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Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Special A!
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Re: Special A!
Lore. 1) Releí la primera parte bc no entendía por qué el odio de nuestros pb's, luego leí nuevamente las relaciones y capte (?). 2) Ame por completo el capitulo. No sé, siempre me ha gustado demasiado la forma en que escribes. Todo de alguna forma me parece tan pulcro y bien redactado. JAJAJAJAJAJ, me imagino la cara de indignación de Spencer cuando Skyler lo golpeó, es épico wn. ¡Ah! ¡Pero tan bien que había empezado! Lo amé.
Espero con ansias a Lucy.
Espero con ansias a Lucy.
Sophia.
Re: Special A!
Debo leer mucho pero tengo calor y no me puedo concentrar:c así que más tarde leo los capítulos<3.
Invitado
Invitado
Re: Special A!
Capítulo V
Hayley Dawson.
Lo más probable era que nunca hubiese sentido nunca tanta comodidad en el viejo y empolvado sillón en el que me encontraba. El clima era cálido, con la brisa fresca y suave penetrante en el orificio de la ventana. Mi taza de café permanecía tibia, produciendo un humo abrasador que llegaba hasta mis fosas nasales.
Todo parecía tranquilo, en armonía con el universo.
Sólo me faltaban cuatrocientas veintidós páginas para acabar el libro. Y a ese paso, terminaría bastante rápido.
—Hey Dawson. Te esperan en el comedor—Con un notorio tono de indiferencia me hablaba Arizona, arqueando una ceja de impaciencia hacia mi libro, ella no era gran fan de Harry Potter.
—Bien. Lamento que te hayan hecho subir.—Dije yo, tomando la última gota de mi café.
Bajé los escalones en forma de caracol que dirigían a una sala de estar que parecía de penthouse. Con
asientos lujosos y bien cuidados, dos grandes mesas, una cocina amplia y limpia, además de bastantes artículos de alta tecnología. Muy diferente a mi habitación.
Lo único malo de aquella sala, eran esas personas que desearía fuesen atropelladas por un autobús.
Me acerqué a Niall, sentándome junto a él.
—¿Qué cuentas rubia?—Preguntó su dulce voz, pero en aquel momento, sonaba a que estaba comiendo un waffle (y sí, eso hacía.)
—Estaba leyendo...
—Harry Potter y las Reliquias de La muerte. Lo sé.
—¿De verdad soy tan predecible?
—En exceso.
Niall sabía lo mucho que amaba leer, y todas las personas alrededor nuestro también.
El ambiente en el que estaba no me producía ningún placer, partiendo del hecho de que no había un silencio agradable, sino más bien incómodo. Todos estábamos tan ocupados propinando miradas de soslayo a los demás, que la tensión abundaba en el ambiente.
Dejando de lado mis pensamientos, decidí que era buena hora para entrenar un poco. Nuevamente, el día continuaba siendo perfecto.
—Me voy a practicar. Nos vemos después Horan.
—Ni lo sueñes. Apenas si te haz despegado de ese libro tuyo y no haz comido nada.—Reprochó él.
—Da igual. Necesito algo con qué distraerme.—Mis labios se posaron en la mejilla del rubio, quien me sonrío al instante.
—Diviértete.—Susurró.
Por lo general, Niall era muy protector conmigo, como si quisiese evitar que me encerrara en mis cosas tales como el tiro con arco o mis propios libros. Sin embargo, sus métodos no eran muy efectivos.
Noté un par de ojos avellanados que me miraban con cautela. Y reflejaban a su vez rabia. Claro, sólo podía ser una persona: Liam Payne.
Nunca me he caracterizado por hacer amigos, de hecho asumo que es una de las cosas para las cuales no fui dotada . Aunque, cuando estoy con Liam, este defecto sale a la luz de manera inevitable. No podemos estar en la misma habitación solos, y eso a todos les ha quedado lo suficientemente claro.
Tomé mi equipo del lugar donde siempre lo guardaba, en un rincón escondido en el armario principal.
Al parecer, a los vigilantes no les preocupaba tener a una chica capaz de cortarles el cuello con una flecha. Ni tampoco a un chico que pudiera hacer lo mismo. Si había algo en el mundo en lo que Liam Payne y yo fuésemos expertos, era justo el tiro con arco. De todos los deportes existentes, tenía que tener mi misma habilidad. No me cabía duda de que era ya exasperante tenerlo como enemigo, para que nuestra obsesiva competitividad fuese otra razón más para odiarlo.
De todas formas, ya había cerrado la puerta antes de saber si él venía detrás mío. Y, mi pregunta fue confirmada al observar su cuerpo avanzando a grandes zancadas hacia mí.
