Re: DON'T FORGET ME ( Larry Stylinson)

por **DirectionInfection4ever** Sáb 09 Nov 2013, 4:29 pm

Hooooolaaaa, nueva lecotra reportandose aqui, tengo que decirte que me encantan los one shot y este WUUUAOOO, es simplemente PER-FECT, enserio tienes que seguiro, tengo que saber quien es y que planea hacer con Louis, porfavor siguela ya no puedo esperar, me pondre a llorar si no la sigues, te buscare y hare que la sigas, no estoy bromeando, me llamo Mariel, soy de Mexico y espero caerte bien, me pasare todos los dias para ver si la sigues eehh, y mas te vale que cuando me vuelave a pasar, este con otro capitulo eeehh, siguela yaa, que te pasa aaaaahhhhh, por cierto espero caerte bien<333!!!!

por **isoler** Vie 15 Nov 2013, 5:58 pm

Siguelaaaa!!! no la podes dejar ahí... por favor seguilaaaaa!!!

por **Susy** Vie 15 Nov 2013, 8:33 pm

oh es genial!!! me encanta!! no habia visto una novela así antes! Es grandiosa, ¡Siguela pronto!

por **colorada** Sáb 16 Nov 2013, 7:38 pm

isoler escribió:ME ENCANTA!!! es espectacular, en serio, espero con muchas ansias que la sigas! Bsos

Holaaa!
me alegro mucho de que te guste, iba a dejar de subirla porque pensé que no había llamado la atención, pero la seguiree!
saludoooos ;)

por **colorada** Sáb 16 Nov 2013, 7:39 pm

HeartsEater escribió:Increíble, siguelo

Holaa!
la seguire ahora!
saludoos ;)

por **colorada** Sáb 16 Nov 2013, 7:43 pm

DirectionInfection4ever escribió:Hooooolaaaa, nueva lecotra reportandose aqui, tengo que decirte que me encantan los one shot y este WUUUAOOO, es simplemente PER-FECT, enserio tienes que seguiro, tengo que saber quien es y que planea hacer con Louis, porfavor siguela ya no puedo esperar, me pondre a llorar si no la sigues, te buscare y hare que la sigas, no estoy bromeando, me llamo Mariel, soy de Mexico y espero caerte bien, me pasare todos los dias para ver si la sigues eehh, y mas te vale que cuando me vuelave a pasar, este con otro capitulo eeehh, siguela yaa, que te pasa aaaaahhhhh, por cierto espero caerte bien<333!!!!

Holaaaa Mariel! ;)
tengo que confesarte algo, esto es una novela, no es un one short, no se porque aparece como un one short, por ahí toque algo que no tenia que tocar :P ajajajjaaj
Lamento mucho haberme tardado tanto, siendo sincera, no la iba a seguir porque pensé que no buena, pero la seguire!
Espero que me perdonees por no subiiir :(
Me caes muy bien, muy bien estoy siéndote sincera, yo soy de Argentina!
Saludoooos ;)

por **colorada** Sáb 16 Nov 2013, 7:44 pm

isoler escribió:
Siguelaaaa!!! no la podes dejar ahí... por favor seguilaaaaa!!!

Holaaa!
la seguireee ahora!
Saludooooos ;)

por **colorada** Sáb 16 Nov 2013, 7:45 pm

Susy escribió:oh es genial!!! me encanta!! no habia visto una novela así antes! Es grandiosa, ¡Siguela pronto!

Holaaa!
me alegro que te gusteee!
la seguire ahora!
saludooos ;)

por **colorada** Sáb 16 Nov 2013, 8:10 pm

CAPITULO 4

PARTE I

Louis estacionó su escarabajo azul marino a un costado de la casa y, antes de apagar el motor y poner un pie fuera, echó un vistazo al reloj. Había llegado cuarenta minutos más tarde de lo habitual después de haber trabajado todo el día en Sunrise Press, una de las editoriales más prestigiosas de California. Trabajaba allí desde hacía casi tres años y nunca dejaría de agradecerle a Jennifer Shelton haberle dado la oportunidad de sumarse a su equipo. Jennifer era su jefa y, además, una amiga que no había dudado ni un segundo en emplearlo cuando se presentó en su oficina temeroso y casi seguro de recibir un «no» como respuesta.

Louis había sido sincero con ella desde el principio; le contó lo que le había sucedido un año antes: su secuestro y su posterior amnesia. Jennifer decidió darle la oportunidad, sin importarle su pasado ni el hecho de no haber podido terminar la carrera y graduarse en la universidad. Las palabras de su jefa le quedaron grabadas en la mente desde aquél día. «No necesitas un diploma; sé lo que vales y lo que puedes hacer.»

Aquella entrevista había sido la primera cosa buena desde el día de su reaparición tras su cautiverio de tres meses. Había entrado en la editorial y se había ganado el respeto y la
confianza de todos. Dos años más tarde, y con el apoyo de Jennifer, de Liam y de su hermano Kevin, había podido completar lo que le quedaba de la carrera de Diseño Gráfico hasta finalmente graduarse, incluso con honores. Había sido una época difícil, trabajaba durante el día y estudiaba por las noches en su casa para presentarse, una vez por mes, a hacer los exámenes. Podría haber asistido a la universidad y haber ido a clases nocturnas, pero prefirió no hacerlo.

Regresar de noche al mismo sitio en donde había sido secuestrado era una situación que solo lo habría traumatizado aun más.

Dejó escapar un suspiro, y agarro la enorme carpeta de cartón en donde guardaba sus diseños, y se bajó del automóvil. Subió los tres escalones que daban a la cocina y se detuvo antes de entrar. Observó la cesta de mimbre a un lado de la puerta. Estaba habituado a que Otelo estuviera allí cada vez que el regresaba a casa, pero estaba vacía y, su juguete preferido, un aro de plumas multicolor, continuaba allí desde el día anterior. Seguramente, estaría dentro de la casa, durmiendo sobre su sillón favorito y correría hacia el apenas lo viera para restregarse contra sus piernas y recibir una caricia afectuosa en la cabeza.

