansias la carcomía, tomo su chaqueta de cuero, tan característica de ella junto con su bufanda; en las afueras de Londres eleva a esas horas.
Una vez pagado, se levantó rápidamente y cuando ubicar su lugar en el estacionamiento, se subió a éste y manejo con el corazón bombeando demasiado fuerte contra su pecho. No quería pensar cuales eran las posibilidades de la ausencia de Liam, pero necesitaba quedarse tranquila.
Al parar en un semáforo rojo, la sobresaltó el sonido de su celular. Una llamada. ¿De quién podría ser? Con sus manos temblorosas, que con suerte podía manejar su ostentoso auto, tomo su celular y con un largo respiro, respondió.
— Hable — Intentó que su voz saliera de una forma firme, lamentablemente para Abby, no lo pudo cumplir.
— Señorita Mckenzie, le hablamos desde el Hospital Owster’s — En realidad, ella no esperaba que le respondieron personal de un hospital, por lo que le sorprendió bastante. Se atrevió a hacer esa pregunta que tanto la atormentaba desde que supo que le hablaban desde allí.
— ¿Ha ocurrido algo?
— Así es señorita Mckenzie, el señor Liam Payne ha sufrido un grave accidente — Su mundo se derrumbó en ese mismo momento. ¿Cómo que Liam había sufrido un accidente? ¿Cuándo? Abby se sentía estúpidamente mal por haber pensado que tal vez Liam se encontraba con otra muchacha, siendo que sólo había sido un choque, que podría costarle la vida, quizá —. Ha ingresado con una fractura en el brazo, junto con una perforación en el pulmón izquierdo. Su estado es algo delicado, pero con probabilidades de una recuperación. Está ahora en una operación muy importante en su vida, ha perdido sangre e intentan curarlo. Al entrar, aún seguía consciente y ha dicho que la llamaramos a usted. Suponemos que es para avisarle de esta noticia y… — Abby reaccionó en ese momento que seguía metida en la calle, y las bocinas de los autos ya la aturdieron.
— Voy para allá — Y haciendo un gran ruido al arrancar, salió disparando hacia el Hospital. Qué más podía hacer. El amor de su vida estaba entre la vida y la muerte; y Abby por nada del mundo se dejaría perderlo. Sabía perfectamente que jamás la abandonaría. O al menos eso quería creer.
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Abby ya estaba llegando a aquel solitario y desolado lugar. Aquél en el que se encontraba Liam; su amor. Llegó desesperada al mostrador, en el cual se encontraba un mujer de más de cincuenta años, con arrugas en su cara y unos grandes anteojos de un color marrón opaco. Estaba mirando tranquilamente el monitor de su computador cuando el chillido de Abby la sobresaltó de tal forma que casi más cae de su silla.
— Niña, ¿Qué no te enseñaron que aquí no debes gritar o hacer algún ruido por el estilo? Acá sólo se quiere paz — Refunfuña la mujer mayor. Parecía mandona y gruñona. Abby se lamentó y luego prosiguió.
— Estoy buscando a un paciente, Liam Payne. ¿Será que ya salió de su operación? Es que necesito verlo, y me han llamado hace dos horas, pero el estúpido tránsito se ha demorado más de lo previsto y… — Sus nervios eran visibles y ya estaba hablando muy rápido. La mujer, que según la placa, se llamaba Marielle la miraba con lástima. Esta vez hablo ella, quien ya no entendía nada de lo que Abby decía.
— Mira niña, el señor Liam Payne ha salido ya de su operación, pero si no eres algún familiar suyo, y novia no cuenta, no podrás verlo. Lo siento, pero así son las reglas — Tomo aire, y luego tragó saliva; su garganta le ardía demasiado y las lágrimas amagaban con salir de sus ojos.
— Soy su hermana — Sabía que mentir era lo peor del mundo, pero ya no le quedaba otra, pues necesitaba ver a Liam de una buena vez.
— Habitación 119. Primer piso. A la izquierda — Luego de contestarle, seguir trabajando en quien sabe que con su computador. Abby estaba impactada por sus actitudes, pero ¿Podía eso importarle ahora? Absolutamente no.