Lo ignoré por completo, siguiendo mi camino hasta las canchas diseñadas para nosotros, los superdotados de Special A, —al igual que todo lo demás—.
Llegué tan pronto como pude, con el ceño fruncido gracias a la indeseable compañía que iba a recibir.
La distancia más corta entre yo y el blanco era de cien metros de distancia. Aunque, no era lo máximo.
Recogí mi cabello en un moño mal hecho. Con mi arco tensado y mi flecha puntiaguda, concentré mi visión en el pequeño punto rojo que se divisaba lejos. Lista para lanzar, sentí como una voz ronca y suave me dijo al oído:
—¿Ocupada, preciosa?
Me sobresalté asustada, y mi flecha aterrizó en la fuente situada en el centro, espantando a una bandada de pájaros.
—¿Qué crees que estás haciendo?— Le grité al chico que estaba ubicado justo detrás mío.
—No te alteres Dawson, al igual que tú, he querido venir a trabajar.
—¿Y se te ha ocurrido justo cuando yo he decidido hacerlo, Payne?
—Supongo que es una mera coincidencia.
Es obvio, siempre intenta buscar cualquier mínima oportunidad para pelear conmigo.
—Largo. No quiero verte—Le grité frustrada.
—¿Qué te hace pensar que me iré?—Habló él.
Dejé escapar un bufido. Al parecer, nada lo haría cambiar de opinión. Proseguí con mi entrenamiento. La primera flecha aterrizó en el borde
de la diana. De repente, antes que pudiera mover un músculo, algo pasó rozando mi arco, y se detuvo justo una línea más abajo de mi objetivo.
Era Liam. Yo lanzaba, el lanzaba. Volteé la cabeza para verlo; Un poco alejado, estaba con el arco posicionado, y me miraba con diversión.
La rabia que me invadía en ese momento era inexplicable, pero gracias a mi carácter, lo controlé.
La segunda estuvo mucho más cerca, a tres líneas del blanco. Al instante, otra se encontraba al lado de la que lancé.
Así continuamos por varios minutos. Compitiendo entre los dos para echárselo en la cara al otro. Tuve la brillante idea de insertar varias volteretas y maromas, que en poco tiempo, mi "compañero" también hizo.
—¿Ya vas a dejarme en paz?— Pregunté irritada.
—Estás celosa porque sabes que soy mejor que tú.
—Yo no estaría celosa de ti jamás.—Me defendí.
—Entonces, no te molestaría una pequeña competencia, ¿O sí?
—Lugar y fecha. Te veré allí.
—Bien. A las tres, el viernes.
—Bien.—Añadí, y fui a buscar mi carcaj. Para mi desgracia, él tenía en su mano, mi arco.
—Dame eso, ahora.- Exigí.
—Ven por él, rubia.—Dicha ésta última frase, salió corriendo hacia el edificio. Por supuesto, yo fui tras él.
Cuando estuve a unos pocos metros de la puerta, me di cuenta de que estaba cerrada. El muy desgraciado me dejó afuera.
La noticia de nuestro casual encuentro corrió a la velocidad de la luz entre mis compañeros. Cada vez, que veían que me les acercaba y estábamos ya sea en la salida o en la entrada, me cerraban las puertas a modo de burla. Incluso Niall se divirtió con eso.
—No es gracioso—Le dije fulminándolo con la mirada.
—Si que lo es—Continuó él.
Era suficiente con todos los de special A molestándome. Y aún así, mis amigos figuraban entre esas personas.
Entré a la clase de álgebra lineal, donde Liam platicaba animadamente con sus amigos. Quizá estuviese contándoles sobre nuestro encuentro.
Vi que se acercaba a mi, y la furia se apoderó de mi cuerpo.
—¿Qué tal la práctica preciosa?— Me dijo en tono burlón.—¿Disfrutaste el tiempo afuera?
—Ahora que lo dices, sí.—Respondí indiferente.—Por cierto, olvidaste una flecha en el campo— Se la entregué y pasé por su lado brindándole un empujón de paso.
Sus amigos lo miraron incrédulos: Liam Payne no era un tipo al que se le resistían las chicas. Y al parecer, yo era la primera.
Todo parecía tranquilo, en armonía con el universo.
Sólo me faltaban cuatrocientas veintidós páginas para acabar el libro. Y a ese paso, terminaría bastante rápido.
—Hey Dawson. Te esperan en el comedor—Con un notorio tono de indiferencia me hablaba Arizona, arqueando una ceja de impaciencia hacia mi libro, ella no era gran fan de Harry Potter.
—Bien. Lamento que te hayan hecho subir.—Dije yo, tomando la última gota de mi café.