La cocina estaba vacía cuando entró; y dejo la carpeta sobre una mesita junto a la puerta.

—¡Liam! ¿Estás en casa? —Se sirvió un vaso de agua fría. Su amigo bajó los escalones corriendo.

—¡Ya has llegado! —exclamó y entró en la cocina. Louis apoyó el vaso en la mesa.

—¿Sucede algo Liam? —Había una expresión extraña en el rostro de su amigo que no le gustaba nada.

Liam no respondió y lanzó una mirada al vaso que segundos antes Louis había dejado en la mesa.

—Liam, te conozco y sé que quieres decirme algo; desde esta mañana, te he notado un poco nervioso. —Frunció el ceño—. ¿Acaso ha regresado el policía nuevamente?. -Liam negó con la cabeza.

—¿Entonces, qué es? —La actitud de su amigo comenzaba a asustarlo.

—Se trata de Otelo. —Sus palabras salieron de sus labios rápidamente como si así la noticia causara menos impacto.

—¿Qué sucede con él? —Louis sintió pánico.

—Esta mañana, cuando vino el detective Styles, salió disparado y no ha vuelto desde entonces.

Louis pasó por su lado sin siquiera mirarlo. Buscó a su gato, de manera frenética, por todos los rincones de la casa, en sus lugares favoritos, pero no había señales de él. Liam se
unió a su búsqueda, aunque sabía que sería inútil; él mismo lo había buscado varias veces durante el día sin obtener resultados. Bajaron al sótano y después salieron al patio. Uno de sus vecinos les dijo que lo había visto por la parte trasera de la vivienda esa mañana temprano, pero cuando había vuelto a mirar, el gato ya no estaba allí.

Le dieron las gracias y volvieron a la casa. Louis, exhausto y abatido, se dejó caer en el sofá de la sala.

—Tal vez haya una gata en celo en el vecindario —comentó Louis y se cruzo de brazos. No era la primera vez que Otelo desaparecía, solo que la vez anterior se había subido a la copa de un árbol y, por miedo a bajarse, se había quedado allí arriba todo el día hasta que Kevin pudo finalmente bajarlo—. ¡El árbol!

—Ni siquiera te molestes, Louis. Yo ya he estado ahí y no está. Además, no creo que sea tan tonto para subir allí de nuevo, después de todo el escándalo que causó la otra vez —dijo Liam y esbozó una sonrisa para quitarle un poco de drama al asunto.

—Estaba asustado de verdad. —Louis sonrió al recordar sus enormes ojos verdes y lo rápido que latía su corazón cuando lo acurrucó contra su pecho.

—Aparecerá, Louis. —Se sentó a su lado—. Seguramente está haciéndose el donjuán con alguna gata del vecindario mientras tú estás aquí afligido por él.

Louis asintió con un leve movimiento de cabeza. Deseaba, con todo su corazón, que así fuera. Otelo era para el, más que una mascota; adoraba a esa bola de pelos color fuego que había llegado a su vida dentro de una caja de cartón. Lo adoraba, porque había sabido conquistarlo de inmediato con sus maullidos y ronroneos; pero, sobre todo, porque había sido un regalo de su hermano Kevin que había aparecido una tarde con la caja y con un aire misterioso. Habían pasado seis meses desde su reaparición, y Otelo fue como una chispa de alegría en medio de tanta tristeza.

Liam le dio unas palmaditas en la espalda.—No te preocupes, cuando le duela la barriga de hambre, regresara Lou.

—Sí —respondió suspirando y cerró los ojos. No quería llorar, y apretó los parpados con fuerza.

—Distraigámonos un poco. —Liam tomó el mando a distancia y encendió la televisión. Estaba sintonizado en el canal de las noticias cuando, de pronto, escuchó una voz masculina hablar. Louis abrió los ojos de inmediato.

—¡Mira, es el detective Styles! —exclamó Liam y se acomodó mejor en el sofá.

Louis continuaba con la mirada fija en la pantalla del televisor. La voz grave del hombre que había estado esa misma mañana hablando con él se mezclaba, en ese momento, con la de los insistentes reporteros.

—Es mas lindo en persona, ¿No crees? —preguntó Liam divertido y Louis lo miró.

—Es en lo que menos me fijé mientras estuvo aquí —contestó Louis con seriedad.

Anhelaba que su amigo quedara satisfecho con su respuesta. Una de las cámaras hizo un primer plano a su rostro, y Louis experimentó un leve estremecimiento al recordar la forma en que aquellos ojos, intensamente verdes, lo habían mirado esa mañana.

—Hey Lou, no esta nada mal, además, tiene una voz muy seductora.

—Cállate Li, no me dejas escuchar —dijo tajante antes de que su amigo siguiera enumerando las virtudes de aquel hombre.

—Detective, ¿tiene alguna pista de quien cometió los crímenes? —preguntó una mujer.

—¿Cree usted que el Asesino de las Flores atacará de nuevo? —quiso saber otro reportero.

—Hay preguntas que no puedo responder para no entorpecer nuestra investigación. —La expresión de fastidio desapareció de su rostro—. Esperamos que el asesino no vuelva a atacar, estamos haciendo nuestro mejor esfuerzo para atraparlo. —Hizo una pausa que duró unos cuantos segundos y, entonces, miró directamente a la cámara—. Toda la ayuda que podamos recibir será bienvenida. Debemos desterrar a este criminal de las calles de Fresno lo antes posible, no podemos permitir que se cobre la vida de otra víctima inocente.

Louis tragó saliva y se movió en su asiento preso de la inquietud. Presentía que cada palabra que Harry Styles pronunciaba estaba dirigida especialmente hacia él.

