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Impossible (Louis y tu)
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Página 2 de 3. • 1, 2, 3
Re: Impossible (Louis y tu)
Furia nocturna escribió:Dios malvado Boo bear<3 pos me mato, no sé su madre me recuerda a la mía ¿Mamá, eres tú? Aunque mi mamá no sea escritora xd, pero bué es algo igual, Siguela hermosa.
Jajaja Boo Bear <3 Me dio gracia tu comentario, cuando pueda la sigo :)
cipriano.
Re: Impossible (Louis y tu)
OriannaT'Amo escribió:Ooiiiiiooh lo ame Mujer tienes que seguirla pronto.
Me alegra que te guste linda! Gracias por comentar, cuando pueda la sigo :)
cipriano.
Re: Impossible (Louis y tu)
Furia nocturna escribió:yoooooooooooooooooooo o/
En un rato subo :)
cipriano.
Re: Impossible (Louis y tu)
Capítulo 2
Louis pov.
__ se me quedó mirando como si hubiera visto un fantasma. Miré por encima de mi hombro sólo para asegurarme de que esa mirada era para mí y no para alguien más.
Nop, no había nadie ahí. Solamente yo.
―Um, ¿puedo ayudarte? ―preguntó finalmente, sus preciosos ojos azules estaban muy abiertos.
―Necesito harina.
―¿Huh?
__ parecía confundida, y su mano se quedó en el borde de la puerta como si quisiera cerrarla en mi cara.
―HA-RI-NA ―repetí lentamente, pronunciando cada letra―, la necesito.
―¿Por qué la necesitas?
―¿Qué eres, la policía de la harina? ―Suspiré y metí mis manos en los bolsillos.
Lo último que quería era venir aquí y pedirle harina a __ Summers, pero mamá estaba cocinando y me había hecho ir en su lugar. Echaba de menos los días cuando no estaba demasiado distraída que se le olvidaba la mitad de las compras de la lista.
__ cruzó sus brazos sobre su pecho y se apoyó contra el marco de la puerta, mirándome como si fuera un sucio roedor.
―Bueno, si vienes a mi casa y me pides harina, quiero saber lo que harás con ella. ¿Y si dañas la propiedad de alguien?
En serio, ¿pensaba qué iba a dañar la casa de alguien con harina? ¿Cuándo se había vuelto tan arrogante? ¿Había olvidado cuando teníamos nueve años y tiramos huevos al coche del Sr. Krasinky porque dijo que su perro era un peligro?
―Mi mamá la necesita para cocinar. Está haciendo un pastel para la recaudación de fondos de mañana.
__ inclinó su cabeza hacia un lado, su expresión se suavizó.
―¿Oh, qué tipo de pastel está haciendo?
―Un pastel de vaca, ¿qué diablos te importa? ―Mi voz tembló con ira―. ¿Si estás tan interesada por qué diablos no llevas tu culo remilgado hasta allí y se lo preguntas tú misma? ¿O tal vez eres demasiado buena para eso, princesa?
El rostro de __ se puso rojo brillante y puso su boca en una fina línea.
―Espera aquí.
Cerró la puerta y se fue dejándome fuera.
Whoa. No quise atacarla de esa forma, pero las palabras simplemente habían salido disparadas una atrás de otra. Quiero decir, supongo que estaba enfadado con ella por muchas cosas, pero no era como si fuera a sacar mis sentimientos a ella para que pudiéramos ser mejores amigos para toda la vida.
Eso no pasaría nunca.
__ Summers era una animadora snob que pensaba que era mejor que los demás.
Seguro, era muy caliente con su cabello rubio oscuro y largo, esas piernas kilométricas y esa sonrisa que resaltaban los hoyuelos de sus mejillas, pero era demasiado creída. Se reía de las chicas que pensaba que eran tan lindas como ella, e ignoraba completamente a los chicos que no llegaban a sus increíblemente altos estándares. La había visto suficiente en la escuela para saber esto.
No era la misma chica que hacía skateboard y no lloraba cuando se golpeaba la rodilla, o quien jugaba en la tierra conmigo durante horas hasta que su mamá gritaba para que ambos volviéramos dentro y nos bañáramos porque estábamos peor que los cerdos en el barro. Ya no sabía quién infiernos era y, francamente, me importaba un comino.
Tomando una profunda respiración, me di la vuelta y miré a través del césped. La hierba estaba ahora muy alta. Lástima que ya no tuvieran alguien alrededor para que se los cortaran. Mirando más de cerca, me di cuenta de que la pintura se estaba pelando en algunos sitios de la casa. Realmente necesitaban a alguien para mantener esas cosas.
Está bien, ahora me sentía bastante mal por gritarle a __ de esa manera. Obviamente, tenían sus propios problemas y simplemente había ido y actuado como un total estúpido cuando todo lo que hizo fue hacer una pregunta. No era ningún misterio que la madre de __ había dejado a su marido y se había quedado atascada con otro niño al que cuidar. Sólo tienes que ir al pueblo y oirás a las viejas charlatanas hablando de ello. Eso es, si no estuvieran hablando sobre mí y mis amigos.