Bajé los escalones en forma de caracol que dirigían a una sala de estar que parecía de penthouse. Con
asientos lujosos y bien cuidados, dos grandes mesas, una cocina amplia y limpia, además de bastantes artículos de alta tecnología. Muy diferente a mi habitación.
Lo único malo de aquella sala, eran esas personas que desearía fuesen atropelladas por un autobús.
Me acerqué a Niall, sentándome junto a él.
—¿Qué cuentas rubia?—Preguntó su dulce voz, pero en aquel momento, sonaba a que estaba comiendo un waffle (y sí, eso hacía.)
—Estaba leyendo...
—Harry Potter y las Reliquias de La muerte. Lo sé.
—¿De verdad soy tan predecible?
—En exceso.
Niall sabía lo mucho que amaba leer, y todas las personas alrededor nuestro también.
El ambiente en el que estaba no me producía ningún placer, partiendo del hecho de que no había un silencio agradable, sino más bien incómodo. Todos estábamos tan ocupados propinando miradas de soslayo a los demás, que la tensión abundaba en el ambiente.
Dejando de lado mis pensamientos, decidí que era buena hora para entrenar un poco. Nuevamente, el día continuaba siendo perfecto.
—Me voy a practicar. Nos vemos después Horan.
—Ni lo sueñes. Apenas si te haz despegado de ese libro tuyo y no haz comido nada.—Reprochó él.
—Da igual. Necesito algo con qué distraerme.—Mis labios se posaron en la mejilla del rubio, quien me sonrío al instante.
—Diviértete.—Susurró.
Por lo general, Niall era muy protector conmigo, como si quisiese evitar que me encerrara en mis cosas tales como el tiro con arco o mis propios libros. Sin embargo, sus métodos no eran muy efectivos.
Noté un par de ojos avellanados que me miraban con cautela. Y reflejaban a su vez rabia. Claro, sólo podía ser una persona: Liam Payne.
Nunca me he caracterizado por hacer amigos, de hecho asumo que es una de las cosas para las cuales no fui dotada . Aunque, cuando estoy con Liam, este defecto sale a la luz de manera inevitable. No podemos estar en la misma habitación solos, y eso a todos les ha quedado lo suficientemente claro.
Tomé mi equipo del lugar donde siempre lo guardaba, en un rincón escondido en el armario principal.
Al parecer, a los vigilantes no les preocupaba tener a una chica capaz de cortarles el cuello con una flecha. Ni tampoco a un chico que pudiera hacer lo mismo. Si había algo en el mundo en lo que Liam Payne y yo fuésemos expertos, era justo el tiro con arco. De todos los deportes existentes, tenía que tener mi misma habilidad. No me cabía duda de que era ya exasperante tenerlo como enemigo, para que nuestra obsesiva competitividad fuese otra razón más para odiarlo.
De todas formas, ya había cerrado la puerta antes de saber si él venía detrás mío. Y, mi pregunta fue confirmada al observar su cuerpo avanzando a grandes zancadas hacia mí.
Lo ignoré por completo, siguiendo mi camino hasta las canchas diseñadas para nosotros, los superdotados de Special A, —al igual que todo lo demás—.
Llegué tan pronto como pude, con el ceño fruncido gracias a la indeseable compañía que iba a recibir.
La distancia más corta entre yo y el blanco era de cien metros de distancia. Aunque, no era lo máximo.
Recogí mi cabello en un moño mal hecho. Con mi arco tensado y mi flecha puntiaguda, concentré mi visión en el pequeño punto rojo que se divisaba lejos. Lista para lanzar, sentí como una voz ronca y suave me dijo al oído:
—¿Ocupada, preciosa?
Me sobresalté asustada, y mi flecha aterrizó en la fuente situada en el centro, espantando a una bandada de pájaros.
—¿Qué crees que estás haciendo?— Le grité al chico que estaba ubicado justo detrás mío.
—No te alteres Dawson, al igual que tú, he querido venir a trabajar.
—¿Y se te ha ocurrido justo cuando yo he decidido hacerlo, Payne?
—Supongo que es una mera coincidencia.
Es obvio, siempre intenta buscar cualquier mínima oportunidad para pelear conmigo.
—Largo. No quiero verte—Le grité frustrada.
—¿Qué te hace pensar que me iré?—Habló él.
Dejé escapar un bufido. Al parecer, nada lo haría cambiar de opinión. Proseguí con mi entrenamiento. La primera flecha aterrizó en el borde
de la diana. De repente, antes que pudiera mover un músculo, algo pasó rozando mi arco, y se detuvo justo una línea más abajo de mi objetivo.
Era Liam. Yo lanzaba, el lanzaba. Volteé la cabeza para verlo; Un poco alejado, estaba con el arco posicionado, y me miraba con diversión.