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—¡Sam, sal de aquí!

La lengua áspera y húmeda del labrador de más de veinticinco kilogramos le había dejado una mancha pegajosa en la mejilla y en la parte baja de la mandíbula. Intentó apartarlo con
una sola mano, ya que con la otra sostenía una de las mancuernas de hierro que levantaba cada mañana, no solo para mantenerse en forma, sino para relajarse y olvidarse un poco
del estrés del trabajo.

—¡Te lo advierto, pequeño demonio! —Pero sus amenazas no surtieron el efecto deseado; el robusto y mofletudo Sam insistía en que aquella mañana el rostro de Harry fuera su juguete favorito.

Harry tomó, entonces, la toalla que descansaba sobre el aparato de pesas y la arrojó lo más lejos posible. Fue a dar al otro lado de la terraza, junto a la puertaventana que daba al
salón comedor y que, por fortuna, había dejado abierta; de otro modo, el perro se habría estrellado contra ella.

Lo observó mientras corría en busca de su presa; a pesar de su sobrepeso y sus patas cortas, poseía la velocidad que, seguramente, solo le daban su ímpetu y sus ganas de complacer y jugar con su amo.

Se sentó en la banqueta de cuero negro y dejó la mancuerna en su lugar antes de que Sam regresara a entregarle la toalla. Apoyó los codos sobre las piernas y se pasó ambas manos por el cabello. Cerró los ojos en un intento por normalizar su respiración. Se preguntó por qué Sam estaba tardando en regresar con la toalla. Cuando levantó por fin la vista lo supo, el pequeño bribón se había quedado dentro de la sala y estaba recostado sobre la toalla o lo que quedaba de ella. Su fuerte mandíbula mordía unos cuantos jirones, mientras sus garras tironeaban con fuerza de la tela hacia abajo.

Harry no supo si reprenderlo o dejarlo que siguiera entreteniéndose con su nueva adquisición. Se decidió por lo último, al menos, por un rato, se olvidaría de él. Se puso de pie y levanto los brazos por encima de la cabeza y los estiró lo más que pudo. Respiró profundamente un par de veces y los bajó.

Repetía aquella rutina de ejercicios, al menos, cinco veces a la semana y de alguna manera, le servía de escape de su rutina de trabajo que se iniciaba cada mañana a las ocho. Miró el reloj que colgaba en la pared de enfrente, tenía todavía treinta minutos, el tiempo suficiente para pegarse una ducha y desayunar de forma decente. Se secó el sudor de la frente con el dorso de la mano y sin perder tiempo, se dirigió hacia el cuarto de baño.

Quince minutos después, renovado y oliendo a menta, se preparó un desayuno rápido. Aquella mañana consistía en una buena taza de café y un par de rosquillas que había comprado en la mejor pastelería de todo el Tower District, como él la consideraba. Se sentó sobre la mesa y le dio un mordisco a la crujiente masa. No se sorprendió cuando Sam apareció de la nada y se sentó a su lado para mirarlo con ojos de corderito degollado, con la clara intención de obtener lo que quería.

Harry sonrió, le arrojo la mitad de una rosquilla y lo observó irse contento a su rincón predilecto para saborearla. Bebió un sorbo de café y, de pronto, como una ráfaga que llega sin previo aviso, la imagen de Louis Tomlinson vino su mente.

Habían pasado dos días desde la visita a su casa, y no había tenido noticias de él. Estaba asustado en ese momento, sus ojos color zafiro habían reflejado el terror que significaba para él revivir la historia de su secuestro. Habría deseado no necesitarlo, poder prescindir de Louis y dejarlo tranquilo, pero no podía. Estaba seguro de que él era el único que podía ayudarle a atrapar al asesino. Porque ya no dudaba de que era el mismo que lo había secuestrado cuatro años atrás y había acabado con la carrera de su propio padre. Mientras terminaba de beberse el café, decidió que, aunque Louis no lo llamara ni quisiera saber nada con él, insistiría en su propósito y lograría convencerlo. Sería una tarea difícil, pero no se detendría hasta derribar la barrera de temor que le impedía poder recordar. Louis era un hombre demasiado vulnerable, podía entender perfectamente sus actitudes y comportamientos, pero lo único que se le cruzaba por la mente en esos momentos era una necesidad constante de protegerlo y cuidarlo. Lo embargó la misma sensación que había experimentado cuando, sin querer, sus brazos se tocaron.

Había algo en Louis que le atraía, y no era solo por sus ojos, su sonrisa y su cuerpo bien tonificado, era algo que había llegado a percibir detrás de su mirada. Deseaba volver a verlo. Dos necesidades completamente diferentes se debatían dentro de él. Precisaba a Louis para resolver el caso, quizá, y detener a aquel hombre que tanto daño había hecho. Pero lo necesitaba aun más de una manera que todavía no llegaba a comprender, y eso lo desconcertaba. Tampoco comprendía por qué no había podido dejar de pensar en él durante esos dos días. Se dijo a sí mismo que solo era porque sospechaba que estaba en peligro y quería protegerlo, y de paso, obtener la ayuda que solo Louis podía brindarle; pero sus propias cavilaciones al respecto no lograron convencerlo por completo. Debía verlo de nuevo. Tenía que verlo de nuevo. No supo exactamente la razón de su deseo, pero lo único que sí sabía era que lo volvería a buscar; y la próxima vez, necesitaría ser más convincente.

La taza casi se le cayó de las manos cuando la melodía de su teléfono móvil comenzó a sonar.

—Styles —dijo con voz fuerte y clara.

—¿Estás fuera de la cama, compañero?. -La voz de Rachel al otro lado de la línea sonaba demasiado seria.

—Sí. ¿Qué sucede? —Sabía que eran malas noticias.