Subió precipitadamente sobre las escaleras, porque no estaba para esperar ni un segundo más que llegara ese ascensor. En algunos escalones estuvo a punto de caerse, mas no pudo estabilizarse y seguir adelante. Siempre mirada adelante, y jamás ver hacia atrás.
— Por fin — Susurró para sí misma. Su corazón volvió a retumbar fuerte, pero esta vez Abby no le presto importancia a ello. Su respiración era agitada, se sentía pálida por todas las emociones que estaba viviendo, y ni hablar si en algún momento le bajo la presión. Tuvo que comprar una tableta de chicles para que le suba el azúcar. Se encontraba en un estado que daba pena ya, pero todo por él. Por supuesto.
Justo pasaba un médico al lado suyo. Ella tímidamente se le acercó y le tocó con delicadeza su hombro. Éste se dio la vuelta, ya que se encontraba a espaldas suyas, y la observó con sus verdes ojos. Era una hombre alto, y robusto. Con un cabello de un color tan rubio que parecía teñido. Abby descubre que por la mirada de él sobre ésta, se vería horrible, lo que provocó que sus mejillas se tiñeron de un carmesí algo fuerte.
— Disculpe señor, quería preguntarle si podía pasar a ver al paciente Liam Payne. Soy su hermana — Se apresuró a aclarar, si la gruñona del mostrador le había advertido que ni siquiera siendo la novia la dejaran pasar, esperaba que él también le dijera algo parecido. Pero no recibió más que una penosa sonrisa. Ni siquiera mostrando sus dientes.
— ¿Liam Payne? Está en un estado crítico, señorita Payne. No puedo dejar que entre allí, siendo que puede suceder algo.
— Por favor doctor — Suplico Abby; le parecía patético, pero si era necesario arrodillarse enfrente suyo para dejarla verlo, lo haría —. Simplemente quiero verlo, he estado manejando más de dos horas hacia aquí por el jodido tránsito y ahora llego y tengo la noticia de que no puedo verlo, ¿Puede usted entender eso? Me desespero del solo pensamiento de que a Liam le suceda algo, quiero verlo. Por favor, entiéndame — Desde el principio ya se encontraba llorando. Abby se encontraba más sensible de lo que ella deseaba.
El doctor la observa, y finalmente asintió con la cabeza. Luego murmuró por lo bajo:
— Entre con disimulo. No se acepta ninguna visita a estas horas de la noche.
Se despidió de ella con una sonrisa, y abandonó el pasillo. Abby hizo lo que él le había dicho; la dejaron entrar y por lo menos trataría de agradecerlo de alguna forma.
Sus manos temblaban, y ya se encontraba sudando. Sentía un ligero retorcijón en su estomago, pero… Ya. Ya lo tenía allí. Enfrente suyo. Tan intacto como un papel. Tan blanco como la nieve. Y tan hermoso como solo él podía serlo.
Abby se echó a llorar sobre su camilla; en realidad sollozaba ya que estaba segura que si lloraba como quería hacerlo, la escuchan hasta en el subsuelo. Las pequeñas gotas de agua seguían cayendo sobre su pálida cara.
— Por qué. Por qué todo lo que quiero en mi vida, siempre se van — Se preguntó Abby, cansada de toda su vida. Recordó la muerte de sus padres en aquel viaje que hacían ellos; o también la partida de su hermano, por no saber cómo cuidar de su pequeña hermana. Lo único que le quedó fue su familia adoptiva, que ellos sí pudieron darle todo el amor que ella necesitaba, pero jamás fue lo que Abby quiso; siempre anhelaba el amor de sus padres, o volver a encontrar a su hermano. Ya no tenía noticias de nada, y daba por hecho que Max, su hermano, estaba muerto.
— Abigail.
Escucho una rasposa voz; se oía muy bajo y casi sin fuerza. Inmediatamente levantó su cara, ¿Podía ser lo que ella imaginaba? Una vez pudo despejar su vista, observo como un adolorido Liam se restregaba los ojos, como su cuerpo le permitía.