La puerta principal se abrió con un portazo y __ irrumpió trayendo un recipiente.
―Aquí. ―Lo empujó hacia mí con fuerza―. Dile a tu mamá que lo traiga de vuelta cuando termine.
―Sí, claro ―dije, pasando una mano por mi cabello gelificado.
No se me escapó que había pedido específicamente que mi madre lo trajera. Supongo que le había molestado.
Nos quedamos ahí incómodamente, realmente quería decir algo. Quiero decir, debería disculparme por enfadarme antes, pero simplemente no me atrevía a hacerlo.
Mientras luchaba por encontrar las palabras adecuadas para decir, __ me disparó una mirada fría.
―Bueno, me encantaría quedarme y charlar, porque eres todo un placer, pero tengo cosas que hacer aparte de hablar con adoradores del diablo. Adiós, Louis.
Se dio la vuelta, su cabello dorado ondeando detrás de ella, y volvió al interior. La puerta se cerró de un portazo en mi cara por segunda vez, pero me quedé clavado en el sitio, sin poder creer en mis oídos. Realmente me había reconocido. Me llamó por mi nombre.
Negando con la cabeza, empecé a ir de vuelta a mi casa intentando comprender lo que acababa de suceder. Quiero decir, era estúpido estar asombrado porque dijera mi nombre. Por supuesto que lo sabía, pero diciéndolo significaba que tenía que admitir que todavía existía, sin importar lo mucho que intentaba ignorarme y actuar como si no lo hiciera.
No estaba exactamente seguro de cuándo se había venido abajo nuestra amistad, pero había sido en algún momento después de la muerte de papá. Necesité tiempo y espacio para superarlo, y cuando me di la vuelta ella había seguido adelante y había hecho nuevos amigos. Amigos que eran más guapos, más ricos, y más divertidos. No miserables y deprimidos como yo lo era. Parecía más feliz, así que la dejé ir.
Y luego encontré la música para llenar el vacío que ella había dejado. Siempre había estado a mi alrededor, pero re-entró en mi vida cuando más la necesitaba. Un día, simplemente tome la guitarra de papá y empecé a tocar. Noche y día. Apenas dormía o comía. Simplemente seguí tocando esa guitarra y cantando hasta que toda la tristeza estuvo fuera de mí, hasta que el pensamiento de papá trajo una sonrisa a mi rostro, y __ fue sólo una chica que una vez conocí.
La música se envolvió alrededor de mi mente y mis pensamientos. Se convirtió en una forma para comunicarme, para desestresarme, para vivir y respirar. Para seguir con mi vida y redefinirme. Me hizo fuerte y débil, pero era una parte importante de mí.
Mientras abría mi puerta principal, algo más de lo que dijo __ volvió a mí. ¿Me había llamado adorador del diablo? ¿Tomaba crack la chica? No pude evitar echarme a reír cuando entré a la cocina. Mi mamá se dio la vuelta, limpiando sus manos con un delantal alrededor de su cintura, y me miró con sorpresa.
―¿Louis? ―Me miró como si fuera otra persona―. No te he oído reír así desde…
Su voz se fue apagando. No terminó la frase, pero sabía qué iba a decir. No me había oído reír así desde que murió papá.
Mi madre era de una altura y complexión promedio y, aunque acababa de cumplir cuarenta, todavía se veía como si estuviera en los mediados treinta. La única señal de su envejecimiento eran las arrugas alrededor de sus ojos marrones. Tenía el cabello castaño oscuro el cual había heredado, excepto que prefería el color negro que tenía ahora.
―Oh, um, no es nada ―dije cuando tomó la harina.
―¿En serio? ―preguntó, elevando su ceja―. Porque vi a __ abrir la puerta. ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que hablaron por última vez? ¿Seis, siete años?
Maldita sea. Me había olvidado de que tenía una visión alternativa de la puerta principal de __ desde la ventana de nuestra cocina. Por supuesto había estado observando, esperando que __ y yo nos hablemos otra vez.
―Sí, algo como eso.
―¿Qué dijo ella?
Puso la harina en el mostrador y se volvió hacia mí, sus ojos llenos de curiosidad.
Me encogí de hombros.
―Nada.
―¿Es eso lo que te hizo reír?
Juro que nunca se le pasa nada. Me conocía tan malditamente bien.
―Me llamó adorador del diablo.
Mamá se echó a reír, y no pude evitar sonreír.
―No estoy sorprendida. Te ves como si durmieras en un ataúd. ―Su rostro se volvió serio―. No sabe lo que haces en el garaje, ¿no? Estoy segura de que si se lo enseñaras, cambiaría su opinión sobre ti.
Negué con la cabeza.