—Ha atacado de nuevo, Harry. —Se oyó un suspiro.

Harry dejó escapar una maldición en voz baja.—¿Dónde?.

Tras oír los datos que le pasó su compañera, colgó. Sin perder tiempo, se colocó la cartuchera y se cercioró de que su arma reglamentaria estuviese en su lugar. Buscó su chaqueta de cuero y antes de marcharse saludó a Sam que continuaba destrozando su presa y que apenas le prestó atención.

Al llegar a la escena del crimen, creyó que vomitaría la rosquilla que había desayunado apenas unos minutos antes. Todo el lugar parecía una copia idéntica de las dos escenas anteriores. Metódico, organizado. El sujeto que buscaban era lo suficientemente calculador y muy seguro de su propio control.

—Se siente poderoso al ejercer su control frente a su víctima, pero obtiene más poder al controlarse a sí mismo —murmuró en voz baja.

—¿Perdón?. - Rachel había llegado un par de minutos antes que su compañero y al entrar al lugar del hecho, le pareció estar frente a un déjà vu.

—Siente placer por el solo hecho de someterlos a su poder —explicó mientras sacaba un par de guantes de látex y se los colocaba.

—¿Un maniático sexual?. -Pregunto Rachel y Harry negó rotundamente con un enérgico movimiento de cabeza.

—No, no hay violación. No es lo que le interesa. —Caminaron hasta donde se encontraba el cuerpo cubierto con una sábana blanca—. Las víctimas son sagradas para él.

Rachel le lanzó una mirada cargada de incredulidad.

—¿Sagradas? ¿Por eso los mata? ¡Vamos, Harry, este tipo es un maniático y un desquiciado!.

—No lo subestimes, Rachel. —Miró hacia la puerta de entrada—. ¿Por qué no ha llegado Steven todavía?.

—He hablado con él hace un momento, el pobre estaba en medio de una autopsia. No tardará en llegar.

Harry bajó la tela hasta su cuello y una vez más, la imagen de aquel pobre muchacho le resultó cruelmente familiar.

—¿Han logrado identificarlo?.- Pregunto Harry mirando fijamente al muchacho.

—Sí. —Se sacó una libreta del bolsillo de su camisa color verde limón—. Se llamaba Austin Hodgins, tenía veintitrés años, estudiaba medicina y vivía solo.

—La misma edad que tenía Louis cuando fue secuestrado —afirmó. Rachel asintió.

—Tú que has hablado con Louis y lo has visto en persona —hizo una pausa—, ¿Se parece realmente a las víctimas de este sujeto?,

Harry observó el rostro pálido de Austin Hodgins, tan blanco como la sábana que cubría su cuerpo ya sin vida. —Sí, tiene prácticamente el mismo color de cabello, el corte es bastante similar y sus ojos son muy parecidos. —Los ojos abiertos de él joven miraban hacia el cielorraso.

—Es escalofriante.

—Sí. —Harry deslizó la sábana para cerciorarse de que el nudo celta estuviera tatuado debajo de su cintura, pero lo que apareció ante los ojos asombrados de ambos policías fue más perturbador.

—¡Por Dios! ¡No me digas ahora que este tipo no está loco de remate!.

Harry no le respondió. Sus ojos verdes seguían clavados en el pecho de él muchacho muerta. Un nombre había sido tallado, de manera cruel, sobre su ombligo. Sintió que se le helaba la sangre al leer lo que aquel hombre había escrito. Letras, garabatos perfectamente legibles en letra de imprenta. « Boo Bear » Repitió el nombre en su cabeza decenas de veces para convencerse de que no era una alucinación.

—¿Qué crees que ha usado para hacer eso? —Preguntó Rachel mientras observaba a su compañero, que estaba absorto mirando el cadáver.

—No lo sé; sabremos más cuando Steven realice la autopsia.

—He escuchado que alguien mencionaba mi humilde nombre. —Steven Colby irrumpió en la habitación con su habitual maletín. Rachel se puso de pie y le sonrió apenas.

—Tienes trabajo, Steven —le anunció y devolvió la libreta a su lugar.

—¿Otro más, verdad?.- Pregunto en forma de suspiro y ambos asintieron al unísono.

—Hay algo diferente esta vez, Steven. —Harry le mostró el mensaje que el asesino había dejado en el cuerpo de su tercera víctima.

—¡Cielos! —Steven abrió su maletín y después de calzarse los guantes tocó los surcos rojos que había dejado la incisión en la piel de Austin Hodgins—. El corte es casi simétrico, parece estar hecho con una especie de daga pequeña o un bisturí —indicó.

—Rachel, dile al fotógrafo que venga a sacar las fotos antes de mover el cuerpo.

—Enseguida, Styles.

Se dispuso a abandonar la habitación cuando algo llamó poderosamente su atención, junto a la ventana, algo blanco relucía bajo los rayos de sol que se filtraban por el cristal. Caminó hasta el lugar y se agachó para observar mejor. Lo reconoció de inmediato: era talco para los pies; alguien lo había pisado y se había impregnado en la alfombra. Se levantó y caminó hacia el baño de la víctima. Como había imaginado, la polvera no estaba. Se inclinó, había más polvo en aquel lugar; echó un vistazo debajo del armario y encontró la polvera abierta y casi vacía. La levantó y la sujetó con cuidado.

—Harry, ven aquí.

—¿Qué sucede?.

—¡No te lo vas a creer! —Una sonrisa de oreja a oreja se dibujó en su rostro.

Lo llevó hasta donde había encontrado la huella parcial cerca de la ventana. Harry no quería ilusionarse demasiado; la huella de calzado que el polvo había desvelado solo era parcial, y tal vez pertenecía a Austin Hodgins.

—Busca al fotógrafo, y que luego hagan un molde de la huella —le indicó. Rachel asintió.

—Quizá tengamos suerte, y haya cometido el primer error —auguró.