La rabia que me invadía en ese momento era inexplicable, pero gracias a mi carácter, lo controlé.
La segunda estuvo mucho más cerca, a tres líneas del blanco. Al instante, otra se encontraba al lado de la que lancé.
Así continuamos por varios minutos. Compitiendo entre los dos para echárselo en la cara al otro. Tuve la brillante idea de insertar varias volteretas y maromas, que en poco tiempo, mi "compañero" también hizo.
—¿Ya vas a dejarme en paz?— Pregunté irritada.
—Estás celosa porque sabes que soy mejor que tú.
—Yo no estaría celosa de ti jamás.—Me defendí.
—Entonces, no te molestaría una pequeña competencia, ¿O sí?
—Lugar y fecha. Te veré allí.
—Bien. A las tres, el viernes.
—Bien.—Añadí, y fui a buscar mi carcaj. Para mi desgracia, él tenía en su mano, mi arco.
—Dame eso, ahora.- Exigí.
—Ven por él, rubia.—Dicha ésta última frase, salió corriendo hacia el edificio. Por supuesto, yo fui tras él.
Cuando estuve a unos pocos metros de la puerta, me di cuenta de que estaba cerrada. El muy desgraciado me dejó afuera.
La noticia de nuestro casual encuentro corrió a la velocidad de la luz entre mis compañeros. Cada vez, que veían que me les acercaba y estábamos ya sea en la salida o en la entrada, me cerraban las puertas a modo de burla. Incluso Niall se divirtió con eso.
—No es gracioso—Le dije fulminándolo con la mirada.
—Si que lo es—Continuó él.
Era suficiente con todos los de special A molestándome. Y aún así, mis amigos figuraban entre esas personas.
Entré a la clase de álgebra lineal, donde Liam platicaba animadamente con sus amigos. Quizá estuviese contándoles sobre nuestro encuentro.
Vi que se acercaba a mi, y la furia se apoderó de mi cuerpo.
—¿Qué tal la práctica preciosa?— Me dijo en tono burlón.—¿Disfrutaste el tiempo afuera?
—Ahora que lo dices, sí.—Respondí indiferente.—Por cierto, olvidaste una flecha en el campo— Se la entregué y pasé por su lado brindándole un empujón de paso.
Sus amigos lo miraron incrédulos: Liam Payne no era un tipo al que se le resistían las chicas. Y al parecer, yo era la primera.
- Spoiler:
- Aquí está mi capítulo Lamento la tardanza, la escuela me tiene aprisionada :c pero ya no me quedan muchas clases y no me retrasaré tanto. No sé, no me convencí del todo, pero espero les guste. Sigue: Britt
~Lucy~
Re: Special A!
Ay, Lucy. asdfñlkj. Te ha quedado genial. *-* jfkhaskjdfhks. LIAM LE DICE PRECIOSA, O SEA, ¿QUÉ PEDO? ¿POR QUÉ TAN PERFECTO? ASDFÑLKJ. Me emociono toda.(': Si yo fuera Hayley y aunque lo odiara y todo eso, si él me dijera preciosa me pondría más roja que un tomate, wn. dksjhafksd. Tiro con arco. *-* Siempre me ha llamado demasiado la atención, pero no creo tener la mejor puntería del mundo. XD Y la relación de Hayley con Niall. Se me antojó darle un beso en la mejilla así.>:c JAJAJAJAJAJAJA. PERO EN LAS BURLAS DE LOS DEMÁS A HAYLEY, WN. DIOS. ME IMAGINO A HARRY, QUE ES EL MÁS SERIO DE LOS 14, HACIENDO ESO, PLZZZZZZ. JAAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA. Mi bebé.(((': dkjhfjksdhfs. Amé el cap.<3 Escribes genial, Lucy.
Espero a Britt.
Espero a Britt.
Kurt.
Re: Special A!
OMG, ¿Me toca? D:
Llevo como dos capítulos leídos, pero quiero comentarlos todos a la misma vez :enojao: ahora sigo leyendo, lol.
Invitado
Invitado
Re: Special A!
ay, dios mío, me han encantado los capítulos <3
Lore: me encanta Skylar, es re alsdjsadlhslasdhalhd, su personalidad es única. Spencer fue un poco pesado, asi que se tenía un poco merecido ese bofetazo.
Lucy: Hayley y Liam vana competir, dios, va a estar buenísimo eso
Liam es como seductor ahque.
Bueno espero ansiosa el capi de Britt
Lore: me encanta Skylar, es re alsdjsadlhslasdhalhd, su personalidad es única. Spencer fue un poco pesado, asi que se tenía un poco merecido ese bofetazo.