―No hay manera de que la lleve al garaje. Probablemente ya piensa que soy raro sin añadir eso.
―No eres raro, Louis ―dijo frunciendo el ceño―. Sólo estás preocupado de que ella vea cómo es el tú real.
Levanté la cabeza y miré al techo, suspirando profundamente. No estaba de humor para ser psicoanalizado por mi madre. Después de mi encuentro con __, todo lo que quería era salir con mis amigos y olvidar que el encuentro con ella hubiera pasado. Me había acostumbrado a pensar que la chica de mi niñez era otra persona, alguien que se había mudado hace años. No la snob creída que vivía al lado y me odiaba.
―¿Está bien si salgo esta noche? ―pregunté, mirándole otra vez.
Ver a mis amigos y emborracharme me distraería de los pensamientos sobre __.
―Cambio de tema muy delicado ―dijo mamá. Se dirigió al mostrador y empezó a verter la harina prestada en un cuenco―. Supongo que puedes ir, pero llega a casa para las once. No más tarde, ¿bien?
―Claro que sí, mamá.
Me dirigí hacia arriba por las escaleras, con la intención de ir a mi habitación, pero encontré que mis pies me llevaban a otra parte. Continué por el pasillo y abrí una puerta a la izquierda. Un olor rancio me dio la bienvenida cuando entré. Esta había sido mi habitación de pequeño, pero después de que mi padre muriera en un accidente de coche, me mudé a una diferente.
Esta habitación me lo había recordado constantemente, hasta que no pude aguantarlo más y tampoco había querido enfrentarme a __. Sólo quise alejarme de su preocupación y los recuerdos de papá, así que me mudé al otro lado del pasillo y lejos de la persona que fui cuando dormía aquí.
Pero, ahora, podía entrar aquí sin deprimirme. Todavía pensaba en papá, pero recordaba lo bueno en su lugar, y equilibraba el dolor.
Caminé al centro de la habitación y miré los alrededores desnudos. Era una habitación de buen tamaño y mucho más grande de la que tenía ahora. Podría ser capaz incluso de poner un conjunto aquí si los posicionaba bien. Mi habitación en este momento apenas me daba espacio suficiente para moverme.
Una luz del exterior llamó mi atención y me acerqué a la ventana. La luz venía de la habitación de __. Estaba sentada en su cama con su espalda contra la ventana.
Demonios, era muy difícil deshacerse de esa chica.
Presioné mi frente contra el cristal y le observé durante un rato. Estando ahí en mi antigua habitación, era muy fácil recordar cuando éramos más jóvenes y nos hacíamos muecas el uno al otro para divertirnos. Nunca volveré a tener eso con ella.
Negando con la cabeza, me di la vuelta y me dirigí a mi habitación. Había tenido suficiente de __ Summer para que me durara toda una vida.
Nop, no había nadie ahí. Solamente yo.
―Um, ¿puedo ayudarte? ―preguntó finalmente, sus preciosos ojos azules estaban muy abiertos.
―Necesito harina.
―¿Huh?
__ parecía confundida, y su mano se quedó en el borde de la puerta como si quisiera cerrarla en mi cara.
―HA-RI-NA ―repetí lentamente, pronunciando cada letra―, la necesito.
―¿Por qué la necesitas?
―¿Qué eres, la policía de la harina? ―Suspiré y metí mis manos en los bolsillos.
Lo último que quería era venir aquí y pedirle harina a __ Summers, pero mamá estaba cocinando y me había hecho ir en su lugar. Echaba de menos los días cuando no estaba demasiado distraída que se le olvidaba la mitad de las compras de la lista.
__ cruzó sus brazos sobre su pecho y se apoyó contra el marco de la puerta, mirándome como si fuera un sucio roedor.
―Bueno, si vienes a mi casa y me pides harina, quiero saber lo que harás con ella. ¿Y si dañas la propiedad de alguien?
En serio, ¿pensaba qué iba a dañar la casa de alguien con harina? ¿Cuándo se había vuelto tan arrogante? ¿Había olvidado cuando teníamos nueve años y tiramos huevos al coche del Sr. Krasinky porque dijo que su perro era un peligro?
―Mi mamá la necesita para cocinar. Está haciendo un pastel para la recaudación de fondos de mañana.
__ inclinó su cabeza hacia un lado, su expresión se suavizó.
―¿Oh, qué tipo de pastel está haciendo?
―Un pastel de vaca, ¿qué diablos te importa? ―Mi voz tembló con ira―. ¿Si estás tan interesada por qué diablos no llevas tu culo remilgado hasta allí y se lo preguntas tú misma? ¿O tal vez eres demasiado buena para eso, princesa?
El rostro de __ se puso rojo brillante y puso su boca en una fina línea.
―Espera aquí.
Cerró la puerta y se fue dejándome fuera.