—Esperemos que sea así; por el momento, no podemos adelantarnos.- Rachel fue en busca del fotógrafo, y Harry regresó junto a Steven.

—Esto es completamente nuevo, Harry. La primera vez que deja un mensaje —le comentó el forense.

—Lo sé. —Se pasó la mano por la nuca y trató de relajarse con una respiración profunda, pero no le sirvió de nada—. ¿Cuánto hace que murió?.

—El rigor mortis ha alcanzado ya su máxima rigidez —indicó mientras movía el cuerpo—. Lleva muerto entre seis y doce horas; sabré más cuando tome la temperatura de su hígado.

Harry lo observó mientras sacaba un largo termómetro del maletín y lo colocaba en el costado derecho de la víctima. —La temperatura apenas alcanza los trece grados centígrados. —Quitó el termómetro—. Eso nos da un parámetro más exacto: diez horas.

Harry miró su reloj de pulsera.—Significa que murió a las diez y media de la noche, aproximadamente.

—Exacto.

El fotógrafo forense y uno de los peritos llegaron. Tras tomar algunas fotografías del cuerpo y de la escena del crimen, el fotógrafo se marchó, no sin antes avisar a Harry de que su compañera había salido de la casa para interrogar a los vecinos.

—Debe de ser abrumador para ella cada vez que se enfrenta a una escena como esta —comentó Steven mientras extraía unos tubos de plástico de uno de los tantos compartimientos de su maletín de trabajo.

—Creo que, sencillamente, está acostumbrada —repuso Harry mientras observaba cómo el perito volcaba el yeso sobre la huella.

—¿Lo crees de verdad? No considero que alguien pueda acostumbrarse a la muerte una y otra vez, y salir indemne después.

—¿Y lo dices tú?.- Steven asintió mientras levantaba las cejas.

—Parece ilógico, pero es así, llevo más de siete años haciendo esto y creía que, con el tiempo, me acostumbraría. Por supuesto que me he habituado a los cadáveres, porque convivo con ellos —sonrió—, ya sé que «convivir» no es el término adecuado, pero paso la mitad del día entre ellos. Solo que es a esto a lo que nunca podré adaptarme —señalo el cuerpo inerte de Austin Hodgins— personas inocentes que caen en las manos equivocadas y terminan siendo asesinadas de manera demasiado cruel.

Harry le sonrió con comprensión. Entendía a lo que se refería, él podía fingir que no lo afectaba pero era inútil hacerlo. Había elegido ser policía no solo para complacer a su padre, sino porque creía en lo que hacía. Proteger y salvaguardar la vida de las personas era lo que siempre había considerado su principal regla a seguir, aunque en la AcaLesliea no le habían enseñado qué hacer con el resentimiento y la impotencia que lo aturdía cada vez que era testigo de una escena grotesca como aquella.

—Estrangulado como los demás muchachos —afirmó Steven.

—Sí. —Los ojos verdes se desviaron otra vez hacia el torso de él muchacho.

—¿Quién será Boo Bear? —preguntó Steven y se rascó la barbilla. No tardó en llegar a una conclusión—. ¿Es él, verdad? ¿El muchacho al que intenta representar a través de sus crímenes?.

Harry lo miró y no pronunció palabra. En aquel momento, Steven comprendió que su silencio encerraba un «sí» como única respuesta.

por **colorada** Sáb 16 Nov 2013, 8:24 pm

CAPITULO 4

PARTE II

Estaba de nuevo en aquella sala después de dos días. Esta vez esperaba obtener una respuesta más positiva de parte su dueño. Sus dedos tamborileaban nerviosos sobre una de sus rodillas, y todavía ni siquiera había tocado la taza de café que le había ofrecido Liam.

«Louis bajará en un momento», le había dicho antes de desaparecer por las escaleras que supuso llevarían a su habitación. Habían pasado ya más de veinte minutos, y su paciencia estaba a punto de ceder.

No se marcharía sin hablar con él; si lo que pretendía Louis Tomlinson era lograr que se cansara de esperarlo y se marchase, estaba muy equivocado. Estaba dispuesto a esperar el tiempo que fuera necesario. Cinco minutos después, lo vio bajar las escaleras con lentitud.

Harry se puso de pie y extendió su mano, pero Louis rechazó cualquier contacto y se sentó en el sofá de una plaza y quedó frente a él.

—No creí que volviera a verte —le dijo Louis tajante mientras observaba una carpeta que él llevaba consigo. Harry volvió a sentarse y cuando lo miró, le sonrió. Pero la actitud fría y distante de Louis le borró la sonrisa de la cara.

—Era necesario hacerlo, Louis.

Le molestaba que lo llamara por su nombre de pila, era alguien que no lo conocía, ni siquiera era cercano a él; prefería que lo llamara « Sr Tomlinson», pero no le dijo nada. Se veía claramente extenuado. Unas ojeras se dibujaban debajo de sus ojos, el nudo de su corbata de seda estaba casi deshecho y la camisa color beige, que llevaba debajo de la chaqueta, arrugada. Apartó de inmediato la mirada cuando él descubrió el escrutinio al que estaba siendo sometido. Juntó ambas manos sobre su regazo. Aquel hombre solo lograba que se sintiera completamente inquieto.

—Te dije que no había nada que yo pudiera hacer para ayudarte. —Intentó sonar calmado y seguro de lo que decía.

—Tal vez esto logre hacerte cambiar de opinión. —Colocó la carpeta que había llevado sobre la mesa.

—¿Qué es eso?.- Pregunto Louis con el seño fruncido.

—Descúbrelo por ti mismo.

Louis posó su mirada en la carpeta de cartón oscuro que el detective señalaba. Dudó un instante sobre lo que estaba a punto de hacer, pero al no obtener ninguna respuesta de parte de Harry, supo que abrir esa carpeta era lo único que podría sacarlo de su confusión. Levantó la solapa y la cerró de inmediato.