— Dios mío. Liam… ¡Estás despierto! — La exclamación de Abby era notablemente feliz. Ella se encontraba contenta —. Es que… No puedo creerlo.
— ¿Qué ha sucedido, bebé? — Indagó él, de cierta forma algo confundido por toda la situación aquella. Digamos que encontrar a tu novia llorando a tu lado no era una buena imagen para Liam, siendo que no quería ver sufrir a su amada.
— No te preocupes por ésto, cariño. Iré a avisarle al doctor. Creo que se sorprenderá al ver lo rápido que haz despertado — Ella se levantó de su asiento, y ya se estaba por encaminar hacia la puerta cuando una gran y débil mano tapa la suya. Retrocedió para ver qué le sucedía a Liam.
— Por favor, nena, no me dejes... Jamás — Pidió difícilmente él. Abby noto un cierto dolor sobre su cuerpo, y lo tranquilo acariciando su cara; como siempre lo hacia ella antes de que sucediera todo éso.
— Yo no te abandonaré Liam, nunca — Y así Abby se inclinó sobre él, e implantó un beso. Ninguno se movía, hasta que ésta tomó la iniciativa, pensando que tal vez no podría moverse por el dolor del choque. Pero luego Liam también desplazaba sus finos labios sobre los de ella, haciendo que las palpitaciones de las dos se alteraba. Pero aquello los hacía sentir de cierta forma vivos, que no todo estaba acabado. Que eran el uno para el otro; y que jamás se alejaron el uno del otro. Ya que a veces, el amor es mas fuerte que todo. Y Abby pudo comprobar ésto.
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Muy bien, he decidido por subir este one shot ya que necesitaba escribir algo y dado que no tengo demasiada inspiración para las nc ahora, hoy a la mañana empece a escribir ésto. No lo califico como lo mejor, pero me ha gustado. Creí en hacerlo triste ya que mi lema es: "Fic felices, one shot tristes" porque, no todo siempre será pétalos de rosas ;-; en fin, finalmente quise hacerlo feliz dado que me hubiese dado mucha pena hacer que Liam muera porque me sentiría cruel, si ya me sentí así cuando suicide a una protagonista de otro one shot que jamás subí ;-; espero que les guste esto, y gracias por leerlo. Si es que alguien leer esto; aunque si entras aquí, ya te estoy amando<333333. Love a todas<333.
Muy bien, he decidido por subir este one shot ya que necesitaba escribir algo y dado que no tengo demasiada inspiración para las nc ahora, hoy a la mañana empece a escribir ésto. No lo califico como lo mejor, pero me ha gustado. Creí en hacerlo triste ya que mi lema es: "Fic felices, one shot tristes" porque, no todo siempre será pétalos de rosas ;-; en fin, finalmente quise hacerlo feliz dado que me hubiese dado mucha pena hacer que Liam muera porque me sentiría cruel, si ya me sentí así cuando suicide a una protagonista de otro one shot que jamás subí ;-; espero que les guste esto, y gracias por leerlo. Si es que alguien leer esto; aunque si entras aquí, ya te estoy amando<333333. Love a todas<333.
disappear.
Re: I will not leave, never.{Liam Payne}
por Invitado Sáb 30 Nov 2013, 7:55 pm
triste, pero lindo! ya aprendi que no todo son pétalos de rosa, tranquilamente podría leer ese one shot en que suicidaste a la protagonista! jajaj nuchas gracias por publicarlo, escribes de una forma increible!
Invitado
Invitado
Re: I will not leave, never.{Liam Payne}
por disappear. Vie 20 Dic 2013, 6:54 am
Menina escribió:triste, pero lindo! ya aprendi que no todo son pétalos de rosa, tranquilamente podría leer ese one shot en que suicidaste a la protagonista! jajaj nuchas gracias por publicarlo, escribes de una forma increible!
Gracias bby<33333 me encanta que me digas eso<3333 en realidad, lo subiría but se me hace realmente imposible porque me siento mal:'cc aunque lo he dejado en algunas nc xd en fin gracias de verdad<33333 me alegra que te haya gustado<333333 beso bby<3333
disappear.
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