Whoa. No quise atacarla de esa forma, pero las palabras simplemente habían salido disparadas una atrás de otra. Quiero decir, supongo que estaba enfadado con ella por muchas cosas, pero no era como si fuera a sacar mis sentimientos a ella para que pudiéramos ser mejores amigos para toda la vida.
Eso no pasaría nunca.
__ Summers era una animadora snob que pensaba que era mejor que los demás.
Seguro, era muy caliente con su cabello rubio oscuro y largo, esas piernas kilométricas y esa sonrisa que resaltaban los hoyuelos de sus mejillas, pero era demasiado creída. Se reía de las chicas que pensaba que eran tan lindas como ella, e ignoraba completamente a los chicos que no llegaban a sus increíblemente altos estándares. La había visto suficiente en la escuela para saber esto.
No era la misma chica que hacía skateboard y no lloraba cuando se golpeaba la rodilla, o quien jugaba en la tierra conmigo durante horas hasta que su mamá gritaba para que ambos volviéramos dentro y nos bañáramos porque estábamos peor que los cerdos en el barro. Ya no sabía quién infiernos era y, francamente, me importaba un comino.
Tomando una profunda respiración, me di la vuelta y miré a través del césped. La hierba estaba ahora muy alta. Lástima que ya no tuvieran alguien alrededor para que se los cortaran. Mirando más de cerca, me di cuenta de que la pintura se estaba pelando en algunos sitios de la casa. Realmente necesitaban a alguien para mantener esas cosas.
Está bien, ahora me sentía bastante mal por gritarle a __ de esa manera. Obviamente, tenían sus propios problemas y simplemente había ido y actuado como un total estúpido cuando todo lo que hizo fue hacer una pregunta. No era ningún misterio que la madre de __ había dejado a su marido y se había quedado atascada con otro niño al que cuidar. Sólo tienes que ir al pueblo y oirás a las viejas charlatanas hablando de ello. Eso es, si no estuvieran hablando sobre mí y mis amigos.
La puerta principal se abrió con un portazo y __ irrumpió trayendo un recipiente.
―Aquí. ―Lo empujó hacia mí con fuerza―. Dile a tu mamá que lo traiga de vuelta cuando termine.
―Sí, claro ―dije, pasando una mano por mi cabello gelificado.
No se me escapó que había pedido específicamente que mi madre lo trajera. Supongo que le había molestado.
Nos quedamos ahí incómodamente, realmente quería decir algo. Quiero decir, debería disculparme por enfadarme antes, pero simplemente no me atrevía a hacerlo.
Mientras luchaba por encontrar las palabras adecuadas para decir, __ me disparó una mirada fría.
―Bueno, me encantaría quedarme y charlar, porque eres todo un placer, pero tengo cosas que hacer aparte de hablar con adoradores del diablo. Adiós, Louis.
Se dio la vuelta, su cabello dorado ondeando detrás de ella, y volvió al interior. La puerta se cerró de un portazo en mi cara por segunda vez, pero me quedé clavado en el sitio, sin poder creer en mis oídos. Realmente me había reconocido. Me llamó por mi nombre.
Negando con la cabeza, empecé a ir de vuelta a mi casa intentando comprender lo que acababa de suceder. Quiero decir, era estúpido estar asombrado porque dijera mi nombre. Por supuesto que lo sabía, pero diciéndolo significaba que tenía que admitir que todavía existía, sin importar lo mucho que intentaba ignorarme y actuar como si no lo hiciera.
No estaba exactamente seguro de cuándo se había venido abajo nuestra amistad, pero había sido en algún momento después de la muerte de papá. Necesité tiempo y espacio para superarlo, y cuando me di la vuelta ella había seguido adelante y había hecho nuevos amigos. Amigos que eran más guapos, más ricos, y más divertidos. No miserables y deprimidos como yo lo era. Parecía más feliz, así que la dejé ir.
Y luego encontré la música para llenar el vacío que ella había dejado. Siempre había estado a mi alrededor, pero re-entró en mi vida cuando más la necesitaba. Un día, simplemente tome la guitarra de papá y empecé a tocar. Noche y día. Apenas dormía o comía. Simplemente seguí tocando esa guitarra y cantando hasta que toda la tristeza estuvo fuera de mí, hasta que el pensamiento de papá trajo una sonrisa a mi rostro, y __ fue sólo una chica que una vez conocí.
La música se envolvió alrededor de mi mente y mis pensamientos. Se convirtió en una forma para comunicarme, para desestresarme, para vivir y respirar. Para seguir con mi vida y redefinirme. Me hizo fuerte y débil, pero era una parte importante de mí.
Mientras abría mi puerta principal, algo más de lo que dijo __ volvió a mí. ¿Me había llamado adorador del diablo? ¿Tomaba crack la chica? No pude evitar echarme a reír cuando entré a la cocina. Mi mamá se dio la vuelta, limpiando sus manos con un delantal alrededor de su cintura, y me miró con sorpresa.