—¡Mierda! —Un escalofrío le recorrió la espalda—. ¿Qué pretendes al mostrarme esto?.

—Que conozcas la realidad. Es lo único que pretendo que hagas—Le dijo Harry con seriedad. Podría haberle dicho que también esperaba un poco de comprensión y buena voluntad de su parte, pero se lo aclararía en otro momento.

Louis trató de ponerse de pie, pero Harry fue más rápido y lo sujetó fuertemente de la muñeca.

—Se te hace costumbre agarrarme ¿ No es cierto?. - Pregunto Louis furioso. - Ya suéltame —Gruño y Harry negó con la cabeza.

Harry no lo soltó; por el contrario, lo obligó a sentarse nuevamente, pero Louis se apartó bruscamente cuando él se acomodó a su lado.

—Tu eres el que me obliga a ser grosero y a comportarme de este modo —le dijo para justificar su actitud impulsiva.

—¡No puedes obligarme a hacer algo que no quiero! —Grito Louis exaltado y lo miró directamente a los ojos.

¿Cómo haría para convencerlo de que sólo quería protegerlo y no dañarlo? Lo soltó lentamente, pero no podía dejar de contemplarlo. Aun con el temor y la rabia reflejados en sus pupilas, aquellos ojos azules parecían haber lanzado un hechizo en su contra, y no estaba seguro de querer romperlo. Después del silencio y la tensión, por fin Harry le habló.

—Lo lamento, debería controlar mis impulsos, lo siento Louis.

Louis se enderezó en el asiento y se cruzó de brazos, como si con aquel gesto pudiera defenderse de aquel hombre y de lo que pretendía con él.

—Quiero que entiendas que si he regresado a verte es porque las cosas han cambiado. —Hizo una pausa para respirar hondo—. Ha vuelto a atacar. —Observó que Louis entraba en estado de alerta—. Esta vez nos ha dejado un mensaje.

—¿Un mensaje? —El ceño fruncido le daba el aspecto de alguien capaz de sobreponerse a sus miedos, pero Harry sabía cuán frágil era Louis en realidad.

—Mira por ti mismo. —Tomó la carpeta y buscó entre las fotografías tomadas al cuerpo sin vida de Austin Hodgins.

—Creo que ya he visto lo suficiente detective —le dijo Louis mientras sentía náuseas de solo pensar en las imágenes que había visto segundos antes, sabía que tardaría un tiempo en borrarlas de su mente.

Harry encontró la foto que quería que Louis observara y cubrió la mitad con uno de los papeles metidos en la carpeta; no era necesario enfrentarlo de nuevo con la imagen del rostro de él muchacho muerto, no quería traumarlo mas de lo que ya estaba.

Louis lo miró, mientras Harry hacía el esfuerzo por cubrir la parte más horrible de la foto y la acercaba hacia él. Antes de descubrir lo que él insistía tanto en mostrarle, volvió a mirarlo a los ojos y logró tranquilizarse, aunque sin conocer la razón de aquella repentina calma. Leer lo que estaba escrito en el cuerpo de aquel joven fue devastador para Louis y repentinamente experimentó una fuerte presión en la cabeza y creyó que le estallaría en cualquier momento.

—Louis , ¿te sientes bien? —Harry guardó la fotografía y, sin dudarlo, lo tomó de la mano, Inconscientemente, Louis lo apretó con fuerza. La mano de Harry estaba tibia, mientras que la de Louis estaba tan fría como un témpano de hielo.

—Me duele la cabeza —Susurró con una voz apenas audible y cerró los ojos.

—¿Quieres que busque algo? —Se sentía tan impotente.

—No, ya se me pasará. —Se recostó en su lugar y cuando abrió los ojos se dio cuenta de que su mano seguía en la mano de Harry. Con un movimiento rápido, la quitó —. No puedo creerlo.

—Ahora más que nunca, estoy convencido de que estos crímenes tienen que ver contigo. —Apretó la mandíbula—. Te ha dejado un mensaje.

Louis volvió a mirarlo y sus ojos comenzaron a cristalizarse. A Harry se le hizo un nudo en la garganta.

—Comprendo lo difícil y traumático que puede resultar todo esto para ti, pero si no nos ayuda, tal vez, nunca lo atrapemos —le aseguró—. Es un sujeto bastante inteligente y organizado, no deja huellas en las escenas de los crímenes y entra en las casas de sus víctimas sin despertar la mínima sospecha.

—Pero yo no recuerdo absolutamente nada de él —Dijo a punto de llorar—. ¿Cómo puedo ser de utilidad si ni siquiera sé lo que me pasó durante los tres meses que estuve desaparecido?.

—Solo te pido que aceptes colaborar en el caso. —Reprimió el impulso de apretar nuevamente su mano al ver que una lágrima rodaba por su mejilla—. Iremos despacio y si es necesario, recurriremos a alguna terapia alternativa para hacerte recordar Louis.

Louis lo miró aturdido. - ¿Qué quieres decir con eso?.

—He estado investigando y hay buenas probabilidades de que, si te sometes a la hipnosis, pueda recuperar tu memoria —explicó.

Louis no pronunció palabra durante un rato. No era la primera vez que alguien le mencionaba la idea de hipnotizarlo para recuperar sus recuerdos. Y como aquella primera vez, no estaba tan seguro de que eso fuera, en realidad, lo que quería hacer. Era terrible convivir, día a día, con la incertidumbre de no recordar lo que había sucedido en esos tres meses, pero sería más terrible aún descubrir qué había ocurrido realmente con él durante su cautiverio.

—No lo sé —respondió, por fin Louis.

—Piénsalo, sería de mucha ayuda —Le dijo. Sentía, por fin, que la barrera que se había creado entre ambos comenzaba a desmoronarse poco a poco.