Lucy: Hayley y Liam vana competir, dios, va a estar buenísimo eso
Liam es como seductor ahque.
Bueno espero ansiosa el capi de Britt
khaleesi.
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Re: Special A!
Capítulo VI.
Tsuki Nightblood.
Me apoyé en la esquina de mi pupitre, mirando hacia ningún lado en específico. La rabia había comenzado a desaparecer lentamente, aunque prefería estar en ese estado a como empezaba a sentirme ahora. Según yo, no debía sentir nada, ni si quiera una pizca de dolor, ¿Por qué iba a dejarme llevar por él? No tenía idea. Quizá mi propia inocencia, mi ternura, o mi actitud de niña, hacían verme como una chica a la que todos podían pasar a llevar, o quizá, era otra cosa. Pero no tenía ganas de pensar en otras posibilidades, mi cabeza ya comenzaba a doler fuertemente.
¿En verdad era peor que el? ¿Significaba que no valía la pena esforzarme? ¿No valía la pena luchar contra él? o, quizá… ¿Tenía miedo de que lo superara, y por eso me hacía sentir mal? Fruncí el ceño, y golpeé el lápiz contra la mesa, tratando de parecer que escuchaba lo que decía la profesora. Química no era algo que se me diera muy bien, aunque, de todas formas me iba bien, solo que… no era mi especialidad.
— Hey, Tsuki —habló Zayn, quien estaba sentado al lado mío—. ¿Piensas quedarte allí todo el día?
Sacudí la cabeza y miré alrededor. No había nadie, ¿Ya había tocado para ir a receso? Zayn pasó una mano por frente de mi cara.
— Oh, claro, es solo que… ¡Nada! —sonreí tiernamente, no podía contarle lo que había pasado con Niall.
— ¿Segura? —preguntó, yo seguía sonriendo.
— Ajá —respondí, asintiendo con la cabeza.
Me paré rápidamente, para luego retirarme del aula, no sin antes dejar con una cara bastante dudosa al moreno. Caminé lentamente sin nadie a mi lado hacia una banca en la que solía sentarme para pensar, pero cuando estaba por llegar, vi al rubio más irritante del mundo, Niall Horan.
— ¡¿Es enserio?! —exclamé algo dramática para mí misma.
A lo lejos vi una sonrisa asomándose por su boca, riéndose de mi acción. Rodé los ojos y bufé, pero luego me sonrojé, ¿Había sido muy dramática? Caminé decididamente a la banca, y me paré en frente de él.
— ¿Serías tan amable de irte a otro lugar? —pregunté sonriendo, aunque la sonrisa era fingida.
— Déjame pensarlo un minuto —el colocó una mano en su mentón, haciendo que pareciera un pensador—, no.
El sonrío, y yo miré su sonrisa, era tan… irritante.
— Bueno, entonces dame un espacio, quiero sentarme —reclamé, no pensaba tener otra discusión con él.
— No —negó, mientras miraba su reloj.
— Es una banca pública, de todos —dije haciendo un gesto con mis manos, señalando todo el espacio.
— ¿Y? —preguntó él.
— Eres un maldito e irritante rubio teñido —me acerqué a él, desafiándolo.
— Y tú, querida Tsuki, no eres más que una niña linda, la cual piensa de forma inmadura —él se paró, dejando nuestros rostros a centímetros de distancia.
Eso había dolido, pero estaba acostumbrada a sus intentos de insultos. De todas formas, creo que a él le había dolido aún más que yo le llamara rubio teñido. Suspiré, y traté de respirar, pero me era imposible, la rabia siempre surgía en mi cuando estaba junto a Niall.
— ¡No es cierto! —grité, haciendo que las chicas que pasaban por el lado nos miraran.
— Y también eres gritona, además de llamar la atención cada un segundo.
Las chicas que estaban alrededor rieron un poco, para luego retirarse del lugar.
— Si me permites, me sentaré en la banca, no tengo ganas de luchar contra un rubio teñido —escupí con rabia, nadie me llamaba gritona, ni “florerito de mesa”.
— Lo dices porque aunque des tu mayor esfuerzo no me ganarás, nunca me vencerás, Tsuki —el tocó mi mejilla, y luego corrió un cabello que estaba en mi cara.
Aparté su mano de un golpe.
— Te venceré, llegará un día, en el que quedarás como un perdedor.
— ¿Y cuándo será eso, princesa? —preguntó, mirándome fijamente con sus ojos entre azules y celestes.
— Será el día menos pensado para ti —respondí en un susurro.
Dicho esto, me retiré de allí, olvidando lo que iba a hacer en la banca.