―¿Louis? ―Me miró como si fuera otra persona―. No te he oído reír así desde…
Su voz se fue apagando. No terminó la frase, pero sabía qué iba a decir. No me había oído reír así desde que murió papá.
Mi madre era de una altura y complexión promedio y, aunque acababa de cumplir cuarenta, todavía se veía como si estuviera en los mediados treinta. La única señal de su envejecimiento eran las arrugas alrededor de sus ojos marrones. Tenía el cabello castaño oscuro el cual había heredado, excepto que prefería el color negro que tenía ahora.
―Oh, um, no es nada ―dije cuando tomó la harina.
―¿En serio? ―preguntó, elevando su ceja―. Porque vi a __ abrir la puerta. ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que hablaron por última vez? ¿Seis, siete años?
Maldita sea. Me había olvidado de que tenía una visión alternativa de la puerta principal de __ desde la ventana de nuestra cocina. Por supuesto había estado observando, esperando que __ y yo nos hablemos otra vez.
―Sí, algo como eso.
―¿Qué dijo ella?
Puso la harina en el mostrador y se volvió hacia mí, sus ojos llenos de curiosidad.
Me encogí de hombros.
―Nada.
―¿Es eso lo que te hizo reír?
Juro que nunca se le pasa nada. Me conocía tan malditamente bien.
―Me llamó adorador del diablo.
Mamá se echó a reír, y no pude evitar sonreír.
―No estoy sorprendida. Te ves como si durmieras en un ataúd. ―Su rostro se volvió serio―. No sabe lo que haces en el garaje, ¿no? Estoy segura de que si se lo enseñaras, cambiaría su opinión sobre ti.
Negué con la cabeza.
―No hay manera de que la lleve al garaje. Probablemente ya piensa que soy raro sin añadir eso.
―No eres raro, Louis ―dijo frunciendo el ceño―. Sólo estás preocupado de que ella vea cómo es el tú real.
Levanté la cabeza y miré al techo, suspirando profundamente. No estaba de humor para ser psicoanalizado por mi madre. Después de mi encuentro con __, todo lo que quería era salir con mis amigos y olvidar que el encuentro con ella hubiera pasado. Me había acostumbrado a pensar que la chica de mi niñez era otra persona, alguien que se había mudado hace años. No la snob creída que vivía al lado y me odiaba.
―¿Está bien si salgo esta noche? ―pregunté, mirándole otra vez.
Ver a mis amigos y emborracharme me distraería de los pensamientos sobre __.
―Cambio de tema muy delicado ―dijo mamá. Se dirigió al mostrador y empezó a verter la harina prestada en un cuenco―. Supongo que puedes ir, pero llega a casa para las once. No más tarde, ¿bien?
―Claro que sí, mamá.
Me dirigí hacia arriba por las escaleras, con la intención de ir a mi habitación, pero encontré que mis pies me llevaban a otra parte. Continué por el pasillo y abrí una puerta a la izquierda. Un olor rancio me dio la bienvenida cuando entré. Esta había sido mi habitación de pequeño, pero después de que mi padre muriera en un accidente de coche, me mudé a una diferente.
Esta habitación me lo había recordado constantemente, hasta que no pude aguantarlo más y tampoco había querido enfrentarme a __. Sólo quise alejarme de su preocupación y los recuerdos de papá, así que me mudé al otro lado del pasillo y lejos de la persona que fui cuando dormía aquí.
Pero, ahora, podía entrar aquí sin deprimirme. Todavía pensaba en papá, pero recordaba lo bueno en su lugar, y equilibraba el dolor.
Caminé al centro de la habitación y miré los alrededores desnudos. Era una habitación de buen tamaño y mucho más grande de la que tenía ahora. Podría ser capaz incluso de poner un conjunto aquí si los posicionaba bien. Mi habitación en este momento apenas me daba espacio suficiente para moverme.
Una luz del exterior llamó mi atención y me acerqué a la ventana. La luz venía de la habitación de __. Estaba sentada en su cama con su espalda contra la ventana.
Demonios, era muy difícil deshacerse de esa chica.
Presioné mi frente contra el cristal y le observé durante un rato. Estando ahí en mi antigua habitación, era muy fácil recordar cuando éramos más jóvenes y nos hacíamos muecas el uno al otro para divertirnos. Nunca volveré a tener eso con ella.
Negando con la cabeza, me di la vuelta y me dirigí a mi habitación. Había tenido suficiente de __ Summer para que me durara toda una vida.
cipriano.
Re: Impossible (Louis y tu)
Wooow lo ame. La manera en la que se trataron el uno al otro y eso que le dijo ____. No entiendo por que Louis se río cuando ella le dijo adorador del Diablo. Siguela.