—Boo Bear —dijo Louis de repente.

—¿Te trae algún recuerdo ese nombre?. - Louis movió la cabeza.

—No, nunca nadie me ha llamado así. —Se mordió el labio inferior—. Al menos, que yo sepa.

—Parece que, al menos, una persona sí te llamaba de esa forma —sentenció Harry. Louis sintió un escalofrío bajar por su espalda.

—Es extraño.

—¿El qué? —Harry enarcó las cejas.

—Como te he dicho, nadie me llama así; sin embargo, siento que estoy muy familiarizado con ese nombre.

—Tal vez es un recuerdo que pugna por salir de su mente —adujo Harry.

—No, ni siquiera es eso, es solo… una sensación. — Louis quería que Harry comprendiera lo que estaba tratando de explicarle, pero estaba habituado a que la gente se quedara mirándolo cada vez que decía algo como aquello. Después de su secuestro, era común despertarse con la sensación de vivir algo ya vivido, o escuchar una melodía por primera vez y tararearla de principio a fin.

Eran sensaciones que lo sorprendían de improviso; cualquier cosa podía despertar aquellas sensaciones: un perfume, una canción, una imagen. Pero nunca conseguía nada más y cuando se esforzaba por recordar, lo único que obtenía era un terrible dolor de cabeza.

—Entiendo —respondió Harry. Pero Louis sabía que, en realidad, no era así.

Louis se enjugó las lágrimas con la mano y volvió a clavar sus ojos zafiros en Harry. Aquel hombre esperaba una respuesta de su parte y aunque estaba seguro de que se arrepentiría toda la vida por lo que estaba a punto de hacer, no dudó cuando le dijo que aceptaba ayudarlo. Una amplia sonrisa iluminó el rostro anguloso de Harry Styles.

—Sabía que tarde o temprano me dirías que sí.

—¿Es confianza en si mismo o pura arrogancia? —Preguntó Louis mientras se ponía de pie.

—Soy la clase de persona que, cuando se empeña en conseguir algo, hace lo imposible por lograr sus objetivos.

—Lo tendré en cuenta, detective.

—Por favor, llámame Harry; después de todo, de ahora en adelante, vamos a pasar mucho tiempo juntos.

Louis esbozó una pequeña sonrisa. Las palabras del detective quedaron rondando en su mente mientras lo acompañaba hasta la puerta. «Pasar mucho tiempo juntos.» No sabía exactamente a lo que se refería, pero esperaba que Harry no lo presionara demasiado. Se conocía perfectamente a si mismo y sabía que no podía desenvolverse bien bajo la presión de los demás. Antes de marcharse, Harry se volvió y lo observó.

—Buscaré al mejor especialista en hipnosis del país si es necesario —le aseguró Harry.

Por un instante, Louis tuvo miedo de su convicción, sobre todo, porque la de él distaba mucho de la de Harry.

—¿Puedo pedirte algo Harry?. - Pregunto Louis y Harry lo miro a los ojos.

—Lo que sea.

—No corras; necesito tiempo para habituarme a la idea.- Murmuro Louis.

Harry lanzó un suspiro. —Tiempo, lamentablemente, es lo que no tenemos, Louis.

Louis asintió sin decir nada. Harry extendió la mano para despedirse y cuando sus manos volvieron a unirse, ninguno de los dos estuvo ajeno a la corriente de calor que los envolvió.

—Seguimos en contacto —dijo Harry sin soltarlo todavía.

—Me has dejado tu tarjeta—respondió Louis y Harry sonrió.

Sus manos se separaron, pero la sensación que ambos habían compartido permaneció en el aire mucho más tiempo.

No percibieron su presencia; tampoco se dieron cuenta de que estaban siendo observados.

______________________________________________________________________________________________________________________________________________________

Louis se despertó tarde a la mañana siguiente, era su día libre y le gustaba quedarse retozando en la cama durante un buen rato. Extrañaba a su compañero de aventuras, y su semblante se nubló al observar que Otelo no estaba durmiendo a sus pies hecho un ovillo, como cada mañana. Habían pasado tres días desde su desaparición y nadie parecía haberlo visto. Él y Liam habían pegado carteles dentro del complejo de viviendas y también en la zona aledaña. Pero nadie había llamado para dar ningún dato, aun con la recompensa de quinientos dólares que ofrecía. No le había mencionado nada a Kevin todavía y agradecía que él continuara fuera de Fresno supervisando la construcción de una escuela en Easton, porque sabía que lamentaría tanto como él la desaparición de Otelo.

Se levantó de la cama y observó que el día había amanecido con un sol espléndido y que, a esa hora de la mañana, ya comenzaba a hacer calor. Abrió las cortinas de par en par y dejó que los rayos de sol inundaran la habitación. Estiró los brazos sobre la cabeza, exhaló e inspiró un par de veces y Harry Styles se apoderó de sus pensamientos. Eso lo pilló por sorpresa. Había insistido y finalmente lo había convencido. Estaba seguro de que con su persuasión, podría conseguir muchas cosas en la vida.

—¿En qué piensas Lou? —Liam entró a la habitación. Cargaba una bandeja con una taza de café, un par de croissant y un enorme vaso de zumo de pomelo.

—¿Todo eso es para mí?. - Pregunto Louis sorprendido.

—Depende.- Murmuro Liam divertido.

—¿De qué? —Louis intentó quitarle la bandeja a su amigo, pero Liam la apartó a un lado.

—De que me digas en qué o en quién estabas pensando cuando he entrado.

—En nadie —soltó enseguida Louis.

—¡Ah! Entonces estabas pensando en alguien y no en alguna cosa. — Dijo Liam entrecerrando los ojos.

Louis intentó arrebatarle la bandeja una vez más, pero fue inútil.—¿Qué diferencia hay?.