Hayley cerró la puerta fuertemente, y luego recuperó su compostura, dejando sus brazos de forma cruzada, señal de que quería explicaciones. Ambas estábamos en mi casa, habíamos quedado en juntarnos para hablar.
— ¿Qué diablos ha pasado, Tsuki? —preguntó, de manera cansina.
— Solo fue una pelea, nada más que eso —susurré mirando mis pies.
— Dos peleas en un día, Tsuki —corrigió mientras me apuntaba con el dedo.
— Lo siento —me disculpé, aún con la vista en mis zapatillas rojas con negro.
— Hey —ella me tomó el hombro, yo la miré tímidamente—, Niall es un buen chico, solo debes aprender a conocerlo.
— ¿Estás del lado de él, o del mío? —pregunté, cruzando mis brazos, mientras hacía un puchero.
Ella rió levemente, pero luego se colocó seria.
— Sabes que podría estar leyendo ahora, pero esto me interesa, ambos son mis mejores amigos, no es que quiera verlos enojados toda la vida.
— Lo sé Hayley, ya lo sé —dije, y luego suspiré tristemente.
— Eres muy tierna, ¿Lo sabías? —ella me agarró las mejillas, y tiró de ellas.
— Auch, me duele —golpeé su mano y toqué mi mejilla, ahora roja.
— ¡Estoy cansada! —reclamó, para luego tirarse en el sofá que se hallaba frente al gran televisor.
— Supe lo de Liam… —susurré.
Junté mis manos y las estiré, haciendo que quedaran a la altura de mis caderas. Comencé a balancearme de un lado a otro, mientras Hayley me miraba atenta. Era uno de mis trucos para que no se molestara y me gritara miles de veces el nombre del castaño.
— ¿Te lo dijo él, no? —preguntó, mientras rodaba los ojos.
— Si, él me lo dijo —ella me miró intrigada—, con su propia voz.
Hayley seguía mirándome intrigada, ¿Qué quería que le dijera?
— Con sus propias palabras —seguí.
Que incómoda era la situación, si Hayley me seguía mirando intrigada, no respondía por mis actos.
— Con sus propios labios, su boca, ¿Me entiendes?
— ¡Ya! —se alteró.
Di un saltito en mi puesto, del susto que me había hecho pasar con su voz alterada, chillona, y gritona.
— ¿Dije algo malo? —pregunté inocentemente, no hubo respuesta— ¿Lo siento?
— Perdón, estoy algo estresada. En serio lo siento, Tsuki. —se disculpó, y colocó su mano en la cabeza.
— Está bien, disculpas aceptadas —dije, tratando de aliviar el ambiente.
No funcionó, Hayley seguía con sus manos en la cabeza. El sonido de mi celular me sobresaltó, y Hayley me miró divertida. Quizá el sonido de tono de llamada entrante era algo gracioso, solo algo, tampoco era para reírse tanto.
— ¿Es enserio? —ella sonrió— ¿Una vaca mugiendo?
Yo reí, pero mi sonrisa se borró al ver el identificador de llamadas.
— ¿Tsuki? ¿Quién es? —preguntó la rubia, parándose para quitarme el celular.
Y es que mi cara estaba pálida, aún más de lo normal, y era obvio que lo estaría, si no era nada más ni nada menos que el rubio teñido. Y si, era Niall.
¿En verdad era peor que el? ¿Significaba que no valía la pena esforzarme? ¿No valía la pena luchar contra él? o, quizá… ¿Tenía miedo de que lo superara, y por eso me hacía sentir mal? Fruncí el ceño, y golpeé el lápiz contra la mesa, tratando de parecer que escuchaba lo que decía la profesora. Química no era algo que se me diera muy bien, aunque, de todas formas me iba bien, solo que… no era mi especialidad.
— Hey, Tsuki —habló Zayn, quien estaba sentado al lado mío—. ¿Piensas quedarte allí todo el día?
Sacudí la cabeza y miré alrededor. No había nadie, ¿Ya había tocado para ir a receso? Zayn pasó una mano por frente de mi cara.
— Oh, claro, es solo que… ¡Nada! —sonreí tiernamente, no podía contarle lo que había pasado con Niall.
— ¿Segura? —preguntó, yo seguía sonriendo.
— Ajá —respondí, asintiendo con la cabeza.
Me paré rápidamente, para luego retirarme del aula, no sin antes dejar con una cara bastante dudosa al moreno. Caminé lentamente sin nadie a mi lado hacia una banca en la que solía sentarme para pensar, pero cuando estaba por llegar, vi al rubio más irritante del mundo, Niall Horan.
— ¡¿Es enserio?! —exclamé algo dramática para mí misma.