OriannaT'Amo
Re: Impossible (Louis y tu)
JAJAJAJAJAJAJAJA ADORADOR DEL DIABLO
___ Es una pilla xd la odio en secreto. Siguela.
___ Es una pilla xd la odio en secreto. Siguela.
Invitado
Invitado
Re: Impossible (Louis y tu)
OriannaT'Amo escribió:Wooow lo ame. La manera en la que se trataron el uno al otro y eso que le dijo ____. No entiendo por que Louis se río cuando ella le dijo adorador del Diablo. Siguela.
Ya se va a entender! Jajaja tal vez mas tarde la sigo :)
cipriano.
Re: Impossible (Louis y tu)
Furia nocturna escribió:JAJAJAJAJAJAJAJA ADORADOR DEL DIABLO
___ Es una pilla xd la odio en secreto. Siguela.
Jajajaja odiemosla! Tal vez mas tarde la sigo :)
cipriano.
Re: Impossible (Louis y tu)
Capítulo 3
__'s pov.
El sábado por la mañana, tan pronto como mamá y Blaze se habían ido a la recaudación de fondos de la escuela, me dejé caer en el sofá y llamé a Kance.
―¿Qué pasa? ―preguntó ella, cogiendo su teléfono al segundo timbrazo.
―No mucho ―le dije, acomodándome―. Mi mamá y hermano están en la recaudación de fondos y estoy por estudiar para mi examen de matemáticas. ¿Qué hay de ti?
―Toda mi estúpida familia está en esa recaudación de fondos también. ¿No es gracioso cómo básicamente ninguno de los seniors van?
―¿Crees que Oliver estará allí? ―Bajé la voz y me mordí el labio.
Oliver Carson era el mariscal de campo del equipo de fútbol americano con quien tenía un enorme capricho. Por el momento era soltero, pero pensaba cambiar eso muy pronto. Desde que me había convertido en capitana del equipo de porristas durante el verano, me había decidido a invitarlo a salir. Todo el mundo esperaba que la capitana de las porristas y el mariscal de campo se unan. Era como una tradición.
―Lo dudo. Tiene una reputación que mantener. Cualquier persona decente no sería atrapado muerto en esa cosa.
Pensé en todos los raros de la banda y marginados sociales que estarían en la recaudación de fondos, y me reí. La única razón por la que aquellos estudiantes pasan su fin de semana en la escuela es porque no tienen vida. Era triste y patético.
―Lo haré ―declaré―. Lo voy a invitar a salir después del rally de pep. Será mi novio el martes.
―Si dice que “sí”.
―Por supuesto que va a decir “sí”. ¿Con quién más saldría? Todo el mundo sabe que el mariscal de campo y la capitana de animadoras están destinados a estar juntos.
―Si tú lo dices. ―Hubo una pausa en el otro extremo de la línea y Kance rió―. Me tengo que ir ahora. Voy a practicar un poco de volteretas.
―Sí, mejor me voy a estudiar para ese examen de matemáticas.
―Que te diviertas, nerd.
Después de colgar el teléfono, me moví a través de mi libro de texto de matemáticas y comencé algunos problemas de álgebra. Matemáticas no era mi tema más débil, pero todos esos complicados algoritmos me estaban dando dolor de cabeza.
Me recosté en el sofá y me distraje pensando en Oliver Carson. No era el chico más popular de la escuela, un par de los otros atletas le ganaban, pero era sin duda el más apuesto. Tenía el cabello corto, rubio oscuro y ojos azules que parecían atravesarte el alma.
Estar en el equipo de fútbol había hecho maravillas para su cuerpo, era alto, de hombros anchos y con buena musculatura. Dudaba de que hubiera una sola chica en la escuela que no estuviera encaprichada con él, pero era mío. Había estado imaginando este momento desde hace años, y éste era mi año. Este era el año en que me convertiría en la chica más popular de la escuela. Nadie se atrevería a hablar una mierda acerca de mí.
Amaba a mi madre, pero, en nuestra pequeña ciudad, quedarse embarazada a los dieciocho y fracasar en un matrimonio, está destacado en la lista de las principales fallas. Cuando caminaba por la calle, veía la forma en que la gente me miraba, como si fuera una especie de enfermedad. No quería eso. Quería que me vieran por mí.
Si empezaba a salir con Oliver finalmente sería asociada con algo bueno. La gente aún hablaría de mí, pero sería porque querían ser yo, no porque estaban juzgando mi vida y los errores de mi madre. No podría vivir más en la sombra de sus fracasos. Tenía que hacer mi propio camino en el mundo.
Mis ojos revolotearon de nuevo a mi libro de texto y suspiré. Si quería una buena reputación, entonces dependía de mí hacer esa reputación. Y empezaba con tener buenas calificaciones.
Al pasar mi lápiz por encima de la X, traté de calcular su valor en relación a Y. Mi estado de ánimo se iluminó cuando lo descubrí, y llené rápidamente los espacios antes de pasar al siguiente problema. Hice esto durante unos 15 minutos antes de que un sonido fuerte, seguido por un estruendo me interrumpiera.