—Mucha Louis. —Finalmente le entregó la bandeja y se sentó a su lado en la cama—. Apuesto a que no me va a costar mucho adivinarlo. - Louis se encogió de hombros.

—¿Es el detective Styles, verdad?.- Pregunto Liam mirándolo fijamente a los ojos.

Louis se metió un trozo de croissant en la boca para no responderle.—Tu silencio es bastante elocuente, amigo. - Louis tragó la crujiente masa y lo miró.

—¡No he dicho nada porque no podía hablar! ¡Estaba comiendo!. - Murmuro Louis y Liam sonrió.

—Tú di lo que quieras, pero sé que no me equivoco. —Entrelazó los dedos sobre su regazo—. Ese tipo a venido a verte tan solo un par de veces y ya te ha impactado.- Louis frunció el ceño y sonrió nervioso.

—Estás completamente equivocado Liam . —Miró su reloj—. Son más de las diez, ¿no llegas tarde a la oficina?.

—Si piensas que vas a evadir hablar del tema, te advierto que no lo vas a lograr. —Se puso de pie e hizo un ademán con los brazos—. ¡No me niegues la posibilidad de ilusionarme con la idea de que, por fin, te gusta alguien después de no sé cuánto tiempo!

—Lamentaré decepcionarte, entonces —respondió Louis.

—Será mejor que continuemos con esta charla luego, si no me voy, mi jefe me va a matar.- Comento Liam dirigiéndose hacia la puerta de la habitación. —¡Ah, lo olvidaba! —Liam le gritó desde las escaleras—. ¡Ha llegado un paquete para ti, lo he dejado en la mesita de la sala!

—¡Está bien! —respondió Louis.

Se terminó el desayuno y como la curiosidad era más urgente que su ducha matinal, bajó hasta la sala para buscar el paquete que le habían enviado. Seguramente era algún obsequio que le mandaba su hermano. Desde lo de su secuestro vivía consintiéndolo y debía reconocer que le agradaba sentirse mimado por él. Kevin era su única familia y siempre habían estado muy unidos, en especial después de quedarse solos cuando eran ambos adolescentes.

Bajó corriendo las escaleras y la vio de inmediato. Una enorme caja cuadrada forrada en papel celofán color rojo. Se acercó y buscó alguna tarjeta, pero no la halló. Pensó que la encontraría dentro, rompió el envoltorio y lo arrojó al suelo. Parecía un niño que ansiaba abrir su regalo la mañana de Navidad, hasta sonreía como uno. Pero esa sonrisa se congeló cuando quitó la tapa y descubrió, por fin, lo que se escondía en el interior de la caja.

Sus gritos de espanto retumbaron en el silencio de aquella soleada mañana de verano.

por **ale_babylou** Sáb 16 Nov 2013, 8:44 pm

hola como estas espero que bien,me ha gustado mucho enserio deves seguirla esta tan interesante ya quiero mas larry owwww enserio amo tu one shot lo amo siguelaaa pronto tienes un super fiel lectora me tendras comentando siguelaaaa please porfi te lo ruego de rodillas hace rato no escribo un comentario asi pero ahora lo hago por que escribes hermoso y me ha encantado siguelaaa pronto si no creo poder morir no me dejes morir bueno creo que me voy pero no olvides seguirla bye cuidate

yesterday-larry stylinson

" no es obcesion,es mi forma de amarte es mi forma de enternecerme con tu profunda inocente mirada azul con la forma en que te hago mio todas las noches por la forma de perdonarme tantas veces cuando cometo siempre el mismo error .no merezco tu amor pero soy muy egoísta para dejarte ir con alguien que no sea yo, tu eres mio y nada ni nadie lo cambiara"

delirio de amor-larry-zouis

"el amor que nace repentinamente es el que mas tarda en irse"

por **Susy** Sáb 16 Nov 2013, 11:09 pm

:c ¿por que la dejais en la parte mas interesante? ¡Me ha encantado! es genial c: espero que pronto haya mas larry, ¡Siguela pronto!

por **Maki 1D** Dom 17 Nov 2013, 10:55 am

Hoooooolaaaaaa!!! Nueva lectora hereeeeee! Soy Maca, de Argentina :D no suelo presentarme así, tan formal, pero vos sos tan secsi que me hacés hacerlo (? Adsasfd como sea... DIO'! QUÉ INCREÍBLE ES ESTA NOVELA! Cuando vi que decía "one shot" me confundí un poco porque... Bueno, era muy largo para serlo.. Y después leí que no sabía que habías tocado y entendí todo asdsafd.. Chica, dónde conseguiste esta historia?! Tenés que rendirle todos mis respetos a la autora. Es sumamente geniaaal! Y te agradezco a vos por adaptarla y subirla al foro... Así que... LAS AMO A AMBAS! (Si es que la autora es mujer...) Oh y el final... Nooooooo espero que no sea lo que piensoooo :cccccc Puto que es el secuestrador, PUUUTOOOO! Y el detective Harry se ve (?) muy sexoso y sensual.. (guarda, yo veía la novela.. Wee tenía los altos poderes asdfddgfd) de qué parte sos de Argentina? Porque leí que lo eras.... Ah, y no puse ningún punto aparte porque si lo pongo desde el cel, se me borra todo el mensaje (te lo digo porque me pasó 4 veces -.-) fdsadsa ok... Seguilaaa prontooooo! Me despido, leemda :D bye

por **isoler** Dom 17 Nov 2013, 1:49 pm

Gracias gracias por seguirlaaaa!!! me encanta la novela, no te demores en seguirla porque me voy a enojar, jajajaa! es genial esta novela y te agradezco que la subas acá y sabes que espero con ansias un nuevo capitulo, bsos!

por **bethlasforh0ran** Dom 17 Nov 2013, 3:59 pm

Síguela heyegajegsgahegs me encanta*-*

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