A lo lejos vi una sonrisa asomándose por su boca, riéndose de mi acción. Rodé los ojos y bufé, pero luego me sonrojé, ¿Había sido muy dramática? Caminé decididamente a la banca, y me paré en frente de él.
— ¿Serías tan amable de irte a otro lugar? —pregunté sonriendo, aunque la sonrisa era fingida.
— Déjame pensarlo un minuto —el colocó una mano en su mentón, haciendo que pareciera un pensador—, no.
El sonrío, y yo miré su sonrisa, era tan… irritante.
— Bueno, entonces dame un espacio, quiero sentarme —reclamé, no pensaba tener otra discusión con él.
— No —negó, mientras miraba su reloj.
— Es una banca pública, de todos —dije haciendo un gesto con mis manos, señalando todo el espacio.
— ¿Y? —preguntó él.
— Eres un maldito e irritante rubio teñido —me acerqué a él, desafiándolo.
— Y tú, querida Tsuki, no eres más que una niña linda, la cual piensa de forma inmadura —él se paró, dejando nuestros rostros a centímetros de distancia.
Eso había dolido, pero estaba acostumbrada a sus intentos de insultos. De todas formas, creo que a él le había dolido aún más que yo le llamara rubio teñido. Suspiré, y traté de respirar, pero me era imposible, la rabia siempre surgía en mi cuando estaba junto a Niall.
— ¡No es cierto! —grité, haciendo que las chicas que pasaban por el lado nos miraran.
— Y también eres gritona, además de llamar la atención cada un segundo.
Las chicas que estaban alrededor rieron un poco, para luego retirarse del lugar.
— Si me permites, me sentaré en la banca, no tengo ganas de luchar contra un rubio teñido —escupí con rabia, nadie me llamaba gritona, ni “florerito de mesa”.
— Lo dices porque aunque des tu mayor esfuerzo no me ganarás, nunca me vencerás, Tsuki —el tocó mi mejilla, y luego corrió un cabello que estaba en mi cara.
Aparté su mano de un golpe.
— Te venceré, llegará un día, en el que quedarás como un perdedor.
— ¿Y cuándo será eso, princesa? —preguntó, mirándome fijamente con sus ojos entre azules y celestes.
— Será el día menos pensado para ti —respondí en un susurro.
Dicho esto, me retiré de allí, olvidando lo que iba a hacer en la banca.
Hayley cerró la puerta fuertemente, y luego recuperó su compostura, dejando sus brazos de forma cruzada, señal de que quería explicaciones. Ambas estábamos en mi casa, habíamos quedado en juntarnos para hablar.
— ¿Qué diablos ha pasado, Tsuki? —preguntó, de manera cansina.
— Solo fue una pelea, nada más que eso —susurré mirando mis pies.
— Dos peleas en un día, Tsuki —corrigió mientras me apuntaba con el dedo.
— Lo siento —me disculpé, aún con la vista en mis zapatillas rojas con negro.
— Hey —ella me tomó el hombro, yo la miré tímidamente—, Niall es un buen chico, solo debes aprender a conocerlo.
— ¿Estás del lado de él, o del mío? —pregunté, cruzando mis brazos, mientras hacía un puchero.
Ella rió levemente, pero luego se colocó seria.
— Sabes que podría estar leyendo ahora, pero esto me interesa, ambos son mis mejores amigos, no es que quiera verlos enojados toda la vida.
— Lo sé Hayley, ya lo sé —dije, y luego suspiré tristemente.
— Eres muy tierna, ¿Lo sabías? —ella me agarró las mejillas, y tiró de ellas.
— Auch, me duele —golpeé su mano y toqué mi mejilla, ahora roja.
— ¡Estoy cansada! —reclamó, para luego tirarse en el sofá que se hallaba frente al gran televisor.
— Supe lo de Liam… —susurré.
Junté mis manos y las estiré, haciendo que quedaran a la altura de mis caderas. Comencé a balancearme de un lado a otro, mientras Hayley me miraba atenta. Era uno de mis trucos para que no se molestara y me gritara miles de veces el nombre del castaño.
— ¿Te lo dijo él, no? —preguntó, mientras rodaba los ojos.
— Si, él me lo dijo —ella me miró intrigada—, con su propia voz.
Hayley seguía mirándome intrigada, ¿Qué quería que le dijera?
— Con sus propias palabras —seguí.
Que incómoda era la situación, si Hayley me seguía mirando intrigada, no respondía por mis actos.
— Con sus propios labios, su boca, ¿Me entiendes?
— ¡Ya! —se alteró.
Di un saltito en mi puesto, del susto que me había hecho pasar con su voz alterada, chillona, y gritona.
— ¿Dije algo malo? —pregunté inocentemente, no hubo respuesta— ¿Lo siento?