Salté de mi asiento, miré alrededor, sorprendida. ¿De dónde diablos vino ese ruido? Cuando el estruendo se puso en marcha otra vez, y fue acompañado por una guitarra, la ira me inundó. El disturbio venía de la casa de Louis, en realidad, de su garaje. Sus perdedores amigos estaban otra vez matando la música. No había manera de que pudiera estudiar para mi examen con el ruido que había al lado. En serio, ¿cómo se atreve a hacer tanto ruido en primer lugar? ¿Pensaba que el mundo giraba en torno a él y su estúpida banda de garaje? Cada vez que había querido ir allí y quejarme, mamá me decía que no hiciera gran cosa de eso y fuera razonable, que si la mamá de Louis no se oponía, entonces, ¿quiénes éramos nosotras para decir algo? Entonces los ojos de mamá se ponían vidriosos y soltaba algo acerca de los artistas y la creatividad y que mi mente analítica no lo entendería. En serio, ¿cuándo mi mamá se había convertido en un hippie?
Afortunadamente, ella no estaba aquí y tampoco la mamá de Louis. Esta era la oportunidad perfecta para ir allí y darle un pedazo de mi mente. Me puse mis flip-flops, y pensé en diversos escenarios de lo que iba a decir a Louis y cómo reaccionaría. Existía la posibilidad de que Louis se disculpara y rogara por mi perdón. Sí, claro. Eso nunca sucedería. Lo más probable es que él y sus amigos se rieran en mi cara y me echaran. Esto parecía más realista.
Cuando salí, la brisa fresca de otoño peinaba mi cabello, y envolví mis brazos alrededor de mi cuerpo. El tiempo no era demasiado malo en este momento, pero se volvió impredecible mientras el otoño avanzaba. Los días todavía tenían su calidez, pero pronto los árboles perderían su coloración y luego el frío comenzaría a establecerse.
Marché a través de nuestro césped y en la propiedad de los Tomlinson, deteniéndome brevemente para admirar su casa de ladrillos rojos. A pesar que el papá de Louis se había ido, se las habían arreglado para mantener su casa en buenas condiciones.
Sin embargo, no siempre había sido así. El Sr. Tomlinson había mantenido siempre la casa, pero a raíz de su muerte, la casa se había vuelto irreconocible. El jardín se había convertido en una atrocidad, el pasto mucho más alto que el nuestro, y parecía que la casa se estaba cayendo a pedazos. Entonces, hace unos tres años, Louis había sacado la cortadora y cortado el césped. Era como si alguien hubiera dado vida nuevamente a la casa de los Tomlinson. Desde entonces, él había arreglado cada pequeño problema que la casa tenía, después de llegar el señor Woodley, que vivía al otro lado de la calle y era el rey de mejoras para el hogar, para mostrarle las cuerdas.
Al menos Louis hacía algo que no era cantar como un alma en pena.
El ruido se hizo más fuerte y fui hecha una furia hasta el garaje y llamé a la puerta varias veces. Cuando un minuto pasó, y la música no cesó, me di cuenta de que probablemente no podían oírme. Por suerte, sabía que la señora Tomlinson mantenía la llave de repuesto, o al menos donde siempre la había mantenido.
Eso fue hace siete años.
Caminé a la izquierda, dentro del porche de los Tomlinson. Había numerosas macetas de plantas colgando desde el techo y colocadas pulcramente en el suelo. Me moví hacia la alta planta de cactus verde en la esquina y clavé mis dedos en lo sucio, sintiendo alrededor por las llaves. No tuve que buscar mucho tiempo antes del familiar tintineo de metal encontrado con mis dedos.
Sonriendo, las saqué e impacientemente me dirigí hacia la puerta de enfrente para desbloquearla. Esos chicos estaban cerca de conseguir la sorpresa de sus vidas.
Había pisoteado mis nervios por última vez.
Cuando la puerta se desbloqueó, metí la llave en el bolsillo trasero de mis pantalones cortos de mezclilla y sin hacer ruido cerré la puerta detrás de mí. No lo pude evitar pero me sentí un poco culpable por abusar de un privilegio que me fue dado por la señora Tomlinson hace tantos años.
Técnicamente, esto era allanamiento de morada. Pero situaciones drásticas ameritan acciones drásticas. Además, la señora Tomlinson nunca sabría nada al menos que Louis le dijera, y dudaba que lo hiciera.
La casa no había cambiado mucho en los años. Era casi exactamente como la recordaba de la niñez. La puerta que conducía al garaje estaba conectada a la lavandería la cual era una puerta localizada a la derecha de la cocina. Noté que tenían un nuevo refrigerador y me detuve para mirar las fotos que estaban pegadas con magnetos en él.
Había muchas fotos familiares desde cuando Louis había sido más joven hasta unos más recientes, representando su transformación en el Príncipe de la Oscuridad.
Cuando estaba a punto de girar lejos, mis ojos cayeron en una foto de mí con Louis y su papá. El recuerdo de ese día era tan claro en mi mente que podría haber pasado ayer. Era del verano en que cumplí cinco y el papá de Louis nos llevó a Willow Creek para enseñarnos cómo pescar. En lugar de atrapar algún pez, caí en el agua y casi me ahogué. El papá de Louis había saltado dentro y salvado.
El señor Tomlinson había sido como un padre para mí, la única cosa cercana a un padre que conocí. Había quitado las ruedas de entrenamiento de mi bicicleta, me enseñócómo patear una pelota de fútbol, y me llevó a los juegos locales de fútbol de Penthill contra Statlen. Cuando murió, fue como si hubiera perdido a mi propio padre, perdí una parte de mí.
Secando la lágrima que había escapado de mi ojo, removí la foto y la metí en mi bolsillo lateral. Ojalá la señora Tomlinson o Louis nunca notaran la foto perdida.
Cuando estaba un poco más compuesta, caminé de puntitas, no es que nadie podría oírme sobre todo ese ruido, dentro de la lavandería y abrí la puerta contigua al garaje.
La música era tan fuerte que podía, de hecho, sentir mis tímpanos vibrando. Quería cubrir mis oídos, pero decidí que luciría más imponente con mis manos en mis caderas. Louis estaba tocando su guitarra y cantando en un micrófono. Había otros dos chicos que reconocí de la escuela cuyos nombres no podía recordar. El que estaba tocando el bajo era alto con rostro delgado y tenía cabello negro y puntiagudo con rayas azules. El otro chico, quien estaba golpeando un conjunto de tambores, era más bajo, corpulento y tenía un montón de piercings en sus orejas.
Su cabello no era de un color artificial como el de Louis y el otro guitarrista, era un matiz de rubio sucio. Alguien más estaba en la habitación también. Una chica con un atroz sentido de la moda estaba sentada en una silla con su espalda hacia mí, mirando a los chicos actuar. Hoy estaba vestida en un feo chaleco púrpura y un largo vestido gris, que la había visto usando hace unos días. Asqueroso. Tenía largo y brillante cabello rojo que colgaba en un nudo desordenado bajo su espalda. Lucía como si no lo hubiera lavado en semanas. No necesitaba darse la vuelta hacia mí para saber quién era. Su nombre era Stacey Parker y siempre estaba pasando el rato con Louis. No estaban exactamente saliendo, pero sospechaba que estaban durmiendo juntos.
Al principio nadie notó mi entrada. La música estaba demasiado fuerte, y los ojos de Louis estaban cerrados mientras se inclinaba hacia el micrófono y cantó unas pocas palabras que me las arreglé para entender.
Profundo en mis ojos
¿Puedes ver la luz?
Y lucho por ti
Pero se vuelve tan difícil
Y no quiero estar llamando a tu puerta
No quiero ver
Que no me quieres más
Pues haces esto real
Esto es lo que siento
Di la verdad
Tú y yo
Nunca va a funcionar.
Los ojos de Louis revolotearon abiertos y vaciló cuando me vio. Una arruga se formó entre sus cejas, no lucía feliz de verme.
―¿Qué diablos estás haciendo aquí? ―Su voz estaba amplificada por el micrófono y los otros dos chicos dejaron de tocar sus instrumentos y miraron alrededor, sobresaltados por el sonido de su voz. Stacey giró alrededor de su asiento y, viéndome, me disparó una fiera mirada.
―Puedo preguntarte lo mismo ―dije, mirándolo.
No estaba cerca de ser intimidada por un montón de perdedores, y mayormente no por Louis Tomlinson.
―Quizás la Barbie Malibú se perdió en su camino a la playa ―intervino Stacey, haciendo a los otros dos chicos reír.
Sentí mi cara calentarse con humillación y, por un segundo, perdí mi calma. Louis miró sobre su hombro y disparó a los chicos una mirada la cual los hizo callarse. Suavemente colocó abajo su guitarra y caminó hacia mí, su cara era una mezcla de emociones ilegible.
―Todavía no has respondido mi pregunta. ¿Qué estás haciendo aquí en mi casa, __? ¿Y cómo diablos entraste?
―Aprende a contar. Esas son dos preguntas. ―Metí mi mano en mi bolsillo y saqué la llave―. Usé la llave extra, genio.
cipriano.
Re: Impossible (Louis y tu)
¡OMFG! __ ES UNA ALLANADORA DE CASAS... Y dice que Louis es malo
Enserio no la comprendo xd, ¡LA CANCIÓN DE LOUIS! Es un genio
Espero saber de estos amantes destinados al fracaso más adelante (?)
Invitado
Invitado
Re: Impossible (Louis y tu)
Hola soy nueva lectora
Me llamo : Samanta
Pero me puedes decir : Sam
soy de Argentina
Ame los capitulos
Siguela
Besos!!
Me llamo : Samanta
Pero me puedes decir : Sam
soy de Argentina
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samantamedina91
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