— Perdón, estoy algo estresada. En serio lo siento, Tsuki. —se disculpó, y colocó su mano en la cabeza.
— Está bien, disculpas aceptadas —dije, tratando de aliviar el ambiente.
No funcionó, Hayley seguía con sus manos en la cabeza. El sonido de mi celular me sobresaltó, y Hayley me miró divertida. Quizá el sonido de tono de llamada entrante era algo gracioso, solo algo, tampoco era para reírse tanto.
— ¿Es enserio? —ella sonrió— ¿Una vaca mugiendo?
Yo reí, pero mi sonrisa se borró al ver el identificador de llamadas.
— ¿Tsuki? ¿Quién es? —preguntó la rubia, parándose para quitarme el celular.
Y es que mi cara estaba pálida, aún más de lo normal, y era obvio que lo estaría, si no era nada más ni nada menos que el rubio teñido. Y si, era Niall.
- Holú:
¡Ta dá! (?) ahí está mi capítulo, espero que les guste c: aunque a mi no me gusto del todo, lol. Lo subí hoy porque pasado mañana tengo examen de francés, y bueno... me irá horrible si no estudio xd. El capítulo está corto, porque tuve que ir a comer, pero necesitaba subirlo, lol. No sé si hay algo mal, idk, entiendan que soy nueva (?) y, se me hizo difícil manejar a Tsuki xd, nunca manejo personajes muy tiernos xd. Eso, bye c:
Sigue: .wednesday.
Creo que sigue ella :c idk.
Última edición por Britt. el Lun 25 Nov 2013, 5:06 pm, editado 1 vez
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Re: Special A!
Por cierto, lol. No quería hacer el spoiler tan largo (?). Escriben hermoso<33, me enamoré de los capítulos xd.
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Re: Special A!
Lucy: Nena, escribes muy bien, me encanta que escribas de tal forma que te sientes tan cómoda y pueda uno leer sin problemas. De cualquier forma, adoro como es Hayley, sencillamente aborrezco el hecho de que Liam se esa forma, odio de sobre manera la gente superficial. Me refiero a que siempre se creen más que los demás. Pero me encanto, en especial que ella adore los libros.
Britt: Olvide darte la bienvenida y me alegro que estés por acá, acompañándonos. c: Llegando al punto, creo que eh tenido el placer de leer algunas cosas tuyas que son hermosas y valla que está no es la excepción. Tsuki a pesar de ser tan tierna, tiene sus altibajos y eso es demasiado importante. Quiero recalcar que no importa que, Niall para mi sigue siendo el mismo tonto dulce y tierno(?). Me gusta como lo desarrollas aquí y te felicito.
Britt: Olvide darte la bienvenida y me alegro que estés por acá, acompañándonos. c: Llegando al punto, creo que eh tenido el placer de leer algunas cosas tuyas que son hermosas y valla que está no es la excepción. Tsuki a pesar de ser tan tierna, tiene sus altibajos y eso es demasiado importante. Quiero recalcar que no importa que, Niall para mi sigue siendo el mismo tonto dulce y tierno(?). Me gusta como lo desarrollas aquí y te felicito.
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Re: Special A!
Después de analizar la situación, llegue a la conclusión de que Hayley no es humana. ¿Cómo carajos se queda tan tranquila teniendo a Liam diciéndole preciosa? Bueno, aunque espanto una bandada de pájaros, pero realmente me da envidia de ella. Tiro con arco. Cuando yo era más pequeña le pedí a mi mamá que me entrara a clases y dijo que no, ay. Justo por esto es que me gusta este tipo de relaciones, mayormente competitivas, de alguna manera nunca me aburren de leerlas, ya que además me animan a leer mediante la sensación que constantemente me producen.
Fue realmente inevitable.
También debo admitir que Tsuki no me pareció tierna, ah; pero aun así me gusto mucho su personalidad, no tan vulnerable, capaz de responderle a Niall.
Bueno, creo que poco a poco se va captando la gran cantidad de odio que se tienen unos a otros (en su mayoría), como de alguna manera se empeñan tan fervorosamente en superar a su contrincante, es cúl.
¿Yo seguía después de Britt, no?
Fue realmente inevitable.
Jace, ah.— Eres un maldito e irritante rubio teñido —me acerqué a él, desafiándolo.
También debo admitir que Tsuki no me pareció tierna, ah; pero aun así me gusto mucho su personalidad, no tan vulnerable, capaz de responderle a Niall.
Bueno, creo que poco a poco se va captando la gran cantidad de odio que se tienen unos a otros (en su mayoría), como de alguna manera se empeñan tan fervorosamente en superar a su contrincante, es cúl.
¿Yo seguía después de Britt, no?
Sophia.
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